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jueves, 1 de agosto de 2013

PING PONG TABLE (Oneshot YS)



Título: PING PONG TABLE
Autora: Felina
Pareja: YooSu
Género: Romance
Clasificación: NC-18
Advertencia: Lemon

*~**~*


Park Yoochun es celoso por naturaleza, también por causa de antiguas experiencias. De fondo le aterraba la idea de que su actual pareja le fuese a dejar por cualquier otro que fuese más interesante, atractivo o simplemente de buen verbo. Al pelinegro por eso no le gustaban las reuniones que se daban en casa de su novio, no le agradaba ser el ausente y tener que respetar los momentos de ocio en los que no era incluido por Junsu. Oh, claro que le disgustaba.

El día anterior ellos se habían reunido a hacer el vago, aprovechando las pequeñas vacaciones del castaño. Yoochun había querido planear mil cosas juntos, pero los amigos de su novio se le adelantaron y de antemano lo secuestraron en un montón de actividades a las que el castaño no se negó.

Aparte de eso en los días siguientes, Yoochun también tuvo que ceder tiempo para la familia del menor, la Sra. Kim era acaparadora y le encantaba reunir a los suyos para pasar absolutamente todo el día entre música, comida y pláticas que solían terminar en recuerdos llenos de risas y sonrojos. La Sra. Kim nunca dejaba escapar la oportunidad de memorar los días en que sus gemelos eran un par de críos bonachones que jugueteaban por la casa y huían de la ducha porque les daba frío desnudarse. Sí, cosas como aquella que el pelinegro en alguna ocasión ha escuchado de las veces en que ha sido invitado. Y pese a que él lo quisiera, tales invitaciones no han llegado tan copiosamente. A veces piensa que la Sra. Kim evita tenerle en casa, el pelinegro lo atribuye a cierto celo de madre; la mujer alguna vez dijo algo como “le tienes todo el tiempo cuando trabajan, déjame tenerle cuando se toman sus contados descansos”.

Por eso a Yoochun no le gustaban los descansos que significaban tomar distancia de Junsu. Porque le ama, tanto que cada minuto lejos de él se siente como un ataque de asma, es imposible respirar siquiera.

Y ahora, quedaba nada de aquellas vacaciones, al día siguiente tendrían que reintegrarse al trabajo. Sí, sí, cualquiera diría “Pues bien, ahora le tendrás para ti solo, ¿de qué te quejas?”. Señoras y señores, no hay comparación, trabajo es trabajo; y aparte de la cantidad de compromisos entre presentaciones, ensayos, grabaciones, pruebas de vestuario y etc; las cámaras y las miradas curiosas siempre caían sobre ellos. La prudencia en una relación como la que los jóvenes sostienen es de vital importancia. Sí, punto que considerar; su noviazgo no es de manejo público.

El pelinegro se sentó en la estancia a mirar tv, su hermano había salido con unos amigos, y su madre prepara la cena.

- Yoochun…

- Sí, madre…

- ¿Jaejoong y Junsu están tan ocupados? Estos días no saliste ni una sola vez con ellos.

- Tienen sus propios planes, madre.

Responder aquello le ha sabido agrio. Se le acumuló un sabor ácido en la boca del estómago y resopló frustrado. “Sus propios planes”. Esos que él también había comenzado a preparar pero que tiró por la ventana desde el primer día hace poco más de una semana cuando Junsu le mandó un texto para decirle que saldría con sus amigos a un partido de soccer, por si quería ir. ¡Y una mierda! Él no quiso ir. Bueno, si quería, pero estuvo lo suficientemente molesto como para ignorar la invitación de parte de su novio porque intuye lo hizo por compromiso.

La Sra. Park observó a su hijo desde el pasillo, su primogénito estaba farfullando por lo bajo con el ceño fruncido y el mando de la tv apretado en la mano presionando con fuerza el botón de cambio entre canal y canal. La mujer sonrió de medio lado y luego tomó su móvil. Esta noche cenaría sola, pero prefería eso a ver a su hijo rumiando su enojo toda la noche.

--//--//--//--//--

Junsu se pateó mentalmente durante minutos, chillando contra el cojín de su sofá de piel en el que Leo y Tigger dormitaban sin mayor entretenimiento que estar encimados regalándose furtivas lamidas con mimo.

El castaño se mordió el labio inferior y corrió a su cocina revisando la alacena y maldiciéndose por no ser diestro en las artes culinarias. Miró la hora en su móvil y suspiró frustrado. Era casi la hora de cenar y él se sabía incapaz de preparar algo decente como para ofrecerle a su novio.

- ¿Hola, Junsu ah?

- Yoochun. Esto, yo… ¿Salimos a cenar?

Sí, era lo mejor que se le había ocurrido al castaño. Llamar a su novio para invitarle a cenar.

- ¿Y tus amigos?

- Ellos no vienen hoy, y no saldré con ellos. Es el último día y saben que necesito descansar al menos esta noche.

Junsu se volvió a reprender mentalmente cuando escuchó el monosílabo resentido de Yoochun al otro lado de la línea.

- Entonces ve y descansa, mañana hay que retomar las actividades del grupo y…

- ¡Quiero estar contigo! – Exclamó sintiéndose atrapado. A veces es tan despistado que cae en la desconsideración hacia su novio. Él no es simplemente un amigo, ni un familiar al que basta con abrazar y decirle “te quiero” cuando se encuentran. Yoochun es su novio, y debió incluirle en sus planes, no excluirle como si hubiesen pasado todo el tiempo del mundo juntos.

- Vamos a estar juntos mañana, ve y descansa Junsu ah…

- ¡No! ¡Yoochun ah, quiero estar contigo! – Volvió a chillar al teléfono, jurándose mentalmente no volver a ser tan borde como para dejar de lado a su novio.

- No necesito que te sientas culpable ni te compadezcas ahora, Su ah. Ya tendremos tiempo para nosotros… - El pelinegro no hizo nada por evitar su tono resentido.

- Sé que estás enojado, Chun…

- Que bueno que lo sabes, al menos ahora te das cuenta de que sigo existiendo…

- Chun…

- Buenas noches, Su ah…

Y colgó. Yoochun odiaba ser tan cerrado para estas cosas, pero era que francamente estaba enojado. Que Junsu le llamara no había mejorado su estado de ánimo, y por el contrario había disparado todos sus resentimientos. Se sentía como si fuera una especie de complemento o accesorio para el menor, y cuando éste se dio cuenta de que no le tenía al lado, hubiese reparado en su existencia.

Junsu gritó de desesperación. Claro que ha metido la pata, y hasta el fondo. Y sabe que sacar a Yoochun de sus enojos y frustraciones solo puede conseguirse si él le demuestra que verdaderamente está arrepentido y que ha aprendido la lección.

Se paseó por su casa drenándose el cerebro en busca de una forma inmediata de llegar al menos a una tregua esta noche. Luego en medio de sus quebraderos de cabeza se percató de que hacía demasiados días que Yoochun y él no tenían sus momentos íntimos de calidad. Su cuerpo reaccionó de inmediato ante la revelación, se sofocó y sus mejillas se ruborizaron. Pasó por la estancia, donde la mesa de ping pong aún ocupaba el espacio donde debía ir su comedor. Recordó que cuando la instaló le tomó fotografía y se la mandó a su novio, Yoochun le había hecho un comentario pervertido al respecto.

…Te tumbaré allí y te haré el amor, Junsu ah.

De acuerdo, no era pervertido como tal, era él y los pensamientos que llenaron su cabecita haciéndole enrojecer furiosamente. Pero entonces, en medio de su vergüenza –que se le da absolutamente natural apenarse hasta del aire que respira– se encendió la bombilla en su cerebro y lanzando una exclamación de ánimo, se apresuró a su habitación y de ahí al closet. Yoochun iba a venir, sí o sí.

--//--//--//--//--

Cuando Yoochun fue enviado por su madre a llevarle kimchi a Junsu, él supo que estaban fraguando algún plan en su contra. Sí, medio paranoico el muchacho. Además, los maquiavélicos planes de su madre y novio siempre terminaban gustándole. Ah sí, solo por dato común, la Sra. Park es al momento la única de sus respectivas familias que tiene conocimiento de la relación sentimental entre los chicos. Quizá por allí resulte que los hermanos de cada uno también se den una idea, pero tanto YooHwan como JunHo prefieren hacer de cuenta que no tienen ni remota idea de nada.

El pelinegro aparcó sin demasiada ceremonia, tomó el bolso con el recipiente y bajó de su auto. Su caminar altivo le daba cierto toque seductor que conquistaba a la vista, con suerte no se tenía que preocupar de miradas curiosas en su camino al ascensor. El camino al piso donde Junsu vive fue tranquilo, y Yoochun hasta se dio tiempo de mirar su reflejo en el muro de metal, acomodarse el cuello de la camiseta alzándolo por las puntas, desordenarse un poco el cabello y fingir que no le palpitaba emocionado el corazón.

Venga que tonto no es, sabe perfectamente que de casa de Junsu no saldrá hasta mañana, cuando ambos tengan que darse prisa para llegar a tiempo al trabajo.

Yoochun tocó el timbre una sola vez, aguardó cinco segundos y de inmediato la puerta fue abierta. Casi le da un paro cardíaco ahí mismo al ver a su novio. Junsu sonrió con las mejillas bañadas de rubor, sintiéndose abochornado bajo la penetrante y hambrienta mirada de su novio. Pero claro, este era el efecto que había buscado cuando decidió vestirse así. Los pantalones negros de cuero se le ceñían a las piernas y la pelvis, camiseta blanca abotonada a la altura de la clavícula, la corbata floja y la chaqueta oscura remangada a medio brazo; calzado pulcro, los cabellos castaños desaliñados y perfume fresco. Cero maquillaje, y dios sabe cuánto adora a Junsu así de natural.

- Buenas noches, Yoochun ah… - Saludó buscando recomponerse de la mirada lasciva de su novio, sonriendo con gesto sensual e inclinando el rostro con cierto rasgo de altivez.

- Mi madre me pidió que te trajera esto… - El pelinegro extendió la mano con el bolso pretendiendo desinterés ante la silenciosa invitación a entrar que la mirada de su novio le estaba lanzando.

- Vamos Chun, pasa… - El menor indicó relamiéndose los labios con lentitud, mojándoselos a sabiendas de que aquel gesto provoca en su novio cualquier deseo por besarle.

El pelinegro tragó hondo, el nudo atorado en su garganta se deshizo al instante y sus piernas decidieron traicionarle andando al interior del departamento del castaño. Junsu sonrió contento, ansioso por ser atrapado entre los brazos de su novio y que demandara toda esa atención que –egoístamente- le negó durante todos esos días. Yoochun suspiró, mandaría al demonio todo su enojo y a la mierda el autocontrol si solo su novio le rozaba siquiera con el aliento.

- ¡No es cierto! – Sin embargo, de pronto todo pensamiento candente se fue a la borda cuando la carcajada del pelinegro atravesó el silencio del departamento… - ¡Aún la tienes allí, Junsu ah! – Señaló la mesa de ping pong, dejando el bolso de kimchi en el piso y riendo todavía con más ganas.

La situación le parecía de lo más cómica, no pregunten por qué. Junsu se sonrojó hasta las orejas y casi se larga a llorar de frustración. Esa no era la reacción que esperaba de su novio.

- ¡Yah! ¡Deja de burlarte, ratón frentudo idiota! – Espetó enfadado, con los ojos cristalizados y un puchero adornando sus rosados labios… - ¡Se supone que quisieras violarme, no que te rieras de mí!

- ¿Violarte?... – Yoochun cuestionó parando al instante de reír, mirando sorprendido a su novio. Y luego su mente se encargó de hacer clic y el resto se agrupó solo en sus pensamientos… - Aún recuerdas el texto que te envié aquella vez.

- Da igual, dile a tu madre que le agradezco el presente. Le haré llegar sus cosas luego… - El castaño dijo con sentimiento, internándose en la cocina con el bolso que recogió del piso.

- Junsu ah…

- Cállate…

- Por eso te vestiste así, como para matarme de la impresión apenas te viera.

- Ya no importa…

- Claro que sí… - El pelinegro sonrió tiernamente. Pese a que el mensaje no era precisamente tierno (que su novio pretendía seducirle para que le hiciera todas esas perversiones que le cruzan su mente cochambrosa), el solo hecho de que el menor se tomara todas aquellas molestias para contentarle, le derretía el corazón… - Lo arruiné, lo siento.

- En serio, Chun. No importa… - El menor se recargó en la nevera luego de guardar el recipiente, mirando pasivamente a su novio… - ¿Quieres quedarte?

- Sí. Y hacerte el amor encima de tu mesa de ping pong, Su baby… - El mayor se acercó cautelosamente, por si su novio intentaba escapar. Que ya le conoce, y cuando se siente ofendido luego de sus intentos por seducirle, siempre quiere huirle como si tuviera la peste. Vale, eso ha sido una exageración, pero casi.

- Se suponía que hicieras eso apenas vieras la mesa ahí, pero tú solo te largaste a reír como bobo… - Espetó claramente resentido.

- Su ah, baby… - El pelinegro le tomó una mano, entrelazando sus dedos con cuidado… - ¿No se suponía que el enojado soy yo?

- Y yo intentaba contentarte con esto. Hasta me vestí para ti y… - Sus mejillas se encendieron de rubor…

- Y… - El pelinegro animó, acercándose más hasta que sintió sus cuerpos pegados y él pudo oler el cuello de su novio con absoluta libertad…

- Estoy estrenando…

- ¿Qué? ¿Pantalones, camiseta…?

- Ropa interior…

Junsu suspiró la respuesta cuando la nariz de Yoochun se paseó por el largo de su cuello haciéndole estremecer.

- Oh… - La sonrisa pícara se expandió en labios del mayor cuando supo aquello. El menor entrecerró los ojos dejándose hacer cuando la mano libre de su novio se paseó por el costado acariciando su silueta, sin deshacer el agarre de sus manos entrelazadas… - Junsu ah, te he echado muchísimo de menos… - Susurró besándole una mejilla.

- Lo… lo siento por… por desaparecerme y dejarte solito… Chunnie, en verdad lo siento… - Murmuró buscando su negra mirada, llevando su mano a una mejilla, acariciándole con infinita ternura.

- Esa mezcla tan tuya de ternura y sensualidad un día va a volverme loco, baby… - El pelinegro sonrió al tiempo que atrapaba sus labios demandando finalmente un beso, atrapando la delgada cintura del menor y pegándole del todo a su cuerpo.

Sus lenguas se enredaron con gracia apasionada, satisfaciendo esa necesidad apremiante de reconocerse mutuamente, humedeciéndose los labios y consumiéndose el aliento.

- ¿Me lo harás, Chun?

- Oh, claro que sí, baby.

El pelinegro le sacó de vuelta al supuesto comedor, recargándole en la mesa de ping pong, aunque aquello ahora parecía sumamente innecesario y solo parte del cuadro; porque para Yoochun, todo lo que sus ojos y sus manos buscaban era a Junsu.

Lo suspiritos que escapan de labios del castaño vinieron de los besos que el pelinegro comenzó a regalarle, mientras sus manos le sacaban la chaqueta con absoluta parsimonia. El lunar en la quijada y cuello fueron marcados por los pecaminosos labios del pelinegro, cuya ardiente lengua se paseaba por aquellas manchas oscuras que bordeaban la tersa piel clara. Junsu no hacía otra cosa que suspirar, notando las manos de Yoochun asirse a su cintura, marcando con sus toscos dedos los huesos que encontraba en su exploración por la pelvis.

- Chun… - Suspiró entrecerrando los ojos, mordiendo su labio inferior al sentir la lengua del pelinegro lamiendo concienzudamente la clavícula, succionando luego la piel a lo largo del hueso, de hombro a hombro.

- ¿Quieres que te viole, baby? – Pregunta con picardía, acariciándole los muslos por encima de esa tela de cuero que se le antojaba insatisfactoriamente seductora.

- S-sí… - Jadeó ahogado, cerrando del todo los ojos al sentir esa presión confiada en su entrepierna que le alteró de sobremanera.

Park sonrió altivo. Subió de nuevo a labios de su novio mordisqueándoselos antes que besarle de verdad, jugando con los suspiros y jadeos que estaban burbujeando de esa boquita carnosa que le atontaba tan profusamente, incentivándole a la vez la libido y las ganas de tomarle salvajemente. Entonces le deslizó los pantalones hasta los muslos, tanteando la ropa interior con sus manos sin dejar libre la boca del menor, sintiendo curiosidad al notar algo diferente en aquellos bóxers.

- ¡Fuck! – Exclamó notando un pinchazo en el bajo vientre.

- ¿Te gusta, Chun? – El menor le miró con las mejillas rojas pero esa sonrisita confiada que destilaba sensualidad.

El pelinegro asintió incapaz de pronunciar palabra, pues de pronto su cerebro se había desconectada del habla ante tal imagen tan sexy. Junsu terminó de sacarse los pantalones y luego se desabotonó la camiseta, deshizo el nudo de su corbata y llevo la tira alrededor del cuello de Yoochun atrayéndole nuevamente a su cuerpo, así la mirada del mayor siguiera paseándose con descaro por su pelvis, delineando la forma de su ropa interior.

- Chun ah…

- Te queda fabuloso, baby… - Murmuró embelesado (casi babeando la silueta de su novio).

Junsu se sonrojó con gratitud. Echó el cuerpo hacia atrás recargándose en la mesa, con su torso al desnudo tentando el deseo de Yoochun pues aquella postura provocativa le permitía una visión más clara de su ropa interior. La tela semitransparente dejaba de por sí poco a su imaginación –y no es que él no se conociera aquellos recovecos al derecho y al revés–, pero la forma en que se distribuía le tenía más que distraído; había tres partes componiendo la prenda, una de ellas bajaba hasta medio muslo de un lado, otra tira se deslizaba en la pierna contraria un poco más arriba, y una delgada línea cubría apenas la erección del menor. Pero si Junsu subía ambas tiras de sus piernas, aquello componía del todo su bóxer y cubría su semidesnudez, cuando el castaño hizo el amago de hacerlo con la tira de la pierna izquierda, el pelinegro le detuvo…

- Voy a sacártela, aunque te queda muy sexy… - Dijo con lascivia, delineando un trazo sin sentido en el muslo desnudo de su novio.

- ¡No debes quitármela aún, Chun! – Le chilló abochornado, dejándose hacer de todas maneras cuando con agilidad el pelinegro tiró de la prenda hacia abajo, inclinándose y dejando su húmeda estela lamiendo toda piel a su paso, desde el vientre hasta la zona pélvica y la ingle… - Ahh~

Los gemidos de Junsu entonces comenzaron a ir en aumento, la boca de Yoochun succionó en la ingle dejando marcadas zonas rojizas, mientras sus manos estimulan la erección del menor hasta endurecerle. Más tarde el castaño fue girado y su trasero dejado a entera disposición de la insaciable lujuria de su novio. El pelinegro le separó los glúteos y coló su lengua entre la tonificada carne hasta el comprimido anillo. Ensalivó tanto como pudo, presionando el músculo flexible hasta que la punta de su lengua se abrió paso entre el comprimido orificio.

- ¡Nghh! – El gemido ronco del castaño incentivó todavía más al mayor, agregando entonces un dígito a escena… - ¡Chun, de prisa~! – Gimoteó necesitado, tembloroso por la repentina invasión que pareció recordarle a su cuerpo cuánto echaba en falta este tipo de contacto.

Park lameteó con paciencia, torturando al menor con su lentitud. Kim descansó el torso sobre la mesa, la superficie lisa estaba fría y aquello le provocó un estremecimiento al entrar en contacto con su febril piel; los pezones se irguieron en respuesta y su virilidad alcanzó a chocar contra el marco de la mesa. Yoochun presionó dos dígitos en la entrada, notando cómo la carne rugosa aprisionaba sus dedos, entonces sus labios se dirigieron a un glúteo, lamiendo y succionando, besando y mordisqueando.

Ante cada atención y caricia, cada nueva embestida de los intrusos en su interior, Junsu sentía un nuevo espasmo correrle por el cuerpo inyectando su hombría de sangre, aumentando su excitación. Pensó entonces en la ropa de su novio, toda en su sitio aún, y él casi desnudo a su antojo. Yoochun advirtió el movimiento de su novio intentando girarse y participar activamente de este encuentro candente. Una parte de él quería negarse, pero otra deseaba sus besos, sus caricias, sus jadeos al oído, su calor.

Aprovechando el resquicio de indecisión en el mayor, Junsu se giró, jadeando inevitablemente cuando los intrusos se vieron obligados a abandonar su interior; pero eso no importaba ahora, no del todo. Fue directo por los gruesos labios de Yoochun, besándole y mordisqueándole del mismo modo en que el pelinegro solía hacer y de quien ha aprendido muchos de esos gestos exquisitos al besar. Junsu enredó una mano en el cuello de su novio, y la otra viajó al sur buscando abrirse paso entre sus pantalones, acción en la que el propio pelinegro ayudó, desabrochando sus pantalones y tironeando de ellos hacia abajo con todo y ropa interior.

- ¡Mghh Su! – Gimió ronco al sentir la caliente mano de su novio rodear su ya erguida erección, acariciando de arriba abajo su tronco henchido.

- Tómame ya, Chun… - Sollozó contra sus labios, demasiado excitado para tener paciencia y querer que le trate con dulzura.

- ¡Mierda! – Jadeó con tono áspero, tomándole de la cintura y subiéndole a la mesa, acariciándole el pecho mientras le besa fogoso y ahogan gemidos en los labios del otro sin dejar de estimularse.

- ¡Chun! – Junsu gimió al sentir la punta de su novio penetrando en su cavidad.

- Iré despacio… - Yoochun prometió, sintiendo demasiado sofoco por ese placer que solo saber que está entrando en su novio le provoca.

El mayor le tomó las piernas llevándolas a sus hombros, anclándose luego a la cintura de su novio para impulsarse hacia dentro. Junsu le arañó la espalda al sentir cada centímetro de aquel falo potente ganando terreno en su intimidad, Yoochun le gruñía al oído, mordisqueándole el lóbulo y luchando por ese control para no arremeter salvajemente contra ese orificio de gloria.

- Jódeme, Chun… - Pero cuando el castaño le susurró aquello con tono sensual, lamiéndole el cuello con su caliente lengua, el control se fue al demonio.

Yoochun se apoyó en la superficie de la mesa, con las manos a cada lado de la cintura de Junsu; y comenzó a mover su cadera adelante y atrás, cogiendo ritmo y llegando cada estocada más profundo que la anterior.

- ¡Mghh ahh Chun! ¡Chun~ sí!

- ¡Oh baby! ¡Tan…fuck, estrecho!

Exclamaciones de placer que surcaron el aparente silencio del departamento, el chirriar de las patas de la mesa sobre el piso rompía la erótica escena de sonidos obscenos que brotaban de ambas bocas.

Junsu no podía controlar los espasmos de su cuerpo, cada oleada de placer le acercaba al éxtasis y los gritos que sonaban de su garganta iban cada segundo más cargados de gozo; sus manos no encontraban un sitio definitivo para quedarse, vagaban por la espalda ancha de su novio, arañaban sus omóplatos, corrían por los brazos de su novio o buscaban con desespero el trasero del pelinegro para instarle mayor movimiento contra su intimidad; también iban hacia atrás, a la superficie lisa de la mesa rasgando sin control, anclándose de un momento a otro en la maya al medio, enganchando sus dedos entre las redecillas, tironeando incontrolablemente hasta sentir que los hilos amenazaban con cortarle las hendiduras de las falanges; y entonces volvían a buscar el cuerpo de su novio, aferrándose a su cuello mientras siente esas embestidas poderosas que golpean ese sensible punto en su interior haciéndole perder el mundo de foco y caer en un abismo sofocante de placer.

Por otro lado, Yoochun no paraba de gemir, de maldecir sin razones y mover su pelvis con velocidad, penetrando profundo y sintiendo esa presión estrecha que aprisiona su falo. Rozando carne con carne, golpeando ahí, en ese punto que le arranca los gemidos más escandalosos a su novio, ensanchando su sonrisa lasciva al notarle tan excitado, inflamando su ego al saberse causante de todo ese placer, de su rostro sonrojado, del sudor perlándole el cuerpo, de sus gemidos impúdicos.

En medio de aquel intercambio de placeres, de fluidos corporales manando de ambos, de sentidos colapsados, de tórridos besos cadenciosos y susurros alterados, solo cabían el amor y la pasión mezclados en la perfecta armonía del sexo. Cuando Junsu sintió los pinchazos en el bajo vientre, coló una de sus manos entre sus cuerpos alcanzando su virilidad, bombeando su pene al ritmo de las embestidas de Yoochun, buscando desesperadamente mantener sus miradas conectadas, aunque las corrientes de placer les hicieran entrecerrar los ojos en contra de sus débiles voluntades entregadas al momento.

Así fue como minutos más tarde ambos derramaron sus esencias al tiempo que largaban un ronco gemido que hizo eco en la casi vacía estancia. Las piernas de Junsu cayeron a los lados, tembloroso por el orgasmo y debilitado, Yoochun sentía su cuerpo pesado y a punto de caer atinó a descansar su frente sobre la de su novio para respirar de su errático aliento cálido.

- Esta mesa se irá mañana mismo… - Murmuró sonrojado el castaño.

- ¿Por qué? Aún se me ocurren muchas formas de usarla, baby… - Sonriendo pícaro, el pelinegro retrocedió lo suficiente para abandonar el interior de su novio.

- No quiero… - Pucheó, más por sentir que era abandonado que por realmente negarse a las ideas de su novio.

- De acuerdo, por ahora tuve suficiente de esta mesa…

Sin embargo, Yoochun nunca tenía suficiente, siempre quería más y más de Junsu, por eso le arrastró entre nuevos besos y caricias hasta su ducha, los cristales pronto se empañaron, por el calor del agua tibia pero también por el que manaba de los sudorosos cuerpos de ambos. La noche apenas había comenzado.



FIN



Originalmente la idea era otra xD de hecho era drabble, pero luego mi ratón hizo lo que quiso -para variar e.e- y terminó en esto ;D 

Se me ocurrió mientras veía esta tarde el COO *-* se me ocurrieron muchas cosas pero mi vena pervert ganó xD y bueh, me trabé un poco y me desvié de lo q quería xD pero para el caso la pornosidad se mantuvo xDDDD

22 comentarios:

  1. Respuestas
    1. aparición estelar de TiO XDDDDDD

      no les ha pasado que con esa imagen de fondo hasta pareciera que se van a mover y dar un beso .-.

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  2. estuvo genial... y Junsu que abandona a nuestro ratón ...pero bien que la paso en la reconciliación gracias felina :)

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  3. OMG!!! Seeee, no cabe que el COO da muchas ideas x3, y sobretodo esa mesa de ping pong xD, pobre Chunnie...que feo habrá sentido no pasar los días de descanso con su baby u.u, me dio ganas de patear a los amigos de SU que lo monopolizaban x.x, lo bueno que tuvo compensación y que compensación OwO.
    Gracias por compartirlo Feli!

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  4. ¡Kyaaaaaaaaaaaaaa!

    Mi YooSu porno <3 sabía Chunnie muy bien que no iba a salir de ahí hasta el día siguiente. Creo que ya le conoce las mañas a Junsu jejeje

    Gracias por este shot, Feli.

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  5. Pobre Yoochunnie, su delfín tierno y sexy lo tenia abandonado, jajajajajajaja pero no puedo dejar de reír xD, me dio mucha risa como Junsu lo invita a ir con él y sus amigos y Yoochun no quiso ir porque presentía que lo hizo por compromiso, es un amor Yoochunnie *o*, jajajajajajajaja luego todo enojado y maldiciendo cuando su mamá le dice que ahora no ha salido con Junsu y Jaejoong *o*, probresito todo abandonadito por su novio ♥_♥

    Jajajajajaja y tan lindo Junsu que ya no sabe como encontentarlo, jajajajajaja pues si ahorita si metió la pata el delfín xD, aunque igual es una amor planeando como bajarle el coraje ♥_♥

    Y no paraba de reír cuando Yoochun se empieza a reír por ver la mesa de ping pong en el mismo lugar, waaaaaaaaaaaaa y Junsu todo ofendido por ello, waaaaaaaaaaaaa YooSu hermoso ♥_♥!!!!!!!!!!!!!!

    Ahhhhhhhhhhhhhhhh y tan apasionados!!!!!!!!!!!! (da brincos de emoción), jajajajajajaja ya no veré esa mesa igual cuando vea de nuevo el COO ;D, ahora será mejor *o*, jejejejejejejeje :P

    Lo ame!!!!!!!!!!!!!! Gracias Feli :D

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  6. lo fuerte es que yo tambien pense en sexo yoosu al ver esa mesa jajajajjaja me encanto por dios mori....

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  7. jjojojoojojoj....

    cada cosa que escribes feli.... no sabes como lo disfrute es mi desestresante en tiempos dificiles... gracias por la pequeña historia... matta ne

    <3 yoosu <3

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  8. sjfjshdfhsdgfjhsfsjfs♥♥♥♥♥♥♥♥ Omg~~
    Oww, me dio penita la conversación por el teléfono D': Pobrecito mi Chuuunnie~~ ;A;
    Pero ya sabia yo que había una historia tras esa mesa de Ping Pong♥♥♥♥♥♥♥ En serio no me sorprendería que ese mensaje haya llegado al cel del baby xDD jdhjsdhjgdjhdghjvx omg~ Mamá Park se las sabe todaaas xDD *le hace porras* >//w//<
    Aiiiiigooooo Kim Junsuuuu!! Hasta a mi casi me mata de un ataque al corazón!! *Q* Por dios! Que sexyy♥♥♥ Oiiii D': Y Chun se rió de la mesa!! *patea a la rata xDD* djhfjshfkjsf pero amé como se reconciliaron~ así todos lindos primero, apoyaditos en la nevera~ *rueda de lo hermoso que fue eso* ♥♥♥ Y omg♥ Jamás veré una mesa de ping pong de la misma manera a partir de ahora xDDD dshjfsdhfjsgfs Y Susu y su ropa interiooooor xQ____________ *muere* asdasdasdsdsd rotón suertudooooo♥♥♥ Ayy este par me matará de un infarto algún día :') Gracias por esta preciosura de shot Feli bonita♥♥♥

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  9. Gosh!!!!!! xD
    En serio me parti de la risa cuando YooChun se rio de la mesa xD Es que yo leyendo el como JunSu lo abandono y luego lo queria contentar y llega la rata y se rie xDDD
    En serio mama Park siempre teniendo mis respetos *la alaba xD*
    Y POR MI DIOS KIM JUNSU QUE ROPITA TE CARGAS AFJUEDHKISHLPEQOJXVKOEAGKOIEPLVX En serio me imagino a YooChun asi todo anonadado y gosh yo tambien me quedaria asi xD aunque bueno yo no tengo esos privilegios xD
    LE ARAÑO LA ESPALDA AFHYWSGJLSQICCJKSHKOEUOGXKODAFQHXJI Siento no se que cuando lo hace xD
    Muchas gracias Feli bella lo disfrute mucho *-* espero ya leerme todo lo pendiente T.T a partir de la prox semana tendre mas libertad y rondare por aqui xD *le lanza YS besho*
    <3

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  10. Pos puedes decirle a tu vena perver q la adoro ♥

    de hecho se parece a la mia XD

    GRACIAS!!!

    PD: Me partí de risa cuando Chun comenzó a reirse XD

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  11. Es junsu tan distraido, se le olvida el novio y luego tiene que contentarlo, pero bien que le gusta ponerlo de buenas XD y la suegra hace complot, pero todo por ver a su hijo feliz.

    Esto de trabajar no me deja ver tu actualizaciones a tiempo T^T pero siempre entro y comento jijiji aunque se aun par de dias despues XD

    Gracias por compartir ^^

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  12. Pobre Chunnie :'c se quedo abandonado mientras Junsu la pasaba bien con sus amigos, me dio penita;;
    Su reconciliacion fue hermosamente calenturienta y me encanto <3 Pero que mesa de ping pong más resistent IIrowdkaps, me gusta que Junsu sea el que tome la iniciativa y se arregle para verse provocativo para Yoochun.
    Muchas gracias

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  13. AJSHKJFAJGDJDF ESTUVOOO GRANDIOOSOO.. ya me hacia falta leer un YS asi todo pornoso y deshinbido haha xD

    wooo en la mesa de ping pong asi todos apasionados, pero bien merecidos ya que Junsu lo dejo olvidado, en serio Junsu... como puedes dejar olvidado a tremendo hombre eh?!
    y de solo tratar de imaginarme la ropa interior de Junsu *hemorragia nasal* pufff >w<

    waaa estuvo super hot... Gracias Feli :D

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  14. ohhh juju mesa de pin pon fuiste de mucha ayuda jeje, me rei vendo esa parte del COO pero con el enfoque que le diste juju quede fascinada, estuvo increible
    pobre Chun que estuvo sufriendo toda una semana dejado de lado sin su baby, pero bueno Junsu-ah debio haber puesto mas atención, lo bueno que es mamá Park se dio cuenta yeahh jeje, es bueno que haya resultado asi, y caramba en serio esa mesa si que fue de mucha mucha ayuda, hermoso Yoosu lo ame

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  15. woooooooooooooooooooooooooow...........
    no sè cual habrá sido tu idea inicial al hacer este fic Feli, pero déjame decirte que de quedo Buenisimooooooooo!!!!....

    yo normalmente no soy de darle la razón a Chun en las cosas xq a veces se me hace demasiado celoso y sobre protector, pero en este Fic estuve totalmente de parte xq como es posible q el desconsiderado de mi baby se olvide de su atractivo e inigualable novio en sus vacaciones???... al menos unas horitas le hubiera dedicado :/

    pero fue genial como quiso hallar su perdón *w* ..... lo gracioso es q Chun se las olía y pa colmo le malogró la sorpresita XDDDDD.... pero al final creo q ambos se salieron con la suya y de la mejor maneraaaaaaaaaa

    aishhhhhhhhh COMO AMO A ESOS 2 TORTOLOS!!!!!!!!....
    y mas te amo a ti Feli x crear cosas tan tan .... así de tu estilo y del amor tan bonito q ellos se profesan <3 .<3

    Gracias Feli x compartir!!!!! <3 <3 <3 <3 <3 <3

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  16. Omo....eso estuvo tan sensual!!!! La recompensa valió la pena.... wow!!! Gracias Feli hasta la próxima

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  17. :O que pornoso :3
    me encanto.tbm vi el COO y de hecho me pude imaginar q paso todo eso...xD
    asi Feli no haya sido tu idea al inicio, te qedo buenisimooo ^_^~
    son amor,pasion y ternura <3 toda una mezcla perfectaaa :D

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  18. :O ! que intenso ese Yoochun!, hihihi que ya no se enoje que con Junsito!
    y creo que esa mesa va a terminar rompiendose hihii
    gracias por la historia, me encanto <3

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  19. Ahora si se que clase de juego practica Junsu en esa mesa ^///^

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  20. cuando lei el titulo ..... sbia lo que venia... estuvo incre feli.....

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  21. Jajajaj Chunnie berrinchitos....más tardar en enojarce que en encontentarse con Junsu y vaya contentos que se da mi Ratón guapetón!!!

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”No me quejo si alguien que ha leído el libro lo encuentra aburrido, absurdo o despreciable, ya que yo tengo una opinión similar sobre sus comentarios.”
J.R.R. Tolkien