Capítulo 2 TERRA *O*

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CAPÍTULO 2. DESTELLOS

*****Elfo´s Love*****

VARDA

*****
Aratar

Historias eran contadas a través de cantos que se iban ganando un trozo del corazón de los elfos que permanecían en VARDA amándole incondicionalmente, temerosos de sentimiento ante aquello que en rumores ha viajado de norte a sur y de poniente a oriente… rumores que surgieron de recónditos paisajes lúgubres y revestidos bajo voces misteriosas que sembraron lentamente el temor entre los reinos…

Seis de los siete Reyes tuvieron que reunirse nuevamente… y no eran noticias buenas las que entregar o compartir…

La Reina de Háman, Gilthoniel permanecía sentada sin emitir palabra alguna, sus profundos ojos azules del mismo color que el fondo de los océanos de VARDA tranquilos se mantenían, aunque así no estuvieran los recuerdos de sus visiones rondando en su mente…

El Rey Olaf, de Thidrek le miró detenidamente y entonces el silencio se hizo de nuevo en la Sagrada Sala de Aratar…

- no están más nuestros hijos, aquellos que más pesaban sobre nuestros corazones, tomada fue la decisión de enviarles a TERRA con la certeza de salvarles de un destino final que encadenado se encuentra al hado de nuestro amado planeta como el de aquél que bajo su luz se levanta cada día en el horizonte; dinos entonces, Gilthoniel, ¿por qué no encontramos un solo resquicio de paz?...

- hemos hecho lo que así debía suceder, Olaf… - la Reina de Háman respondió sin titubear…

- por generaciones hemos visto sus almas dormidas entre aquellos humanos que se eligieron como recipientes de toda su luz… - fue entonces que el Rey Völundr de Álfar habló, y se deslizó en su voz grave el tono que revela la molestia como la impotencia… - cuándo es que volverán a nosotros si no vuelven a amar al mundo por el que fuimos creados…

- esto he de decirles y en sus memorias debe quedar grabado como el mismo fuego de las entrañas de TERRA, muchos futuros he visionado, posibles destinos como senderos por construir, algunas cosas sucederán de una u otra forma por más que intervengamos para provocarlas, otras tantas no han sido decididas y escapan de nuestros anhelos… no hay manera de dictaminar un veredicto, VARDA y TERRA siguen unidos en destino a nuestros hijos, y es solo de ellos de quienes depende.

- si es así entonces cómo podemos saber que tomamos la decisión correcta, que no les enviamos más cerca del fatídico final… - la Reina Laurelin de Álfheim dijo con voz calmada pero mirada titubeante… de entre toda la realeza, era la elfina de noble corazón quien más parecía sufrir la partida de su hijo…

- eso no podemos saberlo Laurelin… - la Reina Gilthoniel respondió mirándole comprensiva… - porque como he dicho antes, aún hay futuros inciertos, y ése es uno de ellos…

- si hemos compartido ahora todo esto, podríamos tomar cartas en el asunto respecto de Dvergar, si Eldir continúa devastando nuestro mundo, ni TERRA podrá evitar el caos que se avecinará sobre él cuando Eldir nos gane territorio… - el Rey Högni de Hrolfs dijo con un destello en sus ojos negros que imponía respeto como delataba impulsividad… Si bien el tiempo cursaba diferente en VARDA, claro estaba que a pesar de los intentos por mantener la paz y el equilibrio en VARDA se veían nuevamente truncados por la ambición de uno de los elfos más oscuros de tan bello planeta… para Högni esperar era desesperante… pero el Rey Olaf siempre decía que era importante escuchar las opiniones del resto de los Reyes en VARDA…

- debemos ser precavidos, Högni… - el Rey Súlimon, de Dúnedain intervino… y sus palabras siempre eran escuchadas pues de entre toda VARDA era su mente la más inteligente y sus acciones bien calculadas solían traer buenas nuevas para su mundo… - si Eldir sigue moviéndose como lo ha hecho hasta ahora pronto sabremos cuáles son sus verdaderas intenciones, puedo decirte que mientras más se sienta en libertad de hacer su voluntad, más pronto cometerá un error del que podamos sacar ventaja…

- ¿y qué haremos con sus hijos? A pesar de que no le fue concedido, Eldir también envió a sus hijos a TERRA, si ellos interfieren de alguna manera con nuestras intenciones al enviar a los nuestros, las cosas podrían ir peor, ¿no?... – la Reina Laurelin volvió a tomar la palabra… y fue entonces que las miradas cayeron sobre la soberana de Háman…

- más palabras sobre visiones o posibles futuros no saldrán de mis labios, amigos míos… tendremos en nuestro pesar la espera por el despertar de las almas de nuestros hijos… como lo que son…

Elfos de Luz…

*****Elfo´s Love*****

TERRA

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Año 2010
Tokio, Japón
Universidad de Tokio
Campus Nakano, Facultad de Literatura

Shim ChangMin es su nombre, apuesto e inteligente profesor de idiomas que imparte clases en el campus más importante de la capital nipona. De origen coreano, el chico de cabellos oscuros ligeramente largo y ondulado, llegó a la capital nipona unos meses atrás, comenzando su vida laboral desde una nueva perspectiva. Fácilmente confundido con un estudiante más por su apariencia juvenil, y no, no es que el joven profesor fuera, como algunos dicen “traga-años”; él en realidad era joven… cuenta con 25 años y un coeficiente intelectual que le ha permitido contar ya con varios títulos profesionales, entre ellos, idiomas; su actual trabajo, imparte inglés y coreano.

Nishikido Ryo era uno de sus mejores estudiantes, tomaba la clase de inglés para complementar créditos de su carrera y sobrellevar mejor su vida como estudiante, pero asistía al coreano por otro motivo que aún no se atrevía a aceptar pero que definitivamente se encuentra claro en los diferentes latidos de su corazón. La primera vez que había visto al joven profesor de idiomas había tenido una sensación de vértigo imposible de explicar, el mundo había girado a su alrededor y una sacudida fuerte en el estómago le había provocado náuseas… pero le había parecido también que la sensación no se debía con exactitud a un presentimiento de hastío o mala entraña al ver al joven… le resultó entonces más como una simple reacción fisiológica ante la serie de sensaciones que su organismo no tuvo en bien manejar o controlar, teniendo aquel reflejo como un mero acto de supervivencia…

Se había sentido casi morir…
Como cuando te encuentras con algo inesperado pero que irónicamente… de algún modo añorabas…

Ryo entonces lo pasó por alto, pero para cuando tuvo en claro que ese joven apuesto sería su profesor de idiomas… no pudo negar la oportunidad de verle a diario por los pasillos o asistir a sus clases…

No podía explicarlo… pero no podía… simplemente no podía dejar de verle, perderse en cada uno de sus gestos, encontrar en su profesor ese aire familiar que le ha hecho incluso suspirar como motivado esa sensación de un presentimiento que le advierte que no…

Que tal vez no deba relacionarse más de lo debido…
Que encontrar un lazo más allá de la responsabilidad como estudiante…
Podría cambiar más que su vida…
Todo un Destino…

Por otro lado, para ChangMin había algo más en el chico japonés que le inspiraba sensaciones extrañas… algo parecido a la añoranza y el anhelo… y le soñaba a diario… sueños en tierras desconocidas y un cielo nocturno coronado por dos lunas y un sinfín de brillantes estrellas que parecían más esplendorosas y deslumbrantes que las que adornan la bóveda celeste de la tierra…le soñaba desde que había llegado a Tokio y sin saber se hubieron cruzado por azares del destino por los pasillos de una de las estaciones del metro…

En aquella ocasión… ninguno se había percatado siquiera de la existencia del otro aún y cuando habían pasado uno al lado del otro… pero fue suficiente para que ChangMin comenzara a tener esos sueños, para que abriera sus ojos de par en par el primer día que le vio en la Universidad… para confundirse y comenzar a investigar sobre el significado de los sueños…

Para tratar de dar sentido a aquellas palabras que él siempre le decía con voz suave y una sonrisa cariñosa al menor de los dos mientras le acaricia una mejilla y experimenta una peculiar sensación de paz…

- Alassia An Ive omentielive… - Ryo leyó con un susurró esa tarde al terminar la clase de coreano… palabras que ni siquiera recuerda haber escrito y mucho menos saber qué significaban… pero que habían instalado un calor en su vientre que le hizo sentir extraño… diferente… - Alassia An Ive omentielive… - volvió a leer sin percatarse de que el morocho se había acercado a su lugar siendo que eran los únicos que quedaban ya en el aula…

– Feliz, porque nos hemos encontrado… - ChangMin murmuró con una sonrisa… y vio la sorpresa y el pudor matizarse en la mirada azulina de su alumno… pupilas de un azul claro que le invitaban a sumirse en ellos como lo haría a la playa cristalina de un paisaje virgen…

- ¿Profesor ChangMin?... – susurró su nombre entre labios notando cómo los latidos de su corazón iban más aprisa y la respiración se le alteraba sintiéndose de nuevo mareado y a punto de caer…

- es lo que significa lo que has escrito, solo que… - pausó un momento y apartando la mirada de su alumno volvió la vista a la hoja de papel en que esa frase había sido escrita repetidas ocasiones… - todavía no entiendo porqué tú también la conoces, ¿en dónde la has escuchado Nishikido-kun?

El menor parpadeó varias veces…
Él también quisiera saber porqué ha escrito esas palabras…

Y porqué su profesor hace que su corazón lata de aquella manera…

*****
Seúl, Corea
Distrito Songpa-gu

La noche había caído, viento fresco que invita al abrigo… ojos avellana que se cruzan con un par de zafiros azabache que le cautivan y sucumbe a ellos dejando que aquellas manos firmes le tomen por la cintura pegándole al otro cuerpo y arrancándole ese suspiro que muere en los labios del atractivo Príncipe.

- Caranthir… - suspira de nuevo cuando el elfo azabache le recorre con la mirada haciéndole estremecerse y avergonzar…

- Eru lo ha querido porque nos hemos vuelto a encontrar… Eru sabe entonces que mi corazón te has ganado y que feliz seré de amarte como solo puede amarse a TERRA… que te amaré por la eternidad y más allá de ella, mi querido Aredhel…

Y entonces sus labios eran cubiertos de nuevo con suma dulzura mientras su cuerpo cae sobre el césped verde intenso bañado esa noche por el rocío de Álfheim, suspira y tiembla presa de sensaciones novedosas mientras es cobijado por aquellos brazos fuertes y el calor que le es transmitido por el Príncipe de Hrólfs…

…………………

Un joven de cabellos color azabache despertó sobresaltado y con el cuerpo bañado en sudor… respiraba agitado y el corazón le iba a mil por hora, cubrió con una de sus manos su rostro y largó un suspiro… hacía días que venía teniendo ese sueño… y por alguna razón…

Haber vuelto a su país natal parecía estar predestinado…
Sentía que algo increíble pasaría en su vida muy pronto…

……………………………
Al día siguiente
Clínica Privada

Un joven de cabellos pelirrojos y bata blanca caminaba aprisa por uno de los pasillos de aquella clínica privada a la que acudían comúnmente personas de muy buena posición socioeconómica como personajes entre el mundo de la farándula y el deporte… su nombre es Kim Junsu y cuenta apenas con 24 años, pero es con méritos, un joven doctor de título y aptitudes, qué decir de su actitud, se le reconocía también por ser amable y casi aliviar a cualquiera con solo una de sus radiantes sonrisas… naturalmente, nunca ha faltado la chica, y hasta chicos, que solo acuden con el fin de “ligar” con el atractivo doctor… sin éxito de por medio hasta el momento…

- ¡hey, Junsu!... – escuchó que le llamaron e inmediatamente detuvo sus pasos girando sobre su propio eje para atender a su colega…

- ¿se te olvida dónde estamos? Deja de gritar como si estuviéramos en un centro comercial… - el pelirrojo sonrió a su compañero aunque las palabras dichas fueran expresadas en serio…

- ya sabes que se me pasa, además, no es mi culpa que traigas tu localizador apagado… - el pelirrojo exhaló sorprendido e inmediatamente buscó el dichoso aparato en la bolsa de sus pantalones blancos… - y que el Jefe de Piso quiera que seas tú quien atienda a un paciente que acaba de llegar… - el pelirrojo escuchaba mientras encendía su localizador y entraban varios mensajes que iban desde las palabras profesionales, hasta esos famosos emoticons que significaban llamados de atención de parte de su Jefe inmediato… - según escuché es un deportista muy importante para el país, participará en el Próximo Campeonato Nacional por un lugar para el Torneo Mundial…

- cómo es que te enteras de más cosas que yo siempre… - el pelirrojo sonrió divertido mientras toma camino hacia la tercer planta, donde aguarda su paciente según indicaciones de su Jefe… guardó el localizador y suspiró esperando no haberse metido en problemas…

Abrió la puerta e ingresó sonriendo gentilmente, pero con esa postura profesional que hacía que todo cuanto le conocía le tuviera confianza y seguridad… para cuando sus pupilas avellana se encontraron con aquellas profundas orbes de su joven paciente…

Un mareo debilitó el cuerpo del chico de ojos negros haciéndole perder el equilibrio, el pelirrojo se apuró en sujetarle por la cintura, sus ojos volvieron a topar y ambos notaron lo rápido que el corazón les latió contra el pecho…

- te conozco… - el chico de cabellos azabache murmuró…

- disculpa, debes confundirme… ¿te encuentras mejor?... – sonrió y vio al pelinegro asentir mientras se separan y Junsu toma lugar detrás del escritorio viendo en su expediente el motivo por el que le habían canalizado al joven ante él… - estás aquí solo para un examen de rutina, no tardaré demasiado… - volvió a sonreír y poniéndose en pie rodeó el escritorio para tomarle los principales signos vitales al pelinegro…

- cuál es su nombre, doctor…

- ¿mh?... – volvió su mirada a su interlocutor y por alguna razón sus mejillas se sonrojaron… - Junsu… Kim Junsu, Sr. Park…

- no digas Sr. que me haces sentir muy viejo… Yoochun… - extendió su mano sin importar siquiera la interrupción que hacía a su examen de rutina… vio al pelirrojo parpadear y le pareció un gesto demasiado adorable para venir de un chico…

- muy bien, Yoochun ah, ¿me permite usted continuar con mi trabajo?... – sonrió esperando no sonar grosero… pero después de todo, no estaba ahí para hacer amistad, tratar bien al paciente era muy diferente a establecer un lazo de amistad o camaradería…

- en cuanto me digas a dónde paso por ti para tomar un café uno de éstos días… - el pelinegro le devolvió la sonrisa… aunque en labios de Park aquella luciera más como un gesto coqueto que instaló un sonrojo evidente en las mejillas del pelirrojo…

- lo siento, Yoochun ah, pero me temo que eso no puede ser posible… - negó y evadió la mirada de su paciente…

- ¿por favor?... – el pelinegro sonrió algo más y tomó la mano del pelirrojo besando el dorso…

Junsu se sintió avergonzado y rápidamente retiró su mano…

- ok… - pero aquella aceptación ya había salido de su boca…

………………………………

Yoochun le despidió con un beso en la mejilla, y de sus labios un par de palabras escaparon como el suave murmullo del aire cálido de verano…

- Lisse Oloori…

- Dulces sueños… - Junsu le sonrió sintiendo el calor cubrir sus mejillas y antes de que pudiera siquiera percatarse de que había dicho aquello que tales palabras significaban…

Lo que escondido se encontraba aún detrás de ellas y que podían tener el efecto de un hechizo místico que desataría el advenimiento de recuerdos de una vida pasada…

Que solo desea resurgir con el afán de amar sin límites…


*****Elfo´s Love*****

VARDA

**Sobre Caranthir y Aredhel**

Álfheim

Aredhel se supo de pronto rodeado por unas decenas de criaturas que no había visto nunca antes, eran grotescas y grandes, de olor nauseabundo y ojos hundidos que destellaban un tono rojizo oscuro haciéndoles lucir como demonios, de piel gruesa en un color indefinido y un cuerpo ligeramente encorvado quizá por el peso de sus largas extremidades superiores. Armadas con arcos, flechas, espadas toscas y pesadas, como hachas y otras cuchillas.

El elfo peliverde mantuvo la guardia, arco y flecha en mano listo para disparar, mirada agudizada y pendiente, su oído atento a cualquier sonido que le advirtiera un movimiento. No sabía porqué estaban ahí esas criaturas o la intención con que él era su claro objetivo… tarde se dio cuenta de que estaba en áreas de su reino poco custodiadas por la Guardia Real o compañías de vigilancia… pero siempre la ha gustado pasear por cada rincón de los amplios bosques de Álfheim.

- ¿quiénes son? ¿qué quieren?... – el peliverde cuestionó aún cuando sabía que era alta la probabilidad de no recibir respuesta…

Y así fue… porque lo único que esas criaturas emitían eran gruñidos parecidos a los de grandes caninos provocándose antes de una pelea. La primer flecha disparada y Aredhel moviéndose hacia un lado aprovechando el hueco que quedó en el círculo que le rodeaba cuando las criaturas parecieron sorprendidas ante la caída de uno de los suyos al momento que éste levantó las manos cerniéndose sobre el peliverde. El elfo no era débil pero tampoco gustaba de las peleas, además y aún a pesar de sus habilidades, el número de aquellas criaturas era amplio como para enfrentarles sin arriesgarse a la muerte.

Carrera tosca pero ágil emprendieron las criaturas tras el elfo, las piernas del peliverde se movían con la velocidad de una gacela, pero las extrañas criaturas parecían ganar ligereza conforme avanzaban. El peliverde se internó entonces en el bosque luego de pasar por los pastizales, visualizó todo aquel terreno que se sabía de memoria porque largos años caminatas por ahí ha emprendido. Aprovechó así su conocimiento y zigzagueó entre árboles y arbustos tratando de perderles y evitando esas flechas que eran disparadas por algunas de aquellas criaturas que parecían enfurecer cada segundo a medida que Aredhel escapaba…

- ¡por Eru! ¿no se cansan?... – el elfo musitó entre dientes al tiempo que subía por una pendiente escarpada y llegaba la cima viendo al otro lado y metros abajo el cauce de un río de aguas frías y cristalinas.

Continuó corriendo entonces por la orilla y en sentido contrario de las aguas; las criaturas, algo más torpes pero de rápido aprendizaje, le siguieron de cerca, dos de ellas (las primeras en la carrera) habían caído al resbalar en la orilla, pero al instante sus iguales habían comprendido el peligro de aquellas áreas esquivando el filo de la pendiente.

Una flecha pasó rozándole a la altura del oído, también iban perfeccionando la puntería y Aredhel comenzó a sospechar que emulaban sus movimientos con demasiada precisión. Otra flecha alcanzó a rasgar sus ropas a la altura del hombro y entonces el peliverde volvió a preparar arco y flecha, en el mismo movimiento se giró quedando de frente a las criaturas, frenó apenas unos segundos, tiempo suficiente para acertar tres disparos de flechas lanzadas a la vez que se incrustaron certeras en los cuellos de esas tres criaturas que cayeron al instante quedando en el camino. Aredhel retomó la carrera pero podía sentir cómo prácticamente le pisaban los talones y respiraban a sus espaldas.

Una lluvia de flechas, disparos más cercanos, roces más peligrosos rasgando sus ropas y alcanzando a herir superficialmente la piel… luego, en un parpadeo, pequeños cuchillos viniendo del otro lado (hacia donde él se dirige) pasando cerca de su cuerpo pero encontrando destino en las criaturas tras de sí, y al segundo…

- Caranthir… - sonrió el peliverde al reconocer al elfo de cabellos azabache emerger entre las sombras de los tupidos arbustos y copas de árboles frondosos.

El Príncipe de Hrólfs tomó otros seis cuchillos entre sus dedos, otros pocos quedaban aún alrededor de sus brazos cerca del hombro en fundas perfectamente alineadas. El elfo contempló a su amante sonriendo entre emocionado y agradecido hacia él mientras la distancia se reduce entre los dos y aquellos cuchillos hieren a otras criaturas luego de que Caranthir las lanzara con sorprendente agilidad.

- ¿estás bien?... – el Príncipe de cabellos azabaches le preguntó apenas se encontraron y colocaron espalda con espalda dejándose rodear por la docena de criaturas que quedaban con vida…

- sí… - Aredhel respondió emocionado, contento porque el elfo estaba ahí, porque había ido a buscarle tal como había prometido la última vez que se vieron, aquella segunda ocasión en que sus destinos se cruzaron… cuando le besó de verdad…

Ese día comenzaron a ser perseguidos por criaturas de aquella naturaleza… no había lugar seguro para ninguno de los Príncipes…

La condición que se levantara en Aratar se estaba cumpliendo…
Y ellos no tendrían más opción que marcharse…

Al único viaje para el que los elfos nunca están preparados…
Ir a TERRA…

Y olvidar quiénes son o todo lo vivido en VARDA…
Olvidar el amor…
Que por otro de su raza sienten y más fuerte parece que cualquier designio…

*****Elfo´s Love*****

TERRA

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Lyon, Francia
Cuartel General de la INTERPOL
Oficina del Secretario General

Reunidos estaban El Secretario General y algunos de los funcionarios dirigentes de la Oficina Central Nacional (OCN) de la Interpol en Corea y otros países asiáticos como Japón y China… el tema central eran las amenazas de muerte hacia el Presidente surcoreano…

- yo digo que enviar a un agente activo y recomendado del país surcoreano es nuestra mejor opción, hay que poner a disposición del Presidente Kim Chung-Ho a nuestra gente de mayor confianza… - opinó el jefe de la OCN nipona…

- disponemos de pocos agentes experimentados para ésta clase de misiones… y si no cuidamos nuestros movimientos levantaremos sospechas, tal vez entonces solo consigamos ponerle en la mira con facilidad… - el jefe de la OCN surcoreana talló el puente de su nariz… llevaban horas analizando este caso en particular, no solo por tratarse del primer mandatario de su país y las obvias consecuencias que tendría un acto de terrorismo de tal naturaleza… sino porque se trataba de un hombre de linaje real que tenía en su poder tesoros importantes de la historia coreana como un secreto que proteger celosamente…

- lo haremos tan discretamente como nos sea posible, nos pondremos en coordinación solo con las organizaciones de justicia e investigación necesarias, hay que vigilar la fluidez de información o terminará por colarse y convertirse en una desventaja… ¿a quién tenemos que podamos enviar de manera inmediata?... – le Secretario General preguntó al deje de la OCN surcoreana…

- contamos con un par de agentes muy buenos, Jung Yunho es un muchacho de 28 años que ha pertenecido a la INTERPOL desde su adolescencia, está perfectamente capacitado y cuenta con un amplio historial de investigaciones concluidas con éxito… también tenemos a un agente de mayor experiencia, Dong-Yul que ha intervenido directamente con otros casos de terrorismo… - extendió las carpetas de sus expedientes sobre el cristal de la mesa…

- el hijo del Presidente tiene 26 años, ¿no es así?... – el Secretario General miraba el contenido de cada carpeta…

- sí, Señor Secretario…

- entonces que tus dos hombres se alisten para esta misión, será tarea del agente Jung ocuparse del hijo del Presidente Kim, del agente Dong-Yul la misión será permanecer cerca del Presidente Kim…

*****
Seúl, Corea
Distrito Jongno-Gu
Cheong Wa Dae

O también llamada Casa Azul, es la residencia oficial del Presidente surcoreano.

- ¿necesito más guardia personal?... – Kim Jaejoong, el hijo del Presidente actual de Corea del Sur frunció el ceño cuando su padre le informó el próximo arribo de un nuevo guardaespaldas para él…

- la necesitas, por favor Jaejoong, no tengo tiempo ahora para darte una explicación amplia, tengo que salir de inmediato a una reunión de suma importancia, hablaremos cuando vuelva, ¿sí?... – el hombre de poco más de 50 años terminó de meter unos papeles en su portafolio dirigiéndole su mirada como siempre lo hacía… Jaejoong podía ver en los ojos de su padre la preocupación y las disculpas…

Porque a pesar de haberlo intentado, era más el tiempo que pasaba fuera que con su hijo…
Porque sabía, que ése hombre de temple y garbo, no podía ser padre y madre al mismo tiempo… no podía hacer más que disculparse y alargar siempre los momentos de familia…

El país siempre venía primero…

- está bien, padre… - el chico de cabellos oscuros recibió el beso de su padre en la frente y ese murmullo cariñoso de un “Te Quiero, hijo mío” que le hacía sonreír suavemente mientras le ve partir y aguarda por la llegada de su nuevo guardaespaldas…

- joven Kim, acompáñeme por favor… - un hombre mayor, el encargado de la seguridad de Cheong Wa Dae le pidió, el pelioscuro asintió y le siguió a una de las oficinas del complejo residencial… - él será su nuevo guardaespaldas las 24 hrs. del día, su nombre es…

- Jung Yunho… - el chico de tez morena y firmes pupilas marrón se presentó haciendo una venia…

- Jaejoong… - el pelioscuro correspondió el gesto… y se preguntó…

Qué había en ese chico que le resultaba tan familiar y había hecho su corazón latir aprisa…


Continuará……