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sábado, 12 de junio de 2010

Shot YooSu *O*

Título: MÁS QUE POSESIÓN
Autora: Felina
Pareja: SuChun
Género: Romance
Clasificación: NC-17
Advertencia: Lemon
Resumen: Junsu sabe que es su faceta pasiva en su relación con Yoochun algo inamovible, sin embargo, de un tiempo acá ha deseado poder tomar el rol activo… pero qué tan dispuesto puede estar el propio ratón para permitir que su delfín haga su voluntad… cuando amar es más que posesión…

**********

Realmente no importaba cuánto tiempo llevaran siendo novios… era inevitable para el castaño avergonzarse cada que su ratón se acercaba a él con aquélla sonrisa sensual y esa mirada brillante que solo conseguía que su cuerpo se estremeciera y el corazón le latiera como potro desbocado.

Estaban en aquél paradisiaco lugar donde filmaban algunas de las cosas de su último álbum, acababan de terminar uno más de sus tantos compromisos del día, y solo habían querido volver a esas habitaciones que servían de hogar durante su estancia en Saipan.

Lejos de reflectores y guiones que seguir, de ese montón de personas amables que trabajaban tan arduamente como ellos pero que no paraban de hacerles una y mil cosas, de arreglar un poco más esas apariencias que ellos consideraban ya eran perfectas, porque ultimar algún detalle más solo conseguía hacerles sentir un poco menos ellos y más un simple producto de la mercadotecnia… pero todo eso, toda esa tensión disfrazada con sonrisas y juegos, con poses naturales, con bromas y un ambiente alegre… todo eso desaparecía en cuanto podían estar a solas, aunque fueran pocos, realmente pocos instantes cada tanto los que en verdad podían gozar de privacidad…

De esos momentos de mimos, y besos con caricias suaves, de manos inquietas que buscaban tocar algún palmo de piel ya recorrido pero que siempre parecía como terreno virgen al que explorar…

Junsu suspiró al sentir las manos de su novio atrapándolo por la cintura acercándolo a ése cuerpo de dios que se sabe de memoria. Y se perdió en esos ojos negros profundos como la noche…

- Chunnie, qué haces ah… - sonrió el castaño oscuro, comenzando a sentir ese maldito rubor que tan adorable le hace lucir, pero que Dios, solo ha conseguido que su novio se sienta tanto más seme seduciéndolo siempre con sus encantos…

- tomo lo mío… - le susurró Yoochun palpando con uno de sus dedos los sonrosados labios de su novio, delineándolos luego lentamente con su lengua humedeciéndoselos provocando aquél intenso sonrojo en sus mejillas…

Comenzando con uno de esos besos apasionados que a Junsu le roban el aliento mucho más rápido de lo que deseara, porque Yoochun consigue someterlo entonces a cada uno de sus deseos… a cada una de sus fantasías…

Pero Dios! Él también es hombre… él también siente esa necesidad de unirse a su novio… de tomarlo y sentirse dueño de su alma, de su corazón, de su cuerpo entero… Todo… absolutamente todo en él… más está ese detalle de su Chunnie que no ha podido conocer… ese recóndito espacio cálido que muere por sentir, por saborear… por hacer suyo tomándolo con amor y dulzura… con ese sentimiento tan fuerte y quemante que palpita desenfrenado en su pecho, el que hace que cada fibra de su ser tiemble con sus caricias, con su cercanía, con sus atenciones, susurros y besos…

- mhh, no seas pervertido, Chunnie… - sonríe nerviosamente mientras se aparta tan solo un poco, con su respiración ya alterada y ese carmesí evidente que parece ya el tono natural de sus mejillas, porque el pelinegro consigue demasiado a menudo y rápido que aquél color se apodere de su rostro… - alguien puede vernos… - y se oculta, como siempre, en aquélla frase que denota su vergüenza, pero que lo vuelve sin duda más él y una de las razones por las que Yoochun se ha enamorado de Junsu…

- alguien puede vernos, sí… - sonríe con algo más de picardía y siente que el castaño tiembla contra su cuerpo temiendo quizá, que aquélla sea una más de sus fantasías… - sería divertido verles la expresión ¿no?...

- Chunnie!... – respinga más que avergonzado e intentando apartarse completamente de su novio, pero el pelinegro le retiene apretando la base de su espalda impidiéndole cualquier movimiento… le mira a los ojos con algo de aprehensión y mucha vergüenza… - no… - traga hondo y mira a un lado para no sumergirse en esas orbes oscuras que seguro conseguirán su cometido si se prenda de ellas… - no hablas en serio ¿verdad?... no quieres hacer… ya sabes, ESO con alguien más mirando, ¿cierto?...

Porque de alguna manera, en su mente, Junsu pensaba que si Yoochun necesitaba de algún incentivo de aquélla naturaleza, podría deberse a su incapacidad de darle placer total, que necesita de un extra para alcanzar el éxtasis de sus entregas….

- sé que cuando te muerdes el labio así es porque estás pensando cosas que no son, Junsu ah… - uno de sus dedos viaja al labio superior de su novio, rozando la zona que es presionada por sus dientes… - no seas tontín, no necesito más nada que a ti para ser feliz, sabes que algunas cosas las digo solo por bromear…

- ya, pero… - el pelinegro le toma el mentón obligándole a mirarle de nueva cuenta… está algo asustado y muy nervioso… así como se siente siempre que Yoochun ha logrado dar en el clavo de sus absurdas preocupaciones que no dejan de ser genuinas… a fin de cuentas, es un amor entre dos chicos… dos chicos que forman parte de uno de los grupos del pop coreano más importante en toda Asia…

- todavía estoy celoso, ¿sabes?… - suelta de pronto el pelinegro…

- ¿eh?... – consiguiendo tan solo que el castaño parpadee confundido… - ¿celoso? De qué hablas Chunnie… - y es que sinceramente no tiene idea de lo que pasa…

- no finjas ahora, que me trataste muy mal anoche… - el pelinegro frunce el ceño y nota que su novio lo hace también pero concentrándose en aquello de lo que puede estar hablándole…

……flashback……

Junsu estaba de muy buen humor, había conseguido ganar en todos esos concursos que se estaban grabando para el All About Season 3 del grupo, y ahora era su decisión dar lugar de descanso a sus cuatro amigos… la verdad es que había sido más que divertido ver a cada uno haciendo hasta lo imposible por ganarse el lugar de esa segunda cama… pero sin duda ChangMin, tan astuto como siempre, había ganado…

Y no era que lo que los demás hayan hecho no hubiera valido, pero… era la religión de ChangMin!!! Era realmente curioso y divertido… y… bueno, no está seguro de cómo describir la situación, pero se había sentido genial…

Y por supuesto, lo que su Yoochun había dicho le había tocado el corazón, pero si lo hubiera elegido hubiera más que evidenciado su preferencia por su novio a escondidas de todos; excepto claro está, de Yunho, Jaejoong y ChangMin… así que había tenido que ser equitativo y demás…

Aunque sin duda ese “Junsu ah, Saranghae” le había hecho sentir mariposas en el estómago y reír algo nervioso y feliz, y divertido y ansioso por besar sus labios…

Pero con esas cámaras grabándoles aún en aquéllos momentos, limitaba cualquier acción y deseo que pudiera tener… momentos como ese era en los que le fastidiaba solo un poquito toda la fama y la responsabilidad, el compromiso con sus fans y la cantidad de compromisos que parecían no tener fin para ninguno de ellos… aún así, amaba su trabajo, porque hace lo que le gusta… porque fue aquél sueño el que le dio la oportunidad de conocer a Yoochun… y enamorarse de él… de estar ahora a su lado como pareja… aunque poco o nada pudieran comprenderlo sus familias o compañeros de trabajo, o su manager, o quien fuera de la empresa a que pertenecen…

Como fuera, procuraba disfrutar todo cuanto tuviese que hacer como un Dong Bang… y lo hacía realmente con gusto, entregado al 100 y dando siempre lo mejor de sí… aunque de paso aquello pudiera ser una fuente de bromas y chistes que no siempre le hacían reír pero por los que de cualquier forma se carcajeaba… es que en ocasiones sí que se sentía como tonto por los comentarios que todos hacían en torno a él, su personalidad o su incapacidad para algunas cosas… no es perfecto después de todo… y el propio Yoochun a veces se pasaba con lo que decía… pero le perdonaba apenas le daba un beso y le recordaba que solo eran bromas… es que la verdad es que el pelinegro no tenía nunca la mínima intención de burlarse de su novio…

Y total, que ahora ya cada uno esta en su respectivo lugar para dormir… y Jaejoong no paraba de quejarse desde afuera de la habitación, Yunho no dejaba de hablarle con esa vocecita de niño bueno y mimado que quiere algo, yendo en un momento a la cama de Junsu, siendo expulsado de inmediato por el castaño entre risas; sin darse cuenta de esos puños cerrados de su novio que está a nada de levantarse de su lugar y botar al moreno lejos, muy lejos de su delfín… y ChangMin se aprovechaba de la situación para hacer uno de sus característicos juegos con sus hyungs, siendo la principal victima Jaejoong… y Yoochun se colaba de pronto en la cama de Junsu levantando las cobijas y abrazándole posesivamente por la cintura…

- eres malo, ¿sabías?... – con ese susurro que en su oído sonó más que varonil haciéndole suspirar algo atontado ya por su cercanía…

- Chun… - y quiso pedirle que volviera al sofá, pero le extrañaba demasiado y su calor se sentía demasiado bien como para dejarle ir… cuando él mismo se ha metido en su cama…

- pudiste darme la otra cama… - siguió el pelinegro, deslizando entonces sus manos por el torso del castaño, besando lentamente su cuello…

- ahh… - y ese jadeo que sabe se escuchó demasiado claro e hizo que sus mejillas se tornaran carmesí del rojo más intenso…

- ¡YooSu! Por favor, sus intimidades ahora no, que no están solos… - se quejó ChangMin, que en ese momento se cubría hasta el rostro… algo avergonzado por lo que pudiera ver (a pesar de la obvia oscuridad de la habitación) o escuchar, con lo escandaloso que imaginan deben ser al hacerlo…

- envidioso… - murmuró con una sonrisa divertida el pelinegro, besando más confiado ese cuello que ya estaba algo rojo por sus insistentes besos y lametones…

- no, mhh, Chun… - el castaño hacía hasta lo imposible por controlarse, por evitar esos jadeos que sabían debían estar siendo todo un espectáculo para los otros tres, y que por supuesto, no le gustaba estar dando…

Quiso apartarlo, pero sus manos encontraban resistencia en su propio deseo de sentir a su novio… es que hacía demasiado tiempo que no hacían el amor, con tantos compromisos y pendientes que cumplir… y se preguntaba, si es que algún día podrían ser solo ellos dos sin más preocupaciones que amarse sin límites… porque también estaban todos esos prejuicios sociales que sabe no van a poder superar como por arte de magia, que siempre serán un obstáculo que vencer cada día, sobre los cuales pasar y seguir adelante viviendo simplemente su amor… de una u otra forma, resultaba más sencillo sobrellevar el anonimato de la vida profesional, aunque estuvieran atiborrados de cosas por hacer y siempre tuvieran que cuidarse de que pudieran sorprenderlos gente de staff o el manager mismo…

- ¿no ibas a detenerme?... – murmura su novio en su oído, sacándolo de sus pensamientos, dándose cuenta de que ya Yoochun solo lo abrazaba muy cerca de su cuerpo, acariciando con cariño sus mejillas ardiendo de amor en medio de la oscuridad…

……………………………………

Yunho sentía a Jaejoong entrar también en la habitación, acostándose a su lado en el sofá pegándose a su cuerpo buscando algo de calor y de comodidad… terminando completamente apretados pero sonriendo algo traviesamente al saberse en esa posición, pero muy contentos regalándose unos cuantos besos que saben el YooSu ni enterado porque está a lo suyo, e ignorados por ChangMin, que solo se tapa con la cabecera para no escuchar ni a unos ni a otros…

- … - pensó con algo de resignación… y es que Kohei (uno de los bailarines “n/a lo siento, no lo pude evitar xD”) estaba en algún lado haciendo otros trabajos con otros compañeros de la empresa… - “y mejor que ni se le ocurra a nadie ponerle un dedo encima”… - porque recordar de pronto lo atractivo que es, le dio un poco de ese celo posesivo con que suele defender lo que es suyo, aunque poco demuestre sus emociones tratándose del amor…

……………………………………

- sabía que te detendrías solito, ratoncito pervertido… - susurra sonriendo nerviosamente mientras se acerca completamente a su cuerpo y se deja abrazar con posesión…

- duerme baby… - le besa lentamente antes de decidirse a descansar, porque si no, sabe que terminarán pasando horas entre besos y murmullos, y caricias y mimos…

- buenas noches, Chunnie… - se deja hacer mientras Morfeo lo lleva a su mundo entre esas suaves caricias que el pelinegro le entrega y que les arrulla a ambos…

……flashback……

Junsu recordó cada detalle tanto como pudo… y todavía no podía comprender que podría haber puesto celoso a su novio la noche anterior… en qué momento le había tratado mal si le había dejado dormir abrazado a su cuerpo, aún cuando muy temprano hubieran tenido que despertar para que Yoochun se fuera a su lugar y no los fueran a ver en aquella comprometedora situación… como Jaejoong se apresuró también, despidiéndose de Yunho con un beso apasionado que le dio envidia a Yoochun, Junsu rara vez se dejaba besar con los demás viendo…

- Chunnie… porqué dices que te traté mal anoche, ¿ah?... – cuestionó cuando por más que buscó en sus recuerdos, no dio con ese algo al que pudiera estar refiriéndose su novio…

- en primera, me ibas a dejar sin camita calientita y cómoda toda la noche… - empezó a relatar, enumerando con sus dedos y dando un breve beso al castaño con cada una de sus “razones de peso” para haberse puesto celoso y sufrir maltrato emocional de parte de su novio… - en segunda, ni hiciste caso de mi hermoso argumento para ti, delfincillo inconsciente… - el castaño iba a replicar pero el pelinegro le besó de nueva cuenta impidiéndole hablar… - en tercera, dejaste que Yunho se metiera en tu cama… - frunció el ceño nada más de recordar… - sabes lo celoso que me pone que cualquiera tenga tanta confianza contigo…

- pero es mi amigo, nuestro, Chunnie… - alcanzó a decir el castaño…

- de todas maneras, quisiera poder decirle al mundo entero que tú eres mío y solo mío… no me gusta la forma en que te tratan algunas personas, aún nuestros amigos… yo… ya sé que exagero, pero así me siento baby… - se largó a explicar… - no es que sea solo posesión Su, es… es que Te Amo, y temo que con tantas personas a tu alrededor un día te des cuenta de que no soy ni la mitad de lo que son algunas de esas personas y… - el castaño besándolo con calma, degustando sus labios como si fuera la primera vez, o tal vez la última… simplemente disfrutándolos como si fuesen lo único existente en el mundo…

- como puedes pensar tales cosas, Chunnie… - y el pelinegro ve en su mirada por vez primera un brillo diferente… de molestia e indignación… - es que no he demostrado lo suficiente cuánto Te Amo, que no hay nadie más para mí que tú…

- eres demasiado bueno para mí, Su… - atina a decir sintiéndose incapaz de expresar con palabras su sentir… - Te Amo demasiado…

- yo más, Chunnie… - sonríe brindándole un poco de tranquilidad y seguridad, como si quisiera que viera en sus sonrisas, en su mirada, en cada una de sus acciones, que lo es Todo para él… - sabes, puede sonar tonto lo que te voy a decir pero es la verdad, lo es para mí. Cuando nos conocimos, la primera vez que te vi, sentí algo en mi interior que me hizo sentir como si ya te conociera de antes, de algún lado… tal vez como si en otra vida ya te hubiera amado, y me sentí confundido y asustado por lo que había sentido y pensado, pero no lo negué, aunque tampoco pude dejarme expresar todo aquello cuando no tenía idea de lo que tú pensabas de mí o sentías por mí… y desde ese instante supe que eras diferente y especial para mí, que tendríamos muchas cosas por vivir juntos… y cuando me dijiste la primera vez que me querías, que yo te gustaba… cuando me pediste que fuera tu novio y me besaste, yo me sentí el chico más feliz del mundo y algo en mi interior explotó de felicidad… eso es lo más valioso para mí, Chunnie, ¿entiendes? No hay nada ni nadie que pueda cambiar eso en mí…

- me ha gustado todo eso que has dicho, ha sonado muy lindo y romántico… - el pelinegro sonríe algo atontado por sus palabras, sintiéndose demasiado contento de que alguien como Junsu sienta todo aquello por él…

Porque Junsu es de esa clase de chicos que valen por sus sentimientos más que por el físico que puedan tener o la cantidad de amigos o dinero… mientras que él es más de esa clase de chicos que aunque entregados, suelen tener más de una historia en sus corazones… y no es que tema dejarle de amar o llegar a engañarle… es solo que pesa saber que no se enamoró de el castaño antes, que tuvo sus experiencias antes de él, que no fue su primer encuentro íntimo, ni su primer beso ni su primer novio…

- ¿dejarás de celarme? Ratoncito lindo… - el castaño se abraza de nuevo a su novio haciéndole su mejor arsenal de pucheros…

- no te prometo nada… - sonríe algo más liviano al sentir todo ese cariño con que el castaño se entrega a él y se deja hacer por su persona…

Y dan por terminada esa charla porque recuerdan que no deben tener mucho más tiempo a solas antes de que la gente del staff les busque y vuelvan a tener más ocupaciones que les quitan un poco más del tiempo que no pueden pasar juntos y que los hace extrañarse demasiado, logrando que en esos pocos minutos a solas cada día solo quieran comerse a besos, abrazarse y acariciarse por lo menos un poco cuando hacer el amor se hace imposible…

**************

No sabían si reír o llorar, después de un largo tiempo, tenían unas merecidas vacaciones, pero también el compromiso de partir con sus familias… y por tanto, de separarse, aunque una parte de ellos lo que más deseaba era estar juntos, pero… algunas cosas no podían cambiar, solo modificarse. Y acordaron verse tan pronto como les fuera posible, atender a los suyos y luego buscar la oportunidad de escaparse y verse en algún lugar donde nadie les conociera o bien, terminar en el departamento en Seúl pero a hurtadillas, para que nadie supiera que se encontraban ahí y poder disfrutarse…

Al final, habían sido largos días sin verse, hablándose por teléfono a diario para no olvidar el sonido de sus voces, mensajeándose todo el día sin importar que sus respectivas familias se intrigaran por “la” destinataria de sus mensajes claramente de amor, y es que les conocían lo suficiente como para notarles las miradas brillantes de chico enamorado… claro está, no imaginaban, o si lo hacían no lo demostraban, que la persona destinatario de sus corazones fuera justamente otro chico…

Como fuera, todo valía la pena si volvían a verse, si podían estar otra vez juntos y sus labios se fundían en los más exquisitos besos y sus cuerpos se sentían cerca compartiendo el calor que les había hecho falta todos esos días lejos del ser amado. Junsu se sabe de un momento a otro apresado entre el cuerpo de Yoochun y la pared, su cuello víctima de los lametones y chupetes del pelinegro, sabiendo que dejará su huella y que solo por suerte no tendrá que dar explicaciones de nada porque aún tienen una semana por delante para ellos solos sin más nada que su amor por atender…

- ahh, Chunnie… - cierra los ojos y se rinde al mar de sensaciones que aunque no siente por vez primera, le resultan como tal, porque le hacen sentir algo avergonzado, muy enamorado, y otro tanto excitado…

- te extrañé demasiado, Junsu… - y deja que sus manos se cuelen por debajo de la camisa palpando esa piel que también había hasta soñado en esos días de distanciamiento inevitable…

- también yo, mi madre me preguntaba a diario cuál era el nombre de la chica que por fin se había ganado mi corazón… - el castaño sonrió divertido al recordar la insistencia de su madre…

Y las bromas de JunHo que no estaban pero nada lejos de la realidad, y es que su gemelo no paraba de responder por él diciéndole a su progenitora que “la chica” tenía “bolsitas” y que era un “ratón pervertido” que hacía perversiones con su bebé… y todos y cada uno de sus sonrojos que creía le delataban fácilmente, pero que curiosamente nadie cuestionaba… de alguna manera, aquello era mejor…

- y tú qué le respondías… - sigue su camino de besos bajando por el cuello hasta la clavícula, encontrando por obstáculo la camisa que ahora le resultaba tan estorbosa…

- nada, me quedaba mudo de la vergüenza, no iba a decirle algo como “omma, la chica no es chica, sino un chico, mi amigo Yoochun, ¿te acuerdas de él?”; te imaginas lo que pasaría… - el pelinegro ocupado en desabotonarle la camisa…

- no me quiero imaginar, son más quebraderos de cabeza que no quiero tener justo ahora que tengo algo más interesante que hacer… - deslizó la camisa por los hombros de su novio, besando al instante éstos mientras la prenda cae al suelo y el castaño suspira a ojos cerrados concordando con el argumento de su novio…

Junsu sonríe al sentir las manos de Yoochun viajando por su cintura hacia atrás, acariciando sinuosamente sus glúteos antes de apretarlos suavemente… sabe cuánto le encanta al pelinegro hacer aquello, el morbo y el deseo que le despierta su trasero en particular…

- vas a ser mi ratón pervertido por siempre, ¿verdad?... – el pelinegro vuelve a sus labios dejándole un beso húmedo mientras lo abraza instándole a abrazarle con las piernas enroscadas en su cintura y le lleva así a la alcoba…

- hasta en otra vida si la hay, Junsu ah… - responde mientras lo recuesta en la cama… y entonces recuerda esa promesa que se había hecho días pasados mientras pensaba en la bonita relación que llevaba con su novio… - ¿Su?... – le mira ahí acostado en la cama con las mejillas sonrosadas y la mirada brillante, con esos labios entreabiertos y esa expresión de entrega total que hace que su corazón dance alegre y su estómago se llene de mariposas…

Y de pronto todos los argumentos y las bonitas palabras que había pensado se esfuman de sus pensamientos dejándole la mente en blanco… porque no sabe de qué manera decirle que quiere ser suyo, que quiere sentirle dentro, que quiere esa primera vez que no pudo tener antes, porque aunque para Junsu él fue el primero en la intimidad e hicieron el amor desde entonces, era Yoochun quien ya había tenido sus encuentros con otras y otro antes, porque aunque nunca llegó a pensar en la importancia que tendría aquello, se arrepiente ahora de no haber esperado solo un poco más hasta que Junsu se convirtió en su Todo, y haber tenido sus primeras veces de todo con él como el castaño las ha tenido a su lado…

Junsu sintió esa mirada pensativa detenida sobre su rostro, y se sintió algo avergonzado y muy emocionado, porque podía leer en esos ojos oscuros el amor que le tiene y que es más claro que muchas de las cosas que sabe aún tienen que superar, pero que ahora son ínfimas comparadas con la relación que han sabido ir cimentando de a poco y sin prisas… salvo aquéllas que no podían evitar cuando la pasión era fuerte y el tiempo demasiado poco para entregarse…

Y no pasa mucho tiempo cuando el castaño siente la mirada amorosa de Yoochun recorriendo su cuerpo, y cerró los ojos suspirando completamente enamorado cuando una de sus manos bajó a su torso haciendo un trazo en su piel con las yemas de sus dedos. Aquello solía ocurrir así, ser el primero en ser desnudado lentamente prenda por prenda, apreciando entre suspiros y besos húmedos ese amor que resplandecía en los ojos del pelinegro al ir redescubriendo su cuerpo. Se amaban y de eso no tenían dudas, aunque todavía flotaran entre ellos temores y silencios que con un poco de paciencia irían resolviéndose cuando con sus sentimientos los enfrentaran.

Las manos del pelinegro se detuvieron en los pantalones del castaño, jugando con la pretina mientras desciende sobre su cuerpo besándole despacio notando cómo ya el calor que desprende su torso le comienza a inundar los sentidos instándolo a deshacerse de una vez de la molesta ropa que le aportaba de su total desnudez.

Pero entonces sintió a Junsu tomarlo por la cintura impulsándolo a un lado con fuerza obligándolo a recostarse sobre la cama, demasiado cerca de la orilla por la posición en que estaba antes el castaño. Yoochun le mira sorprendido, pues no es una acción que por iniciativa suela hacer por sí solo, y nota entonces ése brillo en las castañas pupilas de su novio que intensas se clavan en sus orbes…

- quiero… - se sonroja un poco más pero no mengua el brillo de su mirar… - quiero hacerte el amor, Chunnie… - y es que a pesar de todo, aún cuando no hay nada más maravilloso que sentirse poseído por su novio, hace días que no deja de pensar en lo que será sentirse dentro de él… de ocupar ese estrecho pasaje que sabe nunca nadie más ha tomado…

El pelinegro traga hondo inconscientemente al sentir una mano de su novio acariciando el costado de sus caderas, mirándole con ese brillo intenso en el que no deja de atisbarse el amor que sienten el uno por el otro.

Pero realmente lo quería… lo deseaba…

- hazme tuyo, Junsu ah… hazme el amor, tengamos nuestra primera vez, baby… - y escuchar esas palabras viniendo de labios de su novio hizo que algo explotara en el interior del castaño y se sintiera algo más confiado para seguir adelante con ese impulso que le había nacido…

Pero sabiendo que era más fuerte que simple deseo carnal, o impulso, o sentido de posesión por Yoochun… era que ser uno siendo él quien ocupara el interior de su novio le significaba una unión mucho más profunda. Y regalándole un beso tierno se queda en su boca largos segundos que pasan lentos como el curso de la vida eterna que efímera como el polvo de arena arrastrada por el viento en el desierto, se va más rápido de lo que se puede explicar…

Y en ese beso de amor se mueven decididas las manos del castaño, viajando hasta los jeans del pelinegro, desabrochándolos y metiendo una de sus manos en su interior para sentir su abultado miembro duro bajo la ropa interior. Siente a Yoochun jadear en medio del beso y se separan entonces solo para que Junsu pueda entonces ocuparse de su camiseta y apartarla de su cuerpo para poder repartir nuevas caricias por cada palmo de su piel. Puede sentirle algo tenso, asustado tal vez, nervioso sin duda, ansioso quizá… como ese mar de sensaciones que recuerda él mismo experimentó aquélla primera vez en que el pelinegro le hizo el amor…

Y recordó también el dolor inevitable, la sensación de vacío y el devenir de emociones que aún no ha podido nombrar, las que lentamente y con más esfuerzos de los que puede memorar, le llevaron al placer de verdad en aquél baile de caricias y gemidos que le hicieron sentir el chico más feliz sobre la faz de la tierra.

Y quiere entonces poder ser tierno y cariñoso, prepararlo lentamente para que no duela tanto su intromisión… le desnuda con parsimonia, regalándole sutiles caricias y besos atrevidos que le mantuvieran excitado y distraído de lo que aún estaba por venir… porque humectando sus dedos con su propia saliva para no atraer la atención del pelinegro y se fuera a arrepentir, los llevó hacia atrás colando el primero con suma paciencia y delicadeza…

- mmhhh… - pero arrancando ese gemido adolorido de un Yoochun que se encorvó y revolvió sus piernas al sentir aquella intrusión en su pasaje…

- tranquilo, Chunnie… - el castaño deja su dedo quieto y sube a su boca para besarle con dulzura, sintiéndose culpable y algo torpe al no haber podido evitar aquello… quiso incluso desistir y dar marcha atrás, pero el propio pelinegro había terminado abrazándolo con fuerza reteniéndole contra su cuerpo y moviendo sus caderas con cuidado logrando que el intruso entrara por completo en su interior…

- estoy tranquilo, Su… - dice entre jadeos, indudablemente duele aquello en su entrada… - no se te ocurra dejar las cosas empezadas o a medias… - sonrió tratando de transmitirle la seguridad que sabe no tiene, porque él mismo quiso dar un paso atrás aquélla primera vez…

- no quería hacerte daño… - sincera el castaño, besando castamente su frente, acariciando su mejilla y moviendo muy lentamente ese primer dedo de dentro hacia afuera…

- mhh… - gimió una vez más con incomodidad… - no me haces daño, mhh… - gemidos incómodos que ambos sabían no pararían hasta que hayan pasado instantes de la penetración que aún está por venir… - lo estás haciendo muy bien, es imposible que no duela al principio, baby…

- lo sé… - pero eso no quitaba que él se sintiera algo triste por ocasionarle aquel dolor por su deseo de poseerlo… - Te Amo, Chunnie… - declara más por necesidad de recordarle que aquello es más que posesión, que es más que deseo carnal o un capricho de uke…

Es hacer el amor por amor…

Y así, uno a uno sus dedos finalmente van dilatando ese pasaje estrecho que se siente algo apretado y muy cálido… Junsu sabe que está listo para recibirlo, pero que llegarán esas lágrimas que nunca ha visto, las que son inspiradas por el dolor de hacer el amor por vez primera… porque es en ése momento cuando siente que ambos se entregan en cuerpo y alma… no porque antes con él no hubiese sido la primera vez, y no sabría cómo explicar o describir esa sensación… pero saber que Yoochun se ha entregado casi con sumisión, solo le hace sentir muy feliz y contento, porque por fin puede tener de su novio lo que nadie, absolutamente nadie más tuvo… como él ha sido siempre solo para Yoochun.

Se desliza entonces con delicadeza y lentitud, apurándose en beber esas lágrimas que ya esperaba, susurrándole cada tanto al oído cuánto le ama, cuánto le ha amado desde hace tiempo, lo feliz que es estando juntos, lo ansioso que se pone cuando por el trabajo no pueden hacer el amor o comerse a besos cada que lo desean… y le dice muchas otras cosas más al oído durante esos minutos en que el pelinegro solo puede jadear a ojos cerrados acostumbrándose a la intromisión, sintiendo ese escozor en su entrada que le hace sentir que prácticamente lo ha desgarrado, y no es porque Junsu haya sido salvaje ni mucho menos, es por el simple hecho de ser la primera vez…

Unos minutos pasan y Yoochun le indica que lo intente, sintiendo todavía como si algo atravesara su estrechez cuando Junsu se desliza dentro y fuera una vez, detectando cómo sus paredes se expanden albergando su duro y caliente miembro en la segunda estocada… presintiendo que el placer está cerca cuando la tercera embestida le arranca un gemido más agudo y menos doloroso… saboreando de esos labios tibios que le buscan constantemente brindándole seguridad y esa mano que en su erección masajea con apremio buscando proporcionarle el mayor placer posible…

Siendo instantes después que aparecen esas oleadas de placer que corren como estímulos eléctricos por toda su columna vertebral y le regalan esas sensaciones que de alguna manera experimentaba cada que se unía a Junsu, pero que en ése momento eran también particularmente diferentes dejándole nuevas emociones que le obligan a aferrarse a la espalda del castaño abrazando sus caderas con sus piernas y pidiendo más de esa profundidad, que toque ese punto que sabe se encuentra en su interior y le hará gritar de placer…

- aahhh, Su!... – ese punto que no tardó en encontrar su novio y que le hizo arquear la espalda y cerrar los ojos al sentir que había tocado el cielo mismo…

- mhh, Chunahh… - Junsu apoyó sus manos en los costados de la cabeza del pelinegro, buscando soporte en el colchón para impulsarse contra la intimidad de Yoochun con mayor fuerza y profundidad, sabiendo que había encontrado su punto exacto y deseando proporcionarle ese mismo placer que él ya estaba sintiendo.

Ése placer que los estaba arrastrando al orgasmo estocada a estocada, beso a beso, caricia a caricia, sonrisa a sonrisa, mirada a mirada… todo ese amor entregado en ése vaivén de caderas que se volvía algo frenético y ardiente… y sentir contra su torso el miembro apresado del pelinegro rozándose constantemente, aunado a esos gemidos que ahora resonaban en sus oídos le estaban llevando al paraíso mismo…

Minutos de intensa entrega casi sin límites, de todo eso que no puede ser descrito ni explicado pero que sienten en carne propia, en esa piel que les arde en deseo, en esos apasionados besos y esas candentes caricias que se deslizan con el clamor de los sentimientos y la destreza de las sensaciones… llevándolos a ese mundo, al mundo del placer, a ese ver en blanco cuando se les tensa cada músculo y derraman su semilla habiendo alcanzado el orgasmo, regocijándose en esos espasmos que les corren de pies a cabeza…

Junsu se deja caer en el pecho de Yoochun, saboreando todavía ese mar de sensaciones, respirando agitado y escuchando el corazón del pelinegro que late apresurado, tal como puede sentir que bombea el suyo propio… y pensar en que finalmente ha sido él quien le haga el amor a su novio, le llena simplemente de dicha y plenitud…

- gracias, Chunnie… - murmura con una sonrisa algo cansada pero completa…

- Te Amo, Junsu ah… - corresponde mientras entierra sus dedos en los cabellos castaños de su novio… - ha sido hermoso que me hicieras el amor… - besa su mata de cabellos y luego sus ojos se encuentran con esas pupilas que lucen más brillantes que nunca…

- ahora, ahora en verdad creo que hemos tenido nuestra primera vez de todo, Chunnie… - y ambos comprenden que aquello va más allá del hecho de saber que para el pelinegro había habido otras experiencias antes de Junsu…

Es saber, que esa vez, todo ha sido más que posesión…

Han hecho el amor en todas las de la ley, porque así como Junsu le pertenece a Yoochun y ha quedado su marca en cada palmo de su piel, ahora Yoochun le pertenece a Junsu, pues lleva su esencia en lo más profundo de su interior…

Y si aún hay historia por contar son versos que no serán escritos, pero que seguro quedarán grabados en el único lugar más importante e inmortal de todos… sus corazones…

Porque lo que para las fans y todo esa gente a su alrededor es poco más que fanservice o tácticas publicitarias, para Yoochun y Junsu, el YooSu o el SuChun, era su más palpable realidad…


**FIN**

4 comentarios:

  1. megusta mucho este yoosu que se entrega ...es mas real....

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  2. casi nunca leo shot´s, pero de hoy en adelante los leere y tengo mucho que leer mientras no se actualice algun fic de los que leo.

    fue hermoso ver ña entrega de yoochun y junsu preocupado para que no lastimar a chunnie.

    gracias por escribir tan lindas historias.

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  3. aaaaaaaaawwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww!!!!!que bellos, ese chunnie y sus frases, a mi eriza la piel!!!!!yoochun es tan ......no tengo palabras...se me cae la baba.----

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  4. me super encanta :D espero hagan muchos más Su Chun en el futuro :D junsu es demasiado sensual como para ser pasivo siempre XP

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”No me quejo si alguien que ha leído el libro lo encuentra aburrido, absurdo o despreciable, ya que yo tengo una opinión similar sobre sus comentarios.”
J.R.R. Tolkien