Parte 2 JEONSA

Acá con actu del miniserial, debería haberla traído antes pero enfermé y ps hasta hoy encontré un poco de ánimo e inspiración para continuarlo ;D

JEONSA

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Parte 2

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Si alguien le hubiera preguntado en aquel preciso instante qué era lo que pasaba por su cabeza que no negaba aquel contacto tan propio de dos personas que por lo mínimo se atraen de algún modo –atractivo o emocional–, Yunho no habría encontrado respuesta alguna… porque realmente no la tenía.

Simplemente no había podido despegar sus labios de los de Jaejoong hasta que aquel beso encontró su final cuando fue el mismo pelioscuro quien se apartó. Ambos chicos respiraban inquietos, el vaho formado por el frío del ambiente se formaba apenas el aliento cálido escapaba de sus labios. La mirada de los dos se encontraba oculta bajo sus párpados. No había modo de detener el tamborileo de sus corazones cual si fueran tambores en pos de batalla tocados con fulgor por el estandarte de los sentimientos a flor de piel, algunos confusos.

- ¿Quién te crees que eres para llevarte así mi primer beso?... – Yunho dijo de pronto, abriendo los ojos y soltando una sonrisa nerviosa, carraspeando, evadiendo todo contacto con la mirada de Jaejoong y dándole nuevamente la espalda, recargándose en su pecho mientras larga un suspiro y cierra nuevamente los ojos.

Jaejoong parpadeó confundido. ¿Era eso todo lo que le diría? ¿No iba a reclamarle? ¿A decirle si le había gustado o no? ¿Si tal vez sentía algo por él?

Ninguna de aquellas preguntas formuladas en los pensamientos del pelioscuro  encontraron respuesta alguna. Él tampoco pudo responder aquella que el moreno lanzara. Sinceramente no tenía idea si lo había dicho con la verdadera intención de que se lo explicara o si solo lo había dicho por decirlo. El hecho de que se quedara callado y se acomodara contra su pecho como si nada le… preocupaba. Le inquietaba, le ponía un poco molesto y asustado.

Jaejoong hizo el amago de levantarse, pero sus manos encontraron resistencia contra las de Yunho cuando se las apretó instándole a permanecer ahí donde mismo, que le siguiera abrazando como antes.

- Hagamos guardia así, hace frío… - Yunho murmuró.

Ninguno estuvo seguro de lo que aquella acción significaba.

Y sin embargo.

Permanecieron.

……………………………………

El alba estaba por despuntar en el horizonte, los rayos de sol no tardarían en colarse por entre las copas de los altos árboles frondosos del bosque. Yunho se levantó sin decir una sola palabra, habiéndole dirigido apenas la mirada a Jaejoong, quien le siguió con la vista hasta que el moreno se acercó a la muchacha que enfocó sus oscuros ojos en Yunho, sonriéndole suavemente mientras le devuelve su ropa y agradece el gesto por habérsela permitido durante toda la noche.

Emprendieron el camino rumbo a su destino. Durante todo el trayecto Yunho no habló una sola vez con Jaejoong, la pasó charlando con la muchacha, procurando hacerle sonreír, quedando bien con ella. Claramente estaba flirteando. Y Ella… parecía responder a sus intereses.

Ella.

¿Quién es? ¿Por qué estaban escoltándola con seguridad arriesgando sus propias vidas? oh sí. Jung Mi, la hija de una figura importante a servicio de la realeza.

- Tomemos un descanso… - Yunho dijo de la nada a media tarde…

- No podemos, debemos continuar hasta el oscurecer… - Jaejoong intervino.

- Jung Mi-sii está cansada, debemos parar ahora un rato… - el moreno insistió…

- Tenemos una misión que cumplir Yunho, y eso significa tener algunos sacrificios… - el pelioscuro le miró con seriedad. Esa mirada que el moreno sabe está cargada de molestia y remarca sus iris de un gélido sentido de resentimiento.

- Llegaremos a tiempo, solo vamos a descansar unos minutos… - el moreno puntualizó y su tono fue lo suficientemente firme como para que todos comprendieran que estaba dando una orden, tomando el mando de aquella misión en la que tanto Yunho como Jaejoong eran los cabecillas.

Sin embargo, el hecho de que Jaejoong no rebatiera las palabras de Yunho hizo que el resto se tomara la confianza de tomar su silencio como un asentimiento. El viaje se transformó entonces en recipiente de tensión. Moreno y pelioscuro no se dirigieron más la palabra, ni una sola. Jaejoong de hecho no volvió a hablar, se limitaba a seguir en el grupo sin mostrar interés alguno en nada. Yunho por su parte se había enfocado totalmente en Jung Mi, y cuando llegaron a su destino, ella se permitió entregarle un pañuelo bordado por sus propias manos…

- en muestra de agradecimiento por haberme traído sana y salva hasta mi destino… - un beso en la mejilla del moreno y la mirada evasiva del pelioscuro ante aquel gesto que sacudió violentamente su corazón.

……………………………………

Hacía dos días que Jung Mi había sido entregada en uno de los Palacios Reales. Y Yunho seguía merodeando por allá cada que podía. Claro está que con Jaejoong la amistad había cambiado, ahora le hablaba poco o nada cada día aunque Yunho le buscaba como siempre para entrenar o simplemente para molestarle.

El moreno no es estúpido, sabe que aquella actitud reticente viene desde aquel beso compartido a medianoche días atrás. ¿Pero qué debería hacer? Él no se lo había pedido –aunque tampoco negado–. ¿Debería disculparse? ¿Bajo qué argumento? ¿Discúlpame por haberte dejado besarme? ¡Si él había sido quien le besara! Debería ser Jaejoong quien se disculpara o le diera alguna explicación de algo, ¿No?

- Por supuesto que así debería ser, no soy yo quien deba drenarse el cerebro pensando acerca de esto… - el moreno hablaba consigo mismo mientras caminaba por los escarpados caminos de la montaña cercana a la Villa…

Pensando en aquello se detuvo de pronto, más allá ocultos a orillas de uno de los senderos menos transitados de toda la montaña, dos chicos que le resultaban por demás conocidos estaban…

- Besándose… - el moreno parpadeó entre sorprendido y azorado…

Junsu y Yoochun estaban, efectivamente, besándose; con tranquilidad y –Yunho podría jurarlo– absoluto cariño. La forma en que las manos de Yoochun –de larga caballera azabache aunque no tan rauda ni sedosa como la de su Jaejoong– se afianzaban a la delgada cintura de Junsu mientras sus labios continuaban danzando en un peculiar ritmo de dulzura y pasión le dejaban intuir tal aseveración; además, Junsu parecía del todo satisfecho con el trato, pues permanecía impávido recargado en el tronco de aquel frondoso árbol de cuales copas se filtraban pasivos rayos de sol que espolvoreaban la escena con algo parecido al romance.

- Yoochun ah… - el menor, de melena castaña susurró lanzando una risita avergonzada cuando el pelinegro se apartó de sus labios para atacar con besos inquietos la extensión de su cuello… - me haces cosquillas…

- Puedo hacerte otras cosas, Junsu ah… - sonrió contra la blanca piel antes de dejar un ligero mordisco sobre la clavícula que dejó al descubierto haciendo apenas a un lado la gastada prenda de vestir…

- Siempre quieres hacerme otras cosas, Yoochun ah… - sonríe avergonzado y toma el rostro del pelinegro para fundir nuevamente sus labios. Es que así es menos vergonzoso cada beso y apacigua el calor abrasador que le sube desde el bajo vientre, donde amenaza con acumularse en proporciones inquietantes.

- Eso es porque me encantas, Su ah… - afirma tras otro de aquellos besos que le colman de sensaciones únicas, del inmenso cariño que le tiene a ese muchachito de sonrisa cándida que es sin embargo, perfectamente capaz de empuñar una espada con aire mortal. Y eso de algún modo perverso, también le gustaba del castaño.

Yunho apartó entonces la mirada. Sobresaltado por aquel toque en su hombro que le sacó de su ensimismamiento.

- No sabía que te daba por husmear en los asuntos íntimos de los demás…

- ChangMin… - soltó el aire contenida por la sorpresa…

- Aunque Jaejoong hyung y tú no se ocultaron precisamente el otro día durante la misión de la Srita. Jung Mi… - el menor de cabellos oscuros pero más bien desaliñados señaló con seriedad…

- ¿Q…qué?... ¿Tú…nos viste?... – cuestionó sintiendo de pronto como en sus mejillas se agolpa el rubor. Una cosa era estar consciente de que se había dejado besar por Jaejoong, pero otra muy diferente venir a enterarse de que había testigo. Carraspeó sumamente nervioso y comenzó a andar al lado contrario de donde Junsu y Yoochun continuaron en lo suyo sin percatarse en lo mínimo de su presencia; tal vez porque era mucho más interesante comerse a besos.

- Lo que todavía no alcanzo a comprender es porqué desde entonces ustedes dos casi no se hablan… - el morocho, habiendo seguido los pasos del moreno, cuestionó con tono interesado. Cosa poco común en él que generalmente era distante, aunque no tan frío y calculador como Jaejoong en sus mejores momentos…

- Eso quisiera saber también yo, a Jaejoong le ha dado por ignorarme…

- Hasta donde he notado, ambos comenzaron a ignorarse desde aquel día…

- ¡No es así! Fue Jaejoong quien comenzó…

- Tal vez tuvo sus motivos, tal vez fue porque estuviste muy atento con la Srita. Jung Mi más que con él…

- ¡No tenía porqué prestarle más atención!

- Pues claro que sí, es lo normal. Si Junsu hyung ignorara a Yoochun hyung como tú lo has hecho con Jaejoong hyung por lo mínimo Junsu hyung se la cortaría con su espada, Junsu hyung puede parecer muy tranquilo y tierno, pero cuando se enoja Yoochun hyung ha comprobado que es de temer…

-¿Qué tiene que ver la forma en que ellos se tratan con la forma en que nos tratamos Jaejoong y yo?... – el moreno cuestionó con la voz ligeramente alterada. Es que solo de imaginarse que Jaejoong enojado tenga ese tipo de pensamiento que ChangMin menciona tendría Junsu… un escalofrío le recorrió la columna vertebral.

- Pues… ¿Acaso Jaejoong hyung y tú no son pareja?... – ChangMin cuestionó entonces con aire pensativo. Se sujetó el mentón y pareció comenzar a analizar las cosas de nuevo.

Pero ahí fue donde el cuerpo del moreno se paralizó cual si lo hubieran metido de lleno en el arroyuelo en pleno invierno y con sus cristalinas aguas cubiertas de una fina capa de hielo. ¿Pareja? ¿Jaejoong y él parecían pareja?

- ¿Por qué has sacado la conclusión de que lo somos? Somos hombres y… guerreros, amigos…

- Al principio pensé que ustedes tenían una relación muy firme, nadie conoce a Jaejoong hyung como tú y definitivamente Jaejoong hyung no permite que nadie se le acerque con la confianza que te permite a ti, supuse que era por ser amigos; pero a veces, la forma en que se miraban o sonreía con tal complicidad me hacía pensar que algo extraño sucedía entre ustedes. Cuando vi a Junsu hyung y Yoochun hyung besarse y… - se sintió acalorado y descubrió para su orgullo de supuesto chico insensible, que sus mejillas se habían coloreado al recordar la forma en que los mencionados se habían estado besando aquella vez que él los descubrió por casualidad hace meses… en aquella ocasión castaño y pelinegro llevaban poca ropa y se acariciaban de un modo casi salvaje… - bueno, luego ustedes también se besaron y pensé que…

- ¡No nos besamos! ¡Jaejoong fue quien me besó!... – elevó la voz sin llegar a gritar demasiado alto, pero lo suficiente para dejar al descubierto su visible frustración ante los hechos…

- pero tú no te negaste, al contrario, te quedaste el resto de la noche con él, hyung…

- Hacía frío… - dijo al instante. Golpeándose mentalmente por lo absurdo de su argumento. ChangMin achicó los ojos mirándole con desconfianza… - Bueno, no importa… - carraspeó nuevamente y continuó su camino… - pero quítate esa idea de la cabeza, Jaejoong y yo no somos novios… - señaló por último queriendo simplemente desaparecer de ahí en ese preciso instante.

Es que no podía contra los acelerados latidos de su corazón y el constante recuerdo del tan mencionado beso con Jaejoong que parecía haberse grabado a fuego en su mente.

ChangMin suspiró y siguió su camino pero por otro sendero, menos escarpado y largo que el que Yunho había tomado. Ninguno de los dos se percató de la presencia de Jaejoong algunos metros más allá tras uno de los gruesos troncos, desde donde se había enterado de todo. Miró de refilo a ChangMin perderse entre arbustos y árboles, luego giró el cuerpo y miró hacia el otro lado, por donde el moreno se había ido con prisa y murmurando por lo bajo sin alcanzar a comprender del todo lo que decía.

Jaejoong volvió a recargarse en el amplio tronco, suspiró y cerró los ojos. No debió besarle, no debió dejarse llevar aquella noche. Sin embargo, lo había hecho y como es sabido, de nada sirve arrepentirse, no podía cambiar el pasado.

Tomó su decisión y tomó el mismo camino que Yunho. Tendría que disculparse, callar sus sentimientos y decirle que había sido cosa de… de… No sabe en ese instante, pero algo se le ocurrirá. Por ahora solo tiene que darle alcance al moreno.

- ¡Yunho!... – y lo hizo, para cuando el moreno resbalaba inevitablemente por una larga empinada metros cuesta abajo hasta una cascada casi mortal…

Continuará……