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sábado, 20 de marzo de 2010

BROKEN cap 1 y 2

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Título: BROKEN
Parejas: HoMin, JaeChun, YunJae, YooSu, WookMin
Género: Drama
Clasificación: NC-17
Resumen: Cuando el amor no es suficiente y el disfraz del engaño solo siembra decepción y dolor, qué queda de un corazón roto que lo único que desea es encontrar la Felicidad, consiguiendo en su búsqueda solo una rotura más…
Advertencia: Lemon


BROKEN

ADVERTENCIA: Lemon

CAPÍTULO 1. DE ENGAÑOS E ILUSIONES

*****

¿Hacía cuánto que estaban juntos? Cerca de cuatro años… y todavía no podía corresponder ese bello sentimiento que su novio le profesa desde entonces… desde el primer beso que dejara sobre sus labios, a pesar de haber sabido que el cariño que le tenía no podía ser llamado amor… a pesar… de saber que su corazón ya estaba habitado…

Pero ese era el peor de los errores de un corazón enamorado…

Creer… tener la Esperanza…

Amar sin límites…

Aunque ello signifique llegar a ser roto en añicos… tan lentamente, que no terminas por darte cuenta, hasta que tal vez es demasiado tarde para dar vuelta atrás, para ignorar el dolor de la incertidumbre…

O peor aún…

De la certeza de que no importaron todos los esfuerzos…

Al final…

Seguías tan Solo como al principio… con el corazón enamorado… deseando solo un trozo de felicidad… un poco de su amor incondicional…

*****

Sentado sobre la banca de un Parque en un atardecer cálido, el chico de ojos café estaba demasiado ensimismado para admirar y disfrutar del paisaje… de la compañía… tan absorto que ni siquiera era consciente del calor de esa mano que entrelazada con la suya hacía un intento más por demostrarle que seguía a su lado… que le seguía amando… de la forma en que Él no ha podido… permaneciendo, siendo sincero, dándole su tiempo… amándole y esperando pacientemente a ser amado de igual manera… o por lo menos un poquito…

- Yunho… - la suave voz de su novio apenas consiguió sacarle de sus pensamientos… aunque, quién sabe hace cuánto tiempo le ha estado llamando, porque puede ver en esos ojos chocolate la preocupación matizada de incertidumbre…

- lo siento, pensaba… en el trabajo… - una mentira más… ¿acaso era capaz de seguir con eso? Tenía caso seguir engañándose a sí mismo y llevarse “entre las patas” al único que le ha demostrado amor en los últimos años…

- si quieres podemos irnos al departamento… - no era nada tonto, sabía que algo no andaba nada, pero nada bien con su novio… pero… qué podía hacer si lo amaba, sino permanecer a su lado…

- no, Minnie, así está bien… - el chico de tez morena sintió el agarre en su mano y lo devolvió apretando un poco esa mano que parecía nerviosa cobijada por la suya… - ¿vamos por un helado?... – sonrió…

Una de esas pocas sonrisas que consigue regalarle… de esas… que calman un poco… solo un poco toda esa inseguridad que los ha ido envolviendo en los últimos meses más que en el principio mismo de su relación… porque ahora ya no había espacio para los “dame tiempo” o “te juro que lo intento”…

Porque ahora solo quedaba la cruel realidad…

El Engaño…

El dolor de saber que no podía renunciar a Él… que tenían el descaro de verse a escondidas cada vez más frecuentemente… que no bastaba con haber sido su amante antes de iniciar este noviazgo con ChangMin, sino haber seguido siéndolo después de ésta; y continuar con las mentiras que construidas día a día solo iban entretejiendo una red firme como el telar de una araña, pegajosa y difícil de quitar, la que inspira asco y aversión, la que enreda sus presas y las mata lentamente en el desespero por liberarse de lo que saben, no tiene escapatoria…

¿Era así su noviazgo con ChangMin? ¿El equivalente a una telaraña?

Era su amor propio tan bajo como para seguir siendo parte de esa infidelidad que solo lastima a todos los involucrados, a ellos y a Él por ser conscientes de la situación, a ChangMin y el novio de su amante que ajenos a la verdad les siguen amando con incondicionalidad…

Caminaron tomados de la mano hasta esa Heladería en la que ChangMin le diera su primer beso, ahí donde le confesara sus sentimientos… ahí, donde le pidiera tan solo una oportunidad…

……flashback……

Era un día soleado de verano, el calor estaba demasiado alto en Seúl, no había hora del día en que no se viera a la gente con una botella de agua en la mano o un pañuelo pasando por las frentes cubiertas de sudor… y toda persona aprovechaba para darse un gusto de esos que a veces se evitan por cuidar la figura… pero claro, no era su caso, nunca lo ha sido, ama comer y no se limita… y menos cuando lo tiene a él de compañía…

Todavía sentía que estaba soñando, no podía creer la suerte que tenía teniendo a Jung Yunho sentado a su lado comiendo helado, sonriéndose y conversando como si fueran grandes amigos de toda la vida… hacía poco más de tres meses que se conocían, cuando coincidieron en uno de los pasillos de la biblioteca… y ese día, ChangMin supo lo que era el amor a primera vista… y hoy comprobaba que el destino si puede ser condescendiente por el simple hecho de tenerle ahí…

- ¿y ya tienes pensado lo que harás cuando nos graduemos?... – el moreno preguntó a su amigo, ese chico de cabello oscuro y corto, de inteligencia envidiable y un humor peculiar que siempre conseguía hacerle sonreír… o sacarle de sus casillas, el sarcasmo podía llegar a ser una fuente de dolor de cabeza… pero con todo y eso, le quería…

- irme de vacaciones en un año sabatino… - respondió con seriedad, y el moreno no supo si creerle o reír si es que aquello era un broma… - pues comenzar a llenar las empresas de solicitudes de empleo, Yunho, qué más… - entonces sí era una broma…

- ya, a veces no te entiendo sabes, Minnie… - el moreno volvió a su recipiente de helado de chocolate con fresa… la fresa le recordaba mucho a Él, porque ese era el color y sabor de sus labios…

- a veces simplemente quiero dejar de lado las respuestas obvias, Yunho; ya de por sí muchos consideran que soy algo aburrido solo porque me dedico un poco más a los estudios… - aclaró sonriendo suavemente, cohibido por esa mirada café que siempre ha conseguido que se le acelere el corazón… - no crees que a veces hay que salir de la rutina verbal…

- ¿rutina verbal? Te refieres a lo que decimos comúnmente… - el morocho asintiendo… - supongo, aunque viniendo de ti es algo irónico, siempre tan obsesivo con el orden y las reglas… - se medio burló… - además, lo tuyo es un humor sarcástico normalmente… - ChangMin se mordió el labio, aquello no pintaba como lo había imaginado… - pero me gusta eso de ti…

El menor de los dos le miró con las mejillas ligeramente sonrojadas, era la primera vez que el moreno le decía algo así… ¿significaba que tendría la mínima oportunidad? Vamos, que no es ignorante, sabe que Yunho ha tenido sus aventuras por ahí con algún que otro chico sin llegar a formalidades, incluso podía haber jurado que ya tenía pareja, porque en ocasiones lo veía más alegre y radiante, vestido más atractivo de lo que ya de por sí lucía a diario… pero resultó que no, el mismo Yunho se lo había dicho…

Entonces… ¿tenía el valor de arriesgarse al rechazo? De pedir solo una… una oportunidad…

- te gustaría que saliéremos un día, Yunho, una cita…

Sí… lo tenía…

- por supuesto, Minnie, suena genial…

Porque hacía días que Él le ignoraba, que evadía sus encuentros y pasaba de largo con sus mensajes y llamadas… era momento… de seguir adelante sin su amante, porque habiéndose enamorado de quien solo lo quiere para una buena sesión de sexo cada semana, a Yunho ya solo le quedaba el corazón roto y el orgullo lastimado…

Solo le quedaba…

Decir adiós a Jaejoong…

………………………

Y fueron días de salir a todas partes, a ver una película o tomar un café, a bailar hasta no dar para más o tumbarse sin hacer realmente nada en el suelo alfombrado del lujoso departamento del menor de los dos…

De contarle en confidencia de amigos que se había enamorado de alguien que no le daba más que migajas de cariño y el placer carnal más exquisito pero tan infinitamente sin sentido cuando es su corazón el que ahora palpita desenfrenado por amor…

De asegurar que luchaba por olvidarlo… de borrar su número del móvil y todo nexo que le pudiera recordar a Él…

Y fue el día aquél…

En que volviendo a la misma Heladería, ChangMin finalmente se le declaró…

Y no pudo menos que aceptar su propuesta decidido a olvidar a Jaejoong, y cerrar los ojos tratando de no pensarlo cuando los labios del menor cobijaron los suyos en una caricia sublime que lejos estaba del desenfreno apasionado con que siempre le besaban aquellos labios sabor fresa…

Y fue el día también, en que una sola llamada sacudió su mundo otra vez…

……flashback……

*****

Park Yoochun le considera su mejor amigo, porque conociéndole desde que eran unos críos casi en pañales, ha permanecido siempre a su lado, le ha acompañado en las buenas, las malas y las peores, le conoce sus virtudes y puede con sus defectos, le arranca una sonrisa sin importar cuán enojado pueda estar o lo deprimente de su estado como aquella primera vez que peleara con su novio…

Por eso, y muchas, pero muchas cosas más, Kim Junsu era su ángel, el chico lindo y simpático de quien no puede ni quiere prescindir nunca…

Solo que… tal vez ha llegado el día en que olvide los límites de una simple amistad…

No es raro verle cada tanto en el departamento del chico de ojos color marrón, pasan las horas platicando de todo y de nada, jugando a esos tontos videojuegos que según Yoochun no hacen más que freír un poquito sus ya dormidas neuronas… por supuesto, una de las cosas que más adora hacer, es molestar a su amigo…

Tal vez porque le gustan sus pucheros…

O el brillo infantil de su mirada…

O la guerra de cosquillas en la que terminan después de cada una de esas peleas que no son tomadas nunca en serio…

O tal vez… solo tal vez… por esos roces entre sus cuerpos que siempre le han hecho sentir chispazos y sonreír más ampliamente…

*****

Junsu había estado más que concentrado en ese duelo de su más reciente adquisición de videojuego; pero cuando se dio cuenta de que solo sus palabras y risas resonaban por todo su departamento, giró su rostro a un lado, donde su mejor amigo estaba con la mirada perdida… y dejó el control de la consola a lado…

- sueles quedarte tildado últimamente, Chunnie… - la voz de su amigo lo sacó de sus pensamientos, era que en los últimos días tenía muy metido en la cabeza un montón de reflexiones innecesarias respecto a su amistad con Junsu…

- ¿has escuchado decir que mis labios son sensuales?... – y esa clase de preguntas que ni siquiera sabía porqué formulaba cuando no vienen al caso… su amigo no supo si reír o llorar…

- ¿es en serio?... – Park enarcando una ceja, de esa manera en que Kim sabe significa que sí… una sonora carcajada saliendo de su garganta, de esa forma tan escandalosamente peculiar de la que su amigo se burla cada que puede… y quiere… - se me había olvidado lo ególatra que puedes llegar a ser, Chunnie…

- no puedes hablar de egolatría cuando lo dicen otros, Junsu… - se defendió, sonriendo coquetamente hacia su amigo… - tú no crees que mis labios sean sensuales…

- no hay necesidad de que flirtees conmigo, Chunnie… - porque conocía ese tono seductor que su amigo emplea, el que seguramente enloqueció a su novio… el que sin querer siempre consigue que se le erice el vello de la nuca…

- pero no respondiste mi pregunta… - sonrió relamiéndose los labios lentamente…

La mirada de Junsu se quedó clavada en ese gesto… en la forma de esos labios gruesos que invitan al pecado provocándole…

Y traga hondo luchando contra lo que enterró muchos años atrás…

Cuando Él llegara a sus vidas…

Cuando Jaejoong enamoró a su amigo y le arrancó de tajo la esperanza de que su amor fuera correspondido…

Porque sí… le amaba como nunca ha podido amar a nadie más…

Teniendo que conformarse con ese puesto que le adjudicó desde niños… el del Mejor Amigo… el de los límites que ahora él mismo rebasa con esas actitudes que no nuevas, le comienzan a poner más nervioso ahora que no tiene a nadie con quien aparentar olvidar sus sentimientos, nadie a quien besar soñando que son esos labios que ahora parecen ofrecerse sumisamente a él…

- ¿estás pensando en besarme?...

Y Yoochun no comprende porque sigue en este repentino juego de seducción, porqué de pronto él mismo se encuentra deseando probar esos labios que en nada se parecen a los que le pertenecen… porque Jaejoong es suyo, ¿no? A pesar de que ha habido momentos críticos en su relación a unos pocos meses de que iniciara hace ya cuatro años… a pesar de que hay días en los que casi siente desconocer a su novio, días en que niega su contacto y evita sus miradas…

- Chun…

Y Junsu no puede hacer más que sentirse hipnotizado por esos oscuros ojos que le miran con un brillo completamente nuevo para él… no que no lo hubiera visto antes… es solo… que jamás dirigido a él…

- hazlo, te doy permiso…

Y fueron ambos los que acercándose lentamente redujeron la distancia entre sus bocas dejando que sus labios se fundan en un beso… suave, lento… casi como si fuera el primero lleno de dudas, miedos e inexperiencia…

Pero pronto Yoochun deja que su maestría tome el dominio y lo convierte en un profundo beso que hace gemir a Junsu en medio de éste… y cuando sus manos se mueven como si tuvieran vida propia enredándose en su cuello…

- “ay no, qué estoy haciendo”… - ya nada Kim puede hacer para detenerlas… - “pero siempre soñé con esto”… - porque han sido guiadas por ese sentimiento oculto en su corazón pero no olvidado… - “nunca nadie me había besado así”

- “son tan dulces y tibios”… - y Park descubrió por vez primera, que había otros labios además de los de su novio que lo hacían necesitar más… - “pero qué estoy haciendo, es mi mejor amigo, debo parar”… - más de nada sirvieron sus pensamientos cuando terminó recostado sobre Junsu en el sofá… con sus cuerpos demasiado juntos para evitar que la temperatura les subiese a los dos…

Y cuando los labios de Park comenzaron a descender por su cuello, lamiendo y chupando gentilmente, mientras sus manos se filtraban por debajo de su polera; Junsu pasó de largo ante el hecho de que su amigo tiene novio, que ha estado con Jaejoong hace cuatro años ya… que sea lo que sea que pase entre ambos, no es más que sexo… una infidelidad… uno de los actos más bajos que siempre pensó no cometería nunca por nada del mundo… pero ante lo que hoy se sentía indefenso y vulnerable… porque Yoochun había pasado el límite…

Le besaba y acariciaba… como nunca nadie lo hizo…

Volteó su mundo, sacudiendo sus sentidos, trastocando su mente…

Ilusionando por instantes su enamorado corazón…

Construyendo una mentira…

Que al final solo conllevará dolor…

Pero importaban en ese momento todos esos argumentos?

No.

Porque les habían ganado las hormonas, la calentura y el deseo…

Las inquietudes que sembradas en el corazón del mayor de los dos, le habían hecho ir ahí por principio de cuentas, después de que Jaejoong se largara con la misma puntualidad obsesiva de cada semana hace unos meses… sabiendo que no volverá hasta entrada la noche, sonriendo ampliamente y negando su contacto, dejando apenas un beso de buenas noches sobre sus labios…

Despidiendo… otro aroma…

Y se había formado ya la idea de que le estaba engañando, de que había otro con quien se acostaba a sus espaldas… por supuesto, porque de otra manera, simplemente no estaría ocurriendo… pero en lugar de cuestionar, de hablar y comunicarse, de exponer sus dudas e incertidumbres… Yoochun había buscado el cobijo de las sonrisas de su mejor amigo, de su humor y cálida mirada…

Fallando por mucho su intención…

Terminando por ser él quien ahora engaña a su novio, desnudando con suma paciencia el cuerpo de su mejor amigo, ese que no ha parado de jadear, gemir y suspirar bajo su cuerpo… de devolverle cada uno de sus besos y corresponder sus caricias regresando el favor de deshacerse de sus ropas… y son las manos de Junsu, que temblorosas toman su erección comenzando a masajear mientras esconde su rostro contra su pecho y su aliento cálido golpea su piel…

Y se deja hacer, porque hace tiempo que no tenía esa sensación de excitación más allá del simple deseo carnal o una obligación por satisfacer sus necesidades sexuales… pero le obliga a parar, y ante la mirada dubitativa de Junsu, Yoochun se recuesta sobre el frío piso de la estancia a lado del sofá, y le indica a su amigo colocarse sobre su cuerpo en ángulo contrario, de modo tal que pueden darse placer al mismo tiempo…

Junsu siente esas primeras oleadas de placer cuando la boca de su amigo engulle su semidespierta erección, distrayéndole por instantes de su propia actividad, gimiendo ronco por esa lengua que se desliza en toda su extensión humedeciéndola y esos labios que presionan su punta… y nota una mano de Yoochun tratando de alcanzar su entrepierna para atenderse… comprendiendo entonces que es momento de tomar su parte, y toma entre sus manos el erguido miembro de su amigo, masajeando con algo de torpeza, no por inexperiencia total, sino por esas corrientes eléctricas que le tienen completamente dominado… y decide regresar el favor, engullendo también la erección de Yoochun, sintiendo su calor y textura, su salado sabor…

Y continúan entregándose placer mutuamente, notándose la experiencia del mayor de los dos porque alarga el momento en que su amigo se corra disfrutando al máximo y haciéndole disfrutar sobre todo a él… y no le importó demasiado que un tanto más ansioso y desesperado, el menor de los dos lo llevara al límite demasiado rápido, tragándose su semilla entre gemidos que siguen escapando de su garganta por ese delicioso placer que Yoochun le sigue proporcionando… y que se extiende todavía un par de minutos más hasta que es su propia esencia la que se pierde en la garganta de éste…

Yoochun entonces sale de debajo de Junsu, pero no le permite levantarse, se coloca a sus espaldas y le toma el trasero, eso es suficiente para entender lo que sigue… y el menor de los dos se asusta un tanto, porque a pesar de todo, es virgen… y sabe que en verdad es doloroso… pero se limita a dejarse llevar, si ha comenzado ya a pecar, que el pecado sea completo y la lujuria inunde el lugar… Yoochun lleva sus dedos a su propia boca humedeciendo tres de ellos, dirigiéndoles luego a la entrada de Junsu, quien gime con dolor cuando el primero le invade… y sus incómodos gemidos es lo único que se escucha en los minutos que tarda su amigo en dilatar su pasaje… y un grito sale de sus labios cuando Park comienza a penetrarle, porque a pesar de que lo hace lento y con cuidado, es su primera vez…

Pero entonces Yoochun se apresura en buscar distraerlo, y desciende sobre su espalda alcanzando su nuca para besarle y susurrar en su oído palabras de confort, mientras a la vez lleva una de sus manos a la entrepierna de Junsu para estimularlo…

Y minutos después, Junsu se ha acostumbrado a su intromisión y a sus estocadas lentas, perdiéndose en el placer de su profundidad, gimiendo ronco y pidiendo un poco más de ese delirante gozo que lo lleva a la luna y le trae de regreso cada que entra y sale de su intimidad… y se sincronizan en ese vaivén de caderas que los arrastra al orgasmo y hace que sus cuerpos se sacudan por los espasmos…

Más cuando Yoochun sale de su interior, y Junsu ve rastros de su semen regados en el piso, es que la razón golpea contra su cerebro y le reprocha la estupidez que acaba de cometer… no solo, pero sin duda el único que podría haber parado y evitado este engaño, era él…

- vete… - murmura sintiéndose sucio y miserable, porque cegado por un sentimiento que sabe no es correspondido, se dejó envolver por ese excitante momento de pertenencia al hombre que ama…

Pero que debió conservar solo como mejor amigo…

- Junsu… - susurra su nombre y siente como quema su interior solo nombrarlo, y ve el desnudo cuerpo de su amigo cubierto de sudor y su semilla, buscando sus ropas desperdigadas en el suelo; y es solo cuando éste le avienta su camisa que reacciona y comienza a vestirse… - Junsu, yo…

- no me digas nada, tuvimos sexo y eso no se puede cambiar, ahora solo quiero que te vayas, Yoochun… - como dolía que ahora le hablara por su nombre con aquel tono cargado de resentimiento y decepción…

E incapaz de decir nada, Park se cambia rápidamente y sale del departamento…

De quien siendo su mejor amigo, había sido mancillado por su propia estupidez…

*****

Un hotel nuevo, otra vez buscando esos encuentros clandestinos que los llenan de un placer que va acabando lentamente con lo que se supone es firme para ambos, porque siendo que tienen un novio que les da lo mejor de sí… terminan encamados en una habitación diferente que alberga una más de sus mentiras…

Y es como una droga, a la que habiéndose vuelto adictos son incapaces de renunciar… porque basta con que la puerta se cierre para que sus labios se unan en desesperados besos matizados de pasión y caricias abnegadas de un deseo que quema como la llama de la lujuria que no puede ser contenida…

Dejando que sus manos se pierdan por el cuerpo del otro deshaciéndose ansiosamente de las prendas que les separan de esa caliente piel que cubren con su tacto y conocen de memoria, repartiendo besos húmedos y candentes caricias, cayendo sobre el colchón desordenando las impecables cobijas de la suite, uniendo sus cuerpos en una danza que cada vez es más arrebatada consumida por el deseo, dejando de lado los besos tiernos o las palabras cariñosas que al principio de todo esto se entregaban…

Porque ahora podía más el simple deseo de ser uno en cuerpo, porque no había nadie que los hiciera gemir con tal fuerza o conociera esos puntos exactos que los hace temblar de placer y sonreír como poseídos disfrutando al máximo cada roce y gemido…

Y Yunho lame sinuosamente cada palmo de su piel, quedándose con ese sabor mezcla de su crema favorito, colonia y sudor… y se pierde en el fresa de sus labios rojos tan dulces y suaves, como expertos y sensuales, los que curvados en una sonrisa no paran de gemir su nombre y besarle con fuego, enredando sus lenguas en un baile infernal de pasión…

Y son las manos de Jaejoong las que toman el erecto miembro de Yunho dirigiéndolo a su propia intimidad, abriendo totalmente las piernas sin esperar a que lo prepare, porque lo necesita y siente como su entrada palpita deseosa de sentirse profanada por su virilidad… el moreno sigue el movimiento de su amante sintiendo cómo su punta comienza a entrar en ese pasaje estrecho que lentamente se va dilatando comprimiendo de esa deliciosa manera su miembro…

Gimiendo ambos por ese placer que los envuelve demasiado rápido y llena la habitación de calor, de ese que sofoca sus sentidos y los turbia de modo tal que se olvidan de todo a su alrededor, dejando solo espacio para ese estar juntos que ni siquiera debiera existir…

No así… no en esas nefastas condiciones…

No como una mentira barata que tan bien han comprado desde hace años…

No.

Cuando alguien les espera en casa con una sonrisa amable y muchos besos y caricias por entregar desde el alma…

Pero es la necesidad de sentirse envueltos por ese cadencioso ritmo de caderas que los enloquece arrancándoles los más roncos gemidos más fuerte que toda razón y lógica… que el amor mismo…

Porque Jaejoong ama esas profundas estocadas que son dejadas con fuerza contra su intimidad… ama esas manos que expertas recorren su cuerpo cubierto de sudor dejándole un poco más de placer, el que se une a ese gozo infinito que solo él le proporciona… ama esa boca que ataca la suya en los besos más profundos que le roban el ya errático aliento… ama esos ojos que atraviesan los suyos desnudándole el alma…

Ama sin amarlo…

Porque es solo su amante…

El hombre de los fines de semana en un distinto Hotel…

Yunho.

Aquél que conociera en una aburrida reunión de trabajo en la empresa de su padre, ahí donde el moreno comenzara desde cero entregando la paquetería…

Al que sedujera como un simple juego para satisfacer una calentura de una tarde… la que se ha alargado ya cuatro años…

Sin poder renunciar a él…

A pesar de lo mucho que ha intentado…

Y con sus piernas enroscadas en las caderas del moreno, Jaejoong alcanzó un orgasmo más gritando de placer cuando la semilla de Yunho se derrama en su interior, sacudiéndose por los espasmos que corren su cuerpo, dejando caer su cabeza sobre la almohada jadeando con la respiración alterada pero una radiante sonrisa adornando sus labios…

Y Yunho se deja caer sobre su pecho sin importar que su peso lo pueda llegar a aplastar, sonriendo por instantes como si en verdad hubiera hecho el amor con el hombre de su vida, gruñendo cansado pero cariñoso cuando las manos de su amante desordenan sus cabellos con caricias que se quedan con el sudor de su rostro…

Pero apenas un minuto después siente que Jaejoong se mueve indicándole que se separe, sale de su interior y se deja caer a lado en el colchón, viendo a su amante levantarse y meterse al baño desde donde la regadera se deja escuchar por varios minutos más… y mientras le espera, Yunho se maldice una vez más por ser tan débil y amarle tanto como para seguir en este juego…

Y lo recuerda a él…

ChangMin.

Porque le ha engañado una vez más revolcándose con otro hombre… que aunque el dueño de su corazón, solo su amante…

Bufa golpeando con fuerza el colchón de la cama con sus dos manos empuñadas, entierra su rostro contra la almohada y grita frustrado consigo mismo… todavía se encuentra desnudo y el semen de Jaejoong sigue en su torso… la habitación aún huele a ellos dos…

Guarda entre sus cuatro paredes la infidelidad cometida…

La cruel realidad…

La que solo lastima…

- puedes ducharte ahora… - la voz de Jae lo hace voltear hacia él, las gotas de agua aun resbalan por su cuerpo, lleva una toalla enredada en la cintura y con otra seca sus lacios cabellos…

- porqué no terminas con Yoochun… - intenta fuerte de no perderse en la imagen erótica que el otro despide en ese momento, controlando ese deseo por él que parece no tener límite ni saciarse nunca…

- ya lo hemos hablado, Yunho… - resopla cansinamente, comenzando a vestirse sin volver a mirarlo… - lo amo…

- ¿lo amas?... – sonrisa mordaz y tono sarcástico… sus ojos cargados de dolor… - se nota, Jae, por eso nos hemos estado acostando cada semana desde hace cuatro meses, menuda forma la tuya de amar a tu novio… - molesto se puso de pie comenzando a vestirse sin reparar en el hecho de que partiendo así, SU novio podría darse cuenta de que huele a sexo…

- no necesito que entiendas mi forma de amar a Yoochun, pero si vernos es ahora un problema para ti, no nos veamos más y asunto arreglado… - era en serio que Jaejoong podía ser tan frío y calculador, tan maldito como para tratarle como a un simple objeto?…

- ¡no vernos más! ¿Ya habíamos dejado de vernos hace unos años, lo recuerdas? ¡Y fuiste tú quien me buscó!... – bramó iracundo… era tal vez la culpa de su propia idiotez…

- no recuerdo yo que te hayas hecho del rogar… - soltó con absoluta seriedad, peinando sus húmedos cabellos con suma tranquilidad…

- tienes razón… - porque solo escuchar su voz parecía hipnotizarlo para que él estuviera dispuesto a correr hasta donde se lo pidiera… - pero ya no más, Jae… ya no más… - terminó de abotonar su camisa…

- estás despidiéndote, Yunho… - odiaba que le hablara con ese tono superior, sonriéndole sensualmente acercándose a él y llevando sus manos a su cuello… - ¿seguro que no vendrás corriendo si te llamo?... – que acercara sus labios a los suyos rozándolos apenas en ese toque que era suficiente para nublar sus sentidos nuevamente…

- solo déjame en paz… - tomó las manos del otro alejándolas de su cuerpo, luchando contra su propio corazón destrozado, tratando de sacar un poco de orgullo…

Buscando una pizca de dignidad…

- no lo haré… - y esa determinación que a ambos les asustaba…

Porque había en las pupilas de los dos un sentimiento profundo que no podía contra todas las barreras y temores de sus dueños…

Que rompía lentamente cada ilusión, cada sueño…

Y dejaba de sus corazones un simple rompecabezas que tal vez no se pueda volver a formar…

*****

Cuando Jaejoong volvió a su departamento, Yoochun estaba sentado en la estancia viendo la televisión… o al menos eso parecía, porque en realidad se drenaba el cerebro tratando de entender porqué carajo había terminado por acostarse con Junsu…

Cómo había tenido el valor de volver a casa y darse una ducha pensando simplemente en hacerle el amor a su novio y sacar de su cuerpo la sensación cálida de la piel de su mejor amigo…

Sintiendo un vacío en el estómago cuando vio a Jae con el cabello oliendo a shampoo, como si acabara también de ducharse…

- ¿estás cansado?... – pero pasa de largo, ignorar la desazón de su corazón al pensar una vez más que tal vez su novio le es infiel… y prefiere ponerse de pie y alcanzarlo en la alcoba para abrazarlo por la espalda comenzando a besar su blanca piel de la nuca…

- un poco, Yoochun… - y alejándose del abrazo de su novio, Jae espera poder conservar tan solo un poco más el sabor de los labios del moreno, la sensación de sus caricias o el calor de sus cuerpos siendo uno…

Y una vez más ambos prefieren callar las inquietudes y aferrarse a las mentiras, con tal de conservar… lo que hace tiempo se fracturó…

El amor de los dos…

*****

ChangMin caminaba por los pasillos del supermercado, eligiendo los ingredientes que necesitaba para preparar la cena, comprando el mejor vino con el que festejar con Yunho ese nuevo puesto al que lo habían ascendido esa misma tarde… quería animarlo un poco siendo que desde ese fin de semana lo notara más tenso e iracundo…

- seguro que está emocionado con la nueva noticia… - habló en voz alta… a pesar de que iba solo…

- ¿quién?... – le preguntó una segunda voz a su lado…

- ¡Wook!... – el menor sonrió ampliamente al ver a su amigo… el mejor de los pocos que tiene…

Porque Lee Dong Wook era el único que ha estado en su vida desde la adolescencia, el que no se ha mofado nunca de su inteligencia, el que siempre le ha animado a seguir adelante… el confidente que sabe todos sus secretos, el que con solo verle a los ojos puede adivinar lo que está pensando… el que le extiende la mano sin importar qué…

- hola, Min, ya sueles hablar solo… - le miró divertido, viendo el carrito de compras de su amigo… - ¿festejarás algo?

- a Yunho le han ascendido… - respondió contento…

- mh, y veo que quieres consentirlo… - tono pícaro… un ligero sonrojo en las mejillas del menor… - van bien las cosas entre ustedes, entonces…

- sí… - porque Wook sabe bien todo en torno a su relación con Yunho, lo difícil que ha sido en momentos su noviazgo, los altibajos, las casi rupturas que por poco ha evitado…

- me alegro… - le palmeó el hombro sonriéndole radiante… - no lo dejes muy cansado, eh, ya sabes que su trabajo requiere que esté concentrado y no perdido en el recuerdo de una noche de pasión…

- no tienes porqué ser tan explícito, sabes… - avergonzado, el menor siguió caminando en busca de lo último que necesita para su cena…

- lo sé… pero a ti siempre te han gustado las explicaciones… - sonrisa pícara…

- ¡pero de cosas científicas y eso!... – entre su novio y su mejor amigo, siempre consiguen sacar su lado tímido…

- ya, ya… - le pasó el brazo por el hombro caminando a su lado… - sabes que solo bromeo, salúdame a Yunho y dale mis felicitaciones… - se apartó para ir por otro lado, a unos metros le esperaba su hermana… - ¡hasta luego, Min!... – y sonriendo se alejó unos pasos por la derecha…

- ¡hasta luego!... – y con muchas ganas de darle una agradable sorpresa a su novio, el menor terminó sus compras volviendo al departamento que ahora comparte con el moreno…

………………………

Dejó la estancia a media luz, música suave y una vela aromática que dejaba un agradable ambiente romántico. Preparó la mesa con velas y el vino en una charola con hielo, dos copas de cristal y su mejor vajilla…

- que cursi me siento… - murmuró sonriendo como lo que es, un chico profundamente enamorado… miró la hora en su reloj de muñeca, su novio no debía tardar en llegar… y así fue, porque un minuto después escuchó la puerta del departamento abrirse y cerrarse…

- Minnie… - y la voz del moreno saludándolo sonriendo ampliamente al encontrarse con ese recibimiento casi sacado de una película romántica…

- ¡Felicidades!... – y un abrazo que ambos necesitaban, olvidando por lo menos esa noche todo lo demás que ha venido rodeando su relación sobre todo en los últimos días…

- Gracias… - un corto beso… de esos que le recuerdan el amor que su novio le profesa… que no necesita más nada ni a nadie excepto a su novio… que lo incentivan a seguir adelante luchando fuerte por no pensar en Jaejoong ni un segundo cada día… - has preparado la cena?...

- de hecho… - volvió al comedor tomando las dos copas en una mano y la botella de vino en la otra… - la cena soy yo… - y es la primera vez que es él quien intenta ser seductor, mirándole con lascivia y sonriendo pícaramente…

- ¿y entonces para qué la vajilla?... – se acerca al menor abrazándolo por la cintura, sorprendido pero complacido por la actitud de su novio…

- porque era necesario para el toque romántico, ¿no te parece?... – caminando de espaldas, dejándose guiar por el moreno rumbo a la alcoba…

- me parece que tengo mucha hambre… - y esos labios ansiosos buscando saciar su deseo en la boca del menor… recorriendo con su lengua su cavidad bucal, buscando impregnarse de su sabor…

Y marcarle cada centímetro de piel al tiempo que trata de sacar de la suya toda caricia, beso y calor de aquél que todavía sigue clavado en su corazón…

Ese que habiendo dejado una grieta más en su corazón, quebranta su voluntad con total facilidad…

Y mientras sirven dos copas de vino que sorben poco a poco entre besos, al tiempo que se van desnudando en la habitación que guarda todas sus ilusiones, el móvil que Yunho dejó sobre la mesa vibra y un número parpadea en la pantalla…

Un número…

Que pertenece a Jaejoong…


Continuará……


ADVERTENCIA: Lemon

CAPÍTULO II. ENTRETEJIENDO ERRORES


*****
Departamento HoMin…

Sabía bien que esa piel bronceada casi de su mismo tono no tenía la suavidad de aquélla blancura que sus dedos tantas y tantas veces recorrieron por años, que no era su erizar tan excitante como aquel otro tacto, que no eran sus suspiros tan sugerentes como aquéllos soltados con sensualidad natural por quien pretende olvidar…

Pero que insistentemente vuelve una y otra vez a sus pensamientos dejándole una huella imposible de borrar…

Ya ambos se encontraban desnudos sobre la cama, compartiendo esas caricias casi prohibidas en búsqueda de encender al otro y conseguir que todo lo demás desaparezca de sus pensamientos y quede entonces solo espacio para ellos dos… y ChangMin no podía, a pesar de los años de noviazgo, evitar pensar si alguna de las tantas entregas que han tenido le ha significado a Yunho hacerle el amor… se pregunta si después de las muchas veces desnudos no han tenido solo sexo…

Casi como un cariño devoto que solo quiere expresar agradecimiento…

Pero que no ha conseguido hacerles sentir plenos más allá del placer carnal… ese éxtasis que al final puede incluso transformarse en una burda necesidad que en nada satisface el verdadero deseo instalado en lo más profundo del corazón…

El que con un desliz abrigado en las mentiras puede herir de muerte el alma misma…

Las manos del moreno se filtraron finalmente hasta la entrepierna de su novio, sintiendo cómo ya se encontraba hinchado y duro… comenzó a masajear con un ritmo regular, escuchando esos primeros gemidos excitados que resonaban contra sus oídos con un tono de voz que incluso le parecía ajeno…

- mmhhh, ahh, Yunho, más… fuerte, ahh, mhh, por favor… - y esas súplicas cargadas de un amor incomprendido que se clavaban como dagas en su corazón… aún cuando sus pensamientos tratan con vehemencia el poder amarle como merece…

Si tan solo por una vez su cerebro y su corazón se pusieran de acuerdo, tal vez su vida misma no estaría tan desquebrajada…

Pero cada día era más profundo el pozo de soledad con muros sustentados en ilusiones, mentiras y engaños fraguados inconscientemente por un corazón traicionero que lo único que quiere es tener aquellos instantes de felicidad con el dueño de cada uno de sus agonizantes latidos…

Y se sumía lentamente en una oscuridad en la que su amor propio iba muriendo… llevándose tal vez sin querer, el sentimiento incondicional de su novio…

Porque ChangMin le besaba con una apasionada ternura que casi conseguía aturdir sus sentidos, enredaba su lengua con la suya en movimientos tímidos pero seguros, caricias húmedas que le robaban el aliento y dejaban una sensación de sinsabor que contrastaba con la dulzura impregnada de aquellos labios fresa…

Y las caricias del menor encendían su piel pero no alcanzaban con su calidez el frío instalado en su roto corazón… porque sabía que aunque su cuerpo respondía favorablemente a su tacto, sus noches de pasión no pasaban de sexo…

Porque para desgracia suya, para hacer el amor se necesitaban dos enamorados…

Y entre ellos dos, solo ChangMin lo demuestra… justo como él hace con Jaejoong… y el dolor crece… por su propia incapacidad de renunciar al chico de cabellos oscuros… y sabe que de no tener cuidado le hará daño a ese chico que ahora le tiene bajo su cuerpo, repartiéndole caricias y besos que le hacen gemir bajo, no con aquella desenfrenada pasión con que siente gime para su amante…

Y el menor masajea su miembro mandándole esas corrientes eléctricas que viajan por su columna vertebral otorgándole un placer que se queda solo en su cuerpo, pero que no le enamora como sucede cuando se entrega con Jaejoong… y se muerde el labio al presentir que podría pronunciar su nombre de tanto pensarlo… y cierra con fuerza los ojos maldiciéndose mentalmente por no parar de compararle con ChangMin… su novio, él, quien sigue cubriendo su cuerpo de sinceras caricias que seguramente le nacen desde el alma haciéndole el amor… sin hacerlo realmente…

- Yunho… - el menor sube por su torso dejando cortos besos por toda su piel, besando suavemente sus labios para luego hablarle al oído… - tócame, por favor…

Y solo entonces el moreno es consciente de que hace minutos que sus manos descansan inertes sobre el colchón a sus costados… y ve en la mirada chocolate de su novio el brillo del deseo, pero en el fondo de sus pupilas… el temor… la incertidumbre de imaginar que tal vez siguen en el mismo punto que al inicio de su noviazgo…

Solo intentando…

………………………

Pero que su corazón sigue ocupado por alguien más… ése a quien no conoce salvo por lo poco que Yunho llegó a platicarle cuando eran solo amigos… ése que tanto le había lastimado, por quien tal vez sigue palpitando su fracturado corazón…

No podrá negar que incluso duele estar ahora así, con una desazón clavada en su mente que lejos de hacerle disfrutar de la intimidad con su novio, solo carcome paulatinamente lo que queda de su propio amor herido…

Pero ChangMin no quiere rendirse, porque le ama demasiado y cada día trata fuerte de convencerse de que ha obtenido un poco más del cariño de Yunho, que en algo puede sanar sus heridas y unir nuevamente las piezas en que sigue partido su corazón…

- mmhhh… - gime con un dejo de incomodidad cuando el moreno le penetra despacio, habiendo olvidado por completo el prepararlo…

Y una lágrima rueda involuntariamente por su mejilla cuando se da cuenta de que los movimientos de su novio contra su intimidad no son los mismos de siempre, que no le mira como solía hacerlo, que mantiene los ojos cerrados con fuerza gimiendo ronco mientras le embiste con rapidez lastimándole un poco…

Pero lo soporta, buscando sincronizarse con el vaivén de Yunho y disfrutar del momento… lleva sus manos al rostro del moreno obligándole en el acto a mirarle, y cuando sus ojos café se encuentran con su chocolateada mirada, algo en las pupilas de su novio cambia…

- ¿por qué paras?... – pregunta el menor con la voz agitada, su rostro y cuerpo cubiertos de sudor…

- por nada… - se acerca para besarlo suavemente, como su recién hubiera recordado que estaba con él, reiniciando un vaivén más pausado y profundo…

Y solo entonces su unión es placentera para ambos, mirándose a los ojos, fundiéndose en besos que les dejan un agradable sabor en los labios, gimiendo con voz ronca el nombre del otro, abrazándose como quien busca apoyo imperioso en medio del mar, luchando contra la impetuosa fuerza de sus olas en una tarde de tormenta…

Y las estocadas del moreno se vuelven entonces más rápidas y certeras… pero justo con aquél ritmo que el menor conoce, albergándole de placer, sintiendo las manos de su novio tomándole la cintura para impulsarse dentro de su cuerpo, disfrutando de su caliente erección deslizándose en su estrecho pasaje, sintiendo la humedad que se forma en su extensión, gimiendo más fuerte cuando su entrepierna es atendida por una de aquellas sudorosas manos, masajeando al ritmo de sus estocadas. Y por esos instantes en el que los dos solo pueden saborear el placer físico de ser uno, todo a su alrededor desaparece, alcanzan el éxtasis y explotan derramando su semilla con un último gemido ronco que les da conciencia suficiente para sentir los espasmos que recorren sus cuerpos. Ambos respiran agitadamente, Yunho descansa con su frente apoyada en la de su novio, sosteniendo su peso sobre sus temblorosas manos, mezclando sus alientos de la forma en que ellos no han podido a pesar de estar juntos… formando uno en plenitud…

- ¿te gustó la cena?... – bromeó de pronto el menor…

- mucho, Minnie… - sonriendo gentilmente, el moreno salió de su interior, escuchando un gemido incómodo de parte de su novio… - ¿estás bien?...- preocupándole, porque no es algo que hubiese ocurrido antes…

- hoy estuviste más apasionado, pero estoy bien… - le besó lentamente, sonriendo luego para tratar de confortarlo y que borre esa expresión de su cara…

- debiste decirme… - Yunho se recostó a un lado, instándole a apoyarse en su pecho, su voz sonando culpable…

- estaba demasiado excitado, y no dolió tanto… - ChangMin le besó el pecho, mirando la botella de vino sobre la mesita de noche, aún casi llena, apenas si habían tomado una copa cada uno, pero de repente le habían entrado unas ganas irresistibles de beber hasta embriagarse y olvidar esa incertidumbre que ahora venía a rondar nuevamente sus pensamientos… - Te Amo, Yunho… - dejando escapar esas palabras que nacían desde lo más profundo de sus sentimientos…

Enterrando una daga más en el corazón de su novio, porque el moreno quería poder corresponder genuinamente tan puro sentimiento, pero que solo conseguía hacerle sentir todavía más culpable, maldito y miserable…

- y yo a ti, ChangMin… - y que solo pudiera pronunciar su nombre con cariño, sintiendo un terrible vacío en el estómago cuando su novio le sonrió con un dejo de tristeza al incorporarse y perderse en la ducha, escuchando e grifo llenar la tina de baño…

Tan acusadoramente similar a la última vez que estuvo con Jaejoong…

- ven, vamos a bañarnos juntos… - dejándole un poco de alivio cuando su novio vuele a él sonriéndole pícaro invitándolo a su lado…

- seguro que solo vamos a bañarnos… - haciendo un esfuerzo más por relegar todo lo que tenga que ver con su amante a lo más recóndito de su cerebro y corazón… consiguiendo apenas un poco de éxito al sentir ese beso hambriento que por vez primera parece nublar sus sentidos…

- te aseguro que no… - advierte el menor, sonriéndole juguetón, entrando ambos en la tina, continuando con esos besos que apenas comienzan a parecer sinceros por ambos actores…

Pero que todavía tendrían que luchar contra lo que representa aquél que insistió en llamar al móvil que vibró una y otra vez en la mesa del comedor, el que por suerte (o maldición) estaba en modo silencio… pero que todavía sería visto por su dueño… o tal vez por el propio menor…

*****
Departamento de Kim Junsu…

Había perdido ya la cuenta de la cantidad de veces que se ha girado sobre la cama cubriéndose con las sábanas y enredándose en ellas, abrazando la almohada, cerrando los ojos contando ovejas para conciliar el sueño… y tratar de no pensar en lo que ocurrió esa tarde con Yoochun… recordando con increíble nitidez cada roce, cada beso, cada gemido, el rico sabor de sus labios… sintiendo ese dolor en su espalda baja que también le recordaba el hecho…

- ¡mierda!... – bufó molesto, lanzando en su arrebato las cobijas al suelo, quedando tendido boca arriba sobre el colchón, una mano en su frente… - porqué…

E ignoraba si su inquietud radicaba en no haber evitado el tener sexo con quien era su mejor amigo… o si se trataba de la molestia consigo mismo por haber disfrutado tanto ese momento, a pesar de las circunstancias… y de desear volver a sentir todo ese placer… porque sería tonto e hipócrita decir que no había sido la mejor experiencia que ha vivido, lo que en cierto sentido deseó desde que aceptó amarle…

- si tan solo Jaejoong no estuviera en el medio… - suspiró… - si te hubieras enamorado de mí, Chunnie… - y una lágrima silenciosa que hizo eco en las líneas de su corazón agrietado por el engaño del que fue parte rodó por su mejilla…

Deseando fuerte que por una vez las reglas de la vida pudieran romperse y los “hubiera” existieran… que en algo cambiara su realidad y la suerte de su destino… casi deseaba estar en un mal sueño, despertar y tener nuevamente 20 años, que Yoochun llegara no para hablarle con aquella emoción del enamoramiento… no escuchar el nombre de Jae salir de los labios de su amigo al mencionar al dueño de su corazón… y no haber tenido que soportar su dolor interno, tragándose para mostrar una amplia sonrisa que lo hizo merecedor de un cálido abrazo que solo consiguió derrumbar sus ilusiones y obligarle a olvidarse de su propia intención de confesarse…

Porque ya Yoochun le hablaba de su propia idea para declararse… y él no sería el destinatario de tal proposición…

- ¿ya te había perdido desde entonces, Chunnie?... – y más lágrimas corrieron por sus mejillas bañando su rostro y perdiéndose en su cuello, sollozos ahogados que en vano intentó amortiguar contra la almohada, porque resonaban en el silencio de la madrugada y la oscuridad de su habitación…

*****
Departamento JaeChun

Ni Jaejoong ni Yoochun podían dormir, pero fingían hacerlo para no llamar la atención del otro, descansando entonces acostados en la cama que han compartido cada noche desde hace años, pero que ahora, a diferencia de la emoción de aquellos primeros días haciendo el amor, se sentía fría y muy reducida, porque podían sentir el calor del cuerpo del otro cuando más deseaban no sentirle…

Porque la culpa los estaba matando y solo podían pensar en sus actos infieles, en la cantidad de mentiras dichas sin palabras, pero sí con las simples acciones que ponen de manifiesto día a día; cuando evitan el contacto o rehúyen sus miradas cuando rompen con un beso que otrora solo buscaran profundizar, cuando es preferible salir por separado que escaparse a una noche de antro o quedarse en el departamento para hacer el amor hasta el cansancio…

¿Cuánto había cambiado su relación desde los últimos meses? Más de lo que pueden manejar, tanto… que es más fácil y menos doloroso simplemente pasar de largo ante la realidad…

¿Dónde había quedado el amor que se decían tener?

Tal vez en una de esas clandestinas noches en que Jaejoong se sintió pleno estando con Yunho…

Quizá el día aquél en que Yoochun ignoró la primera vez que su novio negó su contacto habiendo llegado con el cabello húmedo y una absurda explicación que en nada calmó su inquietud…

Posiblemente, en cada beso y caricia que compartió esa tarde con Junsu…

Saberlo? Con el tiempo probablemente…

Mientras más sangran las heridas generadas por el silencio y el temor…

En tanto más se rompen sus ya frágiles corazones…

Y el dolor crece hasta desbordarse cual río crecido en temporal de lluvia, arrasando con todo a su paso, dejando al descubierto lo oculto en el fondo de las cosas…

*****
Departamento HoMin

El menor fue el primero en despertar, era temprano pero más tarde que de costumbre… lo bueno es que era domingo, día libre de responsabilidades liberales…

- “no te distraerás por nuestra noche de pasión”… - pensó al tiempo en que apartaba las sábanas y se levantaba de la cama, recordando el pícaro comentario que hiciera su amigo Wook la tarde-noche anterior…

Al final habían terminado intimando hasta entradas las tres de la madrugada… y aunque la primera entrega había estado llena de inquietudes, lo demás fue solo placer y calor…

Buscó ropa interior, una playera y unos pants que colocarse, luego salió a la estancia, dejando a su novio profundamente dormido (y cansado) en la cama. Fue hasta el comedor para recoger la vajilla y las velas que esa noche usara para ambientar su recibimiento… y vio el móvil de su novio. Nunca ha sido curioso para ver en las cosas del moreno, pero alcanzó a ver de reojo el número de la cantidad de llamadas perdidas y eso picó en su curiosidad…

- el mismo número… - murmuró, viendo que la última llamada había sido cerca de medianoche… pero desconocía el número y no estaba en los contactos del moreno… un solo mensaje de texto…

…- aún debemos hablar…

Sencillas palabras que hicieron que algo se inquietara de sobremanera en el interior del menor… tres sencillas palabras que nada parecían decir… pero que por la insistencia con que el dueño de ese número buscara a su novio, calaron hondo en su inquietud…

- buenos días… - saludó el moreno, tallándose los ojos espabilando el sueño…

- buenos días, Yunho… - correspondió el menor, sonrojándose al ver que su novio todavía iba desnudo… era imposible no enamorarse de un hombre tan atractivo… - eh, no llevas ropa… - y es que aunque la vista era perfecta, no quería distraerse tan temprano en actividades placenteras…

- lo siento… - el moreno sonrió tontamente para luego volver a la habitación para vestirse…

Realmente no había reparado en su desnudez, eso nunca le había pasado, pero al despertar y no haber visto a su novio a su lado había hecho que se sintiera necesitado de verle… de corroborar egoístamente que seguía a su lado, que no se había ido, que no le dejaba después de estar en la intimidad… que él no le trataba nunca como un objeto de deseo…

- alguien parecía necesitarte urgentemente anoche… - el menor le había seguido a la alcoba… - no fue mi intención ver… - le extendió su móvil, sintiéndose avergonzado por haber mirado… - pero eran demasiadas llamadas perdidas y pensé que tal vez era de alguien que conociera, pero… creo que no… - el moreno palideció a reconocer el número, podrá haberlo borrado de sus contactos, pero se lo sabe de memoria…

- debe ser número equivocado, no me es familiar… - mintió… como al parecer le resulta ya tan fácil… solo que esta vez, creía que era lo mejor para todos… para ellos dos en especial… porque Min se merecía un esfuerzo más decidido…

- bueno… - el menor no quiso indagar… no tenía motivo, así que simplemente se puso a ordenar su cama… aunque no le hubiese gustado notar el semblante pálido de su novio… aunque presintiera que algo se le estaba ocultando…

Aunque su propio corazón le gritara desesperado que no debía callar y cuestionar antes de que saber la verdad sea una cruel realidad…

*****

Día domingo y salir juntos a dar un paseo era casi una tortura para los dos… pero preferible estar entre un montón de personas que a solas en su departamento, mejor ver a los niños corriendo por el parque, padres de familia siguiéndoles con la mirada asegurándose de su bienestar, a adolescentes practicando algún deporte o bailando al ritmo de una canción pegajosa, tal vez soñando con grandezas… parejas tomadas de la mano regalándose cariñosas sonrisas y cortos besos quizá llenos de amor…

Y aquello dolía…

Dolía darse cuenta de que era algo que hace tiempo no se entregaban…

Dolía ver que el amor que se tenían se encontraba casi extinto y que nada hacían por tratar de salvarlo…

Y ahí estaban, tomando una tasa de café hablando de cosas triviales, evitando al máximo hablar de ellos dos… alcanzando los silencios ocasionales en los que terminaban por perderse en sus pensamientos…

Y Jaejoong lo recordó… la tarde aquélla en que mantuviera relaciones sexuales por vez primera con Yunho… un supuesto día de aburrimiento en la oficina… el mismo día en que discutiera con Yoochun por primera ocasión, reclamándole que pasaba demasiado tiempo con Junsu, ése amigo que conseguía ponerle los nervios de punta, que hacía que sus celos afloraran, porque podía ver en aquellas castañas pupilas un amor que su novio negaba y nombraba solo como una gran amistad…

……flashback……

Jung Yunho era el nuevo, el típico chico de familia de clase media que empezando desde cero quería demostrarle a todos que podía superarse poco a poco… ése era el concepto que Kim Jaejoong se había formado cuando fue contratado, y llevaba días observándolo desde su oficina a través de los gruesos ventanales; al principio solo por curiosidad, después comenzó a notar lo atractivo que lucía en aquél uniforme azul pálido del mensajero de la empresa… hasta que se dio cuenta de que cuando menos lo esperaba se encontraba ansioso por verlo pasar por los pasillos fuera de su oficina…

Pero ése día, tarde supo que había cometido el peor error de su vida, el que seguro pagaría con creces el resto de sus días; no solo por el hecho de haber engañado a Yoochun y haberse dejado llevar por el más trillado de los pretextos, los celos… sino por haberse descubierto inmensamente pleno al haber tenido sexo con el chico de tez morena…

Yunho lo había visto desde su entrevista para el puesto en la empresa, y desde ese momento se había sentido atraído por el chico de entonces cabellos rubios… se había enamorado de su sensual porte, de sus deseables labios, de su mirada casi fría pero pícara sonrisa…

Pero también había sabido que el hijo del dueño de la compañía jamás le miraría siquiera… así que aquél día en que les sonrió con coquetería natural que parece caracterizarle, se sintió desfallecer de emoción, tenía 21 años pero había sonreído como estúpido adolescente enamorado… y qué decir de la ocasión aquélla en que el rubio aprovechó lo atiborrado del ascensor para pegarse tanto a él que la temperatura le subió estrepitosamente…

Y definitivamente, fue la gloria saberse “objeto del deseo” de Jaejoong, y cayó fácilmente en su red de seducción no oponiéndose en absoluto a ese primer beso que se entregaran encerrados en la bodega de mantenimiento por donde casi nadie se paraba y se encontraba desolado la mayor parte del tiempo…

- tómame, Yunho… - y su petición fue concedida al instante, el rubio sonrió satisfecho al sentir las manos del moreno tomándole el saco pulcro de su traje, dejándolo caer al suelo mientras se devoraban en un beso más…

Y en el suelo terminaron también el resto de las prendas de los dos, con la temperatura muy alta al interior de ese cuarto que olía cachivaches, cloro y detergente… a deseo…

Jaejoong sentía chispazos eléctricos conforme los labios de Yunho descendían por su cuello haciéndole suspirar, jadeando luego por esas manos que se deslizaban provocadoras por su espalda hasta llegar a su trasero y apretarle los glúteos al tiempo que lo levantaba en vilo y lo sentaba sobre un viejo escritorio que se movió de lado a lado por su peso, pero que en nada les importó cuando un beso más fogoso los mantenía unidos dentro de esa burbuja de pasión…

Las manos del rubio acariciaron el pecho y torso del moreno, memorizando inconscientemente cada línea, cada músculo, su suave textura y su calor, quedándose en el camino con la humedad de su sudor, perdido en los ojos café oscuro que deslumbraban deseo y algo más que no alcanzó a dilucidar; sonriéndose insinuantes con la calentura de las hormonas a flor de piel…

Y fueron entonces las manos del moreno las que se deslizaron por todo su cuerpo, sacándole más jadeos, gemidos roncos que nublaban sus sentidos, porque ya antes ha estado con algunos chicos, pero ninguno le excitaba tanto como Jae, porque desborda sensualidad por cada poro de su piel, porque le provoca algo más que solo deseo, porque sus ojos hacen que su corazón lata apresurado, porque sus sonrisas hacen que se sacuda el piso bajo sus pies, porque su voz le llena el estómago de cosquillas… porque le había enamorado casi sin conocerle, y presentía que para amarlo, bastaría con una charla informal y una cena romántica a la luz de las estrellas en la orilla del mar… como fuera, ahora solo podía dejarse llevar por el momento y esperar porque sea más que un encuentro casual…

Jaejoong tomó una mano del moreno, tomando entre sus labios tres de sus dedos humedeciéndolos con su saliva, mientras una de sus manos masajeaba el ya erecto miembro de Yunho; de pie en medio de sus piernas, gimiendo bajo por esa traviesa lengua que jugaba con sus dedos. Después de unos instantes de sensuales miradas, la mano del moreno viajó a la entrada del rubio, que ya se había recostado sobre el escritorio y dejarle así mejor acceso a su intimidad…

Aguantando un grito incómodo que se transformó en un gemido bajo cuando el primer dedo entró en su pasaje, pensando que el moreno es muy tierno al apresurarse en besarle despacio y dejar ese dedo quieto dentro de él, esperando unos segundos antes de comenzar a moverlo dentro y fuera; repitiendo la misma acción con los otros dos, hasta haber dilatado su intimidad con el menor dolor posible, y perfilar entonces su erguido miembro, penetrándolo lentamente, sin dejar de besarle con dulzura, de hablarle al oído con un cariño que abrigó su corazón con un calor nunca antes experimentado con su propio novio.

Compartiendo nuevas caricias y besos tranquilos mientras Yunho aguarda por el momento en que Jae le haga saber que está listo para sus movimientos… comenzando con esas estocadas lentas y suaves que poco a poco aumentan de intensidad conforme los minutos pasan y la pasión guía el vaivén de caderas. Ese delicioso ritmo que pronto les hace gemir más alto, olvidándose por completo del lugar en el que se encuentran, dejando a la suerte el que alguien les llegue a escuchar y pillar en plena faena… disfrutando al máximo de la sensualidad de sus movimientos, las piernas del rubio aferradas a las caderas del moreno, riendo tontamente por el crujir de ese viejo escritorio que en cualquier momento parecía que se partiría en dos, pero que no les detenía de seguir con ese desenfrenado ritmo de embestidas profundas que alcanzaban ese punto que les llenaba del más exquisito placer…

El que se incrementó cuando Yunho tomó a Jae por los hombros impulsándolo hacia él para abrazarlo mientras seguía empujando sus caderas contra la intimidad del rubio, y el miembro de éste se friccionaba entre sus torsos…

- ahh, así Yun, mhh, así, ahh, ¡dios!... – gemía sin control, mordiendo suavemente el hombro del moreno cuando más profundo llegaba…

- mhh, Jae, mhh, ahh, me encantas, ahh… - sentía que estaba demasiado cerca del final… que con el rubio podía en verdad llegar al cielo y sentir el paraíso…

Separó entonces a Jae, buscando con una de sus manos su otra vez erecto miembro, masajeando con fuerza y al ritmo de sus estocadas, dejándole acostarse nuevamente sobre el escritorio, admirando el semblante lleno de gozo del rubio, grabándose el sonido placentero de sus gemidos, del tono excitado de su voz casi gritando su nombre…

Explotando los dos en el más delicioso de los orgasmos…

Yunho se dejó caer sobre el cuerpo de Jae aún sin abandonar su interior, cansado y con la respiración agitada… pero sintiéndose pleno… igual que su amante… aunque un par de minutos después la imagen de Yoochun gimiendo su nombre cuando ha alcanzado un orgasmo en sus días de hacer el amor, golpeara con fuerza su mente, dejando entonces ese sentimiento de culpa y remordimiento cubriendo cada fibra de su ser….

- debemos irnos… - murmuró con voz trémula… completamente opuesto a toda la pasión que acababan de liberar…

El moreno se levantó, saliendo despacio de su interior sin saber qué hacer o decir ahora con claridad… temiendo que como había pensado, aquello no había sido más que una aventura…

Y en silencio, sin dirigirse una sola mirada más, ambos se vistieron y salieron por separado de aquella bodega que por siempre sería el primer mudo testigo de sus mentiras… de un sentimiento sincero negado insistentemente por burdos miedos e irracionales motivaciones que más que ayudar a aligerar la carga de la realidad del engaño, iban destruyendo lentamente sus corazones…

Porque después de esa tarde, algunas semanas después, cayeron en la trampa de sus propios deseos al volver a sentirse dichosos siendo uno… hasta volverlo en una rutina que durante casi cuatro años se alimentó de mentiras y quebró cada una de sus ilusiones, agobiando cada uno de sus días…

Marchitando el amor que Jae sentía por Yoochun… el que Yunho sentía por Jae y que no podía entregarle a ChangMin cuando se hicieron novios… el que Junsu tuvo que callar cuando Yoochun eligiera el rubio…

Quebrantándolo TODO….

……flashback……

Y ahora se preguntaba si en verdad había llegado el momento en que Yunho le dejara, si ignoró cada una de sus llamadas intencionadamente…. Si lograría olvidarlo y no volver a tener esas tardes de pasión encerrados en la habitación de un nuevo hotel…

Si sería capaz de ignorarle en el trabajo, porque ahora que Yunho sería parte de la Mesa Directiva, le vería todos los días aún cuando se quisieran evitar…

Era una tortura…

Un dulce tormento… el suplicio que masoquistamente quiere conservar, una dócil sensación arrebatadora e indulgente que puede con todas sus defensas, con todos los argumentos que le dictan que debe fidelidad al chico que sentado frente a él le observa con la mirada perdida matizada de abatimiento… porque como él, tiene sus propias dudas e inseguridades… sus tortuosas culpas que van corroyendo lo que quedaba de tranquilidad en su interior, debilitando con rapidez el amor que todavía juraba a la luna tenerle…

Y ni Yoochun ni Jaejoong sabían a dónde iría a para toda esta maraña de sentimientos y emociones que solo complicaban sus pensamientos y deseos…

Porque dos nombres les provocaban algo que se negaban a aceptar pero que era más fuerte ahora de lo que algún día tiempo atrás los unió a ellos… porque Yunho y Junsu eran ahora los que rondaban en sus mentes remolinando todo en su interior…

Desestabilizando un poco más sus ya inestables corazones…

………………………

- vayamos a algún lugar a divertirnos, Jae… - habló finalmente el pelinegro, atrayendo la atención de su novio… - luces muy aburrido… - “pensativo”… - y yo tengo ganas de pasar tiempo contigo…. – “quiero dejar de pensar en Junsu”… - perdámonos en algún exótico lugar… - “quiero volver a sentir que te hago el amor”… - y hagamos laguna locura… - “déjame creer que aún me perteneces”…

- ¿ahora?... – el pelioscuro le miró dubitativo, pero las orbes de su novio le gritaban que necesitaban aquello… - vale, pero vayamos a algún sitio donde no tengamos comunicación con el mundo exterior… - “ayúdame a no pensar en Yunho”… - un lugar donde pareciera que solo estamos tú y yo… - “déjame sentir como si fuera la primera vez de lo nuestro”… - un lugar donde podamos hacer y deshacer sin preocuparnos… - “muéstrame que puedes vivir sin tu amigo, a quien extrañamente no has mencionado”

- de acuerdo, planeemos entonces unas vacaciones, amor… - quizá la oportunidad de salvar el naufragio de su relación en picada…

- hecho, vamos ahora a una agencia de viajes… - buscando retomar aquel hilo invisible que los enamoró hace cuatro años, y que lentamente fueron deshaciendo con el curso de sus silencios y mentiras…

Considerando que no estaban listos para pagar la factura de sus errores…

Creyendo todavía en su amor…

Huyendo tal vez de lo que más les asusta…

Haber fallado cuando se juraron amor eterno…

*****
Departamento de Kim Junsu…

Habían pasado ya varios días desde que tuvo sexo con Yoochun en su departamento… y hacía un par de días que buscaba uno nuevo que arrendar porque ahora solo tenía el recuerdo de tal desliz… un recuerdo que le atormentaba, que no quería revivir cada que cerraba los ojos y casi podía volver a sentir el calor del cuerpo del otro… un recuerdo que le quemaba el alma al darse cuenta que desde entonces su “amigo” ni siquiera le había buscado por lo menos para decir “lo siento”… aunque en el fondo era lo que menos quería, llegar a volverle a ver o escuchar…

El sonido del timbre sacándole abruptamente de sus pensamientos. Suspiró cansinamente para levantarse e ir a abrir la puerta… queriendo cerrarla demasiado tarde cuando ya Yoochun había puesto el pie impidiéndole tal acción…

- vete, Chun… - soltó con amargura, porque que estuviera ahí sabía nada bueno iba a traerle…

- no puedo Junsu, te extraño… - el pelinegro le siguió hasta la estancia, sintiéndose ansioso por encontrar una forma posible de recuperar a su mejor amigo… cuando está a unos días de tener un viaje con su novio…

- ¡me extrañas!... – espetó dolido… - ¡no digas tonterías, Chunnie!

- cometí un error, lo sé, pero…

- ¡pero nada!... – cortó elevando la voz… - ¿porqué no lo entiendes? ¡Porqué no te das cuenta! ¡Porqué no paraste, Chunnie!...

- ¡no lo sé, Su! Solo sé que te extraño, quiero a mi amigo de vuelta, al hombro en el cual llorar cuando me siento abatido, los brazos que me brinden calidez, las risas que me contagien, el que me soporta cuando estoy molesto…

- ¡cómo puedes ser tan insensible! Cómo puedes ser tan ciego y egoísta… - el castaño sintió que comenzaba a temblar, presa de demasiadas emociones, el dolor, la tristeza, la ilusión, el desamor, la duda… - cómo puedes venir y decirme todo eso, ¡tuvimos sexo Yoochun! No podemos…

- ¡pero eres mi mejor amigo, Su!... – explotó el pelinegro, desesperado por la situación, queriendo poder volver el tiempo atrás y borrar esa parte de sus vidas…

- ¡los amigos no tienen relaciones sexuales!... – espetó a su vez el castaño, sintiendo el escozor de las lágrimas amenazantes en sus ojos…

Pero Yoochun ya no dijo nada, simplemente se acercó a él en busca de un abrazo, de esa calidez que podía calmar su angustia… o al menos eso esperaba. Pero Junsu se negaba, retrocediendo a cada paso suyo, chocando contra el mueble del televisor…

- Chun, no, por favor… - forcejeaba con el pelinegro tratando de apartarlo, porque su calor solo lo lastimaba más…

Y entonces pasó, sin que realmente el pelinegro pudiera comprender lo que lo motivó a hacerlo… pero lo besó… un beso desesperado que el castaño se negaba en responder, empujándolo por los hombros tratando de apartarlo… y cuando Yoochun liberó sus labios rompiendo ese desesperado contacto en el que buscaba algún alivio de su corazón afligido, no se dio cuenta de que más había enterrado la espina en el alma de Junsu, quien le dio tremenda bofetada apenas se separó, dejándole un dolor ardiente en la mejilla; sus ojos se cruzaron por unos instantes, había tantas cosas escondidas en las pupilas de ambos, tan poco el valor de aceptarlo, de decirlo y disfrutarlo… que Yoochun solo pudo volver a sus labios, sintiendo cómo nuevamente el castaño forcejeaba tratando de separarlo… rindiéndose luego a la dulzura con que sus labios eran probados… sabiendo que se estaban equivocando otra vez, no entendiéndolo, porque al final sabía que aun estaba con Jae… entonces, ¿por qué le hacía eso?

Cuando se separaron, el pelinegro lo abrazó con fuerza, enterrando su rostro en el hombro del castaño, aspirando su aroma, escuchando la respiración agitada de un confundido Junsu que se mantenía inmóvil entre sus brazos…

- Chun… - murmuró el castaño…

- no me cuestiones, Junsu, te lo ruego, solo… - afianzando más su abrazo… - no quiero perderte… - y un sollozo escapando de su garganta… porque había ahora tanto en su interior que se sentía rebasado, y solo se creía capaz de estar ahí, sintiendo el calor de ese cuerpo… de su mejor amigo… tal vez del algo más… - no me dejes, Su…

Una súplica que pudo contra toda razón en el castaño… un ruego que lo conmovió, porque tocó el amor que le tiene, el que esperanzado lucha por ser correspondido… y no pudo menos que devolver el abrazo y envolver el cuerpo de su “amigo” con cariño, suspirando involuntariamente al darse cuenta de lo fácil que había cedido…

Porque así es el amor…

Iluso, ciego y arrebatado…

Creyente fiel de un ferviente anhelo que solo puede traerle más dolor, más amarguras y tristezas…

O tal vez, la correspondencia deseada…

El complemento…

Un sentimiento entregado en la dulzura del romanticismo utópico que culmina en la felicidad plena…

*****

ChangMin estaba seguro de que algo pasaba con su novio, porque más allá de la distancia casi invisible que había desde el principio de su noviazgo, hoy había un irónico abismo que los mantenía tan cerca que le asustaba. Porque Yunho estaba muy cariñoso por momentos, y en otros totalmente ausente, para luego querer compensarle con besos y caricias que terminaba con ellos dos desnudos en alguna parte del departamento…

Y no era que aquello no le agradara, era que podía ver un vacío apoderarse de los ojos de su novio cuando se ensimismaba en sus pensamientos… y en ese vacío, la soledad…

- los suspiros tienen diferentes connotaciones… - escuchó a su amigo Wook hablarle, distrayéndole de su retrospectiva emocional, sentado en una de las mesas de la biblioteca pública… - ¿cuál acertaría en los tuyos?.... – una sonrisa amigable que contagió tan solo un poco el ánimo del menor…

- ¿crees en verdad que el amor puede crecer?... – fue lo que salió de sus labios, en un tono amargo que gritaba el dolor interno de la incertidumbre que insistente se había instalado en su mente y corazón desde hace unas semanas…

- es lo que muchos dicen… - sentándose a su lado, el chico de cabellos oscuros y mirada gentil le observó detenidamente unos segundos… - pero no puede aprenderse Min, existe por voluntad inconsciente, nace desde el alma… - el menor bajó la mirada hacia ese libro de pasta gruesa abierto por la mitad, ese libro sobre filosofía que no ha leído desde hace una hora que lo tomó, que se convirtió en confidente inerte de sus pensamientos… - ¿quieres hablar?...

- vamos a tu casa, Wook, por favor… - porque sentía que las palabras se agolpaban en su garganta debatiéndose por salir y expresar toda aquella incertidumbre que corrompe sus sentidos, su ser entero…

Dong Wook asintió sin dudar, podía vislumbrar las lágrimas agolparse en los ojos de su amigo… llanto que no tardó en desbordarse apenas entraron en el departamento del morocho, media hora más tarde, cuando le menor se aferró a él desesperado por comprender lo que está pasando…

Porque el mejor esfuerzo por parte de Yunho solo ha revelado un poco más toda esa desazón y angustia que ChangMin presiente tiene nombre y apellido… porque el moreno no ha dejado de recibir llamadas de aquél mismo número de aquélla noche, y ha visto a su novio sumirse lentamente en una melancolía cada que eso ocurre, una tristeza que intenta ocultar con sus acciones cariñosas, pero que sus pupilas delatan fácilmente…

Porque ni negar en rotundo conocer al dueño de aquél número telefónico calma un poco sus preocupaciones y temores, porque el que busque inmediatamente sus labios dejando que sus manos le llenen de caricias que no son como las que solía entregarle, no hacen más que hacerle dudar un poco más… porque se sienten como si estuvieran destinadas para alguien más…

- tranquilo Min, yo estoy contigo… y siempre voy a estarlo, porque Te Amo… - el menor se separó mirándole con absoluta sorpresa… el morocho limpiando sus lágrimas con sus pulgares, sonriéndole amorosamente… - estaré para ti tal como necesites que lo esté… - y un repentino beso que el menor comenzó al apoderarse de sus labios…


Continuará……

3 comentarios:

  1. OOOOOOOOOOo que rabia :| engañandose a si mismos y a sus parejas </3 seguire leyendo

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  2. waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa todos contra todos!!!! chinç·%$/ T^T

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  3. Esto duele(T^T) Todos sufren por qué no quieren reconocer que aman pero no a la persona que creen amar, todos se están lastimando, no puedo con la idea de caricias que hieren entre ellos. Pobre Junsu mi Ratón estáestáas que ciego, demonios Chunnie te dió su virginidad y no lo notas??? Y Minnie ay Mi pequeño, creo que aquí va a arder Roma.

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”No me quejo si alguien que ha leído el libro lo encuentra aburrido, absurdo o despreciable, ya que yo tengo una opinión similar sobre sus comentarios.”
J.R.R. Tolkien