miércoles, 7 de abril de 2010
DESTINY *O* cap 1 y 2
Título: DESTINY
Autora: Felina
Género: Romance, Comedia, Drama
Advertencia: Lemon
Universo Alterno
Parejas: YooSu, YunJae, MinxMizuki
Resumen: Park Yoochun conoce al amor de su vida en un joven de nombre Kim Junsu que cambiará incluso su manera de ver los sentimientos…
Advertencia: Lemon (Yaoi y Hetero)
**DESTINY**
CAPÍTULO 1. CONOCIENDO LA CIUDAD
*************
Park Yoochun es uno de esos jóvenes que desde la cuna tenía el futuro asegurado, bastaba con pedir para que lo que deseaba le fuera entregado, cualquier capricho que tuviera le era concedido… aún así, era en realidad un chico de 26 años con buenos sentimientos, amable y caritativo... y era su seductora personalidad la que solía dar una impresión diferente de su persona, como fuera, había aprendido a lidiar con las críticas, ignorándolas comúnmente.
Sus padres dirigen aún los negocios familiares, pero han advertido ya al primogénito que en unos meses tomará lugar como Presidente de una de las empresas más importantes… lo que implica, sentar cabeza, por tanto, disfrutar su soltería antes de “echarse la soga al cuello”…
Yoochun tiene dos grandes amigos, los únicos que se atreve a decir son verdaderos, por quienes metería las manos al fuego, y sabe harían lo mismo por él… ellos son…
Yunho… muchacho de 27 años que conoció hace algunos años en la Universidad, de familia acomodada pero sin gran presencia económica. Y Jaejoong… también tiene 27 años, hijo de los mejores amigos de los padres de Yoochun, los Sres. Kim, socios de los Sres. Park en otra empresa multinacional, los muchachos se conocen hace cerca de 10 años, cuando aquélla alianza empresarial iniciara; son los mejores amigos.
Yunho y Jaejoong son novios desde hace unos cinco meses, aunque se conocen de años atrás; fue en último año que ellos comenzaron a flirtear y celarse, hasta formalizar su relación. Jung Yunho es físicamente muy atractivo y varonil, de personalidad firme y emprendedora, ojos cálidos, sonrisa pícara, tez morena, alto y romántico. Kim Jaejoong también es atractivo, con rasgos finos y nívea piel que contrasta con sus lacios cabellos oscuros, personalidad sensualmente juguetona. Y aunque el moreno ha propuesto al pelioscuro vivir juntos, su novio ha desistido de su tentadora oferta porque no se siente listo para dar ese paso. Se quieren? Sí… pero amarse… para ello tal vez aún falta algo más.
…………………………………
Departamento de Yoochun
El chico de cabellos negros, cuerpo atlético, atractivo, ojos oscuros y alto; se encontraba ahí en compañía de sus amigos por una razón en específico…
- entonces ya es un hecho, ya tienen fecha y todo… - Yunho llegó con las cervezas que tomara de la nevera en la cocina…
- sí, mis padres insistieron en que ya estoy en edad de sentar cabeza, y Yu Lin estuvo más que encantada de fijar fecha… - el pelinegro tomó un largo trago de la cerveza que su amigo le acababa de entregar…
- pues no pareces muy contento con la idea de casarte, Yoochun… - Jae era un tanto más perceptivo, y sabía que a pesar de lo que su amigo pelinegro dice, no será feliz casándose con su prometida…
- no es que no esté contento, es que así siento que me presionan para tomar las decisiones, yo se lo hubiera pedido en un futuro no muy lejano… - termina su cerveza, demasiado rápido para gusto de sus amigos… - he decidido que quiero espabilar un poco antes de que la fecha esté tan cerca que solo se hable de ello…
- ¿y cómo pretendes hacer eso?... – cuestiona intrigado el moreno…
- me iré de viaje unas semanas…
- a dónde… - el pelioscuro enarca una ceja un tanto preocupado…
- aquí, allá, iré a donde se me antoje, al fin y al cabo tengo dinero para eso y más… - para el YunJae quedó claro que lo que su amigo intentaba era huir de lo inevitable… su boda, a efectuarse en poco más de dos meses…
***************
Cuando se va por el mundo esperando pensar lo menos posible en ciertas cosas, hombres como Yoochun terminaban por visitar lugares exóticos, con poca civilización o vistas demasiado turísticas… paseaba entonces por destinos llenos de cultura y un toque de misterio… y ésta parada, podría traerle lo que más necesita en la vida sin darse cuenta de ello.
Era una playa paradisíaca en una Isla del Caribe con poca atracción turística. Poblada por pequeñas aldeas con costumbres particulares y una cultura latina rica en historia. Desde que llegó, un guía turista que le acompañara desde Miami, se encargaba de mostrarle todo lo que los nativos compartían con el extranjero. Incluyendo la historia de un muchachito peculiarmente diferente a ellos en raza, color de piel y lengua… un joven que vivía en el extremo de la Isla en una pequeña choza levantada por quienes fueron sus padres y que murieran hace años por un mal que adjudicaban a demonios según sus creencias…
- dice que se parece mucho a ti, que tal vez tú puedas comunicarte con él… - el guía traducía todo lo que el Jefe de la Aldea le relataba sobre ese misterioso joven… - que nos llevaran hasta el lugar si lo deseamos…
- pues vamos… - aceptó el pelinegro, porque era como una aventura de película que poder contarle a sus amigos al volver a Corea…
Caminaron largo trecho por la selva entre caminos escarpados, los sonidos de la naturaleza eran una melodía exquisita para el oído, y el olor de su flora era un recuerdo agradable, y la vista de su fauna una exclamación de sorpresa y admiración que guardar en la memoria. Cuando finalmente arribaron al lugar indicado, solo pudo ver la silueta de una persona esconderse tras los árboles y correr presuroso hacia una choza que emulaba a la perfección el reflejo de una cinta cinematográfica…
- dicen que no suele mostrarse ante nadie…
- ¿y cómo se supone que ha hecho para sobrevivir?... – el guía traduciendo su cuestionamiento al Jefe de la Aldea…
- dice que la selva y el mar se encargan de ello, ofrece frutas y animales que cazar… - el pelinegro asintió para luego andar hacia la choza… - ¿piensa entrar?
- por supuesto, uno no se encuentra a menudo con un “chico de la selva”… - ignorando las voces de quienes se quedaban atrás, Park caminó esos cerca de 50 metros hacia la choza… - hola… - saludando cordialmente en la entrada, una puerta hecha de ramas y madera que supone fueron obtenidos en la selva… - ¿puedo hablar contigo?... – mirando detenida y curiosamente el interior… había rudimentarios muebles hechos con madera, algunas conchas, caracoles y otras cosas que supone provienen del mar y el interior de la selva estaban por todo el espacio de lo que podría considerarse era la estancia, un cuarto más pequeño de lado derecho podía ser la cocina puesto que algunos gastados utensilios estaban ahí; y más allá, otra habitación de donde alcanzó a notar nuevamente la silueta del chico que observaba a través de las ranuras entre los ramajes que conforman su puerta… - hola, porqué no sales de ahí… no te haré ningún daño… - dio un par de pasos dentro de la casa, la silueta continuaba en el mismo lugar… - ¿puedes entender lo que digo?...
- sí…- escuchó al chico decir, luego la puerta se abrió, encontrándose con un jovencito más o menos de su estatura, tez clara, ojos marrón, cabello pelirrojo, facciones claramente orientales, delgado y atractivo, vestido con ropas gastadas y descalzo…
- me alegro… - sonrió, caminando unos pasos hacia el chico… - me llamo Park Yoochun, ¿y tú?…
- Junsu… - respondió esbozando una sonrisa, tan limpia que el pelinegro tuvo la impresión de estar ante un niño… - hace mucho tiempo que no hablaba con alguien a quien pudiera entender…
- sí… bueno, mucho gusto Junsu… - estiró su mano, el castaño le miró a los ojos, amplió su sonrisa y estrechó su mano tímidamente…
Así de increíble fue como Yoochun conoció a Junsu, encariñándose de a poco con él, le visitaba todos los días para conversar y conocerse, le escuchaba atentamente cuando le contaba sobre cómo fue que llegó ahí con sus padres, el haber tenido que decirles adiós cuando murieron por una fiebre ocasionada por el veneno de alguna fruta, el no haber podido marcharse porque en aquellas tierras fueron enterrados sus cuerpos, y porque no tiene a dónde ir, el sobrevivir en aquélla isla prácticamente solo, sin conocer ya la forma en que el mundo ha cambiado más allá de esa escondida Isla a la que ha llamado hogar desde sus cuatro años de edad…
- ven, quiero mostrarte algo… - tomó la mano del pelinegro y corrieron colina arriba hasta llegar a un claro desde donde la vista de la playa y las olas rompiendo contra los peñascos era una hermosa panorámica…
- es mucho mejor que cualquier postal… - rematada la escena por el astro sol escondiéndose en el horizonte y sus últimos rayos bañando el cielo con un tono nacarado…
- espera, aún falta mi parte favorita… - sonriendo, como hacía todo el tiempo que el pelinegro estaba con él, el pelirrojo se recostó en el suelo de verde pasto mirando hacia el cielo… - las estrellas… - murmuró con ese tono embelesado de quien observa la cosa más bella existente… las parpadeantes estrellas comenzando a notarse…
Yoochun simplemente le imitó acostándose a su lado. A decir verdad no sabía porque Junsu parecía tan emocionado; claro que sabe cuán hermoso es el firmamento moteado de estrellas titilantes, pero ha visto muchos cielos así…
- mis padres y yo veníamos aquí todas las noches, nos acostábamos a mirar las estrellas, jugábamos a inventar figuras y nombrar nuevas constelaciones, aquélla es la mía… - apuntó hacia un conjunto de estrellas que al parecer del pelinegro no era más que eso… - es la constelación del Delfín, mis padres decían que era en honor a mi sonrisa, porque los delfines siempre parecen estar sonriendo, igual que yo…- una risa, el pelinegro concordando con aquélla opinión de quienes no pudo conocer…- y allá está la de mamá… - señaló otro conjunto de estrellas… - brillantes y encantadoras como una sirena, papá siempre decía que mi madre cantaba como las sirenas y de lo que puedo recordar estoy totalmente de acuerdo… - porque nadie le cantó canciones de cuna con voz tan melodiosa y tranquila… - y allí, junto a la de mamá… - otro conjunto más… - está la de papá, un ángel… - una sonrisa melancólica… el pelinegro pensó que aquello debieron hacerle creer siendo un niño… - porque siempre cuidó de nosotros, como un guardián…
Silencio… cómodo… tranquilo…
Yoochun de pronto se perdió en sus pensamientos. Él no tenía recuerdos así con sus padres, llevan una relación cordial y hasta le han dedicado momentos en los que se divirtieron, pero… junto al valor de los recuerdos de Junsu, los suyos le parecían más triviales y comunes…
- quieres tu propia constelación… - de un momento a otro la voz alegre y casi infantil del pelirrojo lo sacó de su ensimismamiento…
- no lo sé, qué podría representarme a mí… - bromeó, siguiéndole la corriente, girando su rostro a un lado, donde el pelirrojo parecía muy concentrado en el firmamento, observando estrellas… se veía… feliz…
- qué crees que dirían tus amigos…
- porqué…
- porque ellos te conocen mucho más de lo que te conozco yo, así que seguro tienen algún mote o algo así… - respondió sonriendo… como nunca el pelinegro vio sonreír a alguien… con inocencia pura…
- ratón… - suelta inconscientemente, porque de verdad no habría querido tener que revelar tal mote de su persona…
- ¿ratón?... – el pelirrojo giró su rostro para verlo, enarca una ceja y sonríe divertido…
- sí… - la sonrisa del pelirrojo ampliándose… - y más vale que no te rías porque si no…
- no me burlaría de ti… - interrumpe volviendo su mirada al cielo estrellado, aún sonríe y no hay ni pizca de molestia en su rostro… - me gustaría tener amigos que me pongan motes, que bromeen conmigo y hasta se burlen de mí…
Y el pelinegro lo comprendió… porque ha tenido toda una vida de soledad, sin padres ni amigos… sin más compañía que sus recuerdos, y toda esa gente que no hizo nada por él…
- ¿esa te parece un ratón?... – Park apunta hacia un montón de estrellas, sonriendo suavemente al escuchar al castaño reír…
- nop, me parece solo un montón de estrellas…
- “justamente”… - piensa el pelinegro, pero siente que el corazón le late de prisa cuando el rostro del pelirrojo ocupa todo su campo de visión…
- no te esforzaste, Yoochun ah… - una de sus manos en el costado de la cabeza del pelinegro, medio cuerpo sobre éste… el pelirrojo sonriendo sin darse cuenta de que aquélla posición ha puesto nervioso al mayor de los dos… - tienes que pensar como un niño y mostrarte convencido de lo que ves, porque si no, no son más que un puñado de estrellas…
- ¿ah?... – entonces…
- yo sé que no viste un delfín, ni una sirena o un ángel, pero cuando se tiene cuatro años, uno puede ver lo que sea, y mis padres me dejaban fantasear… aún lo hago, porque así siento que estoy menos lejos de ellos… - una sonrisa triste en aquéllos labios que gustaban más al pelinegro curvados por felicidad y alegría…
- entiendo… - sonrió con cariño, como si pretendiera apartar un poco de aquélla melancolía que el pelirrojo mostrara en esos momentos…
Junsu sonrió ampliamente y luego recostó su cabeza en el pecho de Yoochun mirando hacia arriba. Duraron un rato decidiendo a qué conjunto de estrellas le encontraban forma de ratón y bautizarlo como su constelación, entre risas y bromas… y una sensación peculiar de alegría que el pelinegro no había experimentado antes, la madrugada los alcanzó y ellos finalmente se retiraron. Para el pelirrojo esas habían sido las tres semanas más hermosas de sus años en aquélla Isla; sobre todo desde que se quedara solo… pero sabía que tenía que decir adiós… una vez más… porque Park volvería a su mundo, a la civilización, a una ciudad llena de gente con una vida más atractiva e interesante que esa Isla… e intentaba no demostrar que se sentía deprimido, que desearía que el tiempo se congelara y no llegara nunca la hora en que Yoochun tenga que marcharse…
Pero como se dice por ahí, “de tripas corazón”…
- me dio mucho gusto convivir contigo estos días… - sonriente, el pelirrojo se paró junto a su amigo afuera de su hogar…- que tengas buen viaje, Yoochun ah… - estira la mano y espera que el pelinegro le dé un fuerte apretón de despedida mientras dice “adiós”…
- ven conmigo… - pero no esperó… deseó sin duda, pero no creyó que fuera posible… escuchar esas palabras… - sé que a tus padres les gustaría que su hijo volviera a la ciudad, a la civilización, de tener la oportunidad, y creo que te gustará el mundo que no has visto desde que estás aquí… - Park no estaba del todo seguro del motivo por el le pedía tal cosa… pero no se había podido hacer a la idea de no volverle a ver…
- pero no tengo a nadie allá, no que yo sepa… -
- me tienes a mí, Junsu ah… - ¿podía latir su corazón más fuerte y rápido que en ese instante?
- ¿en serio?... – una tímida sonrisa… luchando por no ampliarse como su corazón se lo dicta…
- sí… anda, trae todos tus documentos, te irás conmigo…
Ya el pelirrojo le había mostrado antes unos papeles que sus padres llevaran tiempo atrás… todo era original y respaldaba la identidad de Kim Junsu. Así que minutos más tarde el delfín salió de su casa con un pequeño maletín claramente cuidado con celo por él, unas pocas fotografías y sus documentos…
- aún estás a tiempo de arrepentirte… - jugando con la punta de su pie sobre el suelo, el pelirrojo le miró ligeramente avergonzado…
- no tengo porqué… - sonríe… y cae al suelo cuando el pelirrojo se le aventó a los brazos enroscando los suyos en el cuello del pelinegro, igual sus piernas en sus caderas… - Su… - murmura con el poco aire que le quedó en los pulmones…
- gracias… - y basta escucharlo para olvidarse del tiempo y el espacio… el pelirrojo lleva el rostro colorado, una sonrisa cristalina y los ojos brillantes…
…………………………………………
Miami, Florida
Apenas llegaron al Puerto, Junsu se aferró a la mano de Yoochun, un poco asustado y otro tanto curioso mirando todo alrededor. El pelinegro se extrañó, pero pronto ignoró el hecho cuando el pelirrojo tiró de él pretendiendo llevarlo a ver todo lo que él ya conoce y no le causa mayor admiración, pero Junsu era como un niño pequeño que redescubre las maravillas del mundo…
Tiempo después entraron a la habitación del Hotel en que Park se hospeda… y claro, tuvo que convencer antes al castaño de subir al ascensor y explicarle que nada malo iba a pasarle si entraban, y tuvo que respirar profundo cuando Junsu lo abrazó por la cintura (sin prestar atención a las otras pocas personas que estaban a bordo) al momento en que el ascensor se movió comenzando a subir… y ahora sonreía divertido al ver cómo el pelirrojo andaba por toda la habitación viendo y tocando todo como auténtico niño pequeño…
- esto es lo que creo que es… - sonriendo acusador hacia el pelinegro, el delfín estaba viendo las botellas de licor en el minibar de la habitación…
- ¿vino?... – el ratón enarcó una ceja… - sí, lo es… - qué tenía de especial el vino que le deba cierto morbo al pelirrojo…
- yo quiero… - soltó con ojos brillantes, dando saltitos en torno al ratón…- puedo, puedo, anda Chunnie, déjame tomar solo un poquito… - sonrisa, cara de niño bueno… una carcajada del pelinegro…
- te comportas como un niño y estás pidiendo un vaso de licor…
- pero tengo 19 años… - se defendió haciendo un puchero…
Yoochun se detuvo un momento a pensar, porque ahora que recapacitaba, en ningún momento le había preguntado su edad… en realidad, un par de años menos y no era más que un adolescente… aunque por su forma de ser, en verdad era como un niño… un pequeño lleno de vida y alegría, curioso en verdad, que después de haber vivido solo por años en una Isla, él no esté triste… o loco… ante su último pensamiento, el pelinegro se dio un golpe mental…
- en qué piensas… - acercándose al ratón, el pelirrojo quedó cara a cara con él, muy cerca, con una enorme sonrisa en la boca y la mirada cubierta de curiosidad…
- en que eres muy joven para tomar… - sonriendo suavemente, el pelinegro se acercó al minibar y le extendió una botella de agua…- si tienes sed, solo te permito tomar agua o soda…
- pero yo quiero probar el vino… - puchero… - anda, no seas malito, solo un trago ratoncito… - el pelinegro enarcó una ceja al escuchar su mote en aquélla tierna voz aniñada… - anda…
- nop… - Yoochun amplió la sonrisa al ver el mohín de molestia en el pelirrojo… - qué tal que te guste y después solo quieras estar tomando hasta embriagarte, quién crees que tendría que cuidarte…
- te prometo que solo será un traguito aunque me llegue a gustar, Chunnie… - volvió a hacer un pucherito… demasiado adorable a ojos del pelinegro, que por un instante se perdió en aquélla expresión angelical e inocente en el rostro del delfín…
- de acuerdo, pero solo un trago eh… - sirvió un poco de vino suave y le extendió el vaso a su amigo… - tómalo despacio, Su…
El pelirrojo asintió, tomó el vaso y lo llevó a su nariz… no olía como el vino que su padre tomaba antes de perderse en aquella Isla del Caribe… pero le recordaba la sensación de tranquilidad que su padre tenía cuando llegaba a casa después del trabajo, cuando se relajaba conversando con su madre, jugando con él… tomó un poco, apenas lo que sus labios tomaron al empinarlo en su boca, sabía dulce… así que volvió a tomar hasta que el trago pasó por su garganta…
- ahh… - exclamó disfrutando de ese calorcito que viajó por su garganta y se quedó en su estómago… - en realidad sabe bien… - le regresó el vaso al pelinegro… - gracias, Yoochun ah…
- por nada, pero recuerda que no debes abusar del alcohol aunque te haya gustado, ¿vale?... – el pelirrojo asintió vigorosamente y luego se perdió rumbo a la habitación…
- Waaa, es enorme…- miraba embelesado la acolchonada cama, se acercó a tocar con sus manos… - y suave… - se sentó en el borde… - ¡y blandita!
Yoochun rió desde el umbral, viendo al pelirrojo recostarse, quitarse el calzado (que él le prestara) y dar vueltas en la cama, riendo muy feliz de la vida… y viéndolo ser tan inocente disfrutando de la cosa más sencilla, el pelinegro se preguntó si en verdad había estado bien llevarlo consigo, temiendo que con el tiempo Junsu se corrompiera en ese mundo y ya no fuera ese jovencito con alma de niño que le llenaba de alegría…
- Chunnie… - el llamado del pelirrojo lo sacó de su ensimismamiento…
- dime…
- tengo hambre… - respondió con una tímida sonrisa… avergonzándose cuando un gruñido se escuchó de sus tripas…
- ven, vamos a comer al restaurante… - la verdad era que había querido burlarse, pero presintió que de hacerlo el delfín después no se sentiría cómodo con él; así que solo le sonrió y le extendió la mano… “porqué le extiendo la mano”… el pelirrojo amplió su sonrisa, con el rostro colorado, se puso de pie y entrelazó sus dedos con los del pelinegro…
- ah, ¡espera!... – ya casi en la puerta de la salida, el pelirrojo regresó como rayo porque había olvidado colocarse otra vez el calzado…
…………………………………………
Ya en la noche, después de haber pasado toda la tarde mostrándole algunos lugares cerca del Hotel, Yoochun y Junsu volvieron, el pelinegro cansado de tanto caminar, el pelirrojo deseoso de tomar una ducha, dormir y esperar la mañana siguiente para salir a conocer mucho más…
- ¡oh my good!... – soltó de pronto el ratón, a bordo del ascensor, un par de pisos más y llegaba a su destino…
- ¿mh?... – Junsu no entendió lo que dijo, pero por su tono y la expresión, supuso que era algo importante…
Y lo era… porque Yoochun acababa de recordar que solo había una cama en la habitación… las puertas del ascensor se abrieron, y el delfín solo se movió cuando el ratón salió. Entró a la habitación, observando al pelinegro con el semblante pensativo…
- ya vuelvo, no tardo… - Park volvió al living, y después de varios minutos tuvo que volver con la misma inquietud en la mente… porque tendría que compartir cama con el delfín, (ya que ni siquiera pensó en el sofá de la lujosa habitación ni mucho menos el suelo) a falta de otra habitación disponible en todo el Hotel… - más de 400 habitaciones y no hay ni una sola libre… - abrió la puerta y vio al pelirrojo sentado quietecito y serio en el sofá…
- ¿pasa algo malo?... – se atrevió a preguntar, temiendo haber ocasionado algún problema al pelinegro…
- no… bueno, es solo… - suspiró, no debería de sentirse nervioso, son chicos, buenos amigos, que están a punto de dormir juntos… solo dormir… no es como si antes no hubiera dormido ya en la misma cama con un hombre… - “Jae no me ponía nervioso”…
- Chunnie… - una vez más, la voz del pelirrojo lo sacó de su ensimismamiento…
- ah, tendremos que dormir juntos, Junsu ah, me había olvidado por completo que solo tenía reservada esta habitación y resulta que no hay ninguna otra disponible…- se largó a explicar…
- ¿por eso estabas pensativo?... – el ratón asintió y el delfín sonrió de nuevo… - pero la cama es enorme, no hay problema por eso, te prometo no molestar y ni cuenta te darás de que estamos en la misma cama…
- yo no dije que me fueras a molestar… - aclara sonriéndole… - vamos a ducharnos y a dormir, porque mañana hay que regresar a Seúl…
Junsu asintió todo emocionado porque volvería a ver la ciudad que dejó siendo apenas un infante… y más tarde se colocó un pijama del pelinegro para descansar, y cuando se metieron bajo las cobijas…
- buenas noches… - el pelirrojo se acercó al ratón dándole un beso en la mejilla, no había hecho nunca antes algo así, era algo que simplemente le había nacido, porque se sentía tan feliz, que en realidad tal vez no lograría dormir de emoción…
- buenas noches… - algo azorado por esa muestra de cariño, el pelinegro se sonrojó ligeramente, dándose cuenta de que también se le había acelerado el pulso y la respiración, y que su condenado corazón latía apresurado…
Pero sonrió al recordar que Junsu es como un niño, y que seguramente todavía tiene sorpresas bajo la manga que harán que se inquiete… pero se siente bien, y no le importará tener que enseñarle muchas cosas, todas las del mundo si es necesario, con tal de verle sonreír siempre de la misma manera…
Continuará……
CAPÍTULO 2. CONOCIENDO AL YUNJAE
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Apenas el pelirrojo abrió los ojos, sintiendo una ligera sensación de desorientación al sentir mucha suavidad cubriendo su cuerpo; se estiró largando un bostezo mientras sus extremidades espabilaban el sueño y pestañeaba varias veces acostumbrándose a esa luz que se filtraba por la ventana de la habitación…
Y lo recordó apenas pudo enfocar bien todo a su alrededor, recordó que no estaba en su cama mullida que ni siquiera estaba provista de colchón, sino en esa blanda cama enorme cubierta de suaves sábanas y finas cobijas… y lo recordó a él, pero no estaba a su lado durmiendo, ni estaban tampoco sus ropas o el pijama… y se asustó, salió rápido de la cama y caminó fuera buscándole por toda la habitación sin éxito de por medio… una terrible ansiedad se apoderó de él, comenzando a respirar agitadamente y sintiendo que los ojos se le abnegaban en lágrimas que en cualquier momento terminarían por desbordarse…
Pero la puerta se abrió… y un muy fresco Yoochun entraba sonriendo, la verdad es que había despertado con esa sonrisa plasmada en sus labios, por el simple hecho de haber visto a ese pequeño durmiendo a su lado como un angelito, tan lindo con su respiración acompasada y todo despatarrado en la cama… que si no hubiera sido tamaño Queen seguro que lo habría botado de ella, o bien dejado sus piernas en alguna parte de su cuerpo…
- ¡Chunnie!… - y casi sintió que se le cortaba la respiración cuando el pelirrojo se le lanzó aferrándose a él con piernas y brazos, haciéndole casi caer al suelo, de no ser porque su espalda chocó contra la puerta de la habitación… menudo golpe se llevó ante la acometida de su pequeño amigo… - pensé que me habías dejado… - el pelirrojo escondió su rostro en el espacio entre su hombro y cuello, no pudiendo evitar que un par de lágrimas brotaran de sus ojos…
- pero qué tontería, Junsu ah… - recuperando un poco de oxigeno, el pelinegro apretó fuerte a su amigo por la cintura, realmente no era muy pesado, pero que se le aventara de esa forma a los brazos siempre lo pillaba por sorpresa…
- es que no estabas cuando desperté, y bueno, nos conocemos apenas hace unas semanas, y luego todo ha sido muy bonito desde que te conocí, pero… - apartó el rostro para poder verle a la cara… - pensé por un momento que tal vez solo te divertirías trayéndome acá y dejándome solo… - puchero, cristalinas lágrimas resbalando por sus blancas mejillas, un sollozo…
- hey… - el pelinegro lo instó a que por lo menos bajara las piernas para poder soltar así su cintura y llevar sus manos a las mejillas de su amigo, limpiando con sus pulgares el camino húmedo de su llanto; el pelirrojo hubiera querido no tener que apartarse nunca de él, porque le gustaba ese calor que desprendía el mayor, pero tuvo que soltarlo mientras disfrutaba de sus suaves caricias y escuchaba sus palabras… - no seas tonto, ya sé que no nos conocemos así, mucho, mucho, pero no quiero que vuelvas a pensar que yo te dejaría votado por ahí, o que solo trato de no sé, jugar contigo o algo así…
- de verdad, Chunnie…
- de verdad…
- y entonces a dónde te fuiste que no estabas cuando desperté… - puchero, el pelinegro sonriendo por volver a ver esa expresión infantil en su rostro de ángel…
- fui a atender una llamada… - porque su prometida le había llamado desde Seúl (y eso que la diferencia horaria era considerable) para decirle cuánto le extrañaba y que llegando esperaba que la acompañara a ver los arreglos florales del Salón para la Recepción de la Boda… y recordar aquello logró que su sonrisa casi desapareciera… ¿porqué se sentía de pronto todavía más inconforme con su compromiso? Si él en verdad quería a Yu Lin, la amaba, ¿cierto? No tenían un compromiso solo porque sí, no era que lo hubieran obligado a establecer una relación con la muchacha, él en verdad se había enamorado de ella, era la razón por la que se levantaba cada día… aunque admite que haberse comprometido fue casi precipitado, ello no implicaba que sus sentimientos por su prometida no fueran profundos…
- ¿Chunnie?... – el pelirrojo se preguntaba qué tanto pasaba por la mente del pelinegro cuando se perdía en sus pensamientos, tanto que hasta parecía que olvidaba que existía algo más alrededor de él… - Yoochun ah… - lo movió por el hombro, sacudiéndolo suavemente para ver si reaccionaba y volvía a la realidad…
- perdón, ¿me decías algo?... – Park se sintió un poco tonto al ver el rostro confundido de su amigo, y le daba un vuelco en el estómago cada que notaba esas pupilas marrón mirarle profundamente…
- no, te quedaste callado y mirando fijo, pero creo que no veías nada en especifico, decías algo de una llamada…
- sí… eso… bueno… - porqué se sentía tan nervioso… “vamos, Park Yoochun, espabila de una buena vez, qué es lo que te pasa con Junsu, es solo un chico”, suspiró… una brisa cálida golpeó contra sus labios, solo entonces se dio cuenta de cuán cerca de él se encontraba el pelirrojo… y enrojeció furiosamente por ello… - ¿qué haces?... – ¿se habrá notado lo alterado del tono de su voz?
- llevo rato hablándote pero te has quedado otra vez en tu mundo… - fue toda la explicación que el pelirrojo le diera, sonriendo ampliamente, un dejo de burla en su expresión… - recuerdo que mis padres hacían eso, se quedaban solo mirando al frente, solía pasar cuando pensaban en el otro, y tú has suspirado… - “¿lo hice?”… - tal como lo hacían en ellos, en quién pensabas, Yoochun ah… - y por un segundo, el pelirrojo sintió algo incómodo moverse en su interior…
- en nadie en especifico… - “si te digo que en ti, no sería correcto”… - pensaba que se nos está haciendo tarde, y todavía quiero que vayamos a comprarte algo de ropa, después de desayunar, y alcanzar el vuelo a Seúl por la tarde…
- ¿comprarme ropa? me gusta la tuya… - el pelirrojo se abrazó a sí mismo, como si temiera que el pelinegro lo fuera a despojar del pijama… con lo mucho que huele al ratón…
- pero no puedes ir por la vida con mi ropa, Junsu… - acotó el pelinegro sonriendo suavemente, viendo cómo su amigo se aferraba al pijama que le prestó…
- porqué no, me gusta… y huele a ti… - murmuró por último, sintiendo otra vez el calor en sus mejillas… ¿porqué era que se sonrojaba tan a menudo con el pelinegro? ¿Qué significaba ese revoloteo en su estómago?
- ¿que huele a mí?... – algo en esa frase no encajó del todo para gusto del pelinegro, no cree que sea agradable usar ropa de otra persona y que huela a ella… porque, oler… bueno, hay un amplio espectro en torno a esa palabra, será que huele bien o mal? Bueno, dijo que le gusta, y… mejor detiene su carro de debrayes… - Junsu, mi ropa te queda un poco larga por aquí y otro tanto grande por allá, y ajustada de… - sonrojo, porqué se le tenía que quedar viendo a esa parte de la anatomía tan pronunciada del pelirrojo…
- Chunnie… - murmura sintiéndose avergonzado, cubriendo con sus manos su trasero, mordiendo su labio inferior… es oficial, algo pasa con él y no tiene idea de lo que es, porque le da una sensación grata que el pelinegro se le quedo viendo con esa cara de… eh, en realidad, es casi imposible descifrarla… pero de que le agrada, le agrada…
- bueno, ya… este… vamos a desayunar… - tratando fuerte de espabilar cualquier pensamiento insano que pudiera formarse en su mente que tenía imágenes muy claras del trasero del pequeño, el pelinegro lo arrastró de regreso a la alcoba indicándole que se duchara mientras le prepara algo de ropa (suya) y poder bajar a desayunar…
……………………………………………….
Después del desayuno… y a pesar de que Junsu seguía negándose dando un montón de argumentos, entre ellos que no quería hacerle gastar por su causa (al parecer al pelirrojo no le ha quedado del todo claro lo que significa que Yoochun es millonario), o que se les haría tarde y no alcanzarían a irse al aeropuerto y el vuelo los dejaría… al final, pasó largos minutos en una tienda de ropa de marca, haciendo caso de las recomendaciones del pelinegro acerca de lo que le iba mejor, probándose uno tras otro conjuntos, pantalones, camisas, playeras y hasta trajes que le parecían demasiado estorbosos e innecesarios…
- cierto, ahora no es que los necesites, pero más adelante tal vez sí, Junsu ah… - eran las palabras que tan sabiamente el ratón le había soltado al pelirrojo, sonriendo divertido al ver el mohín de molestia y desagrado por parte del delfín…
- estoy cansado, Chunnie, podemos dejarlo ya, además, se hará tarde, y muero por volver a Seúl… - el pelirrojo le miraba con ojitos de cachorrito, con un puchero en los labios y rezando internamente porque el pelinegro no lo torturara más de compras…
- bueno, está bien, pero cuando estemos en Seúl igual te compraré más ropa, ahora solo llevaremos estos… - el pelinegro le indicó al empleado que le cobrara algunas prendas, varios pantalones, camisas y playeras casuales… - además, nos falta el calzado, no te lastima el que te presté… - cierto, no había reparado en eso…
- nop… - el pelirrojo le sonrió suavemente… era la verdad, el calzado del pelinegro era cómodo, aunque tal vez le quedaba un poquito grande…
- de cualquier forma, vamos, hay que comprarte por lo menos un par de tenis ahora…
- T__T más de esto… - el pelinegro sonrió, en verdad que el pelirrojo no había nacido para las compras…
- te prometo que no tardaremos tanto… - el pelirrojo sonrió ampliamente….
Y ya una vez que tenían listo todo, habiendo comprado ropa y calzado básico para Junsu, ambos se fueron directo al Aeropuerto Internacional de Miami, tomando a tiempo el vuelo a Seúl, con algunas escalas en otras ciudades en su camino… lo que implicó… luchar contra la curiosidad del pelirrojo matizada en sus ojos, que a Yoochun le quedaba claro que su pequeño amigo daría lo que fuera por visitar algunos lugares y conocer el mundo…
- poco a poco, Junsu ah; te prometo que más adelante viajaremos juntos por muchas bonitas ciudades del mundo… - le había asegurado cuando finalmente iban rumbo fijo a Corea…
- gracias, Yoochun ah… - y una vez más, el pelirrojo lo apresó en un fuerte abrazo, casi cortándole la respiración al pelinegro, pero éste le palmeó tiernamente la espalda, ambos sentados en su asiento en el avión, Junsu de lado de la ventanilla, se notaba que le encantaba ver las nubes y la panorámica más abajo del mar, o ciudades… y para él era perfecto, la verdad es que le tiene cierto temor a las alturas…
Y ya al llegar al Aeropuerto Internacional de Seúl, el pelinegro no se extrañó cuando el pelirrojo volvió a aferrarse a su mano y caminar bien pegado a él, sonriendo ampliamente y mirando todo a su alrededor, la mayoría de las personas eran de sus mismos rasgos faciales, pero también las había muchas extranjeras… había quienes se les quedaban viendo y sonreían como divertidos, él no comprendía porqué… para Yoochun era claro que el motivo era que iban tomados de la mano y caminando como una pareja más; como alguien de su familia o amigos suyos o de su prometida lo vieran, tendría mucho que explicar… además, él solo pensaba presentarlo con sus amigos Yunho y Jaejoong, que ya agitaban su mano a la distancia pues les fueron a recibir…
- ¿ése es el chico del que nos habló por teléfono?... – el moreno cuestionó mirando hacia su novio, a unos pasos de que su amigo y el nuevo amigo de éste llegaran hasta ellos…
- pues debe serlo, no veo a nadie más junto a él, lo que me inquieta es la forma en que viene pegado a él… - el pelioscuro sonrió cordialmente hacia su amigo y el pelirrojo, sin que sus ojos pudieran ocultar la confusión ante el hecho…
- ¡Hola!... – el pelinegro se soltó del pelirrojo para poder estrechar en un abrazo a sus amigos, había sido casi un mes de no verlos, y la verdad es que ahora que los tenía enfrente se daba cuenta de que los había extrañado…
- bienvenido de regreso, Yoochun… - el moreno siempre más masculino, le dio unas fuertes palmadas en la espalda…
- ya sentía que te aventabas otro mes fuera… - mientras que el pelioscuro era más delicado y lo abrazaba suavemente… lo que hizo que algo en el interior del pelirrojo se sacudiera inquieto…
- sí, ya sé que no pueden vivir sin mí… - bromeó el pelinegro; para luego voltear hacia el pelirrojo… - les presento a Kim Junsu, es un amigo que hice en éstas semanas… - el YunJae pensó que nunca habían visto una sonrisa tan amplia en labios de su amigo al presentar a una persona…
- mucho gusto, me llamo Kim Jaejoong, que coincidencia, ¿no?... – le apretó la mano cordialmente, sonriendo al notar que el chico le miraba con algo de timidez…
- sí… - sintiéndose un tanto nervioso ante los amigos del ratón, el pelirrojo esperaba caerles bien…
- qué tal, Jung Yunho… - fue turno del moreno de presentarse, dándole un apretón un poco más fuerte, no por grosero o tratar de intimidarlo, era simplemente que era un poco más así…
- hola… - ya para entonces, y a pesar de que apenas tenía un par de minutos ante ellos, el pelirrojo quería poder estar a solas con el pelinegro… porque quería preguntarle muchas cosas sobre sus amigos, de quienes al fin y al cabo poco le había hablado, y él no quería llegar a quedar en mal ante ellos; porque si eran los mejores amigos de su amigo, entonces él quería poder dar una muy buena impresión ante ellos…
- bueno, presentados todos, vámonos… - el pelinegro comenzó a andar, y antes de que Junsu pudiera haberle tomado la mano otra vez, el moreno le pasó un brazo por el hombro y comenzó a caminar un poco adelantados de los otros dos…
- y cuántos años tienes… - comenzó una charla Yunho, porque como su novio, ahora tenía una inquietud en torno a todo este asunto, y sabía que el pelioscuro abordaría el tema con su amigo Park…
- ¿se puede saber qué exactamente es lo que pasa con ese chico?... – cuestionó el pelioscuro sin rodeo alguno, solo asegurándose de hablar en voz baja para que el par que camina un par de pasos adelante no los escuche…
- oye, ya sé lo que estás pensando y no va por ahí Jae… - su amigo enarcó una ceja incrédulo… - si veníamos tomados de la mano…
- venía pegado a ti… - corrigió el pelioscuro…
- fue solo porque le da temor, vamos piensa un poco, cómo crees que reaccionarías si de pronto llegas a un lugar que te es casi completamente desconocido y nuevo, está un poco asustado y otro tanto emocionado de regresar a su país natal, y es como un niño, todo le da curiosidad pero al mismo tiempo miedo; o es que ves que ha intentado alejarse del abrazo de Yunho?... – lo que en cuanto salió de sus labios le dejó una incomodidad en la boca del estómago…
- de todas formas, deberías de decirle que hay ciertas actitudes que no pueden tenerse, qué pasaría si Yu Lin… - el pelinegro se estremeció… - hubiera venido a recibirte, ¿eh? Lo que por cierto me recuerda justamente ese otro detalle, cómo es que ella no está aquí, Yoochun…
- no le dije que volvería hoy…
- y porqué… - el pelinegro se quedó callado… - Yoochun, no me irás a decir que no le has mencionado nada de Junsu, ¿o sí?... – otro silencio… - y Junsu sabe de ella, sabe que estás comprometido… - un silencio más… - ¡Yoochun!... – entonces sí Yunho y Junsu voltearon hacia atrás al escuchar el grito de Jaejoong…
- vamos, vamos, estoy cansado del viaje y quiero llegar a descansar… - ignorando la expresión de inconformidad por parte del pelioscuro, el ratón se adelantó un poco más para tomar al pelirrojo por el brazo y caminar fuera del aeropuerto hasta donde ya una limousine les esperaba…
- no es nada bueno, eh… - el moreno esperó por su novio, suspirando al notar en el rostro de éste que definitivamente la llegada del pelirrojo significaba también tal vez problemas para el pelinegro…
- no le ha dicho a Yu Lin sobre Junsu, ni a él sobre ella… porqué no le diría, Yunho; si es su amigo y parece que le tiene tanto afecto, ¿porqué le ocultaría a dos personas importantes para él la existencia del otro?...
Moreno y pelioscuro se miraron unos instantes… había solo una explicación posible para esa pregunta… y no se atrevían a decirla… casi se negaban a pensarla…
………………………………………………..
Durante todo el camino rumbo al departamento de Yoochun, el YunJae hizo lo posible por no mostrarse inquietos con su reciente descubrimiento, así que hicieron platica con Junsu, preguntándole acerca de su vida en aquélla Isla; al principio el pelirrojo estaba muy reservado, sonreía y les miraba con timidez, pero con los minutos fue tomando confianza y ahora se sentía más cómodo hablando con ellos. Y de vez en cuando la vista se le iba por la ventana del auto en el que iban, porque veía los enormes rascacielos y comenzaba a saltar a las preguntas sobre qué es, para qué sirven y los muchos porqués que un niño también haría… y eso les generó ternura al YunJae, y Yoochun un poco más acostumbrado a eso, solo podía sonreír ante la actitud del pelirrojo… en verdad quería mostrarle el mundo entero…
- Waaaaa la ciudad se ve muy diferente de lo poco que recordaba… - embelesado, el pelirrojo veía al pasar por las calles, Parques, tiendas de un montón de cosas, la gente caminando para aquí y para allá, escuchaba el bullicio y aunque muy diferente de los sonidos de la naturaleza… también le gustaba… el auto se detuvo en el alto de la calle - una tienda de dulces *0*, Chunnie, Chunnie, compramos dulces, anda sí, anda… - el YunJae rió por eso, el pelirrojo sonreía con los ojos brillantes, apuntando hacia la tienda y tirando de la camisa del pelinegro…
- vale, vale, vamos a comprar dulces… - le indicó al chofer que se estacionara, y en cuanto lo hizo el pelirrojo salió casi disparado del auto rumbo a la tienda…
- creo que no le puedas negar nada a Junsu, Yoochun… - y sí, el moreno se había burlado de él cuando ya los tres siguieron el camino que el pelirrojo tomara…
Entraron en el local, viendo ya que el pelirrojo miraba todo detenidamente, como decidiendo qué quiere llevar… pero todo se veía realmente bueno y se le antojaba… se llevaría la tienda completa si pudiera… Jaejoong aprovechó y poniéndole ojitos de niño bueno a su novio se hizo también de unos cuantos dulces que le recordaban su infancia… y ya en eso, Yunho también se compró algunos… pero Junsu todavía no se decidía…
- delfín, lleva todo lo que se te antoje, pero elige ya, llevamos 15 minutos solo viendo… - el pelinegro se sentía cansado del viaje, en verdad que solo le apetecía ahora una ducha de agua tibia y tirarse en su cama por lo menos un par de horas a dormir despreocupadamente…
- pero es que todo se ve tan rico… - puchero…
- bueno, llevaremos unos pocos dulces ahora y luego seguimos viniendo para que pruebes absolutamente de todo, no olvides que ahora vivirás aquí, hay muchos días por delante que aprovechar para esto y mucho más…
- *o* de acuerdo, ratoncito… - el YunJae miró divertido a su amigo, ellos le decían ratón y él respingaba, mientras que con el pelirrojo hasta parecía que le gustaba… la gente alrededor se le quedó viendo raro al pelirrojo porque dio unos saltitos alrededor del pelinegro y luego comenzó a pedir chocolates, paletas y otros dulces típicos del país…
Con unas cuantas bolsas en las manos, finalmente los cuatro salieron de la tienda y retomaron el camino al departamento del pelinegro. El YunJae lo miraba burlesco sentado a lado del pelirrojo, que ya llevaba varios dulces comidos y le ofrecía diciéndole cuán deliciosos estaban; el pelinegro solo podía suspirar derrotado… en verdad que no podía decirle que no cuando era tan adorablemente lindo, sonriendo con inocencia, los ojos brillantes pintados de curiosidad y regocijo, las mejillas con un ligero carmesí producto de la emoción de estar en la ciudad…
***
Departamento de Park Yoochun
Era amplio sin duda, Junsu pensó que esa era la casa más grande que había visto nunca, considerando el hecho de que no conocía realmente muchas, salvo lo poco que recordaba de muy pequeño antes de irse a aquella Isla. Y estaba en un Edificio donde según le dijeron los otros tres, había solo departamentos así. Estaba todo reluciente de limpio, claro que, el pelinegro tenía quien le hiciera la limpieza cuando duraba días fuera del país, mientras que cuando está presente, él se encarga de eso… y no reluce exactamente de limpio pero sin duda es ordenado… los muebles eran de tonos claros, y había dos habitaciones, un baño, cocina, sala, comedor, una sala con una mesa de billar y una pequeña oficina-biblioteca.
- voy a preparar la comida… - el pelioscuro se perdió en la cocina, se movía por ahí como si fuera su propio departamento, porque muchas veces se ha quedado incluso a dormir ahí… pero eso son historias de mas adelante… y a menudo se juntaban Yunho, Yoochun y él a pasar la tarde sin hacer más que desestresarse, así que tampoco esperaba que su amigo pelinegro le fuera a decir que no podía sentirse como en su casa…
- ¿necesitas ayuda?... – preguntó inmediatamente su novio, siguiéndole hasta abrazarlo por la cintura y oler su cabello…
- Yunho, espera, Junsu nos podría ver… - y sí, el pelioscuro tenía razón, el pelirrojo había visto eso y se había extrañado un poco, pero no le resultó incómodo o desagradable, porque se les veía en los ojos que se querían mucho… casi como sus padres se miraban cuando vivían…
- está bien, JaeBoo… - el moreno dejó de abrazarlo, mirando de soslayo que el pelirrojo se les había quedando viendo con una sonrisa en la boca… aunque, ¿será que ese chico deja de sonreír en algún momento?… - me cae bien, aunque apenas lo conozco, creo que es un gran chico…
- es muy inocente e infantil, pero me agrada… - ya dentro de la cocina, y habiendo escuchado claramente que el pelinegro le decía a Junsu que le mostraría el departamento, el pelioscuro se apoderó de los labios de su novio en un apasionado beso, odiaba pasar tanto tiempo a su lado y no poder comérselo a besos…
- no es que ibas a cocinar… - sonrió contra los labios de su novio, entregándose cortos besos antes de fusionarse en uno más profundo, con sus manos acariciando la espalda del pelioscuro, sintiendo las de éste filtrarse bajo su camisa… - Boo, no me enciendas si sabes que no podremos terminar… - porque sus manos cálidas le aumentaba la temperatura con demasiada facilidad…
- cierto… - dejando un último beso más dulce sobre labios del moreno, comenzaron a moverse por la cocina buscando los ingredientes para preparar la comida…
Estando en la habitación que mandó preparar para Junsu, el pelinegro le indicó que podía guardar su ropa mientras la comida está y él se da una ducha… a lo que el pelirrojo accedió más que contento…
- está bien que viva contigo, no será una molestia, Chunnie…
- por supuesto que no, además, dónde más sino conmigo ibas a vivir, eh, delfín… - en un acto inconsciente le apretó las mejillas como lo haría ante un niño…
- T_T me dolió, ratoncito malo… - pero la verdad era que se le había acelerado el corazón al sentir el tacto del pelinegro…
- lo siento… - ligeramente avergonzado al darse cuenta de lo que hizo, le acarició suavemente las mejillas, notando el encendido sonrojo que aparecía en el rostro de su amigo, y que hizo que incluso él se sintiera acalorado… - ya me voy a la ducha… - y salió casi corriendo de ahí… y casi al instante el pelirrojo amplió la sonrisa y siguió como si nada…
- Waaaa tengo mi propia habitación… - se paseó por la alcoba mirando los muebles que parecían nuevos y estaban sin usar, comenzó a desempacar sus cosas y a colocarlas con sumo cuidado en el clóset y los cajones de la cómoda… tenía vagos recuerdos de una habitación propia llena de peluches y juguetes, de vivos colores y una cama con un edredón de algún personaje ficticio… - se siente bien haber vuelto a Seúl… - una lágrima resbaló por su mejilla al darse cuenta de que se sentía como en casa, porque Yoochun ha conseguido hacerle sentir así…
Más tarde, ya los cuatro estaban sentados en el comedor, disfrutando de esos deliciosos platillos que Jaejoong preparó con ayuda de Yunho…
- no hay mejor comida en el mundo que la que prepara mi JaeBoo… - señaló orgulloso el moreno, mirándole con ojos enamorados mientras aprieta cariñosamente la mano de su novio…
- Yunho… - murmuró avergonzado, que aunque está acostumbrado a sus halagos delante del pelinegro, el hecho de sentir la mirada del pelirrojo sobre su persona lo hizo sentir abochornado…
- es lo más rico que he probado, Jaejoong hyung, y eso que he comido mucho desde que estuvimos en el Hotel en Miami… - el móvil del pelinegro sonando desde la estancia, habiéndolo dejado hace unos instantes sobre la mesita a lado de uno de los sofás…
- ya vuelvo… - el pelinegro se levantó a atender, sintiéndose un tanto nervioso al ver el número en el identificador de su teléfono… - hola…
- amor, me da tanto gusto escucharte, cuándo regresas a Seúl… - la voz femenina de su prometida se escuchaba emocionada al otro lado de la línea…
- yo… acabo de llegar Yu Lin… - porque si mentía solo se metería en problemas, más de un conocido le vio durante el camino de regreso, además, está seguro que por más que hubiera intentado, su prometida se habría terminado dando cuenta de su regreso…
- y porqué no me dijiste, quería ir a recibirte al Aeropuerto, Yoochun ah… - porqué era que escucharla con esa voz dulce taladraba en su mente y le generaba un ligero dolor en el corazón…
- es que fue decisión de último momento y… quería darte la sorpresa… - porqué mentía, qué caso tenía hacerlo… porqué temía hablar de ella con el pelirrojo y viceversa…
- eso es romántico, Yoochun ah… ¿cenamos juntos amor?...
- ¿hoy?...
- ¿tienes cosas que hacer?...
- algunas, pero te prometo que mañana salimos, ¿sí?...
- de acuerdo, Te Amo, Yoochun ah…
- y yo a ti, Yu Lin… - y cuando cortó la llamada… sintió que un peso caía sobre sus hombros… como quien carga con el secreto más importante del mundo… dio la vuelta y vio con alivio que al parecer no se habían percatado de su llamada, porque los tres charlaban de lo más entretenidos, Junsu los hacía reír contándoles tal vez alguna de sus aventuras en aquélla Isla… - es una tontería estar ocultándotelo, te hablaré de ella, Junsu ah…
Y caminó de regreso al comedor, sentándose en su lugar a lado del pelirrojo, riendo casi inmediatamente al escucharle hablar… porque tenía ese don con su persona, de hacer que casi olvide todo lo demás con sus ocurrencias, con su forma de ser… con la luz de sus miradas y la sinceridad de sus peculiares sonrisas…
Continuará……
Publicado por
felinayoosu
a las
4:50:00 p. m.
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ohhhhhhh q bello como se sienten el uno con el otro, ese algo especial que aun no saben, pero esto recien empieza asi q hay q ver q pasara con su prometida, como se lo explicara...hay Dios...seguiré leyendo :)
ResponderEliminarDeby
waaaaaaa q linda historia, todo empieza como que se conocen por coincidencia, pero que hará yoochun con su novia???? si todavia no asimila que le gusta el delfin!!!! y el yunjae que anda de melosos y mimosos xD
ResponderEliminarque chistosa historia, eso de la isla donde vivia junsu,hahahaha, de ripley, la historia esta tornandose interesante,hahahaha pero que chistoso!!!!
ResponderEliminarwaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa... junsu hermosooooo siendo un niño perdido.... pero lo bueno es queyoochun lo encontro *O*
ResponderEliminary ahora viviran juntos y haran cositas *levanta las cejas picaramente*
solo... desaganse de la bruja XD
muy buen fanfic yoosu me encanto
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