YunJae Drabble *w*

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Jaejoong cocinaba tranquilamente como cada noche antes de que Yunho llegara de alguna de esas estúpidas reuniones que le quitaban de su valiosísimo tiempo. Cuando oyó la puerta abrirse y cerrarse él reconoció de inmediato el aroma de su colonia.

- Yunho ah, bienvenido cariño… - el pelioscuro le saludó desde la cocina con una sonrisa sin dejar de picar las verduras para la cena…

- hey, qué cocinas JaeBoo… - el moreno fue directo a saludarle abrazando su cintura y depositando un beso sobre la mejilla mientras permanece contra su espalda…

- algo rico… - sonrió cantarín y percibió el aroma a sudor de su novio… - ¿Qué demonios hiciste que apestas, Yunho?... – hizo un mohín de disgusto y apartándose de la estufa se giró para mirar a su novio de arriba abajo…

- cambiar la llanta del auto, ¿por qué crees que llego más tarde de lo normal, Boo?... – sonrió de medio lado besando cortamente esos labios rojos que se niegan a besarle como dios manda…

- quítate eso y ve a ducharte, hueles horrible…

- huelo a hombre, Boo… - rió divertido por esa mueca de asco que Jaejoong le dedicó empujándole fuera de su sagrada cocina… - ya va, pero dame un beso al menos, si no llevo sucia mi boca… - el moreno le atrajo por la cintura pegándole a su cuerpo al tiempo que busca de nuevo los labios del pelioscuro sin que esa vez se le resista…

Un beso lento que pronto muta y cobra esos tintes de pasión que se desbordan con demasiada facilidad cuando sus lenguas se encuentran y liberan una lucha de poder que les roba el aliento pero no es suficiente para hacer que se separen salvo para tomar otra bocanada de oxígeno que les permita continuar.

Yunho le sube a la encimera y Jaejoong responde abriendo sus piernas para dejarle espacio mientras enreda sus manos alrededor del cuello del moreno y se deja hacer cuando advierte las manos de su novio acariciándole los muslos antes de colarse bajo el rosado mandil y la camiseta hasta su torso palpando con ansiedad la piel.

- ahh Yunho… a..aún apestas… - sonríe sexy cuando la boca del moreno finalmente abandona sus labios para poder dedicarse a marcar su cuello con esos pequeños mordisquitos que va repartiendo a lo largo de la esbelta y blanca línea hasta posar un delicado beso sobre su garganta. Es que Yunho así le decía en silencio cuánto ama su privilegiada voz.

- me termino de ensuciar y así vale la pena la ducha, JaeBoo… - le devuelve la sonrisa y se deshace rápido de aquellas molestas prendas que le impiden admirar la perfecta silueta de su amado.

La cocina se inunda del aroma de las verduras y carne cociéndose, pero aquellos olores no les impiden detectar el correspondiente al otro y su principal afrodisiaco para el placer. Yunho juega y se entretiene con los montecitos erguidos de Jaejoong, los estruja entre sus dedos, los lame, los chupa, mordisquea y saborea cada pezón arrancando esos gemidos roncos de voz sensual que se graba en su oído y le encanta. El mejor concierto del mundo si se lo preguntan.

- ahh… Yun…Yunho tócame ahí… - el pelioscuro jadea y guía una mano del moreno a su entrepierna…

- ¿Aquí?... – sonríe contra su vientre en tanto su mano rodea la virilidad de su novio.

- mhhh sí… - gime y se muerde los labios concentrado en disfrutar del contacto, del placer.

Yunho lame los pectorales y se inmiscuye en el ombligo. Jaejoong se echa hacia atrás hasta quedar recargado en la baldosa del muro, levanta las piernas y las coloca sobre los hombros del moreno… le dice a su modo que también quiere sus atenciones ahí. Yunho sonríe pícaro por la sensualidad de aquella invitación, traga el miembro de Jaejoong y al mismo tiempo eleva una mano ofreciéndosela a su novio para que los humecte con su caliente saliva. El pelioscuro “obedece”, los toma entre sus labios y deja vagar su lengua entre ellos, los chupa, los retiene dentro de su caliente boca roja hasta llenarlos de la humedad de su interior. Cuando los libera el moreno los lleva de inmediato a su intimidad, le eleva un poco más las caderas para facilitar su labor.

Uno a uno tres dígitos se abren paso en su intimidad, dilata el estrecho pasaje tanto como le es posible sin dejar de bombear su entrepierna y sintiendo cómo su erección se irgue y endurece dentro de sus pantalones. Se las ingenia para usar su otra mano en desabrochar sus jeans y bajarlos junto con la ropa interior escuchando apenas el sonido sordo de las prendas al caer al suelo quedando en sus tobillos.

- ahh Yunho… - gime quedito y arquea suavemente la espalda cuando el moreno lo traga por completo y toca el fondo de la garganta de su novio provocándole una arcada. Es exquisito el placer que le recorre de pies a cabeza.

- prepárate para sentirme dentro… - sugiere con lascivia y se perfila entre sus piernas, las que se enredan finalmente a su cintura y cooperan empujándole para que entre del todo en el pelioscuro.

Ambos gimen ante la unión y sienten el calor corporal aumentar estrepitosamente ante el movimiento. Yunho no espera, Jaejoong no se lo pide. Comienza a embestir con fuerza al tiempo que aprieta los muslos y corre sus manos bajo el trasero del pelioscuro para levantarle un poco más y tener el ángulo perfecto para penetrar tan profundo en cada estocada que toque ese sensible punto en su interior que le hace gritar de placer gimiendo su nombre. Jaejoong le araña la espalda, busca sus labios y le besa con pasión sin mitigar el deseo de mordisquearlos con fuerza produciéndole una herida que “cura” con su propia lengua lamiendo la línea de sangre que libera.

Yunho gime más ronco en su oído, aumenta el ritmo de las penetraciones y Jaejoong siente que le partirá en dos. El falo caliente y duro que se entierra con velocidad y fuerza en su cavidad le hace delirar de placer. El moreno siente lo mismo, se deleita con el roce constante de carne contra carne, le enloquece la presión de sus paredes internas, siente la forma en que cada anillo interno se expande para albergarle cuanto más profundo llega. El sexo desenfrenado les encanta, la oportunidad de sudar y temblar por la mera pasión del momento, de sentir la piel febril que se enciende porque es el otro quien les pone de aquella manera alterando sus sentidos y sus cuerpos. Les gusta, les fascina, les encanta la exquisita sensación del frenético vaivén de caderas, el calor sofocante, la colisión de todo lo necesario para alcanzar el orgasmo y “ensuciarse” derramando sus esencias.

- se quemará la cena… - Jaejoong jadea todavía tembloroso y con Yunho unido a su cuerpo…

- aún así me la comeré, basta con darte unos cuantos besos para sentirla igual de deliciosa JaeBoo… - el moreno soluciona mientras le carga en brazos sin abandonar su interior y se las ingenia para sacar la ropa de sus tobillos y no caer.

- ¿La ducha?... – Jaejoong enarca una ceja con gesto sexy y apaga la estufa al salir de la cocina y dejarse llevar por Yunho hasta el baño…

- oh sí, estás muy sucio y “apestas” JaeBoo… - Yunho cierra tras de sí la puerta del baño y le baja apenas cuando entran en la ducha y deja el agua correr…

Todavía tiene ganas de más.

Le falta hacerle el amor con cariño y ternura.

Pero eso, después de limpiarle y secuestrarle a la blanda cama de su habitación.

*FIN*