Oneshot YooSu *-*

Título: MATRIMONIO ARREGLADO

Autora: Felina

Pareja: YooSu

Género: Humor, Romance

*****

Aquella tradición realmente ya no se usaba. Pero ellos pertenecían a familias tradicionales que se apegaban en demasía a sus costumbres. Por eso, Kim Junsu había sido comprometido –aún antes de nacer– con la condición de que al cumplir sus 16,  fuera presentado ante su prometida de la familia Park. Por supuesto, el joven Kim no tenía ni remota idea de aquél compromiso, porque fue justamente en su cumpleaños 16, que la noticia le fue revelada.

- ¡Qué! Pero mamá, eso de comprometer a los hijos entre familias ya no se usa, ¡Tal vez ni siquiera es legal!... – el jovencito de facciones delicadas pero una clara actitud demasiado infantil para su edad, estalló de sorpresa haciendo uno de esos berrinches que sus padres y su hermano le conocen a la perfección…

- Es algo que harás y punto. Junsu, hicimos una promesa con la familia Park, siempre pensamos que tendríamos un hijo y una hija, que el varón sería el primogénito y nuestro segundo bebé una hermosa niña. Bueno, eres hermoso, aunque tienes algo entre las piernas que te revela como varón también… - su padre, un hombre respetable de firmes raíces tradicionalistas, señaló con seriedad y cierta mirada de ultimátum que no pasó desapercibido para su hijo menor.

- Nunca pensé que tendría gemelos, y menos que tú serías de los dos el más delicado y el menor; todavía recuerdo a la perfección que cuando nos dijeron que tendríamos gemelos estaba segura de que tendría la parejita… - su madre, hermosa mujer de modales, señaló con una pequeña sonrisa al pensar en ello.

- No sirve de mucho que me digan eso, ¡No pueden obligarme a casarme con alguien que ni siquiera conozco! Es… es… ¡Es inaudito!... – el menor Kim formó graciosos pucheros de inconformidad. Mientras que su hermano Junho sonreía compasivo por la suerte de su hermano…

- Se hará, y mejor te comportas que la familia Park llegará en cualquier momento, fueron invitados a cenar para presentarlos… - apenas el Sr. Kim terminó de decir cuando el timbre sonó en la estancia del hogar.

La Sra. Kim atendió de inmediato, mientras que Junsu estaba que no podía creer su suerte, tal vez y la chica con quien estaba comprometido era antipática o algo parecido. Pero entonces algo rápidamente hizo clic en su cabeza cuando escuchó el murmullo de voces adultas intercambiando saludos en la entrada principal. Sus padres habían estado hablando como si él hubiera debido ser una chica… entonces, ¿Estaba comprometido con…?

- ¡Un chico!... – el menor Kim gritó al mismo tiempo que señala al único joven que acompaña a los Park… - me… me… ¡Me han comprometido con un chico!

- Hola, mi nombre es Park Yoochun, es un gusto conocerte… - el atractivo muchacho de facciones varoniles y cabello azabache dijo con sumo respeto, haciendo una venia y sonriéndole galantemente como si no estuviera en lo mínimo sorprendido por saber que es, en efecto, su prometido y otro varón.

- Estoy soñando… debo estar soñando… Hyung, estoy soñando ¿verdad?...

- No. Te han prometido con otro hombre, hermanito… - Junho aseguró y Junsu sintió que se mareaba, le faltaba la respiración y todo daba vueltas a su alrededor.

- Oh mi… - la frase no terminó de salir de sus labios cuando ya su cuerpo se estaba desvaneciendo por causa de un desmayo.

Para cuando recuperó la conciencia se encontraba en su blanda cama, y por ello pensó que tal vez sí que lo había soñado. Pero cuando se incorporó y miró alrededor en su habitación…

- Hola, ¿te encuentras mejor, Junsu-sii?... – el mismo muchachito atractivo de cabellos azabaches le saludó recargado en la puerta de su habitación…

- ¡Ah! ¡Sigues aquí!... – instintivamente, el menor Kim jaló las mantas para cubrirse con ellas (No que estuviera desnudo o el pelinegro le mirara de algún modo en particular)…

- Claro que sigo aquí, tenemos que conocernos ya que vamos a contraer matrimonio… - el pelinegro dijo con soltura…

- ¿Cómo puedes decir eso tan…tan…tan quitado de la pena?... – el pelinegro simplemente encogió los hombros… - ¿Acaso eres gay?

- No…

- ¿Entonces?

- Creo que eres muy lindo y simpático, creo que podríamos llegar a ser un buen matrimonio… - Yoochun respondió con una sonrisa de medio lado.

- ¡Estás loco! No soy gay y no quiero, definitivamente no quiero, casarme contigo… - Junsu renegó haciendo de esos pucheros que le salen tan natural cuando está por hacer un berrinche.

- Ya te dije que tampoco soy gay…

- ¡Pero te quieres casar conmigo!

- Porque creo que…

- ¡No te atrevas a decir nuevamente que soy lindo!... – amenazó haciendo un mohín que, para su mala suerte, le hacía lucir demasiado adorable.

- Ahora con mayor razón quiero conocerte, conquistarte y convertirme en tu esposo perfecto. Eres hermoso y además simpático… - en los gruesos labios de Yoochun burbujeó una sonrisa que, logró un intenso sonrojo en el rostro de Junsu.

Yoochun dio un paso al frente separándose así de la puerta, justo entonces y antes de que el menor pudiera objetar nada, la puerta de su habitación se abrió dando paso a su padre.

- Dejaré aquí tus cosas, Yoochun… - el Sr. Kim dejó una maleta y un bolso más pequeño justo al lado de la entrada.

- ¿Qué…? ¡Qué significa esto!... – chilló más que sonrojado (y asustado) cuando presintió la respuesta…

- Oh bueno, como te has desmayado no pudiste escuchar el resto de la conversación y los términos de su arreglado compromiso… - el Sr. Kim respondió cual si estuviera hablándole del porqué el sol representa al día y la luna a la noche… - Yoochun se quedará a vivir con nosotros por un tiempo, en lo que ustedes dos se conocen y consiguen llevarse mejor. Así que esfuérzate hijo mío, no hagas quedar mal a la familia…

- ¿Qué…qué? ¡¡Qué!!... – una vez procesó el significado de todas aquellas palabras el sonrojo del menor hizo un juego bastante curioso con sus rubios mechones.

- Pareces un farolillo rojo encendido a mitad de la noche… - el pelinegro dijo dedicándole una linda sonrisa mientras el Sr. Kim salía de ahí sin más.

- ¡Cállate! ¡Y ni creas que consentiré esta locura! ¡No pienso compartir mi habitación contigo!

- ¿Y entonces dónde se supone que duerma?... – el pelinegro cuestionó con tranquilidad, casi como si los reclamos evidentes del rubio no tuvieran efecto sobre él.

- ¿¡Qué sé yo!?... – exclamó al borde del colapso nervioso.

- Pues no veo quién más habría de resolver esto. Tus padres dijeron que me quedaría contigo, eres tú quien no me quiere aquí, así que entonces eres tú quien debe resolver el “problema”…

-¿Cómo puedes tomarte todo esto así como si nada?... – inquirió sintiéndose algo menos molesto, pero todavía demasiado avergonzado.

- ¿De qué otro modo debería tomármelo? Estamos comprometidos… - el pelinegro respondió encogiendo con simpleza los hombros. Tomó su maleta y sacó de ahí un cambio de ropa, era su pijama, luego sacó otro más.

- ¿Ese…ese…? ¡Es el uniforme de mi escuela!... – chilló fuera de sí, al borde de la histeria.

- Por supuesto, a partir de mañana estaremos juntos también en la escuela, Junsu ah… - el pelinegro dijo sonriendo ampliamente, sus ojos negros brillaron con especial algarabía y al menor aquello casi le dio un ataque al miocardio. Demasiadas emociones para un solo día.

- ¡No, no, no, y NO! ¡Me niego! ¡No puedes ir a la misma escuela que yo!... – gritó haciendo uno de esos berrinches de los que la Sra. Kim (quien ya le había pedido que le llamara “eomeoni”) le habló durante la cena que el rubio se perdió por desmayarse, y antes de que los Sres. Park se fueran encomendándole ser buen chico y ganarse el corazón de su prometido.

- Como si fuera tarea sencilla… - el pelinegro pensó para sí en tanto observa al rubio hacer rabieta y caminar en círculos por su habitación murmurando cosas ininteligibles que, está seguro, son maldiciones en su contra.

- ¡Ni una palabra de esto en la escuela, entiendes!... – exigió señalándole con un dedo en gesto acusador…

- Ok… - respondió con simpleza, encogiendo los hombros y tomando en sus manos su pijama… - ¿Qué lado prefieres?

- ¿Eh?

- De la cama, ¿Qué lado prefieres? Estoy cansado y quiero dormir…

- ¡Kyaaa! ¡Pero qué te pasa, degenerado pervertido! ¡Ya te dije que no pienso consentir que compartamos habitación! ¡Y mucho menos cama!... – chilló histérico, empujándole fuera de su alcoba con el rostro encendido de rubor. Yoochun sonrió ligeramente divertido cuando la puerta fue cerrada en sus narices.

- Bueno, supongo que hoy dormiré en la sala… - el pelinegro encogió los hombros y fue al baño del pasillo en la segunda planta para colocarse el pijama.

Sus suegros quisieron hablar con Junsu para “hacerle entrar en razón” pero el pelinegro les había pedido amablemente que lo dejaran así. Entiende que Junsu no quiera tenerle cerca, pero ya él se encargaría de ganarse su confianza como para que le permita compartir habitación.

- ¿Qué clase de padres tan liberales tengo que ellos mismos invitan a un chico a mi habitación? ¡Si me comprometieron con él!... – chilló contra su almohada, dando una vuelta más sin poder dejar de pensar en los sucesos del día.

Su vida había dado un giro no de 180° sino de 360.

………………………………

Al amanecer Junsu ingresó al comedor con tremendas ojeras en su bonita cara aniñada. Yoochun estaba ahí aún vestido con su pijama –un curioso conjunto con estampado de delfines en tono rosado que al rubio le pareció tan lindo que hubiera preferido que fuera suyo–

- Tiene buen gusto… - pensó formando un puchero inconsciente mientras se sienta a la mesa…

- Ahí no… - o lo intenta, su madre le ha detenido a medio camino de que su trasero cayera sobre la silla… - ahora tú lugar es ahí… - señaló el sitio a lado del pelinegro… - sé buen novio y acompaña a tu prometido, suficiente le has hecho ya con botarlo de la habitación y obligarle a dormir incómodo en el sofá de la sala…

Junsu se tragó las cosas que burbujearon en su garganta, fulminó con la mirada al pelinegro pero luego se ablandó. Yoochun tampoco llevaba muy buen semblante, seguro no había dormido muy bien, y en cierta forma, había sido su culpa.

- ¡Ni tanto! Él que quería meterse a la cama conmigo… - pensó inflando infantilmente las mejillas en tanto, resignadamente, toma lugar al lado del pelinegro.

- Buenos días, Junsu ah… - él le saludó con una sonrisa matadora. Y el rubio sintió que de nuevo su rostro ardía. ¿Es que pensaba tomar aquello por costumbre?

- Buenos días… - se limitó a responder sin mirarle siquiera de vuelta. Tomando una tostada y llenándola de mermelada. Yoochun le sirvió un vaso de leche y le deseó provecho. Junsu quiso patearlo por comportarse como un caballero cuando él no es una chica… - maldito, que ni crea que así ganará mi confianza. ¡No pienso casarme con él! ¡No soy gay!... – pensó sin dejar de mirarle de soslayo. Casi quería darse de topes contra el muro porque, el condenado pelinegro, tenía todo lo que le pudiera haber gustado si fuera gay.

Y no es que lo sea. ¡No está pensando acerca de eso! cualquiera puede notar el atractivo varonil de su rostro, el remate tan sexy que le da esa manzana de Adán tan pronunciada. Además sus ojos negros hacían juego envidiable con el tono azabache de su cabello perfectamente peinado a la moda.

- ¿Me permites pasar a tu habitación para tomar mi cambio para la escuela?... – el pelinegro le preguntó sacándole abruptamente de sus pensamientos. Y él sintió que se sonrojaba, otra vez, por aquel gesto tan amable de pedirle permiso.

Junsu asintió haciéndose el importante. Yoochun le agradeció con una sonrisa y agradeciendo por el desayuno a su eomeoni salió del comedor rumbo a la alcoba de su prometido.

- No te será tan difícil, hijo mío; Yoochun es un chico encantador… - su madre le sonrió radiante, pinchándole cariñosamente una mejilla y continuando sus labores.

………………………………

Antes de entrar a la escuela Junsu le recordó a Yoochun que no debía mencionar nada, nadita de que estuvieran comprometidos. El pelinegro simplemente se encogió de hombros y entró primero al instituto.

Durante el primer receso entre clases…

- ¡Park Yoochun! ¡Eres un idiota!... – chilló histérico al tiempo que se lanzó sobre el pelinegro pues le acaba de escuchar afirmar a una chiquilla que, efectivamente, era el novio y prometido de Kim Junsu…

………………………………

- ¡Te advertí que no dijeras nada, ratón idiota!... – gimoteó desesperado. Claro que, luego de haberlo arrastrado a un área solitaria del patio en el instituto. No quería hacer de dominio público aquello.

- Lo que yo entendí fue que me estabas prohibiendo divulgar por cuenta propia que estamos comprometidos, pero no dijiste nada acerca de ser maleducado e ignorar una simple e inocente pregunta… - argumentó… - ¿Y por qué me dices ratón?

- ¡Por frentudo! ¡Ratón tonto! ¡Ahora todos dirán que soy gay por tu culpa!... – chilló al borde de la histeria.

- ¡Sí! ¡Al fin lo has admitido!... – y no, por supuesto que ése grito no salió de labios del pelinegro…

Junsu se tensó involuntariamente al oírlo. Lo que le faltaba, que Jaejoong hyung (el chico más hermoso del instituto al que todos aman y por el que esos mismos todos, siguen debatiendo su orientación sexual. Las chicas quieren que sea su hombre-varón-macho, y los chicos quieren que sea SU hombre. No necesitamos explicarlo, ¿verdad? Y sin embargo todos ellos tendrían que aguantarse y seguir soñando, porque tal belleza tiene dueño) se hubiera enterado en segundos y corriera hacía él abrazándole cual madre emocionada al que su hija le presentará su primer novio.

- Sabía yo que todo lo mono y lindo y tierno que eres no se debía solo a tu aura angelical… - el mayor exclamó feliz restregando su mejilla contra la del rubio.

- No es lo que estás pensando, hyung… - Junsu trataba de sacárselo de encima pero el chico de sedoso cabello castaño cobrizo se resistía, cual madre que quiere seguir apapachando a su bebé. Y por supuesto, no es que a Junsu no le guste ser mimado ¡Si le encanta y es un chiqueado! Pero la situación no lo ameritaba y él estaba con los nervios de punta.

 Entonces, Yoochun carraspeó…

Y volvió a carraspear… una, dos, tres, cuatro veces…

- ¡Suelta a mi novio! – exigió con voz controlada. Ronca, varonil… y definitivamente celosa.

- ¡Kyaa! ¡Eres como mi Yunnie!... – el pelicobrizo soltó al menor y se paró delante del pelinegro con expresión analítica. Repasó al chico de arriba abajo… - ¡Te castraré si le haces daño a Junsu!... – amenazó señalándolo acusadoramente con un dedo.

Park sintió un escalofrío. Este chico realmente imponía cierto respeto. Pero de todos modos no serenó su expresión seria de ceño fruncido producto de los celos.

Por unos momentos el rubio se había quedado mirando la escena. Luego se concentró en Yoochun. El pensamiento de “es realmente guapo” cruzó su mente, pero inmediatamente lo mandó lejos y volvió a su berrinche. Ejem, ejem, su protesta justificada de defender su heterosexualidad.

- ¡No he admitido nada! ¡Y tú no andes divulgando nada de nosotros!... – espetó, primero a Jaejoong, luego a Yoochun. Irremediablemente su rostro iba colorado. Pelicobrizo y pelinegro lo miraron a la vez y él sintió como si hubiera alguna especie de letrero delatador en su cara.

- No divulgar… - Yoochun asintió…

- Eso significa que sí son prometidos… - Jaejoong sonrió divertido, como si hubiera sorprendido al menor en una travesura. O algo por el estilo.

- ¡No es que yo quiera!... Es un compromiso que acordaron nuestros padres… - murmuró avergonzado… - ¡Pero todavía no pienso casarme contigo!... – chilló entre avergonzado y molesto.

- Y yo ya te dije que pienso conquistarte… - el pelinegro dijo seriamente, tranquilo y con voz varonil.

- ¡No digas ése tipo de cosas! >///<

- ¿Por qué no?

- Porque… ¡Porque no y ya!

- ¿Y cómo te llamas?... – el pelicobrizo interrumpió la rabieta del menor…

- Park Yoochun…

- Pues mucho gusto, soy Kim Jaejoong… - estrecharon las manos y entonces el rubio refunfuñó molesto. ¡Lo están ignorando!... – hablaba en serio hace rato, te castro si…

- No lo abraces tanto, soy muy celoso y aunque Junsu ah todavía no me acepte, para mí es mi novio y no me gusta que otros u otras se le acerquen con tanta confianza… - el pelinegro soltó de corrido luego de haber cortado de tajo la advertencia del pelicobrizo…

- Lo dicho, eres igualito que mi Yunnie… - el pelicobrizo sonrió. Este tipo le capia bien, se notaba que la personalidad hiperactiva y berrinchuda de Junsu ya lo había atrapado.

- ¿Y ése quién es?

- Mi “amigo” *-*…

- Ah…

- ¡Vamos a clases ya!... – el rubio dio media vuelta con la trompa parada en un adorable puchero que el pelinegro hubiera querido besar.

- Lo has puesto de humor pesadito… - Jaejoong le dijo a Yoochun, a lo que el pelinegro simplemente se encogió de hombros.

No es su culpa que Junsu reniegue y reniegue como si las cosas pudieran cambiarse así nada más –lo cual de hecho se podía pero no le daba la gana hacer ;D–. Además, no le estaba dando siquiera la oportunidad de acercarse, pataleaba y le gritaba sin miramientos por todo. Y aún así…

- Me gusta totalmente… - susurró para sí mientras camina un metro detrás y le observa andar apresurado sin que se vaya lo colorado de su rostro.

Jaejoong sonrió y se despidió de él en el pasillo. Su aula queda en el siguiente piso y ya había escuchado a Yunho preguntando a sus compañeros por él.

………………………………

Como era de esperarse el chisme-rumor-verdad se había divulgado por la escuela en cuestión de días. Junsu ya ni quería ir porque le daba vergüenza que lo miraran –porque Yoochun siempre llegaba con él caminando a su lado en silencio o bien preguntando cualquier estupidez (según el rubio)– y susurraran cosas como “Ahí van los futuros esposos”, “Que desperdicio, tan guapos que son”, “¿En serio? solo un tonto se traga eso de compromiso arreglado”, “Siempre pensé que se veía rarito”, “Es tan lindo que no me extraña”, “Por mí que hagan lo que quieran pero que me inviten a un trío con ellos”…

- ¡Un trío, Yoochun!... – chilló escandalizado cuando arrastró al pelinegro a un aula vacía… - y he escuchado cosas peores X.x

- Nunca en la vida consentiría un trío, ¿Ya te olvidaste que soy celoso?... – el pelinegro gruñó.

- ¡No quiero hacer trío, ratón tonto!... – exclamó aún más escandalizado… - estoy quejándome de la cantidad de tonterías que la gente dice. ¡Tampoco es que quiera hacer nada contigo!

- No los escuches… - el pelinegro obvió la solución e ignoró su último comentario…

- Como si fuera tan fácil… - refunfuñó…

- Sólo ignóralos…

- YA te dije que no es fácil…

- Porque le das demasiada importancia a lo que dicen los demás. Tienes que ser un poco más como Jaejoong y Yunho, hasta el ChangMin ése que tiene humor de pulgas es empalagoso con su novio Hayami cuando quiere, aunque luego gruña y niegue todos los hechos…

- Ellos no están comprometidos por culpa de sus padres locos…

- Pero de todas formas están saliendo…

- ChangMin es un promiscuo. Y que Jaejoong hyung y Yunho hyung se agarren la mano y se abrecen no quiere decir que…

- También se besan… - el pelinegro cortó…

- Pe…pero… hay quienes lo hacen solo por curiosidad, ¡Y mis hyungs son muy curiosos! >//<

- Ya lo creo… - el pelinegro sonrió divertido. Tal como ve que Jaejoong y Yunho se tratan, es probable que hasta tengan relaciones sexuales… - ¿Tú no tienes curiosidad?

- ¿Qué?... ¡Qué! ¡Claro que no!... – chilló avergonzado. Pero no tan histérico como días antes. Yoochun piensa que finalmente Junsu le está aceptando. Incluso ahora le permite dormir en su habitación. En un futón en el suelo, pero en el mismo espacio al fin y al cabo.

- Beso muy bien, eh… - el pelinegro alardeó…

- ¿Eso significa que has besado a muchas?... – el rubio preguntó sin saber porqué de pronto le salía más baja la voz y se le revolvían las tripas. No podían ser… celos… ¿O sí?

- Tal vez solo nací sabiendo besar… - el pelinegro encogió los hombros restándole importancia a la pregunta.

- No se nace sabiendo besar, ratón idiota… - el menor ladeó el rostro intentando ocultar su ceño fruncido. Él lo sabe, está celoso por otro chico. Por Yoochun. Quien al parecer ha besado mucho y es su prometido…

- ¿Nunca has besado?

- No te importa…

- Eres mi prometido…

- ¿Y qué?

- Me importa todo acerca de ti…

- Claro, pero se te olvidaba cuando ibas besando a chicas, ¿verdad?... – espetó ciertamente celoso. No, no, solo enfadado. ¡Él no tiene porqué sentir celos!

- Yo no he dicho que haya besado chicas, tú lo estás asumiendo…

- Si me dices que eres muy bueno besando, qué otra cosa debería asumir… - se cruzó de brazos con gesto infantil…

- Que soy la excepción y nací sabiendo… - el pelinegro sonrió. Ver a Junsu celoso era… un gran paso.

- ¿Y cómo sabes que eres bueno si nunca has besado?

- Porque… - lo jaló acercándolo a él de un tirón, tomándolo por sorpresa pero afianzando su cintura para impedirle huir… - cuando te bese vas a quedar sorprendido de lo bien que lo hago.

Yoochun sonrió sin atisbo de broma. La profunda mirada lo absorbió como nunca antes le había sucedido con ninguna persona. Junsu se sonrojó involuntariamente y pestañeó varias veces incapaz de sostenerle la mirada al pelinegro.

- ¿Y quién dijo que quiero mi primer beso contigo?... – murmuró avergonzado, bajando la mirada pero sin hacer realmente nada por liberarse del (cálido) abrazo.

- Pues no veo con quién más deberías tenerlo… - musitó con tono celoso, apretándole un poco más contra sí que sus cuerpos quedaron totalmente pegados y una oleada de calor bochornoso les subió hasta las mejillas.

- Yo… - levantó la mirada con la intención de conectarla de nuevo con la de su prometido pero en el trayecto sus ojos toparon primero con los gruesos labios del pelinegro. Tragó hondo y titubeó intercalando la mirada entre los ojos negros y su boca sexy… - ¡Maldición! ¡Estoy pensando que tiene labios sexys!... – un pensó y un sonrojo intenso se apoderó de sus mejillas.

- Te prometo que no te dolerá… - el pelinegro sonrió entre bromista y provocativo.

- ¡Cállate! Ratón tonto… - inconscientemente formó un puchero y el pelinegro tuvo que morderse los labios para no besarle así sin más.

- De verdad quiero besarte, Junsu ah… - susurró con voz ronca pero nervioso.

- Yo… ok, ¡Solo esta vez!... – el rubio aceptó, colorado hasta las orejas, nervioso y temblando misma imitación de gelatina.

Yoochun sonrió aún más y notó la forma tan apresurada con que su corazón comenzó a latir ante la expectativa de finalmente tener aquel tipo de acercamiento con su prometido. Junsu evadió una, dos y tres veces la mirada antes de que el pelinegro la retuviera sujetando su mentón y obligándole a quedarse quieto también. ¡Si no cómo le besa!

- No soy gay… - Junsu susurró dejándose hipnotizar por los ojos negros de su prometido…

- Tampoco yo… - Yoochun se acercaba, despacio, así de paso se grababa en la memoria el hermoso rostro del rubio sonrojado y calladito.

Se rozarían en cualquier momento. Yoochun podía sentir sus alientos mezclarse y el estómago le burbujeaba de emoción. ¡Se sentía como colegiala!

- ¡Espera!... – justo ahí, cuando un estúpido milímetro debía separarles del inminente contacto, el rubio chilló separándose abruptamente del abrazo. A Yoochun le dio un tic nervioso en el ojo… - Necesito mentalizarme… - murmuró para sí, caminando de un lado a otro delante del pelinegro. Respirando profundamente, inhalando-exhalando.

- Junsu… - el pelinegro le llamó con impaciencia…

- ¡No presiones! ¡Es mi primer beso y encima contigo! >//<

- Solo es un beso, ¡no vamos a tener relaciones!

- ¡Ya lo sé! ¡Y no hables de sexo ahora, me da más vergüenza!

Se miraron unos segundos y luego Junsu volvió a acercarse. Yoochun estaba recargado en el escritorio del aula vacía en el que estaban “matando” el tiempo antes de la siguiente clase. La postura del pelinegro le parecía demasiado… ehm, cómo decirlo… bueno, Junsu pensaba que de algún modo era morbosa y se aprovecharía para luego hacerle quién sabe qué cantidad de cosas. Así que tuvo la solución idónea. Se acercó dejando suficiente espacio entre los dos y colocó sus manos en los hombros de su prometido…

- Cierra los ojos… - ordenó…

- ¿Para qué?... – el pelinegro enarcó una ceja. ¿Tanto lío solo por un beso?

- ¡Sino lo haces nos olvidamos de esto y punto!

- De todas formas vas a ir abajo después… - refunfuñó pero obedientemente cerró los ojos.

- ¿Ir abajo? ¿De qué demonios estás hablando?

- Shh, el beso, Susu ah…

- Ya, ya voy… - soltó el aire contenido inconscientemente y observó a su prometido para “cerciorarse” de que tuviera los ojos cerrados… - ¡Ah! Mi corazón late muy rápido *^* creo que voy a enfermar o a morir de algo por besar a éste ratón tonto… - pensó en tanto es él quien va inclinando el cuerpo incapaz de cerrar los ojos, temblando de purititos nervios.

Yoochun sintió el aliento de Junsu golpearle la cara. Ésa fue señal suficiente para saber que estaba cerca, lo necesario para atraparle de nuevo por la cintura con una mano y en un movimiento inesperado para el rubio, sujetarle la nuca con la otra y topar de aquel modo sus labios. El rubio abrió los ojos de par en par ante el inminente contacto, pero luego de que el pelinegro moviera su boca contra la suya y él se diera cuenta de lo suave y tibio que se sentía aquel contacto, simplemente se rindió. Cerró los ojos y se dejó hacer. Los labios de Yoochun encajaban de algún modo con perfección, ¡Y se habían despertado miles de mariposas en su estómago!

Sin darse cuenta, Junsu terminó por rodear con sus brazos el cuello de Yoochun acercándose un poco más, disfrutando de ese beso que le sabía a dulce con menta, o algo de eso. ¡Pero era exquisito! Después de algún tiempo en que sus labios fueron probados y lamidos insistentemente por el pelinegro, el rubio liberó un jadeo-gemido de sorpresa, emoción, contentura y un montón de cosas más que sentía en aquel momento… ah sí, momento que Yoochun aprovechó para colar su lengua entre sus labios y pasar dentro, encontrándose con la suya y haciéndole cosas que le avergonzaron –y gustaron– de sobremanera. ¡Pero el aliento se le iba muy rápido así! ¡Necesitaba respirar!

- ¡Ah! ¿Qué pretendes, matarme de asfixia?... – chilló avergonzado (para variar) cuando se separaron de aquel beso intenso.

- Yo sé que te encantó, Junsu ah… - el pelinegro ladeó el rostro sin dejar de mirarle. Se le veía realmente guapo ahí, sonriendo contento y con el tenue rubor apoderado de sus mejillas… - ¿Verdad que soy muy bueno besando?

- Pues es mi primer beso, cómo voy a saber, supongo que el primero siempre se siente bien… - el rubio respondió mirando para otro lado. Pero al segundo su mentón fue sujetado de nuevo y su rostro girado. Su boca fue besada de nuevo por la de su prometido hasta que el aliento los obligó a separarse.

- ¿Y ahora?

- ¡Pretendías violarme la boca con tu lengua! >///<

- Fue un beso apasionado solamente, no hagas tanto escándalo que todos terminarán enterándose de dónde estamos. Y entonces Yunho y Jaejoong aparecerán con ese raro complejo de padres sobreprotectores, o peor aún, vendrá ChangMin a intentar explicarte algunas cosas del Kamasutra…

- >/////< ¡No digas esas cosas tan vergonzosas, ratón pervertido!

- Pero así te gusto… porque te gusto, ¿verdad, Junsu?... – el pelinegro preguntó. Y Junsu pudo ver en su mirada que realmente quería una respuesta a eso.

- Bueno… sí, un poco tal vez… ¡Pero no soy gay y sigo negándome a casarme cont…!

Yoochun pensó que besarle para que se callara cuando está en pleno berrinche era realmente productivo, exquisito y dulce. Y Junsu solía rendirse y abrazarle, enredar sus dedos en sus cabellos y dejarse hacer. Sí, iba por buen camino…

¿FIN?

Esto había empezado con Maki en uno de esos días de simpleza *casi diario xD* y luego lo empecé a subir en face pero xD me da weba subir todo again, so lo publico acá y ps nada si se me viene alguna otra idea pues maybe lo continúe ;D

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