Miniserial *w* Cap FINAL

Bueno, ya saben que cuando hago miniseriales no ofrezco demasiada atención a las tramas, así que pueden quedar vacíos en el fic pero así termina ;D les dejo a su imaginación cualquier duda que tengan en cuanto a si ChangMin se volvería loco y seguiría viendo a chibi YooHwan -que no lo necesitará porque ya tiene al de tamaño natural xD- o si Minho se arregló con TaeMin y no lo hizo sufrir, y si Kyuhyun encontraría su mitad por ahí.

MINICAPÍTULO 6

*****

ChangMin corrió –literalmente– en la dirección del menor Park alcanzándole antes de que subiera a un taxi –por aquello de que había ido junto con Yoochun y Junsu en el auto del mayor–

- ¡No tengo nada que hablar contigo! – espetó de mala gana tratando de zafarse del agarre del morocho cuando éste le sujetó por el brazo para evitar que subiera al taxi…

- ¡Ay por favor, no seas niñato!... – el morocho exclamó cansado de aquella actitud de ida y vuelta en esa extraña relación que habían puesto entre los dos desde que se conocieron…

- ¡¿Niñato?!... – vociferó indignado, dándole un manotazo para que le soltara y retomando de nuevo sus pasos en la misma dirección aunque ya sin rumbo definido… - me dices que te gusto, luego me besas ¿y soy un niñato?

- técnicamente nunca dije que me gustaras, tú lo dedujiste… - dijo con aire pensativo, el menor Park volteó a mirarlo con el ceño fruncido y los labios apretados, seguramente aguantándose una cantidad de improperios. Esa gran diferencia ante Yoochun, no es tan maleducado como su hermano mayor. ChangMin sonrió de medio lado ante aquel pensamiento, por eso él sí le gustaba y no como el pelinegro…

- ¿Y también te pedí que me besaras? Aunque ni besas tan bien… - el menor Park comentó casualmente, picando el orgullo del morocho…

- ¡Disculpa! ¿Cómo que no beso tan bien? – ChangMin volvió a sujetarle por el brazo instándole a detenerse, acercándolo a él y encarándole con el ceño fruncido…

- pues no, parecía que querías comerme… - YooHwan sonrió con diversión… en medio de toda aquella discusión, le parecía sexy ver a ChangMin enfurruñado y herido en su orgullo, si es que aquello podía referirse así.

- en dado caso no pareció disgustarte… - el morocho sonrió cambiando aquel agarre enojado por uno más sutil, llevando una mano a la cintura del menor Park y pasándola a su espalda acariciando suavemente de arriba abajo…

- no tuve demasiada opción en realidad… - el menor Park dijo tratando de convencerse a sí mismo de que no lo había disfrutado…

- pudiste empujarme… - el morocho dijo con suavidad, acercándose un poco más hasta sentir sus cuerpos pegados, las mejillas del menor Park se encendieron de rubor en respuesta…

- eres más fuerte que yo… - susurró notando que de pronto se sentía intimidado y nervioso…

- de todas maneras pudiste intentarlo y no lo hiciste…

- estaba en shock por el ataque…

- ¿Estoy a punto de atacarte ahora y no veo que te niegues a nada, YooHwan?... – el morocho sonrío ladeando el rostro y bajándolo despacio en dirección del cuello del menor Park…

- es…estoy en shock… de nuevo… - exhaló sintiendo la respiración pesada, la cercanía le ponía nervioso y realmente ansiaba otro beso.

- ¿Sí?... – el morocho besó un pedazo de piel en aquel cuello delicado pero no femenino…

- Sí… - el menor Park suspiró…

- ¿Eres gay?

- No…

- ¿Pero te gusto?

- Sí…

- Eres entonces…

- ¡Cállate y bésame!... – el menor Park bufó completamente avergonzado. Una cosa es descubrirse capaz de atracción (y deseo) por alguien de su mismo sexo, y otra tener que aceptar tan abiertamente la posibilidad de ser gay… y no haberlo sabido hasta entonces.

- ¡Joder! ¡No me mandes, acá el que manda soy yo!... – el morocho renegó empujándole nada amablemente contra el muro de la calle, casi en la esquina a un par de cuadras del bar…

- ¿Y por qué tienes que mandar tú?

- Porque tú irás abajo…

- ¿Qué?

……………………………

YooHwan no tenía demasiada malicia o curiosidad por las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, así que aunque Yoochun sea un total indiscreto pervertido y más de alguna ocasión haya dicho o dado a entender algo al respecto con Junsu, no tenía certeza de lo que ir abajo significaba. Aún en aquel momento en el que había terminado en el departamento de ChangMin entre besos y caricias acertadas que le subían la temperatura, no sabía lo que aquello sería.

Las ropas habían quedado camino a la habitación del morocho, muchos besos amortiguados entre las paredes del pasillo, en donde en más de una ocasión se quedaron por minutos abrazados acariciando cualquier parte del cuerpo del otro sin atisbo de pudor aunque todavía con algo de vergüenza, confusión y hasta molestia. Era en el fondo demasiado extraño para ambos saberse en algún tipo de relación porque todavía se conocían demasiado poco y detestaban rasgos de la personalidad del otro. Pero era al mismo tiempo y probablemente por la misma causa, la razón por la que se atraen y se dejan arrastrar por lo que sea que les ha unido.

ChangMin le acariciaba la espalda mientras le besaba y aprendía a seguir el ritmo de YooHwan, no quería apresurarlo al estilo de besos que acostumbraba a dar en un arrebato de pasión compartido con sus amantes, simple y sencillamente porque YooHwan no es uno de ellos, aunque tampoco es realmente su novio formal.

¿Tendría que pedírselo ahora?

¿Sería un bueno momento? ¿El momento simplemente?

¿Sería una desfachatez?

¿Podría arruinar el momento si es que se adelantara a proponerle aquello?

Porque sinceramente, ahora lo único que quiere es hacerle el amor.

Aunque para hacer el amor tiene que haber un sincero, profundo y mutuo sentimiento de amor romántico al más puro estilo del YooSu o el YunJae. Con todo y sus fuertes rasgos de personalidad pervertida. Y amor tampoco es algo que justamente pueda jurar por YooHwan, pero tampoco es una atracción que pueda morir en algunas noches.

- ¡Mierda!... – el morocho gruñó por lo bajo…

- ¿Qué sucede?... – el menor Park cuestionó mirándole confundido (como se atreva a parar lo golpeará), con la respiración alterada, el cabello alborotado por las manos inquietas del morocho, y las mejillas arreboladas de rubor…

- Nada… - respondió haciendo lo posible por apartar aquellos pensamientos de su mente, no era importante ahora…

- estoy a punto de convertirme en gay por tu culpa, así que más vale que te decidas de una buena vez en lo que provoco en ti… - el menor Park señaló con molestia…

- sospecho que lo que realmente me gusta de ti es ese maldito carácter que te aflora cada que te hago enfadar… - el morocho sonrío divertido.

- yo todavía no entiendo qué puede gustarme de ti, molesto engreído ególatra… - el menor Park sonrío también con gesto divertido por ese ceño fruncido que aparece al instante en ese rostro moreno que ocupa todo su campo de visión.

- ya me cansé de hablar… - el morocho susurró con tono sexy y volvió a besarle, su lengua se abrió paso rápidamente entre los labios del menor Park, encontrándose con su igual y resbalando fervientemente en medio de una danza caliente de pasión y ansiedad.

Minutos después estaban en la cama de ChangMin acariciándose y besándose con los sentidos atentos a cada estímulo provocado por el roce de sus pieles desnudas, por el sonido de sus jadeos, gemidos o murmullos sin sentido, por las caricias impúdicas dejadas por cada centímetro de piel.

Pero estaba ahí, el último obstáculo entre la desnudez total de ambos cuerpos; ropa interior que con sigilo es apartada por ChangMin, atento a la reacción de YooHwan, a su sonrojo y a esa sonrisa nerviosa que sin embargo le insta a continuar. El morocho se mordió los labios inconscientemente saboreando aquel trozo de carne que se revela ante sus ojos, a su manera, era como una escena de pura inocencia, desprovisto de todo vello su miembro semi-despierto le hipnotizó con su peculiar delicadeza.

- ¿Tienes que mirar tanto, hyung?... – el menor Park se cubrió instintivamente…

- No te cubras, voy a hacerte sentir bien, YooHwan… - el morocho retiró la mano del menor Park y antes de darle tiempo a pensar nada, sujetó su erección comenzando a bombear despacio…

- ¡ohh!... – fue el primer gemido real de la noche, revolvió las piernas nublado por aquellas sensaciones que nunca antes había experimentado, sonrojándose mucho más y cubriendo su boca con un cojín sorprendido por los sonidos de su garganta.

Así, ChangMin continuó masturbándole mientras él también se endurecía simplemente al saberle entregado y sumiso, YooHwan se dejaba hacer sin oposición alguna y aquello le estaba excitando de sobremanera. Le dio un poco de temor prepararle para lo siguiente pues el menor Park era virgen, pero el deseo de ambos pudo más y en cosa de minutos la unión de sus cuerpos se había realizado, pero el morocho se mantenía quieto aguardando el momento en que el menor Park le avisara que se había acostumbrado lo suficiente a su invasión como para embestir.

- ¿Siempre duele así?

- Supongo que sí…

- ¿Nunca has ido abajo?... – el morocho negó al cuestionamiento del menor Park… - ¿Has tenido muchos amantes?

- No…

- ¿Seré uno de ellos?

- No…

- ¿Dirás algo más aparte de “no”? – el menor Park sonrió ligeramente divertido… todavía le dolía sentir aquel trozo de carne hinchado y caliente enterrado en su intimidad…

- No… - ChangMin sonrió de medio lado recibiendo un pellizco en el brazo y quejándose por ello… - ¿Los Park tienden a ser así de agresivos?

- ¿mi hyung te ha pellizcado?... – YooHwan enarcó una ceja en gesto inquisitivo…

- no, Yoochun es un idiota, él suele pegarme o burlarse de mí…

- ChangMin hyung, ya no duele tanto… - el joven dijo queriendo también cortar el tema de conversación, de pronto se dio cuenta de lo incómodo que resulta sacar a su hermano a colación en medio de una relación sexual.

El morocho asintió y se movió suavemente saliendo y volviendo a entrar con cuidado, embistiendo así lentamente y tomando ritmo de a poco. El rostro del menor Park reflejó gestos de dolor e incomodidad durante algún rato más, pero pronto sus gestos se suavizaron y cambiaron por rasgos de placer, ése que acompañó con sus gemidos más roncos y altos, con la forma en que sus manos se aferraron a los omóplatos del morocho o una de sus piernas se enredó en la cadera del mayor de los dos.

Jamás hubiera imaginado el placer que se puede sentir al estar con otro chico. Definitivamente no se trataba de un error, era una experiencia única, gozosa…

Pero todavía no podía decir que estuviera haciendo el amor. No habían palabras románticas –aunque YooHwan presiente que ChangMin no es justamente romántico y que de todas maneras no es su estilo ser receptor de cursilerías–

- ¡Oh God! – el menor Park gimió cuando el morocho tocó un punto en su interior que desbordó miles de corrientes placenteras por todo su cuerpo…

- llámame solo… ChangMin… - el morocho sonrió altivo mientras continuaba con sus estocadas…

- eres un… idiota… hasta ahora… - el menor Park se aferró a él sintiendo que había demasiado calor, que dolía su miembro y necesitaba tocarse para aliviar el nivel de excitación…

- tú me… haces más idiota… - el morocho advirtió la necesidad del menor y llevó una de sus manos hasta su erección estimulándole más o menos al ritmo de sus embestidas…

Tenían el estímulo sexual necesario y suficiente para alcanzar el éxtasis minutos más tarde cuando gimieron al unísono el nombre del otro.

- ¿Debiera decir algo en este momento?... – ChangMin cuestionó todavía respirando laboriosamente, sudado y cansado pero satisfecho… y aún dentro del menor Park.

- No… solo quiero descansar, mañana cuando me duela horrores el trasero veré que quiero escucharte decir… - YooHwan se acurrucó contra su cuerpo rezongando por aquella punzada incómoda de dolor cuando sintió que su interior era liberado.

- eres un mandón ¿sabías?

- es cosa de genética…

- Yoochun no manda con Junsu, es Junsu quien lo manda a él…

- oh… entonces es cosa de quien va abajo… - el menor Park rió divertido y el morocho tuvo que guardar silencio al darse cuenta de que aquellas palabras podrían tratarse de una completa verdad.

¿Y el YooSu y el YunJae? Felices por ahí en sus respectivos nidos de amor.

FIN