Capítulo Final SCANDAL *O*

Pues nada, acá con el capi final de éste fic que fue mucho para divertirse y dejar de lado el estrés xDD bueno, eso para mí vdd xD espero haya sido de su agrado y que sigamos leyéndonos por acá con fics así, más bien cómicos y llenos de amor y bobadas xD


ADVERTENCIA: Lemon

CAPÍTULO 14. MAKING LOVE

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ChangMin estuvo tentado de ignorar el cuestionamiento de Jaejoong… pero estaba tan contento y tan pleno, que todo sonrisas dio su gran respuesta…

- en el departamento de Hayami, con Hayami, supongo eso es obvio, ¿verdad?... – acto seguido el morocho se fue a su habitación con una sola solicitud… - sino es urgente, no me despierten que no he dormido nada… - dicho con tal satisfacción en el rostro, que Yunho y Jaejoong no tuvieron duda de lo que significaba…

- ok, yo lo mato… - el moreno dijo con tono sobreprotector y en un minuto ya estaba con llaves en mano listo para ir en busca del insolente asaltacunas que había robado la inocencia de su crío…

- u_ú Jung Yunho… - el rubio lo nombró con tono fuerte y claro. De pie en medio de la estancia con las manos en las caderas y ese ceño fruncido que no dejaba pie a las negociaciones… - estuvo con Hayami y por lo que vimos ChangMin está completamente feliz y enamorado…

- sí, pero Boo, ¿en la primer cita? Digo, si es que a una noche de fiesta puede llamársele cita…

- tú sabes como son los jóvenes de ahora… - no que tengan tantos años más o hayan dejado de ser jóvenes por supuesto… - y hasta donde recuerdo tú y yo no tuvimos siquiera una cita cuando tomaste mi inocencia; ni siquiera Junsu y Yoochun tuvieron una antes de que el ratón tomara la virginidad de nuestra nena… - el rubio puntualizó… pero justo cuando el remordimiento estaba actuando en su novio, la mención de la pureza de su nena le hizo enfurecer de nuevo dirigiéndose entonces con pasos pesados esa vez a la habitación donde el YooSu aún dormía… - Yunho… - el rubio lo llamó esa vez con rintintin dulce… lo cual era señal para el moreno de que su rubio novio estaba cabreado… - vamos a dejar a nuestros críos en paz y comportarnos, están con las personas indicadas, son cuidados y amados así que vamos a olvidarnos unos momentos de nuestros roles de padres y a tomar el desayuno fuera, tengo hambre…

- u.u fuiste el que comenzó todo y así de fácil se te pasa… - el moreno susurró con tono derrotado, las manos en los bolsillos de sus pantalones y la espalda ligeramente encorvada… el rubio caminó a su encuentro…

- después… - pasó sus brazos alrededor del cuello del moreno pestañeando coquetamente… - podemos perdernos a alguna otra parte… - succionó el labio inferior de su novio… - ésta noche tuve calor pero por andar vigilando hijos no pudimos disfrutarlo…

- JaeBoo… - le atrajo abrazándolo posesivamente por la cintura… - cómo diablos logras siempre encenderme en cuestión de segundos ¿eh?...

Jaejoong soltó una risita con tinte avergonzado para luego besarle con pasión, devorándose mutuamente los labios mientras Yunho le aprieta un poco más contra su cuerpo hasta que el aliento les obligó a separarse…

- nos vamos ya… - Yunho dijo de manera inmediata, sujetando la mano de Jaejoong y saliendo apresurados… y aunque tenía pensado desayunar… su platillo principal era justamente su novio sexy…

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Yoochun y Junsu despertaron cuando escucharon el portazo de la salida abrupta, repentina y “necesaria” de sus “padres”. El castaño pestañeó somnoliento y se acurrucó más contra el cuerpo (desnudo *¬*) de su novio. El pelinegro apenas y gruñó un poco consciente de que su rico sueño había sido interrumpido… enredó sus piernas con las de su delfín y en algún punto una de sus manos descansó en el trasero de su novio…

- Chunnie… - el castaño murmuró avergonzado abriendo más los ojos y formando esos pucheros que el pelinegro ni notó porque no se dignó en abrir los ojos pero sí en correr mano… - Chunnie >//< estate quieto…

- no estoy moviéndome, así que no aplica… - sonrió aún a ojos cerrados y le apretó los glúteos… oh sí, anotó mentalmente repetir aquello más a menudo, hacer el amor y dormir desnudos, despertar así de juntitos y apretaditos y disfrutar de la cercanía y la suave piel tibia de su amado…

- me estás manoseando >3<… - el castaño respingó y le golpeó el pecho sin demasiada fuerza… a pesar de todo le gustaba que su novio lo acariciara así…

- Te estoy tocando y de forma muy respetuosa… - el ratón se defendió abriendo finalmente los ojos… - que guapo estás de mañana, baby… - halagó todo sonrisas antes de empinarse y besarle dulcemente… y de paso distraerle de estarse quejando por acariciarle xD…

- no estoy guapo… - puchero… - estoy despeinado y adormilado, y no me he aseado…

- nada de eso te quita lo guapo… - el ratón replicó sin dejar de sonreír como el bobo enamorado que es… además seguía demasiado contento porque Junsu no le había rechazado a pesar de que antes “murió” de vergüenza ajena por el “incidente” con el YunJae…

Vuelvan a consultar los astros, el YooSu lo tiene todo para amarse en plenitud y superar absolutamente todos los obstáculos que puedan venir.

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ChangMin se colocó el pijama y se hizo un ovillo en su cama abrazando repentinamente la almohada y tomando un respiro profundo sin apartar esa sonrisa tonta de su boca…

- me robaré una almohada de su cama… - dijo con tono bobo de solo recordar el aroma tan único de los almohadones de Mokomichi… - aunque robármelo a él sería mucho mejor… - sonrió como idiota psicópata y luego sus mejillas se ruborizaron al máximo antes de enterrar su rostro en la almohada… - oh my, que gay me he vuelto por culpa de ése tonto… - murmuró contra la almohada pero no había en su tono de voz amortiguada rastro de remordimiento…

Porque él en verdad se había enamorado…

Esa noche sin embargo, sabe que tal vez fue apresurado, pero que no había manera en que hubiera podido evitar entregarse como lo hizo…

Porque aunque su cuerpo apenas hubiera conocido el placer del contacto físico; su corazón ya había sentido el calor de un amor entregado sin reserva. Porque Hayami desde un inicio siempre había estado ahí, con todo y que su relación había comenzado como un si fuesen perros y gatos peleando todo el tiempo; la sinceridad había estado presente y de a poco la atracción que se dio a primera vista e impresión, había florecido en eso llamado amor.

……flashback……

Luego de ese primer beso en aquella callezuela de la parte trasera del Club, Mokomichi se había sentido flotar en las nubes (por cursi y romántico que suene) y le importaba un pepino que los vieran, que saliera la noticia en la prensa y en cualquier medio de comunicación, si por él fuera iba y gritaba a los cuatro vientos que

- estoy perdida y estúpidamente enamorado de Shim ChangMin…

- hablas en voz alta… - escuchó que el morocho le dijo mirándole divertido por la obvia declaración no intencionada que había escapado de sus labios…

- de todas maneras, no dije nada que no tuviera pensado confesar en algún momento, además de que seguro se nota a kilómetros de distancia… - el japonés sonrío acariciando casi disimuladamente la cintura del morocho… - ChangMin, ¿somos novios ahora?

- por supuesto que sí… - asintió sonriente y volvió a empinarse buscando esos labios que se habían convertido en su adicción favorita… incluso por encima de su laptop xD… - aunque no eres nada romántico para pedir las cosas, eh… - sonrió contra sus labios sintiendo también la sonrisa en los ajenos antes de ser besado con mayor pasión, de tal forma que sus sentidos volvieron a verse sometidos por el encanto de su, ahora, novio…

Luego de varios minutos ahí entregados al simple deseo de besarse en diversas intensidades y con diversos grados de cariño, ternura y miel; Hayami le propuso ir a su departamento. No iba a mentirle ni a hacer de cuenta que no moría por sentirle a flor de piel ahogados en calor, le deseaba pero no era meramente por el placer banal del sexo. Quería hacerle el amor, recorrerle con caricias y besos y mostrarle que él es capaz de ofrecerle esa clase de cariño sin reservas. ChangMin se había sonrojado por la forma tan directa con que había recibido tal propuesta, y sin embargo al mismo tiempo se había sentido agradecido y halagado; era preferible la sinceridad aunque pudiera parecer desvergonzado o lujurioso, a aquello que Hiro había intentado, aprovecharse de las circunstancias sin tomar en cuenta sus sentimientos y poniendo por encima de ellos el simple deseo carnal.

Ni siquiera se había molestado en avisarle a Jaejoong o Yunho (no pasó por su mente Junsu o Yoochun), había entrelazado su mano con la de Mokomichi y sonreído en una afirmación silenciosa que les bastó a ambos para perderse rumbo al departamento del japonés. Aunque el camino fue relativamente largo, lo valió de sobremanera; porque estaban ahí, en medio de la semioscuridad del cuarto de Hayami disfrutando de más de esos besos encendidos que iniciaran desde el Club. Labios presurosos que con gusto se pierden en el juego ajeno danzando bailes que ni siquiera conocían pero que resultan exóticos y deliciosos.

Por un segundo ChangMin recordó la escena relatada en el fanfiction del dorama… él era seme por cierto, pero no creía tener la paciencia para dar explicaciones racionales acerca de lo que estaban haciendo ni mucho menos detenerse a preparar todo el ambiente romántico de vino y frutas exóticas para mimarle antes de poseer su cuerpo como sabe posee ya su alma y corazón. Hayami le vio ligeramente perdido en sus pensamientos (oh sí, el tiempo conviviendo juntos y cayendo en su corazón habían resultado suficientes como para saber cuándo estaba pensando en algo innecesario como en ese instante) y optó por traerle de vuelta a esa realidad de la única forma posible para un par de enamorados que se van descubriendo en la intimidad…

- tócame… - susurró en su oído dejando entonces que su aliento cálido golpee contra el lóbulo y le estremezca de pies a cabeza…

El morocho apenas le enfocó saliendo de sus cavilaciones cuando ya sus manos habían encontrado el camino exigido, dedos ágiles que desabotonan la camisa deslizando uno a uno aquellos obstáculos pequeños que privan a su tacto de sentir esa piel suave que huele a hombre y deseo. ChangMin le observó detenidamente mientras iba descubriendo su pecho, sus hombros y el torso completo cuando finalmente la prenda resbaló por los brazos encontrando su nuevo sitio en el piso. Los dedos del morocho volvieron a vagar por la piel desnuda, ligeros estremecimientos se sucedieron poco a poco bajo su tacto en el camino trazado sin sentido. Nunca había tocado así a nadie… pero era exquisitamente perfecto.

Hayami cerró los ojos inconscientemente cuando aquellas caricias le obligaron a entregarse por completo a las sensaciones, a la forma en que aquellos dedos largos y delgados fueron haciéndose de cada tramo de su torso. Volvió a abrirlos en medio de la sorpresa y el gusto cuando la lengua de ChangMin lamió disimuladamente uno de sus pezones, jadeó y tembló suavemente indicándole de aquel modo que le gustaba, que se sentía demasiado bien como para pararle. El menor dong bang sonrió victorioso, era inexperto en todas las formas posibles pero al parecer lo estaba haciendo bien dejándose llevar simplemente por su propio cuerpo y los latidos presurosos de su corazón.

- mhh, Min… - el japonés gimió ahogado cuando la lengua del morocho fue acompañada por toda esa boca caliente que succionó en su pezón para luego subir y hacerse de un trozo de piel y hueso a la altura de la clavícula…

ChangMin sonrió contento porque obtuvo ese gemido… y comprendió entonces que era música para sus oídos y que el ritmo le gustaba tanto que deseaba mucho más de ello… así, dejó vagar su boca con absoluta libertad por todo el torso de Hayami, ganando más gemidos y jadeos, esa respiración alterada y esos susurros de su nombre que sonaban casi como a hipnosis y le robaban otro poco de cordura.

Unos instantes más tarde Mokomichi sintió que estaba actuando demasiado pasivo y cuando su novio bajó aún más lamiendo las líneas de sus pectorales, le sujetó el rostro obligándole a subir y besarle con súbita necesidad de sentir el sabor de su boca y compartir de esas batallas calmadas entre sus lenguas como si fueran un par de guerreros que disfrutan de la cruzada sin anhelo a la tregua. Hayami aprovechó entonces para deshacerse de la camiseta del morocho y acariciar su espalda con insinuación en tanto sus cuerpos permanecen más bien demasiado cerca fundiendo el calor de ambos. Los besos apasionados ceden un poco de espacio y escatiman en besos de aquellos que se dedican tan solo al reconocimiento de partes del cuerpo del otro, besando aquí y allá con paciencia, dejando la estela húmeda del deseo y las ganas de saborear cada palmo como si nunca más pudieran encontrar la oportunidad de hacerlo.

De aquel modo van desapareciendo todas las prendas, tela excesiva que les privaba de esas magníficas sensaciones del contacto piel con piel. Sonríen y se miran a los ojos casi sin vergüenza, como si encontrarse desnudos y ante la mirada del otro fuera la cosa más normal del mundo. Vuelven a unir sus bocas en nuevos besos aunque éstos duren menos porque han encontrado resistencia en la serie de gemidos, jadeos, murmullos e incoherencias que escapan de sus labios cuanto más placer comienzan a experimentar conforme sus manos tocan y encuentran puntos más sensibles al tacto.

- ahhh… - ChangMin gime casi con sorpresa cuando la mano de su novio cae finalmente en su entrepierna y rodea su virilidad masajeando suave y tortuosamente de arriba abajo… - Ha…Hayami… - jadea su nombre y cierra los ojos vencido por el placer…

Por las electrizantes sensaciones que recorren su columna y le hacen temblar, por todo aquello que es llamado deseo y pasión, lujuria y provocación. La boca de Mokomichi parece más experta y sensata, marca cada centímetro como si planeara hacer un plano de su anatomía sin espacio a las equivocaciones. Su lengua le nubla los sentidos y arranca de su garganta los gemidos con notas más altas de lo que pudiera haber ensayado nunca, siente que tiembla y que suda, que se pierde en un mundo desconocido que no le asusta en absoluto porque promete las más agraciadas ambrosías.

Se somete a la voluntad de su propio cuerpo y cuando logra un intervalo de conciencia se da cuenta de que yace recostado sobre la cama de su novio, que es acariciado con calma en el pecho mientras la boca del japonés besa su ingle y le hace sentir vibraciones desconocidas al tiempo que su erección se irgue algo más y el calor asciende velozmente de la misma forma que su corazón late como potro desbocado… Hayami le observa unos segundos, la ligeramente bronceada piel desnuda, el sudor perlado por todo su cuerpo, el pecho subiendo y bajando por esa respiración que sabe él ha alterado, las mejillas rosadas y ese brillo en la mirada oscura que le seca la boca al tiempo que saborea y más saliva produce porque sencillamente se le antoja en demasía todo lo que ve… y sube de nuevo hasta sus labios besándole con fervor en tanto frota una primera vez sus caderas sin haberlo planeado, pero notando esa sensación exquisita correrle de pies a cabeza y saboreando ese gemido que se ahoga entre su beso y le insta a repetir la acción con toda la conciencia de chocar sus entrepiernas y gemir casi impúdicamente por el acto gozoso de que forman parte.

- ahhh, mmhhh…

Gemidos… roncos, altos, largos y abnegados en placer es todo cuanto se escucha en aquella habitación. Las manos de ChangMin le han rodeado la espalda y Hayami no tiene más opción que pegarse a su pecho y seguir moviendo sus caderas en aquel roce excitante que nunca imaginó pudiera encenderle a tal grado. Pero es que era imposible no incendiarse cuando ChangMin gemía en su oído, cuando lamía su cuello o le besaba tan apasionadamente, cuando sentía el contacto piel con piel, cuando le enterraba las uñas en la espalda y le hacía gemir más alto a ser posible, cuando le miraba con aquel deseo y sonreía casi como si hubiera ganado una batalla y la victoria le supiera al mismo elixir de los Dioses.

De pronto Hayami se supo recostado sobre el colchón, el morocho sentado a horcajadas en sus muslos, teniendo el acceso ideal a su erección, bombeando de un modo tan exquisito que se correría en minutos si continuaba con aquella actividad.

- quiero ir arriba… - ChangMin murmuró con tono ronco y sexy, relamiéndose los labios con paciencia de solo imaginar que podría saborear todo de su novio…

- nhh… ¿so… solo arriba?... – Hayami cuestionó entre jadeos y gemidos, sonriendo sin prisas consciente de lo que aquello significaba para su novio…

- oh sí, solo arriba… - el morocho respondió inclinándose hasta morder el labio inferior del japonés, succionando luego el superior y besándole con súbita pasión…

Perdido en aquel beso no supo lo que pasó o cómo con exactitud, pero un dígito de Mokomichi ya estaba entre sus glúteos rondando su intimidad, presionando apenas con la yema del dedo sin adentrarse en su estrechez. ChangMin le miró interrogante, pero incapaz de formular frase alguna cuando aquella sensación de incertidumbre le mandó aquellas corrientes eléctricas que dispararon su adrenalina haciéndole perder casi noción de todo a su alrededor… sentir era su única prioridad entonces…

El japonés se dedicó entonces a acariciar toda parte de su cuerpo a su alcance, distraerle y mantenerle excitado era todo cuanto podía pensar. Lo cual era difícil ya que él se encontraba en sus límites, necesitaba descargarse pero sinceramente necesitaba hacerlo dentro del cuerpo de su novio, quería que su primera vez fuera así de especial, marcarle y sentirle, llevarle al orgasmo, al fondo del abismo del placer. Pero también quería respetarle, sabía cuán importante era para ChangMin esa idea de ser seme, de no dejarse “dominar”, de ser el activo…

- Min ah… - susurró atrayéndole por el rostro para que le viera, el morocho apenas le enfocó todavía medio perdido en el gozo que sus caricias acababan de propiciarle, sus propias manos acariciaban el torso del japonés y más abajo el caliente y excitado trozo de carne caliente que palpitó contra la palma de una de sus manos… - mhh, Min… ahhh…. Min, necesito…

ChangMin no le dejó terminar… tomó una mano de su novio y lamió los dedos, los llenó de su saliva caliente dándole a entender que estaba bien, que le quería sentir y que estaba dispuesto a entregarse esa primera vez como el uke, que quería recibirle y sentirse tan suyo como nunca nadie podrá hacer.

A veces su lado romántico salía a relucir…

Oh vamos, para alguien como ChangMin que tiene en muy alta estima su condición de hombre, ceder como lo estaba haciendo era un gran paso y muy importante. Y Hayami supo bien valorarlo. Porque hacerle el amor a la persona que habita en tu corazón tampoco es sencillo. Porque es ir más allá del sexo, del placer carnal y el cumplimiento de un deseo banal de sentido de posesión; porque hacer el amor es volverse uno en cuerpo como en alma, porque es entregar el corazón y con él cada sentimiento posible.

Por ello le preparó con la mayor suavidad que le fue posible pero sin permitirse llegarle a hacer sentir demasiado vulnerable o femenino. Y para cuando le sintió listo y una sonrisa pícara bailó en los labios de ChangMin, Hayami le permitió dominar desde aquella postura el ritmo de aquella primer danza de amor. El morocho perfiló la erección de su novio y lentamente fue descendiendo ahogando esos gemidos de dolor que vinieron inevitablemente cuando su entrada se expandió para albergarle. El japonés cerró los ojos y los gemidos quedaron atorados en su garganta cuando él se los tragó simplemente porque sabía que su placer en aquel preciso momento no era compartido por su novio.

Eso era hacer el amor.
Tomarse en consideración en los mínimos detalles.

Cuando finalmente ChangMin le sintió completamente dentro se quedó quieto, sentado en las caderas de Hayami no pudieron hacer más que dedicarse a las sutiles caricias, a las miradas cariñosas y a los besos dulces y prolongados. A ése compaginar de labios que danzan en sincronía con aquellos corazones que laten a un ritmo exacto entre el placer y la plenitud. Más tarde el morocho se mueve, levanta las caderas con cuidado sintiéndole salir y antes de que le abandone desciende de nuevo tragándole hasta el fondo, repitiendo el movimiento y aumentado de a poco el ritmo y la velocidad…

- ¡Hayami!...

- ¡ChangMin!...

Gimen el nombre del otro con gozo y sorpresa cuando una estocada profunda alberga tan profundo la erección del japonés que alcanza a tocar ese punto de especial sensibilidad al placer en el morocho. Se sincronizan y buscan de nuevo aquel contacto, así, el baile armonioso se transforma hasta que el frenesí se hace de la voluntad de ambos jóvenes y la cabalgata un cansado vaivén intencionado del que ambos participan encontrándose a medio camino entre el sube y baja de caderas.

Cuando el calor le sofoca tanto que siente que desfallecerá en medio de placer, ChangMin le atrae obligándole a sentarse, frena sus movimientos y le besa apasionadamente con el poco aire que sus pulmones son capaces de tomar en aquel estado de conmoción gozosa, muerde sus labios y se deja caer hacia atrás quedando en el borde de la cama y debajo del cuerpo de Hayami. El japonés toma una de sus piernas y la coloca en su hombro retomando así las embestidas. Nuevos gemidos aparecen y el calor asciende a niveles insospechados; ChangMin le abraza y gime de placer contra sus labios, Hayami tiembla y sucumbe, pierde la cordura y enloquece de placer y amor. Tocan el cielo con la punta de los dedos y sus cuerpos arropan el orgasmo mientras los espasmos les sacuden de pies a cabeza.

Hayami cae agotado contra el cuerpo de su novio pero al segundo toma la fuerza suficiente para rodar a un lado saliendo despacio de su interior. ChangMin se queja y la mirada del japonés desciende preocupado hasta el interior de sus muslos, semen resbala entre sus piernas pero hay un tono rojizo tinturando su esencia…

- te he lastimado… - Mokomichi murmura con culpa y antes de poder bajar para revisar, su rostro es sujetado con fuerza por su novio por lo que se ve obligado a mirarle detenidamente…

- no es así, soy hombre y por tanto estrecho, es la primera vez que tengo este tipo de intimidad… intimidad en general… - sonríe y se sonroja… - es normal que sangre, y no me duele… - consuela y demanda un beso nuevo… uno que le sabe demasiado dulce y sabe que no se ha equivocado… que ha estado bien ser él quien se entregue así esa primera vez… - pero que quede claro, aún quiero ser seme ò.ó…

- la próxima, te lo prometo… - el japonés sonrió divertido pero enamorado… ya estaba acostumbrado a esa actitud del morocho… y para qué negarlo, era parte del encanto que le había atrapado en las redes del amor…

- más te vale, que ésta vez has sido tú solo porque me tomas desprevenido y… - sus labios sellados por un dedo de su novio….

- Shim ChangMin, por mí puedes ser el seme de ahora en adelante, o podemos ser multifacéticos, no me importa, con tenerte a mi lado ya me siento el hombre más afortunado del mundo, además… Te Amo… - declaró…

Y las mejillas del morocho se encendieron por vez primera con aquel calor que nace de la vergüenza ante tal confesión, atesorando como nunca imaginó que podría, ese par de palabras que desde ya se habían grabado a fuego en su corazón.

- yo también Te Amo, Hayami baka… - correspondió en apenas un susurro y esa actitud avergonzada que el japonés guardó en su memoria para siempre…

……flashback……

La boba sonrisa que adorna los labios de ChangMin permaneció ahí aún y cuando éste ya se encontraba en los brazos de Morfeo. Por supuesto, nada como una muy merecida siesta luego de que esa noche ambos se hubieran marcado por primera vez y para siempre… porque oh sí, Shim ChangMin no se había quedado con las “ganas de ir arriba”…

Así que fue curioso ver cómo dos días después cuando se retomaron las grabaciones del dorama ambos tenían un andar peculiar…

Nadie pidió detalles ni hizo mención alguna al respecto. Aunque por supuesto, Yunho y Jaejoong tuvieron por fuerza y responsabilidad su respectiva charla con Hayami acerca de los menesteres que implicaba ser novio de su crío. Sí, y ChangMin volvió a comportarse como el hijo rebelde que refunfuñaba por todo, aunque entonces los berrinches se le pasaran más rápido apenas podía comerse a besos con su novio. Y comprendió entonces la felicidad que compartían sus hyungs. Porqué Yunho y Jaejoong, como Junsu y Yoochun valoraban tanto la compañía del otro o se ponían algo histéricos y celosos cuando el otro no estaba o tenía que trabajar en proyectos que implicaban niñas lindas o chicos simpáticos (nótese el sarcasmo), pero claro, ante todo el profesionalismo.

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Por supuesto, esa mañana y el resto de la semana y días subsecuentes, las portadas, primera plana, nota del día y todo título habido y por haber en torno a la prensa y todo medio de comunicación fue ocupada por una sola cosa. La Fiesta del Año había generado tal popularidad que ahora todo mundo hablaba de cómo hacer para ser invitado a próximas celebraciones de la revista SCANDAL. Los titulares eran coronados por diversos puntos de vista, podían llevar como estandarte a un grupo en particular o, lo más común entonces, por parejas de artistas de diversos talles; sobre todo cuando una serie de sucesos dieron a conocer parejas reales que no habían escatimado en declarar sus relaciones como tal. YunJae, YooSu, HayaMin, KhunYoung, MinTae, bligdubu, DaiBum, por mencionar algunas de las que dieron aquel gran paso. Algunas de éstas parejas reales habían ganado mayor popularidad entre las fans (obviamente las que no se ofenden ni encuentran desagradable aquello que desde hace mucho tiempo cada día parecía mas real pero que por un tiempo había continuado siendo disfrazado por el llamado fanservice) y otras comenzaban a hacerse de sus seguidoras.

Artículos y fotografías exclusivas eran presentadas por la revista y entonces todos querían enterarse de las vidas de sus artistas favoritos. Crecía la curiosidad y, porqué no decirlo, el morbo, por todo lo relacionado con ellos. Se había generado una nueva perspectiva y todo lo relacionado con el llamado mundo yaoi había dado un giro inesperado, positivo en su mayoría aunque no se pudiera ocultar ni frenar la otra cara de la moneda. Pero no importaba, todos se sobreponían y seguían adelante, se ocupaban de sus vidas y decidían hasta qué punto ofrecían de ella al público cariñoso. Seguían existiendo las fotografías secretas de la reportera estrella de SCANDAL, las entrevistas editadas que guardaban el anonimato justo y necesario de los detalles demasiado personales e íntimos.

El final del dorama había sido un hit de impresionante impacto y popularidad… los rumores habían comenzado a circular, acerca de una segunda temporada y nuevos proyectos…

Todo podía pasar…
Pero entonces lo más importante era…
Que el amor había llegado a sus corazones y la lucha por la felicidad se mantenía constante…



**FIN**






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Y pues, si quieren epílogo me avisan ;D