SHOT YUNJAE PARTE 1

Bueno la primera en dejar algo para el cumple de boo fue feli xD
para que vean como nos consiente fel *0* aki un shot yunjae

Título: MEURTRIER UNLIMITED
Autora: Felina
Pareja: YunJae
Género: Drama, Romance, Acción
Clasificación: NC-17
Resumen: Los dos asesinos más peligrosos se involucran en una sangrienta competencia que dejará en el medio a quien se ha convertido en dueño de sus corazones.
Advertencia: Lemon

**MEURTRIER UNLIMITED**

**Dos asesinos, Dos Ideales, Un Amor por quien Morir**

PARTE 1

*****

Era un mundo oscuro, plagado de todas esas caras que la sociedad considera tan malas e indecentes que son castigadas con los peores de los castigos. Era un mundo sin límites… un mundo de asesinos y cazarecompensas, de escoria y mafias que extinguir sin importar el precio o los métodos…

Y Jung Yunho lo tenía en claro, la justicia la tomaba en sus propias manos y siempre apostaba por el mejor de los precios… era el asesino número uno de oriente… el más temido… el más buscado… la competencia que eliminar… a sus 26 años, era el joven más buscado por todas las agencias de justicia en su país e incluso estaba ya fichado por la INTERPOL, pocos le conocían en persona, pero su rostro tenía un alto precio. De ágil metodología y sutileza para realizar cada uno de sus trabajos, resulta una cacería casi imposible capturarle.

Sin embargo, uno como él le quiere superar…
A costa de lo que sea…

Keita Tachibana, japonés de 25 años… el asesino de entraña que siempre permanece detrás de Yunho… el que aspira a ser el mejor y el único… el que comienza una serie de asesinatos más allá del dinero… el que quiere la fama y el poder… de expresión burlona y poco tacto para hacer sus trabajos, suele ser llamado para aniquilar blancos sin demasiada importancia…

Y aquello tampoco es de su agrado…

……………………………
Shanghái, China
Metro de Shanghái, Línea 2
Xujing Oriente - Aeropuerto Internacional de Pudong

La voz femenina en el altoparlante anunciaba la llegada del metro, un hombre vistiendo su pulcro traje oscuro con la corbata desecha caminaba tranquilamente hacia la plataforma…

- ¡yah! ¿Yunho?... – otro hombre, de una edad aproximada a la suya le seguía llamándole así él no prestara la mínima atención… - ¡hey! ¿no me recuerdas? Nos conocimos en el Instituto… - continuaba diciendo el hombre mientras le alcanzaba el paso y jaloneaba su hombro con expresión emocionada… el hombre de traje le dirigió apenas la mirada…

Dura y sin atisbo de emoción alguna… el hombre se quedó callado de pronto… podría tener la misma cara, el mismo cuerpo, casi pareciera que los años no pasaran sobre él… pero estaba seguro de que ése ante él no era su antiguo compañero de clase… Jung Yunho no tenía esa mirada fría ni el temple de alguien que elude una conversación siquiera por cortesía…

El hombre de traje observó entonces detenidamente al regordete que salió del vagón cuando las puertas se abrieron… un suave movimiento dentro de su saco y luego su mano salió con arma en mano… el anterior hombre le miró incrédulo y con esa expresión entre la sorpresa y el miedo que cualquiera en una circunstancia como aquella podría mostrar…

La mirada del hombre regordete cruzó con la del hombre con traje… la sonrisa que llevaba mientras conversaba con otro par se borró e instintivamente comenzó a correr… sabía que su vida estaba en juego apenas el hombre con traje levantó el arma apuntándole directamente… los otros hombres que acompañaban al regordete también sacaron armas y entonces una serie de disparos comenzaron a escucharse y la gente alrededor correr atemorizada o agacharse al suelo como si así pudieran salvarse. Gritos era todo cuanto se escuchaba… los disparos del hombre con traje fueron más que acertados a la primera, no hubo necesidad de desperdiciar muchas balas y la única sangre derramada al momento era la de los sujetos que bajaron del metro… pero su objetivo aún no moría… se arrastraba por el piso con un disparo en cada pierna dejando su rastro de sangre… el hombre con traje se acercó con paciencia sin prestar atención a ese montón de gente que aún gritaba y corría huyendo del lugar… el silbato de los policías cercanos se escuchó a lo lejos y él supo que no tenía más tiempo para disfrutar su asesinato…

- cuando estés en el infierno, salúdame a los que ya envié para allá… - el hombre de traje apenas murmuró con tono grave antes de disparar dos veces más dando en la espalda del hombre que se arrastraba y quedó sin vida segundos después…

Luego el hombre con traje guardó su arma y miró a los lados… metros más a su izquierda continuaba el que le hablara antes… titubeó su pensamiento, pero no su mano… levantó nuevamente el arma y disparó…

No podía dejar vivo a quien le reconoció…

- condenada está mi alma al infierno… - murmuró antes de comenzar a correr en dirección contraria, dando un salto directo a las vías del tren y yendo rápidamente hacia el sur internándose en el pasadizo hasta aquella abertura que le condujo a una salida alterna entre los conductos de mantenimiento…

Salió a una calle casi desierta, sacudió su traje y retomó sus pasos internándose entre la gente que pasaba de un lado a otro cuando dobló en la esquina y se topó con la transitada avenida principal… ese día, no había querido derramar la sangre de un inocente… las cosas ya no estaban bien… había transgredido sus propias reglas para matar…

*****
Seúl, Corea
Distrito Jung-gu

Era una tienda sin demasiada clientela… el giro del negocio no atraía particularmente a los turistas ni a la gente regional… pero estaba bien para el dueño… él es Kentaro, un hombre de no más de 33 años que reside en la capital desde hace algún tiempo, vino desde el Japón con una sola meta… y la estaba cumpliendo…

- el trabajo está hecho… - la voz de un joven se escuchó en el desolado establecimiento…

Un ventilador que cuelga del techo en el ángulo izquierdo del pequeño cubículo de cobranza hacía un ruido molesto, agitaba unos hilos de papel plastificado que ondeaba alrededor de las astas… y parecía no hacer demasiado contra el calor infernal que sofoca el interior del local, el hombre tomó el sobre que el chico deslizó por la ventanilla y revisando apenas su contenido sonrió encendiendo un cigarrillo…

- aquí tienes tu paga… - el dueño deslizó una fajilla de dinero hacia el otro lado de su cubículo al tiempo que da una calada a su cigarrillo y el humo solo hace más denso el ambiente… - tengo otro trabajo para ti… - dijo apenas vio al muchacho guardar su paga en un bolso que se colocó cruzada al pecho… - si te interesa…

- ¿qué tan bueno es?... – el chico cuestionó sin rodeo alguno…

- tienes que matar a un político…

- ¿por qué motivo?...

- ¿desde cuándo un asesino a sueldo se interesa por los motivos?... – el dueño del local preguntó con sorna, sonriendo de medio lado y exhalando el humo con suma satisfacción…

- eso no es de tu incumbencia… - respondió el chico con tono firme… dando media vuelta dispuesto a marcharse…

- violador… - fue la escueta respuesta del hombre mientras desliza otro sobre a través de la ventanilla… - puedes corroborar la información que desees, si quieres el trabajo, tendrás que confirmármelo esta noche…

- te llamaré… - el chico tomó el sobre y luego simplemente apuró sus pasos fuera de aquel local…

Kentaro sonrió maliciosamente cuando el chico salió finalmente de su local… este no era solo un trabajo más… esto era…

Su venganza…

*****
Tokio, Japón
Barrio Shibuya

Había sido convocado a una reunión ante uno de los subordinados del más peligroso Jefe Yakuza… a Keita Tachibana aquello no le importaba en lo absoluto, tenía el ego muy grande y la confianza en sí mismo inflada… por ahora su primer objetivo era simplemente convertirse en el asesino número uno… ya luego se encargaría de la misma mafia nipona…

- ¿quieres que mate a un simple empresario que ni siquiera tiene en su poder una gran compañía?... – Keita cuestionó con tono burlón… con esa sonrisa sarcástica que lograba ponerle los nervios de punta a cualquiera…

- quiero que te encargues de eliminarlo porque no sigue nuestras normas, la familia Yakuza le quiere muerto… - el hombre de mediana edad dijo con tono áspero… no gustaba particularmente del chico frente a él, le parecía tan codicioso como un joven que se cree capaz de comerse al mundo de un bocado…

- ¿la familia Yakuza?... – Keita cuestionó tamborileando sus dedos en la barra del bar en que se encuentran… no estaba abierto al público y la luz de día se colaba perfectamente por la puerta de emergencia que se encuentra abierta en el costado derecho e izquierdo… - ¿o tú?...

- soy parte de los Yakuza, no lo olvides muchachito… - espetó casi indignado el hombre… golpeando con clara molestia la madera de la mesa en donde se encuentra, los tres hombres que le acompañaban mostraron al instante sus armas como signo de advertencia si solo Keita intentaba algo…

- te diré qué… - Tachibana se levantó con un vaso en una mano, lo giró entre sus dedos agitando apenas el poco contenido de vino que quedaba… - soy más que uno de tus asesinos de cuarta a los que mandas llamar para que cumplan con trabajitos absurdos que no ameritan siquiera mi tiempo… - explicaba sin borrar de sus labios esa sonrisa sórdida, dando un paso más cerca del hombre y sus lacayos… - así que, si no tienes algo grande para mí, olvídate de volver a llamarme…

- ¡estás para obedecer! ¡Se te paga por lo que eres capaz de hacer!… - el hombre espetó enrojeciendo de coraje… nadie negaba una indicación proveniente de un yakuza…

- y soy capaz de mucho más que lo que me pides… - Tachibana sonrió con autosuficiencia y al segundo lanzó el vaso estrellándolo en la frente de uno de los gorilas que protegen al hombre que le convocó…

Pedazos de cristal cayeron al suelo mientras una herida se abría en la frente del primer hombre y la sangre empañaba su visión… luego los otros dos levantándose con rapidez, las armas cayeron pronto de sus manos cuando Tachibana les golpeó con certeza en movimientos veloces que prácticamente no vieron venir. No tuvo ápice de compasión cuando les golpeó en repetidas ocasiones, ni menguó la sonrisa de sus labios cuando también fue golpeado, el sabor de su propia sangre parecía solo activar algo más la locura en su cabeza que lo motivaba a la violencia. Minutos después los tres hombres yacían casi inconscientes en el suelo, quejándose de dolor…

- así que, no haré ese trabajo para ti, ¿tienes algo grande? Llámame, de lo contrario, búscate a otro perro al que mandar… - escupió a los pies del yakuza y dio media vuelta…

Keita tenía lo que quería… atención y respeto… así fuera a costa del enojo de un Yakuza…

*****
Seúl, Corea
Distrito Jung-gu

*POV´S Jaejoong*

Éste soy yo, Kim Jaejoong, trabajo en una tienda de importante marca de ropa… siempre que puedo me pruebo alguna cosa y sueño con poder comprar todo cuanto quiera… naturalmente no soy un chico rico, a temprana edad quedé huérfano y la única familia que tenía, una tía, se olvidó de mí cuando supo que era gay… aquello lo superé con el tiempo, y cuando cumplí la mayoría de edad decidí trabajar en algo importante… esto es solo un pasatiempo… las recompensas vendrán más adelante, lo sé…

Es fácil sonreír y ser amable con las personas que llegan al local… comúnmente uno espera que sean señoritas lindas las que atiendan en comercios así… ésta tienda también llama la atención por ello, mis compañeras de trabajo suelen burlarse de mí, hacen bromas del tipo “ésa chica viene solo a verte con la esperanza de que termines en su cama un día”… no son palabras textuales porque las mujeres suelen tener tacto para este tipo de cosas, pero vamos, soy un chico inteligente que entiende bien el sentido de sus comentarios… una parte de mí sabe que tienen razón… muchas chicas han llegado aquí solo con la intención de tontear… incluso chicos me han abordado… el coqueteo es algo del día a día para mí, pero… no soy un chico demasiado abierto, me cuesta relacionarme y a pesar de mi amabilidad y buena sonrisa, me considero más bien tímido…

Ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez que salí con alguien…

Pero hace unos meses lo conocí a él… al chico de tez morena sentado frente a mí y que toma en silencio un té helado igual al mío… nos reunimos una vez al mes en éste mismo local frente al lugar donde trabajo por las mañanas… él es Yunho, no sé mucho sobre su vida, pero limpio su departamento tres veces por semana, casi nunca le veo por ahí y a no ser por las pocas cosas que encuentro fuera de lugar, juraría que ni siquiera vive ahí… es un chico muy misterioso… pero agradable… a su modo… es decir, nuestras conversaciones nunca han pasado de un saludo, algunas pocas indicaciones de su parte y una despedida hasta el siguiente mes.

- recuerda dejar cualquier fax que llegue pegado en la ventana… - él volvió a decir con tono serio antes de dar el último sorbo a su vaso y deslizar el sobre con mi pago del mes por encima de la mesa…

Le miré esperando que nuestros ojos se encontraran pero él ya se ponía de pie y sacaba de su billetera la cantidad exacta de nuestras bebidas más la propina justa… le miré detenidamente por unos segundos… me pregunto cómo es que siendo tan atractivo vive solo y es tan callado, reservado y serio… a veces me pregunto si tendrá alguna especie de doble vida… si será un asesino a sangre fría o algo por el estilo…

- hasta el próximo mes… - le escuché decir al tiempo que el sonido del cubo de hielo en el fondo del vaso de té se remueve entre lo que queda del líquido…

Mis labios se movieron para despedirse pero ninguna palabra salió de mi garganta… le miré partir en absoluto silencio… debo admitir que me gusta su caminar, tan seguro y firme… también me gusta su garbo y la forma en que luce esos anteojos oscuros que se coloca antes de cruzar la puerta de salida… si otra fuera la historia, tal vez hasta podría convertirme en su amante… pero vamos, en todos estos meses, ni una sola señal ha dado de tener el mínimo interés en mí… ni siquiera sexual… y eso… eso en ocasiones resulta frustrante… porque cuando voy a su departamento y me encuentro con aquellas prendas regadas por la alcoba y huelo su perfume, deseo sentir el calor de su cuerpo apretado junto al mío…

*****

Yunho caminó con paciencia por las calles hasta la estación del metro… tenía que hacer una última parada antes de regresar a su departamento y dormir un poco… al día siguiente se encargaría finalmente de su reciente trabajo…

Para cuando la noche cayó, él finalmente pudo volver a su departamento… entró con un bolso en mano, cervezas era todo cuanto llevaba, las metió en la nevera dejándolas en desorden, tomó una y tirándose luego en el sofá bebió un largo trago mirando alrededor… Jaejoong realmente cuidaba muy bien de su departamento, estaba impecable y siempre lo ordenaba a pesar de que él se encargaba de dejar todo por ningún lado… luego finalmente miró aquella vitrina en donde una taza de café con variados decorados reposan perfectamente acomodados… el moreno sonrió de medio lado apenas curvando los labios… cada una tenía un estilo diferente, representaba la artesanía más interesante que ha encontrado por los diversos países en que ha estado… su objetivo era sencillo y de alguna manera absurdo: contar con 30 de aquellas tazas… para cuando las cumpliera, se retiraría…

Y explicaría a Jaejoong de dónde viene aquella absurda idea…

Tal vez el chico de cabellos oscuros nunca le ha cuestionado… absolutamente nada… pero ha podido ver en aquellos grandes ojos color ébano que la curiosidad le alienta…

Yunho sintió un cosquilleo en el estómago y entonces optó por marcharse ya de ahí… la botella resbaló descuidadamente de su mano y al caer al suelo se quebró derramando el líquido que quedaba… el moreno miró el desastre pero no hizo nada por recoger siquiera los pedazos de vidrio… rodeó el espacio y tomando su chaqueta de cuero dio una última mirada a su departamento y se apuró en salir… el reloj marcaba cinco para las ocho… Jaejoong estaba por llegar…

………………………………

El pelioscuro entró al departamento sin extrañarse ya de que el moreno no estuviera ahí… encendió las luces y revisó el fax… no había nada… y él por alguna razón experimentó una especie de alivio… no entendía porqué con cada fax que llegaba él sentía su corazón alterarse y un peculiar vacío asaltarle el estómago…

Él estaba preparado para manejar todo tipo de emociones…

Algo crujió bajo su zapato y al instante bajó la mirada encontrándose con esa botella rota y el olor a cerveza inundó su sentido del olfato… suspiró y al instante se dispuso a limpiar… puso música y en cosa de unos minutos ya estaba todo nuevamente en su lugar… se sentó en el sofá y miró a través de las persianas el edificio de enfrente… se paró y se colocó frente a la ventana abriendo del todo las persianas… había un punto en los departamentos frontales que llamaba peculiarmente su atención… tal vez era que era el único que lucía a diario desde que comenzó a acudir ahí, en oscuridad…

Tal vez presentía algo más pero se negaba a pensar demasiado porque aquello implicaba más cosas de las que quería admitir…

Una melodía conocida comenzó a escucharse y él no pudo evitar que su cuerpo se moviera suavemente al ritmo de la música… le fascinaba ese ritmo calmado que invitaba a la sensualidad… a esos movimientos finos que él no mostraba a menudo y que está seguro serían un espectáculo que incluso Yunho podría disfrutar… cerró los ojos y se olvidó por un momento de dónde estaba…

Ajeno del todo a esa mirada penetrante que cruza la oscuridad de una habitación en penumbras y un telescopio de espionaje que agudiza el aumento de su mira para tener una mejor visión de su persona…

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Yunho apartó la mirada cuando se dio cuenta de que deseó estar ahí… a espaldas de Jaejoong con sus manos apoyadas en la delgada cintura y su aliento golpeando la delicada piel nívea de su cuello mientras danza a su ritmo…

Se levantó y optó por echarse en su cama… ojos cerrados que no ayudaron en nada para ahuyentar aquella imagen sensual… los abrió de nuevo consciente del problema en que se estaba metiendo por no tener control sobre aquellas sensaciones o la emoción que había comenzado a crecer en su interior por el pelioscuro…

Tal vez era momento de apartarle…

Sí, era eso… dispensaría de sus servicios apenas terminara ese mes y pudiera volver a verle cara a cara…

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Jaejoong paró de pronto cuando escuchó el particular sonido del fax… se sobresaltó y volvió sobre sus pasos hasta la máquina… varias hojas llegaron, un texto que como muchos antes no comprendió… pero que puntualmente pegó con cuidado en la ventana cual mensaje colocado para alguien más… inconscientemente su mirada volvió a perderse en el edificio de enfrente… pupilas ébano que viajan entre los departamentos próximos con luces encendidas… inquietas se posaron sobre aquel sumido en la oscuridad… sintió un escalofrío y luego el reloj marcando la hora… suspiró y tomando su chaqueta simplemente salió del departamento…

Una parte de él no quería inmiscuirse demasiado…
Otra estaba curiosa…

*****

Puntual como cada mañana, Jaejoong atendía a los clientes que ingresaban en la tienda… aquel chico de rasgos japoneses le abordó sin pudor alguno…

- ¿algo nuevo para hoy?...

- no… preguntas lo mismo todos los días… los diseñadores presentan sus modas por temporada… - el pelioscuro respondió sonriendo gentilmente… por supuesto, el chico ante él le visitaba casi a diario… siempre preguntaba lo mismo… y él siempre le daba la misma respuesta, sabía que ahora compraría algo solo por cortesía… como cada ocasión…

- eso lo sé… pero… siempre pregunto por ti, no por la ropa… - el chico dijo sonriente… tomó una prenda cualquiera y se la entregó al pelioscuro… - me llevaré esta…

- no es de tu talla… - el pelioscuro sonrió… el chico podía ser bastante extraño y a ojos de sus compañeras un perfecto psicópata acosándolo… pero Jaejoong no le sentía del todo así… había algo en la mirada del chico que le hacía sentir confiado…

Tal vez cierto parecido consigo mismo…

- entonces, Jaejoong… - el chico le siguió unos pasos mientras el pelioscuro buscaba la talla indicada… - ¿te gustaría tomar un té conmigo? El día está muy soleado…

- tengo que trabajar, Señor… - sonrió ligeramente avergonzado… no, no era la primer invitación que recibía en horas de trabajo… y no, tampoco sería la primera en negar amablemente…

- Keita… me llamo Keita Tachibana… - extendió la mano, sonriendo ante el gesto avergonzado del pelioscuro… - no trabajas todo el día, sé que solo cubres el horario matutino, así que… también podríamos aprovechar de salir y comer juntos… - el chico insistió…

Y Jaejoong no supo que había aceptado hasta que tal afirmación hubo salido de sus labios y veía al japonés sonreír ampliamente mientras va y hace su pago…

- a las tres entonces, te estaré esperando puntualmente… - Keita se hubo despedido ante un todavía contrariado pelioscuro que no supo porqué aceptó su invitación…

………………………………

Yunho estaba colocado en el lugar ideal entre las grandes vigas que soportan aquel puente vial… rifle francotirador al hombro y la mira ajustada… su blanco estaba por salir de uno de los Hoteles más importantes de la zona… agitó la cabeza y tragó hondo cuando en sus pensamientos apareció la imagen de Jaejoong… el hecho de saber que se encontraba cerca de su lugar de trabajo parecía estar desconcentrándole… y sin embargo, un asesino como él no podía darse esa clase de lujos justo en aquel instante…

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Keita le había llevado al lugar exacto donde Jaejoong toma el té helado de cada mes con Yunho… la misma mesa, la misma bebida… ¿coincidencia? Jaejoong no podía decir que no… porque no había modo de que Keita supiera de hecho que se reunía ahí con el moreno…

- ¿qué pensarías si te dijera que soy un asesino a sueldo?... – el japonés formuló con una sonrisa y el pelioscuro se detuvo a medio camino de llevarse el vaso a la boca…

Tachibana le vio pestañear confundido antes de finalmente llevarse el vaso a los labios y dar un pequeño sorbo, dejarlo nuevamente sobre la mesa y acomodar sus anteojos…

- pensaría que ves muchas películas y que ese es un argumento innecesario para llamar mi atención… - el pelioscuro respondió sonriendo suavemente… era la cosa más loca que alguien podría haber dicho en medio de una cita… Keita rió de buena gana…

- por supuesto, pero no es una mentira ni lo digo solo por querer llamar tu atención… - la alarma de su reloj de muñeca sonó… - oh, justo ahora tengo algo que atender, en 10 minutos vuelvo, presta atención, porque escucharás para entonces las sirenas de ambulancias y patrullas… - se inclinó hacia el frente pasando por encima de la mesa y murmuró ante el rostro confundido del pelioscuro… - estoy seguro de que soy mejor que él…

Keita tomó el bolso que llevaba y salió del local volteando hacia Jaejoong y guiñándole el ojo mientras amablemente sostiene la puerta para que pasen unas jovencitas que tímidas hacen una venia en agradecimiento por su caballerosidad. Jaejoong entonces decidió simplemente esperar…

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El impecable auto negro de vidrios polarizados salió a la avenida… dos autos más le acompañaban, uno delante y otro detrás… la típica escolta que era reducida a nada ante un plan bien armado como el que Yunho tenía previsto…

Sin embargo, ni él esperó la repentina aparición en su campo de visibilidad del sujeto con máscara de un personaje de ficción que se paró temerario frente al primer auto con bazuca al hombro, disparando un primer misil cuyo daño no fue más allá de la explosión del auto blindado haciéndole rebotar sobre el asfalto y encenderse en llamas, el miedo se esparció en segundos, autos frenando y gente corriendo… Keita ajustó la mirada al auto detrás de la limousine provocando lo mismo que en el primero de modo que el elegante auto quedó en el medio de fuego… obligó al político a salir, y cuando así sucedió, tiró la bazuca a un lado y tomó el rifle que traía colgando en la espalda, disparó con frialdad a los guardaespaldas que intentaron hacer algo por el político… tres hombres más cayeron…

- ¡espera! ¡te daré dinero, todo el que quieras!... – el hombre gritó pavorido… pero Keita solo rió divertido disparando primero a los muslos haciéndole arrodillarse… - ¡por favor! ¡piedad!... – clamó… y solo consiguió una lluvia de disparos que le arrebataron sangrientamente la vida…

Tachibana bailó festejando su victoria al escuchar el sonido de las sirenas… volvió su mirada al puente que se encuentra a unos 100 metros y riendo con sorna levantó el rifle enfocando a través de la mira…

Yunho le había visto actuar y solo pensó en que ese idiota no solo había arrebatado su trabajo… sino que era todo un desastre… corrección…

- un ególatra que quiere llamar la atención… - murmuró y sin perder un solo segundo más inició su retirada…

- the number one… - Keita murmuró entre dientes sabiendo que su contrincante se marchaba… dejó el arma en el suelo y corrió a toda prisa hasta un callejón por el que cruzó deshaciéndose entonces de los guantes y la máscara… luego atravesó la calle con calma y volvió donde Jaejoong… - ¿y bien? ¿escuchas eso?... – las sirenas seguían haciendo eco… y el pelioscuro se preguntaba si en verdad el sujeto frente a él era un asesino… - ¿no te parece que es una melodía perfecta? El sonido de la victoria para la justicia, el bastardo que maté lo tenía merecido… - murmuró por último antes de tomar el vaso que dejara minutos atrás y dar un largo trago…

- ¿lo… merecía?... – Jaejoong parpadeó nuevamente aún más confundido… y por alguna razón… atraído… debía estar loco o algo por el estilo para encontrar atractivo a alguien que toma vidas por cuenta propia…

- sí… además, he retado al que dicen es el asesino número uno, pero pronto, él no será más que historia… - se sentó en la silla con renovada emoción y tomando una mano del pelioscuro cuestionó… - ¿te gustaría convertirte en el novio del asesino número uno?...

*****
Un mes después…

Ahí estaban de nuevo… uno frente al otro con el vaso de té helado recién servido… Yunho sabía que era momento de prescindir de sus servicios… Jaejoong aún tenía una duda que resolver…

- ¿alguna vez… has dormido en tu departamento?... – el pelioscuro formuló antes de que el moreno pudiera despedirle…

Silencio fue todo lo que hubo por minutos… ambos tomaron de su bebida sin mirar directamente al otro pero conscientes de esas miradas de soslayo…

- estoy saliendo con alguien… - el pelioscuro dijo de pronto… sin querer aceptar que decía aquello esperando algún tipo de reacción por parte del moreno…

Yunho le miró examinando detenidamente su rostro… aquel tipo de comentario no debería haberle afectado de ninguna manera… y sin embargo, sentía molestia… celos tal vez…

Jaejoong quería escucharle decir algo… lo que fuera… quería…
Quería saber de una vez que no le interesaba en lo absoluto a Yunho…

- me falta solo una taza… y recuerda pegar cualquier fax que llegue en la ventana… nos vemos de nuevo dentro de un mes… - fue todo cuanto dijo el moreno antes de ponerse de pie, sacar el dinero justo de su cartera, dejarlo sobre la mesa y dar la vuelta…

Jaejoong comprendió lo del fax y sabía que de verlo sería cuando transcurriera un mes… pero no entendió aquello sobre la taza… claro que sabe la existencia de ellas en la vitrina del departamento de Yunho, las limpia cada semana y hasta el momento supuso eran como una especie de colección para el moreno… pero…

- ¿qué sucederá cuando tengas las 30?... – preguntó al moreno cuando le hubo alcanzado luego de pegar carrera unos metros…

Yunho se detuvo al escucharle… aunque no debiera haberlo hecho porque iba contra sus reglas, esas que lentamente y casi sin darse cuenta ha ido rompiendo desde que conoció a Jaejoong… dio media vuelta para encararlo y dio ese par de pasos que los separaban tomando el mentón del pelioscuro y acercando sus rostros… sus alientos se mezclaban y el piso bajo los pies del pelioscuro se sacudió cuando sus labios se rozaron intencionadamente por causa del moreno…

- habré llegado a mi límite… - el moreno respondió soltándole y dando nuevamente la vuelta continuando su camino…

Jaejoong se quedó estático entonces sin haber obtenido una respuesta clara y bastante impactado por aquel roce de labios…

Keita Tachibana observaba a la distancia y sentía molestia…

Yunho sonreía… como hace tiempo no hacía… y el calor en sus labios le hizo recordar casi lo que era ser feliz…

¿El amor había llegado para dos asesinos a sangre fría?




Continuará……

PD: La segunda y última parte de este escrito se entregará para el cumple de Yunho *O* gracias por comentar...