Título: CONTRA VIENTO Y MAREA
Autora: Felina
Pareja: YooSu
Género: Romance
Clasificación: PG-13
Resumen: Cuando el amor se siente… contra qué se es capaz de ir y vivirle…
*****
Junsu había sido de esas personas que se conoce por casualidades de la vida… por más que Yoochun hacía memoria, no podía recordar con exactitud el cómo le había conocido… pero agradecía haberlo hecho… porque valía la pena levantarse cada día si es que podía verle de nuevo… es que sus sonrisas brillaban algo más que el mismo sol incluso…
En la actualidad, según sus cuentas hacía cerca de tres años que eran amigos… uno desde que viven en el mismo departamento… aunque no en el Plan por el que Yoochun se lo había propuesto de inicio, si bien nunca se le había declarado, estaba entre sus intenciones hacerlo una vez comenzaran a convivir… todo se fue al traste cuando Junsu le dijo que tenía novio…
En aquel entonces su corazón se había partido en mil pedazos… pero había sonreído y felicitado a su amigo por esa naciente relación… luego todo fue soportar los celos y el dolor cada que su amigo pelirrojo llegaba tarde o le avisaba que no llegaría a dormir…
Hasta que comenzó a notar, hace no más de un mes… que Junsu ya no sonreía igual, que todas las noches llegaba temprano y casi no platicaba con él, siempre estaba cansado y sus ojos no brillaban más…
- Junsu ah… - le llamó el chico de cabellos azabaches esa noche antes de que su amigo entrara a su habitación… - ¿me contarás lo que te pasa?... – cuestionó con tono preocupado…
El pelirrojo frenó sus pasos en el umbral de su alcoba… su mano se apoyó en el marco y agachó ligeramente su cabeza… un suspiro y un sollozo fue lo que Yoochun escuchó después… y casi corrió hasta él abrazándole por la espalda rodeando su cintura… Junsu se giró entre sus brazos hasta esconder su rostro contra su pecho y abrazarle también, llorando todo eso que ambos sabían, se había estado guardando durante esas semanas…
Esa fue la primera vez que Yoochun se convirtió en el confidente con quien Junsu se sentía cómodo y seguro… y luego sin darse cuenta, sus sentimientos de amistad por el pelinegro fueron mutando… ahora se sonrojaba involuntariamente y sentía mariposas en el estómago cuando le sonreía o simplemente conversaban… se ponía nervioso y ansiaba el momento de estar a solas en el departamento solo por tener su compañía para él solo…
Estaba confundido…
Porque aún era reciente ese distanciamiento con su, aún pareja, pero ya no sabía qué pensar… no habían terminado pero tampoco tenía tiempo para él… y Yoochun era tan atento y lindo con él… que no podía evitar sentir atracción por su amigo… su mente era un lío… el pelinegro se había convertido en su amigo desde hace años, y siempre había pensado que era atractivo… pero nunca había sentido ese nervio ni esa vergüenza estando a su lado… habían estado viviendo juntos desde hace un año y hasta hace unos días, no había siquiera imaginado lo que sería besarle o dormir en su cama…
- es la abstinencia… - se decía a sí mismo mientras cerraba los ojos y dejaba que el agua helada mojara su cuerpo… ni siquiera quería pensar en que su piel ardía así por él… por Yoochun… más solo imágenes del pelinegro aparecían en su mente una y otra vez…
Y lo que era peor… él era virgen… no podía hablar de abstinencia en el amplio sentido de la palabra… a lo más que sus acercamientos habían llegado con su novio era a caricias insinuantes, pero jamás habían dado el gran paso… cada vez que casi llegaban a ello, él terminaba por frenar, ponerse nervioso y casi salir huyendo…
- nooo… no puede gustarme Yoochun… - soltó entre dientes sintiéndose casi desesperado…
…………………………
Yoochun podía notar que hacía unos días Junsu se comportaba algo diferente con él… se sonrojaba y reía tontamente de cualquier cosa… no quería hacerse ideas al respecto de tal comportamiento… pero mientras más lo pensaba más se daba cuenta de que parecía que le gustaba… y se ilusionaba al mismo tiempo que se asustaba… es que gustar es una cosa y suele ser incluso arrebatada… pero de ahí a que en verdad se pudiera enamorar… había un océano de separación…
Esa noche Junsu se había esforzado tratando de cocinar… pero como solía pasar, había sido un desastre, no solo por lo sucio que había quedado la cocina, sino porque al probar, los sabores no eran realmente exquisitos, tal vez era comestible pero nada especial… suspiró sintiéndose frustrado y terminó por votar con cierta molestia el mandil por ahí en una de las encimeras…
Al salir de la cocina miró el reloj en uno de los muros, Yoochun estaba por llegar de la Universidad y él solo podía sentirse enojado consigo mismo y su incapacidad para cocinar… faltaba solo una semana para que esa aventura terminara y él había querido tener una cena especial para celebrar el hecho de que el pelinegro culminaba sus estudios con creces… pero no había resultado como lo planeado… tomó el teléfono dejándose caer en el sofá largando un suspiro antes de marcar un número para pedir cena decente a domicilio…
Pero antes de que pudiera marcar, la puerta se abrió y él saltó en su lugar sorprendido y ansioso… Yoochun entró con el semblante cansado pero una suave sonrisa dedicada solo para el pelirrojo…
- buenas noches… - saludó el pelinegro mirándole y dejándose caer a su lado en el sofá…
- bu…buenas noches… - tartamudeó nervioso… alejándose apenas un par de centímetros de su amigo… es que su cercanía había acelerado su corazón a mil por hora…
- huele rico… ¿cocinaste, Junsu ah?... – le miró de reojo sonriendo quedamente… el pelirrojo se sonrojó asintiendo…
- solo huele… no sabe rico, Chun… - el pelirrojo se mordió el labio… - iba a llamar para pedir algo…
- ¿por qué vamos a pedir algo cuando la cena está preparada?
- porque no sabe… - el pelinegro se movió sellando los labios del pelirrojo con su mano…
- sabrá delicioso… tengo hambre, vamos a cenar… - sonriendo, el pelinegro se levantó dirigiéndose a la cocina…
- pero no… ¡espera!... – el pelirrojo corrió tropezando con la alfombra… más no dio de bruces contra el suelo porque el pelinegro alcanzó a sujetarle por la cintura… y luego sus rostros demasiado cerca… sus miradas prendadas la una de la otra… sus respiraciones alterándose…
Querían besarse… ambos querían hacerlo, pero… ambos sabían que no era la forma ni el momento oportuno… más tratándose del amor… o la atracción y el impulso… aquello de la pertinencia no importa… Junsu fue el primero en cerrar los ojos y acercar su rostro al de Yoochun… el nervio le estaba matando, pero… lo quería… deseaba tanto conocer el sabor de un beso del pelirrojo… que cedió cerrando también sus párpados y reduciendo la distancia… y pasó… se besaron lentamente… los labios de ambos compaginaron muy bien y un suspiro escapó de ellos cuando volvieron a acariciarse buscando algo más de contacto con la boca del otro…
Yoochun se sentía en una nube… por fin besaba a Junsu… y se sentía tan bien… era como un sueño… de esos de los que espera no despertar nunca… le abrazó más de cerca rodeando su cintura escuchándole suspirar más en medio del beso, los brazos del pelirrojo se aferraron a su camiseta a la altura de sus hombros en tanto enredaban sus lenguas y el aliento se les escapaba entre sus labios…
Cuando se separaron los dos llevaban los labios rojos y las mejillas encendidas en carmesí… sus corazones latían a prisa contra sus pechos y sus miradas aún se encontraban ocultas bajo sus párpados… más cuando sus pupilas se abrieron paso… Junsu dio un paso atrás separándose del abrazo totalmente avergonzado… Yoochun abrió sus ojos de par en par… aquello no había sido un sueño… pero temía que acababa de perder a su amigo por haberse dejado llevar por su sentimiento…
- yo… yo… - el pelirrojo tartamudeaba mirando en todas direcciones menos hacia el otro…
- Junsu ah… - murmuró el pelinegro queriendo por lo menos decirle todo eso que sentía por él…
- lo siento, ha sido un error… - pero que el pelirrojo soltara aquellas palabras fueron dolorosas como puñaladas…
Y peor aún cuando le vio dar la vuelta y salir prácticamente huyendo del departamento sin siquiera darle tiempo a decir más nada… a defender que para él aquello no había sido un error… que le amaba como a nadie en el mundo y que solo necesitaba una… una oportunidad para demostrarle todo ese amor, entregárselo y hacerle feliz como se merece… pero nada… Junsu había dado la vuelta alejándose y dejándole el corazón oprimido…
Es que ahora no tenía idea de lo que iba a pasar…
Y luego todo fueron evasivas y miradas nerviosas con sonrojos intensos… ninguno decía más nada… esa última semana que Yoochun había planeado disfrutar con Junsu estaba siendo más un tormento… quería hablarle pero al mismo tiempo tenía miedo… la gente podría haber murmurado mil cosas acerca de él siendo un casanova, las chicas prácticamente habían caído a sus pies desde la adolescencia… pero esa era la primera vez que se enamoraba… y no tenía realmente idea de cómo actuar… no cuando las cosas se dieron tan de esa manera… en medio de confusiones y dudas…
A fin de cuentas… el destino no le había puesto en el lugar mas indicado con la persona que dispuso para tener su corazón…
Pensando en ello, Yoochun se encerró en su habitación para comenzar a empacar sus cosas, ese era el último día que pasaría en ese departamento… no había tenido valor para decirle a Junsu que había tomado aquella decisión… pero es que después de que ambos terminaban sus estudios ¿con qué pretexto se supone vivirían aún bajo el mismo techo?
Junsu llegaba apenas de la calle… no había ido a hacer realmente nada, pero una vez que recibió sus calificaciones finales y el certificado de estudios en la Universidad… más nada tenía que hacer pero tampoco había querido volver al departamento así nada más… sentía que debía decirle algo a Yoochun… solo que para ello debía aclarar también sus pensamientos y sentimientos…
Entrar al departamento no era lo mismo… se sentía casi vacío y frío… más a pesar de las circunstancias aquel espacio seguía siendo muy suyo… y el solo hecho de saber que el pelinegro se encontraba le volvía algo cálido… aunque justo esos días hubiesen estado distanciados…
Al ver la estancia sola y escuchar el sonido quedo de música venir de la habitación del pelinegro, el pelirrojo se acercó cauteloso sintiendo su corazón ir a mil por hora… la canción que escuchaba Yoochun era triste… de despedida… de dos personas que se aman despidiéndose… su corazón se encogió al pensar que esa canción era para ellos en aquel ambiente casi silencioso donde solo las notas de aquella melodía se dejaban escuchar… tragó hondo quedándose de pie fuera de la habitación… levantó la mano listo para golpear y llamar… pero… ¿para qué? ¿qué iba a decir?
Se quedó unos instantes ahí de pie… solo con la mirada gacha… hasta que la melodía cesó y escuchó los pasos del pelinegro moverse dentro de la habitación… se escuchaba… como quien está guardando cosas… y su mente trabajó rápido… abrió la puerta sin siquiera llamar…
- ¿qué haces?... – inquirió de inmediato al ver que terminaba de doblar sus camisetas antes de meterlas a esa maleta abierta sobre la cama… el pelinegro le miró sorprendido… por su repentina aparición y su rostro desencajado… casi como si le doliera ver que se marchará…
- hemos terminado los estudios, es momento de tomar caminos separados… - quiso sonar frío… pero incluso su voz le traicionaba dejando deslizar su propio dolor… es que no podía… no podía menos que doler amarle así… haber probado sus labios y luego no tener nada más de él…
- per… pero… Yoochun ah… - el pelirrojo sintió una punzada en el pecho… la idea de no volverle a ver… asustaba… dolía…
- puedes quedarte con el departamento si quieres, no tengo problema con ello… - es que el contrato estaba a su nombre…
- por… porqué te vas… no… - decidió no continuar… no cuando aquellos profundos ojos negros se clavaron en su persona sabiendo que no era justo que dijera nada… si el pelinegro le había devuelto el beso días atrás… era obviamente porque sentía algo por él…
Entonces… con qué argumento pedirle que se quedara como si solo fueran grandes amigos si claro estaba que las cosas entre los dos no podía volver a ser lo de antes de ese beso… si… si una parte de él… sabía que el beso aquél había movido en su interior sensaciones que aún quiere nombrar pero a las que teme… quizá por el miedo natural de volver a ser relegado de repente como lo hiciera su expareja, él con quien no ha vuelto hablar ni siquiera para romper formalmente ese noviazgo que llevaron pero que ya no puede significarle lo mismo si le abandonó sin palabra alguna de por medio…
- aclara tus sentimientos, Junsu ah… - susurró de pronto el pelinegro apareciéndose frente a un desconcertado pelirrojo que ni siquiera supo en qué momento fue que se sumió en sus pensamientos sin notar más nada a su alrededor… pero sintiendo el golpeteo acelerado de su corazón contra su pecho en ése instante en que aquellas orbes volvían a prendarse de su mirar… - yo… Te Amo… - declaró finalmente sintiendo sus mejillas acalorarse… pero ya estaba, había dicho lo más difícil y hermoso a la vez… - esa es la verdad que ha latido en mi corazón desde hace tiempo… Te Amo, Su… y aquél beso… fue el más hermoso de los regalos de la vida para mí… si algún día… si algún día tú sientes lo mismo por mí… yo aún te estaré amando y querré volver a ti… ¿lo entiendes?
El pelirrojo simplemente se le quedó viendo con sus brillantes castañas pupilas dejando al descubierto su aún confusión… el pelinegro le abrazó fuerte sin esperar nada a cambio… sin besarle siquiera la mejilla como hubiera querido… y Junsu comprendió… que se estaba despidiendo… una sensación de miedo y angustia se apoderó de sus sentidos… más nada hizo para detenerle… no cuando le vio terminar de cerrar aquella maleta y sacar a rastras una en cada mano sonriéndole suavemente al pasarle a lado sin decir tampoco más nada…
Sabía que ahora… todo dependía solo de él…
Pero necesitaba antes de ambarcarse en una nueva aventura… terminar de cerrar el círculo de su relación anterior… enterrar el sentimiento que por su expareja tuviera par apoder iniciar algo nuevo…
Así que le dejó ir…
Aunque sintiera que su corazón y su alegría se fuera en ese instante con él…
*****
Poco más de un mes había pasado ya desde que Yoochun saliera de aquel departamento que por un año compartió con Junsu… y el pelirrojo aún se sentía solo sin su compañía… hacía como tres semanas que había podido encontrarse con su expareja y había terminado todo de la manera correcta… de frente aunque hubiese dolido… era a pesar de todo una parte de su vida que había disfrutado…
Y estaba esa noche sentado en el sofá de la estancia en medio de la oscuridad… solo recordando aquellas tantas ocasiones en que sentado ahí con Yoochun todo había sido risas y bromas… tomó el móvil yendo hasta el número del pelinegro… marcó esperando que le contestaran… sonó una, dos, tres veces… hasta que escuchó aquella ronca voz que deslizaba nervio pronunciando su nombre…
- Yoochun ah… yo… yo… Te Amo… - y solo pudo susurrar aquello sintiendo cómo su corazón latía apresurado y sus mejillas ardían en carmesí… es que esa era la verdad de su alma… y no había modo de que le negara más… - lo siento, sé que no es el modo, que… - y entonces la angustia volvió a su pecho… no estaba seguro del porqué… pero tenía miedo… miedo de que el pelinegro ya le hubiese olvidado o superado su rechazo… que hubiera decidido seguir adelante sin él… - perdón, Chun ah… Te Amo, Te Amo de verdad y yo… - luego la llamada fue cortada y él se sintió morir…
El pelinegro le había colgado, no había dicho nada… absolutamente nada a su declaración… y de algún modo sabía que se lo merecía… que tal vez su oportunidad había pasado… se hizo un ovillo en el sofá dejando que sus lágrimas fluyeran…
*****
Su corazón latía tan fuerte que temía que en cualquier momento se le fuera a salir por la garganta mientras aceleraba su auto queriendo simplemente llegar ya a ese departamento del que presiente nunca salió realmente… porque su corazón y su alma se habían quedado ahí… con Junsu… con ese bello ser que acababa de decirle que también le amaba por teléfono… ese al que simplemente quería abrazar y besar…
El camino se le hizo eterno a pesar de que apenas si llevaba cosa de nada conduciendo… pero es que la ansiedad le estaba jugando en contra… y no paró hasta que se estacionó en la calle antes de salir disparado de su auto e internarse en aquel edificio pulsando el botón del ascensor pero terminando por correr escaleras arriba (con lo que odiaba el ejercicio) hasta llegar a ese piso en donde la puerta cerrada del departamento le pareció el más absurdo de los obstáculos… y tocó… llamó desesperado porque el pelirrojo abriera… pero no recibía respuesta alguna…
- ¡Junsu ah!... – gritó después guiado por su propia desesperación… temiendo haber soñado aquella llamada y esas palabras… - ¡Junsu ah, abre por favor!...
Dentro… el pelirrojo saltó en su lugar al escuchar los primeros golpes… pero no quiso abrir porque nada le importaba en ese momento… solo había querido seguir llorando su dolor y su importuno descubrimiento de un amor que al parecer ya no le iba a ser correspondido… pero luego, cuando escuchó la voz del pelinegro, se levantó de golpe chocando con la mesita de centro pues la luz estaba apagada… su corazón se disparó al escucharle por segunda vez y no pudo menos que correr a tropezones encendiendo la luz para inmediatamente abrir la puerta…
Yoochun apenas le vio se lanzó a abrazarle y adueñarse de sus labios… Junsu no tardó nada en corresponder ambos gestos… perdiéndose en esa sensación infinita de los suaves labios del pelinegro acariciando los suyos, pidiéndole permiso para adentrarse en su boca.. ese que no negó separando sus labios y sintiendo al instante la lengua del pelinegro entrar buscando su congénere… al encontrarse se rozaron y enredaron con ferviente necesidad de corroborar que estaban compartiendo nuevamente el aliento de aquella manera…
- me amas… - susurró contra sus labios sin despegarse y sonriendo como bobo…
- sí que Te Amo, Chunnie… - sonrió llevando sus manos al cuello del pelinegro y enredando sus dedos en esos mechones azabaches…
- puedo morir feliz ahora entonces… - sonrió abrazándole más por la cintura pegándolo a su cuerpo…
- como te atrevas a hacer eso te sigo al otro mundo, tonto… - sabía que era broma, pero de verdad que ya no quería pensar más en no tenerle a su lado…
- este tonto… está feliz y muy enamorado… - volvió a besarle y caminaron así, entre besos hasta caer en el sofá… los suspiritos que escapaban de labios del pelirrojo le hacían sentir tanto más contento… porque sabía que aquellas emociones solo podía sentirlas alguien que vive el amor… como ellos en ese instante…
Junsu terminó sentándose a horcajadas sobre Yoochun pues los besos no paraban y solo quería sentirle más y más cerca… las manos del pelinegro se mantenían en los costados de su cintura o subían a acariciar sus mejillas, pero no estaba yendo más allá… y eso le hizo sentir aún más confiado, especial y amado… sabía que ya tendrían momentos para entregarse en cuerpo y alma… por ahora… solo se quedaban con esos besos y esos murmullos de amor que les alimentaba el corazón…
Con eso que al final, había podido contra viento y marea dejándoles vivir un amor que sí, tal vez había nacido en circunstancias especiales, pero que al fin y al cabo… era de ellos… exclusivamente de ellos dos…
**FIN**
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”No me quejo si alguien que ha leído el libro lo encuentra aburrido, absurdo o despreciable, ya que yo tengo una opinión similar sobre sus comentarios.”
J.R.R. Tolkien