Título:
You Are Always in my Way
Autora: Felina
Pareja: YooSu
Género: Romance
Clasificación:
PG-13
YOU ARE ALWAYS IN MY WAY
***
Comenzaron su Amistad a edad adecuada, ni siendo unos niños, tampoco
demasiado adultos. La adolescencia en este aspecto se convirtió en la época
ideal para conocerse. Porque estaban ahí todos esos aspectos de la vida que los
convertirían en las personas que quisieran ser.
Junsu y Yoochun tenían entonces también algo en común. Querían ser importantes
estrellas en el medio de la música, cantantes reconocidos por su talento. Fue
entonces que llegaron a formar parte de esa agrupación que tantas y tantas
dichas les dejó mientras fueron parte de ella –al menos ante su empresa, porque
de corazón y para las fans alrededor del mundo, siempre seguirían siendo esos
dioses del este que brillarían en lo alto–; pero no vamos a concentrarnos en
aquellos escabrosos detalles que dejan amarguras y un desagradable sabor que
vibra en el alma. No, repasemos ahora simplemente cómo evolucionaron los
sentimientos de ambos muchachos, cómo llegaron a ese punto en el que el cariño
era tan fuerte, que ya no podía seguir quedándose en una bella amistad
solamente.
~~*~~
Cómo se conocieron es algo que básicamente a estas alturas no viene
demasiado al caso, en breve ya se ha dicho y es conocido por toda persona que
tenga al menos conocimiento básico acerca de todo lo que envuelve a TVXQ
desde sus inicios; JYJ vino después como el espacio de la libertad. Si es que
queremos ponerlo de alguna manera de momento.
Pero en serio, aquello no ejerce mayor relevancia ahora. No, lo es ver
a ese Junsu que suspira una tras otra ocasión mientras da vueltas en su cama y
se drena el cerebro buscando una respuesta diferente a esa pregunta que se ha
hecho innumerables ocasiones por años. Sí, años. ¡Dios! Si es que hay ocasiones
en que este sentimiento se le desborda en el pecho y solo quiere salir al
mundo, conocer la luz de un complemento que venga de un corazón enamorado como
él. Pero es que cuanto más se lo pregunta, más termina evadiendo la realidad y
buscando caminos complejos rehuyendo del sendero que tiene justo al frente y
que –aunque tampoco menos escarpado ni lineal– le hacen rodear mucho, mucho
más.
– Como si no tuviera suficientes obstáculos ya… – Se dice a sí mismo y
llega, ese suspiro que escapa de sus labios casi atormentándole y llenándole el
estómago de ridículas mariposas revoloteando allí como si fuera su hábitat
natural.
Junsu se revuelve nuevamente, se enreda en las sábanas de su cama y
abraza la almohada gritando contra la suave y acolchada superficie con las
mejillas ruborizadas y, para añadir cual guinda en el pastel, ese tamborileo
incesante en su pecho. ¡Tonto corazón enamorado! Se rinde y estira el cuerpo
–tanto como el lío de sábanas le permite–, alza la mirada al techo y adivina lo
entrada que debe estar la madrugada cuando el silencio casi total se deja
sentir en las afueras, la quietud le asombra y como en otras ocasiones, se
dedica a escuchar lo que normalmente no podría, el ocasional sonido de alguna
sirena surcando las calles, el viento soplar cerca de su ventana, el murmullo
ininteligible de secretos nocturnos que no le son revelados. Y luego, el bum, bum
de su corazón que se le cuela en los oídos y le hace resoplar con aire
frustrado mientras siente que le aumenta el sonrojo en las mejillas.
– Yo creo que a este paso podría considerar seriamente la locura como
diagnóstico… – Susurra para sí. Pero sabe de antemano que todavía es
simplemente una excusa, que otra vez está dando vueltas en círculo y que tarde
o temprano volverá al punto de inicio.
Está
enamorado.
Y cualquiera diría ¿cuál es el problema en ello? Bueno, Junsu tiene una
respuesta rápida, inmediata, sencilla y traicionera. Park Yoochun.
– ¡Eish! Es que este hombre ya ni siquiera me deja dormir… – Dijo con
tono resentido, ceño fruncido y labios respingados. Pero luego estalló una
carcajada desde el fondo de su garganta.
Si cualquiera le hubiera escuchado decir aquello podría haber sonado mal.
¡Y a él le encantaría que ese mal fuera cierto! Pero no, es tan falso
que de repente podría dolerle en el pecho. Y sin embargo, hay a menudo un
calorcito ahí en la boca de su estómago, o quizá es en su corazón, en el
pensamiento, en la comezón que le aflora en la garganta; quién sabe, todo lo
que Junsu comprende de pronto –como si le hubiese llegado una revelación
espontánea, casi mágica– es que se trata de esperanza.
Porque ve en los ojos negros de Yoochun que él no le es indiferente.
Que es probable, que haya también un sentimiento latente en su corazón,
que también vague por ahí en sus pensamientos.
Que le
guste.
Que tal
vez le quiera también.
– Hay una sola forma de saberlo… – Se convence. Gira el cuerpo y
alcanza su móvil en la mesita de noche.
No. Claro que no va llamarle a esta hora de la madrugada para
preguntárselo. Tsk, la idea le cruzó la mente pero incluso a él le suena
demasiado descabellada, no tiene el valor de hacer algo así. No, ha
tomado su móvil porque hace un par de días que ha descargado en el aparato las
melodías de las canciones que componen su segundo álbum, el que está a unos
días de ser lanzado. Pone una al azar en tono bajo, lo suficiente para que la
música se disperse en torno a él nada más, que le envuelva y las letras fluyan
en tono bajo de su voz. En la segunda melodía sonríe, ha compuesto esta canción
con especial devoción.
Su historia, de un modo u otro.
Y entonces se le enciende la bombilla en el cerebro. La sonrisa
en sus labios se expande y su corazón le tamborilea con agrado, con sutil emoción,
con una sensación de esperanza tan cálida que no cabe dudas en su mente.
Le tiene
que hablar con la verdad.
--//--
Se ha levantado temprano –aunque en realidad no ha dormido más que un
par de horas, y no se queja, descansó más que suficiente– y llamado a Yoochun
para preguntarle si es que pueden reunirse más tarde para pasar el rato. Ha
dudado entre concertar la cita en su departamento o en el de Yoochun;
luego piensa que quizá si conversan en casa del mayor de los dos sea más fácil,
así el pelinegro estará en su casa, en su zona de confort.
– Es un argumento absurdo, pero vale para mí ahora… – Suspira a su
reflejo en el espejo, peina sus oscuros mechones a un lado y espera haber
elegido bien su vestimenta para la ocasión. Después de todo va a declararse.
Él, por primera vez en su vida, sintiéndose realmente enamorado.
Volvió la mirada a su cama, donde montones de prendas están tiradas sin
ningún orden. Están ahí un par de trajes, se había probado cada uno pero los
había desechado, demasiado formal; están algunos pantalones de cuero y
brillantes colores, ostentosos y sensuales, no quiere enviar un mensaje
equivocado –ni pensar que Yoochun llegue a imaginarse que lo que busca es sexo–;
así que ha optado por los jeans blancos y una camiseta de manga corta en color
azul cielo. Se cuestionó si debía usar algo de maquillaje, delinear sus ojos o
cubrir esas pequeñas imperfecciones de su piel que aún ahora siguen por ahí haciéndole
sentir adolescente. Luego recordó que alguna vez fue Yoochun quien dijo que le gustaba
más cuando se mostraba natural.
– Esto no es una cita, cita; pero me siento como si fuera a una… – Una
última mirada y esa sonrisa nerviosa que acelera un poco su corazón.
--//--
– Con lo apretada que vas teniendo tu agenda cada día, me sorprende que
tengas tiempo para querer venir a tontear conmigo… – El pelinegro le recibe con
esa sonrisa alegre que contagia al menor de los dos.
– Siempre hace bien tontear un poco contigo, para que me molestes con
tus cosas y regrese lleno de energías a mis compromisos… – El castaño devuelve
la sonrisa y se interna en el departamento una vez el otro se ha hecho a un
lado permitiéndole el paso.
– Es una pena que Jaejoong no esté, es mucho más divertido cuando los
dos te molestamos… – Dice con humor, siguiéndole los pasos al otro sabiendo que
no se lo tomará en serio, que está más que acostumbrado a ser el blanco de sus
chistes.
– Oh, pero él seguramente está recibiendo su dosis con ChangMin y Yunho.
– Yunho no permitirá que ChangMin se meta con él, ya sabes, tiene que
ser buen novio… – El pelinegro ve a su amigo sentarse en la estancia y él
aprovecha para internarse en su cocina por una soda para el menor y una cerveza
para él.
– ¿Jaejoong te dijo desde el principio lo que sentía por Yunho? –
Preguntó, francamente curioso de aquella información, porque para él, todavía
era un misterio saber con claridad cuándo fue que sus dos amigos mayores
terminaron liándose en una relación romántica. Un día simplemente lo supo.
– Debería haberme dicho, pero no, el cabezota solo se ponía a componer
canciones deprimentes y arrastrarme para acompañarle cuando las retocaba con
los últimos detalles, muchas de nuestras borracheras eran motivo de eso, pero
Jaejoong no soltaba la lengua tanto, o si lo hizo yo no puedo recordarlo… – Respondió
al tiempo que se dejaba caer junto al menor en el sofá, destapando su lata de
cerveza y dando un sorbo.
– ¿No es muy temprano, Chun?
Yoochun mira a su amigo y luego a su lata de cerveza. En realidad sabe
que sí, no pasa de mediodía y no tiene una razón para tomar, solamente la tomó
por costumbre o inercia, hay cerveza siempre en su nevera.
– Si me lo pides de buena manera… – Le sonríe con un dejo de picardía,
ese gesto natural que emplea en ocasiones con el menor pero que no pretende
algo en particular. Sin embargo, Junsu teme que sus mejillas se arrebolen ahora
de rubor, porque él sí que ha venido con una intención particular.
– Toma soda conmigo, por favor… – Usa su mejor carita angelical y
cuando escucha la risa de su amigo sabe que ha ganado.
– Tú sí que podrías hacerme dejar el hábito si te lo propusieras, esa
expresión se gana a cualquiera… – Se pierde de nuevo en la cocina y tira la
cerveza en su lavabo… – Por cierto, ¿a dónde tan guapo?
La pregunta le sube un sonrojo al rostro al castaño, cuando el
pelinegro regresa él se percata de que lleva shorts holgados, una casaca de
resaque y sandalias.
– Yo no… No voy a ninguna parte.
– Entonces… – El menor encoge los hombros por toda respuesta, sonriendo
avergonzado. Yoochun suelta otra serie de risas sentándose de nuevo a su lado,
esa vez con una soda en las manos… – Me hubieras dicho que era una cita
para vestirme decentemente, yo pensé que solo íbamos a jugar y mirar alguna
película o algo.
– Más bien el algo… – El castaño susurra, estruja la lata entre
sus manos y luego opta por dejar la soda sobre la mesa de centro… – ¿Y tú mamá
y YooHwan?
– Mi madre ha salido con la tuya…
– No tenía idea…
– Últimamente ellas se juntan mucho y creo que me entero solo porque
vivo aquí, sino seguro que mi madre tampoco me diría que sale con tu mamá. Han
estrechado su amistad igual que nosotros dos, Junsu ah…
Yoochun sonríe con orgullo, pero el menor siente un vuelco en el
estómago. Él ha hecho más que estrechar su amistad. Y necesita
decírselo. Ya no le importa tanto el paradero de YooHwan, si no está de todas
maneras intuye que no llegará pronto, tiene sus propias responsabilidades
también y no pasa tanto tiempo en casa como Yoochun suele hacer cuando
simplemente quiere flojear sin mayor preocupación que respirar. Junsu suspira,
a veces parece que en verdad conoce a Yoochun de la cabeza a los pies, al
derecho y al revés, pero también le sabe misterioso, hay secretos en sus
pensamientos que no logra sacarle ni a tirabuzón.
– Junsu ah… – El mayor le llama, agita la mano delante de su cara con
la intención de sacarle de sus pensamientos, el castaño sabe que se ha quedado
estático, sumido en su mundo.
Y llega el momento, cuando se desbordan los sentimientos y las palabras
se confunden en sus pensamientos pero fluyen con impresionante naturalidad. Por
supuesto que está nervioso, nunca antes hizo esto con el corazón atorado en la
garganta. Junsu está por declararse y todavía piensa que puede ser rechazado,
pero la balanza se inclina en su corazón y presiente que vendrá esa respuesta
positiva que le hará danzar como nada en su vida. Yoochun le mira expectante
porque de pronto Junsu se ha quedado callado, demasiado metido en sus ideas,
casi en trance.
– Yoochun ah, escribí una canción nueva.
– ¿En serio? – El castaño asiente sin apartarle la mirada, aunque Park
advierte un matiz de nerviosismo en sus ojos claros.
– ¿Te gustaría acompañarme con el rap?
– Oh, así que le añadiste rap… – Sonríe alegre, porque le gusta cuando
Junsu viene y le cuenta de sus composiciones, de aquellas en las que ha puesto
ritmos de rap porque piensa en él, en si le acompañará en el escenario con
alguno y luego le vendrá con alguna modificación a las letras, “para que
quede más en tu estilo y halagarte como se debe, Junsu ah”, solía decir, no
sin cierto tono de broma.
– Sí… – Devuelve la sonrisa y se acomoda mejor, gira el cuerpo un poco
tomándose la libertad de subir una pierna al sofá, saca del bolso de su
pantalón su móvil y unos audífonos… - Grabé la melodía aquí, así que… - suelta
una risita, de esas que el mayor le conoce nerviosas, y desenreda los audífonos
para extenderle un auricular…
– Vamos a compartir… – Señala casi por inercia, afirmando lo que su
amigo ya le ha dado a entender.
Sería sencillo ir y descargar la música en su computador, escuchar con
mayor nitidez y todo eso; pero sencillamente consideraba también innecesario
hacerlo. Le gusta compartir este tipo de momentos con Junsu, aunque sean más
escasos de lo que parece. Que sí, porque cuando están grabando álbum en
conjunto, siempre hay más personas en el estudio, o por mínimo Jaejoong
acompañándoles en la sala de música que han improvisado sin detallar en el
departamento compartido.
– Antes de comenzar… – Junsu suspira y juega con el cable de los
audífonos conectados ya a su móvil… – Quiero que sepas algo.
– No me vayas a venir con que no la consideras buena, porq…
– Es tuya… – Interrumpe y se muerde el labio inferior. La vergüenza y
los nervios le asaltan de nuevo sin remordimientos. Pero está decidido. Es el
momento, han pasado demasiados años, ha esperado siempre a que sea el mayor de
los dos quien dé el paso, pero no puede más. Necesita confesarse.
– ¿Mía? – Le escucha preguntar con tono confuso.
Ya antes se han “regalado” canciones de autoría del otro, como en el
primer álbum de Junsu, cuando Jaejoong le regaló No Gain para agregarlo
en su tracklist. Todo un éxito, memorando por cierto.
– Sí. Yo, la compuse para ti y para mí. Es tuya porque habla de
nosotros, Yoochun.
Y se acaban las justificaciones, aunque Junsu haya pensado millones
durante años de callar sus sentimientos por Yoochun. El mayor le mira unos
segundos antes de colocar finalmente el auricular en su oído y recibir de manos
del castaño esa hoja donde está escrita la letra de la canción. Se pregunta en
qué momento se quedó tan abstraído en sus ojos claros que no se dio cuenta del
sitio de dónde la sacó. Junsu suspira inconscientemente y se muerde el labio,
aparta la mirada de los ojos negros de Yoochun y busca la melodía entre los
archivos de su móvil mientras el pelinegro da una primera lectura superficial
a la letra familiarizándose con ella. Instantes después, cuando Junsu la inicia,
otro vuelco sacude su estómago y el repentino pensamiento de arrepentimiento le
cruza la mente, pero no puede, no quiere.
Es hora de
decirlo.
La música comienza, y el primer estribillo de la narración se cuela en
los oídos de ambos muchachos con un efecto similar.
En realidad, te amo ¿es raro?
Um... En realidad, para mí, eres algo más que un amigo…
Ah... Aish…
Lo voy a hacer
Hoy, no estés nervioso ¡Junsu ah!
Junsu muere de nervios, Yoochun siente un conocido cosquilleo por todo
su cuerpo. Se miran a los ojos casi inconscientemente, anclando su atención en
el otro por esos segundos antes de que Junsu comience a cantar.
¿Hola?
¿Qué has hecho durante el día de hoy?
¿Por qué se de ti hasta ahora?
¿Por qué? ¿Qué pasa?
Te estuve buscando desde anoche
Tengo algo en mente y te lo diré ahora
¿Qué pasa?
De amigos a amantes, de la amistad al amor
Así que baby, mi amor, en realidad me gustas
Nosotros dos, estamos teniendo un día en el que nada
es diferente
Tímidamente, pero con fuerza, quiero hablarte de mis
sentimientos
Esto no es una broma, aunque es posible que te rías
Estas no son palabras vacías, esto no es una mentira
Quiero hacerte mío
--//--
Mientras Yoochun improvisaba inconscientemente el acompañamiento en
segunda voz como un susurro que hizo latir emocionado el corazón de Junsu, los recuerdos
llegaron como una vertiginosa tormenta de experiencias compartidas que
estuvieron allí desde sus inicios. El orden no era relevante, sino algunos
fragmentos de las miles de historias en sus vidas.
Fue un día como muchos otros en aquella época, parte de un ritmo al que
ya se habían acostumbrado, compromisos aquí y allá todo el día, programas de
tv, radio, presentaciones ante las fans que les acercaban a ellas de esa manera
en que a veces todavía creían estaban soñando. Ya eran ídolos, tenían el
corazón de fans de diversas edades aunque, claro, llegasen a predominar las
jovencitas alrededor de sus edades.
Estando en aquel programa de radio Junsu sintió por primera vez toda
una revolución desatarse en su cuerpo al escuchar la varonil voz de Yoochun tan
cerca. El micrófono y absolutamente todos los demás desaparecieron en esos
minúsculos instantes, y él, inexperto tímido hasta la médula, atinó a reír
nervioso y sonrojarse, descubrir que sí, que su corazón todavía puede bombear
mucho más aprisa, que las manos nunca le habían sudado tanto y que el sofoco en
su pecho pinchaba incómodamente en su vientre amenazando con colarse al sur. Yoochun
lo había notado, pero como siempre, lo tomaba a juego, como si cada gesto no
fuera más que una respuesta esperada de Junsu por causa de su personalidad. Era
tan inocente, tan dulce y risueño, que a todos le gustaba.
Cuando salieron de allí y esperaban en camerinos, el pelinegro no pudo
evitar preguntarle a su amigo por qué se había sonrojado tanto.
– Porque tú hablas tan seguro de lo que dices, y estabas demasiado
cerca~ – Señaló sintiendo que sus mejillas se coloreaban de nuevo.
– ¿Demasiado cerca? – Le miró sin comprenderle. Al menos no de momento,
porque apenas rememoró las cosas se dio cuenta. Y por alguna razón se sintió
avergonzado, él debería pensar más antes de actuar… – Fue sin querer, además no
tiene nada de malo, no es como si hubiera estado tonteando contigo.
– Claro que no. Ya sé que no soy una chica, gracias… – Señala con algo
de resentimiento, pero está ahí ese puchero que le brota en los labios y que
hace al pelinegro sonreír tranquilo.
Y de la nada quiere decirle que es más que obvio para él saber que no
es una chica, pero que tiene un cuerpo bastante delicado y esa curva en su
espalda que resalta sobre todo de perfil, culpable de que a él le de calor y
comience a tener pensamientos inadecuados.
Estaban ya cruzando la delicada línea de la curiosidad, todo el asunto
del fanservice le estaba complicando la existencia. Los abrazos, las sonrisas,
las bromas, los acercamientos intencionados para hacer más real todo
aquello, les estaban arrastrando a un mundo desconocido pero muy seductor.
--//--
¿Qué acabas de decir? No juegues conmigo
No estoy bromeando ahora mismo, no me confundas
Estamos demasiado cerca y me preocupo mucho por ti
Así que estoy preocupado de poder perderte o distanciarnos
Lo pensé, preguntándome si sabes sobre mi costumbre
Preguntándome si esta atracción es natural
O es mi corazón revoloteando
Lo que necesitamos ahora no es un corazón preparado
Pero sí organizado
Necesitamos distancia para calmar mi tembloroso corazón.
Cuando Yoochun canta su parte y el rap le brota de la garganta con tono
ronco pero suave, Junsu le observa detenidamente guardando en su memoria ese
momento, y el pelinegro cae otra vez en aquel vórtice de recuerdos.
Él había comenzado a juntarse con el menor porque era fácil empatizar
con él, su personalidad alegre, su amabilidad, su risa estridente, su simpatía
y esa torpeza tan inocente, le volvían una de esas personas con que es fácil
amistarse.
Al principio Junsu no le preguntaba demasiado acerca de nada, pero
apenas el propio Yoochun le brindó la confianza necesaria, el menor era un
manantial de preguntas.
– ¿Estados Unidos es tan grandioso como en las películas?
– No puedo saberlo, Junsu ah. No vivía en todas partes, solo en
Virginia… – Le sonreía divertido, la expresión en el rostro del otro le
inspiraba algo como ternura, tan curioso e infantil.
– ¿Virginia era grandiosa?
– No había ninguna Virginia, no tuve novias que se llamaran así… – El
mayor acota con algarabía, porque sabe de antemano de lo que su amigo está
hablando pero le gusta tomarle el pelo.
– ¡Me refiero a la ciudad, babo! – Junsu aclaró con las mejillas color
carmín. Gesto que para Yoochun era divertido, y le daban unas tremendas
ganas de tirarle de los redondos mofletes. Oh sí, está ahí la razón por la que
bromearle se ha vuelto cada vez más de sus actividades favoritas.
– Ah, la ciudad. Era como cualquier parte donde esté con mi familia, mi
hogar.
– Esa es una respuesta muy linda~
Junsu dijo con voz aguda, sonriendo ampliamente y abrazándole
efusivamente. El mayor de los dos se sintió abrumado por la repentina cercanía.
Eran todavía unos adolescentes, y no le parecía tan normal que otro chico le
abrazara de esta manera, que enredara sus brazos alrededor de su cuello y se le
pegara tanto que pudiera sentir su curveada anatomía. Yoochun comenzó a
sospechar que había algo raro en las sensaciones que le golpeaban cuando
el menor se le acercaba de esta manera. Aunque por estos lados del mundo
existía el mito popular de que era normal.
– Oye, Junsu.
– ¿Mh?
– Te pesa el trasero.
– ¡Yah! ¡Grosero, no hables de mi… de mi! – El menor se apartó balbuceando
cosas ininteligibles, repentinamente sonrojado y molesto.
Yoochun sabe que Junsu tiene cierto complejo por su trasero. Sabe que
le disgusta, que teme quizá que la gente siga su físico y demerite su talento.
Pero el mayor sabe también que hay una sola manera de conseguir que Junsu
“aprenda a vivir” con su cuerpo, y esa es mostrándolo al mundo. Por eso, en
aquellos tiempos, no perdía oportunidad para sacar a colación la S Line de su
amigo en tv o cualquier programa y evento público. Claro que Junsu se convertía
en un tierno farolillo cubierto de sonrojos, pero también advierte que su amigo
fue dándose cuenta de que pese a los piropos y el escándalo de las fans,
todavía su voz y su carisma y simpatía iban por encima de todo.
– ¿Por qué siempre tienes que hablar de mi cuerpo? – Le reclamó una de
aquellas variadas ocasiones en que el pelinegro habló de su S Line sexy.
El término sexy lo agregaba el mismo Park, no es que Junsu lo piense
así.
– Porque a las fans les gusta que lo muestres… – Respondió como si
nada, sonriendo y buscando pincharle una mejilla aunque el menor le evadiera y
le pusiera esa carita molesta que le derretía el corazón… – Junsu ah…
– ¿Qué? ¿Ya vas a disculparte y a prometer que no volverás a hacerlo?
– No, no, para nada… – Yoochun vio a su amigo cruzarse de brazos,
todavía enfurruñado porque esa noche de concierto, él volvió a meterse
con su trasero… – Me estaba preguntando, ¿es normal que seas tan adorable? Eres
un chico Junsu, pero siempre termino sintiendo ganas de abrazarte como a un
peluche o tirarte de las mejillas… – Señaló, acompañando sus palabras de
aspavientos curiosos que hicieron reír con ganas a ChangMin, que casualmente
estaba atento a la conversación de sus amigos, mientras que Jaejoong sonreía
ladino y Yunho revoleaba los ojos.
Para ellos, la situación entre los dos chicos comenzaba a resultar
obvia. Pero Junsu boqueó como auténtico delfincillo fuera del mar, se sonrojó
otro poco y optó por dar media vuelta e ignorarle.
--//--
Quiero despertar cada mañana, llevarte a casa todos
los días
Quiero tomar tu mano, quiero abrazarte, quiero
besarte
Nosotros dos, estamos teniendo un día en el que nada
es diferente
Tímidamente, pero con fuerza, quiero hablarte de mis
sentimientos
Esto no es una broma, aunque es posible que te rías
Estas no son palabras vacías, esto no es una mentira
Quiero hacerte mío.
Junsu retoma la letra, se la sabe de memoria así que no hay necesidad
de mirar la hoja; en cambio Yoochun sigue con la mirada clavada en la suya,
todavía haciéndole segunda con la voz a medio susurro. Así que el castaño se da
el tiempo para admirarle –como si no lo hiciera cada vez con mayor descaro–,
se pierde de nuevo en el perfil del mayor, desde su expresión concentrada hasta
su cuello, donde la manzana de Adán se mueve sinuosamente al compás de su voz. Le
gusta tanto.
Y cae de nuevo, casi como si no recordase que están cantando su canción.
Se sume en esa compleja red de sentimientos que se le aglomeraban en la mente
como un confuso tejido de pensamientos que a veces le quitaba el sueño y otras,
contrariamente, le hacía tener los más hermosos recuerdos oníricos. Para Junsu
haber descubierto el verdadero peso de su “amistad” hacia Yoochun había sido
toda una experiencia. Entender y nombrar ese centenar de sensaciones cayendo en
cuenta de un único fin: amor.
¿Por qué no contestas? ¿No te gusto? ¿Me odias?
Repentinamente estoy asustado
No hay muchos chicos como yo, seré bueno contigo
Tú siempre
estás en mi camino.
Promete. Y quisiera decirle que cuando decidió poner aquellas palabras
justo ahí, él realmente se imaginaba aquí, a su lado, entregándole el corazón
con la finita esperanza de ser correspondido, pero también con ese nerviosismo
latente que viene del temor al rechazo. Quiere pedirle que voltee, que le deje
sumirse en el profundo de su mirada negruzca y le responda si es que está
arruinando lo que los años construyeron con súbita paciencia.
Y recuerda casi inconscientemente, que Yoochun ha tenido novias. Que ha
estado enamorado de chicas. De algo que él nunca podrá ser.
--//--
– Ella es mayor que tú, Yoochun ah…
– No son tantos años de diferencia, Junsu ah. Además, es muy bonita, y
baila increíble y… no sé, me gusta y ya.
– ¿Estás enamorado?
– Supongo… sí, quizá. Por qué estás tan interesado en mi noviazgo, Su.
La pregunta de Yoochun le hace sentir incómodo. Junsu no sabe con
certeza lo que sucede con él, pero presiente que está celoso. No solo como
amigo, sabe que… que le duele. Le molesta el hecho de que su amigo esté
saliendo con una chica, y que a él comience a dejarle de lado.
– ¿Vamos a seguir siendo amigos, Yoochun?
– Pero qué… – El mayor se permite una risa sincera, espontánea y casi
irreverente. El menor se avergüenza, de pronto comprende lo estúpido que ha
sonado… – Junsu ah, vamos a ser amigos forever. Una novia no va a hacer
que eso termine, además, no me estoy casando con ella ni nada, y todavía sigue
siendo mucho más el tiempo que paso contigo. Créeme Junsu, llegará el momento
en que me sienta más novio tuyo que de cualquier mujer porque es contigo con
quien comparto mi vida.
Yoochun había dicho aquello porque le había nacido. Sin ninguna
intención en particular. El efecto que produjo en Junsu sin embargo, fue que se
sonrojara como termostato y balbuceara incoherencias antes de –una vez más–
marcharse con el corazón desbocado.
Cuando Junsu intentó tener una relación, lloró cuando se dieron su
primer beso. Lloró porque esos no habían sido los labios de Yoochun. Lloró porque
ya sospechaba con pesar, que en todo pensamiento romántico, era su amigo el que
ocupaba el espacio de su complemento.
--//--
Nosotros dos, estamos teniendo un día en el que nada es diferente
Tímidamente, pero con fuerza, quiero hablarte de mis sentimientos
Esto no es una broma, aunque es posible que te rías
Estas no son palabras vacías, esto no es una mentira
Quiero hacerte mío
No es Junsu quien ha cantado esa vez. Sino Yoochun, aunque parece que
no se ha percatado del silencio de su amigo, demasiado metido así sin más en
las letras. En las memorias que siguen girando en su cabeza. Porque recuerda
tantas y tantas experiencias, tantos momentos compartidos que ahora hacen que
su corazón lata con renovados bríos y se siente ligero, emocionado pero
tranquilo. Como si simplemente fuera que cada redecilla enmarañada en su cabeza
fuera desatándose y anclándose al hilo correcto, entretejiendo esa red de
sentimientos que cobran el sentido correcto, el final adecuado. El final de un
inicio nada más. Uno diferente, uno que su corazón ha esperado probablemente
toda la vida.
El amor.
El único, el verdadero.
El eterno.
Y está ahí, plasmado en su mente el día aquél en que se supo por
primera vez francamente atraído por el menor. Una atracción real que le
hormigueaba en las manos, que le hacía sentirse en un mundo paralelo o algo
así. Estaban grabando para el AA2 del grupo, cuando jugando frente al cristal
su mirada traicionera se iba a los labios de Junsu con el pensamiento
bailándole en la cabeza acerca de tocarlos, sentirlos, probarlos. Y ese corazón
dibujado como si fuesen una pareja de enamorados construyendo recuerdos para el
futuro. Un futuro que ahora no se sentía tan lejano.
Me
siento como en casa siempre que estamos juntos
Como
si fueras mi sombra, eres mi guardaespaldas
Tú y
yo nos conocemos muy bien
Así
que naturalmente prometemos que seremos uno
Confío
en ti y sujeto tu mano
No
apartes tus ojos de mí
Mirándote
a los ojos y escuchando tu respiración
Si estamos
juntos, puedo hacer cualquier cosa…
--//--
Alcanzar esos niveles de confianza que no han surgido de la nada, que
se han fortalecido con los años de conocerse, de abrirse a ojos del otro
incluso en los más oscuros pensamientos de pesadumbres y miedos. Pero estar
ahí, incluso con toda esa gente que casi se siente como familia pero que
todavía es lo suficientemente extraña para considerarles solamente compañeros
de trabajo, con esas cámaras grabando aquí y allá aunque los momentos no estén
planeados en un rígido guión y les haga –más tarde– comprender cuán unidos son.
Porque no importa si Junsu se sienta a su lado e insiste en querer
mirar por allí en su móvil, ni que Yoochun juegue con él haciéndose el tonto
pero dejándole francamente todo el espacio del mundo para acercarse e indagar
todo cuanto le plazca. Ríen aún más cuando ven el video y se dan cuenta de la
escena tan “comprometedora” que se acaban de montar. Porque está ahí ese Junsu delicado
que se sienta con soltura y le pica hasta sacar de él lo que quiere, y
está ese Yoochun que sentado sin pose alguna –flojeando se diría vulgarmente–
usa su móvil más como excusa para jugar que por no querer sentarse a hablar de
todo y de nada con sus amigos ignorando todo alrededor, si tan solo ese “todo”
no estuviese ahí en esos momentos.
Porque ha sido aquél uno de esos momentos que ha disparado el corazón
de Yoochun, la cercanía de Junsu, su aroma, su risa, su libertad para abrazarle
por el cuello e írsele encima como si estuvieran solos y pudieran robarse un
beso. Uno de aquellos contactos íntimos que pese a las oportunidades –ambos
saben que claro que las han tenido, que en muchísimas ocasiones han reculado en
el último instante cuando el mareo por la cercanía, por sentir el calor del
otro y el aliento mezclado, los obliga a retroceder y romper esa burbuja que
consideran imposible de sostener– nunca ha llegado a efectuarse.
– Un día de estos voy a pensar que tienes algo con mi cuello, Junsu ah…
– Le ha comentado con suspicacia, sabiendo que vendrá uno de esos sonrojos
tenues que hacen ver adorable al menor.
– ¡Te abracé solo por el momento! – Respinga avergonzado, sabiendo que
en aquella escena una toma en un ángulo diferente podría haber hecho pasar la
situación por algo tan comprometedor como un beso. La sola idea le hace sentir
sofocado y su corazón bombea aprisa.
– Siempre estás buscando pretextos para abrazarme… – Yoochun sigue en
su línea, quiere molestarle como en otras veces. Sonríe y eleva una ceja con
aire pícaro.
– Mira quién fue a hablar, estoy seguro de que si revisamos
detalladamente videos de nosotros dos interactuando vamos a descubrir que eres
tú el que siempre está buscando la forma de estar cerca de mí y tocarme.
– ¿Tocarte? – Al pelinegro le da un repentino tic nervioso. Hay implicaciones
más fuertes en tal palabra.
– Así es, de entre todos nuestros amigos, e incluso de los bailarines
que han trabajado con nosotros durante todos estos años desde que comenzamos a
hacer esto, tú eres, sin temor a equivocarme, el que más me ha tocado el
trasero. ¡El trasero, Yoochun!
– Es que es sexy… – Responde con una sonrisa juguetona, ladea el rostro
y busca mirarle la retaguardia al menor.
– ¿Qué hombre encuentra sexy el trasero de otro chico? – Junsu
cuestiona con el calor subiéndole estrepitosamente a las mejillas.
– Pues yo lo encuentro
sexy. Y más cuando te mueves como si no tuvieras huesos, esa S Line que te
cargas es tan flexible que si no supiera que eres chico y te vistieras de chica…
– No habrías dudado en abordarle, coquetearle descaradamente y ligar
con ella; aunque claro, ella es un él que además de ser de tus mejores
amigos, no encuentra divertido que te metas con su trasero… – Jaejoong ha
irrumpido en la conversación, les sonríe a ambos con cierto rintintin divertido
y se despide sin demasiada formalidad simplemente agitando la mano.
– Me había olvidado de que estaba arreglándose para salir. – Yoochun admite,
aunque es más uno de esos pensamientos que se le escapan en voz alta.
– ¿Se verá con Yunho otra vez?
– Sí.
– Por qué tú siempre sabes y yo me entero por ti. Jaejoong no confía en
mí.
– Él confía en ti, Junsu ah. Tanto como yo y como cualquiera de
nuestros amigos. Es solo que tú no tienes que soportarle cuando se pone en plan
vanidoso rebuscando en su clóset qué deberá ponerse. – El pelinegro sonríe
tratando de animar a su amigo. Casi deseando retomar la conversación, pero al
mismo tiempo un poco nervioso porque cuanto más lo pensaba, más se percataba de
lo mucho que Junsu movía su mundo.
--//--
Junsu apagó la melodía antes incluso de que terminara. El final debe
esperar. Cuando Yoochun se dio cuenta del hecho, despegó su vista de la hoja, aunque
el último párrafo ya se le había quedado grabado en la memoria.
– ¿Y…?
– Es muy… buena. Es una canción romántica, muy fresco el ritmo, ni tan
suave ni tan movido. Excelente composición, Junsu ah.
– Recibí un poco de ayuda… – Admite con un carraspeo de nerviosismo. La
confesión no ha terminado… – Yoochun ah…
– ¿Por qué me das esta canción? Quiero decir, me encanta pero… es… se
siente… se siente extraño Junsu. Y tú dijiste que habla de nosotros.
– Me gustas. Yoochun, estoy enamorado de ti… – Se le olvidan las
palabras más elaboradas, menos directas quizá, y lo suelta de golpe. Aunque,
la canción ya había sido por sí misma suficiente ¿no?
– Ay dios… – El pelinegro traga hondo. La garganta la tiene reseca y el
corazón se le ha bajado al estómago… – Ahora sí que necesito una cerveza…
Yoochun se levanta de prisa, se interna en su cocina y toma una lata
abriéndola con nerviosismo. Junsu se le acaba de declarar. Eso se siente como
el maldito infierno quemándole el cuerpo, y al mismo tiempo el paraíso
asentándose en su corazón.
– Yoochun… – Suspira al verle dar ese trago largo. Se muerde el labio y
titubea entre seguir ahí o salir corriendo. Definitivamente debe quedarse, no
ha hecho lo más difícil para salir huyendo sin una respuesta clara al menos… –
Chun… – Insiste.
– Somos hombres, Junsu.
– Si esa va a ser la única respuesta que me des, entérate de una vez
que no me importa. No soy un crío que haya venido a decirte todo esto como mero
impulso o por capricho. Lo he pensado mucho, Yoochun; tal vez demasiado, y sé
perfectamente que lo que siento por ti es muy fuerte, no se trata de que seas
hombre, sino de lo que me haces sentir.
– Nuestras madres, nuestras familias.
– Estoy seguro de que quieren nuestra felicidad. Yoochun, solo dime si
tengo oportunidad de que tú… me correspondas… – Su voz ha bajado unos
decibeles, y ha ocultado su mirada del otro. Toda la esperanza reducida a las
palabras que el pelinegro le pueda decir ahora.
Yoochun respira profundo, siente el aire llenándole los pulmones y su
corazón inquieto golpeteándole en el pecho. Francamente él sabe que no tiene
nada qué pensar. Se preguntó lo mismo durante largo tiempo, y la respuesta en
los últimos tiempos siempre fue la misma. Se llevó la lata una vez más a la boca,
pero cuando el sabor amargo del líquido amarillento tocó sus labios colándose
al gusto en su lengua, desechó la posibilidad de tomarla. Así que la vertió en
el lavabo y luego la lata en el cesto de basura. Se giró y encaró a Junsu,
quien estaba al otro lado de la isleta en el centro de su cocina.
– Sabes que te dije cariño antes, ¿verdad? – La sonrisa
juguetona de Yoochun pilla al castaño por sorpresa.
Pero claro que lo sabe, le hace recordar, el programa de variedades que
grabaron para su AA2, los juegos y las consecuencias de ellos. La ocasión en
que las fans le piden al pelinegro aquel mote cariñoso para animar a su amigo,
el fanservice lo era todo entonces, el pretexto ideal para dejar emerger todas
las curiosidades e inquietudes, y se valían de ello para tratarse como les
parecía. Junsu siempre fue su favorito para aquel jugueteo que tanto
gustaba a las fans, pero por encima de ellas, le gustaba a él. Yoochun sentía
que podía atrapar al mundo y ofrecérselo a Junsu casi en bandeja de plata si
solo le prometía seguir ahí, como el amigo fiel y confidente con el cual
compartir las alegrías, el que le sacaba del fondo de sus verdaderos estados
deprimentes.
– Junsu ah, Entonces… a partir
de hoy somos novios, ¿no?... – El pelinegro le dice, sonriendo gentilmente,
seguro, enamorado. El castaño recuerda la letra final de su canción, estas son
palabras que él había planeado decir para cerrar
la charla, pero como otras veces, el mayor se le ha adelantado.
– ¡Ahora
nunca te llamaré ‘Yah’! – Continúa en el espontáneo juego, permitiendo que
Yoochun rodee la encimera y se acerque a él, cada paso sin quitarle los ojos de
encima…
– ¿Está
bien que te llame ‘Cariño~’? – El pelinegro está frente a él, juguetea con
sus dedos subiendo por su brazo, sonriéndole avergonzado, con las mejillas
pintadas de carmín, y Junsu casi puede jurar que es la primera vez que le ve
tan sonrojado. Es tan guapo… – ¿Debería
llamarte ahora? ¿Está bien?
– Vale…
Hm… Hm… – El castaño ignora entonces si balbucea por seguir la letra de la
canción, o si es el bendito nerviosismo que el pelinegro le provoca ahora que
se ha aprovechado de su vulnerabilidad
para rodearle la cintura con una mano mientras la otra le sujeta el mentón
acercándole como si fuera a besarle pero sin llegar a presionar del todo sus
labios.
– Uhm,
cariño~ – No ha sido Yoochun, sino Junsu quien le ha jalado por la nuca
buscando ansioso sus labios. Pero el pelinegro apenas le deja rozárselos porque
luego se aleja sonriendo divertido… – No me has dicho y no lo has puesto en el
encabezado, ¿cómo se llama nuestra canción?
– En tu idioma, Im confessing now… –
Susurra con el corazón en el pecho latiendo como potro desbocado.
– ¿En mi idioma? – Enarca una ceja con aire
divertido.
– Te encanta el inglés, y te fascina verme
en aprietos cuando lo canto… – Puchea.
Y es entonces el momento ideal, el momento
esperado, el momento anhelado por ambos corazones jóvenes. Yoochun atrapa el puchero
de Junsu entre sus labios, deshaciéndole al segundo y comenzando así a
repartirle caricias tiernas, suaves. Junsu no ha besado demasiado, nunca lo ha
hecho de verdad; y Yoochun alguna vez tuvo una o dos novias, pero ninguna le
ponía el mundo de cabeza como el menor. Esto era amor. Es estar enamorado con
el alma. Porque cuando Junsu le da paso al interior de su boca, el pelinegro
cuela su lengua con renovada devoción, le explora con cariño y pasión,
dejándole dirigir el ritmo o separarse unos instantes después aunque él haya
querido más de su boca dulce.
– Yoochun…
– Qué…
Topan sus frentes y apenas notan que llevan
la respiración intermitente, que el corazón les resuena en los oídos y que
llevan el rostro colorado hasta las orejas. Ríen bajito al percatarse de ello. A
Junsu de pronto le saben los labios a cerveza y hace un curioso mohín de
disgusto.
- Hey, no beso tan mal eh.
– Cerveza.
– Oh.
Otra serie de sonrisas y ese suspiro
enamorado que nace de ambos pares de labios.
– ¿Somos novios, Chun?
– Me parece que hace unos minutos eso quedó
claro. Sí, Junsu ah, somos novios.
Más sonrisas, casi parece que no habrá más
espacio para otra cosa que esto. Se sienten tan bien. Completos y alegres. Felices
de haber completado sus corazones haciéndoles armonizar entre notas de una
melodía que les llevó a un viaje de recuerdos valiosos.
– Está en el tracklist.
– El mundo escuchará nuestra canción sin
saberlo. Me sentiré halagado y orgulloso cada que la cantes. Así que
definitivamente, no me perderé tu concierto, Junsu ah; estaré en primera fila. –
Promete, entrelaza sus dedos y le besa cada mejilla con renovado interés. Son tan
suaves y tibias.
– Me sentiré avergonzado sabiendo que estás
ahí, Chun~
– Te Amo.
La declaración repentina. Las palabras que
tanto tiempo soñó. Junsu abre sus rasgados ojos de par en par, se ha quedado
mudo. Es tan hermoso escucharle decir esas dos palabras para él. Solo para él,
sin guiones ni juegos o bromas, sin fanservice. Sin nada más que ellos mismos y
sus almas desnudas exponiendo todo cuanto les cabe en el corazón.
– Susu ah… – Le acaricia una mejilla y
sonríe… – Eres tan adorable, tan hermoso.
– No soy hermoso, Chun… – Murmura con el
rostro rojo como farol… – Eso es para las mujeres, y yo soy un hombre.
– My man… – Sonríe pícaro, roza su nariz
contra la del castaño en un gesto romántico y cariñoso. Le abraza más cerca y
reclama sutilmente otro beso.
Un beso que Junsu no duda en entregarle,
porque así como le entrega sus labios, le ha entregado su amor. Yoochun le roba
el aliento, pero al mismo tiempo le regala su alma.
Esta confesión vale más que mil palabras o
todas las imágenes del mundo. Se trata de amor. Un amor que creció durante
años, maduró cual mariposa en el capullo antes de emprender el vuelo y liberar
de sus alas, todos los sueños acumulados en su largo letargo natural.
– Siento no haber sido yo quien diera el
primer paso, Junsu ah… – Se disculpa mirándole directo a los ojos. A esos ojos
claros que siempre le parecieron únicos y preciosos, no había otro par de ojos
tan perfectos como esos.
– Eso no es importante. No es que yo no
haya podido decírtelo antes también. Pero míranos… – Sonríe entre avergonzado y
melancólico… – 10 años de conocernos, Yoochun. 10 años de miles de experiencias
juntos. Y no sé, realmente no sé en qué momento comenzaste a gustarme, o si me
gustaste desde el primer momento en que nos vimos.
– Me gustaste así… – Confiesa… – Cuándo me
enamoré de ti, eso sí no lo sé. Pero siempre estabas allí, sin importar que
estuvieses en otra ciudad u otro país lejos de mí, yo todavía te sentía junto a
mí.
– Eso es romántico, Chun… – Sonríe
avergonzado. Pero demasiado feliz para dejarlo pasar.
– Yo soy romántico, baby… – Es la primera
vez en largo, largo tiempo que el “baby” vuelve a salir de los gruesos labios
del pelinegro para referirse al castaño. La sonrisa del menor se expande una
vez más porque le gusta, es sexy y cursi que le hable así… – También puedo ser
muchas cosas más… – Le susurra al oído con repentina voz ronca, provocativa,
seductora.
– ¡Yoochun! ¡No me hagas proposiciones
indecorosas tan pronto! – Le chilla con el rostro más que colorado.
El pelinegro ríe y antes de que su novio
siga golpeándole el pecho por ser tan pervertido,
le besa de nuevo. Con más ganas que antes, con pasión y ternura, tal vez más lo
primero que lo segundo. A Junsu le escasea el aliento en un abrir y cerrar de
ojos, Yoochun le aprieta la espalda baja y lo pega a su cuerpo.
Sí, definitivamente Yoochun no podrá
controlarse demasiado, quizá el siguiente paso que den sea la intimidad. Junsu
no va a negarse, francamente no lo hará. Después de todo, 10 años callando y
esperando son demasiado para quedarse en una sola Confesión.
FIN
wiiiii yo primero *-----------*
ResponderEliminarQuede encantada me encanto la forma que Junsu se declaro fue tan maravillso como plasmaron cada uno de los sentimientos .
ResponderEliminarMuchas gracias Feli por este gran regalo del Yoosu Day ,feliz dia para ti tmb Cuidate.
Waaa me he quedado sin palabras, cuando llegue a la parte de la canción la puse a reproducir y omgoshhh es hermosaaaaa y expresa todo lo que Junsu siente por Chun *-*.
ResponderEliminarTe quedo muy lindo, Junsu dando el primer paso a riesgo de ser rechazado, pero como dicen, el que no arriesga no gana y pues es su Chun, su amigo con el que ha vivido tantas experiencias y ahora son pareja *-* son perfectos el uno para el otro.
Garcias por compartirlo y Feliz YooSu Day <3
Tan dulce mi pobre delfín
ResponderEliminarleer y darte cuenta enseguida yo recuerdo esto o aquello
aishh estoy demasiado llorona ultimamente
Muchas gracias estuvo hermoso ♥
Aaaawwwwww♥♥♥♥
ResponderEliminarY con obras de arte como estas me haces recordar lo orgullosa que estoy de ser tu fan y de creer en el YooSu tanto como tu también lo haces♥
Amo esa canción, amé la manera en la que la narraste♥♥ Incluso cuando noté que 'Junsu la iba a poner' corri por mis audifonos y escuché cada parte correspondiente mientras iba leyendo♥
Esque el amor de este par es asi~ Hermoso♥
Y cómo pusiste las anecdotas!! Me has tenido hecha un pañuelo de lagrimas♥ Esque ha sido tan hermoso♥♥ Puedo jurarte que lo he visto todo en mi mente como si fuera una película♥
Gracias por tan hermoso regalo Feli de mi corazón; no puedo creer que nuestro YooSu ya cumpla 10 años♥ *sigue llorando*
Aprovecho para decirte que el blog está preciosisimo!! *Mis felicitaciones para ti y para Maki! ^^ *
HAPPY YOOSU'S DAY ♥♥♥♥
kyaaaaaaaaaaaaaaaa hermoso *O*, como siempre me encanta la forma en q describes el amor del yoosu arigatou!!!! x el shot XD
ResponderEliminarAAAAAAAAAAHHHH!!!! ♥3♥ !!! QUE HERMOSOOOO!!! me encanto me enamoro muchisimio mas del YS!! ♥♥ me matraste de amor!! Enserio~ Ese Chunnie tan lindo con su Baby y tan pronto que le quiere enseñar del el amor en su maximo esplendor! xDD ♥♥ Tan Preciosooos!! Aww~ Me encanto como se le declaro Susu a su raton ~ ♥ Y tan de repente que suis mamis andan en Plan BFF?? xDD Precioso!! Muy Preciosoo! Lo ame ♥ Feliz YS Day!!♥♥ Me encanto el Blog! Me encanto el Shot! Me encanto TODO!!! ♥ Gracias Feli hermosa~!! ♥♥ Larga vida al YS♥ ! XDD
ResponderEliminarasdsffdasfdsf que bonita forma de confesarse >_< a travez de una canción ♥
ResponderEliminary lo mejor de todo es que Yoochun acepto su amor po Junsu...aunque hayan pasado 10 años, sirvio para ahacer más fuerte ese amor >_<
muy lindo ...Gracias por escribirlo y compartirlo
Awwwwwwwww~ <3 ! Cosos hermosos!! Enamorados hasta la médula y estaban separados!!! *-*! Menos mal que Junsu tomó el valor y se le declaro... *--*! Amo esa canción y es lo mejor del mundo pensar que se la dedica a su Chun!! *---*!!
ResponderEliminarPar de tortolos enamorados y asdasdasdasdasd!!! *-*! Me ha encantado!!!
Muchas gracias por compartirlo... *--*!! Hay que seguir festejando el YooSu day!! <3 !
Sinceramente me has hecho llorar ;;
ResponderEliminarfue hermoso~ eso de quedar en trance con los recuerdos del pasado... estos 10 años que llevan de conocerce, realmente lo ame demasiado~ tantos recuerdos hermosos que me dio nostalgia, pero eso hizo que lo amara aún más...
gracias Feli por este regalo :)
de verdad y siempre que me aparezco te lo digo... amo demasiado como escribes ^^
gracias de verdad y saludos!!!
AWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWW <3 fue tan hermosoo!, dfadsfasdfsdf me imagine todo todiitoo y mientras escuchaba la canción fue gadfasdfasdfa, Feli tu eres una diosa escribiendo y y y y y este par de tórtolos enamorados que no se confesaban rápido pero aun así se amaban mucho mucho mucho muchoooteeee! <3 <3
ResponderEliminarQue se amaban, se amannnn! mucho muchooooo <3 <3 <3
Muchas gracias por este Yoosu tan hermoso en este día tan especial para ellos dos, yo se que en estos momentos lo están disfrutando mucho, que 10 años son 10 años, años de mucho amor <3, amor del bueno <3
Hola!!!!!!!!!!!!!!!!!!!, primero que nada, mil disculpas que no pude dejar mi comentario antes T_T
ResponderEliminarY pues, qué puedo decir, quedo tan bello, tan lleno de sentimientos y momentos importantes en sus vidas, en su relación, en ese amor tan grande que ha crecido en ellos dos a los largo de estos años, porque ver ese amor en sus miradas, esa conexión que se ve a aveces tan pero tan palpable, cómo si todo lo demás desapareciera, y digo porque hay veces más obvias que otras ;D, jejejejejeje no es fácil que lo disimulen *o*
Sería maravilloso saber detalles, wooo sería la gloria, pero me conformo con seguir viendo como ese sentimiento se desborda en sus miradas y que ellos sean felices, wooooo los amo demasiado ♥_♥
Y como decía, estuvo llenos de muchos sentimientos, sentía tantos nervios y como dicen, el corazón en la garganta, cuando Junsu fue a declararse, fue demasiado hermoso, todo, todo, perfecto amor ♥YooSu♥
Un millón de gracias Feli por este YooSu tan perfecto ♥_♥!!!!!!!!!!!!!!!!
no importa cuanto tiempo pasó y tuvieron q esperar para estar así de unidos como ahora, ni quien fue q tomó valor y se declaró, lo importante es q ahora están juntos y disfrutando de todo ese amor q tienen para darse *w*...
ResponderEliminarpero definitivamente fue Precioso leer esta historia con el trasfondo q puede tener esa canción y sobre todo recordar esos pasajes de sus vidas donde inconscientemente demostraban sus sentimientos tanto q nos los hicieron saber a nosotras!!!...
Bellisimo Feli y Gracias por Compartir en este Perfecto Día!!! <3 <3 <3 <3 <3
Asdasdasdasd por fin pude leerlo *0* esto esta hermoso asdasd mientras lo leia no podia dejar de suspirar y hasta de recordar yo tambien esos videos donde se puede ver claramente el amor que se tienen esk por mas que los veo una y otra vez no puedo llegar a una diferente conclusion se nota que son muy unidos :3 aparte es verdad lo del trasero de susu *^* yo creo que yoochun es el que mas se lo a tocado de todos jahbahabababab a mi no me engaña tiene cierto fetiche por el xD su forma de confesarse estuvo linda hasta me la puse de fondo y asdasdasd mejor no pudo ser :3 aunque tuvo sus momentos de risa o al menos para mi xD eso de ahora si ocupo una cerveza o el imaginarme a susu haciendole al fuchi por el sabor me daba risa xD gracias por subir esto como regalo por su aniversario que es mas que perfecto ^^ cuidate bye bye
ResponderEliminarahhh!! SAENICHULKA!!!!! YOOSU DAY waaaa ya son tantos años... creo que mientras ellos se ven mas jovenes por ese gran amor yo me hago mas vieja cada año.. :'( pero bueno... a otro asunto me encanto la historia de como se dan las cosas y en lo personal desde que escuche todos los temas del album me encantaron todas tienen ese algo que atrapa... gracias por la bella historia en tan importante dia... matta ne
ResponderEliminar<3 yoosu <3
que lindos son estos chicos sobre todo cuando estan confesando sus sentimientos es como si uno de esos tantos sueños que tienes bien escondiditos en tu corazon por fin se cumpliera
ResponderEliminarme encanto feli muchas gracias por el fic
Eso de leerlo en el trabajo esperando que no me cachen no es bueno XDDD
ResponderEliminarMe ha encantadoooo todo amor y dulzura y ese amor que se profesan desde siempre, que aunque no se dieron cuenta desde un inicio siempre estuvo ahi, y no queda mas que seguir ese camino juntos.
Gracias por escribirlo y compartirlo con nosotras.
Gracias!!!!
YooSu hermoso*-*
ResponderEliminarGracias.
me encantooooooooooo!!!!!!!!! Lo ame!!!!!! La declaracion de junsu con esa hermosa cancion!! Awwww *-*
ResponderEliminaramo tu forma de scribir el amor entre ellos es realmente impresionate!!
Rei, llore, y me emocione a mas no poder :D
awww ya 10 añoss!!! Y va x muchos mas!!
Graciass!!!
Wooow!! Por fin intento ponerme al corriente y me encuentro con esto todo romántico y sensual! Qué bonito Feli. Muchas gracias por compartir. *me voy a leer los fics que me faltan*
ResponderEliminarO dios.... hermoso simpkemente---- me ya encantado *0* muchas gracias!!!!!!!!
ResponderEliminarBueno primero que nada cuando empecé a leer la letra de la canción sinceramente pensé que la habías inventado, ya que tenes el don de las palabras elaboradas y poetas, que me hizo pensar en esa posibilidad... te cuento que me regalaron el CD de Junsu para mi cumple, pero todavía no me llega, por eso no me puse a escuchar realmente todas las canciones de su nuevo álbum, quiero que sea una sorpresa.
ResponderEliminarNo tenia ni la menor idea si era de él el tema o como se llamaba, así que por las dudas me fui al Wiki y revise los nombre de sus temas y no se por que se me prendió la lamparita y dije es esa la canción 나 지금 고백한다 (I Am Confessing Now (feat.Gil Me)) y lo confirmaste al final en la conversación del YooSu jajajaja. Igual no la escuche hasta terminar de leer honesto (hermosa la canción, me fascino)... bueno que decir después de todo lo que dije al principio, la verdad me encanto mucho, es muy tierno y romántico, son muy pocas las veces que leo que Junsu es el que se confiesa pero estuvo tan cute. Muy muy lindo me conmovió, gracias por tan linda historia, bueno me despido suerte y saludos...
Simplemente hermoso!!!! ;_;
ResponderEliminarEstaba de los nervios de punta!!
Andaba rondando por aquí re leyendo y me lo encontre y entonces me quede de O.O ¿Por qué demonios nunca lo había leido? No lo sé but ahora ya lo leí y vengo a comentarte >3<
ResponderEliminarRealmente me hacía falta algo de esto en mi vida porque lo sentí tan real~ Tan igual, personalmente esa canción me gusta muchisimo pero puesta de esta forma y viendo como recorrían juntos su camino, como se enamoraron, hasta lo de la novia de YooChun fue demasiado~ Me dejo con un sentimiento de paz interna~ Aunque deseara ver su amors 7u7 pero eso es porque soy pervertida~ El punto es que fue muy hermoso y real~ Muy divino~
Gracias Feli besha~ Aunque muy tarde lo lei y lo ame y ahora ruedo en mi nube rosa de YooSu *u* ♥♥♥♥~
Eres la diosa del yoosu feli... Ayyy siempre voy a amar como escribes como relatas ests hermosos fics.. Estaba tan emocionada leyendo ... wooowww como siempre es oroooo.. <3
ResponderEliminarAy Feliiii!!!! Yo me voy morir lento con estos fic, de verdad no me canso de suspirar cada que vengo por aquí, u creo que es por eso me gusta tanto este lugar!!!!!
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