Shot (?) sobre Min

No tengo idea de qué es esto xD pero me gustó y quise compartirlo, los comentarios son bienvenidos ;D



Título: LOS AMANTES DE CHANGMIN
Autora: Felina
Pareja: ChangMinxVarios (xD)
Género: Romance
Clasificación: PG-15

LOS AMANTES DE CHANGMIN
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Cho Kyuhyun

A veces todavía se pregunta qué fue lo que le atrajo tanto del joven de expresión seria. Tal vez era que le gustaban las contadas sonrisas que se dibujan en sus delgados labios, o la forma en que éstos respondían sumisos a sus provocaciones cuando osaba probarlos con calma o vehemencia.

Le encantaba porque podía llegar a ser tan frío que su sola mirada le hacía temblar, pero capaz de ceder a su impavidez cuando bastaba acorralarlo contra un muro y demandar un beso rudo porque simplemente llegaban a parecer una colisión de mundos.

A veces es como mirarse en el espejo, pero pronto descubres las superfluas fluctuaciones de aquel reflejo, te seduce, es irónico y a veces da la impresión de ser una presa sumisa que cede a las estrategias de su cazador. Te hechiza y sabes que no hay escapatoria, siempre estarás a su lado, porque tiene el arma más poderosa y no le puedes desarmar… porque tiene tu propio corazón, en la palma de su mano.


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Choi Minho

En él encontró el sentido más romántico de la palabra “hyung”.
Le había atraído desde la primera vez en que aquella voz suave pero ronca le llamara tímidamente de aquel modo. Le había simpatizado la timidez tan varonil con que el muchachillo de melena oscura había iniciado todo acercamiento.

Le representa la más sublime de las facetas equilibradas entre la seriedad, la vergüenza y la firmeza. Porque Minho era capaz de actuar como su igual, o dejarse someter por su temperamento con suma ternura, como si fuese inexplorable y hubiese necesidad de mantener aquello en secreto, o entregar en pequeñas dosis aquella parte de su alma.


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Hamao Kyousuke

Juraría que es la ternura hecha hombre. Que no hay ser más dulce y tímido que él, que es Kyousuke esa clase de amores que consideras imposibles y utópicos, que te hacen sentir pecador y demonio por el solo hecho de mirarles con esos ojos que no escatiman en cariño o devoción, como pasión y deseo.

Lo sabe, Kyousuke es un ángel, bondadoso y lleno de virtudes, tímido y reservado, siempre listo para entregarse sin límites, sin cuestionamientos, dispuesto simplemente a amarle.


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Lee Dong Wook

Le había acompañado durante años como el mejor amigo, había cumplido su papel de confidente y sin prisas le había servido como apoyo incondicional de sus momentos más duros.

Había aprendido a leer cada uno de sus silencios, y ver dentro de sus pupilas cual ventanas empañadas por la escarcha que se forma en los más crudos inviernos. Le acompañó en el dolor y sufrió a su lado, tanto por comprenderle como por seguirle y brindarle su cobijo, se dejó llevar y pecaron juntos en la más sucia de las mentiras: la infidelidad.

Al final, en medio de aquella tormenta, le enseñó la más hermosa de las verdades, esas que escapan a las razones y superan los corazones rotos: siempre se puede amar una segunda vez, como si fuera la primera, porque de hecho, llega cuando se es mutua y consistente.


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Lee Seung Gi

Más parecido a él en inmadurez e impulsividad, pero recatado y precavido, iluminó sus días como estudiante en aquellos difíciles momentos de su vida; cuidaba de él aunque la más de las veces le viera casi caer dormido en medio de una clase o fruncir el ceño cuando en alguna práctica no lograba recordar el nombre exacto de una parte del cuerpo humano.

Le mostró entre postres y sonrisas, que el amor sí nace de la amistad y se engrandece en la correspondencia. Le invitó a su mundo sin sacarle del todo del propio, le amó sin reservas creciendo a su lado en aquel complicado camino del amor juvenil.


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Mizuchima Hiro

Sensualidad, fuego puro y picardía natural. Eran los principales ingredientes que le caracterizaban, todos lo sabía, él sobre todo; pero a pesar de lo mucho que pudo haber renegado de aquel enamoramiento, inevitablemente sucedió.

No está seguro de haber tenido mayor aprendizaje a su lado, piensa más bien que aprendieron juntos sobre las artes del amor, porque ambos eran un tanto inmaduros en su particular forma de ser, viciados a su manera de sus propios actuares, necesitados de fondo de alguien que les comprendiera y supiera traspasar esos velos que actúan como mecanismos de defensa inconscientes.


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Mokomichi Hayami

Él había sido el más fiero, el que se había ganado su corazón no pretendiendo más nada que mostrarse tal cual es al mismo tiempo que le dejaba ser de la misma manera.

Hayami había sonreído divertido por cada uno de sus comentarios sarcásticos, había aguantado estoicamente cada uno de sus embates sórdidos devolviéndole con calma y singular paciencia dosis similares de ironía.

Le había robado el primer beso y se había ganado su primera noche en la intimidad, había derrumbado todas sus barreras sin parecer mártir, actuando no indiferente a los gestos más sarcásticos de su personalidad, sino conteniéndolos y encontrando siempre ese lado positivo que suele exasperarle un poco más pero que sabe, le vuelve un poco más vulnerable y enamorado.


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Nakamura Kregh

De valiente personalidad, le enamoró su paciencia para capturar su corazón, la simpleza de su honestidad para revelar sus sentimientos y la lealtad tan irreverente con que estuvo dispuesto a dar su vida misma por protegerle.

Le acompañó hombro con hombro cada instante aunque a veces su ausencia incluso le hiciera sentir frío o demasiado solitario; y fue en aquella historia llena de cosas sin sentido que conoció la única realidad para la que no hay una verdad absoluta y escapa a todos los órdenes de lógica, cálculos matemáticos o razones virtuales: el amor.


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Nishikido Ryo

Es la más sublime de las fantasías, es por entero mágico y misterioso, es prohibido pero el lado opuesto del magneto que le atrae por naturaleza. Es encantador, bello en todas sus formas aún con aquella triste mirada que se vislumbra en sus ojos azul claro, le marea e hipnotiza, lo seduce sin avivar la llama de la pasión, lo trastorna al borde de la locura pero le mantiene pendiendo del fino borde de la cordura.

Brilla como la luna y es capaz de brindarle la calidez del mismo sol. Es sabio pero prudente, de mirada quimérica nunca dice más de lo necesario, acepta sus dudas y comparte sus temores como sus anhelos, se guía por la brújula que pende de su corazón pero es capaz de renunciar a la voluntad de su existencia como ser fantástico.

Ama con ahínco pero teme ser amado con la misma intensidad, espera cada uno de sus pasos y admira cada uno de sus movimientos, sabe esperar aunque el tiempo no sea tan eterno como pudo incluso vivirlo. Sabe renunciar, pero no se rinde nunca.

Ama y es amado, y siempre sabe algo más de ti que tú mismo no conoces. Y eso te enamora algo más.


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Ogazawara Kenryu

Le representa el lado más salvaje de su propia alma, es la pasión, la lujuria, el celo y la posesión; pero es también su puente entre mundos, la mano firme de la que sujetarse, su seguridad en medio de la oscuridad y la fuente de sus más oscuros deseos.

La mezcla imperfecta de virtudes y defectos que bailan juguetones entre las sombras de la noche y la claridad de las mañanas; ríe y te mira sin reparo alguno, te toca y te domina como odias saber que lo hace, pero no puedes detenerle, te ama y le amas, de la más loca manera que nadie podría comprender y quizá ni imaginar.

Es tu fuerza y al mismo tiempo tu debilidad, se ensaña contra tu voluntad y la desquebraja pero es él mismo quien se encarga de recomponer cada pedazo con sus besos, sus caricias, su pasión y su frenesí. Te ama, le amas; y no es hoja que pueda marchitarse, caer y volar sin destino fijo, porque han complementado el destino del otro de la forma más armoniosa posible.


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Song Jung Ki

Es el chico lindo que socaba sus peores facetas, es la dulzura y el rencor mezclados en una especie de torbellino que le envuelve y desata en su interior la más fiera de las batallas. Porque se niega a amarle, pero sabe que ha sido así prácticamente desde el mismo instante en que se perdió en sus ojos oscuros la primera vez que le vio en medio de la noche.

Le confundes, le desesperas, le exiges incluso aquello que no necesitas, exprimes cada uno de sus sentidos queriendo apropiártelos como si fuesen objetos inanimados que obedecen tu rígida voluntad inmortal.

Humillas su alma mortal porque temes su naturaleza cambiante, creas tu propia telaraña sin darte cuenta de que eres tú quien lentamente va cayendo presa de aquellas sensaciones que no quieres nombrar por miedo, eres tú quien está perdido en las sombras y se oculta de aquella lucecita parpadeante que te atrae.

Lo sabes, tarde o temprano caerás por tus propias trampas y negaciones, porque te hace enfrentar a tus demonios sin pedírtelo o esperarlo. Porque Te Ama como el mortal que es… y en aquel juego, perderás tu orgullo, pero ganarás lo más preciado de la humanidad: el Amor.


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Uchimura Kohei

Los primeros amores siempre aseguran un lugar especial en el corazón de cualquier persona. Eso era justo lo que recordaría por siempre del joven japonés.

El amigo incondicional, maduro y respetuoso que traspasó sus más rígidas barreras de cierta inmadurez y los miedos a esa realidad que latía presurosa en su corazón.

Kohei le había mostrado con dulzura a vivir sus días más allá de las responsabilidades o las obligaciones, le había enseñado a ser el joven que abandona la adolescencia y se juega la suerte para convertirse en adulto, se había ganado su corazón con su simple compañía y fidelidad. Después le enamoró el alma y entonces no hubo modo de dar vuelta atrás, había caído en el amor y sucumbido a las mieles de tan hermoso sentimiento.

Aprendió a ser amado y se enseñó a amar.
Eso solo se logra con el primer amor, el eterno, el que marca toda una vida.
Y él había tenido mucha suerte para eso.

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Lo sabes, ChangMin, que te supera lo que cada uno de aquellos amantes te ha entregado y todo lo que vendrá aún, lo que te han enseñado, consciente e inconscientemente, que forman parte de ese TODO que te conforma a ti como ser humano. Son fragmentos de tu corazón, vínculos de tu alma, segmentos de tu personalidad, fibras de tu cuerpo.

Les amas, te aman. No hay verdad más absoluta que esa pero al mismo tiempo inverosímil y descuidada. Son como universos paralelos en los que vagas simultáneamente, navegas en la ilusión de cada criatura fantástica y te reivindicas en la lujuria carismática de los seres más salvajes.

Te cuesta admitirlo la más de las veces, pero lo sabes, superan cada gramo de razón y derrumban cada enunciado de lógica, traspasan todas y cada una de esas murallas que día a día intentas construir porque sí, tienes un alma aventurera e indomable por naturaleza, y cada día te reivindicas floreciendo como la semilla que crece en la más precaria de las condiciones.

Les amas, te aman.
¿Importa algo más?



**FIN**


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