Capítulo 5 TOUCH

Siiiii después de no sé cuánto time finalmente puedo poner actu de éste fico... no me culpen, no se desesperen... todo es por causa de la inspi y las vacaciones teniendo miles de ideas y el bloqueo mental y la abstinencia de YooSu pervert *suspira* whetever, no al caso.... Disfruten *-*


CAPÍTULO 5. ¿RATÓN MUERTO?

*****

Luego de que finalmente Junsu hubiera dejado de llorar como magdalena y Yoochun hubo recuperado algo de color, ambos chicos subieron al automóvil del pelinegro partiendo de vuelta a casa del pelirrojo…

- ¿qué vamos a hacer, Chunnie?... – el delfín cuestionó jugando nerviosamente con sus dedos, mirando al frente viendo las casas y edificios pasar a su lado con velocidad moderada mientras su novio conduce por una de las calles principales…

Yoochun volvió a mirarle de reojo sin querer apartar su atención de la calle, y verle ahí medio preocupado pero también con ese brillo de contentura que bien puede identificar en su mirada, el pelinegro comprendió que tenía que pensar muy detenidamente en justamente lo que tiene que hacer ahora…

- lo mejor para todos, Junsu ah; solo… déjame pensarlo un poco, ¿sí?... – alargó la mano derecha para alcanzar las de su novio y apretarles suavemente antes de estirarse y darle un beso dulce aprovechando que el semáforo se ha puesto en rojo y los autos se han detenido… - Te Amo…

- tengo miedo, Chunnie… sinceramente tengo miedo… - el pelirrojo murmuró sin apartarle la mirada, maldiciendo a ese conductor del auto trasero que toca el claxon instándoles a avanzar porque la luz verde se ha encendido de nuevo aunque él no ha tenido oportunidad de expresar todo lo que siente en verdad…

- hablaremos, ¿sí? Podemos ir ahora a por ahí simplemente y hablar antes de volver a tu casa… - el ratón prometió al verle de pronto así de asustado, queriendo hacerle sentir que ya desde entonces le cuida, que solo se ocupará de ver por él y que no permitirá que nada malo suceda…

Que siempre estará ahí para él…

Junsu asintió y su novio tomó entonces camino a la izquierda en aquel cruce que curiosamente era directriz clave para ir a su casa o al departamento de Yoochun (aunque no necesariamente fueran ahí)… y vio casi sin darse cuenta en aquella dirección que no habían tomado, preocupado un tanto de la reacción de su padre…

Porque sabe cuánto el Sr. Kim le cuida y teme perderle…
Porque sabe que para su padre, sigue siendo el niño torpe que cae constantemente y se raspa las rodillas y que es su responsabilidad cuidarle y protegerle…
Como si no confiara aún en Yoochun para cuidarle y protegerle también…

…………………………

Después de que Yoochun consiguió tranquilizar lo suficiente a Junsu, finalmente le llevó a casa, con suerte Yunho y el Sr. Kim no se encontraban, sin embargo, la Sra. Junsu no escatimó en el cuestionamiento de ley cuando los chicos aparecieron…

- ¿a dónde fueron tan temprano?

- fuimos al médico, mami, recuerda que te comenté que últimamente estaba comiendo demasiado… - el pelirrojo respondió sin querer mirarla demasiado por temor a que note en su mirada la verdad…

- ¿Y qué ha dicho? ¿Marcha todo bien?... – la Sra. Jung cuestionó y entonces el pelirrojo inconscientemente volteó a ver a su novio buscando en él la respuesta que deberían dar…

- le ha dicho que no es nada malo, solo necesita cuidarse un tiempo, comer bien y seguir el tratamiento que ha recomendado… - Yoochun dijo y jura que la mirada de su suegra se agudizó por unos instantes estudiándoles cuidadosamente antes de verle sonreír ampliamente…

¿Todo aquello simplemente por comer un poco de más?
Sonaba a excusa…

- siendo así, no hay nada de qué preocuparse, ¿verdad, queridos?... – la mujer vio a su hijo y yerno asentir con un dejo de nerviosismo pero optó por no interrogarles más… - bueno, siempre que ustedes estén seguros de ello no meteré mi cuchara… - soltó con rintintin y Junsu como Yoochun comprendieron que la Sra. Jung algo sabía o sospechaba…

Pero que en silencio aguardaría al supuesto momento oportuno de intervenir que solo las madres saben bien reconocer aunque aparentemente estos no existan…

Los chicos vieron a la mujer tomar el teléfono y sentarse en la Sala con notoria tranquilidad en tanto alguna de sus amigas atiende su llamado para conversar de todas esas cosas que pelirrojo y pelinegro no comprenden ni interesa demasiado porque tiene que ver con temas sin mayor relevancia para ellos… que sí, en muchas formas la Sra. Jung es después de todo una mujer que también invierte su tiempo en actividades del tipo “fulanita dijo que vio a sutanito en tal lado haciendo tal cosa sin que perenganita se enterara”… o lo que es lo mismo, el chisme por el mero gusto del chisme al que vamos, en una sociedad como aquella era un pan de cada día que no puede simplemente dejarse pasar porque siempre puede resultar divertido, por supuesto, hay que saber de cuál pan aceptar una probada o de lo contrario uno puede convertirse en la comidilla…

Y así, habiendo perdido totalmente la atención de la Sra. Jung, Junsu y Yoochun optaron por subir a la habitación del pelirrojo y hablar de ése otro tema que era su centro de atención (es que después de todo antes más que hablar de eso, todo habían sido palabras cariñosas cargadas de amor sincero que el pelinegro se había esmerado en ofrecerle a su novio) y al que no podían simplemente sacarle la vuelta y que a tales alturas de la tarde aún era (cosa natural, por cierto) mucho de shock, otro tanto de incredulidad y una pizca de emoción…

Junsu estaba asustado por la reacción de su hermano y progenitor…
Yoochun estaba aterrado… por todo…

- no podremos ocultarlo demasiado tiempo, Chunnie… ni siquiera estoy seguro de que podamos de hecho ocultarlo… - el pelirrojo suspiró por un número de vez cuya cuenta ya había olvidado… - no solo porque en unas semanas se me notará la tripa, sino porque mis hábitos alimenticios han cambiado y las náuseas matutinas también me perseguirán y… - gimoteó todo preocupado…

- tranquilo baby, yo… ya encontraré la forma de comunicárselo a tu padre sin perecer en el camino… - medio bromeó sonriéndole suavemente con ese tinte de nerviosismo que ambos reconocen soltando una risita y abrazándose con fuerza…

Casi como si en verdad la vida de tal ratón estuviera en riesgo…

Porque aunque Junsu lo hubiera soñado y deseado, saberlo tan real era abrumador… porque no lo habían planeado… porque nunca se habían sentado a platicar sobre familia… porque estar embarazado había sucedido de algún modo demasiado de prisa (venga, mantener relaciones sexuales con su novio no les había significado nunca antes aquella probabilidad) y de forma misteriosa pues nunca había iniciado siquiera uno de esos tratamientos novedosos y casi experimentales que se ha suscitado en el último quinquenio entre parejas gay específicamente homosexuales con la ilusión de procrear hijos propios de aquella forma tan exclusiva del género femenino…

Y definitivamente aquello no era posible porque nunca ha tomado ningún medicamento de aquellos ni sometido a influencia de sustancias cuyo origen desconozca… ¿Cierto?

Yoochun… bien, él continuaba aterrado y tenía todo un mundo de cosas en las que pensar y de las que ocuparse ahora…

Salvar el pellejo la inicial…

*****

Poco más de una semana y Yoochun todavía no encontraba la forma ni el valor… quizá sobre todo el valor, no es que él sea un cobarde ni mucho menos, pero venga, no todos los días se había tenido que plantear la inmediata y repentina necesidad de comunicar una grata noticia como aquella al padre de su novio, conocido por excelencia como sobreprotector (entendida por tanto la manía de Yunho de actuar bajo el mismo precepto) y meticuloso… sino lo sabrá el pelinegro que a cuatro años de relación con su pequeño pelirrojo apenas si ha podido obtener algunos privilegios como novio de Junsu del tipo mimarle con agarraditas de mano o cortos y castos besos (de esos que en la intimidad dan paso a los apasionados y cargados de gozo) como dulces miradas ante los ojos del Sr. Kim; y aunque les permite salir juntos a sabiendas de que pasarán la noche en el departamento o la casa de Park, el pelinegro sabe bien que no es del todo feliz sabiendo que su hijo mantiene también vida sexual con él… lo imagina (y acierta en el pensamiento) que para el Sr. Kim, Junsu sigue siendo su niño, intocable e inocente criatura de aura angelical que poco a poco es corrompida por el demonio de nombre Park Yoochun…

- ¡fuck!... – el pelinegro bufó ante sus propios pensamientos y terminó por tirarse de sus ondulados mechones oscuros desesperado de darle vueltas al asunto…

Alguna solución tendría que encontrar o sería presa fácil para la ira de su suegro cuando finalmente tenga conocimiento del estado de Junsu…

Y por cualquier ente divino que esté allá arriba o en toda parte espiritual del universo, que no sea el mismo día que se entere del estado de Jaejoong, porque arderá Troya y no habrá poder humano ni deidad del Olimpo que les salve a Yunho y a él del Sr. Kim…

…………………………

Yunho se había enterado… y la primer tormenta desatado…

Así que ahí estaba Yoochun una vez más corriendo por su vida… literalmente… y el vasto jardín de la casa de su novio no parecía suficiente para correr y correr todo lo que sus piernas dieran mientras clama por su vida y jura que aunque no puede explicarlo se hará responsable…

- ¡ven acá maldito ratón pervertidor de delfines inocentes y puros!… - el moreno exclamaba fuera de sus cabales y sacaba una escopeta de a saber Dios dónde que cargaba dando un culetazo al arma para disparar luego sin demasiada puntería acertando apenas al árbol que rodea el pelinegro sin poder creer que su cuñado haya llegado a tanto…

- ¡Yunho, espera, joder que vas a matarme!... – gritó pálido como fantasma…

- ¡hermano, no mates a mi esposo!... – Junsu había gritado a su vez tan blanc…

¡Wait a minute! ¿¡ESPOSO!? ¿Cuándo se habían casado y porqué de pronto no tenía memorias de una boda? Cosa que por cierto, no tenía hasta ese momento siquiera pensado… de hecho, no es que particularmente crea en el matrimonio y…

- ¡Ah! ¡Mi pierna!... – el pelinegro salió de sus cavilaciones cuando aquel ligero escozor mandó señales eléctricas de dolor a su cerebro… al parecer una bala había rasgado su pantalón y rozado la piel de su muslo derecho… - ¡Yunho, mierda que en serio vas a matarme!

- es la idea… - soltó con tono mordaz al tiempo que se da cuenta de que se ha quedado sin municiones y decide seguirle hasta darle alcance sin hacer caso de los reclamos de su hermano ni de ése Jaejoong con la tripa bastante abultada y…

Ok ¡Stop! Otra vez… ¿porqué Jaejoong luce con una panza de casi a punto de parto? Mientras que su Junsu sigue tan delgado como la última vez que le vio… Yoochun levantó la mano apenas a tiempo de evitar que aquel puñetazo diera de lleno contra su nariz… Yunho había comenzado una pelea cuerpo a cuerpo visto que su arma número uno había sido descalificada del enfrentamiento por haberse “secado”…

- vas a pagar con tu vida haber embarazado a mi hermano… - el moreno amenazó y el pelinegro apenas atinó a parpadear confundido cuando toda la escena se transformó muy al estilo del viejo oeste…

Oh sí, ellos dos vestidos como vaqueros en una callezuela amplia de tierra seca que casi se parte bajo sus pies debido a la erosión y el calor, y esa típica bola de ramas secas que se acumula y rueda sin sentido dejándose llevar por el viento, el polvo se levanta y Yoochun casi puede jurar que escucha de fondo esa conocida canción de las viejas películas del salvaje oeste que en realidad nunca han sido su máxima afición… pero que vamos, ¿Quién no ha escuchado hablar del bueno, el malo y el feo? Él debería ser definitivamente el bueno y Yunho el malo, el cuñado celoso, sobreprotector lleno de testosterona que no puede simplemente entender que pasó… que sí, embarazó a Junsu y no hay modo de dar vuelta atrás (no que él quiera) pero está sumamente seguro de que es algo muy bueno y fortalecerá aún más el amor entregado entre los dos…

La funda alrededor de la cintura y en la funda ese revolver de un solo cartucho… seis disparos que sin embargo ninguno esperaría recibir… el viento sopló y un silbido corrió entre sus ráfagas dejando la escena como un marco digno de película del viejo oeste… Yoochun insistía en ser el Bueno y Yunho el Malo… aquello también le sonó a alguna película de origen mexicano que cambiaría los trajes vaqueros por charros… ok, algo sucedía en su mente y no era precisamente muestra de óptima salud mental…

- desenfunda, Yoochun, porque cuando el rayo de sol caiga sobre la Torre del reloj no dudaré en tirar del gatillo… - el moreno dijo… y el pelinegro por un segundo creyó escucharle cierto tono extranjero que le hizo respingar con un curioso escalofrío…

- ¡Chunnie!... – escuchó entonces el gimoteo de su novio pelirrojo

Y su mirada le buscó encontrándole al instante a un lado de ellos hacia el costado de la calle, vestido como un muchachillo de rancho con aquel pañuelo alrededor del cuello que le daba cierto aire juguetón e infantil como seductor… Yoochun tuvo que golpearse mentalmente ante el pensamiento acalorado que cruzó con fuerza su cerebro, no era momento de pensar en hacerle el amor sobre la paja de alguna caballeriza mientras gime su nombre y le ve bajo su cuerpo sonrojado de excitación y pudor…

- ¡Yunho por favor, tienes que entrar en razón!... – fue entonces la voz de Jaejoong quien le devolvió a la realidad, ojos negros que parecían a punto de llorar y es cuando Yoochun nota algo más en su amigo pelioscuro… además de la repentina tripa súper abultada… el anillo en el dedo anular que también era muestra de compromiso… matrimonio…

- ¡he dicho que mataré al maldito bandido que se atrevió a profanar la inocencia de mi hermanito!... – el moreno volvió a elevar la voz y Park tuvo nuevamente la impresión de que su acento era por demás extraño…

Un par de gritos ahogados tras las manos de Junsu y Jaejoong alertaron al pelinegro… prestó atención y comprendió el susto demarcado en la expresión de los chicos… un rayo de sol estaba por alcanzar el reloj en la torre de apenas unos 10 metros de alto del edificio más importante del pueblo…

Yoochun tragó hondo (y aquello por sí mismo resultaba un gesto tentador pues la manzana de Adán resaltaba en su cuello y remataba muy sexy con aquella gota de sudor traviesa que resbaló por el contorno del perfecto rostro varonil — eh aquí la perspectiva del joven Junsu aún en el punto crítico de la vida de su novio—) y sus ojos se entrecerraron advirtiendo el movimiento de Yunho…

Ambos desenfundaron al mismo tiempo pero un solo disparo cruzó el viento…

…………………………

Departamento de Park Yoochun…

El pelinegro despertó sobresaltado y empapado en sudor… la respiración alterada y esa expresión de espanto y sorpresa bien pintada en su rostro… pasó su mano por la cabellera echando los mechones hacia atrás sin conseguir demasiado pues pronto la mayoría volvió a caer sobre su frente… miró a su alrededor y solo entonces pareció caer en cuenta de que aquello no había sido más que un sueño… aunque en aquel momento su mente no discutiría de clasificarle como pesadilla… bajó los pies al suelo alfombrado y cubrió su rostro unos instantes mientras regulariza la respiración y manda el susto a cualquier parte de su mente donde no pueda molestarle ni inspirarle cierta sensación de vergüenza y casi cobardía…

- ¡joder! Está llegando demasiado lejos… - murmuró para sí, consciente de que aquello era resultado del estrés, el temor y la intranquilidad…

Junsu ya estaba cerca del segundo mes de gestación y ellos aún no hablaban con el Sr. Kim… por lo menos estaba seguro de algo más…

Yunho tampoco lo ha hecho…

*****
Gleam Model Agency

Jaejoong llevaba días intentando hablar seriamente con su manager… pero éste simple y sencillamente no le estaba dando oportunidad…

- en cuanto termines esta entrevista, Jaejoong; ¡es para una revista de renombre internacional!... – había sido el pretexto esa vez… y el pelioscuro no se sintió capaz de tomar otra alternativa más que seguir con su agenda…

Sonrió a la chica que parecía emocionada de solo tenerle enfrente y haciendo acopio de todo ese autocontrol que últimamente se desvanecía con facilidad (sí, ya saben, culpa de la revolución hormonal) tomó asiento en aquel cómodo sofá individual acomodándose por vez última el cabello (como si fuera necesario, porque no importa cómo lo lleve, el modelo es perfecto) y sonriendo amable a esa chica que le preguntó en voz baja si al final podría otorgarle su autógrafo…

- Yunho debería estar aquí y sacarme de éste infierno… - pensó y forzó entonces una sonrisa que no le nacía en realidad porque de pronto se sentía algo angustiado y mareado…

Hacía minutos que había marcado a su novio pero el Buzón de Voz había entrado en el primer tono… lo que significaba que el moreno llevaba el móvil apagado… y aquello preocupaba (y cabreaba) al modelo…

Yunho iba a escucharle apenas pudiera localizarle…

…………………………

Estaba emocionado… la adrenalina circulaba por cada célula de su cuerpo y fulguraba con fuego en sus pupilas cafés… Yunho volvió a probar las velocidades y el motor de su motocicleta rugió casi como lo haría un Dragón… potente máquina que estaba lista para enfrentar en una carrera de motocross a todas aquellas que enfiladas estaban en la línea de Salida…

Por supuesto que estaba emocionado… la velocidad, los obstáculos… y la probabilidad de impresionar lo suficiente al tipo aquél que había arreglado la carrera y pertenece a una de las bandas de criminales más poderosa de la capital…

El casco ocultando el rostro de Yunho no era suficiente para contener la mirada retadora, y su sonrisa podría ganar a duelo a cualquiera casi sin necesidad de más pues imponía desde ya, respeto… una vista rápida al circuito desde aquella perspectiva, la pista de tierra, barro en éste caso, se extendía en un aproximado de 4000 metros, colinas y vueltas cerradas en desnivel componían tan solo algunos de los obstáculos a superar en aquella peligrosa e ilegal carrera…

La gente, como siempre, se había aglomerado alrededor, apuestas comenzaron a hacerse y el reloj descontando los segundos se acercó rápidamente al punto de partida… un rugido largo y constante, el bólido de máquinas que se lanzó en la carrera serpenteando a lo largo de la pista mientras no dudan en hacer alguna que otra acrobacia en el aire dando gala de sus habilidades… Yunho sonrió… no iba a perder esa vez tampoco…

…………………………
Departamento de Kim Jaejoong…

- ¿Dónde demonios te metiste, Jung Yunho?...

Apenas la puerta del departamento de su novio se había abierto cuando ya el modelo esperaba de pie en la entrada con las manos en las caderas y mirándole ceñudo… el moreno sonrió nerviosamente al verle… esa noche segurito se quedaba sin siquiera un beso de buenas noches…

- Boo…

- ¡nada de Boo!... – el pelioscuro espetó apuntándole con el dedo… - ¿tienes la remota idea de lo preocupado que he estado toda la maldita tarde?... – y el moreno lo supo, cuando su novio se ponía a lanzar maldiciones sin suavizar la dura expresión, era significado de que en serio la había metido hasta el fondo… y no, no hay placer de por medio en aquella frase… - no contestabas el móvil… ¡porque lo has apagado! Cómo se te ocurre ¿ah? ¿Qué si necesito de ti, si algo me pasa, si algo va mal con nuestro bebé? ¡Cómo se supone que he de localizarte grandísimo idiota!... – explotó al final, gimoteando angustiado y enojado, cubriéndose el rostro con las manos para que no le vea flaquear… aunque sabe que a esas alturas aquello es por demás imposible…

- Jaejoong ah… - y le habla bajito, suave y con dulzura porque sabe que es su culpa hacerle perder los estribos de aquel modo…

Yunho se acerca con cautela y le ve temblar sin decir nada más… lo sabe, imagina el nudo en la garganta que lleva atravesado y se culpa de nuevo… se patea mentalmente y toda la emoción de la victoria de esa tarde-noche se va por el caño…

Porque le ha hecho llorar, porque le ha preocupado…
Porque sabe que tiene razón…
Que si algo le sucediera, él no habría podido saberlo con el móvil apagado y toda su atención enfocada en el trabajo…

Y se replantea…
La posibilidad entendida en aquel instante como necesidad para su corazón y la seguridad de su novio… contarle la verdad… decirle de una vez cuál es su verdadero empleo, porqué suele salir tanto, porqué a veces vuele malhumorado en busca de su refugio, de la calma de sus brazos y el cariño de sus besos… por qué a veces hacerle el amor es imperioso y necesario para recordar porqué conocer mundos tan bajos vale en algo la pena…

- lo siento… - murmura cuando sus brazos se cierran en la espalda del pelioscuro sin que éste aparte sus manos de su propio rostro pero no negando tampoco aquel abrazo que se siente cálido aunque destila culpa y remordimiento…

Y ambos comprenden que así es como han ido madurando, permaneciendo aún en los momentos aquellos en que todo los rebasa y es alguno de los dos (cuando no ambos) que explotan y sacan de una toda la frustración sin reparo alguno…

Y saben así, que es parte del amor, que no siempre es todo dulzura y pasión, o manitas sudadas y besos intensos, ni visiones del futuro ideal como pareja… pero que así…

Así justamente es como mejor se toca el corazón de un alma enamorada…

*****
Residencia Kyosuke

- oh, ¿eres amigo de mi hijo?... – la voz de la mujer le hizo sentir al morocho algo nervioso… su tono materno sembró de nuevo la sensación de culpa en su mente… y no pudo evitar cuestionarse si le volvería a hablar con tal amabilidad y esa sonrisa afable cuando sepa que ha embarazado a Hamao… sin ser siquiera su novio…

- eh… sí… lo soy… - titubeó pero dio aquello por respuesta…

- me alegro… - la mujer sonrió algo más y ChangMin quiso comenzar a cavar su tumba… se estaba convirtiendo en un maldito desgraciado… - Hamao casi no tiene amigos, de hecho… creo que no podría decir que había tenido alguno que le visitara desde el Instituto… - señaló con cierto tono pensativo y el morocho pensó que era momento de cambiar un poco el curso de la conversación… por su propio bien…

- Sra. ¿Hamao, está?...

- ¡Oh! Es verdad, ni siquiera te he permitido pasar ni nada, disculpa mi educación que seguramente ha dejado a desear en estos instantes… - el morocho asintió murmurando un “no se preocupe” amable… - mi hijo salió hace unos minutos, dijo que tenía que despejar un poco la mente… seguramente lo encuentras en el Parque…

Y así fue… ni diez minutos después el morocho vio al japonés sentado a la mesa en uno de esos restaurants sencillos cuya clientela busca comúnmente un buen ramen… uno que sepa al hogar dejado… o en el caso de Hamao, parte de sus raíces culturales…

- ¿de antojo?... – el morocho dijo con una sonrisa y tuvo que palmear la espalda del japonés cuando éste se atoró con el bocado sabiéndose de pronto sorprendido por la presencia del morocho…

- ¿qué haces aquí?... – Hamao cuestionó al instante, y los palillos fueron colocados finamente sobre el tazón…

- vine a buscarte… - el morocho respondió pero la mirada del japonés lanzó de nuevo la pregunta… - dijiste que podía seguir de cerca el… - aclaró la garganta y su mirada viajó casi inconscientemente a la tripa del menor de los dos… - crecimiento de… nuest…

- comprendo… - interrumpió de pronto y sus dedos tomaron con delicadeza los palillos de nuevo… su pequeño en verdad tenía hambre y él necesitaba acostumbrarse a las “visitas” del padre… así su corazón todavía latiera contra su pecho, emocionado y acongojado… eso a la vez…

- te ensuciaste… - ChangMin murmuró segundos después y su dedo se movió por causa propia hasta rozar la comisura de los labios del japonés… una pequeña gota de sopa que en realidad ni siquiera debería haber notado pero que no pasó desapercibida cuando su mirada estaba tan entretenida vagando por el rostro de Hamao…

Se miraron a los ojos un segundo y el calor se agolpó de pronto en las mejillas de ambos… ChangMin desvió la mirada tomando por pretexto la petición de un platillo para él aunque no tuviera hambre… Hamao la clavó en su plato y pensó…

Que a pesar de todo, ése estaba siendo el mejor ramen que pudiera recordar haber comido…
Porque el chico de sus sueños estaba sentado frente a él…

- tengo ganas de algo… - el japonés murmuró más para sí apenas salieron del restaurant… luego de que, por cierto, ChangMin hubiera pagado por los dos…

- ¿de qué?... – el morocho cuestionó sonriéndole cálidamente y ganando otro de esos sonrojos en las mejillas del japonés que, el pensamiento se hacía más fuerte cada vez, le resultaba adorable…

- n… nada… no hagas caso, ChangMin-kun… - tartamudeó avergonzado… lo que menos quería era que pensara que ahora intentaría aprovecharse de cualquier forma de la situación…

Entonces su tripa pareció gruñir y ChangMin sonrió algo más mirándole casi divertido… al parecer, y eso es secreto entre nos, su pequeño había heredado desde ya su inagotable apetito…

- venga, hay que consentir a nuestro bebé… - soltó con voz suave… y por un instante Hamao deseó que le besara…

Porque así se habría sentido como una pareja de verdad…
Como un par de enamorados…

Ese día ChangMin conoció algo más del umma de su hijo…
Tenía gustos muy raros para comer…

Y es que nunca había conocido a nadie que tuviera fijación por comer helado de vainilla con refresco de cola… ni mucho menos disfrutarlo enormemente cual niño consentido a quien se le ha dado su dulce favorito…

Pero claro, aquello era solo el principio…

Y tal vez… solo tal vez… podría no ser tan malo ni tan imposible de sobrellevar como pudo pensar…

- te ves lindo así… - ChangMin había dicho mientras Hamao se prueba una bufanda tibia en color claro…

Y entonces también pensó…
Que definitivamente debía ser gay…
Y que Hamao podría tocar fácilmente su corazón con cada sonrisa tímida…

*****

Nunca es bueno ni prudente desear las cosas impredecibles…

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Hogar Kim-Jung

Y así como el tiempo es inalterable, el curso natural de las cosas también… aquella tarde, la bomba cayó…

- ¿Que… tú qué?... – el Sr. Kim ni siquiera parpadeaba, la impresión estaba plasmada a punta de cincel y marro en su rostro…

Junsu se mordió el labio inferior…
Yoochun… no estaba, porque el pelirrojo se había arriesgado en un arranque de valía innecesaria a contárselo a su padre… por el anhelo de recibir su aprobación sin la necesidad de que sea su novio quien le enfrente…

- quiero hablar con Yoochun… - dijo con absoluta seriedad…

Y aunque el pelirrojo largó un suspiro que casi pudo saberle a alivio…
Comprendió que había desatado la tormenta…
Antes de tiempo…


Continuará……





Feli: OMG luego de días quebrándome la cabeza para que la inspi cooperara *rueda feliz porque terminó el capi*

Min: ¿Porqué el YooSu ha tomado protagonismo esta vez?

Feli: ni siquiera me molestaré en responderte *-* terminé cap *sigue rodando e ignora a la garrosha maltrecha aunque esté que echa humo por eso…*

YooSu: no te gusta el drama pero nos has dejado en eso u.u

Feli: YooSu *O* **ignora el comentario --casi-- y se lanza sobre ellos**

YooSu: @.@ suelta Feli, suelta…

Min: u_ú *los mira de mala gana y sacando el móvil marca a su appa*

Yunho: ¡ratón pervertido! Ven acá que aún no ha terminado nuestro enfrentamiento… *el morenazo de fuego *Q* aparece de la nada y se lanza sobre el ratoncito*

Junsu: Yunho deja a Chunnie >o<

Yoochun: ¡auxilio! *se ve al ratoncito pervert luchar por su vida emprendiendo nuevamente la carrera mientras el morenazo de fuego le sigue con la sola intención de matarle… cariñosamente hablando desde la perspectiva de un par de cuñados xD*

Jaejoong: *suspira y se asoma encontrándose nuevamente con aquel desorden en la habitación de la pobre e inocente Felina* es el colmo con ustedes…

Feli: *-* Jae umma

Jaejoong: contaré hasta tres, y como no se queden quietos y dejen en paz a Feli, les aseguro que no solo no cocino más para todos ustedes *ChangMin fue el primero en ponerse serio y colocarse a lado de su umma, ni loco renunciará a los sagrados alimentos de Jaejoong* sino que además cierto novio mío dormirá en el sofá hasta nuevo aviso y Yoochun y Junsu dormirán en habitaciones diferentes…

YooSu: ¡nosotros que culpa tenemos! *respingan a la vez*

Jaejoong: 1… *ignora al YooSu*… 2… *Yoochun busca el camino rápido junto a su baby delfín*… *y no hay necesidad de contar hasta el final porque ya toda su familia se encuentra a su lado, aunque las miradas asesinas siguen disparando de ojos de Yunho* así me gusta *sonríe ampliamente y sin necesidad de decir más nada, sale con toda su familia siguiéndole el paso mientras a Feli le flotan corazoncitos sobre la cabeza*

Feli: Ya Ne!! *O*