Drabble YooSu *q*

Todo por culpa de esas pics de Junsu *q*

Autora: Felina

Pareja: YooSu

Drabble xD

*****

Tenía un serio problema. Y su problema tiene nombre y apellido… y una figura endemoniadamente sexy que le estaba volviendo loco cada día con mayor énfasis. A ese paso, llegaría el momento en que su cerebro sería incapaz de procesar cualquier otra cosa que no sea su novio: Kim Xiah Junsu.

- te has quedado de nuevo perdido en a saber qué cosa… - uno de sus compañeros de grabación le dijo riendo divertido por la expresión de tonto que Yoochun llevaba.

- cierto delfín tiene toda la culpa del mundo… - murmuró por lo bajo y por supuesto, más como un pensamiento para sí que con intención de hacerlo de conocimiento público.

Había varias cosas que tener en cuenta. La primera, solía pasarle que se distrajera un poco cuando descansaba entre grabación y grabación de sus dramas. Además, el hecho de que Junsu no saliera de sus pensamientos desde hace algunos días, le pasaba mella y era la razón más grande por la que estaba así. Primero había tenido que lidiar con todo lo que implicaba el nuevo Musical de su novio, su personaje era intenso y encima hay una escena en la que besa a otro chico –y solo Dios sabe que no ha superado aquello y que hace hasta lo imposible por relegar aquel conocimiento al fondo de su mente para no retorcerse de celos cada minuto–; más aún con todo esto, tener que soportar que aquellas imágenes de su novio en poses tan sugerentemente sexys ronden por el mundo le estaba volviendo alguito más loco y celoso.

- esta vez se pasaron, prácticamente grita “viólame” en cada fotografía… - gruñó entre dientes tratando fuerte de ignorar el murmullo de algunas chicas de staff y hasta compañeras de drama que a lo lejos hojean la famosa revista admirando cada imagen de SU Junsu… - babearán cada hoja como sigan así… - espetó apretando los puños y sintiendo aquel ardor en la boca del estómago… es que es imposible no sentir celos hasta de esas chicas que sabe de cualquier modo no le representan problema alguno.

No. Si el único problema ahí es que a él se le alteran de sobremanera las hormonas y no ha podido ni siquiera tener una rica sesión de sexo con su novio. Y ver prácticamente en todas partes las sugerentes fotografías de aquella revista estaban mandándole al borde de la locura. Necesitaba urgentemente hacerle el amor a Junsu.

……………………………

Junsu estaba agotado, anhelaba llegar, tomar una ducha de agua tibia y meterse a su cama a dormir. Ama lo que hace pero es cierto que también siente el cansancio, aunque la más de las veces lo disimule perfectamente. Abrió la puerta de su departamento y entrecerró los ojos al instante.

Había algunas velas encendidas por la estancia, suave música de fondo y Yoochun sentado en el sofá con una copa de vino en la mano…

- buenas noches, baby… - ronca voz que le eriza el vello de la nuca y acelera su corazón. Ah, su novio es un maldito por conocer absolutamente todos sus puntos débiles para provocarle sin más que su simple voz.

Por supuesto, Junsu ignora que es él sin embargo quien tiene mayor poder sobre su novio, pues es Yoochun quien no tiene ojos ni cabeza para nada ni nadie más que no sea él, que le desea cada segundo y no ha podido alargar más aquel momento. Necesita hacerle suyo.

- Yoochunnie~ ¿Te has colado en mi departamento por alguna razón en particular?... – ronronea como auténtico minino mientras se acerca con aquel caminar sexy que hace tragar hondo al pelinegro.

- Sí. Asegurarme de que estás bien, ¿Tienes idea de la cantidad de reclamos en mi twiter de parte de tus fans? Soy el eterno culpable de que estés tan delgado… y sexy… - susurra por lo bajo dejando que su mirada recorra la esbelta figura de su novio, sigue detenidamente sus pasos y sonríe cuando el rubio platinado se sienta en su regazo…

- ¿Te culpan? ¿Cómo es eso, eh?... – murmura en su oído mordisqueando el lóbulo de su novio, recién parece darse cuenta de que no importa el cansancio, ver a Yoochun siempre es suficiente para querer besarle, provocarle, obtener de él toda su atención, sus besos, sus caricias… su amor.

- Sí, lo hacen. Que si no te dejo en paz ni cuando trabajas tan arduamente en el Musical, que si descuidé tu alimentación y un montón de cosas más, baby… - resuena su voz ronca, aterciopelada y sensual.

Su mano libre cae sobre la cintura de su novio y recorre con parsimonia la línea de su costado sintiendo que sí, ha perdido bastante peso pero todavía le parece demasiado hermoso y provocativo, un tanto más de hecho aunque casi sienta cada una de sus costillas y reniegue de la cantidad de fans que parecen anotarse a la larga lista de su amado.

- Yoochun ah, tú no eres culpable de nada, lo sabes ¿verdad?... – suspira y se deja hacer, entrecierra los ojos y recarga su rostro en el hombro de su novio. Echaba en falta las suaves caricias del pelinegro, su calor rodeando su cuerpo, esos besos que caen esporádicos pero seductores sobre la piel de su cuello.

- Me culpo solamente de amarte tanto. Junsu ah, extraño estos momentos… - suspira y deja su copa de vino sobre la mesa de centro, rodea la cintura de su novio y aunque es su intención besarle, pronto se sabe besado pues es el rubio platinado quien demanda primero sus labios.

Hay apremio y ansiedad, es un beso desesperado, hambriento. Hace tantos días que no se besan así, que no se esperaban con tanto deseo. Suspiran y jadean entre besos así de fogosos, se abrazan con recelo y pronto las manos de ambos se encargan de recorrer con candentes caricias el cuerpo del otro.

Una a una caen las prendas dejándose ambos al desnudo. La piel ardiente ha comenzado a perlarse en sudor con prisas, sus pechos suben y bajan rápido motivados por la alterada respiración que descontrolada es solo una más de las muestras de la anticipación del deseo a flor de piel. Yoochun le recorre con calma, se deleita con cada centímetro de piel como si fuera la primera vez que le descubre. Junsu jadea, sonríe y se deja hacer con gusto, ríe y le provoca huyendo de sus besos cuando son sus labios los que se convierten en víctimas de la desbordada pasión del pelinegro. Dedos francos, rudos y ansiosos se clavan en su piel, el pelinegro repasa sus costados, siente cada línea de músculo, ríe y se entretiene contando las costillas asegurándole que no estaba tan equivocado…

- Chunnie~ no molestes… - forma pucheros y sabe que ha perdido, que otra vez el pelinegro le ha manipulado obteniendo finalmente acceso a sus traviesos labios.

Se besan con pasión y el calor asciende varios grados más en la estancia; sus lenguas se han vuelto personajes principales de aquella puesta de escena y el aliento les escasea cada vez con mayor frecuencia. Hay fuego apasionado, saliva por aquí y por allá cuando sus bocas inquietas recorren otras partes del cuerpo del otro.

- ¡mhhh Su!... – gime alto y ronco, maldice mentalmente la habilidad de su novio para dominarle así, entre sentidos nublados y mucho calor, el pelinegro pierde de foco todo a su alrededor, la boca de su novio atiende su miembro y le excita como no imaginó que podría.

Se siente de algún modo diferente y no es que se trate de la primera vez que se convierte en receptor de aquel tipo de atenciones. Pero la boca caliente de Junsu parece más experta, sus labios suaves suben y bajan por su extensión, su lengua rugosa y tibia resbala arriba y abajo, juega con su punta y le enloquece con rapidez. Entierra sus dedos entre los platinados mechones, tironea de ellos inconscientemente cuando siente aquellas oleadas de placer que sacuden su cuerpo, suda y se estremece, gime y es nuevamente Junsu todo lo que habita en sus pensamientos…

- Su… ¡Junsu! Espera… espera baby… - casi suplica e intenta apartarle pero aquella boca rosada insiste aumentando el exquisito bombeo… - ¡mhh!... – se tensa y encorva la espalda sabiendo que es tarde para detenerle… su semilla se ha perdido en aquella boca que finalmente se aparta y gotea un poco de su semen…

Junsu sonríe complacido, se relame los labios y limpia con sus dedos las manchas en su mentón. Hacía tanto que no sentía a Yoochun tan entregado y perdido, se sentía endemoniadamente bien, y por un segundo pensó que aquel era el poder de la muerte que encarna en cada función del Musical. Se siente dominante y es una sensación exquisita. Ver al pelinegro jadeoso, sudado y tembloroso tumbado en el sofá es una imagen memorable.

- Yoochunnie~ - canturrea seductor y vuelve a sentarse a horcajadas sobre el regazo de su novio… - ratoncito mío, mímame… - mordisquea los labios del pelinegro y conduce una de sus manos hasta su entrepierna… quiere que sepa que aún está duro, caliente…

- Eres un… delfín travieso, baby… - le sonríe todavía aturdido por su orgasmo pero complace. Su mano rodea la virilidad de su novio y despacio comienza a bombear, le arropa y aumenta el ritmo cada segundo.

- ahh… Chun… - gime el rubio platinado, sacude sus caderas en un gesto casi inconsciente por obtener más placer, su trasero golpea entonces contra el liberado miembro del pelinegro pero el roce es demasiado provocador y aquel trozo de carne despierta de nuevo con rapidez…

- voy a darte tan fuerte, que no olvidarás nunca porqué soy tu seme, Junsu ah… - el pelinegro amenaza con tono divertido, su voz ronca toma desprevenido al rubio platinado…

- ¡Chunnie!... – y un agudo gemido nace desde el fondo de su garganta cuando siente aquel falo enterrarse de una en su intimidad… jadea adolorido pero placentero, sonríe y es él quien inicia la cabalgata…

Pronto son ambos los que gimen sin atadura alguna, el sudor ha aumentado y también el ritmo de las estocadas cuando habiendo cambiado de postura es Yoochun quien penetra profunda y rápidamente a ese Junsu que se sostiene apenas del respaldo de su sofá estando de espaldas a su novio. Es demasiado el placer, saber que el pelinegro le embiste con aquel peculiar salvajismo le pone más, le encanta provocar sus celos, su personalidad arrebatada y la pasión desenfrenada. Quiere más que la ternura con que le hace el amor casi siempre, quiere encuentros como estos, cargados de una incipiente pasión sin límites.

- ¿Te gusta, baby?... – toma impulso y embiste con fuerza tocando aquel punto sensible en el interior de su novio… obtiene un prolongado gemido y compensa con una nueva estocada igual que la anterior… - ¿Te gusta así, duro?

- ¡Sí, Chun! ¡Más!... – grita perdido en placer y sonríe gozoso cuando sus peticiones son cumplidas a cabalidad…

Es sexo desenfrenado y frenético. Pero todavía es amor, puro y sincero. Porque detrás de aquel calor embriagador de cuerpos danzando el más apasionado de los bailes, se encuentra el sentimiento que les ha unido durante años de hermosa relación.

- Junsu ah… - se sabe cerca, el calor se ha concentrado en su bajo vientre y sabe que su novio está cerca del final también pues el falo entre su mano libera ya el líquido preseminal… - Te Amo… - jadea medio perdido cuando da aquella estocada final en la que su semilla es liberada una vez más, perdiéndose entonces en aquella cavidad apretada que se comprime un poco más obteniendo hasta la última gota de su erección…

- Chun… - jadea cansado y deja caer su cuerpo sobre el sofá, el pecho del pelinegro cae contra su espalda por unos segundos pero no le importa… - yo también Te Amo… - corresponde y recibe ese beso dulce en la nuca antes de que el pelinegro se aparte y se acomode recostándole contra su cuerpo mimando sus mejillas y removiendo sus mechones mojados de sudor…

- entonces deberías de dejar de posar tan sexy, cada vez te pones más seductor, soy celoso eh… - susurra entre sonrisas divertidas, habla en serio pero también bromea… sabe que Junsu nunca le dejará como él jamás pensaría en hacerlo con su delfín…

- pero Chunnie, si siempre que hago poses sexys pienso en ti… - canturrea divertido y sus dedos juguetean en el pecho de su novio…

Está bien así, aún habrá muchas historias que construir juntos. Hoy toca el turno de la pasión y la sensualidad a flor de piel, mañana… nuevamente la más sublime de las ternuras en el amor.

**FIN**