Hola!!
Acá con capi de este fico que sí, se acerca al final, les dejo el penúltimo capítulo *O* espero les guste....
ADVERTENCIA: Lemon
CAPÍTULO IX. OTRO TROZO DE FELICIDAD
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ChangMin por primera vez en toda su vida experimentó la sensación que debía venir cuando se pensaba en la frase “trágame tierra” al momento que Kohei le dijo aquellas palabras… se había quedado mudo con el corazón a mil por hora y solo había atinado a voltear hacia el frente esperando que arrancara el automóvil… el japonés sonrió de medio lado entendiendo que debía ser difícil para su compañero escuchar una declaración de tal naturaleza de labios de otro hombre… aún y cuando tenía esa comprensión, nada pudo evitar que se le instalara en la boca del estómago aquella sensación de decepción al no recibir mínima respuesta del otro. Arrancó y prefirió no volver a decir nada por lo menos hasta que encontrara él mismo suficiente valor para confesarse de nuevo… por lo pronto, concentrarse del todo en el caso era la única opción que quedaba…
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Cuando Yoochun y Junsu recibieron la noticia de que Kellen Beich estaba detenido y que había suficiente evidencia para procesar el caso y llevarlo a juicio, ambos sintieron algo parecido al alivio; aunque aún estaba la inquietud de que las influencias del padre del ojiazul fueran lo suficientemente poderosas como para liberarle… querían creer en que todo saldría bien, que se haría justicia y que podrían volver a sus días de absoluta tranquilidad sin que nada les perturbe.
- Yunho y Jaejoong dijeron que nos esperarán en el centro comercial… - el pelinegro dijo mientras le atrae por la espalda dándole un dulce beso en la mejilla mientras su esposo termina de abrochar esos pantalones que ya no le quedaban muy bien por causa de ese vientre que notaban algo más abultado que dos semanas atrás…
- estoy nervioso… - murmuró de pronto dejándose mecer en el abrazo y que fuese el mismo pelinegro quien ajustara sus pantalones…
- por qué…
- hace tiempo que no salía sintiéndome tranquilo de hacerlo, eso me pone nervioso… - sonrió sintiéndose de pronto algo bobo por decir aquello… el pelinegro le devolvió la sonrisa y girándole en medio del abrazo aprovechó de posar sus manos en su tripa y regalarle cortos besos en los labios…
- está bien, también me siento nervioso… - vio a su esposo mirarle con las mejillas ruborizadas… - es casi como una cita, ¿sabes?... – una de sus manos subió a enredarse en sus mechones pelirrojos que en aquellos momentos lucían algo más largos, lacios y sedosos, brillantes incluso, casi como los rayos del sol… - amo que vuelvas a sonreír así, que te sientas tranquilo… no dejaré por nada que pierdas de ninguna manera todo esto, Su… es una promesa…
- Chunnie… - el pelirrojo murmuró… con cierto tono preocupado por la seriedad con que su esposo murmuraba aquellas palabras… conmovido hasta el alma por el amor que ve reflejado en esas orbes negras que tiempo atrás también habían perdido vida, esas que brillaban de nuevo con algo más que solo culpa, dolor o arrepentimiento…
Volvía a sentirse tan amado y seguro, que las sensaciones que le envolvían le mareaban un poco… y solo podía abrazarse a su esposo y sentir cómo incluso cuida el no apretarse demasiado a su cuerpo para no lastimar el vientre donde siguen creciendo el o los frutos de su amor… que aunque muera por apresarle con fuerza, solo puede hacerlo con cuidado y cariño… con devoción.
*****
Yunho y Jaejoong les esperaban ya como habían quedado, con sus pequeñines a su lado jugueteando con esos peluches que desde que Junsu se los regalara hace unas semanas, les seguían a todas partes…
El obsequio de tío Junsu era sagrado para los chiquitos y de algún modo parecían saber también que la alegría le volvía al cuerpo al pelirrojo, y quizá parte de la “medicina” que estaba curando todo el daño en Junsu eran también sus sonrisas, sus juegos y aventuras contadas entre palabras mochas y aspavientos exaltados de esos pequeños que queriendo relatar todo lo que hay en su imaginación se emocionan y terminan por jugar con él y Yoochun aunque éstos aún les entiendan poco y sonrían mucho por el simple hecho de verles tan contentos… de a su manera ayudarles… y entonces Jaejoong y Yunho también se unían a los juegos que culminaban de manera algo cómica con todos tirados en el piso o en inocentes guerras de almohadas o harina cuando la cocina se convierte en el campo de batalla.
- ¿podemos pomparle piluches a tío Junsu?... – el pequeño Anhjel cuestionó mientras miraba detenidamente su peluche con esa radiante sonrisa que a Jaejoong y Yunho les hinchaba el corazón de amor y ternura…
- claro que sí, Anhjel… - Yunho sonrió enternecido, desordenándole su largo cabello lacio, igualito al de su umma según el moreno le veía…
- estoy seguro que le encantará recibir algunos, a sus bebés les hará compañía al dormir… - Jaejoong agregó sonriéndoles con esa expresión maternal que siempre se ganaba un cariñoso beso en la mejilla de cada uno de sus pequeños…
- jo, ¿appa no merece beso también? Yo pagaré los obsequios saben… - el moreno infló las mejillas e inmediatamente sus hijos se bajaron de sus asientos para ir a abrazarle y plantarle un sonoro beso en cada mejilla… - así mejor, appa también quiere sus mimos…
Jaejoong simplemente sonrió… tenía una familia hermosa… y le hacía algo más feliz saber que Junsu y Yoochun finalmente la tendrían también… veía a Yunho jugar con Iseul y Ahnjel y entendía más que nunca lo afortunado que era.
Un par de minutos después vio a Junsu y Yoochun llegar, se les veía muy bien… tranquilos y contentos… hacía realmente tanto que no les veía el semblante tan relajado o la mirada tan brillante, que casi sintió que volvían en el tiempo a los momentos aquellos en que sus amigos andaban agarraditos de la mano radiantes por ser novios.
- ¡tío!... – los dos pequeñines habían gritado joviales y corrido a abrazarles… más bien a abrazarse a las piernas de ambos, Yoochun sujetaba a Junsu por la cintura así no corría ningún riesgo de llegar a perder el equilibrio…
- Ahnjel, Iseul, recuerden que no deben ser tan efusivos con tío Junsu ahora que está embarazado… - Jaejoong les llamó la atención con suavidad…
- no te preocupes Jae, estoy bien… - el pelirrojo sonrió, y apenas se sentó en una de las sillas los pequeños se acercaron para besarle las mejillas pintadas de tenue rubor… le ponía contento cada recibimiento de los hijos del YunJae, que siempre parecían llenarle también otro poquito de energía y vitalidad… una mueca se dibujó en su expresión…
- ¿estás bien?... – Yoochun de inmediato se había acercado…
- patada… - murmuró el pelirrojo sonriendo con cariño… - y estoy seguro, que fueron dos patadas…
- ya deberían desmentirnos y dejarse ver… - el pelinegro le acarició la tripa con absoluto cariño…
Resultaba que en la última ecografía que le habían hecho a Junsu, no se habían dejado ver con claridad; el doctor les había dicho que a veces el o los bebés se llegaban a ocultar casi hasta la fecha de parto… Yoochun y Junsu se quedaban tranquilos porque todos los signos indicaban que estaba todo tranquilo, además de que, como acababa de decir el pelirrojo, se movían en su vientre y le daban guerra incluso por las noches no dejándole dormir sino se acomodaba en la postura que quisieran…
- tendlemos plimitos… - sonreían Iseul y Ahnjel besándole la tripa al pelirrojo, haciéndole algo de cosquillas con su respiración…
- pues será que comienzan a comprar para gemelos… por si las dudas… - el moreno les dijo medio en broma…
Y Jaejoong le veía y también se sentía más tranquilo, porque su esposo ya no memoraba tanto como en los primeros meses la experiencia que él mismo tuvo cuando fuera quien les viera en aquella desastrosa mañana… sonrió y disimuladamente tomó la mano de Yunho, éste le miró y al verle sonreír de aquella manera lo supo… le devolvió la sonrisa y apretó su mano con cariño… ellos también dejaban atrás fantasmas de ese ayer… sobre todo el propio Yunho…
Y casi parecía que volvían a comenzar… como si lo hicieran de cero… pero sin tener que olvidar todo ese amor, el cariño, las alegrías, las sorpresas y las gratas experiencias de los años anteriores… era más como dejar esa amarga experiencia en una cápsula enterrada en lo más profundo de sus memorias.
………………………
Mientras Yoochun y Yunho jugaban con Iseul y Ahnjel en el parque de juegos, Jaejoong había llevado a Junsu a comprarse ropa, que ya no le quedaba muy bien la que tenía…
- de no ser por Iseul y Ahnjel, Yoochun no te habría dejado venir solo conmigo… - el pelioscuro sonrió maternalmente mientras veían algunas prendas en una de las tiendas por ahí cerca…
- me gusta que me cuide así… - el pelirrojo susurró avergonzado… porque le hacía sentir muy bien que le cuidara tanto, que no le dejara solo, que estuviera siempre ahí…
- ya lo sé; me gusta que cuide tan bien de ti… - Jaejoong pensaba que todavía les faltaba recuperar seguridad y confianza… pero que iban por el mejor camino posible… - ¡pruébate esta!... – todo emocionado, el pelioscuro comenzó a tomar prendas para el pelirrojo…
…………………………
- ¿aún estás tomando esas clases de defensa personal?... – Yunho le preguntó de pronto a su amigo… mientras sus hijos iban y se metían en la alberca de pelotas y ellos les cuidaban desde fuera…
- sí… no dejaré que vuelvan a lastimar a mi Junsu o a nuestros bebés nunca más… - Yoochun respondió con seriedad…
Hace cosa de un mes había comenzado con esas clases de defensa personal en las que incluso tendría una etapa en la que le enseñarían a manejar un arma legal… podría sonar extremo… pero él estaba dispuesto a todo por su familia.
- pero aún no se lo dices, ¿verdad?...
- no necesita saberlo…
- también comenzaré a tomarlas…
- por qué… - el pelinegro le miró asustado…
- tranquilo… - el moreno le palmeó el hombro sonriéndole para calmarle… - no es que haya pasado algo, pero quiero sentirme aún más seguro y confiado al cuidarles…
- comprendo… - Yoochun sonrió entonces entendiendo el punto de su amigo…
Aunque en el fondo ambos sabían también que contar con algo más de preparación o la máxima seguridad tecnológica incluso, no les exentaba de una desagradable experiencia… les ofrecía la confianza interna de saber que siempre harían todo cuanto pudieran por evitar nuevos tragos con sabor a hiel.
*****
Residencia Park-Kim
Con varias bolsas más llenas de ropa nueva para Junsu e incuso para sus bebés, pelirrojo y pelinegro volvieron a casa al atardecer. Se habían divertido y pasado un rato muy agradable con Jaejoong, Yunho y sus pequeños…
- se parece a ti… - el pelinegro murmuró en su oído abrazándole por la espalda…
- ¿a mí?... – el pelirrojo sonrió dejándose hacer sin dejar de mirar ese grandote cachorro de peluche sobre su cama que Iseul y Ahnjel le habían regalado… cortesía de Yunho claro está…
- sí, a ti… se ve igual de tierno que tú… - el pelinegro le besó la sien meciéndole un poco entre sus brazos, acunando en sus manos el vientre de su esposo…
- yo creía que me parecía a los delfines… - el pelirrojo sonrió colocando sus manos sobre las de su esposo…
- también, de hecho eres un delfín precioso de sonrisa eterna y muy inteligente y carismático… - le dijo entre sonrisas besándole las mejillas y el hombro… y por primera vez en mucho tiempo le sintió estremecerse… no por miedo o renuencia a su contacto…
- Chunnie… - el pelirrojo se giró quedando de frente a él… porque también lo había sentido… - hazme el amor, Chunnie… - porque luego de tanto tiempo el dolor finalmente se había alejado lo suficiente como para quererle de nuevo de aquella manera a su lado…
Porque le necesitaba…
- Su… ¿estás seguro?... – una cálida mano cayó sobre una de esas rosadas mejillas… el pelirrojo asintió cerrando los ojos para disfrutar de ese tibio contacto…
- quiero… volver a sentir tu calor… - abrió los ojos y el pelinegro solo pudo perderse en el dulce brillo de sus pupilas chocolate… - quiero cicatrizar cada herida que aún pueda quedar abierta… - sintió las manos de su esposo tomarle las mejillas con cariño… - quiero que vuelvas a marcar cada palmo de mí, ser tuyo de nuevo…
- nunca dejaste de serlo, Junsu ah… - el pelinegro aseguró sin dejar de sonreírle ni mirarle con todo su amor… acercándose despacio para posar un tierno beso en sus labios…
- pero yo lo sentí… no pude evitar sentir que… que no te pertenecía más… - dijo a media voz, sus ojos se cristalizaron pero no lloró…
No cuando Yoochun volvió a besarle con cariño, probando delicadamente sus labios sin dejar de acariciar sus mejillas con los pulgares para luego abrazarle por la cintura y susurrar en su oído ese “Te Amo” con infinita ternura que otro poco curó su corazón…
Junsu cerró los ojos entregado del todo a su cariño, a la forma en que comenzó a deslizar su camiseta luego de haberla desabotonado con total tranquilidad, desnudando luego lentamente sus hombros, repartiendo dulces besos por toda esa piel suave que iba dejando al descubierto, acariciándole suavemente con las yemas de los dedos. Yoochun le sentía estremecerse y comenzar a suspirar… no parecía molestarle y eso le alegró de sobremanera… no quería que en ningún momento recordara aquella amarga y cruel experiencia…
Quería que otra vez sintiera solamente su calor, su amor, su confianza y ternura…
La camiseta finalmente cayó al piso… las manos del pelinegro volvieron a acunar el vientre de su esposo, mientras sus labios repartían nuevos besos por su cuello y pecho, siempre procurando ser cariñoso, que sintiera solo su propia necesidad de hacerle suyo de nuevo mucho más allá del simple anhelo carnal…
Porque le amaba y ante todo quería que recordara sobre su cuerpo aquel sentimiento que solo él puede entregarle… y borrar con todas esas caricias que le fue entregando aquellas huellas que pudieran quedar del ayer. Le guió despacio hasta la cama, sentándole con cuidado en el borde y arrodillándose luego ante él, su boca fue directo al vientre del pelirrojo depositando infinidad de besos dulces, susurrando palabras cariñosas para sus bebés… haciéndole sentir nuevamente especial, único… tan amado que volvió a sentir aquel calor del deseo…
- Chunnie… - susurró tomándole el rostro para que subiera a sus labios y le besara así tan dulce como solo él sabía…
Y con cuidado Yoochun le recostó en el colchón sin dejar de besarle… redescubriendo juntos lo que es enredar de nuevo sus lenguas con esos tintes de pasión que mucho habían extrañado pero que por miedo no se habían animado en entregar. Las manos de Junsu se filtraron entonces debajo de la camiseta de su esposo… el pelinegro se estremeció al sentir su delicado tacto, la forma en que casi tímidamente acariciaba los costados de su cintura sin parecer atreverse tocar más allá..
- Te Amo, Su… - el pelinegro suspiró contra sus labios húmedos y volvió a bajar con cariño por su torso, lamió despacio uno de sus pezones temiendo espantarle de pronto…
- ahh, Chunnie… - pero el pelirrojo jadeó quedito cerrando los ojos y sintiendo que tiembla de nuevo…
Que tiembla y se estremece esa vez no por pesadillas o miedos… sino por esas sensaciones que Yoochun siempre le ha inspirado, a las que él mismo huyó durante meses sin querer realmente hacerlo… recuperando así lentamente otro trozo de la felicidad que nunca les debió ser arrebatada… esa por la que iban luchando de nuevo con todo ese amor que se tienen y que ni la mente más enferma pudo destruir.
Yoochun besó y lamió gentilmente sus pezones, sin atreverse aún a succionar ni una sola vez de ellos… bajó un poco más hasta su vientre, besando castamente cada tramo de piel a su paso… Junsu soltaba pequeñas risitas cuando la boca de su esposo se deslizó a los costados haciéndole cosquillas…
Y el pelirrojo casi no se dio cuenta de que aquello era intimar, mostrarse al desnudo nuevamente para el pelinegro…
Porque eso era hacer el amor…
Amarse en la espontaneidad de un acto que se entrega con el corazón enamorado y el alma abnegada en ternura y devoción…
Cuando el pelinegro volvió a su boca para besarle, las manos del pelirrojo finalmente se decidieron en deshacerse de la camiseta de su esposo… Yoochun sonrió contra sus labios ayudándole a apartarla… la prenda cayó al piso y ellos solo pudieron mirarse con sumo cariño antes de unir sus labios en nuevos besos cortos atisbados de amor.
Yoochun dejó que una de sus manos resbalara con cariño por el contorno de su figura hasta dejarla en el borde de los pantalones de Junsu… con una mirada le cuestionó si estaba bien retirar aquella prenda también… el pelirrojo asintió sonriendo, y sus miradas no se apartaron ni un instante mientras las manos del pelinegro se encargaban de desabrocharlo y deslizarlo despacio hacia abajo… las mejillas de Junsu volvieron a colorearse con la vergüenza y timidez que solo le mostraba al hacer el amor…
Segundos después los pantalones de ambos descansaban en el suelo junto a sus camisetas… el pelinegro siguió besándole aquí y allá redescubriendo esos recovecos que se sabía de memoria pero que por largo tiempo no había vuelto a explorar… se iba haciendo otra vez de esos linderos de piel suave que tan suyos eran… besó con especial cariño aquellas finas líneas que aún se veían aunque borrosas… esas cicatrices que cubrió con su amor y que esperaba nunca más volvieran a recordarle a su esposo otra cosa que su sentimiento puro y sincero, tan profundo como el abismo del universo en sus ojos negros.
- Te Amo, Su… - volvió a murmurarle al momento en que su mano se posó respetuosa sobre la entrepierna de su esposo aún por encima de la ropa interior…
Y es que parecía que eran necesarios todos esos Te Amo que no se cansaría nunca de decir para que escuchara en su dulce voz que no mentía, que nunca lo ha hecho ni lo haría… que está ahí para amarle con el alma…
- y yo a ti, Chunnie… - el pelirrojo corresponde mirándole con esa ternura que irradia , siendo él mismo quien toma los lados de su ropa interior para deslizarle un poco hacia abajo haciéndole entender que también está listo para eso…
Que una vez más quiere mostrarse para él al desnudo listo para entregarse y recibir absolutamente todas y cada una de sus atenciones… Yoochun subió para besarle nuevamente en tanto termina por sacarle la ropa interior y siente que Junsu le ayuda a bajar la suya… sonríen entre besos y casi parece que nada pasó antes, que apenas ayer se amaron y el tiempo no pasó…
Porque les vuelven las ganas y el deseo de entregarse en cuerpo y alma como siempre debió ser… solos los dos… sin nada más que ese sentimiento que les une de por medio…
Caricias cayeron sobre sus entrepiernas haciéndoles despertar de a poco en medio de la música tierna que se forma de los sonidos que nacen en sus gargantas. Rostros pintados de carmín, ojos brillantes y sonrisas sinceras… sudor cálido cubriendo sus pieles… todo el amor…
Junsu abrió sus piernas al tiempo que tomaba una mano de Yoochun y llevaba tres de sus dedos a su boca para humectarles con su saliva. El pelinegro le mimó mientras tanto con dulces besos y tiernas caricias… una vez que su mano fue liberada, coló una almohada bajo la cintura de su esposo para que su cadera quedara más elevada y no se sintiera incómodo ahora que lleva el vientre abultado. El pelirrojo se dejó hacer sintiendo que moriría de amor por su esposo, y que él mismo le haría nacer entre silenciosas promesas de un para siempre que con el aliento de un suspiro enamorado le eran entregadas.
Yoochun tanteó con sus dedos la intimidad de Junsu, pero antes de colar el primer dedo, llevó su lengua a ese pequeño espacio llenándole de saliva… el pelirrojo jadeó inquieto, su mente estaba tan entregada a ese momento que ni un solo recuerdo del pasado pasó por sus pensamientos… aquello le dio más confianza al pelinegro al ver que no se quejaba o respingaba temeroso. Subió con una línea de besos pasando por su ingle, su erección, su vientre abultado y más arriba hasta sus labios mientras el primer dígito finalmente ingresaba y se iba haciendo de espacio en su interior. Junsu se removió inquieto y cerró los ojos… era casi como una primera vez, solo que no dolía tanto… era quizá que le había extrañado demasiado… o simplemente que el amor le cubría por completo que solo podía sentirse amado…
Más tarde, cuando estuvo dilatado; Yoochun apartó sus dedos y se perfiló entre sus piernas, apoyó una mano en su vientre mirándole con infinita ternura y lentamente comenzó a entrar en él… Junsu gimió quedito a ojos cerrados, una gota de sudor recorrió el contorno de su perfil y se perdió por su cuello…
- solo mío, Su… - murmuró con cariño mientras empujaba más sus caderas y sentía la deliciosa presión de las estrechas paredes de su esposo cobijando su erección…
- Chunnie… - gimió suavecito mientras la mano del pelinegro abandonaba su vientre para entrelazarla con la suya…
Tocó el fondo y aguardó como siempre lo haría, a que Junsu se acostumbrara a su invasión, dedicándose entonces a mimarle otro poco con caricias y besos, sin que en ningún momento sus manos se soltaran… y luego el vaivén lento… Yoochun se deslizaba con sumo cuidado dentro y fuera… gemidos quedos escaparon de sus labios y todo su mundo quedó reducido al placer y la ternura… a esas estocadas tiernas que precisas y profundas iban dejándole la sensación más exquisita de hacer el amor…
- siempre mío, Junsu… - el pelinegro aumentó solo un poco el ritmo golpeando con un poco más de fuerza pero el mismo cariño…
El pelirrojo le miró sonriendo suavemente en tanto de sus labios entreabiertos seguían escapando esos suspiros y gemidos bajos que dejaba al descubierto una entrega de amor puro…
Yoochun continuó con sus estocadas por un rato más, el mismo ritmo… hasta que Junsu rodeó su cintura con sus piernas y gimió algo más alto su nombre… le hizo tan feliz poder obtener de nuevo esa pasión, que sintió desfallecería en su interior en cualquier momento… aceleró sus embestidas encontrando ese punto sensible en lo más profundo del pasaje de Junsu y ambos gimieron algo más ronco… Yoochun tomó entonces la erección de su esposo masturbándole despacio…
Era la gloria volver a compartir un momento así…
Volver a ser uno y entregarse toda la pasión y el amor contenido en sus corazones por largas semanas de angustia, de espera y de lucha.
Y casi fue mágico el momento en que minutos después sintieron nuevamente ese calor centrarse en el bajo vientre, aquella corriente eléctrica correrles por la columna vertebral y ese espasmo central que les deja temblorosos al alcanzar el orgasmo…
Un orgasmo que también extrañaran en meses…
Y Junsu se siente otra vez pleno y completo al sentir aquella húmeda calidez en su intimidad…
Y Yoochun muere de amor al sentirle tembloroso entre sus brazos, acunando entre sus manos ese vientre que les dará en unos meses más…
Otro trozo de felicidad…
Como el que acaban de recuperar…
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Tribunal Superior de Justicia
- lo siento abogado, pero el fiscal tiene un muy buen argumento; así que no le daré la autorización para llamar al Sr. Kim al estrado como testigo…
- pero jueza, mi cliente tiene derecho a…
- el Sr. Kim está embarazado, más de seis meses de embarazo, así que no se le expondrá de ningún modo a una experiencia que pueda afectarle; el Sr. Kim ha presentado ya su denuncia, se tienen todas las evidencias requeridas y su presencia no resulta indispensable para el curso de este juicio, abogado. La fiscalía y usted han armado el caso, ahora preséntenlo y no se le ocurra poner mi tolerancia en el medio porque verá que no es muy alta…
El abogado de Kellen Beich salió enfadado… pero sobre todo preocupado… aquella era una jugada que no había previsto… parecía que ni toda la influencia políticoeconómica del padre de su cliente habían sido efectivas esa vez…
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Departamento de Uchimura Kohei
El detective Uchimura sonrió complacido al recibir la noticia del fiscal que había tomado el caso ante los tribunales. Tomó su móvil y sin pensarlo llamó a ChangMin invitándole a tomar un trago para festejar el buen curso que parecía haber tomado el caso desde que presentaran todas las evidencias que en esas semanas lograron recabar… Shim había accedido a verle en un bar del centro de la ciudad… aunque admitía que se sentía nervioso…
Kohei se había esmerado en arreglarse para salir… de algún modo sentía que aquella era una cita o algo muy parecido y cercano a ello… se duchó casi con prisas demasiado ansioso, varias veces se cambió el jean o la camiseta cuando al mirarse en el espejo se sentía demasiado soso o provocativo… al final unos sencillos jeans desgastados y una camiseta de manga tres cuartos en tono claro, chaqueta de piel y calzado boleado fue su vestimenta.
- en serio, me siento como adolescente… - sonrió al reflejo en el espejo y exhalando el aliento una última vez finalmente salió rumbo al bar en que habían quedado…
………………………
ChangMin solo esperaba que al llegar su compañero ya estuviera ahí dentro esperándole… de lo contrario se sentiría algo más bobo y vulnerable siendo él quien tuviera que esperar…
- gracias… - susurró como si lo dijera para un ente divino al ver al japonés sentado en una mesa para dos al fondo del bar… se acercó notando que aún iba algo nervioso… - hola… - saludando casi atropelladamente…
- hola… - el japonés sonrió…
- se nota que estás contento por lo que dijo el fiscal…
- sí… pero también estoy contento porque estás aquí… - el japonés dijo sinceramente…
- ¿eh?... – el morocho sintió que se sonrojaba… y la respiración se le alteró un poco más cuando un mesero se acercó para preguntar qué iban a tomar… Kohei pidió algo suave para los dos y luego volvió su atención hacia él…
- ¡quieres que lo repita?... – cuestionó sin dejar de sonreír, mirándole de un modo tan diferente que ChangMin casi sale corriendo… no porque le tuviera miedo a ese sentimiento que había nacido en él o le desagradara… es que era muy nuevo para él gustar de… otro chico… - me gustas ChangMin…
- yo… - instintivamente el morocho se había corrido hacia atrás en la silla, retirando también sus manos de la pequeña mesa… vio a su compañero sonreírle y solo se sintió tonto…
- vamos a festejar por los avances logrados… si luego decides que tal vez también pueda gustarte… - le miró profundamente… - podrías solo decir “a mí también” o algo por el estilo…
ChangMin entonces estuvo seguro de haber enrojecido furiosamente…
- a mí tú también… - susurró entonces… tan bajo, que tal vez su compañero no le habría escuchado…
Continuará……
ohhh tan tierno que es yoochun con junsu waaaa!!
ResponderEliminarkawai!! al fin junsu!, ya no tendrás q sufrir (espero)
gracias por el fic me encanta!
Y se termina T_T.... aunque me hizo shillar en un principio pk pobeshito delfin como sufrio u.u ...
ResponderEliminarPero todo se va solucionando y ahora si sera muy feliz con Chunnie y sus bebes *-*
Y el tipo ese feo pagara por lo que les hizo *;;* ...
Amo a los bebes del YunJae *w* ... son tan adorables y hermosos y awww *-*...
ahhhhhhhhhh k lindo capiiiiiiiii
ResponderEliminarchangmin XDXXDXD k nervioso
puro love yoosu XD
gracias x el capi
wiiiii!!!!!
ResponderEliminarel YOOSU feliz!!!
los nenes del YUNJAE son tan lindos jijiji
que tiernos ^_^
jajaj ooo min y kohei avansan!
*ahora ¬¬ al fin el maldito pagará arrrr... ¬¬*
gracias por el cap ^^
ahhhhhhhhhhhh *O* he amado el capo lo he amado!
ResponderEliminaramo al yoosu y su miedo ysu seguridad...
y que chun quiera protegerles con todo..
que Junsu pueda ser feliz TT
solo espero que puedan coger bien por los huevos a es edesgraciado y mandarlo al psiquiatra de por vida
aunque me tiene aun sorprendida eso de saber que era chun su amor profundo ~ o.o
espero ansiosa el capo proximo para saber maaaaaas *O*!
asdsadsadsadasdas - ¬ - *0* uiii ke lindooo... sigue finaaal! noooo T=T igual yo ame hermosamente este fic TT-TT tiene que haber segunda temporada! XD
ResponderEliminarOMGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGG
ResponderEliminarel momento mas sweet ;O; de todos los yoosu's
;O; priceless TT
o.ó ja ja kellen ya no tiene escapatoriaa
y komin rlz!!
*-* y la yunjae family es lenda ;O;
ohhh me encanto el cap (¬¬ si claro por el lemon) jejej no, no solo por eso si nno por el hecho de que junsu a avanzado y ya se siente seguro plenamente junto a su Chunnie ^^
ResponderEliminarEs que después de tantas cosas es justo... ^^
Los bebes del YunJae me encantan... ohh como seran de lindos? Con semejante umma y appa que tiene...
Este fic me ha encantado a pesar de la dura situación por la que a tenido que pasar junsu...