Autora: Felina
Pareja: YooSu
Género: Acción, Drama, Romance
Clasificación: NC-17
**HATE YOU… ¿LOVE YOU?**
*****
Kim Junsu ha estado en el departamento de Policía desde hace tres años y meses, atraído por la adrenalina se había inscrito en la Academia en busca de aventuras y de paso, con la idea utópica de abonar su granito de arena por su comunidad. Las cosas al principio habían distado más o menos de sus intenciones originales, conforme fue comprendiendo el funcionamiento del sistema, las aventuras eventualmente llegaron. Hace un par de meses fue transferido al Departamento de Investigaciones Criminales, luego de un período de ocho meses en antinarcóticos.
El joven de 26 años no se considera experimentado ni el mejor capacitado para cada caso en que ha participado, pero con un agudo sentido de intuición sus observaciones solían tener una buena línea para las investigaciones. Dedicado por completo a su trabajo, comenzó a sentirse incómodo cuando aquel apuesto joven de profundas orbes negras le buscó con la obvia intención de ligar. Se conocieron en un bar hace tres semanas, cuando el detective Kim tomaba un trago con algunos de sus compañeros de equipo.
- soy Yoochun, ¿Puedo invitarte un trago?... – fueron las primeras palabras que el sexy muchacho le ofreció al detective.
Junsu, reservado y más bien tímido para el ligue, negó amablemente la invitación y pensó que no volvería a verle nunca más, pero para sorpresa suya –y tal vez por esa mala costumbre adoptada por su unidad pues acudían al mismo bar por lo menos una noche por semana– las siguientes ocasiones la invitación se ha repetido.
- deberías aceptar, Junsu, hasta tú necesitas un poco de acción de la buena de vez en cuando… - uno de sus amigos le dijo esa noche con disimulo pero obvia picardía…
A saber, el joven pelinegro estaba sentado en una de las sillas de la zona de barra; mientras ellos ocupaban una mesa enfrente. Yoochun no le apartaba la vista y tal mirada era penetrante, la forma en que sostenía el vaso de licor en su mano y la manera provocativa con que se pasaba el borde del cristal por los labios era todo cuanto podía necesitarse para comprender la seductora insinuación. Junsu se sonrojó de sobremanera cuando el pelinegro hizo el gesto del brindis dirigiéndose a él, luego le vio dar un sorbo y dejar deliberadamente que una línea de licor resbalara por la comisura de sus labios siguiendo el camino descendente de su cuello; la manzana de Adán tan pronunciada y varonil subió y bajó a través de la piel al tragar; y para terminar la erótica visión, el pelinegro lamió lentamente su labio superior de lado a lado. Junsu sintió un repentino sofoco y al instante más calor, abanicó su rostro colorado con su propia mano y pidió una soda con mucho hielo en un vano intento por contrarrestar aquella reacción de su cuerpo.
Sus amigos rieron y le animaron –descaradamente– a que aceptara salir con aquel tipo que se veía demasiado sexy como para dejar ir la oportunidad. El detective Kim negó con absoluta vergüenza y anunció su retirada pues no quería seguir siendo fuente de risas, miradas y bromas –algunas demasiado acaloradas– por parte de sus compañeros.
- idiotas… - espetó avergonzado cuando ya se colocaba la chaqueta y uno de sus amigos hizo un gesto obsceno para darle a entender de lo que se iba a perder por cobarde.
Azorado con toda la situación y consciente de que el pelinegro se había enterado de todo, el detective Kim apresuró sus pasos fuera del bar hasta el parking.
- linda retaguardia… - dijo aquella voz ronca que ya conoce y dio un respingo entre incómodo y avergonzado; no del todo sorprendido pues le había sentido seguirle desde que salieran del bar.
- no es nada caballeroso ni simpático que andes mirándole el trasero a alguien que no te ha dado tal libertad… - el detective se giró enfrentándole con las mejillas a tope de carmesí.
- no es como si fuera posible evitar notarlo considerando que es… - delicioso sabe el detective Kim que habría sido la palabra que culminara la oración del pelinegro, quien ladeó el rostro con picardía y se lamió los labios, Junsu enrojeció furiosamente mezcla de vergüenza y molestia… sobre todo molestia… ¡Qué se cree ese sujeto!... – además, sería caballeroso si ése alguien se dignara en por lo menos decirme su nombre… - Yoochun replicó sonriendo de medio lado con gesto casual y ese porte varonil que hace palpitar (contra su voluntad) aprisa el corazón del detective… - no creo que alguien como tú deba tenerme miedo…
- ¿Alguien como yo?... – parpadeó sin comprender… olvidándose por unos instantes que estaba molesto por la alusión a su gran trasero…
- tu placa… - el pelinegro señaló la insignia que cuelga del cuello del detective a la altura de su pecho… - tus amigos y tú siempre las muestran, asumo que eres de la policía y que en dado caso de que yo fuera cualquier imbécil que intenta jugarte una mala, sabrías defenderte, ¿No es así?
- eso… - el detective Kim formó un lindo puchero aún más azorado por lo que tan claro tiene el pelinegro. Los ojos de Yoochun brillaron entonces de un modo diferente y Junsu se estremeció con cierta incomodidad. Había algo que no le agradaba del todo del pelinegro, algo en su mirada le decía que se mantuviera alerta, pero… al mismo tiempo, la forma en que se sacudía algo en su interior…
- ¿me dirás tu nombre?... – solicitó con voz ronca, con mirada sagaz y el sigilo de un tigre al acecho…
- Kim Junsu… - el detective respondió y se mostró sereno, luchando internamente con las emociones que el muchacho pelinegro le provoca, contra aquellas inquietudes que le asaltan.
- Park Yoochun, un gusto conocerte, Kim Junsu… - sonrió y se acercó hasta alcanzar la mano del detective y estrecharla con un delicado apretón.
En aquel preciso instante el detective Kim tuvo un presentimiento, no sabe dilucidarlo como un mal presagio o el preámbulo de buena suerte, intuía algo por la forma en que esa mirada oscura le hace temblar cual hoja tragada por el vórtice de un hoyo negro. Sentía también una peculiar aura de misterio que le gritaba permanecer siempre alerta.
- tomemos un trago, Junsu ah… - el pelinegro sonrió de medio lado con amabilidad y entonces las mejillas del detective se tiñeron de un adorable rubor.
…Y a tres meses de aquel primer intercambio de palabras, Kim Junsu bajó la guardia pues no había motivos visibles o tangibles para desconfiar del pelinegro.
No cuando su ciego corazón cayó enamorado de Yoochun.
…………………………………
Departamento de Yoochun
Estaba ahí, tragado por las penumbras de su silenciosa habitación. La noche era cálida y el cielo estrellado era una bella panorámica, pero el pelinegro no podía –y no quería– disfrutar de aquella vista pues prefería la soledad de la total oscuridad. Los gruesos cortinajes estaban cerrados de lado a lado en los ventanales y ni un solo sonido cruzaba la habitación, apenas el tintineo de los hielos en el fondo de ese vaso de cristal con un trago de licor cortó el absoluto silencio.
Yoochun está ahí, sentado en la alfombra y recargado en la pared frente a su cama. No hay demasiados muebles pero todo luce impecablemente limpio, desde la superficie de madera de las mesitas de noche, hasta las esquinas de los ángulos en el techo libres de telarañas.
Es que a Ella le encantaba la limpieza.
La triste sonrisa se dibujó en los labios varoniles y los párpados volvieron a caer pesados ocultando las negras pupilas. Bailaron en su cabeza los recuerdos de un ayer que nunca volverá y que cada día duelen con la intensidad de una gota de lava hirviente que cae constantemente sobre su corazón. Una lágrima resbala y el escozor quema sus ojos, no quiere llorar más pero el llanto parece inagotable.
¿Cómo dejar de extrañarla si tanto le ama, aún en el recuerdo?
Y es por aquel sentimiento que truncado hace tres meses le ha dejado ese sinsabor en el alma que cree solo la venganza puede endulzar de nuevo. Le arrebataron al amor de su vida, él tomará la vida del causante.
……flashback……
Estaba todo listo para la boda, Seo Hyo Rim era la chica más emocionada sobre la faz de la tierra porque estaba a unos días de contraer nupcias con su amado. Se sentía afortunada pues podía decir que lo tenía todo. Una familia estable con buena posición social –por no decir adinerada– y al prometido perfecto.
Park Yoochun.
Hombre de 27 años con una conocida trayectoria en arquitectura habiendo seguido a la par el camino de su padre como abogado. Aspiraba a la Presidencia de la Firma pero se dedicaba a aprender de su progenitor y los otros poderosos hombres con quien se relacionaba.
En aquel selecto grupo de abogados acudían de los más importantes personajes de la política así como empresarios de renombre; en aquel mundo fue que Seo Hyo Rim y Yoochun se conocieron, por acuerdo de sus padres tuvieron un par de citas, el resto había fluido de forma natural y con el tiempo se habían enamorado, hasta desear consolidar tal enamoramiento en matrimonio.
La fecha estaba realmente cerca. Seo Hyo Rim fue esa tarde a recoger su vestido de novia a una popular boutique de diseñador en la zona más IN de la ciudad. El día transcurría normal, Ella estaba cubriendo cada actividad en su agenda con puntualidad, tendría tiempo de prepararle una sorpresa a su prometido.
Eso era lo que la chica tenía en mente… pero se vio interrumpido abruptamente todo plan cuando el lugar en que se encontraba se sacudió violentamente por un temblor que vino acompañado de un estruendo aturdidor y la propagación de humo que apareció de pronto al tiempo que algunos cristales eran despedazados por causa de aquella explosión y los más gruesos que circundan las puertas y muros principales se sacuden pero resisten el embate de aquella bomba cuya única intención era provocar el miedo. Ese que sin duda se sembró en segundos en toda el área.
- ¡al suelo todos!... – había gritado un hombre y de su mano una pistola de metralla disparó algunas veces hacia el techo.
Los gritos aterrados de todos los que estaban dentro de aquel lugar sonaron pronto y el pánico se hizo de cada uno de ellos. Seo Hyo Rim obedeció y tembló asustada como todos ahí…
Más tarde la policía hizo acto de presencia, pasaron los minutos más largos para todos los que entonces se sabían como rehenes y no había modo de que la policía entrara. Al parecer estaban realizando negociaciones pero el pánico seguía reinando dentro. Afuera, luego de haber asegurado el área y tras el perímetro instalado con patrullas y las típicas cintas amarillas de límite, un grupo especial de detectives llegó, entre ellos Kim Junsu…
La situación era crítica, pero la orden fue dada; entraron armados y haciendo uso de todo recurso que tuvieron a mano… la intervención fue exitosa porque detuvieron a la mayoría de los terroristas, cayeron bajo el fuego cruzado dos de ellos y algunos inocentes…
……flashback……
El pelinegro terminó su trago de licor y lanzó el vaso contra otro muro estrellándose y haciéndose pedazos. Yoochun se levantó y salió de su habitación hasta esa que tiene a lado a modo de oficina ahí en su departamento, encendió la lámpara del escritorio de trabajo y abrió el cajón superior sacando una carpeta con hojas selladas como confidenciales.
- caerás, Kim Junsu, de la misma manera que lo hiciste con Seo Hyo Rim… - murmuró entre labios con tono amargo cargado de odio…
Porque sí, Yoochun había investigado –aún haciendo uso de actos de corrupción para obtener información– y encontrado que la bala que había robado la vida de su prometida pertenecía al detective Kim. Y él sabía que solo tomando su vida calmaría el dolor en su corazón.
*****
En una de las tantas citas que los chicos tuvieron, llegó aquella en la que Yoochun dio el siguiente paso en su plan para vengarse de Junsu…
- me encanta el color de tu cabello… - el pelinegro le dijo de pronto y sonrió tiernamente ante el sonrojo que cubrió las mejillas de su novio, se recriminó mentalmente al caer en cuenta de su propio comentario, no estaba en sus planes descubrir que realmente consideraba apuesto al detective o que en verdad estuviera notando aquellos detalles…
- mi cabello es normal, no hay nada espectacular en el color… - susurró avergonzado, sorbiendo de la pajilla el rico contenido refrescante de su agua de sabor…
- el asunto es que en ti todo se ve perfecto porque tú eres hermoso… - el pelinegro digo y casi pareció que las palabras borboteaban contra su voluntad y su corazón se regocijaba con los sonrojos que ganaba del castaño, definitivamente era la primera vez que el detective se sentía contento con su color natural de cabello. No más tintes.
- ¿le dices lo mismo a todos con quienes intentas ligar?... – el castaño cuestionó al tiempo que le sostiene la mirada al pelinegro y trata de leer en sus ojos la verdad… él sabe que se ha enamorado, pero no quiere arriesgarse a mostrar abiertamente sus sentimientos sin antes estar seguro de los pasos que da…
- por supuesto que no, sé que parezco Casanova pero no soy así; tú en verdad me gustas Junsu ah, tanto que solo puedo pensar en ti a donde quiera que voy, no como una especie de obsesión sino como ese sentimiento que hace que sea algo torpe y demasiado romántico para mi gusto…. – sonrió y los pómulos se tiñeron de un suave tono rosado que confundió un poco más al pelinegro… - sé mi novio, Junsu ah… - dijo sin más, no queriendo continuar hablando porque sentía que decía palabras que traicionaban sus planes…
Palabras, que parecían nacer desde su corazón.
Y es que ha sido imposible no descubrir aquellos detalles en el detective Kim que no encajan con el perfil de un detective sin escrúpulos que hace su trabajo sin importarle mínimamente la vida de quiénes toma.
¿Era una especie de ángel en apariencia pero demonio de alma?
Una parte de Yoochun se aferraba a aquella creencia porque era la que tenía sed de venganza. La otra, temía estar cometiendo un error.
*****
Departamento de Kim Junsu
A un par de meses de lo que el detective Kim considera su primer noviazgo real, estaba listo para declararse y abrir honestamente su corazón porque está seguro de que aquella relación ha mutado de la simple atracción y el flirteo por parte de ambos…
- Yoochun ah… Te Amo… - el detective Kim declaró de pronto con las mejillas encendidas de rubor…
El pelinegro, sentado frente a él en el comedor, le miró primero con sorpresa, después una sonrisa se curvó en sus labios pero sus manos temblaron con los cubiertos en ellas. Tendría que sentirse feliz por haber cumplido su cometido de enamorarle, pero había una extraña mezcla de emociones desatándose en su cuerpo y mente.
De algún modo le enojaba saber que Junsu no se hubiera dado cuenta aún de quién era él; que pareciera tan sereno hablando de amor cuando lleva en su conciencia la muerte de su prometida Seo Hyo Rim. Que tuviera descaro de declararse… y de que una parte de sí palpitara con emoción, ésa que juró solo tener por Seo Hyo Rim.
El castaño al contemplarle así, con esa mueca en sus labios que más parece torcida en desagrado o confusión, se sintió decepcionado. Luego de aquellos meses de hermosa relación, creyó que el pelinegro también estaría enamorado, sino ¿Por qué estar con él? ¿Acaso solo ha estado pasando el tiempo?
- ¿Por qué?... – el pelinegro le preguntó de pronto con la mandíbula apretada.
- ¿Eh?... – Junsu balbuceó poniéndose nervioso, evadiendo la mirada avergonzado mientras piensa en que no había contemplado tener que explicar sus sentimientos, estaban ahí y ya, habían nacido contra su voluntad y crecido por todo lo bueno que Yoochun ha sido con él.
Su forma de tratarle, de acompañarle, su lado romántico y cada cita compartida, el calor de sus manos entrelazadas y el sabor de sus besos. ¿No era aquello amor y muestra suficiente de esa declaración que acaba de hacer?
- ¿Por qué eres así? ¿Por qué no te das cuenta?... – el pelinegro volvió a cuestionar sacándole de aquellos pensamientos…
- no lo entiendo, Yoochun ah… - el castaño se supo perdido en el interrogatorio… - ¿Darme cuenta de qué? ¿Ser cómo?
- porqué tenías que enamorarte así ¡Por qué!... – elevó la voz y golpeó la mesa con sus manos soltando finalmente los cubiertos que hicieron un golpe seco contra la madera de la mesa… Junsu saltó en su lugar contrariado por la reacción del pelinegro, observó los nudillos de su novio y notó lo blanco que habían estado por la presión de sus puños… - ¿¡Por qué no lo recuerdas!? ¡¿Por qué es tan fácil para ti olvidarte de los inocentes?! ¡De las vidas que destruyes!
- Yoochun, no logro comprenderte… - el castaño dijo y pensó que ése ante él no es mismo chico a quien conoció en todas esas semanas… y definitivamente no es de quien se enamoró.
- ¡Claro que no comprendes, Junsu! ¡No lo haces porque simplemente lo olvidaste! ¡Porque Ella no te importaba como a mí!... – gritó fuera de control, tirando al piso las cosas de la mesa que estuvieron en el radio de sus manos al tiempo que se paró y retrocedió hasta la estancia con gesto desesperado.
El detective Kim se alertó pero trató de mantener la calma, había varias cosas que simplemente no le cuadraban con el Yoochun que conoce. Pero lo que terminó por hacerle ruido fue cuando la palabra Ella salió de aquellos labios en aquel tono furioso. ¿Quién es Ella? ¿Qué significa que la olvidó? ¿Qué relación tenía con Yoochun que le importa tanto como para desquiciarle así?
Lo sabía, nunca debió bajar la guardia.
Inquietudes flash asaltaron la mente del castaño mientras el pelinegro sigue balbuceando y camina de un lado a otro por toda la estancia hasta que de la nada frena y para cuando el detective Kim comprende la situación en sí, sus ojos desmesuradamente abiertos sin dar crédito al giro que sucedió en aquella cena que comenzó romántica y parece que terminará en una tragedia de película.
- Yoochun… - tiembla con miedo y ve al pelinegro fruncir el ceño y sujetar con furia el arma…
- no digas más mi nombre… - espetó… - no me hables así, como si fueras digno de hablarme cuando mataste a la persona que más me importaba…
- ¿Qué sucede contigo?... – cuestionó casi inconscientemente, con su mente nublada por una serie de pensamientos resonantes que le hacen sentir tenso y asustado, no de morir, sino de haberse enamorado de un desconocido a quien, parece, nunca le importó de verdad…
- ¿Qué sucede conmigo?... – rió con ironía… - sucede que estoy frente al asesino de mi prometida… - aquella revelación cayó como aguijones sobre el castaño, quien abrió los ojos de par en par sin poder creer lo que escucha… - ¿Acaso ser de la policía te da derecho a arrebatarle la vida a cualquiera y pasar de largo sin siquiera preocuparte por sus nombres?...
- nunca he asesinado a nadie…
- ¡No mientas!... – gritó y el arma en su mano tembló…
- no miento, jamás he matado a nadie, mi arma ha sido disparado sí, pero las heridas que he ocasionado no han dado muerte a nadie…
- ¡ Seo Hyo Rim murió! ¡Y la bala salió de tu arma, detective Kim Junsu!... – siseó a punto de la enajenación…
- KyuSun, Lee Hee, Yung Hyun, son personas a quienes he herido en contra de mi voluntad… - nombró consciente de que aquellas víctimas habían sido alcanzadas por sus disparos en situaciones que la más de las veces prefiere no recordar…
- Palace Garden, tú equipo y tú estuvieron ahí, llegaron para encargarse de una situación de rehenes y sin importar las circunstancias, Seo Hyo Rim murió…
- Junsu no disparó su arma ese día… - una tercera voz se escuchó e instintivamente el pelinegro apuntó al intruso, mientras el castaño le mira y se cuestiona a sí mismo la capacidad que el pelinegro tiene sobre él como para bajar la guardia a tal punto que ni siquiera percibió la llegada de su antiguo líder de equipo…
- ¡Tú quién demonios eres!
- el que te dirá quién disparó el arma de Junsu y mató a tu prometida…
……flashback……
No era una situación como otras, tenían ahí prácticamente a medio departamento de policía de diferentes unidades. ¿La razón? Uno de los más buscados por la INTERPOL estaba ahí en una especie de acción terrorista habiendo organizado a otros maleantes que de ningún modo debían tratarse a la ligera. El asunto estaba tenso porque, para complicar las cosas, había figuras políticas entre los rehenes, personajes de familias acomodadas: hijos, esposas o madres. Entre todos aquellos, Seo Hyo Rim, la prometida de Park Yoochun.
En aquel entonces, Kim Junsu pertenecía a la unidad antinarcóticos, habían acudido como apoyo porque uno de los terroristas amenazó con usar una nueva generación de narcóticos que inyectados en la sangre provocan incluso la muerte.
El pánico estaba sembrado en aquel lugar, los empleados y visitantes de aquel piso en Palace Garden habían sido tomados como rehenes, el equipo al que Junsu pertenece recibió la orden para entrar, él no estaba de acuerdo porque había demasiadas personas inocentes dentro, pero su palabra no valió nada cuando el equipo antiterrorismo avanzó y su equipo tuvo que seguirles.
Las cosas por inercia se complicaron ante su entrada, los terroristas comenzaron a disparar y algunos de sus compañeros respondieron el ataque. Él y otros estaban sacando con prisa a todos los que podían pues aquello estaba por convertirse en el peor de los escenarios. Instantes después y entre el sonido de metralla y pistolas de mayor alcance, Junsu vio a uno de los terroristas sujetar a una muchacha usándola como escudo mientras amenaza con disparar directo a la sien si no le dejan salir.
Era él quien tenía el mejor ángulo para un disparo limpio hacia el terrorista, pero se negaba en disparar porque estaba el riesgo de herir a la chica.
- ¡dispara!... – exigían tanto el líder de su equipo como el del antiterrorismo…
- ¡no tengo disparo limpio, Señor!...
- ¡solo dispara ya!... – volvieron a exigirle, esa vez solo el líder de su equipo, el oficial Seung Li, pero su dedo simplemente no podía presionar el gatillo…
- ¡yo lo haré!...- uno de sus compañeros estaba a un paso de donde el castaño pero cuando intentó disparar su arma esta ya no tenía municiones.
El terrorista se movía demasiado de un lado a otro sin soltar a la chica y aunque Junsu mantenía su arma en alto, no había modo de que acertara al terrorista sin herir de algún modo a la chica. De pronto su compañero tomó su arma y un par de segundos después disparó un par de veces…
Tal como había temido, uno de los disparos alcanzó el cuello de la chica y rozó al mismo tiempo el hombro del terrorista, ante aquello el hombre soltó a la chica y fue entonces que una lluvia de disparos cayeron sobre el terrorista matándole violentamente. Junsu apresuró sus pasos hacia la joven y presionó la herida, pero había demasiada sangre… la bala había alcanzado la carótida.
……flashback……
El Oficial Seung Li relató los hechos ante un Yoochun que se negaba en creer su relato, mientras Junsu comprendía el odio que ve reflejado en aquellos instantes en las orbes del pelinegro; miró sus manos y pensó que a fin de cuentas sus manos también se habían manchado de la sangre de la prometida de ése de quien se enamoró… y comprende así también, que no le ama, que nunca le amó, que solo quería vengarse…
- ¡mientes! Lo investigué todo, tuve acceso a los informes confidenciales…
- Y entonces si los viste y conoces el historial de Junsu, ¿viste alguna muerte ocasionada por él que no fuera bajo circunstancias extremas y exclusivamente de maleantes de lo peor?
Yoochun sintió una punzada en la cabeza y recordó. La respuesta es no. Seo Hyo Rim era la única víctima que había fallecido y cuya causa claramente había sido relacionada al arma a nombre del detective Kim Junsu.
- en tus investigaciones viste lo que necesitabas ver, necesitabas un culpable por la muerte de tu prometida y lo encontraste, pero a pesar de que es verdad que el arma de Junsu fue la que mató a Seo Hyo Rim, él nunca la disparó porque sabía que no podía hacerlo sin poner en alto riesgo la vida de la rehén. Jamás se le permitió acceso a los detalles de la investigación consecuente de aquella situación porque nuestro sistema así funciona, así que no había modo de que Junsu supiera que Seo Hyo Rim era el nombre de la víctima y mucho menos relacionarla contigo; él pertenecía al equipo de apoyo, no al grupo antiterrorismo que estuvo al mando, pero los detalles del caso están en este expediente… - el detective Seung Li extendió una carpeta que rezaba en el frente la frase “Archivo Confidencial Nivel 1”
Park Yoochun titubeó y fue todo cuanto se necesitó para que el mismo detective Seung Li le quitara el arma dado que el detective Junsu parecía en shock.
- el oficial que disparó el arma de Junsu seguía ordenes también, la muerte de su joven prometida es una pérdida lamentable y una vergüenza para toda la fuerza de policía, pero tomar venganza no sanará el dolor que siente abogado Park.
- usted no tiene ni idea… - siseó el pelinegro…
- la tengo… porque perdí a un hijo ese día, seguía mis pasos y no tenía demasiado tiempo en la unidad… dio su vida por una causa sin sentido pero en la que creía fielmente, así como lo hace el detective Kim, quien tiene siempre sus valores en primer plano, él no toma su trabajo a la ligera, y siempre piensa en las víctimas, en los inocentes. ¿Quiere superar el dolor? Deje ir a su prometida, recuérdela como algo lindo, no como una víctima asesinada…
- ¡no puedo!... – el pelinegro cayó de rodillas temblando entre el mar de emociones que le embargaba en aquel preciso instante… estaba el dolor de la pérdida y el de los recuerdos… estaba la culpa por haber cometido un error…
- Yoochun… - el castaño susurró su nombre conmovido por el dolor del pelinegro… y pensó, que aunque a ése Yoochun no lo conociera y durante todo ese tiempo solo haya usado máscaras para seducirle y vengarse, no podía odiarle… caminó hasta el pelinegro y se inclinó cobijándole con sus brazos, le sintió tensarse pero no le apartó… - lo siento…
- ¿porqué te disculpas si se supone que no fuiste tú?
- por no haberme dado cuenta, por haber estado ahí y no haber podido salvarla…
El oficial Seung Li los observó y suspiró en cierto modo aliviado. Había llegado a tiempo, un minuto más y tal vez Park habría disparado su arma tomando una vida inocente, el detective Kim era de los mejores sin duda, no por su habilidad o la prontitud para la acción mortal, sino por su moral, por su capacidad de empatía, por la fortaleza de sus principios. Él se había enterado de las intenciones del abogado Park casi sin querer, le habían alertado cuando el pelinegro compró el arma de modo ilegal. No ahondaremos demasiado en aquellos detalles.
- ¿Por qué sigues aquí? Intenté matarte, te mentí todo este tiempo solo para que confiaras en mí y cobrar mi venganza…
- eso lo sé, pero… - el castaño le abrazó un poco más cerca, esperando sentir en su calor el mismo que sintiera en todos aquellos días… el que le cobijara la noche aquella que se entregó a él por primera vez, como nunca había estado con nadie… quería creer que tal vez a pesar de las circunstancias, cuando estuvieran juntos y aunque hubiese sido solo sexo, no le hubiera odiado por creerlo el causante de la muerte de su prometida…
- pero qué, Junsu ah… - el pelinegro susurró aferrándose de la nada a ese abrazo que parecía mantenerle algo más vivo de lo que pensó podría estar, sintiendo ese alivio de saber que sí, que tal vez su corazón siempre lo supo y le gritaba que no, que aquel ser tan maravilloso a quien enamorara no era culpable y que podría sanar la herida abierta en su interior…
- todavía amo al Yoochun que conocí… - murmuró y sintió su cuerpo temblar ante aquella verdad y la triste realidad que se escondía tras sus propias palabras…
Después de todo, se había enamorado de una farsa, de una pantalla creada intencionadamente. Pero aunque dolía admitirlo, era así, había caído en el amor de ese Yoochun que le había cortejado, del que le había invitado a salir en numerables ocasiones, del que había sido romántico cada vez, del que le llevaba una rosa en botón cada noche sin importar que sus compañeros de unidad se burlasen, del que le había besado en las formas más exquisitas como dulces, del que le había acariciado las mejillas con ternura cuando más cansado del trabajo se sentía… del que le había hecho el amor aunque hubiera sido una mentira.
*****
Un año ha transcurrido desde aquel día en que las cosas se aclararon para Park Yoochun, se había olvidado de su venganza poco a poco, aunque algunos meses después todavía sintió el peso de la pérdida de Seo Hyo Rim; sin embargo, en aquellos tiempos también pensó mucho en Junsu, en lo que había conocido del castaño no solo como detective sino como persona. Se arrepiente enormemente de sus actuares pero sabe que no hay modo de volver el tiempo atrás, se ha disculpado ya con Junsu y recibió una sonrisa y el perdón que buscaba, podría pensarse que habían sido víctimas de las circunstancias.
Pero el corazón de Park no estaba tranquilo, a veces le dolía pero no era por extrañar a Seo Hyo Rim… sino por Junsu, porque en verdad extrañaba las citas que terminaban atiborradas de sonrisas y bromas, de sonrojos y besos; extrañaba sus manos entrelazadas o los simples abrazos tirados en el sofá en los que se dedicaban a descansar así nada más.
Tarde comprendía que en su intento de ser falso y el mejor novio para Junsu con el afán te atraparle, había dejado al descubierto sus verdaderas formas de ser porque había sido inevitable quererle y conocerle, ceder a su tierna personalidad, a los pucheros cuando quería algo y él se lo negaba; había tenido en algún momento la curiosidad por comprender cómo alguien tan adorable como él terminó en una profesión más bien oscura y demandante en la que el odio, el rencor y la violencia son cosa del día a día.
Y aquello se convirtió en su pretexto para buscarle otra vez, para acercarse y ser honesto con el castaño y consigo mismo. Se había sentido nervioso, había estado listo para el rechazo, pero el castaño le había sonreído amablemente y aceptado a tomar una taza de café.
- hola, soy Park Yoochun, abogado de profesión y arquitecto de hobbie… - el pelinegro sonrió extendiendo la mano para saludarle cuando pasó esa noche por el castaño al final de su turno…
- Kim Junsu, detective de profesión y… jugador de fútbol de hobbie… - soltó una risita y se sonrojó por lo absurdo de su presentación… el pelinegro sonrió divertido y le revolvió el cabello en un gesto cariñoso que le salió espontáneo y provocó un sonrojo en el detective…
- me gusta el color de tu cabello… - susurró y ambos recordaron la primera vez que aquella similar afirmación salió de sus labios… - en verdad, me gusta, Junsu ah… tú me gustas…
El castaño se sonrojó algo más y sonrió agradecido por la confesión.
- me gustaría conocer al verdadero Park Yoochun de ahora en adelante, y descubrir… si también puedo amarle con todo mi corazón como una vez amé a alguien… - el castaño dijo y ambos comprendieron que ahí, estaba el inicio de una verdadera relación.
En la que sienten que sí, el amor puede surgir sinceramente. Y amarse, sin malos entendidos ni pasados rencorosos.
Porque el amor está ahí, solo tenía que liberarse de las cadenas del pasado y el rencor.
**FIN**
•
• 2Min Shinee. Dulce, tierno. TaeMin le dedica una canción al amor de su vida. Minho aparece de pronto.
• YooSu. Meloso y maduro. Celebración por el premio de Yoochun.
•
• GTOP. Sin idea. Algo sensual.
• YunJae. Sin idea. (En Proceso)
• KenMin. Sin idea.
• HiroxMin. Sin idea.
•
• KhunWoo. Sin idea.
• YooSu. Chocolate idea principal, lemonoso y amoroso. Con un Yoochun sexy y seductor, apasionado, pero tierno con Junsu.
• YooSu casado. Yoochun y Junsu son demasiado celosos el uno con el otro. Ligero drama.
• YooSu & KhunWoo. Junsu y Wooyoung se sienten tristes por ser catalogados como tontos o sumisos al ser los uke de sus respectivas relaciones. Yoochun y Nichkhun pueden tratarles demasiado así sin darse cuenta. Su y Woo se hacen tan amigos que la relación es malinterpretada por sus parejas. Celos.
•
• ChangMinxHamao. Algo tierno. Sin idea.
• KoMin. Sin idea. (En proceso)
• KenMin. Sin idea.
Escritora fiel de YooSu & YunJae, Minxamanteenturno (excepto Minho y los otros 4 bebos >.>), KhunYoung, ChanHo, JayTaec, 2Min Shinee, DaitoxKey, DonniexKey y ocasionalmente blingdubu.
PD. Y si hay discordia entre YS o YJ nunca por causa de los otros integrantes de DBSK.
PD 2. En realidad a Min la pareja se le elige previo casting con Maki ;3
Gracias ;D
PD. Y si hay discordia entre YS o YJ nunca por causa de los otros integrantes de DBSK.
PD 2. En realidad a Min la pareja se le elige previo casting con Maki ;3
Gracias ;D
sjaksdlaksd pinche yoochun casi hace ke le de de sapes o.ó pobre de susu u.u por ke no se pone a investigar bien u_ú lo bueno es ke se arrepintio y descubrio ke se bia enamorado de susu ah de velda *O*
ResponderEliminaromo te tomaste en serio eso de la firma xDDD
asi ya no hay escusas ke te pidan cosas raras <w<
Apartado para la Duva :33
ResponderEliminarQue cosa tan besha ;_;... estaba esperando este shot desde que leí que lo pidieron, me fascinó la idea U.U... hubiera querido lemon pero creo que habría estado de más D8.... te felicito Feli, siempre he amado cómo escribes ;_;
ResponderEliminarHermosa creacion...gracias...me asuste cuando esta apuntando con el arma a Junsu...pero era parte del drama...gracias Feli
ResponderEliminarMe gustó porque Junsu no parece un chico bobo... aunque aww pobresito que doloroso es ver que te entregaste a alguien y todo pero este en verdad no sienta lo mismo que tu ):
ResponderEliminary tambn pobre Yoochun ♥ u.u
dasdasdasd lindos!!!! ♥
Al principio esta asi de *O* rata perversa las kere con el poli irelo xD... pero loo que leo ese "ELLA" y fue un shock D: ... y saber porque se habia hacercado a Junsu y se habia ganado su corazon ToT.... mugrosa rata ya no te quiero ToT....
ResponderEliminarPero andele... que le sale el tiro por la culata >3< y se enamoro del delfincito... ademas, que bueno que todo se aclaro porque Junsu sufria mucho ToT...
Lo ame *O* ... que wonito Yoosu *-*
Felina..... mi pedido a la vista!! |(^0^)|
ResponderEliminarMuchas gracias por escribirlo ....te ha quedado muy lindo!
Valió la pena la espera^^
waooo esto fue diferente.......
ResponderEliminarnaa estoy enamorada de las historias policiacas, yoochun vengativo y junsu detective, fue combinacion perfecta xD
me gusta como cada vez hay algo nuevo y hermoso para leer :3
gracias por escribir y a Joss por hacer el pedido ;D
mmmm yo que junsu no hubiera vuelto tan fácil con yoochun, casi le arrebata la vida, perdonado si, pero vuelto hubiera hecho que se esfuerzo un poco mas... pero junsu como siempre perdona todos los errores del pelinegro... bueno en fin me gusto mucho el fic... muy lindo... siempre dejando sastifecha.. bsos
ResponderEliminarAwwww me hubiera gustado q yoochun sufriera un poquito antes de q junsu le perdonara una pequeña discusión quizas, pero igualmente me encantoooo *_*
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