Capítulo 17 DARKNESS DEEP

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CAPÍTULO 17. DIOS VAMPIRO DE LUZ

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Distrito Gangseo-gu
Palacio Sentinella
Días atrás…

Nínive interrumpió un momento la conversación entre todos los presentes en aquella reunión a la que Alexander había convocado y donde la tensión podía respirarse…

- Gustav Anderson podrá no haber dicho nada con claridad, sin embargo la información recabada fue suficiente para mí… - la doctora desplegó una serie de imágenes en la pantalla 3D que se “levantó” al centro de la mesa dando forma y estructura virtual a cada una de ellas… - entre las cosas que mencionó dijo algo sobre los antiguos dioses egipcios; Sejmet llamó mi especial atención por los mitos que giren en torno a ella…

- ¿Ella? ¿Era una diosa?... – Junsu cuestionó…

- así es, Sejmet pertenece a la mitología egipcia, considerada Diosa de la Guerra y la Venganza, era símbolo de fuerza y poder; hija de Ra, el Dios más importante de la mitología Egipcia que representa al Sol; y esposa de Ptah, Dios de la magia; se le atribuían numerosos atributos divinos, y un carácter exaltable que solo podía ser calmado con sangre, los mitos más comunes en la historia dicen que era sangre de animales, contados jeroglíficos que no son de conocimiento popular refieren un panorama diferente…

- ¿está tratando de decir que era una diosa vampira?... – Jaejoong preguntó…

- exacto…

- ¿por qué es relevante saber eso ahora? ¿tiene alguna relación con Génesis?... – Yunho inquirió…

- no estamos seguros de ello, Gustav Anderson hizo mención también de una Princesa de nombre Nitocris, y por lo que hemos podido investigar; cualquiera podría ser la respuesta… sin embargo, es posible que una de estas dos figuras nos dé algún tipo de ventaja en la guerra que actualmente se está desarrollando…

- ¿una ventaja?... – Derek dijo…

- Sejmet podía ser una diosa implacable y violenta, pero tenía también otra cara, era llamada “la que frena la oscuridad” y “experta en magia” como “Diosa del Amor”, se le rendía culto en Luxor, antigua ciudad llamada “La ciudad de las cien puertas", por las numerosas puertas en sus murallas, y "Ciudad de los Palacios", por sus hermosos edificios, tomados como palacios por los más importantes Faraones. Es la ciudad de los grandes templos del antiguo Egipto y de las célebres necrópolis de la ribera occidental, donde se enterraron a los faraones y nobles del Imperio Nuevo de Egipto, denominados el Valle de los Reyes y el Valle de las Reinas… - Nínive lucía realmente emocionada al hablar de aquello, pero claro estaba que los presentes no querían una clase de historia… suspiró y algunos pensaron que parecía una mujer calmando las vibraciones de su cuerpo luego de un orgasmo… - Luxor es una ciudad de enorme poder místico, esconde secretos que solo algunas personas alrededor del mundo conocen o tienen las llaves para revelarlos, Génesis es una de esas personas, como lo son hijos suyos, Maximus, vampiro autoexiliado que llegó a mantener una especie de rebelión contra su madre; si muchas de las cosas que aún Gustav no ha dicho con claridad pero de lo que ha dado migajas están en lo correcto, presiento que Sejmet reencarnó de algún modo en un vampiro de sangre Real…

Al instante, todos voltearon a ver a Jaejoong… pero el pelioscuro no se inmutó… si era sincero… aquello no hacía más que generarle más inquietudes… y no era el único… Lo que Nínive dijo no aclaró en realidad nada, a cambio dejó muchas más dudas… parecía como si todo pudiera caer más y más en el misterio hasta que todos los cabos estuvieran en el mismo espacio y encontrar el modo correcto de atarlos para dar con la respuesta buscada.

*****
De vuelta a la actualidad…

Yunho y Jaejoong estaban en medio de un beso apasionado que les estaba gastando el aliento demasiado rápido obligándoles a separarse apenas unos milímetros dándose espacio de tomar una nueva respiración y volver a unir sus labios como si cada beso nuevo fuera más corto e insuficiente que el anterior… querían fundirse y besarse… besarse como si la vida inmortal que poseen les dependiera de ello… como si cada segundo que pierden en no entregarse aquellas caricias húmedas de labios encendidos les fuera a pasar factura de un pago no dispuestos a efectuar…

……………………………

Yoochun y Junsu iban a velocidad regulada por la carretera que lleva al Aeropuerto Internacional, ya el pelinegro había contactado con su amigo JinHyuk y pedido que hiciera todo arreglo para emprender un viaje sin destino fijo… por ahora lo único que quería era sacar al castaño de ahí y llevarle lejos de oriente. Estados Unidos había estado en sus pensamientos pero casi de inmediato lo desechó, lo mejor sería buscar un lugar más desconocido…

- Chunnie, porqué no hablas conmigo… - el castaño dijo de pronto…

- ¿sobre qué?... – el pelinegro apenas le miró de reojo pues no quería apartar la mirada del camino… sentía el peligro tan cerca que sus sentidos solo podían estar alerta…

- sobre ti… - el centinela respondió… suspiró y miró por la ventana dejando que el aire fresco producido por la velocidad sacudiera sus cabellos… - sobre tu pasado, sobre quien fue tu esposa…

- Junsu…

- hay tanto sobre ti que desconozco… - continuó casi como si no le hubiese escuchado… - las parejas se supone que se tienen cierta confianza, no digo que me digas absolutamente todo, está bien si guardas secretos para ti, pero… a veces me siento tan lejos de ti, a veces siento que lo único que nos une es el odio por los licántropos…

- ¿crees que si fuera solo eso estaríamos ahora largándonos de acá?... – el lycan dijo con tono serio… estaba demasiado tenso y de pronto solo pudo pensar que Junsu era injusto con él, que era tonto que le preguntara aquello… que no veía que estaba haciéndolo todo por él, porque lo ama…

- solo digo… que quiero conocerte… al Park Yoochun que también fue mortal… - el castaño había volteado a mirarle aunque solo tuviera visión de su perfil, hablándole con ese tono suave que el pelinegro sabe desliza culpa y tristeza también… - lo siento… solo olvida que lo mencioné… - y luego volvió su vista afuera dejándose golpear por el viento fresco…

Yoochun aceleró un poco incapaz de decir nada justo en ese momento… quería tranquilizarse, ponerle a salvo y alejarle de esa escalofriante sensación de peligro… esa que solo experimentó una vez siglos atrás…

Cuando su esposa asesinada fue ante sus ojos por Zhang Yiang…

Junsu cerró los ojos unos segundos, quería aliviar el dolor que estaba en su pecho, porque siempre que intentaba acercarse a su novio preguntando por su pasado, él parecía molesto… temía, aún cuando intentaba convencerse de que debiera hacerlo, ser un recuerdo para el pelinegro fácil de olvidar… él sabe, lo ha visto y sentido, cuán importante es para el pelinegro… pero también sabe, que no es más que un simple mortal al que dejará atrás tarde o temprano…

No será un amor eterno e inmortal como su condición sobrenatural.

……………………………

Zhang Yiang sonrió con maldad al identificar el rostro del piloto de aquel auto que se aproximaba en sentido contrario por la carretera…

- mi noche de suerte… - dijo para sí y pisó el acelerador… - esta no es una caza… - habló por el intercomunicador que le conectaba a todos esos hombres detrás de él que iban a bordo de otras camionetas oscuras… - los quiero vivos…

- ¡shit!... – Yoochun le reconoció cuando faltaban algunos metros para que sus autos pasaron uno al lado del otro… - ¡agáchate!... – ordenó al castaño empujándole él mismo para que quedara oculto bajo el panel delantero…

El acelerador presionado a fondo y la adrenalina comenzando a circular por sus venas. Yoochun maldijo su suerte, su propia decisión… si algo salía mal, está seguro de que moriría antes que querer dar un solo respiro más… Yiang y Yoochun se miraron cuando sus autos pasaron uno junto al otro en direcciones opuestas, el primer lycan sonreía divertido, el segundo… solo podía mantenerse lo más sereno posible…

Huir…

Los autos enemigos dieron vuelta en U de modo vertiginoso, levantaron humo del asfalto y dejaron huella sobre la carretera. Yoochun mantuvo la máxima velocidad y comenzó a tomar atajos, los autos le seguían de cerca, Yiang iba hasta atrás y está seguro de que sonreía encantado de aquel momento en el que le tenía una vez más en un dilema por la vida de una persona amada…

……………………………

Yunho y Jaejoong estaban enfrascados en el calor, el pelioscuro estaba pegado al muro de aquella oscura calle con el moreno presionado contra él friccionándose mientras siguen en uno más de aquellos apasionados besos…

Eso… hasta que escucharon el claro sonido de autos a alta velocidad acercándose… el instinto les pudo más en aquel momento que el deseo, se separaron justo a tiempo para ver pasar aquel desfile de automóviles…

- ¿era Yoochun?... – el moreno dijo al haber reconocido al conductor del auto a la punta…

- ¡vamos!... – el pelioscuro ni siquiera lo pensó, ya estaba montado en la motocicleta del moreno… - ¡Yunho¡… - gritó al ver que se había quedado de pie mirando a los autos marcharse…

- sé que conozco al sujeto que iba en el último automóvil… - dijo mientras se acercaba y subía delante de su amante encendiendo la moto… - ése era Zhang Yiang… - las manos del pelioscuro rodearon su cintura y luego solo aceleró a máxima velocidad…

Del automóvil que iba justo detrás de Yoochun, el hombre que iba de lado del copiloto salió por la ventana y pasó a la parte delantera colocándose a ras del metal, un aullido y su transformación en bestia…

- sujétate Junsu… - el pelinegro sabía que el licántropo saltaría sobre su auto…

El peso resultaría suficiente para hacerle perder el equilibrio y provocar un accidente… no iba a arriesgarse a ello… Junsu podría morir en una voltereta sin ningún tipo de protección y siendo un humano normal. Yoochun estaba tan preocupado, que de algún modo, se sentía como presa rodeado por un puñado de cazadores que podrían ser más ágiles que él…

Casi sin darse cuenta, Yunho y Jaejoong ya estaban formando parte también de una batalla inesperada… Yoochun se había visto obligado a frenar… tendría que enfrentarlos ahí mismo antes que seguir huyendo… pensaba que sería relativamente fácil encargarse de los licántropos y todos esos hombres que iban en las camionetas…

Le preocupaba Yiang…

Sí, aquella era la realidad. De pronto se sentía inquieto, como una especie de presentimiento acerca de la posibilidad de que las cosas no resultaran bien en aquel momento…

Las cosas sucedieron más rápido de lo que puede relatarse. En lo que pudo parecer un parpadeo aquel lugar se había convertido en una batalla a muerte… Yoochun, Yunho y Jaejoong se habían transformado en lo que eran, el primero un lycan imponente; los últimos, vampiros ágiles e inclementes… el único que se mantenía al margen del enfrentamiento era Zhang Yiang, vigilaba detenidamente los movimientos de sus enemigos, los analizaba y grababa en su mente todo detalle acerca de ellos… y aunque a Yoochun lo conocía muy bien, en aquel instante podía notar que estaba actuando de algún modo diferente… luego comprendió… que hacía un esfuerzo por no apartar demasiado su mirada del auto donde Kim Junsu continúa encerrado…

- ¿le proteges?... – sonrió divertido y dio un paso en dirección de la pelea…

Yoochun vio su movimiento y se apresuró a colocarse nuevamente delante del auto donde Junsu estaba… el castaño solo miraba a través de los cristales mientras hacía lo imposible por hacer caso de aquella petición suplicante de parte de su novio…

- quédate y no salgas por nada, promételo…

Junsu veía la escena y su corazón golpeaba contra su pecho dejándole esa sensación de angustia y preocupación… quería salir pero solo se mordía el labio y soltaba el aliento cada que veía que su novio y Yunho como Jaejoong salvaban el pellejo.

- ¡Chun!... – su mano golpeó con pánico el cristal de la ventana cerrada cuando vio a Yiang acercarse a paso lento pero seguro… y la amplia espalda del pelinegro como lycan tapar su visión… el miedo se apoderó de su cuerpo pero mantuvo la única promesa que había tenido que concretar…

Quedarse y no salir.

Dos maullidos aturdidores que resonaron en el silencio de la madrugada, Yiang transformándose en ese lycan de pelaje oscuro con tonos tintos que le daba un aura más perversa. Yunho y Jaejoong les dejaron espacio para enfrentarse mientras se encargan del resto de los oponentes.

Yoochun y Yiang se encontraron cuerpo a cuerpo, la colisión de las bestias incluso cimbró el piso… Junsu contuvo el aliento e intentó salir del auto, pero luego aquellos dos cuerpos golpearon contra este sacudiéndolo violentamente… y vio el rostro de Yoochun a través del cristal perdiéndose en aquellos grandes ojos negros que en silencio seguían suplicándole no salir… tragó hondo y sus castañas pupilas solo pudieron mirarle con aprehensión mientras siente la congoja de su corazón consumirle el aliento…

Lo siguiente pasó básicamente de manera simultánea…

Dos hombres lograron pasar a través de Yunho y Jaejoong, y Yoochun no pudo evitar que subieran al auto donde Junsu porque Yiang le enfrentaba con fiereza… el castaño no dudó en comenzar a pelear contra esos hombres, pero en aquel espacio tan reducido no tenía demasiado qué hacer para evitar que le hubieran encerrado dentro. Uno de los sujetos pasó al lado del piloto y manipulando el cableado bajo el tablero encendió el auto arrancando a toda velocidad al instante. Junsu seguía peleando con el otro sujeto que no le daba tregua ni para respirar…

Yoochun transformado en lycan vio aquello y corrió a grandes zancadas yendo detrás del auto de Junsu, sus grandes orbes negras destellaron miedo de solo pensar que algo pudieran hacerle a su novio… a bordo del auto, el sujeto que iba conduciendo se aseguró de dejar los frenos inservibles y mantener la velocidad a límite… en el interior de aquel, el castaño continuaba peleando contra el otro hombre pero no podía evitar que el otro siguiera conduciendo en aquella carrera suicida… Yiang había decidido solo observar dejando al pelinegro seguir adelante…

Observar como lo ha hecho por siglos, el actuar de Yoochun…
Esperando esa vez destruir el último latido de su corazón…
Ese que humano no ha dejado de ser…

Por otro lado…

- ¡Jae, ocúltate!... – el Diurno gritó mientras esquivaba los ataques de esos licántropos y hombres que se cernían sobre él… pero Jaejoong no podía hacerlo cuando tenía a otros tantos sobre él impidiéndole el escape… - ¡Jae!... – el moreno se agachó al tiempo que giraba sobre su pie izquierdo y enterraba su espada en el costado de un hombre atravesando las costillas y desgarrándole el corazón… - ¡Jaejoong!... – queriendo tener el poder de desaparecerlos a todos y salvar a su amante…

Los rayos del sol despuntarían en cualquier minuto y Yunho solo podía sentir desesperación al ver que Jaejoong no podía escapar de la batalla y ocultarse de la luz solar en algún edificio… peleaba con toda su fuerza y poder, uno a uno iban cayendo bestias y hombres… Jaejoong sabía que el tiempo no era de ningún modo suficiente… y aunque continuaba peleando, solo podía sentir un miedo que ya antes experimentó, y dirigiendo la mirada hacia donde Yunho se debate con fiereza acercándose a él, sonrió de medio lado notando algo húmedo correr por sus mejillas… una lágrima de despedida…

Los primeros rayos se levantaron bañando la ciudad… el cuerpo de Jaejoong… Yunho gritó desgarrándose la garganta al ver al pelioscuro retorcerse de dolor y caer al suelo… una luz cegadora cubrió al Príncipe Vampiro encandilándolos a todos… y cuando esta se apagó… Yunho vio el cuerpo de su amante intacto en el asfalto pero sin movimiento…

- Jae… - corrió arrodillándose a su lado, se inclinó sobre su pecho… latía el corazón… - Jae… despierta, por favor hazlo… - golpeó sus mejillas mientras lo sacudía esperando alguna reacción…

En ese momento ni siquiera estaba pensando nada acerca de lo que parecía increíble… no se había desvanecido como cualquier vampiro (excepto él mismo) ante la fuerza de los rayos UV de la luz del sol… solo le importaba… que estaba vivo… que no le perdía…

Que podría seguir amándole…

Al mismo tiempo…

Yoochun licántropo vio a través del cristal trasero que los hombres a bordo del auto lograban someter a Junsu y esposarlo al volante… el lycan gruñó y aceleró el paso, vio entonces a los hombres saltar del auto y a Junsu tratar en vano de frenar o librarse… el centinela miró hacia atrás viendo la carrera de su novio tratando de darle alcance, sus pupilas reflejaron el miedo y entonces al lycan la sangre le hirvió, y el odio, el temor y la adrenalina lograron que Park diera alcance al auto antes de que se volcara por la velocidad y lo irregular de la calle en la que habían terminado… una luz resplandeciente apareció en la frente de Yoochun marcando un símbolo que ya antes apareciera en su pelaje delineándolo del mismo tono azul turquesa cuando días atrás se transformó en un lobo de apariencia fantástica; cuando finalmente sus pasos dieron alcance al auto, el pelinegro arrancó la puerta de lado del copiloto y entró tan solo a tiempo para romper la cadena y abrazar al castaño extendiéndose ambos a lo largo de los asientos de modo que le protegió con su cuerpo en tanto el auto rodaba varias veces sobre su eje antes de frenar al impactar contra un muro…

Yoochun sentía dolor por la carrera previa y por los golpes inevitables de la volcada… lanzó un quejido y se apartó apenas para ver al castaño contra su cuerpo aferrado… respiraba laboriosamente y estaba también algo golpeado y asustado…

- Chunnie… - suspiró su nombre y escondió el rostro contra su cuerpo queriendo escuchar su corazón a través del grueso pelaje… - no nos dejará ir… ese hombre siempre estará detrás de nosotros… - soltó con tono temeroso…

Y sintió que tal vez era demasiado humano…
Que más que llegar a ser una ayuda para Yoochun, seguiría siendo una carga.

Pero el lycan simplemente hizo lo posible por salir de ese auto abollado junto con Junsu… cuando así lo consiguió y miró alrededor, el sol brillaba limpiamente en el cielo azul y no había más rastros de Yiang o los suyos…

- ¿estás bien?… - el pelinegro preguntó a su novio habiendo tomado nuevamente su figura humana…

- ¿se fueron?... – cuestionó y asintió a la pregunta de su novio…

- lo dudo… Yiang solo se divierte llevándome una y otra vez a los límites…

- Chunnie… - el castaño quiso hablar… hablar y decirle que tal vez estaba bien… que quizá era ese el momento en que le dejara atrás en el camino…

- vamos, no confío en la repentina desaparición de Yiang… - pero el pelinegro no le dio tiempo de nada…

O probablemente…
Junsu no tenía el valor para dejarle…

……………………………

Pero Yiang esa vez no se había retirado solo porque sí… esa vez, mientras veía a Yoochun correr tras el auto de Junsu para ponerle a salvo, vio en la frente del pelinegro como licántropo un símbolo que le inquietó de sobremanera y le hizo replantearse su estrategia…

Supo, que tenía que viajar a Egipto… a la ciudad de Luxor…

……………………………
En algún otro lugar de Seúl…

Aún y cuando el alba había despuntado, la Reina Yin se mantenía serena delante de los seis representantes del Consejo de Sangre… había realizado según el protocolo su petición…

- tomar el lugar que una vez dejó tu esposo y asumir el papel de Adalid… - Mikel sonrió de medio lado con incredulidad y un dejo de diversión… - ¿es eso lo que quieres?

- estoy en todo mi derecho…

- ¿sabes bien cuál es el procedimiento para ello cuando dos o más representantes del Consejo quieren tal cargo?... – otro de los representantes señaló…

- un duelo cuerpo a cuerpo hasta que uno de los contrincantes se rinda… o muera… y estoy dispuesta a ello…

Mikel sonrió… él enfrentaría a la famosa Reina del Clan Yin…
Y no tenía intención de dejarle salir victoriosa… ni con vida.

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Palacio del Este (Changdeokgung)

La Princesa Yin estaba con Donghae… la inquietud se había apoderado de ella cuando al pasar de las horas su madre no regresaba…

- ¿por qué no quieres pedir ayuda a Won Dae?

- porque ese hombre no me agrada… - respondió tajantemente la chica mirando hacia otro lado y cruzándose de brazos… - odio el encierro… - gruñó por lo bajo sabiendo que por más que quisiera en ése momento salir, no podría…

- a veces hay que dejar el orgullo a un lado cuando las personas a las que queremos pueden estar en algún peligro… - el muchacho intentó persuadirla… aunque en el fondo sabía que no tenía demasiado a su favor… la conocía y sabía cuán recia podía ser la Princesa…

- mi madre es fuerte e inteligente, lo que sea que la está retrasando, no será más que un obstáculo que superará pronto…

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Distrigo Gangseo-gu
Palacio Sentinella
Oficina de Alexander

- así que, tu teoría estaba acertada, Nínive…

- sí… y mucho más de lo que habíamos imaginado… resulta ser que es justamente el Príncipe Kim Jaejoong la reencarnación de la Diosa Sejmet… - la doctora vio la sonrisa curvarse en labios de Alexander… - cuál es nuestro siguiente movimiento ahora…

- llama a Derek, tengo una proposición interesante que hacerle… - su sonrisa se amplió un poco… y Nínive dio la vuelta para cumplir su pedido…

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En algún otro lugar de Seúl…

Yunho le besaba con súbita necesidad y pasión, y Jaejoong correspondía exactamente con las mismas dosis de deseo, no había manera de que sus labios se separaran por demasiado tiempo antes de volver a unirse y continuar con aquel intercambio de caricias candentes en las que sus lenguas jugaban resbalando y enredándose una y otra vez, robándose el aliento y demandando más de la otra cavidad bucal aprendida de memoria pero que era necesario volver a explorar.

Porque que Jaejoong estuviera vivo era como una segunda oportunidad imposible de ignorar para amarse…

Yunho admitía que si había alguien en los años de vida que le hace perder absolutamente todo de foco, ese era Jaejoong, y que aún si ha aceptado ya para sí mismo mil veces que aquello se llama amor y que ha caído en tal sentimiento sin posibilidad ni anhelo de escapar de ello, el aliento se le va con cada roce de labios como le vuelve más vida a esa alma que ya está más encendida que la misma llama que arde en el centro de la tierra.

Y recordó entonces que días atrás confesó tal sentimiento a Jaejoong cuando se salvó misteriosamente luego de haber bebido de su sangre y habiéndose transformado tal vez de algún modo en eso que ya era hoy en día… algo parecido a él, un vampiro capaz de exponerse al sol y no perecer… Jaejoong era como un Diurno pero al mismo tiempo le parecía que era mucho más poderoso que él. Yunho volvió a besarle al tiempo que sus dedos desabrochaban los botones y deslizaba con cuidado esa camiseta oscura que hizo lucir aún más blanca la piel debajo…

- Te Amo, Jaejoong… - y susurrar aquella confesión con algo más de apremio que la primera vez que lo dijera… deteniéndose unos momentos y mirar las oscuras pupilas de esos grandes ojos que se clavaron en los suyos haciéndole estremecer…

- yo… Yunho, también Te Amo… - el pelioscuro correspondió y sintió que algo en su interior explotaba llenándole de una calidez muy diferente y nunca antes experimentada…

Jaejoong comprendió… que esa vez amaba con algo que nunca pensó tener… el alma.

Yunho sonrió feliz de escuchar esas palabras y se inclinó nuevamente sobre el pelioscuro besándole despacio y con aquello que realmente cree no se habían entregado antes… una ternura tan romántica y avasalladora que por instantes se sintieron completamente humanos, entregándose un amor que se dice vampiros o licántropos no experimentan con aquella intensidad. Pero que tan nítida y palpable tenían en aquel instante en su corazón…

La camiseta terminó su camino en el piso de aquella habitación desconocida que guardaría entre sus cuatro paredes un secreto encantador de un amor entre vampiros que no se creían capaces de tal sentimiento. Jaejoong sonrió tan sensualmente como siempre, y Yunho le devolvió la sonrisa con aquel matiz de deseo que se encendía bajo la piel en cada fibra de su ser… entonces el pelioscuro le sacó la playera con rapidez y su lengua ávida recorrió la piel morena de su cuello hasta la clavícula, estela húmeda de una pasión sin reserva que no sería más ocultada porque no había nada que pudiera separarles más. Se abrazaron fundiéndose en un beso candente que solo elevó un grado más la temperatura ya elevada que inundaba aquella habitación.

Las manos de Jaejoong se deslizaron al pantalón del Diurno, deshizo el cinto y lo sacó deslizándolo lentamente por las pretinas, cuando finalmente lo hubo sacado de su sitio, el pelioscuro lo usó para sujetar las manos del moreno en torno a sus muñecas detrás de su espalda.

Yunho cayó sobre la cama con las manos ajustadas de esa manera, aquello le dejaba poca movilidad pero justo en ese momento no hizo nada por liberarse, dejaría a su amante hacer lo que le plazca con él; Jaejoong trepó inclinándose sobre el cuerpo del moreno hasta alcanzar su boca y besarle con pasión, no había manera de que se decidiera cuál de las dos combatientes rugosas y calientes vencería en aquella lucha sin cuartel que sus lenguas desarrollaban; cuando el pelioscuro se separó un hilillo de saliva dejó conectadas sus bocas y mojó el mentón de ambos vampiros.

- eres tan caliente… - el pelioscuro sonrió con picardía al tiempo que movía sus caderas golpeando lentamente las del moreno, sus miembros se rozaban y aquello les encendió la libido dejándolo al descubierto cuando el bulto de ambos comenzó a notarse por encima de sus pantalones…

- solo me enciendo con cierto Príncipe Vampiro… - el moreno dijo con tono lujurioso mientras veía la sonrisa en labios de su amante ampliarse y una de sus manos jugar en sus pezones… - mhh… - arrancándole de esos gemidos que no dudó en liberar porque solo quería que le escuchara y le viera…

Que entendiera que de verdad era Jaejoong el único que le ponía a mil sin que fuera también su corazón el que late emocionado contra su pecho…

Que aquello siempre ha sido algo más que deseo y lujuria…
Que han aprendido a hacerse el amor…

Jaejoong lamió y saboreó esos montecitos sonriendo al escuchar esos jadeos y gemidos que sonaban desde la garganta de Yunho; se sentía tremendamente bien saber que era el que los ocasionaba, recordar todas y cada una de las ocasiones en todos esos años de encontrarse en la intimidad y saber… que no importa si hubieron otros antes o durante esa relación de amantes que murió justo cuando se confesaron un amor mutuo; siempre, desde ese momento, podrían estar juntos y permanecer tanto como les durara la inmortalidad, amándose.

Yunho gimió más alto y no tuvo necesidad de levantar las caderas cuando Jaejoong comenzó a bajar sus pantalones con la intención de sacárselos, el hecho de que sus manos estuvieran en su espalda le dejaba ya ligeramente elevado. Se movió un poco tratando de darle algo de alivio a sus manos que ya comenzaban a cansarse por la postura, no se trataba solo de su peso, sino también del pelioscuro que tan entretenido se encontraba entonces recostado sobre su cuerpo a lo largo mientras besa y succiona porciones de piel por su cuello y hombros, o le muerde sugestivamente el mentón, los labios, el lóbulo…

- mhh, Jae… - volvió a gemir ronco e hizo su primer intento de zafarse de su cinto cuando el pelioscuro frotó su entrepierna por encima de la ropa interior… el moreno ansiaba ya poder participar de las caricias…

Uno… dos… tres intentos… la risa divertida de Jaejoong y ese Yunho impulsándose al frente y a un lado para dejar esa vez al pelioscuro bajo su cuerpo… tiró nuevamente con fuerza y el cinto que ataba sus muñecas fue partido en dos… el Príncipe Vampiro sonreía contento y el Diurno no podía más que acompañarle en tanto es él quien aprisiona las muñecas de su amante sujetándolas con fuerza con sus manos y llevándolas sobre la cabeza del pelioscuro. Jaejoong se dejó hacer, le gustaba que lo tratara con cierta rudeza pero sin que perdiera de algún modo ese toque posesivo y protector que le hacía sentir especial y que solo hasta ahora parecía ir comprendiendo del todo a qué se debía…

Cosa más humana el amor…
Pero no por ello ajena a criaturas nocturnas…

Liberó las manos y tomó las piernas de Jaejoong elevándolas de modo tal que el pelioscuro dejó todo el peso de su propio cuerpo sobre sus hombros, y sus caderas elevadas a total disposición de ese Yunho que de inmediato atacó con su lengua ávida el pasaje de su amante…

- ahh, mhh… ¡Yunho!... – gemía y gritaba sumergido en placer cada que esa lengua arremetía contra su entrada clavándose como estaca y haciéndole estremecer cual hoja de espada desenvainada con sigilo…

Jaejoong llevó una de sus manos a su propia erección para estimularse; su rostro de piel pálida estaba teñido de carmesí, producto de la excitación y de la postura en sí, toda la sangre que no estaba concentrada en su entrepierna se había ido directamente hasta su cabeza… los hombros y el cuello soportaban todo su peso… y Yunho parecía más que fascinado con degustar su interior con su lengua… el pelioscuro tembló y gimió con sorpresa cuando el moreno succionó su intimidad al mismo tiempo que colaboraba con la estimulación jugando con sus testículos entre una de sus manos… luego de un rato de estar lamiendo y succionando su entrada, el Diurno agregó dos de sus dedos notando cómo resbalaban con facilidad dentro y fuera, así que poco después añadió el tercero; los dígitos embestían con ritmo regular, permanecían dentro haciendo círculos y volvían a salir para regresar con algo más de fuerza…

- mhh, Yunho… ahhh, ya… - el pelioscuro gimió ansioso y su mano incluso aceleró los movimientos de bombeo en su propia erección…

- siempre tan desesperado… - el moreno sonrió divertido pero no le hizo esperar, apartó sus dedos y entonces sujetó con sus manos las caderas del pelioscuro para mantenerle en la misma posición que le tenía…

Prácticamente se puso de pie sobre el colchón, no necesitó inclinarse demasiado pues con las piernas más bien abiertas contaba con el ángulo y la altura perfecta para penetrar de aquel modo al pelioscuro… ambos gimieron cuando el miembro duro e hinchado de Yunho comenzó a enterrarse en Jaejoong… se sentía caliente y húmedo, y para los dos ser uno en un momento como aquél era casi como una especie de revelación…

Cuando Yunho pensó que tal vez resultaba ya demasiado cansada la postura para Jaejoong, le sujetó con más fuerza las caderas y lo atrajo impulsándolo hacia arriba, las piernas del pelioscuro se enredaron inmediatamente en torno a su cintura, y sus manos le rodearon el cuello mientras sus bocas se encontraban en un beso apasionado y aguardaban unos instantes antes de continuar con las embestidas. El Diurno bajó de la cama con el Príncipe Vampiro anclado a su cintura y caminó hasta un muro dejándolo entre los dos… aún estaba dentro y ya sentía que necesitaba el calor de su delicioso roce…

- te toca el trabajo duro… - sonrió divertido el moreno al tiempo que le lamía el blanquecino cuello y apoyaba sus manos a los lados de la cabeza del pelioscuro…

- encantado de complacerte… - le devolvió la sonrisa y apoyó sus manos en los hombros del moreno para tener soporte…

Yunho se mantuvo firme para ayudar a aquello que pretendían, y mientras Jaejoong subía y bajaba autoembistiéndose, ambos lanzaron gemidos roncos y altos que resonaron en las paredes de aquella habitación… no había manera de que el calor alcanzara mayor grado de temperatura, se sentía sofocante y les aturdía los sentidos, las oleadas de placer les hacía temblar y el deseo parecía encontrar el equilibrio exacto con aquella sensación rebosante que les tenía el corazón galopando como potros desbocados y que no tenía que ver solamente con el hecho de que estuvieran excitados al límite…

Unos instantes después, el Diurno volvió a sujetar las caderas del Príncipe Vampiro y besándole con mucho cariño le llevó de regreso a la cama, lo dejó sobre las cobijas con cuidado y sin abandonar su interior retomó el vaivén de caderas llevando nuevamente el control de las embestidas. Certeras, profundas, rápidas, candentes…

Jaejoong le atrajo pegándolo del todo a su cuerpo, reveló sus colmillos y sin preguntar ni dudar, los enterró en el cuello de Yunho succionando un poco de su sangre… el Diurno sintió una punzada en el vientre ante esa acción y una serie de oleadas de placer que le hicieron acelerar aún más las estocadas, dos hilos de sangre resbalaron de los orificios que los colmillos del pelioscuro dejaron cuando apartó sus colmillos y llevó su boca a la del moreno besándole con fuego y dejándole probar de su propia sangre; en medio de aquel beso, los propios colmillos del Diurno se abrieron paso y rasgaron delicadamente la piel del cuello del Príncipe Vampiro probando también de su sangre…

Esa vez, Jaejoong no tuvo ninguna reacción al beber de la sangre de Yunho, pero ninguno se detuvo a pensar pues estaban demasiado enfrascados en el calor, concentrados en el vaivén de caderas… tal vez más tarde entiendan que la transformación de Jaejoong se había completado del todo esa mañana al ser bañado por los rayos del Sol, y que si días atrás cuando bebió por primera vez de la sangre del Diurno no murió, fue porque ya estaba en sus genes la estructura necesaria para asimilar su condición diurna.

Instantes después Yunho dejó embestidas más profundas contra la intimidad de Jaejoong, se sentía cerca de su final, y sabía que el pelioscuro lo estaba también, pero deseoso de probar su sabor, y como lo ha hecho en ocasiones anteriores; llevó una de sus manos a la base del miembro del Príncipe Vampiro presionando para evitar que se corriera antes que él… Jaejoong emitió un gruñido mezcla de inconformidad y excitación, pero no hizo nada por apartarle, el dolor que sentía al no poder correrse le gustaba… sí, tenía su lado masoquista y en realidad estaba perfecto con él…

- ¡Jae!... – gimió el moreno justo en el momento en que su cuerpo tensó arremetió una última vez contra las caderas del pelioscuro y su semilla se derramó en su interior… tembló y ahogó todos los gemidos que seguían naciendo en su garganta fundiéndose en un apasionado beso con su amante…

- ¡Yunho!... – gimió el Príncipe Vampiro cuando por fin el Diurno se dignó en dejarle terminar, habiendo descendido por su pecho hasta su miembro y metiéndolo en su boca había succionado una sola vez desde la base hasta la punta para obtener tan delicioso premio…

El moreno tragó todo y bajó hasta la entrada del pelioscuro para tomar un poco de su propio semen, y con el sabor de ambos en su boca, subió hasta labios de Jaejoong besándole con calma y probando así de los dos. Yunho sonrió entre el beso al notar las manos del pelioscuro resbalar en su espalda con parsimonia, y sentir las piernas acariciando las pantorrillas de modo sugestivo… supo, que apenas habían tenido un primer round, que ese día… seguro no descansarían…

Confesarse un amor correspondido…
Alimentaba el alma mejor que la sangre misma al cuerpo inmortal…

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Chongqing, China

ChangMin estaba mejor, aunque aún sentía el cuerpo algo pesado y no daba crédito a ese pequeña elevación en su vientre que definitivamente daba la impresión de una tripa de cerca de unos cuatro meses de embarazo… Kenryu a su lado mantenía un brazo sobre sus hombros abrazándole con aire protector en tanto sostenía la mirada del hombre delante de ellos que les había ayudado a repeler la fuerza de Génesis en una batalla que solo le hizo dar cuenta a la poderosa mujer de que e hijo suyo que duerme en Ogazawara se hacía mucho más fuerte que en reencarnaciones pasadas…

- entonces usted es como… un hijo de ella también… - el pelicastaño cuestionó con cierto tono confuso…

- podría decirse… pero no de la misma manera que lo fue el híbrido original cuyos genes duermen en ti… - los ojos verde esmeralda notaron la confusión atravesar las pupilas de esos dos delante de él… - les explicaré con detalle una vez estemos en el lugar más seguro para ustedes…

- ¿quiere que vayamos a Egipto?

- Luxur es la ciudad en la que tus hijos deben nacer si no quieres exponerte a que Génesis intente arrebatártelos de nuevo…

ChangMin frunció el ceño todavía algo desconfiado… pero asintió y miró a su amante dando su aprobación para tal viaje…



Continuará……