CAPÍTULO 3. ANTEROS
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El departamento del joven coreano-francocanadiense-alemán (uf! Vaya que tiene raíces internacionales) era de un estilo único, como si fuera hijo de una familia millonaria. Pulcros muebles de finos materiales adornaban la estancia y el comedor, podrían jurar que en la habitación se encuentra una de esas camas amplias tamaño queen con un cobertor azul marino y almohadas blancas.
Había un agradable aroma, como el rocío fresco de la sierra al amanecer, haciendo del departamento algo poco más acercado a un hogar burgués. El chico les ofreció té mientras se sentaban todos en la sala a conversar.
- realmente no esperaba que volvieran, tengo curiosidad por saber el interés que mostraron en conocerme... – sonriendo como quien realmente se siente nervioso, Keanu tomó asiento en el sofá individual, a lado en el sofá doble se encontraban el YunJae, en el más amplio, Min y el YooSu.
- vamos a ser lo más sinceros posible contigo... – comenzó el pelinegro. Todos serios. Kohei no les acompañó por petición propia del menor.
- acabas de llegar al país, ¿cierto?... – indagó el castaño.
- sí, llegué en la semana, mis padres se divorciaron, cosa que no me preocupa en realidad, hace tiempo que la relación entre ellos había muerto... – en algún lugar del Olimpo la diosa del amor estornudó... -
- oh... viniste a estudiar, ¿o tienes empleo ya?... – preguntó el menor.
- vine a rehacer mi vida, estoy buscando empleo, pero la verdad es que también quiero estudiar, la arquitectura fue una imposición familiar... – siendo observado por esos cinco pares de ojos, era el equivalente a encontrarse en una sala de interrogatorio de alguna agencia de policía. Pues sí, que Eros en alguna de sus tantas formas humanas se ha llegado a meter en problemas legales, pero nunca hizo uso de su divinidad para salir de los aprietos, a él más bien le gustaba experimentar muchas de las experiencias mortales que sus congéneres no.
- y... ¿no te interesaría un empleo temporal?... – ofreció el moreno.
- no es algo ilegal, ¿cierto?... – los muchachos sonrieron, liberando por fin algo de ansiedad y tensión, relajándose todos en su lugar.
- no... nada de eso, es, algo legal, pero al mismo tiempo secreto... – señaló Min.
- me interesa escuchar la explicación, porque de momento no he entendido exactamente de qué va tanto misterio y apuro...
- como salta a la vista, tienes un enorme parecido con ChangMin, y verás... nosotros formamos un grupo que se llama Dong Bang Shin Ki... somos... famosos por aquí, y... – Jae le cedió la palabra a su novio, aunque eso no es de conocimiento de Wolfgang.
- un grupo... ustedes, ¿cantan?
- sí, y... bailamos también... el punto es que nuestro amigo, ChangMin, tiene que ausentarse por medio año del grupo... por motivos personales... – no había necesidad de explicar la razón, cierto?... – pero, no queremos desintegrar el grupo, tampoco sería bueno ausentarnos por tanto tiempo, sobre todo porque no queremos hacer pública la situación de Min, así que, nos preguntábamos si te gustaría tomar su lugar un tiempo... – concluyó el moreno, todos expectantes.
- que yo... cante y baile con ustedes, como si fuera él... – señaló con la mirada al menor. Todos asintieron... – no importa que no los conozca, no hablo solo de no conocerlos en forma personal, sino que, sinceramente, no había escuchado de ustedes, en donde yo vivía estaba más bien influenciado por el mercado estadounidense...
- no, no importa, Min estará con nosotros todavía cerca de un mes, durante ese tiempo te mostraremos todo lo que tienes que saber, te enseñaremos a cantar, a bailar, hay algunas coreografías que tendrás que aprenderte, información que memorizar... pero, si te interesa, recibirás un pago económico generoso a cambio, claro está, te pediríamos absoluta discreción... – el moreno mostró un semblante serio, esperando que ese chico no fuera a pensar que es broma, o peor aún, que se niegue a ayudarlos.
- son conscientes de que soy un perfecto desconocido, de que puedo, no sé... aprovecharme de la situación... -
- queremos pensar que eres buena persona, que si aceptas esto, será para ayudarnos y no perjudicar... – comentó seriamente el castaño.
- de acuerdo... siempre me ha gustado cantar y bailar, en Canadá, con mis amigos del Colegio solíamos juntarnos a escuchar las “rolas” (n/a término bastante utilizado entre chicos de barrio, sin ofender) de Jay-Z, Akon, Timberlake, Fat Joe, Missy Ellioth... – cara de “¿who?” en los chicos... - todo lo que fuera buen hip-hop, o rap o reguetón, y solíamos practicar algunos pasos, así que creo que no estoy tan oxidado para eso; cantar, bueno, solo lo he hecho en la ducha... – se carcajeó sin poderlo evitar, que ciertamente ha llegado a hacer eso durante su estancia entre los mortales.
- bueno... podemos hacer algo al respecto, por eso no... te preocupes... – ok, lo admiten, ese chico es, bastante alegre.
- y... ¿cuándo empiezo mi nuevo empleo temporal?
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- así que, aceptó, sin preguntar ni nada... – Kohei y Min estaban acomodando la ropa limpia en el clóset y los cajones indicados...
- sip... que buena suerte, ¿no?... – el menor doblaba obsesivamente la ropa interior, acomodándola en el cajón casi por colores, cosa que no hacía antes.
- pues sí, pero... no se te hace extraño, que siempre han aparecido las personas indicadas en el momento oportuno cuando hemos estado en algún aprieto... – y es que el menor no dejaba de pensar en eso desde la aparición de la Dra. Bin... -
- eso solo significa que tenemos un muy buen karma y que el Todo Poderoso nos quiere... – el menor esbozó una sonrisa, ¿ahora era su novio el preocupón?... – no me digas que te preocupa, no es como que ese sujeto tenga cara de psicópata o estafador... -
- ya lo sé, si es tu viva imagen cómo va a parecer algo así... – el bailarín dejó lo que estaba haciendo y se acercó a su novio para abrazarlo por la espalda, sus manos rodeándole la cintura... – ¿no te estás haciendo algo obsesivo?... – cuestionó con una sonrisa.
- solo estoy ordenando nuestra ropa... – respondió inocentemente. Aunque, ahora que lo observa, sí, como que se está pasando de ordenado.
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Dos semanas después, Keanu terminó por mudarse a casa de los niños, como de hecho se esperaba que fuera desde el inicio, pero no fue sino hasta ahora que le invitaron a ocupar la habitación del menor, ello porque comenzarían a enseñarle canto, y como no se quieren pasar la vida en la Sala de Grabación de la disquera, donde él aún no conoce, decidieron que era mejor hacerlo en casa.
- Yunho, qué le vamos a decir a los niños cuando lo vean, seguro se darán cuenta con el trato, que no es Min... – cuestionó el pelinegro, cuando iban por Keanu al departamento de éste. Jae y Junsu se habían quedado en casa a cuidar de los peques.
- podemos decirles que es un primo lejano, que se parece mucho a su tío y que vivirá un tiempo con nosotros... – ninguno quedó conforme con la idea, pero era eso o nada.
Cuando regresaron ya con el “nuevo Min”, los cinco pequeños al verlo vieron primero efectivamente la viva imagen del menor, pero, a los pocos segundos, ellos solo veían al ojiazul.
- niños, saluden a “tío” Keanu, es, primo de Minnie... – nervioso, el moreno les presentó al chico.
- ¡hola!... - sonriendo, se hincó hasta la altura de los peques... – sus papis me han hablado mucho de ustedes... -
- no te pareces a nuestro hermanito... – Bae Jong le tocó el cabello, ante la mirada atónita de los cuatro chicos. ¿Cómo que no se parece? Si son idénticos... – eres...
- que te parece si me lo dices después, yo se que tienen muchas cosas que contarme... – cortó el ojiazul con una sonrisa (n/a llamémosle así para fines de diferenciación)
- ah, ¡es él!... – el pequeño Yang golpeó la palma de una de sus manitas con el puño de la otra, como quien ha entendido algo. Sun Ho se le quedó viendo al chico y luego los cinco asintieron con una sonrisita... -
- ¿él?... – murmuraron más que confundidos el YunJae y el YooSu.
- ven, te mostraremos la casa... – Neul Jade y EunBi le tomaron una mano cada una y lo arrastraron dentro, comenzando a “explicarle” cada parte, desde el cobertizo, hasta la última de las habitaciones. Seguidos de cerca por los otros tres peques que cada tanto interrumpían a las niñas para agregar anécdotas de alguna de las tantas travesuras que han hecho, siempre culpando a... Shadow.
- y nosotros preocupados por cómo lo iban a tomar... – suspiró el ratón, no menos sorprendido que los otros, los cuatro detrás de Keanu y los niños, que tampoco le conocen tanto como para dejarlos a solas con él, cierto?
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Al día siguiente.
- me sorprende lo quietos y atentos que se quedan con él... – el mayor estaba observando a los cinco niños y Keanu sentados en el pasto del patio trasero, al parecer algo les estaba contando porque estaban muy entretenidos escuchándolo.
- a mí también, pero eso es mejor, ¿no? – el moreno pasó sus brazos por el pecho de su novio, abrazándole por la espalda mientras apoyaba su mentón en la nuca del castaño oscuro que inmediatamente le apartó... – qué te pasa?
- no podemos hacer eso, él puede vernos y recuerda que no sabe nada sobre nosotros... – explicó Jae con una sonrisa de disculpa.
- esto es peor que cuando estabas embarazado, casi no intimamos, y ahora con Keanu viviendo aquí, ni siquiera puedo abrazarte cada que quiero... – bufó algo molesto el moreno, cruzándose de brazos mirando hacia el mismo punto que su novio, donde la conversación del “ojiazul” tenía capturada la atención de los peques que de vez en cuando le decían algo también, charla que naturalmente no escuchaban.
- son sacrificios que tenemos que hacer por la familia, Yunnie ah... – el castaño oscuro le miró con ojos tiernos.
- lo sé... – relajando su expresión, el moreno siguió observando. Ya hasta Shadow se había echado a lado del ojiazul, recargando su rostro en las piernas cruzadas de éste.
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- entonces, ¿por eso ellos te ven igual que a nuestro hermanito?... – Bae Jong habló por los cinco.
- así es, pero como ustedes son Especiales, como yo, pueden verme tal cual soy, pero sus padres no deben saberlo, por lo menos no todavía...
- pero, ¿qué tiene de malo que les muestres quién eres?... – cuestionó la pequeña Neul Jade.
- de malo, nada; pero es algo para lo que todavía no están preparados...
- ¿por eso la Srita. que viene en nuestros sueños nos dijo que tampoco les mostráramos lo que podemos hacer?... – comprendió Yang Su-Chun, los cinco llevaron una de sus manitas al mentón, como pensando detenidamente en el asunto.
- siendo así, haremos lo que nos pides... – concluyó con una sonrisota Sun Ho.
- gracias... ahora, necesito que me cuenten cómo se sienten cada que hacen esos “trucos” -
........
- ¿qué haces, Susu ah?... – el ratón vio a su novio parado junto al ventanal de su habitación, las delgadas cortinas ondeando por el aire fresco del día.
- no había visto nunca a los niños tan quietecitos... – igual que Jae y Yunho, Junsu estaba observando sorprendido aquella imagen desde su habitación en la planta alta.
- ese chico creo que les ha inspirado confianza... – el pelinegro abrazó a su novio. Desde ahí Keanu no podía verlos, así que no se preocupó porque el delfín lo fuera a separar. Que ya le había dicho también que no podían hacerse muestras de cariño delante del “invitado”.
- sí... sabes, cuando las niñas lo tomaron de las manos, ayer; tuve la misma sensación que cuando conocimos a la Dra. Bin, o la que tuve con aquella Dra. Que nos atendió durante el parto, las recuerdas, ¿no?
- perfectamente, nunca pudimos agradecerles todo lo que hicieron por nosotros... -
- es extraño, que tenga la misma sensación de... no sé, confianza, tranquilidad...
- han pasado muchas cosas extrañas en nuestras vidas, Su, empezando desde que te embarazaste... -
- sí... -
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El tiempo, siempre inflexible, sigue su curso sin reparar en absolutamente nada, avanza sin mirar atrás siempre por la misma línea de incertidumbre, llena de deseos humanos, algunos que considerados un imposible quedan solo como vagos recuerdos de una vida de ensueño.
Y eso... eso cae sobre los mismos dioses...
- porqué luces preocupada, ¿pasa algo con Eros?... – la diosa de la sabiduría notó a la diosa del amor callada y reservada en los Jardines, cuando se supone debería estar en el Templo de la Fuente de los Espejismos.
- mi hijo Anteros (Dios de la Pasión) ha seguido a Eros, eso me preocupa... – respondió la diosa del amor...- cometí demasiados errores en las otras vidas que he tenido, y parece que ahora Cronos (Dios del tiempo) ha decidido comenzar a cobrarlos...
- cuál es el problema con Anteros, Eros y él se llevan bien, ¿no?...
- ¿tú sabes cómo es la personalidad de Eros cuando su hermano está cerca?...
- había una leyenda, ¿no? Narraba que Eros, en aquel entonces conocido solo como Cupido, ese pequeño niño con alas, arco y flecha, no crecía a su forma adulta si Anteros no estaba a su lado... pero es solo eso, leyenda, los dioses tenemos la capacidad de tener la edad que nos plazca cuando queramos...
- sí, pero sabes también que Eros es considerado un Dios del Amor... amor entre hombres... y que el efecto de la cercanía con Anteros le da nuevas habilidades, las que el propio Anteros no puede canalizar por orden de Zeus...
- en alguna parte de la historia me perdí, yo no se de eso... – la diosa de la sabiduría decidió sentarse a lado de la diosa del amor en una banca de mármol, en un amplio campo de rosas rojas...
- tú sabes que hubo una época en la que me dediqué a la vida banal, en la que personifiqué el lado más superficial del amor, siendo la diosa de la pasión, del impulso erótico y el placer sexual... después nació Anteros de una, loca relación con Ares (Dios de la Guerra) y más tarde Eros... Zeus se molestó porque en ese entonces yo debía serle fiel a un mortal pero desobedecí sus órdenes, así que castigó a mis hijos, Zeus nunca ha confiado en su propio hijo Ares, así que no podía confiar en un hijo de él... arregló el problema como solemos hacerlo los dioses, maldijo a Anteros a no poder usar sus poderes celestiales, pero Ares consiguió alterar la maldición haciendo que Anteros pueda canalizar su divinidad a través de su hermano, convirtiéndoles en una especie de Géminis, mientras estén juntos es como si fueran uno, Anteros habita en la mente de Eros, porque él le recibe gustoso, disfruta de las libertades que puede alcanzar al unirse con su hermano...
- entiendo todo eso, pero si crees que es un problema, porqué no traer a Anteros al Olimpo... -
- porque Ares no me lo permite, Anteros ha sido más hijo suyo que mío, fue educado por él... ya una vez lo intenté, y solo conseguí que se desatara una guerra, si lo intento de nuevo, Ares responderá de la misma manera... ahora trato de encontrar una solución a todo esto, porque Eros con parte de su personalidad guiada por Anteros solo significa una cosa...
- una prueba más para esos jóvenes...
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Primer Trimestre...
Keanu no les había mentido al señalar que no estaba oxidado en cuanto a baile, de hecho realizaba pasos de breakdance que hasta el moreno le pidió le enseñara. Se aprendió fácilmente todas y cada una de las coreografías. ¿Y en canto? Ese chico no ocupó intervención alguna de parte de Kohei para alterar ningún equipo de sonido, tenía el mismísimo tono de voz del menor, cosa que no le agradaba del todo a Min, porque tenía la impresión de que en cualquier momento se podrían olvidar de él. Sí, estaba celoso de ese “anormal” parecido que tienen, casi se recreó toda una película de suspenso en la que un desconocido llega y roba su identidad.
- ¿Minnie?... ¡¡Min!!... – el bailarín lo sacudió suavemente por los hombros. Acababan de volver de la casa de sus hyungs... – estás bien...
- eh, sí, claro... – algo aturdido por la salida abrupta de sus pensamientos, el menor se fue derecho al baño, se sentía mareado y muy cansado. Y tenía una sensación de incomodidad en el estómago, pero no era como cuando siente náuseas. Se lavó el rostro, mirando su en el espejo el reflejo de su rostro preocupado.
- ¿te sientes mal? No luces nada bien, Min... – el bailarín le había seguido y se encontraba detrás de su novio, ambos viendo su reflejo....
- estoy cansado, ya sabes, como hemos alcanzado el primer trimestre de embarazo, es normal que las energías se me acaben más rápido... – trató de bromear y sonreír, pero esa inquietud la tenía bien asentada en la boca del estómago...
- yo creo que estás triste porque ya no participarás con los muchachos en varios meses... – Kohei lo volteó para abrazarlo y quedar cara a cara. El menor sonrió ligeramente... ¿eso podría ser? La nostalgia, el no poder estar con ellos como siempre, ¿se habrán sentido así Jae y Junsu? Nunca se tomó la molestia de preguntarles. Tal vez era bueno hacerlo ahora...
- y más te vale que no vayas a andar de coqueto con Keanu... – el menor se puso serio. Porque lo admite, eso realmente le preocupa, ese chico es en serio su clon, y... si Kohei se llega a enamorar de él al verlo a diario, cuando tengan las giras?... -
- sigues con esa absurda idea, para empezar, yo nunca he sido coqueto... – el bailarín le sonreía tiernamente en tanto el menor le hacía pucheritos... – además, ese chico podrá comportarse como tú y confundir a medio mundo, pero yo sigo sabiendo que él no es tú y que es a ti a quien amo con toda mi alma, no necesito a nadie más para ser feliz... menos ahora que vamos a ser padres... – le acarició el vientre, en donde se alcanzaba a sentir una pequeña pancita apenas palpable, no del todo perceptible a primera vista.
- ¿me lo prometes? todavía no se me olvida todo lo que pasó con mis hyungs hace tres años, yo juraba que había algo entre Ji Yong y Yunho, y entre el ratón y el segundo delfín excepción a la regla... -
- te lo prometo... quiero que confíes en mí, en el amor que te tengo y que tanto te demuestro... – sintió que el menor aferró sus brazos en su espalda.
- tienes razón, confío en ti... -
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Cuarto Mes...
- ¡vaya! Hasta que se dejan ver... – el moreno le abrió la puerta al JunYong, que hace semanas no se aparecían por ahí, aunque llamaban a diario para estar enterados de todo lo que pasa y dejar de pasar en esa casa.
- no exageres, además, no es como que no hayamos estado en contacto... – sí, ese fue el gemelo, que estrechándolo en un fuerte abrazo sonrió sarcásticamente.
- pero hace como un mes que no les veía por aquí... – el mayor los saludó a ambos, acariciando suavemente el vientre con una pequeña pancita del chico raro.
- es que hemos tenido mucho trabajo, y casi no nos queda tiempo libre... – se excusó Ji Yong.
- pero es que ni siquiera una tarde, ni en fin de semana... - ahora Junsu le acariciaba la tripa con una sonrisa ligeramente nostálgica, es que recuerda cuando él estaba así y simplemente le daba esa sensación. No que quiera embarazarse otra vez, no aún por lo menos.
- no sabes, el trabajo en la fiscalía ha estado súper activo, hasta parece que la discordia anda suelta en la ciudad, ha habido muchos casos que atender... – el gemelo saludó a su hermano, a su cuñado y luego a Jae.... – ¿y el doble de Min?
- tú siempre tan educado... – tono sarcástico del ratón... – está duchándose.
- ¿y los niños?... – cuestionó el chico raro una vez todos tomaron asiento en la sala.
- mis padres vinieron ésta mañana por ellos, pasarán por allá el fin de semana... – el moreno y él ya los extrañaban, y eso que apenas hace un par de horas que se fueron. Aunque, con sendas sonrisas en los labios, los cinco pequeñines eran los que les decían a sus padres que no lloraran, que iban a volver pronto... - seguro en estos momentos la casa ya es un caos y mis hermanas andan riendo junto con ellos...
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Casa de los Kim. En ChungNam.
- Yang, cuidado con ese... – un florero se hizo añicos cuando el balón de fútbol se estrelló contra el... – ah, no importa... – Yoo Soon simplemente tomó el recogedor y una escoba para levantar los restos, en tanto los tres pequeños varoncitos salían al patio a jugar soccer... -
En realidad, había varias cosas por toda la casa fuera de su lugar habitual. Los cojines de los sillones habían sido proyectiles en la pasada guerra de almohadazos, y ahora se encontraban regados por todos lados, algunos en las escaleras que da a la segunda planta, otros en el piso y algunos pocos en el sofá, aunque no acomodados.
- ¿alguien ha visto el control de la tele?... – Ah Young quería ver su novela favorita, antes de que sus sobrinos volvieran para convencerla de ir a comprar fuera.
- mh, me parece que la última vez que lo vi era el arma especial-súper-poderosa-e-invencible de Son Ho... – respondió Sun Hee. Que acababa de hacer unas galletitas junto con las niñas, lo cual por cierto, significó en toda la cocina llena de harina y trastos sucios.
- tía, vamos a jugar con la consola... – la pequeña EunBi, que tenía el mismo gusto que su “umma” por los videojuegos comenzó a montar el equipo.
- pero aún necesitamos el control... -
- yo lo busco... – la pequeña Jade cerró los ojos unos segundos, después simplemente subió al segundo piso y volvió con el objeto.
- ¿tú sabías dónde lo dejó tu hermano?... -
- lo sentí... – respondió de lo más tranquila, pero cualquier otra inquietud que pudiera haber tenido cualquiera de las Kim presentes, quedó en el olvido cuando en la calle se escuchó la canción particular del camión de los helados, después de eso, una estampida de cinco pequeños que salieron a su encuentro para pedir su sabor favorito.
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Eros les había estado observando desde su presencia inmortal que no puede ser percibida por los mortales.
- para estar tomando un baño, ese chico dura mucho, ¿no?... -
- por favor, no digas que eres mi hermano... – Junsu suspiró, que su gemelo no podía quedarse nunca calladito.
- y, ya sabe algo de... ya saben...- el gemelo quiso preguntar si Keanu sabe algo sobre las relaciones del grupo, y claro, dicho sea de paso, se incluyó.
- no, nada... – respondió el menor, cosa que arrancó un suspiro frustrado de parte del ratón y de sí mismo. El gemelo les acompañó porque significa que mientras estén ahí no podrá agarrarle la mano a su novio, ni besarlo, ni abrazarlo.
- tú de qué te quejas, se irán y volverán a su hermosa vida, pero yo... – el pelinegro volteó a ver a su delfín, imitado por Yunho que veía a Jae con ojos de intensa necesidad.
- shh, que así no es como que estén dejando demasiado en discreción... – les llamó la atención el mayor.
El timbre se escuchó una vez más.
- deben ser Min y Kohei... – nuevamente, el moreno se levantó a abrir.
- no creen que ya es demasiado sospechoso que lleguemos en parejas como para que no intuya algo... – murmuró el gemelo por lo bajo, pero suficiente para que los chicos le escucharan.
- eso, y que se les nota en la forma de mirarse... – el susodicho apareció en la sala, llevaba un pantalón acampanado que se ceñía a su cuerpo, y una camisa a medio abrochar que dejaba al descubierto parte de su pecho, llevaba el cabello mojado y algunos mechones pegados a la frente, una colonia muy varonil y en los labios dibujada una sonrisa que le daba un toque sensual que aceleró el pulso de casi todos los presentes. Exceptuando a Ji Yong y Min, dado su estado de gestación, y en el menor el hecho de que no tiene gusto alguno por su propia persona. Aunque, él nunca se vio así.
- qué... qué dijiste... – el moreno se dio un golpe mental cuando se dio cuenta de que ver a ese joven así le había despertado cierta tentación de abrazarlo.
- se que han estado ocultando sus relaciones de pareja, pero la verdad es que con los días me fui dando cuenta, y quiero que sepan que por mí no se deben preocupar, pueden comportarse como tal si lo desean, no me incomoda ni lo divulgaré por ninguna parte.... – el chico se acercó a saludar a Ji Yong y Jun Ho, este último se sonrojó cuando al estrechar su mano le vino a la mente el recuerdo aquel de la fiebre del auténtico Min, cuando ellos... se masturbaron. El chico raro notó su sonrojo y se sintió morir, no quería pensar siquiera en la posibilidad de que su novio aún tuviera esa atracción por el menor, peor aún, que la fuera a tener por este nuevo chico... -
- ¿en serio?... quiero decir, ¿somos tan evidentes?... – el mayor sintió de pronto mucho calor, ese aroma que despedía el chico le estaba nublando los sentidos.
- no es que sean tan, evidentes, es que vivo con ustedes y no puedo evitar observarlos... – al mirar al ratón le dedicó una sonrisa que logró que el pelinegro apartara rápidamente la vista porque una imagen indecente casi se formó en sus pensamientos.
- ¿y qué más has observado?... – el castaño sintió un cosquilleo eléctrico por la espalda cuando al pasar por detrás del sofá en que se encuentra sentado, la mano del chico le rozó sutilmente la nuca. Detalles que pasaban desapercibidos para todos porque cada uno estaba metido en sus propios pensamientos.
- que se quieren mucho... – por fin, saludó a Kohei (que también se sintió un poco acalorado cuando pensó en que su novio arreglado así se vería igual de sexy que Keanu) y a Min.
- nos amamos... – acotó el menor, abrazando posesivamente a su novio. No le había gustado esa forma de sonreírle cuando lo saludó. No le gustaba ese tipo, seguía pensando que en cualquier momento querría deshacerse de él y tomar, literalmente, su lugar.
- por supuesto...- el chico acercó una silla del comedor para sentarse junto con todos, que en la sala no caben todos... – entonces, cuál es el motivo de ésta reunión familiar.
Ya todos habían alejado todo pensamiento impuro de sus mentes. Y Eros sabía que las reacciones que había observado habían resultado de su unión con Anteros.
.....flashback.....
La noche era cálida por los generosos vientos del verano deslizándose suavemente en tanto la primavera comienza a ceder su espacio a la nueva estación. Eros vigila atentamente a los cinco pequeños mientras duermen, hace días que una presencia inquieta su naturaleza divina pero no ha logrado reconocer esa energía, y no quiere arriesgarse a que Hera o alguno de sus espectros haya conseguido atravesar la barrera que las tres diosas pusieron sobre el muro que resguarda el olimpo y que es capaz de contener a cualquier dios que no pertenezca a los 12 Grandes.
- así que ahora eres una especia de guardián... – a través del ventanal apareció de entre las sombras de las ramas movidas por el viento en ese árbol que ha crecido enorme en poco tiempo, influenciado por el poder de las pequeñas deidades, un joven apuesto de cabellera negra, ojos finos como un cazador, sonrisa segura y un caminar templado.
- qué haces aquí, Anteros... – el ojiazul sabía que la presencia de su hermano no era exactamente la mejor idea ahora, pero tampoco podía negarse a ser uno con él, porque parte de sí adora esa sensación de libertad que le proporciona.
- tranquilo, en otras ocasiones me saludabas con poco más de cariño, me llamabas por ejemplo... – el chico pasó de largo por las camas de los pequeños, no eran realmente su interés, abrazó a Eros... – hermano.
- responde mi pregunta, hermano... – el ojiazul se aseguró de que los niños aún durmieran plácidamente.
- sabes bien que cuando vengo a ti, es porque quiero divertirme, y se que también lo quieres tú... – las manos de Anteros se deslizaron por el pecho de su hermano.
- ahora no creo que sea el mejor momento... – el ojiazul intentó apartar a su hermano.
- yo creo que sí... – y cuando sus bocas se fundieron en un apasionado beso, el cuerpo físico de Anteros se desvaneció, una luz escarlata cubrió al ojiazul, y cuando abrió los ojos, supo que su hermano ya se había apoderado de parte de sus pensamientos y acciones...
....flashback....
continuará......
ADVERTENCIA: Lemon
CAPÍTULO 4. LUJURIA Y CELOS
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La reunión familiar no era más que eso, pero ya que Keanu tan abiertamente les dijo que sabía sobre sus relaciones, los chicos se relajaron bastante más para hablar, tomarse de la mano o hacerse algún mimo. Y mencionar lo de sus embarazos, cosa que de alguna forma también le dio más seguridad al chico raro, Jun Ho no iba a dejar de amarlo de la noche a la mañana, ¿cierto?
Pasaron horas conversando de una y mil cosas, sobre todo de los niños y las cosas que han ido aprendiendo, así como los embarazos de Ji Yong y Min; Jun Ho y Kohei mencionaban que lo han pasado (relativamente) tranquilos, nada de sustos, antojos que se pueden cumplir fácilmente, la primera ecografía que ya les permitió ver a sus pequeñines en perfecto desarrollo hasta el momento.
- y, ¿saben ya el sexo?... – cuestionó todo curioso el mayor.
- esperamos un varoncito... – respondió orgullosamente Kohei, Min solo sonrió, recordar la sensación que tuvo cuando pudo ver a su pequeño en la pantalla de la eco, lo hacía muy feliz, a pesar de todavía ser tan pequeño, saber que en su vientre crece la prueba de su amor con el bailarín más real de todas... simplemente no puede ser descrito.
- nosotros también tendremos gemelos... – Jun Ho también se sentía orgulloso, aunque su novio quiso que dejaran el conocimiento del sexo de los bebés para el día de su nacimiento, él era feliz sabiendo que esperaba a dos nenes también.
Keanu escuchaba atentamente, y podía ver en la mirada de cada uno ese sentimiento de dicha, orgullo, felicidad, amor; al hablar de sus hijos, tanto los que ya andan corriendo y haciendo travesuras, como aquellos que crecen en esos dos “hermosos” jóvenes. En ese momento era solo Eros quien controlaba su mente y su cuerpo, pero podía sentir como Anteros deseaba salir y “jugar” con alguno de esos chicos; despidiendo esa esencia aromática que buscaba despertar la pasión.
- seremos una familia más grande aún... – el moreno miraba a todas esas personas a su alrededor y se llenaba de un orgullo de padre que podía con cualquier preocupación pasada, y que lo motivaba a enfrentar lo que fuera en el futuro, porque así como les ve ahí, sonriendo contentos con su vida actual, es como sabe querrá verlos para siempre.
- nada más faltarían otros tres pequeños y ya podríamos formar un equipo de fútbol... – el gemelo contagió a todos con la risa por su comentario.
- pero así ya completamos el de basketball y hasta tenemos banca... – señaló el pelinegro.
- pues también tendríamos el de volleyball y dos de recambio... – opinó el mayor.
- y si seguimos investigando seguro descubrimos que tenemos el equipo exacto para varios deportes más... – interrumpió el chico raro con una sonrisa, luego todos se largaron a reír.
- bueno, es tarde ya, y no quiero que le de el aire fresco a mi nene... – el gemelo vio que afuera comenzaba a oscurecer.
- vengan más a menudo, o nosotros tendremos que ir a su departamento... – todos se pusieron de pie para despedirlos.
- bueno, pues creo que nosotros también nos vamos, verdad Kohei... – el menor se preguntaba si ya veía “moros con tranchete” (n/a sí conocen la expresión, verdad), porque su adorado (sarcasmo) “clon” no le quitaba la vista de encima a su novio.
- sí, claro Min... - dónde quedó el “amor”, “cariño”
- ah, sentí tan corta la tarde... – Jae abrazó fuerte a cada uno de los que se retiraban... – ya quiero que pase más rápido el tiempo... – decía acariciando el vientre de Min...
- sí, ya quiero verlos con la tripa abultadísima... – mientras que Junsu no dejaba de acariciarle el vientre a Ji Yong.
- si supiera cómo, yo con gusto te pondría otra vez igual... – le susurró seductoramente el pelinegro a su novio, abrazándolo por la espalda, oliendo su cabello.
- Chunnie... – murmuró apenado el castaño. Que además pudo sentir sobre su trasero que cierta parte de la anatomía de su ratón comenzaba a despertar... -
- ¡oigan! Que aún no nos vamos... – respingó el gemelo, que todavía se sentía raro cuando veía en ese plan a su hermano y a su cuñado. Y claro, con lo sonrojado que se puso el delfín, y lo pegado que estaba el ratón a éste... su imaginación vuela.
- no es como que lo esté desnudando, ¿o sí?... – Yoochun sonrió de manera inocente, sin alejarse ni un centímetro de su querido delfín, que no sabía porqué (neh! Sí que sabe, semanas de no hacerlo) pero la sangre le hervía y quería poder llevarse a su novio a la habitación y darle todo ese amor apasionado que circula por sus venas.
- pervertido... – atinó a decir el gemelo. El resto solo había estado viendo ese peculiar intercambio de opiniones entre los cuñados.
- vamos ya, Jun Ho, quiero que lleguemos al súper por algunas cosas... – el chico raro, sonriendo como siempre, jaló del brazo a su novio para poder irse de una vez. Que el YooSu no era el único que se veía algo “acelerado”, Yunho y Jae tenían fuego en los ojos y por la forma en que el moreno tenía sus manos bajo la camisa del mayor... hacía mucho calor en la casa. Y él comenzaba a sentirlo también.
- nosotros también nos vamos ya.... – el menor arrastró a su novio fuera del alcance de la vista de su “clon”, no le agradaba, y no se cansaría de decírselo mentalmente cada que lo quisiera, Kohei es suyo y de nadie más, tanto que tuvo que pasar para ser la pareja de enamorados futuros padres primerizos para que alguien venga a estropearle la existencia... no señor, de ninguna manera, así sea su viva imagen, es más, con mayor razón por ello.
El Yoosu y el YunJae le miraron algo sorprendidos, Min no era de los que celaba tan posesivamente a su novio, pero desde el embarazo ha dejado ver que no quiere prácticamente que nadie se lo voltee a ver. Aún así, les seguían pareciendo una pareja adorable y perfectamente estable, el bailarín vivía para el menor, y ahora hasta están esperando un hijo propio, no hay nada de qué preocuparse.
Cuando finalmente los cuatro jóvenes se fueron.
- si no les molesta, me gustaría ir a la ciudad a mirar por ahí... – Keanu tomó una chaqueta de cuero, que dios, que sexy se veía con ella.
- no, adelante, solo... ya sabes, cuidado con lo que haces... -
- sí, Yunho hyung, no te preocupes, se que debo cuidar la imagen de ChangMin... – sonriendo, el ojiazul decidió abandonar el campo de fuego que encendió la presencia de Anteros en su cuerpo. Y realmente no quería, no ahora, jugar con ninguno de ellos, tenía otro interés lejos de ahí.
- ve con cuidado... -
...........
Apenas la puerta de su habitación se cerró, Yoochun ya tenía a Junsu contra la primer pared que encontró, besando descontroladamente sus labios en tanto las manos del delfín descendían sensualmente por su pecho hasta alcanzar el cinturón del pantalón y comenzar a desabrocharlo.
Largos suspiros y suaves gemidos roncos comenzaron a escapar de sus gargantas. La camisa de cada uno ya estaban tiradas en el suelo, el ratón comenzó a repartir besos y lamidas por el pecho de su pareja, arrancándole gemidos más sonoros. Sintiendo cómo la entrepierna entre su ropa interior palpitaba deseosa de apoderarse de ese cuerpo que tanto ama. Le bajó el pantalón con urgencia, sacándoselo de un tirón, mismo destino que encontró la ropa interior. Luego se desvistió a sí mismo, le tomó las piernas al castaño, que estaba tan deseoso como él de unirse, colocándolas en los costados de sus caderas para que lo abrazara como sabe hacer y sucedió...
Siguieron besándose con una locura que les quemaba la piel, Junsu gimió fuerte cuando Yoochun lo penetró por completo. Hace tiempo que no sentía esa sensación de un encuentro “salvaje”, donde todo el acto fuera una clara muestra de lujuria, de pasión desenfrenada, de guiarse solo por el instinto de unirse en cuerpo.
El pelinegro comenzó a embestirlo con rapidez, cada estocada igual de profunda que la anterior, llegando hasta el fondo de ese estrecho pasaje que aprisionaba su virilidad dándole un intenso placer.
- más rápido... mmhhhh... aahhh... sí, así, Chunnie... -
- te deseaba tanto... aahhh, Susu... mmhhh... tan delicioso como siempre... -
El sudor corría como pequeñas gotas a través de toda su ardiente piel. El pelinegro sujetó fuerte al castaño y sin salir de él se dirigió a la cama. Lo recostó con cuidado, acomodándose ambos en la postura más cómoda.
- ¡auch!... – soltó de repente el delfín.
- te lastimé... – preguntó con la voz alterada el pelinegro, nunca ha sido capaz de asimilar la idea de llegar a lastimarle en medio de su deseo irrefrenable de poseerlo.
- no, es... – el delfín levantó un poco las caderas, logrando un gemido en ambos porque aún estaban unidos, metió la mano bajo su cuerpo y sacó una de las flechas de juguete de su pequeño... – Yang debió dejarlo esta mañana... -
- entonces... – tomó el objeto que casi le baja la calentura y lo lanzó lejos... – sigamos donde estábamos... -
- ratón pervertido... – besó una vez más los labios de su pareja, transmitiéndole todo ese deseo contenido por largas semanas.
Micky retomó el ritmo de las embestidas, los brazos de Junsu se aferraron a su espalda, pegándose más a él, dejando el miembro del delfín entre sus torsos friccionándose delicioso dándole mayor placer al encuentro.
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- mh, Yunnie... – el moreno le besaba el cuello succionando despacio de su piel de vez en cuando... – aahhh, nunca... nunca te había... – con suave trazo delineado con sus dedos, Yunho bajaba por la columna vertebral del mayor hasta presionarle el cóccix y lograr que se arqueara con un suave gemido...- visto tan... mmhhh....
- te deseo, JaeBoo... demasiado... – el líder despojó a su pareja de la molesta prenda que cubre su pecho y le impide sentir su piel, luego se quitó su propia camisa.
Se apoderó de la boca de su Boo con desespero incontrolado, metió su lengua en esa cavidad sin pudor alguno, disfrutando de ese roce que sus lenguas tuvieron al encontrarse, enredándose sin cesar en un fogoso beso que parecía llama ardiente avivando el fuego de su interior.
El mayor tocaba cada centímetro de piel con su suave tacto como la seda, manos que viajaban a lo largo y ancho de su espalda, de su pecho, por toda la extensión de sus fuertes brazos. El moreno en tanto desabrochó sus pantalones y los de su pareja, tomando su erección, comenzando a masajearla. Tomó una de las manos inquietas del castaño oscuro y la dirigió a su propio miembro, deseoso de ser atendido.
- tócame... – ordenó con ronca voz en el oído de su novio. Este obedeció sin más, fundiéndose en un beso más con súbita necesidad de apoderarse de esos labios que tan perfecto se ajustan a su boca.
Los gemidos librados de sus gargantas pronto se convirtieron en gritos de intenso placer que no se molestaron en callar u ocultar. El resto del mundo (léase, Yoochun y Junsu) habían pasado a un segundo plano que no tenía cabida en su entrega. El ritmo de sus manos aumentó y con ello el momento del primer orgasmo llegó, corriéndose en la mano del otro.
Jae lamió entre sus dedos para saborear la esencia de Yunho, éste podía menos que observar esa erótica forma suya de avivar su creciente deseo de poseerlo ya, lamiendo sensualmente, mirándolo con iris libidinosos. Cuando hubo limpiado su mano de todo residuo de su esencia, tomó la mano de su pareja para hacer lo mismo con su propia esencia, visto que el moreno no hacía más que observar. Gimió ronco la primera vez que la lengua de su Boo lamió uno de sus dedos, acto seguido él mismo le acompañó en la tarea, logrando que sus lenguas se llegaran a encontrar entre las lamidas que le daban a su mano, cuando la esencia de Jae fue retirada de esa mano, ambos se fundieron en un beso más que lujurioso, disfrutando así del sabor los dos.
Yunho se deshizo de los pantalones y la ropa interior de su Boo, luego éste hizo lo mismo con la ropa del moreno. Se dejó por completo a las fantasías de su pareja, permitiéndole que lo recostara sobre la encimera de la cocina, donde se han estado entregando en esta lujuriosa muestra de pasión. Sintió el frío en su espalda, pero no le importó porque pronto el calor que ambos desprenden lo sustituyó. El moreno colocó las piernas del castaño oscuro sobre sus hombros, era una postura que casi nunca hacen, normalmente deja que le rodee las caderas, pero esta nueva posición le permitía llegar más profundo en su interior y someterlo al control de sus embestidas.
- hazlo ya!... – ordenó con la voz más que excitada, podía ver el fuego en la mirada del moreno y sentía su propia entrada palpitar deseosa de ser ocupada por esa erección que lo lleva al paraíso con cada estocada.
- me encantas cuando te pones así... – el moreno le penetró lentamente, no perdiéndose cada detalle en el rostro de su pareja, observando cada cambio en él, ese ligero fruncir de ceño por el dolor que inevitablemente llega al principio, luego los ojos semiabiertos, la boca entreabierta, la respiración alterada, el sonrojo en su blanca piel, el gozo marcado en sus gemidos conforme va aumentando el ritmo de sus embestidas... – aahhh... te adoro, Boo... mmhhh...
- aahhh... así, Yunnie... más... mmhhh, aahhh... – el choque entre sus caderas era delirante, una sensación que nunca antes habían sentido, que los llevaba al borde de la locura, del desenfreno total...
..................
- hola, ¿me invitas un trago?... – con voz seductora, un joven de complexión delgada, alto, facciones varoniles marcadas, barba de candado y unos preciosos ojos color miel; tomó asiento a lado de un chico de ojos claros de unos 25 años de edad que bebía con premura una copa de vino.
- los que quieras, guapo... – visiblemente afectado por el alcohol, el chico de ojos claros le sonrió con picardía a su nuevo “amigo”.... – sírvele una copa de tu mejor vino... – le dijo al barman... – no te había visto por aquí, eres nuevo en la ciudad, ¿o un guapo turista buscando aventura?... – sin tapujo alguno, el chico le acarició a su “amigo” el brazo, bajando sensualmente desde su brazo hasta tomarle la mano con delicadeza.
- soy un chico nuevo en la ciudad que busca una buena aventura... me llamo Keanu Wolfgang... – Anteros tomó posesión de los pensamientos y el cuerpo de su hermano, adquiriendo una de las tantas formas humanas que Eros ha tenido. La apariencia de ChangMin le agradaba, pero era muy joven para lo que él buscaba, así que se hizo de ésta.
- me llamo Seung Kwan... – después de varias copas de vino, el chico de ojos claros llevó a su departamento a Keanu... – esto es lo que buscabas... – cuestionó con tono excitado, mientras devoraba con sus labios el cuello de su amante.
- y apuesto a que puedes hacerlo mejor... – el olor a alcohol inundó la habitación, pero eso poco les importaba en su estado y en medio de esa excitación.
Kwan era ágil para desvestir, lo que le hizo saber a Keanu que ese chico sabía mucho de amantes. Lo que necesitaba, alguien que supiera hacerlo gozar dando rienda suelta a su imaginación, que sabe, debe ser muy versátil.
.......................
- ¿Jun Ho?... – acababan de llegar, el gemelo había dejado las bolsas de mandado en la cocina e inmediatamente se había dirigido a su novio, quien estaba en la alcoba buscando el pijama, listo para darse un baño y disponerse a descansar; dejando besos a lo largo de su cuello, acariciando con urgencia su pecho bajo la ropa.
- mh... – oyó, más no escuchó al chico raro, estaba excitadísimo, desde que salieron de la casa de los chicos ha estado fantaseando con el momento de hacerlo suyo una vez más.
- qué... aahhh... – el gemelo apretó uno de sus pezones... – ¿qué sientes por Min?
- cómo... – esa pregunta fue más que suficiente para que el gemelo se separara, sorprendido por tal cuestionamiento, temeroso de la mirada titubeante de su novio. Hasta la calentura se le bajó de golpe.
- es que... esta tarde, tú... – el chico raro se sentó en la cama, evitando la mirada de su pareja.
- le vi como le veo todas las ocasiones que no lo encontramos, no estaba viéndolo de ninguna manera en específico... – y las palabras del gemelo eran ciertas, solo que... tenía ese ligero sentimiento de culpa sabiendo que hubo un momento en esa tarde que sí recordó el encuentro aquél con el menor. ¡¡Pero eso no significa que le guste!!
- y a ese chico, Keanu... -
- qué con él... -
- no te sacaba la vista de encima, a ti ni a Kohei... -
- no exageres, Ji Yong...
- oh, claro... yo exagero, verdad... – comenzó a alterarse.
- mira... – el gemelo meditó bien las siguientes palabras que fueran a salir de su boca, no quería que su novio se alterara, no es bueno para el embarazo, y además es una completa absurdez... – no me importa si me estuvo viendo o no, a mí o a Kohei, ese sujeto no me interesa en absoluto, y Min es un amigo solamente... Ji Yong, te amo... – el chico raro se relajó con esas palabras, aunque no dejó de sentirse inseguro al respecto...
- lo siento... supongo, ya sabes, las hormonas... -
- te vuelven loquito, ¿no?... – el chico raro sonrió un poco ante eso.
- yo ya estaba loco antes de esto... – Ji Yong besó los labios de Jun Ho con ternura... – nada más mira de quién me fui a enamorar... -
- malo... – el gemelo le hizo un puchero, su pareja solo reía divertido... – mereces que te castigue... – se lanzó sobre su novio, pero como no quería aplastarle la tripa, al caer los dos sobre la cama, el gemelo se rodó a un lado, solo que...
- ¿se te perdió algo?... – cuestionó con sorna al ver a su novio en el suelo, que no se había fijado que estaban a la orilla de la cama, y cuando se giró ya no hubo espacio que ocupar.
- ahora verás... – Jun Ho volvió a trepar sobre la cama, aprisionando al chico raro muerto de risa bajo su cuerpo, sujetándole las manos sobre su cabeza y sentado sobre sus piernas, casi a la altura de la entrepierna de Ji Yong... -
- se tierno, recuerda que llevo a nuestro hijo dentro... – sonrisa inocente, mirada tierna, mejillas sonrojadas, respiración descontrolada.
- te amo... – Jun Ho alcanzó los labios de su novio para besarlo suavemente y comenzar a recorrer con sus manos ese cuerpo que tanto adora.
Pronto la ropa de ambos ya estaba en el suelo, ambos cuerpos bajo las sábanas, solo se escuchaban los suspiros, los gemidos, los murmullos de amor.
.....................
- Min, amor; no se porqué insistes con eso, Keanu es... un tipo bueno, nos está apoyando... – el bailarín trataba por enésima vez de convencer a su novio de que Wolfgang no era amenaza alguna para su persona.
- cuántas veces tengo que repetírtelo, ese... sujeto... – el menor trataba de controlarse, no quería enojarse, no con su pareja, no en su estado, y menos por Keanu... – te comía con la mirada, no me agrada, querrá alejarte de mí, de mi familia... – el menor comenzó a llorar de impotencia. Kohei lo abrazó, a pesar de que su novio se movía en sus brazos tratando de apartarlo.
- yo no me sentí así, pero, aunque hubiera sido cierto, Min, yo te amo a ti, nadie va a separarnos, ese chico a mí no me interesa...
- es mi clon... -
- aunque lo sea, no me interesa, ya te lo he dicho, teniéndote a ti, sabiendo que tú estás aquí, el resto del mundo no me interesa, yo solo quiero ser feliz a tu lado, quiero que los cinco meses faltantes pasen ya para poder tener a nuestro hijo en brazos... – el menor se relajó en el abrazo, escondiendo su rostro en ese pecho donde el palpitar acompasado del bailarín le transmite calidez y seguridad.
- no me vayas a dejar nunca, Kohei, me muero si te vas... -
- la única forma de que te deje es muriendo, y en realidad, aún entonces, si tú no estás, yo seguiré a tu lado, así sea solo como un guardián o un ángel... -
- no hablemos de cosas tan tristes aún... – el menor unió sus labios a los del bailarín, disfrutando de ese contacto sublime y tierno que le hace sentir el hombre más afortunado del mundo abrigado por todo ese amor que le transmite.
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Cuando Seung Kwan despertó solo en su amplia cama, no se extrañó, era siempre igual, cada noche un amante nuevo... uno que le daba esa satisfacción carnal que no desplazaba el vacío de su corazón, en donde su antiguo “amigo” de la adolescencia sigue clavado.
No había querido aceptarlo antes, es más, creyó enamorarse alguna vez de alguien más, incluso cuando intentó cortejar a JaeJoong hace algunos años, tuvo esa firme creencia, pero cada que lo intenta, cada que alguien tiene algo similar a Ji Yong, el recuerdo de su pasado lo hace sentir el miserable que es. Sí, es peor que escoria, lo más penoso de la sociedad... tarde se dio cuenta de la bajeza que le hizo al chico raro cuando éste se entregó a él sin medidas, sin preguntas. Jura que incluso entones aquel encuentro íntimo no fue más que sexo... sin embargo, jamás ha sentido el mismo placer que entonces con nadie más, a pesar de que cada noche, en cada nuevo amante, lo busca... él siempre despierta solo en su departamento, pensando una vez más en Ji Yong.
- ¿debería buscarte?... – murmuró viendo hacia el techo, pensando en que nunca se ha molestado siquiera en volver a su ciudad, a aquella casa... por temor... no a no encontrarle, por el contrario... a toparse con él, encontrarlo casado y feliz.
..................
Keanu volvió a casa a primera hora, aún antes de que sus hyungs se levantaran, que saben será para muy tarde con tremenda noche que se montaron haciéndolo seguramente en cada rincón de la casa, aprovechando la ausencia de sus pequeñines.
La cocina había sido según nota, su primer parada, puesto que aún estaba la ropa ahí. Y... el baño (de la primera planta) tal vez fue la segunda, porque está hecho un desastre con todas las cosas fuera de su lugar.
- sí que les hizo efecto la pasión... – murmuró con una sonrisa, cerrando la puerta de la ducha.
Subió con sigilo las escaleras, estaba todo muy silencioso sin los niños ahí. Abrió lentamente la puerta de la habitación del YunJae, ambos recostados entre las desordenadas sábanas que solo les cubrían la parte más íntima de sus cuerpos, Jae recostado en el pecho de Yunho, las piernas de ambos enredadas, respirando tranquilamente.
- interesante contraste de tono de piel... – Anteros se acercó a ellos, acarició con uno de sus dedos la suave piel en uno de los brazos del mayor, sintiendo cómo se erizaba a su contacto, sin despertar... – blanca como la leche... – después acarició con lentitud la piel expuesta de una de las piernas de Yunho... – los morenos siempre me han parecido resultado de su fuego interno... – mirada lasciva.
Salió como entró, solo para dirigirse a la habitación del YooSu. Yoochun y Junsu dormían plácidamente también. Las cobijas estaban en el suelo, como la ropa de ambos. Se notaba que ellos no habían abandonado la habitación en toda la noche. El delfín estaba abrazado al ratón, rodeándolo con brazos y piernas como si mientras duerme se le fuera a escapar. El pelinegro tenía una de sus manos en las caderas del castaño, y la otra... díganos que descansaba tranquilamente sobre cierta parte bien pronunciada del delfín.
- ambos son muy entregados cuando de intimar se trata... – de igual manera, se acercó a ellos, acariciando al castaño desde la punta de una de sus piernas, pasando por sus muslos y hacia arriba, pasando por la curva de sus caderas, hasta sus costados, roce que hizo que el delfín sonriera entre sueños por las cosquillas que le originó. Apartó su mano de él y la dirigió a los labios del pelinegro... – no puedo evitar la tentación de besarte... – Micky se movió haciendo un ligero reproche ante su toque... -
Finalmente salió de ahí, Eros había conseguido desplazarlo para tomar posesión una vez más de su cuerpo y mente.
- no se cuánto tiempo lograré controlarme... -
...............
Un par de días después...
Kohei atendió su móvil, suerte que tenían descanso. La llamada era de su novio, así que se sintió todavía mas aliviado de poder contestar.
- hola, ¿todo bien?... -
- necesito que vengas... – su voz se escuchó alterada.
- ¿te sientes mal?... – el bailarín se preocupó al escucharlo... aunque, esos no eran sollozos...
- no... Kohei... estoy ardiendo... y no de fiebre cariño... – el bailarín se sonrojó violentamente. Nunca antes su novio le llamaba para eso, y menos diciéndoselo de esa manera.
- pero, amor... – Kohei se arrinconó en la sala de ensayos, por si alguien escuchaba... – estoy en la disquera, en medio de un ensayo, no puedo...
- pero... te necesito, en serio, necesito hacerlo ya... -
- por dios, cómo me pones en estos aprietos... – y es que de imaginárselo, él mismo estaba comenzando a sentir calor.
- anda, ven... lo vas a disfrutar mucho mas que andar practicando lo que te sabes de memoria....
- amor, no puedo, en serio, qué se supone que diga para irme... -
- dile a Yunho que me siento mal, que te necesito urgentemente, cosa que es cierta, y seguro te deja venir... anda, Kohei...
- no puedo hacer tal cosa, no le voy a mentir al líder, me mataría si se entera...
- Kohei Uchimura, ¡¡quiero tener sexo ahora!! – ¿habrá quedado alguien en la sala de ensayos que no escuchó tremendo grito?
- por dios, quieres bajar la voz... – apenado, es decir, sonrojado hasta la raíz de su cabello, el bailarín salió al pasillo, pero había gente caminando de aquí para allá, así que mejor se dirigió a las escaleras de emergencia, no suele haber nadie ahí...
- no quiero, quiero que vengas y me hagas el amor, o es que ya no me deseas... – el bailarín sabía bien que en ese momento su novio estaba haciendo un puchero y que los ojos se le llenaban de auténticas lágrimas. Las hormonas, claro.
- Min... sabes bien que sí que quiero, ¿pero no puedes esperar a que salga del trabajo?...
- si pudiera esperar no te hubiera llamado...
- Kohei, el ensayo se retomará ahora... – Keanu apareció por la puerta, sonriéndole al bailarín.
- ¿ese es Keanu?... – tono celoso en voz del menor.
- eh, sí.... – le respondió a su novio... – voy enseguida... – le dijo al “clon” del menor. Éste asintió con una sonrisa pícara y se fue.... – lo siento, te compenso cuando llegue, de acuerdo, te quiero... – y colgó.
................
- ¿me colgó?... me dijo, ¿te quiero?... siempre me dice Te Amo... y nunca me cuelga sin que antes le haya dicho algo... – el menor se dejó caer sobre el sofá refunfuñando, dejó el teléfono con brusquedad y luego se cruzó de brazos... – y porqué tenía Keanu que avisarle, él no es uno de nosotros, es decir, del grupo; tendría que haber ido a llamarle alguno de los bailarines... y si no era cierto lo que me estaba diciendo... me estará engañando?
..................
continuará.....
Ahhiii dios, la verdad no me imagino a min en el plan de celoso, ^^ y más aun de su clon jeejejej
ResponderEliminarANTEROS
ResponderEliminariiiiiiiiiiiiiih!!! Anteros es el hermano de Eros wooooooooooooow!!! O_O" Esto se va a poner bueno xDDDDD jaaaaa!!! Esos niños pueden ver la personalidad de Eros si son Dioses bueno Deidades Humanas así como habían dicho los Dioses woooooow!! me llego como descubrió al YunJae, YooSu, KoMin y JunYong xDDDDD uuuuuuh!!! Ahora se viene lo mero bueno xDDDDDDDDDD
LUJURIA Y CELOS
Ahí si supieran Seung Kwan que Ji Yong ya esta hasta super casado y embarazado xDDDDDD es muy tarde para tu arrepentimiento xDDDDD Min tan deseoso que eres jaaaaaa!!! Esas hormonas tuya te van a volver loco xDDDD no te imagines cosas donde no las hay xDDDDDDDD
wooooow
ResponderEliminarmin celoso..es lo mejor q eh leido
woooow...
deseoso y celoso...waaaaaa.....
esto es geniiiaaaaaaaaal
^^
Yap a dormir x hoy
ResponderEliminarGracias ♥