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miércoles, 24 de marzo de 2010

Eslabones cap 11 y 12

ADVERTENCIA: Lemon

CAPÍTULO 11. CORAZÓN DIVIDIDO


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Praga, República Checa

Yoochun no era un Emisario solo por su cara bonita, o profundos e intimidantes ojos oscuros. Desde que viera a Wesley acompañado y notara en su mirada un titubeo al verle, y luego dirigir su vista a su misterioso acompañante, el pelinegro comprendió que ese sujeto buscaba algo y que él era su medio para encontrarlo. Por eso, cuando pasó de largo y observó en el reflejo de los cristales de los comercios la figura del castaño oscuro, llevó su mano derecha al costado izquierdo bajo su gabardina, y en el momento en que DongHae le apuntó, el cañón de su propia arma también tenía como blanco el estómago de éste…

- no sé de quién hablas, y aunque lo supiera no te lo diría… - ambos de pie al medio de la ancha acera, turistas y locales caminaban por su lado sin siquiera reparar en lo que estaba sucediendo. Wesley ya había aprovechado la distracción que se representaron el uno al otro para escapar… - guarda tu arma si quieres seguir viviendo, amigo… - tono sarcástico en la última palabra…

- no te creas superior a mí, amigo… - hablándole con el mismo tono de voz, el castaño oscuro consideró sin embargo sus oportunidades, porque ese agente era ahora su mejor ruta hacia Junsu… - porqué no hablamos como las personas civilizadas que somos…

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Roma, Italia

- te veré más tarde, ahora en verdad tengo que irme… - el pelicastaño soltó el abrazo que mantenía con el menor, éste apartándose con una sonrisa un tanto inquieta… - y no me vendría mal que por lo menos mandaras un saludo cuando intento comunicarme contigo, Min…

- de acuerdo… - aceptó el menor, para cuando Kregh abrió la puerta listo para partir y salir por la puerta frontal… - me amas?... – preguntó ChangMin, cuestión que soltó inconscientemente al recordar las imágenes que viera en la memoria de Kyo; aquello era pasado, pero necesitaba saber que no era un cariño pasajero para Nakamura…

- Shim ChangMin… - el pelicastaño volvió sobre sus pasos, acarició las mejillas del menor… - claro que Te Amo… - confesó por vez primera, sintiendo arder ligeramente sus mejillas, observando el rubor cubrir las del menor…

Y aquella silueta en la azotea mostró unos ojos brillantes con iris color miel, penetrantes y audaces como los de un leopardo; la sombra se movió sigilosa alejándose de aquel lugar. ChangMin y Kregh terminaban un beso más; y al pelicastaño no le extrañó que el menor no correspondiera sus palabras, pero le era suficiente notar ese brillo intenso en sus ojos color chocolate, bastaba con sentir en sus besos que se sentía feliz y contento a su lado…

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Cuando Kregh partió, ChangMin, Jaejoong y Yunho intercambiaron información por medio de unos dispositivos que se entregaron, concertando una nueva reunión en cuanto obtengan algo nuevo y consistente respecto al Dr. Kristopherson y el Zodíaco Púrpura. Moreno y pelioscuro partieron hacia un Hotel en el que se registraron con falsas identificaciones “oficiales”; mientras ChangMin volvía a la INTERPOL, donde ya su compañero Ethan le esperaba…

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Plaza España
Hotel Mazcagni


Instalados en la misma habitación, Yunho se dispuso a tomar una ducha después de que ambos se encargaron de asegurar el perímetro… y Jae mientras tanto estaba revisando los movimientos geográficos conocidos del Dr. Kristopherson intentando buscar un patrón que pueda darle posibles lugares en los que se pudiera estar ocultando. Apartó su vista de los mapas satelitales en su laptop para atender su móvil…

- Ban Soo, hace tiempo que no sabía nada de ti…

- estuve algo ocupado, ya sabes cómo son los negocios familiares en Pusán…

- sí, lo imagino…

- tengo una duda…

- qué sucede… - sonríe porque conoce a su amigo y tiene idea de lo que dirá ahora…

- sucede que estoy de visita en Seúl, vine a ver cómo marchaban las cosas en mi departamento y me encuentro con que no está mi inquilino, ¿de casualidad no te lo raptaste?... – escucha al pelioscuro reír sonoramente al otro lado de la línea…

- no me lo rapté, y mira que no tienes vergüenza, fuiste tú quien le dio mi número personal, cuando juraste no dárselo a nadie aún cuando te sometieran a tortura medieval… - claro que, parte en ello era broma…

- oh vamos, apuesto a que me lo agradeces, o me dirás que Yunho solo te llamó para decir “hola”… - tono pícaro, el pelioscuro viendo al moreno salir de la ducha con solo una toalla atada a la cintura, el agua resbalando todavía por su cuerpo…

- idiota… - murmura ligeramente avergonzado, Jung se pasea tranquilamente por la habitación buscando su cambio de ropa… - no llamaste para eso, Ban Soo, así que se directo, y breve si es posible… - mordió su labio inferior, mirando lascivamente a un descarado Yunho que se sacó la toalla mostrando su desnudez, secando su cuerpo y comenzando a vestirse… aunque Jae pensaba quitársela de nuevo en unos instantes…

- de acuerdo, ¿dónde estás? Tengo algo muy importante que decirte en persona, tiene que ver con tu misión…

- cómo… - si bien Jae sabe que su amigo trabaja en la ONU, nunca pensó saberlo involucrado en esto…

- te explicaré cómo se sobre eso, el Dr. Hargitay te dejó un mensaje conmigo si es que el CENTRO era requisado y el Dr. Kristopherson desparecía con sus legionarios, así que dime dónde podemos encontrarnos…

- ¿en cuánto tiempo puedes llegar a Roma?

- te veré mañana a primera hora… - el chino cortó la llamada…

Por un momento Jaejoong se quedó pensativo… si había algo que conectara con sus emociones, era el Dr. Hargitay, porque es como un padre para él, le debe mucho más de lo que cree poder pagar, le dio una vida y lo sacó del infierno de sus años de adolescencia… le dio un motivo para seguir adelante…

- ¿estás bien?... – notando la repentina seriedad del pelioscuro, Yunho se acercó a él, moviendo los mechones de su frente…

- sí, solo… - suspira y trata de pensar, pero solo puede recordar al Dr. Hargitay encamillado en un estado vegetativo inducido…- qué he estado haciendo, debería haber vuelto y sacarlo de ahí… - murmura con culpabilidad…

- de qué estás hablando, JaeBoo… -

- tengo que volver a Berlín… - responde y se mueve por la habitación empacando sus cosas, revisando su armamento y ocultándolo en un par de maletines especiales…

- cómo que volver, Boo… - caminando tras el pelioscuro, el moreno trataba de detenerlo, pero era como si de pronto no hubiera nada más importante para Jae… - espera, no puedes irte, escuchaste a Kregh, la ONU se encarga ahora del CENTRO…

- ¡pero lo dejé, Yunho!... – frustrado, golpea el muro con su puño, lastimándose los nudillos…

- qué te pasa, Jae… - se sorprende por la acción del pelioscuro y se apresura a abrazarlo, lo que se vuelve un forcejeo porque el otro intenta zafarse… - basta… Boo, basta!... – usa toda su fuerza y lo aprisiona contra la pared, sujeta sus manos y se pega a él impidiéndole todo movimiento… - porqué de pronto te pones así, Boo…

Jaejoong le mira con sus ojos inyectados de ansiedad, molestia y culpa; aún intenta zafarse del agarre que el moreno ha impuesto sobre su cuerpo, pero le resulta imposible porque Yunho es más fuerte y canaliza apropiadamente sus energías, mientras que él dominado por sus emociones solo las malgasta… hasta que se queda quieto rindiéndose a la voluntad del moreno…

- yo… le fallé, Yunho… - susurra, tan bajo que el moreno comprende cuán complicado resulta lo que sea que esté encadenado a la repentina culpa que carcome al pelioscuro… - nunca debí dejarlo, nunca debí cambiar mis prioridades… - apoya su frente en el hombro izquierdo del moreno, abrazándolo, apoyando sus manos en su espalda… - era mi responsabilidad protegerlo, esa fue mi misión y el motivo por el cual fui asignado al CENTRO en Berlín; fui yo quien pidió la asignación, porque así podría asegurarme de su seguridad, y fallé… fallé en la misión más importante de todas… - siente que sus ojos se anegan en llanto, pero se niega a llorar, respira profundo y se esfuerza por controlar sus emociones… porque unas cuantas lágrimas no cambiarán la consecuencia de sus decisiones…

- JaeBoo, sinceramente no entiendo todo lo que me estás diciendo, pero me queda claro que lo que haz estado haciendo es justamente por el Dr. Hargitay, porque él te lo pidió, porque confía en que tú, y nadie más que tú, puede cumplir con aquello que te encomendó y consideró más importante que su propia vida…

- quiso que protegiera a DongHae, sabía que lo llevaría ante la Sibila, pero ahora él ya debe estar tomando su propio camino, y yo… - levanta su rostro del hombro del moreno… - yo debo volver a mi misión original, ubicación y eliminación de los integrantes del Zodíaco Púrpura…

- y eso justamente te ayudaré a hacer… - asegura, sonriendo suavemente, apenas cediendo la fuerza con que había mantenido sometido al pelioscuro… - y en el proceso nos encargamos de ese loco Dr. Kristopherson y sus supuestamente invencibles legionarios…

- sí, pero, aún debo esperar por lo que Ban Soo tenga que decirme y que el Dr. Hargitay le encomendara… - Jae aún le abrazaba, impidiéndole que se apartara…

- ¿y qué tiene que ver tu amigo Ban Soo en todo esto?... – con su mano apartaba los mechones de la frente de Boo, adoraba hacer eso y admirar su perfecto rostro, sentir su sedoso cabello…

- eso es lo que necesito saber… - murmuró, no porque fuera un secreto o aquello le incomodara… era que la cercanía del moreno le “emocionaba” demasiado rápido, y su aroma lo embriagaba y descolocaba sus sentidos…

- ¿y vas a averiguarlo ahora?... – el moreno también sentía igual que Jae, porque sentirse así de cerca hacía que el calor aumentara fácilmente en su cuerpo… y que sus manos se movieran ansiosas bajo la camisa del pelioscuro palpando su perfecto torso…

- bueno… - jadeó… - no exactamente… - sus manos viajando hacia el cabello del moreno, desordenándoselo enterrando sus dedos entre sus mechones, suspirando con excitación al sentir los dedos de Yunho alcanzando uno de sus pezones… - puedo dejar el programa en… ahh… la portátil trabajando…

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Praga, República Checa
Centro Histórico


Yoochun cayó sobre una pequeña mesa que estaba al exterior de una de las cafeterías en la amplia acera; el intento de hablar entre él y DongHae no había resultado una vez que el castaño oscuro insistiera en que lo llevara con Junsu. El problema era que Lee se había negado a su vez en revelar su nombre, por lo que terminaron enfrascados en una pelea cuerpo a cuerpo, era mejor así ante el hecho de estar en un lugar público, ahí donde las personas simplemente se han hecho a un lado y miran confundidas, temerosas y curiosas la escena…

- solo quiero verlo…- DongHae se acercó con la intención de golpearlo una y otra vez hasta que le confiese la ubicación del castaño…

- no si no me dices quién eres… - el pelinegro le pateó el estómago para inmediatamente incorporarse; ambos jóvenes llevaban la ropa maltratada y cubierta de polvo, el labio partido y algunos otros golpes por todo el cuerpo…

- ¿porqué lo proteges tanto?... – a lo lejos ya se escuchaban las sirenas de las patrullas de la policía local, alguien finalmente había llamado…

- ¿porqué insistes en verlo?... – a ninguno le convenía lidiar ahora con las autoridades locales, se miraron unos instantes, respirando agitadamente y cada uno decidido a todo por Junsu…

- mi nombre es Lee DongHae…. – el castaño oscuro cediendo primero, el pelinegro acomodando sus ropas, comprendiendo un poco más la firmeza del chico…- Junsu y yo est…

- sé eso… - interrumpió… - sígueme… - el castaño oscuro caminó a lado de Park, avanzando rápidamente hacia el lugar donde Yoochun había aparcado su auto. Las personas que habían presenciado su pelea no entendía nada, pero tampoco era que les interesara meterse en problemas, por lo que poco a poco fueron dispersándose evitando, la mayoría, los interrogatorios de la policía al arribar… - ahora necesito saber porqué quieres verlo, si Junsu está en más peligro del que parece… - cuestionó al dar vuelta en una de las calles…

- te he dicho quién soy y pareces saber sobre el Proyecto Eslabón, creo que es justo que me des algo a cambio, porqué lo proteges… - el pelinegro lo observó, conduciendo a moderada velocidad hasta el departamento… pero no dio respuesta alguna durante el trayecto, y DongHae no insistió… ambos permanecían alertas, porque les quedaba claro que el castaño era muy importante para el otro…

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Roma, Italia
Plaza de la República
Edificio Administrativo de FIAT


Alexia Peruzzi llegó a las oficinas de la multinacional de su prometido Francesco Agnelli. Custodiada por un grupo de cinco guardaespaldas, la rubia subió directo a la Oficina del Presidente, donde el hombre le recibió con una gran sonrisa…

- querida, creí que nos veríamos en la comida…

- lo sé amor, pero necesito pedirte algo… - la rubia se sentó sobre las piernas de su prometido, un hombre atractivo a decir verdad…

- sabes que te daré lo que quieras, Alexia… - su prometida sonrió, adora saber que tiene esa clase de influencia sobre quien sea…

- quiero ir a Tokyo, pero sin que los guardias que tu padre ha impuesto sobre mí me sigan… - porque los guardaespaldas que su padre, El Senador, le asignara ya eran tema resuelto… - quiero hacer un viaje sin tener que soportar a esos mastodontes que solo consiguen que tenga más atención de la que necesito…

- pero querida, no es seguro que vayas tu sola, eres mi prometida, y sabes que tenemos enemigos a los que no les importaría…

- sé que cualquiera aprovecharía para secuestrarme, pero Francesco, sé cuidarme sola y no haré alboroto, será un viaje rápido del que nadie tiene que enterarse, y los guardaespaldas solo guardarán silencio si tú se los ordenas…

- y qué es lo que harás en Tokyo, querida…

- iré a visitar a una amiga, ella me entregará algo que incluso hará que ni tú ni tu padre tengan que preocuparse por nada excepto disfrutar de los placeres de la vida… - acercándose con sensualidad, besó con pasión a su prometido, sintiendo cómo un peculiar calor emanando de sus labios se impregnaba en los de Agnelli… - ¿harás lo que te pido?

- por supuesto, querida…

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Kyo se había infiltrado en el Edificio pasando por las escaleras de emergencia, habiendo escuchado la conversación entre Alexia y Francesco desde una oficina en el piso de debajo de la del Presidente Gerencial. Sabía que no podía permitir que Peruzzi saliera del país, pero detenerla no sería sencillo e implicaría movimientos que no pasarían desapercibidos para la policía, o la guardia personal de los Agnelli, y mucho menos para el mismo Senador Marcello Peruzzi…

- no hay opción, ella tiene lo que necesita para obtener el Don de la Sibila… - el chico de facciones aniñadas salió de esa oficina rumbo al piso de arriba…

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Plaza España
Hotel Mazcagni


Yunho besaba frenéticamente a Jaejoong en tanto sus manos se encargaban de deshacerse de las prendas del pelioscuro, quien no dispuesto a quedarse atrás también dejaba que sus manos vagaran por el cuerpo del moreno acariciando toda piel a su paso en tanto se libraba de sus estorbosas prendas…

- porqué me enciendes tan fácil, Yunho… - jadeó cuando el moreno succionó en su cuello, ambos acostados en la cama, el pelioscuro bajo el cuerpo de Jung…

- eres tú quien me enciende a mí, JaeBoo… - sus labios descendiendo por el pecho del pelioscuro… - no puedo resistirme a probarte y sentirte… - sus manos deslizándose por los muslos de Kim…

- ahh, mhh, Yunho… - suspiró, la excitación circulando por sus venas, sus manos arañando suavemente la espalda del moreno, moviendo inconscientemente sus caderas para sentir el placentero roce de su entrepierna con la de Jung…

- mmhhh, eres candela pura, Jae… - la fricción de sus erecciones consiguiendo que el calor aumente gradualmente, buscando los labios del pelioscuro fundiéndose en un fogoso beso del que sus lenguas eran las combatientes más fieras y astutas, dominándose mutuamente…

Yunho permitiendo que Jae invierta posiciones, disfrutando de sus suaves manos acariciando sinuosamente sus pectorales mientras sus labios lamen y mordisquean gentilmente sus pezones en un juego de seducción por demás candente…

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Plaza de la República
Edificio Administrativo de FIAT


Kregh interceptó a Kyo justo cuando éste iba a entrar en la oficina de Francesco Agnelli; pero contrario a lo que pudiera haber pensado, el chico de facciones aniñadas le atacó con su espada… seguridad de la empresa y guardia personal de Alexia desenfundando sus armas…

- ¡que carajo haces!... – el pelicastaño murmuró entre dientes, había esquivado su ataque echándose hacia atrás en el pasillo… lo que menos quería ahora era tener que sacar su identificación de la INTERPOL e involucrar organizaciones internacionales en algo que pretendían dejar solo entre ZION y el Zodíaco Púrpura…

- cumplo con mi misión… - Kyo miraba atentamente en toda su periferia, los guardias con pistola en alto ordenándole soltar la espada y entregarse… claro que, ellos hablando en japonés hacía que se inquietarán más…

- la orden fue que abortaras… - Nakamura analizando la situación, un solo movimiento por parte de Kyo haría que le dispararan…

- si no la detengo ahora…

- lo haremos después… - interrumpió, avanzando un paso hacia el chico… - ahora baja la espada, aún podemos salir… - los guardias nerviosos seguían ordenándoles entregarse…

- no seré el idiota que abortó una misión que pone en riesgo la vida de Kirsten solo porque teme morir, además sabes bien que soy perfectamente capaz de eliminarlos y llegar hasta ella… - blandiendo su espada, el pelicastaño sacó su arma girándose a su derecha, el resto de personas en la planta comenzando a disparar…

En realidad todo pasaba muy rápido, Kyo y Kregh moviéndose con una velocidad superior a la de los guardias, el chico de facciones aniñadas se había dirigido inmediatamente a la oficina de Francesco, en tanto el pelicastaño se movía con la agilidad de un guepardo desarmando y dejando inconscientes a sus combatientes antes siquiera de que éstos pudieran acertar un disparo…

- el problema viene ahora… - otro tres sujetos aparecieron bajando del ascensor en la planta… metamorfos con extraordinaria fuerza física y la habilidad de moverse casi tan rápido como Kregh…

Mientras que dentro de la oficina de Agnelli, Kyo se daba cuenta de que todo había sido una trampa en la que cayó como ratón a la ratonera. Ni Francesco ni Alexia estaban ya ahí, pero si dos sujetos que conoce muy bien…

- chicos, hace cuánto no nos veíamos… - el chico de facciones aniñadas estaba flanqueado por ellos en los extremos, como fuera que se moviera, ellos tenían oportunidad de atacar certeramente…

- desde que dejamos ZION, Kyo; cuando tú también debiste venir con nosotros… - uno de ellos, de facciones japonesas, cabello largo sujeto en una coleta, y una espada similar a la de Kyo empuñada en sus manos, en posición de ataque…

- nos dolió tu traición, hermano… - el otro individuo, muy parecido al anterior, con la única diferencia de que éste lleva el cabello corto… ambos son, literalmente, hermanos de sangre de Kyo…

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Nombres: Hidetoshi y Makoto Yoshikazu
Edad: 26 y 25 años respectivamente
Historia: Junto con su hermano Kyo, quedaron huérfanos desde hace 15 años, se unieron a ZION cuando la Sibila les habló de un mejor futuro; pero hace cuatro meses decidieron servir al mejor postor, al Zodíaco Púrpura; tienen una visión que mueve sus acciones, obtener el poder de revivir a sus padres, lo que Chung Jin Ho prometió pasaría cuando ellos pudieran tener control sobre los prototipos del Proyecto Eslabón y el Elegido.


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- no soy tan ingenuo como ustedes, sé perfectamente que ningún poder puede revivir a nuestros padres, el Zodíaco Púrpura solo los utiliza… - solo un milagro conseguiría que sobreviviera a un enfrentamiento con sus hermanos, no solo sus espadas son mejores que la suya, ellos son superiores a él, porque aunque con las mismas habilidades, tienen mayor experiencia, fueron sus sensei y le superan en número…

- como si ZION no estuviera haciendo lo mismo contigo, y todo por quienes, ¿por la humanidad?... – espetó con ironía Hidetoshi, el mayor de los tres, su espada alineada en sentido vertical con una inclinación sobre su cuerpo…

- cuando la humanidad sepa sobre nosotros nos temerán e intentarán relegarnos a montañas o donde no sepan de nosotros, sino es que inician una rebelión para exterminarnos…- secundó Makoto… afuera podían escuchar a Kregh enfrentándose con los otros tres, en una batalla que sonaba fiera, como un duelo entre aguerridos felinos…

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Plaza España
Hotel Mazcagni


No había otra cosa más que calor y sensuales gemidos excitados inundando la habitación; ambos cuerpos perlados en sudor, unidos en una ardiente danza de caricias en la que el vaivén de caderas estaba impuesto por Jaejoong, montado a horcajadas sobre Yunho, se deslizaba adelante y atrás inclinado sobre el moreno, sintiendo como éste empuja también contra él haciéndole sentir un placer avasallador, llegando tan profundo en su interior que los gemidos que nacen en su garganta incentivaban más la libido de ambos, orillándolos a moverse de aquélla deliciosa manera, fundirse en nuevos besos que los deja sin aliento, con la respiración más errática, y cada uno de sus sentidos plagados del otro…

- mhh, mhh, aahhh, ahh, Yunho, mmhhh… - el pelioscuro se recostó por completo sobre el moreno, sintiendo las manos de éste en los costados de su cintura para empujarlo suavemente pero con firmeza a la vez que invierte posiciones dejándole abajo…

- aahhh, Jae, mhh, mhh… soy adicto a ti, ahh, ahh… - reiniciando el compás embistió contra el pelioscuro con más rapidez y fuerza, un delirante ritmo que se marcó en las facciones llenas de gozo en el rostro de los dos… gimiendo aún más ronco, besándose apasionadamente sin cesar…

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Por las calles de Paris, ChangMin conducía su auto a gran velocidad rumbo a la Plaza de la República, había tenido una nada agradable conversación con su compañero Ethan, el mismo que ya una vez le dijera que un día podría necesitar de su ayuda, hijo del Dr. Kristopherson y uno de los integrantes del Zodíaco Púrpura… el que acabara de decirle que Nakamura moriría en unos minutos por defender a Kyo, un poderoso metamorfo de ZION que importa tanto a Kregh que dará su vida por él sin dudarlo… porque morir por quien se ama no es un sacrificio, es demostrar la intensidad de un sentimiento prendado del alma misma…

Minnie no sabía porqué le había dolido tanto escuchar esas palabras que Ethan comentara después de comentar que tenía algo valioso que ofrecerle, que le entregaría si solo aceptaba necesitarlo…poco pesa ahora el haberse sentido menospreciado por el muchacho, la sola idea de pensar que Kregh muere le había aterrado… y para qué negarlo, saber que Kyo está en el medio del pelicastaño y la palabra “amor” movió algo en su interior…

- Kregh dijo que me ama… - murmuró al dar una peligrosa vuelta en la última calle antes de cruzar a la avenida de la Plaza de la República…

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Plaza de la República
Edificio Administrativo de FIAT


Nakamura rompió el cuello del último de los tres sujetos que hubiera enfrentado en los últimos minutos. Había gastado energía en conseguir evadir ataques mortales viniendo de cada uno de ellos sin cesar durante su batalla; fuertes, ágiles y rápidos, había sido todo un lío, le costó varios golpes en las costillas y el labio partido…

Para cuando el tercer sujeto cayó sin vida al suelo, pudo escuchar claramente el chocar de las cuchillas de espadas venir desde la oficina de Francesco Agnelli. Al tiempo que él abría las puertas, ChangMin frenaba abruptamente en el parking de la entrada principal…

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Plaza España
Hotel Mazcagni


Yunho tomó la pierna de Jae y la colocó sobre su hombro izquierdo, haciendo de sus estocadas una fuente de placer sublime, la otra pierna del pelioscuro se enredó en las caderas del moreno…

- mhh, ahh, ahh, ¡dios!... – Jae se sentía desfallecer ante tal entrega, su piel ardiente transpiraba excitación y gozo…

- ahh, Boo, mhh, mhhh, eres perfecto… - Yunho nunca antes se había sentido tan pleno unido a alguien… esto era más que sexo por placer… era hacer el amor con Jae, el ya dueño de su corazón…

Porque no había sensación más exquisita que las estrechas paredes de su intimidad aprisionando su miembro cada que se encontraba completamente dentro de él, ni la deliciosa fricción que ejerce cuando se desliza una y otra, y otra vez penetrándolo; y ninguna otra piel se sentía tan suave y caliente cubierta por aquéllas perlas de sudor que nada tienen que hacer contra su níveo color; ni ningún otro cuerpo tan hermoso como ése que ha recorrido ya con sus manos y besado con sus labios, ni ningunos ojos como esos que abnegados en placer le observan con un brillo que denota más que lujuria… ni ninguna otra boca tan dulce y una lengua tan experta que se funde con él en los besos más ricos…

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Plaza de la República
Edificio Administrativo de FIAT


Las cuchillas de Hidetoshi y Makoto encontraron su objetivo en otro cuerpo; Kyo abrió los ojos de par en par cuando Kregh se interpuso en el destino de las espadas de sus hermanos, una hundiéndose certeramente en su costado derecho y la otra en su espalda a la altura de su corazón; el chico de facciones aniñadas ya había perdido su propia espada, tenía varios cortes por todo el cuerpo, la ropa rasgada, la sangre brotando de las heridas en su piel… podría haber muerto… debía haber muerto, pero…

- porqué… - murmuró con los ojos llenos de lágrimas… porque lo amaba y no podía tolerar el saberse causante de su sacrificio…

- eres obstinado… - sonrió el pelicastaño, tomó la cuchilla de su costado empujándola fuera de su cuerpo… Hidetoshi y Makoto solo esperaban…

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Plaza España
Hotel Mazcagni


Yunho y Jae estaban en el límite de su entrega, el placer que los envolvía los había arrastrado ya al éxtasis, tensando sus músculos para liberar la tensión al correrse y sentir sus cálidas esencias marcándolos, la del moreno inundando el interior de Boo, consiguiendo un delicioso ronco gemido y la espalda del pelioscuro arqueada al tiempo que su semilla bañaba el torso de ambos…

Un orgasmo más juntos, mirándose con una expresión distinta en los ojos a la primera vez que intimaron, había algo en las pupilas de ambos que les hacía sentir diferente… unidos de una forma que va más allá del plano físico… tal vez por amor correspondido…

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Plaza de la República
Edificio Administrativo de FIAT


- ¡Kregh!... – ChangMin en el umbral, los hermanos Yoshikazu sonriendo al verle, porque era justamente lo que Ethan y Alexia planearon… sacaron un arma y dispararon hacia Shim…

Kyo solo pudo observar todo en cámara lenta, Kregh desapareciendo en una nube de polvo grisácea, las balas recorriendo la distancia hacia ChangMin, éste con los ojos inyectados de una sensación que no podría describir, sus hermanos sonriendo triunfantes…

- no… - murmullo doliente escapando de labios del menor cuando el pelicastaño apareció ante él dándole la espalda, recibiendo esas dos balas en su ya herido cuerpo… directo en el corazón y el hombro izquierdo…

- Min… - susurro liberado con el último suspiro de Kregh, quien se desvaneció en los brazos del menor…


Continuará……










ADVERTENCIA: Lemon

CAPÍTULO 12. REENCUENTRO


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Plaza de la República
Edificio Administrativo FIAT


ChangMin sintió que la ira quemaba en su estómago y se dispersaba por todo su cuerpo… y no fue consciente de todo lo que pasó a su alrededor cuando al abrazar con fuerza el cuerpo de Kregh sus sollozos hicieron temblar la tierra un kilómetro alrededor…

Los hermanos Yoshikazu solo pudieron contemplar esa muestra de poder de quien es El Elegido y parece estar despertando, porque cuando un grito lastimero salió de la garganta de Shim, las ondas sonoras vibraron con tal fuerza que los cristales reforzados de los ventanales del Edificio se rompieron en mil pedazos hasta dos pisos abajo… obligándolos a ellos a cubrirse los oídos con sus manos y caer de rodillas doblegados por el dolor intenso que el sonido provocaba en cada célula de sus cuerpos…

- no… no puedes morir, Kregh… - pero aunque hubiera intentado parar la hemorragia de esas cuatro heridas… era tarde ya, porque el corazón del pelicastaño había sido alcanzado y dejado de latir… - ¡no!... – sus gruesas lágrimas resbalando por sus mejillas mojando su cuello, algunas gotas cayendo sobre el rostro del japonés… todo volviendo a la quietud, más no su dolor.

Sin embargo, a pesar de que el menor ya no hacía nada, Hidetoshi y Makoto seguían sufriendo un dolor descomunal que los tenía retorciéndose en el piso cubierto de trozos de cristal. Kyo se levantó todavía con un zumbido atormentando sus oídos, se acercó tembloroso hacia Min y Kregh, cayendo nuevamente de rodillas, observando con un dolor punzante carcomiendo sus entrañas al ver el cuerpo de Nakamura sin vida entre los brazos de Shim…

- él confiaba en ti… - murmura de pronto, clavando sus ojos lacrimosos en el menor… - confiaba en tus habilidades, creía… - un nudo en la garganta, el miedo irrefrenable de haber sido causante de la muerte del hombre que ama… - creía que podías hacerlo todo, dominar la realidad a tu antojo… - la esperanza de que la vida vuelva a ese cuerpo… al único que le hizo sentir querido a pesar de haber sido algo banal para el pelicastaño…

ChangMin apenas lo miró, porque se negaba a separar sus ojos del pelicastaño, como si hubiera pretendido abrazarle hasta que la tibieza de su cuerpo ya no le transmitiera su calor. Y aún con lágrimas en sus ojos quiso creer en las palabras de Kyo… en las que el propio Kregh le hubiera dicho antes…

……flashback……

- tú no entiendes… - soltó con un tono amargo… recordando la ocasión en la que él conoció a Kirsten y las palabras que pronunciara solo para él… - ella no pudo hablar en serio… - se acercó al menor y mirándolo directamente a los ojos, de forma tal que ChangMin tragó hondo mientras sentía un calorcito cubrir sus mejillas, le dijo... – tú tienes que ser el Eslabón Perdido…

- porqué… - cuestionó con suavidad, su mirada desviándose de los ojos del pelioscuro a su boca… - “porqué diablos miro sus labios”

- porque… - inconscientemente, dejándose llevar por las sensaciones, comenzó a acercarse al rostro del menor, perdido también en esos labios que siempre lucen una expresión apacible, que lo han tentado desde el momento que lo conoció; aun antes de que la Sibila hablara con él… - porque creo en ti, Shim ChangMin… - tomando conciencia a tiempo de lo que estaba a punto de hacer, se alejó con sus mejillas sonrojadas… - creo que sí tienes lo que se necesita para ser el Elegido…

- y si te equivocas…

- el corazón no se equivoca nunca… - aseguró…

……flashback……

- no vas a dejarme… - siente un calor emanar por cada poro de su piel… - porque Te Amo, Kregh…- y uniendo sus labios a los del pelicastaño, llevó su mano al pecho de él, percibiendo el frío metal de la bala incrustada en su corazón…

Y, literalmente, su mano penetró el pecho del japonés, fundiéndose en cada fibra y órgano interno, llegando hasta el fúsil que retira rápidamente para luego hacer lo mismo con la que alcanzara el hombro izquierdo. Después, habiéndose separado de su boca, pega su frente a la de Nakamura y piensa… no, desea desde lo más profundo de su alma que sane, que sus heridas cicatricen y su corazón vuelva a latir… y aquello sucede, lentamente esas cuatro heridas se van cerrando… y la piel que hubiera comenzado a sentirse fría poco a poco va recuperando su calor… y nunca pensó que escuchar tan nítidamente los armoniosos latidos de ese corazón le haría tan feliz…

- sabía que no podía equivocarme… - murmura con débil voz el pelicastaño… después de todo estuvo muerto por unos minutos y perdió demasiada sangre… pero sonríe… sonríe con pureza, casi como si fuera la primer sonrisa que cruza sus labios y nace desde el fondo de su alma…

- Kregh… - el menor solo puede susurrar su nombre y depositar suaves y cortos besos en sus labios… sus lágrimas han vuelto a correr pero ahora por un sentimiento novedoso que solo ese chico consiguió instalar en su corazón…

Y mientras permanecen ahí, con sus brazos rodeando el cuerpo del otro, Nakamura en el regazo de ChangMin, Kyo comprende que cometió el peor de los errores, que por su ciego deseo de no fallar terminó haciendo justamente eso… porque todas y cada una de sus acciones intentaban demostrarle al pelicastaño que él era mejor que Shim, pero ve ahora en la ternura con que siguen besándose que a Kregh nunca le importó el hecho de que ChangMin fuera un genio o el más poderoso de los metamorfos, que jamás se trató de su condición como el Elegido… que… fue amor puro, ese que nace en el misterio y casi desconocimiento del otro, el que crece con el trato… el que se regocija por la simple existencia del ser amado…

Evade la mirada, porque inevitablemente esa escena duele en su corazón, y gira hacia donde sus hermanos yacen inconscientes, porque lo que sea que haya hecho ChangMin, les afectó mucho más a ellos… y entristece un poco más porque ahora se siente más solo que nunca en toda su vida… hace meses, cuando sus hermanos tomaran un camino diferente, se quedó sin familia, pero tenía la esperanza de que ellos reconsideraran los hechos y volvieran a ser los chicos amables que fueran; pero ahora le queda más que claro que no será así, que un poco más cegados que él mismo, harán hasta lo imposible por su propio deseo de devolverle la vida a sus padres… y por un momento lo piensa, porque creía que aquello era imposible, pero acaba de ver con sus propios ojos cómo Kregh le devolvía la vida a Kregh… y duda, duda como nunca pensó que sería capaz, vuelve su vista hacia ellos, viéndolos incorporarse, y piensa en si estará del lado correcto… pero espabila, porque al verlos sonriéndose con ternura solo puede bajar la mirada y también se da cuenta de algo más… de que, aún cuando vive, perdió a Kregh…

- Kyo… - una lágrima rueda por su mejilla al escucharle llamarlo, vuelve su mirada hacia ellos otra vez, y esboza una sonrisa, que apenas si parece un gesto de atención. El pelicastaño está apoyándose con uno de sus brazos por sobre los hombros del menor… - hay que irnos…

Los tres podían escuchar pasos muy cerca, tal vez por fin la policía había llegado o era la seguridad interna de la empresa, como fuera, no era seguro quedarse… y tampoco había muchas opciones de salida, por eso cuando el chico de facciones aniñadas vio que el pelicastaño le extendía la mano se sintió un poco más miserable…

- estás débil… - murmuró, sabiendo lo que Nakamura intentaría… - apenas si podrías teleportarte a ti mismo…

- yo le ayudaré… - escuchó decir a ChangMin… y no entendió porqué ellos simplemente no le dejaban ahí con sus hermanos… porqué le ayudaban y se mostraban tan tranquilos… ¡por su culpa pasó todo aquello!

- hay que darnos prisa, Kyo… - tal vez tenían cuando mucho 30 segundos para desaparecer de aquella oficina destrozada antes de que se llenara de guardias y uniformados…

********************
Praga, República Checa

El auto del pelinegro ya estaba aparcado en el estacionamiento de un centro comercial cercano al Edificio donde se encuentra el departamento en que Junsu y Cameron le esperan, pero antes de retirar los seguros de las portezuelas y permitir que DongHae baje…

- no iremos al lugar donde se encuentra, entraremos y le esperaremos en uno de los restaurantes, Junsu vendrá en unos minutos… - puntualizó… un lugar público limitaría cualquier acción que el castaño oscuro pretenda…

- pareces muy tenso respecto a que lo vea… - soltó sonriendo con un dejo de sorna… podía notar el semblante serio de Park, la dureza marcada en sus oscuras orbes…

- la única razón por la que consiento esta reunión es porque estuviste en el mismo lugar que Junsu, y tal vez hablar contigo le haga recordar más detalles que creo necesarios para entender porqué es buscado por la ONU y la INTERPOL… qué es lo que ZION y el Zodíaco Púrpura quieren de él…

- y no es acaso algo que puedas averiguar siendo quien eres… - se mofó… porque no podía evitar esa molestia instalada en su estómago, esa apatía hacia el pelinegro, y picar su orgullo ahora le parecía un arma que usar para provocarlo… y tal vez, hacerle quedar en mal ante Junsu, porque comprende ahora que su preocupación por el castaño tiene la misma raíz que la suya propia… amor…

……………………………………

Cameron le había dicho al castaño que Yoochun quería verlo en un restaurante cerca de ahí, y tenía la sensación de que algo importante iba a pasar, había algo en sus pensamientos que lo inquietaba, pero no era una inquietud de esas que dejan un vacío en el estómago… no… era… como saber que un trozo significativo de su vida volvería a formar parte de sus días…

Mientras iba caminando a lado de la chica, una sonrisa suave se curvó en sus labios… y sin saber exactamente porqué, su corazón comenzó a latir más aprisa…

……………………………………

El agente Park no había caído en la provocación de DongHae, pero sin duda ellos no congeniaban… porque Junsu lo era TODO para ambos y resultaba imposible pensar siquiera en llegar a renunciar a él. Porque para Yoochun conocerlo hace más de un año en aquél Mall en Seúl, había sido el día en que se sintiera un poco más normal, y poco a poco el castaño había ido diluyendo las tensiones que su trabajo como Emisario dejaba en él, era su mundo, la luz que llenaba sus días como asesino a sangre fría, la dulzura que antes de su llegada nunca había conocido. Para DongHae, era como su alma gemela, aquél con quien compartió tanto sufrimiento y dolor durante su estancia en el CENTRO, había sido quien le diera un motivo a sus días en aquélla monotonía científica de experimentos…

Se sentaron en una de las mesas de un restaurante de comida regional, prácticamente en el centro del local, mientras más gente alrededor mejor, no despegaban la vista del otro, tratando de leer en su expresión corporal lo que sus palabras ocultaban presas en sus pensamientos…

Cameron y Junsu llegaron al lugar que el pelinegro le indicara a la chica…

- bueno, estás aquí… - la chica podía ver a su amigo y a aquel chico sentados en silencio sepulcral en una de las mesas, sonrió suavemente al pensar en que lo que fuera que suceda ahora será un reto para el pelinegro, pero nota en los ojos del castaño que no tiene nada de qué preocuparse… no del todo… - yo me voy, tengo algo que hacer…

- ¿no te quedarás?... – cuestiona Junsu, viendo la espalda del castaño oscuro sin llegar a saber aún de quién se trata, el pelinegro le ha visto ya pero se limita a esperar a que se acerque a ellos…

- no… ya sabes, trabajo… - besa la mejilla del castaño, y parte dejándole en la entrada del restaurante, porque ahora ella debe ir donde el Geral. Smith, puesto que están a punto de obtener información importante de Blazek… Junsu respira profundo y camina hacia su novio y esa persona que debe ver, no sabe aún que se trata del otro eslabón, pero su corazón late como potro desbocado a cada paso que da…

- Yoochun ah… - saluda al llegar a la mesa, e inmediatamente el castaño oscuro se pone de pie girándose para verlo, había estado tan ocupado analizando al pelinegro que no se percató de su presencia a sus espaldas…

Y cuando Junsu se topa con los ojos de DongHae un remolino de recuerdos golpea con fuerza su mente, memorias van y vienen sin que él pueda comprenderlas o procesarlas, le duele la cabeza y camina tambaleándose hacia su novio, que de inmediato le ayuda a sentarse en la silla a su lado. El castaño oscuro simplemente se queda en su lugar, sentándose de nuevo cuando ve el estado de su amigo… lo que menos quiere es llegar a ocasionarle más problemas con su regreso…

- toma agua, Junsu ah… - el pelinegro le mira preocupado, no esperaba que una reacción así viniera tan rápido en su novio… pensó tal vez en confusión, en preguntas, pero no en esto, no en que volviera a sentir esos dolores de cabeza que sabe tanto lastiman al castaño…

- estoy bien, Chunnie… - el castaño oscuro percibe el cariño con el que el castaño se dirige al pelinegro y siente un vuelco en el estómago… - solo me mareé un poco… - sonríe suavemente, pero no niega el vaso de agua que le ha acercado, por suerte no llamaron la atención de nadie alrededor, porque el murmullo de conversaciones y risas sigue presente en el restaurante…

- Junsu ah, si no te sientes bien podemos dejar esto para otro momento… -

- no, Chunnie, estoy bien… - y entonces clavó sus ojos en DongHae… - siento no poder recordarte con claridad, pero siento que fuiste alguien muy importante antes…

- yo… - aclara la garganta al darse cuenta de que su voz ha salido amortiguada… - me llamo DongHae, estuvimos juntos en el CENTRO, éramos parte del Proyecto Eslabón… éramos grandes amigos, nos divertíamos estando dentro, tratábamos de ignorar el hecho de que… de que hacían con nosotros cosas que mejor no mencionar…

- Fishie… - murmura de pronto el castaño, siendo golpeado por un claro recuerdo en ese momento…

……Memorias……

Las llamas se levantaban imponentes entre los escombros y la estructura dañada del CENTRO, la explosión les había dejado aturdidos, pero habían salido con vida gracias al Dr. Hargitay, ese hombre que tan amablemente les aligeró la existencia ahí dentro desde siempre… el mismo que ahora los urgía a entrar en una furgoneta oscura…

- ¿qué pasó?... – cuestionó el castaño oscuro, todavía confundido entre sentimientos encontrados al ver el desastre en que se había convertido el complejo de laboratorios…

- es mejor que no sepan demasiado… - el Dr. Hargitay le indicó al conductor que podían partir, a pesar de que había personas con batas blancas, uniformados de negro que caminaban con paso veloz y armas en sus manos, ambulancias y demás movimientos que no alcanzaron a percibir cuando la furgoneta partió a gran velocidad dejando atrás todo aquello… -

- Fishie…- murmuró el castaño, antes de perder el conocimiento y ser abrazado por su amigo…

- ¡Xiah!... ¡Xiah!... – llamaba, las heridas de sus cuerpos no eran tal vez graves, pero la sangre brotaba de pequeños cortes que no pudieron evitar al salir de aquél lugar al que esperaba no volver jamás, pero su amigo ya no abrió los ojos para él nunca más; porque al llegar a otro punto a unos kilómetros de salir de los límites de la ciudad de Portland, el castaño fue llevado a otro auto, aún inconsciente, con otro hombre, de facciones orientales como las de ellos, un hombre a quien el Dr. Hargitay encomendó la seguridad de Xiah…

- ¿seguro que no quieres que me lleve a ambos chicos?...

- seguro, Park; el que estén juntos hará de sus habilidades una fuente más poderosa que atraerá el lazo genético que comparten con el Elegido, la Sibila dijo que no es tiempo aún para la reunión de los tres eslabones, la cadena no debe completarse sino hasta que el Elegido acepte su naturaleza…

- de acuerdo, lo cuidaré bien… - un abrazo amistoso entre los hombres… - seguiremos en contacto Dann…

- hasta luego, Park… - un último apretón de manos…

……Memorias……

Un recuerdo que también había aparecido en los pensamientos de DongHae, aunque Junsu solo dilucidara las imágenes hasta el momento que cayera inconsciente en el interior de aquella furgoneta…

- nos separaron por nuestro propio bien… - murmuró el castaño oscuro, preguntándose internamente si ese hombre al que llamaran Park algo tendría que ver con el agente frente a él…

- ¿de qué hablan?... – preguntó el pelinegro, sintiéndose bastante incómodo al notar cierta comunicación entre su novio y Lee que parecía ir más allá de las palabras… un lazo especial… que le asustó…

- creo que, tuvimos un recuerdo, ambos al mismo tiempo, como si… estuviéramos conectados… - trató de responder Junsu, pero aun así todo aquello le parecía extraño… cómodamente extraño… - pero no sé, no estoy seguro…

********************
Tokyo, Japón
Distrito Taito, Parque Ueno
Núcleo de ZION


Ya la Sibila había visto lo sucedido en Roma, y se sentía complacida de que todo esté marchando como ahora, porque aunque sabe que habrá sacrificios imposibles de evitar más adelante, ahora lo más importante ha sido que ChangMin despierte todo ese poder que posee, porque aunque ahora tal vez todavía no sea consciente de su importancia, el Elegido será el único que podrá salvar a la humanidad de un terrible final…

- Kirsten, Alexia Peruzzi ha aterrizado en un jet privado en el Aeropuerto Internacional… - le informó Hikaru, la chica que trabajara con Kregh en una misión tras Naohiro Fukita del Departamento Metropolitano de Policía de la capital nipona…

- lo sé… - suspiró y miró a la japonesa… - ha llegado momento de moverse, este lugar ya no será seguro para nadie, da la alerta en todas nuestras sedes internacionales, avisa a Kregh en Roma que la hora de la pelea de verdad comenzará en un par de días… cuando mis ojos sean tomados por Alexia Peruzzi, no habrá secretos para el Zodíaco Púrpura, pero no podrán ver sus almas y en ellas es en donde deben ocultar toda verdad sobre nosotros, ZION debe vivir, porque somos una ideología por la humanidad…

La chica asintió, porque aunque esas palabras impactarán en todo metamorfo que veía un hogar seguro en ZION, ya habían sido presagiadas aunque no reveladas en su totalidad, La Sibila siempre había mencionado los sacrificios necesarios… las decisiones que no pueden evitarse… los crudos momentos de la causa por la humanidad…

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Roma, Italia
Departamento de Shim ChangMin


Apenas aparecieran en el lugar que ya Kyo conocía, el chico de facciones aniñadas se marchó… porque no soportaría observar un solo mimo mas entre ellos, un solo roce, un solo beso, ni una sola mirada más de aquéllas cargadas de amor…

- ves cómo la Sibila estaba equivocada… - murmura el pelicastaño, recibiendo un vaso de agua de parte del menor…

- no, Kregh, no lo estaba… - Nakamura le mira contrariado… - ella dijo que para ser El Elegido me faltaba mucho más que las habilidades especiales que ya mostraba… ahora comprendo a lo que se refería, a lo que leí en el pergamino colgado en el muro sobre la puerta de su Oficina… - “Temet Nosce” … - me faltaba conocerme a mí mismo, ver dentro de mí más allá de la lógica y la razón… me faltabas tú, aceptar desde el fondo de mi corazón que te amo… - el pelicastaño sonríe enternecido, sonrojándose ligeramente, pero no tanto como ChangMin al decir aquello, porque declararse mientras se sentía desesperado por no perderle, a hacerlo ahora… es completamente diferente… - sé que aún tengo mucho por descubrir y entender, pero soy feliz de que estés conmigo… y por favor, Kregh, no vuelvas a hacer nunca más lo de hoy… - suplica, porque solo de recordar el dolor que lo albergó por esos minutos, podía sentir que se le helaba el corazón…

- tranquilo, Minnie, estoy aquí… - le abraza con cariño, sintiendo las manos del menor aferrarse a su cuerpo… y él solo puede besarle el pelo, acariciar su espalda, separarlo para verle a los ojos, a esas pupilas lacrimosas que le miran de una forma diferente… - Te Amo…

- Kregh baka… - atina a decir, sonriendo suavemente al sentir los pulgares del pelicastaño acariciando sus mejillas, el aliento de éste golpear contra su rostro mientras se acerca para besarle una vez más… con tanta ternura, que casi siente que flota en una nube…

********************
Praga, República Checa

DongHae vuelve a su departamento, confuso por lo que acaba de pasar, después de todo, reencontrarse con Xiah no fue lo que pudo pensar una y mil veces, porque apenas si habían podido hablar un poco, pero el castaño poco recordaba con claridad porque sus memorias se atiborraban en sus pensamientos impidiéndole darles un sentido coherente… y tuvo que conformarse con despedirse con una sonrisa suave, verle partir a lado de Yoochun, cabreándose por ello, porque no toleraba la cercanía que notaba entre ellos, porque presentía acertadamente que eran más que amigos… porque notaba el amor en las oscuras orbes del pelinegro y eso le quemaba las entrañas, le hacía sentir una rabia y los deseos de golpear y destruir se apoderaban de sus sentidos, por eso fue que su departamento quedó desordenado cuando al llegar comenzó a desahogar toda esa frustración contra lo que se le atravesaba… dándose cuenta de que poco o nada se calmaba el ardor en la boca de su estómago…

………………………………………

Yoochun tomó a Junsu por la cintura, acercándolo a él mientras comienza a besarle desesperadamente, entregándole besos que el castaño nunca antes hubiera sentido, porque era como si de pronto el pelinegro quisiera devorarle los labios…

- Chunnie… - trata de detenerlo cuando su novio se separa apenas para tomar un poco de aire y besarle con mayor intensidad, recorriendo con sus manos la espalda del castaño, bajando a su trasero, apretándoselo con fuerza, haciéndole gemir en medio del beso… - Chunnie, espera… - pero el pelinegro vuelve a besarle con pasión, empujándolo hasta dejarlo recargado contra el muro afuera del baño… - ¡Chunnie!... – le toma el rostro con sus manos, obligándole a parar, y ve en sus orbes el miedo… respira agitadamente, tiene las mejillas coloreadas y los labios entreabiertos… - qué te pasa, Chunnie… - cuestiona con ternura…

- lo siento… - recobrando el raciocinio que por instantes perdió, recarga su frente en la de su novio, aun le retiene contra el muro, pero sus manos se posan respetuosas sobre los costados de su cintura… - lo siento, Junsu ah, es solo que… - muerde su labio inferior, no sabiendo cómo decir aquello que ruge en su interior…

- es solo que qué, Chunnie… - le abraza acercándolo más a su cuerpo, transmitiéndole su calor, haciéndole saber que está bien, que lo que sea, pueden enfrentarlo juntos…

- Junsu ah, cuando lo recuerdes todo, ¿me seguirás amando?... – se maldice por ser ahora tan débil, por mostrarse tan inseguro, pero el hecho de que DongHae y su novio se hayan entendido realmente bien a pesar de que apenas si conversaron un poco lo aterraba, porque no podía apartar de su mente la manera en que el castaño oscuro miraba a su novio… con el mismo amor que ve en sus propias orbes en el reflejo de un espejo o cristal… reflejado en las mismas pupilas del castaño cuando se pierde en sus ojos…

- Chunnie… - el castaño ignora porqué le pregunta tal cosa, pero cuando sus miradas se conectan, aun con sus frentes unidas, comprende que debe responder… - claro que sí, no hay motivo alguno por el que deje de hacerlo al recordar con claridad mi pasado…

- ni siquiera DongHae… - suelta con voz ronca, temerosa…

- ni siquiera él, no hay nada ni nadie que pueda cambiar el amor que siento por ti, Chunnie ah… Te Amo, hoy y siempre… - busca los labios de su novio besándole despacio, tranquilo, con la ternura que le caracteriza… y Park se deja llevar por esa sensación de plenitud que con solo un beso, el castaño consigue dejar sobre su cuerpo…

- Te Amo, Junsu ah… - murmura contra sus labios, besándose una vez más, con suma ternura, como disculpándose por su arrebato anterior…

- hazme el amor, Chunnie… - pide con timidez, sintiendo sus mejillas arder de vergüenza, porque no suele pedirlo, aquello simplemente sucede entre ellos, pero ahora quiere demostrarle de alguna manera que no miente, que amarle es un sentimiento eterno, que ser uno con él es la cosa más hermosa que puede sentir sobre su cuerpo, que le toca el alma, que regocija su corazón…

Yoochun sonríe besándole una de sus coloreadas mejillas, lo atrae por la cintura pegándolo completamente a su cuerpo para luego besarlo con un poco más de pasión mientras caminan de regreso a la habitación, desnudándolo lentamente en su camino, dejando las playeras de ambos en el suelo, sintiendo ese calor abrazarlos cuando se funden en los más exquisitos besos…

Las manos del pelinegro vagan por su espalda desnuda, acariciando con fervor cada palmo, no parando de besarse una y otra vez, de susurrar sus nombres con jadeos extasiados al sentirse de aquella manera, con sus torsos desnudos tocándose, con las manos de ambos palpando con paciencia la piel expuesta, perdiéndose luego hacia la pretina de sus jeans, deshaciéndose de ellos con lentitud… Junsu cae sobre la cama seguido por Yoochun, que repartiendo besos por su pecho, lamiendo sus pezones y jugando con su lengua en sus pectorales, deja que sus manos jueguen con el elástico de la ropa interior de su novio, notando contra su entrepierna semidespierta, la erección del castaño en las mismas condiciones…

- ahh, Chunnie… - y basta una caricia sobre su erección por sobre la ropa interior para que arqueé la espalda… - hazlo ya, Chunnie, por favor…

El pelinegro comprende la petición de su novio, y se deshace de la molesta prenda que lo separaba de ese trozo de carne que erguido clama por atención… una que no duda en proporcionarle al lamerlo con dedicación por unos segundos antes de engullirlo por completo y comenzar a bombear dejando que su lengua le acaricie por toda su extensión… y siente su propia entrepierna completamente despierta doler entre su ropa interior, por lo que lleva sus manos ahí para apartar la prenda y tirarla al suelo…

- eres delicioso, Junsu ah… - sube a sus labios para besarlo mientras sus manos se encargan de continuar con el trabajo que su boca iniciara…

Pero no quiere que se corra aún, quiere que terminen juntos, por lo que retira sus manos de la entrepierna del castaño, tan solo para llevar tres de sus dedos a la boca de su novio y que sean humedecidos por esa caliente saliva y su traviesa lengua lamiéndolos con una sensualidad casi inocente…

Cuando se encuentran lo suficientemente humectados, viajan a la entrada del castaño, quien abre sus piernas flexionándolas para darle mejor visión y espacio para preparar su intimidad antes de introducirse en su interior…

- mhh… - gime con un dejo de molestia, porque a pesar de las muchas veces que han intimado, la dilatación de su pasaje no deja de doler…

Y eso su novio lo sabe, por eso se apresura a besarle con dulzura y dejar que su otra mano acaricie su cuerpo y distraerlo de esas intromisiones que cada uno de sus dedos realiza hasta conseguir su objetivo… cuando ya sus tres dedos entran y salen con mayor facilidad, los retira para suplantarlos con su prominente erección, penetrándolo suavemente…

- ahh, Junsu ah… - gimiendo ronco por esa sensación de placer que saberse dentro de su novio le deja, saboreando su estrechez…

Aguardando unos instantes antes de comenzar a embestirlo… entregándose nuevos besos cargados de ternura apasionada, de una promesa silenciosa de amor… Yoochun mueve sus caderas hacia delante y atrás cuando el propio Junsu comienza moviéndose contra él, iniciando así un vaivén de caderas pausado, lento, de estocadas profundas pero sin prisas… hasta que envueltos en el calor de su entrega la intensidad aumenta, y el castaño siente cómo su novio le toma las caderas levantándolas un poco para llegar más profundo en su interior, embistiéndole con fuerza y rapidez…

- ahh, ahh, así Chunnie… mmhhh, mhhh, ahh…

- mhh, Junsu, ahh… me encantas, mhh, aahhh, ahhh…

El pelinegro siente la erección de su novio friccionarse apresado entre sus torsos, ellos abrazándose con recelo, gimiendo en el oído del otro, pronunciando sus nombres con voz excitada, el sudor perlándose sobre sus cuerpos, la piel ardiente cubierta por ese tono carmesí propio de la excitación, el corazón latiéndoles de prisa, la respiración agitada…

El castaño besa el hombro de su novio cada tanto, cerrando los ojos con los sentidos nublados cada que el pelinegro llega en lo más profundo de su interior y toca ese punto que le arranca los más sonoros gemidos placenteros… y echa la cabeza hacia atrás cuando en las últimas estocadas su novio derrama su semilla en su pasaje, consiguiendo que él termine bañando sus torsos y el orgasmo lo haga temblar de placer…

********************
Roma, Italia
Plaza España


Cerca de las nueve de la mañana, Jaejoong llega a uno de los Parques de la Plaza, sentándose en una de las bancas del lado norte, ahí donde ha quedado de reunirse con su amigo Ban Soo. Yunho le observa desde la azotea de uno de los edificios alrededor, con un rifle de francotirador de recarga manual que es más efectivo en espacios abiertos como ése y le permite una buena visibilidad…

Y la razón por la que se encuentra cubriendo las espaldas de su “pareja” (aunque no se lo ha pedido formalmente lo considera tal, pero esa mañana no hubo tiempo para preguntas porque pasaron la noche cotejando datos que encontraron sobre el chino) es porque tienen dudas respecto a Ban Soo, y la mejor forma de aclararlas es que uno sea el interrogador y otro el observador a distancia que pueda percatarse de posibles tretas que el chico pudiera ponerle, pues de cualquier forma, no se supone sepa con exactitud que el pelioscuro y él se encuentren juntos…

Ban Soo, el atractivo chico de mirada gentil y cabello corto color castaño claro y preciosos ojos color miel, llegó puntual a donde su amigo Jae esperaba pacientemente…

- Jae, que gusto verte… - siendo efusivo, el chico de mirada gentil estrechó en un fuerte abrazo a su amigo…

- igual digo, Ban Soo… - correspondió el pelioscuro, aunque en el fondo intranquilo por lo que pueda venir ahora que su amigo le diga aquello que Dann Hargitay le encomendó en confianza a él…

- no cambias nada, es más, de verdad, que si no supiera quién eres en verdad, jamás lo sospecharía siquiera…

- me tienes en ascuas, Ban Soo, así que mejor empieza a hablar… - no midiendo la seriedad con que soltó esas palabras, el pelioscuro se tensó cuando su amigo simplemente sonrió ampliamente…

- tal como se dice deben ser los agentes de campo, firmes y sin rodeos… - el chico suspiró… - bueno, debo comenzar supongo por decir que el Dr. Hargitay no solo trabajaba en el CENTRO o era uno de los pilares de ZION… también debes saber que estaba infiltrado en el Zodíaco Púrpura… - el pelioscuro no pudiendo evitar la sorpresa marcada en sus expresiones, el moreno escuchando todo por el micrófono que Jae lleva entre sus ropas…


Continuará……

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”No me quejo si alguien que ha leído el libro lo encuentra aburrido, absurdo o despreciable, ya que yo tengo una opinión similar sobre sus comentarios.”
J.R.R. Tolkien