Capítulo 5 LOVE IN THE SOCCER

Como el capítulo anterior ya tiene más de 30 comentarios, me puse a trabajar en esta actu y acá les traigo capi ;D

ADVERTENCIA: Lime

CAPÍTULO 5.

ENTRENAMIENTO EXTRA

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Estadio Mundialista de Seúl.

La sede del FC Seoul se ha convertido en la primera parada de Yunho en su camino hacia el corazón de Jaejoong. Está más que nervioso, no solo por el partido, sino por ser el césped de este estadio en particular el que sus pies pisan. Huele a pasto y tierra mojada, el corazón le golpetea expectante, inquieto, bravío. El estadio ha atraído a una importante multitud de espectadores; entre la prensa y muchos curiosos por entender el atrevimiento de un puñado de universitarios que retaron a un equipo profesional.

Yunho, Junsu y Yoochun junto con sus otros ocho compañeros han saltado al campo y se disponen en la línea media en perfecta formación para rendir los correspondientes honores al himno nacional. Tratan de controlar los nervios, la ansiedad y cualquier otra emoción que les recorra el cuerpo; ahí a lado están sus oponentes: el Incheon United, han elegido el representativo uniforme de visitante; algunos de los jugadores han aprovechado para mofarse, otros les han deseado suerte, unos pocos han sido indiferentes. Esto de pronto se sienta demasiado a anime o un drama de esos que terminan con final feliz luego de un montón de obstáculos en el camino.

El capitán del equipo universitario tomó un gran respiro. Yunho comenzó a sentir la presión del momento apenas el árbitro sonó el silbato y su pie tocó por primera vez el balón.

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El partido ha terminado con un marcador relativamente favorable. Perder 2 a 1 contra uno de los equipos de la LNSS no sonaba nada mal visto que el equipo profesional es el tercero en la lista de la liga y se perfila como candidato al título profesional. Ostentar el trofeo del campeonato nacional es algo que incluso los especialistas del futbol surcoreano prometen para el equipo.

- Fue osado de su parte traer a sus muchachos para jugar contra mis chicos, pero he de admitir que vi talento en algunos de sus jugadores, espero que los sepa alentar a explotar ese talento, entrenador… - el coach del equipo profesional se ha acercado a intercambiar algunas palabras con el entrenador del equipo universitario, quien entre sonrisas casi forzadas devuelve el generoso comentario con una simple venia y un “hasta luego” que parece demasiado formal para gusto de Jaejoong, quien continúa observando a una distancia prudente.

Yunho y los demás están en los vestidores cambiándose el uniforme por ropa sport más cómoda. No se percibe un aire de total derrota, algunos incluso están orgullosos de su esfuerzo- Junsu y Yoochun observan sin embargo a su amigo, algo les ha explicado –solo a ellos– de los beneficios a obtener dependiendo de la cantidad de victorias que el equipo logre acumular. Se sienten algo culpables, creen que pudieron hacerlo mucho mejor.

- Quiten esas caras, es tan solo el primer encuentro y además, habíamos dejado de entrenar en los últimos días, es normal que no hayamos obtenido la victoria en esta ocasión, pero seguro la conseguiremos en el siguiente encuentro… - Yunho trató de animar a sus compañeros y amigos. No necesita meterles más presión.

Sin embargo él se sentía decepcionado de sí mismo.

Desea tanto una cita de verdad con su promotor.

- Yunho ah… - al moreno se le cayó su bolso de las manos cuando escuchó la voz del mismísimo dueño de sus pensamientos actuales. Es que no esperaba verlo más el día de hoy, imaginó que apenas terminó el partido el pelioscuro se habría marchado. Sentía que lo había decepcionado por no ganar. A él y solo a él.

- Jaejoong hyung… - le saluda con una venia respetuosa, evitando a toda costa los hermosos ojos negros.

Sus compañeros y amigos comenzaron a salir de los vestidores, algunos simplemente porque ya era hora de marcharse, otros porque se sentían extraños cuando ahí parecía otro romance en popa (obviemos que Yoochun se ha encargado ya de hacerle saber a todos que Junsu es su novio y no quiere ni que se lo volteen a mirar, dicho sea de paso sus celos posesivos para muchos pasaron como mantequilla a la sartén, es decir, se les ha resbalado la amenaza; no tanto porque no tengan aquel tipo de intención con el pelirrojo, sino más bien sencillamente porque aprovecharán para molestar a su compañero); Yoochun y Junsu habían salido por cierto para dejarles a solas, que ni el entrenador estaba ahí, probablemente les esperaba en el autobús que les llevará de regreso a la Universidad y de ahí cada quien tomará camino a sus respectivas casas.

- Estuviste muy bien, eres buen capitán. El marcador reflejó lo que es obvio, los jugadores del Incheon United entrenan de manera profesional, ustedes solo son universitarios, entrenan cuando hay tiempo entre sus responsabilidades académicas.

- Quería salir con usted, Jaejoong hyung… - murmura por lo bajo casi queriéndose dar de topes contra el muro por parecer tan crío y encima avergonzado, o algo peor, ¡caprichoso!

- Aún hay otros encuentros programados; ustedes jugaron muy bien, la próxima podrían obtener una victoria… - el pelioscuro sonrió antes de acercarse, recoger el bolso del moreno y extendérselo… - Nos veremos luego, Yunho ah… - le sonríe especialmente y ante todo pronóstico, besa una de las morenas mejillas antes de dar media vuelta y marcharse por su lado.

Yunho se quedó estático en su lugar, con el corazón a toda velocidad y una boba sonrisa pintada inconscientemente en sus labios.

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Complejo Deportivo Acuático de Seúl

El lugar está provisto de dos albercas olímpicas y otro tanto de ellas de menor tamaño, todo para diversión y entrenamiento de muchas personas que gustan de la natación y todo deporte relacionado a ello.

ChangMin se recriminaba mentalmente una y otra vez por estar ahí. Este no era originalmente su plan. De hecho no había ningún plan.

- Y encima estoy oculto como si fuera cualquier mirón calenturiento… - bufó por lo bajo, ahí detrás del pilar de la plataforma de 3, 5 y 10 metros.

Ninguna otra persona está por ahí a esa hora del día. Específicamente, es la hora en que Seong Jo es el único que ronda por ahí, practicando nado libre. Y la forma en que el semidesnudo cuerpo del hombre se vislumbra a través del agua de la alberca, tiene al morocho embobado y con cierto calor emergiendo en su cuerpo que le hace sentir más que abochornado, excitado.

- ¡Maldición! Sí parezco un mirón calenturiento… - refunfuñó nuevamente con tono bajo, mordiéndose los labios con nerviosismo y cubriéndose la boca pues al parecer esa vez el sonido de su rabieta verbal había producido un ruido que llamó la atención del hombre, quien se detuvo a media alberca y comenzó a mirar alrededor como buscando a alguien.

Seong Jo terminó entonces el recorrido hasta el extremo de la alberca y salió para sentarse simplemente al borde, con los pies aún dentro y una cálida sonrisa en los labios. ChangMin quiso tener poderes telepáticos y adivinar lo que estaba en sus pensamientos que ocasionaba tal gesto de candidez; en cierta forma, está celoso. Traga hondo y piensa que es un pecado que tal hombre viva sin compromiso –al menos él aún no le conoce pareja alguna y definitivamente no cree en aquella estupidez que dijera Yoochun acerca de considerarlo asexual–, se deleita la pupila siguiendo la línea de la figura masculina, la piel escurriendo agua, gotas transparentes de inocente líquido que tiene sin embargo la suerte que él probablemente nunca tenga, recorrer con tal parsimonia y libertad cada músculo, cada pliegue, cada recoveco por oculto y secreto que se encuentre.

- ¡Ay dios!  - exclama cubriéndose otra vez la boca.

Sus ojos han reparado en aquella parte de la anatomía varonil que resalta por sobre el entallado short de licra, cuyas líneas laterales no hacen más que pronunciar el bulto en la entrepierna y la firmeza de los muslos como el trasero; casi podría maldecirlo por moverse así, dejándole admirar tan nítidamente su cuerpo por delante y por detrás ahora que se ha puesto de pie y salta de nuevo zambulléndose en la alberca. Le observa nadar unos metros por debajo y luego salir a la superficie agitando las piernas y llevando el ritmo adecuado de braceo.

Sí, él estaría dispuesto a ser todo lo gay necesario si pudiera admirarle completamente al desnudo y tocarle. Se ha comenzado a recrear toda una fantasía mientras el entrenador físico continúa nadando, se ha formado involuntariamente en sus pensamientos. Sus manos recorriendo la tez morena, palpando con detenimiento cada músculo, sonriendo casi con burla ante aquellas gotas que va quitando con sus dedos y no gozan más del fresco contacto de la piel húmeda. Se regocija por los suaves jadeos que obtiene del mayor, de la forma en que su pecho comienza a subir y bajar porque sus manos han llegado al torso y delinean cada pectoral marcado antes de seguir el camino hacia el sur y sujetar el tirante de la prenda que no duda en deslizar hacia abajo, aquel trozo de carne llama poderosamente su atención, está ansioso por verle en su esplendor, por acariciarle con sus manos y ser el causante de su erguido orgullo.

- ¡ChangMin ah! – el repentino llamado le saca abruptamente de sus pensamientos, se va de espaldas y cae al suelo con la respiración agitada. Seong Jo se acerca como si nada, con una sonrisa y el cuerpo mojado.

- ¡Tan sexy! – exclama en sus pensamientos (o eso espera que sea). Se ha quedado trabado entre su fantasía y saberse descubierto en su nefasto escondite que no le duró tanto tiempo como hubiera querido (su plan original era no ser descubierto).

- ¿Qué haces ahí? Casi me da un paro cuando vi tu sombra de repente… - sonriendo casi con inocencia, el entrenador físico y promotor llegó a su lado, extendió una mano para ayudarle a levantarse. Tal vez tiró demasiado fuerte, o algo fue mal en su cálculo, pero el cuerpo del joven morocho se estampó de lleno contra el suyo… ChangMin se tensó involuntariamente al roce, la húmeda piel del torso desnudo, la sensación de su pecho bajo las palmas de sus tibias manos. Si no fuera porque su cerebro se trabó en el acto, él habría tenido el atrevimiento de mover sus manos y acariciar… - Perdón, creo que estás más liviano de lo que pensaba, ¿cuánto pesas, ChangMin ah?... – le cuestiona sonriente, despreocupado ante la cercanía o la posición comprometedora en que estaban y que podía ser malinterpretada por alguien que simplemente los viera y no supiera cómo terminaron así de cerca.

- ¿Eh? - ¡Monosílabo idiota! Se riñe mentalmente.

- No importa… - ríe y finalmente le aparta con cuidado… - ¿Vienes a practicar también? La natación te será muy útil si me permites dar mi opinión.

- Yo…

- ¿O era que venías a buscarme? ¡Oh cierto! Yunho dijo que necesita un poco de ayuda con sus chicos y que esperaba que pudiera estar como tutor en un viaje que piensan hacer.

- ¿Viaje? - ¿Qué viaje? ¿Por qué el no está enterado?

- Un viaje para entrenamiento extracurricular; es verdad, no estás en el equipo de fútbol así que por eso no estabas enterado.

- ¡Maldición, quiero ir! – pensó mentalmente, frunciendo inconscientemente el ceño. Gesto que el mayor notó.

- Si quieres ir no creo que haya mayor problema. Solo tienes que conversarlo con el entrenador y el Rector. Será solo el fin de semana así que no tiene por qué afectar tus estudios, y presiento que aunque tuvieras examen, eres lo suficientemente inteligente para pasarlo con un poco de estudio, ¿verdad? – sonríe algo bobamente a la vez que le desordena el cabello.

- Hyung, no soy un crío para que me despeine cada que me ve… - protestó considerablemente exaltado por el gesto. Es que de verdad  no quiere en lo mínimo pensar en que el mayor solo le ve como un niño.

- Yo sé que no eres un crío, pero me gusta despeinarte… - le sonríe de nueva cuenta y sus manos intentan peinar los mechones del morocho que ha desordenado… - pero si te disgusta prometo no hacerlo otra vez.

- Solo no quiero que me vea como un niño… - murmuró entre labios, abochornado de pronto por la situación.

- No te veo como un niño. Eres un adulto de 20 años con un increíble potencial intelectual. Sé que te convertirás en alguien importante en el futuro, la Universidad es solo el inicio de la escalinata que llevas al éxito, ChangMin ah.

- Oh… - el morocho soltó la expresión casi por inercia. La verdad es que se ha quedado fascinado con las palabras de su, a falta de otro término, amor platónico.

- Así que, si quieres ir a este viaje asegúrate de hablar con el entrenador y el Rector en estos días, porque nos vamos el viernes a media tarde y regresamos el domingo por la noche… - sonrió y agitando la mano se dio la vuelta. Su horario de práctica ha terminado y aún tiene todo un día de actividades por delante.

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La razón del mencionado viaje es sencilla. Jaejoong lo ha auspiciado. Después del encuentro contra Incheon United el joven promotor pensó que de alguna manera necesitaba apoyar y también “premiar” al equipo universitario por el esfuerzo desempeñado en el campo de juego. Entonces no se le ocurrió mejor idea que llevarles a la playa. Aunque al principio de alguna forma su pensamiento había sido otro.

Ha llamado a Yunho otra vez, le ha citado en su departamento invitándole a cenar el mismo día del partido. Para el moreno su invitación había sido digno de celebración, tal que la ha pasado lleno de energía durante el día con todo y que perdió su primer encuentro en el camino hacia el corazón de Jaejoong.

- No se trata de una cita, Yunho ah; solo quiero hablar contigo de los entrenamientos que llevas a cabo.

En cierta medida había sonado a excusa. Eso pensaban los dos, pero del mismo modo, ambos pasaron de largo. No era momento para liarse los pensamientos.

Yunho había arribado al departamento de Jaejoong tan puntual como cada vez que el pelioscuro pedía verle en tal o cual lugar. El pelioscuro sonrió con algo parecido a la ternura y la vergüenza cuando se percató de lo atractivo que lucía esa noche el moreno. En algún punto intermedio entre sus pensamientos imaginó que estas prendas debían ser de las mejores del chico, se notaba que se había empeñado en verse bien sin dejar su esencia juvenil.

- Estuve revisando algo de información y me encontré por ahí que los entrenamientos ocasionales en condiciones de playa son favorables para los deportistas en general. Así que me preguntaba si te gustaría tomar un fin de semana en Incheon.

- ¿Incheon? Sería algo extraño estar en la ciudad del equipo contra el que acabamos de perder esta mañana, hyung…

- Quizá. Pero no es eso a lo que debes darle importancia. Estarás en una playa privada con todas las comodidades que puedas imaginar y también todo el equipo que necesites para entrenar arduamente un par de días con la brisa del mar a cualquier hora del día. Te prometo que será un entrenamiento inolvidable.

Jaejoong sonríe y Yunho casi quiere tener el poder de mandar callar el tamborileo emocionado de su corazón.

- Jaejoong hyung, no creo poder viajar…

- Si es por los costos no te preocupes, esa parte la resuelvo yo…

- Usted se toma demasiadas molestias y pienso que parezco un aprovechado de su amabilidad, hyung…

- Todo será compensado cuando te conviertas en un jugador profesional de renombre.

- Usted sigue pensando solo en eso… - el moreno sonrió con un dejo de amargura, jugando entonces con el cubierto en su plato.

- Lo siento. Pero aunque parezca así esta vez también estoy pensando en que te diviertas. No solo diversión por diversión. Será como sacar provecho doble, entrenas y te diviertes, ¿entiendes?

Yunho asintió, no completamente convencido pero algo más relajado. Hasta que de pronto algo hizo clic en sus pensamientos.

- ¿Iremos usted y yo… solos?

- Pues…

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Incheon

No. La respuesta para aquel cuestionamiento que Yunho se hiciera fue un rotundo “no”. Jaejoong ha planeado este viaje de “entrenamiento especial” para todo el equipo universitario. Y Yunho junto con sus compañeros de equipo fueron los últimos en enterarse, incluso ChangMin lo supo de anticipado, porque Seong Jo lo dijo casi sin querer claro está.

La cosa era que estaban todos ahí, a bordo del autobús oficial de la Universidad rumbo a Incheon. Los muchachos van entusiasmados, cantan, bromean y juegan durante las horas de camino.

- El único colado aquí es ChangMin… - el pelinegro le molesta.

- No comiences Chun… - el pelirrojo le golpea el costado riñéndole curiosamente. Park aprovecha para besarle, el entrenador les llama la atención y amenaza con cambiarlos de lugar si siguen con esas cursilerías.

ChangMin le ignora y se mete de lleno en unas revistas deportivas que Seong Jo le ha facilitado para que se relaje en el camino si es que no quiere participar del jaleo que los otros se van montando. Yoochun sonríe travieso, presiente que encontrará otras formas de molestar al morocho. No imagina que cierto novio suyo tiene pensado castigarle con cero besos y arrumacos como se ponga en plan pesado.

Yunho no presta tampoco demasiada atención, se ha colocado los audífonos y escucha música, necesita relajar la tensión de su cuerpo y el ritmo acelerado de su corazón. Jaejoong va sentado a su lado, hablando por móvil o revisando a saber qué tantos números y gráficas en su tablet.

Llegan tarde por la noche pero directo a instalarse en un hotel cercano a la casa que Jaejoong tiene en aquella ciudad. Los rumores flotan de inmediato entre los universitarios.

- Jaejoong hyung debe pertenecer definitivamente a una familia millonaria.

- Quizá y es hijo de un político de los altos mandos.

- He escuchado que heredó de su familia una fortuna.

Esos entre otros comentarios algo más fantasiosos circulaban entre los chicos. Yunho no se estaba enterando de nada por ir demasiado ocupado en su mente con otra cosa que no fuera entrenamiento y Jaejoong. Las habitaciones dobles son repartidas por el entrenador, quien se quedará con Seong Jo en una de ellas, mientras que coloca deliberadamente a Yunho con Junsu, y a Yoochun con ChangMin.

- No quiero venir a enterarme que tienen sexo aprovechando que están lejos de casa y en un lujoso hotel… - sobra hacer mención del intenso sonrojo que se apoderó de las mejillas de ambos muchachos.

Bien, Yoochun no va a negar que sí que tiene pensamientos de aquel tipo con Junsu, que le sigue soñando y que –sobre todo– desde que se hicieron novios la cosa parecía haber empeorado. En otras palabras, podría decirse que la pasa empalmado cada que se besa con su pelirrojo novio y él se deja acariciar por aquí y por allá. Junsu sin embargo –y aunque no va a negar que ha pensado en llegar a la siguiente base con su novio– es el que más sonrojado se puso, balbuceando incoherencias y golpeando avergonzado al pelinegro nada más motivado por la timidez.

- ¿Por qué me pegas? ¡Si ni he dicho nada!

- ¡Por si se te ocurre! – le chilla avergonzado, arrastrando a ChangMin al ascensor sin dejarle siquiera despedirse de nadie… - tonto malpensado… - susurra con el rostro encendido de rubor.

- Ciertamente que me extraña que ustedes aún no tengan relaciones sexuales…

- ¡No digas esa clase de cosas así nada más! – volvió a chillar avergonzado.

- Es normal en las parejas, hoy en día no creas que todas las parejas permanecen castas hasta el matrimonio.

- Pero me da vergüenza que hablen de intimidad así como así… - puchea y acomoda su bolso al hombro.

- No me importaría dejar de ser virgen siempre que la persona con la que tenga sexo me guste mucho.

- ¡Oh my god! ¡Estás pensando en Seong Jo hyung verdad! – acusó con cierto brillito en los ojos, el bochorno repentino que cubrió la tez del morocho emocionó al pelirrojo.

- En lugar de estar diciendo tonterías mejor explícame por qué me arrastraste contigo… - las puertas del ascensor abriéndose.

- ¿Mh?

- ¿Estabas prestando atención cuando repartieron el orden de las habitaciones?

- Ahm…

- Te toca con Yunho hyung… - el morocho suspiró resignado. Sí, en algunas ocasiones el pelirrojo es muy despistado.

- ¡Perdón! – exclama avergonzado.

- Vamos Junsu ah… - el segundo ascensor abre sus puertas y de él salen moreno y pelinegro… - es por acá… - le indica con una sonrisita tomando el pasillo de la izquierda.

- ¡Yah! Que aún no me despido de mi novio y mi habitación está al otro lado… - gruñe malhumorado yendo detrás de su novio, que se hace el desentendido conversando con Yunho… - ¡Junsu! – le llama casi berrinchudo.

- Ya, no grites Chunnie babo… - corre de regreso y besa la mejilla de su novio antes de volver donde el moreno.

-… - las maldiciones ininteligibles del pelinegro provocan una sonora risa en el morocho… - ¡Ni se te ocurra fastidiarme, jirafa insípida!

- ¡A quién llamas jirafa insípida!

- ¡Nada de peleas o los mando a dormir al pasillo! – les amenazó el entrenador, que justo dormiría en la habitación de al lado.

ChangMin se volvió a sonrojar cuando vio a Seong Jo, que sonreía divertido por la pelea de los chicos.

- ¡Déjame en paz! – le gruñó por lo bajo al pelinegro.

- Por tu culpa no pude despedirme adecuadamente de mi novio… - le gruñó a su vez al morocho.

- ¿Yo qué tuve que ver?

Continuaron discutiendo. Incluso entrada la noche y antes de que se quedaran dormidos todo intercambio de palabras se redujo a maldiciones y peleas de críos.

……………………………

Se ha levantado temprano. De alguna manera había presentido que su entrenador físico favorito no dejaría la rutina ni en este viaje. Y así era, Seong Jo estaba nadando a temprana hora, el alba apenas se asomaba por el horizonte. Y ChangMin estaba por demás encantado con la panorámica. Y no, no se trataba justamente del bello contraste entre el azul del océano y las montañas pegadas al cielo.

- Además de todo eres un jirafón fisgón…

- ¡Joder, Yoochun!

Seong Jo volvió la mirada hacia el costado, tras del tronco de unas palmeras que se encuentran alrededor de la alberca están Yoochun y ChangMin enfrascados en una pelea matutina. Muy, matutina…

Continuará……

PD: Jirafa insípida & Jirafón fisgón son cortesía de Maki xDD lo bueno que ama a su esposo xD