CAPÍTULO 17. INQUIETUD
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Seúl, Corea
Distrito Dongjak-Gu
Hogar de Kim JunHo
Cassandra no estaba dispuesta a dejar pasar su oportunidad de venganza… tenía al culpable de la muerte de su padre prácticamente como servido en bandeja de plata… lo tenía frente a ella completamente indefenso, a su merced… bastaría con presionar una vez el gatillo de su arma para que una bala directo en la sien le arrebatara la vida… pero no… estaba ahí de pie ante un Junsu que seguía resistiéndose contra lo que fuera que lo estaba debilitando cada segundo más haciéndole sudar frío, temblar y balbucear palabras sin sentido… estaba ahí, con una sonrisa burlona en sus labios rojos, con el brillo del sabor de la venganza bailando en sus grandes ojos cruzados de un ligero destello azul claro que seguro heredó de su madre… estaba ahí, solo contemplando el sufrimiento del castaño… saboreando cada facción agudo de dolor, cada nueva respiración más trabajosa inhalar de esos labios que luchaban por un poco de vida.
JunHo trató de controlarse para poder controlar también esas llamas de fuego que habían consumido ya parte de su hogar… de ése que había jurado mentalmente hace tiempo nunca dañar, pero que esos sujetos que hubieran llegado a irrumpir con intenciones que desconoce, le habían obligado a romper su propio juramento… los legionarios empero, no se inmutaron ni un poco ante su ataque, sabían bien a lo que se enfrentaban y estaban programados con un solo objetivo: capturar y someter a Kim Junsu por sobre lo que fuera. Y el pelirrojo no era obstáculo alguno que considerar, porque aun cuando tuvieran que darle muerte, Kim Junsu debía ser puesto bajo su custodia y llevado de inmediato ante Friederich Kristopherson.
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Kregh seguía conduciendo a alta velocidad sin importar que las patrullas detrás no se rindieran y les siguieran tan de cerca el paso. El tráfico en las avenidas no ayudaba tampoco en su determinación para llegar cuanto antes a ese lugar que ChangMin acabara de ver como una visión mientras comenzaba a sentir también un fuerte dolor de cabeza, sabe, producto de la cercanía cada minuto más evidente con el Cristal de Luz y su Portador…
- no te esfuerces, me encargaré de que llegues cuanto antes… - el pelicastaño aceleró dando una peligrosa vuelta en U raspando el cofre del auto de su lado y perdiendo tan solo un poco el equilibrio…
- él muere, Kregh, date prisa… - y su propia vista comenzaba a nublarse… en el asiento trasero, la respiración de DongHae también se volvía más lenta y trabajosa… pero la de Junsu sabe, está pendiendo de un hilo, y solo porque el castaño se aferra por amor a la vida… por amor a Yoochun…
El pelicastaño sabía que lo que estaba por hacer era una auténtica locura y que difícilmente podría salir airoso de esa… pero tenía que hacerlo por su novio. Aceleró hasta el fondo yendo directo hacia un estacionamiento subterráneo en el que solo el chillar de las llantas en el asfalto hacía eco en el amplio lugar, tenía apenas unos segundos antes de que las sirenas de las patrullas se escucharan de nueva cuenta.
- muéstrame… - le tomó al morocho el rostro con sus manos, viendo en sus ojos que tampoco se encontraba del todo bien…
- qué cosa… - claro que ChangMin entendía de lo que hablaba… pero no quería siquiera pensarlo…
- muéstrame el lugar exacto al que tenemos que llegar, nos teletransportaré, o no llegaremos nunca a tiempo por más que acelere el auto…
- es peligroso, aún estás débil, sabes que desde esa vez, cuando tú… - “moriste”… quiso poder decir pero le resultaba imposible pronunciar esa palabra, le traía un dolor muy grande al corazón, que casi podría paralizarle el alma… - desde entonces tus poderes ya no son los mismos, hacer esto ahora podría incluso matarte…
- sé lo que arriesgo y estoy dispuesto a hacer lo que sea con tal de ayudarte, Minnie, y lo sabes, necesitas llegar por Junsu, por DongHae y por ti mismo…
- pero el precio a pagar… - un beso sellando sus labios… esa mirada llena de amor que le hacía saber que no habría modo de evitar que cambiara de opinión…
- ten fe en mí… - el morocho abriendo la boca listo para replicar, y Kregh sabía bien lo que diría… - viviré, estaré débil, pero viviré… porque quiero quedarme a tu lado y seguir apoyándote hasta el final… - le besa de nuevo un poco más profundo pero solo unos segundos, no tienen exactamente todo el tiempo del mundo para charlar y mimarse…
- Te Amo, Kregh, no se te ocurra dejarme aún, ¿de acuerdo?… - el pelicastaño le sonríe, y él ya solo puede concentrarse, cerrar los ojos y pegar su frente a la de su novio pensando en la casa donde Junsu se debate entre la vida y la muerte… y no solo por causa de sus genes, sino también por esa mujer que ahora le apunta directo con un arma a la frente…
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Departamento de Kim JunHo
Las llamas habían perdido mucha de su fuerza cuando el pelirrojo se concentró dominándolas bajo su poder, pero sabía que tal control menguaba por su estado de ánimo y la vitalidad misma de su cuerpo… extrañamente se sentía algo débil, con una sensación en el vientre que no le dejaba tranquilo… como cuando una parte de ti está cerca y no posees la certeza de tenerla…
JunHo se quedó pasmado cuando al llevar su mirada al sofá donde dejó a su gemelo, descubrió que Cassandra le apuntaba con un arma…
Pretor y Trajano estaban ocupados peleando con nuevos refuerzos que hace nada habían hecho acto de presencia, se trataba de Pierre, Johan y Jet, que habían llegado al lugar gracias al contacto que habían mantenido con el propio ChangMin, quien habiéndolos contactado desde antes de partir de Roma, se había enterado que se encontraban ya en Seúl, siguiendo la pista de Cassandra Park, tal como el YunJae había pretendido también pero quienes habían priorizado la seguridad de DongHae en su momento.
El caso era que se encontraban ahí, en un duelo cuerpo a cuerpo que los estaba dejando agotados y llenos de golpes fuertes que ni en sus mas duros entrenamientos pudieron experimentar… sobre todo Jet, que siendo más un agente de perfil bajo, rara vez participaba de encuentros del tipo… y era curioso ver como los otros dos le defendían y solían interponerse cuando algún golpe iba a alcanzarle… y por lo mismo, una pelea en la estancia de la casa no era exactamente cómoda, el lugar se volvía reducido por tantas personas presentes, obligándolos a recluirse a la cocina, el comedor y hasta las habitaciones y el baño… sobra decir que ya prácticamente todo mueble y hasta paredes, estaban deshechos o dañados.
Y mientras ellos se debatían a duelo, JunHo no podía dar crédito a lo que estaba viendo…
- Cassandra, ¿qué estás haciendo?... – cuestionó lentamente, como temiendo que metida en sus pensamientos fuera a reaccionar desfavorablemente y llegar a lastimar a su gemelo…
- tanto tiempo… - comenzó con voz baja, sin apartar su vista del castaño… - tanto tiempo esperando este momento… y ahora, tener que hacerlo delante de ti, realmente no hubiera querido hacerlo, JunHo, porque eres un gran sujeto, no es culpa tuya que tu hermano no lo sea…
- ¿de qué demonios estás hablando?... – y mientras su voz se deslizaba con confusión, a un par de calles el auto de Yoochun dejaba huella sobre el asfalto a punto de llegar…
- fue por su culpa que mi padre muriera hace año y medio, fue por su culpa que no le tuviera un día más, que de un momento a otro no tuviera más familia… fue por su culpa que todo, TODO lo que tenía desapareció… - soltó entre dientes, no queriendo mirar al pelirrojo, no queriendo llegar a ceder si veía su expresión… porque lo estimaba… más de lo que se detuvo a pensar nunca… y los sentimientos a la hora de asesinar, nunca son aliados positivos…
- no entiendo de qué estás hablando, Junsu jamás haría daño a nadie… - y se movió dando un paso acercándose a ellos…
- ¡¡detente!!... – gritó ella al sentirle más cerca… el pelirrojo paró sin pensarlo, no quería herirla pero tampoco quería que le hiciera daño a su gemelo…
- ¡baja el arma!... – una tercera voz se hizo presente… Yoochun llegaba al fin… habiendo entrado por esa puerta principal destrozada por el fuego, sudando por la incertidumbre que había vivido, por las prisas por llegar… por la confusión de ver a su novio en peligro mortal… por no comprender qué estaba pasando… culpándose por haber dejado a su novio tan solo un par de días y ahora saberlo ahí, vulnerable, débil, sufriendo…
- ¡tú deberías desear tanto como yo su muerte!... – espetó la chica…
- no tengo idea de quién diablos seas, pero más vale que bajes el arma o no dudaré en matarte… - dijo el pelinegro con seguridad, avanzando lentamente con su arma en alto… directo a la sien de la chica pues por la posición de perfil era su punto más certero… más adentro, golpes y quejidos seguían oyéndose por la pelea entre los legionarios y los agentes…
- claro que no tienes idea de quién soy, pero yo sí sé quién eres… porque eres la viva imagen de nuestro padre…
- qué… - fue inevitable que sus ojos se abrieran de par en par… porque nadie le había dicho aquello, nadie sabía de quién era hijo… pero sobre todo… - ¿de qué diablos hablas?... – exigió saber…
- soy Cassandra Park, hija de Yoo Hwan Park, tu padre y el mío… - asombro… silencio…
- Chunnie... - Junsu dejando de respirar al exhalar un último suspiro pronunciando su nombre…
Y cuando pelinegro y pelirrojo vieron la mano del castaño caer a lado del sofá con languidez, ambos comprendieron que aquello no era buena señal de nada… y JunHo no dudó entonces en lanzar una ráfaga de energía cinética que lanzó a la chica hacia atrás chocando con un montón de muebles que despartajados adornaban lo que queda de comedor y estancia. Yoochun se apresuró a Junsu, dejando el arma a un lado, tomándolo entre sus brazos… nada le importaba entonces más que saber que su Junsu estaba bien… tal vez… tal vez luego investigaría porqué esa chica de cabellos azabaches había dicho que era… su hermana?
- vamos baby, respira… - golpeó suavemente sus mejillas con el temor carcomiéndole las entrañas, ya JunHo se había dirigido a Cassandra para despojarle del arma y volver luego donde su cuñado y hermano. El pelinegro acercó su oído al pecho de su novio, su corazón no latía y no percibía ningún signo vital… - no baby, no me hagas esto… - y comenzó con la maniobra de resucitación que le enseñaran en la fuerza, pero ni los estímulos a su corazón ni la respiración dada a su boca hacían volver a Junsu… - Su, amor, no me dejes, te lo ruego, respira… - continuaba tratando de regresarle a la vida… negándose en rotundo a dejarle morir… - vamos Junsu ah, sé que me oyes, respira baby, respira… - y fue tras varios instantes después que una exhalación trabajosa le hizo saber que el castaño respiraba de nueva cuenta… justo cuando ChangMin llegaba ante ellos… Kregh no se había aparecido dentro pues su poder apenas había conseguido dejarlos en la acera… y ChangMin estaba preocupado también por ello…
Kregh cayó de rodillas en la acera afuera del departamento del pelirrojo, DongHae a su lado con los signos vitales aún débiles… y si era sincero, todo era demasiado confuso para él… porque ellos tres eran justamente como los eslabones de una cadena que custodia a toda la humanidad y por ella sufren, en intensidades distintas, muy probablemente determinadas por sus características metamorfas particulares…
- lo hiciste… - murmuró con tono sorprendido el morocho, viendo como Junsu era aferrado por ese chico de cabellos azabaches que besaba su cabello y le acariciaba la espalda con cariño…
- ¿qué hizo?... – cuestionó el pelirrojo tanto aliviado de que su hermano siguiera con vida y aquello no hubiera sido más que un susto… viendo cada tanto hacia Cassandra que permanecía semiinconsciente en el piso…
Pero antes de que pudiera recibir respuesta, los legionarios aparecieron cual bólidos lanzándose en el acto contra Yoochun en busca de Junsu, reconociendo de entre la programación neuronal de que son presa, a ChangMin como objetivo que someter y llevar ante Kristopherson. Más encontraron resistencia en una pared de energía cinética que se volvió pronto un muro de fuego gracias a la serie de muebles y objetos que pudieron ser consumidos y que JunHo no había dudado en exponer a su poder. En un abrir y cerrar de ojos ya Yoochun con Junsu entre sus brazos (una última mirada hacia esa chica de cabellos azabaches que se encontraba semiinconsciente en el suelo… ¿en verdad podría ser su hermana? Dudó un segundo, pero más rápida fue su decisión de salir de ahí con su novio), y ChangMin se encontraban fuera de la casa. Adentro, el pelirrojo se aseguró de envolver a los legionarios en una cortina de calor y fuego que los matara… o bien que los mantuviera lo suficientemente ocupados mientras se alejan. Alcanzó a ver que también Pierre, Jet y Johan salían escapando por una de las ventanas dando un salto hacia afuera; visiblemente lastimados, pero lo suficientemente ligeros para escapar.
Se mordió el labio inferior al ver a Cassandra… le había confiado durante mucho tiempo cosas de su vida personal… y ahora venía a enterarse de que solo le había utilizado… que había querido matar a su hermano… y no quiso quedarse a pensar más ni ayudarla… simplemente se dio la vuelta y cuando subió a su auto, arrancando a gran velocidad siguiendo el auto de su cuñado… su casa voló en mil pedazos cuando el fuego alcanzó el gas de cocina… una vez más, se encargaba de derrumbar lo que fuera su hogar…
- pero ésta vez… ésta vez mi familia sigue viva… - y es que en el auto negro que avanzaba a toda velocidad al frente, iba Junsu, junto con Yoochun, ChangMin, Kregh y DongHae…
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Era el Edificio más importante de la Banca Nacional, todo cuanto estuviera resguardado en sus diversas cámaras de seguridad requería una llave y un código para ser entregado… a Chung Jin Ho le conocían en el lugar pues tiene a su disposición algunas cámaras con su fortuna, a pesar de que su Imperio financiero se encuentra en China, tenía algunos negocios en Corea. Más aún ello no le serviría de nada para sacar lo que le interesaba… además, no quería mostrarse demasiado en público, necesitaba la mayor discreción que le fuera posible…
Por ello era Ban Soo quien estaba dentro, haciendo trámite por otra cámara, observando detenidamente su sistema de seguridad e idear la forma en que podía entrar hasta su objetivo sin llamar la atención. Alexia esperaba afuera junto con Chung Jin Ho, ambos sentados en una cafetería en la calle de enfrente, esperando que el muchacho saliera pronto con lo que habían ido a buscar.
Y es que sabían, gracias a la visión que Peruzzi tuviera, que esperar por el Portador del Cristal de Luz solo iba a ir en contra de sus planes, puesto que no cedería nunca el poder del cristal, entregándoselo antes a ChangMin dejándole en plena libertad de hacer uso de su inmenso poder.
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- debemos llevar a JunHo hasta la Sede Bancaria, el Cristal de Luz está ahí y solo él debe ser quien lo use liberando su propio poder antes de que Jin Ho lo haga o moriremos los tres… - el morocho explicaba mientras el pelinegro conducía a toda velocidad por las calles rumbo al edificio…
- qué demonios es el Cristal de Luz, porqué está afectándoles tanto… - la mirada de Yoochun sobre su novio, que iba en el asiento trasero junto a DongHae y Kregh, todos estaban muy débiles, pero al parecer más conscientes conforme avanzaban… - no estoy entendiendo absolutamente nada… - aceptó…
- el portador del Cristal de Luz es Kim JunHo, el hermano de Junsu, desconozco cómo es que funciona la elección del portador por parte de la magia contenida en el Cristal, pero el hecho es que mientras más cerca estemos de ambos los tres sufrimos y eso es porque JunHo no sabe la verdad, está asustado y sus emociones descontrolan al Cristal…
- porqué…
- porque la función del Cristal es contener o liberar todo mi poder, y el hecho de que ellos lleven parte de mis genes en su ADN les hace vulnerables… porque mientras el Cristal no sea estabilizado por su portador, su poder solo busca hacer contacto conmigo, pero al hacerlo de forma dividida, es como si no supiera qué es lo que tiene que hacer, si destruirme o liberarme…
- ¿qué puede pasar si JunHo no llega al Cristal antes que Jin Ho?
- me temo que no podrás evitar la muerte de Junsu, ni la de DongHae e incluso la mía, porque estoy seguro que una vez que Jin Ho obtenga lo que quiere, todo aquél que no le sea útil en su nuevo orden mundial será eliminado de la lista de favorecidos…
Ambos miraron un instante atrás, Junsu y DongHae permanecían como en estado de trance, semiinconscientes con el dolor todavía recorriéndoles cada fibra de sus cuerpos… y Kregh… el pelicastaño había terminado por desmayarse recargado en el respaldo del asiento; ChangMin suspiró frunciendo un poco el ceño… Jin Ho tendría que pagar todo lo que está ocasionando por su ambición, de eso él se encargaría… Más atrás, JunHo les seguía el paso…
- ¿no deberías haberle dicho de alguna manera a mi cuñado lo que pasa?... – el pelinegro dio otra vuelta peligrosa a toda velocidad, consiguiendo que algunos autos particulares se descontrolaran y frenaran abruptamente… pero no iba a detenerse…
- no supe sino hasta hace unos instantes que él era el portador del Cristal, justo cuando Junsu comenzó a sentirse mal y DongHae reaccionó de la misma manera; mis poderes pueden ser ilimitados, pero mientras el Cristal de Luz siga descontrolado, no puedo valerme con confianza de ellos…
- y ellos… - Junsu y DongHae… - ¿deben venir con nosotros, no sería mejor haberlos dejado o llevarlos lejos del Cristal?…
- no… les necesito para liberar mi poder, para que el Cristal de Luz funcione… - el pelinegro le miró interrogante… - ya te lo dije, comparten mis genes, mi ADN y el suyo es prácticamente uno… de alguno manera, estamos encadenados… como eslabones que no deben ser separados…
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Jaejoong y Yunho estaban siendo comunicados por sus respectivas sedes internacionales y jefes inmediatos de lo que estaba pasando, gracias a que Pierre, Set y Johan informaron a su vez a sus organizaciones de lo que estaba pasando… y se sentían algo impotentes y culpables mientras a bordo del avión que les lleva a Corea solo pueden saber a través de la red los hechos…
Yunho no era de los que se quedaban tranquilos cuando una situación del tipo se desataba y él no podía ser parte de ella, fruncía el ceño y casi se maldecía por haber sido tan débil de no soportar los golpes del legionario… por haber permitido que Jae le curara y haber terminado haciendo el amor en lugar de partir de manera inmediata… pero con todo eso, la verdad es que no se arrepentía de lo pasado… aunque el pelioscuro ahora esté tan inquieto como él casi queriendo simplemente aparecer en Seúl…
- deberíamos de habernos hecho amigo de algún metamorfo capaz de teleportarse… - comentó en voz baja el pelioscuro, mirando por la ventana las nubes bajo el avión que solo le recordaban cuán lejos estaban de su destino…
- el único que conocía era Kregh, y te aseguro que él debe estar siendo de mucha ayuda para ChangMin en estos momentos… - quiso calmarlo el moreno… y de alguna manera bajar la carga de adrenalina que estaba circulando por sus propias venas… si él fuera capaz de algo así, ya estarían en Seúl… pero ninguno de los dos era metamorfo… eran poco menos que simples personas comunes y corrientes…
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Y ya Chung Jin Ho se encontraba desesperado por obtener esa pieza de cristal mágico que seguía oculto en una de las cámaras de la Sede Bancaria… podía sentir que las cosas no iban a marchar favorablemente para él si perdían un minuto más esperando por su sobrino…
- moviliza a nuestra gente, es hora del plan B… - dijo, y Alexia marcó un número en su móvil… e inmediatamente después de eso decenas de metamorfos en las principales ciudades del mundo comenzaron a desplegarse haciendo disturbios que solo tenía por intención llamar la atención de los grupos policiales locales… y sabía que aquello movilizaría también a las organizaciones internacionales…
Pero al mismo tiempo Yoochun y JunHo frenaban a las afuera de la Sede Bancaria, siendo el pelinegro y el pelirrojo quienes bajaran primero entrando en las instalaciones; mientras ChangMin se aseguraba de que Kregh, Junsu y DongHae estuvieran a salvo ahí… encerrándolos en una especie de esfera telequinética que les resguardaría de cualquiera que intentase siquiera acercarse…
- ¡diablos!... – bufó el chino, poniéndose en pie y yendo de inmediato hacia el edificio del frente… ya poco le iba a importaba llamar la atención… no podía permitir que ChangMin ni nadie se interpusiera en su camino…
Y mientras él ingresaba, dentro ya se encontraba Yoochun repartiendo golpes con todos esos guardias que actuando conforme su trabajo, intentaban retenerle pues había querido pasar sin respetar todos esos lineamientos de seguridad… pero su distracción había servido para que su cuñado se infiltrara y abordara ese elevador exclusivo que lo llevaría al piso donde la cámara más segura de todo el edificio se ubicaba… y solo entonces comprendió el significado de esa llave que Cassandra le entregara hace días y que no entendía de hecho el porqué, si hace nada había intentado matar a su gemelo. Pero no tenía tiempo para pensar en eso ahora…
Las puertas del ascensor se abrieron y él tuvo enfrente a ese chico que no conoce pero que ya le mira con una extraña sonrisa autosuficiente y le apunta con un arma directo al corazón…
- las cosas no siempre salen como uno las planea, pero me da gusto que hayas llegado, saca el Cristal y entrégamelo… - Ban Soo señaló con seguridad… alrededor había un par de guardias que custodiaban esa cámara pero que habían encontrado la muerte ante él… no había espacio para miramientos, solo para deshacerse de los obstáculos… el tiempo les había jugado en contra…
- no voy a hacerlo… - aseguró el pelirrojo, ocultando la llave en su bolsillo… no era nada bueno peleando cuerpo a cuerpo… pero tenía sus poderes cinéticos para hacerle frente…
- incendiar el lugar no va a salvar a tu hermano…
- no sé cómo sabes más de lo que debieras, pero la verdad es que no tengo tiempo para ti… apártate y márchate y perdonaré tu vida… o quédate y solo encontrarás la muerte en mis manos… - y es que el pelirrojo ya solo podía darse cuenta de la magnitud de las cosas…
Y era como memorias incrustadas en su propia genética, porque no había habido necesidad de dialogar nada con ChangMin, mientras había estado conduciendo siguiendo el auto de Yoochun, las cosas se le habían revelado misteriosamente… era tal vez la facultad del propio Cristal al haberlo elegido como su Portador… como el único capaz de controlarle y a su vez liberar al Elegido… a ChangMin… y salvar a su hermano y la humanidad entera de un futuro que en manos de alguien como Jin Ho seguramente solo iba a encontrar caos y perdición…
Se miraron unos instantes antes de lanzarse uno contra el otro… JunHo se sorprendió al verle moverse con agilidad esquivando las ráfagas de fuego que lanzaba contra él… Ban Soo sacó entonces un báculo de su espalda, mismo que se alargó y entonces fue su turno de moverse esquivando sus ataques… dándose cuenta de que a los movimientos giratorios de ese báculo, su poder era absorbido o menguado evitando entonces que pudiera alcanzar al otro y hacerle algún daño… no estaba seguro de que fuera un metamorfo como él, pero su habilidad era demasiado buena para pertenecer a un humano común…
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ChangMin entró al edificio, e inmediatamente todos los guardias presentes el apuntaron con sus armas como si alguien se los ordenara, dejando de lado incluso a Yoochun… y las ráfagas de balazos encontraron resistencia en un campo de energía que le cubrió con solo una orden de su mente… con solo alterar la realidad del destino mandado sobre la materia de esas balas que congeladas en el aire cayeron inertes e inservibles al suelo apenas él lo deseó…
- eres hábil, Kirsten te tenía incluso más fé de lo que le pudo tener en el pasado a otros que te antecedieron, muchacho… - el morocho volteó a su espalda, en la entrada se encontraba Jin Ho mirándole con una sonrisa que no ocultaba su inquietud… temía que él fuera a ser liberado… que arruinara sus planes…
- no me digas, y eso te preocupa, no? Porque los que estuvieron antes de ti tampoco debieron tener éxito como no lo tendrás tú, no si yo vivo para evitarlo… - el morocho ya se disponía a atacar y defenderse… lo que fuera necesario…
- no seas tan confiado muchacho… la evolución es misteriosa e increíble, pero tanto yo como la Sibila hemos existido a través de los milenios de una u otra forma en las culturas de la humanidad… estuvimos en la antigua Grecia cuando fue gobernada por emperadores, estuvimos en la mágica Era egipcia, cuando los faraones hicieron grandezas imposibles de emular aún en la actualidad, estuvimos cuando grandes personajes hicieron eco en la historia, cuando Alejandro Magno y los macedonios; no eres el único Elegido que ha intentado hacer lo correcto por la humanidad, tampoco el único que cree que evitando que le domine detendrá un futuro inminente de calamidades para la humanidad… y no siempre los tuyos han vencido, he estado más veces de lo que crees en este mundo, y en algunas he sido vencedor…
- no esta vez entonces… - y se lanzó contra Jin Ho en un combate cuerpo a cuerpo que comenzó rápido y vertiginoso, con golpes fuertes que incluso hacían ráfagas de viento fuertes….
Y Yoochun ya solo pudo aprovechar la distracción para ir en ayuda de su cuñado, pero apenas iba a subir en el ascensor cuando un movimiento telúrico sacudió el Edificio entero… y más arriba se escuchó una explosión que desquebrajó incluso esos ventanales reforzados que se hicieron añicos en segundos… entonces las cosas se empezaron a poner peor a ser posible cuando afuera la gente se asustó y comenzó a gritar histérica… tan solo para que en cosa de instantes se viera también una peculiar movilización de unidades de policía que atendían nuevos llamados de disturbios en distintos grados de peligrosidad por toda la ciudad…
Los metamorfos y otros aliados de Jin Ho hacían su parte en las calles comandados por Alexia…
Y Junsu y DongHae sentían que algo les quemaba el interior y sus cuerpos comenzaron a convulsionar de dolor, mientras Kregh despertaba de su inconsciencia dándose cuenta de lo mal que estaban pintando las cosas afuera, pues demasiado rápido estaba siendo sembrado el temor y la discordia… y ChangMin sentía también cómo sus poderes se descontrolaban pues al parecer JunHo, su portador, estaba siendo dominado por la ira y las emociones negativas solo le consumían lentamente porque su intención va en sentido contrario…
Y así como están las cosas, teme que efectivamente Jin Ho pueda tomar ventaja y hacerse de sus poderes… de dominarle…
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Cassandra Park había sobrevivido a la explosión del hogar de Kim JunHo… estaba segura de que el pelirrojo había estado detrás de ello pues de un momento a otro se había sabido fuera de la casa de quien pudo ser incluso más que un amigo para ella… pero seguía ahí su odio por Junsu y no quería dar importancia al hecho de que fuera hermano del pelirrojo…
- solo quiero que muera… que muera como murió mi padre, que tenga su misma suerte ya que por su culpa mi padre murió… - y caminando con dificultad pues el ataque de JunHo le había dejado una leve herida en el vientre, la pelinegra subió a su auto que apenas había salido indemne a la explosión y sobre el cual había trozos de madera, escombros menores y otros materiales que habían sido lanzados por la explosión…
Encendió el motor y tomó camino… el mismo que tomara antes el pelirrojo… y es que tenía en su GPS la ruta que antes siguiera pues en el auto de JunHo había dejado antes el aparato que le permitía rastrearlo donde quiera que estuviera…
Marchó sin duda y a toda prisa, impactando de vez en cuando con alguno que otro auto… pero llegando demasiado pronto hasta el Edificio donde su medio hermano se encuentra… y lo vió… a Junsu en ese auto retorciéndose de dolor a lado de otro chico en sus mismas condiciones, mientras un tercero salía del auto pero caía al suelo inmediatamente al parecer demasiado débil o lastimado para moverse con libertad…
Tenía una vez más su oportunidad de oro para dar muerte por mano propia a Junsu…
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Y aún quedabas dudas en el aire…
¿Serían Yunho y Jaejoong capaces de llegar a tiempo cuando una guerra entre metamorfos y personas normales está por desatarse?
¿Quién pudo haber salvado a Cassandra cuando nadie quedaba en la casa de JunHo?
¿Será ChangMin más hábil y fuerte que Jin Ho como para derrotarle antes de que llegue al Cristal de Luz?
¿Tienen más cuestionamientos rondando en su mente?... seguro que sí, no desesperen, los últimos capítulos revelarán muchas de esas preguntas…
Continuará……
CAPÍTULO 18. THE ONE
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Seúl, Corea
Distrito Dongjak-Gu
Cassandra bajó de su auto con arma en mano, se acercó hasta el otro automóvil donde Junsu y otro chico se encontraban aún sufriendo ese dolor que generaba espasmos en sus cuerpos, sacándoles esos gritos lastimeros que en vano parecían tratar de controlar... y sonrió victoriosa al ver que toda gente alrededor estaba demasiado ocupada por su propia seguridad ante esa repentina movilización policíaca que en realidad nada le importaba... salvo dar muerte a ése quien fuera culpable de la muerte de su adorado padre... y sí, aquélla era ya una obsesión por cobrar venganza... solo quería... quería que desapareciera de la faz de la tierra ése chico que había seguido con su vida como si nada hubiese pasado... cuando le había arrebatado tal vez la única persona en el mundo que se había preocupado realmente por ella...
Y caminó hasta ese auto quedando a poco menos de un metro, pero apenas levantó su mano armada, algo la empujó hacia atrás con fuerza... pero nada había alrededor... y enfocó su mirada tratando de comprender lo que había pasado... se levantó sintiendo cómo la herida en su vientre dolía un poco más, pero totalmente decidida a hacer hasta lo imposible por cumplir la única razón que había mantenido en sus días desde aquél miserable día en que supo de la muerte de su padre...
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JunHo se levantó de entre esos escombros que la explosión que él mismo provocara hace unos instantes dejara por consecuencia... y buscó de inmediato a su adversario, pero no alcanzaba a percibir más que escombros a todo su alrededor, se levantó con algo de pesadez, había sido realmente poderosa la descarga cinética, y se sentía también algo aturdido y atontado por la misma… caminó tambaleándose entre los añicos de los materiales que estaban regados por doquier. Ahora solo le interesaba dar con ese mentado Cristal que se había convertido en centro del problema… de lo que tenía a su gemelo sufriendo y que le mantenía encadenado a un destino fatal que no podía permitir se cumpliese.
Pero viendo la destrucción que había causado, se preguntaba si no había sido demasiado impulsivo de su parte aquello, ya que en el estallido, muchas de las cámaras de seguridad se habían dañado considerablemente, incluso destruyéndose por completo. Buscó la llave que de hecho, Cassandra le diera hace días, y que había escondido hace minutos en su pantalón; ahí estaba, intacta e incluso brillando con un matiz plateado que propagó un peculiar calor por todo su cuerpo al tocarla…
Aquélla llave… aquélla llave era por sí misma… el Cristal de Luz…
Pudo comprobarlo cuando un resplandor cegador cubrió la llave y tomó otra figura cambiando su tamaño y densidad… entonces, todo lo demás acerca de la caja de seguridad, todas esas otras dificultades, todas esas otras cosas por las que tuvieran que pasar hasta llegar ahí, todo lo que el propio Zodíaco Púrpura había creído hasta el momento… todo aquello… ¿qué había sido? ¿Acaso una prueba, una trampa?
Y porqué… ¿porqué justo en ése momento el Cristal de Luz se revelaba?
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Yoochun no podría asegurar que estaba comprendiendo del todo lo que estaba sucediendo, aún no entendía con claridad esa casi absurda guerra de poderes que se estaba desatando entre metamorfos y personas normales, todavía tenía muchas preguntas por hacer y pocas las oportunidades y los sujetos a quienes cuestionar. Incluso… incluso sentía que gente en la ONU había estado al tanto de todo aquello y le habían dejado un tanto a su suerte para hacer el trabajo sucio como siempre, no era tampoco que dudara de las acciones que le habían encomendado hacer, a pesar de las circunstancias, estaba seguro de que el Gral. Smith y su amiga Cameron habían hecho también lo correcto… lo que habían deducido era mejor para la humanidad entera…
Dejó de lado a todos esos guardias y oficiales del Edificio, muchos de los cuales habían caído rendidos por el estruendo de la explosión, o por los golpes que él mismo les propinara antes… ahora solo se preocupó por salir del lugar, porque recordaba bien que su novio estaba solo en el automóvil, aunque protegido por una barrera de ChangMin, sabía que no debía fiarse de nada…
Que Todo podía pasar…
Y salió con un rifle en mano, habiéndoselo quitado en el camino a uno de los noqueados que se encontraban en el suelo, y que seguro había sido alcanzado por algún ataque de esos que se suceden entre ChangMin y Jin Ho. Siente incluso ráfagas de viento rozar su rostro y alborotar un poco más sus mechones azabaches, o hasta rasgar sus ropas, tal vez incluso hasta herirlo con ligereza. Pero no se detuvo, tenía su propio objetivo claro, y vislumbró a través de esos ventanales de los que solo queda la estructura pues los cristales han sido destruidos en mil pedazos que también permanecen regados por ahí, a varios sujetos que una y otra vez disparan o lanzan algún tipo de ataque contra su automóvil, notando cómo parecen chocar contra esa barrera invisible que ChangMin pusiera antes, pero dándose cuenta también de que cada nueva embestida parece más cerca de tocar el auto, lo que solo puede significar que se va debilitando.
Y levantó el rifle con seguridad, acomodándolo contra su hombro, afinando la mira, tirando del gatillo con serenidad una, dos, tres, las veces necesarias mientras va derribando fríamente uno a uno a todos esos sujetos que también parecen dispuestos a morir con tal de conseguir su propia meta. Pero el pelinegro no tiene en mente rendirse, puede ver el sufrimiento de su novio y algo en su interior ruge con furia dándole valor y puntería perfecta, y esas agallas que ya sabe tenía pero que parecen más inquebrantables que nunca.
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ChangMin puede sentir el poder del Cristal de Luz, como también lo presiente Jin Ho; y es entonces que su combate cuerpo a cuerpo se vuelve más intenso, pues ambos intentan llegar hasta JunHo, pero como ninguno está dispuesto a permitir que el otro llegue primero, la fiereza de sus ataques hace que el propio Edificio se cimbre a tal punto que la gente kilómetros a la redonda puede sentir los movimientos que se asemejan a un sismo, pero que peculiarmente se encuentran concentrados en el Edificio.
Y Alexia sonríe con algo de maldad y triunfo al notar el caos que tan rápidamente se ha expandido por la ciudad, sabiendo que como Seúl, las principales ciudades del mundo se encuentran en las mismas circunstancias. Todo ese poder y las influencias que era capaz de comandar estaban dando los resultados esperados, podía saborear la victoria del Zodíaco Púrpura como si fuera ya un hecho innegable.
Pero no tomaba en cuenta que estaba menospreciando las capacidades de los metamorfos que aún creían en la ideología de ZION y que se encontraban desestabilizando lentamente todas sus fuerzas. Como tampoco tomaba con la seriedad debida el poder de la ONU y otras organizaciones como la CIA o la INTERPOL, quienes desde sus centros de operaciones hacían lo posible por contener lo que el Zodíaco Púrpura había desatado.
La guerra había iniciado, pero era apenas la punta del iceberg, y justamente lo que se quería evitar era el desastre del caos de su verdadero poder de destrucción. Fuerzas del bien y el mal se movilizaron de lado a lado en el planeta, las calles se habían vuelto más inseguras y peligrosas de lo que ya eran considerados en algunas ciudades metrópoli; y aquellas de poblados más tranquilos comenzaban a conocer el lado oscuro del sol.
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ChangMin atacó una vez más a Jin Ho, lanzando contra su adversario una ráfaga de viento con la fuerza de un tornado que sucumbió ante la acometida del chino con un simple movimiento que al morocho le recordó la filosofía marcial del Tai Chi. Y pensó entonces que si se desconcentraba aunque fuera por un segunda, llevaría esa batalla a un final desfavorable para él, así que trató fuerte de concentrarse en esas ondas de energía que circulan por su cuerpo y parecen mandar impulsos nerviosos por cada célula de su cuerpo, recordándole de entre vestigios de un poder paranormal, que él también posee una memoria milenaria que le puede dar algunas ventajas en ése momento.
Pero era casi imposible no volver su vista a los cuatro puntos cardinales, dándose cuenta de los efectos que su encuentro contra Jin Ho estaba dejando, como la intervención de todos sus fieles seguidores que con la irreverencia de la ambición, le estaban complicando un poco más las cosas. Sabía bien que aquella era una guerra difícil y lejos de ser lo que pudiera verse en una película de acción o fantasía, que a pesar de todo, aquella era una escena de la vida real, y que los gritos de terror, como los disparos y hasta explosiones que podía escuchar incluso a través de la distancia a lo ancho del planeta, eran la viva expresión de lo mal que se podían poner las cosas si tan solo cometía un error y fallaba en su misión de derrotar a Jin Ho y hacerse del Cristal de Luz para bien de la humanidad.
Más estaba también esa otra parte de su realidad que le tenía preocupado y distraído, porque no podía dejar de mirar hacia el lugar donde estaba aún intacto el auto donde dejara antes a Kregh junto con Junsu y DongHae, como no podía evitar darse cuenta de la cantidad de ataques que estaba recibiendo y él sin poder hacer más que concentrarse y mantener el campo de protección a su alrededor…
- mientras más te preocupes, más menguará la seguridad que intentas brindarles… - la voz del chino le hizo volver su vista hacia el único punto que sabe debería ser su centro de atención, notando en labios del hombre esa sonrisa burlona que hiciera sus puños cerrarse con fuerza y su estabilidad emocional balancearse peligrosamente… - es el error que sé te costara la victoria que buscas, porque eres tanto más humano que tus predecesores…
- lo ves como una debilidad, yo como la oportunidad de demostrarte lo equivocado que estás… - el menor se lanzó nuevamente contra su oponente, levitando hacia su objetivo con la velocidad del sonido y la agilidad de un cazador salvaje…
Kirsten se lo había dicho una vez, no se puede ver más allá de lo que aún no se ha decidido… y aunque ChangMin estaba seguro de que tenía claro proteger a la humanidad, como Jin Ho de tomar control de sus poderes, ni uno ni otro había decidido aún lo que estaban dispuestos a sacrificar de sí mismos con tal de obtener lo que se han planteado. Porque aunque ambos quisieran al Cristal de Luz por la humanidad, uno para protegerla, otro para volverla sus títeres; ninguno conocía los límites de sus deseos.
Eran a fin de cuentas, simples humanos movidos por sus más primitivos instintos de poder y supervivencia. Porque si bien ChangMin tenía en claro salvaguardar la vida en el planeta, no sabía si sería capaz de renunciar a Kregh si éste se encontraba en el medio de su objetivo. Como Jin Ho no podía asegurar renunciar a algo en su persona pues era lo que más le interesaba, él podía renunciar a la existencia de cualquier otro, de su sobrino incluso, pero nunca nada de sí mismo…
Y ambos parecieron recordar de pronto, que el Cristal de Luz exigía un sacrificio a cambio de sus dones… sabían, que JunHo convertido en el canal del Cristal, les arrebataría lo más sagrado que ocultaran en lo más profundo de sus pensamientos, lo que avivara el calor de sus almas…
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Yunho y Jaejoong habían arribado finalmente a Seúl, pero la movilización por toda la ciudad les impedía ser más veloces en apresurarse a llegar hasta ChangMin y los demás. Sabían que las cosas en donde estuvieran debían pintar mucho peor de lo que lucían por esas calles que parecían haberse convertido en plenaria de violencia.
- debemos llegar sí o sí hasta donde está ChangMin… - el moreno tomó una motocicleta “prestada” de un sujeto que ahora estaba en el suelo inconsciente, después de no haber escuchado la “amable” petición de Jung de prestarle su transporte…
- ¿y en moto llegaremos?... – el pelioscuro arqueó la ceja… a pesar de todo, seguían siendo de su desagrado, con todo y que también llegaba a ser excitante, como la ocasión en la autopista, Jaejoong seguía viendo con desconfianza a esas máquinas que nada les iban a proteger de todo ese alboroto que tan claramente puede vislumbrarse aquejando la ciudad…
- solo sube, JaeBoo, claro que llegaremos, y más rápido si no te pones en plan de “consigámonos un auto”… - el moreno impaciente, encendió la motocicleta, cambiando las velocidades haciendo bufar el motor de la máquina…
- puedes llegar a ser algo fastidioso bajo presión, ¿sabes?... – más ya estaba sentado detrás del moreno, agarrándose con fuerza de su cintura… una sonrisa curvada en labios de ambos…
- y también mejor en TODO lo que hago, JaeBoo… - y sin más, tomó camino por una de esas calles en las que ya se veía mucho de la delincuencia que sale a flote cuando el temor y el caos toma posesión de las personas…
Porque había rastros de vandalismo, de autos en llamas y dañados con golpes y más. Había ese montón de personas que aprovechando las circunstancias se adentraban en centros comerciales y otros establecimientos saqueando lo que podían. Había esos grupos de personas que buscaban infundir más miedo del que ya podía respirarse en ese día que de pronto se tornaba más oscuro de lo que cualquiera pudiera describir. Y es que en alguna medida, Jin Ho estaba consiguiendo su meta, sembrar el caos.
Pero Yunho y Jaejoong sabían que aquello podía repararse, que los daños aún no eran irreparables… que ChangMin podía de alguna manera contrarrestar todo aquello y darle a la humanidad una oportunidad de reivindicar los errores que estaban fraguando en aquellos momentos.
Y Jaejoong no pudo evitar recordar aquello que el Dr. Hargitay le dijera cuando recién le hubiera instalado entre las líneas de investigación de la CIA, que no importaba cuán mal lucieran las cosas, uno siempre podía esforzarse un 200% antes que pensar siquiera en rendirse, que la humanidad podía mostrar su peor faceta, pero que siempre tendría la facultad de lavar sus pecados y dejar que una nueva luz de esperanza iluminara sus días… recordó que Dann siempre creyó en los llamados Eslabones, que confiaba en que cuando el Elegido apareciera, las cosas tomarían un curso distinto… el más indicado para el mundo entero.
Y pensando en eso no evitó cuestionarse también, cuál habría sido el último pensamiento de quien fuera casi como un padre para él… si antes de liberar su último aliento, pensó en él… si le tuvo presente… si no le tendría el mínimo resentimiento por haberlo abandonado a su suerte aquél día en los laboratorios del CENTRO… si habrá estado orgulloso de su persona. Si se habrá convertido al final, en esa persona de bien en que Dann había querido educarlo… a pesar de haberle encontrado siendo ya un adolescente que iba por malos pasos, que veía en la vida solo su parte más oscura…
Yunho aceleró como solía hacer, hasta el límite, la velocidad y el viento golpeando su cara le inspiraban la sensación de que administraba mejor su adrenalina, que esos instantes que tomaba para llegar al destino que se hubiera definido ya, le daba oportunidad de planear mentalmente los posibles movimientos a ejecutar. Era eso lo que más le gustaba de ser quien era, la capacidad de liberar toda esa emoción y la tensión… poco importaba ya lo lastimado o maltratado que pudiera salir de cada nueva misión, esperaba ahora poder encontrarse con uno más de esos legionarios, porque aunque aún le dolían algunas partes de su cuerpo, estaba seguro de que nada le detendría de su nueva meta: apoyar a los Eslabones.
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JunHo se iluminó por un haz plateado que cubrió incluso varios kilómetros a la redonda con una onda expansiva que hizo que todas las personas normales a su alcance buscaran refugio atemorizadas por ese resplandor del que no sabían ni su origen ni sus probables consecuencias, tal como estaban las circunstancias justo en aquéllos momentos. Y cuando eso ocurrió, ChangMin y Jin Ho comprendieron que el Cristal de Luz se había revelado en todo su esplendor, que usando al pelirrojo como un canal dictaría su juicio respecto al destino del Elegido.
Entonces sucedió también que Junsu y DongHae dejaron de sentir todo aquél sufrimiento que casi les había hecho sentir morir, socavándose aquellas sensaciones con un bienestar inexplicable y sin fundamentos. Pero descubriendo unas vibraciones circular por sus cuerpos que eran el equivalente a un llamado… al llamado de ChangMin pidiéndoles se unieran en pensamiento a él, pues era finalmente que sus destinos estaban entrelazados como los eslabones de una cadena, y si ha de enfrentar los dictámenes que sobre la propia humanidad se avecinan, espera contar con todo el poder del que es capaz, con la unión casi mágica de los llamados Eslabones, de lo que una vez Kristopherson y Hargitay denominaran GA3 volviéndolos en alguna medida uno.
Y cuando ambos tomaron la resolución de ayudar a ChangMin en lo que pudieran, la barrera que les hubiera estado protegiendo sucumbió dejándoles al descubierto, pero ya ellos habían tomado su decisión. Y sus genes obedecieron así a los mandatos de sus pensamientos, concediéndoles una gracia que los ojos de Jin Ho jamás vieran antes, pues en la historia nunca se había suscitado que nadie intentara clonar o perfeccionar al Elegido, lo que los científicos del CENTRO habían conseguido casi en su totalidad, pues ahora los tres formaban parte de una pirámide de poderes que alimentaba las visiones de JunHo ofreciéndole al Cristal el fondo de sus únicos propósitos para con la humanidad.
Jin Ho comprendió entonces su primer gran error, no había considerado a los tres jóvenes siendo uno. Ni tampoco que JunHo como portador y ahora canal de la voluntad del Cristal de Luz fuera casi consciente de la existencia de Junsu, y mandara sobre el Cristal su propia voluntad y deseo de ayudar a su gemelo.
Comprendió también lo que una vez la Sibila dijera, ni con el poder de sus ojos podría nunca predecir lo que no ha sido decidido aún, porque es el futuro tan impredecible como la humanidad misma. Porque no puedes controlar lo que ni siquiera has conocido en profundidad… porque es el destino del planeta propiedad irrefutable de sus habitantes, y no puedes gobernar lo que no desea ser gobernado bajo sentimientos oscuros que no desean más que una autodestrucción lenta y dolorosa. Tanto como las guerras que han dejado sobre sí mismos a lo largo de los milenios que conforman su historia, de las que han aprendido, tal vez tan poco que parece casi imperceptible, pero tan palpable como su ciencia y tecnología prohumanidad, como los esfuerzos que hacen por salvar lo que saben han ido debilitando o exterminando por esos sentimientos como la ambición de poder.
Merecían… la oportunidad de seguir aprendiendo de sus errores y reivindicarse por cuenta propia de ellos…
No a un líder que solo viera en ellos unas marionetas que manipular y hacer de ellas lo que le viniera en gana solo por diversión.
Yoochun, Kregh y cualquier otra persona en torno al lugar, fueron testigos de una demostración de algo que no podía ser nombrado de otra manera más que, “magia”. Ese deslumbrante haz de luz que disminuyó su luminosidad solo cuando ChangMin, Junsu y DongHae se elevaron por los aires quedando a una altura no mayor a los 5 metros, levitando en las posiciones exactas que conformaban en la unión de sus puntos de ubicación un triángulo perfecto, en cuyo centro se encontró entonces JunHo, destellando lucecillas del mismo tono que fue bañando los tres cuerpos, dándoles así su poder…
Y cuando aquello pasó ya las cartas estaban echadas sobre la mesa, pues no habría poder alguno que evitara la decisión que se había tomado… y los tres Eslabones unidos dieron origen al único… ChangMin tenía ahora plena facultad de sus habilidades paranormales.; pues Junsu le había otorgado esa capacidad innata de sanar toda herida que le afectara, siendo pues el pilar de toda la humanidad, podía entonces dominar todos sus males y sanarles; mientras que DongHae le ofreció la facultad natural de sentir cada vínculo existente entre los seres vivos, así como su habilidad para conectar los lazos entre las cosas, como el ADN de ellos al de ChangMin. Y de entre ese complemente que volvía al menor en el Único, se encontraron también los dones de JunHo, que a través del Cristal de Luz le brindó también sus poderes metamorfos pues era también su deseo el que la humanidad continuara siendo libre de la totalidad de las perversiones de alguien como Jin Ho, que no veía en la humanidad más que un montón de juguetes que manipular a su antojo.
Y Junsu y DongHae cayeron lentamente a tierra firme visiblemente debilitados; casi sin más que un respiro de vida… pero aún tenía ChangMin la prueba más difícil de todas, ofrecer un sacrificio por las bondades del Cristal de Luz… por el futuro mismo de la humanidad…
- sabes ahora cuál es la única manera en que puedes desterrarme de la existencia por la eternidad, ¿no es así?... – el menor pudo notar en el tono de Jin Ho que se mofaba… que disfrutaría ahora verlo en esa disyuntiva que le planteaba su propia existencia… - no has sido el único, Shim ChangMin, que ha llegado hasta éste punto, y como los demás que te antecedieron, no dejas de ser un humano… un humano con esa burda capacidad de sentir, eso que te volverá incapaz de eliminarme, porque no querrás renunciar a lo que más ama tu corazón…
La vista de ChangMin fue directo a Kregh, encontrándole junto a DongHae ayudándole a ponerse en pie, seguro le llevaría, como Yoochun a Junsu, a un lugar más seguro… Jin Ho tenía razón, no era capaz… no podría sacrificar al pelicastaño por toda la humanidad… no podía porque le amaba, y por amarle se negaba a arrebatarle la vida… era absurdo, ilógico e innecesario… no tenía sentido que siendo el Elegido tuviera que sucumbir a la voluntad de más nada siendo que sus poderes eran ilimitados, que podía dominar la realidad misma a su antojo… no tendría sentido tanto andar por ese camino lleno de pruebas que le llevaron a aceptar quién era…
No lo tenía…
Entonces ¿por qué lo dudaba? ¿Por qué estaba pensando en la posibilidad de abandonar a la humanidad a su suerte con tal de tener unos instantes más con Nakamura? ¿Por qué todo parecía complicarse un poco más cuando Él tenía el poder de rehacer las cosas?
¿Por qué?
- no lo permitiré… - susurró de pronto con la mandíbula apretada, con la determinación de hacer una última jugada… - si he de renunciar a algo, será solo a mi propia vida, no a la de nadie más…
- no es solo tu decisión… - bramó Jin Ho… sudando esas gotas que nunca antes se deslizaran por su rostro… pues era el chico ante él más astuto, inteligente y determinado que todos los que había conocido antes de ChangMin…
- te equivocas, sí lo es, porque yo soy El Elegido, porque ahora no hay poder más grande que el mío, porque lo único que pasó con los que me antecedieron fue que les infundiste temores y dudas, les hiciste concentrarse en su lado más humano sabiendo que por naturaleza entonces somos más vulnerables… pero yo no soy como todos los demás, sigo siendo capaz también de razonar, de analizar las cosas hasta el último de sus códigos, de ver más allá de lo obvio…
Y con esa determinación surgida desde lo más profundo de su ser, esa parte a la que solemos llamar alma, la que no puede ser vulnerada ni manipulada por nada más que su propia existencia, ChangMin se lanzó una vez más contra Jin Ho, percibiendo con certeza que éste era realmente poderoso, casi tanto como él, y que la diferencia entre vencerle o ser derrotado, radicaría entonces en su habilidad para no perder de vista su objetivo… para no dejar que sus sentimientos mandaran sobre su alma y le llevaran a errar su destino…
Suyo y de nadie más…
Porque aunque Jin Ho buscara por todos sus medios tratar de distraerle atacando a Kregh, él no podía darse el lujo de sucumbir ante sus manipulaciones… como tampoco podía abandonar a Nakamura a su suerte… así que hizo lo posible por manipular lo único que estaba a su alcance… la realidad… levantado alrededor del pelicastaño una barrera de energía telequinética en la que rebotaban uno a uno todos los ataques que mentalmente lanzaba Jin Ho contra él…
Kregh quiso una vez más poder tener más poder y ayudarle… pero por el contrario tenía que conformarse con quedarse estático en su lugar, protegido por su novio, viéndole enfrentarse al final a su destino… sintiendo la impotencia de su condición, de ser solo un teleportador que justo en ésos momentos no tiene energía suficiente ni para ser de ayuda para nadie más, ni siquiera para sí mismo… y apretó los puños con fuerza al ver cómo ChangMin esquivaba apenas un ataque de Jin Ho, pero seguía firme en la creencia de hace tiempo… ChangMin no sería derrotado, era el Elegido, le amaba… y aún tenían una larga vida por delante… él lo sabía, ChangMin no se dejaría vencer…
- tú puedes amor… - susurró con ese ímpetu que nace desde su propia alma, y que casi creyó su novio podría sentir en su ser…
Y ChangMin efectivamente sintió como una especie de impulso cálido que recorrió desde su columna vertebral esparciéndose por todo su cuerpo; dejando una sensación de confort y valor en una parte de su ser que solo podría llamar alma… más no pudo evitar cuestionarse porqué era que ese sujeto parecía dominar sus propias habilidades… presentía… que había en el pasado de Jin Ho mucho más de lo que ha podido escuchar o ver en las memorias que Kirsten dejara para él en aquél disco que nunca terminó por poder compartir con Junsu y DongHae…
Vio esa sonrisa triunfal en labios del hombre y comprendió que había en esa mente memorias que debía conocer… sintió entonces circular por sus venas la sangre con ese ADN perfecto que había resultado de la fusión con DongHae, Junsu y JunHo al haberle concedido sus propios dones metamorfos… porque tenía también entre sus designios la gracia concedida por el Cristal de Luz… sonrió con seguridad al descubrir que tenía una gran ventaja… era más humano de lo que nunca creyó aceptaría… porque las emociones, los sentimientos, las sensaciones, todo aquello que le volvía humano era justamente su arma más poderosa en ese momento, porque contradictoriamente, lo único que anhelaba era poder proteger a todo el mundo de ese lado inhumano y despiadado de Jin Ho… y concentró así todo su poder mental para invadir esas memorias del hombre que no pudo más que quedarse rígido en medio de aquéllas ya ruinas del Edificio que el duelo entre ellos había dejado como estela de sus poderes…
Estático y dispuesto cual libro abierto en el que Shim leyó con absoluta libertad, desplazándose por entre los pasadizos de sus reminiscencias analizando y apropiándose de cada escena cual datos que almacenar en un disco duro, toda esa información que para él era como recopilar códigos binarios que iban tomando sentido a pesar de encontrarse dispersos y entretejerse con nuevas redes neuronales que intentaban confundir a ChangMin; pero saliendo avante y formando esos trazos de recuerdos de milenios que le hicieron comprender la raíz de esa extraña disputa por el control de la humanidad…
Porque Jin Ho una vez fue el Elegido…
Pero ya entonces su ambición de poder le había hecho vulnerable a la contención del Cristal de Luz, el que ahora comprende, fue creado por la evocación incorpórea e inmortal de la Sibila. Pero al mismo tiempo, por haber sido el primero que fuera contra lo que se esperaba de un omnipotente, se le otorgó la inmortalidad y conservó muchos de sus poderes, así como los recuerdos de todas y cada una de las vidas en que existió siendo poco menos que el metamorfo más poderoso del mundo, pero el que una y otra vez falló en su misión más importante, recuperar lo que considera le fue arrebatado…
El poder infinito de gobernar la realidad misma…
Porque aquello le hubiese brindado lo que hoy no era más que una ilusión, la facultad de manipular todo el mundo y lo que más allá de nuestro planeta pudiera existir…
Más ChangMin habiéndose asido de todas sus memorias, conocía ahora su vulnerabilidad, dejándole en desventaja… haciéndole ver que demasiado pronto le derrotaría… porque tenía lo que sus antecesores nunca demostraron, la capacidad de ser un humano racional con los sentimientos a flor de piel pero con la suficiente serenidad para hacer esos cálculos que no se llevan a cabo en el arrebato de la emoción por amor o amistad; pero siendo lo suficientemente humano para no comportarse como una máquina perfecta capaz de razonar el más mínimo detalle…
¿Inverosímil? Tal vez… pero ese era ChangMin, esa era la verdadera esencia del Elegido…
Lo que Kirsten trató de enseñarle una vez con la sutileza de sus palabras entretejidas que invitaban al autodescubrimiento… “Temet nosce”… porque conociéndose a sí mismo conoció la raíz de su propia existencia como un humano superior capaz de la gracia que se le otorga a los Dioses… y como tal… eligió el destino de la humanidad…
Y el único sacrificio que hizo fue justamente ese autodescubrimiento que muchas veces nos hace temer conocernos a nosotros mismos… por el miedo tal vez a encontrarnos con aquellos aspectos de nuestra personalidad que nos vuelvan débiles o vulnerables, porque como humanos por naturaleza evadimos y huimos del dolor… pero están también todos esos detalles que nos hacen fuertes y susceptibles de lo que nos vuelve realmente grandes, diferentes y valiosos… los sentimientos, la capacidad de construir lazos de amistad y amor, esos por los que los obstáculos pueden pesar pero no destruirlos si nos mantenemos firmes y sabemos aprovecharlos como fortalezas…
ChangMin entonces simplemente se abandonó a esas corrientes cálidas que circulan por su cuerpo como auténticas fibras luminosas que le hacen resplandece, y evoca así desde su cuerpo los deseos internos por el mundo y cada uno de los seres que le habitan, desplegando a través de sus pensamientos todo ese poder que si bien se encontraba contenido en su persona, le pertenecía de hecho al cosmos y la naturaleza… Jin Ho se vio reducido entonces a lo que más odiaba… un humano común y corriente, pues uno de esas corrientes luminosas le arrebató de paso lo que poseía dejándole a cambio el alma…
La que hace milenios abandonara por su ambición de poder…
Y se bañó el planeta con esas corrientes, purificando a su paso todo aquello recubierto de esa maldad enfermiza que vuelve a las personas demasiado ambiciosas. No sucumbieron los metamorfos ni fueron despojados de sus poderes, pero les quedó en el alma el vestigio suficiente para hacerles pensar una segunda vez todo aquello que con sus habilidades intentaran hacer. Y la calma volvió de una manera algo súbita y sorprendente que tenía a todos inquietos pero misteriosamente relajados.
Para cuando todo aquello culminó, ChangMin sintió sus piernas temblar y cayó doblegado al suelo, ahí entre todos esos escombros, miró a su alrededor, había destrucción física de varios edificios y algunas llamaradas aún se percibían en algunos lugares… el caos tal vez no se había sembrado, pero no había podido evitar algunos daños. Cerró los ojos y se concentró por varios minutos en percibir a todas las personas en el mundo y asegurarse de las bajas que no hubiese podido evitar… suspiró algo decepcionado al darse cuenta de que al final efectivamente no había podido parar aquello, pero un latido de su corazón le indicó que estaba bien, que aquello no era su culpa… que la realidad ya era algo fuera de su alcance, pero que había hecho lo correcto, regresarle al mundo lo que a éste le pertenece…
Su libertad absoluta… su libre albedrío…
Porque ya nunca más nadie manipularía su realidad, porque había renunciado a la existencia del Elegido aunque en el proceso se hubiese quedado solo con su propia humanidad… sin más que ofrecer que su intelecto y su deseo de vivir… se levantó con todo ese cansancio reflejado en su cuerpo que hacer todo lo anterior le había dejado, porque cargar sobre sus hombros con tanto poder le había agotado hasta el alma. Pero ya estaba, había cumplido con su razón de existir… caminó entre escombros hasta ese Kregh que recargado en un muro en lo que quedaba de esa cafetería frente al Edificio que había terminado por derrumbar junto con Jin Ho hace no demasiado tiempo, le esperaba con una sonrisa suave y los ojos brillantes, aunque el cuerpo aún lastimado y agotado… tanto como él…
- sabía que lo harías… - susurró con notable orgullo el japonés al momento de extender una mano y tomar la de su novio, acercándole con paciencia a su cuerpo para estrecharlo en un abrazo…
- fuiste tú quien me dio el arma más importante… - el menor le miró a los ojos con profundidad… - fue tu amor lo que me hizo darme cuenta de que nada podría haberme hecho fracasar… - un roce de labios que ambos necesitaban como el oxígeno que respiraban…
Se sonrieron algo bobamente, antes de volver su vista a la panorámica que aún estaba ante sus ojos… y con sus manos entrelazadas caminaron por entre escombros en busca de sus amigos…
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Jaejoong y Yunho llegaban apenas hasta donde ChangMin y los demás… pero no era que hubiesen llegado tarde, no… ellos se habían detenido en el camino por necesidad, porque una vez más Kristopherson y sus legionarios se habían interpuesto en el medio, más esta vez Friederich había visto caer a sus hombres uno a uno sin posibilidad de levantarse nunca más, porque tal vez guiados por la adrenalina, o ese algo más que habían sentido circulando por sus venas, moreno y pelioscuro les habían enfrentado con el garbo y el poderío propio de metamorfos, pero siendo solo humanos, hábiles y diestros, determinados y valerosos.
Y cada uno de sus movimientos habían sido dignos de película de acción, cada golpe en el combate cuerpo a cuerpo, la fuerza impresa en cada uno de ellos; la destreza para ser más rápidos, más fuertes y astutos. Y cuando Numa fue el último en caer con una bala incrustada en el cerebro y el cuello roto, Yunho ya tenía su arma apuntando directo en la sien del científico, mientras que Jaejoong retenía a Ethan contra el suelo apoyando una rodilla en su espalda y esposando sus manos…
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Yoochun tenía a Junsu en su regazo, sentado en el suelo dentro de un local que había estado cerca, pero lo suficientemente lejos del lugar de la batalla, el castaño estaba inconsciente pero sus signos vitales eran estables. Y eso era lo único que al pelinegro le había importado…
JunHo y DongHae también estaban inconscientes cerca de él, y los había estado cuidando desde que todo comenzara cuando los tres le otorgaran sus dones a ChangMin. Un rifle descansaba a lado del pelinegro, un arma en su mano que había disparado varias veces y a la que le había gastado un par de cartuchos, varios cuerpos sin vida alrededor de ellos…
Les había protegido a costa de lo que fuera, aún sin saber quienes eran todos esos sujetos que sonrientes habían querido quitarles la vida… a quienes matara a sangre fría aunque no hubiese podido darles siquiera oportunidad de saber lo que les esperaba… a fin de cuentas, para eso había sido entrenado… y su novio, cuñado y DongHae estaban a salvo…
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Cassandra respiraba apenas, la herida en su vientre le había hecho perder demasiada sangre y sentía que moría lentamente… pero no le interesaba de ninguna manera atenderse y salvar su vida… solo tenía una cosa en mente, y quería cumplirla antes de que el último aliento escapara de sus labios… caminó apoyándose en muros y autos con la respiración agitada y la vista nublada hasta ese local en el que vislumbró a Junsu…
- solo quiero que muera… - dijo entre dientes, y entró ahí tropezando y sosteniéndose apenas contra el marco de la puerta de entrada. Levantó su arma y apuntó al chico en brazos de su hermano…
Tirando del gatillo una, dos, tres veces antes de caer al suelo de rodillas demasiado débil para sostenerse. Levantó la vista con esa sonrisa perversa esperando encontrar el cuerpo del castaño con los impactos de las balas robándole la vida. Pero a cambio solo se encontró con ese Yoochun de espaldas a Junsu, herido en el costado, a la altura del pulmón y en un hombro, la sangre roja manchando su ropa sucia y rasgada…
- ¡no!... – quiso gritar pero solo salió un murmullo de esos labios rojos… no lo entendía, porqué… porqué su hermano se había interpuesto…
Junsu había abierto los ojos apenas el primer disparo sonó rasgando el viento, pero sus pupilas solo se encontraron con sus orbes oscuras que se clavaron en su mirada con aprehensión. Escuchó ese primer gemido de dolor cuando la primer bala encontró un destino albergándose en su costado; y ese abrazo haciéndose fuerte cuando las siguientes dos se enterraron en su cuerpo… y el castaño solo pudo llorar derramando gruesas lágrimas al darse cuenta de lo que había pasado…
- Chunnie, porqué… - y escondió su rostro en su hombro, escuchando esos esforzados respiros que el pelinegro hacía…
- Te Amo… - dijo como pudo, y es que sentía ese dolor punzante en las heridas que le robaban el aliento…
- pero… - el castaño llevó sus manos a la espalda, tanteando las heridas… - no sé curar… - sollozó fuerte, no queriendo pensar en lo que se encontraría al final de esa situación…
- no te… preoc…upes… - y esas palabras medio ahogadas que le dejaban en la boca el sabor metálico de su sangre… era grave, lo sabía… pero la verdad era… que no quería morir… no quería dejarle…
JunHo despertó de su inconsciencia y casi al mismo tiempo lo hizo DongHae… pero encontrarse con ese Junsu presionando el cuerpo de Yoochun contra el suyo llorando amargamente solo les hizo abrir los ojos con sorpresa y mirar alrededor como buscando el causante de aquello…
El pelirrojo topó entonces su mirada con Cassandra descansando en el suelo a varios metros más allá, se encontraba boca arriba y pudo ver la herida en su vientre demasiado roja, obviando el desangro de que había sido presa. Tenía los ojos abiertos, pero tuvo la impresión de que no respiraba más… sin embargo se cuestionó cómo demonios es que estaba ahí, cómo había podido sobrevivir a la explosión de su casa…
……flashback……
Cassandra sintió todo ese fuego emanar un calor quemante rodeándolo todo, y solo pudo maldecir su suerte pensando en que moriría sin haber podido vengar la muerte de su padre. Pero entonces una figura humana apareció a su lado, cargándola en brazos con sorprendente agilidad, sacándola de la casa por una de las ventanas justo cuando todo explotaba con un fuerte estruendo. Y esa misma figura se colocaba sobre su cuerpo cubriéndola de cualquier otro daño que algunos de los materiales arrojados por la explosión pudiera causarle.
Cuando volvió a abrir sus ojos se sintió asfixiada por ese cuerpo sobre el suyo que aún le protegía… intentó levantarle pero estaba débil y su vientre dolía…
- me es de utilidad que sigas viva, que distraigas tanto como sea posible a ese chico, al agente Park… - Friederich Kristopherson ordenó a Británico, uno de sus legionarios, moverse y dejar en libertad a la chica, caminando luego entre esos escombros ardiendo con Trájano y Pretor detrás, visiblemente lastimados por la anterior explosión pero vivos…
Y es que había comprendido que mientras Yoochun estuviera con vida, no podría llegar a Junsu, y por tanto a DongHae… su anterior encuentro con su hijo Ethan le había fastidiado un poco más la existencia, y ahora se sentía acorralado viéndose obligado a hacer uso de cuanto recurso tuviera a su alcance… sabía, que el agente Park protegía con demasiado celo a Junsu… que daría su vida antes que permitir que le hicieran daño…
……flashbacks……
Aunque todos los esfuerzos de Friederich se hubieran visto finalmente frustrados por Yunho y Jaejoong… la vida de Park Yoochun parecía haber sido arrebatada después de todo…
Porque el pelinegro comenzaba a sentir frío y su cuerpo liviano… pero no quería… no quería morir, quería quedarse, aferrarse a Junsu con la fuerza con que él le retenía contra su cuerpo, pero las fuerzas mismas parecían haberle abandonado… y para cuando ChangMin y Kregh llegaron a encontrarles, el menor solo pudo bajar la mirada queriendo haber podido conservar algo de sus poderes y salvarle la vida como una vez se la salvó a su novio…
Pero aquello era ya imposible…
Junsu seguía llorando con Yoochun en sus brazos, sin poner realmente atención alrededor… solo quería que su novio viviera… deseaba tener la facultad de transmitirle lo que una vez odiara… su capacidad de sanar rápidamente sin importar la gravedad de una herida… pero ni siquiera estaba seguro de conservar el mínimo vestigio de tal habilidad, no cuando hace minutos le entregara sus poderes al Elegido…
- no me dejes, Chunnie, te lo ruego… - sollozó con pesar cuando sintió las manos del pelinegro caer lánguidas a sus costados, y los ojos de su novio cerrarse lentamente con una exhalación que le pareció demasiado tranquila…
Como el anuncio de una muerte inevitable…
- ¡NO! ¡Chunnie!... – gritó y se desgarró la garganta… pero ya el pelinegro no le escuchaba…
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Aeropuerto de Seúl…
- ¿estás seguro?... – JunHo despedía a su gemelo cuando éste estaba por tomar camino por ese pasillo que le llevaría a su avión…
- sí, necesito relajarme un poco… - el castaño acomodó el bolso en su hombro… - te llamaré en cuanto llegue, y no te preocupes, me caerá bien este viaje… - sonrió…
Más el pelirrojo no estaba seguro, porque Junsu partía a París, al último lugar en que sabe ahora, Yoochun y su hermano estuvieron celebrando aniversario… ahí donde de algún modo todo comenzó… y no hace demasiado que estuvieron en el funeral del pelinegro… esa galardonada ceremonia en la que su gemelo dio el último adiós al amor de su vida… no estaba seguro, de que el castaño estuviera bien, de que fuera sano para él partir y revivir recuerdos que le puedan resultar dolorosos…
- lo superaré, JunHo… - el abrazo de su gemelo le hizo volver a la realidad, regresándolo y esperando que aquello en verdad fuese así…
- cualquier cosa, no dudes en llamar, ¿de acuerdo?
- de acuerdo, volveré en unos días… - y así, Junsu partió con todavía esa tristeza clavada en su corazón… pero una sensación indescriptible de que necesitaba ese viaje… volver a ese Hotel en Paris donde tal vez fue el momento en que el Destino les puso la prueba más difícil y de la que salió victorioso, pues al final les había separado…
Y mientras el avión despegaba y recordaba a Yoochun algo ansioso cada que tomaban un vuelo, sonrió pensando en que no tuvo oportunidad de despedirse de nadie más el día del funeral. Porque ChangMin y Kregh seguían siendo agentes de la INTERPOL y necesitaban presentarse en Roma. Porque esos otros dos chicos a quienes apenas conoció como Jaejoong y Yunho, también tenían ese aire misterioso dejándole saber que muy probablemente se encontraban de una u otra manera en lo mismo. Porque Cameron le entregó ese día el llavero de delfín que comprara él mismo en Venecia cuando se ocultaban de todo…
Porque tal vez todo había terminado y el mundo volvía a la normalidad de a poco dejando atrás ese episodio con muchas preguntas de por medio que las organizaciones internacionales aclaraban con algunas mentiras y verdades a medias.
Pero él… solo quería volver a encontrarse con Yoochun…
Porque era él su eslabón más importante, el que le había mantenido atado a esta vida, el que le había enseñado a amar y ser amado…
- disculpa, ¿se te perdió esto?... – una voz varonil preguntó acercándose a su asiento en el avión, el castaño acababa de volver del baño. Levantó la vista encontrándose con unos ojos negros que le parecieron demasiado profundos y penetrantes como para no perderse en ellos… el chico de cabellos azabaches le sonreía suavemente, mientras le extendía esa cartera que recogiera del pasillo cuando el castaño pasara por su lado no dándose cuenta de que salía del bolsillo de su chaqueta al sacar un llavero que se llevó al pantalón para guardarlo mejor…
- creo que sí… - sonrió Junsu, sintiendo su corazón danzar de alegría sin comprender del todo como es que Yoochun estaba ahí… o si había enloquecido y alucinaba… o si se habría quedado dormido o soñaba…
Solo sabía… que esa sensación era única y sinigual…
**FIN**
ADVERTENCIA: Lemon
**EPÍLOGO**
******
Langley, Virginia
Sede Principal de la Agencia Central de Inteligencia
Oficina del Director Matt Reeves
- los reportes oficiales siguen teniendo más y más pruebas que nos ayudarán a una mejor jerarquía organizacional de responsabilidades, no podemos darnos el lujo de permitir más situaciones como las que tuvimos por causa del Zodíaco Púrpura ni la de dementes como Friederich Kristopherson que encontraron en su estatus internacional el medio para hacer de las suyas… - el Director explicaba a Jung Yunho, quien sentado del otro lado del pulcro escritorio, solo esperaba que esa reunión terminara y partir… aún tenía algunos pendientes…
Jaejoong…
- y por cierto, se te hará una ceremonia de reconocimiento por tu magnífico trabajo durante la misión que se te asignó…
- no la considero necesaria, Señor…
- no seas modesto y deja que se te reconozcan tus esfuerzos…
- es que no lo hice solo, Señor, fue en realidad algo de trabajo en equipo… - insistió el moreno…
- se te hará llegar el memo de la invitación de cualquier manera… - el hombre sonrió… - puedes decidir ir o no…
- gracias… - el moreno poniéndose de pie… - si no tiene nada más que decirme, me gustaría retirarme ahora, tengo una misión que iniciar ahora… - y es que apenas llegó a esa oficina un nuevo caso le fue asignado… era así, las vacaciones o el descanso eran casi cosa imposible para agentes de campo como Jung…
- de hecho, solo una cosa más… - el hombre rebuscó entre una serie de archivos sobre el escritorio uno en específico… - por convenio con el CENTRO que ahora se encuentra totalmente bajo el mando de la ONU y vigilancia constante de la INTERPOL, se te ha asignado un nuevo compañero al que tendrás que apoyar en los próximos meses hasta que quede definida la situación de tranquilidad en las diversas organizaciones internacionales… - el Director abrió el expediente colocándolo sobre el escritorio en orientación hacia el moreno… una fotografía del rostro de su nuevo compañero prendada en la orilla superior derecha del archivo… - me parece que le conoces, se llama Kim Jaejoong…
Yunho casi se va de espaldas… la verdad es que no se lo esperaba… además claro de que era de esos agentes un poco acostumbrados al trabajo en solitario… y ahora, no solo le asignaban un compañero hasta nuevo aviso… sino que justamente había terminado por ser Jaejoong… su JaeBoo… una sonrisa tonta se dibujó en sus labios… no sonaba tan mal tenerle por compañero, habían comprobado en esos días que se entendían muy bien, que eran capaces de trabajar en equipo…
Cuestión aparte los “beneficios extracurriculares” de su relación laboral…
- ahora sí, eso es todo, deberás conocerle ahora mismo, él debe estar en la oficina de reasignación…
- compermiso… - hizo una reverencia y salió de la oficina todavía sonriendo tontamente, esperando que el ascensor sea rápido y le lleve pisos abajo hasta esa otra oficina en la que se encontrará con su nuevo compañero…
………………………………………
Jaejoong sonrió a Yunho cuando sus miradas se encontraron apenas las puertas del elevador se abrieron en el piso correspondiente…
- supongo que ya te dieron la buena nueva, ¿no?... – la sonrisa sensual de labios del pelioscuro seguía ahí tan nítida y natural que parecía que nunca podría borrarse de su boca… aunque las pocas personas que iban a bordo les miraran algo inquietos y curiosos al notar la confianza con que se hablaban…
Una confianza que, saltaba a la vista, no era solo de compañerismo o amistad… y ha decir verdad, el que fueran asiáticos ya lograba por sí solo que muchos pensaran de más… y es que más de alguno se daba cuenta de la lascivia y algo más con que esos dos se habían mirado…
- debes saber, Jaejoong, que ser mi compañero… - pareja sonaba muy bonito pero el moreno prefirió omitirla en ese momento dado el lugar en que se encontraban… - no es tarea fácil, soy exigente y meticuloso, también algo arrebatado y hay algunas reglas que debes tomar en cuenta si quieres que nos entendamos trabajando juntos…
- tú también debes saber algo, Jung Yunho, que seamos compañeros no te da ningún derecho a asumir el papel de líder, somos agentes los dos, ambos tenemos nuestros métodos de trabajo, y si quieres que funcionemos juntos… - ¿habrá sonado demasiado gay eso?… - hablemos para puntualizar detalles, pero no intentes mandarme…
Y sí, Yunho había sonreído divertido ante la reacción de, ciertamente, su novio, ahora nuevo compañero de misiones… porque adoraba esa expresión suya algo altiva cuando se molestaba, la manera en que sus pupilas se dilataban y sus mejillas se coloreaban un poco producto de la emoción… sabía bien, que en lo único en que mandaba… era en la cama…
Ahí fue donde todos los que iban a bordo del ascensor no pudieron evitar pensar en que la discusión de los agentes más parecía una riña de novios…
Pero… a Yunho le conocen, y nunca se escuchó decir de él que tuviera preferencias homosexuales… igual… al final, a nadie le importaba del todo aquello, apenas volvían a sus labores, todos tenían cosas más importantes en las que pensar…
………………………………………
Hogar de Jung Yunho
Hacía poco más de una semana que habían dejado Corea para venir a vivir juntos a Estados Unidos… pero el pelioscuro aún se sentía algo extraño, para empezar porque nunca había vivido con un novio (no que hubiera tenido muchos, aventuras más bien en realidad)… pero también estaba el hecho de que aún tenía pensamientos que le hacían sentir en deuda con algunas personas que habían quedado ya en el pasado…
Estando en el garage, el moreno disfrutaba de ese día en que toda investigación en torno a su nueva misión se llevaba a cabo casi por si sola… definitivamente siempre era bueno tener contactos aquí y allá, favores que cobrar, y por supuesto, personas a las que amenazar si no hacen lo que les pida… sonrió complacido por su propio trabajo y su capacidad de influir temor a cualquiera que se quedara mirando sus ojos… bueno, casi cualquiera…
Jaejoong entró al garage y se quedó recargado en el umbral de la puerta con los brazos cruzados y esa mirada que le deja en claro a su novio que algo pasa con él… que el pelioscuro está molesto, y por tanto, a nada de quedarse en abstinencia si no da con lo que ha puesto esa vez de malhumor a su novio… a buena hora se fue a enamorar de un agente tanto más inteligente y astuto que él en algunos aspectos, que si alguien era capaz de ser un verdadero misterio para sí… ese era su novio…
- ¿acaso he olvidado algo? ¿no saqué la ropa sucia del baño, o qué?... – el moreno dijo aquello con una sonrisa como si se tratara de una broma, pero… la verdad era que casi temía por su propia vida… el pelioscuro le taladraba con la mirada…
- fuiste a la matrix del CENTRO aquí y no me lo dijiste… - espetó el pelioscuro, sin apartar su dura mirada del moreno…
Yunho no podía entender porqué aquello era un problema… después de todo era investigación necesaria para la nueva misión que les habían asignado… no era que se estuviera metiendo con aquellos archivos que tuvieran que ver con lo que antes fuera denominado proyecto Eslabón ni ninguno de sus subyacentes programas de investigación científica ni genética…
- JaeBoo, cuál es el asunto con eso, sabes bien que…
- ¡no me dijiste!... – cortó con voz fuerte, desconcertando a su novio…
- Boo… - el moreno suspiró tallando sus sienes y cerrando los ojos por un momento… después de todo, arranques como aquéllos ha tenido el pelioscuro desde que comenzaran su relación… desde que se conocieran y antes de que todo terminara… - si no me explicas no puedo entenderte, cuál es el problema con eso, estabas ocupado contactando tus propias fuentes y no pensé que fuera cosa de la que tenía que informarte…
Jaejoong suspiró… memorias golpeando con furia su mente… esas que parecía nunca se irían… como si el pasado se empeñara en seguirle hasta el último de sus días…
- todavía no me han permitido acceso a los archivos del Dr. Hargitay… - bajó la mirada y desdobló los brazos dejándolos caer casi relajados a sus costados… - todavía tengo muchas dudas en torno a lo que pasó con él, a lo que Kristopherson hacía con su cerebro cuando le tenía cautivo en el CENTRO… - suspiró y presionó el puente de su nariz… - lo siento, sé que soy algo, impulsivo…
- está bien… - el moreno le sonrió y se acercó hasta él abrazándole por la cintura… - así es como me enamoré de ti, JaeBoo… - regalándole un dulce beso que calmó un poco los nervios, la ansiedad… la culpa que casi parecía le seguiría por el resto de sus días…
A pesar de todo, al final seguían siendo agentes, y esas sensaciones se volvían parte de sus días, con las que tenían que aprender a seguir adelante… borrándolas de sus pensamientos, mandándolas simplemente a lo más profundo de sus mentes para que parecieran olvidadas aunque aquello fuera realmente imposible, porque eran huellas que quedaban grabadas en sus memorias para siempre…
- a veces pienso que es un sueño que seas así conmigo, Yunho… - devolviendo el abrazo, el pelioscuro apoyó su frente en el hombro de su novio… dejando salir de sus labios rojos un suspiro atisbado de cansancio…
- pero no es un sueño, JaeBoo, Te Amo, esa es la verdad, aunque seas impulsivo, aunque aún haya cosas de ti que no sé y que tal vez no sabré, porque sé que tienes secretos para mí que no quieres revelarme y lo respeto… - un ligero estremecimiento del cuerpo entre sus brazos… - pero lo entiendo, estamos en esto y conocemos el guiar de esta forma de vida, hay secretos y recuerdos que es mejor mantener como tal, y no te presiono Boo, puedes mantenerlos; pero a veces sí espero que me expliques lo que te hace mal, que me des por lo menos una pista de lo que te pasa para poder ayudarte, apoyarte, o simplemente estar contigo si es lo que deseas…
- quiero estar contigo pero a veces me asusta… me asusta que nos llevemos tan bien, que me enloquezcas cuando hacemos el amor, que tengamos discusiones como un par de esposos, que me saques de mis casillas por no sacar la ropa sucia o no decirme algo que yo considero debía saber…
- ¿te asusta amarme como te amo a ti?
- sí… - sintió cómo el moreno le separaba un poco de su cuerpo, pudiendo así mirarle a los ojos… - las cosas que no conoces de mi pasado, las que no sé si deba decirte, Yunho… todo eso… hace que tema ahora tanta felicidad… - y de pronto esa necesidad que le acechaba desde que comenzaran a vivir juntos, de separarse de él, de no dejarse envolver más por la calidez de sus brazos, de no sentirse tan emocionado por esa tierna mirada que se posaba sobre su persona… - la felicidad es una utopía… - murmuró y quiso soltarse de esos brazos que solo presionaron un poco más haciendo el agarre más firme…
- no voy a dejarte ir, JaeBoo… - y esas palabras que son como una promesa de saber sobrellevar lo que sea que el futuro tenga para ellos… - no voy a soltarte, ni a dejar de enloquecerte al hacer el amor, y tal vez nunca deje de olvidar sacar la ropa sucia, y reiré después entre besos y caricias cuando nos contentemos después de una discusión de “esposos”… quiero esto, Jae, quiero esta felicidad casi utópica pero palpable, quiero descubrir algo nuevo de ti cada día, quiero la adrenalina juntos de nuestra vida profesional…
Jaejoong clavó sus ojos oscuros en el moreno… sintiendo cómo se le derretía el alma misma por todo ese amor que tan nítido ve reflejado en esas pupilas café oscuro… y sonríe suavemente antes de dejarse envolver otra vez por esos brazos que sí, parecen lo suficientemente cálidos y fuertes para soportarlo, para protegerle…. Para alejarle de los fantasmas de su pasado…
- Te Amo, Yunho… - y topar sus miradas antes de que sus labios se unan en uno de esos besos que le consumen el aliento y le dejan algo más enamorado…
- ¿será esta una reconciliación. Boo?... – pregunta contra sus labios con picardía, recorriendo ya la espalda de su novio…
- ¿se considera discusión lo que acabamos de tener?... – contraataca lamiendo con sensualidad sus labios y frotando sus caderas contra las del moreno…
- mhh… - su entrepierna despertando ante aquellos roces insinuantes que comenzaron a elevar su temperatura… - la verdad, no me importa, solo sé que ahora no te me vas vivo de aquí… - resbala sus manos por los glúteos del pelioscuro hasta levantarle en vilo por el trasero y sentir cómo inmediatamente las piernas de su novio se enredan en su cintura… - voy a enloquecerte de amor…
Pero si Jaejoong pensó que le llevaría dentro de la casa, se dio cuenta de su error al sentir como era dejado con cuidado sobre esa mesa llena de herramientas que hicieron ruido al caer al suelo después de haber sido retirados con ansia por Yunho…
- que romántico hacerlo en el garage, Yunho… - dijo con tono sarcástico mientras veía como su novio le sonreía lascivo y desabrochaba sus pantalones…
- oye, es sexy hacerlo aquí, además, es el único lugar de la casa que no hemos estrenado… - deslizó los pantalones del pelioscuro con lentitud, acariciando con las yemas de sus dedos la piel que iba dejando al descubierto…
- eres un poco… pervertido para hacer el amor, Yunho… - jadeó una y otra, y otra vez mientras esos dedos iban acariciando con parsimonia la piel de sus piernas…
- soy lo que me inspiras ser, Jae… - y subir rápido hasta alcanzar de nuevo sus labios y besarle con fuego mientras son las manos del pelioscuro las que se mueven por su torso y pecho levantando esa playera manchada ya por grasa por lo que sea que estaba haciendo esa vez en su adorada motocicleta…
- a veces pienso que tengo que competir contra ella… - soltó de pronto apenas sus labios fueron liberados por los del moreno, pero que encontrándose lamiendo su lóbulo se apartaron de golpe al escucharle decir eso…
- ¿qué?... – cuestionó apenas con su respiración agitada y los labios húmedos… ¿cuál ella? Él no estaba saliendo con nadie más que con su Boo, y definitivo, no está en lo más mínimo interesado en nadie que no sea su novio…
- tu motocicleta, a veces siento que debo competir con ella, la cuidas tanto… - sonrió… divertido al haber notado esa reacción contrariada y casi asustada de su novio…
- ¡cielos! Boo… - suspiró aliviado… sonriendo entonces con lascivia hacia el pelioscuro, pegándose un poco más a él y sintiendo cómo otra vez las piernas de Jaejoong le abrazaban con celo la cintura… - jamás, nunca, entiende eso, va a haber nadie más importante para mí que tú, y definitivamente la motocicleta no recibe tanta de mi atención aunque lo pienses, porque no importa el tiempo que pase ajustando piezas o mejorando aspectos de ella, siempre estas en mis pensamientos…
El pelioscuro sonrió complacido y enamorado, no pudiendo decir nada ante eso, ante ese tipo de palabras y frases que adoraba escuchar, porque sí, le gustaba que Yunho le dejara en claro cada tanto que le amaba, que solo estaba él en su vida… necesitaba la seguridad que día a día iba ganando la batalla contra los fantasmas de su pasado. Y ya solo pudo volver a besarlo con algo más de pasión mientras se van sacando las prendas con algo de ansiedad por sentirse piel a piel.
Y siente algo de frío cuando su trasero y su espalda entran en contacto contra la mesa, pero suspirando y gimiendo entre besos por la insistencia del moreno de recorrerle el cuerpo y perderse en el interior de su boca como si fuera la primera vez que la recorre…
Correspondiendo con caricias y besos candentes mientras sus cuerpos se acoplan y buscan ese tipo de contacto para el que no tienen más que deseo y pasión para entregar… y Jaejoong siente, como en aquella primera vez, como Yunho le penetra sin preparación alguna de una sola estocada, pero la verdad era que eso le encantaba, tal vez era algo masoquista o lo que fuera, pero sentir al moreno algo salvaje con él le hacía sentir menos femenino y mucho más apasionado… el fuego que les consumía por el deseo y la pasión no tenía límites para ellos, y era como una nueva fuente de adrenalina que conseguía que la sangre les hirviera y sus cuerpos comenzaran con ese vaivén de caderas candente que les arrancaba los más sonoros gemidos sin importarles ni un ápice que alguien afuera les pudiera escuchar, pues encontrándose en la parte más externa de la casa del moreno, sus gemidos y gritos de placer seguro eran escuchados a tan temprana hora en toda la manzana de la localidad.
Pero nada importaba más que ése ser uno, que esos besos intermitentes entregados con devoción y premura, nada más que esas caricias que se deslizaban por sus cuerpos palpando todo lo que a su alcance permanecía…
- ahh, así Yunh, ahhh, Yunho, mhh, más, más fuerte… - y suplicar con voz excitada más de esas embestidas que no se hacen esperar y cumplen todos sus deseos, tocando ese punto en el interior del pelioscuro que le hace gemir con fuerza, arquear la espalda y cerrar los ojos perdido en el mar de sensaciones de ese trozo de carne caliente que le atraviesa casi con fiereza una y otra vez…
- mhh, Jae, ahh, ahh… me encanta ahhh, tu estreches, mmhhh… - y sentir la piel ardiente de ambos rozarse y pegarse casi convirtiéndoles literalmente en una sola persona… y morir de placer cada que su erección es aprisionada en su totalidad al perderse en ese estrecho pasaje que le oprime y le lleva a la locura placentera de permanecer unidos…
Y solo se escuchan sus gemidos y el mover de esa mesa que se sacude por los movimientos de los dos en ese vaivén que se vuelve frenético y desbordante de pasión, en esos cuerpos abrazados con recelo y esas lamidas furtivas en cuello o alguna porción de piel víctima de esa humedad fogosa que es dejada sobre sus ya perlas de sudor que dan un toque erótico a la escena…
Yunho sonríe al sentir como Jaejoong rasguña sus omóplatos queriendo aferrarse a su espalda mientras hace presión en sus piernas y se impulsa más contra sus caderas buscando que llegue más profundo como si aquello fuera posible, y gime ronco cuando su miembro toca un punto que ni siquiera creyó pudiera existir, pues siente corrientes eléctricas viajar por toda su espina dorsal y desplegarse por su cuerpo brindándole un placer diferente que le lleva cada segundo más cerca del orgasmo… y la erección del pelioscuro atrapada entre sus torsos se deleita con el roce constante y la presión de sus cuerpos, endureciéndose a tal punto que teme explotar antes de que el moreno lo haga… pero no se detiene a pensar demasiado, solo sigue abrazado a su novio sintiendo esas estocadas profundas y certeras que han alcanzado el punto más recóndito de su interior…
Y el líquido preseminal comienza a bañar sus miembros haciendo del contacto algo más húmedo y erótico… saben que el final está cerca y ya solo pueden cerrar los ojos y fundirse en un beso apasionado en tanto la tensión de sus músculos y el calor en el bajo vientre los manda al orgasmo y explotan derramando su semilla…
- ¡Yunho!
- ¡Jae!
Y gritar el nombre del otro al separar sus bocas no habiendo podido contener ese gemido de placer al haber terminado juntos… y enloquecer una vez más de amor…
Se miran a los ojos y sonríen abnegados en cariño y pasión… el moreno se levanta apenas un poco de encima de su novio, retirando de su frente sudada algunos de esos mechones pelioscuros que mojados se habían pegado ahí… y acaricia luego su contorno volviendo a besarle con algo más de tranquilidad pero la respiración aún agitada y su corazón latiendo rápido, ambos esperando que los espasmos terminen y recuperar el tono muscular, y el ritmo cardíaco y de respiración normal…
- Te Amo, Yunho… - declara y se siente algo más ligero y seguro como después de cada entrega… porque el moreno se ha ido clavando en su corazón como nunca pensó podría alguien llegar a adueñarse de su más profundo sentimiento…
- también yo, JaeBoo… - le besa otra vez y luego se levanta por completo, saliendo de su interior y ayudándole a incorporarse…
- creo que sería bueno tomar un baño, ¿no crees?... – le mira con picardía y sale corriendo tras su novio cuando éste le toma la mano y toma camino al interior de la casa, directo a la ducha… y a otra sesión de besos y caricias… de loco amor…
Y si aún hay secretos entre ellos, saben que algún día tal vez les sean revelados, o quizá permanezcan en el anonimato… es parte de lo que son… agentes capacitados para comportarse de determinada manera… confiando en que su amor sea suficiente para aprender a sobrellevar lo que sea que el destino les tenga preparado para el futuro…
**********
Roma, Italia
INTERPOL
ChangMin suspiró algo cansado de estar ahí decodificando archivos que no tenían nada interesante para él… pero que para la organización era muy importante porque debía llevarle a uno de los mejores hacker del mundo…
- es tan aburrido que no haya nadie mejor que yo… - bostezó y se estiró en su asiento… la sala de computadores que solo él manejaba con maestría estaba ahora en un nivel especial de la sede de la INTERPOL en ese país…
- modestia aparte, eh… - esa voz le hizo sonreír al instante y ponerse de pie girando hacia la entrada… - no es culpa de los humanos que seas el mejor de los mejores, ni que los pocos que te puedan dar competencia se encuentren ocupados en otras misiones… - el pelicastaño recibió a su novio cuando éste prácticamente se lanzó a sus brazos besándole apasionadamente, haciendo que retroceda hasta chocar con esa puerta por la que acababa de entrar… a veces le daba la impresión de que era algo salvaje… pero le encantaba…
- porqué tardaste tanto en venir, Kregh… - el tono celoso de su voz le hacía sentir realmente feliz a Nakamura… - me aburro como ostra aquí, y prometí que me iría solo hasta que tú… - le pinchó el pecho con un dedo, frunciendo el ceño en clara señal de molestia… - vinieras y dijeras que todo estaba bajo control…
- pues ya estoy aquí, Min… - el pelicastaño sonrió… a veces también pensaba que su querido y siempre serio y centrado novio, comenzaba a dejar libre ese niño que se lleva dentro… oh sí, ese que hace berrinche y refunfuña por todo lo que no se hace como quiere… pero igual le encantaba así…
- dos horas… ¡dos horas después! Kregh Nakamura, dónde te metiste, ah… - volvió a pincharle en el pecho… y es que tampoco había podido evitar hacerse ideas tontas sabiendo que Kyo seguía trabajando con SU novio… aunque no estuvieran solos en ninguna misión… pero vamos, dos horas de retraso…
- en ningún lado, Min; para poder dejar las cosas bajo control hubo que hacer un poco más de trabajo, ya no tengo mis habilidades metamorfas, así que trasladarme de un lugar a otro me tomó más tiempo del contemplado, además, no era como si fuera a irme sin ti… - le acarició una mejilla contemplando anonadado ese rubor que teñía su rostro…
- porqué siempre me haces sentir así, Kregh… - y es que le parecía algo tonto comportarse tan sumisamente ante el pelicastaño…
- porque me amas, claro… - redujo otra vez la distancia para besarle con un poco más de calma pero la misma pasión con que fuera besado antes por su novio… y sus manos se colaron casi automáticamente por debajo de su camiseta palpando la piel de su espalda…
- qué se supone que pretendes, ¿eh?... – sonrió el morocho apartándose de su novio… - no nos lo montaremos acá, pervertido… - pero como también le extrañaba, tomó la mano del pelicastaño, luego volvió unos pocos pasos para tomar su chaqueta y poder salir de ahí… - vamos a mi departamento, nuestro trabajo por el momento ha terminado y quiero que me compenses por la espera…
- y luego me dices que soy un…
- shh… - le interrumpió el morocho pues ya se encontraban en los pasillos, donde más compañeros de trabajo comenzaban a circular para aquí y para allá… - ni se te ocurra decir una palabra más de ESO andando por acá… - ya le había soltado la mano y solo caminaban juntos… ChangMin algo rápido, lo que le dejaba saber a Kregh, que estaba encendido y solo quería poder llegar ya a su departamento donde poder hacer el amor…
Pero… no llegaron tan lejos, porque casi apenas subieron al auto del morocho en el aparcamiento subterráneo de la organización, ChangMin lo jaló por las solapas de la camisa besándole apasionadamente… queriendo sentirle ya piel a piel… no entendía cómo era que Kregh le había hecho cambiar tanto, pero prefería no analizarlo demasiado, era feliz y no quería llegar a arruinar esa sensación por nada del mundo…
- Min… - murmuró, pero sus labios fueron tomados otra vez por los de Shim… y sintió cómo se inclinaba más hacia él quedando algo incómodos semirecargados entre el asiento y la puerta de su lado… - oye Min… - volvió a decir cuando el menor dejó su boca y fue directo a su lóbulo para mordérselo… - ahh, espera Min… - los ojos chocolate de su novio repararon finalmente en los suyos… - ¿no íbamos a tu departamento?
- claro… - se aleja y vuelve a sentarse en su lugar, encender el auto y mirar hacia afuera suspirando al notar que estaba vacío y esperando que nadie les haya visto antes… ¿desde cuándo le ponía tan… caliente el solo sentir cerca a su novio? Era como si todo lo que antes le hubiera llegado a detener de sentir todas esas emociones a flor de piel se hubieran ido junto con sus habilidades como el Elegido…
Nakamura le vio temblar algo ansioso al girar la llave de encendido… sonrió y pensó que sería interesante hacerlo justo ahí… así que tomó su mano y la apartó, apagando el automóvil y jalándolo ahora él para besarle…
- vamos a quedarnos, no hay tiempo para llegar a tu departamento, muero por hacerte mío ahora… - dijo con voz sexy contra sus labios, dejando que sus manos se colaran otra vez por debajo de su camisa…
- pero, pero… - y no supo exactamente cómo ni la rapidez y agilidad con que había sucedido, pero se encontraba en el asiento trasero recostado con su novio sobre su cuerpo deshaciéndose de sus prendas y besando con pasión cada palmo de piel al descubierto… - ahh, Kregh… - gimió cuando uno de sus pezones fue mordido con gentileza por el pelicastaño…
- me excita que gimas así mi nombre, Min… - sonrió con lascivia y se apresuró en sacarse los pantalones junto con la ropa interior, quedando ahora los dos desnudos… la erección de ambos erguida y ansiosa de atención… una atención que no se hizo esperar… - aahhh, mhh, así Min, ahh…
- mhh, más rápido, ahh, así, así Kregh, mmhhh… - las manos de ambos se movían con agilidad masajeando la entrepierna del otro… sintiendo que demasiado pronto el presemen comenzaba a sudar en sus erecciones… - te quiero, ahh, dentro… - apartan sus manos, aunque duele un poco pues se encuentran muy excitados…
Así que el japonés se apresura en dejar que el menor humecte sus dedos con su saliva para inmediatamente llevarlos a su entrada, metiendo uno con algo de impaciencia y haciendo gemir de incomodidad a su novio, pero besándole apasionadamente para distraerle del dolor… moviendo dentro y fuera ese primer dedo que pronto ha conseguido que se dilate un poco su cavidad… agrega el segundo moviéndolos entonces también en círculos… y no mucho después el tercero, consiguiendo así dilatar su pasaje lo suficiente para que no le duela tanto la penetración…
Se acomoda mejor entre sus piernas (aunque es un tanto incómodo encontrándose en un espacio tan reducido como lo es el interior del auto), coloca la punta de su erección en la entrada y comienza a empujar… los ojos del morocho se cierran por inercia ante el dolor de la lenta intromisión, pero siente los labios del pelicastaño posarse sobre los suyos besándole con ternura, a pesar de que sabe que debe morir por simplemente entrar y comenzar a embestirle pues se encuentran muy excitados… y eso hace que algo explote en su interior y llene su estómago de mariposas… de amor…
Cuando Kregh ha llegado al tope, se queda quieto y todo son caricias y besos mientras espera a que ChangMin le indique que puede moverse… y cuando las caderas del morocho se mueven contra él, sabe que se ha acostumbrado lo suficiente y que puede dar inicio a ese vaivén cadencioso de estocadas… las que les brinda ese placer quemante que inunda de calor el interior del automóvil… los cristales se empañan y el auto se mueve por los movimientos ardientes de sus ocupantes sumidos en la pasión de su unión…
Y si alguien les llegó a ver o no, realmente no les interesa, porque todo su mundo se ve reducido a ese vaivén, al placer, a las caricias ardientes, los besos fogosos, la piel caliente perlada en sudor, los gemidos roncos entre los que se cuelan sus nombres… y no mucho después de esas estocadas profundas y rápidas, ambos se corren al mismo tiempo, el semen de ChangMin baña sus torsos, mientras que el de Kregh el interior del morocho… más cuando sale de su interior, algunas gotas resbalan y manchan el asiento en que se encuentran… pero ambos solo sonríen extasiados en el orgasmo y se funden en un nuevo beso, todavía con sus cuerpos desnudos muy cerca el uno del otro…
- Te Amo… - el menor sonríe y vuelve a besarle… como ya una vez hace tiempo descubrió, era adicto a esos labios…
- También Te Amo, Min… - intenta separarse para vestirse y partir ahora sí al departamento de su novio, pero éste se niega en soltarle, besándole otra vez con pasión, enredando sus lenguas y robándole el aliento… - no crees que ya sería más cómodo hacerlo en tu cama… - sonríe divertido al notar la mano de su novio viajando otra vez a su aún dormido miembro… que no creía que pudiera despertar tan pronto cuando acababa de tener un orgasmo…
- sí, por supuesto… - le deja apartarse y comienzan a colocarse las ropas con algo de dificultad… - es tú culpa, me provocan tus besos… - el pelicastaño solo ríe un poco más contento… mientras que el morocho se preguntaba cómo demonios habían hecho para desnudarse con facilidad si en ése momento le estaba costando colocarse bien su ropa… - cómo… - un corto beso sobre sus labios y las manos de su novio ayudándole a subirse los pantalones…
- ni idea, la de cosas que consigues que uno haga, Min… - sonríe otra vez, obteniendo un nuevo beso del morocho… que sí, sabía que si por su novio fuera, le besaría día y noche…
Y cuando finalmente consiguen vestirse y pasar al frente del auto (y bajar las ventanas para que el aire circule y los cristales se desempañen), ChangMin entonces parte rumbo a su departamento, con una enorme sonrisa en su boca… porque había llegado a ese punto en su vida en que no sentía la necesidad de analizar nada, en el que podía dejar atrás los raciocinios, en que entendía que la vida valía por el simple hecho de tener a ese chico que le mira sonriente a su lado… por tener amor…
Y si aún habrá aventuras, o cosas que no pueda entender en el futuro… realmente no le importa… solo saber que Kregh estará ahí para ofrecerle la oportunidad de nuevas perspectivas… de sacarlo de su caparazón de intelectos y lógicas… de hacer que su rutina monótona sea como esto…
Algo impredecible motivado por el amor mutuo…
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Seúl, Corea
JunHo volvió a visitar la sepultura de los hermanos Park… no podía evitar sentirse algo preocupado por la salud de su gemelo… y es que le había parecido que esa mañana Junsu había sonado demasiado tranquilo y hasta feliz al teléfono cuando le avisó que ya había llegado a su destino en Francia… sabía que jamás iba a amar a nadie como había amado a Yoochun, que probablemente jamás se volvería a enamorar ni siquiera a darse la oportunidad de intentarlo, porque el pelinegro iba a permanecer para siempre en su corazón… incluso había evadido a DongHae la última vez que se vieron el día de la ceremonia del funeral…
- él también te ama, hermano; ojala un día te des una segunda oportunidad… Yoochun, desde donde quiera que estés, cuida de mi hermano, por favor, que pueda encontrar otra vez la felicidad… - dejó un ramo de rosas en medio de ambas sepulturas, su vista se dirigió a la de Cassandra…. – a pesar de todo, creo que me ayudaste a descubrir mi propio destino… me gustabas, ¿sabes? Y si no hubieras odiado tanto a mi hermano, me hubiera dolido más tu muerte, me habría gustado que vivieras y haber intentado una relación juntos… - suspiró y sonrió con melancolía… - eras la única chica con que me sentía identificado e interesado… pero… - pasó su mano por sus cabellos pelirrojos… - las cosas son así, ahora solo debo preocuparme por Junsu cuando vuelva de su viaje, no te guardo rencor, y espero que donde quiera que estés, hayas encontrado la tranquilidad que en vida no tenías…
Se dio la vuelta y partió rumbo a su casa… pensando en lo que el futuro tendrá para él y su hermano… esperando poder ayudarle lo suficiente para que supere la pérdida del amor de su vida… consciente de que tuvo muchas preguntas y conversaciones pendientes con el fallecido Park Yoochun…
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Liverpool, Inglaterra
Lee DongHae había vuelto a ese lugar prácticamente el día del funeral del agente Park… había dolido ver la tristeza en las pupilas de Junsu… y un poco más al darse cuenta de que jamás tendría oportunidad con él porque amaría a Yoochun para siempre… y él no estaba dispuesto a complicarle más sus días, ni a presionar nada entre los dos… sabía que en un futuro volvería a buscarle, pero solo como amigos… y si el destino tiene algo más para ellos, el tiempo lo dirá…
Ahora solo podía tratar de encontrar un rumbo nuevo a su vida… aunque siguiera faltando la alegría y simpatía del castaño en ella…
- las cosas son así… nada gano con lamentarme ni sentarme a esperar a que por arte de magia de repente Junsu se llegara a enamorar de mí… - suspiró y se sentó en aquél bar de la ciudad en el que resonaban algunas risas y sonaba música rítmica que en nada contagiaba su humor… - me da un whisky, por favor… - el barman le puso la bebida en la barra y el castaño oscuro la bebió de un solo trago…
- para tomar así, solo debe tratarse de un mal de amores… - el barman dijo… un chico de facciones orientales como las suyas, de semblante serio y ojos oscuros… - si quieres hablar, suelo escuchar con claridad…
- porqué habría de hablar sobre mi vida personal con un completo extraño…
- bueno, siendo así… - extendió su mano… - me llamo Kim Kibum…
- DongHae… - respondió después de unos segundos de haberse pensado en si sería buena idea o no establecer alguna conversación con el chico… pero… no tenía pinta de ser mala persona…
Y quién sabe… tal vez sea buena idea conocer a nuevas personas…
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Paris, Francia
Hotel Keppler
Ubicado en una tranquila zona de moda a unos pasos de los Campos Elíseos, una de las calles más románticas de la famosa “Ciudad de la Luz”, es morada ahora de dos jóvenes que disfrutan de esas cuasi vacaciones…
Recostados en la cama, comparten un juego de caricias que arranca suaves suspiros a cada uno de ellos, las cortinas corridas meciéndose suavemente por el viento que sopla delicadamente por el ventanal abierto, los rayos de sol iluminando cálidamente la habitación a temprana hora del día. Uno de los jóvenes, de cabellos azabaches está de lado junto a su novio, un chico de cabellos castaños en dos tonos ligeramente largo.
El joven pelinegro tiene su mano izquierda bajo la playera del castaño, acariciando detenidamente sus pectorales en tanto saborea tranquilamente los labios del otro, suspirando ambos entre besos, las manos del castaño desabotonando con lentitud la camisa de su novio…
¿Deja vú? Tal vez, pero la realidad era que Junsu se encontraba en esa misma habitación de hotel donde la historia pasada hubiera comenzado hace semanas, pero que ahora era solo un círculo cerrado que solo guardaba como recuerdo en sus memorias… y era inmensamente feliz al estar ahí con su Yoochun…
Sí, Yoochun… aunque en ése momento ya no conservara la misma identidad de antes…
Pero todavía amándole…
¿Que si había muerto? Bueno… eso…
……flashback……
- disculpa, ¿se te perdió esto?... – una voz varonil preguntó acercándose a su asiento en el avión, el castaño acababa de volver del baño. Levantó la vista encontrándose con unos ojos negros que le parecieron demasiado profundos y penetrantes como para no perderse en ellos… el chico de cabellos azabaches le sonreía suavemente, mientras le extendía esa cartera que recogiera del pasillo cuando el castaño pasara por su lado no dándose cuenta de que salía del bolsillo de su chaqueta al sacar un llavero que se llevó al pantalón para guardarlo mejor…
- creo que sí… - sonrió Junsu, sintiendo su corazón danzar de alegría sin comprender del todo como es que Yoochun estaba ahí… o si había enloquecido y alucinaba… o si se habría quedado dormido o soñaba…
Solo sabía… que esa sensación era única y sinigual…
……………………………………
Después de eso el joven pelinegro solo había sonreído y alejado volviendo a su lugar… su corazón latía como potro desbocado y se había tenido que morder los labios para no besar al castaño ahí mismo… se suponía que no debía presentarse así como así otra vez en su vida… pero no lo había podido evitar… esos días le había extrañado demasiado, y solo había querido aparecer y decirle que estaba bien, que no necesitaba llorarle más porque estaba vivo…
Pero había tenido que esperar hasta concretar su desaparición de la vida como agente… porque sabía que aquello no haría más que acarrearle problema tras problema, y era momento de simplemente disfrutar de su vida, de alejarse de aquello que ya no necesitaba más, porque no estaba solo, porque Junsu le iba a esperar incluso hasta que la muerte les hubiera reunido nuevamente… porque su Junsu era así, le amaría eternamente… pero no necesitaba esperar a tal final fatal…
Estaba vivo…
Aunque el método hubiera tenido que hacer derramar gruesas lágrimas de dolor al castaño, estaba seguro de que aquella había sido la única manera posible en borrar su existencia del mundo como agente especial de la ONU y volver a el ya solo como una persona común y corriente…
¿Que cómo había sobrevivido?
……………………………………
Cuando sus manos hubieron caído lánguidas a sus lados y Junsu gritara con el dolor escociendo su garganta, y ChangMin, Kregh y JunHo solo pudieran ver el sufrimiento traslucido en los ojos del castaño; todo se había vuelto algo más oscuro, y la victoria que acababa de tenerse había casi perdido peso… una muerte de alguien tan importante como Yoochun pesaba… porque con él parecía que podía morir el alma de Junsu.
Y todo fueron gritos desesperados y lágrimas cristalinas mojando sus mejillas, cuando un grupo de personas con trajes militares llegaran en cosa de segundos y le apartaran del cuerpo inerte de Yoochun… pero que todavía estaba tibio y suave… y no quería… no quería que se lo llevaran lejos, que doliera tanto esa cruda realidad… porque quería a su Chunnie de vuelta, porque quería poder haber tenido todavía un poco de sus habilidades paranormales y darle la posibilidad de vivir, de sanar rápido y volver a respirar, quiso también que ChangMin no hubiera perdido nunca sus dones y que le diera ritmo a esos latidos que ya no podía escuchar… quiso…
Quiso simplemente que el destino no le hubiese arrebatado a Yoochun tan de golpe…
Quiso morir e irse a su lado a lo que sea que hubiera después de la muerte… quiso no decir adiós ni sentirse tan inútil pues nunca pudo realmente protegerle, porque siempre se trató de él…
Y no supo nada del pelinegro hasta casi 24 horas después… cuando ya solo le indicaron el lugar donde se llevaría a cabo la ceremonia de su sepultura…
Park Yoochun había sido apartado por orden directa del Gral. Smith, esos militares que le habían alejado de Kim Junsu eran los próximos aspirantes del grupo Emisario, pero… la ONU no estaba dispuesta a perder un elemento tan valioso como el agente Park, y habían decidido hacer uso de toda esa ciencia y tecnología desarrollada por científicos como Kristopherson y Hargitay en el CENTRO… por lo que fue llevado de manera inmediata hasta Alemania a la sede de laboratorios, conservando tanto como les fue posible, el cuerpo del pelinegro tibio y soportando algunos de sus sistemas con máquinas y sustancias que le estuvieron administrando durante todo el trayecto…
A decir verdad eran realmente muy pocos los científicos que entendían y manipulaban con cierta precisión los estudios realizados por Dann y Friederich, había de hecho huecos y espacios en blanco que no lograban entender… pero estaban seguros de que podrían hacer algo por el agente Park si tan solo le intervenían inmediatamente… porque aún conservaban unas pocas muestras del ADN de quienes fueran llamados Eslabones como parte del Proyecto Eslabón en el nivel GA3… tenían la esperanza de que esas cadenas genéticas aún conservaran aquellas habilidades que los eslabones parecían haber perdido en la batalla…
Y fueron largas horas de estar en esa sala de muros y piso blanco, de muchas herramientas médicas, sustancias con extraños colores, y médicos y enfermeras que se movían alrededor de ese cuerpo que aun no tenía un corazón latiente que le diera otra vez vida a Yoochun… y el sudor había resbalado por las frentes de todos esos hombres y mujeres que seguían con la esperanza de hacer… un milagro…
Denzel Smith aguardaba impacientemente en su oficina en Ginebra, Suiza, en la 2ª Sede Internacional de la ONU… con las manos entrelazadas sirviendo de apoyo para su mentón… estaba impaciente e intranquilo… no estaba en sus planes que el agente Park muriera en esa batalla… no lo estaba… además, el chico pelinegro había sido casi como un hijo para él… más el maldito teléfono no sonaba…
Cameron, la compañera de Yoochun también estaba impaciente, pero ella se encontraba en Estados Unidos, a donde el Gral. Smith la había enviado para que se encargara de la logística de la restauración de la tranquilidad después del caos inevitable que había comenzado en las ciudades más importantes del mundo… pero como Denzel, no podía concentrarse, quería, necesitaba saber que su amigo vivía… que podría volver a ver la mirada brillante de Junsu, porque ella sabía esa relación de noviazgo que había mantenido el pelinegro con el chico de cabellos castaños, y no podía ni quería imaginar el dolor que debía estar consumiendo en ése instante al castaño…
Más cuando estando en esa sala blanca el sonido alto y claro de un corazón recuperando el ritmo de sus latidos se dejó escuchar… casi pareció que el mismo sol brillaba algo más fuerte en aquél país reconocido por su clima más bien frío… y la noticia no se hizo esperar notificando inmediatamente al Gral. Smith pues éste a su vez se encargaría de informar a las figuras internacionales pertinentes… y tomó de inmediato un vuelo a Alemania…
Cuando Yoochun abrió los ojos y sintió cierto ardor en sus pupilas al toparse con toda esa luminosidad de aquella sala que de inmediato identificó perteneciente a algún ala de Hospital, solo tuvo un pensamiento…
- Junsu ah… - murmuró mientras intentaba incorporarse dándose cuenta de todos esos cables conectados a diversas partes de su cuerpo, a ese dolor que rápidamente se expandió por su cuerpo y le obligó a dejarse caer de nueva cuenta en la camilla… y cerró los ojos tratando de pensar en lo último que había pasado y entender cómo demonios había ido a parar a ese lugar…
- no te esfuerces demasiado, Micky… - la voz del Gral. Smith le llegó desde la entrada, por lo que abrió los ojos y volteó para encontrarse con el hombre vestido como siempre de militar y esa mirada dura que parecía grabada en sus ojos… - estás en Alemania, en uno de los edificios de los laboratorios del CENTRO, te trajimos aquí ayer, estuviste muerto por horas…
- cómo…
- ¿cómo es que ahora estás vivo?... – el pelinegro asintió… no queriendo pensar en las cosas que su novio pasó en aquéllos laboratorios cuando tuvieran su sede en Estados Unidos, pero fallando miserablemente en el intento y cuestionándose a su vez si es que habrá sido conejillo de indias para algún otro loco científico… aunque aquello no tuviera demasiado lógica pues el Gral. Smith se encuentra ahí con ese porte tranquilo que inspira incluso seguridad… - los doctores y científicos que ahora se encargan de revisar todas las investigaciones y proyectos del CENTRO se dedicaron a analizar minuciosamente el Proyecto Eslabón desde que el CENTRO fuera requisado, así que apenas tú… perdiste la vida, decidí traerte aquí y que intentaran sanarte con alguna de las muestras del ADN que se conservaba de los Eslabones…
Yoochun no pudo decir nada… estaba algo impactado al escuchar la explicación… e inconscientemente llevó su mano a la altura de su pecho, ahí donde recuerda una bala impactó… sintió por encima de esa especie de bata blanca que llevaba puesta, una ligera y casi imperceptible elevación, que solo indicaba se trataba de una cicatriz…
- los doctores retiraron las balas e hicieron las operaciones necesarias, mientras al mismo tiempo un grupo de genetistas hacían lo posible por hacer que tu sistema aceptara la nueva carga de ADN que trasfundieron a tu sangre… fue un proceso largo y estresante pero al final salieron victoriosos, lo peculiar, Micky, es que el ADN que agregaron al tuyo, solo funcionó y se adaptó a tu organismo hasta que tu corazón latió de nuevo… no hay explicación para lo sucedido, pero lo importante es que estás vivo…
- ¿Junsu?... – volvió a murmurar el pelinegro, porque su novio era el único quien le importaba ahora…
- el joven Kim Junsu se encuentra a salvo, como lo está también su gemelo, y el otro eslabón, Lee DongHae, Shim ChangMin también está bien…
- quiero volver…
- me parece que justo ahora no estás en condiciones de viajar, además… la ONU aún quiere contar con tus servicios, eres un Emisario de los mejores entre el grupo…
- no… - cortó el pelinegro…
- ¿no?
- no… no quiero volver a ser un Emisario… quiero ser libre, Gral. Quiero recuperar mi vida, quiero poder estar con los que quiero sin tener que preocuparme por dejarles cada que el móvil suena o se me asigna una nueva misión, esto… lo que sea que pasó, me hizo darme cuenta de que no quiero tener que dejarles… - cerró los ojos y solo pudo recordar el rostro acongojado de su novio mientras le protegía con su propio cuerpo y las balas se incrustaban en su cuerpo…
- para todas las personas con las que mantuviste algún tipo de contacto, tú estás muerto… el agente, y la persona, Micky, y Park Yoochun…
- pero estoy vivo, ¿no?... – sus oscuras orbes clavándose en el hombre… - ¿es que acaso solo pretendió salvarme para que volviera a ser su mensajero de muerte?
- debo admitir, que estuvo en mis planes que te reintegraras, no he visto a un agente como tú ser tan bueno en esto…
- pero quiero renunciar…
Silencio…
- de acuerdo… pero no puedes volver a la vida con tu identidad, como quiera que sea, el agente Park Yoochun, nombre clave Micky, ha muerto, ¿entiendes eso?... – el pelinegro asintió… porque entendía que el Gral. Le decía eso a sabiendas de que un agente internacional nunca podía integrarse a la vida rutinaria y normal del resto de las personas con su identidad real… tendría que adoptar otro nombre… y otro hogar…
Pero como quiera que fuera, solo quería volver a ver a Junsu…
Por lo que después de unos días en espera de que su nueva identidad fuera construida, no dudó en localizar a Junsu y apenas supo que viajaría a Francia, él tomó el mismo vuelo, aunque no estaba dentro de sus planes presentarse ante el castaño en ése instante… de hecho, todavía pensaba en cómo iba a explicarle que seguía con vida… que sí, que había muerto pero que gracias a su propio ADN respiraba de nuevo, y sentía, y su corazón seguía latiendo tan enamorado como siempre…
Pero cuando le regresó la cartera y volvió a su lugar, no mucho después el propio Junsu se acercó a él, sonriendo con esa característica timidez que le encantaba…
- hola… yo… bueno yo… - el castaño le apartó la mirada y se movía como indeciso entre seguir ahí en medio del pasillo a lado de su asiento, o regresar a su lugar… es que no podía entenderlo, pero ese chico era la viva imagen de su Yoochun, la misma profunda mirada, el mismo color de cabello… tal vez su corte era diferente, bastante más, pues lo llevaba algo más largo y lacio con un peculiar degrafilado de medio lado que le daba un toque algo más sexy de lo que recordaba… se sonrojó al darse cuenta de su pensamiento, pero de alguna manera no sentía estarle siendo infiel a su novio… ¿era su deseo de tener a Yoochun de vuelta tan grande para confundirle y trastocar sus sentidos a tal grado?
- hola… - el pelinegro sonrió ante su actitud, ante ese sonrojo que ya cubría sus mejillas, queriendo tomarle de la mano y jalarle a su lado para besarle como tanto extrañaba… - ¿deseas algo en particular?... – y casi sonrió divertido al ver cómo el carmesí se expandía en el rostro de su novio…
- n… no… disculpe… - hizo una reverencia y terminó por volver a su lugar con pasos apresurados y el corazón latiéndole violentamente, todavía preguntándose qué era lo que pasaba con él que parecía que podía ver a Yoochun en cada persona que se topaba con rasgos similares a los de su novio… - hazte a la idea Junsu, Chunnie murió… - se dijo a sí mismo mientras volvía a sentarse en su asiento, las lágrimas arribando a sus ojos rápidamente y toda la tristeza agolpándose en su pecho, le dolía la garganta por aguantar esos sollozos que no podía dejar libres en aquel avión… sintiendo cómo toda la alegría que por instantes sintió al toparse con esos ojos negros se iba como una brizna movida por el viento… y pasó el dorso de su mano por sus ojos para limpiar las lágrimas que ya habían resbalado en contra de su voluntad…
- me llamo Kim ChunSoo… - el mismo chico de cabellos azabaches llegó a su lado, extendiendo un pañuelo para él… y el corazón del castaño volvió a latir de prisa… porque estaba seguro de que no había manera de que la voz de su Yoochun pudiera ser igualada… y ese joven amable era tan… Yoochun…
El pelinegro sonrió al ver cómo su novio tomaba el pañuelo pero se quedaba sin palabras solo mirándole… consiguiendo que se pusiera algo nervioso pues esas castañas pupilas le estaban atravesando como si pretendieran leerle el alma… y comprendió que ni siquiera podía darse cuenta de que su nuevo nombre era una peculiar combinación de ellos dos… había elegido su apellido y conservado el Chun de Yoochun, y agregado el Soo que llegaba a sonar como Su… era tonto tal vez, pero no había manera de que hubiera elegido ningún otro nombre, porque así era como nunca haber tenido que cambiar nada de su pasado…
- disculpa… - dijo después de unos instantes… - me llamo Kim Junsu… - y sonrió… sonrió con aquella limpieza con que lo hiciera siempre para su novio… - es curioso, ¿no? Que apellidemos de la misma manera y nos encontremos a bordo del mismo avión… o sea, yo sé cuán común es el apellido Kim pero… - se calló y mordió su labio inferior… ese chico le estaba haciendo sentir demasiadas cosas, y le ponía nervioso, y…
- me gusta mucho el apellido Kim… - el pelinegro le sonrió suavemente…. Y el castaño apartó la mirada pues una vez más le parecía que cada uno de los gestos de ese chico eran los mismos de Yoochun… si seguía así, podía ser que se volviera verdaderamente loco… sino es que lo estaba ya… - ¿te importaría si charlo contigo de algo muy personal?
- ¿eh?... – parpadeó confundido el castaño…
- es sobre… un secreto que no quiero mantener por más tiempo, Susu ah… - y ese tono cariñoso con el que solo Yoochun le hablaba retumbó en sus oídos… - es sobre… nosotros… - el castaño le miró más confundido a ser posible, y el pelinegro no estaba ya nada seguro de que aquello fuera buena idea, ni el lugar ni el momento, pero ¡Dios! Le extrañaba tanto, que solo quería poder decirle la verdad y poder abrazarle y besarle otra vez… - sobre la persona a la que enterraste hace días y que amabas tanto… sobre ése que todavía te ama, y respira de nuevo por ti…
Pero Junsu solo le miraba con las pupilas dilatadas sin lograr dar sentido a todo lo que estaba diciendo… y su expresión no cambió demasiado por los siguientes minutos, tiempo en el que Chun le relató todo lo sucedido desde que le apartaran de su lado, cuando despertó en el CENTRO en Alemania, cuando hubo viajado a New York para dar por terminada toda relación con la ONU, cuando decidió volver a su lado y adoptar esa nueva identidad con la que ahora iría por la vida… pero que seguía siendo él… su Chunnie… que eso no cambiaba en absoluto ni un poco…
Que esperaba que no le odiara por haber permitido que le llorara, que le creyera muerto… que le dejara sentir todo ése dolor…
Que solo quería volver a abrazarle y besarle, mimarle y darle todo su amor…
Y Junsu todavía dubitativo entre si aquello sería un sueño o la locura, sonrió para el pelinegro, tomándole la mano y regalándole una sonrisa aliviada y cariñosa…
- juntos hasta el final, Chunnie… Te Amo… - y decir aquellas palabras que nacidas desde lo más profundo de su corazón, le devolvieron ese aliento al pelinegro que solo el amor puede ofrecer… y devolvió el agarre de su mano apretándosela un poco antes de inclinarse y rozar sus labios con los del castaño, para luego buscar con la mirada a una azafata que le permitiera tomar el lugar libre a lado del castaño y viajar así juntos lo que restaba de camino…
- Susu ah…
- mh…
- Park Yoochun murió, ¿entiendes?
- entiendo… - y esa sonrisa suave que le indicó al pelinegro que por sobre todas las cosas, Junsu le acompañaría en cualquier situación…
……flashback……
El castaño se colocó a horcajadas sobre las caderas del pelinegro, lamiendo con calma la piel de su cuello, pasando sus manos por debajo de la camisa de su novio… consciente ahora de que nada era un sueño ni había enloquecido, su Chunnie estaba ahí con él… el destino les había concedido la gracia de permitirles seguir viviendo su amor…
- me alegra tanto que estés aquí… - Junsu susurró mirándole a los ojos… a esas orbes penetrantes que le seguían mirando con el mismo cariño de siempre… y dejó que su mano viajara por ese pecho desnudo, deteniéndose un instante sobre esa cicatriz a la altura de su corazón… - lamento qu… - un beso sellando sus labios…
- no lo digas, porque a pesar de todo, no lo lamento Su ah… Te Amo, y no hay nada más importante para mí que tu seguridad… - el castaño se recostó en su pecho. Escuchando ese latir acompasado de su corazón vivo…
- sé que sí, me lo has demostrado desde que nos conocimos, pero… - volvió a mirarle a los ojos… - Chunnie, no tengo vida sin ti… no quiero volver a sentir ese dolor, la angustia, la tristeza… - murmuró y una lágrima rodó por su mejilla al recordar todo eso que había sentido…
- no pasará… - aseguró y se movió empujando suavemente el cuerpo de su novio para girarle y dejarle esa vez bajo su cuerpo… - nada nos separará otra vez, Junsu… Te Amo… - le besó de nueva cuenta reiniciando las caricias tiernas sobre su cuerpo ya desnudo… cuando su móvil sonó en la mesita de noche… y pudo ver el temor en las pupilas de su novio… deja vú… - no te preocupes, no atenderé, no tengo que hacerlo más, Su… lo recuerdas, ahora solo soy Kim ChunSoo, un chico común y corriente que debe volver a su nuevo empleo en Seúl en un par de días… - le sonrío con tranquilidad esperando transmitirle esa sensación…
- lo recuerdo, solo que siento que me costará un poco acostumbrarme a esto… - sus manos se deslizaron esa vez por la espalda del pelinegro, tanteando esas otras dos cicatrices que habían quedado marcadas en su costado y a la altura de su hombro… - no más cicatrices, ¿verdad? Chunnie…
- no más, Susu ah… - sus labios se fundieron en otro beso y sus cuerpos se buscaron abrazándose con posesión…
Y poco a poco las sábanas fueron desordenándose conforme ellos se movían sobre la cama, las caricias y los besos aumentando en confianza y la pasión tomando el mando de su entrega… aparecieron los gemidos quedos de Junsu y los roncos de Chun… esos suspiros ahogados entre besos dulces, las caricias insinuantes que dejaban la estela de cariño y candor… esa mano del pelinegro en boca del castaño humedeciendo tres de sus dedos que no tardaron en dilatar su intimidad para introducirse en él con calma y tranquilidad…
- ahh, Chunnie… - el castaño sonrió mirando directo a las orbes oscuras de su novio conforme su erección iba ocupando el espacio estrecho de su pasaje… dolía, pero era más la sensación de contentura y tranquilidad el saber que no había perdido la oportunidad de disfrutar de esa sensación de ser uno con el amor de su vida…
- Te, aahhh, Amo, Su… - y pegarse a su cuerpo chocando sus pechos y sintiendo el caliente miembro del castaño apresado entre sus torsos cuando llega al tope de su interior… quedándose quieto pretendiendo dar tiempo de que se acostumbre a su intromisión…
- no… ahh… no esperes, muévete Chunnie… por favor… - porque solo quería sentir ese calor avasallante de sus estocadas certeras, lentas y tiernas…
- debemos esperar un poco Junsu ah, no quiero lastimarte más… - acarició su mejilla y besó sus labios con dulzura… - solo un poco amor…
- no quiero, por favor, muévete Chunnie… - enredó sus piernas en su cintura y movió él mismo sus caderas embistiéndose a sí mismo gimiendo bajito con incomodidad…
- te lastimarás, Su… - quiere obligarle a permanecer quieto, pero su novio niega con la cabeza, le sonríe con cariño y vuelve a autoembestirse… - mhh… - arrancándole un gemido de placer… no había nada como esas paredes comprimiendo su erección…
Así que no puede más que tomar las caderas de Junsu y comenzar con el vaivén lento y cada embestida más profundo… las mejillas del castaño teñidas en carmesí, seguro de felicidad, excitación, amor… la respiración de ambos siendo más irregular a cada segundo, sus manos moviéndose con ansia por el cuerpo del otro… la piel cristalizándose en sudor… la luz de la luna filtrándose por esas ventanas abiertas por las que ligeras ráfagas de viento mecen las cortinas…
Ambos cuerpos se mueven en un compás que aumenta lentamente de ritmo, así como sus gemidos y la pasión de sus besos y caricias… y se aferran al otro con la misma urgencia en que se aferra un náufrago a una tabla en altamar… porque no quieren volver a sentir que pierden lo más hermoso que tienen, porque quieren fundir sus almas y no separarse nunca más…
Sienten el calor en el bajo vientre, y luego la tensión en cada músculo… se sonríen mirándose directo a los ojos, antes de que el orgasmo les envuelva y exploten gimiendo el nombre del otro… relajándose apenas un poco cuando se han derramado y el cuerpo del pelinegro cae sobre el del castaño; ambos respirando irregularmente, pero muy felices de haber sido uno otra vez… y saber que todavía podrán serlo muchas veces más…
Junsu acaricia con cariño los mechones de su novio, en tanto éste deja que su mano acaricie el costado de su cintura… se siente bien… hacer el amor después del dolor de una separación que se creía no podría superarse… Chun se levanta después de unos momentos y lame con paciencia la semilla de su novio, el castaño suelta pequeñas risitas pues le provoca cosquillas con su lengua, sobre todo cuando la cuela en su ombligo…
- no dejes de ser un pervertido nunca, Chunnie… - murmura con esa voz algo aniñada que en ocasiones como ésa le sale tan natural…
- contigo a mi lado, imposible Susu ah, aunque quisiera… - sonríe divertido y luego sube a su rostro y le besa dejando que pruebe su sabor…
- no sabré como explicarle a JunHo que encontré el amor otra vez… - se deja envolver por los brazos del pelinegro en tanto cambian otra vez de posición, siendo ahora él quien permanece recostado en su pecho…
- encontraremos el modo, ya verás Junsu ah… - le besa la coronilla y cierra los ojos un segundo… en su cuñado no había pensado… - mañana lo discutimos, ¿sí? Ahora descansa…
- no necesito descansar… quiero hacer el amor otra vez, Chunnie… - se sonroja por su atrevimiento… pero a cambio solo siente como el pelinegro le insta a sentarse sobre sus caderas comenzando a besarle con pasión…
- haremos el amor para siempre, Junsu ah… - asegura murmurando contra sus labios…
Y espera que el día siguiente sea tan agradable como ése… que en verdad nunca más nada se interponga entre sus caminos… que no aparezcan un día fantasmas de su pasado y le compliquen la existencia… porque aunque haya renunciado a su vida como Emisario… sabe que lo que es, será siempre y que nunca se sabe lo que el mañana nos depara…
Pero por amor a Junsu, estará siempre dispuesto a Todo…
*****
Hacía un hermoso atardecer… con colores tan brillantes y alegres, que casi parecía imposible de haber sido creado por la naturaleza, parecía más como lo que solo puede ser soñado y visto por los ojos de una onírica representación…
Una pequeña niña de tez clara y grandes ojos azules jugaba en el Parque cerca de su casa, una gran sonrisa curvada en sus labios bañando ese rostro infantil lleno de inocencia…
- vamos… - una mujer de bellas facciones alemanas tomó a la pequeña niña de apenas unos cuatro años de la mano… - aún tienes muchas cosas por aprender, Kirsten me enseñó a hacer unas galletas deliciosas ¿quieres ayudarme?...
- ¡sí!... – la niña dio un par de saltitos antes de seguir a su madre, y recordaba a esa mujer de tez morena que les visitara meses atrás y cocinara con ellas en su hogar… aquélla mujer de mirada cálida le había dicho que en un futuro, ella debería ver cosas que otros no podrían… pero que debía aprender a ver en esas cosas lo que fuera mejor para la humanidad…
Porque la lucha entre el bien y el mal nunca termina…
Siempre habrá nuevos eslabones que encadenar por el futuro de la humanidad…
**FIN DE LA TRANSMISIÓN**
ADORO LOS FINALES TIPO MISTERIO!!!
ResponderEliminarCOMO SI EN UN FUTURO TODO VOLVIERA A SUCEDER!!!
WUAAAA!!!
ME HE LEIDO TODO ESLABONOS MAS DE TRES VECES!!!
AMO TUS FICOS FELINA!!!
*0*
esta como siempre re lindo. me encanto este fic y espero que sigas escribiendo para seguir deleitandome con toda tu imaginacion y espero que en una de tus fics junsu sea el semen jajaja el pobre siempre es uke pero bueno tambien tiene de bueno serlo no ajajajaja.. tens por escribir.
ResponderEliminarlili
wooooow realmente me encantaron tus fics, esta tan detallado cada parte que te hace meterte en la historia y siempre dejas en suspenso lo cual me agrada pues te deja abierto a muchas posibilidades dependiendo de la imaginacion de la persona que lo lea... creo que me convertire en tu admiradora... junsu-shii hasta en los fic sigue siendo el mismo niños lindo y tierno de siempre jeje
ResponderEliminarAmo los lemon´s YunJae *o* Tan Salvajes y Apasionados *o*
ResponderEliminarTsukiyomi Akemi
oh God!!! ya lo imaginaba asi..el yunjae..es unikoooo...todo les gusta de manera agresivaa..xD son los mejores
ResponderEliminary tu tmb ^^ gracias estuvo bueno tu fic.!!1
Ohhh por Dios!!!! ^^ me encanto, esto estuvo mejor que matrix combinado con X-men.... no, no, maravilloso....
ResponderEliminarAunque me hiciste sufrir al acerme creer quee Chunnie habia erto ;__;.... T^T....
Pero menos mal arreglaste todo ne?? ~O~
OOOOOOOOOO Lo Ame amo los finales oscuramente misteriosos son geniales cuando el raton pervertido murio mori con el y vivio y revivi :) que bueno que el adn del delfin funciono
ResponderEliminaroH my god Sun!!! que buen fic Felina Te felicito la verdad esta buenisimo!!!
ResponderEliminarNos estaremos leyendo besosss
Waaaaaaaaaaaaaaaaa! de más genial!, aiiii me hisiste llorar cuando Yoochunnie murio, no me lo podia creer, pero dije no no Susu no puee quedarse sin su ratón y segui leyendo hasta el final y awwww lo ame! ñ.ñ. Escribes increible
ResponderEliminarWaaaa le fuuuuu u.u casi haces q me de el ataque cuabdo lei lo de yoochun dije noooooo raton TwT pero sl final no le paso nada o bueno si pero regreso ...tu me entiendes hhhaajajaj la historia esta ni te digo toda llena de accion intriga puff me la iba imaginando y gracias al monton de peliculas fue como ver otra en mi cabeza xD me tuviste toda pegada leyendo que ni te digo que en clase de bioquimica en lugar de poner atencion estba leyendo xD el yunjae con sus salvajadas y asdasdasd imaginarmelos asi malotes y asdasdasdssd nomas me la pase babeando con el yoosu todo era amor y misterio con eso del papel de junsu como eslabon y kregmin o como se llame la pareja puff fue otra enserio haces que me quede enamorada de las parejas que le pones a changmin *^* sigue escribiendo de este tipo q por lo que veo aqui estare buen rato leyendo todos tus fics :3 cuidate bexxs y gracias por la historia
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