Drabble YJ *Q*

DRABBLE YUNJAE

By Felina

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Hay cosas que una persona en su sano juicio simplemente no puede pasar por alto. Y Jung Yunho es una de esas personas. Hombre de principios claros que no admite el mínimo signo de coquetería por parte de su prometido Kim Jaejoong, así sean bromas inocentes que no lleven de ningún modo un doble sentido o alguna propuesta indecorosa. Ah, no le culpen, Jaejoong siendo tan hermoso como es levanta bajas pasiones aunque se muestre en pijama y la marca de la almohada en el rostro. De hecho, tal vez imágenes como aquellas despiertan de esas pasiones del tipo “eres tan lindo que dan ganas de violarte”… sí, algo como eso que pasa por las mentes enfermas de sus fans pervertidas. Bien, ha aprendido a lidiar con las fans ¡pero no con un Jae ignorándole!

Con aquel pensamiento y los celos a flor de piel, Jung Yunho hizo una pausa en su apretada agenda de compromisos y fue a visitar a su prometido –con las medidas necesarias y lógicas para evitar ser descubiertos–

- ¿Se puede saber qué haces?... – el moreno cuestionó ni bien había dado un paso dentro del pulcro departamento del rubio…

- Sí Yunho, también estoy súper feliz de verte… - revoleó los ojos con ironía y luego le encaró con esa típica expresión suya de molestia mezcla con sensualidad… oh sí, de esas por las que el moreno líder todavía babea… - ¿Qué hago de qué?

- La pasas subiendo fotos a tu twiter que despiertan pasiones Boo… - espetó con aire enfadado…

- ¿En serio? ¿Has venido hasta acá solo para reclamarme?... – Jaejoong cuestionó de nuevo con cierto fastidio, el moreno se limitó a asentir todavía crédulo de su malestar (o lo que es lo mismo, confiado en sus fundamentados celos)… - Dos cosas te voy a aclarar… - resopló y se acomodó un mechón rubio tras la oreja… - una… - enumeró mostrándole el dedo anular de su mano derecha… - no voy subiendo fotos a ningún lado para “despertar” pasiones en nadie; y Dos… - levantó el dedo índice… - si alguien debería estar celoso aquí creo que soy yo…

- ¿Q…q… qué?... – tartamudeó entre confundido y molesto… - ¿De qué demonios vas a estar tú celoso?

- oh no sé… tal vez de algo llamado Karam… - espetó de mala gana, cruzándose de brazos y pensando seriamente en botar a su novio fuera de su casa como se atreviera a negar o defender siquiera al muchachillo ese…

- ¿Qué demonios tiene que ver Karam en esto?

Ahí estaba, Yunho, SU Yunho, defendiendo al mocoso ese que, sí, por si a alguien le interesa, no le cae para nada bien. Y le vienen a la mente un montón de improperios que lanzar pero se contiene solo porque es un hombre fino de buenos modales y carácter orgulloso. Así que simplemente giró el rostro visiblemente ofendido por el cuestionamiento de su prometido.

- Boo… ¿Es en serio?... – el rubio caminó dentro de su departamento hacia la cocina… eso le dejaba en claro al moreno que la respuesta es afirmativa… - Ni siquiera sé cómo debo “defenderme” por una ¿acusación? Así, Karam y yo… ¡nada!... – gritó exasperado… mientras su prometido se dignaba en ignorarle y servirse un vaso de agua… - Kim Jaejoong, es absurdo que tengas algún reclamo por ese niño, es… a las justas un compañero en el ambiente, ni siquiera pienso en él cuando estamos en el mismo espacio, le registro a las justas cuando se llega a dirigir a mí…

- Pues, mientras sigues registrándole a las justas y me convences de que el niñato ése no va intentando metérsete por los ojos, estoy enojado contigo y no quiero verte… - espetó confiado en el amor de su prometido y la capacidad que tiene de cumplirle ciertos “caprichos” como aquél. Oh bien, no es que realmente esté preocupado en absoluto por el mocoso aquél, solo quiere que Jung Yunho le muestre muy a su manera que le ama y no existe modo alguno de que nada ni nadie les separe.

- ¿Cómo que no quieres verme? ¿Me estás corriendo?... – el rubio asintió dando otro sorbo a su vaso de agua… - ¿Vine hasta aquí con la intención de aclarar algunas cosas y tú me estás mandando al diablo?...

- No es tampoco tanto, pero ahora estoy molesto, sentido y enojado contigo…

- ¡Pero JaeBoo! Vamos a hablar ahora…

- No… - cortó de tajo mirándole con seriedad… - porque lo que quieres es que nos contentemos para correrme mano, y no me da la gana dejar que me toques ahora, tendrás que ganártelo…

- ¿Qué? ¿Ganármelo?... – Yunho apretó la mandíbula y dicho sea de paso los puños en señal de frustración… Jaejoong asintió…

- Y te puedo perdonar más fácil si haces algo por mí, Yunnie~ - Jaejoong canturreó con gesto divertido y seductor… Yunho tragó hondo al tiempo que asentía… las peticiones de su prometido cuando aquél tema iba de por medio eran…

Atentados contra su virilidad.

De aquél modo, Jung Yunho salió a la “luz pública” vestido con aquel traje rosa que… bueno, digamos que le restaba algo de su porte de hombre macho –seme y mostraba más el cute-uke que… dejémoslo así, con suerte el líder sobrevivió a su día y aguantó las “lindas” –notamos el sarcasmo, verdad– bromas de ChangMin que le dejaron con dolor de estómago de tanto que se rió de su persona, y encima lo disfrutó al máximo porque supo -casualmente- que había sido Jaejoong el causante de aquella imagen.

Jaejoong de verdad lo disfrutó. Murió de risa en la privacidad de su alcoba cuando vio las primeras imágenes navegando por la web. Yunho podía decir lo que quisiera, pero nadie iba a negar que daban unas ganas inmensas de violarlo y castigarlo. El rubio se mordió el labio inferior conteniendo el deseo repentino que circuló por sus venas, mala idea, se estaba poniendo con las puras fotos, no quería imaginar… no, mejor si quiere y lo hace… lo que le hará si solo le tiene ahí vestido de aquella manera.

Una sonrisa traviesa se curvó en los labios rojos del mayor. Era tarde y se le ocurrió abrir su twiter. Entre otras cosas “pescó” al YooSu mandándose mensajitos sugerentes, los riñó y les mandó a dormir, y para cuando él se “despidió” de sus fans subió una foto suya… bastante provocativa. Por supuesto, era una sublime invitación para Yunho. Y tal llegó más que pronto a ojos del moreno. ¿Reacción? Yunho viajando de inmediato.

- ¡Jae!... – el moreno siseó de mala gana (en realidad estaba avergonzado, pero como el macho que es, no podía decirlo abiertamente… aunque Jaejoong lo supiera). A saber, su prometido (luego de recibirle con un exquisito beso en su departamento) le había “pedido amablemente” vistiera de nuevo ese traje rosa psicodélico que le hizo comenzar a sentir calor… oh sí, de “Ése” calor…

- Te ves tan violable Yunnie~

- Aquí el único violable eres tú, JaeBoo… - gruñó por lo bajo acercándose a su prometido en un movimiento tan rápido que el rubio ni siquiera lo vio venir cuando ya le tenía apresado contra el sofá… - y voy a cobrarme el “castiguito” que te dio por ponerme por sandeces… - advirtió besándole con pasión, apretándose contra su cuerpo y llevando sus manos por la figura de su prometido…

- ahh Yunho… - jadeó riendo más que “resignado” ante la advertencia de su prometido…

Prendas rosas, jeans gastados, la casaca blanca y la sudadera terminaron en el suelo. Dos cuerpos desnudos acariciándose con pasión, jadeos, gemidos, sudor, calor. La erección de Jaejoong era “castigada” por la mano tosca de Yunho, las caricias arriba y abajo incentivaban su excitación y aumentaban la libido, el deseo lujurioso de sentirse así.

Jaejoong continuaba de espaldas al sofá, las piernas abiertas y el sudor perlando su cuerpo; Yunho le besaba el pecho, jugaba con sus pezones pellizcándoles, chupándolos, lamiéndolos; acariciaba sus pectorales pasando a sus costados o descendiendo a sus muslos para terminar de nuevo en la ingle hasta alcanzar sus genitales estrujándolos antes de llevarlos cada tanto a su boca succionando con intensidad provocándole espasmos de placer y arrancándole esos potentes gemidos que suenan sensuales y provocan un poco más el fuego lujurioso de su cuerpo.

- ahh Yunho… más… mhhh… - el rubio se retorcía de placer, agitaba las piernas y no encontraba sitio para sus manos inquietas y temblorosas que terminaban casi siempre enredándose en los castaños mechones del moreno, tirando de ellos cuando venía otra oleada de placer que le hacía arquear la espalda y sentir que colapsaría demasiado pronto…

Yunho sujetó los costados de las caderas de Jaejoong engullendo de una su miembro, succionando ese trozo de carne caliente que duro se entierra en su boca hasta tocar su garganta y provocarle de esas arcadas que le importan en absoluto y compensan su deseo.

- ¡oh dios! – gimió arqueándose delicioso ante aquella succión lenta que subió a lo largo de su extensión concentrándose en la punta… - Yunho… me correré… si sigues así… - jadeó con los ojos entrecerrados y la boca abierta inspirando un oxigeno que no resultaba suficiente para el grado de calor que su cuerpo febril había alcanzado…

Yunho le dejó entonces, trepó con sus labios y su lengua por el pecho, marcando de nuevo cada centímetro de piel que sabe le pertenece, recogió gotitas de sudor y se entretuvo otra vez en los pezones, mordisqueando los montes erectos mientras siente cómo se le clava la prominente erección de Jaejoong en el vientre…

Se acomodó mejor entre sus piernas y perfilándose entre ellas llevó su falo hacia la entrada del rubio. Jaejoong le miró con una sonrisa, sujetó la mano de Yunho y llevó tres de sus dedos a su boca lamiéndolos con gestos seductores, chupando cada dígito del mismo modo en que el moreno sabe le succiona cuando es su miembro el que ocupa todo espacio en su boca. Jadea ante el recuerdo de aquella calidez rodeando su miembro, se toma la libertad de imaginarlo y siente cómo su erección se inyecta otro poco de sangre caliente endureciéndole a punto de doler. Libera sus dedos y no duda en viajar hasta la entrada del rubio ingresando en el estrecho pasaje dos dígitos a la vez…

- ahhh… - el rubio arquea la espalda con incomodidad y placer, sonríe y se muerde los labios disfrutando del trato algo brusco. Sabe que le está castigando y le encanta, que le trate de vez en cuando con algo menos de docilidad, haciéndole sentir más hombre, más suyo, más deseado.

- ¿Te gusta, verdad? Hacerme perder el control… - el moreno susurra contra sus labios antes de mordisquear el inferior, lamerlos y hacerse de ellos con apremiante pasión.

Se entregan sin tapujos, se devoran los labios con la ansiedad que les nace del alma enamorada. Se marcan a su modo sin importar las consecuencias.

Y es Jaejoong quien aparta los intruso de su interior aunque aún no esté del todo listo para recibir el dotado miembro de su prometido, sujeta el falo con su mano y lo insta a penetrarle sin esperar por más.

- mhhh… - ambos gimen, el rubio un poco incómodo, el moreno extasiado. Nada como saberse preso entre sus paredes. Le deleita la estrechez caliente y húmeda, la sensación asfixiante de su interior le eleva a un nivel de excitación indescriptible.

Que Jaejoong enrede sus piernas en su cintura incentivando las estocadas, le pone aún más. Sus labios se funden en nuevos besos, algo menos largos pero tanto más intensos, se sofocan en calor, aparece el frenesí del vaivén de caderas que sigue el ritmo de las embestidas salvajes, acuciante necesidad de ser uno, de pegar sus pieles y sentir el calor sofocante de la lujuria haciéndose de todo sentido en ellos. Se les desboca el corazón como se altera la respiración, no hay cabida para más nada que ese momento exacto en el que Yunho golpea una y otra vez el punto más sensible de Jaejoong provocándole escalofríos de placer, los mismos que le corren a él por toda la columna vertebral pues el modo exacto en el que también alcanza su más alto nivel de excitación. El roce carne contra carne, lo ajustado de la cavidad apretando su virilidad, el ir y venir de su falo, el calor de sus cuerpos danzando al unísono en la armonía perfecta de placer y pasión. Lo tienen todo, absolutamente todo para alcanzar el éxtasis…

Se elevan al cielo, lo tocan con las puntas de los dedos y descansan en la gloria. Han alcanzado el nirvana con aquel orgasmo en el que ambos cuerpos liberan sus esencias, a ninguno le molesta que sus torsos queden pegajosos por la semilla de Jaejoong, o que sea el interior del rubio el que recibe hasta la última gota de semen de Yunho. Están extasiados y contentos, satisfechos y sudorosos…

Listos para seguirse amando, porque el castigo que Yunho impuso hoy tiene que ser cobrado con creces por el orgullo de Jaejoong.

**FIN**