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lunes, 12 de julio de 2010

Capítulo 4. SURVIVOR

CAPÍTULO IV. RENCORES INCONSCIENTES

*****

Junsu finalmente aceptó bajar del auto, pero Yoochun aún podía notar en los ojos de su esposo aquél miedo que parecía imposible de borrar. Tomó su mano entrelazando sus dedos, pero no podía percibir aquella sensación que meses atrás, el pelirrojo caminaba a su lado en silencio y evitaba su mirada… el pelinegro se sentía fatal, todavía no encontraba la forma ni las palabras para ofrecerle todo su apoyo.

Miró su semblante y ese caminar pausado que solo acentuaba su estado decaído… bajó la mirada sin poder evitar recriminarse mentalmente una vez más por no haber podido protegerle… y si bien el pelirrojo aceptaba su contacto o que lo mimara de vez en cuando, nada era como antes, ya no habían caricias ni besos, ni miradas cariñosas o sonrisas dulces…

Le habían arrebatado al Junsu tierno y juguetón…

Le habían dejado a un ángel herido sin alas y muchas lágrimas por derramar…

…………………………

El pelirrojo comenzaba a odiar aquel recorrido, aquel olor a fármacos y enfermedad, ese piso blanco bien cuidado, aquellas bancas en la sala de espera y a aquellas enfermeras vestidas de blanco que sonreían amablemente pero solo de “dientes para afuera”… Junsu odiaba el Hospital... porque solo le recordaba aquellos días después de despertar cargados de angustia y dolor…

Le recordaba que en su vientre crecía…
Un hijo que tal vez no era de su Yoochun…

Un sollozo se atoró en su garganta e inconscientemente apretó la mano de su esposo parándose en el acto y haciendo lo imposible por no llorar otra vez…

- estoy aquí, Su… - murmuro con cariño mientras le abrazaba cariñosamente sintiéndole temblar entre sus brazos…

Pero sintiéndose ligeramente menos culpable al sentir las manos del pelirrojo aferrarse a su camiseta en su espalda. Las lágrimas de su esposo no tardaron en resbalar mojando su rostro y empapando su camiseta… sabía… que el camino seguía siendo escarpado y lleno de espinas, que el dolor seguiría presentándose cada día, que las lágrimas no se agotarían de la noche a la mañana…

Que de entre todo lo que pueda ofrecerle, su amor debía salir siempre al frente…

- ¿y si no es tuyo, Yoochun ah? No quiero un hijo que no sea tuyo... – gimoteó sintiéndose todavía más aterrado, sintiendo aquel dolorcito en el vientre que le hacía sentir también culpable…

- es nuestro, Junsu ah… lo es… - quiso confortarle, consciente de que aún no podían estar seguros de aquello…

De que tal vez no quisiera saberlo y simplemente amarle como suyo…

- no podemos saberlo… y yo no lo quiero sino es tuyo…. – gimoteó comenzando a sentir incluso algo de molestia…

No quería… que Yoochun quisiera un bebé que no es suyo… producto de un ultraje que pisoteó su dignidad y socavó sus alegrías…

- Su… - susurró preocupado, apartándole un poco para mirarle a los ojos… - Junsu ah, él no tendría culpa de cómo fue concebido… - lástima… eso fue lo que el pelirrojo vio en las orbes negras de su esposo…

Se apartó bruscamente no pudiendo emitir palabra alguna porque en su mente solo había confusión y en su cuerpo sensaciones diversas que iban del temor al coraje y la impotencia…

- Su… - el pelinegro llamó pero su esposo solo dio la vuelta queriendo salir de ahí… - ¡Junsu espera!... – le siguió e intentó retenerle, pero apenas su mano tomó la muñeca, el pelirrojo se zafó de un tirón…

- tú lo único que tienes es lástima de mí… - murmuró casi con rabia, temblando de pies a cabeza…

- Su…

- de un hombre violado que necesita que le cuiden porque solo no puede hacerlo… - continuó, dejando entrever un dejo de rencor…

- Junsu ah… - sin notar que al pelinegro también le dolían sus reclamos, que le recordaban cuán débil había sido para no haber evitado el daño que le hicieran…

- de un hombre que espera un hijo que no quiere y no ama porque no pertenece al dueño de su corazón… - el pelirrojo se cubrió el rostro llorando amargamente otra vez… - no quiero que no sea tuyo, Chun…

En su interior todo era mezcla de sensaciones y emociones. Y acababa de descubrir que una parte de él estaba molesto con Yoochun por no llevar la pesada carga que él soportaba en sus hombros… y por eso se odiaba un poquito más, porque sabía también que era egoísta sentir o pensar aquello, cuando su esposo había peleado por protegerle, aunque no se hubiera llevado sus mismos pesares…

Sabía, que también sufría su dolor…

- lo siento… - el pelinegro atinó a decir mientras volvía a abrazarle derramando esas lágrimas que por más que había intentado no había logrado contener… y quiso de algún modo volver el tiempo atrás y ocupar él el lugar del pelirrojo… - perdóname Junsu ah… - y ser él quien lleve tal dolor…

Y lloraron juntos abrazados en medio de aquel pasillo, las lágrimas de ambos mojaron sus rostros lavando tan solo un poco de todo el dolor, la angustia, las culpas y los resentimientos…

*********

Residencia Jung…

Jaejoong terminó de arreglar las pañaleras mientras sus pequeños retoños les esperaban en esa carriola doble para llevarles a casa de sus suegros… esa mañana querían visitar a Yoochun y Junsu aunque sabían que últimamente el pelirrojo lo único que hacía era negar visita alguna… Yunho le abrazó por la espalda dejando un beso en su hombro…

- me hubiera gustado que Junsu disfrutara de su embarazo como lo hiciste tú, Boo… - el moreno susurró en tanto se mecía con el pelioscuro entre sus brazos….

- a mí también Yunho… le hacía tanta ilusión ver cómo me crecía la tripa, deseó tanto tener su propia familia con Yoochun… - el pelioscuro suspiró… - y ahora… me duele tanto verles así…

…flashback…

Acababan de darle la noticia a sus amigos y aún parecía casi un sueño estar diciendo aquello…

Jaejoong sonreía radiante esa tarde, a su lado estaba sentado su esposo con esos ojos brillantes que solo dejaban ver su propio orgullo al saber que pronto finalmente se convertirían en padres. Yunho prácticamente lo había publicado de tan emocionado que estaba. Y es que llevar a cabo aquel tratamiento para que su Boo pudiera embarazarse había sido extenuante, el tener que vigilar que Jae se tomara sus medicamentos en hora y tiempo, asegurarse de que comiera absolutamente todo lo que le habían indicado en aquella dieta que llegó a hastiar al pelioscuro (es que Jaejoong extrañaba meterse en su cocina y hacer lo que se le antojara)… por supuesto, la mejor parte del tratamiento fue el “hacer la tarea” constantemente para mejor probabilidades de gestación… el moreno había tenido jornadas largas encerrado con su esposo en la recámara hasta no dar para más…

Si bien no habían evitado ese susto cuando los síntomas comenzaron a aparecer, y es que aunque se suponían preparados para tener la dicha de embarazarse, las cosas se habían dado de un modo particularmente extraño… al final la recompensa lo había valido todo…

- de verdad que me da gusto verles tan contentos… - el pelirrojo dijo con aquella sonrisa soñadora que los tres bien conocían… y una vez más apoyó su mentón en la palma de su mano recargado en la mesa, sintiendo ese aire fresco que hacía en el Jardín de la casa de sus amigos…

- ya verás como pronto ustedes andan igual… - el pelioscuro animó… dándose cuenta de que el pelinegro sonreía emocionado aunque no lo demostrara tanto como el pelirrojo…

…………………………………

Apenas se comenzaba a notar ese bultito en su tripa, pero Jaejoong ya andaba que compraba ropa nueva porque comenzaba a apretarle la que tenía y de ningún modo pensaba usar nada que ajustara su vientre…

Resultado: Junsu acompañándole por todas las tiendas a las que el pelioscuro decidía entrar…

- el otro día le pregunté a Chunnie si no le hacía ilusión que tuviéramos nuestra propia familia… - el pelirrojo comentó con voz baja mientras el pelioscuro observaba detenidamente unos jeans…

- ¿y qué te ha dicho?... – atendió dedicándole una sonrisa maternal a su amigo…

- que sí, aunque esperaría que tuviéramos un poco más de edad… - respondió con un dejo de desilusión en su voz…

- Yoochun así es y lo sabes, las experiencias de la vida como ésta se las toma más que en serio… si para pedirte que fueran novios le costó un mundo, cada paso que den juntos lo pensará tres veces antes de tomar una decisión…

- sí ya sé, pero… no sé…

- no hay necesidad de apurar nada, además, el tratamiento es engorroso créeme, ocúpate ahora de disfrutarle, disfrútense mutuamente, que cuando encarguen familia irán descubriendo que hay ciertas cosas a las que empezar a decirle adiós… - el pelioscuro sonrió medio divertido…

Por supuesto, aunque la actividad sexual con su esposo aún no estaba del todo limitada pues tenía cuatro meses de gestación recién cumplidos, sabían ya que en el noveno mes tendrían que despedirse de los encuentros íntimos y aún después del parto…

…………………………………

Quizá por eso Yunho aprovechaba cada que tenía la mínima oportunidad para hacerle el amor… y Jaejoong estaba encantado, no solo por el hecho de saborear aquellos encuentros que cada vez eran más tiernos y bañados de dulzura, sino también porque iba descubriendo ese lado amoroso del moreno que antes no había visto, porque al hacerle el amor, parecía dejarle un poco de todo aquel que ya le tiene a ese precioso ser que lleva en su vientre…

La noche recién había caído y ellos ya estaban felices de la vida mimándose acostados en su cama. Yunho le había llevado rosas rojas esa noche al volver del trabajo, y Jaejoong se había sonrojado mucho al recibirlas acompañadas de aquel beso que dulce fue dejado en sus labios… en ése momento tan bello ramo adornaba la mesita de noche, el pelioscuro no había querido dejarles en el comedor ni en la sala, quería que su aroma quedara en la alcoba mientras hacen el amor…

- Te Amo… - el moreno susurró en su oído mientras acariciaba su pequeño bulto en el vientre… y el pelioscuro comprendió que se lo decía a ambos… que el amor que le profesaba ya no solo era suyo, sino de ambos, de él como el hombre que ama y convirtió en su esposo… de su bebé, por el simple hecho de existir… de ser de ambos…

…flashback…

- lo sé… pero… debemos tener fe en ellos, en el amor que se tienen…

- si nosotros tenemos miedo, no quiero ni imaginar lo que viven ellos Yunho… - el pelioscuro murmuró acongojado…

- jamás quisiera llegar a estar en una situación así, Jaejoong… - el moreno apretó un poco el abrazo, temiendo de pronto que un daño así pudieran ocasionarle a su esposo…

- Yunho… - el pelioscuro susurró girándose entre sus brazos para regresarle el abrazo y tratar de mitigar la tristeza que se apoderaba de los ojos café de su esposo cada que pensaba al respecto…

- me muero si algo así sucede… - el moreno sintió un nudo en la garganta…

Jaejoong ya nada pudo decir… aquello podía pasarle a cualquiera, eso lo habían comprobado de la peor manera pues ven el sufrimiento en sus amigos… y ya solo pudo mecerse y abrazarle… rezando porque en verdad, nunca tengan que pasar por una experiencia así en carne propia…

**********
Clínica Central…

Dentro de la consulta, el Dr. Hue les recibía observando detenidamente a ese par de jóvenes que no era la primera vez que entraban en su consultorio… recordaba con tristeza aquella vez en que se presentaron unas semanas después de que Kim Junsu hubiera sido dado de alta, temerosos de los síntomas del pelirrojo, mismos que ya para entonces sabían era por causa del estado de gestación por el que el pelirrojo pasaba…

Como en todo caso de ultraje, parte del protocolo de la atención médica les exigía una prueba de embarazo… misma que se llevó a cabo apenas pasaron unas semanas, comprobando el estado del pelirrojo… normalmente se encuentra con caras alegres y expresiones llenas de contentura… pero en casos como aquél, solo veía dolor y congoja en los rostros de sus pacientes…

Pacientes como ellos tenía más de lo que quisiera aceptar, la realidad del lado perverso de la humanidad era tanto más cruel cada vez, y doctores como él no tenían más opción que guardar compostura y no dejarse afectar por cada uno de aquellos casos, mostrarse incluso insensibles… lo que fuera necesario para no dejarse afectar por lo delicado de cada uno de ellos…

Al Dr. Hue incluso le parecía cruel llegar a ofrecerles aquella otra opción legal que tenían en caso de violación…

- deben saber, Sres. que de interrumpir el embarazo, legalmente solo puede efectuarse dentro del primer trimestre a partir de la concepción, después de ese tiempo, no puede efectuarse en instalaciones formalmente establecidas, y si llega a hacerse de otro modo, se le puede acusar de…

- no lo diga, por favor… - el pelinegro solicitó antes de que pronunciara aquella palabra… el pelirrojo derramó nuevas lágrimas y Yoochun solo pudo tomar su mano con fuerza para recordarle que estaba con él…

- si necesitan pensarlo, no tienen más de una semana para tomar una decisión… - vio cómo el pelinegro miraba a su esposo como buscando en ese momento una respuesta… pero ésta nunca salió de labios del pelirrojo… - en dado caso, decidan o no continuar con el embarazo, es recomendable que continué con una alimentación sana y consuma todos los suplementos que le recetamos…

- cuándo… cuándo podríamos saber quién es el padre del ser que llevo dentro… - el pelirrojo preguntó… y su esposo se sintió incómodo ante sus palabras, no solo por el cuestionamiento en sí, sino también porque no se refería a su hijo como tal… porque había escuchado cierto tono frío en la voz que antes siempre escuchara dulce…

- eso puede saberse ya…

- mi esposo y yo queremos discutir al respecto, Dr… - el pelinegro interrumpió mirando al pelirrojo… sintiéndose ligeramente ofuscado por creer que comenzaba a tomar decisiones sin considerar su opinión…

- por supuesto, estoy para aclarar cualquier duda en relación a la parte médica que tengan del embarazo…

Junsu guardó silencio mientras el Dr. hacía la receta para los complementos de ese mes… Yoochun tampoco volvió a decir más nada, y aunque el agarre de sus manos aflojó, no soltaron aquel contacto que sentían era lo único que les mantenía lo suficientemente cuerdos y les recordaba la unión que tenían… caminaron fuera de la consulta aún sumidos en aquel silencio y evitándose la mirada, pero sus manos entrelazadas permanecieron hasta que hubieron vuelto al estacionamiento y tuvieron que separarse para abordar…

Yoochun condujo de regreso a casa pensando en cómo podría afrontar el tema con Junsu… lo que menos quería era ocasionarle disgustos… pero la realidad era que no quería que interrumpiera el embarazo… como tampoco quería saber así de pronto quién era el padre de ese bebé que se empeñaba en sentir y ver como propio…

Aunque de sobra supiera que estaba la posibilidad latente de que fuera de alguno de aquellos hombres que abusaron de su esposo…

Junsu se sumió en sus pensamientos durante todo el camino. Sabía que no estaba bien intentar tomar decisiones sin antes hablarlas con su esposo, sin embargo, se había dado cuenta de que el pelinegro sí o sí querría a ese bebé que crecía en su vientre, que aunque le doliera verle devastado y se culpara por no haber evitado su ultraje, no podía dejar de lado el deseo de tener familia a su lado, y que lo que menos quería era ver en ese bebé un producto de una violación, sino del amor que se tienen…

Ese que incluso hoy parece dañado, violentado y ultrajado…

…………………………………

Cuando llegaron a casa el pelinegro fue directo al baño a refrescarse la cara, tenía que aclararse un poco o terminaría diciendo cosas de las que arrepentirse después, no quería ni sonar un poco molesto con su esposo por lo que preguntara al Dr. en la consulta.

Junsu se sentó en absoluto silencio en el sofá de la estancia, estaba consciente de lo que había hecho y de que tenían que hablarlo. Apretó sus manos en puño y se mordió el labio con fuerza para no llorar otra vez… estaba cansado incluso de eso, de parecer tan débil, de dejarse dominar por el dolor y la tristeza… de sentirse incluso incomprendido por su esposo…

Yoochun volvió un par de minutos después, pero apenas vio a su esposo, notó esa gota de sangre en su labio inferior y se sintió morir…

- Junsu ah… - murmuró con culpa acercándose para mirar esa pequeña herida que se había hecho, sabe por morder su labio con furia… y descubrió también esos ojos lacrimosos que le hacían sentir espinas clavándose en su corazón… - amor, no hagas eso, por favor… - suplicó abrazándole y sintiéndole temblar como si recién saliera de un estupor, y no le extrañó que por ello le empujara mirándole asustado con la respiración alterada mientras enfoca su vista y le reconoce…

- Chun… lo siento, yo… - el pelinegro negó con la cabeza acercándose ya solo para sentarse a su lado…

Un nuevo silencio, sus miradas gachas… demasiadas emociones, pensamientos confusos y temor… eso era todo lo que ambos tenían en ese instante por ofrecer…

- Su, sobre la paternidad…

- sé que debí comentarlo antes contigo… - le interrumpió… - yo sé que no puedes entenderme del todo aunque lo intentas, Chun; pero… tengo tanto miedo de que no sea tuyo… - murmuró entonces sintiéndose culpable también por la forma en que se comportó esa mañana en la Clínica…

- también tengo miedo, Su… - buscó su mano y casi pudo sonreír al sentirle entrelazar sus dedos con cariño… necesidad de todo ese amor que Junsu sabe aún le tiene aunque puedan estar asustados y heridos en aquel momento.

- a veces… cuando no puedo dormir por la noche y los recuerdos vuelven a mi mente, me duele el pecho y solo quiero desaparecer… - el pelirrojo relató con esos ojos llorosos y aquel semblante abatido que el pelinegro temía estar acostumbrándose a ver…

- Susu… - el pelinegro le abrazó sin saber qué más poder ofrecerle, sabiendo cuán deprimido estaba y sabiendo que no era para menos… quería decirle mil y un veces “lo siento”, llenarle de besos y caricias sinceras bañadas de su amor, pero aún no tenía siquiera valor para decirle que le extrañaba, que daría lo que fuera por volver a verle sonreír o rozar sus labios en un delicado toque cariñoso…

- Chun, cómo podría cargarle en brazos o besar su carita, o murmurar que le amo, si tengo tanto miedo de que no sea tuyo, de que me recuerde cada que le vea lo que esos hombres hicieron conmigo, la forma tan cruel con que tomaron mi cuerpo… - gimoteó enterrándose contra ese abrazo que tanto necesitaba, que solo un poco parecía mantenerle a flote en medio de aquel océano de dolor y tristeza… y quería, Dios sabe que es así, poder simplemente ignorar el pasado y seguir adelante… quería creer como lo hacía su esposo, en que esa criatura que crece en su vientre es de ambos…

- lo siento Su… - el pelinegro no pudo menos que murmurar aquellas palabras que bien sabía, seguramente ningún consuelo le ofrecía a su esposo…

- no Chun, no me pidas más disculpas, siento haber dicho todo eso en la mañana, yo sé que hiciste todo lo que pudiste por defenderme, te golpearon hasta dejarte inconsciente… - se aferró más al cuerpo de su esposo con todo aquél llanto contenido resbalando por sus mejillas… - no sabes cuánto miedo tuve de que… de que murieras Chunnie… - gimoteó…

Y solo entonces el pelinegro se dio cuenta de que esa era la primera vez después de semanas en que su esposo volvía a llamarle “Chunnie”. Que antes se había limitado a ese Yoochun ah o Chun que le hacían sentir incluso extraño porque no iban cargados de esa dulzura con que siempre le había llamado con aquel diminutivo que también por vez primera suena a angustia en labios del pelirrojo…

- quiero darte más Su, quiero poder protegerte de nuevo, que me dejes volver a ti y ser más que el tonto que se siente miserable cada que te veo triste, pálido, cada que no quieres comer y yo temo que enfermes y sentirme más culpable por no haber dado más de mí aquella noche…

Ambos lloraron sin dejar de abrazarse, sintiendo que otro poco de dolor y de culpas se lavaba con esas lágrimas compartidas que mojaban sus rostros… que incluso se mezclaban cuando pegaron sus mejillas y afianzaron ese abrazo como quien se aferra a una balsa en altamar después de un naufragio.

- Te Amo, Junsu ah… y amo también a ese pequeño que crece en tu interior porque lleva también tu sangre… y quiero creer que es mío porque Dios no puede ser tan cruel de quitarnos esa bendición por la que comenzábamos a luchar… no quiero… no quiero que no ames a quien también es tuyo, no quiero que le llegues a odiar o que temas no amarle; es un pedazo de ti y lo será de una u otra forma de mí… quiero esta oportunidad Su… contigo…

**********
Un par de días más tarde…
Policía Local de Seúl
Unidad de Investigaciones Especiales

ChangMin terminó de hacer aquel análisis que iniciara semanas atrás… no era nada sencillo seleccionar de entre miles de posibilidades, sujetos que encajaran en la vaga descripción que habían obtenido del Sr. Park respecto a sus atacantes en aquella noche que destrozó a la pareja…

Extranjeros habían bastantes residiendo en el país, muchos de ellos en la capital; sin embargo, pocos tenían antecedentes penales que los tuviera registrados en el sistema local de la policía, por ello y la renuencia del Sr. Kim para hablar de aquella noche, se les complicaba tanto más seguir la línea de investigación del caso.

- deja eso para cuando volvamos, tenemos que ir a casa del Sr. Kim… - Kohei se acercó apretando su hombro mientras estiraba la mano para tomar su chaqueta de la silla en el otro escritorio que correspondía a él…

- ¿ha accedido a una entrevista?... – el morocho cuestionó en tanto imitaba a su compañero…

- sí, al parecer su esposo ha conseguido convencerle de que debe hacerlo… - el japonés respondió…

- Kohei…

- ¿mh?...

- porqué elegiste trabajar en ésta unidad…

- ¿por qué quieres saberlo?... – Uchimura le miró dubitativo mientras llegaban al estacionamiento subterráneo del Edificio…

- yo estoy aquí por un error técnico de ubicación, mi especialidad son los sistemas, pero mientras no se resuelve el error tengo que trabajar en la Unidad, sin embargo, me siento bastante torpe hablando con las víctimas, y a veces tengo pesadillas cuando llevamos investigaciones de casos muy crudos… y me preguntaba, qué lleva a personas como tú a elegir este campo de trabajo…

- lo tuyo fue un error técnico… lo mío uno de concepción… - respondió antes de subir al auto… el morocho se quedó pasmado… ¿aquellas palabras significaban lo que creía?

Abordó en cuanto su compañero le llamó sacándole de su estupor, sin embargo, no se atrevió a mencionar más nada. Si había entendido bien, tal vez lo que Kohei menos quisiera es andar hablando al respecto…

*********
Residencia Park-Kim

- Chun… - el pelirrojo le miró asustado… - ya no quiero…

- Su… - el pelinegro acarició sus mejillas con cariño… - es momento amor… yo estoy aquí…

- pero tendré que recordar y no quiero… - gimoteó abrazándose a él con miedo…

- sé que no quieres baby… - acarició su espalda, llevaban los últimos días hablando de aquello… - y sin embargo lo hacemos, el recuerdo te persigue aún en sueños… tal vez… tal vez esto ayude… - el pelirrojo no dijo nada, pero siguió enterrado en su pecho como queriendo convencerse de que esa vez, recordar no le dolería tanto…



Continuará……

6 comentarios:

  1. buuu malditos comentarios ke no me dejan comentar DX

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  2. vamos vamos tengo fe en q son del yoosu >.<

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  3. Oh Dios mio, yo tambien tego fe en que el bebe es del YooSu.... ;_; es que Dios no puede ser tan malo como para castigarlos de esa manera....

    Pobre Su ahora tedra que recordar todo nuevamente... U//U y lo peor darselo a saber a Chunnie... U;__;U... T^T....

    Todo es tan triste... no crei que hubiera tanto drama cuando vi el genero del fic....

    Pero en fin... tengo fe en que el amor del YooSu superara todo lo malo....

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  4. waaaaaaaaa....ojala y el bebe de su..sea de yochun waaaa


    pobre de junsu waaaaa...fighting ^^

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  5. waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!no puede ser!!!1 malditos desgraciados, hijos de su madre, yo los quiero muertos!!!!!!!chagmin tienes que encontrarles maldicion!!!pobre yoochunnie, pobre junsu, el bebe tiene que ser de chunnie sino me arranco los cabellos!!

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”No me quejo si alguien que ha leído el libro lo encuentra aburrido, absurdo o despreciable, ya que yo tengo una opinión similar sobre sus comentarios.”
J.R.R. Tolkien