CAPÍTULO 17. DE SORPRESAS Y LÁGRIMAS… (Parte 1)
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Yunho siempre ha sido ese hombre romántico que toda mujer sueña tener a su lado… y que definitivamente muchos chicos han envidiado a Jaejoong por tenerle como nunca nadie ha siquiera soñado… y es que el moreno era todo un príncipe azul de cuento de hadas… más que eso incluso, porque no era tal vez perfecto en el sentido que suele pensarse, porque tenía sus defectos y puntos ciegos, pero era dedicado, entregado y amoroso, y nunca, nunca dejaba de poner a su JaeBoo e hijos, a su Enorme Familia especial, antes que a sí mismo…
Y Jaejoong le amaba un poco más, aunque eso parecía haber sido imposible, porque le dará unos preciosos gemelos en unos pocos meses más… y sabe que no hay felicidad más grande que esa, ser umma y appa al mismo tiempo, saber que a pesar de los obstáculos que el amor entre dos hombres encuentra en su camino, han sabido llevar a su familia de manera correcta, que han sabido darse las maneras y los tiempos para educarles, para ofrecerles todo aquello que cualquier pareja heterosexual da a sus hijos…
Más sin embargo, Jaejoong todavía sentía un pequeño y casi insignificante vacío en su ser que en ocasiones salía a flote y le tenía algo melancólico y distraído… era que no podía sacarse de la cabeza que después de 19 años de hermosa relación con Yunho, jamás hubiesen podido llevar su relación más allá del noviazgo… sí, sí, era tonto, pero vamos, bien que es gay y todo, pero nunca ha dicho ni dado a entender que no quiera de por medio un compromiso, por lo menos espiritual, más fuerte con su novio… es que le sonaba TAN extraño, que después de tantos años, dos hijos casi adultos y otros pequeños en camino, ellos sigan siendo novios, aunque casi no lo mencionan, aunque se tratan como pareja de esposos, aunque se llamen por sus nombres y todo eso… la realidad era, que no están casados, ni legal ni religiosa o espiritualmente…
Y él, tal vez por culpa de las hormonas y esa condición de uke de todos esos años, pensaba más a menudo en ello en las últimas semanas… pero Yunho ni siquiera lo mencionaba, y definitivo no se ponía a llorar como chica al ver un dorama de esos que pasan en la tv que le hacen sentir tantas cosas bonitas que casi las siente en carne propia, y más cuando tienen esos finales melosos donde se casan y tienen una linda celebración de boda…
- Yunho tonto… - murmuró apenas mientras terminaba de alistarse para salir a cenar por ahí con su nov… pareja… sí, así le sonaba más bonito en sus pensamientos…
- puedo saber ahora porqué soy un tonto, Boo… - el moreno saliendo apenas de la ducha que se encuentra en la habitación, pero habiendo alcanzado a escuchar perfectamente al pelioscuro murmurar aquello…
- yo no… - sorprendido, solo atina a sonrojarse y morderse el labio, bien podría decirle la verdad, pero… era tan cursi y femenino… - no quise, es que… desacomodaste otra vez la ropa… - era el pretexto más absurdo, pero había aprovechado que se encontraba revisando en el cajón de la ropa interior para soltar aquello…
- ¿y desde cuándo es un pecado eso?... – secándose el cabello con una toalla y caminando con cuidado, no sea la de malas y él con su vientre abultado; se acercó hasta el guardarropa para elegir algo que ponerse y ayude un poco a disimular su obvio estado de gestación… - mejor dime, qué hice o dejé de hacer esta vez que soy un tonto en tu cabecita, ¿eh?
- no hagas caso, son las hormonas, no es realmente importante… - evadió, y sonrió entonces al moreno para tranquilizarle… tratando fuerte de convencerse a sí mismo de que pensar tanto en matrimonio no le iba a llevar a ningún lado… - Te Amo, Yunnie… - y ya solo puede besarle despacio unos instantes mientras disminuye un poco, solo un poco esa sensación de ansia que le provoca el tema…
- me encanta cuando me dices eso, JaeBoo, me haces sentir, no sé… especial, Te Amo también… - el moreno le acaricia la tripa y sus ojos brillan con todo ese profundo amor que el pelioscuro sabe nunca ha dejado de ser fuerte y que, aún cuando parece que no pueden dar para más amándose, crece día con día con los pequeños detalles que vuelven cada mañana algo fuera de la rutina que pudiera haberles mermado el sentimiento en tantos años de vivir juntos…
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Hogar Choi
Habitación de MinHwan
Comenzaba a hacer algo de fresco con la noche cubriendo ya la ciudad, y MinHwan prefirió cerrar la ventana de su alcoba para evitar cualquier susto en su embarazo, con todo y que había momentos en los que sentía calor como si estuvieran en pleno verano… y hacer aquello dándose cuenta de que estaba a solas, le hizo pensar una vez más en lo diferente que se sentiría tan solo si Yang y él vivieran juntos, si pudieran comportarse como una pareja más… normal, por decirlo de una manera, pero el hecho de ser tan jóvenes, legalmente menores y demás, le hacía incluso sentir algo tonto y solo…
Porque a pesar de todo, en esos maravillosos meses de noviazgo con Su-Chun, él ni siquiera ha mencionado la idea de vivir juntos, de rentar por lo menos un modesto departamento donde poder tener esa privacidad que de ningún modo puede decir han tenido desde que se formalizaran, siempre comportándose como novios solamente, como si no llevara en su vientre un par de hermosos bebés que dicen más que claramente que lo de ellos es todo, menos un inocente noviazgo casi adolescente.
- ni siquiera has mencionado el querer ponerle nombres a nuestros bebés… - murmuró ya acostado en su cama, con esas almohadas en la espalda que le dejan sentirse más cómodo… una mano acariciando su tripa… - a veces duele esto, Yang… no tenerte a mi lado las 24 horas del día… no pretendo ser egoísta, es solo… es solo que Te Amo, estoy esperando hijos tuyos, y ni siquiera vivimos juntos… - hablaba para sí mismo, aunque al mismo tiempo era como si hablara con su vientre…
Cuando sabía que lo importante era justamente hablarlo con su novio… pero la verdad es que tenía un poco de temor y mucha de vergüenza, que estaba casi seguro que su madre no le dejaría irse así como así, y en realidad, aunque suena tentador, la idea de Yang viviendo en su casa, no era exactamente genial… porque lo que él sentía que necesitaba, era independencia… vivir a solas con su novio…
- ¿estaré mal pensando así?... – y con aquella duda rondando su mente, MinHwan se perdió en el mundo de Morfeo, soñando con quimeras que le dejaban una agradable sensación onírica…
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Dos días después…
Universidad de Seúl…
Bae Jong se desconcentraba más a menudo conforme los días pasaban, y es que el hecho de saber que su novio tiene que estar en casa mientras él estudia, le ponía algo inquieto y ansioso… porque quería estar con él en cada uno de ésos momentos en que su hijo crece en el vientre del amor de su vida…
Podía ver a su profesora hablando y hablando frente al grupo, pero simplemente no estaba registrando nada de nada de todo lo que decía… porque no le importaba nada en ése instante, no cuando solo pensaba una y otra vez en que Ji Song tal vez estaría conversando con sus padres, viendo uno más de esos videos llenos de recuerdos que Jae y Yunho valoran como parte de sus tesoros más hermosos… y quisiera poder estar ahí junto a él, viendo sus sonrisas, escuchando sus comentarios burlescos que le hacían sentir muy avergonzado pero realmente feliz…
- debería pedir permiso para suspender mis estudios, por lo menos un tiempo… - piensa el trillizo mientras su vista sigue al frente pero sus pensamientos divagan en lo que estará haciendo su querido Ji Song en ésos instantes…
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Dos semanas después de la ecografía…
Habitación de MinHwan
La Sra. Makino había salido esa tarde a atender una reunión de su trabajo, Yang le había dicho que estaba bien si dejaba a Mason con él y su novio, pero su “suegra” insistió en llevárselo y darles espacio y tiempo completamente a solas…
Lo que por cierto, daba demasiadas oportunidades para algunas cosas…
Su-Chun se separó apenas cuando sintió cómo ese beso se tornaba apasionado… y es que desde que supo que MinHwan estaba embarazado, no había podido evitar esa sensación de tal vez estar haciendo algo incorrecto, de llegar a hacerle sentir a su novio que presionaba las cosas, o que solo deseaba su cuerpo… era tal vez algo tonto, pero era lo que sentía, y por ello cada que sus besos se profundizaban como en ése momento, él se alejaba evadiendo la mirada del otro y mordiendo inconscientemente su labio…
Lo deseaba…
Incluso mucho más que aquélla primera y única vez… porque ahora era diferente, porque no había sido algo impulsivo y lleno de dudas y locas hormonas que habían volcado en aquella ocasión cada uno de sus sentidos llevándolo a tomar a su novio sin que entonces hubiera podido explicarse a sí mismo lo que había hecho… más toda era diferente ahora, lo amaba y estaba seguro de ello… pero tenía tanto miedo de llegar a lastimarlo…
- ¿Yang?... – Choi sintió un vuelco en el estómago cuando su novio se separó del beso justo cuando él comenzaba a sentirlo más delicioso…
Y no pudo evitar sumirse en sus pensamientos cuando le vio apartarle la mirada y quedarse en silencio…. No pudo evitar formularse aquéllas dudas que le dejaron una sensación de vacío y tristeza que le arrebató así de fácil esa inmensa felicidad que le había cobijado entre los brazos del gemelo Park y el dulzor de sus labios…
¿Era acaso que ya no le gustaban sus besos?
¿Ya no le encontraba ni un poco atractivo?
¿No le deseaba?
¿Se comenzaba a acabar el amor?
¿Por qué cada vez que parece que sus besos y tiernas caricias comienzan a tornarse confiadas, Yang se separa dejándole con aquella revolución de hormonas y sensaciones?
¿Era eso causa de los cambios de humor por su embarazo, o sería que de verdad las cosas comenzarían a cambiar demasiado pronto con su novio?
Quería respuestas, las necesitaba, pero tenía tan poco valor de hablar ahora que ese nudo se había formado en su garganta impidiéndole siquiera respirar bien… que solo consiguió un sonido gutural parecido a un sollozo ahogado que sobresaltó al gemelo Park instándole a mirarle de inmediato con el semblante angustiado…
- ¿qué pasa? ¿te duele algo?... – Su-Chun no podía hacer otra cosa que mirarle el cuerpo tratando de encontrar algún indicio de dolor físico, pero solo se encontraba con esa mirada llorosa y esos labios apretados conteniendo el llanto… - MinHwan, por favor, dime qué te pasa, no me asustes así mi amor…
- idiota… - fue el único murmullo que salió de los labios temblorosos de Choi…
- ¿MinHwan?... – murmura a su vez, no entendiendo el porqué esa vez de que su novio le llame idiota…
- porqué no me besas más, porqué no me has vuelto a acariciar con deseo desde la primera vez que estuvimos juntos… ¿es que ya no te gusto? ¿estoy gordo? ¿ya no me deseas?... – suelta con ansiedad, lágrimas genuinas resbalando por sus mejillas, sollozando entre palabras…
El gemelo Park se le queda viendo unos segundos antes de lograr comprender con claridad todo lo que su novio ha dicho… frunce el ceño y se patea mentalmente por haberse permitido que su novio pensara aquello…
- te deseo muchísimo… - asegura de inmediato, llevando sus manos a la cintura del menor de los dos… - pero tengo miedo de hacerte daño… - murmura con ternura al tiempo que deposita un corto beso en sus labios…
- porqué habrías de hacerme daño, tonto… - gimotea sonriendo suavemente, bastante aliviado de escucharle decir esas palabras…
- no sé, yo… simplemente tengo miedo, MinHwan; pero no dudes de mi amor por ti, no pienses que no te deseo, ¡dioses! MinHwan, si me aparto es porque siento cómo me quema el cuerpo ansioso de tenerte otra vez… - sonrojado, recuerda aquella primera vez y evade la mirada al tiempo que susurra… - de hacerlo bien ahora…
- entonces hazlo, Yang… - enmarca el rostro de su novio instándole a mirarlo de nueva cuenta, le sonríe suavemente y se acerca para besarlo despacio, lento, con la parsimonia de la dulzura que solo entre ellos puede haber… - hazme el amor, y no temas hacerme daño… - agrega apenas ve que el gemelo Park abre la boca listo para replicar… - créeme, si es porque estoy embarazado está bien, los chequeos han estado bien para nuestros bebés y yo también gozo de perfecta salud, nos prohibirán actividad sexual hasta que haya alcanzado el octavo mes de embarazo y la cuarentena después del parto, pero… - se muerde el labio al darse cuenta de todo lo que acaba de decir y que deja un poco más claro la ansia que siente por ser acariciado, desnudado y amado por su novio…
- sé todo eso, MinHwan… - rodea su cuerpo acercándole más al suyo, cuidando de no apretarle la tripa… - pero igual tenía miedo…. Tenía miedo de que pensaras que solo quería ESO contigo, que… - un beso más entregado por Choi…
- sólo ámame, yo te lo estoy pidiendo, yo quiero que hagamos el amor, Yang… - entre palabras, besaba cortamente los labios de su novio…
Su-Chun se dio otro golpe mental al notar lo tonto que había sido estando evitando lo que obviamente ambos querían compartir… y ni él mismo entendía la fuente de su miedo de hacerle daño… quizá la sensación inconsciente de culpa por haber empezado realmente mal esa relación y el temor de equivocarse… y es que era como si no fuera fácil diluir los miedos de cometer un error sin ser consciente de ello…. Pero ahí estaba MinHwan, diluyendo con su propia seguridad los hilos que le retenían impidiéndole ser solo él y dejar atrás cualquier temor…
- Te Amo… - y ya solo puede murmurar contra los labios de su novio esas dos hermosas palabras que se han quedado grabadas en el corazón de ambos con la fuerza de la dulzura y el sabor de sus miradas…
Entre besos tiernos y sonrisas nerviosas, le recuesta sobre la cama no dejando nunca de lado el cuidado con el vientre abultado de MinHwan, acariciándoselo con devoción mientras continua disfrutando de su boca y se abandona a las sensaciones que el momento va dejando caer sobre el ambiente…
Choi se deja hacer y sonríe contra los labios de Yang cuando acaricia su costado generándole cosquillas, peo no dejando de perderse en la suavidad y el cariño de esa boca que no le abandona y le regala esas miles de sensaciones que se dispersan por su cuerpo… suspira como extrañaba hacerlo cuando por fin Su-Chun comienza a desvestirle, levantando lentamente su holgada playera (por aquello de la tripa), bajando hasta su vientre y besándolo con calma, subiendo casi furtivamente dejando un caminito de cortos besos que van alterando un poco la respiración de su novio, tiñendo sus mejillas de rubor y sacándole esos suspiritos de esos labios entreabiertos que ya quiere volver a besar…
Cuando ya la playera está a la altura de su pecho, Yang lo ayuda a incorporarse para sacársela por sobre la cabeza, desordenando sus cabellos y viéndolo más adorable no evitando entonces robarle un profundo beso que sacudió los sentidos de ambos.
- en verdad Te Amo demasiado MinHwan… - desliza sus labios por las mejillas de su novio, bajando casi con urgencia por su cuello, lamiendo gentilmente aquí y allá mientras va marcando casi como si fuera la primera vez cada palmo de piel en su camino…
- ahh, Yang… Te, mhh, Amo también… - el menor de los dos cierra los ojos, mordiendo ligeramente su labio mientras busca grabarse en su memoria cada uno de esos besos y esas caricias que iban siendo depositadas con cariño por su cuerpo… - ¡Yang!... – gimiendo su nombre algo fuerte cuando el gemelo Park le muerde un pezón, consiguiendo también que arqueé su espalda un poco…
- lo siento… - sonríe con algo de culpa y sube para besar sus labios con tibieza, descendiendo nuevamente hasta su pecho, solo lamiendo y chupando suavemente sus pezones, dejándolos húmedos y sensibles…
Siguiendo su camino cuesta abajo, deteniéndose en ése abultado vientre que le recuerda lo hermoso que es ser padre biológico y esperar esas gemelitas que serán sus princesas y que casi querrá poner dentro de una burbuja de cristal para protegerlas de todo lo que les pueda llegara a lastimar… vale, ser padre primerizo lleva a pensamientos sobreprotectores como aquél…
MinHwan jadea cada segundo más excitado, revolviendo sus piernas algo ansioso al sentir cómo su entrepierna comienza a despertar todavía entre sus ropas; su novio al notarlo, sonríe algo divertido y sin decir nada pero con un brillo lascivo en su mirada, desciende hasta ése lugar, depositando un beso sobre su erección semidespierta por encima del pantalón…
- aahhh… - ganándose ese ronco gemido que sale de boca de Choi… quien todavía sumido en el mar de sensaciones, se deja hacer sin siquiera atreverse a abrir los ojos y mirar lo que su novio pervertido hace…
Sí, eso tal vez lo había heredado de su padre, quedaba más que claro de quién provenían los genes pervertidos… con la forma en que Yoochun siempre parecía comerse a Junsu con la mirada…
Yang llevó sus manos a la pretina del pantalón, jugando con el elástico mientras los iba bajando despacio, casi como si quisiera torturar a MinHwan en espera de caricias directas sobre su entrepierna… y casi rió fuerte al ver cómo su novio revolvía un poco más las piernas y gemía más alto casi suplicando que lo tocara ya… pero en ése juego erótico, él mismo iba encendiéndose a tal punto que sintió cómo su ropa le lastimaba su propio miembro erecto… tocar y tener así a su novio le excitaba…
Así que algo ansioso, terminó por retirar los pantalones y casi al instante la ropa interior, llevando su lengua con urgencia a la entrepierna de Choi, preocupándose un poco al verle arquear profusamente la espalda… aquello podría ser malo para sus bebés… por lo que procuró distraerle con otras caricias que le mantuvieran más relajado… pero el tacto en su vientre no era tan placentero como esa boca que comenzaba a engullir su erección, por lo que MinHwan volvió a arquear la espalda y gemir el nombre de su novio…
- ¿seguro que no te hace daño?... – el gemelo Park se incorpora y sube a labios de su novio dejándole un corto beso mientras espera que su novio entienda la intención de su pregunta…
- descuida, ahh… - respirando agitado por todavía sentir aquellas olas de placer corriendo por su columna vertebral, MinHwan hizo lo posible por concentrarse en responder… - estoy bien, nuestras bebés están bien, no estoy haciendo movimientos rudos, así que no pasa nada… - acaricia la mejilla de Su-Chun y le besa otra vez… sintiendo entonces cómo es ahora una mano de su novio la que viaja a su erección masajeándola despacio…
- tócame, MinHwan… - susurra dejando que su aliento golpeé los labios de su novio, acariciando algo más rápido la erección del menor de los dos…
- ahh… Te Amo… mmhhh… - su mano busca automáticamente las caderas de su novio, desabrochando sus pantalones y filtrando su mano en al ropa interior, hasta rozar aquel trozo de carne que ya se siente caliente y duro, apresándolo y comenzando a mover su mano de arriba abajo…
Más cuando sienten que se correrán demasiado pronto, paran y apartan sus manos, dejándolas entonces viajar por el cuerpo del otro, pero MinHwan encuentra resistencia en la ropa de Yang, pues aún está vestido, y con un tierno puchero le pide que se deshaga de sus molestas prendas que no le dejan sentirle piel a piel… el gemelo Park sonrió divertido y se puso de pie, sacándose con movimientos sensuales (mismos que cualquiera diría heredó de su umma) cada prenda dejándola caer al piso, para luego, una vez completamente desnudo, volver a lado de su novio, posicionarse sobre su cuerpo con gentileza y retomar besos y caricias…
Instantes después, Choi toma una de sus manos y la lleva a su boca, atrapando tres de sus dedos que humedece con pasión y las mejillas a tope de carmesí, tanto por la excitación, como por el amor y la vergüenza…
- te ves adorable… - Su-Chun susurra y desliza el dorso de su mano por una de sus mejillas…
- tonto… - atina a decir a la vez que libera su mano y observa como va hasta su entrada, cierra los ojos y jadea bajito al sentir como un dedo roza su intimidad sin llegar a penetrarle aún… - Yang, por favor, hazlo… - y es que es demasiada su necesidad de sentirle, de ser uno…
De hacer el amor por primera vez… aunque sea la segunda ocasión en la intimidad…
El gemelo Park desciende sobre su cuerpo con dulces besos hasta llegar a su erección, depositando un casto beso en la punta y casi sintiendo las vibraciones que dejó sobre ella, pero continúa su camino, llegando hasta la entrada de Choi, dejando que su lengua sea la que llene de humedad la superficie de esa cavidad que en unos momentos más habrá de preparar para unirse con su novio…
- ahh, Yang… - suspira y cierra los ojos muerto de vergüenza y excitación con aquél acto tan erótico por parte de su novio… sintiéndose desfallecer por esa lengua atrevida que presiona su entrada esperando profanar su intimidad…
Después de un rato, por fin siente ese primer intruso atravesar su estrechez ingresando lentamente en su pasaje, sintiendo algo de incomodidad y dolor en el acto… pero la boca de Su-Chun vuelve a tomar la suya y le distrae lo suficiente para ignorar esas molestias mientras el segundo es agregado y él muerde inconscientemente el labio de su novio pues aún se besaban… pero Yang no dice nada aunque gime mezcla de dolor y excitación ante su movimiento… y más tarde el tercer dedo se encuentra danzando con los otros dos haciendo círculos en aquella estrecha cavidad que se ha dilatado favorablemente, pero que sabe, aún duele a su novio…
- hazlo ya, por favor, Yang… - porque no quiere esperar más, solo quiere sentirlo… y es él mismo quien le obliga a apartar la mano y que esos tres dedos salgan algo bruscamente de su interior…
Su-Chun hubiera querido negarse, pero veía en la mirada de MinHwan que le necesitaba… así que se acomodó mejor entre sus piernas y se perfiló para comenzar con la penetración, gimiendo ronco al sentir cómo le rodeaban las cálidas paredes del menor de los dos, descansando sus manos en el colchón a los costados de su cintura, empujando delicadamente sus caderas hasta sentir ese punto tope de la entrada de su novio… volviendo a besarle mientras aguardan por lo menos un poco para comenzar a moverse, llevando también una de sus manos a la erección de MinHwan y masajeando muy lentamente solo con la intención de distraerle y causarle un poco de placer que compense por lo menos un poco el dolor de las primeras embestidas…
Esas que comienzan con un ritmo suave y casi temeroso… porque lo que menos quiere es lastimarlo aunque no sea con intención alguna de por medio… pero no mucho después los gemidos de su novio se hacen más roncos y placenteros, por lo que él sabe que el dolor ha pasado, y que puede aumentar la velocidad y profundidad de sus estocadas… de perderse en esa sensación delirante de las paredes de MinHwan comprimiendo su erección conforme entra y sale, dejando también su humedad en cada roce… acercándolos cada vez más al éxtasis… al orgasmo, a ese calor quemante que se concentra en el bajo vientre y les hace cerrar los ojos y gemir más alto todavía, a ése tensar de músculos que les anuncia el final cuando sus esencias se derraman y los espasmos del mayor de los placeres les corre de pies a cabeza…
- no te defraudaré nunca más, MinHwan… - susurra el gemelo Park al momento de salir despacio de su interior, sintiendo todavía la semilla de su novio en su torso, respirando aún algo agitado…
- lo sé… - y es que sabe que ahora no puede más que confiar en el amor de su novio… en saber que si no le amara, no estaría ahí a su lado, que no se mostraría feliz y ansioso, y preocupado, por el nacimiento de sus niñas…
Y es que sí, eran jóvenes y aún tenían todo un mundo por conocer de ellos mismos, mientras a la vez se esfuerzan por ser los mejores padres posibles…
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Antro Mirotic
Oficina de Gerencia
Yoochun estaba concentrado en revisar las nuevas propuestas de grupos juveniles que fueran una atractiva opción para que el negocio siguiera siendo el número uno de la zona en la capital, con ese renombre nacional que le volvía un lugar de primera en que divertirse cada noche…
Pero no esperaba aquélla visita…
- se puede saber que andas haciendo tú por acá… - el pelinegro miró con un dejo de molestia y preocupación al moreno, quien algo cansado se sentó en el sofá de cuero de la oficina…
- ni me mires así, Yoochun, que no vengo solo ni me escapé de Jaejoong… - Yunho se acarició la tripa… en realidad que cada día parecía que iba pesando más, que ya le mataba el dolor de espalda…
- ya, ¿y entonces?...
- Sun Ho está afuera viendo los instrumentos de música, seguro te compra una guitarra eléctrica nueva luego en tu Tienda, se le ha metido entre ceja y ceja, con todo eso de que So Man le sigue insistiendo en que podría formar su propia banda de rock… - notó que su amigo le miraba como diciendo
- como qué… - el ratón enarcó una ceja, no era común ver al moreno comportándose nervioso y avergonzado… era… demasiado uke en él ser así…
- sabes que amo a Jaejoong ¿no?... – comenzó…
- desde prácticamente aquella extraña confesión que hiciste revelándomelo en los baños de la empresa, lo recuerdo bien, sí… - (como olvidarlo, si por aquellos días él comenzaba a descubrir sus propios sentimientos por Junsu)
- y que he sido completamente feliz con él todos estos años, incluyendo aquellos en los que solo éramos los mejores amigos… - el moreno jugando con el borde de su camisa… lo que por cierto le parecía demasiado, demasiado uke al pelinegro…
- sí… - comenzando a impacientarse…
- y que tener a nuestros trillizos fue la dicha más grande del mundo a pesar de los problemas que pasamos por culpa de los Dioses del Olimpo, bueno, no todos, ya sabes, Afrodita, Hera y los demás…
- al grano, Yunho… - y es que, aparte de que tenía aún demasiadas cosas por hacer ahí, le había prometido a su delfín travieso llegar temprano y llevarlo a un bonito lugar para pasar la noche juntos… oh sí, lo que significaba tener energía y ánimos de hacerle el amor toda la noche, con lo candente que anda su delfín…
- sé que Jaejoong aún necesita algo para ser completamente feliz, y quiero que me ayudes a eso…
- no entiendo… - el pelinegro parpadeó confundido… - qué podría hacerle falta a Jae para estar más que embobado y feliz contigo, Yunho…
- voy a proponerle matrimonio…
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Residencia JunYong
JunHo y Ji Yong estaban planeando ya las remodelaciones que habría que hacerle a la casa ahora que faltaban poco más de dos meses para el nacimiento de sus princesas…
- pero todo rosa se va a ver muy… uniforme… - argumentaba el chico raro, mientras seguían viendo colores de pintura en aquél catálogo que el gemelo llevara después de volver del trabajo…
- pero son niñas, y ya sabes, el rosa es para las nenas… - se defendía a su vez el gemelo, frunciendo el ceño, que la paciencia no es justamente lo suyo, no por nada ha sido conocido siempre por su impulsividad… si ya hasta había mandado a comprar algunas cubetas de pintura y muebles para la próxima habitación de sus niñas…
- sí, JunHo, pero me refiero a que podemos hacer combinaciones de colores para que no se vea tan… rosa… - sonrisa del chico raro… de esas que con los años no han perdido la inocencia y calidez que hacen que cosquillas se aparezcan en el estómago de su pareja…
- vale, vale… tú te encargas de eso… - dejó el catálogo a un lado, frunciendo el ceño y sintiendo que su pareja no gustaba de sus ideas…
- hey, qué no se supone que aquí el de los cambios de humor soy yo… - Ji Yong sonrió divertido ante la actitud de su pareja…
- pues sí, pero… de todo lo que he propuesto para la habitación de nuestras niñas me has puesto peros, Ji Yong…
- lo siento, no es que no me guste lo que quieres, solo digo que no hay porqué hacerlo tan estereotipado con todo rosa…
- ya sé, ya sé… - y para qué negarlo, cada día que pasaba sus conversaciones eran más del tipo, porque discutían y casi se enojaban como un par de esposos… sí, sí, esposos de verdad, casi podría decir que hasta éste segundo embarazo, ellos habían sido más como esos novios que han decidido vivir juntos, sin demasiadas peleas ni sensaciones rutinarias…
Y le gustaba… de pronto parecía casi bello poder casarse…
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Residencia KoMin
Kohei observaba casi como idiota cada movimiento de ChangMin mientras se colocaba el pijama… y de pronto le parecía casi un sueño tener tanta suerte como para tener la dicha de estar con el hombre que ama, de haber tenido un hijo biológico a su lado y de esperar una segunda ocasión la misma felicidad… a esa pequeña que se desarrollaba en el vientre de su novio…
Y pensar de pronto en el menor con aquella palabra de por medio le hizo sentir algo extraño… porque no era del todo común que dos personas que se aman vivan durante tantos años siendo solo novios y hasta con hijos de por medio… ok con la unión libre y demás… con el hecho de ser una pareja gay, pero…
A pesar de todo, sería perfecto si ellos pudiesen tener algo más… espiritual…
- Kohei, en qué piensas… - el menor le toma el rostro sacándolo de sus pensamientos… - llevo rato hablándote y tú en tu mundo, en quién pensabas eh… - enarca una ceja, celoso de solo pensar que pudiera estar pensando en alguien más que no fuese él…
- en el único que me roba el sueño, el aliento y la cordura, en ti Minnie… - sonríe divertido por ese tono celoso con que últimamente le hablaba… y es que las hormonas le ponían un poco así… cuestión aparte de que siempre desde que comenzaran su relación, ChangMin se ha mostrado algo reacio a imaginar siquiera que pudiera tener a alguien más en sus pensamientos…
- ya, y qué estabas pensando… - sus manos rodeando la cintura del japonés…
- lo feliz que soy… ¿eres feliz conmigo Minnie?...
- ¿eh? Claro que lo soy, muy feliz Kohei… - y es que lo único que podría faltar para que su relación fuera perfecta, era que se casaran… - Te Amo…
- también yo, Minnie, muchísimo… - y solo puede fundir sus labios en un beso dulce y tranquilo… mientras ambos piensan en algo en común que por alguna razón, no se atreven a compartir con el otro…
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Residencia YunJae-YooSu
Habitación del YunJae
- a dónde dices que te metiste toda la tarde, Yunnie… - el pelioscuro estaba seguro de que el moreno le ocultaba algo, si no lo conociera tanto…
- fui con Yoochun al antro, quería ver cómo iban las cosas por allá, luego me pasé al Súper por algunas cosas, y de paso acompañé a Sun Ho a comprarle un regalo a Shen Nan, hubieras visto lo emocionado que estaba comprándole un dije con un corazón de dos piezas… - relató el moreno mientras terminaba de apartar las cobijas de la cama, listo para una larga noche de sueño, que la espalda no le dejaba en paz y ya solo podía pensar en descansar largo y tendido…
- ¿nada más?... – Jaejoong miraba la expresión de su pareja, esperando ver algo, una sola evidencia en su rostro o su mirada de la que engancharse para sacarle la verdad al moreno…
- sí, y tuve más que suficiente, en serio Boo, cómo le hacías cuando esperabas a los trillizos, si yo con gemelos ya siento que me destrozo la espalda por el peso del vientre… - pero eso bastó para que el pelioscuro olvidara por el momento la necesidad de saber qué le ocultaba su pareja…
- en realidad, ya sabes, era mucho de guardar reposo, posturas adecuadas y… amor por ti y ellos Yunnie… - sonríe y se acerca al otro para abrazarlo dulcemente… casi se sentía de verdad ahora el seme de la relación… - voy a acomodar los almohadones para ti… - le besa suavemente y hace lo prometido, dejando las acojinadas almohadas un poco más elevadas; con todo y que él también estaba embarazado, llevar solo un pequeño en su vientre era realmente fácil si pensaba en lo que fue cargar con los trillizos… - listo, ahora, a dormir…
- Te Amo, JaeBoo, mucho más de lo que nunca podré expresarte o demostrarte… - se acuestan e inmediatamente buscan el mayor contacto posible que sus vientres abultados les permite, entrelazando sus manos y regalándose unos cuantos ricos besos antes de entregarse a los brazos de Morfeo…
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Algún lugar de Seúl…
2:38 a.m.
- Chunnie, ¿tan pronto te has cansado?... – el delfín acaricia el pecho desnudo del pelinegro, mientras éste intenta recuperar un poco de aire después de haber tenido el tercer orgasmo en lo que va de la noche… y su querido novio casi fresco como una lechuga, apenas sudado, pero claramente ganoso todavía…
- Su, solo un poco sí, necesito recuperarme antes de otro round, baby… - aquella mano seguía acariciando su pecho, jugando incluso en sus pezones, pellizcándolos suavemente… - ahh, Su… - y claro que lo disfrutaba, pero estaba seguro de que como su pareja quisiera que se lo hiciera en todas las de la ley en ese instante… él no podría responderle…
- sabes qué Chunnie… - sonrisa juguetona… - yo creo que deberías ir al súper…
- para qué… - ni que ocuparan preservativos… o… - ¿te ha nacido algún antojo?... – aquella mano de su pareja bajando lentamente hasta tomar con calma su, aún, dormido miembro…
- no ratoncito pervertido, me parece que vamos a tener que comprarte uno de esos productos que anuncian en la tele… - sonrió con un gesto de inocencia que en ése momento le embobó un segundo al pelinegro… hasta que…
- ¡qué cosa! Oye Junsu ah, solo necesito que esperes unos minutitos, no es que no pueda… - algo indignado, el pelinegro incluso se sentó en el colchón, mirando con ofensa a su pareja, quien por el contrario estaba muerto de la risa acostado a su lado, tocándose apenas su tripa…
- ay Chunnie… no seas tonto, yo me refiero a esos productos que dicen “no son para el que no puede, sino para el que quiere más”… - el castaño oscuro hizo una voz ronca mientras que su ratón le miraba estupefacto…
- qué cochinadas andas viendo Junsu ah…
- no son cochinadas, ratón pervertido… y como veo que no me puedes seguir el ritmo…
- ¡momento delfín travieso! ¿Cómo está eso de que no te sigo el ritmo?
- pues no estás ahí queriendo que te espere unos minutos, yo ya estoy a tono Chunnie… - el delfín lleva su mano a su erección, a pesar de que el vientre le impide un poco la acción pero consiguiendo que el pelinegro se de cuenta de que efectivamente, ya estaba excitado…
- pero… - se mordió el labio al ver cómo Junsu comenzaba a masturbarse sin apartarle la mirada, todavía acostado, con las mejillas ruborizadas pero ese brillo lascivo en sus pupilas marrón… - ¡Diablos! Junsu, quién es ahora el pervertido, ah… - la risa chillona de su pareja haciéndole sonreír también… - no me quites mi actividad favorita, baby…. – su mano yendo a ese trozo de carne que caliente y duro vibra contra su tacto…
- mhh, ahh, Chunnie… - comienza a gemir sin tapujo alguno…
- voy a demostrarte que tu ratón pervertido no necesita ningún producto de nada… - asegura antes de lanzarse a los labios de su pareja devorándolos con un beso apasionado, procurando como siempre, no apretarle el vientre…
Y por un segundo pasa por su mente la conversación que tuviera hace unas horas con Yunho… específicamente con esa palabra que parecía irse clavando más y más en sus pensamientos…
Matrimonio…
Continuará……
CAPÍTULO 17. DE SORPRESAS Y LÁGRIMAS… (Parte 2)
*****
Clínica Central…
Con todo y que Yoochun ya no tenía que aguantar al YunJae queriendo que hiciera todo por ellos… ahora estaba ése Yunho que cada tanto se pasaba por la oficina o lo interrumpía en la ducha (incluso cuando se lo estaba montando con Junsu la mañana de ayer, momento vergonzoso y que casi hizo que se le pasara la calentura), o cuando iba al Antro o… bueno, para más fácil, que parecía que se la pasaba pegado a él… y, omitiendo el hecho de que Jaejoong lo atravesaba con la mirada seguro haciéndose ideas absurdas, le comenzaba a poner de los nervios porque el tema comenzaba a ser más que común. Inquietante…
Matrimonio… matrimonio… matrimonio…
Una y mil ideas que ha venido teniendo el moreno y que le comparte al pelinegro esperando su opinión, que si no es demasiado cursi, romántico, trivial, poco original… que si puede ayudarle con lo de los anillos, que le acompañe a investigar al registro civil y a un montón de partes todo lo que legalmente puede hacer para contraer matrimonio con alguien de su mismo sexo… que si la ceremonia religiosa, algo más espiritual, los lugares que ha pensado… y un largo etcétera que Yoochun casi prefiere olvidar porque le han levantado incluso dolores de cabeza… porque además del bla bla bla que le ha dado Yunho con el tema…
Siente de alguna manera que apenas Junsu vea que el YunJae se casa, él también querrá boda…
Y no es que no se quiera casar, es decir, vamos, lleva casi 20 años viviendo con Junsu como pareja, tienen unos gemelos y esperan otros para dentro de unos pocos meses… dos escasos meses que casi siente se le irán como agua entre los dedos… pero… ¡casarse! Casi le sonaba a como que es algo que no le corresponde porque no fue su idea… vamos, que sentía que hacerlo era casi como una obligación ahora que el YunJae dará el primer paso…
- ¿Chunnie?... – la voz de su pareja le saca de sus cavilaciones, mientras estaban los dos en la sala de espera aguardando por su turno para entrar a la consulta para el chequeo mensual del embarazo… - ¿estás bien? Hace días que te noto peculiarmente pensativo… - cuestiona con dulzura, jugando con los dedos de su mano esperando no tenerle tan cansado con esa actividad sexual tan… activa… que han mantenido…
- estoy bien Su… - sonríe pero teme que su expresión y el brillo de su mirada en nada ha ayudado a que su pareja le crea… - un poco cansado nada más, pero nada de lo que tengas que preocuparte…
El castaño oscuro se muerde el labio y se sonroja, sintiéndose ahora apenado y culpable por el estado de su novio… que sí, sabe que hacer el amor es algo que ambos adoran hacer, pero vamos, que hasta él es consciente de que tal como han estado en los últimos meses… es para dejar muerto a cualquiera… si tan solo se pudiera controlar un poco y no provocarle para hacerlo dos o tres veces cada día… es decir, considerando el hecho de que el pelinegro pasa gran parte del tiempo en el trabajo, a saber que solo por las noches se disfrutan plenamente… o cuando Yoochun se salta algunas responsabilidades que sabe puede recuperar después y termina llevándolo a algún lugar donde poder estar a solas… o las duchas matutinas compartidas (como esa en la que Yunho les interrumpió y casi se muere de vergüenza)… y mejor parar de recordar, que tal como ha estado en esos meses, seguro se le antoja montárselo ahí mismito, y no es como que sea un exhibicionista tampoco… se sonrojó furiosamente al darse cuenta de la clase de pensamientos que estaba teniendo y optó por mirar a otro lado y preguntarse si aquello será solo por causa del embarazo, o si definitivamente su lado más pervertido acaba de salir a flote escudándose en la revolución hormonal de que es presa…
- no por nada me enamoré de mi ratoncito pervertido… - se dijo a sí mismo en voz baja, un murmullo que el pelinegro no alcanzó a comprender pero que sí le hizo volver la mirada a su novio, sonriendo dulcemente al verle todo sonrojado y con esa expresión que él sabe perfectamente, es reflejo de alguna preocupación para la que no debe haber cabida…
- hey, delfín travieso, todo está bien, ¿de acuerdo?... – le toma el mentón y le obliga a mirarle, dejando un dulce beso en sus labios justo cuando les llaman a la consulta…
Junsu atina a asentir y dejarse ayudar por Yoochun para ponerse en pie y entrar al consultorio, en tanto que Yunho y Jaejoong salen contentos porque todo marcha muy bien con sus propios embarazos…
- oh, Yoochun… - el moreno le habla antes de que el YooSu entre en la consulta… - cuando te hayas desocupado, necesito hablar contigo así que te esperaré en casa… - informó, no fue ni siquiera que le preguntara si es que podía darle tiempo… y claro, el pelinegro no estaba por los términos de ponerse a discutir con Yunho, no cuando está embarazado, y menos sabiendo cuál será el tema a tratar…
- ok… - dice con simpleza y entra a la consulta sin reparar en ese Jaejoong que le fulmina con la mirada ni ése Junsu que le mira con el ceño fruncido… y es que a ninguno de ellos dos le estaba gustando nadita tanto secreteo y camaradería entre sus respectivas parejas… y cuando ya el YooSu ha desaparecido tras la puerta…
- se puede saber qué tanto te traes tú con Yoochun… - cuestiona con cara de pocos amigos el pelioscuro, caminando enfurruñado hasta donde Sun Ho y Jade ya les esperan para llevarlos a casa…
- nada en especial, JaeBoo, no te me vengas a poner celoso ahora y empezar a hacerte ideas por demás absurdas, sabes bien que Te Amo, que te he sido y seré fiel hasta el final… - aseguró con tranquilidad, saludando con una sonrisa a sus dos trillizos…
¿todo bien con nuestros hermanitos?... – pregunta emocionada Neul, notando cierta seriedad en su umma que no le gusta, pero que presiente no es algo de lo que deba preocuparse de verdad… puede sentir que sus hermanitos en los vientres de sus padres están bien…
- de maravilla, he aumentado otro kilo en éste mes pero la Dra. dice que está bien y que siga consumiendo las vitaminas y los complementos recetados… - Yunho responde y sigue a sus hijos por el pasillo fuera de la Clínica…
Pero Jaejoong sigue serio y algo enfurruñado… sabía que el moreno no le mentía… pero de todas maneras le molestaba no saber qué era lo que su novio y el pelinegro se traían entre manos. Sun Ho caminaba a lado de él sin hablarle, conociéndole, era mejor simplemente esperar a que se le pasara un poco el malhumor, ya después les diría lo que le pasaba, o simplemente sonreiría y volvería a ser el mismo de siempre.
Por el YooSu no se preocupaban, Yoochun se podía hacer cargo perfectamente de Junsu, además ya les habían dicho que después de la consulta irían por ahí a caminar un poco y ver en una tienda para bebés algunas cosas que querían comprar para sus gemelos próximos a nacer.
………………………………
Luego de salir de la consulta, Junsu andaba serio y claramente molesto, Yoochun se sabía que era por causa de todo ese secreteo que se traía con Yunho… y es que el castaño le ha preguntado ya varias ocasiones qué tanto habla con el moreno, pero su ratón le ha dicho una y otra vez que siente no poderle decir aún, que ha prometido guardar el secreto… y le pone de malas no saber algo, considerando el hecho de que ese tan guardado secreto le robe algo más del poco tiempo que tiene de su ratón…
- Susu ah, no estés molesto, te prometo que ya pronto lo sabrás… - Yoochun le tomó la mano mientras caminaban por esa tienda especializada en cosas para bebés…
- calla, no quiero hablar contigo ahora… - mirando hacia todos lados menos hacia su novio, el castaño tampoco hizo por soltarse del agarre, lo que le dejó saber al pelinegro que no estaba enojado de verdad, que solo se estaba dando su lugar como novio al que se le guarda un secreto que le pone un poco de los nervios…
- Te Amo… - susurró con dulzura en su oído para luego besarle la comisura de los labios y seguir viendo muebles y decorados para la nueva habitación de sus gemelos por nacer…
Junsu sonrió suavemente, pero de todas maneras se negó en dirigirle la mirada… sabía que estaba siendo algo tonto e infantil… pero él era así después de todo, y le alegraba mucho saber que con todo y eso, Yoochun le recordaba cada tanto que le amaba…
**************
Un día después…
Kohei Uchimura nunca se había sentido tan nervioso como en ése momento… y es que ni siquiera cuando le hubo pedido a ChangMin ser su novio hace ya cerca de 18 años… y había una peculiar diferencia en torno a la ocasión en que le diera la noticia de su embarazo y todo lo que tuvieron que pasar cuando Keisuke nació, todo eso era como un tema aparte… pero esto… esto le tenía realmente nervioso, algo preocupado y angustiado… y totalmente fuera de foco en la Universidad, no había día que no olvidara algo o se perdiera en sus pensamientos y su clase se fuera de volada sin avanzar realmente todo aquello que planeaba… cuando conseguía planear…
Las últimas dos semanas estaban dentro de esa famosa expresión “ser un infierno”…
Y no… no tenía que ver con que tuviera problemas de ningún tipo con su pareja, transcurrían las cosas con la normalidad esperada, sobre todo considerando que las hormonas siguen haciendo de las suyas en un Minnie que de repente está con el calor a tope, antojos superextraños en plena madrugada, cambios de humor que solo consiguen uno que otro puchero y algunas lágrimas que con besos y mimos el japonés se encarga de alejar… vamos, lo normal en un embarazo de 7 meses y avanzando…
No… el asunto era…
Que iba a pedirle matrimonio…
Y que no tenía ni la remota idea de cómo hacerlo de sorpresa, de manera romántica y original… entre otros detalles que le tenían con los nervios de punta y perdido en sus pensamientos…
Pero convencido de que todo vale la pena por poder completar su deseo a lado de su novio… y convertirle en su esposo…
Una sonrisa algo boba se curvó en labios de Kohei al pensar en ello… sonaba demasiado bien ser esposos… vale, que no era que ser novios por más de 15 años fuera menos, o que no se sintiera completamente feliz… era… era algo que simple y sencillamente llenaba todo ése concepto utópico quizá, de la plenitud… y descubrió que si era posible casarse legalmente con ChangMin, no había más motivos para dejarle solo en un sueño hasta hace unos meses imposible, ahora por fin tenía la oportunidad…
Por ir pensando en todo el asunto, Uchimura casi pasa de largo por esa Joyería en el centro de la ciudad a la que iba específicamente… sonrió y se dio un golpe en la frente por su distracción, regresó ese par de pasos que llevaba de más y entró en el local… había una pareja ahí y otras personas, la mayoría hombres, seguramente buscando el regalo perfecto para sus esposas, novias, o quizá una muy buena amiga, o pareja del tipo que sea…
- ¿puedo ayudarle?... – una señorita preguntó con amabilidad al acercarse a él…
- me gustaría ver alianzas de matrimonio, por favor… - solicitó educado… pero sintiendo cómo las manos parecían sudarle un poco más y se le hacía un nudo en la garganta… nunca imaginó cuán… diferente… era comprar un anillo del tipo…
- por aquí, por favor Señor… - sonriendo, la chica caminó hacia uno de los mostradores, había anillos de oro, oro blanco y otras incrustaciones preciosas en diversas formas, tamaños y grosores… - tiene alguna idea en particular acerca de lo que quiere, Señor…
- no… - susurró algo apenado…
- entiendo… - la chica sonrió dulcemente, luego comenzó a mostrarle algunos de los anillos más populares entre parejas que contraen matrimonio, el japonés permanecía muy atento a todo lo que le decía, imaginándose en el proceso, si se vería bien en la mano de su pareja…
*************
Esa misma noche, en casa del JunYong…
JunHo estaba como fiera enjaulada… y no, no era que estuviera esperando a Shen Nan después de alguna cita con Sun Ho, tampoco era que aún no llegara Hwan Ho-Yong o que hubiera hecho algo indebido, no… era que su querido Ji Yong aún no se aparecía de regreso de con su madre…
- son casi las 10, a dónde se pudo haber metido con su madre tanto rato… - dijo por enésima vez el gemelo, caminando de un lado a otro por la estancia, con el móvil en la mano y el teléfono fijo en el oído esperando a que le contestaran al otro lado de la línea, acababa de marcar a su novio…
- hola amor… - la voz melosa de Ji Yong se escuchó después del tercer pitido, se le escuchaba muy contento… pero eso no calmó los nervios ni la ansiedad del gemelo, pero apenas le escuchó guardó su móvil en el bolsillo de su pantalón…
- nada de “hola amor”, se puede saber dónde estás, es tarde y tú embarazado por la calle, dime dónde estás para ir por ti… - soltó de corrido sin darle importancia a esos balbuceos del otro lado que esperaban poder explicar o decir algo…
- no es como si anduviera solo, JunHo… - el chico raro endureció tan solo un poco su tono de voz… que tampoco le gustaba que se le hablara tan golpeado por más nervioso o preocupado que su pareja pueda estar… al menos era así desde el segundo trimestre, no tan amable y todo sonrisas como el gemelo estaba acostumbrado… - estuve con mis padres y ya voy para allá, así que cálmate quieres…
- ¡que me calme! Algo podría pasarte, ¿y cómo eso de que ya vienes? ¿con quién? ¿en taxi? Sabes que no me gusta que andes solo por ahí en tu estado…
- no estoy invalido…
- ya sé que no Ji Yong… - el gemelo se talló la sien con la mano libre… - pero entiéndeme, no me gusta la idea de que andes por ahí solo, estás embarazado, cualquier cosa podría pasarte, podrías necesitar algo… - suspiró… y eso fue suficiente para que el chico raro comprendiera que esa vez sí que se había pasado y que JunHo tenía razón…
- lo siento… estaba tan contento que no me di cuenta del tiempo, mis papás insistieron en acompañarme, y yo insistí en que no era necesario, pedí un taxi y les aseguré que te llamaría inmediatamente, pero entonces se me fue la mente en pensamientos acerca de nuestros bebés y todo lo que quiero para ellos, como me gustaría que terminara decorada la habitación y un montón de cosas más que ya solo quería compartir contigo…
- sigues siendo un poco despistado para tus cosas, Ji Yong… me aterra la idea de que algo pueda pasarte…
- está bien, lo siento… tranquilo, ya estoy por llegar, espérame en la entrada, ¿sí?...
JunHo ni siquiera contestó, colgó y ante la mirada aliviada destellando ahora un poco de diversión de sus gemelos, salió presuroso a la entrada, viendo llegar un taxi y corrió a abrirle la puerta a su pareja, besándole apenas estuvo fuera de pie a su lado… estrechándolo entre sus brazos con delicadeza pero aprehensión… solo feliz de saberlo sano y salvo, consciente de que discusiones como ésa han tenido pocas… pero que en adelante puede que aparezcan más, porque los dos han madurado bastante más y están a punto de convertirse en padres por segunda ocasión… pero les da incluso algo más de ansiedad que la primera…
- Te Amo, Ji Yong… - murmura contra sus labios… saliendo de su ensoñación hasta que el carraspeo del taxista les recuerda que no están solos… y que tiene que pagar… después de hacerlo vuelven dentro de la casa…
- de verdad lo siento, JunHo… - sus ojos se cristalizan apenas siente el calor de su hogar…
- está bien, también siento si soné muy duro, es solo que estaba preocupado… - le acaricia las mejillas con cariño… - no atendías tu móvil y cuando llamé a casa de tus padres, dijeron que acababas de salir…
- hay una zona después de la casa de mis padres donde la señal es pésima, jamás ignoraría una llamada tuya… - se acurruca en sus brazos… olvidándose ambos de que sus gemelos les observan en silencio sentados en uno de los sofá de la estancia con mirada tierna…
- ya, no sabía eso… ni siquiera sabía que ya tus padres se habían terminado de mudar… porqué no me invitaron a celebrar ¿eh?... – suaviza su expresión esperando que también el chico raro se relaje… el susto ya había pasado, estaban otra vez juntos…
- bueno, no es que se hubieran terminado de mudar ya, aún están terminando algunas cosas, pero ya ves como he estado últimamente, y yo insistí en ir, y… bueno, en mi estado nada se me niega… - sonrisa de niño culpable… - van a hacer una comida el fin de semana, esperan que tu hermano y los demás puedan ir…
- de acuerdo, habrá que organizarnos… - iban a darse un beso…
- uy que bonito, pero ya dejen de mimarse y dennos las buenas noches, que ya nos vamos a acostar… - interrumpieron los gemelos hablando al unísono…
- mis niños… - el chico raro sonrió ampliamente y fue hacia ellos sentándose en medio de los dos, abrazándolos y besándoles una mejilla… - cómo están mis nenes…
- ay umma, no somos niños… - se quejó Hwan, sonriendo contento porque sus padres no hubieran tenido una discusión importante, viendo una vez más que el amor es más fuerte…
- para mí van a serlo siempre… - más mimoso que de costumbre, el chico raro les apretó las mejillas como si fueran unos pequeños de dos años…
- ¡umma!... – respingaron los dos a la vez…
JunHo sonrió contento… su familia era perfecta… así lo era, y ver a su pareja sentado en medio de sus gemelos, con el vientre abultado donde sus dos nenas siguen creciendo, era la escena más hermosa que pudiera recordar justo en ése momento… y una vez más pasó por su mente la idea del matrimonio…
**************
A la mañana siguiente…
Residencia YunJae-YooSu
Yunho estaba muy guapo y perfumado listo para salir, una vez más, sin Jaejoong… y decir que estaba que trinaba de celos, nervios y molestia por la incertidumbre, era apenas la punta del iceberg del estado de ánimo del pelioscuro, que ni siquiera se dignó en salir de su habitación una vez que el moreno le dijera que saldría a desayunar con Yoochun, supuestamente por un nuevo contrato con una banda juvenil de rock que tocará unas noches en el antro.
Cosa que en alguna medida era cierta, pero que cubría la otra parte del motivo de esa reunión…
El secreto que guardaban y que tenía fuera de sus casillas al propio Junsu…
- delfín, ya te lo he explicado… - repitió por enésima vez desde que despertaran el pelinegro, queriendo acercarse a su pareja para despedirse como Dios manda con un tierno beso… pero el castaño simplemente se negaba, sacándole la vuelta y evadiéndolo por toda su habitación…
- ¡explicado! Pero si lo único que te has pasado diciéndome es que ya pronto me voy a enterar, y de qué se supone que me voy a enterar ¿ah? De que tú y Yunho se traen algo… - su voz comenzó a quebrarse y sus ojos a nublarse… - ¿me eng…?... – el pelinegro se apuró en abrazarlo y besar sus labios brevemente…
- ni siquiera lo pienses, Junsu ah, no… no… - resopló con frustración… - no es nada de esa tontería que pasó por tu mente, Te Amo, a ti y a nadie más, no he engañado nunca ni en pensamientos, y definitivamente, lo que tengo con Yunho es una relación como de hermanos, nada más… de verdad Susu ah, te vas a enterar pronto, pero entiéndeme, le prometí guardar el secreto…
- lo siento, yo… - se aferra a su pareja y esconde su rostro en su pecho… - perdón, sé que me amas, es solo que… esto de las hormonas, ya sabes, hace que uno piense tonterías…
- ¿ya me vas a dar mi beso de buenos días y hasta luego?... – cuestiona con una media sonrisa, apartándole para verle a esos ojos que el tiempo no ha opacado, porque brillan con esa misma intensidad e inocencia de siempre…
- ratón tonto, Te Amo… - topa sus labios con los del pelinegro y se deja abrazar con aquel cuidado que le hace sentir algo más amado y seguro… - no tardes demasiado, que es de nuestros últimos días en la intimidad… - le guiña el ojo… y Yoochun comprende que ésa noche… tampoco dormirá más de cinco horas corridas…
- creo que tanto tiempo a mi lado te volvió más pervertido, baby… - bromea y por fin salen juntos de la alcoba, contentos… listos para separarse unas horas hasta que el pelinegro vuelva de todos esos deberes que le han dejado ahora que es el único adulto plenamente capaz de andar para arriba y para abajo… es decir, el único no preñado…
- más te vale que me lo devuelvas completito y con ánimos, Yunho… - el delfín le dijo al moreno con una sonrisa, mientras se sienta en el sofá de la estancia y enciende el televisor… listo para aburrirse un rato mientras sus padres llegan de visita…
- descuida, ni te vas a dar cuenta de que tuvo que hacer unas cositas por mí… - el moreno se dejó conducir por Yoochun fuera de la casa… que el vientre pesaba bastante, tanto que hasta se ha llegado a preguntar si en verdad son solo dos seres los que lleva dentro…
- oigan, porqué hablan de mí como si fuera un objeto o algo por el estilo, eh… - el pelinegro sonrió estando ya en la puerta… Yunho solo le devolvió la sonrisa, mientras que Junsu le enseñó la lengua en un gesto meramente infantil. Una vez que abordaron el auto… - ¿Jae se molestó?
- sí… - suspiró… - pero espero que en cuanto tengamos todo listo y le pueda pedir matrimonio, se le pase…
- ya verás que sí…
**************
Hogar de Makino
La mujer estaba más que contenta con la visita de Yang, y es que le parecía como si tuviera más alegría en su casa desde la partida de su esposo… y aunque recordarle le ponía triste, seguía esperando que JaeWook recapacitara y se diera cuenta de que MinHwan sigue siendo un regalo divino para ellos… porque tenerlo no fue nada fácil… pero el amor que se tenían, que espera aún se tengan, lo había podido todo…
MinHwan estaba con Yang en la estancia viendo más de esos regalos que les hacían llegar los parientes y amigos del gemelo Park, y es que ya todos sus conocidos habían comenzado a enviarles ropita y curiosidades para sus gemelas… eso significaba regalos de los Sres. Kim, padres de Junsu y JunHo; y Jaejoong, así como los Sres. Park, los Sres. Jung, los Sres. Shim, los Uchimura, los Lee; por supuesto sus padres, tíos y hasta su hermana y primos… lo interesante, eran solo el principio de la tanda de obsequios por venir…
- son tan pequeñitas… - Choi se refirió a las prendas, emocionado y algo ansioso, pero sobre todo nervioso, de la llegada del gran momento del nacimiento de sus niñas…
- y hermosas, se van a ver preciosas con sus ropitas… - Su-Chun iba observando también la cantidad de mamelucos y demás conjuntitos en colores pastel, predominando los tonos en rosa… - creo que no hacía falta que nosotros también nos pusiéramos a comprar ropita… - un golpe suave en su hombro… - ¡auch! Porqué me pegas…
- esas cosas no se dicen, Yang… - respondió con una sonrisa mientras negaba con la cabeza la actitud de su novio…
Makino les observaba desde la cocina… era extraño, pero cuando les veía así de contentos, de enamorados, ella prefería mantenerse al margen… como si temiera romper la burbuja de felicidad con que se rodeaban…
Pero de pronto MinHwan sintió un agudo dolor en su vientre y se dobló involuntariamente llevando sus manso a su tripa… asustando a Yang y a Makino, que se apresuró hacia los muchachos…
- MinHwan, ¿qué te duele?... – tal vez pregunta tonta, pero el gemelo Park estaba demasiado asustado… hasta el momento no había pasado nada que le pusiera en alerta en torno a la salud de su novio…
- mi… mi vientre… duele mucho Yang… - respondió como pudo, con la respiración faltándole y el vientre doliéndole horrores… era como si algo en su interior se desgarrara…
El gemelo Park no lo pensó dos veces, le cargó con cuidado y le pidió a Makino que los llevara al Hospital. Ella accedió de inmediato, colocando con prisas a Mason en la silla del asiento trasero y observando a Yang subir con MinHwan detrás también. Encendió el auto y salió de prisa rumbo a la Clínica. Su-Chun trataba de ayudar a MinHwan, de hablarle y darle ánimos, de tratar de que no se preocupara por la salud de sus gemelas, asegurándole que todo iba a estar bien. También se las ingenió para llamar a la Dra. Dasha e informarle de la situación.
Cuando llegaron a la Clínica ya la Dra. Dasha esperaba en la entrada con una camilla en la que recostaron a MinHwan llevándole de inmediato dentro… esos fueron los minutos más largos de toda su vida, porque Yang solo quería que la Dra. apareciera en la sala de espera y le dijera que todo era poco menos que un susto, pero que todo estaba bien con su novio y sus gemelas… se estrujó las manos, caminó de un lado a otro, llamó a su padre (decir nada a Junsu o al YunJae no iba a resultar bueno para sus propios embarazos) con lágrimas en los ojos y la voz quebrada, quiso… quiso tener otra vez aquel poder divino de cuando niño y simplemente hacer que MinHwan estuviera bien… pero aquello no iba a pasar…
Algún tiempo después…
- por ahora su novio se encuentra estable… - la Dra. Dasha volvió… pero su expresión no era exactamente de buena noticia… - sin embargo, dado que su embarazo no es exactamente normal, la peculiaridad del caso nos obliga a buscar una segunda opinión, necesitamos su permiso para compartir el caso del joven Choi con otros especialistas…
- JaeWook… - dijo de inmediato Makino… - Choi JaeWook es de los mejores en el ramo, si alguien debe saber lo que está pasando con mi hijo, quiero que sea él… - y sí, había una segunda intención de fondo… ver hasta dónde podía despreciar su aún esposo a su propio hijo…
- pero… - el gemelo Park volteó a mirar a la mujer… pero al ver en sus ojos seguridad y determinación, y consciente de que él no tiene mente para nada más que desear la estabilidad de su novio, asintió hacia la Dra. las palabras de Makino.
- bien, le contactaremos entonces… - dio la vuelta y se retiró a su consultorio, platicando en el camino con su asistente esperando poder dar de inmediato con el Dr. Choi.
Justo entonces llegó Yoochun claramente preocupado por la salud de MinHwan y la de su propio hijo…
- vine de inmediato, pero el tráfico está fatal… - le dijo al momento de abrazarlo y sentirle quebrarse entre sus brazos… después de todo, era apenas un joven convirtiéndose en adulto… - está bien, Yang, está bien… - acarició su espalda con cariño esperando simplemente a que desahogara el temor, la ansiedad, el estrés, la angustia…
- no quiero que nada les pase… - sollozó… - pero tampoco puedo hacer nada, solo esperar… y me siento mal appa, no sé… no sé si hice algo mal…
- hey, no digas eso, has estado cuidando bien de ellos… - le limpió las lágrimas con sus dedos… y más que nunca se dio cuenta de cuán parecido era a su delfín… - van a estar bien, ya verás… confía hijo…
Makino solo pudo observarles sentada en un cómodo sofá de la sala de espera, con Mason dormido entre sus brazos… y una extraña sensación de desazón en el estómago porque ya les habían confirmado que el Dr. Choi iba en camino…
Que atendería el caso…
Y eso también le asustaba…
Porque no estaba segura de qué debía esperar de esa visita de su esposo… no sabía lo que podría pasar, lo que deberían decirse o si es que debían siquiera hacerlo… era un manojo de nervios… esa era la expresión correcta…
Después de que Yang se quedara más tranquilo con Yoochun sentado a su lado brindándole su apoyo moral, no pasó demasiado tiempo para que el Dr. Choi pasara por el pasillo directo a la habitación en que MinHwan permanecía sin que se les permitiera aun verlo. Y Makino contuvo el aliento al verle pasar con el semblante serio y preocupado… de alguna manera, esa parecía buena señal… significaba que aún amaba a su hijo… que tal vez por fin comprendería que no había dejado de hacerlo…
Que quizá ahí estaba la segunda oportunidad para su familia…
Y Yang simplemente se puso de pie para luego volver a sentarse cuando Yoochun le tomó por la muñeca instándole a hacerlo e indicándole que aún debían esperar, pero que si JaeWook estaba ahí las cosas solo podían ir mejor…
- eso espero… - susurró rezando internamente porque efectivamente así fuera… pero no podía sacar de su cabeza el hecho de que el Sr. Choi no les diera siquiera la oportunidad de abogar por el amor que se tienen…
………………………………….
Choi JaeWook sabía que no debía estar ahí… y no tenía que ver con que no quisiera ver a su hijo, o que aún sintiera aberración por la preferencia sexual de MinHwan… era que la culpa le estaba carcomiendo lentamente, era que en cuanto escuchara al teléfono que le pedían dar su opinión acerca del embarazo de su propio hijo que acababa de presentar una complicación que ponía en riesgo su vida y la de sus bebés… el alma se le había ido al piso y había tenido que sostenerse de un mueble para no caer el suelo de la impresión… se había preguntado inmediatamente si no sería su culpa, si su rechazo no habría terminado por pasar factura cobrando un precio demasiado alto…
Y supo… fue ahí donde se dio cuenta de que había fallado como padre… y como esposo… pero nada ganaba con lamentarse, y había tomado sus cosas partiendo de inmediato a la Clínica que le refirieran, esperando que la complicación que había mencionado la Dra. Dasha no fuera demasiado peligrosa y que bastara el tratamiento adecuado para llevar a buen término el embarazo…
Pero una vez que entró en la habitación donde MinHwan reposa… una lágrima resbaló impetuosa por su mejilla al verle tumbado en la camilla con ese abultado vientre cubierto por la bata que ya le habían colocado, así como esa máquina que conectada con isótopos a su tripa monitoreaba los signos vitales de los bebés… de la misma manera que eran monitoreados los de su hijo…
Y se quedó sin palabras que decir, no solo por el hecho de que MinHwan parecía ausente, sino porque simplemente no encontró nunca el valor de decir nada… se limitó entonces a leer el expediente y ordenar otros estudios que consideró necesarios para conocer con exactitud la situación…
Al final el diagnóstico era claro, aunque no encajara del todo con la normalidad esperada si se tratara de una mujer… Placenta Previa… y es que a pesar de contar con una especie de útero donde se albergan las bebés, la realidad era que no había un canal vaginal ni otros órganos femeninos que faciliten su labor en el tratamiento… empero, JaeWook sabía que sí o sí iba a ayudar a que su hijo llevara a buen término su embarazo, aunque debiera suplicar perdón para que se le permita llevar el control y tener contacto con él… espera que MinHwan no le quiera ver ahora ni en pintura…
- ¿las odias a ellas también?... – la voz de su hijo atrajo su atención mientras registraba los signos vitales al momento, había llegado la noche ya… JaeWook volvió su vista hacia él… - sé que me odias por no ser un hombre, pero ¿odias también a mis hijas?... – las lágrimas resbalando silenciosas por sus mejillas redondas…
- no… - su voz quebrada… - no las odio, MinHwan… y tampoco a ti… - su propio llanto desbordándose… - lo siento hijo, el único aquí que no se comportó como hombre soy yo, te fallé, le fallé a tu madre, y… ni siquiera tengo cara para decirte nada…
Silencio…
Ése que les permite darse cuenta de lo mucho que se necesitan, del fuerte lazo que les une, porque no se trata solo de sangre, de genes o un apellido… es amor… amor el que dio vida a MinHwan, amor el que JaeWook dejó menguar pero que ahora podía resurgir con más fuerza… porque es el amor de familia, lo más importante y firme…
Y lo cierto es que sobran las palabras y que aún hay muchas lágrimas por derramar, pero que ahora pueden hacerlo juntos… y darse la segunda oportunidad… la de conocerse mutuamente otra vez… ésa, sin prejuicios ni miedos…
- perdóname, MinHwan… - le abraza con cuidado y siente los brazos de su hijo corresponderle mientras permanece acostado en esa camilla que ahora le parece menos fría… y es que a pesar de todo, por fin su padre se encuentra a su lado…
- prométeme, prométeme appa, que no dejarás que mis bebés sufran, no quiero perderlas… - solloza y espera que su padre entienda que ya le ha perdonado… que solo le quiere así… ahí para él…
- te lo prometo… - asegura y sabe que aún tiene que hablar con su esposa que aguarda afuera desde hace horas, que aunque le ha visto un par de veces solo de paso, su semblante sereno no oculta la angustia que él pudo leer a la distancia…
Y comprendió también que ella no cambiaba, que seguía mostrando esa fortaleza rauda en el exterior, pero que seguían siendo sus ojos las ventanas de su alma… y poder ver aún en ella le dejó saber que la sigue amando… que si ha de enmendar su error como padre, también deberá hacerlo como esposo… y ciertamente, como suegro… sabe que también tiene arreglar algunas cosas con Yang.
Como se sabe decir, lo importante es dar el primer paso…
Y ése lo acaba de dar.
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Después de tremendo susto que tuvieran con MinHwan, Yang y Makino suspiraron y sonrieron aliviados cuando les informaron que el joven Choi se encontraba finalmente estable, y que aunque su situación seguía siendo delicada y debían tener cuidado hasta el momento del parto, el pronóstico del tratamiento era muy bueno, y contaba con el mejor de los Dres. Para seguir su caso. Por supuesto, no se supone que por ética JaeWook deba atender a su propio hijo, pero todos sabían que en ese caso en especial, era la mejor opción.
Makino cruzó su mirada con su esposo esa misma noche cuando dieron de alta a MinHwan… y leyeron en sus ojos que tenían cosas por hablar y resolver… pero que tenían sí aún tiempo… y es que el amor seguía ahí latente… pero no era justamente el momento de resolver sus propias diferencias…
JaeWook saludó a Yang y le pidió hablar con él… se disculpó y aceptó no tener ni los argumentos ni las palabras indicadas para expresar su culpa y arrepentimiento… y le pidió solo una, una oportunidad de ser él quien se gane su respeto y cariño… porque ahora era cuando comprendía que el amor no es cosa de género ni edad… es solo cuestión de emociones y sentimientos, de pureza y sinceridad…
- yo no tengo inconveniente alguno en llevar una relación cordial con usted, Sr. Solo quiero que sepa que amo a MinHwan y que no le dejaré de amar nunca, no importa lo que pase, él me ha dado lo más hermoso en la vida, su amor y el fruto de él, la oportunidad de ser padre biológico de nuestras gemelas, ellas por las que estoy dispuesto a todo en ésta vida y en la otra si es necesario…
- si alguien debe sentirse orgulloso del hombre que ha formado, esos son tus padres… - y su vista viajó a Yoochun que esperaba a unos metros junto con Makino a que ellos terminaran de dialogar… - me has demostrado con tus actos desde hace meses que eres más hombre de lo que incluso yo llegué a ser… - extendió su mano… - permíteme aprender de ustedes lo que no pude aprender en mi propia familia, Yang…
Su-Chun esbozó una suave sonrisa y estrechó la mano que se le ofrecía… casi al instante MinHwan aparecía empujado por una enfermera sentado en una silla de ruedas. Les dieron algunas indicaciones finales y luego todos salieron de regreso a casa. Yoochun sabía que su hijo más que nunca deseaba quedarse a lado de su novio, así que le dijo que estaba bien si se quedaba en casa de Makino apenas ella ofreció lo hiciera, el gemelo Park no lo pensó dos veces aunque le preocupaba la reacción que su umma fuera a tener… y es que todo el día estuvo llamando a Yoochun cuestionando el motivo de su ausencia por tanto tiempo siendo que no se encontraba tampoco en el Antro ni en la Tienda de Música…
- no te preocupes, cuida de MinHwan y descansa, yo me encargo de tu umma… - le dio un beso en la frente y luego se despidió de la misma manera de MinHwan… - eres fuerte, y por eso estoy seguro de que este tiempo se irá volando y pronto tendrás a tus hijas, o sea mis nietas, en tus brazos… - le dijo a Choi antes de dejarles solos en la habitación de éste y despedirse de sus consuegros para partir de inmediato a su propia casa.
Convencer a Junsu de que todo estaba bien y de que había ido por ahí en busca de nuevos productos que ofrecer en la Tienda de Música fue tarea difícil, y casi puede jurar, en vano porque su delfín travieso no le creía pero tampoco había insistido demasiado. Estaba cansado y aburrido… y con muchas ganas de sentirse amado… así que simplemente esperó ser envuelto en caricias y besos que el pelinegro no dudó en entregarle…
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Una semana después…
Yunho sabía que Jaejoong estaba más que enfadado con él, y es que aunque ya casi no fastidiaba a Yoochun, la realidad era que todavía no le daba explicación al pelioscuro del porqué anduvieron tan misteriosos días atrás…
Y que ahora le hubiera invitado a pasar un fin de semana lejos del bullicio de la ciudad a descansar en un Parque turístico no levantaba todavía el ánimo y humor de su pareja… por aquello de que los dos están embarazados, les vigilaba de cerca Yoochun… y por ende, Junsu…
El pelinegro le había ayudado al moreno muy temprano esa mañana a preparar una manta y una canasta con deliciosos platillos bajo aquél frondoso árbol a la orilla de un pequeño riachuelo cuyo sonido era relajante y dejaba en el ambiente un agradable aroma a tierra mojada y bosque. Sobre la manta estaba también un ramo de rosas rojas, un par de copas y una botella… de jugo de naranja, vale que hubiera sido más romántico una botella de un buen vino, pero ninguno está en condiciones de ingerir licor, así que…
- Boo… - el moreno le llamó cuando ambos se sentaron con cuidado sobre la manta… el pelioscuro seguía serio con él, pero no negaba ninguna de sus atenciones… presentía que el momento de la “reconciliación” estaba más que cerca…
- mh… - atendió todavía dándose su lugar, mirando todo a su alrededor, el paisaje era realmente bello, y tenían la privacidad suficiente… aunque sabía que Yoochun se mantenía al tanto de ellos a la distancia…
- quiero explicarte el motivo por el que estuve tanto tiempo con Yoochun en éstos días… - dijo y comenzó a sentirse nervioso… mucho más que cuando se le declaró en la cocina de su departamento hace ya casi 20 años… suspiró y se acomodó mejor contra esos almohadones que Yoochun acomodó para apoyo de la espalda de cada uno… todo por los bebés… - el mismo que me llevó a un quebradero de cabeza tras otro porque la verdad es que nunca parecía haber nada lo suficientemente bello, elaborado u original para ti… - entonces Jaejoong sí que le miró con ojos brillantes… adoraba cuando comenzaba a hablarle de esa manera… - y si he de ser sincero, aún creo que no es suficiente, pero no quise la ostentosidad de un restaurante de renombre, tampoco la galantería de una cena romántica a la luz de las velas… quise esto, la naturaleza rodeándonos porque así es nuestro amor, sabes… natural, sin prisas ni ataduras, sin límites y lleno de diversos colores, aromas y sabores, con sorpresas y algo nuevo que aprender de nosotros mismos cada día… yo… lo que quiero decir JaeBoo… - suspiró y sirvió un poco de jugo en las copas, ofreciéndole una al pelioscuro… - es que Te Amo, que quiero que muramos juntos de ancianitos y rodeados de nuestros hijos y nietos, y quién sabe, al paso que vamos, hasta bisnietos… quiero que sepas que esperar hijos tuyos es la cosa más maravillosa que me pudo haber pasado nunca, esto y que me vayas a dar otro hijo también… - sonrió con cariño, admirando esas mejillas teñidas de carmesí en el pelioscuro, esa mirada brillante, enamorada y de claro perdón hacia todo el secreteo que tuviera de antes con Yoochun… - que sepas que por la eternidad vas a ser mi único y verdadero amor…
Y por unos instantes Jaejoong esperó que dijera algo más, vamos que sí… tal como había estado hablando y comportándose, había llegado a creer que… que le propondría matrimonio… o algo por el estilo… pero al ver que Yunho solo se le quedaba viendo con esa sonrisa enamorada que tanto adora, se dio cuenta de que lo único que su pareja había estado haciendo era preparar una bonita y muy tierna forma de recordarle cuánto le ama… así que se estiró un poco para alcanzar los labios del moreno y dejar sobre ellos un lento y corto beso…
- siempre me dejas en desventaja, Yunnie, cómo se supone que responda a las cosas tan lindas que me dices… - sonrió y quiso borrar de su cabeza esa idea del matrimonio… pero sabía que su sonrisa no era lo suficientemente amplia y que las hormonas no ayudaban porque estaba sintiendo como la desilusión que no había podido evitar sentir formaba lágrimas en sus ojos… - Te Amo, Yunho, muchísimo… - tragó hondo y sorbió un poco de su jugo esperando ahuyentar el llanto…
- ¿quieres probar?... – el moreno de la nada sacó un pastelillo de vista deliciosa del canasto ofreciéndoselo con una sonrisa… - aunque no lo creas, lo preparé yo mismo… - dijo con orgullo…
Jae sintió más ganas de llorar porque al parecer su pareja no se daba cuenta de la ilusión que él se había formado… pero volvió a sonreír y tomó el pastelillo que le era ofrecido, llevaba una cereza como corona y una capa de suculento chocolate, olía realmente bien… así que no dudó en dar una mordida… sintiendo la suave textura del panecillo deshacerse en su boca… estaba realmente delicioso… pero él seguía sintiendo ganas de llorar…
- y ¿está bueno?... – preguntó Yunho con ojos emocionados…
- tonto… - sollozó el pelioscuro… el moreno sonrió de medio lado al verle reír y llorar a la vez… sabiendo de antemano la intención de aquel “insulto”… si no le conociera bien…
- ya… no debe saber tan malo, prueba la cereza… - tomó el palillo de la fruta y la levantó permitiendo así que se alcanzara a notar algo que parecía semiincrustado en el pastelillo…
Jaejoong parpadeó al notar la figura de ese algo… al notar que se trataba de un anillo… y con el pastelillo aún en su mano miró a Yunho como esperando que le dijera algo…
- disculpa que ésta vez no te haya sorprendido con algo más hermoso y digno de ti, pero… JaeBoo… - sonrió y terminó por dejar la cereza en su copa de jugo de naranja, misma que descansaba ahora sobre la manta… - perdona también que no me arrodille, pero ya sabes, en mi estado… - el pelioscuro comenzaba a sentir la fuerza con que su corazón latía, su mirada clavada en el moreno… - sé que es algo que has querido desde hace tiempo, y siento también que sea hasta ahora que tengo el valor de pedírtelo, pero… - tomó el pastelillo de entre la mano de un sorprendido pelioscuro que solo le miraba, y sacó con cuidado el anillo mostrándolo a su novio… - Te Amo, y nunca habrá palabras ni hechos suficientes para demostrártelo… aún así, quiero demostrártelo también de esta manera… JaeBoo, ¿quieres casarte conmigo?
Jaejoong terminó por cerrar los ojos unos instantes carburando lo que había pasado… convenciéndose de que no lo había imaginado solo por su deseo de formalizar a tal punto su relación. Abrió los ojos cuando sintió una mano acariciando su mejilla… y se encontró con esos ojos café que le transmitían más amor del que nunca pudiera sentir a través de nadie más…
- puedes pensarlo si quieres, Boo…
- tonto… - sollozó y sus lágrimas finalmente resbalaron, pero se empinó para alcanzar la boca del moreno otra vez y besarle despacio… - no tengo nada que pensar, Te Amo Yunnie, Te Amo, y sí, claro que quiero casarme contigo… - apenas terminó de decir cuando el anillo fue deslizado en el dedo anular de su mano izquierda… era una joya sencilla de oro blanco, bordeado delicadamente por formas de circón, sin joyas vistosas pero con ese toque masculino que lo hacía lucir realmente bien en la mano de Jaejoong, quien le miró embelesado por unos segundos antes de volver a besar a Yunho y susurrar contra sus labios una y otra vez que lo amaba…
Continuará……
Ahhhhh!!!!!!!!!!!!!!! *Corre por toda la casa cotenta dando bricos*
ResponderEliminarHasta que por fin se lo pidio!!!!!
^^ ahora falta Chunnie.... jejeje porque seguro que el delfin tambien querrar matrimonio!!!!!!!!!!!!!!
los lagrimones q haces q m caigan no tienen nombre raios porque escribes tan bien!!!!
ResponderEliminaryo tambien me quiero casar yunho!!!!!!!!!!!!!!! ok no pero q lindo!!!!!!!!!!! alfin se animo a pedirselo y q original fue como siempre yunho!!
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