CAPÍTULO 7. REMINISCENCIAS
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Tokyo, Japón
Distrito Taito, Parque Ueno
Núcleo de ZION
Kirsten mostró las instalaciones a DongHae, quien simplemente se dedicó a observar todo detenidamente, había al menos en el lugar una sensación diferente a la que le embargaba su estancia en el CENTRO, o cualquier otro sitio cerrado que tuviera la pinta de laboratorio, clínica o algo por el estilo.
- se bien lo que piensas, créeme cuando digo que aquí encontrarás sentido a mucho de lo que te inquieta… - entraron a una amplia sala, en la que no había absolutamente nada, salvo un piso de madera bien encerado y paredes de mármol…
- ZION no es menos de lo que es el CENTRO o el Zodíaco Púrpura, todos quieren lo mismo, el poder de que soy capaz…
- pero debes saber que no eres el único con esas habilidades… - caminaron por esa sala, el castaño oscuro no entendía que hacían ahí, ni siquiera parecía que pudiera haber puertas secretas en los muros, el piso o hasta el techo; y sin embargo lo que le hizo mirar a la mujer con reserva fueron esas palabras, ¿acaso ella sabía algo sobre Xiah?… - la persona que está en tu mente se encuentra a salvo, pasando por muchas dificultades…
- cómo puede decir que está a salvo y al mismo tiempo que tiene dificultades, si sabe algo sobre Xiah tiene que decírmelo… - exigió DongHae elevando la voz, sus ojos oscuros destellando ansiedad e incluso ira…
- DongHae, qué es lo que harás cuando te diga lo que sé, es acaso que crees que apresurar tus deseos hará que todo se resuelva, qué pretendes hacer cuando des con Xiah, si aún no has decidido lo que harás con tu propia vida… - la Sibila observó al castaño oscuro con una mirada que le hizo sentir que traspasaba su alma, se acercó a él y pasó su mano por su pecho, posándola suavemente a la altura de su corazón… - ya intentaste una vez acabar contigo, porqué razón vives ahora?... – y sin esperar a que respondiera, porque sabía claramente que en ese momento no lo haría, la mujer salió de aquella sala, y en cuanto lo hizo, la oscuridad la cubrió por completo…
El castaño oscuro solo se quedó ahí, en medio de aquella sala sumido en la oscuridad, una sensación que no logró descifrar se apoderó de su cuerpo y cada uno de sus sentidos…
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Venecia, Italia
Yoochun no había podido hacer nada por convencer a su novio de llevarlo a una clínica, había insistido en que él se encargara de encontrar lo que sea que hay en su interior y lo sacara de su cuerpo…
- pero baby, si hay que extraerlo, no tengo equipo para hacer una operación ni nada de eso… - la fiebre ya había bajado, pero aun podía notar que el castaño se sentía mal, y una cosa era llegar a curarse a sí mismo porque está entrenado para no sentir dolor, pero otra muy diferente el solo pensar en tener que lastimar la piel de su novio, aunque sea por su bien…
- Chunnie, tienes conocimientos básicos de anatomía y medicina, no me harás daño… - aun recostado sobre la cama, el castaño sonreía a su novio transmitiéndole su confianza en él… -
- de acuerdo… - tomó un rastreador que funciona con un pequeño receptor conectado a su lap top y en ella a un programa que detecta señales de radio satelital que pueda estar enviando cualquier dispositivo implantado en Junsu… en la pantalla se veía como se tomaba lectura de aquellas ondas que emite el localizador implantado debajo del omóplato derecho de su novio. Con sus dedos palpó haciendo un poco de presión para indagar si podía sentir algún relieve bajo su piel… pero aquél microchip estaba en una capa subcutánea a la que solo podía llegar haciendo una incisión… - tengo que salir, no tardaré… - anunció, un arma en su espalda, tomando la chaqueta…
- a dónde irás… - el castaño le miró con temor, no quería quedarse solo, esa era la verdad, pero debía ser bastante estúpido que dijera tal cosa…
- necesito conseguir algo para anestesiar por lo menos la zona que tendré que cortar para sacar el microchip…
- no es necesario, hazlo así…
- dolerá, Junsu ah… - su tono deslizando preocupación… era el hecho de que el castaño se mostrara tan reacio a todo, como si de pronto solo estar a su lado era seguro, lo cual el propio Yoochun compartía…
- lo sé, pero… – bajó la mirada… se estaba convirtiendo en un paranoico asustadizo que solo traería problema tras problema a su novio… y eso le aterraba aun mas…
- está bien… - el pelinegro se sacó la chaqueta de nuevo, se movió por la habitación y acercó lo que necesitaría para llevar a cabo esa “operación”, su navaja tipo militar, algodón, gasas, alcohol y un juego de sutura para coser la herida… - Junsu ah, háblame de algo ahora, lo que sea que te distraiga de lo que voy a hacer… - el castaño esbozó una sonrisa, recostado boca abajo en la cama, su espalda desnuda sintió el frío filo de la navaja…
- cuando te conocí… - comenzó cuando ya la navaja se deslizó en su piel haciendo un corte más o menos profundo; él tratando de ignorar el dolor, sumiéndose en un recuerdo en específico… - desde el momento que te vi por vez primera, sentí que estar a tu lado sería lo más hermoso de toda mi vida…
……flashback……
Seúl, Corea
Distrito Gangnam-Gu
Junsu estaba en uno de los tantos establecimientos del COEX Mall, solía pasarse largos minutos por la tarde practicando baile en una de esas máquinas llamadas Pump It Up, de pasos complejos y sincronizados. Mientras bailaba y se esforzaba por tener su puntaje perfecto, no se ocupaba de todas esas miradas de niños, adolescentes y adultos que lo observaban durante sus rutinas, pero apenas terminaba y miraba a su alrededor, solía avergonzarse y cubrir sus mejillas de un precioso tono carmesí. Todas esas personas le aplaudían y sonreían, e incluso había quienes le lanzaban piropos que lo hacían enrojecer como termostato… sobre todo cuando por ahí aparecía algo referente a su trasero…
- ay, si no fuera porque adoro bailar, no vendría a diario… - murmuraba mientras salía del aquel amplio local, sin darse cuenta de que un joven de cabellos azabaches le seguía de cerca, observándolo detenidamente con una sonrisa suave en sus labios…. – aunque, ahora que tengo ese nuevo empleo como Instructor de Baile, tal vez me acostumbre a que me vean o me digan cosas respecto a mi forma de bailar… - su amplia sonrisa se suavizó al recordar su peculiar situación…
Hace casi cuatro meses de aquél día del que solo recuerda un ensordecedor sonido cuando el auto en el que iba con un hombre, al que tampoco recuerda, fue embestido de frente con gran fuerza ocasionando un fatal accidente que le dejó sin memorias de su pasado… después de eso pasó una semana hospitalizado, hasta que las heridas ocasionadas en su cuerpo sanaron, para gusto de los médicos que lo atendieron, demasiado rápido…
- quién habré sido, porqué nadie me buscó, será que no tengo familia… - sus manos en sus bolsillos, su vista al frente pero al parecer distante… - porqué no puedo siquiera recordar al hombre que iba a mi lado…
- disculpa… - escuchó una voz masculina, pero no pensó que se refiriera a él, hasta que… - oye, tú, chico del gran trasero… - el castaño paró y se giró molesto y avergonzado por esa manera en que le llamó ese chico, algunas personas alrededor murmurando y riendo por lo bajo… - lo siento, no sé cómo te llamas y tiraste esto… - el pelinegro le extendió su billetera…
- gracias… - aunque se preguntaba cuándo y cómo se salió su billetera del bolsillo trasero de su pantalón… - pero de todas formas, no tendrías que haberme casi gritado de esa manera… - el sonrojo en el rostro del castaño lo hacía parecer un tomate rojo de la más pura calidad.
El pelinegro sonrió ampliamente, hace cosa de dos semanas llegó a la ciudad por una misión, y ese primer día vio a ese chico bailando con aquella gracia y sensualidad natural de movimientos perfectos, que tuvo ese famoso flechazo del que solo se creería pasa en las películas o historias cursis de amor; y desde entonces, todas las tardes había ido ahí para verlo y contemplar la belleza tan única que emanaba ese chico de cabellos castaños. Estuvo tentado de seguirle e investigar sobre él, pero no quería tratarlo como si fuera parte de una de sus misiones o algo por el estilo…. Quería conocerle de alguna forma más casual…
- Yoochun, mucho gusto… - se presentó extendiendo su mano, el castaño parpadeó confundido… - así tal vez me digas tu nombre y no tengo que ofenderte adulando tus atributos físicos…
- Jun… - aclaró la garganta, sintiendo un cosquilleo en la boca de su estómago, y la profunda mirada de ese chico que lo puso sumamente nervioso… - Junsu… - estrechó su mano con la del pelinegro, sumó al cosquilleo, un agradable calor que cubrió todo su cuerpo. Después de casi cuatro meses, esa era la primera vez que se sentía tranquilo al conocer a otra persona… - y no me ofendí, solo, me sentí avergonzado… - soltó en voz baja, apartando su mirada del otro…
- te ves lindo avergonzado… - el castaño le miró con sorpresa… ¿un hombre le estaba diciendo lindo?... – ¿te gustaría tomar algo conmigo?
- ¿eh?... – parpadeó todavía más confundido y nervioso… “¿porqué me siento así, no es cosa del otro mundo que dos chicos salgan a tomar algo juntos, cierto?”
- o podemos simplemente sentarnos a conversar en el parque, lo que sea… - viendo que el castaño se mostraba ligeramente incómodo por su atrevimiento, el pelinegro trató de suavizar, lo que menos quería era espantarlo…
- porqué…
- porque me gustaría conocerte, creo que eres un chico muy simpático, y no tengo muchos amigos así… - el castaño sonrió, no sabía exactamente porqué, pero conocer a Yoochun, sonaba bien para él…
- me gustaría caminar un rato… - aceptó con una suave sonrisa, sintiendo aún sus mejillas arder… y tenía una sensación oculta que le hacía sentir de algún modo familiar con esa situación, no porque le conociera de algún lado, si no más bien como si le hiciera sentir como ya antes alguien más lo hiciera…
……flashback……
- crees que ese día fue nuestra primer cita, Chunnie… - el pelinegro ya había sacado el microchip de rastreo del omóplato de su novio, se encontraba suturando la pequeña incisión que realizara, algunos algodones ensangrentados estaban en la charola a lado sobre la cama…
- creo que ese día fue la primera vez que sentí que tenía algo por lo que levantarme cada mañana… - respondió con voz suave, una última puntada… - no sé si podemos llamarla nuestra primer cita, después de todo te invité a salir, solos los dos, pero apenas nos comenzábamos a conocer…
- igual, ya me habías estado viendo, tú me lo contaste después… -
- así es… pero no te besé… - una gasa cubriendo la pequeña “operación”, una sonrisa en sus labios, recordando con gran nitidez ese día, cada sonrojo en el castaño, el momento de acompañarle a su casa, el haber tenido que morderse los labios para no besarlo…
- y si me hubieras besado, ¿si habría sido la primer cita?... – su novio ayudándole a colocarse la playera, ya sentado sobre la cama…
- primer cita o no, ya me estaba enamorando de ti, Susu ah… - un suave beso, una sonrisa cristalina… - ahora tenemos que movernos, no es seguro estar aquí…
- gracias… - con una ligera punzada de dolor en la operación, el castaño comenzó a empacar las pocas cosas que llevaba… - siento estar dan… - un dedo sobre sus labios lo hizo callar…
- ni siquiera lo digas, Junsu ah, Te Amo, y lo haré todo por ti… - un beso más…
- Te Amo, Yoochunnie… -
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Pierre y Johan bajaron del avión, justo entonces Jet les informó que había perdido la señal del dispositivo de Kim Junsu, y que según los últimos datos, continuaba donde mismo pero el rastreador había sido destruido, así que lo más seguro era que ya no le encontraran al llegar a la última ubicación conocida… aún así, continuaron su camino, podría ser que alguna pista haya quedado en el lugar, cualquier indicio que les diga hacia dónde más poder buscar…
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Seúl, Corea
Aeropuerto Internacional de Seúl
Yunho y Jaejoong abordaron el vuelo a Berlín, Alemania. Horas de viaje que pensaban aprovechar para compartir información; después de todo el moreno trabaja básicamente por cuenta propia, porque desde que salió de la Sede Principal de la CIA en Langley, Virginia; su misión era un misterio excepto para el Director Matt Reeves, lo que llevó al moreno a cuestionar…
- cómo es que conseguiste tan confidencial información sobre mí, una cosa es que hayas accedido a mi archivo en la base de datos y otra que hayas tenido conocimiento específico sobre mi misión…
- deja de jugar, Yunho, apuesto a que sabes la respuesta… - el pelioscuro sonrió hacia la azafata que tan amablemente (coquetamente) le entregaba una soda que acababa de pedir, el moreno no le dio mayor importancia a ese flirteo, porque aunque no han aclarado la relación que ahora tengan después de haber intimado, estaba seguro de que no era nada de lo qué preocuparse…
- sé que debes tener muy buenos contactos en el interior, sé que el propio Director fue quien te asignó al CENTRO en Berlín, pero, no comprendo porqué te hablaría sobre mi misión y no haberme mencionado nada sobre la tuya… - el moreno tomó la soda del pelioscuro cuando éste apenas la dirigía a su boca para tomar un trago…
- ¡oye!... – el moreno no hizo caso de su indignación al saberse sin su soda… - si querías una hubieras pedido la tuya… - respingó haciendo un puchero…
- no te desvíes de tema, Boo, qué exactamente es lo que sucede dentro del CENTRO que se ha vuelto tan peligroso para la CIA y más que nada para la ONU…
- ¿qué has averiguado sobre ZION?... – adoptando nuevamente actitud seria, el pelioscuro, como el mismo Yunho, miraron a su alrededor, analizando detenidamente a las personas cerca, bajando la voz…
- sé que has estado ahí…. – Jae sí sorprendió con eso… - también que todo miembro de ZION pasa antes por la mirada analítica de una mujer a la que llaman Sibila, pero todo intento que hice por infiltrarme en su sistema virtual me hizo sentir incompetente y frustrado, su codificación es muy compleja, y hasta donde sé, nadie hasta ahora ha sido capaz de decodificarla, por el contrario, se ha vuelto más hermética… - breve silencio… - supe que el Dr. Hargitay tuvo un misterioso accidente que lo dejó en coma, él era un miembro de ZION, no es así? Cuál es tu relación con todo esto Jae…
- he de admitir que averiguaste más de lo que esperaba… - sacó su portátil y comenzó a mostrarle una serie de archivos al moreno…
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Tokyo, Japón
Distrito Ueno
Núcleo de ZION
Encerrado en aquella sala oscura, DongHae se sumió en las memorias de un pasado que golpeaba con claridad su mente, se sentía rodeado de una energía que parecía estimular las redes neuronales en las zonas de su cerebro exactas que traían desde el inconsciente todo aquello aparentemente olvidado…
Fuera de la sala, en otra habitación llena de computadores y solo tres personas manejándolas, la Sibila observaba lo que los diversos monitores mostraban, desde los signos vitales del castaño oscuro detectados gracias a los sensores que recubren muros y suelo de la sala en que se encuentra; hasta la actividad que puede definirse como paranormal, lo que Kirsten y las otras personas presentes observan como la habilidad de modificar la realidad a su alrededor, volviendo del suelo de madera de aquella sala, un piso de vitropiso blanco, paredes rugosas del mismo tono, y la aparición incorpórea (lo que significa que puede ser visto más no palpado, tan solo como una visión) de lo que parece ser una habitación en la que era encerrado para administrarle nuevas sustancias y estudiar su asimilación genética de las mismas… o lo que es lo mismo, ahí donde era objeto de experimentos genéticos que lo convirtieron en lo que es; un metamorfo.
- hay que obtener una muestra de su ADN… - la Sibila dejó de mirar en los monitores, y antes de salir advirtió… - solo si la entrega voluntariamente, Lee DongHae puede ser parte de la cadena de eslabones que sustenten el nuevo curso de la humanidad…
- cuál es la razón por la que no está segura de que lo sea… - cuestionó una de esas tres personas…
- porque ni yo puedo ver más allá de lo que no se ha decidido… - y solo entonces se perdió por uno de los tantos pasillos que componen aquellas instalaciones…
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Kregh preparaba sus cosas para salir a una nueva misión tras la pista de no de los 12 líderes del Zodíaco Púrpura. Pero no podía apartar de su mente lo sucedido horas atrás con Kyo…
……flashback……
- Te Amo, Kregh, cómo podría olvidar algo así… - las palabras resonaron en los oídos del pelicastaño, pero no podía hacer nada por corresponderlas, así que intentó levantarse nuevamente pero Kyo volvió a impedírselo… - solo quiero saber si ha pasado algo entre ustedes, si es ChangMin más importante para ti que yo… - sus piernas y brazos ejerciendo presión en la cintura y hombros del japonés…
- no es algo que deba responderte, Kyo, no es de tu incumbencia… - aseguró con voz fría, haciendo uso de toda su fuerza consiguió invertir posiciones, dejando al otro debajo de su cuerpo, y mirándole directo a los ojos, le dijo… - olvídalo ya, solo consigues hacerte daño…
- intenté fuerte y lo sabes… - replicó, sus ojos acuosos… - pero no puedo, te quiero, Kregh, si ChangMin no se hubiera cruzado en nuestros caminos nosotros seguiríamos juntos… - el pelicastaño suspiró…
- no hay un nosotros, ni nunca lo hubo, Kyo… - se levantó, sabiendo que su “amigo” no se quedaría conforme con nada de lo que le diga…
- ¡cómo puedes decir eso!... – se levantó, encarando al pelicastaño, sus ojos rojos denotando dolor y decepción, confusión incluso… - que significaron entonces los besos, las noches que pasamos juntos… - espetó con furia… - qué carajo debía pensar, eh, Kregh, ¡dímelo!
- estábamos en una misión, sabías que tendríamos que fingir ser pareja, que implicaría llegar a besarnos… - ambos alterándose un poco más, porque para los dos era complicado hablar de aquello… - y lo que pasó entre nosotros en la intimidad, te dije siempre que solo era sexo, te dije que no estaba enamorado de ti, y aún así te arriesgaste, porque eso es lo que hiciste, Kyo, te arriesgaste a que aquello no fuera suficiente para ti, sabiendo que yo no podría darte nunca más que eso… - sabía que estaba siendo un completo desgraciado diciendo aquello… que lo había sido aceptando esa relación de amantes que sabía era un juego peligroso del que mas tarde se arrepentiría haber formado parte, porque los sentimientos del chico de facciones aniñadas eran puros y sinceros, pero ambos se habían equivocado al inmiscuirse en besos y caricias, y noches de pasión desenfrenada que pasaba factura en el peor momento…
- murmurabas palabras de cariño, me hiciste sentir que me amabas, que no era solo sexo, que no era solo el deseo carnal… -
- lo siento…
- oh no, Kregh, te juro que haré que en verdad lo lamentes… - amenazó, las pupilas dilatas, su expresión aniñada cruzada por un destello de maldad que le erizó el vello al pelicastaño…
- no te atrevas a amenazarme, Kyo, tus habilidades y las mías pueden igualarse pero no superarse la una a la otra, así que no me vengas ahora con amenazas absurdas…
- vete a la mierda, Kregh… - en un arranque impulsivo, terminó por golpear al pelicastaño dándole un puñetazo en la mandíbula que le partió el labio inferior… después de eso salió del dojo hecho una furia…
- descuida, él no debe preocuparte ahora… - la voz de la Sibila lo hizo voltear hacia atrás, había entrado desde otra puerta sin que Kyo la notara… - tenemos una pista de Naohiro, el Zodíaco Púrpura comenzará a moverse…
……flashback……
- ¿listo?... – una chica, japonesa también, llegó a la sala de armas donde el pelicastaño había estado guardando las que necesitarían para la misión…
- sí, vámonos… - cerró el bolso y lo cargó en su mano derecha, por más que intentaba, no podía ignorar las palabras del chico de facciones aniñadas…
- supe que Kirsten envió a Kyo a Roma… - el pelicastaño paró en seco… - ¿qué sucede?
- espérame en el auto… - y dirigió sus pasos rumbo a la sala donde Min conociera a la Sibila, pero no necesitó llegar a ella, porque la encontró, o tal vez la mujer le esperaba, al dar vuelta en uno de los pasillo… - Kyo podría cometer una imprudencia en Roma, no debe ir…
- ChangMin no debe preocuparte, Kregh, sino Naohiro, él debe ser tu prioridad, desde que llegaste aquí, te he dicho que confiar es la única alternativa que tenemos para que las cosas salgan a nuestro favor, por la humanidad…
- pero…
- tus celos y preocupación por ChangMin no deben nublar tu juicio ni anteponerse a lo que te hizo venir a ZION, a menos que estés dudando ahora de quien crees es el Elegido… - el pelicastaño le miró confundido… ¿acaso ella le sometería a alguna prueba enviando a Kyo?... – debes partir…
Nakamura titubeó unos segundos, pero sin decir nada, terminó por dar la vuelta y regresar por donde había llegado, la Sibila ni siquiera se inmutó, caminó una vez más perdiéndose por los pasillos, sus ojos veían de una forma diferente a la de los demás, humanos o metamorfos, ella poseía la cualidad más preciada para algunas, una especie de maldición que muchas veces la hacía desdeñar su destino, pero que en ocasiones numerosas le ha permitido ver cosas hermosas…
…………………………………………..
DongHae abrió los ojos y descubrió que ya no estaba en la misma sala de antes, ahora se encontraba en una habitación semioscura en la que solo estaba la cama sobre la que descansa, un buró y un baño modesto a su disposición. Se quedó unos instantes aun acostado, pensando en todo lo que había recordado… pensando en Xiah…
- qué haré cuando te vuelva a ver… - sus ojos acostumbrados a las penumbras, vagaron por el techo de la habitación, tocó sus labios con uno de sus dedos y más pensó en el castaño… - porqué presiento que al encontrarte de nuevo, las cosas serán más complicadas para todos… - y un recuerdo más golpeó su mente…
……flashback……
Tenían 17 años, estaban ya acostumbrados a las sesiones de experimentación, a las lecciones de artes marciales y entrenamiento en armas; pero aun así, aquello no dejaba de doler, no se trataba de un dolor físico, era algo que oprimía sus corazones, que los hacía sentir necesitados de una razón por la que vivir cada día en aquel infierno de salas blancas y hombres con batas impecables que ni siquiera se molestaban en tratarlos más que como objetos… salvo tal vez el Dr. Dann Hargitay, quien en ocasiones llegaba a sonreírles y llevarles videojuegos o discos de música, de esa que tanto les gusta y bailan…
- deberíamos escapar… - soltó de pronto el chico de cabellos oscuros… - se supone que nos han diseñado y entrenado para ser mejores que todos ellos…
- pero no deja de ser una locura, Fishie… - el castaño oscuro siempre hacía un mohín ante ese apodo que su amigo le pusiera… - además, si escapamos, a dónde iremos, no tenemos familia…
- Xiah, encontraremos la manera de sobrevivir allá afuera, es el mundo real, no cuatro paredes en las que solo experimentan con nosotros, acaso no quieres la libertad, hacer tu propia vida…
- quiero vivir, Fishie, pero si nosotros nos vamos, no crees que ellos nos buscarán, me parece que somos demasiado valiosos para su causa, sea cual sea… - el castaño se puso serio, de ese tipo de expresión que connotan preocupación y temor…
- no quiero permanecer aquí por toda mi vida, porque es peor que morir…
- vamos, estás conmigo, no soy tan mala compañía, ¿o sí?... – el castaño hizo un puchero, él era su mejor amigo, no quería ni pensar en separarse de él, pero tampoco podía apoyarlo en esa loca idea de escapar, era demasiado peligroso, y en su mente adolescente, solo quería creer que llegaría el día en que todo mejoraría…
- claro que no, Xiah… - ambos sonrieron, sentados en la cama del castaño oscuro, ahí donde solían divagar en pensamientos que se preguntaban si valían la pena, porque salvo salir para practicar lo que han aprendido, el mundo externo es para ellos casi un misterio… - te has preguntado lo que sería caminar por ahí sin preocupación alguna, sin tener que estar pendiente de todas y cada una de las personas a tu lado…
- sí… - se dejó caer sobre la cama, sus manos a los costados…
Silencio…
- ¿crees que estaremos juntos siempre?
- supongo, hemos estado juntos desde que recuerdo… - su amigo se ladeó, apoyando su mano junto al rostro del castaño, inclinándose sobre él… demasiado cerca de sus labios… - qué haces…
- no lo sé... – y rozó su boca con la del castaño, quien abrió los ojos de par en par, pero no pudo negar que esa sensación le resultara agradable… - me gustaría que pudiéramos estar juntos siempre…
- eso… - el castaño se sentó nuevamente, preguntándose que era eso que acababa de pasar con su mejor amigo, no era que ellos no tuvieran conocimiento de las sensaciones humanas, que no fueran capaces de sentir amor y amistad, entre otras emociones… era solo… que aquello resultaba extraño ahora… - eso sería bueno, Fishie…
……flashback……
- juntos siempre… - murmuró, el conocido dolor de cabeza acudiendo… - Xiah, quiero volverte a ver…
Continuará………
CAPÍTULO 8. DECISIONES
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Venecia, Italia
Puente de la Libertad
Yoochun y Junsu estaban esperando transporte marítimo para partir al Aeropuerto de Venecia Marco Polo, situado en las cercanías en la ciudad de Tessera. Llevaban lentes oscuros, el pelinegro una cachucha, jeans y playera, el castaño igual, jeans y una camisa blanca, cada uno con un bolso cruzado al hombro. Park miraba todo a su alrededor, siempre al pendiente de todo movimiento que pueda alertarlo de posibles problemas. Desconoce hace cuánto los localizaron por medio del dispositivo que su novio tenía implantado y que ya destruyó. Distinguió entre las personas al agente francés…
- ¡Mierda!... – exclamó por lo bajo, analizando inmediatamente su mejor opción de salida.
- ¿qué pasa?... – pregunta confundido el castaño, paseando su vista entre las decenas de personas, ubicando también al francés, a su compañero no le habían visto antes, pero saben que tienen que moverse…
- ven… - le toma de la mano para luego soltarlo, asegurándose simplemente de que le sigue de cerca…
Johan y Pierre peinan la zona con sus ojos, curiosamente, presienten que su objetivo está cerca y es como un lazo entre agentes que los lleva a tener esa clase de sensaciones, tal vez el instinto tan agudo que han desarrollado. Pelinegro y castaño terminan adentrándose en un local de suvenires de la calle…
- esperaremos un momento, no confío en ellos… - murmuró el pelinegro, asomándose por una ventana al final del local, asegurándose de que no les han seguido…
- bien…- el castaño mientras tanto distrae al empleado para no levantar sospechas porque ya se les había quedado viendo con desconfianza…
Afuera, el francés y el chino-americano están intranquilos, saben que su objetivo está por ahí, pero no tienen demasiados recursos ahora a su disposición. Deciden separarse, mientras Pierre sube a una góndola para dirigirse al punto desde donde recibieron la última señal; Johan contacta a la policía local y aduanal entregándoles un comunicado con las fotografías de Yoochun y Junsu considerados como sospechosos por la INTERPOL, así podrían tener algo cuando se vean en la necesidad de salir de la ciudad, sea por tierra o por mar.
Park sabe qué movimiento realizan porque él haría lo mismo, analiza la situación y sabe que no será tan fácil salir de la ciudad; mira a su novio de reojo, hablando en un perfecto italiano con el empleado, conversando algo acerca del significado de algún suvenir que el castaño pretende comprar; el pelinegro no evita una sonrisa, Junsu era un poco despistado cuando quería…
- Su, hay que irnos…
- por supuesto… - paga y se despide cordialmente…
- baby, estamos tratando de huir, y tú te pones a comprar… - trata de mirar el objeto adquirido, pero el castaño lo ha guardado en el bolsillo de su pantalón…
- lo siento, no vio de buena manera que entráramos y tú te pusieras en la ventana a mirar con absoluta seriedad hacia afuera… - salen y se internan entre los grupos de turistas que van llegando o están por partir…- y solo se me ocurrió comportarme como un turista más…
- bien pensado… - saca su móvil y realiza una corta llamada de la que el castaño no entiende nada porque se comunica en códigos…. – cambio de planes, vamos…
Tokyo, Japón
Distrito Shinjuku
Se le considera el más importante centro comercial y administrativo, concentra tiendas de electrónica, centros comerciales, cines, restaurantes, bares y hoteles de nombre internacional. Así mismo, aquí se ubica el Tochou (Edificio del Gobierno Metropolitano de Tokyo), eje principal de la administración de los servicios generales de los diversos barrios de la capital.
Kregh y Hikaru (la chica que le dijera sobre Kyo en Roma) llegaron al distrito dirigiéndose de inmediato a uno de los rascacielos de importantes empresas de talla internacional más importante del barrio; vestidos con ropas oscuras, chaleco antibalas, lentes negros y actitud firme, ambos consiguieron someter a los guardias de los primeros pisos del edificio, internándose con relativa facilidad hasta una amplia oficina en los niveles más elevados, ahí donde varios funcionarios y empresarios públicos estaban reunidos…
- quietos todos y no correrá sangre… - el pelicastaño y su compañera apuntan sin titubeo a los presentes, ambos con arma en mano…
- Kregh Nakamura y Hikaru Yanagizawa, con qué cargo pretenden llevarme bajo custodia esta vez… - habla con tono sarcástico uno de los presentes, un hombre de 31 años que es el Oficial Mayor del Departamento Metropolitano de Policía de Tokyo…
- no venimos por asignación de la INTERPOL, Naohiro… - el pelicastaño sonrió al notar que el funcionario titubea con la mirada claramente inquieto… - lo que significa que no me contendré para obtener la información que quiero, así que, o comienzas a hablar o “bailamos” todos aquí y ahora… - su amenaza parece surtir efecto en algunos de los presentes, más no en la mayoría, sobre todo en el hombre…
- me extraña que la Sibila les haya enviado solo a ustedes dos, tal vez sus ojos ya no son tan agudos como otrora… - y ante la mirada atónita de algunos y expectante de otros, el hombre se movió con gran velocidad atacando a Kregh y Hikaru, cuyos disparos no lograron dar contra su objetivo…
Los tres comenzaron una pelea con movimientos de Kung Fu certeros y veloces, pero Naohiro era más rápido, y el pelicastaño tenía la impresión de que lo era aún más en comparación con la última vez que se enfrentaran tan solo ellos dos. Bloqueaba puñetazos y patadas apenas a tiempo, antes de que el impacto le dejara más que simples golpes superficiales que a lo sumo sensibilizarán la piel afectada bajo las ropas. La chica, tan ágil como Kregh, estaba en las mismas condiciones que su compañero. El resto de los presentes simplemente observaban desde su posición replegados a los muros…
- no tengo tiempo para ustedes… - siseó el hombre, desenfundando un arma del costado de su cintura y disparó a los muchachos, una bala rozó el hombro izquierdo de la chica… - has mejorado, Kregh… - pero al pelicastaño no la tocó ninguna porque desapareció en una nube de polvo generada por su habilidad paranormal, denominado como un metamorfo teleportador…
- igual tú, Naohiro… - apareciendo a lado de su compañera, el pelicastaño volvió a desaparecerse con ella…
- un teleportador poderoso, es una lástima que hayas elegido a ZION y no al Zodíaco Púrpura, habrías sido un gran elemento… - acomodando su traje, sacudiendo el polvo o astillas de los muebles que destrozaron, el hombre ordenó fuera tomada una muestra de la sangre que derramara Hikaru… - el ADN es el futuro del poder…
Berlín, Alemania
Sede del CENTRO
Edificio Administrativo
Ubicado en el Ala Este del gran circuito de instalaciones, concentra las oficinas principales del personal científico de la organización, columna vertebral de todo movimiento en los laboratorios.
Jaejoong y Yunho toman caminos diferentes al infiltrarse; el pelioscuro se dirige al área de Medicina Interna ubicado en un sofisticado Hospital privado a disposición del CENTRO, en una de las salas de cuidado intensivo se encuentra el Dr. Dann Hargitay, antiguo Director del CENTRO. En tanto, el moreno se escabulle sigilosamente hacia la oficina del Dr. Kristopherson, actual Director, en busca de información que les sea de utilidad en su misión, si bien el agente Jung va tras ZION, algo en común con Jae es el Zodíaco Púrpura…
Alrededor de las 10 de la noche hay cambio de turno, por lo que por espacio de aproximadamente cinco minutos, la seguridad es poco menos rígida, suficiente para que ambos se internen pasando desapercibidos por el resto de los empleados, sean, doctores, científicos, guardias de seguridad o personal de limpieza.
…………………………………
Jaejoong entra en la sala del Dr. Hargitay, quien está conectado a diversos aparatos, la mayoría de los cuales sostienen sus signos vitales por sobre su estado de coma, pero reconoce el suero que le está siendo administrado y se inquieta…
- porqué aplicarle una enzima experimental de supresión neuronal?... – tomó el expediente ubicado en la parte frontal de la camilla, pasando hoja por hoja, había términos y pruebas innecesarias que se le estaban realizando, así como el seguimiento de los resultados de esa nueva enzima, todo firmado únicamente por el Dr. Kristopherson… - qué diablos es lo que pretende?... – piensa con molestia, la lectura cerebral del hombre indica que el coma no era natural, sino influenciado químicamente… - ese desgraciado… - de pronto recuerda una investigación en la que ambos científicos estuvieran trabajando… - intenta leer su mente, ver sus recuerdos…- el pelioscuro da una última mirada al hombre, murmura un “lo siento” y sale de la sala.
Porque aunque hubiera querido sacarlo de ahí, ahora no tenía tiempo para ello. Se filtra en el sistema de ventilación, desvía el sistema de alarma colocando un dispositivo de bloqueo en el muro del conducto, éste envía una señal de amplio espectro que neutraliza por cinco minutos el alerta…
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Yunho buscó en los archivos del computador del Dr. Kristopherson, pero el único documento que le es de utilidad está codificado y protegido contra copiado en dispositivos externos, a menos que conociera la clave…
- ¡mierda! Malditas computadoras, me odian… - resopló con fastidio, frustrado porque desde su intento fallido por entrar en la red virtual de ZION, ahora constantemente se topa con medidas de seguridad que con dificultad supera… - já, te gané… - sonrió victorioso cuando finalmente pudo copiar el archivo, asegurándose en el proceso de no dejar “huella visible” de su osadía…
Apaga el computador, dejando todo exactamente como estaba, el tiempo se le había agotado y aún tenía que salir. Abrió la puerta con cautela, mirando por el pasillo vacío, demasiado para su gusto e instinto, saca su arma y da un paso fuera, cuando las puertas corredizas del extremo izquierdo se abrieron dando paso a un Jaejoong que lanzado con fuerza por alguien cae al suelo y resbala un tramo. El moreno inmediatamente se acerca a él para ayudarlo a ponerse en pie, en tanto dispara al sujeto que esquiva fácilmente sus disparos…
- ¡what the fuck!... – exclama sorprendido…
- disparen cuánto quieran, mis legionarios son prácticamente indestructibles… - apareciendo detrás del corpulento hombre rubio de facciones rusas, el Dr. Kristopherson aplaudía con burla en sus ojos… - bravo, agentes de la CIA, llegaron hasta donde ningún otro consiguió…
- qué es lo que buscas en la mente del Dr. Hargitay… - cuestiona el pelioscuro, arma en mano, apuntando fijamente a la cabeza del científico, ignorando el dolor que los golpes que el ruso le diera dejara en su cuerpo. El moreno mantenía su mirada en el ruso, apuntándole también con su arma…
- nunca subestimo al enemigo, por tanto no respondo aquello que me pueda resultar contraproducente si salen vivos de aquí… - voltea hacia el ruso y ordena con frialdad… - ¡elimínalos, Numa!
Mientras el Dr. Se da la vuelta iniciando su retirada, el ruso saca un arma y comienza a disparar contra los chicos, cada uno se hace a un lado y se mueve tan rápido como le es posible, evitando apenas heridas importantes. Devuelven el ataque disparando al mismo tiempo, pero una vez más el ruso esquiva sus balas casi en su totalidad, más aquellas que consiguen impactar contra su cuerpo no lo hacen ni siquiera respingar. Jae recarga y saca una segunda arma, Yunho por otro lado, saca unas cuchillas llamadas kunai, típicamente ninjas, y las lanza con suma habilidad al ruso, cada una de esas seis cuchillas se entierran en puntos vitales…
Numa no se inmuta, pero las heridas lo hacen sangrar profusamente, el pelioscuro aprovecha y vacía su cartucho, procurando el mismo punto de impacto a la altura del corazón, pero el chaleco antibalas resiste y solo hace que retroceda un par de pasos…
- la orden es: Elimínalos… - moreno y pelioscuro no alcanzan a recargar sus armas y son golpeados con tremenda fuerza por el ruso…
Ambos se mueven haciendo lo posible por evadir sus ataques, pero es notoriamente más fuerte y rápido que sus propios reflejos. Más conforme el tiempo pasa, el sangrado de Numa es más abundante y sus movimientos se vuelven lo suficientemente lentos para que ellos consigan un disparo certero en la frente del ruso, quien cae aparentemente sin vida al suelo con un ruido seco…
- se levantará… - informa el pelioscuro cuando ve al moreno acercarse al cuerpo del ruso, ambos manteniendo la guardia… - no estoy seguro de lo que haya hecho, pero ahora no tenemos tiempo de averiguar cómo destruirlo definitivamente…
- ¿éste es el Programa Legión que mencionaste?... –
- sí, y hay que irnos…
Tokyo, Japón
Distrito Shinjuku
Kregh y Hikaru aparecieron en un departamento de seguridad de ZION, inmediatamente la chica se quitó la camisa que llevaba y curó su herida, en tanto el pelicastaño ingresaba en la red virtual de la INTERPOL…
- ChangMin te sigue preocupando, ¿no?
- no sé si vio el mensaje codificado que dejé para él…
- sabes que pasará lo que tenga que pasar, Kregh, porque esto no solo se trata de tus decisiones, sino de las de ellos también…
Roma, Italia
Departamento de Shim ChangMin
El comedor partido por la mitad, las sillas destruidas desperdigadas por toda la estancia, los sillones de la sala también estaban rasgados, el algodón que rellena los cojines adornaba con su blanca textura peculiar varios espacios por todo el lugar. El librero que se encontraba pegado al muro lateral también tenía ya algunas rasgaduras en su madera ocasionadas por el corte de las espadas con que ChangMin y Kyo se enfrentan desde hace unos minutos.
Minnie porta una katana, sable de filo único curvado, manejado con maestría por el menor… Kyo, por otro lado, porta una yatagán, provisto de doble curvatura, filo y contrafilo corrido al exterior.
- eres muy bueno para ser solo un aprendiz de vista… - el chico de facciones aniñadas caminaba en torno al menor, su espada en la mano derecha, sus ojos atentos a los movimientos de ChangMin…
- no sabes lo mucho que se puede aprender solo viendo… - el menor para, coloca su espada con un movimiento axial de rotación, llevando el filo hacia arriba, blandiéndola con una sola mano, la punta de la katana descansando en los dedos de la otra…
La ropa de ambos está rasgada por los ataques que no lograron esquivar del otro anteriormente, pero ningún rasguño hay en sus cuerpos, la respiración controlada, la firmeza de cada uno de sus movimientos, sutiles y hasta hermosos al ser ejecutados perfectamente por cada uno. El choque de las filosas hojas destellaba incluso chispazos, la fuerza con que empujaban uno contra otro mirándose fijamente denotaba la determinación de no ceder… porque aquello era simplemente personal…
- tú no amas a Kregh, porqué no lo dejas… - Kyo contraatacó de nueva cuenta, como ha estado haciendo desde que llegó, cuando apenas el menor abriera la puerta y se hubiera lanzado con su espada en un ataque directo…
- no es solo mi decisión… - el sable del otro recorrió con furia la hoja de su katana, deslizándose desde la punta, obligándolo a retroceder hasta apoyar su pierna izquierda en el muro detrás de él, su espada en sentido horizontal impidiendo que la de Kyo alcance su hombro y genere una importante herida…
- sí lo es… - los ojos del chico cambiaron, luciendo unos iris amarillos como los de un leopardo defendiendo su territorio finos y penetrantes… - si eres el Elegido, tu destino solo conseguirá hacerle daño… - la fuerza con que empuñaba su sable aumentaba, cada músculo de su cuerpo tenso…
- ¿de qué hablas?... – el menor comenzó a sentirse extraño, mirar a los ojos del otro era como entrar en un abismo de secretos…
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Tokyo, Japón
Distrito Chigoda
Cinco meses atrás, Kregh y Kyo participaron en una misión, infiltrándose en uno de los grupos mafiosos más peligrosos de los barrios bajos de la capital nipona. Hacía ya cerca de un mes que se encontraban de aquella manera, obteniendo la confianza y el respeto del Jefe, que se mostraba particularmente interesado en el chico de facciones aniñadas.
Los agentes desde un inicio se habían mostrado como pareja formal, justamente porque sabían que el Jefe, de nombre Hitsugi, era gay, buscando siempre jóvenes hermosos con los que satisfacer sus necesidades carnales, ofreciéndoles en su momento lujos y tratándolos como intocables. La razón por la que tal misión era importante se debía a la relación de esos grupos con Naohiro, pues eran sus fuerzas en el bajo mundo; los peones del Zodíaco Púrpura, la primer puerta del corrupto mundo de la ambición humana.
ChangMin vio pasar ante sus ojos diversas imágenes de escenas, sin que ninguna de ellas le resultara nítida, mostrándole solo fragmentos en los que veía a Kregh y Kyo comportarse como pareja, besándose con pasión… gimiendo sobre una cama, enredados entre sábanas cubiertas de sudor…
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- ¿qué hiciste?... – Kyo retrocedió tambaleándose, la punta del sable se enterró en el suelo de madera, él se sujetaba la cabeza y sentía un punzante dolor en las sienes…
- no… no lo sé… - el menor luchaba por apartar de su mente aquellas imágenes que revolucionaban su estómago dejándole un ardor de molestia… celos tal vez, y sin embargo no tenía nada que reclamar, porque entonces él y el pelicastaño ni siquiera se conocían… aún así… se sentía traicionado… - vete!... – exigió, porque temía que si continuaban con aquel enfrentamiento, él podría llegar a lastimarlo de verdad… Kyo esbozó una sonrisa sarcástica mientras se ponía de pie…
- incapaz de matar, si eres el Elegido, el destino de la humanidad en tus manos no tiene gran futuro… - soltó con arrogancia, enfundó su espada, dio la vuelta y salió… como si nada hubiera pasado anteriormente… - Kregh será mío, de una u otra forma… - pensaba mientras se perdía por el pasillo alejándose del departamento…
- ¿qué diablos significa todo esto?... – ChangMin miró el destrozo alrededor, enfundó su katana y se encaminó a la habitación aquella donde sus computadoras se mantienen constantemente activas, mientras detrás de él, todo mueble se reestructuraba hasta quedar como nuevos otra vez…
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Ginebra, Suiza
2ª Sede Internacional de la ONU
Sala de Reuniones
Se encuentran reunidos los directivos de los diversos organismos administrativos que constituyen su base organizacional, a saber: Asamblea General, Consejo de Seguridad, Consejo Económico y Social, Secretaría General, Consejo de Administración Fiduciaria y la Corte Internacional de Justicia. Al frente de la reunión, el asistente personal de la Directora General: Denzel Smith, presidiendo la comunicación de los nuevos mandatos de Natasha Parker, quien se encuentra haciendo la misma actividad en la sede oficial de la ONU en Nueva York, Estados Unidos.
- la fuga de información interna nos ha permitido ver cuántos puntos ciegos hay en la organización, se ha decidido cancelar todo programa que no sea aprobado por una segunda revisión a cargo de personal directamente contratado por la Directora General; cualquier violación del estatuto conllevará una sublevación que será tratada con la fuerza necesaria… - los presentes ni siquiera se atrevieron a preguntar nada, porque el hombre tenía un tono de voz seguro y una mirada imponente que obligaba respeto y silencio. Más no significaba que todos estuvieran de acuerdo y fueran a obedecer… justo lo que Denzel y Natasha querían, porque ello les llevaría a apresurarse y cometer algún error…
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Pekín, China
Edificio Empresarial
Capital de la República Popular, es una de las cuatro municipalidades de China, que poseen un estatus provincial y están bajo el control directo del gobierno central. Importante nudo de comunicación, posee múltiples líneas de ferrocarril, autopistas y carreteras. Es reconocida actualmente como el corazón cultural, político y social de China.
12 hombres y mujeres estaban reunidos en torno a una mesa rectangular, cada uno de ellos portaban nombres de importancia nacional e internacional, entre ellos: Brandon kyu, Dr. Especialista en genética avanzada y neurología; Naohiro Fukita, funcionario del Gobierno Japonés; Ethan Kristopherson (hijo del Dr. Kristopherson, el mismo que amenazara a ChangMin en la INTERPOL en Roma), y otro nueve personajes de los que iremos sabiendo poco a poco, como el Presidente del Consejo, Chung Jin Ho, hombre de 40 años, magnate empresarial con gran poder económico.
Todos ellos conforman el llamado Zodíaco Púrpura, y han comenzado a mover sus piezas en el juego “personal” contra ZION por el control del Elegido y con él, del curso de la humanidad.
- prioridad actual, la captura de Shim ChangMin, Kim Junsu y Lee DongHae… - ordenó el Presidente, entre todos los presentes se encontraba un personaje con acceso a todas las bases de datos de la ONU y la CIA, alguien… que ha traicionado la confianza depositada en su persona…
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Tokyo, Japón
Distrito Taito, Parque Ueno
Núcleo de ZION
Kirsten se encuentra con DongHae en aquella habitación donde conoció a ChangMin y al propio castaño oscuro, sentados en la sala de cuero negro, mirándose con distinta connotación, el castaño oscuro serio, precavido, casi desconfiado; ella, tranquila, serena.
- mi vida no les interesa en realidad, lo único que todos los que quieren tenerme como aliado es acceso a mis habilidades paranormales, ZION, el CENTRO el Zodíaco Púrpura, para mi todos son iguales, se han involucrado en una guerra por el futuro de la humanidad como estandarte; pero todos ambicionan mayor poder, dominar sobre los otros… - debatió con molestia, harto de la vida que ha llevado hasta ahora, siempre encerrado de una u otra forma, con la paranoia como su mejor herramienta para sobrevivir…
- si eso es lo que crees, no soy quien para convencerte de lo contrario, cumplo con mi misión en esta vida, pero no tomo parte de las decisiones que otros han tomado ya respecto al mundo que los rodea… - replicó con suavidad la mujer, consciente de que las palabras dichas por DongHae contienen un tanto de verdad…
- ¿y cuál es su misión en ésta vida, Sibila? Mover los hilos de otros, manejarlos como marionetas para que hagan aquello que considera mejor en los muchos futuros que puede ver…
- es una lástima que sea todo lo que puede opinar de mí, DongHae, porque nunca he obligado a nadie a hacer o pensar nada en particular, le ofrezco a las personas que vienen a mí, lo que necesitan para seguir adelante…
- si es eso verdad, dígame dónde está Xiah… - insistió el castaño oscuro, porque desde que recordó con claridad aquel roce de labios, su deseo por encontrarlo es todo lo que hay en sus pensamientos…
- te diré todo lo que quieras, a cambio de una muestra de tu sangre…
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Venecia, Italia
Pierre y Johan han terminado de inspeccionar escrupulosamente el departamento donde Yoochun y Junsu se encontraban, pero no han encontrado absolutamente nada que les resulte útil…
- ese Park es realmente bueno, no han dejado una sola pista ni huella, ni rastro alguno que perseguir…. – el francés desliza sus dedos por el escritorio, limpio como todo en el lugar…
- entonces tal vez debamos darle un motivo para que nos busquen, para que Park confíe en nosotros y podamos capturar a Kim Junsu, es eso, o seguir jugando al gato y al ratón cuando sabemos que nos burlará constantemente con tal de protegerlo, y le creo incapaz de cometer un error por voluntad propia…
- y qué podemos ofrecerle que le interese lo suficiente… - su compañero sonrió de medio lado mientras sacaba su móvil y hacía una llamada…
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En otro lugar de la ciudad Veneciana…
- saldremos por separado, cuando llegues a tu destino ella te estará esperando… - el pelinegro le mostraba una fotografía de una chica de largos cabellos rubios ondulados…
- pero, Chunnie, porqué no podemos irnos juntos, no quiero separarme de ti… - nuevamente, el castaño temía separarse, pero ahora no sabía si era solo su paranoia, o si en verdad tenía un mal presentimiento al respecto…
- no podemos seguir juntos hasta que hayamos salido de Venecia, descuida baby, nos reuniremos otra vez en el lugar al que ella te lleve, Cameron es mi amiga, y la única persona en quien confío para ponerte a salvo…
- ¿estás seguro?... – el castaño suspiró cuando su novio asintió… le aterraba separarse, pero al parecer no había otra salida… - de acuerdo, Chunnie…
- no la olvides, porque solo, escúchame bien, Junsu ah, solo a ella debes seguirla, solo en ella deberás confiar una vez que llegues a tu destino… - el castaño asiente, se dan un beso que les sabe extraño a ambos, y salen con destinos separados…
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Yoochun está cerca de uno de los otros puntos de partida y llegada de la ciudad, cuando el móvil vibra en su bolsillo…
- ¿quién eres?... – cuestiona inmediatamente, porque no ha conocido el número en la pantalla y salvo contadas personas conocen el suyo…
- Pierre, tengo información acerca de Kim Junsu que puede interesarte…
- y porqué me la ofrecerías, sabes que no te permitiré acercarte a él…
- porque como tú, nosotros solo queremos la seguridad de Junsu…
- quién te dio este número, oh, espera, el mismo amigo tuyo que pudo ver mi expediente en la ONU… - sonrío de medio lado, la seguridad virtual en manos de hackers solo podía ser trasgredida por otro igual; y además de Cameron, conoce a un par de genios de la cyber-tecnología…
- el mismo, ¿quieres saber o no?
- habla…
Continuará……
wauuu cada vez las cosas pintan más emocionantes ^_^
ResponderEliminarasdfasdf emocion!!!!!!
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