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viernes, 23 de abril de 2010

Deidad Humana cap 5 y 6

ADVERTENCIA: Lemon

CAPÍTULO 5: ¿TRAICIÓN, INFIDELIDAD? (Parte 1)

*****

Cuando Kohei volvió al departamento, su novio no le esperaba en la sala como solía hacer. Tampoco estaba en la cocina, ni en la recámara, ni en el baño. Y ya era de noche.

- ¿dónde se habrá metido?... – preocupado, marcó al móvil del menor, pero apenas comenzó a escucharse el tono al otro lado de la línea, Min abrió la puerta del departamento, en tanto sacaba el móvil de su bolsillo.

- solo salí a la tienda por una lata de crema batida... – mirándolo con seriedad, el menor le informó al ver la cara de susto que tenía su pareja.

- y no pudiste esperar a que llegara, no me gusta que salgas solo, y menos tarde, ¿y si te mareas? O algo... -

- como si te importara... – sí, el menor estaba molesto porque no fue esa tarde con él... aunque en realidad lo que le molestaba era esa idea que se había hecho en su cabecita de que Keanu y Kohei tuvieran algo a sus espaldas.

- oye, sabes perfectamente que claro que me importa... – indignado, el bailarín lo siguió a la cocina... – si no vine esta tarde fue porque... – suspiro frustrado... - Min, no puedo dejar el trabajo cada que te entren ganas... -

- porque seguro tienes con quién satisfacerlas estando Keanu por ahí, ¿no?... – espetó como auténtica embarazada histérica. Su novio abrió los ojos de par en par ante esa exclamación. Y no pudo evitar quedarse callado, procesando esas palabras, no solo era que Min estuviera celoso, era que él en verdad se estaba creyendo que lo engañaba!.. – quedándote callado con esa cara de sorpresa, solo me hace comprobar que así es...

- estoy cansándome de esto, Min... – atinó a decir. Dejó caer los brazos a sus costados, una mirada de desilusión en sus ojos. El menor se le quedó viendo con más molestia que nada.

- así es como empieza, ¿no? Dirás que te cansas de mí, que no soportas que diga cosas que supuestamente no son ciertas...

- porque no lo son... – interrumpió, alzando un poco la voz, sintiendo desesperación ante la situación, cómo podía hacer entender a su pareja que no le engaña, ¿que no le ha demostrado suficiente su amor?... – Min, no sé de dónde te sacas esas ideas, si fue porque Keanu se apareció cuando hablábamos esta tarde, solo fue a avisarme que el ensayo se retomaba, ni siquiera platico con él...

- y porqué tuvo que ir él, eres un bailarín no alguien del grupo, hubiera ido cualquier otro a llamarte, ¡porqué tenía que ser Keanu!... – alzando más la voz, cosa que no le gustó en absoluto a su novio porque alterarse no es bueno en su estado, el menor se llevó una cucharada de crema batida a la boca, como si con ese dulce pretendiera calmar ese fuego de impotencia que se le ha asentado tan violentamente en el vientre...

- por dios, Min, tranquilízate, por favor, te hará daño enfadarte por nada...

- no me estoy enfadando por nada, o es que acaso consideras que esto es nada, si tú... tú y él... – dejó el bote de crema en la encimera, mientras gruesas lágrimas de frustración corrían por sus mejillas.

- yo y él, nada, eso no existe Min... – el bailarín lo rodeó con sus brazos, le partía el alma ver así a su novio, pero más le dolía ser el causante de ello, aunque todo lo que dijera fueran más que tonterías.

- siento que me estoy volviendo loco, Kohei... - el menor le rodeó la cintura, apoyando su mentón en el hombro de su pareja, que le acariciaba la espalda con ternura... – pienso tantas idioteces, y cuando pasa en verdad me la creo, a pesar de que se que me amas, que te amo, que vamos a tener un hijo... es solo, que no puedo controlarlo, es como si no fuera yo...

- tranquilo... – ahora le acariciaba el cabello, sintiendo cómo su hombro se humedecía con el llanto que aún brotaba de los ojos de su amado... – debe ser por los cambios hormonales... – o eso querían creer ambos, para explicarse esos repentinos celos enfermizos del menor... -

- pero si sigo así, terminaré por lograr que te hartes de mí...

- eso nunca... – el bailarín apartó un poco a su novio, para ver su rostro y poder limpiar con sus dedos, en primer lugar, esas lágrimas que dejaban un camino húmedo por sus mejillas... – ya no digas esas cosas, Min, te amo, hoy y siempre, aunque me descoloque cada que pienses mal de mí, perdóname si no puedo venir a ti cada que me lo pides... - y en segundo lugar, besar sus labios tiernamente, no importa si cada segundo tiene que hacer eso, no importa si cada día tiene que aguantar sus escenas de celos infundados, él estará siempre ahí para recordárselo.

El menor recibió con gusto ese beso lento, sintiendo cómo ese fuego en su interior se calmaba y toda sensación de desasosiego era reemplazada por su amor, por su ternura, por su incondicional compañía.

.....................

- no podré contener por demasiado tiempo a Hera y sus hijos, Démeter, tienes que proteger a esos pequeños a como de lugar... – el dios de dioses, dominante en los cielos y gran Señor del Olimpo, estaba de pie junto a su hermana, ambos fuera de los dominios del Olimpo, en la isla Delos, ahí donde Apolo naciera cuando Hera desterrara a Leto de cualquier ciudad o mar en la Tierra.

- entonces es verdad, Eris y Ares han dejado caer sus maldiciones sobre los mortales... – la diosa de la fertilidad miró el rostro ensombrecido de su hermano, notando también su estado de cansancio, visiblemente debilitado... – Hera sabe de los niños, ¿no? Del poder que tendrán cuando crezcan...

- y no se arriesgará a que lleguen a tal edad, he conseguido ocultar para los dioses del olimpo la divinidad de esos cinco pequeños, pero cuanto más usen sus poderes, más débil se irá haciendo mi barrera...

- y te consumirás con ella, ¿no?... – silencio... – por eso Anteros se unió a Eros, si los padres de esos niños se separan, o están mal de cualquier manera, sus hijos lo sentirán e intentarán remediarlo, usarán sus virtudes... pero al mismo tiempo podrían debilitarse si su fuente de amor se rompe... no vi eso antes...

- Hera tampoco, ni el mismo Ares. Anteros fue a la Tierra solo a divertirse, no tienen idea de lo que pueden causar, y será mejor no advertir nada, dejar que las cosas sigan su curso, y esperar porque los humanos sean más fuertes que nosotros mismos...

.......................

Jun Ho estaba sorprendido de la cantidad de trabajo que estaban teniendo desde hace un par de semanas, era algo extraño, y solía decirse a sí mismo que era como si la discordia hubiera sido derramada sobre aquellos que procesaban por sus crímenes. Le consolaba de alguna manera el hecho de conseguir ganar en la mayoría de los casos, exceptuando aquellos que por su condición política o económica escapaban de la justicia que sabe de justa tiene más poco de lo que debiera.

Y se sentía fuera de lugar en ese local ahora, donde todos festejaban una victoria más, como si eso fuera importante, hace menos de una semana se les había escapado de las manos un pez gordo, uno más de los que en verdad quiere poner tras las rejas. Bebía de su cerveza con más molestia que alegría, le fastidiaba el olor a tabaco que había cubierto el bar y se sentía asqueado de estar ahí. Así que mejor optó por retirarse, a pesar de la insistencia de su jefe de quedarse.

- estoy cansado, mejor vuelvo a casa... – pagó su cuenta, mirando cómo todos a su alrededor reían a carcajada abierta como si en verdad hubiera algo que celebrar. Decidió ir al baño antes de irse para lavarse la cara.

Pero no se dio cuenta de que cierto personaje le siguió de cerca. Mientras mojaba su rostro, ligeramente inclinado sobre el lavabo, con el agua fría escuchó que alguien entraba, pero, para qué iba a poner atención si es un baño público. Dejó que el agua que echó sobre su rostro despejara un poco su mente de todo lo que tiene que enterarse en el trabajo. Ser abogado no es sencillo, ve, escucha, lee, observa, tanto mal, tanto dolor, que no quiere llevarse eso consigo, siempre espabila antes de volver con su novio, para poder mostrarle su sonrisa, su humor sarcástico y darle ese primer beso que le entrega al poderlo abrazar un día más. Eso, a su manera, es romántico, no?

Le llegó un aroma familiar, un perfume varonil que lo envolvió rápidamente en una nube de candor que emergió desde su estómago. Levantó el rostro en busca de la persona que llevaba aquélla fragancia, y pudo ver a través del espejo, tras de sí, a...

- ¿Min?... – pero no, esa sonrisa no era ni parecida a la del menor, además, no lleva ese pequeño bulto en la tripa... – Keanu...

- me hubiera ido de espaldas sino corregías tu equivocación inicial... – “porqué demonios tiene que sonreírme de esa manera”... – ¿te vas ya?

- eh... sí, solo me... refrescaba un poco... – de repente muy nervioso con la presencia del causante de la última casi discusión con su pareja, el gemelo tomó una toalla de papel para limpiarse las manos y retirarse de ahí... antes de dejarse llevar por esa sensación que no sabe de dónde o porqué, le quema la razón.

- ¿te refrescabas?... – Anteros le cerró el paso cuando el gemelo hizo el amago de retirarse... – es que acaso tenías calor... – con el sigilo propio de un felino (n/a no hablo de mí, ok, jaja) acechando a su presa, el chico se acercaba al gemelo.

- no dije eso... – “mierda, qué está haciendo…”

- porqué te me corres, no te voy a morder, sabes... a menos que me lo pidas... – el gemelo chocó con la pared, sintiéndose una auténtica presa acorralada, esa forma de ser mirado lo tenía idiotizado, le estaba temblando el cuerpo con Keanu, con esa forma tan seductora de hablar, con ese sensual porte, con esos labios sonriéndole de medio lado, el cabello desordenado y la camisa desabrochada hasta medio pecho.

- no... – se atragantó cuando el chico bajó su rostro hasta su cuello y sopló sobre él, erizándole el vello de la nuca. Toda palabra quedó olvidada en su garganta, se le habían nublado los sentidos y la sangre le ardía de deseo.

- no... ¿qué?... – Anteros llevó una de sus manos a la cintura del gemelo, pegándose lentamente a su cuerpo, pegando sus caderas a las del otro con premura.

Pero Jun Ho no fue capaz de decir una sola palabra, su erección había despertado con ese solo contacto... y de la nada había recordado aquella vez...

- pídemelo... y cumpliré tu deseo reprimido... – le susurró al oído, hechizándolo con su voz, era como si no pudiera controlarse a sí mismo... y solo unas palabras salieron de sus labios...

- tómame, Min... – mismas que seguro después querría no haber dicho nunca, mismas... que podrían destruir su felicidad con su novio, a quien en ese momento no recordaba.

Anteros sonrió satisfecho. Adoraba esa habilidad suya de encender pasiones de antaño, deseos inconclusos como ése, que le daba la oportunidad de divertirse a costa de un mortal más, de liberar toda esa pasión que es su propia condición divina. Sintiéndose libre de sentir placer, cuando se lo pedían tan voluntariamente, sin que él tuviera que hacer nada más que ser él mismo.

Comenzó a besarlo con paciencia, disfrutando de esa forma de ser correspondido que encendía su propia llama, enredando su lengua con lujuria a la amante que habita en la boca del otro.

Despojó al gemelo de su ropa con lentitud, disfrutando del brillo de deseo en los ojos de éste, que cada que los dedos del chico acariciaban su piel al desabotonar su camisa lo hacía suspirar más descontrolado, más deseoso de que lo tomara de una vez. Anteros deslizó la camisa por sus hombros, la retiró de ese cuerpo y la dejó sobre una de las puertas del baño a su lado. Después permitió que Jun Ho le quitara la camisa a él, notoriamente más ansioso puesto que no reparó siquiera en desabotonarla, arrancándosela de un tirón en tanto atacaba su boca con urgencia, acariciándole la espalda, revolviéndole más el cabello.

Anteros lo empujó otra vez contra la pared, para quitarle los pantalones y la ropa interior, el gemelo no se quedó atrás y consiguió dejarlo en la desnudes también. Se abrazó a él cuando lo levantó en vilo y lo sentó sobre la encimera del lavabo, sin dejar de besarse, dejándose acariciar a diestra y siniestra, gimiendo cada vez más fuerte, más rápido y más errático al ritmo de su respiración.

Sintió más calor cuando la mano de su amante le tomó el miembro y comenzó a bombear de él, el gemelo se arqueó haciendo su cuerpo hacia atrás, pegándose al espejo tras de sí, ese que se encontraba empañado por el calor que emanaba de sus cuerpos. Keanu aprovechaba para lamer sus pezones y besar su pecho, mientras que con la otra mano dilataba su entrada para poseerlo.

El gemelo estaba sumergido en esa encendida sensación de placer, no se daba cuenta siquiera de lo que pasaba. De un momento a otro sintió las fuertes embestidas de su amante que lo llevaban más cerca de la locura. Gimiendo más ronco, arañando con sus manos los hombros de Keanu, pegándose a él, dejando su propia erección entre sus cuerpos, disfrutando de una forma salvajemente lujuriosa como nunca antes.

Sintió ese calor concentrándose en su bajo vientre, unos instantes después sintió la caliente esencia del chico en su interior, y enseguida su torso se bañó con su semilla, mojando también el vientre de su amante.

Justo cuando Anteros salió de su interior y se separó para comenzar a vestirse, después de haber limpiado con una toalla húmeda los restos de semilla en su miembro y torso; el gemelo pareció recobrar la razón. Miró espantado su condición, sentado sobre la encimera del lavabo de un baño público de un bar, desnudo, con el torso manchado de su semilla y su interior invadida por la de alguien que no era su Ji Yong.

Se sintió entonces peor que aquello con lo que se topaba a diario en la Corte. Se vistió de prisa, sin siquiera limpiarse o voltear a ver a Keanu, quería llorar, gritar, morirse... ¡¿acababa de engañar a su novio?! Cómo pudo hacer tal bajeza... si él lo ama... si esperan un hijo fruto de su amor.

Keanu había vuelto a ser Eros en cuanto el gemelo sintió toda esa culpa, porque era motivada por un sentimiento verdadero, profundo, sincero... pero nada podía hacer ya para reparar el daño que había hecho.

El gemelo salió casi corriendo de aquel lugar. Cómo podría ahora siquiera volver a su departamento. Cómo podría ver a los ojos a su novio.

...................

Ji Yong escuchó el timbre del departamento... y se extrañó. Era obvio que no se trataba de su novio, él tiene su propia llave, los chicos no podían ser, le hubieran avisado antes que le visitarían. Así que solo optó por atender a quien quiera que fuera que se había presentado en su departamento esa noche.

- ¡¡Kwan!!... – el chico de ojos claros estaba de pie ante él, con semblante serio, no molesto o deprimente, solo... como si no supiera del todo porqué estaba ahí.

- hola... – atinó a decir con voz amortiguada por los nervios. Porque sí, estaba nervioso.

Que cómo había dado con nuestro querido chico raro? Bueno, siendo uno de los empresarios más importantes del mundo de los negocios en Corea (que si creían que se iba a conformar con ser productor ejecutivo en la compañía, estaban tan equivocadas como yo), inteligente por naturaleza (recuerden que junto a Ji Yong, era uno de los chicos más inteligentes de la Universidad) y con muchos favores que cobrar por aquí y por allá. Fue realmente fácil dar con él, lo que no esperaba era enterarse de que vivía con Jun Ho. Eso... le hizo sentir dos cosas opuestas. Felicidad porque significaba que el gusto por su propio sexo no había sido solo cuestión de adolescencia, y eso de alguna forma le daba esperanzas, cierto?... Celos, porque según supo, llevan años viviendo juntos, lo que los convierte en una pareja estable, donde él tal vez no tenga oportunidad, pero... acaso quiere una? En verdad quiere algo con Ji Yong? Por eso está ahí, temblando como adolescente de nervios, de ansiedad.

- ¿qué es lo que quieres aquí?... – el chico raro cuestionó con ligera molestia en su tono de voz. No podía ser que cada que su vida marcha mejor que nunca, ese sujeto se aparezca. Era acaso que su Karma no era bueno, o porqué es que los dioses no le permitían ser simplemente feliz alejándolo de su vida para siempre.

- yo... no vine a incomodarte... en realidad yo... -

- cualquier cosa que tengas que decir no me interesa escucharla... – el chico raro cerró la puerta sin miramiento alguno. No quería... no quería volver a dar siquiera espacio para la duda, no quería tener que volver a luchar con su pasado... cuando siente que lo ha dejado ahí donde pertenece: en el olvido.

- Ji Yong... no se lo que quiero... solo se que no puedo dejar de pensar en ti... jamás he podido por más que he intentado... – sus palabras solo encontraron un interlocutor... la puerta inerte del departamento de quien ahora sabe, es el único amor de su vida... – lo siento... – con un nudo en la garganta y un vacío en el estómago que nunca antes había experimentado, el chico de ojos claros giró sobre su propio eje para marcharse de ahí. No debió venir en primer lugar. Había sido una estupidez hacerlo. Caminó hasta el ascensor, pulsó el botón y esperó a que las puertas se abrieran y lo pudieran llevar lejos para nunca volver... tal vez nunca volver.

Al mismo tiempo en que él entró al ascensor, el de a lado dejó sus puertas abrir para dar paso al gemelo, que con la vista perdida se encaminó a su departamento. Ninguno fue consciente de la presencia del otro, no se vieron, pero ambos sufrían por haber lastimado a la misma persona... a pesar de amarlo más que a nada en el mundo.

Ji Yong escuchó la puerta abrirse, sabía que era su novio, así que de solo saberlo el rostro se le iluminó... pero se puso serio en cuanto lo vio... se veía tan... ausente, triste, decepcionado.

- Jun Ho, amor, pasó algo en el trabajo... – tan inocente como siempre, el chico raro se acercó a su pareja para abrazarle y darle su apoyo en cualquier cosa que hubiera pasado y lo tuviera así. Cuando el gemelo sintió los cálidos brazos de su novio alrededor de su cuerpo, se tensó... – ¿qué tienes?

- na... nada... – apartó con delicadeza a su pareja, tratando de sonreír para no preocuparlo, pero... “mierda!” cómo podía ser tan ruin, cómo podía haber vuelto a su lado después de lo que acababa de hacer. De solo recordarlo quería que la tierra se abriera y lo tragara llevándoselo al mismo infierno que es donde su alma corrompida por la lujuria debe estar.... – estoy cansado, eso es todo... -

- cena entonces, para que te acuestes a dormir, mañana será un mejor día, ya verás... – sonriéndole como solo él lo hace, el chico raro trató de transmitirle un poco de su alegría, para aligerar esa carga que lo tenía visiblemente angustiado.

- no tengo hambre, gracias... – comenzó a caminar lejos de él, tratando de no llorar, de no gritar... de no decirle lo falso que era al volver a su lado esa noche... – mejor me ducharé para dormir, ¿vale?

- está bien... -

Jun Ho se encerró en la ducha por cerca de media hora, dejando que el agua fría que resbalaba por su desnudo cuerpo se lleve entre sus finos hilos transparentes la esencia de aquel que había marcado su cuerpo. Se sentía sucio, impuro, inmerecedor de las sonrisas de su novio “es que tengo el descaro de pensar en ti como eso... Ji Yong, cómo me equivoqué así”, de su preocupación... de ese pequeño ser que crece en el vientre de su pareja.

Talló su cuerpo casi con violencia, dejando algunas partes de su cuerpo irritadas por la fricción. Pero aún así, el dolor de haber engañado a su novio, la decepción de sí mismo, era mucho más fuerte que cualquier herida que pudiera haber causado en su piel, cosa que tampoco sucedió. Se vistió con el pijama y se fue derecho a la cama, donde Ji Yong ya le esperaba metido en las cobijas.

Realmente no quería dormir a su lado, pero si le dejaba solo ahora, lograría preocuparlo... e incluso que sospechara de él, y no quería... no quería ninguna de esas dos cosas. Se acostó a su lado, como todas las noches, el chico raro le abrazó de inmediato, recostando su cabeza en su pecho.

- buenas noches, Jun Ho... te amo... – alcanzó los labios de su pareja y dejó sobre ellos un suave beso.

El gemelo se sintió aun peor, y eso que pensaba que era imposible. Su pareja acababa de decirle las dos palabras más hermosas del mundo, pero que en ese momento fueron como puñales clavándose en su corazón, le dolían... le dolía saber que él también las sentía por su novio, pero que no había sido suficiente para no meterse con Keanu... pensando que era Min.

...................

Junsu y Yoochun habían salido al parque a pasear con sus hijos, llevaron a Shadow consigo, que por nada del mundo ese perro se pierde la oportunidad de salir. Además, EunBi y Yang Su-Chun tampoco lo dejaban en casa cuando se trataba de salir al Parque. Es que era súper divertido correr tras él, lanzarle trozos de ramas para que se las llevara de regreso, hacer burbujas y ver cómo saltaba intentando comérselas, entre muchas otras cosas. Y el YooSu era feliz con esas tardes, disfrutando de sus peques, de las locuras que les daba por hacer, de las risas mientras corrían de un lado a otro... hasta de las pequeñas lágrimas que escapaban cuando se raspaban una rodilla al caer.

Aunque claro, había que ser tolerantes con todas esas muchachitas y señoras que se acercaban a pedirles autógrafo o una foto con sus niños. Eso era lo único que les inquietaba un poco, aunque generalmente sus fans eran respetuosas y les dejaban a solas, claro que, sin dejar de tomar una foto o video a la distancia de la feliz pareja con sus hijos. Nada oficial, pero que sigue alimentando la mente de sus seguidoras. Por eso, comúnmente hacen esos recorridos todos juntos, raro es el día que lo hacen en parejas, como hoy.

.....................

El YunJae por su parte, había decidido quedarse en casa, Neul Jade había insistido en aprender a hacer Ddeok (dulces de arroz) y terminaron tratando de cocinar los cinco, el postre quedó delicioso, aunque la cocina hecha un desastre como siempre que sus hijos y novio decidían hacer de aquello una habitación de juegos. Pero eso sí, Jae no los dejó ir hasta que entre los cinco dejaron la cocina limpia, limpia. Bueno, más entre él y Yunho, que los niños salieron corriendo aprovechando la distracción de umma cuando appa le besó la mejilla.

- eres un padre consentidor, mira que distraerme para que se fueran... – el castaño oscuro fingió molestia, volteándole la cara cuando éste le hablaba, aparentemente ignorándolo.

- pero, mi vida, cariño, amorcito... – el moreno le hacía pucheritos a su novio, sus manos y las de su novio metidas en el agua (que están lavando los trastos)... – Boo, ¿te he dicho que te amo?

- no hoy... – el mayor lo volteó a ver con una sonrisa. Le encantaba que fuera así de tierno, de romántico y de juguetón con sus trillizos, lo adoraba por ser siempre tan especial, tan abierto.

- Te Amo, JaeBoo... – se encontraron en un dulce beso...

- umma ama a appa; appa ama a umma... – empezaron a canturrear los trillizos, dando saltitos alrededor de ellos.

- vamos, a bañarse, que están llenos de harina y no sé que tanto más... – el moreno tomó a los varones cargándolos a ambos, antes de que fueran a salir corriendo otra vez. Jae tomó de la manita a su hija, los cinco rumbo a la ducha.

Una hora después los trillizos habían caído rendidos durmiendo la siesta. Su novio se veía más hermoso y tierno acostado en una de las camas de sus trillizos, ya que eran más pequeñas por ser para niño. Aún así, no lo dejaron ir hasta que se quedaran dormidos, lo que pasó fue que ellos terminaron arrullándolo a él porque le acariciaban el cabello, y con lo cansado que está, calló en los brazos de Morfeo casi al mismo tiempo que sus pequeños. Tenía a la pequeña Jade recostada en su pecho, Sun Ho y Bae Jong, cada uno recostado a su lado, dejando su cabecita sobre uno de sus brazos.

- los amo... – besó la mejilla de cada uno de sus trillizos, y suavemente los labios de su Boo, viendo cómo sonreía entre sueños por su caricia.

Cerró con cuidado la puerta y se encaminó a su habitación, aprovecharía para echarle una mano a su novio con la ropa limpia que estaba sin doblar. En eso estaba cuando su novio apareció en la puerta, cerrándola despacio mientras le dejaba ver una sonrisa lasciva.

- ¿no estabas profundamente dormido?... – entre divertido y sorprendido por la presencia de su Boo, el moreno siguió acomodando la ropa en los cajones.

- no del todo... – el castaño oscuro le robó un beso apasionado, dejándolo atontado.

- Jae, ¿tienes ganas?... – el castaño oscuro asintió, mientras se sacaba la playera por encima de la cabeza... – pero... los niños, no podemos... – el mayor le sacó la playera, mordiéndose el labio inferior, acariciando su pecho con sensualidad.

- prometo no gritar... – luego llevó sus manos al pantalón del moreno, desabrochándolo con rapidez.

- pero Boo... – ¿cuántas veces han hecho el amor por la tarde con los niños en casa desde que nacieron?... Ninguna... – no deberíamos, pueden despertar, y venir... – pero su novio no escuchaba, y él no estaba precisamente negándose, puesto que ya se encontraba en ropa interior... – y vernos...

- he puesto el seguro... – respondió con una sonrisa, sus ojos llenos de deseo, se sacó sus pantalones. Empujó al moreno en la cama y sin darle tiempo a más, le sacó la ropa interior para meter su miembro en su boca y comenzar a succionar.

El moreno casi grita de placer con esa faceta tan dominante de su novio, normalmente se pone así cuando ya están sumidos en la pasión, pero en ese momento.... en ese momento ya no pudo pensar más, entregado por completo a la sensación de gozo que le recorría cada parte de su cuerpo. Se mordía el puño para que no se oyeran los gritos que intentaban escapar de su garganta, pero cuando supo que eso no sería suficiente, tomó uno de los cojines de la cama y se cubrió el rostro para amortiguarlos.

Se sorprendió cuando sintió un dedo en su entrada, pero su Boo seguía atendiendo su entrepierna, así que no tuvo tiempo de protestar, todavía en ocasiones, pocas, pero presentes, el castaño oscuro le pide ser el activo... y él no puede negarse, porque en realidad lo disfruta mucho.

Después de unos instantes, sintió que su novio le tomaba le abría más las piernas y se colocaba por completo al medio, introduciendo lentamente su erección en su interior. El moreno apretó los puños al punto de dejarse los nudillos blancos, estaba siendo más rápido que en otras ocasiones, y eso dolía un poco. Pero cuando hubo ocupado su interior por completo, se dedicó a besarlo fogosamente, dejándole sentir el fuego que corre por su sangre. Sintiendo su ardiente piel contra su pecho, cuando empezó a embestirlo, fuerte, profundo, con un ritmo salvaje que nunca antes había mostrado.

No era el Jae tiernamente apasionado de siempre... pero no podía negar que le gustaba, que lo estaba disfrutando. No mucho después sintió que su novio se corría en su interior, dejando escuchar un gemido ronco en su oído, mismo gemido que no pudo callar él, cuando el cuerpo se le tensó producto del orgasmo.

....................

- umma... – la pequeña Jade movía a Jae para que despertara.

- qué pasa, princesa... – el castaño oscuro parpadeó somnoliento. ¿Se quedó dormido con sus peques? Que bárbaro, ¿tan cansado estaba?

- umma, no me siento bien... – su pequeña no lucía enferma... pero, se veía, como si estuviera cansada o débil.

- que te duele, amorcito... – el castaño oscuro le tocó la frente, pero no era fiebre, así que esperaba que su hija le dijera lo que sentía.

- ¿umma, dónde está appa?... – Sun Ho también se había despertado ya, y se sintió ligeramente extraño. Algo le hacía sentir triste, pero no sabía qué...

- debe andar por ahí, cariño. Jade, qué te duele princesa... -

- me siento... triste... -

- también yo... – acompañó Bae Jong. Los tres con sus caritas ligeramente pálidas.

- tristes... ¿pero porqué? Estamos todos bien, no ha enfermado nadie... – el castaño oscuro los abrazó fuerte a los tres, sintiendo cómo comenzaban a sollozar de la nada... aparentemente... – hey, mis niños hermosos, qué les pasa... – el mayor se sintió un poco asustado por eso, no entendía porqué sus hijos de pronto habáin despertado con esa sensación y lloraban entre sus brazos.

- vamos con appa, umma, queremos estar todos juntos... -

....................

El moreno tenía los ojos cerrados, recostado sobre la cama respirando con mas normalidad, hace rato que su novio había salido de su interior, pero... ¿dónde se habrá metido que no está recostado sobre su pecho como cada que terminan de hacer el amor? Abrió los ojos mirando por todos lados en la habitación, pero él no estaba. Se levantó, fue al baño a lavarse y cambiarse, cuando escuchó la puerta de la habitación abrirse.

- ¿Yunho?... – escuchó la voz de su novio, sonriendo todavía satisfecho por la pasada entrega, el moreno salió del baño con el pecho descubierto y descalzo.

- JaeBoo estuviste... – toda palabra quedó a medio camino. Su novio llevaba a Jade en brazos y sus dos pequeñines corrieron a abrazarse a sus piernas mientras lloraban con mucho sentimiento... - qué les pasa, ¿eh?... – se agachó para poder abrazarlos al mismo tiempo. Jae estaba de pie ante ellos, con la pequeña llorando también entre sus brazos.

- appa, no nos vas a dejar nunca, ¿verdad?... – cuestionó entre sollozos Sun Ho.

- pero qué cosa dices, porqué crees que yo querría dejarlos, eh, si son mi vida... -

- ¿amarás a umma siempre?... – preguntó esta vez Jade, sacando su rostro del cuello de su Boo.

- pero por supuesto que sí... – ni Yunho ni Jae entendían de qué iba de pronto todo ese sentimiento, ese temor infundado... – umma y yo nos amamos y nos amaremos para siempre, pequeños. Después de eso, los cinco se acostaron otra vez en la cama, hasta que los trillizos se quedaron dormidos nuevamente en medio de los dos.

- desperté y dijeron que se sentían tristes, pero no entiendo porqué Yunnie... – el castaño oscuro acariciaba tiernamente los cabellos de su hija... – me quedé con ellos un rato, pero no paraban de llorar y me asusté...

- ¿despertaste con ellos?... – preguntó confundido... cómo que despertó con ellos, si acababan de....

- sí, puedes creer que me quedé dormido, creo que estaba mas cansado de lo que esperaba... -

- ¿Boo?

-¿ mh?

- no viniste antes... ¿antes de que despertaran?

- no, porqué... -

- por... por nada... – “¿entonces, con quién hice el amor apenas hace unos minutos?”


continuará.....

ADVERTENCIA: Lemon

CAPÍTULO 6: ¿TRAICIÓN, INFIDELIDAD? (Parte 2)

*****

Eros golpeó con fuerza la pared en su habitación, dejando una bolladura que importaba en absoluto, algunas gotas de sangre aparecieron en sus nudillos, pero inmediatamente sanó por sí mismo. Los pequeños eran su apremiante preocupación ahora, pudo sentir cómo los trillizos entristecían al tener una vaga conciencia de su doble divinidad. Los estaba debilitando por permitir que Anteros tomara control sobre su cuerpo y sus acciones... y eso no era lo que quería, no en realidad. Acaso no le bastó con la culpa de Jun Ho, que permitió que lo repitiera con el moreno.

- y sin embargo, tomaste la forma de JaeJoong porque sabías que de ninguna manera te aceptaría con esta apariencia... – observó su reflejo en el espejo frente a la cama... – tengo un problema... ¿cómo separo a un géminis?

..............

- está todo muy callado, no crees... – Junsu y Yoochun llegaron a la casa, encontrándose con un silencio que incluso llenó el hogar con cierta sensación de frío, de ese tipo que sabes no es por el clima, sino por algo que sucede dentro de esas paredes...

- los trillizos deben estar dormidos, mira que nuestros peques también cayeron rendidos... – el pelinegro llevaba a Yang en sus brazos, y el castaño a EunBi, ambos niños profundamente dormidos.

- ¿pero Jae y Yunho?... – subieron las escaleras rumbo a la habitación de sus nenes para dejarlos en sus camas para que descansen mejor que andar en brazos... – ¿y Keanu?

- ahora averiguamos, porqué estás tan preocupado, Su... -

- es que... no sé Chunnie, no sientes como que las cosas en esta casa están muy diferentes desde hace unos días... -

- Susu ah, las cosas en esta familia nunca han sido exactamente iguales, siempre cambian... – cerraron despacio la puerta, y luego decidieron echar un vistazo en la recámara de los trillizos, donde no se encontraban... – deben estar con Jae y Yunho... – y ahí, durmiendo en la cama del YunJae, estaban los cinco... – ves, no hay nada de qué preocuparse, delfín.

- sí, lo sé, es solo que me extraño cada que la casa está en silencio, creo que me acostumbré a que los niños no daban tregua para el descanso, y hace unos días que duermen más que antes... ¿será eso normal? – el pelinegro lo abrazó por la espalda, andando así hacia la habitación.

- llamamos a su pediatra si quieres, así te quedas más tranquilo... – le dejó un beso en el cuello. Y luego sus manos se colaron bajo su ropa, acariciándole el vientre sugestivamente.

- ay Chunnie, que pervertido eres... – sonriendo, el delfín le tomó las manos y las sacó de esa nueva guarida que habían encontrado bajo su ropa... – quiero darme un baño.

- te acompaño... – su novio se giró para quedar de frente a él, le dio un beso que empezó tierno como siempre, pero que rápidamente aumentó de intensidad... –

- tengo hambre, se bueno y prepárame algo de cenar, ¿sí?... – carita de niño bueno.

- tú tienes la culpa de que yo siempre quede como el pervertido, me provocas siendo tan irresistible... – el delfín contuvo la sonora carcajada que le provocaba el puchero que su novio le estaba poniendo... - me entran ganas y luego... – hizo un gesto melodramático que a ambos les dejó claro que la actuación no era su fuerte en realidad... - me mandas a cocinarte algo... -

- te compenso esta noche, ¿sí?... – Junsu amplió más su sonrisa, lo volteó para que fuera escaleras abajo y le dio una nalgada.

- ¡oye! Las mías no están como las tuyas... – Yoochun se cubrió con las manos el trasero. ¿Desde cuándo a su novio le daba por hacer esas cosas? – si las magullas luego no te quejes, eh.

- cena, cena, cena... – y despareció tras la puerta de su habitación.

- ahora, a éste que le picó.... – como sea, se fue derechito a la cocina, pero como tiene cero ganas de preparar nada, se puso a revisar en la heladera a ver qué había para recalentar y satisfacer el apetito de su pareja.

...................

Anteros percibió el deseo transpirando por cada poro en el ratón, y su pasión se encendió nuevamente, intentando retomar la conciencia de la mente y el control del cuerpo de su hermano.

- no... – pero Eros se oponía a su regreso... – no otra vez... – el dios del amor sentía ese fuego interno que aviva su propio deseo de sentirse libre, de dejarse llevar por las bajas pasiones... – basta... – se llevó una mano a la cabeza, presionándose las sienes, como si con eso pudiera controlar esa doble personalidad en que se convirtió al unirse a su hermano, transformándose en un géminis.

..................

Yoochun terminó de colocar los platillos de la cena de su querido delfín en una bandeja, había pensado que sería un gesto romántico llevárselo a la habitación. Aunque, eso funcionaría mejor si su novio fuera a despertar, no? En fin, lo único que quería era hacer lo que le nacía y punto. Iba a tomar la bandeja para subir a la habitación cuando...

- deja, cenemos aquí... – la voz del castaño lo interrumpió.

- arruinaste mi sorpresa... – le dijo con un puchero.

- pero yo no quiero que arruines la mía... – le susurró al oído con ese tono de voz que logra que el ratón no piense en más nada que hacerlo suyo.

Yoochun no dijo más, lo atrajo hacia su cuerpo tomándolo de la cintura, oliendo el aroma de su cabello, acariciando la suave piel de su cuello, sintiendo complacido cómo se le erizaba el vello bajo sus dedos, disfrutando de esos suspiros casi inaudibles que escapaban de sus labios entreabiertos, consiguiendo con su toque que Junsu cerrara sus ojos para deleitarse con sus caricias.

- Chunnie... – murmuró con el corazón latiéndole violentamente en el pecho. Desde que lo hicieron después de la reunión familiar, ambos han sentido más pasión entre ellos, sin poder contener el deseo de ser uno apenas si tienen un poco de privacidad, como ahora... – vamos arriba... -

Micky sonrió ampliamente, le tomó la mano y literalmente, subieron corriendo hasta encerrarse en su habitación.

...................

Keanu estaba recostado en su cama, los ojos cerrados, sus brazos extendidos, su cuerpo cubierto de sudor y la respiración agitada. Controlar a Anteros lo había agotado, pero había conseguido contener su personalidad en un rincón de su mente.

- estoy en un serio problema, la próxima vez tal vez no lo consiga... debí pensar antes de permitirle fusionarse conmigo... mi madre debe estar que trina de coraje... – se permitió bromear un poco al respecto. Pero inmediatamente su sonrisa desapareció... – no puedo ir al Olimpo, tampoco se cómo dividirnos nuevamente, siempre esperaba a que simplemente se cansara, pero... esta vez no solo dudo que se canse pronto, sino que está decidido a meterse con todos ellos... ¿cómo separo un géminis?

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Cuando Yunho abrió los ojos y vio a sus pequeños aun durmiendo en medio de él y su Boo, la misma duda del día anterior le asaltó. Cómo era posible que su novio dijera que no había ido a la habitación antes de llegar con sus críos, si habían hecho el amor... de una forma muy apasionada cabe mencionar, pero... bien, había notado algunas diferencias en la entrega, pero... de ahí a que hubiera estado con alguien más es simplemente imposible, es decir, ¡era su Boo!

Aún si Ji Yong, único chico que conoce y que tenga un impresionante parecido con su novio, hubiera estado en la casa, no lo habría confundido, hay bastante diferencia entre ellos ahora, el corte de cabello para empezar, y sobre todo ese bulto en la tripa que no pasaría desapercibido a la vista, y menos desnudos. Pero bueno, que tampoco es el caso de que deseara nada con el chico raro, solo estaba tratando de comprender lo que pasó.

Tampoco podría decir que fue un sueño... había quedado cierta sustancia espesa en su torso y en su interior como para que hubiera sido todo una fantasía de su mente. Y él no es ciego, vio perfectamente a su novio cuando entró en la habitación, cuando comenzó a desnudarse y a desnudarlo a él...

- ¿con quién demonios estuve?....

..................

Quinto Mes de Embarazo.

Una mañana más despertando a solas. Un día más en que el lado de su cama está vacío y frío... igual que el departamento. Ji Yong se levantó con ese sentimiento de incertidumbre de cada amanecer desde hace un par de semanas. Jun Ho casi no estaba en casa, llegaba tarde y se iba muy temprano, apenas si lo veía o sabía que existía. Estaba distante y al parecer desinteresado de su persona, y eso duele... pero duele más el pensar que es su hijo el que no le importa, apenas si le llega a llamar por teléfono para saber cómo se encuentra o si necesita algo, pero con un tono de voz que desconoce, frío, ausente, casi como algo mecánico.

No se quería cuestionar lo que pasaba o el porqué de la actitud de su pareja, pero... era empresa imposible conseguir aquello cuando de la noche a la mañana tu novio, el amor de tu vida, el padre del hijo que llevas en el vientre, cambia radicalmente su forma de ser. Le sonríe apenas en gestos que se ven claramente forzados, le evita la mirada lo más que puede, se acuesta con él pero cuando cree que ha dormido sale de la cama y se va a dormir al sofá. No ha despertado a su lado desde entonces, no le besa, no le acaricia, habla lo mínimo indispensable con él. Cuando intenta entablar conversación siempre lleva prisa por irse al trabajo o dice que está muy cansado y quiere dormir... aún si es por teléfono son escasos los minutos que le dedica y solo para preguntar si no ha tenido problemas por el embarazo o si necesita algo.

No quiere pensar que él tenga a alguien más, pero... parece tan claro por su actitud. Si bien nunca llega oliendo con ninguna otra colonia, ni masculina ni femenina, tampoco es que sus cuentas financieras estén diferentes, es decir, no está gastando más de la cuenta. Sí, lo admite, investigó un poco, solo un poco, porque aunque tuvo la idea de contratar a alguien para que lo siguiera, por dios! Eso ya era demasiado de película, además, quedaba todavía lo más lógico: hablar. Si tan sólo él se lo permitiera, pero también acepta que eso le da temor, que si terminan discutiendo, que si termina escuchando lo que menos quiere.

Tuvo que ir solo a la revisión del mes, se preguntaba si para la segunda ecografía Jun Ho le acompañaría o si su historia juntos llegaría al final. La Dra. Notó su estado de ánimo y le pidió que no se dejara quebrar por cualquiera que fuera la situación por la que atravesaba. Había perdido peso y eso no era bueno en su estado, le recordó que en esos momentos, por cruel que sonara, lo más importante para él debe ser su propio estado de salud ya que es el de su hijo, ese pequeño que crece en su interior y que siente todo lo que él. El chico raro volvió a casa no menos triste que antes, pero si decidido a seguir adelante por su bebé... aún si Jun Ho llegaba a faltar un día.

..................

Día de concierto en la ciudad.

Faltaban horas para el evento, pero igual ya todos estaban comenzando a prepararse, Yoochun fue a vestuario para la última prueba, pero Joo-Eun le pidió que esperara solo un poco, le habían llamado de emergencia. Mientras aguardaba por el regreso de la chica, el pelinegro se puso a mirar entre los trajes, recordando cada etapa como parte del grupo, las emociones en el escenario, la entrega en cada concierto, la diversión en los shows, la serie de cosas que salían en la prensa, cada escándalo con alguna supuesta novia. La de veces que el delfín le reclamaba por alguna foto en la que salía a lado de alguna chica, siempre tan celoso, haciendo sus pucheros infantiles porque creía que lo cuerneaba. Y él siempre le decía lo mismo:

- me pego un tiro antes que mirar siquiera a otra persona con los ojos con que te veo a ti, te amo, Susu ah... -

Y esas palabras bastaban para que se le bajaran los celos a su novio. Que culpa tenía él de que aprovecharan cualquier oportunidad para fotografiarlo a lado de alguna chica; es decir, ni modo que no saludara a las muchachas en la disquera o en algún programa de tv o radio, él no es maleducado, y claro, no siempre eran saludos de mano y nada más, o una reverencia. No, habían chicas que se atrevían a besarle la mejilla y hasta abrazarlo, y claro, luego tenía que andar desmintiendo rumores o esperar a que pasaran de largo... excepto para su Junsu.

- en qué piensas... – el castaño le susurró al oído, erizándole el vello con su aliento. Ni siquiera lo escuchó al entrar, menos sentirlo mientras se acercaba a él a sus espaldas.

- en ti, como siempre... – el ratón se giró para toparse con un endiabladamente sexy delfín, con ese conjunto que usara durante su solo “my page” que resaltaba cada uno de sus atributos, particularmente su trasero...

– grandiosa la idea esta de un concierto de memorias de Dong Bang Shin Ki, ¿no? – el castaño se pegó al cuerpo de su ratón, friccionando sus caderas contra él. Yoochun gimió ronco.

- mmhhh... Su, Joo-Eun no tardará en volver... – lo apartó suavemente de su cuerpo. Con lo fácil que se prende últimamente.

- yo la vi muy ocupada, seguro sí tarda... – besó los labios del ratón con una pasión que fue imposible detener lo que continuó.

.................

- Yang, deja eso ahí... – Junsu le quitó a su hijo un aparato que no estaba seguro de lo que era, pero definitivo no era un juguete y no era propiedad de su pequeño... – qué te he dicho sobre no tomar las cosas que no son tuyas...

- umma, estoy aburrido... – el pequeño hizo un puchero. Junsu suspiró... -

- lo sé, bebé, pero tus abuelos no tardan en llegar, y tú deberías estar jugando con Sun Ho y Bae Jong, porqué no estás con ellos, se han peleado?... -

- no... pero, no tienen ganas de jugar... -

- que raro... – el castaño buscó a sus amigos entre la gente del staff, todos de un lado a otro haciendo su parte correspondiente. Vio a Jae y Yunho conversando con el jefe de staff y con ellos, sus tres pequeños, pegados a ellos. Ahora que lo piensa, hace días que los trillizos tienen un ánimo decaído. Incluso fueron al pediatra, pero éste no pudo explicarse tampoco el estado de los pequeños, no quiso medicarlos porque no había un signo físico para recetarlos; así que simplemente les pidió que siguieran al tanto de ellos, para ver si mejoraban en un par de semanas, de lo contrario iniciar una serie de estudios médicos y psicológicos para encontrar el motivo de esa tristeza.

- Junsu, hijo... – la Sra. Kim llegó hasta ellos, acompañado de su esposo... -

- mamá, papá, que bueno que llegaron, les agradezco mucho que hayan venido para ayudarnos a cuidar a los niños... – el castaño abrazó a sus padres, sonriéndoles agradecido.

- pero si sabes que es un placer para nosotros... – el Sr. Kim abrazó a su sobrino, que le sonreía contento.

- ¿y la pequeña EunBi?... – cuestionó su madre.

- aquí... – Kohei llegó hasta ellos, con la niña en brazos... -

- me ayudaba a cuidarla mientras llegan... -

- ¿Y Yoochun?.... – su madre la tomó en brazos...

- en prueba de vestuario, no debe tardar.... -

- Junsu, has visto a... ¿Min?... – preguntó el moreno recién acercándose a ellos... – buenas tardes Sres. Kim... – reverencia de saludo.

- buenas tardes, hijo... – correspondieron los señores.

- no lo he visto... – dijeron al unísono Junsu y Kohei.

- bueno, compermiso... – el moreno se retiró porque aún tenían cosas que hacer. Sus padres tampoco deben tardar en llegar, para apoyarlos con los trillizos, que son con ellos y con los padres de su Boo, con los únicos que aceptan ir si no están a su lado.

..................

El castaño tenía sus manos apoyadas en la pared, mientras su novio lo embestía profundo a su espalda, sujetándole las caderas con fuerza para darse mayor impulso y tener mayor placer. Junsu no solía pedir posturas, pero ésta vez lo había hecho de forma tan sensual y lujuriosa, que el ratón no había podido negarse. El delfín gemía cada vez más ronco...

- aahhh... Su, necesito verte... – el pelinegro desaceleró sus embestidas, recibiendo un gemido inconforme de parte de su pareja... – sabes que me encanta verte mientras lo hacemos... – salió despacio de su interior y lo giró para quedar de frente, le tomó las piernas y las colocó en su cintura...

- ¡solo sigue!... – ordenó con voz excitada el castaño, moviendo sus caderas salvajemente contra las del ratón, que quedó un poco confundido con la reacción de su novio, él no solía ser así, siempre le sonreía y le decía ratón pervertido, o algo. Era, a pesar de la pasión con que se entregaban, tierno, pero en ese momento era fuego puro... – mmhhh, aahhh... así Yoochun, así....

¿Yoochun? Desde cuándo le llama por su nombre cuando hacen el amor. Al diablo, lo está haciendo delirar de placer, y le regala esa expresión de gozo como si fuera la primera vez que están juntos, gemidos roncos descontrolados, los ardientes besos que no para de darle, el calor de su cuerpo más abrasador que nunca. Su erección atrapada entre ambos... no mucho después se corrieron casi al mismo tiempo, primero él y a los segundos Junsu. El castaño bajó sus piernas e inmediatamente se limpió los restos de su semilla en su torso.

- tendré que darme un baño ahora... – comentó el pelinegro con una sonrisa más que satisfecha. Ambos vistiéndose rápido por si alguien llegaba... -

- también yo... – se colocó el chaleco y se dirigió de inmediato a la puerta... – estuviste genial... – y sin decir más salió de ahí.

- y luego dice que yo soy el pervertido, mira que venir a provocarme y dejarme así nada más, casi me siento utilizado... – en cuanto estuvo decentemente vestido, Joo-Eun apareció en la puerta.

- perdona la tardanza, todo mundo anda muy nervioso, casi parece el primer concierto del grupo...

...............

- abuela... – la pequeña EunBi miró a la Sra. Kim con los ojos vidriosos.

- qué pasa, nena... -

- no me siento bien....

- tampoco yo... – secundó su gemelito...

- les duele algo, el estómago o qué es lo que sienten... – el Sr. Kim les tocó la frente, pero no había rastro de temperatura, tampoco estaban resfriados ni habían comido muchos dulces o comida en mal estado o en exceso como para pensar en una indigestión.

- quiero... – los dos comenzaron a sollozar... – quiero a mi appa...

- y a umma... – después de eso, los dos pequeñines comenzaron a llorar desconsoladamente.

...................

- Min... dónde andabas, casi mandaba a medio mundo a buscarte, en cinco minutos hacemos prueba de sonido... – le dijo el líder apenas vio a Keanu... –

- ya estoy aquí, líder... – con una enorme sonrisa, el chico le palmeó la espalda.

- Junsu, querido... – los Sres. Kim llegaron con los gemelitos llorando entre sus brazos...

- qué pasó... – en cuanto estuvo a lado de sus padres, sus hijitos estiraron sus brazos hacia él...

- no lo entendemos, estaban tranquilos y de un momento a otro dijeron que se sentía mal y comenzaron a llorar... -

- ya, mis niños, qué les pasa, ¿les duele algo?... – el castaño tomó a EunBi, mientras que Yang insistió en que su abuelo lo soltara y se abrazó a sus piernas, aún sollozando.

- ¿dónde está appa?... – preguntaban los pequeñines.

- ¿Su? ¿Qué tienen?... – el pelinegro llegaba apenas, sorprendiéndose con la escena, su novio sentado en el suelo con sus gemelos en sus brazos. Toda la gente alrededor no podía evitar observar curiosos, preocupados y conmovidos. Jae y Yunho se preguntaban qué era lo que pasaba, que ahora hasta los hijos del YooSu estaban como sus trillizos.

- no lo sé... – el castaño estaba tan sorprendido y asustado como su pareja... y recordó lo que pasaba con los trillizos del YunJae... y se preocupó aún más...

- appa... no dejes nunca a umma, por favor.... – le pedían con tono suplicante los gemelitos. Descolocando a sus padres como los trillizos con sus propios hijos pasaran.

- Yang, EunBi, porqué piensan eso, umma y yo estaremos siempre juntos.... – les susurró, tampoco quería dar un espectáculo delante de todos, no que le importara lo que dijeran de él, solo quería proteger a su familia de escándalos innecesarios, de morbo alguno.

Lo siguiente pasó demasiado rápido y extraño para todos los que presenciaron el acontecimiento.

Jae y Yunho se habían acercado con sus trillizos hasta sus amigos y los gemelos, con la intención de cancelar el concierto si era necesario para llevar a los niños a casa y consolarlos tranquilamente. Cuando los cinco pequeños estuvieron juntos un fuerte viento los rodeó y sus miradas se dirigieron sin reparo hacia Keanu, quien estaba a unos tres metros de distancia solo observando.

Vieron en él a Anteros en su apariencia divina, supieron entonces que ese sujeto era el causante de la tristeza que los invadía, no sabían claro la magnitud de los motivos de dicha tristeza. Pero eran conscientes ahora de que esa nueva persona que estaba detrás de la apariencia del hermanito Min, debía irse para sentirse mejor.

No supieron exactamente cómo, pero dejaron fluir esa sensación que los hacía sentir mal y entonces Keanu se dobló de dolor, dejándose caer de rodillas, sujetando con fuerza su cabeza. Los más cercanos a él corrieron a socorrerlo.

- ChangMin, ¿qué te pasa?... – pero el menor no era capaz de responder, podía sentir cómo esos pequeños intentaban sacarlo a la fuerza de ese cuerpo, pero no quería, no aún. Además, Eros también se estaba oponiendo a que se desprendiera de su mente y cuerpo.

Los chicos estaban en shok, se dieron cuenta sin embargo que sus hijos no sacaban su vista de Keanu, y pensando que tal vez estaban asustados porque nunca han visto a nadie sufrir así, optaron por sacarlos del lugar. En cuanto los niños dejaron de mirarlo el efecto que ocasionaban sobre él desapareció. Y pudo entonces volver a respirar, el dolor desapareciendo lentamente.

De cualquier manera, el concierto se pospuso para nueva fecha porque Keanu siendo Min, fue llevado a un hospital a revisión. Mientras que los muchachos habían simplemente regresado a casa, sus pequeños se habían quedado dormidos, como solían hacer últimamente. Y eso los preocupaba aún más.

..............

En el Olimpo....

- eso fue muy peligroso... -

- lo sé, Atena, pero... no podemos hacer gran cosa ahora, excepto ayudar a Zeus a contener aquí a Hera y sus hijos... -

- siento que mis hijos estén causando tantos problemas, cuando se supone que debía ser una ayuda la presencia de Eros en esa casa...

- las cosas así tienen que pasar, responsabilizándote por lo que tus hijos hacen, no nos da ninguna ayuda, Afrodita... -

- lo sé... – las tres diosas miraron por la Fuente de los Espejismos... – hay una sola forma en que Anteros puede separarse de Eros sin que lo maten esos pequeños sin querer....

- ¿y Eros la conoce?... – cuestionó la diosa de la sabiduría, visto que han observado que el dios del amor se ha cuestionado al respecto.

- sí... pero Anteros ha bloqueado ese pensamiento en su mente... Eros no es débil, pero está tan confundido, que no ha sido capaz de controlarse a sí mismo...

- pues valdrá más que demuestre que no es débil, porque no esto no puede seguir así. Esos pequeños han descubierto que si dejan fluir sus emociones se sentirán mejor, esta vez puede decirse que es por una buena intención, solo protegen a sus padres del engaño de Anteros al tomar la apariencia de los muchachos para satisfacer sus deseos de pasión desenfrenada.... – señaló Démeter, la diosa también comenzaba a lucir cansada, como su hermano Zeus.

- pero siendo unos niños, si continúan haciendo eso, podrían llegar a lastimar a otras personas, niños incluso, sin darse cuenta, si alguien los hace sentir mal, o enojar, ellos responderán como lo hicieron con Anteros. – Atena tomó un pergamino más... – no podemos ir a la Tierra ahora, quedamos atrapadas por la batalla que han comenzado ya Zeus y Hera... -

En lo alto resonó un relámpago que atravesó con furia el oscuro cielo del Olimpo. En el templo principal, dos dioses se disputaban el control de la casa de los dioses.

................

- esto ya no es nada normal, mañana mismo llevamos a los niños al médico, me dolerá verlos sometidos a vaya saber dios que tantos estudios, pero prefiero eso a seguir observándolos comportarse así de la nada... – el moreno abrazó a su novio, ambos viendo a sus trillizos dormir, al parecer, plácidamente en su habitación.

- iremos los cuatro, nosotros también llevaremos a los gemelitos, antes de que la cosa pueda empeorar... – Yoochun y Junsu acababan de cerrar la puerta de sus pequeñines y no habían dudado en tomar la misma decisión que sus amigos.

...............

- lo he recordado... – Eros estaba internado en la clínica, lo habían dejado para observación y por mera medida preventiva. Claro que, no iban encontrar mal alguno en su persona. Sin embargo, no podía irse así como así, aún tenía que hacerse pasar por Min, si bien en ese momento solo ha conseguido tal vez rumores o escándalos innecesarios sobre la salud del menor del grupo. En fin, lo importante es que acababa de recordar la forma segura en que Anteros podía abandonar su mente y cuerpo sin que los pequeños le quiten la vida en el proceso.

..................

- Jun Ho... estás muy callado... – ambos estaban sentados en el comedor, cenando en medio de un silencio muy incómodo.

- lo siento, es que no tengo nada qué decir... – el gemelo trató una vez más, de sonreírle, pero como cada que lo intentaba, solo conseguía una mueca que mas parecía de fastidio.

- Jun Ho.... ¿ya no me quieres?... – el chico raro ya no lo podía soportar más, necesitaba saberlo, quería indagar si aún tenía el sustento emocional de su pareja, o si definitivamente tendría que comenzar a pensar en una vida de “umma” soltero.


Continuará....

3 comentarios:

  1. ohhh no, pobre de los muchachos, definitivamente eso de quedae en medio de las disputas de los dioses es una cosas seria... U_U...

    Ahora que pasara con cn el chico raro y el gemelo?

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  2. ¿TRAICIÓN, INFIDELIDAD? (Parte 1)
    Anteros que desgra eres mira ahora por la culpa que siente Junho se esta alejando de Ji Yong estas alejando a la pareja waaaaaaaaa!!! TToTT que cruel waaaaaaaaaa!!! TToTT xDDDDDDDD me mato el YunJae, Yunho que no se da cuenta que no es Jae el que esta de Seme xDDDDDDDD pero que bueno que así le excito mas xDDDDDDDD

    ¿TRAICIÓN, INFIDELIDAD? (Parte 2)
    Ala gran!!! Ahora fue con Yoochun woooooooooooow!!! pero los niños ya se dieron cuenta de lo que esta pasando, wooooooooooow!! Como son Deidades pueden ver las personalidadades de Anteros en el cuerpo de Eros xDDDDDD pobre los niños como están sufriendo por todo lo que esta pasando

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  3. OH POR DIOS Jae de Seme *muere* ahhh esos niinoss! son tan geniales spero qe no les pase nada malo, pero asi pierde emociion laa trama vdd? mm interesantee! :D

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”No me quejo si alguien que ha leído el libro lo encuentra aburrido, absurdo o despreciable, ya que yo tengo una opinión similar sobre sus comentarios.”
J.R.R. Tolkien