Drabble Concert Lima *w*

DRABBLE 3

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Estaban cerca, muy cerca del éxtasis, ambos podían sentirlo, lo veían venir y se les anunciaba con todo ese montón de sensaciones que les corría libremente por el cuerpo, por aquella tensión y el calor descomunal.

- ¡veinte minutos chicos!... – alguien de staff anunció golpeando un par de veces la puerta de la habitación.

En otro momento la emoción se habría ido por la interrupción, pero ahí a punto de terminar, lo único que Yoochun y Junsu pudieron hacer fue morderse los labios para callar los impúdicos gemidos que se les agolpaban en la garganta ante tanto placer. Fue entonces que por un segundo algo de lucidez se coló en el mareado cerebro del pelinegro y optó por abandonar el interior de su novio antes que llenarle con su semilla –o tendrían que tomar otra ducha y realmente no tenían tiempo–. El semen terminó derramado sobre la cama, tanto del pelinegro como del rubio platinado pues en aquella ocasión en medio de la excitación había terminado a cuatro sobre el colchón.

- No hay tiempo para la ducha… - Yoochun habló entrecortado y luchando contra su tembloroso cuerpo para incorporarse y dejar que su novio lo haga también… - nos limpiamos con toallas húmedas el sudor y nos largamos antes que Jaejoong se ponga de genio…

- me duele el trasero… - Junsu se quejó formando un tierno pucherito recostándose boca arriba…

- venga, no es tan malo, no te di tan fuerte… - Yoochun se agachó para besarle el puchero mientras le acaricia los glúteos y cuela casi sin darse cuenta uno de sus dedos en el todavía dilatado pasaje.

- Saca de ahí, o Xiah Jr. despertará de nuevo, Chunnie… - el rubio murmuró con tremenda sonrisa en los labios. Se había salido con la suya después de todo, acababa de hacer el amor con su novio poco antes de que tomaran camino rumbo al lugar del concierto.

- ¡Yoochun, Junsu! ¡Cinco minutos chicos!... – y con aquella advertencia los dos finalmente apresuraron el paso para limpiarse, vestirse y ocultar tanto como pudieran el olor a sexo.

Cuando el rubio se miró al espejo y vio su peinado bastante desaliñado se apuró en arreglarlo –o la estilista le miraría con cierto reproche– por cuenta propia con fijador.

- ¡Es hora, chicos!... – la repentina presión y la sorpresa ante el grito hizo que al delfín se le cayera el fijador sobre el colchón. Sonrió nerviosamente pero en un acto desesperado y casi infantil terminó por tomar el fijador del colchón y untarlo sobre su cabello ordenando así mechones por aquí y por allá… - ¡Chicos por favor!

- ¡Ya vamos!... – Yoochun gritó sonriendo entre divertido y nervioso. Vio claramente a Junsu usar el semen como fijador en su cabello… - estás irresistible, ya no quiero que salgas al escenario… - comentó cruzándose de brazos, deleitándose con la imagen perfecta de su novio.

- te toca aguantarte… - el rubio le sonrió divertido… - vamos que ya se nos hizo tarde y Jaejoong ha de estar que golpea el piso con el pie sumamente impaciente y pensando en la forma de castigarte por meterme mano… - se dio una rápida mirada asegurándose que todo estuviera en su sitio y avanzó hacia la puerta…

- No sé por qué Jaejoong nunca me cree que todo es culpa tuya… - suspiró y antes de que el rubio saliera le impidió abrir la puerta y en cuanto el rubio se giró para reñirle, Yoochun le atrapó entre la puerta y su cuerpo al mismo tiempo que se apodera de su boca besándole con súbita pasión. Junsu correspondió al instante; algo se sentía extraño desde su llegada a Sudamérica y solo quería sentir así al pelinegro.

Tal vez era el calor. O saberse tan lejos de casa que casi puede sentirse en libertad de ir y hacer lo que quiera a su lado sin preocuparse por cámaras o fans que puedan sorprenderles en algún momento romántico –o pervertido–

Toc, toc llamaron a la puerta, y ellos por inercia rompieron el beso separándose para abrir.

- hablaremos después del concierto… - Jaejoong tenía cara de molestia, verdadera molestia.

Claro, con lo bien que les conoce sabe que ese par hizo de las suyas, y estaba demasiado estresado como para que no le tuvieran consideración (una parte de él pensó de inmediato en Yunho, cuando era su novio el que tenía con lidiar con cosas como esas y luego la tensión se le acumulaba en los hombros y la espalda, y él se veía en la responsabilidad –grata– de darle masajes para ayudarle a relajarse. Por supuesto, los masajes siempre iban acompañados de besos, mimos, conversaciones cursis y, si había ánimo, hacían el amor)

Junsu y Yoochun se limitaron a salir escurridos de ahí y no provocar más la ira del mayor.

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Habían sido pocos los minutos que tuvieron para hablar con sus fans. Les llenaba de orgullo ver el cariño que les tienen.

Pero que Junsu se pusiera a halagar a las chicas no le simpatizó para nada a Yoochun, que ni siquiera pudo fingir la seriedad repentina de su atractivo rostro, aunque luego todos los celos se fueron por el caño, ver a Junsu moviéndose con aquella sensualidad tan candente hizo que se enfocara simplemente en autocontrol para no írsele encima. Y para rematar, a Jaejoong se le ocurre halagar también a los chicos. ¡Hombres! Cuando Yunho se enterara, Troya iba a arder.

Naturalmente el concierto había sido un total éxito. Las fans enloquecieron y los tres chicos se contagiaron de la vibra latina.

En fin, una vez terminado el concierto y cuando iban de regreso al Hotel, Junsu iba al móvil hablando con Yunho…

- sí appa, ha sido genial, Jae umma dijo que los hombres de acá son guapos… - el rubio relataba todo sonrisas, cual crío que le cuenta a su progenitor lo maravilloso de un lugar que solo puede observar con su progenitora. Sin embargo, apenas había dicho eso la llamada con el moreno terminó abruptamente, pero al segundo era el móvil del mayor el que sonaba.

- ¡Qué demonios significa eso de que andas diciendo que los hombres de allá son guapos!... – obviemos la chispa celosa del líder a kilómetros de distancia incapaz de mirar de frente a su prometido.

- baby, creo que acabas de meter la aleta hasta el fondo… - el pelinegro le dijo en voz baja mirando a Jaejoong suspirar antes que comenzar a aclarar las cosas con su Yunho.

- pero yo solo le contaba lo genial que nos ha ido… - el rubio dijo con sus característicos pucheros de niño bueno que es reñido injustamente. Yoochun no tardó nada en abrazarle con la intención de besarle cada uno de aquellos adorables gestos.

- Te aseguro que no es que ande queriendo cambiarte por ninguno, Yunho ah… - el pelioscuro hablaba con toda la serenidad de que era capaz; mientras al mismo tiempo se sentaba entre Junsu y Yoochun obligándoles a separarse e imposibilitándoles darse esos besos que sabe ambos ansían entregarse.

Ambos muchachos suspiraron y se miraron con nerviosismo. Jaejoong umma comenzaba a castigarlos, y tenían el presentimiento de que aquello no pararía ahí.

- Te conozco Jaejoong, eres malditamente hermoso, pones estúpido a cualquiera. ¿Qué tal que algún fanboy loco intenta secuestrarte? No se te olvide que están en un país de cultura diferente, no sabemos cómo trabajan las mentes perversas de la gente latina...

- Estás exagerando las cosas, Yunho…

- Claro, como tú no estás en mi lugar lo ves de ese modo. Incluso Yoochun puedo comprenderme en éste punto, estoy seguro de que la ha pasado como lapa pegado a Junsu celándole como la rata pervertida que es…

- Oh bueno, todos sabemos que Yoochun es algo celoso… - el pelioscuro vio a su amigo pelinegro tensarse junto a él mientras que el rubio le miraba pestañeando lindamente. Podía comprender un poco la actitud del ratón, el delfín inspiraba esa clase de ternura sobreprotectora en cualquiera. Él como umma lo sabe.

- El tema aquí no son los celos de Yoochun, no intentes desviarme del tema. Mejor simplemente mantén los ojos abiertos, no salgas del Hotel, no le abras la puerta de tu habitación a NADIE, escuchaste, ¡a NADIE! Estoy demasiado lejos para cuidar de ti, Boo…

- Hoy estás un poco más celoso que de costumbre… - el pelioscuro achicó los ojos con suspicacia… - ¿Qué ha hecho ChangMin esta vez?

- ¿ChangMin?... – el moreno carraspeó al otro lado de la línea… - Nada… qué podría hacer ese hijo tuyo que sigue comportándose como un adolescente rebelde ignorando todas y cada una de mis órdenes… - el pelioscuro sonrió al imaginar la tensión de su prometido a miles de kilómetros de distancia…

- ¿Salió con Hayami sin avisarte?

- ¡Sí! Jaejoong tengo el extraño presentimiento de que Hayami es aún más pervertido que Yoochun, ¡Que Yoochun!

- ¡Yah! ¡Cuántas veces tengo que decirte que no soy pervertido! ¡Todo es culpa de Junsu!... – el pelinegro se defendió al haber escuchado aquélla parte de la conversación, sobre todo el grito en el móvil del mayor.

- ¿Yo qué tengo que ver con eso? Siempre eres tú el que se aprovecha de mí… - el rubio puso su cara más inocente mientras mira a Jaejoong y al móvil de éste como si así Yunho también pudiera verle, incluso sus ojos se llenaron de lágrimas, casi como si de hecho el pelinegro le ultrajara cada que quiere… - appa, Yoochun me corre mano y me habla bonito al oído, y luego me hace cosas sucias. Dice que es porque soy demasiado lindo y tierno y que no puede evitarlo, appa ¿Debo creer en todo lo que me dice?

- ¡Park Yoochun, qué demonios le haces a mi bebé! ¡Maldita rata desgraciada, ya te tendré enfrente!... – Yunho en modo appa sobreprotector siempre daba miedo. Mucho miedo. Y Jaejoong por un segundo agradeció que ChangMin no estuviera con él. No, no le preocupa que se descargue con el morocho, sino que el morocho lo haga rabiar un poco más con sus sarcásticos comentarios.

- ¡Está bromeando!... – el pelinegro gritó alzando las manos en gesto de rendición (como si el moreno pudiera de hecho verlo)… - ¿Verdad que estás bromeando, baby?

- No… - lloriqueó y se tapó la cara con las manos. Sonriendo al instante por su travesura.

- ¡Junsu!... – el pelinegro chilló angustiado. Esa vez su delfín se estaba pasando. Definitivamente, Lima le hace daño.

- Bueno ya, dejen de estresar más a mi Yunnie… - les miró con seriedad pues de solo escuchar los gruñidos de su prometido le estaba dando un dolor de cabeza. Advirtió al par que hoy andaba demasiado lleno de energía para su gusto. ¡Después de un concierto! Casi jura que la energía de las fans les llenó a full la batería. Y luego volvió a concentrarse en su moreno.

Durante todo el trayecto de regreso al Hotel Jaejoong la pasó pegado al móvil. Pero la cosa más escalofriante de la noche sucedió recién cuando Junsu se coló en su habitación con los ojos llorosos y el peine atorado en su rubio cabello…

- ¡umma! No puedo hacer que salga sin que duela… - el delfín sollozó sentándose frente a él y por un segundo Jaejoong pensó que aquellas palabras sonaban demasiado a Yoochun haciéndole cosas sucias. Sacudió la cabeza espabilando aquel pensamiento o terminaría por tener una de esos extraños sueños que recién tuvo la noche anterior.

- ¿Qué fue lo que la estilista puso en tu cabello?... – el mayor cuestionó mientras hace el intento de sacar el peine pero notando cómo los mechones están demasiado rígidos como para ser normal.

- Lo de siempre… - el delfín sollozó de nuevo.

- ¿Usaste algún fijador nuevo?

- No…

- ¿Entonces qué es lo que huele diferente?... – Jaejoong olfateó el cabello del menor y… - ¡Park Yoochun! ¡Qué clase de cochinadas le haces a Junsu!... – el rostro del pelioscuro se tornó violentamente rojo. El rubio saltó en su sitio impresionado por el arranque del mayor cuando le vio salir como torbellino de la habitación y entrar en la que comparte (aunque no debiera pues cada uno tenía su propia habitación) con Yoochun.

- ¡Soy inocente, Jaejoong! ¡Te juro que no le hice nada! ¡Ha sido solo un accidente!... – Yoochun argumentaba tratando de salvar el pellejo. Si Yunho daba miedo en modo appa sobreprotector Jaejoong era tres veces peor en modo umma escandalizada.

- ¡Me duele!... – Junsu volvió a lloriquear en la puerta de la habitación. Solo quería lavar su cabello, meterse a la cama y dormir un poco. Sí, abrazadito a Yoochun claro está. Y para eso necesitaba distraer a Jaejoong y evitar que descargue su repentina ira contra su novio.

- Lávate con abundante champú, solo es semen de éste pervertido… - Jaejoong fulminó con la mirada al pelinegro y salió de ahí dando un portazo. Todavía estaba molesto… pero sobre todo, avergonzado…

- ¿Se…semen…tuyo?... – el rubio se sonrojó hasta la raíz de sus rubios cabellos (los que todavía iban graciosamente adornados por el peine atorado entre ellos).

- Lo usaste por la tarde… cuando tomaste el… fijador que se te tiró en la cama…

- ¡Ohmygod!...

Continuará……  





PD de maki: el chun no dijo nada del "fijador" por que asi el junsu iba marcado como de su propiedad xDD