ASÍ TE EXTRAÑO

Título: ASÍ TE EXTRAÑO
Autora: Felina
Pareja: YooSu
Género: Romance
Advertencia: Lemon

**ASÍ TE EXTRAÑO**

Los segundos y las horas iban lentas sin él a su lado, le extrañaba horrores en todos esos días en que no podía verle y que además tenía que hacerse a la idea de que estaba con aquella chica que se había ganado su desprecio por el solo hecho de tenerle en aquellos momentos en que él más sentía que le merecía... es que Yoochun era su novio, y ni siquiera para su cumpleaños habían podido pasarla juntos... juntos como esos años atrás en que una cena romántica o una velada en la intimidad conformaron sus más grandes momentos para recordar... ahora, no había modo de que se sintiera alegre, tenía que sonreír ante los demás aunque por dentro solo pudiera sentirse solo y esperara el instante en que su móvil vibrara por una llamada o un mensaje de su novio... Junsu suspiró por millónesima vez esa tarde...

No podía concentrarse y el segundero del reloj parecía reírse de su mala fortuna llendo cada vez más lento... tenía la impresión de que el destino se burlaba de su amor y le retaba a sobrevivir sin su querido novio... había sido él quien le llamara hace un par de días para desearle feliz cumpleaños... a cambio solo había recibido un gracias apurado que le hizo sentir decepcionado... las voces que había escuchado a través de la línea telefónica solo le habían dejado un sabor de boca amargo y un vacío en el estómago que le hizo sentir miserable y triste... Yoochun no había sonado ni emocionado ni demasiado interesado en su llamada... se preguntó, si es que su novio no le estará olvidando por culpa de ese dorama y aquella chica de la que ni siquiera quiere recordar su nombre, pero que le hacía sentir débil y vulnerable como le hiciera sentir aquella chica del primer drama que su novio grabara varios años atrás... tenía la misma sensación de angustia y temor... esa sensación que se acrecentaba cada día como lo hace la lava ardiente en un volcán por hacer erupción...

Junsu no escuchaba a todas esas personas a su alrededor, su mirada estaba perdida y su corazón latía despacio... casi parecía que la misma respiración le podría faltar si seguía sintiéndose así...

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Yoochun sonrió amable a esas personas de staff que le felicitaban por su trabajo del día... tomó asiento en aquel camerino en donde por fin podía respirar algo de tranquilidad... tomó su móvil y fue directo a marcar a su novio, apenas iba a pulsar el marcado cuando alguien llamó a la puerta... su compañera protagonista del dorama que estaba grabando... amablemente le permitió el acceso y se sumió en una charla que no le interesaba por demasiado tiempo como para intentar llamar a su novio una vez más, volvió a las grabaciones y luego la medianoche ya había caído en la ciudad...

Añoraba tanto volver al departamento que antes compartiera con Junsu y Jaejoong... por supuesto, a quien extrañaba más que a nadie era su novio, quería estrecharle entre sus brazos y besarle despacio mientras le susurra un "he vuelto, baby" que sabe coloca aquellos preciosos sonrojos...

Sonrojos atisbados de ternura e inocencia en ese Junsu que le sonríe con la mirada y se aferra a sus hombros deseando más de aquellos besos que ambos adoran compartir... y suspiró consciente de que una noche más tendrá que dormir en una habitación de hotel, en aquella cama que se siente fría y demasiado grande para él solo... sale al balcón y asoma la mirada por la ventana hacia el oscuro cielo de la noche, las estrellas que titilan le recuerdan la brillante sonrisa de Junsu y sonríe inconscientemente al pensar en ello, cierra los ojos y evoca una imagen de su adorado ángel... le extraña... tanto que sería capaz de tomar el auto a esa hora y conducir a su lado tan solo para verle y hacerle el amor...

Tomar de su boca el aliento que necesita para seguir adelante, de su cuerpo el calor para no sentirse solo, de sus miradas la alegría para despertar y de sus caricias la motivación para no ceder a la monotonía del trabajo.

Guiado por aquella necesidad, el pelinegro no duda en salir disparado hacia el estacionamiento y conducir su auto a toda velocidad por más de una hora hasta...

El departamento aquel donde sabe Junsu debe estar durmiendo... Toma aire y trata de controlar los latidos de su corazón cuando llama a su móvil esperando que le conteste... la llamada le manda a buzón la primera vez pero insiste una segunda... y una tercera, hasta que la voz soñolienta de su novio le responde al otro lado...

- Su, baby, ¿me abres?... - el pelinegro sonríe como si pudiera verle... sabiendo de sobra que las pupilas de su novio se dilataron con sorpresa...

-¿a...abrirte?... Chunnie, ¿estás aquí?... - el castaño se sentó en su cama apartando las cobijas y parándose caminando hasta la ventana para asomarse y buscar con su mirada el auto de su novio...

- y hace fresco, Susu ah, ábreme baby... - y casi a la velocidad del sonido, Junsu había colgado, corrido escaleras abajo hasta la entrada del edificio para abrirle a su novio y lanzarse a sus brazos demasiado emocionado de tenerle después de más de dos semanas de no verle...

-Chunie, estás aquí... - el delfín se aferró a su cuerpo sonriendo contra su cuello con esas lágrimas de contentura crispadas en sus pestañas...

- estoy baby... - besó su cuello sintiéndole estremecerse y sonrió feliz... - vamos arriba, donde pueda besarte como tanto quiero hacer...

Junsu se sonrojó pero sonrió contento, entrelazaron sus dedos y corrieron de vuelta al departamento del castaño, apenas la puerta se cerró las palabras prácticamente sobraron cuando sus bocas se buscaron uniéndose en aquel anhelado beso que les hace sentir vivos otra vez, ese que diluye los temores de Junsu, el mismo que calma la ansiedad de Yoochun...

Besos que uno tras otra se van entregando lentamente con dulzura... caricias que comienzan a caer entre suspiros y miradas tiernas, entre susurros de palabras cariñosas que expresan el sentimiento profundo instalado en el corazón... Luego de un rato entre besos y caricias, las prendas comienzan a caer camino a la habitación siendo desperdigadas en el suelo, tiemblan y suspiran al contacto de sus desnudas pieles y sonríen entre besos más confiados...

Cayendo entre aquellas cobijas que antes Junsu abriera, desordenándolas algo más conforme sus cuerpos buscan aquel acople perfecto y las caricias aumentan de nivel de acuerdo al calor y la excitación... y se aferran al cuerpo del otro explorando con calma aquellos recovecos que se saben de memoria, jadeando y gimiendo quedito respondiendo a las caricias y al amor profesado... Yoochun se siente desfallecer de amor cuando su novio le estimula, cuando besa su torso y succiona su virilidad con aquella pericia que le arranca los gemidos más roncos... Junsu cree que puede morir de amor cuando es su turno de recibir todas aquellas atenciones que le hacen sentir un poquito más especial... y susurran sus nombres en un exquisito gemido cuando se unen y sienten aquel calor quemante correrles por las venas...

Junsu aferra sus piernas a las caderas de Yoochun y recibe con gusto aquellas embestidas que apasionadas no dejan de estar revestidas de dulzura, esas que poco a poco le hacen perder la cordura a ambos, porque el pelinegro sabe que no hay sensación más maravillosa que ese roce constante de las paredes estrechas de la intimidad de su novio presionando su erección... y bailan juntos en esa danza que también se saben de memoria pero que a pesar de todo cada vez es diferente... esa danza de amor en la que cada vez se entregan otro trozo de corazón... de su alma... y envueltos en aquel calor embriagador se pierden en el placer de su entrega hasta alcanzar el orgasmo y liberar en un gemido que retumba en la alcoba la palabra más hermosa que conocen... el nombre del otro...

- Te Amo, Junsu ah... - y es el pelinegro el primero en susurrar aquellas dos palabras que no se cansa de decirle día con día apenas tiene oportunidad... le aparta los mechones sudados de la frente y saliendo despacio de su interior besa suavemente sus hinchados y rojizos labios...

- Chunnie, Te Amo... - corresponde dejándose envolver por aquel abrazo que cálido le hace sentir vivo nuevamente... y quiere no pensar en que en unos minutos más tendrá que verle partir sin saber cuándo es que volverá a tenerle entre sus brazos o podrán hacer el amor...

Y es cuando ambos en silencio maldicen el no poder declarar su amor a los cuatro vientos y tener que trabajar en situaciones que no son del todo de su agrado... pero seguros también, de que siempre podrán encontrar el momento de amarse en la intimidad....



*FIN*