Serial LOVE IN THE SOCCER

Título: LOVE IN THE SOCCER

Idea Original: Makino Mizuki

Desarrollado por: Felina

Pareja: YunJae, YooSu, SeongMin (Choi Seong Jo x ChangMin)

Género: Romance, comedia

Clasificación: NC-17

Resumen: Kim Jaejoong es hijo de un magnate del mundo deportivo, dueño de varios clubs de fútbol soccer, pocos saben del parentesco del joven Promotor, quien aprovecha de aquel misterio para valerse por sí mismo y demostrarle a su progenitor cuán capaz es de madurar y superarse sin su minucioso apoyo. En su camino a la libertad absoluta de la familia, Jaejoong conoce a una joven promesa del balompié, Jung Yunho, un muchachito lleno de energía que le enseñará, al mismo tiempo que crece y madura en compañía de sus amigos, a conocer que el amor es como un partido de fútbol: cosa de estrategia, paciencia, suerte… y una pizca de pasión.

Advertencia: Lemon

**LOVE IN THE SOCCER**

*PRÓLOGO*

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Seúl, Corea

Mansión Kim  

- ¡no necesito tus favores, padre!... – el apuesto muchacho de cabellera oscura espetó sin más, dio media vuelta y salió de la oficina de su progenitor sin importarle el regaño futuro por azotar la puerta.

Estaba harto de escuchar las constantes intrigas de su padre para que tome el control de alguno de sus clubes de soccer, que le acompañe a todas partes para que “aprenda” a llevar los negocios de la familia como es su deber por ser el primogénito y único heredero del Imperio deportivo en que parece convertido todo el dinero de su padre.

Así comienza esta historia, Kim Jaejoong no es justamente un amante del fútbol soccer, sin embargo, la oportunidad de demostrarle a su progenitor que no necesita estar a su sombra le ha impulsado a probar suerte en el ámbito del balompié como promotor de un club de fútbol perteneciente a alguna de esas esferas socioeconómicas a las que su padre tan poco atención presta.

Una Universidad.

Y Jaejoong ya tenía algo en la mira.

Pasaba por aquella Universidad todos los días aunque no era la más importante de la capital surcoreana. Y lo había descubierto, a aquel joven de tez morena y cabellos castaños que corre todas las mañanas aún cuando la niebla que baja de las montañas cercanas cubre la ciudad y evita la aparición del sol matutino, cuando las luces municipales aún se vislumbran y el alba anuncia su despertar en el horizonte. Le ha visto sudar aún en tiempos de frío, mojar la casaca y hasta la sudadera, caer rendido sin más sobre el césped de la cancha de fútbol en la que –salvo algún encargado de mantenimiento ocasional que saluda al chico con una sonrisa y ánimos– es el único ocupante. Le ha visto levantarse con una sonrisa y animarse a sí mismo antes de plantarse en el manchón penal y practicar uno tras otro tiros que se cuadran en la maya con potencia sacudiendo la brisa nocturna atisbada en el telar. Le ha visto tomar mayor distancia y lanzar más balones a la portería sin conseguir la misma suerte que antes, frustrarse y caer nuevamente cansado sobre el pasto, con el pecho subiendo y bajando y el sudor corriéndole por las sienes.

Claro que le ha visto. Desde la distancia prudente que le ofrece el refugio de su auto con vidrios polarizados en el que permanece esa hora en la que el joven de tez morena da día con día lo mejor de sí. Jaejoong guardó los binoculares y encendió el motor. Aquel día no iba solo a mirar… tenía una oferta que hacer al Rector de aquella Universidad. Era casi la hora para iniciar la jornada laboral así que esperaría.

- Me pregunto si ese chico vivirá aquí cerca. Todos los días le veo entrar por la puerta principal a la Universidad duchado y listo para tomar sus clases. Tal vez se ducha en los vestidores del campo te fútbol, supongo que pertenece a los campos deportivos de la Universidad… - Jaejoong hablaba para sí mientras conduce y da vuelta a todo aquel terreno perteneciente a la institución, con aquella oferta bajo la manga y la “ilusión” de que fuera aceptada.

***//***//***

Universidad Autónoma Seúl

Él es Park Yoochun, uno de esos típicos chicos guapos de gran popularidad que nunca falta en cualquier institución escolar. Y el chico de cabellos negros estaba de lo más entretenido observando a un chico que inclinado sobre la máquina de refrescos se pelea con la portezuela que se ha empeñado en atorarse con una de sus pulseras impidiéndole zafar su mano.

- ¿Ya estás mirándole el trasero otra vez?... – No, ése no es por supuesto el joven Park; por el contrario, se trata de Shim ChangMin, el chico genio de carácter agrio pero un buen amigo. Bien, siempre que seas capaz de tolerar sus bromas pesadas y su poca tolerancia a la frustración.

- no estoy mirándole nada, ChangMin… - el pelinegro torció la boca haciendo un curioso chasquido con sus gruesos labios…

- se nota… - el joven de cabellos oscuros más bien ondulados y desordenados dijo con aire sarcástico…

- oh bueno, todo mundo le mira el trasero a Junsu…

- Sobre todo tú, que no pierdes oportunidad para mirárselo…

- no es como si pudiera evitarlo, su trasero atrae la mirada de todos…

- no generalices, yo nunca le ando mirando el trasero…

- eso es porque tú eres una extraña excepción a todo… - el pelinegro dijo con humor…

- fingiré que no te escuché decir eso y mejor concentrémonos en tus gustos…

- ¿Gustos? No entiendo de qué hablas…

- no me extraña que no entiendas, ya sé que tu cerebro no funciona ni al 1% de su capacidad… - el morocho dijo con sorna…

- ¿Estás insultándome?... – Park enarcó una ceja…

- Tú qué crees… - Shim sonrió aún más divertido…

- Que si vuelves a insinuar que soy un imbécil voy a patearte el trasero, no mejor no porque no tienes trasero; pero te golpearé alguna parte de tu debilucho cuerpo… - el pelinegro espetó…

- Lo que digas. Mientras tanto volvamos al tema principal que a pesar de que has estado discutiendo conmigo no le despegas la vista al trasero de Junsu…. – y solo cuando el morocho dijo aquello su amigo se percató de que, efectivamente, no le había quitado la mirada de encima al chico que habiéndose librado finalmente de aquella máquina atrapa-pulseras, sonreía radiante y volviendo la mirada se daba cuenta de la presencia de sus amigos…

- ¡Yoochun ah! ¡ChangMin ah!... – agitando la mano a modo de saludo el chico de cabellos pelirrojos se acercó a ellos…

- ¿Estabas peleando con la máquina?... – el pelinegro cuestionó con cierto tono de burla… es que sabía que el pelirrojo iba a formar pucheros y eso le parecía de lo más adorable posible…

- ¡Yah! No te burles, la cosa esa me lastimó mi muñequita… - y sí, tal como el pelinegro había pensado, el pelirrojo formó pucheros de manera instantánea mientras le muestra su mano en donde se nota la zona de la muñeca ligeramente enrojecida, claro está, por los tirones que el pelirrojo daba para zafarse.

- Trae acá, babo… - instintivamente el pelinegro le tomó la mano y comenzó a masajear su muñeca con sutiles movimientos circulares de sus pulgares… - por eso no deberías usar tantas pulseras…

- No son tantas… - el pelirrojo hizo un mohín gracioso y su amigo pelinegro sonrió maravillado con aquel gesto. ChangMin por su parte revoleó los ojos y optó por dejarles. Como se quedara tocaría ver lo mimoso que Junsu se pone cuando tiene la atención de Yoochun, y éste, ni tardo ni perezoso listo para consentirle como si fuera su novio.

Y no, no es que sean pareja. De hecho Park Yoochun es conocido por ser un conquistador de primera. Al menos la mirada siempre se le ve tras faldas y caras bonitas del todo femeninas. La única excepción de sus afectuosas muestras de cariño es justamente Kim Junsu.

………………………………….

Estaba ahí, sentado al otro lado del escritorio de madera fina del Rector de la Universidad. Las cartas estaban sobre la mesa ya, solo faltaba que el Rector diera luz verde a su proyecto y comenzara su ardua lucha por independizarse de su padre.

- Si acepto esto, joven Kim Jaejoong, debo tener alguna garantía que excluya a la Universidad de cualquier gasto. Verá, no es la primer persona que toca a mi puerta pidiendo hablar con el estudiante Jung o algunos más de mis alumnos que participan de la selección de fútbol soccer de la Universidad; sin embargo, como le he dicho a otros promotores, la Universidad no tiene un sistema deportivo que favorezca o promueva todo este asunto de “caza-talentos”, así que no tomamos responsabilidad acerca del compromiso que nuestros alumnos puedan tener con los promotores de soccer.

- Tengo en claro su disposición, señor Rector; si firma este contrato conmigo, le aseguro que no tendrá que preocuparse por nada de ello y por el contrario, la Universidad tendrá importantes beneficios… - Jaejoong sonrió con amabilidad y firmeza. Esto era después de todo un negocio…

………………………………….

- ¿Eres Jung Yunho?

El moreno se detuvo antes de entrar, como todas las mañanas, a la cancha de fútbol. Ahí, ante él estaba un hombre de grandes ojos negros y lacios cabellos oscuros, vestido en un elegante conjunto casual. Hermoso, por si alguien se lo pregunta. Parpadeó confundido y no fue sino hasta que la pregunta fue repetida que él pudo salir de su hipnosis y responder…

- Sí. ¿Usted es…?

- Kim Jaejoong, tu nuevo promotor… - el pelioscuro extendió la mano al mismo tiempo que sonríe…

Yunho sintió que su corazón daba un salto y luego galopaba aprisa…

¿Debía pensar en esto como amor a primera vista?

Continuará……