Miniserial *w* cap 4

MINICAPÍTULO 4

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Hay que admitir que cuando te gusta alguien –estés o no enamorad@ de esa persona– verle acompañado por alguien más dispara esa chispa de celos que se manifiesta de variadas formas pero generalmente viene acompañado de un vuelco en el estómago. Eso fue lo que cuatro chicos experimentaron en aquel preciso instante.

Minho no iba a negar que era extraño encontrarse con su ¿examante? Cuando se encuentra en medio de una cita con su ¿cuasi novio? TaeMin. Los tomaba por sorpresa porque aunque todo entre ellos haya sido simplemente sexo, había un vínculo, una conexión que no podía ignorarse sin más; que les hacía sentir que debían dar alguna explicación solo para evitar cualquier malentendido que dañe la amistad.

TaeMin –un chico de Instituto que recién había cumplido los 18 años y que ha estado enamorado de Minho desde sus 16– observó la escena con cierto celo y temor. Se ha convertido en buen amigo de Minho y eso significó enterarse de algunas cosas como esa peculiar relación de amigos con derechos que su cita mantuviera hasta hace apenas un mes con el morocho. Le preocupó honestamente que aquella relación fuera más fuerte que cualquier sentimiento que Minho pudiera experimentar con él.

ChangMin simplemente estaba nervioso.

No le pregunten por qué, muchas respuestas podrían salir de sus labios pero su cabeza seguiría siendo un embrollo.

- así debe sentirse cuando engañas a alguien a quien quieres… ¡fuck! No puede ser que esté pensando en sentimientos, se supone que el hermanito del idiota solo me gusta… - pensó mientras su mirada se mantenía clavada en Minho casi como si quisiera suplicarle que no mencionara nada de más. Nada en absoluto.

Pero el asombro mayor fue para Park YooHwan. Obviemos todos los hechos desde que terminaron comiendo juntos y aceptara salir con él, el menor Park tenía entonces una mayor preocupación, algo parecido a una revelación. Ahí, en el fondo de su vientre se instaló una incómoda sensación que tal vez –considerando que pocas veces en su vida lo ha experimentado y hasta entonces solo le había pasado con chicas– podía nombrar como celos. Debía ser eso ya que no le agradó notar cómo ChangMin y ese chico desconocido se quedaron mirándose con la respiración algo agitada.

Debía ser…

¿Celos de amigos?

¿Eso realmente existe? –considerando que ellos no llevan tanto de conocerse–

Mejor no pensar, actuar.

- soy Park YooHwan, amigo de ChangMin hyung… - el menor se presentó dando un paso al frente de modo que quedó en medio del morocho y el más alto.

- Choi Minho, amigo íntimo de hyung… - estrechó la mano que se le ofrecía sintiéndose ofendido por aquella acción de parte del otro, se sintió retado y si hay algo que le caracterice es que nunca se deja amedrentar por nada ni por nadie.

- bueno… - el morocho carraspeó… - nosotros vamos a continuar, luego hablamos Minho… - sujetó la mano del menor Park por la muñeca y sin reparar en la silueta de TaeMin caminó alejándose junto con YooHwan.

El chico alto les siguió con la mirada hasta que casi los perdió de vista entre la gente. Ajeno a esa mirada triste de ése TaeMin que simplemente aguardó porque no tiene idea de que más hacer. Minho agitó la cabeza de un lado a otro como tratando de espabilar pensamientos inapropiados. ChangMin no es más que su amigo.

- ¿Minho hyung?... – la suave pero insegura voz del más joven le trajo de vuelta a la realidad…

- vamos… - apoyó su mano en la espalda de TaeMin y tomaron camino en dirección contraria. Había algo extraño agitándose en su estómago, los celos sin duda eran traicioneros. Sobre todo cuando los muestras por alguien más que no es quien camina a tu lado y baja la mirada con gesto decepcionado.

……………………………

- ¿Tu amigo? ¿Exnovio?... – YooHwan cuestionó sorprendiéndose a sí mismo por la velocidad con que aquellas preguntas salieron de su boca. Ni siquiera había pensado. Algo más en su interior parecía impulsar esa sensación de molestia que se le había aferrado al estómago.

- mi amigo… larga historia… - el morocho respondió dubitativo, quería sacarle la vuelta al tema y hacer de cuenta que nada pasó minutos antes.

YooHwan asintió sin poder evitar que el ceño se le frunciera ligeramente. Generalmente no es de los que se molestan –vivir con Yoochun le había enseñado a ser paciente en las peores circunstancias, ustedes tal vez no lo imaginen, pero el pelinegro suele tener arranques de histeria por nimiedades como no tener alguna prenda a la moda o no poder acostarse con su novio por circunstancias innumerables que ni al caso traer a colación–

Luego volvió a caer ese pesado silencio entre los dos, abruptamente ChangMin recordó que aún le sujetaba la muñeca y cual si la piel de YooHwan fuera fuego vivo el morocho le soltó en un gesto nada delicado que atrajo la curiosa atención del menor Park. Le miró de lado sin importarle que el morocho se diera cuenta de su analítica mirada, necesitaba comprender por qué ChangMin actuaba de esos modos tan extraños.

Hay una cosa dentro de su cabeza compuesta por miles de conexiones nerviosas que se encargan de procesar toda la información recibida tanto del exterior como del mismo interior, por supuesto, son procesos complejos que no nos dedicaremos a explicar, traemos esto a mención por una simple razón. El cerebro de YooHwan había conectado las señales finalmente y se le había encendido la bombilla trayendo luz a sus ojos.

- ¡Te gusto!... – el menor Park exclamó retrocediendo inconscientemente un paso, señalándole en medio de la sorpresa reflejada en sus ojos de par en par y la piel pálida.

ChangMin se golpeó la frente con desespero, cerró los ojos y suspiró. Qué manera tan poco romántica de dar a conocer una atracción que según parece, no le es agradable al receptor de su supuesto gusto.

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Residencia Kim

Yoochun había llevado a Junsu a su casa visto que el pelirrojo solo tenía atención para su adorado Leo y él pasaba a convertirse casi en un simple accesorio con vida que camina a su lado.

- mira Chunnie, juega con mi bufanda… - el pelirrojo dijo emocionado, arrodillándose para ver de cerca la forma en que el lindo minino jugueteaba con las barbas que cuelgan de su bufanda.

- muy divertido… - gruñó el pelinegro con obvio sarcasmo, se sentó en la silla del escritorio de la PC de su novio y cruzó piernas y brazos como muestra de poco interés en lo que hiciera o dejara de hacer esa bola de pelos.

Junsu ignoró a su novio y se puso a jugar con su nueva mascotita; terminó tirado en el suelo con Leo en su estómago haciéndole cosquillas. Yoochun miraba de reojo, realmente era una escena tierna, pero todavía odiaba al minino por usurpar su lugar y tener la atención para él solito.

- Chun…

- ¿Mh?

- Sabes que no voy a cambiarte por nada del mundo, ¿Verdad?... – el pelirrojo dijo con tono serio, jugando aún con las peludas orejas de su gato pero consciente de los tontos celos de su novio hacia una simple mascota.

- lo sé, baby… - el pelinegro se ablandó y sonrió suavemente, yendo finalmente a lado de su novio tirándose a su lado en el piso de su habitación… - Sabes que son celos estúpidos, ¿No? Además sé que soy mejor que Leo, él nunca podría hacerte sentir tan bien como yo, es un gato tonto… - gruñó más como un juego, ingeniándoselas para encontrar paso hasta los labios del pelirrojo y besándole con ansia.

Escuchó a Leo maullar y ronronear pero no le importó, por él que se largara y le dejara comerse a su tierno delfín, deberían estar aprovechando que los padres de Junsu no estaban.

Junsu por supuesto no iba a oponerse a aquellos besos, ya luego encontraría tiempo para jugar con Leo, ahora solo tenía pensamientos y ganas para Yoochun, para enredar sus manos tras su cuello y enterrar sus dedos entre los negros mechones desordenándolos mientras suspira entre besos y se deja envolver por el calor que sus cuerpos así de cerca han comenzado a emanar.

Necesitaban hacer el amor.

Aire insuficiente, mejillas arreboladas de carmín, respiración acelerada, cuerpos juntos… y todavía querían mucho más del otro. Yoochun se acomodó quedando encima de su novio –Leo había desaparecido por ahí en algún lugar de la habitación– y se movió golpeando su cadera contra la del pelirrojo provocando un exquisito roce de sus erecciones por encima de la ropa, le estorbaba el jean y planeaba deshacerse también de la camiseta a cuadros que durante todo el día le había hecho lucir adorable y violable –en términos de un ratón excitado que lleva días sin poder hacerle el amor a sus anchas–

- mhh Chun… - jadeó entrecerrando los ojos y sujetando los costados de la cintura del pelinegro siguiendo el ritmo de aquellas embestidas contra su cadera que le estaban subiendo la temperatura cada segundo… - vamos… a hacerlo ya…

- lo estamos haciendo baby… - el pelinegro sonrió y con lascivia lamió el cuello de su novio en tanto una de sus manos frotaba por encima de la ropa…

- ¡mhh!... – el pelirrojo gimió sin pudor, aunque sus mejillas fueran rojas como cerezas y su corazón galopara con prisa contra su pecho… - Chun… - revolviendo inquieto las piernas cuando su pantalón fue desabrochado y la intrusa se coló dentro sujetando directamente su erección…

- ¿tengo que maullar para que me des leche a mí también?... – susurró con voz ronca en su oído mientras le estimula y juega con su punta… - ¡miau!... – ronroneó en un tono por demás seductor que Junsu sintió cómo su miembro se hinchaba otro poco y se aferraba a su espalda necesitado de más contacto… - ¿Baby, me darás lechita?... – insistió sabiendo que su novio entiende a la perfección ese doble sentido de sus palabras…

- to…tómala… es toda tuya Chun… - jadeoso, el pelirrojo se revolvió un poco más cuando su novio fue directo a su entrepierna lamiendo su extensión con gula, probándole con su ardiente lengua y mandándole al paraíso en una nube de placer cuando le ofreció más de aquellas atenciones succionando y bombeando…

*****

Departamento de Shim ChangMin

El morocho llegó a su departamento en un estado deplorable. Mirada ausente y esa sensación de caída en picada que le atormentaba y dejaba su semblante pálido cual si hubiese visto un fantasma –o lo que podría ser peor y más traumático, ver al YunJae o al YooSu en pleno jaleo–

Expliquemos tal estado meditabundo del personaje principal de esta dramática comedia de amor frustrado. Oh sí, frustrado, y es que Park YooHwan le había abandonado en medio de una cuasi cita justo cuando ChangMin murmuró un simple “sí” ante aquella afirmación asustadiza que el menor Park hubiera hecho en el Parque de Diversiones. Sí, YooHwan literalmente le había dejado al instante, dando media vuelta y corriendo sin mirar atrás.

¿Había forma más patética de ser rechazado?

- pudo ser peor realmente, técnicamente no te rechacé, pude salir huyendo por nervios… - y ahí estaba otro de sus tormentos, ese chibi YooHwan que se le aparecía de verdad en los momentos más inoportunos, como si su presencia no corroborara el nivel de locura que su mente perdida había alcanzado en aquel estúpido enamoramiento que, para empezar, ni siquiera sabe de dónde vino o porqué…

- No es que YooHwan sea la gran cosa… - murmuró con molestia, frunciendo el ceño y mordiéndose los labios, consciente de la mentira tras sus palabras…

- ¿No estás escuchándome? Tal vez debieras llamarme, ya sabes, para preguntar si las cosas están bien o debes marcar un perímetro considerable entre nosotros… - chibi YooHwan insistió volando alrededor de su cabeza…

- desaparece de una buena vez, ya sé que eres una ilusión creada por mi subconsciente en respuesta al estrés que me provocas, así que solo esfúmate… - el morocho dijo y agitó su mano como si intentara espantar una mosca. Chibi YooHwan eludió cada manotazo y se mantuvo flotando sobre su cabeza…

- eres cobarde, ni siquiera Yoochun ha sido un cobarde desde que le conoces, mucho menos Yunho o Jaejoong… Junsu, él es demasiado transparente, caso aparte… - chibi YooHwan dijo con cierta altanería…

- ¡qué bien! Riñéndome a mí mismo, momento épico de locura sin duda… - gruñó y cerró los ojos con fuerza esperando que esa molesta criaturita le dejara en paz…

- ¡llámame!

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Residencia Park

YooHwan estaba sentado ante el televisor, su madre recoge la cocina y él solo se siente perdido en el momento en que ChangMin susurró aquel “sí” y su corazón latió demasiado aprisa contra su pecho.

¿Desde cuándo que su corazón se acelera así por una no declaración romántica de parte de un chico?

- querido… querido… - la Sra. Park le llamaba sin obtener la atención de su hijo. Sonrió de medio lado con ternura y se sentó a su lado en el sofá apoyando su mano en la rodilla del menor consiguiendo así sacarle de su ensimismamiento… - quien quiera que sea, debe valer la pena si te tiene así… me recuerdas a Yoochun cuando andaba coladito por Junsu, apenas si conseguía sacarle de sus pensamientos… - la Sra. Park rió con cariño en tanto el menor se asombraba de aquel nuevo descubrimiento.

¿Tres en un solo día le podrían volver loco?

Primero descubre que es capaz de celos por ChangMin.

Luego comprende que le gusta a ChangMin.

Y finalmente parece captar que él ocupa demasiado de sus pensamientos en ChangMin.

¿Eso se convertiría en esa clase de amor que Yoochun tiene por Junsu?

¿ChangMin le gustaba también?

¿Podría ser que fuera gay y descubrirlo recién?

*****

Yunho estuvo a punto de comprar un ramo de rosas para Jaejoong, pero luego recordó que la última vez el pelioscuro le dijo que aquellos detalles le hacían sentir demasiado femenino, que era mejor si le invitaba a tomar…

Lo que no pensó fue que invitarle a tomar terminaría en una reunión de amigos sin planear y que parecía lista para irse por la borda.

- ¿Qué hace él aquí?... – el morocho cuestionó sin remordimiento mirando molesto al menor Park.

- ¿Tienes algún problema con eso, hyung?... – YooHwan sonrió como si nada y se sentó frente a él en aquella mesa de un bar conocido.

ChangMin volteó para otro lado mientras que Yoochun y Jaejoong pedían sus bebidas, Junsu se texteaba con su madre para saber si todo marchaba bien con Leo; y Yunho… él suspiraba avistando el caos si es que resultaba que el licor desinhibía algo más que reclamos superfluos.

Continuará……