Acá aparecemos de nuevo~ para dejarles un shot que estuvimos escribiendo los últimos días inspiradas en el MV del baby. Como siempre, esperando que lo disfruten enormemente ;D
Axy~ gracias por escribir nuevamente conmigo, pese a que he tenido unas vacaciones casi del asco -enferma por más de un mes e.e- cosillas como esta han salvado mis días. Es un gustazo escribir contigo, te respeto y admiro como escritora de esta nuestra couple favorita, y de corazón espero que sigamos teniendo por ahí algunas colaboraciones más.
Estamos cerca del YS-Day *-----* adelentemos amor YS en preámbulo de ello tbn~
Y nada, see ya~
Título: INCREDIBLE
Autoras: Felina & Axy
Parejas: YooSu
Género: Romance
Advertencia: NC-18/LEMON
**********
El telón
bajó cuando Junsu terminó de cantar Incredible; los gritos desesperados de las
fans aún se oían eufóricos al otro lado y el no podía hacer más que sonreír.
Amaba volver al escenario, amaba cantar a todo pulmón y bailar como si su vida
dependiera de ello.
Todo el
ajetreo del showcase fue calmándose poco a poco, los nervios del momento ya
habían pasado y todo había salido perfecto; los bailarines junto con los
managers le habían felicitado ya varias veces y ahora se encargaban de alistar
todo para volver cada uno a sus respectivas casas.
El staff
comenzaba con los trabajos de desmantelar el escenario y etcéteras que al
peliteñido realmente no le importaban demasiado, especialmente cuando entra al
camerino y descubre esas cuatro llamadas perdidas de parte de cierto ratón
desesperado que últimamente anda celoso hasta del aire que respira.
Se toma
su tiempo para quitarse la ropa que también usara para grabar parte de su
último video clip y se viste con un conjunto más cómodo porque sabe que
seguramente los bailarines le invitarán a salir a celebrar con ellos, ¿y cómo
negarse? Es su segundo álbum como solista después de todo. Los jeans ajustados
van en conjunto con aquella camiseta estampada que luego cubre con una chaqueta
negra, termina de arreglarse el cabello y se pone algunos de sus accesorios,
listo para salir.
El
timbrar de su teléfono, con ese tono particular que resuena cada vez que es el
pelinegro quien lo llama, lo distrae de la ‘ardua’ labor que es mirarse al
espejo y no puede evitar esa sonrisa cristalina que se dibuja veloz en sus
rosados labios.
Incluso
se permite unos momentos para "decidir" si contestarle o no. El tono
deja de escucharse repentinamente y él casi se siente culpable. Se muerde el
labio y soltando una risita nerviosa se dispone a devolver la llamada, pero
antes de conseguirlo un texto aparece en su pantalla.
- Sé que sigues donde los demás, baby; pero
te advierto que esta noche no serás de nadie más que mío.
Junsu
sintió su corazón ir de prisa apenas terminó de leer el breve mensaje. Jura que
Yoochun ha sonreído divertidísimo mientras lo escribía y que advirtió por
anticipado su sonrojo y la cantidad de teorías encadenadas a este 'prometido'
secuestro.
Decide
seguirle el juego y aprovecha para provocarle; repentinamente se le hace más
divertido que su novio aparezca cuando menos se lo espera y le ataque con esos
besos mezclados en pasión, desesperación y amor sobre todo.
Teclea
velozmente y envía un mensaje en respuesta, saliendo a buscar a los bailarines
para poder irse con ellos en la misma van.
“Voy de salida~ Encuéntrame si puedes”
Las
pupilas del pelinegro leen las letras en la pantalla y un gruñido inconforme
escapa de sus labios, pero era de esperarse que algo así sucediera, sobre todo
porque ahora su Junsu se pasea con ese aire sexy y seductor que hasta con sus
palabras le provoca. Claro que a fin de cuentas, el es el único que puede
derribar todas esas facetas y quedarse con ese adorable e inocente delfín que
es realmente.
Yoochun
se dispuso a salir de su departamento al instante. No le tiene suficiente
confianza a ninguno de los bailarines de su novio como para presionarlos de
saber su paradero, pero a situaciones extremas.
Junsu
iba todo risas con sus amigos, pero veía a uno de ellos enviando textos y mirándole
divertido de soslayo, luego le indicó algo en voz baja al conductor y la van
tomó otra dirección. Cinco minutos después pararon en una gasolinera para
abastecerse -al peliteñido le pareció extraño, pero distraído con los otros no
prestó demasiada atención-, y luego cuando volvieron a ponerse en marcha, Junsu
se preguntó desde cuándo quien conduce usa gafas y gorra. Pero una vez más sus
análisis quedaron en segundo plano por ir conversando con los demás.
Cuando
llegaron a su destino, algún restaurante para cenar y convivir, por alguna
razón Junsu olvidó su móvil en la van y tuvo que dar media vuelta antes
siquiera de llegar a entrar al restaurante. Cuando subió buscando su preciado
móvil -que contemplaba recibir más mensajitos de su celosillo novio-, las
puertas fueron cerradas con el seguro automático y la van puesta en marcha.
- Pero
qué...
- Te lo
dije baby... - Junsu reconoció la voz de su novio. Miró al frente y descubrió
efectivamente al pelinegro conduciendo, sonriendo divertido en el reflejo del
retrovisor.
-¡¡Yah!!
¡¡Park Yoochun!!- renegó pucheroso, casi lanzándose detrás del asiento del
conductor para reprocharle más de cerca –¡¡No es divertido cuando lo haces tan
rápido!!- se queja cruzado de brazos y resopla desordenando esos mechones que
le caen sobre la frente.
-Mi idea
era no dejar que salieras con tus amigos, pero admito que me ganaste por
algunos minutos. De todas formas, estaba fuera del plan que llegaras a algún
lugar y te quedaras con ellos- sonríe orgulloso de su estrategia e incluso se
relaja sobre el asiento, permitiéndose conducir con una sola mano.
-Estás
secuestrándome y te das el lujo de verte genial mientras conduces- murmura el
menor por lo bajo, volviendo a resoplar con las mejillas coloradas esta vez.
Quién le manda a su novio a verse tan atractivo justo cuando él está
esforzándose por hacerse el resentido…
- ¿Has
dicho algo? - Cuestiona el pelinegro como si no le hubiese escuchado, pero
consciente del halago de su novio.
- No he
dicho nada, ratón feo - Espeta entonces con las mejillas infladas, cruzándose
de brazos y dejándose caer ruidosamente contra el respaldo del asiento.
- Por un
momento creí que mi siempre lindo y sexy novio se pondría a hacer uno de sus
típicos berrinches... - Sonríe todavía divertido, doblando a la derecha y
notando la mirada curiosa del peliteñido al captar que desconoce aquél camino
que han tomado.
- ¡No
soy taaan berrinchudo, Chun! - Refunfuña no menos pucheroso que hace minutos
desde que supo que su novio le 'secuestraba' - A dónde vamos, Chunnie?
-No voy
a decirte baby. Se supone que estoy secuestrándote, todo perdería sentido si te
lo hiciera saber~-
Y la
contentura del mayor incluso llega a descolocar un poco al peliteñido. ¡Pero no
puede evitarlo! Apenas van a ser las
ocho de la noche y ya tiene a su delfincito de agua dulce solo para él, lo cual
significan horas y horas de amor desenfrenado porque está seguro que el sueño
le entrará recién a golpe de tres de la mañana.
-¡¡No
sonrías así mientras me miras!!- chilló el menor, cohibido por esa mirada y esa
sonrisa lasciva que le regala su novio mientras le ve por el retrovisor.
Inconscientemente se cubre el torso con los brazos, como si de hecho Yoochun le
estuviera desnudando con la mirada.
-Tú
culpa por ser tan sexy…-
-¡Pervertido!-
-Me lo
dices a mí y fuiste tú quien en plena grabación para tu MV comenzaste a mover
las caderas sobre esa cama- acusa y logra encender de nuevo el rostro de su
novio, después de todo ya han hablado sobre eso y sabe a la perfección en quien
estuvo pensando mientras esos movimientos se apoderaron de su cuerpo.
- ¡Pero
estaba completamente vestido, y solo! - Le chilló más que avergonzado,
recordando muy a su pesar que de una forma u otra, Yoochun terminaba colándose
en sus pensamientos con cada cosa que hacía.
- Ahora
también estás vestido y de todas maneras te cubres como si no...
- Sabes
que es por la forma en que me miras~
- Te
miro como provocas que lo haga, baby - Aclara y le guiña el ojo coqueteando
deliberadamente con el menor, sabiendo que sus sonrojos siempre pueden ir más y
más en aumento... - En serio Junsu ah, cómo rayos haces para ser tan
malditamente sensual un momento y una total dulzura al minuto siguiente.
- No sé~
así soy ya. Y no me distraigas, dime a dónde vamos Chunnie~
- Ya te
dije que no, qué chiste tendría secuestrarte si te cuento mis 'malévolos'
planes... - la pícara sonrisa del pelinegro solo atrajo más pucheros y sonrojos
de parte de su novio... - Ya estamos por llegar.
Una de
las manos del pianista rebusca algo en uno de sus bolsillos cuando se detienen
a la altura de un semáforo, extendiéndoselo al menor apenas lo encuentra.
-Cúbrete
los ojos- pide atento al cruce de calles para girar en una de las esquinas
mientras el peliteñido extiende la tela negra sobre sus manos.
-¿Hablas
en serio?- pregunta incrédulo, su novio y secuestrador le pedía que se vendara
los ojos.
-O lo
haces tú, o me estaciono y lo hago yo; solo te advierto que no me hago
responsable si terminas desnudo en el proceso- sonríe mirándole de soslayo por
el espejo, soltando unas cuantas risas cuando Junsu le frunce el ceño y se
apresura en acomodar la tela sobre sus ojos.
Llegar
finalmente a aquel lujoso hotel solo tomó unos cuantos minutos; la suite
presidencial les esperaba en el último piso, la cama matrimonial con aquel
cubrecama aleopardado y esas almohadas que hace conjunto en todos dorados para
simular lo mejor posible la escena del videoclip. Un Jacuzzi en la terraza
–porque se le hacía más sexy que una piscina- y las infaltables velas
encendidas que le daban ese toque intimo y romántico.
Yoochun
guió al menor por el lobby del edificio mientras oía las quejas queditas del
delfín reprochándole por si alguien les fuera a mirar raro.
- Lo
tengo todo bajo control, baby; sospecho que te gusta quejarte porque esperas
que te mime... - Le dice al oído con voz sugerente, aprovechando que va a sus
espaldas guiándole hasta aquella habitación que hoy será su lecho de amor y
guardará entre sus paredes los preciados secretos de su relación.
- No le
habrás coqueteado a nadie para mantener 'todo bajo control', verdad Chunnie? -
Celos se deslizan en el tono de su voz. Gesto que inflama el ego del pelinegro
haciéndole sonreír todavía más confiado y en dominio de todo este asunto.
- Eres
tú quien rompe corazones y produce taquicardias alrededor del mundo con tu MV
¿y me acusas a mí de 'portarme mal'? Te desconozco baby~ - Francamente
divertido por las reacciones de su novio, el pelinegro les hace entrar en el
ascensor, aprovechándose una vez más de la momentánea ceguera de su novio y
acorralándole contra el muro de metal para acercarse con intención de besarle.
Junsu
siente la cercanía del mayor cuando sus alientos chocan y un escalofrío le
recorre de pies a cabeza.
-Nnhg~-
gimotea girando el rostro hacia un lado, culpando a esa venda sobre sus ojos
que le pone nervioso porque le impide ver lo que sucede –Si me besas pasarás de
ser secuestrador a violador…- deja escapar ese tono entre avergonzado y
pucheroso antes de jadear quedito cuando los gruesos labios del pelinegro
atacan deliberadamente la piel de su cuello.
-No vas
a detenerme con eso- ríe escondiéndose en la curva de su hombro y le ciñe a su
cuerpo, abrazándole de la cintura para luego descender y toquetear a su antojo
esa ‘S line’ que le vuelve loco –Sabes que me importa muy poco convertirme en
violador si es solo contigo-
El
carmín vuelve a arrebolarse en sus mejillas y solo bastan aquellos segundos de
distracción para que sus delgados labios sean atacados por esa boca gruesa que
entre caricias desesperadas le roba un beso hambriento y deseoso de mucho más. Yoochun
le lame los labios, se abre espacio entre ellos para profanar a su gusto la
húmeda cavidad y se encuentra con su igual al instante, chocando y resbalando
contra ese músculo, un tanto más tímido, pero que responde con la misma
intensidad.
Junsu
siente de pronto, sumido en aquel beso, aquel miembro endurecido clavársele
contra la pelvis, asumiendo de inmediato que sí, Yoochun está deseoso de
hacerle el amor.
- El
ascensor, Chun... - Jadea apenas con un respiro cuando el pelinegro se ha apartado
también en busca de un poco de aliento y continuar con aquellos húmedos
besos... - Nos verán.
- ¿Tengo
que recordarte que lo tengo bajo control? - Su pregunta suena más a afirmación
y su cuerpo busca incluso más contacto con el de su novio.
Pero
entonces recuerda que tiene todo un plan, que hacerle el amor le exige un poco
más de paciencia y autocontrol, ¡y eso ya es mucho pedirle a él! Que su cuerpo
ya arde de necesidad y su cerebro colapsa de deseo por esa intimidad fogosa
fundido con su novio. Yoochun espabila todo rastro de ansiedad por arrancarle
la ropa y detener el ascensor a medio camino para tomar a su novio ahí mismo,
lame un trocito de piel en la curvatura de su cuello y aprovechando su
distracción enganchado en los estremecimientos que su lengua y labios le
producen, toma sus muñecas y alzándolas por sobre su cabeza consigue
inmovilizarlas con unas esposas.
-¿¡De
donde sacas tantas cosas extrañas!?- crea un pequeño berrinche al sentirse
preso y jalonea entre sus muñecas las cadenas que ahora le mantienen a merced
de su… novio violador.
El
pelinegro observa de reojo el numerito que le indica cuantos pisos faltan para
llegar a la suite y se apresura en profanar una última vez esos labios que, por
un lado se fruncen en reproche, pero por otro le reciben con gusto.
-Ya casi
llegamos babe~- informa apartándose lo suficiente como para mirarle de pies a
cabeza, con los mechones oscuros despeinados, la respiración agitada y ese
innegable bulto en la entrepierna que, como el suyo, comienza a sobresalir entre
la ropa –Vamos a jugar un rato, ¿si?- ofrece con una sonrisa traviesa, bajando
las manos aún alzadas del menor para jalarle fuera del ascensor apenas este se
detiene.
-En
cualquier otra situación me hubiera emocionado al escucharte decir ‘jugar’…
pero ahora me muero de nervios- se queja con un puchero en los labios y
respinga cuando Yoochun vuelve a guiarle por la espalda, abrazándole la
cintura, respirándole sobre el cuello y ahora, inevitablemente, haciéndole
sentir lo excitado que se encuentra justo sobre su trasero.
-
¿Nervios? - Susurra contra su cuello mientras andan por el pasillo rumbo a su
habitación, tentado de continuar besándole ahí donde la nívea piel le embriaga
con su aroma... - Baby, te estoy secuestrando para castigarte por tenerme tanto
esperando por ti, y si te "violo" -Enfatiza su tono bromista como
pícaro al respecto arrancándole otro jadeo a su novio- Te aseguro que va a
gustarte tanto que no querrás que te libere nunca.
Yoochun
promete y Junsu sabe que no tiene argumento alguno para negarse a sus palabras
ni a sus obvias fantasías. Asiente por toda respuesta y se deja hacer casi
sumisamente cuando el pelinegro le empotró contra lo que -adivina- es la puerta
de la suite. Park respiró ansioso otra vez contra sus labios, Kim sintió el ardor
de sus mejillas y el calor en su bajo vientre; algo en toda esta situación de
cautiverio le ponía y hacía galopar su corazón a mil por hora.
Se dejó
entonces envolver una vez más por los deseos silenciosos del mayor
permitiéndole apresar no solo su cuerpo sino también sus labios, devorándole
casi como si no hubiese un mañana para su pasión desenfrenada. A Junsu le
estorbaban las esposas y tiraba inconscientemente de ellas buscando el libre
movimiento de sus manos para dejarlas viajar por el cuerpo de Yoochun, y sin
embargo al mismo tiempo esta sensación de adrenalina le hacía disfrutar de un
modo diferente cada roce húmedo de labios y lengua.
Separándose
apenas lo suficiente del delgado y caliente cuerpo del menor, Yoochun deslizó
la tarjeta en el sistema de acceso a la suite.
Empujó
la puerta aún presionando al peliteñido entre su cuerpo y la madera,
volviéndole a encerrar contra ella una vez que logró cerrarla y tiró por algún
lado la tarjeta, seguida por su chaqueta.
-¿Qué
vas a hacerme Yoochun?- pregunta entre expectante y preocupado, revolviendo las
piernas cuando siente la anatomía de su novio volverse a acomodar contra la
suya – ¡Nhh!- respinga ante ese ligero choque que el pelinegro genera a
propósito en sus caderas y se le colorea el rostro cuando oye esa risa
socarrona demasiado cerca.
-Me
encanta cuando te tengo así, avergonzado hasta la última hebra de tu cabello-
susurra contra los finos labios, rozándolos en besos cortos.
Los
brazos aún esposados del menor se abren paso hacia arriba, anclándose tras el
cuello del pelinegro, atrayéndole para retomar los besos apasionados de hace
unos minutos; logrando que Yoochun pierda el hilo de sus pensamientos y sea
apenas consciente de que tiene un plan y quiere seguirlo al pie de la letra.
Yoochun
consigue sobreponerse a las ganas que tiene de simplemente lanzar a su novio
contra el muro, deshacerse de sus jeans y penetrarle rápidamente para liberar
su esencia dentro de aquella comprimida y deliciosa cavidad. El pelinegro
gimoteó inconscientemente tras haber formado aquella imagen en su cabeza.
- Eres
tan jodidamente violable - Aseguró con voz ronca.
- Chun,
no digas esas cosas~ - El peliteñido rezongó con un mohín de vergüenza y
disgusto.
- No se
me da mentir, y menos cuando no tengo cabeza más que para pensar en cómo
hacerte el amor. Que por cierto... - El mayor sonrió con un dejo de diversión,
desanclando las manos de su novio de su cuello... - No es momento de que mi
cautivo delfincillo tome decisiones por su propia cuenta.
-
Q-qué...
Pero
Junsu perdió posibilidad de muchas cosas, entre ellas hilar adecuadamente los
hechos. El caso es que está ahí, acostado en aquella amplísima cama adoselada
de cuyos barrotes cuelgan tiras de seda semitransparente que hondea apenas
perceptiblemente por el aire que se cuela de los amplios ventanales que dan al
balcón.
El
cubrecama es tinto, los almohadones y cojines en diversos tonos de dorado
ocupan la cabecera de metal que resalta en aquel juego de colores. Las manos
del peliteñido han sido esposadas una a cada lado, sus piernas son libres pero
inmóviles permanecen por la prisión de las de su novio que sentado sobre su
regazo le mira hambriento de todo su ser. Y sin embargo, pese a esta situación
de cautiverio Junsu no tiene miedo, salvo la inquietud de saber cuáles serán
esta noche los límites de su novio.
-¡Mmh!
¡Chuun!- jadea al sentir los dedos del pianista desabrochándole los jeans; pero
no hace más, no los baja ni continúa tocando aquella zona y se desespera en
cierta medida por seguir con los ojos cubiertos y no poder anticipar el
siguiente movimiento de su novio –Quítame la venda de los ojooos~- pide en un
puchero, resoplando cuando mueve las manos y recuerda que están encadenadas a
la cama.
-Aún no
Junsu ah…- casi canturrea travieso, delineando con sus manos los costados del
delgado torso del peliteñido, arrancándole suaves jadeos y gemidos queditos que
le ponen más a tono, si es que eso es siquiera posible.
Las
yemas de los dedos de Yoochun tantean cada lugar que reconoce como sensible
sobre la tela, se pasean por el vientre, subiendo hacia el pecho para presionar
a su antojo esos montecitos que al instante se endurecen bajo su tacto.
-Yoochun~
Noo…- gimotea nervioso porque precisamente aquel trozo de tela que le cubre los
ojos le obliga a agudizar todos sus demás sentidos y puede jurar que cada
caricia que el pelinegro deje sobre su cuerpo le va a estremecer en placer por
más efímera que sea.
- Shh~
mi lindo cautivo no tiene derecho a protestar... - Con aquella sonrisa traviesa
de picardía pintada en los labios, Yoochun decide continuar con su extenuante
exploración de ese cuerpo exquisito que reconoce de principio a fin y hasta el
último recoveco, pero que hoy finge descubrir por primera vez.
-Pero
Chunnie~ - El menor lanza todo su arsenal de pucheros, esperando que aquellas
tiernas armas ablanden a su novio y franquear sus defensas.
- Sin
peros, baby; o tendré que amordazarte también... - Amenaza con suficiente
seriedad como para que su tierno y sexy novio lo tome en cuenta, pero todavía
con suficiente suavidad para que sepa que esto es parte del juego y espera su
cooperación.
-Babo…-
balbucea remordiéndose los labios, sintiendo la tela de su camiseta alzarse
mientras el cuerpo del pelinegro, que está sobre el suyo, retrocede a la par
–Nnnh~- el aliento de Yoochun choca contra la nívea piel de su vientre y pronto
son los labios gruesos los que se deslizan sobre su anatomía.
Le besa
con parsimonia, quizás demasiada para gusto del menor y hasta el mismo
pelinegro, pero quiere probarle completito, quiere hacerlo llegar hasta aquel
punto en el que ya no pueda más y le pida entre gemidos desesperados que le
haga el amor hasta partirlo en dos; quiere ‘aprovecharse’ de Junsu y su cuerpo
sexy toda la noche, una y otra vez.
El mayor
mordisquea la piel bajo su boca, colorea de rojizo algunas zonas cuando las
succiona y deja una estela húmeda en su camino hacia el norte del torso ajeno.
Con una de sus manos continúa alzando la tela de la camiseta, hasta que
descubre esos pezones color canela que erguidos se le hacen agua a la boca.
-Deja de
mirarme así…- oye la voz de Junsu murmurar apenas, nuevamente sonrojado hasta
las orejas.
-Cómo
sabes que te estoy mirando?- cuestiona con una sonrisa, dejando algunos besos
justo en el centro del pecho de su peliteñido novio, esperando una respuesta
antes de atacar esos manjares que le siguen llamando la atención.
-Porque
te conozco a la perfección, pervertido…- explica esbozando una sonrisita
avergonzada.
- Oh,
así que me conoces baby... - El pelinegro señala con sorna, ladeando la sonrisa
hasta casi dibujarse con auténtica perversión y por alguna razón (quizá el
nivel de compenetración empática y emocional) el cuerpo bajo el suyo tiembla
presa de emociones incomprensibles... - Y, según mi lindo cautivo, qué se
supone que te haré ahora... - Cuestiona con altanería, resbalando las yemas de
sus dedos por los costados del pecho hasta las axilas del menor trazando
entonces con su lengua caminos improvisados de saliva sin llegar a enfocarse en
los montecitos canela que erguidos continúan a la espera, y alrededor de los
cuales la piel se ha erizado en muestra de nerviosismo y expectación.
-
Pues... - Junsu traga hondo. Repentinamente su novio ha hecho algo que no
esperaba (incluso en esta situación que le resulta novedosa pues nunca antes
habían "jugado" así) y no poder mirarle a los ojos le resta facultad
para advertir nada ahora.
-
Pues... - Le insta a continuar, yendo en todas direcciones por su torso sin
llegar a realizar esos movimientos que recién ahora en sus pensamientos le
parecen predecibles.
Atender
los pezones de su novio habría sido su actividad durante minutos antes que
enfocarse en otra tarea. E incluso ahora pasar de largo por ellos le cuesta
mucho autocontrol pues todo cuanto quiere es lamerlos y succionarlos, obtener
de esa boquita rosada jadeos y gemidos que suspiren su nombre y le pidan por
más.
-Nnh,
Chun…- se queja frunciendo los labios, tensando los brazos cuando el músculo
caliente se acerca peligrosamente a la piel canela y le hace estremecer,
expectante de atenciones en aquel lugar; deja escapar un jadeo cuando el camino
se desvía y la desesperación le obliga a revolver las piernas –Yoochuuun…- le
llama pucheroso y oye esa risa ladina que no se hace esperar en respuesta.
-¿No
estoy haciendo lo correcto?- continúa con sus preguntas y desliza sus manos
cuesta abajo, jalando consigo los jeans del peliteñido hasta dejarlos a medio
muslo, pero sin tocarle ni quitarle nada más.
-Noo~
Allí todavía…- murmura entre jadeos cuando siente la boca de su novio besarle
bajo el ombligo; el cosquilleo en su pecho le insiste en que quiere las
atenciones del pelinegro y le resulta demasiado vergonzoso admitírselo ahora
que las cosas han tomado un rumbo inesperado.
-¿Donde?-
susurra repentinamente muy cerca a sus labios, tanteando la piel con sus manos
nuevamente – ¿Aquí?- pregunta acariciándole sobre las costillas con las yemas
de los dedos, recibiendo una negación de cabeza por parte del menor – ¿Más
arriba?- sonríe dejando un beso sobre su boca, atrapando ese gemido excitado
que nace en la garganta del peliteñido cuando los pulgares de Yoochun rozan sus
erguidos pezones.
Junsu
siente cual si estuviese alzándose con alguna victoria. Ha conseguido de
aquellos labios ese beso apasionado que lentamente ha dejado sobre su boca la
estela húmeda y caliente de todo su deseo a flor de piel. Además, el tacto de
los dedos de Yoochun le hacen estremecer incluso más fuerte que antes, llevar
aquella tela sobre los ojos privándole de la vista, vaya que ha maximizado a
sus otros sentidos. Las percepciones de su piel al sentir el calor del cuerpo
del pelinegro tan cerca del suyo, haciendo estragos en su desprolijo cerebro;
los tonos en la voz ronca, varonil y seductora que le eriza la piel y hace que
su corazón galope peor que potro desbocado en una colina empinada; y ahí,
tumbado sin demasiada posibilidad de participación esposado a los barrotes,
incluso los aromas de su novio le hacen sentir demasiado expectante y excitado,
su colonia, su champú, su sudor, su sexo erguido clavándosele descaradamente en
la pelvis.
- Baby...
- Su voz le arranca de tajo de aquellas sensaciones, sus dedos siguen
torturando sus pezones rozándolos tan lenta y suavemente que quiere gritarle
que haga más que eso, que necesita su lengua y sus labios... - Eres un cautivo
muy callado y "sumiso"... -Hay picardía y travesura en su
insinuación, y Junsu sabe que su rostro se ha enrojecido por completo cuando
las palabras van acompañadas de esa caricia descarada que cae sobre su
semidespierta erección.
-Ummh~-
suspira con la respiración alterada, remordiéndose los labios antes de
responder a la implicación de su novio – ¿N-no es eso normal acaso? Me has
secuestrado y me traes todo nervioso…- informa jadeoso, sintiendo como los
jeans terminan de abandonar su cuerpo – ¿No sería raro que te pida por más cuando
supuestamente vas… a… ‘violarme’?- pregunta quedito, sonrojado cuál farolillo
porque es consciente de que le encanta que su novio le haga el amor, así le
cambien los términos y de vez en cuando le llamen ‘sexo’ o ‘violación’. Ambos
se aman irremediablemente, así que sean las que sean las letras que conformen
la palabra, saben que el sentimiento no va a cambiar.
-Mm…
buen punto- sonríe convencido, besando la piel del cuello del peliteñido
mientras su mano continúa frotándose contra la tela del bóxer que se ciñe cada
vez más a ese creciente bulto –Pero quiero oírte gemir y gritar mi nombre muy
fuerte, ok baby?-
-¡Ahh!
Yoochuun~-
Ni
siquiera le da tiempo a sonrojarse de nueva cuenta; el pelinegro ha cerrado sus
labios sobre uno de los pezones color canela de Junsu y le ha hecho temblar de
purito placer. Su lengua se enreda en ese trocito de piel erguida y le chupa a
su antojo hasta arrancar esos gemidos agudos que le ponen a tono otro poco.
Los
jadeos y gemidos que arrastran el nombre de Yoochun se suceden uno tras otro
sin tregua, el pelinegro sonríe internamente tras su logro, aunque aún quiera
más, mucho más de este hombre que se le entrega sin más demandas que la
complicidad del sentimiento compartido. Su boca pasa entonces de un montecito a
otro los llena de saliva y sopla de tanto en tanto sobre ellos produciéndolo
todavía más espasmos de placer ante el contraste fresco que produce la humedad
de sus lamidas y succiones contra la tibieza de su aliento cálido. Junsu
revuelve las piernas y las manos, siente el roce metálico de las esposas
ceñirse a su piel enrojeciéndole las muñecas.
-
Tranquilo, te vas a lastimar... - Su novio susurra con serenidad, subiendo una
vez más a sus labios dejando cortos besos, trepando por sus mejillas y pelo
hasta los brazos y de ahí hasta las muñecas, mismas que lame con especial
esmero cual si quisiera aliviar cualquier posible dolor.
- Quítalas,
Chun. Prometo portarme bien... - Jadea y encorva la espalda elevando en el acto
su pelvis y rozándose contra el cuerpo de su novio.
El
pelinegro se toma unos cuantos segundos para pensarlo, quiere seguir jugando
sobre el cuerpo de su baby, pero a la vez le desagrada que se lastime de
aquella manera.
-No vas
a quitarte la venda de los ojos- ordena buscando la pequeña llave plateada en uno
de los bolsillos del pantalón que aún trae puesto –Voy a castigarte si lo haces
babe- ‘amenaza’ con una sonrisa traviesa, besando cada una de las marcas
rojizas que han pintado la piel de las muñecas del menor a la par que le
desencadena de la cama.
-No lo
haré~- asegura buscando con sus brazos libres una manera de enroscarse
alrededor del cuello del mayor, pero antes de siquiera poder moverse, su
camiseta abandona su torso y le deja solo en bóxers.
La
carnosa boca de Yoochun le ataca sorpresivamente, siente como la lengua de su
novio juguetea contra la suya robándole hasta el último resquicio de cordura;
sus manos se aferran a los mechones azabache y tironea de ellos cada vez que el
movimiento de sus cuerpos les obliga a rozar sus caderas.
Junsu
recibe mordiscos contra sus labios y siente su cuerpo febril estremecerse por
cada detalle, su entrepierna parece haber alcanzado el punto máximo de
excitación tras tantas sensaciones trastocando sus sentidos.
- ¡Chun!
- Gimotea en reclamo cuando su labio inferior es tironeado con un poco de
fuerza.
- No te
has portado bien... - Su novio sonríe, el peliteñido puede escucharle hacerlo e
inconscientemente un puchero aflora en sus labios.
- ¿Por
qué? No he hecho nada "prohibido"... - Suelta de nuevo su arsenal de
pucheros pero no consigue más que ser apresado con fuerza contra el colchón.
- Tiras
de mi cabello... - Excusa y sabe por demás que es absurdo, sin embargo de
pronto es el pretexto perfecto para "castigarle"
- Ha
sido sin querer~ Además es tu culpa por tenerme así.
- Así
cómo, ¿mh? - El pelinegro delinea con sus dedos ese caminito de vello apenas
perceptible que nace del ombligo y se pierde sensualmente en dirección al sur.
- Tan
alterado... - Gimotea... - No sé qué harás a continuación y estoy muy... 'caliente'...
- Murmura avergonzado.
Y por un
momento, solo un segundo, Yoochun desea tener al Junsu seductor que su novio
muestra en su nuevo video musical, que le baile así de coqueto y le mire con
sonrisas sexys. Se encuentra tentado de doblegarse, de deshacerse de la ceguera
de su novio y convertirse en un 'secuestrador' conmovido por su 'prisionero'.
El mayor
admite que no puede apartarse de la adictiva boca del peliteñido, la cual para
variar ya está rojiza e hinchada de tanto beso y así todo, eso solo le hace ver
más sexy y provocativo. Gruñe inconscientemente sobre los labios ajenos al
recordar a esa chica que también estuvo en partes de la escena de cama en el MV
y en un solo movimiento se quita su propia camiseta antes de abrazarse al menor
y rodar con él sobre el colchón para dejarle sobre su cuerpo.
Por
inercia Junsu acomoda sus piernas a cada lado, sentándose a horcajadas sobre su
novio mientras sus labios aún son profanados con lujuria.
-¡Mmh!-
jadea al sentir las manos del mayor apretujarle el trasero sin tapujos y un
escalofrío le recorre hasta el bajo vientre cuando oye esos gemidos roncos que
Yoochun deja escapar al presionarle contra su pelvis.
-Descúbrete
los ojos- dice aún cerca a su rostro, encontrándose instantáneamente con las
orbes avellana cuando el peliteñido jala la tela hacia abajo y recupera la
vista.
Su
mirada recorre la habitación unos momentos; el parecido con aquel escenario en
el que grabó parte de su video clip le hace sentir extraño por unos segundos…
hasta que la posición en la que se encuentra y el recuerdo efímero de sus
movimientos en el video hacen conexión en su cabeza y solo atina a sonrojarse
hasta las orejas.
- ¿Ahora
vienes a avergonzarte? - Yoochun sonríe divertido, aunque todavía sienta
también ese ardor de celos en la boca del estómago. Hay cosas a las que
acostumbrarse o hacerse a la idea de que sucederán, no resta el desagrado ni
los celos.
- Pero
Chunnie~ es muy, pero muy diferente, lo que hice para el MV y lo que estamos
haciendo.... - Puchea pero al segundo, cuando su novio le acaricia los muslos y
sigue camino hacia el centro hasta alcanzar la base de su virilidad
acariciándole sinuosamente, decide dejarse llevar un poco más... - Además a ti
te encanta como me muevo... - Sonríe coqueto y deja fluir nuevamente ese
movimiento pélvico que hace jadear a ambos.
- Claro
que me gusta, nghh... cuando te mueves para mí... - Le mira a los ojos y
continúa estimulando la erección de su novio en tanto él sigue moviéndose de
aquélla forma tan sugerente llegando a encontrar tortuoso pero placentero el
roce aún con ropa de por medio, aumentando la excitación y las ganas de
desnudar y ser desnudado.
-No
querrás decir, cuando me muevo ‘sobre’ ti?- pregunta con esa sonrisita pícara
que fluye natural cuando su faceta sexy comienza a tomar un poco de control;
sus dedos buscan deshacerse del pantalón de su novio, pero apenas logra
desabrochárselos se distrae de súbito por culpa de esa mano que se ha colado
bajo sus bóxers para sujetar su hinchada entrepierna –Aaah~ ¡Yoochun!- gime arqueando
la espalda al sentir la presión de los dedos de su novio sobre la punta de su
hombría.
-Para
mí, sobre mi…- repite acariciando la carne ardiente, masturbándole sin haberle
quitado la última prenda aún – ¿Pero sabes que es lo que me gusta más?- cuestiona
sin dejar de observar esos gestos cruzados en placer que se dibujan en el
rostro del peliteñido con cada nuevo toque que deja en su cuerpo.
-¡Nnnh! ¿Qué
es?- apenas responde curioso, buscando la mirada del pelinegro; estremeciéndose
cuando llega a ahogarse en esos ojos ónix que brillan lujuriosos mientras
recorre su cuerpo.
-Cuando
me montas baby- responde lascivo; y con solo imaginarse la escena, le entrar
renovadas ganas de arrancarle los bóxers y penetrarle de una buena vez.
Junsu se
sonrojó -por qué cómo no hacerlo con esos ojos ónix devorándole lujuriosos-
pero conservó entonces esa mezcla perfecta de timidez y sensualidad, con esa
pequeña pero significativa sonrisa en cuya curvatura se dibuja la picardía que
él también es perfectamente capaz de derrochar, inclinándose sobre el cuerpo
del pelinegro para besarle profundamente, colando su lengua sin pudor alguno,
siendo él quien arrancara jadeos amortiguados entre sus bocas fusionadas
mientras Junsu deja caer su cadera presionándola directamente contra el
pronunciado bulto de su novio.
Yoochun
aprovechó la posición de su novio -mientras luchan entre besos por un dominio
fugaz de pasión y fuego- para acariciarle y apretujarle el trasero a su antojo
con ambas manos habiendo renunciado momentáneamente al calor y la textura del
falo que estimulaba, deslizando el bóxer hacia abajo, descubriendo esos
redondos y firmes glúteos en cuya piel tibia se dibujaron los trazos de sus
dedos toscos marcando el ritmo de su deseo.
Junsu al
sentir aquel trato se sintió un poco más ansioso y necesitado de la desnudez de
su novio, del calor sofocante de su cuerpo.
Sin
despegar sus labios, el peliteñido retoma la tarea de quitarle al mayor esos
molestos pantalones y en medio de los besos fogosos jala la prenda con un toque
de desesperación marcando sus movimientos. Yoochun le permite hacer lo que
desee por unos instantes; le ayuda alzando la cadera para poder deslizar la
tela con mayor facilidad y se estremece irremediablemente cuando la pelvis de
su novio vuelve a encajar sobre la suya.
-Chun~
Tócame más- pide en algo parecido a un ronroneo sexy mientras repite aquel
movimiento pélvico aún sentado a horcajadas sobre el pelinegro; una de sus
manos se cierra en torno al grosor del falo de su novio, torturándole por estar
haciéndolo sobre la tela de los bóxers.
El mayor
siente como toda la sangre del cuerpo se le acumula en la extensión al sur de
su anatomía, gime ronco y se remuerde los labios ‘intentando’ guardar la
compostura suficiente para tenerle piedad a la ropa interior de su peliteñido
novio y no rasgarla hasta dejarla hecha pedazos en el suelo. Aunque con el
calor que trae encima y las ganas de violarse a su novio, no cree que el menor
sea capaz de culparle por sus actos salvajes cuando es él mismo quien se los
provoca.
La mano
de Junsu subió y bajó lentamente, la palma estaba caliente y sudada por lo que
el roce contra el hinchado miembro era más placentero para Yoochun, cuyos
gemidos sonaban más y más elevados en potencia.
- ¡Fuck!
- Gimió cuando el movimiento pélvico realizó esa onda circular que le hizo
sentir mucho más acalorado... - Jugaste demasiado con fuego, baby... - Dijo con
lujuria, empujándole bruscamente contra el colchón y arrancándole finalmente
los bóxers, prenda a la que le siguieron sus ropas también, quedando finalmente
desnudos.
Gemidos
ahogados murieron entre besos fogosos, caricias apasionadas y esa fricción de
caderas que aumentó la libido a cifras estratosféricas, era imposible que el
ambiente se caldeara más.
- Nghh
Chun... ¿no querías que te ahh montara? - El menor sonrió coqueto, colando otra
vez la mano entre sus cuerpos alcanzando el falo caliente de su novio... -
Quiero 'esto' dentro de mí~ - ronroneó sugestivamente...
-¿Lo
quieres?- repite separándole las piernas al peliteñido para luego acomodar una
de ellas sobre su hombro y dejarlas en ángulo –¿Qué tan profundo?- cuestiona
dejando escapar ese tono lujurioso entre sus labios mientras aparta los dedos
de su novio y desliza la punta de su erección sobre la piel rosácea de la
ceñida intimidad.
-¡Ahh!
Chunnie~- jadea aún sonriente, arqueando la espalda involuntariamente cuando el
pelinegro desciende con sus labios gruesos a besar uno de sus pezones sin dejar
de frotarse contra su anillo –Mmh… Dámelo~ Hasta el fondo… rápido~- gimotea en
medio de un espasmo; que la lengua de Yoochun está haciendo de las suyas en su
pecho y esa fricción morbosa combinada con los niveles de calor le está
volviendo completamente loco.
-Sabes
que nhh aún soy el secuestrador, ¿no?- sigue torturándole divertido, sonriendo
más amplio cuando presiona la hinchada punta de su hombría en la estrecha
entrada solo para hacerse un pequeño espacio y luego salir recibiendo reproches
por parte de ese excitado Junsu que tiembla bajo su cuerpo –Qué pasa baby? ¿No
te gusta ‘solo la puntita’?-
-¡¡Mmhg!!
¡¡Park Yoochun!!-
Junsu
quiere gritarle y golpearle por atreverse a tenerle en tal estado y disfrutar
torturándole de aquella manera, pero todo cuanto puede hacer es anclar sus
manos en el trasero de su novio e intentar empujar contra su propio cuerpo
buscando la profunda penetración.
- Eres
tan sexy así de desesperado, baby... - Yoochun sonríe más que gustoso por la
actitud del menor.
Se ancla
con las rodillas sobre el colchón impidiéndole al peliteñido llegar a conseguir
que vaya más allá dentro de su cavidad. Junsu gimotea de nuevo y exige que le
demuestre por qué es su "macho alpha", pero una vez más el pelinegro
se niega, hace su voluntad -así aquello lo tenga a él también al borde de la
locura- y juega a meter y sacar la punta de su erección de aquel espacio tan
íntimo de su novio.
-
Chunnie~ nghh por favor~ - El peliteñido recurre entonces a su lado dulce, a
esa carita de ángel y su mirada tierna, alargando una de sus manos para
alcanzar aquella zona en la anatomía del mayor.
Junsu ha
cogido una vez más entre sus manos el tronco de Yoochun, acaricia la extensión
ya que sigue siendo únicamente la punta la que se desliza en su interior;
alcanza los testículos y los acaricia con su caliente mano buscando llevarle
también a sus propios límites, encenderlo a tal punto que el pelinegro se
comporte como ese "chico malo" en que un "secuestrador"
debe convertirse.
Se
remuerde los rosados labios mientras sus mejillas se tinturan otro poco de
carmín y aprovecha para mirarle avergonzado, sabiendo que está dando justo en
el clavo con cada una de sus acciones después de oír ese gemido ronco que
Yoochun suelta mientras sigue masturbándole con sus manos.
-¡Ahnng!
¡Junsu!- El menor logra arrancarle un gemido alterado cuando decide mover la
pelvis para seguir buscando más contacto. El pelinegro ha estado conteniéndose
desde hace bastante rato y la cordura amenaza con esfumarse de un segundo a
otro, especialmente ahora, observando a ese Junsu sonrojado que le pide
perderse en su interior.
-Yoochunnie~-
gime quedito cuando el mayor presiona otro poco en su entrada, se siente tan
estrecho que le sofoca de una manera deliciosa –Chunnie, por favor~- pide
nuevamente, haciendo el ademán con una de sus piernas para enroscarla en la
cadera de su novio.
-Te
estás portando mal, babe- le riñe agachándose lo suficiente como para poder
besarle los labios hasta volvérselos a humedecer –¿Vas a seguir provocándome
así?- cuestiona divertido, dejando que Junsu se aferre a su cuello con ambos
brazos –Voy a darte duro baby- advierte en un susurro, buscando esa mano que
aún sujeta su hombría para apartarla y entrelazar sus dedos; mientras que lleva
la contraria a su boca y llena los dedos de saliva para poder lubricar la
estrecha intimidad y su propio falo.
El
pelinegro estaba rayando el límite de su autocontrol, es consciente que una vez
dentro de su novio es capaz de perder los estribos y no quedará ni un solo
resquicio de cordura hasta que haya pasado el orgasmo. Y es entonces que oye la
voz excitada del menor y todo se va por la borda; ese ‘fuck me’ con tono
impaciente le ha sonado a gloria y a mandado a la mismísima mierda cualquier
idea cuerda y condescendiente en su cabeza. Va a ‘violarse’ a su novio ; duro,
rápido y profundo, hasta hacerlo gritar.
En el
olvido queda cualquier intención de prepararle, Yoochun se aparta y se acomoda
mejor entre las piernas de Junsu, mantienen sus manos entrelazadas como único
rasgo de ternura, mientras con su virilidad perfilada en la comprimida entrada
le advierte con la mirada llena de pasión a su novio lo que vendrá. El
peliteñido toma aire y anclado al cuello de su novio cierra fuertemente los
ojos al tiempo que siente se sofoca y le tiemblan las piernas a la vez que
siente un intenso calor estallar por todo su cuerpo.
El
pelinegro ha penetrado de una, tan rápido que incluso él se sintió sofocado por
aquellas paredes comprimidas que rodean su hombría. El gemido ronco que nace de
su garganta se contrapone con el agudo gimoteo del peliteñido, siente una
punzada de culpa cuando advierte el palpitar -quizá dolorosa- de la cavidad que
lo apresa, la carne apretada, caliente y húmeda le hace sentir de una forma
indescriptible toda esa excitación que se le agolpa en la pelvis y le insta a
moverse. Al diablo las preocupaciones, Junsu le pide que siga...
- No te
detengas ahora, Chun... - Gimoteó extasiado como sofocado, nublado en placer.
El ardor de su intimidad no tenía punto de comparación con esas oleadas de
calor que parecía le harían perder la cordura.
-Aahrg,
mierda~- se queja entre gruñidos ahogados cuando empieza a embestir el febril
cuerpo de su novio; el ardiente interior del menor se ciñe y presiona el
hinchado falo, le asfixia en placer invitándole a hundirse más profundo en
aquel estrecho pero acogedor lugar. Yoochun deja chocar su pelvis contra el
trasero del peliteñido, le sujeta fuerte de la cadera y deja las marcas de sus
dedos en la nívea piel mientras siente como las uñas del menor le raspan a la
altura de los omóplatos.
-¡Más
rápido! Rápido~ Mhh- Junsu gimotea con los ojos entrecerrados, relamiéndose los
labios entre jadeos antes de abrir la boca y dejar escapar uno que otro gemido
con mayor volumen; el pelinegro se pierde dentro de su cuerpo con tal fuerza
que en cada una de las estocadas se frota deliciosamente contra su próstata, y
puede jurar que va a correrse más de una vez si sigue con ese ritmo –Ahh
Yoochun~- respinga al sentir como el pelinegro se aparta de su pecho, sin
apartar sus caderas y tomándole de las manos para entrelazarlas nuevamente,
para quedar arrodillado sobre el colchón y poder observar esa perfecta y sexy
anatomía que se retuerce en placer bajo sus embestidas.
Las
pupilas del pelinegro recorren con lujuria ese cuerpo que le invita a pecar
diariamente, jala de las manos al menor para atraerle a su pelvis en cada nuevo
choque manteniendo aquella posición; sonriendo cuando Junsu pronuncia su nombre
en voz aguda y le provoca otro poco, haciéndole buscar una nueva pose.
Resulta
sencillo entonces simplemente dejarse ir hacia atrás. Yoochun sabe lo que
quiere, y cómo Junsu disfruta tomando control. Así es como queda nuevamente
tumbado sobre el colchón, con las piernas flexionadas para que así en cada
movimiento de Junsu su falo se siga enterrando profundamente en su intimidad.
- ¡Amhh
Chun! - Gimió extasiado, retomando esos movimientos pélvicos circulares
mientras se mantiene abajo, sintiendo cómo el miembro del pelinegro se remueve
en su interior sin dejar de tocar ni un instante ese punto sumamente placentero
que le hace ver incluso medio borroso.
- Monta,
baby... - Ordena con voz ronca, presionando la piel de sus muslos y gimiendo
alto cuando el peliteñido hizo caso comenzando a subir y bajar.
Dejaba
caer su pelvis con fuerza, cogiendo rápido el ritmo que tanto le gusta,
sintiendo la potente erección de Yoochun entrando hondo y golpeando su punto
sensible haciéndole jadear alterado.
-Mmmhg~ ¡Yoochuuun!-
casi chilla con voz aguda, respirando laboriosamente luego de aquella descarga
eléctrica que le ha sacudido desde el punto más receptible de su anatomía hasta
los dedos de las manos y los pies –Ahh, voy a… nhh~- intenta advertir en vano.
Sabe a la perfección que Yoochun no va a parar aunque llegue al orgasmo.
Yoochun
presiona con sus dedos la piel de las piernas ajenas, sube por los muslos y se
ancla a las caderas para ayudarle con ese rebote incesante que ejerce sobre su
pelvis; dirige ambas manos a los redondos glúteos, los apretuja y tironea de
ellos para hacerse más espacio cada vez que Junsu desciende y traga su hombría,
en incluso se atreve a pellizcarlos suavemente antes de dejarle un par de
nalgadas, no tan rudas, pero lo suficiente como para hacerle estremecer.
-Oh
fuck~- el pelinegro jadea cuando la intimidad de Junsu se comprime cada vez que
un escalofrío le recorre y a sabiendas de que está a pocos segundos del clímax,
busca con una de sus manos esa erección desatendida, pero ansiosa por sus
caricias.
-¡Chunnie
noo~~!- apenas gimotea el peliteñido, aferrándose con dedos y uñas a los
costados de su novio mientras su semen se dispara irrefrenable sobre el torso y
parte del cuello del mayor.
-No
pares Baby, no pares- insiste sin dejar de masturbarle, ayudándole con la mano
contraria a mantener el ritmo de su cabalgata.
Junsu
siente los espasmos de su orgasmo correrle de pies a cabeza, al mismo tiempo
todavía siente renovadas oleadas de placer sacudir su cuerpo por cada una de
aquellas estocadas salvajes, profundas y veloces. Cada una tan deliciosa como
la anterior. Y lo sabe, puede sentir las contracciones de su anillo
comprimiendo la erección del pelinegro, le asfixia al borde de la locura y
saber que tiene este poder sobre él solo incentiva su libido.
- N-no
Chun... no me toques ahhh así... - Gimotea sudoroso, con todos sus signos
vitales disparados por esa mano que tampoco ha dejado de estimularle, notando
cómo otra vez su virilidad se hincha sintiéndose tan febril que podría
colapsar.
- Vamos
baby, ¡nghh! Sabes que... está cerca... - Gime con él y entierra sus dedos en
los redondos glúteos cuando siente ese calor concentrarse en su bajo vientre.
La
cabalgata de Junsu no frena aunque se vuelve irregular, Yoochun le observa
embelesado. Su novio en los límites de su excitación, sudoroso, sonrojado y al
borde de otro orgasmo es la imagen más erótica posible de presenciar. Y es lo
que más le arrastra a su propio éxtasis.
-¡Chunnie!
Ahh~ Chunnie~- la voz del peliteñido resuena en la habitación, se mezcla con
los jadeos y las respiraciones pesadas que acompañan a ese chasquido provocado
por sus caderas en movimiento.
Ambas
miradas se encuentran en medio del ardor que envuelve sus cuerpos; los
estremecimientos comienzan a correr sobre sus pieles y saben que están muy
cerca al inminente final.
Yoochun
se sienta sobre el colchón en cuestión de segundos, atrae al menor entre sus
brazos y con ambas manos le sujeta el trasero para ayudarle a moverse hacia
adelante y detrás, llegando profundo y certero hasta ese lugar en su estrecho
interior que le hace vibrar con renovadas ganas.
-Mmmh~
¡Ah! Ahh~- Junsu gimotea y se abraza con
fuerza al cuello de su novio, presionándose a él lo más cerca que puede para
estimular su erección apresada entre ambos cuerpos.
-Oh my
god, baby~- balbucea con los sentidos nublados, su mente colapsa en mil y un
fuegos artificiales que se reparten por cada ínfimo lugar de su anatomía cada
vez que la intimidad del peliteñido se ciñe a su falo -¡Ahh fuck!- gime alto y
ronco cuando el menor alcanza el orgasmo por segunda vez e inconscientemente le
araña la espalda mientras se abraza con más fuerza.
El
sofoco es de tal magnitud que no advierte la velocidad con la que llega al
clímax, el tiempo se detiene unos momentos y las corrientes de placer que nacen
en su bajo vientre se dispersan en oleadas por todo su cuerpo; obligándole a
llenar con su esencia la estrecha cavidad que aún le rodea.
Y se
quedan entonces ahí, en medio de la cama desordenada de almohadones y sábanas
impregnadas de su sudor y el aroma de sus sexos, abrazados con la respiración
intermitente y los espasmos retirándose lentamente, mientras sus cuerpos
recobran la normalidad de todos sus signos vitales y los sentidos les dan para
registrar algo más que el sopor del clímax.
Junsu es
el primero en apartarse del escondite que había encontrado en el cuello de su
novio para "reposar" el orgasmo, deja caer su frente sobre la del
pelinegro y sonriendo agotado desliza sus labios por la mejilla hasta sus
labios, comenzando a besarle despacio, recibiendo la ternura que no rebosara
antes mientras se entregaban apasionadamente. Yoochun le acaricia la espalda
subiendo por la espina dorsal, su otra mano se asió a la nuca del menor para no
dejarle escapar. Parecía como si no fuese suficiente nunca, como si toda su
vida pudiera estar pegado a esos dulces labios rosados que tibios y delicados
le devuelven una belleza sinigual.
-
Incredible... - Susurra el pelinegro, medio perdido en el mar de sentimientos
que su chico ha asentado en su corazón y más allá en su alma misma.
Junsu
sonrió emocionado. Escuchar el título de su reciente trabajo en labios de
Yoochun simplemente le llenaba de júbilo. Quiso responderle algo, algo que
pudiese extraer justamente de esas canciones que ahora eran su todo, pero no
sabía qué, y realmente quería hacerlo. Era el momento y el ambiente perfecto,
ahí, sentado en el regazo del amor de su vida, sintiendo aún sus anatomías
unidas, el calor de sus cuerpos pegados, el amor de sus besos pausados.
-I want
to wake you up every morning~ Walk with you home every day~- deja fluir la
letra en inglés con su melodiosa voz y sonriente continua, esperando que su
novio adivine de que canción lo ha sacado -I want to hold your hand, want to
hug you, want to kiss you~- y con la última frase topa sus labios nuevamente
sobre los más gruesos, siendo correspondido al instante.
Yoochun
se toma unos segundos para ubicar la canción y melodía correcta; atrae al menor
entre sus brazos para ambos terminar recostados sobre la cama sin haber interrumpido
la cercanía, ni ese abrazo que les mantiene unidos.
-Mm… ¿“I’m
confessing now”?- cuestiona perdiéndose en esos ojos avellana que le observan
con un brillo divertido, Junsu asiente con la cabeza, sonriendo lindamente
antes de estirarse hacia la boca del mayor para besarle corto de nuevo
-Cántamela en coreano- pide Yoochun en un susurro apenas sus labios se separan,
pero la distancia se mantiene intacta.
-Quería
presumirte mi inglés- puchea también en voz bajita, que con la cercanía ya no
es necesario alzar el tono; además de que les encanta hablarse así, sumergidos
en esa burbuja de romanticismo que solo les pertenece a los dos.
-Baby,
creo que voy a secuestrarte más seguido…- el pelinegro ríe quedito y esconde el
rostro en la curva del cuello de su novio, dejándole unos cuantos besos sobre
la piel.
-¡Chunnie!
¿Y ahora por qué?-
-Porque
te amo- confiesa como si fuera la primera vez que aquellas palabras salen de
sus labios mientras se aferra receloso a ese cuerpo que le comparte su tibieza
-Te amo tanto, tanto, que me cuesta compartirte con el mundo… así que te quiero
solo para mí-
Junsu
suelta una risita avergonzada, sabiendo que el rojo de sus mejillas no se irá
nunca mientras Yoochun le siga tratando así, con todo ese amor que le enamora
cada día mucho más que aquel cuando se confesaron sus sentimientos.
-
Yoochun ah, eres el pervertido más romántico de todo el mundo, y estoy feliz
porque eres mío... - su voz murmurada con esa dulzura tan suya hace temblar el
cuerpo del pelinegro de pura emoción... - Te amo tanto, que seguiré haciendo mi
vida para siempre contigo.
Dos
sonrisas enamoradas y un nuevo beso, uno cargado de todo ese sentimiento que a
veces parece no les cabrá en el corazón.
Y saben
que aquellas últimas palabras de Junsu llevan implícitas ese otro paso para el
que su relación aguarda. Un juntos por siempre con sabor a matrimonio. Yoochun
toma nota mental y se promete a sí mismo, sí, volver a secuestrarle y en una
noche tan hermosa como esta, disponer de un anillo que les una en un lazo tan
significativo como el que ya tienen.
Esa, es
solo parte de la promesa del amor eterno que han realizado ya desde hace mucho,
mucho tiempo.
FIN~
Aaaaaaaa♥♥♥♥♥ Feliii♥
ResponderEliminarMiles de gracias por la oportunidad de escribir juntas de nuevo♥ Eres increíble y jamás me cansaré de repetirtelo :') Cada día te admiro y te quiero más ;3; ♥♥♥ Aprovecho también para agradecerte de nuevo por haberme dado ánimos estos últimos días, que no han sido los mejores para mi, pero me has arrancado más de una sonrisa y aprecio muchísimo eso♥ Escribir contigo me ha despejado también de cualquier otro pensamiento que haya podido incomodarme además que me he divertido mucho con este par de sexys hermosos >w< ♥♥♥
Gracias nuevamente♥ Te quiero muchoo♥♥
P.D: Algún día llegaremos a nuestra colaboración 100♥ *^* xD
Owwwwwwwwwwwwwwwwww♥♥♥♥
ResponderEliminarOtra vez termine llorando, creo que ya es costumbre en mi pero esas ultimas palabras de JunSu y esas sonrisas *suspira* Su amor es tan, tan grande que no tengo palabras.
Por alguna razón a mitad del shot empezó a sonar No Reason en mi cabeza (Recientemente tengo un trauma con esa cancion xD) es decir la letra es demasiado SHGSDHSGDHGSHDGSHDGHSADGHS♥ xD Y no se juro que me da algo cada que JunSu se pone tan desesperado que prácticamente le exige a YooChun que le haga suyo sin importarle nada.
Y la voz de YooChun >.< es demasiado sdjsahdgsagdsadhsagdsgdsgdshgahd♥ Tan sexy provocando a su delfincillo~ xD
De echo merece su parcela en el cielo (Que creo que ya la tiene mas que ganada xD) por su autocontrol xDD Tener a JunSu a su merced y darse el tiempo de torturarlo es todo un reto (Aplausos por favor xD)
Y JunSu. Oh JunSu juro que me da un no se que cuando le araña la espalda a YooChun *u* siento que es su forma de "marcarlo" aunque no necesite de ello pues todos sabemos de su amor~~~ ♥♥♥~~ Es demasiado DJSHDJSAHDJSAHJDHSAJDHSJHD♥♥♥
Gracias a ambas disfrute mucho este shotsito hermoso *les lanza YS besho*
♥♥♥♥~~
Oh por Dios!!!!!!!!!!!!!!, woooooooo fue indescriptible, no, es que de verdad, de verdad, si por separado escriben tan bien, juntas es... woooo me dejaron sin palabras, literalmente me estoy cubriendo la boca con las manos para que no se oigan mis gritos de emoción xD
ResponderEliminarQuiero llorar de felicidad, amo tanto al YooSu ToT, ellos se aman, yo lo sé ♥_♥, son tan pero tan perfectos el uno para el otro ♥_♥
Ay siiii que Yoochun secuestre a su delfín más seguido ♥_♥, aunque ellos siempre buscan el demostrarse su amor aún cuando por sus trabajos pasan días sin verse.
No, pues es que cómo Junsu no va a pensar en su novio en cada cosa que hace, y aunque Yoochunnie no pueda evitar sentir celos, el siempre se llevara la mejor parte en privado, porque Junsu es solo de él *o* y viceversa, y ante su amor lo demás sale sobrando ♥_♥
Esta historia le hizo honor a su nombre n_n
Y como sigo sin palabras para poder describir todo lo que me gusto, solo me queda darles las gracias haciendo reverencias, es un gran placer leer nuevamente una colaboración de ustedes, Gracias :D
♥YooSu♥YooSu♥YooSu♥YooSu♥YooSu♥YooSu♥YooSu♥YooSu♥YooSu♥YooSu♥YooSu♥
asdfghjklñppoiuqwertyuiopñlkjhgfdsazxcvbnmpoiuytrewqasdfghjklñpoiuytrewsdfgbvcxQWERTYUIOKJHGFDSASCVBNMIUYHHYTRFDCVFRESXDEWAZXCFDCVBNHGBNJUIKJ... como decir q ame demasiado esto? demasiado demasiado demasiado~~ u////////////////u!! ♥♥♥♥♥~
ResponderEliminartodo fue perfecto~~ el secuestro, el ascensor, la habitación y por supuesto el secuestrado y el malévolosexyyinfinitamentepervertido secuetrador~~ ♥ ♥ u//////////////////////////u
chun diciéndole "Incredible"~ jue hermoso~~ ;w;
LAS APLAUDO CON MANOS Y PIES~ *W*!
*leslanzagifdejunsumoviendolasnachas y chunface*
Gracias Axy y Feli por esta hermosa obra de arte~~ ♥♥ *les tira un oscar*
Q estén bien~~♥
Hsvauhahwhs *^* OMG lo ame!!!! Tan genial, no se sjzhshz amo como escriben ambas sigan así ^^ ♡~
ResponderEliminarOMG este fic es ....kjakjkjksjdjakja....INCREDIBLE, no pudo tener mejor título, la canción es INCRDIBLE el disco de Junsu es extraordinario. El amor del Yoosu es tan...aaah me cuesta encontrar las palabras, ellos juntos son la perfección.
ResponderEliminarGracias a las dos por esta hermosa creación.
Kyaaa hasta que por fin termine de leerla!!!
ResponderEliminarOhh chicas en verdad les quedo hermoso!!
jejej ya le decia yo a mi hermana que no tardarian mucho ustedes dos sacer un fic con el nuevo tema de nuestro delfín hermoso...
Gracias Feli, Gracias Axy en verdad me lo goce.
Besitos ^,~
AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH ha estado genial!!! pero que par de enamorados, fue tan chistoso jijij Chun secuestrando a su baby con ayuda del bailarin y Junsu quejandose de ser secuestrado tan rapido, pero bien que le gusto, ademas, solo queria profesarlo su amor una y otra vez <3 love it!!
ResponderEliminarASKHSLDAHSLDJALSDFLASKHDAL!!!!! ♥♥ Por un minimo momento pense en realidad que se lo iba a violar!!! xDD Ese Yoochun que deja a una con las ideas por las nubes!! xDD Mi pobre corazon no casi no aguanta tanta sensualidad junta!! *----* Demasiado! DEMASIADOOO!!! ♥♥ Lo ame!! Y Susu de repente saca esa Faceta Sexy y ese DIOS! Ese.. ''Fuck Me'' DIOOOSSSIITO SANTO MAMA!!! Casi me muero ahi ~ xDDDD Casi.. ¬/////¬! Park Yoochun!! xDD YS♥ Tan Hermosos!!! Gracias Hermosas ♥ ;)
ResponderEliminarwooowwwwwwwww!!!!
ResponderEliminarkyaaa fue fantastico... les salio muy interesante chicas quede en shock tuve que leerlo en mi rinconcito o me descubrian... tube que taparme la boca para no gritar de la emoción!!!! graciassss... matta ne
<3 yoosu <3
Una HERMOSA MARABILLOSA Y SOBRE TODO INCREDIBLE~~ colaboración de mis 2 escritoras favoritas de YOOSU BELLOS *w*.....
ResponderEliminarGracias Gracias Gracias xq lo AME!!!!.... con cada una de las palabras gestos y acciones a las me trasportaba este bellos shot <3 <3 <3 <3 <3
Ya lo he dicho antes pero lo diré de nuevo, ustedes son mis escritoras favoritas en el mundo y adfasdfadsfa el solo saber que colaboraron para escribir esto me emociona dfasdfasdf son unas diosas!!
ResponderEliminarY ahora si ~ DFASDFSDFASDFASDFADSFASDFASD PARK YOOCHUN SECUESTRADOR DE DELFINES no tan inocentes! dfadsfasdfads es que Junsu le provoca! y Yoochun pues como que no es de piedra o algo así no puede contenerse para no secuestrarlo cuando anda así por la vida, todo hermoso y además haciéndose desear.
YYYYYY dfasdfasfads todo fue tan sexy y y y >////////////< dios estos hombres acaban con la poca inocencia que puede quedar en mi dfasdfasdfasfasd simplemente genialosamente sexy y y genial!
Las amo!! >/////< <3, gracias por este fic tan genialoso *hug*
Lo sabia!!! gracias querida FELI!!! mucho amor para vosotras también!!! Tan sexy, XDD como siempre el delfin dando lo mejor de si XDDD.
ResponderEliminarLlego tarde DDDDDDDDD8
ResponderEliminarPero más vale tarde que nunca u,u
Fue G-E-N-I-A-L!!! esos dos son un par de cochinos pervertidos y adorables, Yoochun se pone celoso hasta por la mosca que le vuela a un lado y es un maníático enamorado sexual que arrastra a Junsu a todas sus locuras y eso lo AMO!!
Gracias Axy y Feli por unir su gran talento y regalarnos estas cosas tan hermosas,las amo!! ♥ ♥ ♥
diosssssss peor que pasada me dejo de lo mas feliz este yoosu pornoos me encanta....niñas su inion es perfecta como la del yoosu
ResponderEliminar-u- De a poquito me iré poniendo al día con los fics~~
ResponderEliminar*--*!! Le he amado!!! Justo hoy necesitaba leer algo hermoso y pornoso!! asdasdadsasdas!!!
Se lo secuestra xDD!! Aish.. Yoochun nunca cambiara, siempre que sea para comerse a Junsu se le idea cada cosa~ me encanta!! *--*!
Muchas gracias chicas por compartir~ les ha quedado genial!! *---*!!!