Capítulo 3 TERRA

Hola!!!

Bueno acá pasando a dejar capo... aunque u.u se nos negó el track, problemas técnicos fuera de nuestras manos, pero Maki tiene una idea y lo retomaremos en el proximo capi... por ahora, ps actu n.n esperando sus comentarios, parece que no gusta mucho de comentar por acá xDD pero, bueno, igual espero sea de su agrado...

CAPÍTULO 3. ISIL

*****Elfo´s Love*****

TERRA

*****
Seúl, Corea
Distrito Jongno-Gu
Cheong Wa Dae

Cuando Yunho conoció a Jaejoong tuvo una peculiar sensación… no podría decir exactamente qué, pero era como conocerle… por supuesto, cualquiera en Corea conoce al hijo del Presidente de la nación, pero esa sensación iba mucho más allá de ese “conocer” que viene de lo que puedes enterarte en la prensa o en cualquier medio de comunicación… iba también más allá de lo que leyó o aprendió de memoria cuando le entregaron el expediente del joven…

El agente Jung no podía explicarlo e incluso le generaba algo parecido al abrumo… Kim Jaejoong era solo un caso más que cubrir… y no debería prestar atención a ninguna de aquellas sensaciones… pero su mente ya era un lío y con suerte había “sobrevivido” ese primer día sacando con profesionalismo su día… pero para cuando volvió a la habitación del joven Kim alrededor de las dos de la mañana para asegurarse de que dormía y que no había nada de lo qué preocuparse, observar el relajado rostro del pelioscuro despertó un sentimiento extraño en su interior…

Atracción.

Y no era que nunca antes el muchacho de tez morena hubiera sentido algún tipo de atracción por alguien… de su propio sexo incluso… pero vamos, ha tenido una vida más bien complicada y sin demasiado espacio o interés para pensar en aventuras ni mucho menos una relación estable.

--//--

Jung Yunho había ingresado a la agencia a corta edad siendo un adolescente conflictivo con tendencia a meterse en problemas pero con un sentido de honestidad y justicia muy claro… casi parecía uno de esos chicos que se convierten en héroes en los famosos y más prolijeados cómics al puro estilo occidental.

La INTERPOL lo había fichado sin dudar… y él había tenido que desaprender algunas actitudes y aprender otras… de modo que, para sus 19 años, ya era un muchacho diferente en muchas formas, centrado y con nuevas opciones para canalizar toda esa energía que parecía concentrarse en su persona cada día… como si la adrenalina fuese su principal motor y estar activo fuera necesario para no caer en la rutina y buscar nuevamente la peligrosa vida de las calles.

--//--

Percatándose de que llevaba quizá demasiado tiempo observando a Jaejoong, el agente cerró la puerta y caminó por el pasillo hasta la habitación del final que le habían asignado para mantenerse al pendiente de la seguridad del joven Kim. Se sacó la funda cruzada que llevaba en la espalda y la dejó sobre la silla a lado de su cama en aquel escritorio donde descansa su computador; se sacó la camiseta quedando solo con la casaca de resaque y revisó en el monitor que la cámara estuviera activa en la alcoba de Jaejoong… apartó rápidamente la mirada fingiendo que no sentía ese golpeteo acelerado de su corazón y se recostó en la cama sin tener pizca de sueño…

Aquello tampoco le extrañaba…

A menudo tenía que soportar largas jornadas sin pegar un ojo para mantenerse alerta, así que podría decirse que estaba acostumbrado a dormir poco o nada.

Lo que inquietaba su mente en aquellos instantes era… no poder apartar de sus pensamientos a Jaejoong… y eso que después del saludo de presentación horas atrás, no había vuelto a cruzar palabra… empero, tenía muy presente el encendido carmín de sus labios, el color níveo de su piel o el profundo oscuro de sus pupilas como la sedosidad de sus finas hebras negras, cuerpo perfecto y ése caminar seguro que casi desprendía con naturalidad sensualidad…

Aquello tan simple y cotidiano inundaba sin embargo sus pensamientos… Y él temía que tanto pensarle nublara incluso su juicio… nunca ha tenido que renunciar a ninguna misión… y por alguna razón, tampoco quería comenzar ahora… aquello también era nuevo para él… casi como si de pronto y de la nada le resultara imprescindible contar con la presencia de Jaejoong. Y por tanto, también estaba fuera de los límites permitidos como agente.

Yunho comprendió…
Que estaba en un problema…

Cerró los ojos y luchó contra esas sensaciones… no obtuvo éxito y eso le frustró un poco aunque su cuerpo no demostrara un ápice de intranquilidad… volvió a ponerse en pie y optó por mantenerse ocupado… aún tenía mucho que indagar respecto a las amenazas contra el Presidente Chung-Ho.

Algo no le cuadraba en todo el asunto explicado por la INTERPOL.

……………………………

Jaejoong despertó temprano… el alba apenas se había levantado pero él hacía minutos que abriera los ojos con una peculiar sensación de nervio…

Su nuevo guardaespaldas estaba detrás…

Él era perfectamente consciente de su homosexualidad… hace mucho que descubrió que no le interesaban las chicas de forma romántica, sentimental o sexual… a su padre aún le costaba asimilar aquello pero al menos lo respetaba… sí, luego de muchas discusiones y peleas fuertes… aquellos años habían sido peculiarmente difíciles para los dos…

El caso era ahora… que se había sentido atraído por el agente Jung… que fuera tan joven y apuesto no había ayudado en nada a que él dejara de notar otras cualidades en el agente… su forma tan profesional de actuar, la seriedad con que se mantiene cerca pero no cruza su espacio personal, la manera en que sus ojos escudriñan todo pero le hacen sentir cómodo…

Estaba seguro de que soñaba si creía siquiera que el agente le registraría de algún otro modo que no fuera solo como su trabajo… y eso de algún modo se sentía extraño… casi dolía…

Suspiró por a saber qué número mientras se estiraba otro poco en su cama… retiró las cobijas y espabiló la flojera unos minutos antes de finalmente decidirse a levantarse e ir a su baño para asearse, tomar una ducha y cambiar el pijama por ropa sport… era hora de salir a correr como todas las mañanas…

- buenos días, joven Kim… - le saludó el agente y él casi se va de espaldas sorprendido por la presencia del moreno afuera de su habitación, como si ya le hubiese estado esperando…

- buenos días, agente Jung… - correspondió haciendo una venia y ocultando en su flequillo oscuro la vergüenza de su sola mirada… maldijo mentalmente lo bien que se le veía al moreno ese conjunto sport de marca… cada músculo resaltaba y su imaginación despertaba muy temprano…

- llámeme Yunho… - el moreno le sonrió… y eso fue incluso una sorpresa para él porque no estaba para nada dentro de sus planes hacer “amistad” con el hijo del presidente…

- entonces llámame Jaejoong… o Jae simplemente, Yunho-shii… - el pelioscuro le devolvió la sonrisa y decidió adelantarse unos pasos para que el agente no viera sus mejillas ruborizadas…

Yunho iba a negar aquello… pero por alguna razón el día parecía demasiado bueno para someterlo a debates del tipo “no puedo, usted es mi misión” o algo peor que solo pudiera incomodar a Jaejoong… después de todo, parte de su trabajo era la comodidad y la confianza del pelioscuro… aquello era protegerle y él lo haría cabal…

Le siguió hasta el Nokjiwon, Jardín principal donde el aire es fresco y el silencio armonioso, las altas copas de los árboles de éste lugar en la residencia presidencial parecen memorar la firmeza y el garbo de los líderes en la historia nacional… Jaejoong gusta de recorrer sus amplios terrenos mientras el cálido sol matutino alumbra y se cuela entre los ramajes haciendo formas en las sombras de los caminos… en ocasiones prefiere ir al Valle Mugunghwa, su paisaje más colorido le brinda sensaciones que le llenan de energía y activan su mente… pero hoy solo quería relajarse y ejercitar…

Aunque el hecho de que Yunho corriera siguiéndole el paso no le dejaba demasiado espacio para ello… le distraía y le ponía nervioso…

Jaejoong pensó en algún momento cuando terminó su recorrido y sorbió de su botella de agua… que algo en el moreno le resultaba demasiado familiar…

Como una especie de deja vú…

- Yunho-shi…

- dime…

- ¿crees en las vidas pasadas?... – el pelioscuro preguntó sin estar él mismo seguro del porqué…

- no me lo había planteado nunca… - respondió el agente luego de unos segundos… habría podido responder cualquier otra cosa, incluso inventar algo… pero solo quería poder ser lo más sincero y transparente posible con el pelioscuro…

- ¿sabes? Siento que te conozco… que… de algún modo… nos hemos visto antes… - Jaejoong dijo con tono pensativo… miró al cielo y se quedó callado largo tiempo… - es absurdo, ¿verdad?...

- no lo sé… no eres el único que tiene esa sensación, Jaejoong-shii… - el moreno susurró entonces… y el viento que sopló meciéndoles el cabello pareció murmurar secretos en su rumor…

Se sonrieron pues con algo parecido a la complicidad… no hablaron más sobre aquello… en realidad no tenían idea de qué más podían decir… parecía simplemente como si pudieran esperar a que el tiempo les indicara cada paso a dar entre ellos…

…………………………

Luego de haber tomado el desayuno, Jaejoong llamó a su padre… le escuchó bien y su corazón se tranquilizó otro poco… aunque aún temía cada que su padre tenía que salir en aquellos viajes de reuniones secretas que eran un misterio aún para él…

Y siempre que Kim Jaejoong se sentía ansioso y preocupado…

- quiero ir de compras… - le dijo al moreno levantándose del sofá en la estancia…

- bien…

- ¿bien? ¿no me dirás que no como todos hacen?... – el pelioscuro se detuvo en el tercer peldaño de las escaleras mirando al agente realmente sorprendido… él apenas había estado pensando en la cantidad de argumentos que tendría que usar para convencerle…

- estoy aquí para cuidarte, no importa a dónde quieras ir… soy tu guardaespaldas no un carcelero… - el moreno sonrió divertido… él entendía perfectamente cómo debía sentirse Jaejoong siendo quien era ahora… sabiendo quién fue antes de esto…

Jaejoong le devolvió la sonrisa y corrió escaleras arriba para prepararse a salir… y mientras hacía aquello sonrió como tonto pensando que si Yunho no se cuidaba y continuaba siendo tan condenadamente ideal… terminaría por hacer una estupidez del tipo robarle un beso…

Él no sabe…
Que tal vez Yunho no se oponga a tal asalto de su parte…

- listo… - el pelioscuro volvió sonriente y vestido casual…

- vamos entonces… - el agente le acompañó al auto… el resto del personal de seguridad no podía creer que el nuevo guardaespaldas del joven Kim se atreviera a ir en contra de todo protocolo… sin embargo, Yunho podía hacer eso… - ¿destino?... – cuestionó el moreno al tiempo que encendía el motor…

- quiero ir al centro… - Jaejoong respondió…

Aunque él tuviera un secreto que ocultarle a Yunho en su motivo verdadero que le lleva a salir…

*****
Distrito Songpa-gu
Departamento de Park Yoochun

Hacía un par de semanas que Yoochun había conocido al Dr. Kim… aunque ahora prefería simplemente verle como Junsu… el chico algo despistado y tierno que cortaba sus llamadas siempre que él comenzaba a hablarle bajito con tono sexy o que ignoraba sus mensajes de texto cuando le decía cosas que le hacían sonrojar como termostato…

Sí, Yoochun no era demasiado romántico para cortejarle cuando no le veía cara a cara o podía tomar su mano… porque en aquellos momentos (pocos en realidad considerando el tiempo que tienen de conocerse), siente que podría ofrecerle su vida misma a cambio de una sola de sus hermosas sonrisas…

El joven deportista tendría que aceptar entonces que estaba enamorado…
Y que lo suyo no podía ser llamado de otro modo más que…

Amor a primera vista…

Porque por tonto que sonara, el pelinegro se había quedado prendado no solo de su atractivo físico, sino de la belleza interna que jura pudo ver desde el primer instante en que se perdió en aquellas pupilas avellana que le hacen experimentar una y mil sensaciones con cada mirada.

El pelinegro sonrió al pensar en esa primera vez que le vio en la consulta para su examen de rutina… también recordó que se había sentido mareado y tuvo la impresión de conocerle de antes… esos mareos se han estado repitiendo cada tanto… y solo cuando Junsu está cerca… le resulta inexplicable y ha hecho lo posible por evitar que el pelirrojo se dé cuenta…

- capaz me manda a hacer estudios y odio las agujas… - frunció inconscientemente el ceño y se le puso chinita la piel de solo pensarlo… agitó la cabeza en negación y cerró el grifo de la ducha tomando la toalla y enredándola en su cintura…

Cuando volvió a su habitación, sonrió tiernamente al ver a Junsu aún dormido… no podía creer que en verdad estuviera ahí… en SU cama, en SU habitación, en SU departamento, vistiendo SU ropa… sí, Yoochun se sentía tonto y estúpidamente enamorado de un chico del que aún le falta mil cosas por conocer… pero era feliz… se acercó sentándose en el piso y admirando el rostro adormilado del pelirrojo… mordió su boca para no profanar aquellos labios tan apetecibles…

- qué nos une, Junsu ah… - murmuró antes de ponerse de pie y reparar en que aún llevaba solo una toalla alrededor de su cintura…

Fue a su clóset y tomó un cambio de ropa, volvió a salir para cambiarse mientras espera a que su invitado despierte…

…………………………

Junsu se estiró largando un bostezo… pestañeó somnoliento varias veces hasta que algo hizo clic en su mente y comprendió la cosa más sencilla y burda del mundo…

Aquel techo blanco no era el suyo…

Para empezar su techo era de color lila (al Dr. Kim le gustaba la sensación de confort que daba aquel tono). Ni siquiera era rugoso y definitivamente la lámpara tampoco era como la de su habitación… se sentó de golpe sobre el colchón mirando asustado a todos lados… no había muros color lila, ni cortinas en dos tonos de morado ni su escritorio de trabajo… lo comprobó… esa no era su alcoba…

- dónd… - pero ni siquiera terminó de formular su pregunta… había bajado la mirada y encontrado su cuerpo cubierto por una ropa que tampoco era suya… aunque por cierto, la suya estaba perfectamente acomodada en una silla a lado de la cama… - qué… - entrecerró los ojos y trató de recordar, hacer a un lado la sorpresa matutina y espabilar… - Yoochun… - murmuró entonces recordando con claridad la razón por la cual seguramente se encontraba ahí en aquellas circunstancias…

Se avergonzó de sobremanera tiñendo todo su rostro en carmín…

- buenos días, Junsu ah… - el pelinegro le saludó desde el umbral con una sonrisa enorme y la mirada brillante… el pelirrojo instintivamente había vuelto a jalar las mantas cubriéndose como si estuviera desnudo o Yoochun pudiera verle de algún modo especial… - creo que ya te encuentras bien… - sonrió divertido al ver su actitud, acercándose hasta posar una de sus mejillas contra la frente del pelirrojo… - de verdad que me asustaste anoche, no tenía idea de cómo bajarte la temperatura…

Ahí la luz volvió del todo a ojos del pelirrojo…

Todo había sido por culpa de una repentina fiebre que todavía no puede explicar aunque podría culpar a la cena ingerida en compañía del pelinegro… sin embargo, parecía más bien haber tenido otra causa porque la forma en que aquel síntoma se presentó no le convencía de ningún modo (empezando porque fue el único que enfermó)… y sin pensar demasiado en eso, también recordó que Park le había llevado a su departamento para cuidar de él a pesar de haber insistido en que le llevara al suyo, que tomaría alguna pastilla y se acostaría a descansar…

- lamento haberte causado molestias… - murmuró algo más avergonzado… pero esa vez, también por la cercanía del pelinegro… por recordar que él mismo le había indicado al pelinegro meterle en la ducha de agua helada y luego ser cubierto con ropa seca y caliente (lo cual por cierto, significó que le viera completamente desnudo) enredado entre esas cobijas que le dieron calor cuando llegaron los escalofríos…

- no fue una molestia… ¿ves? Hubiera sido una locura dejarte en tu departamento… - sonrió dulcemente y pensó en que la escena podría ser perfecta si solo se atreviera a besarle…

Pero claro… no podía…
Aunque se demostraban atracción y está seguro de que aquel tipo de relación llegará, también sabe que es demasiado pronto para profanar sus labios cuando es el pelirrojo mismo quien le ha dejado saber que alguien más estuvo antes y que aún no quiere pensar siquiera en relaciones formales…

Aquello por alguna razón dolía…

No es como si él no hubiera tenido antes alguna relación… pero nada a lo que pudiera recordar como amor… atracciones simplemente, de esas que quedan en el ayer y se olvidan con relativa facilidad… Yoochun sin embargo, podía notar en la mirada de Junsu que quien fuera que hubiese estado antes, había ocupado… y ocupaba… un lugar muy importante en su corazón…

- ¿qué quieres desayunar? Naturalmente algo rico y sano para ti luego de haber tenido fiebre, ¿verdad? Hay comida saludable en mi cocina porque soy deportista, pero no estoy seguro de contar con algo para hacer una sopa caliente o algo así y creo que es lo que más puede sentarte ahora, pediré a un restaurante de aquí cerca, seguro no tarda… - el pelinegro se había largado en hablar sin darle un segundo para responder, se había alejado del pelirrojo y caminado fuera de la habitación sin mirar atrás ni percatarse de ese joven doctor confundido que solo había atinado también a mirarle y quedarse estático aún sentado en su lugar sobre la cama…

¿Extraño? Definitivamente…
Y sin embargo, también aquella preocupación del pelinegro y la vergüenza del pelirrojo parecían tan naturales como si llevaran mucho más tiempo conociéndose y supieran de antemano las reacciones a esperar en el otro…

Junsu pensó por un minuto, que parecían una pareja que apenas había comenzado su relación…

Negó efusivamente aquel pensamiento en su mente y bajó las piernas al piso encontrando su calzado dispuesto ya ahí… Yoochun era muy atento… vio su ropa y se preguntó si estaría bien salir y entrar a la ducha a cambiarse o cerrar la puerta de la habitación para ello… cualquier opción le daba vergüenza…

- ya pedí el desayuno, en unos minutos llega… - la voz del pelinegro volvió a sacarle de sus pensamientos… - ¿quieres que te ayude a cambiarte?...

- ¡no!... – negó todo avergonzado… - y tampoco debiste pedir nada, ya me voy y…

- ¡yah! ¿Sabías que eres todo un renegón cuando se intenta cuidarte?... – el pelinegro frunció el ceño y cruzó los brazos como si en verdad estuviera molesto… por supuesto, solo bromeaba con su invitado…

- no reniego, estoy avergonzado… - aclaró poniéndose rápidamente de pie y agitando sus manos sin saber (no está seguro) cómo explicarle que desde que apareció en su vida semanas atrás su sola presencia pone su mundo de cabeza y hace que se cuestione una y mil cosas…

Que siempre le inspira esa sensación a deja vú…

- ok, pero no tienes nada de qué avergonzarte… cuidaría de ti toda la vida Junsu ah… - y esa declaración sincera que hace que ambos chicos se sonrojen y evadan la mirada sin estar seguros de qué es aquello que motiva tal confianza y tal sensación de añoranza…

*****
Tokio, Japón
Barrio Nakano

ChangMin realizaba sus compras básicas para la semana en aquel supermercado cercano a su casa… y sin embargo estaba demasiado concentrado en otros temas, la Universidad le tenía más ocupado de lo que pensó estaría… y no, no era porque sus alumnos no estuvieran respondiendo favorablemente a su metodología… era que uno de sus alumnos pasaba demasiado tiempo en sus pensamientos y eso no era buena señal para ningún profesor… no cuando los pensamientos tienen un tinte tan especial como el suyo…

No cuando Ryo vivía ahora en su departamento…

*****Elfo´s Love*****

VARDA

**Sobre Amaryan y Lórindol**

DÚNEDAIN

El reino que se levanta en la costa oriental del océano permanece con ese tipo de aura que hace que cualquier visitante se sienta rodeado de misterio y perspicacia. Sus imponentes castillos bañados en tonos azul-plata se levantan entre místicos árboles que le ocultan como si de un secreto se tratara. Los días son cortos y las noches parecen alargarse como si la oscuridad le brindara también la claridad que no encuentra ante el astro sol… no es que se trate de un reino oscuro sumido en las sensaciones que despiertan la maldad, por el contrario, su equilibrio con la naturaleza y el respeto que promulga en su vida cotidiana dan muestra de la bondad que los elfos de éste reino tienen por VARDA misma.

Es así pues, que Dúnedain se mantiene pasivo y con ese ambiente cauto a lo largo de los días que se deslizan sobre VARDA, su rutina es simple y los elfos nacidos en estas tierras no suelen pasar los límites del reino a menos que sea demasiada la curiosidad o justo el viaje que les perturbe la mente.

El Rey Súlimo admiraba a cada elfo de su pueblo, quería a cada uno de sus cinco hijos… pero era Lórindol el que más amaba su corazón… porque tenía en su temple la firmeza de su reino y en su mente la plenitud de la justicia, era su visión la más inteligente de todas y sus palabras, sabias disposiciones de pensamientos claros que se tejían con cuidado.

Y sin embargo… hacía días que aquello parecía tambalearse y el Rey Súlimo inquietarse por tal conocimiento… Lórindol se encerraba por más horas en la Biblioteca del Palacio y olvidarse incluso de comer o dormir… casi parecía que huía justamente de aquello último, como si al cerrar los ojos y relajar el cuerpo el mundo de los sueños solo pudiera ofrecerle algo a lo que temerle…

Lórindol volvió a sus aposentos cansado de la lectura y la incertidumbre, se recargó en el respaldo de aquella cómoda silla aterciopelada, acomodó sus anteojos y centró la mirada en la nada meditando su propio actuar… apoyó su codo en el apoyabrazos y su mentón en la mano, suspiró y cerró los ojos pensando en aquello que tanto teme pueda pasar…

Viajar no es buena idea cuando el sendero resulta confuso…

*****
HÁMAN

Amanyar despertó sobresaltado, el rostro sudoroso y aquella sensación de frío que calaba profundo en su interior entumiéndole los huesos… los largos mechones oscuros con destellos añil del joven elfo estaban regados en su almohada, algunos pegados a su frente… un sueño perturbador que alteraba cada latido de su corazón como el ritmo de su respiración…

- él no debe ir ahí… - susurró para sí mismo antes de ponerse de pie con prisas y vestir aquellas ropas oscuras que le daban un toque místico y elegante, la larga capucha negra cubriendo su cuerpo y el golpeteo constante de sus botas mientras apresura sus pasos por los pasillos del castillo…

- hijo mío, a dónde te lleva tu corazón que la prisa se ha hecho de tus acciones… - la voz de su madre, la Reina Gilthoniel le detuvieron antes de cruzar el amplio salón del recibidor…

- es mejor que no responda a tal cuestionamiento madre… - el elfo dio media vuelta mirando apenas a los profundos ojos azules de la reina… - porque tú también has visto lo que acongoja mi corazón…

- es una empresa demasiado peligrosa Amanyar, si tomas esta decisión, tal vez no pueda hacer más por ti y el destino que elijas…

- perdóname madre, si te doy ahora la espalda y recibo con amor la ayuda que en bien estarás en darme, porque la decisión que tomo ahora cambiará todo en VARDA y se reflejará en los días turbios que caerán sobre TERRA…

- es el amor lo que te motiva a partir, pero pesa en mi corazón el remitente de tan profundo sentimiento, porque es VARDA quien le espera pero tu igual quien le recibirá… piensa una última vez, hijo mío, antes de entregar ese amor incondicional, si estarás listo para enfrentar las más duras pruebas y luchar por tal, porque aunque pueda ofrecerte una mano, Aratar no hará demasiado por ti…

- Eru ha insistido en colocar en mi mente todos esos sueños e inundar mis pensamientos de deseos que ni siquiera puedo comprender… listo o no, lo haré, madre…

Amanyar retomó entonces el camino y montando el más veloz de sus caballos, salió sin mirar atrás atravesando la muralla de madera que se abrió paso con un sonoro sonido que retumbó como el llamado místico de un gong.

*****

Días y noches enteras viajó, a pie y a caballo por senderos que nunca antes recorrió más que en sus sueños… pero entonces le vio… de pie en aquella colina a lado de aquel alto árbol de ancho tronco que en sus verdes hojas tiene el rocío plateado de la madrugada…

- Lórindol… - el elfo de Háman susurró atrayendo la atención del alto elfo metros más allá…

- tú… - el elfo de Dúnedain le miró sin mayor sorpresa… porque su corazón ya le esperaba y su mirada anhelaba tenerle así… bajó la colina con agilidad y caminó hasta quedar frente al otro… - has venido… ¿por qué?

- porque tú me has llamado insistentemente desde el último yáviérë (día de otoño) y ehtelë (Primavera) ha comenzado de nuevo… no podía ignorar por más tiempo cada sueño…

- ¿llamarte?... – Lórindol agudizó la mirada claramente confundido… si bien algunos elfos de gran poder mítico tienen la habilidad para comunicarse a través de los sueños en algo que podríamos llamar telepatía, él nunca ha tenido siquiera la intención de hacer aquello…

- desde lo más profundo de tu corazón Lórindol…

- no te conozco… - obvió el hecho de que se soñaran mutuamente… sin embargo, aquello no podía ser llamado concretamente conocerse de verdad…

- ¿quieres hacerlo?... ¿quieres conocerme?...

Y fue entonces que Lórindol pensó en sus propios cuestionamientos… en aquello que le había comenzado a atormentar durante días en su reino…

¿Qué es el amor?

Interrogante sencilla a la que sin embargo no ha podido encontrar respuesta… porque son las enseñanzas de su raza poco convincentes ahora para la exigencia de su mente y la razón…

- eres Príncipe de Háman, Amanyar… qué has observado en tus visiones que por cuenta propia has venido a mi encuentro dispuesto a ofrecer tanto de ti como yo pueda pedirte… - formuló entonces el elfo mayor…

- lo que he visionado son solo espejismos, opciones de lo que puede ser pero no se ha hecho… si estoy aquí, Lórindol, es porque en sueños me has cautivado y de mi corazón te has hecho como solo TERRA era dueña…

- ¿te has enamorado?

*****Elfo´s Love*****

TERRA

*****
Seúl, Corea
Distrito Jongno-Gu
Cheong Wa Dae

El agente Jung empacó con prisas solo algunas cosas, lo más importante… acababa de descubrir algo que ya había sospechado desde su llegada a la residencia presidencial hace cerca de un mes, pero recién había podido tener prueba suficiente para tomar la medida necesaria…

Era de madrugada y suponía Jaejoong dormía profundamente… jamás interrumpiría el sueño de tan hermoso ser a menos que fuera por la propia seguridad del pelioscuro… entró con sigilo en la alcoba y se acercó despertándole con cuidado, no quería asustarle y que fuera a hacer ruido…

- tenemos que irnos Jaejoong…

- ¿qué?... ¿porqué?... – el pelioscuro apenas si se sentía lo suficientemente despierto y veía cómo el moreno se movía por su habitación echando algunas cosas de él en un bolso… - Yunho-shii, ¿qué sucede?...

- no estás seguro aquí… - el moreno respondió con demasiada seriedad como para que el pelioscuro pensara siquiera en bromas o alguna alerta de esas que solo le generaban estrés…

- se supone que éste es el lugar más seguro del país… - atinó a decir con tono irónico… lo que fuera que el agente sabía ahora para considerar que no estaba salvo ahí era en sí una acusación severa que ponía en duda la lealtad de todo el cuerpo de seguridad… por mínimo, de los principales al mando…

- así es… - el moreno volvió a su lado mirándole directamente… - te explicaré en el camino, por favor, sé que nos conocemos muy poco y que esto puede aturdirte bastante, pero necesito que confíes en mí para protegerte… no es a tu padre a quien quieren, sino a ti, se están asegurando de tener toda la atención sobre el Presidente Chung-Ho pero eso es solo una pantalla, tú eres el verdadero objetivo…

Jaejoong abrió sus ojos con sorpresa…
Lo que el hombre aquel le dijera estaba sucediendo…

Isil era un hombre misterioso que había aparecido de pronto días antes de aquella primer salida al centro con Yunho, el mismo con quien se reunió con trabajos por apenas un par de minutos…

- habrá disturbio y en un solo hombre deberás confiar, Jaejoong; sigue los latidos de tu corazón y harás lo correcto, no solo por ti mismo, sino tal vez por la humanidad entera…

Habían sido las palabras del hombre… y mientras observa detenidamente las pupilas del moreno, Jaejoong siente ese golpeteo contra su pecho que le hace tomar la mano de Yunho con determinación y asentir…

Iniciaría un camino desconocido de terreno escarpado, pero así tuviera que andar a ciegas y tantear en medio de la oscuridad, si aquella mano le sujetaba siempre, está seguro de que llegará a buen destino…

*****

Ante la desaparición de Jaejoong, hijo del Presidente surcoreano, la exaltación en el país estaba a la orden del día, el primer mandatario estaba enojado con todos… con la INTERPOL principalmente…

- ¡dijiste que era un hombre de confianza!… - explotó contra el hombre ante él…

- aún lo digo…

- ¡y dónde está! ¿Eh? ¿¡Dónde demonios está!? Secuestró a mi hijo… - espetó apretando la mandíbula… seguro de que cuando pudiera tener al frente al agente Jung le mataría con sus propias manos si se atrevía a lastimar a su hijo de cualquier forma…

Por supuesto, la desaparición de Jaejoong había significado para todos un secuestro tal vez planeado por algún grupo terrorista del que el agente Jung había terminado por ser parte…

……………………………


La agitación en TERRA había comenzado…




Continuará……