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sábado, 8 de mayo de 2010

cap 7 y 8 impossible *-*

CAPITULO 7. UN JUEGO DE SEDUCCIONES

*****

Ahora que habían llegado a aquel extraño acuerdo la adrenalina se disparaba a través de todo su sistema nervioso, llevándolos a actuar en un extraño juego que los iría acercando cada día más.

Había sido todo un logro no besarse en el trayecto al edificio, no tomarse de las manos apenas bajaron del auto, no hacerse ninguna clase de mimos... toda esa gente alrededor era un gran obstáculo para cualquier cosa... o casi cualquier.

Yunho, Jae y Min no entendían del todo, pero verlos tan unidos como siempre era suficiente para no meterse en su relación, si bien los tenía intrigados ese sutil coqueteo que se brindaban con miradas, sonrisas, roces y palabras durante el ensayo.

- porqué no preguntas de una vez, sé que me seguiste para eso... - le dijo el pelinegro a su líder apenas entraba el moreno al WC, con una sonrisa tranquila, sabía que él y su delfín estaban actuando diferente apenas llegaron esa tarde, después de la sesión de fotos.

- qué pasó entre Junsu y tú, hasta esta mañana parecía que no podían estar bajo el mismo techo, y con ese grito que dio en la mañana llamándote pervertido, y ahora andan como si nada, no entiendo... - comentó de corrido el moreno, con una clara mirada intrigada, se notaba que se había esforzado mucho en tratar de entender y no había logrado dar con algo lógico o que por lo menos lo dejara tranquilo.

- eres muy buen Appa, preocupándote por nosotros... - le dijo dándole unas palmaditas en el hombro... - realmente solo hablamos y quedamos como los buenos amigos que somos, no es que pasa nada en particular...

- oh, de acuerdo... -aceptó su explicación y la respetó, pero había algo que no le cuadraba, algo le seguía intrigando... pero bueno, él tenía ahora algo más apremiante en qué concentrarse, además, claro está, de sus compromisos profesionales.

Junsu aprovechaba cualquier pretexto para acercarse al pelinegro y hacer que se le erizaran los vellos de pies a cabeza, le hablaba en secreto para contarle cualquier cosa... ah, pero eso no era lo interesante, sino la voz tan cargada de ternura o sensualidad que usaba, la forma en que sus labios llegaban a rozarle el lóbulo y cómo su aliento cálido lo hacía desear cerrar los ojos y disfrutar de sus susurros sin importar lo que dijera, solo tenerlo así de cerca.

- no me digas que es parte de tu estrategia para conquistarlo... - le preguntó el rubio, mientras guardaban sus cosas para volver al departamento, en voz baja para evitar que el ratón o Yunho escucharan, lo cual no iba a pasar de todas formas, porque Min con esa inteligencia que posee los estaba distrayendo con chistes, que a decir verdad no eran su fuerte, así que más que reírse de ello lo hacían de su poca creatividad para narrarlos y han terminado enfrascados en una discusión infantil, claro los participantes eran Yoochun y Min, Yunho solo se divertía a costa de ellos un rato, antes de poner orden.

- más o menos, es muy notorio?... - respondió el castaño, echándose el bolso al hombro mientras andaban rumbo a la salida.

- bueno, no; pero es que como estábamos preocupados por cómo partieron en la mañana pues fue inevitable que les pusiéramos tanta atención... -

- oh... entonces trataré de ser más sutil... - concluyó el delfín, mientras se unía a la pelea de sus amigos, uniéndosele naturalmente al ratón, mientras Min buscaba apoyo en su Umma.

- Umma, cómo no me defiendes, soy tu bebé, madre desnaturalizada... - le acusaba, haciendo pucheros de niño enfadado... - y mi Appa es peor, el hasta se ríe también, son unos padres muy crueles, puesto que ni siquiera han formalizado su relación... ¡Oh dios! he nacido fuera del matrimonio, me iré al infierno por su culpa... - de un momento a otro su drama había desplazado la discusión respecto a su incapacidad de relatar chistes. Pero esto era realmente divertido.

- Minnie, compórtate quieres, qué dirá la gente... - trataba de calmarlo Jae, puesto que ya se encontraban en los pasillos y él seguía en su drama.

- oh, ahora te preocupa eso, pero no lo pensaron antes de tenerme, no?... - hizo caso omiso de los llamados de atención de su tierna madre... -

- como no te calles ya te juro que no vuelves a ver tu portátil... - amenazó Yunho, y fue suficiente para que su "hijo" callara sin chistar.

- porqué será que siempre me amenazan con mi portátil, sino fuera porque amo todo lo que contiene, no me importaría... - pensaba el menor, derrotado por el amor a su portátil.

- ay Min, si no fueras adicto a tus videos especiales nadie se metería con tu portátil... - opinó el pelinegro. Min solo encogió los hombros y bajó el rostro acongojado.

Era ya de madrugada, pero el castaño aún no lograba conciliar el sueño, esta vez a diferencia de muchas otras noches en vela, sus motivos eran contrarios, estaban llenos de felicidad y una parte de su mente todavía no podía creerlo... era, como si algo faltara para saber que aquella era su total realidad.

Saló de su cama y se dirigió a la cocina por una vaso de agua, estaba todo en silencio, había tranquilidad en el departamento...

- pues claro, todos duermen... - se dijo con una media sonrisa... - Chunnie...- suspiró el nombre del pelinegro, apoyado en el pretil, pensando en la de cosas que quiere hacer para demostrarle a su ratón cuánto lo ama... - pero ni siquiera nos hemos besado... - llevó sus dedos a sus labios, tocándolos con algo de nostalgia, si lo pensaba realmente tenían pocas oportunidades de estar a solas y él ya no puede esperar más por un beso... - tengo una idea... - se encaminó a la habitación que comparten el rubio y su ratón, entró sigiloso dirigiéndose a la cama del pelinegro. La luz de la luna que se colaba era suficiente para ver la serenidad con la que dormí, su tranquila respiración, su cómoda posición en la cama... - te ves tan guapo cuando duermes... - susurró acariciando la mejilla de Yoochun, que entre sueños sonrío al sentir el tacto de su delfín... - Chunnie ah... Chunnie... - comenzó a llamarlo, hablándole al oído, hasta que los ojos de su amado se abrieron lentamente...

- Su? qué pasa... - le preguntó con voz somnolienta, notando que aún era de noche.

- Shh, ven conmigo... - lo tomó de la mano y se sonrojó cuando el pelinegro entrelazó sus dedos, también se sorprendió de que el pelinegro no preguntara nada y lo siguiera fuera de la habitación, hasta la cocina.

- qué pasa, delfincito, porqué me sacas de la cama a esta hora, eh?... - una sonrisa picara apareció en sus labios, y eso hizo que Junsu se sonrojara aún más.

- me puedes alcanzar el cereal, por favor... - respondió con inocencia, señalando el ultimo cajón de la alacena... - es que tengo hambre y no lo alcanzo... - continúo con su tono inocente... -

- soy apenas un par de cms más alto que tú, Su... - replicó algo decepcionado el pelinegro, y él que pensó que su delfín daría inició a su seducción.

- cms vitales... - opinó el castaño, haciendo un puchero infantil. El pelinegro suspiró, cómo negarle algo a su pequeño delfín. Se estiró apenas un poco, ladeando ligeramente su cuerpo para alcanzar la bendita caja de cereal. Cuando regresó a su postura sintió las manos del castaño colarse por su cintura mientras lo abrazaba y sus labios se rozaban... - me debes algo... - susurró contra sus labios, corrientazo eléctrico viajó por la espina dorsal de ambos.

- delfín travieso... - unieron sus labios en apenas caricias tímidas, ese era después de todo el primer beso para ambos, con otro hombre, y aun cuando saben perfectamente lo que sienten no deja de ser extraño al principio, por lo menos hasta que solo el sentimiento domina toda acción, y es que esas caricias mutaron a un beso tierno, donde sus bocas se acoplaban a la perfección y sus cuerpos se aferraban más mientras la pasión comenzaba a tomar parte del juego. Su entreabrió sus labios dando permiso a la lengua de Chun para entrar en su boca, al principio eran furtivas las embestidas que la lengua del pelinegro le daba a la suya. La respiración de ambos descontrolándose, haciéndose más acelerada y más fuerte, algunos gemidos comenzaron a sonar en la cocina cuando ya era una lucha por ver quién dominaba ese apasionado beso de amor. Y sus manos, milagrosamente quietas hasta el momento comenzaron a participar de aquella muestra de afecto, deslizándose traviesas por la espalda del otro, la temperatura comenzando a ascender peligrosamente...

- no tan rápido, ratón pervertido... - el castaño se separó, apenas controlando el deseo que él mismo tenía de seguir hasta el fin, pero quería hacerlo lento, llevarlo hasta el límite, lograr que lo deseé no solo por pasión, sino por una entrega total de amor. Y dicho sea de paso, mostrarle su capacidad de seducirlo en algo más que toqueteos calenturientos.

- piensas dejarme así... - su voz entrecortada y notablemente excitada fue de total agrado para el castaño, apenas un beso y unas cuantas caricias y ya lo tenía en ese estado. Aunque él mismo estaba por las mismas condiciones, había que ser masoquista para quedarse así, pero hombre que el muchacho es terco y quiere seguir jugando.

- yo solo dije que me debías algo, y era un beso... - dedicándole una dulce sonrisa, el castaño tomó la caja de cereal y lo colocó donde estaba, contrariando aún más al pelinegro, que lentamente recuperaba la normalidad de su respiración y bajaba la emoción de su entrepierna.

- no era que tenías hambre... - cuestionó enarcando una ceja y cruzándose de brazos... -

- yo solo quise molestarte antes de darte tu premio... - se mordió el labio inferior, todavía estaba ahí el sabor de los labios de Chun... - estás molesto?... -

- claro que no, delfincillo, me encanta que hagas estas cosas, que me sorprendas así... si voy a obtener un beso tuyo cada que me despiertes en la madrugada para nada, moléstame las veces que quieras... - sonriendo coquetamente, le dio un beso rápido en los labios a su delfín.

- ya verás como va aumentando el valor de tus premios... - le dio un fogoso beso al que apenas si pudo reaccionar el pelinegro cuando éste ya se había separado y caminaba de regreso a su habitación... - Buenas noches, Chunnie, ahora ya tienes motivos reales para soñar conmigo... - guiñándole un ojo y moviéndose seductoramente fuera de la cocina, el castaño se despidió.

- delfín del demonio, que sexy eres... - pensaba mientras lo seguía con la mirada, deleitándose con esos movimientos que solo el castaño era capaz de hacer, nadie mueve las caderas como él, siendo varonil y sexy al mismo tiempo, y definitivamente, nadie tiene ese trasero que qué ganas tiene de aprisionar con sus manos.

....

Una semana después y los juegos nocturnos entre el delfín y el ratón seguían, como podía ser que el delfín lo llevara a la cocina por algo innecesario pero que le servía de pretexto, o simplemente lo sentaba en el sofá para luego posarse a horcajadas sobre él y besarlo unos minutos en medio de la oscuridad, siempre rogando porque alguien no se fuera a levantar al baño o algo. Era estúpido hacer aquello, pero era divertido al mismo tiempo, la adrenalina hacía que sus besos fueran mas apasionados, aunque aun no pasaran de eso y algunas caricias, porque siempre que Yoochun planeaba llegar a más y bajaba su mano en busca del trasero de su "amigo", este le tomaba las manos, le negaba con una sonrisa, le daba un último beso lleno de ternura y le daba las buenas noches.

Durante el día la historia era más reservada pero no menos efectiva, Junsu se le acercaba durante los ensayos, lo tomaba de las manos, le hablaba al oído, le cantaba y hasta bailaba para él, siempre procurando no ser obvio para que los demás no lo notaran. Aunque claro, sus amigos seguían sospechando que ahí había algo raro, pero a su vez tenían cosas más importantes de que ocuparse. En casa se reían juntos, bromeaban de todo, se dormían en ocasiones en el sofá o en la cama, dando una vista realmente tierna con Su sobre el pecho del pelinegro, o Yoochun sobre las piernas del castaño recibiendo piojito según fuera el caso.

Pero a Xiah se le había pasado un pequeño detalle que ahora lo tenía algo intranquilo...

- Umma, puedo hablar contigo... - Jae respingó cuando lo llamó así, todavía le daba algo de extrañeza que se hubieran acostumbrado tan rápido a decirle mamá.

- Min es muy mala influencia... -pensó, mientras enjuagaba los últimos trastes de la comida... - claro Junsu, qué pasa... - tomó la franela y secó sus manos en tanto dedicaba toda su atención al middle (n/a hijo mediano).

- esto, es que... - inhaló-exhaló profundamente... - verás, Chunnie y yo... - le relató a grandes rasgos ese juego en el que se sumergieron desde hace días, el rubio se sorprendió cada tanto con alguna nueva cosa que le decía el castaño, no que le estuviera dando detalles, sino simplemente de que todo eso ocurriera en sus propias narices y ni enterado... “será que me la paso prestándole atención a lo que siento últimamente por Yunho” pensaba el rubio. tratando de seguirle al tiempo el hilo al delfín... - pero, el punto es, yo también quiero dar el siguiente paso con él, pero... y eso es algo que no me pasó por la cabeza antes sino hasta ahora, díganos que estoy chapado a la antigua, y no quiero entregarle mi tesoro tan bien guardado hasta ahora sin antes ser su novio... - explicó, haciendo uso de gestos que, según Jae, eran un tanto exagerados, además de que estaba un poco errado en algo ahí...

- Junsu, primero, creo que estás haciendo una tormenta en un vaso de agua, tan fácil como declarártele y ya, y segundo, si estás chapado a la antigua en dado caso no le entregarías nada de tesoro hasta que estuvieran casados, agrégale que si estuvieras educado de tal forma no estarías con un chico... - para Jae estaba más que solucionado el problema de su middle.

- vale, tal vez exageré un poco, pero realmente no quiero estar con él sin relación formal de por medio, porque si no me sentiría como una aventura o algo así...

- pero si te adora... - debatió convencido el rubio.

- sí, lo sé, pero... si tanto me adora entonces porqué no me lo ha pedido... - siguió en su drama el castaño, haciendo pucheros como si de un dulce que se le niega a un niño se tratara.

- Junsu... - paciencia desbordando en las palabras y la tranquilidad con que Jae se dirigirá a su crío... - me parece que el asunto es que tal vez tu ratón lo esté dando por sentado.

- tú crees, Umma... - sus ojitos ya estaban aguándose de auténtico sentimiento... - entonces no es porque no me ame, verdad... -

- que no Junsu, eso a pesar de lo discretos que han sido se le nota en la mirada...

- pero entonces... -

- ya te dije, decláratele tú y asunto arreglado... - para el rubio era más que sencillo, es decir, ambos son chicos, qué importancia tiene cuál de los dos sea el que hace la valiosa pregunta.

- lo sé, pero... no podría explicar porqué, pero yo siempre he soñado con que me lo pida, es absurdo lo sé, pero es lo que yo deseo... y claro está no voy a decirle “Chunnie ah, cariño, pídeme que sea tu novio” eso no sería nada romántico... -

- siendo así, en estos momentos no se me ocurre nada para ayudarte Junsu... - sinceró apenado el rubio...

- neh, Umma, con que me escuches es más que suficiente para mí... - se sonrieron mutuamente. Entonces...

- Umma, me quedó un huequito... - apareció Min en el umbral de la cocina, señalándose el estómago para referir sus palabras... -

- serás glotón Minnie, acabamos de comer... - lo molestó el castaño.

- componer gasta mucha energía "delfín excepción a la regla"... - se defendió el menor, lanzando miradas retadoras a su "hermano" (imagínense esos rayos de pelea que aparecen en el anime entre dos personajes que se están viendo)

- cómo me llamaste, barril sin fondo... - empezaron a discutir, lanzándose un interesante repertorio de insultos que no tenían intención real de ofender al otro, sino simplemente de jugar como dos niños pequeños...

- porqué tanto alboroto... - preguntó Yunho, entrando a la cocina, atraído por el ruido que habían montado y había alcanzada su sala de música.

- tus críos jugando... - respondió tranquilamente Jae, sin darse cuenta de lo que acababa de decir, logrando que todos callaran de sopetón.

- cómo dijiste... - preguntó el ratón, que había llegado junto con el moreno, con notoria impresión en su rostro, igual que en el de los demás.

- eh? - preguntó confundido Jaejoong.

- has aceptado que somos críos de Yunho... - señaló el castaño.

- ¡por fin! - gritó Minnie, logrando que todos saltaran en su lugar del susto.

- Min, quieres matarme de un ataque al corazón... - le espetó el castaño, dándole un golpe no tan amistoso en el hombro.

- aunch, oye, eso dolió... - se quejó el menor, sobándose la zona afectada. Jae solo había atinado a sonrojarse.

- dije que eran sus críos, oh, por todos los cielos... eso significa que yo mismo lo he aceptado como el Appa de mis críos... - pensaba el rubio, con la vista fija en ningún punto en especifico, aunque ante él solo se encontraba Yunho, también sonrojado y con el corazón latiéndole violentamente en el pecho.... - eso significa que inconscientemente le estoy aceptando como el padre de mis hijos, o sea, mi esposo... - su mente trabajaba a hipervelocidad.

- bueno... - habló el moreno, tratando de espabilar todo pensamiento de su mente... - vamos a continuar con lo que dejamos pendiente... - se refirió a Micky y Min...

- vale, vamos... - el pelinegro emprendió el regreso a la sala de música, no sin antes dirigirle una sonrisa tierna a su delfín, que este correspondió más que encantado.

- ok, nada más que mi Umma me de algo para recuperar energía, de preferencia algo que contenga chocolate... - poniendo su mejor cara, esa que hace que el instinto materno de Jae ceda ante cualquier petición de su crío.

- bueno, bueno, ya, con tal de que no se les vaya la inspiración... - dejando de lado las reflexiones que tenía, el rubio le dio un flan con cubierta de chocolate y caramelo que había preparado. En cuanto el menor y el moreno salieron de la cocina, algo hizo clik en la mente de Jae... - ¡Minnie!... - el castaño saltó en su lugar, un segundo susto para él... -

- se acaba de ir, Umma... -

- no, digo, ya lo sé, pero no le estaba hablando a él... Min es tu solución Junsu... - el castaño puso cara de “what”... - ya te explico...

Dos días después...

- ¡ah, bendito día de descanso! - tirándose en el sofá, el pelinegro cerró sus ojos mientras se acomodaba mejor estirándose cuan largo es.

- Yunho y yo vamos a ir a tomar algo de aire fresco, no quieren venir... - ofreció el rubio.

- no, gracias, quiero dormir un rato... - negó Micky.

- yo me quedo a hacerle compañía... - Junsu se coló en el sofá con su ratón, para que éste descansara su cabeza en sus piernas, como ya es costumbre en ellos.

- voy a ir al centro comercial a comprar algunas cosas para mi portátil... - fue la justificación del menor.

- bueno, nos vemos más tarde entonces... - el moreno sonrío, esa podría ser su oportunidad de oro. A solas con Jae en un bonito parque en donde la gente realmente casi no se aparecía.


continuará...





ADVERTENCIA: Lemon

CAPÍTULO 8. TODO PASÓ EN LA COCINA

*****

La verdad que era un paseo de lo más tranquilo y muy merecido, aquél parque era poco concurrido por paseantes, quizá por eso lo estaba disfrutando más; no porque no agradeciera que fans se les echaran casi encima cada que los ven por la calle, al contrario, aún cuando son algo escandalosas y extravagantes, las adora; hombre, cómo no, si se deben a ellas.

Pero estar ahí, acompañado de la persona que más ama en el mundo, aquel momento era simplemente perfecto, bueno casi, que sería genial si pudiera tomarlo de la mano, acariciarle el rostro y besar sus delicados labios.

Yunho sonrío mientras alejaba por un momento esos pensamientos de su mente, tenía que estar sereno si quería declararle su amor a su amigo, realmente no sabía cómo iba a reaccionar, si bien es cierto que últimamente lo ha descubierto mirándolo de forma diferente, que lo acaricia, tal vez sin darse cuenta, que bromea más empalagosamente, que le sonríe tiernamente, vaya, que tiene gestos que no había tenido con él antes... ¡caray! que aceptó a sus críos como de él también, o sea, su esposo. Pero, todo aquello pueden ser más que malinterpretaciones suyas, es por eso que no deja de tener miedo al abrirse completamente, exponerse cual libro abierto, entregar su corazón y no sentir más que una gran incertidumbre por lo que le deparará cuando lo haga.

- Yunho? - lo llamó el rubio, sentados bajo un frondoso árbol, solo observando el cielo azul sobre ellos, moteado por esporádicas nubes aquí y allá, un aire lento, fresco, agradable.

- qué pasa, Jae... - lo atendió, sus ojos encontrándose con los de su Boo.

- te quedaste muy callado, eso es un poco raro en ti, no digo que te la pases hable y hable, pero no te sueles quedar tan callado a menos que sea por algo que te preocupa... está todo bien, puedo ayudarte en algo?... - la mirada del moreno de un momento a otro lo intimidó, estaba cargada de una emoción que lo hizo estremecerse, ahí, por primera vez sintió que vio el fondo del alma de su amigo; pero no apartó su vista, no quería que él pensara que le molestaba, porque realmente no era así, por el contrario, lo hacía sentir especial, seguro.

- esta todo bien, pero puede estar mucho mejor, de eso estoy seguro... - tomó la mano de su amigo, observando su blanca piel con sumo detenimiento ante un sonrojado Jae que no sabía qué hacer, Yunho en verdad sabía como cohibirlo.

- uy, tortolitos en acción... - se escuchó de pronto una voz ronca con tono burlesco. Ambos chicos voltearon de inmediato, ahí ante ellos estaban cuatro jóvenes de apariencia poco agradable, y el moreno supo que lo único que iban a buscar era problemas.

........

- vamos a algún lado, Chunnie, dormir todo el día no es realmente divertido para mí... - pedía impaciente a su nov... amigo... -

- es que tú eres muy hiperactivo, Susu ah... - pero no se movió, el ratón seguía cómodamente acostado en las piernas de su nov.... amigo... -

- pues sí, y tú eres muy holgazán cuando te lo propones, verdad... - el delfín intentó moverse, pero el pelinegro no le permitió movimiento alguno, puesto que ahora estaba a horcajadas sobre él...

- qué, qué haces, ratón pervertido... - sumamente nervioso, el castaño quiso sacarse de encima al pelinegro, pero era más fuerte que él (n/a neh, lo que pasa que en el fondo estaba encantado con esa posición), además, desde ahí, él podía ver claramente que Chun estaba sonrojado y tenía un brillo especial en sus ojos.

- sabes, yo creo que podemos hacer una pequeña modificación a nuestro trato, yo también quiero mostrarte mis técnicas de seducción... - su voz varonil y muuuyy sensual le llegó como una oleada de calor que lo invitaba a ceder a sus instintos primarios.

Micky se acercó a besar los labios de Junsu, pero solo los rozó para inmediatamente dirigirse a besar el cuello del castaño, extasiándose con lo suave de su piel y ese sabor único a dulce, tan dulce como él, su delfín. Xiah no pudo evitar comenzar a excitarse con aquél ataque por parte de Yoochun, los suspiros se convirtieron pronto en gemidos cuando la mano del pelinegro se coló por su playera y comenzó a acariciarle el torso de una manera que sentía que con solo esos toques podría llevarlo al clímax sin necesidad de más nada.

- Chunnie... espera... por favor... - con tono entrecortado y el calor subiendo gradualmente en su cuerpo, el castaño seguía esforzándose por no ceder ante su "amigo"

- realmente quieres que pare, Su... - sus caderas se frotaron una contra la otra en un gesto inconsciente del cuerpo pidiendo por un contacto más íntimo, las hormonas tomando control de la situación. Ambos gimieron de intenso placer.

- yo... sí, Chunnie, quiero que pares... - decepcionado, el pelinegro se separó, no entendía porqué Su aún no quería dar el siguiente paso con él... - perdón Chunnie, es solo que... no estoy listo aún.

- está bien Su, te amo, y sabré esperar hasta que tú quieras, solo que no puedo evitarlo, te deseo Susu ah, más que a nada, y pierdo el control... -

- porqué no salimos a algún lado... - pidió el castaño, sonriéndole con dulzura, esperando diluir un poco la tensión que inevitablemente se formó.

- sí, porque si nos quedamos aquí, capaz que termino violándote, delfín... - regresando la sonrisa, el pelinegro le dio un beso tierno a su "amigo" antes de ambos alistarse para salir.

....

- no hay nadie, dejaron una nota para decir que volverían para la cena... - informó Jae al moreno, volviendo a la cocina donde Yunho sostenía una bolsa con hielo en su ojo izquierdo... - no debiste pelearte con esos sujetos Yunho, mira nada más como te dejaron... - le hizo retirar el hielo y comenzó a limpiar la cortada que tenía en la ceja, producto de un golpe certero que lo había alcanzado.

- aish... - se quejó el moreno, el alcohol ardía.

- ups, lo siento... - el rubio comenzó a soplar. Yunho solo se le quedó viendo como idiota... - nunca te había visto tan molesto, te pusiste como energúmeno.

- y qué esperabas, se metieron contigo, no iba a quedarme nada más escuchando, o sí?... - se defendió el líder, sintiéndose indignado por cómo pretendía que hubiera tomado las cosas.

- también se metieron contigo, de hecho tú solo reaccionaste así cuando comenzaron a decirme cosas a mí... - le aclaró el rubio, colocando ya una bandita en la herida, dedicándose ahora a la herida en el labio, el moreno respingó otra vez cuando el alcohol le llegó a la carne viva... - te pusiste celoso?

- sí... - susurró, pero el rubio lo escuchó perfectamente.

- por qué?... -

- porque... - cómo le costaba sacar las palabras en el momento más indicado, sentía que se le atoraban en la garganta, ya seca de tanto nervio...

- sabes, eres muy celoso con nosotros... - siguió hablando el rubio, descolocando al moreno al mencionar ese "nosotros"... - me gusta cómo nos defiendes siempre que es necesario, aunque hoy hayas llegado algo lejos por mi culpa... - clavó su mirada en la del moreno... - pero, he notado que eres especialmente celoso tratándose de mí, Yunho... -

- eso te... molesta?.... - le preguntó, el rubio dejó un momento su tarea de curarlo para sentarse sobre el pretil e indicarle a su amigo que se acercara para continuar desinfectando su herida en el labio (n/a mero pretexto para seguir hablando píllines! ejem, ejem...), terminó parado entre las piernas del rubio, impaciente por recibir respuesta de él.

- no realmente, de hecho... me gusta, me haces sentir bien... - ambos se sonrojaron ante la confesión... - pero espero que lo de hoy no se repita, no me gusta que te lastimes por mi culpa... - bajó la mirada apenado, no es que él fuera débil, era que Yunho siempre se ponía primero para recibir cualquier comentario o golpe.

U-know le tomó el mentón y lo alzó suavemente para encontrarse nuevamente con la mirada del rubio... - daría mi vida por ti... - susurró con una voz cargada de seguridad y ternura, Jae se sonrojó aún más.

- pero no vayas a hacer nunca eso, qué haría yo sin ti... - enrolló con sus piernas la cintura del moreno, acercándolo completamente a sí, gesto que sorprendió a Yunho, aunque no dejaban de mirarse profundamente... - dímelo Yunho... dímelo... - susurraba, acercándose despacio al rostro de su amigo... -

- Te amo... - respondió sin esperar a que se lo pidiera una vez más, sabía que eso era lo que su Boo quería escuchar, era extraño, era como sentir que lo sabían desde antes, que no hacían falta demasiadas palabras o explicaciones, solo esas que los llenaban de una felicidad indescriptible, de una dicha interminable.

Fue un beso tranquilo, suave, tierno y acompasado, cargado de ese amor que se profesan tal vez desde años atrás, pero que hasta ahora fue momento de revelar. Los labios del otro eran suaves, cálidos, deliciosos, eran un manjar al que se volvían adictos con cada roce y caricia que la boca del otro le entregaba. Se separaron vaya dios a saber cuánto tiempo después, solo sabían que era necesario algo de oxigeno o morirían ahí mismo de tanto amor, y era preferible disfrutarlo mucho, pero mucho tiempo más.

Se miraron con una sonrisa bailando en toda expresión de sus rostros.

- yo también Te Amo, Junnie ah... - el moreno no ocultó su enorme felicidad al escucharlo de su sensual voz, atacó con pasión la boca de su amado, rodeando la cintura del rubio mientras éste se adueñaba de su cuello, apegándose sin tapujos un cuerpo al otro, disfrutando de la lengua invasora al principio, aliada ahora en una danza candente del deseo más puro.

De un momento a otro la temperatura se elevó a grados intolerables, el moreno gemía por las lamidas que el rubio dejaba en su cuello, era una braza ardiente que lo estaba llevando a la locura, se sentía tan bien, le fascinaba cómo lo besaba, lo mordía ligeramente, lo lamía sin dejar rastro de piel sin humedecer, dejando una estela de pasión. Yunho quería darle también de su candor, robó un nuevo beso apasionado antes de ser él quien besara el cuello de Jae...

- blanca como la porcelana, suave como el algodón... - susurraba entre besos y lamidas...

- ah, Yunnie... mmhhh... - las manos del moreno se colaron bajo la blusa del rubio, rozando suavemente su torso, su pecho, presionando ligeramente sus tetas, ya erectas cual fruto deseoso de ser probado. Yunho comenzó a subir la blusa para deshacerse de ella, lo hacía lentamente, no por mera pasión, sino más bien por si Jae se arrepentía, así él tendría tiempo de parar y no verse tan desesperadamente frustrado. Pero su amante no opuso resistencia alguna, por el contrario, en cuanto quedó desnudo de la parte superior de su cuerpo, se encargó velozmente de dejar en las mismas condiciones al chico.

- eres tan perfecto... - le dijo, admirando con detalle sus pectorales, su pecho, sus brazos, toda extensión de su piel. El rubio se mordía el labio, extasiado por la mirada de Yunho, el pecho de ambos subiendo y bajando rápidamente por su respiración excitada. Jae lo jaló por el cuello una vez más, besándolo, introduciendo su lengua sin pudor alguno, es que él era la sensualidad personalizada. Bajó sus manos hasta el trasero del moreno, arrancándole un sonoro gemido que se ahogó entre el beso. Después las llevó al frente, a comenzar a desabrochar el pantalón, cuando el otro par de manos lo paró... enfocó sus ojos desconcertado en los de Yunho.

- vamos a la cama, my sexy Boo... - aclaró sus intenciones, pasando sus manos por el trasero de Jae para levantarlo y llevarlo en brazos, las piernas del rubio se enroscaron a su cadera, comenzó a andar hacia la habitación, Jae aprovechaba el perfecto acceso que esa posición le brindaba del cuello de su amado, dedicándose por entero a seguir besándolo... - como sigas así, creo que no llegamos a la cama, Boo... - habló con voz acelerada, aguda y varonil, simplemente extasiado.

- llévame a tu cama, Yunnie, quiero estar rodeado de tu olor... - le pidió hablándole al oído, mordiendo despacio el lóbulo, haciéndole gemir una vez más... gemidos que están seguros, no pararán en un buen rato.

......

- oh, mira, ahí está Min... - en la tienda de videojuegos al frente de donde se encontraban estaba el menor, debatiéndose entre un par de aquellos preciados tesoros que compartían él y el delfín. Cual niño pequeño, el castaño dirigió sus pasos hacia el lugar, dejando atrás a un ratón ceñudo.

- y porqué le tiene que dar tanta alegría ver al glotón... - murmuró por lo bajo, frunciendo el ceño en desagrado, andando lentamente tras su "amigo".

- mh, es el nuevo... - exclamó con evidente entusiasmo, arrebatando el objeto de manos del menor.

- ¡oye! dónde quedaron tus modales, delfín excepción a la regla... - comenzaron la ya normal discusión.

- no te quejes, se nota que no trajiste dinero contigo, por eso estabas pensando en cuál llevar, pero yo, como buen hyung que soy compraré este y tú ese, barril sin fondo... - le siguió la corriente, sabiendo que Min cedería puesto que ambos adoran pasar horas enteras jugando.

- ya verás, me las pagarás, voy a ganarte, a romper todos tus records y convertirme en el nuevo rey de los videojuegos... -

- están llamando la atención, así que porque no solo se callan y compran esas cosas... - señaló despectivamente esos objetos (porque para él no eran más que eso) motivo del mucho tiempo que en los últimos dos días han pasado su delfín y el menor, haciéndolo sentir muy celoso.

- y ahora, porqué tan enojado?... - cuestionó intencionadamente, sabía perfectamente que su hyung estaba celoso, se le notaba en la mirada, en la forma de dirigirse a ellos cuando están juntos, de separarlos con cualquier pretexto estúpido cuando se abrazan (insistimos, con intención, como parte del gran plan que Min ideó, causar celos siempre es la mejor técnica para unir a dos personas que se aman de verdad)

- no estoy enojado, solo quiero salir de aquí... - suavizó un poco, muy poco, su expresión.

- vale, ya vamos... - Junsu jaló a Min de la manga para ir a la caja y pagar, haciendo de cuenta que no se había dado cuenta de nada, pero por dentro estaba más que feliz por la actitud de su ratón, si todo seguía así en un par de días más Micky ya habrá caído en la cuenta de que solo es cuestión de una pregunta y él será completamente suyo.

......

Lo recostó delicadamente sobre las sábanas azul claro de su cama, repartiendo besos por su cara, dedicando especial atención a su boca; bajando por el cuello, deslizando sus manos hacia su pecho, donde por minutos exploró cada centímetro de esa blanquecina piel, seguro de que jampas se saciaría de él, de besar, chupar, lamer y mordisquear esos pequeños montes que lo hacían gemir y arquear la espalda con éxtasis, que descontrolaban sus sentidos, que lo urgían a cerrar los ojos del placer que le otorgaba. Pero quería, ambos querían y necesitaban más.

Las manos de Jae se dirigieron nuevamente a su objetivo, acarició la entrepierna ya erecta del moreno por sobre la ropa, debía dolerle tanto como a él, por lo que rápidamente la liberó de esa molesta prenda, que igual que la suya, terminó en el suelo junto con los boxer´s de ambos. Se admiraron un momento en completa desnudez, y sin mediar palabra, porque no había espacio para más que suspiros y gemidos, las manos de ambos se concentraron en masturbar al compañero, eran novatos después de todo y solo podían hacer lo que el instinto les marcaba.

- aahhh... Yun, mmmhhh... Yunnie, quiero... aaahhhh... - qué complicado era poder enlazar una frase coherente en ese momento... -

- mmmhhhh... Boo... - el rápido movimiento de sus manos desaceleró, dolía tener que parar, pero si su JaeBoo quería pedir algo, él estaba dispuesto... - qué sucede...

- esto... - una sonrisa lasciva y una mirada cargada de lujuria fue la que le dirigió, mientras descendía hasta la entrepierna de Yunho y comenzaba a lamer toda su extensión, jugando con la punta, arrancando gemidos graves, incrementando el calor en la habitación. Lo metió despacio en su boca, saboreando el salado sabor que lo cubría, dejando que su lengua lo acaricie en su camino. Cuando estuvo todo en su interior comenzó a bombear de arriba a abajo, acelerando conforme la propia mano de Yunho le indicaba pues tenía sujeta su cabeza. Los gemidos se convirtieron en gritos, una sola palabra entendible en su repertorio . Sintió un calor abrazador recorrerle el cuerpo, concentrándose en su bajo vientre, sabía que el orgasmo estaba por llegar... explotando totalmente en una última, lenta y experta succión en toda su extensión, liberando su semilla en la boca del rubio, que tragó todo lo que pudo y después lamió cualquier residuo olvidado en su miembro.

Sin esperar más, el moreno recostó a Jae y se metió su miembro a la boca, se sintió un poco culpable porque estaba más que hinchado y doloroso, por haberle dedicado atención antes a él. Comenzó a lamer, besar y succionar aquel trozo de carne tan delicioso como cada parte de ese cuerpo perfecto que estaba entregándose por completo a él, en su primera vez, pero no la última. Jae se mordía el labio tratando de contener cualquier grito, aprisionaba con fuerza las sabanas, movía inconscientemente sus caderas hacia arriba buscando mayor placer al sentirse más dentro de la boca de Yunho. Unos minutos después su orgasmo llegó, descargando su semilla en la boca del moreno, que la tragó completamente, sintiendo un sabor especial cuando mezcló la esencia de su Boo y la propia en un apasionado beso.

Siguieron acariciándose un momento más, caricias mas tiernas, no menos reservadas, dándose tiempo para recuperarse para continuar. No faltaron las palabras de amor, sobre todo esa pregunta que cierto delfín muere por escuchar de cierto ratón.

- Boo, debí preguntar antes, pero... serás mi pareja, serás mi novio a partir de ahora... -

- considera esto como un definitivo sí... - lo besó con toda la ternura de la que era capaz, cuando se separaron tomó la mano del moreno y comenzó a lamer sus dedos... - y esto significa que quiero que continúes.... -

- Boo, eres tan endemoniadamente sexy... - cuando sus dedos estaban suficientemente humectados con la saliva de su Boo, las dirigió a la entrada del rubio... - si es dem...

- ni lo digas, es más el deseo que tengo de sentirte dentro... - le cortó, el dolor no importaba, sabía que iba a estar ahí al principio, pero que se iría tan pronto como se acostumbrara a él.

Ya dilatada su entrada, y sus miembros erectos una vez más, Yunho dirigió su erección a ese pasaje, inexplorado hasta ese momento pero que sabe le pertenecerá desde ahora, como él le pertenece a Jae. Se introdujo lentamente, besando a su novio y acariciando su miembro para aminorar el dolor que sabe debe sentir; una vez completamente adentro aguardó un momento para que el rubio se acostumbrara a su intromisión. Seguía hablándole al oído, diciéndole cuánto lo ama, besando esas pocas y rebeldes lágrimas que escaparon de sus hermosos ojos. Hasta que sintió las caderas del rubio comenzar a moverse contra él, iniciando las embestidas a ese cuerpo de dios que formaba uno con él. Incrementando el ritmo y la velocidad conforme la pasión lo marcaba, Jae se abrazó a él, cambiando un poco la postura, pero que les daba un placer aún mayor ahora que el miembro del rubio se encontraba aprisionado entre ambos cuerpos. Los gemidos siguieron inundando la habitación, el sudor resbalaba por sus pieles brillando cual trozos de diamante. Los besos apasionados se sucedían cada tanto, aquel placer no tenía comparación con nada, era tocar el cielo, viajar al paraíso, flotar en el espacio sideral, trascender en la espiritualidad... Yunho separó a Jae lo suficiente para poder masturbarlo ahora que se acercaban a otro orgasmo, verle el rostro rebosante de placer era incentivo suficiente para que la explosión llegara para ambos al mismo tiempo, derramándose él en el interior de su Boo y Jae en la mano de su novio.

Sus cuerpos temblaban al haber alcanzado tan gloriosa unión, Yunho dejó con cuidado el cuerpo de su novio, salió despacio de su interior y se recostó a su lado. Al principio cada uno estaba en su propio mundo, todavía saboreando las sensaciones que dejara el orgasmo, lentamente recuperando las energías, la respiración y el tono muscular normal.

- fue... increíble... perfecto, Yunnie ah... -

- sí, lo fue JaeBoo... - pasó un brazo bajo el cuerpo de su novio, instándolo a recostarse sobre su pecho. Ambos con sendas sonrisas bien marcadas en sus labios.

- solo un momento, tenemos que estar decentes, los chicos no deben tardar en volver... - Jae tomó la otra mano de Yunho para acariciarla.

- de acuerdo... habrá que tomar un baño... - comentó con picardía, besando el cabello del rubio.

- pero mejor por separado, de lo contrario duraremos otra hora en eso... - besó la nariz del moreno... - y todavía hay que cambiar la cama... -

- mh, vale, pero espero que podamos hacer el amor pronto...

- eres un pervertido, Yunho... - respingó sonrojándose violentamente.

- que ese no era el título de Micky?... - cuestionó divertido por la reacción de su Boo.

- pues si hacemos esto a menudo, con lo impulsivo que eres, capaz le quitas el título con la de ideas que te pasan por la mente... - Se enredó en la sabana saliendo de la cama.

- me encanta que seas así... - dijo refiriéndose al hecho de que ahora cubriera su desnudez cuando acababan de hacer el amor. Él en cambio, no tuvo problema alguno en recoger sus ropas en traje de adán, mientras Jae se escabullía al baño.


continuará...

14 comentarios:

  1. AME EL LEMON YUNJAE!!!!!!!!!!!!!!
    AMO TODO LO QUE SEA DEL YUNJAE!!!!!!!!!!!!!

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  2. Wow!!! éste capítulo fue muy interesante xD
    Aunque no leí todo el lemon Dx casi no me gusta el lemon, pero hubieran partes muy tiernass! yy aww santo cielos, amo los celos de chun y el maléfico plan de jaejoong, junsu y min xD jajaja *-* son simplemente geniales xDD

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  3. Kyaaaa Dios AMO el YUNJAE (es mi favorito xD) en especial cuando hay Lemon y MPREG >v>
    Tsukiyomi Akemi

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  4. ohhh...el ratón esta celoso de Min jeje...pero si solo son hermanitos y compañeros de juego jeje...bueno pero les está resultando el plan ;)...Gracias Feli x tu relatos en verdad recién estoy conociendo tus historias q me parecen excelentes!!!...
    Deby

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  5. Wowww nunca habia leido lemon, m siento extraña O.O pero fue demaciado bueno tu relato :D buenisima historia ^^

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  6. kyyyyyyyyyyaaaaaaaaaaa!! Jae ya acepto que son sus hijos xDDDDDDDDD eso si me gusto uuuuuuuuuh~~!!! El YooSu se quedo solo ahora que van hacer los perver xDDDDDDDDD YunJae es puro amooooor!!! XDDDDDDDD

    Kyyyyyyyyyyaaaaaaaaa!!! Tan lindo el YunJae lo e dicho es puro amooooooooooorrrrr!!! xDDDDDDDDD que lujuria de ambos xDDDDDDDDD me encantos kyyyyyyyyaaaaaaa!!!! Pero nada como los celos de Chun eso si esta bueno xDDDDDDDDD

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  7. wooooooooooooow...los celos d echunnie me encantan jajajjaa


    quiero saber como reaccionaaaa

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  8. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  9. ame los cap =p el yj, ya son pareja *salta de emocion* jajajja ya le quitara el puesto a chun =p

    Mi susu tan lindo, cualquiera desearia q Nuestro raton se le declare... ojala sea pronto =) mas ahora con la ayudita de minnie jejjej chunnie no dudara en decirlo....

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  10. Tan sexy sexy el YunJae♥

    Gracias ^^

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  11. Aszxfcgh fueron hermosos ambos capitulos Dx susu algo desesperado por el raton despistado que le gusta andar de manita sudada(?) Dx pero bueno~ los celos a veces son neceSarios y buenos(?) XD ojala funcionen~ yj yj yj oh my godSun! Fue genial! Me los imagine en la cocina tan romanticos ellos Dx llenos de amor~ ;u; fue hermoso~ todo xD saludos~ seguire leyendo n_n

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  12. Adskldsabjk *w* Pero que precioso**Yo queria ver Yunjae desde los otros capitulos...pero este lemon lo recompensa***Fue precioso***Tal para cual Umma y Appa ****_**** Yoosu siento que para ellos ya casi es la hora mm ¬¬
    Amo este fic Gracias por it//// ~(<^_^)>

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  13. Jaajajjaja. Agárrate Chunnie que ahora te toca a ti!!!!

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”No me quejo si alguien que ha leído el libro lo encuentra aburrido, absurdo o despreciable, ya que yo tengo una opinión similar sobre sus comentarios.”
J.R.R. Tolkien