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martes, 1 de febrero de 2011

Shot YooSu *0*

Hi!!!

Como inicia el mes conocido por su sentido festivo del Amor y la Amistad, pensé en dejar un oneshot de mi pareja favorita *O* que el mes empiece justamente lleno de amorsh *-* espero les guste, aunque cm lo acabo de escribir tal vez se me haya ido alguna falta de ortografía o congruencia xDD ya saben, siempre pueden dejar sus impresiones en un comentario <33

Título: BESO
Autora: Felina
Pareja: YooSu
Género: Romance
Clasificación: PG
Resumen: Cuántos años puedes esperar por el primer beso de amor…


**BESO**

*****

Algunas veces sus amigos más cercanos y familia bromeaban diciendo que parecía que hubieran nacido el mismo día juntos, aunque había varios meses de diferencia entre la edad de ambos chiquillos. Yoochun se llama el mayor, de preciosos ojos negros y lacios cabellos azabache, sonriente y educado; Junsu es el menor, de expresivos ojos avellana y lacios mechones castaños que su madre suele mantener más bien cortos, risueño y juguetón siempre encuentra algo qué hacer para divertirse. Ellos dos se conocieron cuando cursaban preescolar, pero apenas comenzaron a compartir juegos iniciaron una tierna amistad que ha ido floreciendo con los años.

Continuaron juntos en el nivel elemental, y sus padres al ver lo bien que se llevaban solían procurar que cada ciclo escolar los niños quedaran en el mismo salón de clases. Yoochun y Junsu podían establecer buenas relaciones con otros niños y jugar, pero siempre prevalecía la amistad de los dos; iban y venían como “uña y carne” para todos lados, y si alguno enfermaba y faltaba a clases, el otro simplemente no era el mismo y apenas podía corría a su casa a hacerle compañía… sí, incluso si sus padres se oponían por temor al contagio.

Era un lazo profundo que parecía irrompible.

--//--//--//--//--//--

Como vivían cerca (dos cuadras…-calles-… separaban sus casas), Junsu siempre pasaba por Yoochun de camino a la Escuela… hoy estaba particularmente emocionado aunque no estaba seguro del porqué… tal vez simplemente era porque se encontraban en Febrero y era el mes para festejar la amistad y por donde quiera que miraba veía corazones y cajas de chocolates o puestos de rosas… toda la ciudad parecía vestir de rojo… rojo en distintas tonalidades y combinaciones con colores como el rosa, el azul o el blanco… y también relucían los peluches en las escaparates y veía a jóvenes y adultos caminar sonrientes tomados de la mano entre alguno que otro beso que Junsu sabía bien significaban amor como el de sus padres…

Las cosas que podía entender a sus doce años…

- Yoochun, ¿qué harás con todo lo que recibas éste año?... – el niño pelicastaño cuestionó apenas su amigo salió de su casa con mochila al hombro y masticando una tostada untada de mantequilla…

- comer los chocolates contigo como desde la primera vez… - el niño pelinegro respondió sin demasiado interés, dando otra mordida y ofreciéndole de su tostada a su amigo…

- pero ya no es igual, Chun… - el pelicastaño formó una trompetilla y mordió la tostada que estaba ante su rostro… obviamente, Yoochun no pensaba comerse su pan solo…

- ¿por qué no?... – el pelinegro saludó a la niña que estaba en una casa en la acera de enfrente, ella iba en su misma escuela y siempre sonreía cuando les veía pasar, al menos desde que entraron al Instituto y se convirtieron en adolescentes… púberos que ingresan a la etapa tan temida por algunos padres pero que para el pelinegro todavía carecía de sentido…

- justamente por eso… - el pelicastaño tragó su bocado y frunció inconscientemente el ceño… - no es como cuando tenías ocho años y las niñas solo querían darte un dulce para quedar bien, ahora las niñas esperan a cambio un beso y que te conviertas en su novio…

- ah, te referías a eso… - el pelinegro sonrió y pasó una mano por encima de los hombros de su amigo… - descuida Junsu, aunque llegue a tener novia, tú vas a seguir siendo mi mejor amigo…

El pelicastaño emitió una especie de gruñido y asintió a las palabras del pelinegro… sin embargo, no se sintió mejor cuando escuchó eso, por el contrario, imaginar a Yoochun tomado de la mano, de esa niña que vieron antes por ejemplo, no le había agradado y su estómago se había sacudido de un modo extraño… no supo bien cómo nombrar aquello y quiso no pensarlo… volvió a sonreír y retó a su amigo a una carrera hasta la parada de autobús… siempre ganaba…

--//--//--//--//--//--

Era 12 de Febrero… y Junsu no podía dormir, ahora solo tenía un día para elegir el presente perfecto para Yoochun, algo que superara todos ésos que seguramente le llegarían por montones. Pero ya habían pasado todos esos días y él aún no lo tenía, no podía regalarle una tarjeta, eso era solo cosa de niñas; los chocolates terminarían por hartarle y botados en la basura o regalados a otros niños con los que Yoochun se lleva bien; ¿Rosas o peluches? Ni pensarlo…

- ser el mejor amigo no es fácil… - el pelicastaño murmuró arrugando el ceño mientras el color del reflejo de su lámpara de estrellas cambiaba y los muros de su habitación se pintaban de amarillo…

No era que temiera a la oscuridad, por cierto. Es que no podía pensar con la luz completamente apagada… además, esa lámpara tiene una gemela (así lo quería pensar el niño aunque de fondo supiera que podría haber cientos por ahí) en casa de Yoochun, se las habían regalado cuando fue Navidad en sus cuatro años. Recuerda claramente que esa noche y durante toda una semana ambos habían querido dormir juntos… sus padres accedieron y una noche dormían en casa de Junsu, otra en la de Yoochun; hasta que el pelinegro tuvo que irse a pasar el Año Nuevo a casa de sus abuelos en Estados Unidos. Luego habían prometido encenderla cada noche antes de dormir y jugar con las figuras reflejadas en los muros como si el otro estuviera ahí…

Junsu aún lo hace…
Yoochun a veces lo recuerda…


--//--//--//--//--//--

- tienes mala cara… - el pelinegro le dijo esa mañana a su amigo… esa vez comía una manzana y, como cada vez, la compartía con el pelicastaño, aunque éste comiera desganado…

- no pude dormir anoche hasta que ya era muy tarde… - respondió y luego bostezó largamente… prácticamente arrastraba los pues para caminar…

- ¿por qué?

- tenía algo muy importante que pensar…

- ahora entiendo porqué vi humo salir de tu casa… - bromeó y salió corriendo al instante de ese Junsu de energía renovada que le persiguió gritando su nombre… ésa fue la primera vez que el pelinegro llegó primero a la parada de autobús… ambos chiquillos respiraban apenas, Yoochun aún reía pero el pelicastaño estaba molesto…

- ¿Junsu?... – el pelinegro le llamó pero su amigo le ignoró… - Su, solo fue una broma… - el pelicastaño volteó la cara hacia otro lado… el autobús llegó y subió sin volver su mirada, tomó asiento en el lugar de siempre y miró por la ventanilla cuando el pelinegro se sentó a su lado… - vale, lo siento, ¿sí? No te enojes… - Yoochun dijo mirándole de medio lado… cuando no obtuvo respuesta alargó la mano y la posó sobre la del pelicastaño que descansaba en su propio muslo… - ¿Su?

El pelicastaño suspiró y volvió su vista a su amigo… su corazón se agitó cuando se encontró con su mirada… le gustó ver algo como preocupación o miedo en esos ojos negros, significaba que seguía siendo importante para él y eso le emocionaba… esbozó una sonrisa y terminó por entrelazar sus dedos con los del pelinegro. Yoochun se sintió aliviado y luego se dijo mentalmente que no volvería a bromear así, no toleraría llegar a perder por tonto a su amigo de toda la vida. Y cuando Junsu sintió ese apretón en su mano y el beso del pelinegro en sus nudillos antes de que le soltara y comenzara a hablar de no sabe qué cosas exactamente, el peliscastaño se le quedó viendo con los labios entreabiertos y un suave tono rosado en sus mejillas…

Supo qué le gustaría compartir con su amigo el Día de San Valentín… el presente perfecto que no podría igualar ninguna otra niña…

--//--//--//--//--//--

Ese 14 de Febrero Yoochun y Junsu volvían a casa con algunas cosas extra que no llevaron a la escuela por la mañana… cajas de chocolates y bombones que ambos habían recibido por montones, la verdad es que el pelicastaño no había imaginado que también recibiría tantos, y solamente era feliz porque estaban deliciosos, no porque alguna niña le interesara en particular… aunque se hubiera sentido mal por tener que rechazar las declaraciones de amor de algunas que se habían atrevido a acercarse. Yoochun también había hecho lo mismo… excepto con la carta de una niña que acababa de llegar al Instituto a principios de año. Claro que no le había agradado que la recibiera, y estaba curioso porque el pelinegro aún no la abría pero la había guardado en su mochila…

- ¿vendrás a casa más tarde?... – el pelicastaño preguntó a su amigo cuando ya iban a llegar a su casa…

- claro, quiero enseñarte unas canciones nuevas que encontré… - el pelinegro sonrió…

- ¿piano?... – y el pelicastaño sonrió de vuelta con ojos brillantes…

- sí… - el pelinegro tenía don para tocar el piano… y una de las razones por las que se llevaba tan bien con el pelicastaño era que compartían gusto por la música…

Cuando tenían 10 años habían hecho otra promesa… llegar a tocar y cantar juntos con algún grupo famoso cuando fueran más grandes…

--//--//--//--//--//--

Junsu y Yoochun estaban en la habitación del primero, donde había un piano que los padres de ambos compraron para los pequeños hace ya varios años atrás, y que el pelinegro había insistido dejaran en casa de su amigo porque así tendría pretextos para visitarle aún de viejitos… sí, ésas habían sido las palabras del pequeño a sus seis años…

Y estaban ahí, sentados juntos en el banquillo, partituras extendidas y sus dedos deslizándose por las teclas produciendo un sonido dulce y armónico… el pelicastaño le dejó solo luego de unos instantes… el pelinegro tocaba mejor que él y siempre hacía que su cuerpo sintiera cada vibración de sonido… a veces pensaba que le tocaba el corazón, en el sentido más romántico y literal que un chiquillo de doce años puede pensar en torno a ello.

- ¿qué te parece? ¿Son bonitas, verdad?... – el pelinegro dijo sonriendo suavemente apenas terminó la melodía…

- sí, además tú tocas increíble, Yoochun… - el pelicastaño le miró con orgullo, una gran sonrisa en su boca y la mirada bañada de luz…

- gracias Junsu, aunque insistiré en que tú también tocas increíble así no quieras admitirlo… - sonrió y bajó la tabla cubriendo el teclado…

- lo que digas, pero siempre diré que el que tiene el Don eres tú… - le enseñó la lengua infantilmente y luego Yoochun se levantó yendo a sentarse en la silla del escritorio de trabajo de su amigo… Junsu le siguió con la mirada y pensó que tal vez era momento de entregar su presente… - Yoochun… - murmuró de pronto poniéndose algo nervioso…

- ¿mh?... – el pelinegro le miró atentamente… y eso solo acrecentó la sensación de su amigo…

- esto… - aclaró la garganta y miró el piso… eso era más difícil y vergonzoso de lo que había imaginado mil veces la noche anterior… - yo… tú… - resopló sintiéndose torpe para decir aquello…

- ¿aún tienes bombones?... – el pelinegro cuestionó de pronto haciéndole perder de foco lo que quería decir… - estaban muy ricos los que te dieron…

- sí, aún tengo… - fue a su mesita de noche y sacó una bolsa dorada del cajón… - ten, cómetelos todos si quieres… - se los pasó y luego se sentó en el borde de su cama frente al pelinegro, quien de inmediato comenzó a comer… - Yoochun, ¿te gustaría aprender a besar?

Ya estaba… no como tenía pensado pero al menos había iniciado el tema… su corazón latía muy rápido y podía sentir sus mejillas más cálidas… debía estar sonrojado…

- sí, pero todavía no sé si hay una niña con la que quiera aprender… - el pelinegro respondió… y sus palabras parecieron clavarse como espinas en el corazón del pelicastaño… obviamente, no era lo que quería escuchar…

- yo… ¿no crees que sería mejor si se aprende con alguien de confianza… como…?

- ¿una amiga?... – el pelinegro interrumpió… y Junsu solo se sintió algo más triste y tonto… - no tengo amigas, Junsu… o sea, una muy buena amiga como para pedirle algo así, además, los besos no son algo que se practiquen o aprendan con amigas o amigos… - sonrió de medio lado encontrando divertido eso que sin darse cuenta era tan importante para su amigo… sin ver cómo lastimaba el joven corazón de ése Junsu que sonríe por inercia pero que siente un nudo en la garganta que le impide hablar… - Junsu ¿acaso me lo preguntabas porque tú quieres aprender a besar?

- no… solo era curiosidad… quería saber qué pensabas tú de eso… - mintió… y esa fue la primera vez que el pelicastaño calló sus verdaderos sentimientos…

Fue entonces que lo comprendió…

Estaba enamorado de su mejor amigo…

--//--//--//--//--//--

Días después de aquella fecha Junsu supo que la carta que Yoochun conservara era de una niña que le gustaba al pelinegro… desde entonces a menudo pensaba si era demasiado egoísta desear que su amigo no encontrara felicidad en aquellas atracciones adolescentes…

Luego vino el sentimiento de culpa…

Yoochun ya tenía 15 años, y a pesar de haber conocido a varias niñas que le gustaron, no fue sino hasta ése momento que sintió suficiente atracción por una compañera que pensó en besarle y declarársele… en tener novia…

Pero algo había ido mal en su primer cita…

- no sé qué pensar, Junsu ah… - el pelinegro estaba sentado en el banquillo del piano en habitación de su amigo… el pelicastaño acostado en su cama… no tenía ganas de escuchar sobre la cita de su amigo, pero sabía que no tendría modo de escapar… - yo esperaba sentir… no sé, algo diferente…

- ¿diferente?... – el pelicastaño se incorporó sentándose con las piernas cruzadas sobre el colchón… aquello llamó su atención… su amigo no parecía emocionado, era más bien como… decepcionado… una sonrisa apareció en sus labios pero la borró en cuanto los ojos de su amigo se posaron sobre él…

- tal vez no lo hice correctamente y por eso no sentía cosquillas en el estómago o una gran felicidad… - el pelinegro murmuró con tono pensativo… luego volvió a mirar profundamente a su amigo… - tal vez no sé besar y por eso no sentí nada especial cuando la besé… Junsu sintió un vuelco… - o quizá no haya sido la indicada para un primer beso… ¿qué crees que fue?... Junsu no quería responder eso… su corazón le traicionaría… - Junsu ah, ¿me dejas aprender a besar contigo?

El pelicastaño abrió sus ojos desmesuradamente… su amigo debía estar bromeando, ¿verdad? Y sin embargo, sus labios ya habían murmurado un “sí” para cuando pensó en la consecuencia de aquello…

Yoochun sonrió suavemente y se puso de pie, extendió la mano hacia su amigo y Junsu la tomó sintiendo su corazón golpear furioso contra su pecho, frente a frente permanecieron de pie… silencio extraño, miradas conectadas… Junsu suspiró entre sorprendido y asustado cuando una mano de Yoochun se posó en su espalda jalándolo en un abrazo demasiado cercano aún para ellos en tantos años de amistad… el pelicastaño pasó saliva y sintió que temblaba, como siguiera así su amigo se daría cuenta de todo…

- tal vez debí ladear un poco más el rostro… - susurró el pelinegro haciendo lo que decía mientras se acerca lentamente al pelicastaño… - quizá debí cerrar los ojos… - hizo aquello y el pelicastaño le emitió y sintió que moriría de emoción… aunque fuera una tontería y bajo las peores circunstancias que pudo soñar durante años…

Tendría su primer beso…

- ¿Yoochun?... – murmuró luego de varios segundos en los que solo sentía la respiración de su amigo contra su rostro pero sin que sus labios llegaran a hacer contacto…

- no puedo… - suspiró topando su frente con la del pelicastaño… sus ojos aún estaban cerrados… no los de su amigo, quien sintió cómo nuevamente su corazón se desquebrajaba y tenía la necesidad de llorar… - lo siento…

- puedes… puedes pensar en ella y… - el pelicastaño se aferró inconscientemente a la camisa de su amigo… era un beso… quería ése beso…

- no seas tonto, Su… - el pelinegro sonrió de medio lado… - aunque tu cintura sea realmente delgada no es como la de una chica… - dijo y acarició los costados de su amigo sin percatarse de la forma en que se estremeció… - y aunque tu piel sea suave y delicada, no es tan fina o frágil como la de una chica… - una mano subió a la mejilla del pelicastaño notando ese ligero rubor teñirles… - ni aún tu cabello lacio y sedoso, o tu dulce personalidad podrían lograr que piense en ti como una chica, aún como Ella y a pesar de que tienes su mismo tono de cabello o tus ojos brillan como los de Ella…

- tienes razón… - el pelicastaño dio un paso atrás y se volteó dándole la espalda mientras limpia rápidamente esa lágrima que resbaló traicionera por su mejilla… el pelinegro no tenía idea de cuánto dolía oírle hablar así… - entonces tal vez… tal vez sea cuestión de… esperar por otro beso, Chun… - dijo sin volver a mirarle, yendo al piano y acomodando las partituras aunque así no fuera necesario… solo quería distraerse y no mirarle… aguantar lo suficiente el llanto de la desilusión… del segundo rechazo no intencionado de que era víctima…

- tal vez… - el pelinegro suspiró y se dejó caer en la cama de su amigo…

El silencio cayó entre los dos con un peso diferente a cualquiera que durante años hubieran experimentado al estar juntos… era incómodo… y Yoochun se preguntaba en qué demonios había estado pensando para pedirle aquello a su amigo… o porqué Junsu tan noblemente había aceptado. El pelicastaño comenzó a tocar una melodía… Yoochun la reconoció… era una canción triste de un amor imposible… Junsu mordió su labio tembloroso aguantándose aún las ganas de llorar… pero temía que el tornado de emociones fueran más poderosas que él y se derrumbara delante de su amigo… el móvil del pelinegro les sacó a ambos de sus pensamientos…

- tengo que irme… gracias… por escucharme y… todo… - señaló torpemente… poniéndose de pie y yendo hacia ése pelicastaño que no se movió de su sitio, le besó la sien y salió a prisa de la habitación…

Junsu finalmente lloró…
Un beso no recibido…
Un amor no correspondido…

--//--//--//--//--//--

Era una tarde de otoño dos años después de aquel momento en casa de Junsu. La amistad había continuado aunque luego de ese día más a menudo el pelicastaño evitara ciertos temas con su amigo… y Yoochun había dejado que pasara como la hoja que se deja llevar por el viento…

Junsu estaba de pie en el patio de la escuela… aunque era hora de clases él había tenido ganas de estar a solas… el viento fresco soplaba en todas direcciones meciendo sus castaños mechones… el saco del uniforme también se agitaba pero ni aquello podía compararse con la tormenta que todavía solía caer en su corazón… a veces… a veces simplemente era imposible soportar tanto amor, tanta tristeza…

Unos auriculares fueron colocados de pronto en sus oídos… suave melodía de notas al son de piano comenzaron a escucharse… y aunque hubiera querido ignorarle, sus ojos se cerraron prestando atención… no necesitaba más que esa música para saber que era Yoochun, unas manos se colocaron en sus hombros y fue jalado suavemente hacia atrás hasta que su espalda chocó con el pecho del pelinegro… sonrió suavecito y sus manos se abrazaron a sí mismo cuando escuchó el canto que se deslizó entre las notas melodiosas del piano…

Miré dentro de mí la noche de ayer,
Y vi los años de compañía incondicional
Que tú entregaste fiel
Sin reparar en las grietas
Que despacio abrí en tu corazón.

Sé que no hay idioma sobre la Tierra
Que puede expresar cuánto lo siento
Por no haberme dado cuenta antes
De que mi corazón también se lastimaba
Cuando de ti me alejaba sin querer.

No hay tampoco palabra adecuada
Para expresar todo lo que siento,
Por años mejor amigo te llamé,
A tus brazos recurrí en busca de cobijo
Y en tus ojos avellana me sumergí
Cuando de dulce quería llenar
Cada gramo de decepción amorosa.

Cuán equivocado estaba
Al no comprender que no había chica alguna
Que en amor pudiera llenar mi corazón
Porque ése sin darme cuenta
De niños te lo entregué.

Perdóname las faltas de años de ceguera,
Acepta éste corazón arrepentido
Y déjame amarte como lo mereces…

Te Amo, Junsu…
¿Quieres ser más que mi mejor amigo?


El pelicastaño sonrió emocionado cuando la canción terminó… una carta acompañada de suaves notas era la declaración más hermosa del mundo… no sabía cómo pasó o porqué luego de tantos años sucedía… pero la verdad no quería pensarlo… se giró y los pulgares del pelinegro cayeron en sus mejillas limpiando las lágrimas de felicidad que resbalaban sin parar…

- Su…

- shh… solo bésame, Yoochun… - gimoteó emocionado…

Y sus labios fueron arropados al instante con sumo cariño… una y otra vez acariciados con fervor aunque él todavía no supiera bien cómo responder… el pelinegro le abrazó con suavidad por la cintura acercándole un poco más mientras siente que finalmente el pelicastaño participa del beso moviendo sus labios con un compás tan suave como la danza de un cisne… un beso tranquilo, dulce y sincero… Yoochun sintió cosquillas en el estómago y algo pareció explotar en su interior agitando demasiado feliz su corazón y anonadando su alma en ternura… comprendió… que los besos que pudo haber entregado antes nada tenían que ver con éste…

Comprendió…
Que también tenía su primer beso de amor…

Y que si durante años solo anduvo a tientas por el sendero de la felicidad, Junsu con su paciencia y el amor le iluminaría la vida misma…



**FIN**

13 comentarios:

  1. HERMOSO!!!!!!!!!!!!!
    LLORE CON JUNSU!!!!!!!!!!!
    CUANTO SUFRIO EL POBRE!!!!!!!
    PERO LUEGO EL TONTITO DE CHUNNIE SE DIO CUENTA!!!
    HERMOSO YOOSU PARA EMPEZAR EL MES EL AMOR!!
    GRACIAS FELINA!!!

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  2. TT^TT llore wuaaaaa

    stuvo hermosho!!!!!!!


    gracias por el fic y me gusta muchoo el decorado de la pagina ^^

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  3. DIOS QUE BONITO POR FAVORRRRRRRRRRRRRR

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  4. Que amor *^* Lo ame, un Yoosu así de tierno ♥ Amor, amor, amor~

    & la carta~
    una hermosa declaración *-*

    Me encanta la forma en que escribes :)

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  5. Preciosoo, Felina soy tu FAN!!! escribes increiblee, de donde sacas tanta imaginacion!! Awwww estuvo taaan lindo! #w#

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  6. ESTUVO TAAAN BONITO T____T
    -sigo llorando- :')

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  7. de tan hermoso me dejaste sin palabras.

    por favor nunca dejes de escribir cosas tan lindas

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  8. hermoso y triste pero como dicen el amor es asi, primero tiene que pasar por sinfin de preubas que quisa solo los amantes verdaderos que aman pasan esa prueba y llegan a estar felices por muchos años. faitin sigue amiga mia asi sigue escribiendo que ahora solo leer lo que escribes me hace sentir bien. ya que el amor creo que no esta hecho para mi, quisa esa otra mitad que dicen todos que uno tiene, el mio ya no este aqui mas, que quisa no naci con esa otra mitad de mi corazon o alma. sigue amiga mia escribe mas.

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  9. voy a llorar!! xD
    T___T
    muy lindoooo >.<

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  10. Yoochun tenia que esperar todos esos años para darse cuenta? Aunque supongo que lo importante al final es que descubrio sus sentimientos por Junsu. Muy lindo y tierno, como solo el Yoosu puede serlo. Un relacion de amistad incondicional que culmina en un gran amor y desde prescolar... Cuantas cosas han pasado juntos!

    Continua escribiendo.

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  11. hay como me gusta este shot u////u ♥

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  12. waaaaaaaaaa.....
    me supergusto este shot...waaaaa

    estuvo super lindo¡¡¡

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”No me quejo si alguien que ha leído el libro lo encuentra aburrido, absurdo o despreciable, ya que yo tengo una opinión similar sobre sus comentarios.”
J.R.R. Tolkien