UNFADE

Título: UNFADE
Autora: Felina
Pareja: YooSu
Género: Romance

**UNFADE**

A Kim Junsu había una cosa que le gustaba casi por sobre todo lo demás: el baile. Le fascinaba esa sensación de libertad que mover su cuerpo al compás de la música le dejaba. Esa alegría sinigual que se apoderaba de su cuerpo y la sonrisa que al instante se curvaba deliciosa en sus labios rosa. El chico de cabellos castaños se dejó caer en la duela de aquella Sala de baile completamente exhausto pero feliz, el sudor que corría por el contorno de su rostro y resbalaba por sus mejillas era solo una pequeña muestra de todo aquel que había empapado ya su cuello y las ropas. La banda en la frente era un alivio porque la verdad era que el sudor simpre le daba comezón y se colaba en sus ojos, sonrió al darse cuenta de lo tonto que podía sonar aquello y se recostó totalmente sobre la duela…

Estaba solo y le agradaba esa sensación… las luces encendidas de la sala y aún música de aquellos ritmos que tanto le gustaban seguían sonando de fondo con volumen más bajo… su respiración se iba recuperando lentamente y él seguía pensando en que esa felicidad solo la sentía con igual intensidad (o quizá un poco más) a lado de una persona.

Él quien le hacía sentir especial y relajado, quien le seguía la corriente en todas sus locas ideas y bromas, quien sonreía con él pero nunca se reía de él, quien le tendía la mano cuando tropezaba y le animaba cuando llegaba a notar sus pupilas opacas (porque aún en sus momentos más triste, Junsu siempre sonreía)… él… su mejor amigo Yoochun, quien parecía conocerla en todas sus facetas y estaba listo para darle de sí lo que necesitaba…

Aunque ello no implicara que leyera en el ritmo de su corazón alocado el sentimiento que desenfrenado latía precipitado contra su pecho… ése mismo sentimiento que le hacía sentir mariposas en el estómago, aquel calor aleteante que le hacía sonreír algo bobo y que teñía de ligero carmesí sus redondas mejillas cuando su amigo más cerca se encontraba o por casualidades o en juego tomaba su mano o rozaba alguna parte de su cuerpo…

Yoochun era un chico atractivo y sensual al natural, Junsu lo sabía, y era por ello que no se hacía demasiadas ilusiones ante la personalidad de su amigo. Aunque más de una ocasión sus aventuras juntos le llevaran al mundo de Morfeo haciéndole soñar aquellos hermosos momentos en que el chico de cabellos azabaches correspondía su amor y entrelazaba sus dedos con auténtico cariño de enamorados…

- waaa… - el castaño suspiró estirándose sobre la duela… - que lindo es estar así… - murmuró mientras se incorporaba quedando sentado… sonreía limpiamente y sus mejillas habían tomado aquel suave carmesí que teñía el color del amor…

Se levantó y se fue directo a la ducha. Algunos minutos después salió con bolso en mano y cambiado, aún sonreía y pensaba en que esa noche aprovecharía la convivencia para disfrutar algo más de la compañía de Yoochun. Sus amigos habían preparado una fiesta con otros compañeros de la Universidad y él había sido invitado. Estaba por supuesto emocionado.

Caminó hasta su casa y apenas si dejó sus cosas cuando ya salía de nueva cuenta hasta el lugar aquel en el Centro donde habían quedado él y el pelinegro de reunirse. Llegó puntual como siempre y se sentó en una banca a esperar. Parejas comenzaron a pasar tomados de la mano mientras dan un paseo a la luz de la luna y los faroles del Parque. Pensó que era romántico pero que a fin de cuentas nunca podría experimentar una caminata así, no solo porque duda que Yoochun corresponda sus sentimientos; sino porque, siendo chico, una relación homosexual siempre es criticada y estigmatizada. No podría de ninguna manera disfrutar un noviazgo como cualquier pareja heterosexual.

- ¿qué tanto piensas?... – el pelinegro llegó y le vio muy metido en sus pensamientos, así que sonriendo suavemente simplemente se había sentado a su lado…

- ¿es lindo el amor, verdad? Aún cuando no puedas vivirlo en su máxima expresión, ¿sentirlo es suficiente, no crees?...

Yoochun pudo darse cuenta por el tono soñador revestido de melancolía, de que Junsu estaba enamorado… y que no era correspondido. Se acomodó mejor sobre la banca y posando su mano en el muslo del castaño en muestra de apoyo, sonrió para él y asintió sin ser capaz de responder con palabras lo que su amigo cuestionara. No estaba seguro de darle en ese momento el aliento suficiente porque no compartía del todo su opinión.

Sentirlo no podía ser suficiente.
Compartirlo debía ser mejor.

- bueno, vamos ya entonces… - recobrando algo de jovialidad, el castaño se puso de pie y espabiló toda sensación amarga mostrando esa amplia sonrisa y aquel brillo en sus pupilas que sin embargo no ocultaba a ojos del pelinegro lo que en verdad trataba de esconder…

- vamos… - aún así, le sonrió y caminaron juntos hasta el metro para ir hasta la concurrida fiesta que estaba con un ambiente espléndido y les atrajo al instante en su diversión.

Luego de un rato charlando con los amigos y tomando (el pelinegro cerveza y el castaño soda) Junsu se perdió en la improvisada pista de baile cuando sonó una de sus canciones favoritas de R&B, su cuerpo comenzó a moverse casi por instinto y las miradas de las chicas ahí presentes fueron hasta él. Yoochun frunció el ceño… nunca le ha gustado que miren a su amigo con cierta lascivia cuando sus movimientos van más allá de querer llamar la atención… amar bailar… y terminó molestándose cuando vio a un grupito de tres sonreír bobamente por lo bajo insinuando acercarse para bailar con el castaño… en esa clase de baile provocador que el pelinegro sabe significa una invitación descarada.

Dejó el tarro de cerveza con cierta brusquedad sobre la mesa y fue hasta donde su amigo… Junsu sonreía feliz a ojos cerrados disfrutando de su baile… Yoochun le tomó una mano haciéndole sobresaltarse, pero al instante el castaño sonrió moviéndose sin parar invitando a su amigo a disfrutar como él sabía quería…

- vamos, es tarde y prometí a tus padres que llegarías temprano… - pero el pelinegro en ese instante solo sentía celos…

Un ardor en el estómago que le hizo volver al momento ese en que unas horas antes su amigo mencionara algo sobre el amor, en que le viera triste por amar sin ser correspondido… temiendo que de un momento a otro una chica llegara a arrebatarle a su mejor amigo… a la única persona en el mundo que le hacía sentir tan especial y feliz.

- vale… - el castaño ni siquiera respingó, vio su reloj de muñeca y aceptó que era un poco tarde ya… no quería dar motivo a sus padres de molestarse con él, respetaba las reglas de su hogar… además… Yoochun se iba con él. Sonrió contento con las mejillas sonrojadas y caminó detrás de su amigo a la salida.

Las despedidas de sus amigos y de los conocidos fue lenta, casi paso a paso; muchos de ellos invitándoles a quedarse un poco más… el pelinegro terminó tomando la muñeca de su amigo para llevarle fuera antes de que alguien pudiera convencerles. Una vez salieron tenían que caminar un par de calles hasta la central de taxis. Yoochun no soltó su mano y él se sentía emocionado.

Por primera vez en mucho tiempo sentía que sembraba una ilusión…

- Junsu… - el pelinegro le llamó sin dejar de andar, sintiendo ese aire fresco golpearle el rostro… esa cálida piel en torno a su palma… y sin querer evitarlo, deslizó su mano de la muñeca hasta entralazarla con la del castaño sin que este opusiera resistencia…

- Yoochun… - el castaño sonrió medio divertido al solo pronunciar sus nombres… el pelinegro le regresó la sonrisa…

- sabes… creo que… es mejor cuando el amor que sientes por alguien te hes devuelto… - susurró de pronto sintiendo sus mejillas tomar un poco de calor… la mano entre la suya tembló… - creo que enamorarse es más lindo cuando ese alguien también se enamora de ti…

- ¿y si no puede ser así?... – el castaño dejó de caminar… el pelinegro tuvo que hacerlo también… bajó la mirada avergonzado no queriendo tener que confesarle sus sentimientos…

Era feliz teniéndole por lo menos como amigo…
Casi tan feliz como cuando bailaba sin preocupación alguna…

- ¿porqué no habría de…? – el pelinegro suspiró y le vio de soslayo… el perfil pensativo y casi melancólico de su amigo no le agradó… - Junsu… ¿te gusta una chica?... – el castaño le miró inquieto… y efusivamente negó con la cabeza mordiendo su labio inferior… - ¿un chico…?

- ¿porqué me preguntas ahora, Chun?... – el castaño soltó su mano recargándose en el muro de una casa en esa acera… el silencio de la medianoche no era sepulcral pero definitivamente daba privacidad y cierto aire romántico que no quería dejar se colara en sus pensamientos…

- porque… Junsu… quiero verte feliz… y quiero ser feliz también… solo trato de saber si la felicidad que ambos deseamos podemos encontrarla el uno con el otro… - el castaño le miró confundido… sintiendo su respiración alterada y los latidos de su corazón bailar con agitación… - me gustas, Junsu…

Y aquellas sencillas palabras cambiando todo el concepto del amor y la conformidad… de la felicidad misma…

- tú… tú también me gustas, Chunnie… - el castaño amplió una sonrisa al tiempo que sentía sus mejillas arder y el pelinegro se acercaba a él con aquella sonrisa sexy y boba que le tenía tonto… - ¿bailas conmigo para siempre, Chunnie?

- debería haber sido yo quien se declarara… - sonrió pensando en que le había ganado la oportunidad de pedirle formalizar su relación… el castaño se sonrojó más… - baiemos para siempre, Susu… - le abrazó por la cintura atrayéndole a su cuerpo en tanto las manos del castaño van a su cuello y sus miradas se prenden la una de la otra…

Y no es necesario murmurar aquel Te Amo que brilla en sus pupilas y es transmitido con creces con ese dulce y pausado beso que no dudan en entregarse a la luz de aquel farol viejo que parpadea dejando entonces que la luz de la luna sea quien tiña sus cuerpos abrazados en un tierno beso de amor…

Porque son las oportunidades que no se buscan ni esperan, las que debemos tomar al instante y acoger en nuestros corazones para que dance en libertad de amar…

*FIN*