Shot YooSu *O*

Título: FANTASÍAS
Autora: Felina
Pareja: YooSu
Género: Romance
Clasificación: NC-17
Advertencia: Lemon
Resumen: Las fantasías que puede provocar un simple cubo de hielo…

*****

Junsu sentía una seguridad renovada ahora que lucía ese nuevo look tanto más sensual para su single de INTOXICATION... y no podía evitar sentir más confianza en ciertos acercamientos con su novio Yoochun... de pronto parecía que aquella nueva faceta incluso le daba nuevas y más alocadas ideas... al menos para él lo eran, normalmente la iniciativa a la hora de jugar para hacer el amor la tenía el pelinegro, pero ahora... Junsu tomaba las riendas de cada encuentro... y eso a pesar de todo, le encantaba a su novio...

Esa tarde le había tocado hacer una sesión de fotos por demás sugestivas, su primer pensamiento fue que las fans enloquecerían apenas verlas… luego pensó que Yoochun le haría aquellas escenas en privado de marcados celos pues la verdad es que le desagradaba un poco verle tan sensual en todos lados, revistas, mv, en la web y más… a fin de cuentas, el pelinegro no podía evitar esa testaruda personalidad algo posesiva… pero el castaño oscuro sabía bien cómo calmarlo, y no era solamente con palabras acogedoras o besos dulces… sino entregándole todo de él haciéndole saber que para siempre sería solo suyo…

Cuando volvió a casa, una sola idea rondaba ya su cabeza… una pose tomando un hielo entre sus dedos le había dado una grandiosa idea…

Lo primero que hizo al llegar al departamento, fue llamar a su novio para asegurarse de que iba a estar esa noche… sonrió ampliamente al recibir una respuesta positiva y aquel tono curioso al otro lado de la línea viniendo de un Yoochun que enarcando la ceja se cuestionaba si su atractivo delfín tendría una travesura en mente… y vaya que últimamente su novio andaba algo más ocurrente que de costumbre, y le encantaba, le fascinaba que le sorprendiera… que le recordara con esos detalles que si andaba derrochando sensualidad por todos lados en el fondo todo era solo para él, porque todo el mundo podría llegar a admirarle, pero jamás tenerle como le tiene él… de corazón y profundamente enamorado…

Junsu corrió a la heladera para asegurarse de tener cubos de hielo que emplear… su sonrisa se amplió al descubrir que sí que tenían… corrió por todo el departamento ambientando de manera romántica y sensual todo el lugar, se ocupó de llamar a Jaejoong y pedirle que esa noche se tardara mucho en llegar… el pelioscuro sonrió de medio lado entendiendo el mensaje y desde donde estaba miró de soslayo a sus compañeros de trabajo… extrañaba a Yunho y esas sorpresas que también le había dado con mayor constancia antes de todo éste asunto, al menos le quedaba el consuelo de que ese fin de semana sí o sí tendrían un encuentro de esos clandestinos a los que se han visto obligados para poder seguir amándose…

El castaño oscuro apagó las luces y encendió velas aromáticas por toda la estancia, las lámparas de noche cubiertas con mascadas en tonos rojo pasión que daban una luminosidad sensual al entorno. En la alcoba, encendió también algunas velas aromáticas y colocó aquel cubrecama rojo con decorados de corazones bordados que el mismo Yoochun regalara para su aniversario de noviazgo pasado. Era casi la hora de que su novio llegara y él corrió a la ducha a darse un rápido baño, se colocó aquel jean desgastado que le hacía ver algo desinteresado y rebelde, una camiseta en tono verde seco de tela fresca y holgada, y dejó que sus cabellos cayeran desordenados sobre su frente, perfume y aquella mirada sensual que parecía haber cobrado vida en sus castañas pupilas…

- perfecto… - murmuró viéndose al espejo, sonrojándose involuntariamente al caer en cuenta de que estaba por seducir a su novio… cuando en ocasiones anteriores, él siempre hubiese sido el seducido…

Yoochun llevaba una botella de buen vino para tomar mientras conversan un poco antes de dormir… a fin de cuentas era un poco tarde ya y sabía que ambos habrían cenado ya para esa hora. Entró al departamento sonriendo con picardía al descubrir la ambientación del departamento, olía delicioso y además la música de fondo era de su autoría, le dejaba un grato sabor de boca saber que Junsu siempre le tenía presente en los mínimos detalles. La melodía lenta denotaba romance… de ése que invita al placer… esas eran melodías que habían grabado en secreto, en exclusividad para ellos, para noches como esa… para disfrutarse mutuamente sin límites…

- Junsu ah… - llamó al no verle por ahí…

Por el pasillo vio venir a su novio, con ese caminar sensual que ya le estaba aumentando la temperatura, atrapándole con esa mirada sexy que definitivamente le resultaba nueva y poderosa. No que antes no hubiera sido sexy, era que ahora no había vergüenza detrás de aquellas pupilas atrayentes que le invitaban a acercarse… tal como lo hizo, llendo hacia él para atraerle por la cintura y sin más atrapar sus labios en un apasionado beso que le fue devuelto con la misma intensidad…

La botella de vino había ido a parar al sofá con descuido cuando el pelinegro hubiera avanzado al encuentro de su novio. Las manos del castaño oscuro se enroscaron en el cuello de Yoochun jugando con sus negros mechones mientra sus lenguas desataban una guerra por ver cuál era el dominante… el aire escaseó y ellos tuvieron que separarse conformándose con un empate.

- ven… - Junsu comenzó a retroceder rumbo a la alcoba…

Iban frente a frente, de modo que el castaño oscuro caminaba hacia atrás mientras se ocupaba de sacarle el saco al pelinegro y dejarlo caer en el pasillo, luego desanudó la corbata sacándola lentamente sin dejar de sonreír con aquélla coquetería que a Yoochun le hizo sentir embelesado y algo perdido…

La corbata encontró destino en el suelo, justo en la entrada de la habitación; Yoochun intentó participar del juego de desnudarse con aquella delirante parsimonia, pero Junsu susurró sensualmente en su oído que aguardara, dando un pequeño mordisco en su lóbulo y riendo travieso al tiempo que le besaba apasionadamente tomándole desprevenido y siendo esa vez el perdedor en tal beso. Junsu le empujó suavemente contra la cama, dejándole sentado en el borde, se sentó a horcajadas sobre sus caderas y besándole nuevamente (sin que esa vez el pelinegro se dejara dominar) comenzó a desabotonar uno a uno los hojales de la camisa… una vez que logró su objetivo la deslizó por los hombros acariciando suavemente con las yemas de sus dedos… pero no la retiró por completo, la dejó con las mangas enroscadas a la altura de los codos, mordió el labio inferior del pelinegro y luego se puso en pie…

- quédate quietecito ahí, Chunnie… - le dijo con voz cantarina para luego ir hasta la cómoda, donde estaba aquel cuenco con cubos de hielo, tomó uno y recargándose en el filo de la cómoda comenzó a pasarlo por el contorno de su rostro…

Yoochun sintió un chispazo en el vientre al verle hacer aquello… deseó enormemente ser ese cubo de hielo… tragó hondo haciendo lo imposible por quedarse quieto tal como su novio se lo había pedido… cuando lo único que quería era lanzarse a devorarlo con besos… Junsu sonrió complacido al ver la manzana de adán subir y bajar en el cuello de su novio, sabía que se estaba conteniendo de lanzarse sobre él… el cubo de hielo comenzaba a desbaratarse dejando finas líneas de agua por donde iba pasando, para entonces, el castaño oscuro ya lo tenía recorriendo toda la piel de su cuello. Con su mano libre abrió la camiseta que llevaba puesta y tomó otro cubo de hielo para deslizarlo por todo su pecho, su torso, en círculos alrededor de sus pezones… se estaba excitando demasiado sintiéndose devorado por la mirada de Yoochun, quien sin pudor alguno masajeaba su entrepierna por sobre la ropa interior deleitándose la mirada con aquel gesto por demás sensual y provocativo…

Ese Juego le estaba gustando…

Ambos cubos de hielo se habían derretido ya por el calor que se iba apoderando de su piel, así que los sustituyó por otros dos, lamiendo sugestivamente uno de ellos mientras el otro jugaba en el borde de sus jeans… Yoochun sintió que su ropa comenzaba a molestar su excitada entrepierna, así que se desabrochó los pantalones y apartó la ropa interior para poder masajear mientras sigue observando a Junsu con aquel juego. El castaño oscuro sonrió pícaramente al verle atenderse a sí mismo… con aquellos cubos en su poder, caminó sensual hasta su novio dejó un cubo entre sus dientes y se acercó hasta el pelinegro ofreciéndole aquella frescura que no dudó en tomar entre sus propios dientes para luego deslizarla por el cuello del delfín que quedó a su entera disposición…

-mhh… - gimió el castaño oscuro al contraste frío del hielo contra lo ardiente de su piel.

El otro cubo que llevaba fue a dar a la entrepierna del pelinegro, en donde Junsu comenzó a pasarlo dejándolo entre la palma de su mano y aquel trozo de carne que hinchado palpitaba irguiéndose totalmente ante aquel contraste de temperaturas. El cubo de hielo pronto quedó reducido a gotas de agua atrevidas que se quedaron en la erección del pelinegro…

- ¿quieres seguir?... – preguntó Junsu sensualmente…

- claro que sí… - y fue el mismo Yoochun quien se paró hasta alcanzar aquel cuenco y dejarlo en la mesita a lado de la cama.

Tomó uno, pero antes de poder hacer nada, Junsu lo tomó por los hombros y ejerciendo un poco de fuerza, le instó a sentarse nuevamente en la cama, el pelinegro sonrió divertido y se dejó hacer, quedó semiapoyado sobre sus codos sobre el colchón y el castaño oscuro sentado a horcajadas en sus caderas, le arrebató el cubo para deslizarlo por el cuello del pelinegro con sinuosidad…

-mhh… baby… - gimió sin tapujos el pelinegro, sonriendo y relamiéndose los labios sin apartar sus orbes negras de las castañas pupilas de su novio…

- ¿te gusta?... – Junsu preguntó al deslizar el cubo por el medio del pecho del pelinegro, llendo luego a uno de sus pezones para pasarlo alrededor de éste…

- me encanta, baby… - aseguró Yoochun con voz ronca…

Junsu sonrió algo más, contento de poder complacer a su novio con sus ideas. Dejó que el cubo de hielo se extinguiera al pasarlo por sobre y alrededor de los pezones del pelinegro, éste jadeaba más y más alto conforme le subía la excitación… el castaño oscuro tomó otro cubo para pasarlo lentamente delineando los pectorales del pelinegro… Yoochun solo quería que llegara más abajo, su erección clamaba por atención, más no le decía nada, le dejaba hacer las cosas a su antojo…

Junsu descendió para besar su cuello, succionando algunas porciones de piel, mientras el cubo de hielo pasaba alrededor del ombligo del pelinegro, podía sentir su calor quemándole la piel y abrasando su propio cuerpo. La excitación estaba al tope y lo sabían, era un juego divertido, íntimo y seductor. Yoochun se recostó por completo al sentirse algo mareado y cansado de estar apoyado en sus codos… Junsu sonrió divertido y descendió hasta lamer sus pezones, el cubo de hielo se había consumido, pero ahora él no quería apartarse de la piel de su novio… Yoochun sabía a gloria…

El pelinegro gemía sin control, las yemas de los dedos del castaño oscuro estaban jugando a pasar a lo largo de su erección proporcionándole sutiles caricias que sin más podrían hacerle correrse. Sus manos que habían estado quietas, se movieron finalmente hasta el trasero del delfín, apretándolo y acariciándolo con cierto descaro. Junsu también comenzó a gemir pero sin apartar sus labios y lengua de la piel que probaba mientras iba más cuesta abajo hasta rozar la punta del miembro del pelinegro con su lengua. Apartándose luego para tomar otro cubo de hielo y entregarlo a su novio…

- tu turno… - susurró sexy… el pelinegro le devolvió una sonrisa lasvica…

Yoochun se incorporó para dejarle bajo su cuerpo. Con algo de ansiedad le despojó de la camiseta tirándole con descuido por ahí, llevó sus labios hasta el lóbulo de Junsu mordiendo gentil en tanto el cubo de hielo se deslizaba por el costado del castaño oscuro haciéndole estremecer al contacto, suspirando por el contraste de temperaturas, el pelinegro delineó su figura mientras succionaba la clavícula queriendo dejar su huella ahí.

- ahh… - Junsu sintió que demasiado fácil su novio lo ponía a mil… sintió su erección erguirse doloramente entre su ropa interior…

- te deseo tanto, Su… - el pelinegro dijo con voz ronca mientras su otra mano se encargaba de los pantalones de su novio, tomando con cuidado su erección para masajear de arriba abajo una sola vez y con suma lentitud. Junsu arqueó su espalda con delicia ante su tacto..

El castaño oscuro movió sus caderas pidiendo de aquella manera más atenciones, el pelinegro no escatimó en dárselas masturbándole con calma, chupando y lamiendo sus pezones, metiendo descaradamente su lengua en el ombligo del delfín simulando esas embestidas que en unos momentos daría contra su intimidad. Junsu se removía inquieto y excitado bajo el cuerpo de su novio, hasta que las atenciones pararon y él fue colocado de espaldas, respingó pero no pidió explicaciones, para entonces ya solo quería que Yoochun lo tomara.

El pelinegro tomó otro cubo de hielo, le separó los glúteos y comenzó a acariciar su pasaje con el hielo, mojando su entrada de aquella manera. El castaño oscuro suspiró y jadeó sorprendido por aquella acción, pero descubriendo que le gustaba…

- Chunnie… - gimiendo alto al sentir la lengua de su novio rozando su entrada, algunas gotas de agua se deslizaron por su piel hasta llegar a la base de su erección y más allá resbalar por sus piernas…

Era erótica la escena, delirante la sensación…

Yoochun lamía insistentemente aquel orificio que solo suyo era desde hace años, y cuando el cubo de hielo se hubo derretido, llevó uno de sus dedos ahí para empujar suavemente e introducirlo con cuidado en la intimidad de Junsu. El delfín jadeó con un dejo de incomodidad, pero demasiado encendido como para registrar del todo el dolor de la intromisión… el mismo proceso siguieron los otros dos dedos que se unieron a ese primer dígito, la entrada del castaño oscuro se dilató incluso algo más fácil y rápido que otras ocasiones… una vez que estuvo listo, el pelinegro volvió a girarle para verle de frente, y de aquella manera penetrarle lentamente, una de las piernas del castaño oscuro sobre su hombro, la otra completamente alargada sobre el colchón…

- mmhhh… - gimieron ronco los dos, deleitándose con aquella placentera sensación de ser uno…

Junsu abrió los ojos apenas para mirar la expresión llena de gozo de su novio… sus miradas se encontraron y Yoochun no pudo menos que descender para atrapar sus labios en un beso dulce pero apasionado, enredando sus lenguas con devoción, consumiéndose el aliento errático de la excitación, pegando sus ardientes pieles al sentirse tanto más juntos.

- ya… - bastó que el castaño oscuro murmurara con sensualidad para que el pelinegro comenzara a moverse dentro y fuera embistiendo con lentitud al principio…

Volvió a semiincorporarse para embestir con mayor profundidad, la pierna que había descansado sobre el colchón fue a enroscarse en la cintura del pelinegro para de aquella manera sentir mayor placer con cada estocada. El sudor se perló en sus cuerpos dándoles ese brillo erótico que no se cansaban de observar y generar el uno en el otro con cada entrega. Los gemidos fueron aumentando hasta resonar con fuerza en las paredes de la habitación, el vaivén de caderas húmedo les incitaba a aumentar el ritmo, a buscar ese abrazo en el que se confundían sus cuerpos sin saber dónde comenzaba uno y terminaba el otro, los sonidos que escapaban de sus gargantas golpeaban contra el oído del otro demostrándoles cuánto disfrutaban de su unión…

De ese hacer el amor con pasión, con lujuria, con desenfreno, con fantasías cumplidas y nuevas por inventar.

Junsu sentía la forma deliciosa en que su erección se friccionaba atrapado entre sus torsos y la manera en que el miembro duro y caliente de Yoochun profanaba su interior hasta tocar aquel punto que le hacía delirar y aturdía cada uno de sus sentidos…

De igual manera Yoochun experimentaba ese mar de sensaciones que con oleajes de placer le llevaban al borde de la locura. Sus penetraciones se intensificaron al punto de hacer crujir la cama y arrancar gritos casi indecentes a Junsu pidiéndole más, indicándole cuánto le gustaba aquel ritmo, arañando su espalda sin compasión y mordiendo su cuello o su hombro cuando una intensa corriente eléctrica viajaba por su columna vertebral.

Sumidos en aquel ritmo de pasión, pronto ambos sintieron aquel calor en el bajo vientre, una punzada que les tensaba cada músculo del cuerpo y luego… aquel gemido ronco y alto que retumbaba en la habitación cuando sus semillas se liberaban alcanzando el orgasmo.

Yoochun cayó exhausto sobre el cuerpo de Junsu sintiéndose incapaz de más nada que disfrutar de esos espasmos y sentir contra su pecho el latir apresurado del corazón de su novio como lo estaba el suyo. Y deleitarse con la caliente respiración agitada del delfín contra su cuello…

Perfecto como cada ocasión que hacían el amor…

Luego de unos instantes en que no hicieron más que disfrutar de su orgasmo y esperar a que se regularizaran las funciones de sus cuerpos, el pelinegro abandonó su interior tendiéndose a un lado con aquella enorme sonrisa de satisfacción en sus sensuales labios.

- ¿te ha gustado, Chunnie?... – entonces el castaño sintió aquel calorcito cubrir sus mejillas que él bien sabía se debía a la vergüenza… es que parecía que a pesar de todo, siempre terminaría por sentirla en la intimidad…

- me ha encantado, Junsu ah… - sonrió el pelinegro, apartando de su frente aquellos mechones mojados de sudor… - me encanta que tengas esta clase de ideas, aunque todavía crea que eres demasiado sexy a ojos de cámaras… - frunció levemente el ceño pero se calmó al recibir aquel tierno beso en su mejilla…

- sabes que Te Amo, verdad, Chunnie… - susurró con aquella voz tierna y casi aniñada que el pelinegro amaba… aquello de lo que también se había enamorado, de la pureza y la inocencia de su delfín…

- como yo Te Amo a ti, baby… - sonrió y besó aquella boca sexy cuyos labios sonrosados no dejaban de ser dulces, como sabía jamás dejaría de ser la personalidad de su novio…

Y así, compartiendo nuevos besos y caricias, Junsu y Yoochun sellaron una promesa más de amor eterno… de pasión y fantasías…

De una eternidad por hacer siempre el amor…


*FIN*