Capítulo 1. 2min shinee *O*

ADVERTENCIA: Lemon


Capítulo 1: Las consecuencias de un Hechizo…

*****

A pesar de no ser formalmente novios, la relación entre TaeMin y MinHo había cambiado radicalmente… era como si resultara innecesario nombrar ese sentimiento tan hermoso que a pesar de todo compartían y que no necesitaba siquiera palabras adornadas… les bastaban los besos y ese tomarse de las manos que les llevaba a sentirse tan unidos…

Pero nada estaba dentro de los propios planes de sus amigos, como no lo estaba en ellos mismos, cuando esa noche una sensación inquebrantable les motivaba a compartir más que besos o miradas… caricias que necesitaban ser entregadas…

Y es que aquel deseo que sentían el uno por el otro era por demás irrefutable, las hormonas de la edad y la represión a la que por tanto tiempo fuera sometido ese profundo sentimiento, le hacía nacer ahora con creces y parecía no dar cabida a la mínima porción de racionalidad… no cuando eran sus corazones los que acelerados palpitaban emocionados contra sus pechos y sus miradas conectadas se sonreían en silencio en tanto sus bocas se unían en un beso más…

La fiesta había sido divertida, pero ninguno tomó en consideración (como la mayoría de los adolescentes no lo hace) que un par de bebidas les elevara tanto el calor coloreando sus mejillas de un brillante carmesí… ni mucho menos pudieron tener en cuenta que compartir a medianoche un beso les llevaría a salir de aquella convivencia que también estaba por culminar y terminar en una habitación de hotel que por siempre guardaría entre sus cuatro paredes tan hermoso secreto…

La primera vez…

Que si bien no era llevada a cabo con aquella magnificencia del romanticismo etéreo ni tenía de fondo la mejor de las planeaciones… a aquél primer encuentro en la intimidad tampoco podía llamársele simplemente sexo o experimentación…

Se hacían el amor…

…………………………………

Y poco importó que sus tres amigos hubieran partido a sus respectivas casas con un dejo de preocupación al no haberles visto partir ni saber si el hechizo que hubieran invocado los estuviera metiendo en problemas. JongHyun caminó a su casa con sus manos en los bolsillos y aquella expresión pensativa que dejaba al descubierto su más madura preocupación en todo el asunto desde que dos semanas atrás les vieran besarse por vez primera delante de ellos. Onew había subido al auto de su padre con esa seriedad marcada en su rostro que en ocasiones rayaba en la inexpresión, pero cuyos ojos oscuros delataban la preocupación que, sin previo acuerdo, compartía con su amigo.

Key por su lado, había subido a aquel taxi con una enorme sonrisa de oreja a oreja… para él la odisea de unir a TaeMin y MinHo había dado magníficos frutos, verles contentos comportándose como pareja, a los besos tiernos y la manita sudada le hacía sentir prácticamente orgulloso del hechizo que semanas atrás invocaran… y sin embargo, tras esa amplia sonrisa se ocultaba también un dejo de temor… JongHyun había tenido razón desde un principio en pensar que era una locura emplear la magia para unir a sus dos amigos, sin embargo… le había ganado ese lado suyo que buscaba la completa felicidad de todas las personas que a su alrededor son importantes…

- una simple palabra no puede traer consecuencias importantes, ¿cierto?... – murmuró mientras en su mente aparecía de nueva cuenta el hechizo que invocaran… de entre todas las palabras que conformaron el hechizo, solo una de ellas le había resultado completamente desconocida…

…………………………………

MinHo estaba semirecostado sobre TaeMin compartiendo uno más de esos dulces besos que llevaban minutos entregándose sobre aquella cama de sábanas limpias con un peculiar aroma a flores que se les había impregnado en el olfato. Las prendas superiores yacían en el piso y el calor de sus pieles al descubierto solo les tenía algo más hipnotizados dejando que el tacto de las manos del otro vaguen libremente por sus torsos y brazos, memorizando entre suspiros cada línea en su paso…

- eres… hermoso… - el mayor susurró mientras besaba con delicadeza el mentón del menor y sus labios descendían por su cuello una vez más…

- MinHo… - suspiró el castaño cobrizo con sus manos acariciando la espalda del más alto, sintiendo temblorcitos en su cuerpo conforme los labios del morocho continuaban su descenso hasta quedarse en su pecho reconociendo aquella virgen piel de sus pezones…

La lengua del mayor degustó con paciencia aquellos montecitos endurecidos bajo la tibieza humedad que iba dejando con sus caricias. Sus labios los tomaron una que otra vez notando que la respiración del menor se alteraba algo más y que de su boca escapaban aquellos jadeos que pronto se iban tornando algo más fuertes hasta dejar libres esos primeros gemidos bajitos que consiguieron una corriente eléctrica disparada por su columna vertebral y que irguió un poco más su entrepierna.

El calor, las hormonas (de ningún modo podría negarse la influencia de estas), los sonidos que salían de aquellos labios, su mirada aniñada, sus mejillas carmesí, sus lacios mechones cobrizos desordenados… su respiración agitada… el deseo… todo confabulaba para continuar… y MinHo no pudo menos que hacerlo…

Sus manos acariciaron lentamente el torso del menor antes de tomar sus pantalones y retirarlos gentilmente de su cuerpo, admirando embelesado el brillo de su piel ya expuesta a las perlas de sudor que aparecieron producto del calor y la excitación…

TaeMin revolvió las piernas sintiéndose de golpe completamente avergonzado a pesar de no estar totalmente desnudo frente al amor de su vida… su rostro se ruborizó hasta sus orejas, y MinHo no pudo menos que sentirse aún más enamorado y descender con una sonrisa cariñosa en su boca para besarle despacio mientras siente sus cuerpos más pegados y la sangre se irriga en una parte de su anatomía en específico por causa de ese nuevo contacto tanto más íntimo y atrevido. El roce de sus caderas friccionó sus entrepiernas y los jadeos se hicieron más pronunciados.

- tú… tú también… MinHo… - tartamudeó tímido mientras sus manos desabrochaban los jeans del mayor dándole a entender lo que quería… y es que de algún modo esperaba de aquella manera no sentirse tan expuesto…

- lo que me pidas, mi precioso TaeMin ah… - se incorporó lo suficiente para poder sacarse los pantalones, pero sin dejar de probar con cortos besos toda piel del cuerpo bajo el suyo…

Las mejillas de ambos no podía encenderse más en carmín, ni sus corazones ir más a prisa, o sus respiraciones agitarse más entre tanto calor y sensaciones nuevas que experimentadas con paciencia les estaba ofreciendo el recuerdo de una primera vez maravillosa, perfecta.

Que se sentían algo torpes no iban a negarlo, pero el hecho de saberse la primera vez del otro les daba suficiente confianza para seguir, para dejar que sus manos resbalaran otra vez por cada recoveco del cuerpo ajeno, que curiosamente pasaba a ser solo del otro pues se entregaban en cuerpo como se pertenecían de alma. Pronto la ropa interior de cada uno terminó junto al resto de las prendas en el suelo, sus cuerpos danzaban enredados entre las sábanas y los besos no cesaron como no lo hicieron las caricias que de a poco se habían atrevido a caer en la erección del otro.

MinHo fue el primero en tomar entre sus manos la entrepierna de TaeMin, le sintió arquearse bajo su cuerpo y esconder su rostro avergonzado contra su cuello abrazando su espalda y jadeando algo más descontrolado cuando comenzó a masajear de arriba abajo…

- ahh, Min…Ho… ahh… - el aliento caliente del menor golpeaba contra la sensible piel del cuello del mayor… y sus gemidos bajos encendieron más su entrepierna…

- Tae… TaeMin ah… tócame… - sintiendo que sonaba algo ansioso por el tacto del castaño cobrizo, el morocho pidió aquello mientras aumentaba tan solo un poco sus atenciones en la erección del menor…

TaeMin besó su cuello y llevó sus delicadas manos hasta la entrepierna de MinHo, estaba completamente erguida y caliente, y le sintió temblar apenas rozó con sus dedos la extensión sacándole un sonoro gemido. Tal vez le había hecho esperar demasiado.

Y así, entre besos y gemidos los movimientos de sus manos sobre la entrepierna del otro fue ganando ritmo y confianza hasta que fue el mayor quien le pidió parara pues sentía que se correría en cosa de instantes si le seguía estimulando… y él… él quería poseer del todo a su precioso pequeño…

El castaño cobrizo no dudó un segundo en aceptar aquellos dedos que tímidamente fueron dirigidos a su boca, los lamió con paciencia intentando ser por lo menos un poco más sensual y no solo el adolescente que no tiene idea de qué hacer y se deja llevar. Más para el morocho, TaeMin era a su manera sexy y provocativo, porque le arrebataba de ternura sus mejillas redondas teñidas de rubor, porque le podían sus miradas aniñadas que escondían de fondo ese brillo que le instalaba aquel calor en el bajo vientre, porque era su inocencia y espontaneidad lo que le había enamorado casi a primera vista años atrás.

MinHo se acercó a besarle mientras delineaba la figura de TaeMin al dirigir sus dedos humedecidos a aquella parte de su anatomía que se encontraba en la espalda baja y que prometía un elixir de placer para el que sabe no tendrá nunca presentes suficientes que le demuestren cuánto amor quiere entregarle. Le separó las piernas y en respuesta el castaño cobrizo las flexionó dejándole mayor espacio para prepararle…

La presión del primer intruso contra su pasaje le hizo respingar involuntariamente, el dolor era inevitable y eso ambos lo sabían; por eso MinHo se apuró en besarle y acariciar otras partes de su cuerpo esperando distraerle lo suficiente para que no duela tanto… así uno a uno los tres dedos fueron ganando espacio en aquel estrecho pasaje que dilatándose palpitaba ya deseoso de ser ocupado por aquel trozo de carne que caliente e hinchado pulsaba también esperando el tan anhelado momento de la unión.

MinHo retiró sus dedos con cuidado y posicionó la punta de su erección en la entrada de TaeMin, impulsó delicadamente sus caderas comenzando la penetración de forma lenta y pausada, esperando no lastimarle demasiado e ir dándole tiempo de que se acostumbre a su intromisión… cuando llegó al tope escuchó un suspiro como de alivio salir de labios del menor, y él se quedó quieto aguardando por el momento en que las facciones incómodas en rostro de TaeMin desaparecieran y le indicara que podía moverse en su interior.

Aquello no tardó demasiado en llegar, e inició con ese vaivén lento entrando y saliendo con gentileza de su intimidad, el castaño cobrizo cerró los ojos y trató fuerte de concentrarse solamente en las sensaciones deliciosas de ese roce constante y pausado de la erección del mayor deslizándose dentro y fuera. Poco tiempo después el dolor y la incomodidad dieron paso a solamente el placer, a esas exquisitas corrientes eléctricas viajando por la columna vertebral de ambos…

Sus cuerpos se abrazaron y en respuesta la danza aumentó en ritmo y velocidad, las estocadas de MinHo eran más profundas y las sensaciones más placenteras. Estaban disfrutando demasiado esa primera vez, el calor les abraso la piel y les sofocó los sentidos con gracia erótica y romanticismo sinigual. Le sonido húmedo del golpeteo de sus caderas les excitó más y más a cada segundo, les robaba el aliento con cada nueva embestida, les envolvía lentamente sumiéndoles en ese mundo al que se elevaban por primera vez y que era tanto más mágico y hermoso que esa magia que sí circulaba por sus venas…

Esa magia que se hizo presente rodeando sus cuerpos en ráfagas de polvos brillantes en tono plateado y rojo pasión… polvos que danzaron en torno a ellos conforme bailaban al ritmo de ese amor sincero que casi por coacción había sido expuesto un par de semanas atrás.

Y apareció aquel calor en el bajo vientre, aquella punzada que les recorrió de pies a cabeza que los arrastró al final de esa su primera entrega. La esencia de TaeMin se derramó caliente manchando sus torsos, mientras que la de MinHo inundó aquel estrecho interior que contraído de placer le apresó deliciosamente mientras entre sus brazos el castaño cobrizo se arqueaba y acompañaba su propio gemido con uno igual de ronco y extasiado.

Cayeron sobre las sábanas exhaustos, sudados, con el cuerpo tembloroso por los espasmos del orgasmo… sonrientes, sonrojados, felices…

Enamorados…

**********

Un mes más tarde…

JongHyun y Onew veían con preocupación a TaeMin una vez más en la Enfermería de la Escuela, llevaba ya varias ocasiones en la semana que se mareaba de la nada y ya se había desmayado un par de veces, ésta la segunda. MinHo llegó corriendo sin poder ocultar su preocupación al ver a su… ¿novio?... es que aún no se lo pedía, pero de algún modo lo daba por entendido…

- TaeMin ah, ¿estás mejor?... – preguntó aunque supiera que era algo casi estúpido en situaciones como aquella, se sentó a lado del castaño cobrizo en la camilla mientras la enfermera de la Clínica Escolar terminaba de revisarlo para constatar que ya estuviera bien pues acababa de despertar…

- sí, MinHo, no creo que sea nada de lo que preocuparse… - susurró esperando tranquilizarlo… a él y a sus otros dos amigos que aún le miraban con inspección…

Key por su lado, estaba tan pálido que la Enfermera también le estaba revisando… lo que sus cuatro amigos no sabían, era que por la mente del muchacho había pasado una idea, por demás descabellada pero no imposible dado el hechizo que invocaran. Al menos lo temía una vez que por fin hubo encontrado el significado real de aquella palabra que antes no comprendiera. Dicho de paso, tal osadía le había costado un viaje express directo a Inglaterra donde un anciano mago era experto en lengua antigua. Ahí fue también donde se arrepintió de no haberle consultado antes…

Cumplir los deseos de sus amigos había sido el riesgo mágico más grande de su vida (a saber corta, pues tan solo cuenta con 19 años también), y es que aquel hechizo que él invocara junto con JongHyun y Onew era poderoso, por lo mismo, había sido prohibido durante épocas pasadas pues conllevaba consecuencias trascendentales.

El deseo de un ser humano, mágico o no, siempre es primitivamente instintivo, y por tanto, en una palabra: ilimitado. Pues es en la condición humana donde reside el interminable anhelo de poseer más y más. De modo que, Key nunca tomó en cuenta qué tanto podrían sus amigos desear tener estando juntos… fuera en ese momento o en el futuro, el hechizo no respetaba cuestiones temporales, solo concedía sin más los deseos superfluos que se encontraron en los tres estratos de la conciencia humana.

Y TaeMin o MinHo pudo haber tenido un deseo en particular en sus pensamientos mientras se entregaban su amor, eso Key no podía saberlo con certeza pero dado los síntomas del menor, parecía una temerosa realidad.

- me parece joven Kim, que algo le preocupa demasiado… - la enfermera le dijo y entonces la mirada de los otros cuatro cayó sobre él…

- no… es que… - rió nerviosamente… - no desayuné bien… - soltó el más burdo de los pretextos, que por supuesto, ninguna de las personas ahí presentes se creyó…

- entonces procure desayunar mejor, joven Kim… - la enfermera le miró seria… - y usted, joven Lee, le recomiendo hacerse un chequeo de plaquetas, sus mareos y los desmayos no deben tomarse a la ligera, podría tener anemia o algo parecido, así que no deje pasar tiempo y revísese con su médico personal…

- le aseguro que lo hará… - la voz de MinHo sorprendió a todos, no solo por haber sido el primero en hablar, sino por la expresión seria de sus facciones y la ternura preocupada con que miró al menor… - no quiero más sustos, precioso… - murmuró acariciando sus redondas mejillas algo más pálidas como el resto de su piel…

- está bien… - accedió el menor tan solo por el hecho de que fuera el amor de su vida quien se lo pedía… perderse en las pupilas del mayor era para él como navegar en altamar con la más segura de las guías… la protección divina…

JongHyun y Onew sonrieron enternecidos, es que era imposible no hacerlo con la forma en que se demostraban su amor ese par… sin embargo, Key aún se encontraba perdido en sus pensamientos. Se preguntaba qué consecuencia podría venir de su magnífica idea… si sus amigos terminarían furiosos con él… de lo que TaeMin y MinHo tendrían que enfrentar…

Estaba preocupado, y eso de entrada, era la cosa más extraña del mundo. Kim Kibum, alias Key, rara vez se preocupaba. Y sin embargo, nada se atrevió a decir a sus amigos.

**********

Esperaban intranquilos a que el médico les atendiera en la consulta. Al final, TaeMin no había tenido más opción que hablar con sus padres lo que le había estado pasando, su madre preocupada también le sacó cita a primera hora. MinHo les había acompañado también, aunque la Sra. Lee le hubiera dicho que no era necesario que él también faltara a clases, que ya le avisarían lo que les dijera el médico… pero el muchacho de ningún modo quiso esperar…

La noche anterior los Sres. Lee habían tenido en cuenta un posible hechizo contra su hijo, pero lo descartaron como primer medida optando por la revisión médica. Actualmente no había nada parecido a guerras entre clanes ni represalias entre familias, así que no había un temor real de raíz mágica. Y sin embargo, los Sres. Lee podían detectar una fluctuación en la magia de su hijo…

- bueno, mandaré a hacerle unas pruebas de sangre, es probable que sus plaquetas estén bajas, aunque se contradice al decir que su apetito ha aumentado… - el médico tuvo la impresión de que estaba ante una adolescente que acababa de “salir con su domingo siete” popularmente expresado para señalar a chicas que se embarazan sin planeación previa. Sin embargo, le quedaba más que claro que ante sus ojos, quien nombraba los síntomas era un chico de 17 años que de ningún modo podría estar preñado.

- gracias, doctor… - la Sra. Lee tomó la orden médica y salió con su hijo rumbo al laboratorio, MinHo se les unió en el pasillo… los muchachos iban peculiarmente callados, se miraban de reojo y morían por tomarse de la mano pero no podían hacerlo delante de la madre del castaño cobrizo.

A TaeMin nunca le ha gustado la idea de una aguja extrayendo sangre de su cuerpo, pero, ahora incluso él tenía la imperiosa necesidad de saber lo que le estaba pasando. Tenía miedo de tener alguna enfermedad importante y habérsela llegado a contagiar a MinHo después de aquella noche en que hicieron el amor. Vamos, que era un adolescente asustado que no tenía ni idea de lo que estaba causando aquellos cambios evidentes en su organismo.

Un par de horas más tarde llamaron a casa de la Sra. Lee para avisarle que tenían los resultados de los primeros estudios obligados y que todo había salido negativo, TaeMin estaba bien de salud según los primeros resultados, sin embargo, le recomendaron vigilar a su hijo en los días siguientes, si la sintomatología continuaba entonces le mandarían a hacer otras pruebas hasta saber lo que pasaba con el adolescente o si era algo netamente pasajero que pueda deberse a una situación quizá emocional.

- gracias doctor… - atinó a decir la Sra. Lee al cortar la llamada y sin quedarse para nada tranquila.

Arriba en la habitación de TaeMin, se encontraba él y su amigo MinHo, podía presentir en la esencia mágica de cada uno que algo escondían… más no presionaba para averiguar de lo que pudiera tratarse, necesitaba esperar a su esposo y hablar seriamente del asunto. Las fluctuaciones que podían sentir en el castaño cobrizo eran similares a las que ella misma padeció cuando… estuvo embarazada de él…

…………………………………

- tengo miedo MinHo… - el menor se dejó abrazar por el más alto buscando la seguridad de su abrazo.

- no te preocupes, todo estará bien, precioso… - trató de confortar acariciando suavemente su espalda… se separaron rápidamente al escuchar la puerta abrirse…

- el doctor ha llamado, ha dicho que todo está bien con tus plaquetas y las otras pruebas que te hicieron, ha mandado que te alimentes mejor y procures no estresarte demasiado… - la Sra. Lee sonrió maternalmente… les observó y notó las mejillas sonrojadas de cada uno mirándole nerviosamente… tuvo un pensamiento, pero lo apartó al instante de su mente… - saldré a comprarte unas vitaminas, no tardo…

Cuando la Sra. Lee cerró la puerta ellos soltaron el aire contenido, otro poco y los veía abrazados tan cariñosamente. Luego se miraron y sonrieron suavemente buscando al instante entrelazar sus dedos…

- lo ves, no tienes nada, debe ser la escuela… - MinHo sonrió cariñoso…

- tal vez… - pero TaeMin estaba seguro de que no era el estrés ni nada por el estilo… algo pasaba en su interior… él podía sentirlo, había momentos en los que incluso se llenaba de sensaciones peculiares de contentura… como si algo magnífico le fuera a ser revelado…

…………………………………

Casa Kim
Habitación de Kibum

Key finalmente le contó a sus amigos lo que había descubierto en relación al hechizo que hicieran. JongHyun había fruncido el ceño evitando tener que decir “se los dije” porque estaba seguro de que lo sabían a la perfección. Onew suspiró y se cruzó de brazos, recargándose en la puerta…

- pues, deberíamos decirles la verdad… - opinó JongHyun con seriedad…

- supongo que ésta vez vale más no decir nada… - Key suspiró con un dejo de culpa…

- será lo mejor… - terció Onew… - si en dado caso tienes razón, TaeMin y MinHo necesitan saber con certeza si esa posibilidad es… real…

Se miraron entre sí y largaron un suspiro…

En qué lío se habían ido a meter…

…………………………………

Casa Lee
Habitación de TaeMin

- ¿qué cosa?... – casi gritó el castaño cobrizo, su móvil con el altavoz activado de modo tal que el morocho escuchara también la conversación pues les concernía a ambos, Key había terminado hablándole con marcado nerviosismo en su tono de voz…

- amo a TaeMin, Key, nada de lo que ha pasado entre nosotros tiene que ver con ningún estúpido hechizo que se les haya ocurrido hacer… - defendió MinHo sintiéndose de pronto molesto… claro que no tenía que ver con ningún hechizo, su sentimiento por el menor era sincero y profundo…

Aunque deba admitir que las cosas se habían estado suscitando de manera peculiarmente especial…

- sabemos que se aman… - se escuchó la voz de Onew…

- entonces porqué llaman para decirnos eso… - cuestionó el menor… aferrándose a la mano del morocho como esperando corroborar que era verdad, que todo lo que han experimentado juntos ha sido producto de un amor correspondido sincero…

Se escuchó un suspiro generalizado al otro lado de la línea…

- solo, hagan el favor de venir a casa de Key, aún hay cosas que tienen que saber… - esa voz pertenecía a JongHyun…

Dubitativos, TaeMin y MinHo terminaron por salir a casa de su amigo…

…………………………………

Dejando un poco de lado el caos que se armó cuando les explicaran la razón por la que le pedían a TaeMin hacerse aquella prueba, cuando el castaño cobrizo salió de casa de su amigo tanto más intranquilo y temeroso con aquella bolsa que contenía una pequeña cajita que debía emplear la mañana siguiente a primera hora y en ayunas; MinHo había ido a la propia sintiéndose de pronto algo más pesado y asustado…

Aquello sería una bomba si era correcto…

TaeMin aún en pijama se levantó temprano esa mañana yendo directo al baño esperando que sus padres no se dieran cuenta. Realizó la prueba casera tal como indicaba el instructivo y aguardó impacientemente a que transcurrieran esos minutos para saber de qué color se tornaba la línea en el reactivo de la prueba de embarazo…

- positivo… - murmuró sintiéndose… emocionado, aterrado, feliz, nervioso, asustado… miles de cosas pudieron pasar por su mente pero en realidad solo podía sentir todo eso mientras veía fijamente la barra de la prueba indicando…

Que estaba embarazado…



Continuará……