Título:
KISS, KISS
Autora:
Felina
Pareja:
YooSu
Género:
Romance
Clasificación:
NC-17
Advertencia:
Lemon
*****/YooSu/*****
Yoochun no está seguro de qué fue lo que le
encantó de Junsu; si fue su risa escandalosa, su personalidad juguetona o su
mirada alegre… o incluso quizá fue su cuerpo; oh vamos, sería necio y
deshonesto para cualquiera negar que el cuerpo del joven delfín no es tentador…
sí, sí, sí, así como el de cualquiera de los cinco dioses. Bien, procuremos no
distraernos pensando en la belleza de Jaejoong –la perfección hecha hombre,
adonis entre adonis–, ni el abdomen de Yunho –el mismo Hércules siente envidia
por él–, ni el asombroso y delgado cuerpo de ChangMin –los eruditos sueñan con
su personalidad–, o la manzana de Adán de Yoochun –signo de virilidad que
resalta sus sensuales facciones–… esos cinco cuerpos esculpidos con perfección
que despiertan la libido de cualquiera y seducen sin la intención de haberlo.
Entonces, no nos distraigamos con eso,
obviemos el sex apeal de cada uno y
pretendamos describir a grandes rasgos porqué Yoochun está coladito hasta la
médula por su amigo Junsu.
- u//u es vergonzoso que tengas que hablar
de algo así… - el apuesto muchacho de lacios mechones negros hace acto de
presencia, su rostro avergonzado sin embargo no deja de lucir atractivo, mirada
profunda y esos labios gruesos que invitan al pecado… - ¿Puedes dejar de
mirarme con esos ojos?... – murmura con voz ronca, ésa que desliza empero su
tono avergonzado, el mismo que demanda cierto respeto y privacidad pero que lo
hace lucir de una forma diferente más guapo… - mejor comienza a relatar, de
cualquier modo vas a hacerlo y estar aquí es incómodo… - suspira con cierto
aire derrotado y emprende la retirada, me permite divagar en la imaginación y
las posibilidades de lo que llevó al YooSu a conformarse como tal.
Bien, no vamos a remontarnos tanto tiempo
atrás, porque la atracción del joven Park por su compañero Kim comenzó
probablemente a los pocos meses de su integración al grupo. Pero claro, se
había disfrazado por la camaradería y más tarde por el llamado fanservice; una
costumbre que sirvió de escudo y mandó el sentimiento a algún lugar en el
inconsciente volviéndolo invisible.
Pero así como Yoochun podía disfrutar de
aquellos inocentes acercamientos con
Junsu bajo el pretexto del fanservice, se dieron también aquellos que dieron
origen a “otras couples” que con el tiempo comenzaron a incomodarle. Despertaron
en él los celos. Ésas sensaciones
incómodas de molestia, tristeza, desesperación y aborrecimiento que lo
impulsaron a actuar a veces sin que pudiera controlarlos dejando al descubierto
su negativa a Junsu emparejado con
nadie más. No se preocupó nunca sin embargo, en evitar las “couples” en las que
su propio nombre estaba involucrado.
Llegó así a las confusiones entre sus
sensaciones y emociones, entre la delgada línea de la amistad y la atracción.
No, todavía no ha de animarse en pensar en amor, es arriesgado y hasta cierto
punto, tiene miedo. Una cosa es fingir ciertos gestos que den a entender algo entre ellos, y la muy diferente,
sentir real y fidedignamente ese algo por
otro chico.
Aunque el chico en cuestión sea justamente
Junsu.
Y no, no estamos haciendo tal señalamiento
por restarle masculinidad al joven Kim, por el contrario su atractivo como
chico reace en su forma de ser algo aniñada y su capacidad para derrochar
sensualidad sobre el escenario.
¿Cuántas chicas –y vamos chicos, también
están en libertad de admitirlo– no han sentido toda esa revolución hormonal
ocasionada por solo uno de esos movimientos sexys de cadera?
Yoochun levanta la mano y se pone en primer
lugar para emitir su respuesta afirmativa a tal cuestionamiento. Si nosotr@s
pudiéramos echar un vistazo en los recuerdos almacenados en su cerebro,
encontraríamos sin duda varias duchas de agua fría, sesiones de yoga de
emergencia en plenos ensayos y una cantidad de acciones más realizadas a
cualquier hora del día para controlar el calor hormonal provocado por Junsu
–dejemos de lado los sueños húmedos que han llegado de una u otra forma por las
noches–
Por supuesto, Junsu no es un chico tonto,
es consciente de lo que provoca, y tratándose de las fans hasta lo hace a propósito;
oh vamos, todo ser humano tiene que alimentar su autoestima y su ego de alguna
manera; y al joven rubio platinado le encanta de sobremanera provocar los
gritos histéricos de sus fans cuando mueve el cuerpo de aquí para allá con
sensualidad.
- aún así, sus sonrisas siempre terminan
por recordarnos que el hombre sexy no deja de ser el chico tierno que se
avergüenza con facilidad… - el pelinegro aporta con gesto indiferente… y esas
pupilas traicioneras que resplandecen en admiración y cariño por el delfín. Lo
siento Yoochun, es inevitable notarlo, eres transparente como el agua. Suspira
y opta nuevamente por el silencio, escuchando una de las tantas y tantas
historias que intentan contar cómo pasó –tal vez acertada, tal vez equivocada, quizá
algún día Yoochun nos diga la verdad–
Decíamos que Junsu es consciente del efecto
hormonal que produce su cuerpo. También reconoce –aunque todavía con vergüenza–
el encanto de su voz privilegiada y los suspiros como las lágrimas que arranca.
Pero en toda aquella conciencia, Junsu todavía no se percata de las miradas ni
las sonrisas ni el deseo matizado en las sutiles acciones de Yoochun. Ahí es
donde recae su inocencia.
¿Quieres saber más? ¿Si es que Yoochun ha
conseguido sincerarse y robar por lo menos un beso de aquellos carnosos labios
rosados? O quizá… descubrir que en la atracción por el cuerpo del delfín se
esconde un profundo amor que le lleve a convertirse en ese ratón pervertido que
enamorado hasta los huesos no duda en ser también algo romántico y juguetón.
*****/YooSu/*****
Si lo pensaba y miraba atrás era hasta
deprimente darse cuenta de la cantidad de años que lleva atraído por su amigo, pareciendo siempre ese bobo enamorado –que
por supuesto se niega en aceptar que es para tanto– que en más de una ocasión
sonríe cariñoso, juega demasiado confiado y con aquella misma confianza roza partes del cuerpo de ese delfín que
entre risas estridentes o sonrisas avergonzadas se deja hacer sin oponer la
mínima resistencia.
Entonces, si parece que recibe todas las señales de luz verde para que se anime a
ir por más, por qué Park Yoochun no se ha atrevido siquiera a hacer alguna
insinuación por encima del compañerismo. Oh sí, la delgada línea antes
mencionada. ¿Cuánto podría sin embargo soportar cuando cada vez Junsu se vuelve
más provocativo dejando atrás el aura infantil por una más sugerente?
No demasiado, podemos jurarlo.
- u////ú por qué haces ese tipo de
juramentos… - intenta indagar pero solo le dedico una sonrisa. La mente podrá
ser fuerte, poderosa cuando así lo desea, pero cuando aquella parte
inconsciente de deseos reprimidos se une a la prontitud del cuerpo por
satisfacer sus propias necesidades,
mi estimado Yoochun, no hay demasiado que consigas hacer. Solo espero que no lo
eches a perder y termines convirtiéndote en el babo que los seme son por excelencia y condición. Suspiras
y nuevamente te retiras con gesto resignado, con las razones no puedes debatir y temes que tu mente últimamente va en
bastante acuerdo con tu cuerpo.
Te traicionan los pensamientos ardientes en
torno a un Junsu desnudo contra tu cuerpo compartiendo tu calor, jadeando descontrolado,
entregado al placer que sabes puedes proporcionarle. ¡Y Dios! Ni siquiera te
preocupa –ciertamente que no te has detenido demasiado a meditarlo– el hecho de
que ambos sean hombres o lo que pueda venir después si decides establecer algún
tipo de relación con él, solo quieres tomarlo como tuyo, como sientes que debe
de ser. Sientes de nuevo esa punzada en el bajo vientre, te enciendes de solo
pensarlo, imaginar se ha vuelto cada vez más sencillo.
Lo quieres todo, absolutamente todo para
ti.
Junsu se cuela en tus pensamientos con la
agilidad con que el viento encuentra camino por la mínima rendija entre rocas y
montañas, entre frondosos ramajes y tupidos bosques. Ok, dejemos de pensar con
cierto aire poético, Yoochun no tiene tiempo para el romanticismo cuando su
cuerpo ha elevado la temperatura y su amiguito
entre sus piernas ha despertado ansioso de acción.
Maldice por lo bajo y busca algún espacio
donde poder ocultarse para calmar la ansiedad de que es víctima su cuerpo…
- Yoochun ah~ - pero es tarde cuando su
amigo le llama todo sonrisas y se para frente a él con aquella mirada infantil
que le hace sentir otra punzada en el bajo vientre. Si Junsu no tuviera su edad
él definitivamente quedaría como un auténtico pedófilo excitándose así con
tremendo ángel. No es su culpa que el mencionado angelito tenga la sensualidad
de un diablo que fácil lo arrastra al pecado y la lujuria… - necesito tu ayuda…
- le brilla la mirada y la forma en que coloca sus manos para “suplicar” su ayuda le desarma por
completo… pero el problema ahí abajo
continúa…
- en… - carraspea y se patea mentalmente al
haberse escuchado la voz algo más ronca de lo habitual… - en qué necesitas
ayuda…
- para el musical de Elisabeth, hay una
escena en la que Tod roba el alma de Rudolph, y lo hace besándole… - Junsu
explica sin mayor preocupación, el tema para él ciertamente podía resultar
vergonzoso, pero ante todo un acto profesional, no emocional… - bueno, no
besándole literalmente hablando… - susurró cayendo finalmente en esa aura de
ángel avergonzado cuyas mejillas se ruborizan y le hacen quedar como el chico
tierno que es… lo siento Junsu, es tu estigma y te queda más que perfecto, no
luches demasiado contra él, pero tampoco nos oponemos a que nos muestres
también esa faceta tuya tan seductora sobre el escenario.
- ¿tu boca y la suya se encuentran? – el
pelinegro cuestiona sintiendo ese ardor en la boca del estómago que, oh sí, se
llama celos.
Junsu asiente mordiéndose inconscientemente
el labio inferior, cuando ensayaba sus líneas no parecía tan difícil; pensar en
pedirle algo de ayuda a Yoochun fue algo inmediato… tenerle enfrente le
comenzaba a poner nervioso. Porque así como Junsu no es un chico tonto, tampoco
es ciego, él nota perfectamente el atractivo de su amigo. Solo que la más de
las veces no le presta demasiada atención porque es casi como algo natural
mirarle, convivir con él, abrazarle, sujetar su mano o tontear por darle algo
de ese fanservice YooSu instaurado hace años entre las fans.
Entonces, por qué venía a ponerse tan
nervioso precisamente en ese instante. Veamos, ¿tal vez porque estaba a punto
de pedirle que actuara como Rudolph para que él pudiera ensayar el beso no beso
que corresponde a la succión de su alma? Ok, algo en ese juego de palabras
sonaba extraño y le provocaba calor, tal vez que beso, succión y Yoochun en la
misma acción tenían que ver.
¿Por qué le pasan ese tipo de cosas a él en
aquel momento?
- ¿Cómo se supone que te ayude, Junsu
ah?... – se le seca la garganta y le hormiguean las manos. Una parte de él está
celoso, pero… la otra, la más animada en aquel instante está ansiosa… ¡podría
ser que besara a Junsu! Y sin que tuviera que robarle el beso, ni pedírselo
directamente…
- ¿Eh? Esto… pues… ahm… - tartamudea y se
mueve nervioso… se sonroja y murmura algo entre labios pero el pelinegro
realmente no le escucha ni entiende siquiera un balbuceo…
- No… no logré escuchar nada, Susu ah… - y
sale aquel mote cariñoso que solo usa en sus sueños (ajá, de esos llenos de
ternura que ocasionalmente también se cuelan en sus pensamientos oníricos),
siente sus mejillas ligeramente calientes y advierte el tenue rubor que se
apodera de ellas… pero todavía crece más el sonrojo del rubio platinado y eso
le alegra el corazón por alguna razón… casi se siente poderoso, con algún tipo
de poder sobre Junsu y sus sonrojos, su aura nerviosa y la mirada evasiva tan
propia de la timidez…
- dije… que… me permitas besarte >3<
- suelta por fin con la voz algo más fuerte de lo que hubiera querido… se
sonroja hasta la raíz de sus rubios mechones y de pronto solo puede abanicarse
con sus propias manos tratando de luchar contra el repentino sofoco en la sala
del departamento compartido.
Oh sí, su máximo deseo estaba a punto de hacerse realidad. Porque por
supuesto ¡Yoochun no iba a negarse!
*****/YooSu/*****
En realidad las cosas no estaban resultando
como ninguno de los dos hubiera pensado. Junsu y Yoochun estaban demasiado
nerviosos para siquiera tratar de llevar a buen término aquella escena en la
que “La Muerte” succiona el alma de Rudolph. Aún cuando el pelinegro estuviera
ahí de rodillas tratando de conseguir esa sensación de angustia y desesperación
–o lo que fuese que el personaje interpretara– no podía concentrarse demasiado
cuando el rubio lleva las mejillas sonrosadas y su mirada chocolatosa le
inspira más bien ternura y no miedo o temor alguno. ¿Cómo debería actuar ante
Tod?
- Yoochun ah… - el rubio susurra y se inclina
suavemente, tal vez demasiado lento como para estar realmente metido en el papel de Tod.
Es que había ahí algo completamente
diferente. No quería “succionar” su alma… moría por besarle, porque de pronto
esa boca sexy era demasiado tentadora como para ignorarle. Esos labios gruesos
le pedían a gritos ser probados y él –recordemos que no es ningún chico tonto,
solo algo despistado (o inocente, el término que mejor les acomode)– se sentía
demasiado atraído por esa repentina sumisión del pelinegro, casi como si en
verdad estuviera entregado a sus deseos, a su voluntad, al destino que él
quisiera darle a su vida.
La mano de Junsu se deslizó del cuello a la
nuca, sus dedos se enredaron en algunos mechones negros tirando suavemente de
ellos “aprisionando” a Yoochun, tiró hacia atrás de modo que el rostro del
pelinegro quedó a su merced. Ojos azabaches del color de la noche sin luna,
oscuras pupilas que seducen sus sentidos y le instan a acercarse, a caer en la
tentación, pecar en la oscuridad de lo desconocido. Se inclina demasiado
despacio, el tiempo ha perdido significado para ambos. A Yoochun no le importa,
el corazón le palpita desbocado contra el pecho, la imagen que se le ofrece es
exquisitamente bella, el rostro ruborizado de un Junsu seguro que entrecerrando
los ojos se perfila hacia su boca le hipnotiza como no tenía idea que podría
sucederle.
Y se encuentran. Sus bocas hacen contacto
en el más sublime de los roces; tiemblan y es la placentera sensación de un sueño
hecho realidad el que se apodera de todo en ellos. No es suficiente, necesitan
más que ese inocente beso efímero producto de un roce. Es Yoochun quien da el
siguiente paso, se incorpora sin despegarse de esos rosados labios adictivos,
rodea la cintura de Junsu y le atrapa contra su cuerpo, demanda de su boca un
beso profundo, su lengua recorre el desconocido interior con avidez, memoriza
cada recoveco y tiene la osadía de hacerlo de nuevo solo por si omitió algún
espacio de esa dulce cavidad.
El rubio jadea y la respiración se le
altera producto de ese par de besos que se han robado más que su aliento, parte
de la cordura. No se anima en abrir los ojos, un poco por vergüenza otro tanto
porque…
- Perfecto… - susurra con las mejillas a
tope de carmesí, sonríe y se relame inconscientemente los labios, está ahí el
sabor tan único de la boca del pelinegro. Ése sabor que no conocía, pero que
ahora podría reconocer entre millones de sabores si fuese necesario.
- Tú eres perfecto, Junsu ah… - el
pelinegro se anima en decir. Haberle besado y haber sido correspondido con
intensidad le da la suficiente confianza para abrir su corazón… oh, es verdad,
no se trata del corazón, sino de esa atracción irreverente que perturba sus
sentidos. Por supuesto, es eso, cómo hemos podido pasarlo por alto.
El rubio sonríe entre avergonzado y
halagado, le hormiguean las manos y se siente sofocado. Tener a Yoochun tan
pegado a su cuerpo estaba alterando de sobremanera todo en él. Y de pronto se
pregunta cómo es que han terminado en aquella situación. Iban a ensayar una
escena de su musical por estrenar y a cambio había ganado besos de Park Yoochun,
el chico más atractivo del mundo.
- ohmygod… - susurra de corrido cubriéndose
el rostro con vergüenza y también para contener esa repentina emoción que le
corre de pies a cabeza. No lo había pensado de esa manera, pero una vez que lo
hizo. ¡Sonaba tan sexy el asunto! Se sonrojó como colegial y el corazón aumentó
sus latidos a mil por hora. O alguna velocidad parecida, cómo demonios iba a
saber con exactitud, además, no es el punto importante aquí, gracias… - ¡Besé a
Chunnie!... – chilla contra sus propias manos y casi da de saltos en su lugar. Si
bien su exclamación no fue el grito que seguro quería dar, el sonido
amortiguado por sus manos había sido lo suficientemente claro… y cómico para el
pelinegro, quien ríe por lo bajo sintiéndose algo más seguro y hasta se le
infla el ego.
- puedo hacer más que besarte, Su… -
susurra con voz ronca una vez se ha acercado al oído del rubio, le siente
temblar y ve cómo se descubre el rostro en automático para mirarle entre
desconcertado y emocionado… - si quieres…
Junsu se muerde el labio inferior y es él
quien se anima esa vez en besarle. Es un beso tímido, pero lo más lindo que
Yoochun podrá recordar por el resto de su vida. La forma en que los labios del
rubio se mueven contra los suyos con algo de inexperiencia le vuelven loco, la
lengua que se cuela entre sus labios se encuentra con la suya e inicia una
danza suave. Pero Yoochun no puede evitarlo, aumenta la intensidad del beso y
pronto su lengua toca la garganta de Junsu, quien sofocado entre tanta pasión
maldice al pelinegro por parecer tan jodidamente versado en las artes del besar
y dejarle como un chiquillo inexperto. Inexperto sí es, no hay modo de rebatir
eso, pero… ¡Se niega a quedar como un chiquillo!
Con aquel pensamiento rebelde rondándole en
la cabeza, el rubio consigue imprimirle algo más de fogosidad al beso cuando
sube sus manos al cuello del pelinegro rodeándole y jalándole más contra su
cuerpo, agitando sus caderas de un modo morbosamente lujurioso como para que
los jadeos no escaparan de la garganta de ambos chicos muriendo apenas en medio
de ése y los besos que le siguieron por minutos hasta que todo quedó bajo el
dominio del calor y las hormonas. ¿Resultado? Manos inquietas vagando sin pudor
por el cuerpo del otro.
¿Y qué si van rápido? Vamos a dejar que
fluyan las cosas entre ellos y admirar una muestra de pasión que viene, aunque
aún no esté dicho, de un sentimiento latente que les palpita en el corazón.
Yoochun le empuja contra un mueble… ¿Cuándo
demonios habían terminado en la habitación del rubio? Oh, no importa de momento,
no cuando le tiene contra la cómoda y Junsu se empeña en deshacerse de su
camiseta tironeando de ella casi con desesperación; oh sí, el tierno delfín
estaba convertido en un gato en celo. Y le encanta. Sentirle así de alterado,
saber que la mitad de los besos han sido iniciados por el rubio, que así como
sus manos han osado tocar con cierto descaro el cuerpo perfecto del delfín, las
de éste se han atrevido en tocarle también; en provocarle, rozarle ahí donde su anatomía pierde totalmente
el control y su virilidad se irgue con orgullo.
- debieras ayudar Chun… - gimotea con un
lindo puchero mientras desliza finalmente la prenda superior del pelinegro y
admira su torso. No es que sea la primera vez que le ve desnudo de aquella
parte de su cuerpo… es que es la primera vez que siente tanto calor y deseos de
tocar, de recorrerle con parsimonia y memorizar cada línea en sus músculos… -
eres tan atractivo… - susurra embelesado mientras sus dedos recorren la línea
media del pecho y producen involuntariamente que los pezones del pelinegro se
endurezcan con solo aquel roce… - se ven… como postrecitos… - el rubio lanza
una risita y antes de que el pelinegro procese del todo la información, la
lengua de Junsu lame uno de sus pezones arrancándole de esos jadeos que esperó
obtener primero del rubio.
- Su mhh… no… seas tramposo… - jadea a ojos
cerrados sin oponerse al entretenimiento que su amigo ha encontrado lamiendo con tal tranquilidad su anatomía… -
también quiero… - murmura con voz ronca al tiempo que atrae el rostro del rubio
besándole con renovada ansiedad.
Inician un duelo del que luego de varios
besos apasionados Yoochun sale victorioso pues es su turno de admirar al
desnudo a Junsu. Completamente desnudo, y jura que casi tiene hemorragia nasal
ante tan escultural perspectiva… y no, tampoco es la primera vez que le ve
desnudo –antes por casualidades de la
vida le ha llegado a ver así, no es que él se las ingeniase para echar alguna
mirada, no por supuesto que no (y él espera que creamos verazmente sus
afirmaciones)–
- no me mires así, Chun… - susurra
avergonzado e inconscientemente se cubre el frente y baja la mirada con el
rostro colorado.
- no te cubras… - pide casi con súplica
mientras se acerca y toma las manos del rubio entre las suyas llevándolas a sus
manos para besar los nudillos… - estás realmente guapo, sabes. Es fácil
enamorarse de ti, Junsu ah… - y no, repito ¡No! Es que él esté comenzando a
expresar sentimientos, claro que no, ni que Yoochun sintiera algo parecido al
amor por su amigo.
- ¿e…enam…enamorarse?... – tartamudea sintiéndose
así algo más emocionado y avergonzado, sonríe y se relaja casi por arte de
magia ante aquella palabra. Por alguna razón le ilusiona enamorar a Yoochun.
El pelinegro asiente como autómata, una
parte de su cerebro, la más diminuta está atento a sus propias palabras, pero
el resto, la mayor, está concentradísimo en admirar, memorizar y… recorrer con
gula lujuriosa el cuerpo del delfín. Y sucede.
- nhh Chun… ahh… es… vergonzoso ahh… -
jadea entre sonrojos y temblorcitos mientras el pelinegro bombea su erección y
besa su cuello. Se siente como si fueran ligas
mayores o algo así… - ¡Chun! – su espalda se arquea y su entrepierna se
inyecta otro poco de sangre producto del nivel de excitación alcanzado gracias
a las caricias del pelinegro.
Yoochun sonríe complacido, le guía a la
cama y le empuja contra el colchón yendo inmediatamente con él acomodándose
entre sus piernas y sobre su cuerpo. Toma una pierna del rubio y la eleva al
mismo tiempo que la separa un poco más, la vista es exquisita y sexy, ver a
Junsu alterado con la respiración intermitente, el rostro sonrojado y la piel
sudada es la más hermosa de las imágenes.
- Tócame, Su… - susurra con sensualidad
habiéndose inclinado sobre su cuerpo hasta alcanzar el oído del rubio y lamer
la línea del cuello que lleva hasta ahí…
Junsu responde con la poca capacidad para
coordinar que le queda, sus manos se mueven entre ambos cuerpos hasta encontrar
la erección de Yoochun. Le arranca un gemido al rodear su extensión y luego
sonríe ante el concierto que le sigue. Nunca ha hecho algo así, pero supone –acertadamente–
que no debe de ser tan diferente a tocarse a sí mismo. Oh bien, se corrige a sí
mismo, tocar a Yoochun es mucho mejor, sentir ese trozo de carne caliente y
duro entre sus manos se siente infinitamente mejor, es morboso y sexy y… algo
en su cerebro está a punto de colapsar.
- ¿Te…nhh gusta, Susu mhh?... – el pelinegro
le cuestiona entre jadeos y gemidos nada disimulados, de hecho gime con toda la
intención de notar esos espasmos sacudir el cuerpo bajo el suyo.
- Me gusta Chun… - responde con una sonrisa
y eleva el rostro hasta alcanzar el cuello del pelinegro, lame la sudorosa piel
y besa la manzana de Adán… - ¿Me dejas probar?... – canturrea con tono sexy y
Yoochun siente una de esas conocidas punzadas en el bajo vientre que le excita
de sobremanera.
- hazlo… - gime con voz ronca y se deja
hacer cuando el rubio le tumba dejándole de espaldas al colchón. A su completa
merced nuevamente, como antes cuando pretendía succionar su alma… - ¡oh god!... – gime alto cuando siente los
labios del rubio posarse sobre la punta de su erección abriéndose para dar paso
a esa lengua tibia, rugosa y húmeda que resbala contra su extensión al tiempo
que los labios se deslizan hacia abajo y su falo se pierde dentro de aquella
boquita dulce.
¿Había imaginado alguna vez practicarle
sexo oral a Yoochun? No, sinceramente no. Su nivel de inocencia si había estado
sobre esos niveles. A lo sumo se había imaginado besarle, pero nunca llegar tan
lejos. Y, no se arrepiente en absoluto.
Los gemidos inundaron la habitación cuando
Yoochun decidió que no era justo ser el único en disfrutar y cambió la postura
por aquella en la que Junsu recibe al mismo tiempo sus atenciones. Por supuesto
que quería más, mucho más que masturbarle, saborear el agridulce sabor de su
presemen.
Deseaba
tomarle, hacerle el amor.
Pero justo en ese momento en el que tal
pensamiento ataca su mente le viene el titubeo y el nerviosismo. ¿Junsu le
dejaría? Porque vamos, tocarse así es casi algo natural; pero hacerle suyo… eso sabe que dolerá. Y por cursi que
suene, no quiere lastimarle de ninguna manera.
- ¿Yoochun ah?... – el rubio lo llama moviéndose
de su sitio, girando sobre su eje hasta quedar nuevamente frente al pelinegro. Es
que hacía rato que se había detenido, que las caricias habían parado y la
calidez de la boca de su amigo había
abandonado su entrepierna… - ¿Quieres parar?... – cuestiona casi con miedo…
presiente que le dolerá recibir una respuesta afirmativa…
- Por el contrario, Su… - sonríe y acaricia
una de las tibias mejillas con cariño… - quiero hacerte el amor… - sincera
contra su propia voluntad y nota el sonrojo expandirse de nuevo por el rostro
del delfín…
- entonces… hazlo… hazme el amor, Chunnie…
- sonríe enamorado. Porque oh sí, él no tiene reparo en admitir que eso que
siente y la prontitud con que desea acceder a experimentar algo tan íntimo y
especial con el pelinegro es porque ese sentimiento que siempre consideró solo
como amistad y un gran cariño, se trataba de aquello mucho más profundo llamado
amor.
- No quiero lastimarte…
- No lo harás…
- Aunque no quiera Junsu; si lo hago, te
lastimaré…
- Eso será porque es la primera vez… y yo…
Chun yo quiero tener mi primera vez contigo, solo contigo… - se inclina de
nuevo en busca de aquellos labios perfectos que le brindan con cada beso la
confianza y la seguridad de que, aunque así lo parece, aquello es más que sexo
y calentura.
Yoochun sucumbe
de nuevo. Y aunque un poco tembloroso y preocupado, consigue su deseo. Porque minutos
más tarde es su cuerpo el que va y viene constantemente contra el de Junsu, su
erección penetra con ritmo pausado la intimidad del rubio, danzan sus caderas y
calla con sus besos dulces los gemidos incómodos que escapan de labios del
delfín. ¡Dios, le hace el amor! Le hace suyo, le toma y le entrega promesas
silenciosas con aquel acto carnal que vinculado está por el alma.
- ahh Chun… mhh… más… - cuando aquella
petición llega el pelinegro comprende que el dolor de la preparación y la unión
ha sido superada,
Junsu se aferra a la espalda de Yoochun y
entierra sus dedos en los omóplatos cuando el pelinegro golpea un punto en su
interior que dispara miles de ondas de placer que sacuden su cuerpo y provocan
sus propios movimientos cuando son sus caderas las que buscan el ritmo perfecto
en aquel vaivén del acople ideal. Aumentan el ritmo, se dejan arrastrar por el
frenesí y sus cuerpos se mueven uno contra otro en busca de mayor contacto, de
la fusión ansiada del éxtasis. Caen los besos esporádicos, les sofoca el calor,
se tambalean los sentidos… lo sienten cerca, demasiado pronto a decir verdad,
quisieran alargar el momento pero al mismo tiempo es imposible contenerse, es
demasiada la sensación exquisita de gozo como para frenar o disminuir el ritmo.
Lo alcanzan, el orgasmo les atrapa casi tomándolos por sorpresa en aquella
estocada profunda y temblorosa en la que Yoochun derrama su semen en el interior
de ése Junsu que se abraza con fuerza a su cuerpo expulsando su semilla entre
sus cuerpos.
- no te muevas… - gimotea cuando el
pelinegro hace el amago de salir de su interior… - duele… - susurra avergonzado
y sus palabras alarman al pelinegro, por lo que aunque no lo quiera, sale de su
interior con cuidado apurándose en observar su intimidad… - no mires, me da vergüenza
Chun…
- Lo siento baby… - ¡oh yeah! Celebremos con
bombo y platillo el que finalmente nuestro ratón pervert le hable por aquel
mote cariñoso como coqueto… - te lastimé, lo siento mucho Junsu ah… - se muerde
el labio inferior sin atreverse a tocarle más con temor de lastimarle un poco
más, sube de nuevo y le mima acariciándole las mejillas y regalándole besos
cortos… - voy a… voy a investigar, debe haber algo que te unte o… algo que
tomes… no sé, lo siento…
- No te preocupes Chun… ha sido mucho más
lo que he disfrutado… - sonríe sumamente avergonzado y recurre de nuevo a la
técnica de ocultar su rostro con sus manos… - ¡hice el amor con Chunnie!... –
chilla de nuevo con voz emocionada… y atrapa finalmente el corazón de ese ratón
que le cobija entre sus brazos besando sus manos hasta conseguir que las aparte
para poder besarle a él…
- Sabes que, has hecho más que succionar mi
alma, robarte mi corazón XiahTod… - sonríe entre divertido y cariñoso… le
alegra de sobremanera tenerle ahí, se siente incluso irreal, como un sueño…
- ¿Para siempre, Chunnie?... – cuestiona con
ojos soñadores, ampliando la sonrisa cuando el pelinegro asiente y topa de
nuevo sus labios con los de él regalándole otro de esos besos tiernos, dulces,
hermosos… - entonces, te regalo el mío Yoochun ah…
- ¿lo guardamos en una cajita de cristal
junto al mío? Para que estén juntos para siempre, Junsu ah; latiendo al unísono…
- Yoochun propone en la más romántica de sus declaraciones de amor. Junsu
asiente y sellan aquella promesa con un beso mientras sus cuerpos se amoldan de
nuevo buscando acurrucarse el uno contra el otro y no perder ni un poco de ese
calor tan especial que emanan sus cuerpos.
Porque tal vez, y solo tal vez; ésta no sea
la historia exacta del amor iniciado entre Junsu y Yoochun, y uno de estos días
se nos cuente otra versión. La verdad es que no importa conocer la puritita
verdad, es un hecho que el amor está en el aire y flota perdiz entre los dos.
**FIN**
AAAAAAAAAAAAAAAWWWWWWWWWWWWWWWWWW♥♥♥♥♥
ResponderEliminarMe pasé toda la noche divagando en como podría terminar esta historia, y fue perfectaaa♥♥
He amado como Junsu es una ternurita de persona y anda dando brinquitos y chillidos de emoción♥ Juro que me ha dado un ataque cada vez que se cubria su carita y exclamaba sus logros con el ratoncito pervertido♥
Y hablando de él, es un tonto coladito hasta la médula por el delfín♥ Chunnie, sabemos que te MUERES por él♥
Y todo estuvo tan lindo y tierno que HAKFGAKGKDFGAKSGAGAFSLAJSDGS LO AMÉ♥
Muchisimas gracias Feli preciosaa :D ♥
bueno solo me faltaba leer la ultima parte... pero aaaaaiiii q lindooo ... el yoosu siempre es tan mosho en vrdd ^^ staban tan nerviosos y mira como terminan d felices y melositos... no ps me mataron las lineas del penultimo parrafo...q cosa pa tierna d guardar sus corazones en una cajita ^^
ResponderEliminargracias x terminar sta historia Feli ^^
Que hermosoooooooooooooooooooooooo!!!! *o* me encantoo asi todo tierno & besho (?!!!
ResponderEliminarmuchas gracias por el shot!!! ^^ <3
mil gracias por tan lindo fic, me encanta como logras expresar ese amor que existe entre junsu y yoochun, me puedo imaginar cada cosa que pasa.
ResponderEliminargracias por compartirlo
Ohhh feliiii!!!!!
ResponderEliminarGracias por el shot!!! En verdad me encanto!!! ahora no odre eviar pensar en este fic cada ez que vea junsu en su papel de XiahTod!!!!
djshdkazjdsh Yoosu!!! *w*
ResponderEliminaraw me encantó
sabes? ayer intenté leer el shot y no pude xD
no entendí la primera parte y me dormi ya en la segunda
y ahora que lo leo quedé toda babosa!
Tod *w* chunnie aww este principe heredero realmente está enamorado de la muerte *w*
de ese sexy "muerte" con sonrisa angelical *w*
como no entender a Cheonnie *---* ♥
GRACIAS AMO EL YOOOOOSUUU GRACIAS GRACIAS! ♥
Ohh dios feli...las ultimas palabras me dieron tanta confianza..gracias gracias...muy buen trabajo...wiii
ResponderEliminarSolo el Yoosu puede Inspirar tanta Ternura y pasion a la vez >w<
ResponderEliminaraunque bien sabemos que Junsu de inocente solo tiene la carita ¬3¬
todo lo que hace es intencional y asi como no quiere que sus fans
y obviamente el raton botemos la baba por él?
Nadie nos puede negar que ve a cupido volar por el lado de esos dos *--*
Gracias por el fic~...solo feli sabe como hacernos morir y revivir con sus fics <3
Me encanto el shot, lo mejor fue leerlo mientras escuchaba canciones de ellos, enserio en mi cabeza me fui imaginando todo lo que describías fue tan hermoso es que el Yoosu es capaz de dibujarme una sonrisa de oreja a oreja, gracias por tan hermoso shot.
ResponderEliminarte lo juro quedo hermoso...siempre queleo tus fic pongo canciones de ellos y flipo graciassssssssssss como siempre genial
ResponderEliminarwaaaaaaaa tan lindos! el yoosu es puro amor y es verdad q no sabemos cual es la verdadera historia, pero deq se aman se aman! estuvo muy lindo el shot gracias.
ResponderEliminarquedo demasiado genial tod le robo todo a yoochun!
ResponderEliminarson amorrrrr <3
me estoy dando un maraton de fic!
javi
valla excusa para robarle un beso a chunie y algo mas jejejeje, me encanto ese momento de sumision de yoochun ante tod, muy romantico como me encanta nunca me cansare de leer tus fic :D
ResponderEliminarfelicidades,estuvo genial, yo soy fan acerrima del yoosu, no admito otra pareja fuera de esta, para mi no existe ninguna otra pareja en el mundo del kpop, saben por que? por que esta es la mas real que he visto!!sera por que se les nota tan natural,aparte que ambos son arrebatadoramente guapos!sera por sus voces tan dispares, ambos tienen una personalidad tan atrayente,sus fisicos son atrayentes, encima tienen talento artistico sin igual,son perfectos!! amo el yoosu!!!!gracias por escribir!!
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