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sábado, 5 de junio de 2010

Shot YooSu *O*

Título: UNDER MY SKIN
Autora: Felina
Pareja: YooSu
Género: Romance
Clasificación: NC-17
Advertencia: Lemon
Resumen: La primera vez representa la curiosidad, el anhelo, la emoción y el amor… las que le preceden, se bañan de pasión y candor, de deseos sin límites que solo quieren ser expresados por caricias y besos encendidos en el fuego de su amor…

*****

Yoochun aparcó su Audi en el estacionamiento del complejo de departamentos ubicado en la zona centro de la ciudad, era algo lujoso y por tanto caro, pero valía todo el trabajo y el esfuerzo solo por ver esa mirada brillante de su novio cada tarde al contemplar la caída del crepúsculo desde el balcón de su departamento… porque el rostro de Junsu parecía ser bañado por esos tonos nacarados que rodeaban el atardecer al sol ocultarse lentamente en el horizonte… amaba esa escena repetida cada día en su memoria…

Como amaba cada segundo vivido a lado de su novio…

Subió de prisa ansiando el momento de encontrarse con Junsu… de besar sus labios y perderse en su figura recorriéndola con sus inquietas manos que sudaban

***

Y permitió entonces que marcara su cuerpo con sus manos, que sus dedos inquietos recorrieran hasta el último recoveco, que la suavidad de las yemas de sus dedos le hicieran suspirar y cerrar los ojos mientras jadeaba y susurraba su nombre con algo de ansia y mucho de cariño.

*****

Yoochun le abrazó por la espalda besando inmediatamente su cuello y pegando a Junsu a su cuerpo casi como si quisiera fusionarse con él, dejándole sentir a su novio de esa manera que le deseaba por sobre todas las cosas…

- ahh, Chunnie… no puedo seguir cocinando así… - sonrió e inclinó su cuello dejando más espacio al pelinegro para besar…

- entonces no cocines… - susurró seductor en su oído mientras sus manos encontraban camino por debajo de su camiseta y comenzaban a acariciar su vientre…

- ahh, eres un, mhh… tra…vieso… - jadeó sintiendo cómo lentamente su propio cuerpo comenzaba a reaccionar y la temperatura iba en aumento…

- y a ti te encanta que lo sea, baby… - mordió su cuello delicadamente y sacando sus manos de su escondite las llevó de nueva cuenta a la espalda para deshacer el nudo del mandil que el castaño llevaba…

- sí pero… por lo menos podríamos cenar, me he esforzado sabes… - sonrió e hizo un puchero cuando vio su mandil caer descuidadamente al suelo, el pelinegro le giró apenas un poco… lo suficiente para besar esos labios en trompetilla que delicados le invitaban siempre a probarlos…

- tengo mi postre favorito entre mis brazos… - aseguró con una de esas sonrisas que hacían que a Junsu le temblaran las piernas… - y cada que le tengo, solo quiero comérmelo a besos… - le besó apasionadamente fundiendo sus labios y enredando sus lenguas recorriendo con ansias su boca… - you are so swetty… - lamió sus labios y volvió a dejarle de espaldas a él…

- Chunnie… - jadeó de nueva cuenta ya algo perdido en las sensaciones, en ese calor sofocante que comenzaba a nublarle los sentidos… el pelinegro había comenzado a desabrochar los botones de su camiseta y palpar lentamente cada tramo de piel que iba dejando al descubierto… - ahh… - y el castaño solo podía suspirar, jadear y gemir acorde a la intensidad de esas caricias y la respiración que plantada en su oído le seguía estremeciendo de pies a cabeza…

Yoochun sonrió complacido con la reacción de su novio, cuando la camisa estuvo desabrochada, la deslizó con delicadeza por los hombros de Junsu, besando cuidadosamente sus hombros, su espalda, los brazos… y cuando cayó por sí sola ante la fuerza de la gravedad, él no tardó en llevar sus manos a su pecho, presionando con sus dedos los pezones o resbalando sin reserva alguna hasta su torso bordeando intencionadamente los pantalones de Junsu…

- ahhh… - el castaño echó la cabeza hacia atrás apoyándola en el acto en el hombro izquierdo de su novio cuando éste volvió a atacar su cuello al mismo tiempo que seguía jugando en su pecho… sentía su entrepierna ir ganando tamaño entre sus pantalones y por un segundo se dijo que era demasiado débil para negarse a las caricias de su novio… ¡Pero Dios! Cómo resistirse a él si lo amaba…

- me encantas, Junsu ah… - susurró en su oído con esa voz dulce que le deja saber que aquello que hacen no es solo calentura o sexo… que es el deseo más primitivo de un amor palpable que late en su pecho… ese que usa la voz del ritmo de esos latidos presurosos que puede sentir golpean contra su espalda y se unen a su propio corazón…

- ahh… y tú a mi, Chunnie… - sonrió y se dejó hacer cuando el pelinegro le dio la vuelta recargándolo contra el filo de la encimera al centro de la cocina, besando una vez más su boca con esa pasión desenfrenada que les robaba el aliento y sofocaba sus corazones acelerados…

Yoochun volvió a bajar por su cuello dejando cortos besos y suaves lamidas humedeciendo así cada centímetro de piel en su camino, sus manos se deslizaron por la figura de Junsu, delineando delicadamente con las yemas de sus dedos los costados, sintiendo la manera en que la piel bajo su tacto se erizaba y disfrutando de los jadeos que incesantes escapaban de labios de ese Junsu excitado que cerraba los ojos casi en contra de su voluntad pues le dominaban las sensaciones que el pelinegro le hacía experimentar.

El pelinegro sonrió al notar el estado de su novio, y llevó entonces sus labios a uno de los pezones del castaño lamiendo y chupando gentil y lentamente… Junsu gemía más alto y temblaba ante esas acciones, sus manos buscando tocar el cuerpo de su novio, pero demasiado abstraído en las caricias como para hacer nada con la suficiente coherencia…

Luego la mirada de Yoochun encontró aquél pomo de chocolate y tomándolo con una sonrisa divertida y sexy, la llevó hasta el pecho de Junsu derramando un poco de ese espeso dulce que arrancó un jadeo sorprendido del castaño al sentirle contra su piel…

- qué haces, ¿ah?... – preguntó con una sonrisa pero imaginando a la claridad lo que su novio pretendía…

- le doy un toque especial a mi postre… - sonrió pícaro y dejó una línea de chocolate por todo su pecho, concentrando un poco más del chocolate en sus pezones y el ombligo… una vez que hubo embaturrado lo suficiente, volvió a dejarla por ahí en la encimera y llevó su lengua por el pecho de su novio…

Junsu cerró los ojos nuevamente y gimió una y otra vez ante esa lengua tibia que iba recorriendo su pecho y no escatimaba en atención hacia cada uno de sus pezones. Ya su erección comenzaba a molestar entre sus pantalones, pero Yoochun parecía demasiado concentrado en su labor como para atender más abajo, así que llevó sus propias manos a sus pantalones desabrochándolos, y cuando iba a apartar la ropa interior una mano de su novio le impidió continuar…

- espera un poco, baby… - quitó las manos de su novio y volvió a chupar uno de sus pezones…

- ahh, pero… ahh, duele, Chunnie… - reclamó entre jadeos, sintiendo cómo su entrepierna endurecía más por esas succiones en su pecho…

- solo un poco, Su… - insistió el pelinegro, y para compensarle tan solo un poco, acarició la entrepierna de su novio por encima de la ropa interior, mientras su lengua y labios iban bajando llevándose el chocolate y saboreando en él el dulzor propio de la piel del castaño…

Metió furtivamente su lengua en el ombligo del castaño y luego siguió con pequeños círculos en torno ahí, sintiendo cómo aquélla piel quedaba algo pegajosa pero también más dulce y sensible a su tacto… apartó las manos de la entrepierna de su novio y las llevó atrás apretando su trasero arrancándole un sonoro gemido a Junsu, que solo atinó a cerrar los ojos y encorvar la columna sintiendo cómo su cuerpo comenzaba a rendirse al placer…

Una vez hubo limpiado todo rastro de chocolate y notando esa respiración excitada de su novio, el pelinegro fue directo a la erección del castaño liberándole de la prisión de la ropa interior, lo tomó entre su mano sintiendo lo hinchado y caliente que se encontraba…

- mmhhh… - Junsu gimió ronco al sentir la mano del pelinegro rodeando su extensión…

- ¿también me puedo comer esta parte?... – sonrió sensual…

- ¡Chunnie!… - saltó avergonzado el castaño… es que a pesar del tiempo de ser novios e intimar, aún no podía acostumbrarse a ese Yoochun coqueto que le provocaba de mala manera haciéndole sonrojar tímidamente… pero no por ello perdiendo calor…

- me fascinas así… - sonrió enternecido y no pudo menos que regalarle un beso dulce y comenzar a masajear de arriba abajo…

Pero pronto tuvo otra idea, y girándole de nueva cuenta dejándole de espaldas a él, Yoochun tomó esa vez la miel e inclinando ligeramente a Junsu hacia el frente, derramó de aquél espeso líquido ámbar por los omóplatos, dejando que resbale lentamente cuesta abajo y llevando él mismo una línea por la columna vertebral… entonces notó que la ropa de su novio terminaría toda embarrada y se apuró en retirarla de su cuerpo, botando por ahí los pantalones y la ropa interior…

- eres un pervertido… - sonrió sonrojado todavía, pero mordiéndose el labio al ser consciente de que él mismo estaba cooperando más que encantado con las ideas de su novio…

- y sé que te encanta que lo sea… - jadeó en su oído, y solo entonces el pelinegro notó lo excitado que él mismo se encontraba ya por todos esos gemidos y jadeos de su novio, pues al volver a abrazarle por la cintura y hablar en su oído, su erección despierta había chocado contra el trasero de su novio…

Cuando se apartó para retomar su labor de retirar la miel de la piel de su novio, notó que en su deseo no había tomado en cuenta sus propias ropas, y ya su camisa se había quedado con un poco de la miel de su espalda… sonrió con un dejo de ironía al notar su descuido y se sacó la camisa rápidamente tirándola por ahí junto a la ropa del castaño.

- mira que te traigo loquito… - se medio burló el castaño al descubrirle y habiéndose dado la vuelta dado que su novio había tardado demasiado en volver a tocarle…

- me idiotizas a decir verdad… - aceptó el pelinegro atrayéndolo por la nuca y apoderándose de su boca con fuego, recorriendo una vez más su interior con su lengua, enredándose con su igual y sintiendo las manos del castaño desabrochando ágilmente sus pantalones adentrándose entre la ropa interior y tomando su miembro… - ahh… - arrancándole ese gemido ronco que le obligó a separarse y pegar su frente a la de Junsu al sentir que demasiado fácil era ahora él el sumiso ante las atentas y acertadas caricias que eran depositadas en su extensión…

- eres malo, ¿no me pensabas convidar de tu postre?... – le sonrió con lascivia, las mejillas arreboladas de carmesí, pero en sus castañas pupilas bailaba todavía la timidez y la ternura que el pelinegro tanto adoraba…

- mmhhh, sí, ahh… ya sabes que, mhh… es solo tuyo, baby, aahhh… - entre gemidos y lamidas que siguió dando en el cuello de su novio, el pelinegro consiguió decir esas palabras que se enterraron profundo en el corazón del castaño… recordándole que ambos se pertenecían sin límites…

Junsu le empujó consiguiendo que se recargara en el filo de la mesa del comedor, uy bajándole de un tirón los pantalones con todo y ropa interior, tomó de la encimera donde preparaba la cena, el envase de la crema batida embaturrando rápidamente la erección de Yoochun con ella… el pelinegro sonrió al notar lo ansioso que su novio parecía, pero enternecido porque sabe que el castaño hace aquello solo como una forma de demostrarle que sí, que también puede ser un tanto pícaro y regalarle excitantes momentos de placer.

El castaño se arrodilló y comenzó a lamer la erección de su novio llevándose con su lengua un poco de la capa de crema batida que había dejado ahí, pero alcanzando a sentir como rozaba la piel rugosa del pene del pelinegro y éste respondía con suaves jadeos y enterraba sus dedos entre sus cabellos con calma…

- ahh, Su… mhh… - Yoochun jadeaba suave, dejándose envolver por las caricias y la dulzura de su novio, sintiendo cómo a cada lamida más expuesta iba quedando su erección, y sonrió algo más al notar lo concentrado que el castaño se encontraba degustando la crema batida pero lamiendo cariñosamente su miembro también…

Junsu colocó sus manos en los costados de la cadera del pelinegro cuando ya solo había quedado crema embarrada en la extensión de su novio y lista para tragársela… metió su miembro en su boca bajando lentamente, aún era más el sabor de la crema batida, pero en sus paredes bucales se iba quedando grabado también el sabor salado del miembro de su novio… cuando sintió que llegaba a la base y la punta de la entrepierna del pelinegro se perdía en su garganta, volvió a subir presionando en su camino consiguiendo que Yoochun gima un poco más ronco y cierre los ojos… es que le arrastraría al paraíso con esas caricias delirantes de lentitud y ternura…

Cuando salió en su totalidad, el castaño le liberó para relamerse los labios y pasar toda esa crema que se había quedado en su boca. Tomó la erección del pelinegro en una de sus manos bombeando de arriba abajo con suavidad, presionando un poco en la base y subiendo hasta casi abandonar la punta, llevó una vez más su lengua y lamió siguiendo el camino de su mano, limpiando completamente la crema que antes había cubierto ese trozo de carne duro e hinchado que estaba en los límites de la excitación…

- ahh, Su ahhh… mhh, más rápido, ahh, por favor… - pidió el pelinegro sintiéndose ya algo perdido en las caricias, pero deseando un poco más de velocidad o enloquecería…

- te correrás pronto, Chunnie… - le sonrió el castaño mirándole con esa sensualidad tímida que le caracteriza… masajeando aún con el mismo ritmo de antes…

- ahh, pero, ahh… Su, por ahhh favor… - el pelinegro abrió con trabajos los ojos y le miró suplicante, sus manos en la cabeza del castaño acariciando sus cabellos… - ahh, ahh…

Junsu volvió su mirada a la entrepierna del pelinegro y la envolvió con sus labios comenzando a darle a su novio lo que pedía, succionando con rapidez y llevando su lengua por la extensión en cada arremetida, una de sus manos atendiendo los testículos sabiendo que la combinación de ambas cosas le llevaría al éxtasis en unos minutos más…

Los gemidos de Yoochun no solo se volvieron graves y altos, sino casi indecentes, y sus manos en la cabeza de su novio seguían el ritmo de sus movimientos, esos que también sus caderas hacían llevando un vaivén cadencioso sintiendo cómo su miembro llegaba muy adentro en la boca del castaño… los sonidos húmedos eran un incentivo para Junsu, pues sabía que lo estaba haciendo muy bien, y más cuando notó que en sus paredes bucales ya se iba quedando el líquido preseminal y que el pelinegro temblaba acercándose al final…

Un final que no tardó demasiado en llegar cuando Junsu sintió la semilla de Yoochun liberarse en su boca e inundar su garganta, tragándola al instante esperando no perderse ni un poco de ese sabor que ahora era agridulce pues aún estaba ahí el dulzor de la crema batida… le liberó apartándose con una sonrisa, lamiendo sus labios y poniéndose en pie mientras observa a ese Yoochun perdido aún en su orgasmo, los ojos cerrados y la respiración agitada, el cuerpo perlado en sudor, ya algunos de sus mechones negros pegados a su rostro sonrojado… se acercó y le besó dejándole probar su sabor, el pelinegro respondió el beso casi en automático, pero lo suficientemente consciente de que son esos labios los que le arrebatan el aliento y le roban el corazón cada día, que es solo Junsu capaz de entregarle tanto sin esperar nada a cambio… que es el único a quien ama y le ama de vuelta, a veces casi pareciendo que un poco más de lo que él le demuestra, porque Junsu es dulce, tierno, infantil y tímido, juguetón e inquieto… pero siempre dispuesto a seguirle sin importar a dónde…

Sus manos se enroscaron a la cintura del castaño, sintiendo cuando le pegó a su cuerpo, que todavía estaba excitado y que él le había dejado un poco de lado cuando se dejó arrastrar por las caricias que Junsu le brindó.

- ¿duele mucho?... – dejando un corto beso en sus labios, el pelinegro llevó al instante una mano a la erección de su novio acariciándola con cariño y un dejo de culpa…

- ahh, siempre, ahh, puede esperar por ti, mhh… - cerró los ojos y se abandonó a las caricias, sabiendo que casi le había olvidado al concentrarse en brindar placer a su novio…

Yoochun lo giró al tiempo que le cargaba por el trasero y le sentaba en el comedor, Junsu jadeó un poco inconforme con el frío de la mesa que contrastó con lo caliente de su piel, pero lo olvidó apenas el pelinegro le besó con pasión atontándole un poco más… y luego solo pudo gemir ya que su novio se había tragado su miembro de una y succionaba con ritmo erótico…

El pelinegro hubiera querido alargar más el momento, pero sabía que ya le había hecho esperar demasiado… que era Junsu quien debió recibir antes esas atenciones… le soltó apenas un poco para volver a subir por su torso y pecho con cortos besos, lamiendo unos segundos sus pezones antes de subir por su cuello y morder su mentón para culminar en sus labios besándole de nueva cuenta; en todo ese tiempo sus manos habían seguido estimulando la entrepierna de ese castaño jadeante que ya estaba perdido en el mar de sensaciones… ahogado en placer…

- ahh, mhh, Chun, ahh, ya… ahh… me… mmhhh… - el pelinegro bajó de inmediato metiendo la erección de su novio en su boca, succionó un par de veces y Junsu explotó en su interior… la esencia encontró camino en su garganta y él solo pudo sentirse algo más completo sabiendo que le había hecho terminar… que solo él podía ofrecerle tal placer…

Que solo ellos podían amarse así, con esa lujuria candente que no dejaba de lado la ternura y el cariño. Que sus caricias podían estar encendidas en pasión, pero que siempre dejarían esa estela de dulzura y amor…

- bésame… - la voz de Junsu le atrajo y él se apuró en incorporarse y besar sus labios dejando en el beso el sabor de su novio… un beso tierno que no paró hasta que el oxígeno les obligó a separarse… - tendremos que limpiar el desorden… - sonrió el castaño con ese tono avergonzado que el pelinegro esperaba no dejar de escuchar nunca…

- luego, aún no termino contigo… - le besó antes de bajarle de la mesa y girarlo una vez más instándole a inclinarse un poco…

Junsu sonrió consciente de que sería un milagro que Yoochun se conformara solo con tocarse como lo habían hecho, sabía bien que el pelinegro cuando le hacía el amor, siempre lo tomaba con cariño y cadencia… el pelinegro besó su nuca y luego sus hombros, estaba todo pegajoso por la miel que antes había embarrado y que olvidara por completo retirar… volvió a buscar el recipiente y dejó un hilo de miel por toda la columna vertebral… se concentró en irla retirando con su lengua tan lentamente como le fue posible, sus manos acariciaban las piernas del castaño, sus costados y sus glúteos mientras iba cumpliendo con su misión…

Los jadeos no se hicieron esperar, y menos cuando la lengua de Yoochun resbaló por la espina dorsal con algo de ansia hasta llegar al coxis… un nada y ya estaría en su pasaje… Junsu jadeó expectante cuando Yoochun le separó los glúteos y lamió en su pasaje dejándole sentir un poco de espesor… era miel que había embarrado ahí con su propia lengua… miel que iba embarrando y lamiendo insistentemente mientras un dedo iba entrando en ese recóndito espacio que algo acostumbrado ya a sus intromisiones, no tardó demasiado en comenzar a expandirse…

Aún había un resquicio de dolor e incomodidad cuando le iba preparando, pero Junsu aguantaba aquellas sensaciones a sabiendas de que luego vendría el placer, y la pasión enamorada de su unión. Cuando el primer dedo ya entraba y salía con facilidad, Yoochun lo sacó para sustituirle por su lengua, simulando penetraciones en las que también iba dejando un poco más de miel, misma que embarró en sus dedos antes de meter dos de ellos con cuidado, sintiendo cómo a pesar de lo pegajoso, resbalaban fácilmente dentro…

- ahhh… - Junsu gimió con un dejo de incomodidad al sentirles, pero mordió su labio al recibir luego esos movimientos dentro y fuera dilatándole más… no mucho después el pelinegro agregó el tercer dedo moviéndolos entonces en círculo para hacerle menos daño… y cuando finalmente le sintió lo suficientemente dilatado, sacó sus dedos y girándolo para verle de frente, le tomó por el trasero cargándole, el castaño instintivamente enredó sus piernas en la cintura de Yoochun mientras se besaban apasionadamente…

El pelinegro caminó entonces con su novio en sus brazos hasta la habitación… le gustaba hacerle el amor en una cama blanda y suave… y depositándolo en ella con suavidad, llevó luego sus manos a la entrepierna de cada uno estimulándose a sí mismo como estimulaba al castaño…

El castaño no soltó el agarre de sus piernas en la cintura de su novio, y se aferró un poco más abrazándose a su espalda cuando comenzó a bombear en su erección consiguiendo que se levante rápidamente… Yoochun gemía con su rostro enterrado en el cuello de Junsu, y cuando sintió que estaba completamente erecto, liberó ambas erecciones llevando la suya a la entrada de su novio y entrando en él con cuidado…

- aahhh… - el castaño movió sus caderas logrando así que más rápido su novio llegara al tope… y un tanto agitado por la excitación y el dolor en su pasaje, se quedó quieto buscando respirar algo más profundo y controlar los latidos de su corazón desbocado…

- Te Amo, Junsu ah… - le susurró el pelinegro mirándole directo a los ojos, tomando luego sus labios con calma, probándose con esa dulzura casi empalagosa y demasiado cursi con que le besaba cada que parecía entregarle el alma misma…

Cada que le recordaba que intimar así solo era hacer el amor en el más amplio de los sentidos de aquella unión…

- yo también Te Amo, Chunnie… - y corresponder el sentimiento que clavado en su corazón calma su alma y le lleva a un mundo en el que solo existen ellos dos… ellos y su amor mutuo…

Ese amor que llevan hasta debajo de la piel y se impregna en la última fibra de sus seres alcanzando lo que no es palpable pero danza armoniosa con su otra mitad: el alma.

Algunos instantes transcurridos y Yoochun comienza a moverse con esas conocidas estocadas lentas y suaves, mientras Junsu se acostumbra del todo a su intromisión y cualquier vestigio de dolor es relegado para dar paso a solo el placer de su entrega. El castaño cerró los ojos y apretó sus manos en la espalda del pelinegro esperando porque el dolor pasara pronto, y cuando comenzó a sentir las oleadas de placer sin incomodidad de por medio, él comenzó a moverse también siguiendo el ritmo de su novio…

El vaivén se tornó armonioso, y sus gemidos una melodía perfecta de calor y ternura… las estocadas subieron de intensidad y sus cuerpos sudaban sin parar por el calor ardiente que les arropaba… Junsu se apegó por completo al cuerpo de Yoochun sintiéndose algo ahogado en las sensaciones cuando su novio tocaba ese recóndito punto en su interior que le mareaba de placer y arrancaba de su garganta los más escandalosos gemidos… mismo punto que cuando el pelinegro alcanzaba, le dejaba esa sensación de que tocaba el cielo con las manos… porque era cálido y gentil, suave y dulce… así como Junsu… así como la gloria misma debía ser…

Sus cuerpos se acoplaban a la perfección y danzaban en la más erótica de las melodías, tan pegados que la erección del castaño se friccionaba delicioso apresada entre ellos… Yoochun movió entonces sus manos, soltando la cintura de Junsu pero abrazándole por la espalda consiguiendo así una postura algo más posesiva pero tierna a la vez, porque ambos se abrazaban y casi sentían que fusionaban sus cuerpos, sus corazones latiendo presurosos contra el pecho del otro, sus caderas siguiendo el rico vaivén frenético de las embestidas…

Al unión perfecta…
El amor mutuo…
El calor abrasador…
Los sentidos nublados…
El placer y la ternura…

Una última estocada y un gemido ronco previos a esos temblores recorriendo sus cuerpos cuando el orgasmo les alcanza y ambos explotan al mismo tiempo derramando sus semillas… ese Junsu sonriendo feliz al sentir el calor en su interior, y ese Yoochun emocionado que también sonríe al notar la cálida esencia de su novio mojando su torso unido al del castaño…

Aún abrazados se dejan caer en la cama con la respiración laboriosa y el ritmo cardíaco por las nubes… pero demasiado abnegados en felicidad por haber hecho el amor una vez más y grabarse a fuego romántico en el alma del otro. Yoochun se apartó apenas lo suficiente para bajar al torso de Junsu y lamer de su esencia antes de que se enfríe, resbalando al instante hasta su intimidad aún dilatada de donde toma un poco de su propia semilla, con el sabor de ambos en su boca, sube de nuevo hasta alcanzar la de su novio y besarse probándose de esa manera los dos.

- Te Amo, hoy y siempre… - susurra Yoochun con sus labios pegados a los de su novio…

- te voy amar para siempre… - corresponde Junsu… y solo pueden sentir cómo se les endulza un poco más la vida así…

Recordándose una y otra vez, cada día, cada que lo desean, que se aman, que no hay nada más maravilloso que ser uno… ni nada más romántico que permanecer abrazados y permanecer…

Con el amor debajo de la piel emergiendo sin límites porque ya han superado la más difícil de las pruebas…

Amarse de corazón…


**FIN**

3 comentarios:

  1. Woooo le primer shot de yoosu que leo aca y fue totalmente pornoso :$

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  2. lo juro lo juro yo he soñado con untar ajunsu en chocolate jajajajajaja..por dios lo lei con la boaca abierta jajajaja pedazooooooooooooo lemon...

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  3. guau!!!!!!!!!pero que tiernamente pornoso, tomare algo helado, hace calor ahora jijiji,me gusto mucho, gracias por alimentarme tan bien con tus fics!!!yoosu forever!!!yoochun es tan posesivo de junsu, lo adoro!!!

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”No me quejo si alguien que ha leído el libro lo encuentra aburrido, absurdo o despreciable, ya que yo tengo una opinión similar sobre sus comentarios.”
J.R.R. Tolkien