PROHIBIDO SACAR LOS FANFIC DE ESTE BLOG Image and video hosting by TinyPic

domingo, 9 de mayo de 2010

cap 5 y 6 impossible *-*

ADVERTENCIA: Lemon....

CAPÍTULO 5. CONQUISTANDO AL RATÓN

*****

- muy bien, la pregunta del millón es... cómo conquisto al ratón... - pensaba el castaño, mientras rebuscaba entre los cajones por algo que lo hiciera lucir atractivo... - primer paso, una buena impresión, no es que no nos conozcamos de años, pero, esta vez será diferente, sacar provecho de la amistad y acercarme de otra manera... - repasaba mentalmente... - suena de hecho fácil, pero estoy que me muero de los nervios, y si a la primera sale corriendo lejos de mi alcance, o lo que es peor, me dice ahí mismito “Susu ah, no comparto tus gustos, soy bien hombre, macho, macho que solo gusta de chicas guapas”... - se revolvió el cabello con desesperación... - argh, debería de dejar de pensar así, se supone que tengo que ser optimista, lo que es mejor, solo debo ser yo mismo cortejando a la persona que amo... - unos minutos después ya se encontraba perfectamente arreglado (n/a imagínenselo vestido como más les guste, porque de ser por mí creo que lo describiría con el traje de adán, ... sangrado nasal... transfusión de sangre y revivo de tremenda fantasía, ejem, ejem, volvamos al fic)... - bueno, aquí vamos... ¡Fighting!... - e hizo el ademán correspondiente.

Todos esperaban en el comedor, el desayuno servido, todos conversando animadamente acerca del oso del día anterior de Min, cuando por andar viendo a quién sabe quién se enredo con sus propias piernas en un paso y cayó de bruces al suelo. Hasta Micky estaba riendo al recordarlo.

- sí, sí, muy gracioso, aprovéchense de mí, solo porque mis padres desnaturalizados no son capaces de defender a su pequeño crío... - dramatizó, apuntando acusadoramente a Yunho y Jaejoong, el rubio solo suspiró, ya no le diría nada acerca de no ser su Umma. Además, su otro crío acababa de llegar ya...

- buenos días... - saludó el castaño animadamente, con una sonrisa resplandeciente que simplemente parecía que se había sacado la lotería (como si el dinero les hiciera falta ahora, jejeje).

- buenos días... - correspondieron casi al unísono sus hyung´s.

- vas a tener una cita tan temprano?... - cuestionó con tono inocente el menor, repasando de arriba a abajo a su hyung, cosa que por cierto no fue del agrado del pelinegro, que en éste momento tenía el ceño fruncido mirando al más alto de todos.

- qué, porqué... - ciertamente se destanteó el castaño con ese cuestionamiento.

- porque te has arreglado, peinado y hasta perfumado, tenía semanas que no te dedicabas tanto tiempo para arreglarte... - contestó como la cosa más natural del mundo... -

- estás insinuando que no me arreglaba, Minnie... - la voz del castaño sonó peligrosamente delicada, como cuando estaba a punto de reñirse infantilmente con el menor, pero para Jae eso era fantástico, era mejor aguantar a ese par con sus niñerías, que el ambiente en el que se habían sumergido días anteriores.

- bueno, no tan a conciencia; tienes una cita? Micky se va a poner celoso... - intentó molestar.

- ah, pero Micky no tiene porqué ponerse celoso, ya sabe que es el único, verdad... - aprovechó de seguirle la corriente a la broma de su dongsaeng, y abrazó posesivamente al pelinegro, que estaba pasando rápidamente por todos los tonos rojos en el espectro universal, cosa que arrancó sonoras carcajadas en el líder y el menor, Jae sonreía reservadamente.

- Susu ah, quieres soltarme, por favor... - pidió con voz alterada, el roce con el cuerpo del castaño estaba ocasionando sensaciones que nunca antes, y eso lo descolocaba aún más en su ya plantada confusión respecto a su repentina (según creé) atracción hacia su mejor amigo.

- bueno... - como si nada, el castaño deshizo su abrazo, todavía con una sonrisa de oreja a oreja, mientras regresaba a su desayuno.

- por dios, hyung, te has puesto como termostato... - se burló Min con una sonrisa pícara.

- cállate! - espetó con más vergüenza que molestia.

- bueno ya basta de bromas, hay que darnos prisa o llegaremos tarde al ensayo... - con una sonrisa en el rostro, Yunho también estaba contento de que al parecer Junsu haya decidido dejar atrás su estado depresivo.

...

- tú te inspiras para hablar en el baño, o qué... - preguntó entre divertido y nervioso el pelinegro, una vez más Yunho lo había alcanzado en el WC para preguntarle acerca de su reciente confusión.

- no hay demasiadas maneras de hablar a solas, a menos que quieras que te pregunte delante de los demás... - le respondió con una sonrisa divertida, realmente le parecía tonto que Micky estuviera haciendo una tormenta en un vaso de agua, si a su parecer es más que obvio que le gusta el castaño, que tal vez apenas se esté enamorando de él también es cierto.

- a ti te gusta Jae?... - en realidad el pelinegro sabía la respuesta, pero quería escucharla directamente.

- sí... - el moreno se sonrojó, vale que tenía asumido su sentimiento y preferencia, pero eso no significaba que no se avergonzara de hablarlo, cuando realmente no lo ha hecho nunca con nadie.

- estás enamorado de él?... -

- completamente... -

- cómo lo supiste, es decir, cómo sabes que es amor y no solo admiración o cariño de amigos... -

- estábamos de gira y nos quedamos en la misma habitación, entonces, al abrir los ojos lo primero que vi fue a él, aún dormido en la otra cama, frente a mí, los rayos del alba que se colaban por la ventana reflejaban en su rostro, se le veía tan tranquilo, relajado... - cara de enamorado, vista perdida en el recuerdo, sonrojo evidente y sonrisa atontada... - ese día fue la primera vez que el concepto "hermoso" me vino a la mente para describirlo, ese día fue la primera vez que desee despertar a su lado, pero en la misma cama, ese día por primera vez imaginé y deseé poder besarlo, acariciarlo... y bueno, eso es algo que uno solo siente cuando se ama, no?... -

- sí... - susurró, más para sí mismo, metiéndose una vez más en sus pensamientos, en los recuerdos, en las sensaciones, en todo lo que tiene que ver con el castaño... y en la forma en que ha ido cambiando su opinión acerca de su mejor amigo. Yunho se dió cuenta de su ensimismamiento y optó por no decir más nada, solo lo instó a caminar de regreso al ensayo.

Entre tanto, en la sala de ensayos, Junsu y Jae estaban sentados en el piso mientras esperaban a los otros tres (sí, Minnie fue a la expendedora de chucherías por algunos chocolates para matar el tiempo =P)

- me da gusto que hayas tomado mi consejo... - con una sonrisa, el rubio realizaba algunos estiramientos, no vaya a ser que después le de un calambre o algo... - pero lo de la mañana fue fabuloso, debiste ver la cara que puso Micky teniéndote abrazándolo como un auténtico novio...

- a decir verdad, no iba a hacerlo, no lo pensé, me salió el gesto muy natural... - sonriendo también y el rostro ligeramente sonrojado, el castaño ayudaba a su amigo a hacer los estiramientos (n/a tal como lo hiciera Yunho en aquel episodio de "Dangerous Love" a diferencia de que aquí, a ninguno le produce nervios aquella cercanía)... - pero fue bueno ver que no saliera corriendo...

- tampoco negó que pudiera estar celoso de ti en una cita... - agregó más que contento, realmente le agradaba pensar en el YooSu como algo no muy lejano, así su familia iba a ser un poco más feliz... -

- no, no lo hizo... - un agradable cosquilleo le recorrió el cuerpo de solo pensar en Yoochun celoso por él.

- ya estás otra vez hablando de tu ratón... - el menor entrando, con toda la disposición de molestar a su hyung, ahora que su humor está de regreso, que ya lo había extrañado hombre...

- solo yo puedo decirle así... - le gritó indignado, en broma claro, realmente se sentía de maravilla ese día, y "pelear" con su hermanito parecía buena idea mientras los otros dos volvían.

- ah, entonces estás admitiendo que es TU ratón... - mirada pícara, el castaño se sonrojó y las palabras se quedaron en su boca... - ya decía yo que aquél beso por accidente había tenido sus consecuencias...

- ¡¡eeehhh!! tú, tú lo sabes?... - en un dos por tres el castaño se puso de pie y quedó cara a cara con el menor... eh, bueno, no cara a cara que es más bajo, pero sí frente a frente.

- pues claro, yo lo vi... - respondió con toda naturaleza... Junsu palideció (n/a imagínenlo al estilo anime, cuando están todos blancos y hay un silencio sepulcral)... - me alegra que estés de vuelta hyung, siendo tú mismo con esa alegría y dinamismo, seguro logras que el atolondrado del que estás enamorado se de cuenta de que siente lo mismo... - y así como así, abrazó al castaño, un abrazo de hermanos, uno que poco está acostumbrado a dar el menor, pero estaba feliz de volverlo a ver con esa energía.

- qué hacen?... - al escuchar la voz del pelinegro se separaron, los dos con sendas sonrisas en el rostro, cosa que no le gustó al ratón.

- abrazándonos, qué otra cosa... - respondió con tono infantil, inocente y despreocupado el menor.

- y de cuándo acá te da por abrazar a mi delfín, digo a Su... - los celos hablando por él. Todos se quedaron boquiabiertos por su reacción, pero optaron por no decir nada, aunque Minnie estaba que se mordía la lengua para no molestarlo con su repentino ataque de celos por el castaño, pero valía más que solito se fuera dando cuenta de sus acciones, aunque claro con un poco de sutil ayuda por parte de ellos.

- bueno, ya que estamos tan llenos de energía, retomemos el ensayo... - como buen líder que es, los hizo regresar al trabajo.

Micky estaba que no se creía su propia reacción, él había sentido celos de ver a Min y Junsu abrazados, eso no le había pasado antes... - condenado delfín... - se puso a culparlo mentalmente, mientras ensayaban los pasos de "Purple Line", observando detenidamente cada movimiento del castaño en el reflejo de los espejos alrededor de la sala. Hacía sus propios pasos por costumbre, su cuerpo lo tenía perfectamente aprendido, así que su mente mientras podía ocuparse de cosas más apremiantes ahora... - porqué demonios tiene que ser tan sexy bailando... argh, porqué ahora me parece sexy ese delfincillo... y porqué tengo que estar ahora viéndole el trasero... - con ese pensamiento terminó por sonrojarse al límite, el problema no era haber reparado en esa parte de la anatomía de su amigo, sino el pensamiento pecaminoso que le siguió. Y como todo hombre normal, con hormonas y una imaginación apropiada para su edad, cada movimiento del castaño estaba despertando en el pelinegro fantasías que, para colmo de males, hacían despertar cierta parte de su cuerpo situada en su entrepierna... - ¡diablos!... -

Por suerte para él, la pista terminó, así que podía tomarse un respiro y obligarse a alejar la vista de Xiah, que estaba ajeno a todo lo que había pasado, no igual Yunho que había notado el estado de Micky, claro que lo había cachado observando a su crío, no por chismoso ni nada de eso, que como buen líder que es siempre procura observarlos en los ensayos para cualquier comentario que se tenga que hacer respecto al desempeño de cada uno.

Yoochun tomó agua y se mojó la cabeza y el rostro con la misma, tratando de bajar un poco la temperatura que ahora corría por sus venas... - my good, creo que... me estoy enamorando de él... - pensó, sonriendo como idiota ante tal descubrimiento.

...Al terminar el ensayo...

- Jae, me acompañas a comprar una cosa... - poniendo un pucherito, el castaño se acercó al rubio, esperando lo pudiera acompañar y aprovechar para hablar, necesitaba desahogarse con él, también estaba Min que al parecer estaba más que enterado de todo el asunto, pero siente que en ése momento necesita de la guía de su hyung...

- claro... - respondió gustoso, pero...

- no puedes... - los interrumpió el moreno, sintiéndose un poco culpable porque, sin querer, su tono había sido cortante y celoso... es que aunque sabe que al castaño le gusta el pelinegro, se pone mal cuando los ve juntos porque últimamente Jae parece tener solo ojos para el delfín.

- ¿por qué?... - preguntaron al unísono, Junsu sorprendido y Jae molesto...

- y ahora a éste qué le pasa... - se había preguntado el rubio.

- es que, acaba de llamar el manager y tú, Min y yo tenemos que presentarnos para una sesión de fotos en media hora...- explicó, honestamente apenado, pudo ver la molestia en los ojos de su Boo y no quería que se fuera a enojar con él.

- ah... - suavizó el rubio su expresión, sabía bien que ese tipo de cosas les pasaban a menudo.

- oh, y Chunnie y yo no tenemos que ir?... - le cuestionó el castaño.

- no, no hoy, uds tienen que presentarse mañana a las nueve, así que... - agregó al ver a Micky listo para partir, que tampoco estaba enterado de la reciente noticia de trabajo... - Chun te puede acompañar... -

- ¿¡eh!? - saltaron los dos con sorpresa, el castaño porque se sentía nervioso con la idea de pasarla a solas con su ratón, todavía no se sentía listo para eso; y el pelinegro por saber de repente que tendrá que ir con Su a quién sabe dónde y a qué.

- no, no es necesario, puedo esperar para otro día, no hay porqué molestar a Chunnie ah... - señaló, avergonzado y un poco decepcionado cuando notó la expresión de su amigo, quien a su parecer aún no tenía ánimos de estar a solas en su compañía y no deseaba incomodarlo por nada del mundo.

Yunho y Jae solo observaban a ambos, notando cada una de sus reacciones y de lo que éstas dejaban más que claro, que se gustan, que tienen miedo y que no saben cómo manejarlo.

- sabes bien que no es ninguna molestia tratándose de ti, Su... - sonriendo con dulzura, el pelinegro se acercó a su amigo, le gustaba tener de vuelta a su delfín alegre y él no iba a ser causante de que otra vez se entristeciera, así él tenga que hacer un esfuerzo sobrehumano por no hacer ninguna estupidez como la de hace un momento en su fantasía... (n/a léase, llevárselo a la cama, pequeño ratón pervertido)

- en serio Chunnie, no te importa acompañarme... - el castaño no podía ocultar su felicidad de que después de varios y dolorosos días su ratón no buscara pretexto para alejarse de él.

- claro que no, delfín, ahora... a dónde vamos... -

Y así, se encaminaron rumbo a una tienda departamental donde el castaño había visto un conjunto que deseaba adquirir, para alguna fecha especial que pueda surgir con su ratón. Pero durante el trayecto...

- Chunnie ah... - lo llamó, moviéndose nerviosamente en el asiento del copiloto, mientras su amigo conducía, el atardecer cayendo lentamente en el horizonte.

- dime... - se volteó solo un segundo a mirarlo, para luego volver su vista al frente...

- tengo algo que preguntarte... y creo que debí hacerlo desde que pasó, pero... bueno, fue algo imprevisto y... - suspiró, estaba dándole vueltas al asunto y no llegaba a ningún punto, podía notar como el pelinegro lo miraba de reojo como presintiendo a dónde iba la conversación, y percibía cierto temor en ambos de abordarlo... - fue demasiado para ti aquel accidente? es decir, tanto te incómodo, por eso has estado evadiéndome... - omitió decir la palabra "beso" porque sentía que le iba a doler, aunque estaba decidido a conquistarlo, primero tenía que tantear el terreno en el que iba a ingresar...

El pelinegro realmente se tomó su tiempo para responder, puesto que ya se encontraban a poco menos de dos cuadras para llegar a su destino... silencio que estaba matando a Junsu.

- sinceramente, al principio, Su... realmente creo que me sentí incómodo, pero no por ti... - aclaró inmediatamente, antes de que su delfín se fuera a hacer ideas erróneas.... - fue por la situación en sí, jamás había besado a un chico... y pues eres mi mejor amigo, fue... extraño, y... Su, solo estaba asimilando el asunto, pero creo que tienes razón en algo, debimos hablarlo después y no hasta ahora... - se aparcó en el estacionamiento del enorme edificio, todo alrededor tranquilo, solitario, algo de privacidad... - yo, discúlpame si por mi actitud te hice sentir mal...

- supongo no fui el único que la pasó mal en esto... - dijo con una sonrisa complacida, no alegre, tampoco triste, simplemente conforme con la respuesta de su amigo... - entonces, seguimos siendo amigos, no?

- pero por supuesto que sí, Su... - retiraban el cinturón de seguridad, pero el pelinegro aún sentía que debía decir algo... o hacer tal vez... el castaño estaba por abrir la puerta de su lado cuando... - espera... - el castaño lo volteó a ver, confundido y preguntando con la mirada “qué sucede”... - después, después de mucho pensarlo en éstos días... yo... yo... – “diablos, porqué era tan difícil, cobardía acaso”. Xiah esperaba pacientemente, mentira, su corazón latía a mil por hora, esperando, deseando, suplicando a todos los dioses escuchar lo que solo en sus sueños... - Susu ah... - los ojos oscuros de su amigo tenían un brillo especial y por dios que sentía como si lo hubiera hipnotizado, sentía que podía pasarse toda la vida solo mirándolos y él sería el hombre más feliz del mundo. Comenzó a acercarse lentamente al rostro de su amigo, que ahora comenzaba a sonrojarse cada vez más y se sentía paralizado en su lugar. El sonido de una alarma de auto lo hizo volver a la realidad y separarse de su amigo, a escasos centímetros de haber alcanzado sus labios... - vamos, no vaya a ser que te cierren el local... - sonriéndole a su amigo, lo instó a abandonar la van. Junsu se sintió decepcionado, pero al mismo tiempo feliz, no solo por lo que estuvo a punto de pasar, sino porque su ratón le había dedicado una sonrisa diferente y no parecía incómodo con ese beso frustrado por vaya Dios a saber quién.

Esa tarde estuvo llena de descubrimientos para el pelinegro, había algo en ese delfín que antes no había notado, no por lo menos como ahora; vale que ya antes sabía que era guapo, pero a sus ojos ahora era el chico más atractivo de la faz de la tierra; antes podía decir que era sexy, ahora cada movimiento que hacía le parecía tierno y/o sensual; antes sus sonrisas le hacían pensar positivo o en una broma, ahora sentía que no podría vivir sin ellas puesto que lo llenaban de vida. Ahora entendía a lo que Yunho se refería en la conversación de esa mañana, cuando una persona te hace pensar en todas esas cosas, cuando le ves de una forma diferente, cuando aprecias cada detalle en ese ser, cuando sientes que sin él la vida no tendría sentido, cuando estás, de hecho, dispuesto a ir incluso contra normas sociales con tal de estar a su lado... y es entonces cuando el insigth llega al cerebro y se entiende el corazón, es entonces cuando puedes aceptar...

- me estoy enamorando de mi mejor amigo... - fue su último pensamiento, antes de caer rendido en los brazos de Morfeo...

...

Sus besos se volvían cada vez más apasionados, más desenfrenados, más necesitados de algo más, la oscuridad de la habitación ayudaba a sus muchas fantasías y nulificaba toda voluntad de control, sobre todo cuando sus manos ya vagaban libremente por toda su anatomía y los besos en el cuello le arrancaban sonoros gemidos de placer.

Apresado entre el colchón y su cuerpo nada podía hacer, no que quisiera realmente; había esperado por esto tanto que no importaba ahora que la relación de ellos no estuviera clara, se habían dicho solo un par de palabras que ahora ni siquiera recordaba embriagado en el aroma de su amante, pero sabía que no eran pareja, por lo menos no todavía y aún así ahí estaba, entregándose en cuerpo y alma al amor de su vida.

Los besos y las caricias descendían lenta y cautivadoramente por su torso. ¡cielos! ni siquiera recordaba el momento en que su cuerpo había sido despojado de toda ropa, ni si él había cooperado en la evidente desnudez de su amante; pero no importaba mientras pudiera seguir sintiendo el roce de su piel, el calor de su cuerpo, el sabor de sus labios, la maestría de sus caricias, el placer de sus actos.

Sus calidas manos jugaban con sus pezones, su boca repartía besos y lamidas por todo su pecho, se divertía en ocasiones demarcando con sus dedos o su lengua cada línea de sus pectorales bien formados; tal vez era que le encantaba escucharlo suspirar, gemir, casi gritar su nombre cada que lograba acumular el aire necesario para articular palabra. No podría negar nada, le encantaba todo lo que le estaba haciendo, incluso aquellos mordiscos en sus pezones, su cuello y podría jurar cada recoveco de su sensible piel.

La entrepierna comenzaba a doler, estaba ya demasiado excitado y hasta el momento no atendido, y no pudo evitar que un pensamiento flash pasara por su mente preguntándose si a él le dolerá igual su erección. Todo quedó en la nada cuando sintió la boca de su amante cernirse por completo sobre su miembro, abrazándolo con delicadeza y mucha pasión entre las paredes de ese fruto antes prohibido y que ahora le daba el mayor placer jamás sentido. No fue consciente del ritmo que tomó mientras lo masturbaba, no era consciente de nada más que las sensaciones que corrían rápidamente por cada fibra de su cuerpo. Ni siquiera podría recordar cuán fuerte encajaba sus uñas en los hombros de él, ni las incoherencias que escapaban de sus labios de vez en cuando. Simplemente estaba en el paraíso.

No solo eran sus labios o su lengua, o su propia saliva cálida quienes le otorgaban aquellas sensaciones, eran sus manos ocupándose al tiempo de su extensión, de jugar con sus pezones o escurrirse a su trasero, ese del que tantas veces fuera víctima de bromas... era más interesante aún cuando cerca de llegar al orgasmo su amante lo liberó de su boca para aprisionar su miembro entre sus manos y continuar con un ritmo veloz mientras profanaba su propia boca con un beso ardiente que no dejaba tregua para la obtención del vital oxigeno, no hasta que una bomba explotó en su bajo vientre y terminó por venirse en la mano de su amante. Rompieron el beso y se miraron por un tiempo imposible de definir, observó como él lamía su mano para saborear su esencia y lo miraba con sumo placer. Bajó un poco la vista para admirar el cuerpo de su amante, se topó con su pecho y un respirar aún agitado, más abajo un torso perfectamente formado y más allá una prominente erección que gritaba ser atendida, él ni tardo ni perezoso se lanzó a la misión, tomó el miembro entre sus manos y comenzó a masajearlo mientras veía cómo nuevamente se le alteraba la respiración a su amante y gemidos sonoros escapaban de su boca entreabierta, poco después decidió probar ese trozo de carne que guardaba un manjar para él, lo metió en su boca lentamente, su lengua saboreando cada centímetro...

- aaahhh, así, Su... mmmhhh... - lo escuchaba hablar con voz ronca, excitada, descontrolada...

- Chunnie?.... - podía escuchar a lo lejos...

- sí, Susu ah... - seguía hablando, deleitándose con el trabajo de su amante...

- Chunnie?... - escuchó más cerca...

- Su... - gimió el pelinegro.

- ¡¡¡¡¡Chunnie, pervertido!!!!!.... - le gritó el castaño, botándolo de la cama con una patada desde su posición de pie.

Y pensar que lo habían mandado a despertar a Yoochun porque ya era algo tarde, pero apenas si se había acercado a él cuando lo escuchó gimotear algo entre sueños, y él con lo curioso que es ponía atención para ver si lograba escuchar algo coherente en sus balbuceos. Oh sorpresa cuando notó el estado de su amigo, y la forma en que decía su nombre... vaya que descubrir que el amor de tu vida, mejor amigo y aún no declarado compartidor de preferencia sexual, tenía sueños húmedos con su persona lo había descolocado de sobremanera. Botarlo de la cama fue solo una especie de arranque inconsciente.

- eh? qué pasa... - la cabeza de su amigo se asomó por sobre la cama, apenas un segundo después de haber dado de lleno contra el piso. Su cabello negro alborotado, igual que su respiración, cuando abrió bien los ojos y se topó con un muuuyyy sonrojado Junsu, toda escena de su sueño le llegó de golpe y también se sonrojó como termostato... - diablos, será posible que tenga tan mala suerte, ¿me habrá escuchado?, Jae dice que en ocasiones hablo entre sueños.

- el desayuno está listo... - dijo rápidamente y de igual manera salió de la habitación, incapaz de enfrentar a su amigo, él mismo se sentía alterado por lo que acababa de descubrir y tenía que relajarse, poner en orden sus ideas y dejar incluso que sea el pelinegro quien de algún tipo de explicación o comentario al respecto... - mínimo que me hable bonito si es que va a hacerme perversiones en sus sueños, no?... - pensaba en tanto se sentaba a la mesa con un puchero propia de una chica ofendida. Min, Yunho y Jae se le quedaron viendo con clara confusión, habían escuchado perfectamente su grito de "Chunnie, pervertido" y ahora llegaba ahí todo sonrojado y alterado.

- qué pasó... - preguntó preocupado el rubio... ya saben, adoptando el rol de Umma sacaba su lado más materno.


continuará....






CAPÍTULO 6. ¿QUIÉN CONQUISTÓ A QUIÉN?

*****

Xiah no había sido capaz de responder a su hyung, se sentía demasiado avergonzado y emocionado, porque si el ratón había tenido un sueño húmedo con él significaba entonces que era de su agrado, que le gustaba, y era demasiado pronto y demasiada información para sí. Se había limitado a guardar silencio y comer. Los otros tres no quisieron insistir, comieron también en un silencio realmente incómodo. Unos minutos después apareció Micky, se le notaba completamente nervioso, se sentó a la mesa, a lado del castaño como era costumbre, y pudo sentir como se tensaba y volvía a sonrojar cuando sin querer sus hombros se rozaron.

- será mejor que se den prisa, en una hora tienen la sesión de fotos... - les recordó Yunho.

Para suerte de ambos, tendrían que ir solos; a Min le tocaba irse a un programa de radio, mientras que Jae y Yunho se presentarían en un programa televisivo matutino. Ah que el destino es sabio, verdad...

No se han dirigido la palabra un solo instante desde que salieron del departamento, ni en los minutos que ya llevan a bordo de la van y era completamente diferente al día anterior donde parecía que todo iba a ser normal en alguna medida al menos, pero de solo recordar que casi se besaban y el sueño del ratón se descolocaban y temían hablar y eso calaba hondo en ambos...

- diablos! qué le digo, qué se supone que le digo ahora, y si se enoja?... obvio que está enojado... - acotó viendo de reojo a su amigo, quien tenía una cara de pocos amigos realmente, mirando por la ventana hacia afuera, a donde fuera con tal de no verle la cara a su ratón pervertido.

- ingrato, y no me dice nada, ninguna explicación de nada, condenado ratón pervertido... - iba pensando el castaño... - y yo que pensaba conquistarlo, pero el muy... ratón pervertido soñando de esa forma conmigo... y ahora qué, realmente no sé qué hacer, le pregunto algo, me quedo callado, hago de cuenta que no pasó nada... argh, ratón miguelito me vuelves loco....-

- apenas ayer volvíamos a ser los amigos de siempre, aunque casi lo beso y... porqué tenía que ir a despertarme, porqué tenía que estar soñando de esa forma con él... aunque, hubiera preferido que no fuera un sueño... - sonrojo violento instalado en todo su perfecto rostro... - condenado delfín, en qué momento fue que me enamoré a tal punto de ti, porque sé que esto es más que simple deseo carnal, aunque ahora no tengo idea de cómo voy a llegar a explicártelo si estás molesto.

El móvil vibró en el bolsillo de su pantalón, rápidamente el castaño lo sacó para leer el mensaje que su Umma le mandara...

- ánimo Junsu, no sé lo que pasó, pero si el ratón ahora es un pervertido, tú deberías aprovecharlo... - leyó, sonriendo divertido con la serie de íconos gestuales que incrustaba su amigo entre las palabras. A su lado, Micky no estaba del todo contento, se sentía celoso...

- de quién será, y porqué sonríe así... será alguna chica... - pensaba. Habrá que ser ciego, no? claro, el pelinegro no tiene idea de que a su delfín le gusta solo una persona, y definitivamente no es una chica...

- sacar provecho, eh... - una sonrisa se curvó en sus labios, guardó su móvil y siguió viendo por la ventana mientras pensaba en las palabras de su amigo. Yoochun por su parte estaba que trinaba de celos, conocía la sonrisa que tenía su amigo, era esa clase que pone cuando se le ha ocurrido llevar a cabo algo que disfrutará mucho, como cuando le hacía bromas a Changmin, o cuando algo es de su total agrado... - será que tendrá una cita o algo.... me lleva la que me trajo, qué demonios hago ahora... Yunho, dónde estás cuando más te necesito... - suplicó mentalmente.

Bajaron de la van, el estacionamiento estaba solo, deja vu de la noche anterior, solo que esta vez el pelinegro tenía toda intención de hablar con su amigo respecto a lo que ha estado aconteciendo...

- Susu ah... - lo llamó suavemente, mientras el nombrado presionaba el botón de acceso al elevador que los llevaría al piso correspondiente. Pero el castaño solo pudo saltar en su lugar, impresionado por la forma en que lo llamó e inevitablemente recordó el tono con el que lo había escuchado gemir esa mañana. Micky notó el sobresalto y casi quiso que la tierra se lo tragase en ese mismo momento, ahora solo hablarle lo incomodaba... qué no había quedado atrás esa fase de huir el uno del otro?

- dime... - atendió Junsu, no muy convencido de querer hablar ahora, que lo ponía de los nervios hablar de aquello a bordo de un elevador donde muchas, pero muchas cosas pueden pasar, entre ellos, que el calor aumente en un espacio tan reducido.... - ah, creo que lo pervertido se contagia... - pensó con una media sonrisa realmente encantadora.

- pues, verás, respecto a lo de esta mañana... - sí, ahí iba, el tema más escabroso de los últimos meses para ambos, pero que era realmente necesario para ambos hablar, por su propia salud mental... - yo... - el móvil del pelinegro sonó, en la pantalla el nombre de Yunho, así que no tuvo más remedio que atender la llamada, disculpándose con el castaño por ello.

....

No tuvo tiempo de escuchar lo que el moreno tuviera que decirle, porque el móvil había sido arrebatado de sus manos por el delfín, quien colgó la llamada y encaró luego a su amigo...

- estoy cansado de interrupciones, dime lo que tenías que decir de una buena vez... - eso ciertamente había sonado a reclamo, se le notaba ansioso, pero se veía adorable con ese sonrojo en las mejillas y aquel brillo en los ojos, como reclamando algo que le pertenece... ¿a él tal vez?

- esto... yo... Su... - parloteaba solo palabras incoherentes, sin llegar a ningún punto y eso exasperaba al castaño.

- qué, ahora estás nervioso?... - preguntó con una voz sensual, acercándose al pelinegro, que nervioso retrocedió hasta que su espalda dio contra la pared del elevador, fría, lo contrario a la piel bajo sus ropas, que ahora sentía comenzaba a hervir de emoción ante la cercanía de los cuerpos... - no lo parecías mientras gemías mi nombre esta mañana... - pasando sus dedos por el brazo del pelinegro, le hablaba en susurros que estaban desarmándolo rápidamente, como siguiera así, era capaz de tomarlo ahí mismo... - dime Chunnie ah, te gustaba lo que te hacía... - cuestionó melosamente, acercando su rostro al de su compañero, la respiración golpeando sutilmente su piel, erizándole por completo, acelerándole la respiración, incrementándole el deseo de unir sus labios por vez primera... - o quieres que te de mejores motivos para que sueñes conmigo así... - tras esas palabras por demás seductoras, atrapó los labios del pelinegro en un beso fogoso, que al instante fue correspondido por él, pasó las manos por el cuello para acercarse más y profundizar peligrosamente aquella lánguida muestra de pasión, sintió cómo el pelinegro lo abrazaba por la cintura para pegarlo más a su cuerpo, logrando sentir el roce de sus erecciones ya despiertas....

- oye Su... ¡Junsu!... - el grito de Yoochun lo sacó de su cavilación, enfocó su mirada en él... - hemos llegado... - las puertas del ascensor se abrieron, fuera varias personas pasaban de aquí para allá en el pasillo... - oh, Yunho dijo que esta tarde tenemos prueba de vestuario, apenas terminemos aquí tenemos que ir al ensayo... -

El delfín asintió, algo avergonzado... - sí, la perversión si es contagiosa... - pensó, en tanto seguía el camino del pelinegro.

Después de varios cambios de vestuario, y muchas fotografías tomadas en un sin número de posiciones y paisajes tridimensionales, vino la parte más interesante y que sabían llenaba de morbo hasta al equipo del staff, por no decir que aumentaba considerablemente las ganancias para la empresa. Cómo se habían olvidado de eso, si apenas la noche anterior Minnie se había reído hasta que le dolió el estómago al relatar las reacciones que habían tenido sus hyung´s al posar para el JaeHo. Ahora era turno del YooSu... ambos solo suspiraron cuando el fotógrafo les pidió la primer postura, formando el famoso corazón con sus manos sobre sus cabezas, abrazándose por la cintura con la mano libre.

- esto actualmente me resulta en una verdadera tortura... - pensó el castaño.

- si no fuera porque no pudimos hablar, ahora tal vez estaría más contento que nervioso con este asunto.... - pensó el pelinegro.

Ambos sonriendo nerviosos, cohibidos ante la cámara que una y otra vez lanzaba los flashazos. tuvieron que tomarse de la mano, abrazarse, recostarse uno sobre otro con ternura, entre otras cosas, con tal de que las fans estén felices con el fanservice de su parte (n/a muriendo por ver fanservice en este momento, pero no puede porque debe dedicarse a este fic)

- muy bien chicos, eso ha sido todo por hoy, pueden retirarse, gracias... -

Después de algunas horas eran libres... jeje, de volver al trabajo, tenían que ir ahora a ensayar, pero esta vez tendría que hablar el pelinegro, antes de que otra cosa fuera a interrumpirlo otra vez...

- Su, lo que quería decir desde en la mañana era...

- hey chicos, que milagro que se dejan ver... - los saludó, nada más y nada menos que...

- Eun, que sorpresa tan agradable verte... - el castaño abrazó a su amigo con suma alegría, para gusto y celos del pelinegro que ahora mismo parecía estar enterrando metros bajo tierra al SuJu...

- venimos para una sesión de fotos... - detrás de él venían Kangin, Leeteuk, Sungmin y Heechul.

- hola chicos... - saludó el líder SuJu, con su típica sonrisa alegre, los otros también saludaron.

- qué anda haciendo el YooSu por aquí, eh... - cuestionó pícaramente Heechul, mirándolos divertido, siempre que podía aprovechaba de la pareja yaoi que fuera para bromear, no importa si eran sus amigos de dbsk o sus propios compañeros, incluso él mismo, le encantaba ver cómo algunos se ponían colorados al ponerlos en tal dilema.

- primero que nada... - iba a aclarar el pelinegro, pero conociendo a su amigo afeminado, mejor lo dejó por la paz... - ah, no importa, también tuvimos una sesión de fotos...

- sí, que curioso, se rumora que hay un proyecto en la empresa para sacar un álbum fotográfico con sus grupos más populares, y va incluido el fanservice de las parejas más populares... - continuó Hee en su explicación propia de una chica de espectáculos dando la noticia del año...

- sí, ya lo has dicho demasiadas veces Chul... - lo cortó Kangin, hastiado de escucharlo porque él y Teuk habían sido sus primeras víctimas y ya sabe lo que viene a continuación, y no estaba de ánimos... (n/a Kangin nunca está de ánimos para aguantar las bromas de otros, pero se la pasa molestando a sus compañeros, es un niño muy malo, pero atrae esa personalidad... babeando el teclado, ejem, ejem, volviendo al fic)... - pero me parece que ellos ya iban de salida...

- los estás corriendo diciéndolo así, Kangin... - le reprochó Sungmin.

- no, no hay cuidado, pero la verdad es que si tenemos que irnos ya... - aprovechó el pelinegro, mientras más lejos tenga a su delfín de su amigo SuJu mejor, a fin de cuentas a ellos también los emparejan y no quiere oír comentarios respecto al HyukSu. Tomó la mano (inconscientemente) del castaño y despidiéndose se alejaron de los Suju´s...

- fue mi imaginación, o ahí parece que realmente hay YooSu en todas las de la ley... - comentó extrañado Shindong.

- me parece mi estimado amigo, que así es... - comentó Eun, sonriendo conforme, si su amigo decidía ser felíz con un chico, él no era nadie para juzgarle.

...

- oye Chunnie... - el aludido volteó a verlo, iban caminando a paso veloz hacia el ascensor... - puedes, eh, soltar mi mano, conozco bien el camino... - le dijo con una sonrisa que lo derritió, y avergonzado soltó el agarre del que apenas había sido consciente.

- perdón... - susurró, mientras entraban en el ascensor. Y maldijo para sus adentros cuando notó que más personas iban a bordo, lo que limitaba su oportunidad de hablar de una vez por todas con el castaño... - si tan solo estuviéramos solos y nada me interrumpiera, podría decirle lo que siento... - pensaba. Su momento de gloria definitivamente sería el trayecto en el auto, ahí solo iban ellos dos, así que no lo desaprovecharía.

Salieron del estacionamiento rumbo a su siguiente destino, que no se encontraba a más de 15 minutos de camino, minutos suficientes para hablar, ¡por dios! que nunca se había sentido tan necesitado de conversar con su amigo.

- voy a decir esto antes de que otra cosa suceda y me interrumpa... - comenzó el pelinegro, mirando de soslayo a su acompañante quien le prestaba toda su atención... - me gustas...- soltó así nada más, después respiró hondo y al ver que Junsu no decía nada se preocupó, tenía una expresión como ido... - yo, yo sé que es algo muy extraño, y... Su, ni siquiera sé cuándo comenzó a pasarme, no podría realmente culpar aquel beso que nos dimos por accidente, realmente... creo que lo sentía desde antes, pero... no sé, supuse que era cariño de amigos, hemos sido muy unidos largo tiempo y... yo sé que tal vez esto sea muy inapropiado e incómodo para ti, Su, pero... lo de esta mañana es parte de lo que siento por ti... solo, solo espero no perder tu amistad, de verdad, yo sé que no te gustan los chicos...

- tienes razón... - habló por fin el castaño... - no me gustan los chicos... - ante esa frase el pelinegro sintió como si le atravesaran el corazón con una daga hirviente... - a mí solo me gusta un chico... - sin pensarlo el pelinegro aparcó rápidamente en el primer lugar que vio, asustando al delfín por ello.

- quién... - tragó saliva nerviosamente, si le respondía aquello podría ser o su gloria o su tumba... - quién te gusta, Su... - cuestionó mirándolo directamente a los ojos. El castaño se sonrojó por la intensidad con que esos ojos negros lo miraban.

- esto... esto es realmente gracioso... - no pudo controlar una sonora carcajada que escapó de sus labios, confundiendo al pelinegro, aunque ello no quitara el hecho de que se hubiera anonadado en aquella risa, en forma tan inocente e infantil de reír... - mi ratón favorito... - respondió apenas pudo dejar de reír, pero con la sonrisa todavía dibujada en sus sonrosados labios, las mejillas coloreadas y sus ojos oscuros brillando con luz propia.

Micky se señaló como preguntando si se refería a él, Xiah asintió aun sonriendo, sentía que estaba en un sueño, y si era así, por favor que no lo despertaran (y menos como él despertó a su ratón esa misma mañana), sentía que le temblaba todo el cuerpo de emoción. Yoochun lo abrazó posesivamente, aferrándolo a su cuerpo, no importándole la gente que pasaba a su lado por la calle.

- gracias... - le susurró al oído...

- porqué... - preguntó algo contrariado el castaño.

- por quererme, te prometo que te haré feliz, Su... te quiero... - se separó ligeramente, lo suficiente para quedar de frente a su delfín, estaban muy sonrojados, nerviosos, pero sobre todo, contentos... Comenzó a acercarse, lentamente, ansiando el momento en que sus labios hicieran contacto...

- aquí no, Chunnie... - lo frenó el castaño, colocando uno de sus dedos sobre la boca del ratón, acomodándose de nueva cuenta en su asiento, sin dejar de sonreír felizmente... - cuando estemos en un lugar más apropiado...

- cl... claro... - encendió el motor... - Su?...

- dime...

- porqué te reíste hace un momento... -

- porque nada de lo que he pensado ha salido como esperaba... tenía pensado conquistarte, tenía muchas ideas para ello, pero... ahora creo que no será necesario, ya me has conquistado tú...

- te equivocas, el delfín conquistó al ratón desde hace mucho... - debatió con una sonrisa, completamente enamorado; entrelazó su mano a la de su "amigo", puesto que por ahora aún no son, formalmente, pareja, por unos segundos, aun iba manejando, pero sabía que tendría tiempo después para tomar su mano y besar su boca... - aún así, tengo curiosidad... qué pensabas hacer para conquistarme... - preguntó con una sonrisa pícara, no imaginaba a su delfín seduciéndolo, él era más bien romántico.

- te propongo algo... - apareció esa sonrisa que bien conoce el pelinegro, y supo que aquello podría ser un juego muy divertido... - porqué no hacemos de cuenta que no sabes nada y te lo demuestro... - le sonrió coquetamente, pasando su lengua por sus labios...

- y yo pensando que no eres seductor... - se dijo mentalmente... - de acuerdo, quiero que me sorprendas mi delfín coqueto... -

- ya verás, ratón pervertido... -

continuará....

13 comentarios:

  1. ^waa senti hormiguitas o mariposas kyaa tan lindos gracias tu historia me esta llegando al corazon ^^

    ResponderEliminar
  2. OMG!!!! xDD Yo no podría imaginarme nunca en la vida a junsu sexy seductor!! él es más tiernoo, dulce y tímido! xd pero, debo decir que ver ésto me llama mucho la atención! xDD

    Tu fic me encantaaaaaa xDD es genial!!

    ResponderEliminar
  3. Junsu puede ser no solo tierno y dulce, también en muuuuy sexy y quiero ver como lo piensa conquistar al ratón, seguiré leyendo me encanta esta faceta de mi delfín jeje

    ResponderEliminar
  4. awwwwww Gracias ^^ esta genial el fic, Amo al delfin coqueto y al raton pervertido xD

    ResponderEliminar
  5. kyyyyyyyyyyyaaaaaaaaaa!!! Ese Yoochun que perver es xDDDDDDDDDD soñar con Junsu y que lo descubran si fue muy muy interesante xDDDDDDDDD eso si me divirtió xDDDDDDDDD

    kyyyyyyyyyyyaaaaaaaaa!!! Ya son algo kyyyyyyyyaaaaaaaa!!! bueno que un "noviazgo" todavía no hay xDDDDDDdd pero ya no son mas que "amigos" xDDDDDDDDDD eso si me mata xDDDDDDDD ahora que ira ser el Delfin xDDDDDDDDD

    ResponderEliminar
  6. gracias me encanta jajaja la pregunta de como contestar al raton tambien es mi pregunta al menos ya tengo la respuesta me dio mucha risa el que descubrieran al raton

    ResponderEliminar
  7. Jjajaja chuni te cacharon...jjejeje los suenhos de nuestro raton =p pronto se le haran realidad =D
    ya quiero ver cm lo seduce =)
    gracias feli x el cap n_n

    ResponderEliminar
  8. Y comienza el juego...
    >/////<

    Gracias♥

    ResponderEliminar
  9. dios bendito que chunnie tan pervertido, teniendo sueños húmedos..jajajaj
    y el pobre Susu, todo atribulado sin saber que hacer con tanta perversidad...

    gracias por los capítulos..

    ResponderEliminar
  10. Asdfg Fuer hermoso!!!<3 hahahaha como tenian algo en contra del Yoosu xD LOL puras interrupciones Dx y imaginación xD hahaha fue muy gracioso~ el sueño de chun! Me mato! XD y "lo pervertido se contagia" hahahaha vaya que tienen razon(?) XD me ha gustado mucho! Seguire leyendo~ saludos

    ResponderEliminar
  11. Wow cada vez se pone mejor....jajaja Mori cuando Junsu encontro a su "Raton Pervertido" gimiendo su nombre...sueño humedo con el LOL ....¡¡¡¡¡Chunie Pervertido!!!
    Ahh de verdad me fascina...me pregunto que pasara en los demas cap´s y aun en las demas partes....tan bueno pero quiero ver mas Jaeho...algo de lemon con ellos ¬¬ ....Amo el lemon y amo el Yunjae y Yoosu ***** nwn

    ResponderEliminar
  12. Bueno, ya después de tanto sufrir y después de ese sueño pervertido al fin el YooSu se declaró su amor, que bonito.

    Gracias!!!♥️💕

    ResponderEliminar
  13. Cómo cuando llegas a la parte de los debralles mentales de Junsu y dices "Momento en que instante te robaste a nuestro lindo Susy...ok No este delfín en un arma de doble filo" jaajjaja Moría con su momento hot ilushion en el elevador.

    ResponderEliminar

”No me quejo si alguien que ha leído el libro lo encuentra aburrido, absurdo o despreciable, ya que yo tengo una opinión similar sobre sus comentarios.”
J.R.R. Tolkien