Título: POR UN INTENTO
Autora: Felina
Pareja: YooSu
Género: Romance
Clasificación: NC-17
Advertencia: Lemon
Resumen: Cómo le explicas a tu propio corazón que puede enamorarse otra vez, y más que eso, amar de verdad…
*****
17 años podría resultar una edad bastante complicada siendo el primogénito de una de las familias más importantes de todo Seúl, y lo era un poco más teniendo cierta preferencia sexual que no toda la gente comprende… sin embargo, Park Yoochun hacía todo lo posible por tener contentos a sus padres saliendo con una hermosa chica de su edad…
El noviazgo con YooNa había comenzado hace un par de meses; pero una discusión sin sentido les llevó al rompimiento, más Yoochun sentía que extrañamente se había enamorado genuinamente de ella (o quizá fuera que de esa manera había conseguido no pensar tanto en aquel chico que le había estado atrayendo tanto hasta antes de comenzar a salir con YooNa), así que se había dado a la tarea de recuperar a su exnovia. Ya había intentado hablar con ella pero se negó, le mandó rosas que tiró a la basura, le escribió versos que rompió o quemó… y le había dejado sin armas, ya no sabía qué hacer, estaba casi desesperado… la quería…
Ensimismado en su disyuntiva emocional, caminaba por uno de los pasillos de la Escuela más o menos desolado, la mayoría de los estudiantes se encontraban en ese momento en sus aulas en clases… pero ahí estaba ella frente a sí, sus pasos se detuvieron al observarla platicar por el móvil. Se encontraba tan concentrado en pensar en algo para llamar la atención de su ex que no se percató de que un pelirrojo se acercaba a él, sonriente y ligeramente sonrojado, el chico saludó…
- hey, Yoochun ah… - el pelinegro había dirigido su mirada hacia el dueño de esa peculiar voz algo chillona… y una idea apareció en su mente… - que bueno que te veo, me preguntaba si podrías ayudarme con una lección de inglés que no logro comprender, ya sabes que eso de los idiom…
El pelinegro había desviado la mirada mientras su amigo hablaba, y en el momento en que YooNa colgó el móvil y sus miradas se cruzaron, él sonrió ligeramente para luego empinarse hacia el frente y alcanzar la boca de su amigo… oh sí… Park Yoochun besó a Kim Junsu, su amigo de hace años, quizá no el mejor, pero sí se conocían lo suficiente como para considerarse amigos. El pelirrojo se vio interrumpido en su discurso por ese inesperado beso; sus ojos castaños se abrieron de par en par apenas los labios del pelinegro tocaron los suyos, pero casi al instante los cerró rendido a las sensaciones. Su corazón emocionado palpitaba avasalladoramente en su pecho, nunca había sentido un beso tan maravilloso, técnicamente ese era su segundo beso, el primero se lo había dado una chica en un tonto juego hace casi dos años, casi el tiempo que llevaba enamorado de Yoochun, aunque siempre supo que no tenía esperanzas con él… pero ahora… ahora se estaban besando y eso le hacía realmente feliz…
- eh, Chunnie… - soltó aquel diminutivo inconscientemente, estaba endemoniadamente sonrojado y su voz apenas había salido como un murmullo.
Tenía la mirada gacha apenas se habían separado del beso, pero al darse cuenta de que el pelinegro no decía ni hacía nada, volvió a levantar la vista notando que Yoochun miraba por sobre su hombro algo a sus espaldas. Escuchó unos pasos apresurados y descubrió que el pelinegro estaba muy interesado en el o la dueña de esos sonidos… YooNa les pasó por el lado con visible molestia, y el pelinegro le siguió sin importarle la reacción de Junsu.
- ¡YooNa! ¡espera, escúchame!... – pero la chica decididamente le ignoró caminando más rápidamente y dejándole atrás. Había caminado un par de metros y se detuvo justo cuando algo hacía clic en su mente y reaccionaba en lo que acababa de hacer…
Había besado a un chico… a Junsu…
Instintivamente volteó y le vio ahí, con la mirada clavada en el piso. Junsu se sentía morir, por unos segundos se había ilusionado con la idea de que sus sentimientos fueran correspondidos… pero solo le había besado para sacarle celos a YooNa… quizá ni siquiera se había dado cuenta de que era él… quizá pensó que era alguien más, una chica tal vez… ¿Cómo alguien intentaría celar a su exnovia besando a otro chico?
Yoochun ya no sabía qué hacer, tarde reparó en el hecho. Estaba mal besar a alguien solo por llamar la atención de su exnovia, pero era peor por haber sido justamente Kim Junsu… y es que hace tiempo, su mejor amigo, Jaejoong le había dicho en confianza, que sabía que el pelirrojo estaba coladito por él. Quería acercarse y disculparse, o lo que fuera, pero sus piernas no respondían. Entonces el pelirrojo alzó el rostro, sus ojos marrón rojos por las lágrimas que resbalaban sin cesar por sus mejillas, surcando un camino húmedo hasta su cuello. Verle en ése estado le hizo sentir miserable, culpable y maldito.
Junsu hubiera querido por lo menos golpearle, decirle que era un idiota por hacerle pasar esas contrarias emociones en unos pocos segundos; por instantes sus ojos brillaron con rencor, pero el dolor era más grande, así que dio la vuelta y se fue corriendo, con el corazón destrozado y toda capacidad de soñar opacada.
- ¡mierda!... – Yoochun golpeó el muro sin importarle haberse lastimado la mano ni la sangre que salió de sus nudillos… se merecía eso y mucho más y lo sabía.
………………………………
Junsu no era de los que iban por ahí contando sus penas, pero la verdad es que si se había sentido muy mal y el llanto le había traicionado cuando se reunió con su amigo Yunho… Jung Yunho era, para mala suerte del pelirrojo, también gran amigo de Yoochun, pero casi siempre terminaba por ser algo sobreprotector con el pelirrojo, casi como si fuera su hermano mayor a pesar de que eran solo meses de diferencia los que se llevaban. Quizá la actitud del chico de tez morena se debía a que han sido vecinos toda la vida.
Furioso y desilusionado de su amigo (que Yunho estuvo presente el día aquel en que Jaejoong, a saber, su novio, le dijera al pelinegro que Junsu le quería sentimentalmente) le esperó a la salida de clases por aquél parque por el que el pelinegro solía cruzar rumbo al metro. Yoochun le vio desde que comenzó a andar por el parque, y no hizo nada por evitar lo que los ojos de su amigo dejaron en claro. El moreno caminó hasta el pelinegro con los puños cerrados y el ceño fruncido, clara señal de su enojo…
- ¡eres un imbécil!... – dijo y luego asestó un puñetazo en la boca del pelinegro, quien no hizo nada para defenderse, sabía que también se merecía ese golpe, sintió sangre correr de su labio partido. El moreno le tomó por el cuello de la camiseta encarándolo… - tú sabes bien que le gustas, cómo mierda se te ocurrió hacerle eso, ¡ah!
- no lo sé, Yunho… - respondió sinceramente… - no estuvo consciente de que era él hasta que ya había cometido el error…
- error el de Junsu por enamorarse de ti… - conteniendo los deseos de matarlo, lo soltó con brusquedad. Después de todo también llevaba años de conocer al pelinegro y sabía que podía llegar a ser tan cabeza dura e imbécil como él mismo lo ha sido…
- tienes razón, Junsu se merece a alguien mucho mejor… - se pasó el dorso por la boca y ardió un poco más pues se había terminado de abrir la herida…
- alguna vez pensé que eras el chico perfecto para Junsu… - silencio incómodo… - ¿de verdad te enamoraste de YooNa?
- yo… sí… - respondió sintiéndose más culpable y apenado…
- entonces creo que por lo menos Junsu merece algún tipo de explicación…
………………………………
Al día siguiente Yoochun todavía no sabía qué hacer para disculparse con el pelirrojo. Y le extrañó el no verlo como todos los días jugando futbol durante los minutos libres entre clase y clase. Yunho no le dirigió la palabra, a pesar de que iban en el mismo salón, igual que Jaejoong, aunque él por lo menos le dijo…
- perdona Chun, no puedo verte y hablarte como si nada hubiera pasado, cuando terminaste con YooNa tuve la esperanza de que te dieras cuenta de lo que Junsu siente por ti y te dieras la oportunidad de estar con él, y discúlpame si no creo en tus propias palabras de estar enamorado de ella… solo espero que pronto las cosas se arreglen de una u otra manera, para que podamos volver a ser todos amigos… - y luego de esas palabras, el chico de cabellos oscuros tampoco le había vuelto a dirigir la palabra…
Al atardecer, cuando las clases terminaron, el pelinegro caminó de regreso a casa, y como siempre, pasó por aquel parque en el que esa vez no había un Yunho furioso esperándole. Pero Park tampoco tenía ganas de volver de inmediato a casa, así que se desvió atravesando el parque por el costado izquierdo, dando a un pequeño Jardín en el que había grandes árboles y hermosos rosales, la entrada no estaba prohibida, pero a esa hora casi no había gente, así que le consideró un buen lugar para intentar despejar su mente.
Terminó recargado en el tronco de un frondoso árbol, su vista perdida en el horizonte. Luego de unos minutos escuchó los pasos de alguien acercándose, instintivamente se irguió asomándose para ver quién era… se sorprendió al topar su mirada con la figura del pelirrojo. Junsu le conocía más de lo que el pelinegro sospechaba… sabía que le gustaba ir ahí cuando se sentía estresado, cansado o angustiado por alguna razón. Y él necesitaba saber algo de viva voz de Park…
- Su…
- yo… solo quiero hacerte una pregunta… - su voz débil… - ¿habías pensado en besarme… o fue casualidad que yo estuviera ahí?... – al decir las últimas palabras su voz se quebró en contra de su voluntad y sintió las lágrimas escocer en sus ojos otra vez…
- Su, yo…
- solo dime la verdad, Yoochun… - exigió con los ojos llorosos… no quería explicaciones burdas que le hirieran más y tampoco quería llorar delante de él…
- casualidad… - sinceró el pelinegro… sintiéndose todavía peor a ser posible…
- espero que por lo menos te haya funcionado… - triste, el pelirrojo se dio la vuelta y emprendió el camino de regreso. Aquel carácter alegre y juguetón que otrora le había caracterizado había desaparecido junto con la ilusión de ese beso con el chico que, a pesar de todo, sigue amando…
- ¡Junsu espera!… - le llamó el pelinegro, corrió hasta alcanzarlo y ponerse delante de él, colocó sus manos en los hombros del pelirrojo para frenarlo, pero se arrepintió al instante cuando le sintió temblar a su contacto… las apartó dejándolas caer en su costado… - yo…
- No quiero que me digas nada… me lastimarás más, por favor, solo déjame ir, Yoochun… necesito olvidar lo que paso… necesito olvidarte… - pidió entrecortadamente pues el llanto le había traicionado y resbalaba ya por sus mejillas. Yoochun no soportó verle así y lo abrazó.
Aunque Junsu quería correr y alejarse de él, terminó por corresponder el abrazo y enterrar su rostro en el pecho del pelinegro, bañando la camiseta de éste con el agua salada de sus ojos marrón.
- perdóname… - atinó a murmurar el pelinegro…
¿Cómo había sido capaz de ocasionarle tal daño? Cuando ha sido una de las personas más importantes de su vida, cuando le regalaba siempre una sonrisa y le apoyaba aún cuando él fuera el más desanimado para algo. Sabía que un ángel como Junsu no merecía lo que él le había hecho. Y que no merecía esas lágrimas que dejaba sobre su camisa, que su estúpido egoísmo le llevó a perjudicar a ese ser tan maravilloso que le quiere sinceramente… como él quiere a YooNa, ¿verdad?
¿Porqué demonios no dejaba de pensar en la chica de largos cabellos negros?
Si tan solo pudiera en cambio hacer feliz a Junsu…
Pasaron tal vez minutos en aquella posición, abrazados en un silencio casi total, solo se escuchaba el mecer de las copas de los árboles y los sollozos ahogados del pelirrojo. Le sintió separarse lentamente, primero cediendo el abrazo y perdiendo su calor, luego el pelirrojo dio un paso atrás con la vista en el suelo, hipaba por causa del llanto, y aún había pequeñas gotas de agua salada resbalando hasta su barbilla antes de caer y ser absorbidas por la tierra. No era ya el llanto abundante de antes, pero era claro que había un dolor prendado en su alma que tardaría en sanar…
Y todo por su culpa…
Yoochun no supo del todo porqué es que luego una de sus manos viajó al mentón de Junsu instándole a mirarle, su otra mano comenzó entonces a limpiar el rastro húmedo de las lágrimas que cubrían su pálido semblante. Y ahí, un sentimiento dormido en su inconsciente lo traicionó guiando a sus manos a depositar ligeras caricias en las mejillas del pelirrojo tiñéndolas de un rubor precioso. Después, sus temblorosos dedos rozaron delicadamente los labios de Junsu estremeciéndole de pies a cabeza… su boca entreabierta le invitaba a probarla de nuevo… comenzó a acercar su rostro en busca de aquel tibio contacto, pero…
- no, Yoochun… - Junsu susurró, consciente de lo que iba a pasar, pero no queriendo que la herida se hiciera más grande… no quería otro beso de labios del pelinegro, si éste no era entregado con el corazón, sino más bien por una especie de empatía mezclada con culpa… no… si Yoochun ama a una chica…
Park reaccionó de lo que había estado por hacer solo hasta que escuchó al pelirrojo… sorprendido consigo mismo y sintiendo sus mejillas arder, dio un paso atrás abriendo la boca como buscando algo que decir, pero… qué debía, ¿disculpas? Pero ni siquiera entendía qué lo había llevado a acercarse a Junsu de esa manera…
- ¡Yoochun!... – escucharon una voz femenina a unos pocos metros de distancia…
YooNa se acercaba con su peculiar caminar suave, elegante y coqueto, con una sonrisa que rayaba en la burla y seguridad desmedida. Yoochun sintió un vuelco en el estómago al verla y su corazón se aceleró un poco. Junsu comprendió que todo estaba terminado ya…
- adiós, Yoochun… - la voz del pelirrojo con tono bajo y vacío llegó a oídos del pelinegro pero no atinó a hacer ni decir nada… Junsu tampoco esperaba nada… dio la vuelta y continuó su camino…
Pasó a lado de esa YooNa que sonreía mentalmente pero que tampoco se molestó en voltearle a ver, su único objetivo era Yoochun.
El pelinegro de pronto presenció una de las escenas más tristes que podría recordar… porque del Junsu que conocía, no quedaba ni un resquicio… y él era el culpable de ello… más todo pensamiento en torno al pelirrojo fue cortado por esa seducción hechizante que la chica tenía sobre él…
- hola… - saludó en fingido nervio la chica. Tenía claro recuperar al pelinegro con tal de no dejarle camino libre a Junsu… le odiaba desde que por él y su personalidad cute, todos en la escuela le hubieran considerado una chica superficial y su popularidad hubiera decaído considerablemente…
- hola… - había correspondido el pelinegro, perdido en esos ojos negros que lo envolvían en un calor embriagante…
- estuve pensando en nosotros… - las manos femeninas subieron coquetamente por el pecho varonil… - y creo que fue una tontería terminar… - hasta asirse de su cuello… - te quiero, Yoochun… - y fundirse en un beso que no aguardó palabra alguna por parte de él…
¿Cuánto había añorado ése contacto? Sabía bien, era una sensación deleitable que le recorría cada célula de su sangre hirviendo de pasión…
“…- espero que por lo menos te haya funcionado…”
Las palabras de Junsu retumbaron en su mente… ¿Cómo podía ser tan insensible?... despegó sus labios con la intención de dar por terminado ese sublime contacto, pero YooNa lo aprovechó para profundizar esa lánguida caricia, tornándola ardiente al complementarlo con el recorrido que sus delicadas manos hicieron en el cuerpo varonil. Excitado, Yoochun comenzó a responder con la misma intensidad, devorando con frenesí erótico los labios femeninos…
“…- adiós, Yoochun…”
Hizo eco en la mente del pelinegro, un vacío acudió a su estómago y la intensidad de sus besos y caricias descendieron… solo entonces recordó el beso que había compartido con Junsu… sólo entonces reparó en las sensaciones experimentadas, había sentido algo completamente diferente a lo que YooNa le transmite… Junsu le había devuelto el beso con amor… YooNa solo lo hace con pasión…
Por fin, se separaron, ella sonreía triunfante, pero él lucía pensativo; ambas respiraciones alteradas por el descontrol hormonal en que estaban cayendo presa.
- lo siento, YooNa, pero terminar fue lo mejor que pudimos haber hecho… - soltó de pronto el pelinegro con una sonrisa suave en los labios…
- ¡qué!... – cuestionó desconcertada…
- ya no te quiero, YooNa… - sin embargo, una parte de sí renegaba de lo que estaba diciendo…
- por favor, Yoochun, claro que me quieres… - debatió la chica con una sonrisa, acercándose peligrosamente a boca del pelinegro segura de que podía envolverlo en sus encantos… más él la detuvo…
- no… - aún algo en su mente le gritaba que aquello no era lo correcto, su aprendizaje social y los lineamientos acerca de relaciones entre personas del mismo sexo quizá… pero otra parte de su ser acababa de tomar una decisión…
- es por ese tonto de Junsu… - espetó molesta…
- no le llames tonto… - y ahí esa sensación de aprehensión hacia el pelirrojo… - y sí, es por Junsu… - ¿acaso era posible que estuviera hablando su corazón?
- no me irás a decir que en verdad eres gay y te enamoraste de él, ¿o sí?...
- la verdad es, YooNa, que siempre he sido gay, y si salía contigo era solo para darle gusto a mis padres y no me hicieran un lío porque su hijo no gusta de las chicas…
- de cualquier manera terminarán por saberlo, Yoochun, ya verás que no te la dejo tan fácil, nadie me bota como un trapo desgastado… - enfadada, la chica se marchó dejándole otra vez a solas.
………………………………
Yoochun corrió a casa de Junsu, pero los Sres. Kim le dijeron que su hijo había llamado para decir que llegaría más tarde porque se iba a reunir con un compañero de clase de nombre ChangMin, dato que hizo que algo saltara inquieto en su interior…
Shim ChangMin era uno, no, corrección, era el chico más inteligente de toda la escuela… y también compañero y amigo del pelirrojo… esa clase de amigo con quien Junsu se la llevaba tan bien que hasta llegaba a quedarse a dormir en casa de él… esa amistad en algún momento le había dado incluso envidia al pelinegro y ahora venía a pensar que quizá era porque sentía algún tipo de atracción sentimental por Junsu… claro, claro, se supone que acababa de tomar la decisión de intentar una relación formal con el pelirrojo, más de alguna manera no se sentía capaz de atribuir a aquello al amor… era más bien motivado por la culpa y la certeza de que Junsu merece ser feliz y no estar triste por lo que él tan estúpidamente había hecho…
Romperle el corazón…
En ese momento Park había tenido el impulso de ir a donde Shim, pero consideró que tal vez aquella no sea la mejor idea… en realidad, se sentía un poco perdido, necesitaba consejo y apoyo… necesitaba hablar con Yunho y Jaejoong, conociéndoles, debían estar por ahí en algún lugar privado “echando pegue”…
……………………………………
Jaejoong estaba abrazado a su novio en aquel sitio más o menos oscuro del Parque cerca de casa del moreno, sabían bien que nadie caminaba por ahí a esa hora, así que tenían libertad de mimarse y besarse libremente… bien que podían ser descubiertos, pero la verdad era que aquella sensación adrenalínica les daba también más emoción a sus encuentros a solas…
Escucharon un carraspeo e inmediatamente se separaron… ambos fruncieron el ceño al descubrir que se trataba de Yoochun…
- necesito hablar con ustedes… si no les importuna demasiado… - el pelinegro sonrió nerviosamente, de pronto sentía que incluso su vida corría peligro, cuando el moreno se enojaba era realmente impulsivo y aguerrido…
- qué quieres, Yoochun… - el moreno volvió a atraer al pelioscuro por la cintura, abrazándole y oliendo su cabello… el pelinegro casi se sintió ignorado, pero entendió que era esa la forma de castigarle un poco por su actitud…
- quiero a Junsu… - soltó sin preámbulos…
- ¿qué?... – se sorprendió e YunJae…
- que quiero a Junsu y necesito decírselo, pero la verdad es que no tengo idea de cómo, sé que hice todo mal y que ahora no va a creerme de buenas a primeras….
- tienes razón, no se te cree que ahora de repente vengas a decir que lo quieres cuando apenas ayer le trataste tan…
- ya lo sé, Yunho, sé perfectamente lo que hice y cómo, créeme que me siento bastante mal como para que le eches peso a mi culpa…
El moreno iba a comenzar a decir algo más dispuesto a seguir replicando con el pelinegro pero su novio se le adelantó tomándole la mano y dándole un corto beso en los labios…
- si en verdad vas a hablar con él y declarártele, solo asegúrate de darle seguridad y no dejarle ir, que te escuche sí o sí… y de una vez te lo digo, Yoochun… - se puso extremadamente serio, así como Yunho también sabía que no había cabidas para negociaciones de lo que diga… - si vuelves a fallar, si Junsu vuelve a sufrir por tu culpa, nunca, nunca más en la vida te dirigiré la palabra y esperaré porque en la vida te vaya muy mal, aunque eso te suene feo, cruel o egoísta…
- entiendo… - pero el pelinegro comprendía que si era sincero y dejaba a su corazón hablar, aquello nunca pasaría…
- entonces espera a mañana… - comenzó el moreno…
- ¿mañana?... – de pronto al pelinegro el tiempo le pareció su peor enemigo… - mejor dime dónde vive ChangMin… - ¿no era que iba a esperar? Ni él mismo se entendía en realidad… solo sabía que quería a Junsu en ese momento…
- no puedes ir donde ChangMin… - replicó el moreno…
- pero…
- créeme, mejor espera a mañana, hoy todavía debe estar muy fresco todo lo que ha pasado, ve y duerme, medita con la almohada y piensa muy bien lo que vas a decirle, porque no tendrás más que esa oportunidad, Yoochun ah… - volvió a hablar el pelioscuro…
……………………………………
Hogar de Shim ChangMin
- ¿le estás defendiendo?... – el pelirrojo miró algo ofuscado al novio de su amigo morocho… MinHo sonrió nerviosamente al notar que tal vez no había dicho algo oportuno…
- no le defiendo… solo digo que debe estar confundido si dices que estuvo a punto de besarte de nuevo…
- MinHo fue así conmigo cuando empezamos a gustarnos… - dijo calmadamente el morocho…
- pero era diferente, MinHo no iba por ahí por la calle de la amargura haciendo hasta lo imposible para volver con su exnovia…
- quizá no, pero también fue bastante idiota, me besaba y luego salía prácticamente corriendo alegando que lo lamentaba, que no era gay y demás cosas que ni para qué recordar… - señaló ChangMin…
- es algo complicado ir contra lo que te enseñaron, no todos tenemos la voluntad de ustedes para simplemente aceptar lo que sentimos, Junsu ah… - MinHo recordó aquellos días en los que no podía sacarse al morocho de la cabeza y lo difícil que fue dejarse llevar por su corazón…
- solo tratamos de decirte que si llega a intentar acercarse a ti, le des el beneficio de la duda… podría ser que por un intento abra su corazón…
……………………………………
Estando en la escuela, Junsu recibió un mensaje en su móvil apenas llegó… Yoochun le pedía solo un momento para hablar, cinco minutos y le dejaría en paz… el pelirrojo dudó en acceder, pero luego recordó la conversación de la noche anterior en casa de ChangMin, y también lo que Jaejoong le dijera de camino al instituto… y terminó por responder un “de acuerdo” a la petición del pelinegro.
El patio trasero estaba bien para charlar, según el pelinegro… saltarse las clases no era lo mejor pero lo único que se le había ocurrido… es que estaba demasiado ansioso, que ni siquiera había conseguido dormir pues se la pasó pensando en Junsu y tratando de nombrar con certeza lo que le hacía sentir… varias ocasiones había caído en dilemas sobre el amor… pero otras tantas se había dicho a sí mismo que para amar necesitaba más que sentirse culpable y solitario…
Luego de un par de minutos en ansiosa espera, Junsu se apareció, seguía notándole más pálido y podría jurar que hasta delgado… pero al mismo tiempo sintió algo moverse en su interior descubriéndole realmente atractivo, con ese aire algo infantil y tierno…
- hola… - saludó torpemente el pelinegro, el corazón comenzó a latirle más aprisa también…
- hola… - correspondió con voz baja, maldiciéndose mentalmente por sentirse tan nervioso…
- antes que nada quiero… bueno, quiero disculparme por haberte hecho sentir tan mal en éstos días, fui un idiota…
- “moción apoyada”… - pensó el pelirrojo…
- por un intento de remediar algo que de inicio en realidad no era estable te hice daño, y aunque no lo puedas creer ahora, esa jamás fue mi intención, Junsu ah… - el pelinegro entendió que no le mirara a los ojos ni dijera nada… - no merezco ni un poco las lágrimas que te hice derramar ni lo que sientes por mí… pero la verdad es que no me arrepiento de haberte besado… - el pelirrojo no quería sentir la emoción que le embargaba al escucharle decir aquello, ni de presentir algo de verdad en esas palabras… - porque aunque haya tardado en descubrirlo y lo haya hecho todo mal, realmente me importas mucho, Junsu ah… porque ese beso fue para mí como una caricia del alma que me ha hecho darme cuenta de que en verdad Te Quiero… - confesó sonrojado y solo entonces las castañas pupilas del pelirrojo se elevaron clavándose en sus ojos… - solo te pido una oportunidad, Junsu ah… una oportunidad para hacerte feliz…
- no… - sentenció el pelirrojo con seriedad…
- Junsu, por favor… - solicitó el pelinegro tomando las manos del pelirrojo entre las suyas…
- ¿sabías que los ojos son las ventanas del alma?... – susurró con una sonrisa triste… - nunca pude ver demasiado en tu mirada porque me daba vergüenza mirarte fijamente, Yoochun ah, pero ahora que puedo hacerlo me doy cuenta de que tus intenciones son buenas pero que no estás enamorado de mí… - el pelinegro suspiró con cierta culpa… - no tienes porqué sentir lástima o alguna especie de compromiso por las cosas que se dieron, duele que no me quieras y eso no lo niego, pero me repondré; soy fuerte, sabes… la oportunidad que me pides es la que debes retomar con YooNa…
Yoochun entonces sí que se sintió algo enfadado… es que esa chica no podía dejar de ser un obstáculo en su vida… cuando él de verdad había descubierto que con YooNa no había tenido más que excusas para quedar bien con sus padres y una cosquilla hormonal que le había mantenido atado a ella.
- pues creo que debes haber leído mal o quizás mis ventanas estén empañadas… - como fuera, el pelinegro sabía que solo podía seguir el consejo de Jaejoong, no dejarle huir… - solo un intento, Junsu ah, ponle plazo si quieres, pero déjame demostrarte que lo que digo es cierto… o porqué crees que estuve por besarte ayer por la tarde, sé que no me di cuenta de manera inmediata, que dejé que YooNa me enredara otra vez, pero te lo digo sinceramente, me gustas Junsu ah… - su corazón latiendo como auténtico potro desbocado…
- no puedes enamorarte de un día para otro, Yoochun ah… - el pelirrojo no quería creer en las palabras del pelinegro, no quería caer en una trampa del destino…
- ¿y qué me dices del amor a primera vista?... – necesitaba encontrar algo… algo de lo cual valerse para convencerle…
Convencerle de solo una… una oportunidad… de quizá también él encontrar el amor verdadero…
Junsu no respondió nada… porque una vez conversando con Jaejoong y Yunho, así como ChangMin… él había confesado que su primer amor (Yoochun) había sido a primera vista, que amaba a esa persona desde el instante en que sus ojos se cruzaron… claro está, en aquella ocasión el pelirrojo se había negado en rotundo en revelar el nombre de “la afortunada”…
- tienes razón, Junsu ah… - volvió a acercarse al pelirrojo llevando una de sus manos a su mejilla, tibia, suave… teñida de carmesí, el más precioso de los tonos rojizos que tan nítido se aparecía en ese angelical rostro… - no sé cómo llamar esto que siento, pero… dime entonces tú, cómo se le llama a estas ansias que tengo de besarte, de estar dispuesto a rogarte hasta que me digas que sí, de enfrentar a mis propios padres si me lo pides y que mi corazón lata así de veloz… - llevó una mano del pelirrojo a su pecho para que pudiera sentir el latir apresurado de su corazón… - dime Junsu ah, cómo le llamo…
Kim respiraba algo trabajoso, no podía negar que las palabras de Yoochun le estaban llegando al corazón… y le mataba esa mirada tierna que esos ojos negros le estaban regalando haciéndole estremecer… y sentir ese corazón latiendo con el ritmo casi perfectamente sincronizado al suyo… arriesgarse o no arriesgarse era la cuestión…
Se miraron en silencio por un tiempo que ambos sintieron eterno, pero Junsu aún tenía miedo no iba negarlo… tragó hondo e hizo el intento de serenarse… serenarse y pensar bien en la decisión que iba a tomar… miró en las orbes de Yoochun y se sumergió en ellas como buzo a la mar en busca de un tesoro escondido en los profundos mantos acuáticos del océano… buscaba amor, y aunque no pudo leer tal sentimiento en esos ojos negros, admite que le notaba sincero… si hasta las mejillas del pelinegro estaban teñidas de carmesí…
- bésame… - fue lo que el pelirrojo pidió…
Yoochun, ni tardo ni perezoso (n/a xDD), obedeció. Unieron sus labios con temor pero una descarga eléctrica les hizo saber que entre ellos existía la chispa de la llamada “química” entre dos personas. Fue un beso tierno y tranquilo, pero largo y entregado a la vez. A Yoochun hasta se le había olvidado por completo el puñetazo que Yunho le diera antes, pero el movimiento acompasado de sus labios terminó por abrir la herida de nuevo ocasionándole un agudo dolor que le obligó a separarse del pelirrojo aunque no lo quisiera…
- ¡mierda!... – se quejó inconscientemente el pelinegro…
- ¿qué te pasa?... – cuestionó contrariado el pelirrojo, pero apenas habían abandonado las palabras su boca cuando reparó en la herida en la comisura de los labios de Park…
- no es nada, solo una pequeña advertencia que alguien me dio… - respondió con una media sonrisa que no dejaba de parecer más una mueca de dolor…
- Yunho pega fuerte, ¿verdad?... – Junsu no necesita preguntar ni que nadie le hubiera dicho aquello, le conocía bastante bien, Jaejoong le habría defendido con palabras, tal vez hirientes y golpeadas, ChangMin habría sacado a relucir su arsenal de argumentos intelectuales bañados de sarcasmo… y el moreno, ah, el moreno era el único que se dejaba llevar por la respuesta física…
El pelirrojo había buscando en sus bolsillo algo con lo que limpiar esa fina línea de sangre que resbalaba por la comisura de los labios de Park… pero al no encontrar nada terminó por acercarse y lamer… lamer tiernamente esas pequeñas gotas de sangre que salían a flote…
- me lo tenía muy merecido… - susurró el pelinegro, perdido y enternecido en el gesto del pelirrojo… - entonces, ¿me darás la oportunidad? ¿quieres ser mi novio?
- sí… - respondió… y para qué negarlo, se sentía estúpidamente emocionado… - vamos a intentarlo, creo lograr que te enamores perdidamente de mí… - un brillo de determinación fulguró en las castañas pupilas del pelirrojo, y el carmesí se encendió en sus mejillas…
A Yoochun se le volvió a olvidar el dolor de su boca acercándose a tomar esos labios rosados que tan sumisamente respondieron a su beso. Junsu se entregó a sus caricias suaves y tiernas con una plegaria al destino de poder escuchar un sincero y profundo Te Amo de labios del pelinegro…
……………………………………
Los días siguientes no fueron en realidad nada agradables, YooNa se estaba encargando de hacerles la vida imposible, sobre todo a Junsu… pero Yoochun estaba cumpliendo con su papel de novio, porque le defendía y se atrevía a decir a cuanto preguntara que sí, que era gay y salía con el chico más atractivo de toda la escuela, que Kim Junsu era su novio y que más valía le dejaran en paz… por supuesto, no estaba solo, Yunho ya hasta se había agarrado a golpes con unos idiotas que queriendo quedar bien con YooNa les habían buscado pleito… el resultado, bueno, varios llamados a Dirección y que los padres de Park se hubieran enterado de su noviazgo con otro chico…
- pues ya está, lo quiero y porque ustedes me digan que no es correcto o que no lo apoyan lo que siento por él no va a cambiar, así que pueden correrme, desheredarme o lo que quieran, porque no voy a terminar con Junsu… - había respondido ofuscado y retador el pelinegro a sus padres…
Luego de eso más palabras fueron y vinieron entre el Sr. Park y Yoochun, pero nada estaban consiguiendo con esa discusión en la que ninguno estaba dispuesto a dar su brazo a torcer. Al final, un pelinegro muy enojado salió de su casa dando un portazo, los puños cerrados y la respiración alterada, unas ganas terribles de golpear algo hasta el cansancio…
La Sra. Park se había limitado a escucharles, a dejarles sacar todo cuanto tuvieran para decirse a ese respecto… sabía que ahora su papel estaba entre la espada y la pared, porque aunque fuera difícil aceptarlo, Yoochun no iba a dejar de ser su primogénito y tenía como madre, la responsabilidad y obligación de apoyarle. Más como esposa, tenía aquellas mismas funciones y cualidades.
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Hogar de Kim Junsu…
Yoochun estaba afuera decidiéndose en llamar a la puerta o no… si sus padres estaban enterados de su noviazgo con Junsu, lo más probable era que los Sres. Kim también lo supieran, y no tenía ni la más remota idea de qué hacer con ello… no quería renunciar a Junsu…
A fin de cuentas había terminado por sentarse en el filo de la acera ligeramente encorvado hacia el frente. Sacó su móvil y optó por mandarle mensajes a su novio.
- hola, cómo estás, te extraño mucho Su ah…
- hola! Estoy muy bien, acostadito en mi camita porque estoy algo aburrido, me gustaría que estuvieras aquí conmigo…
- mira que pervertido, qué me vas a hacer estando en tu cama ¿ah? *Q*…
- o//o no me refería a eso, tonto pervertido…
- jajajaja ya lo sé baby… ¿te he dicho que te quiero?
- apenas puedo recordarlo, pero siempre me lo puedes decir cada tanto para que no lo olvide… y yo también Te Quiero, Chunnie…
- ¿Chunnie? Lindo sobrenombre, pero como que se oye muy tierno, ¿no crees? xD
- me gusta cómo se oye, pero si no te gusta puedo dejar de decirte así… - el pelirrojo se mordió el labio cuando envió ese mensaje… es que a él le encantaba llamarle así… lo había hecho en sus pensamientos desde que se enamorara de él…
- me encanta que me llames así… ¿te puedo decir delfín nalgón?
- o///o porqué me tienes que decir… nalgón u.ú…
- ¿de verdad quieres que te lo explique? *Q*
- déjalo así u//u tonto ratón pervertido…
- ¿tonto ratón pervertido? ¿ratón?
- xDD estás frentoncito como el ratón Mickey…
- ok, te estás vengando porque te dije delfín nalgón, vdd…
- noooo, es de cariño Chunnie… Te Quiero…
- ya! Buscas suavizar las cosas diciéndome eso ¿ah? Delfín tramposo… también te quiero, mucho… demasiado Su…
- gracias… qué haces Chunnie… ¿tus padres han sabido algo de… nosotros?
- Te Quiero Junsu ah, solo… no olvides eso, Te Quiero baby…
- Chunnie, no me ocultes nada, por favor… ¿discutiste con tus padres?
Pasaron varios minutos pero Yoochun ya no contestó. Quiso llamarle pero temió que su novio se sintiera presionado de decir nada, quería respetar también sus silencios… pero le preocupaba que discutiera con sus padres por su causa… inquieto caminó por toda su habitación de un lado a otro, se mordía el labio y miraba insistentemente la pantalla de su móvil esperando la respuesta de su novio, pero nada.
- ellos no entienden que me haya enamorado de otro chico… - al fin recibió un mensaje el pelirrojo… leyó y sonrió algo tonto y culpable, es que le gustaba como se leía “enamorado”, pero le entristecía ser el culpable de la situación…
- yo… lo siento, si pudiera hacer algo lo haría, pero… la realidad es que no puedo cambiar mi cuerpo masculino por uno femenino…
- tonto, eso no me importa, Te Quiero tal como eres… no sé si mi padre podrá entenderlo pero, no voy a dejarte Junsu ah… no quiero renunciar a ti…
- gracias Chunnie… yo tampoco quiero renunciar…
- ya no te preocupes eh, las cosas se resolverán de una u otra manera… ¿vamos al cine?
- sip… y Chunnie, mis padres sí me apoyan, ellos han sabido desde hace tiempo que… bueno, que me gustas…
Yoochun sonrió ampliamente y miró hacia la casa de su novio… guardó el móvil y se animó entonces en llamar a la puerta…
- buenas tardes Sra. eh… ¿se encuentra Junsu?... – el pelinegro estaba nervioso pero emocionado…
- por supuesto, ¿quién le busca?... – la Sra. Kim se hizo a un lado permitiéndole la entrada mientras recibía respuesta de parte del adolescente…
- soy, Park Yoochun… su… novio… - susurró todo avergonzado y preguntándose si no estaba siendo apresurado e impulsivo…
- ¡oh! Así que tú eres el famoso Chunnie de quien tanto habla mi hijo… - la Sra. sonrió y le invitó a pasar a la estancia… - me da mucho gusto conocerte, deja lo llamo… oh, mi esposo no se encuentra en casa, llega tarde del trabajo, pero tiene muchos deseos de conocerte, creo que deberíamos planear una comida uno de estos días para que le conozcas… - caminó hacia las escaleras y desde abajo llamó a Junsu en la segunda planta…
- sería un placer, Sra… - sonrió algo más feliz el pelinegro cuando la mujer volvió a la estancia…
- entonces ya luego lo hablaré con mi esposo y te avisaremos con Junsu… - el pelirrojo apareciéndose en la estancia y mirando sorprendido a su novio ahí… ¿no estaba en… en casa?
- ¿Chunnie?...
- hola…
- pero, tú, en el móvil, nosotros… - tartamudeó confundido el pelirrojo…
- te cuento luego… yo, venía a invitarte a salir, al cine…
Junsu sonrió tiernamente a su novio…
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A pesar de que Yoochun aún no se hablaba con su padre, su relación con Junsu iba muy bien, e incluso ya había tenido oportunidad de conocer al Sr. Kim y se había sentido muy bien al ser aceptado como el novio de Junsu.
Así que la vida en la escuela también le parecía mucho más amena a pesar de que YooNa no dejaba pasar oportunidad para buscar fastidiarles la existencia. Y quizá por ello, de pronto Junsu ya no se dejaba hacer mimos ni dar besos como antes, le rehuía o se mostraba cohibido ante sus acercamientos… pero Yoochun no estaba dispuesto a dejar pasar aquello por alto, le extrañaba horrores… quería uno de esos pocos besos profundos que se han dado, quería más, mucho más de su amor…
Junsu caminaba rumbo a la biblioteca esperando alcanzar a sacar algo de información para una tarea que acababan de dejarles, y prefería aprovechar esos minutos antes de que la siguiente clase empezara y no tener que quedarse después de que la jornada escolar terminara. Y de pronto, una mano tomándole por el brazo arrastrándolo dentro de un cuarto de mantenimiento…
- apuesto a que te he sorprendido… - el pelinegro sonreía travieso mientras le abrazaba por la cintura y sentía a su novio temblar…
- no hay necesidad de apostar, lo hiciste… - aseguró el pelirrojo queriendo evitar que su novio se pegara tanto a su cuerpo, es que no podía evitar ciertas reacciones de su cuerpo…
- te he extrañado, casi ni me pelas en el salón ni fuera de él, delfín… - la mirada le brillaba de una forma que el pelirrojo jamás le había visto… y eso solo le hizo sentir más nervioso…
- no… no es eso… - los labios del pelinegro se acercaban peligrosamente a los suyos… - ¿Chunnie…?
- muero por besarte, Junsu ah… - ya sus bocas se rozaban, el aliento compartido era algo más cálido y dulce…
- yo… lo siento… - desvió el rostro y los labios de Yoochun solo toparon con la mejilla sonrojada de su novio…
- ¿me dirás qué sucede que te portas así conmigo?... – besó despacio esa mejilla y luego le abrazó cariñosamente mirándole directamente a los ojos…
- no pasa nada, es que… - se mordió el labio inferior e intentó una vez más escapar de esas orbes negras profundas como un abismo… pero el pelinegro le tomó el mentón impidiéndole la huida…
- ¿es que…? – instó el pelinegro a que su novio se sincerara con él…
- me da vergüenza… - susurró con las mejillas ardiéndole en carmesí…
- ¿qué es lo que te da vergüenza?... – Yoochun sonrió ligeramente aliviado, pero aún interesado en lo que pasaba por la mente de Junsu…
- pues… - el pelirrojo escondió su rostro contra el cuello y hombro de su novio… - ya sabes, besarnos así de… apasionado, y que me abraces tan fuerte y… - a cada palabra que iba diciendo sentía cómo sus mejillas ardían un poquito más… ¡es que las hormonas y su amor por Yoochun tenían la culpa!
- ¿te excitas?... – cuestionó ya algo divertido con la actitud tan tímida y adorable de su novio…
- ¡Chunnie!... – avergonzado, el pelirrojo trató de zafarse, pero el pelinegro le abrazó más fuerte…
- a mí también me pasa, Su… - susurró en su oído… - pero me gusta besarte así, abrazarte así, y no solo por el morbo o las hormonas, sino porque Te Quiero… - Junsu sonrió contra su cuello sintiéndose más seguro, aunque igual algo tonto… - además, no es como si fuéramos a hacer algo que tú no quieras… - sonrió pícaro mientras una de sus manos acariciaba sinuosamente la espalda del pelirrojo…
- Chunnie… - jadeó en contra de su voluntad al sentir aquellas caricias… - de…deberíamos salir de acá… - y es que temía que el calor aumentara peligrosamente entre los dos estando ahí encerrados… que aquél lugar no era siquiera romántico para emocionarse con eso…
- vamos, pero antes… - le tomó el rostro con sus manos acariciándole las mejillas… - dame un beso, Su… - rozó sus labios con los del pelirrojo quedándose con el suspiro que de su boca escapó…
- Te Amo, Chunnie… - le dijo por primera vez desde que comenzaran con ese noviazgo… seguro de que no debía temer más de exponer su corazón tan abiertamente ante su novio…
Y unió sus labios a los de Yoochun con timidez, sintiendo en boca de su novio aquella sonrisa boba plasmada inconscientemente al haberle escuchado declarar tan hermoso sentimiento… y compaginaron sus bocas con cuidado y dulzura antes de que sus labios encontraran aquél compás apasionado con que danzaron por algunos minutos, enredando sus lenguas y pegando sus cuerpos con una ansia que buscaba emerger pero que con reserva mantenían dormida… solo disfrutando de ese beso que extrañaban, pero que tantas sensaciones les dejaba a flor de piel…
- yo… Junsu ah… - sus bocas cerca, la respiración alterada, las mejillas arrebatadas de carmesí… una sonrisa feliz adornando sus labios y destellando en sus miradas… - Te Amo… - y luego esos dos corazones latiendo al unísono y ese Junsu que casi saltaba de contentura al escucharle decir aquello con sinceridad…
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Llevaban ya cerca de medio año saliendo… el Sr. Park había terminado por aceptar la relación de su hijo con Junsu, aunque aún no permitía la entrada del pelirrojo en su casa. La Sra. Park le había dicho a su hijo que no se preocupara, que cuando menos lo esperara su padre entendería que no había nada de malo en el amor que ellos se tenían aunque fueran del mismo sexo, y que poco a poco le permitiría a su novio la entrada a la familia…
Entonces, dadas las circunstancias, los jóvenes adolescentes no tenían más remedio que verse en casa de Kim, o bien en la de alguno de sus amigos, siempre y cuando fueran lo suficientemente discretos para no quedar al descubierto. Resultado, solían pasarla en casa de Junsu… a veces en su alcoba, y últimamente a ambos les daba más trabajo controlarse cuando sus bocas desobedientes de sus pensamientos se fundían en candentes besos, y aunado a ellos, sus manos inquietas que buscaban contacto con el cuerpo del otro.
Y con esa secuencia de hechos, Junsu solía terminar acostado en su cama con Yoochun sobre su cuerpo besándole apasionadamente… despertando las hormonas de ambos…
- Chun..ahh…Chunnie… - los labios del pelinegro habían encontrado camino cuesta abajo deslizándose por su cuello…
- Su, me encanta el sabor de tu piel… - lamió provocadoramente su cuello hasta llegar al mentón y dar una ligera mordida…
- Chunnie, por favor, para… - pidió con las mejillas arreboladas de rubor y su corazón latiendo a mil por hora… claro está, también comenzaba a tener un pequeño problemita ahí abajo entre sus pantalones, y podía sentir que su novio iba por las mismas circunstancias…
- está bien… - se apartó poniéndose de pie y tratando de respirar profundo para controlar los latidos de su corazón, pero no perdiendo detalle de ese Junsu que se muerde el labio y se pone de pie también evitando su mirada y arreglándose las ropas… - lo siento, no intento presionar nada, se me va de control… - se disculpó avergonzado, esperando que su novio no piense que es todo lo que quiere de él…
- sé que no presionas nada… - sonrió tiernamente… - nada se saldría de control si no fuera porque… también coopero un poco… - susurró por último endemoniadamente sonrojado…
Yoochun ya solo pudo sonreír con ternura hacia Junsu, entrelazar sus dedos y darle un dulce beso acompañado de una cariñosa mirada cargada de amor puro y sincero…
YooNa había pasado a la historia al fin…
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Era ese el día de su primer aniversario como novios… y también el día en que ambos se sintieron listos y seguros de dar el gran paso… y entregarse en cuerpo y alma a las caricias, los besos y hacer el amor.
Quizá no era lo más romántico, pero se necesitaban de esa manera y habían terminado en una habitación de Hotel… era una alcoba realmente bonita, nada vulgar ni tampoco demasiado elegante, al final habían hecho lo posible por mantener cierta discreción. La cama era de doseles y cubrecamas rojo con sábanas suaves color perla… para sentirse algo más seguros habían corrido casi en su totalidad los doseles, y ya las sábanas estaban desordenadas medio enredadas en sus cuerpos desnudos, las ropas esparcidas por el piso… sus jadeos aumentando de volumen conforme la excitación iba en aumento también…
Yoochun había encontrado gustoso el caliente miembro de Junsu y lo estimulaba cuidadosamente con sus manos en tanto procuraba no despegar sus labios de los del pelirrojo, quería quedarse con cada gramo de su aliento si era posible… quería robarse cada sensación que de su saliva pudiera sentir mientras sus lenguas se enredan y él siente las temblorosas manos de su novio alcanzando su ya palpitante erección erguida.
Y cuando Junsu comienza a mover delicadamente sus manos en la extensión de su novio, el pelinegro no pudo contener esos roncos gemidos excitados que de su garganta comenzaron a fluir tan libres y descarados… nunca había imaginado que sentiría tal placer al tocarse tan íntimamente con su novio…
- ahh, ahh, Su… mmhhh, mhh, ¡Dios! Aahhh… - el pelinegro enterró su rostro contra el cuello del pelirrojo, gimiendo en su oído y sintiendo el calor embargarle cada fibra de su cuerpo, casi olvidando su propia tarea de acariciar al delfín…
- Chunnie, ahh, mi… duele, mhh… - el pelirrojo seguía presionando el miembro de su novio, concentrándose cada tanto solo en la punta, pero sintiendo que su entrepierna era olvidada y el dolor que sentía pues se encontraba ya extremadamente excitado…
- mmhhh, lo, aahhh siento… - lamió su cuello y retomó los movimientos de sus manos…
El calor compartido era avasallador y sus cuerpos perlados en sudor era una escena erótica que esperaban recordar para siempre… estaba resultando una maravillosa primera vez, íntima y romántica a pesar de las pocas palabras que pudieran haber compartido antes de perderse en besos y caricias. O que no hubiera velas aromáticas iluminando la alcoba, y la falta de pétalos de rosas rojas que estuvieran desperdigadas por aquí y por allá en toda la habitación…
A veces en la primera vez podía solo bastar el amor mutuo…
Y cuando el calor se concentró en el bajo vientre, los movimientos de sus manos se hicieron también más frenéticos y los besos más fogosos… un gemido alto y los escalofríos recorriendo la espina dorsal cuando sus esencias fueron liberadas y ellos solo pudieron abrazarse y esperar a que los temblores del orgasmo pasaran… apenas podían respirar apropiadamente y el corazón les latía muy rápido… era la respuesta fisiológica natural, pero sobre todo… era el amor expresado en una de las formas más puras y cálidas que nadie pudiera transmitir…
Se sonrieron y abrazándose comenzaron a repartir suaves besos sabiendo que el deseo aún no estaba satisfecho y que sus cuerpos aún anhelaban aquella unión trascendental que consuma la total expresión de su amor. Poco a poco fueron acomodándose otra vez con Yoochun sobre el cuerpo de Junsu y entre sus piernas, mimándose y regalándose dulces miradas y tiernos besos que de igual manera fueron aumentando el calor que no había abandonado sus cuerpos, despertando de nueva cuenta sus erecciones y susurrándose palabras de amor recordándose que sí… que aquella era la decisión que ambos habían tomado…
Que hacían el amor…
Y Yoochun tuvo mucho cuidado al preparar su intimidad, bebiendo sus lágrimas y consolando su inevitable dolor con dulces besos y suaves caricias en su cadera en tanto sus dedos se abrían paso en su pasaje dilatándolo cariñosamente.
Junsu contuvo la respiración cerrando los ojos fuertemente en tanto el pelinegro se deslizaba en su interior y le escuchaba gemir ronco en su oído, disfrutando de la estreches de sus paredes y la compresión que hacía en su hinchado y caliente miembro…
Cuando el pelinegro llegó al tope se quedó quieto a pesar de que lo que más deseaba era justamente moverse… moverse y entrar y salir con un ritmo cadencioso de estocadas… pero sabía que tenía que aguardar a que el pelirrojo se acostumbrara a su invasión, que su respiración fuera menos elaborada y que pudiera abrir los ojos para regalarle una de sus placenteras miradas mientras se sumen en el vaivén delicioso de su unión. Mientras aquel momento llegaba, Yoochun le acariciaba las mejillas y besaba dulcemente toda la piel de su rostro y su cuello, delineando con calma las líneas de su pecho y estimulando disimuladamente su erección… después de algunos instantes le sintió moverse como calibrando el dolor que todavía sentiría en su intimidad, y más tarde, las piernas del pelirrojo enroscándose en sus caderas a la vez que entrelazan sus dedos y le dedica una suave sonrisa…
Comenzó a moverse muy despacio, saliendo lentamente y entrando con suavidad, sus ojos semicerrados rindiéndose al placer de sentir la opresión de ese estrecho pasaje brindándole las más exquisitas sensaciones. Durante sus primeras estocadas solo pudo escuchar los gemidos incómodos del pelirrojo, pero luego de un tiempo se relajó y sintió más feliz cuando los jadeos de Junsu comenzaron a ser más libres y sus expresiones faciales mas gozosas, así como sus manos aferradas a su espalda clavándose en sus hombros gimiendo más alto conforme el vaivén se volvía más apasionado.
Siguieron en el vaivén sumiéndose en el calor tierno de la entrega, el sudor de sus pieles ardientes brillaba en sus cuerpos resbalando y haciendo el contacto más candente, y sus besos más apasionados sin dejar de tener sus manos entrelazadas, jadeando sus nombres y permaneciendo juntos, muy juntos como para sentir el latir enamorado de sus corazones apresurados en sus pechos…
La erección del pelirrojo se friccionaba atrapado entre sus torsos, sintiendo con gozo las caricias que apresado ahí estaba recibiendo, y su líquido preseminal mojando su extensión les daba ese aire erótico que alimentaba la escena.
Luego de un tiempo sintieron nuevamente ese calor en el bajo vientre que les anunciaba la próxima llegada del orgasmo, y acelerando el vaivén de sus caderas explotaron lanzando un gemido ronco pronunciando el nombre del otro. Luego Yoochun cayó sobre Junsu exhausto y feliz, acababa de derramar su semilla en el interior de su novio, como el pelirrojo había bañado sus torsos…
- pesas, Chunnie… - sonrió el pelirrojo acariciando los cabellos mojados de sudor de su novio…
- ya, ni tanto… - replicó sonriente y haciéndose un ovillo encima de su novio sintiendo cómo todavía el semen que había derramado en sus torsos estaba tibio y pegajoso…
- Chunnie… - haciendo un puchero le empujó suavemente dejándole a su lado y abrazándole inmediatamente disfrutando de las risas de su novio…
- Te Amo… - susurró dulce antes de besarle lentamente y pasar sus manos por la cintura del pelirrojo pegándole a su cuerpo…
- yo también Te Amo… - correspondió dejándose hacer, respondiendo ese y los besos que le siguieron…
Al final por un intento las cosas sí habían salido bien, habían tenido la oportunidad de unir sus corazones y completar sus almas…
Sabiendo que ése, solo era el principio de toda una vida amándose…
Una vida que no iba a estar falta de obstáculos, y más YooNas haciéndoles la vida algo más complicada, y más dudas y temores que de a poco irán enfrentando con su amor como estandarte y los anhelos de ser felices su arma más fuerte…
**FIN**
ahhhhhhhhhhh emepzp algo intenso que perra con la tia jajajaaj pero entro en razon ...jajajajaj..como em gustan tus yoosu
ResponderEliminar¬¬ Odie a esa Yoona, pero lo bueno es que triunfo el amor y Yoochun se dio cuenta que amaba a Junsu *-*. Me encanto!
ResponderEliminarwhaaaaaa que hermosooo!!!!!! *w* me encantó! sólo necesitaba una oportunidad para demostrar su amos hacia Junsu! whaaa que bueno que lo escribiste!! *0* sé que está aqui desde hace tiempo pero me quedaba en el inicio por Yoona ¬¬ como0 sea, que bueno que me animé a leerlo completo, realmente valió la pena!!! *w*
ResponderEliminarLa historia fue genial esta para convertirlo en serial awww me encanta el yoosu sigue escribiendo.
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