Capítulo 2 LOVE IN THE SOCCER

Bueno, como dije anteriormente, estoy priorizando los seriales ;D espero poder actualizar uno por día o por lo menos cada tercer día, depende del tiempo y la inspiración ;D 

 

CAPÍTULO 2. DETERMINACIÓN

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Restaurante Chamsutgol  

Jaejoong había llegado puntual, vestido con su pulcro traje claro y sus sedosos mechones negros delicadamente acomodados. Prácticamente todas las mujeres sentadas en las otras mesas suspiraron al verle llegar, más de algún novio o esposo frunció el ceño y trató por todos los medios tener de nueva la atención de sus parejas. Algún chico se preguntó cómo un hombre como él podía ser tan atractivo y se replanteó su sexualidad.

El pelioscuro sin embargo ignoró todas aquellas miradas, se sentó en su sitio y mirando su reloj de muñeca esperó que Yunho fuera puntual también y no le hiciera esperar.

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El moreno maldijo su suerte, si el autobús en el que iba a su reunión –cita– no se hubiera averiado a medio camino él ya habría llegado al restaurante. Y para rematar, no tenía modo de comunicarse con su promotor porque a su celular se le había acabado la batería. Por eso, ahora iba corriendo como si le persiguieran un montón de perros de esos de pelea que dan miedo, disculpándose con la gente a su paso por empujarles o metérseles abruptamente en el paso.

- Con que no me echen agua sucia o me orine encima un perro… - bromeó para sí tratando fuerte de no frustrarse por la obvia tardía con que iba ya. Dio vuelta en una esquina y atravesó por un parque hasta aquel edificio donde le habían citado.

El restaurante no es de los más lujosos, pero Yunho definitivamente quiso llorar cuando vio a su promotor tan elegante sentado a la mesa, y él, tan solo con su mejor ropa casual pero que de cualquier manera no debe darle tan buena impresión cuando va agitado y sudado. Aunque se haya secado el sudor de la cara, era innegable que no luce exactamente bien para una reunión –cita– con el mayor.

- Llegas tarde, Yunho ah… - el pelioscuro dijo mirándole seriamente, no parecía molesto, más bien actuaba como un hombre reservado. O lo que fuera, pero el moreno suspiró sin saber dónde meterse.

- Lo lamento, Jaejoong hyung; tuve problemas con el transporte… - se disculpó sinceramente, haciendo una venia de respeto y deseando de pronto simplemente largarse de ahí. Si tan solo hubiera tomado más tiempo de salida por precaución, sin embargo, no había podido abandonar antes su trabajo vespertino, a las justas le habían dado permiso para salir temprano.

- Siéntate… - el mayor le indicó la silla frente a él, y el moreno miró a todos lados notando que la mayoría lleva ropa de muy buen ver a pesar de no ser un restaurante de lujo. Pero todavía le pesaba más ver su apariencia tan ordinaria y la del mayor tan elegante. Aún así, tomó asiento… - no pongas esa cara, no te he reñido y no parezco un ogro, ¿o sí?

- Por el contrario, es usted muy atractivo, hyung… - el menor tarde se percató de lo que había dicho, y sus mejillas se sonrojaron mientras que una sonrisa se expandió en los labios del mayor.

- Gracias, Yunho ah… - expresó sinceramente, sintiéndose de pronto halagado por el comentario aunque aquellas palabras se las dijeran a menudo… - vamos a ordenar la cena…

El moreno asintió, pero aunque miraba el menú no era capaz de concentrarse. ¿Cómo podría llegar a conquistar a un hombre como Jaejoong si él siquiera es capaz de presentarse decentemente a un lugar como aquél? ¿Qué sería cuando tuviera que presentarse en un verdadero restaurante de lujo? ¿Si tuviera que reunirse con grandes empresarios y gente intelectual, hombres de negocios que sepan vestir y hablar bien? ¿En qué estaba pensando tanto?

Jaejoong era mirar demasiado alto.

El pelioscuro bajó su carta-menú cuando advirtió que su compañero estaba demasiado callado. Le observó detenidamente entonces, la expresión de concentración tan peculiarmente marcada en ese rostro moreno, el ceño ligeramente fruncido, los ojos clavados en la nada en algún punto blanco del papel plastificado de su menú, la respiración pausada; todo tan característico de un líder nato que sopesa las posibilidades de un movimiento en un juego de ajedrez o en su caso, una jugada decisiva en el último minuto de un importante partido de fútbol.

Jaejoong no iba a cansar de recordárselo a sí mismo. Ha hecho la elección adecuada.

- ¿Prefieres que cenemos en otra parte?

- ¿Eh?

- Creo que este lugar es demasiado formal… - el mayor sonrió…

- La verdad es que no estoy acostumbrado a este tipo de restaurantes… - el moreno aceptó avergonzado.

- Vámonos entonces… - el pelioscuro ni siquiera se molestó en más nada que levantarse y dejar que el joven le siguiera… - ¿A dónde te gustaría ir?

Yunho sonrió ampliamente, y casi por impulso, sujetó la muñeca del mayor y tiró de él instándole a que corriera a su paso varias calles más hasta el metro de la ciudad, abordarlo y algunas estaciones más allá bajar hasta un restaurante de esos más populares, ahí donde el que se sintió extraño fue justamente Jaejoong.

- Quítate esto, o lo puedes ensuciar… - el moreno le quitó el saco del traje ante la mirada sorprendida del pelioscuro, sin embargo, continuaba ahí la sonrisa sencilla llena de un sentimiento que el mayor no recuerda haber experimentado en toda su vida… - se siente mejor cenar aquí, así podemos charlar de lo que sea sin tener que preocuparme por cumplir al menos un poco la etiqueta de esos restaurantes a los que va la gente importante.

- Todas las personas somos importantes, Yunho ah…

- Sin embargo, no todas tienen que trabajar para comer cada día, Jaejoong hyung; sin afán de ofenderle… - porque obviamente, el moreno sabe que su promotor es de muy buena posición económica, sus trajes de marca, su calzado pulcro y esa fina manera de comportarse es propia de gente adinerada.

- Te doy la razón en eso. Entonces, una de las cosas por las que tengo curiosidad es justamente esa, ¿quién costea tus estudios?

- Mayormente yo…

- ¿Trabajas después de clases?

- Y también por las mañanas. Pero aún tengo tiempo para divertirme y salir con mis amigos. No es que trabaje mucho en realidad, un par de horas por las mañanas, y otras tres o cuatro por las tardes excepto los fines de semana. Tengo tiempo para el equipo y para estudiar y mantener muy buenas notas en cada materia.

- Es bueno saber que te preocupas por todo, Yunho ah; creo que llegarás muy lejos.

- Quiero ser un jugador profesional, aunque a veces no parezca un líder seguro…

- ¿Lo dices por la conversación que tuvimos en el entrenamiento?

- Sí. Tal vez esperaba que me mostrara sumamente entusiasta en cuanto mencionó que jugaríamos contra equipos profesionales. Pero prefiero ser honesto y ajustarme a la realidad, en ese preciso momento la idea en sí era aterradora; sin embargo, también se convirtió en una motivación, quiero demostrarle que podemos ser los mejores, que yo puedo ser excelente en un campo de fútbol.

Y ahí, Jaejoong fue quien decidió hacer de la joven promesa, un hombre de futuro.

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Universidad Autónoma Seúl

Yoochun estaba que arrugaba una hoja de papel tras otra mientras miraba con cierto recelo a Junsu reír con otro de sus compañeros de aula en la hora de descanso.

- ¿Planeas acabarte tu cuaderno por las puras? Además, déjame decirte que cada hoja de papel que estás haciendo pedazos y tirando a la basura solo porque estás que mueres de celos…

- ¡No estoy celoso!... – gruñó por lo bajo…

- …es un árbol que el mundo pierde y un motivo más para que el calentamiento global esté yendo en ascenso perjudicando severamente nuestro mundo; ah, pero porqué pierdo mi tiempo hablando con un idiota como tú acerca de temas tan importantes; por eso estamos como estamos… - sí, ése es ChangMin hablando como siempre con Yoochun entre pleitos y humor agrio.

- ¿No tienes otra cosa que hacer? Como ir a babear a cierto promotor y dueño de un gimnasio… - el pelinegro picó en el orgullo del morocho, demasiado enfadado como para medir sus comentarios. Oh bien, ellos así se llevan todo el tiempo en realidad.

- En momentos como éstos es más provechoso fastidiarte. Y a mí no me interesa andar viendo a Seong Jo hyung… - gruñó por último…

- Nunca dije que fuera Seong Jo hyung… - el pelinegro sonrió pícaro. Relajado en realidad porque Junsu se acababa de despedir del otro chico y ahora se acercaba a ellos, sí, el corazón de Park podía estar tranquilo otra vez.

- Es más que obvio, no has parado de molestarme con él desde el otro día…

- ¿Molestarte con quién?... – el pelirrojo se sentó junto al pelinegro, sonriendo solo porque sí…

- No preguntes… - ChangMin dijo…

- Al nerd aquí presente le gusta tu promotor… - Yoochun respondió con sorna.

- ¡A quién llamas nerd, ratón idiota!... – el morocho rezongó.

- ¿ChangMin, eres gay?... – el pelirrojo cuestionó con tono inocente.

- No más que cierta persona que conozco… - el morocho fulminó con la mirada al pelinegro. Y hasta Junsu que generalmente es despistado en algunos temas, se dio cuenta de aquella indirecta.

- Yoochun no es gay, a él le gustan las chicas bonitas… - el pelirrojo quiso aclarar y defender de algún modo a su amigo, pero la sonrisa que se había casi borrado de sus labios no pasó desapercibida para el menor.

- ¿Ves? Por eso Junsu es mi mejor amigo… - y así sin más, el pelinegro abrazó efusivamente al pelirrojo… - porque él si me conoce y no anda diciendo sandeces como tú.

- El que acaba de decir sandeces es otro, pero creo que mejor es no tratar de hacerte entrar en razón y que aceptes ciertas cosas… - el morocho dio media vuelta.

- ¿A dónde vas?

- A clases, por si no lo notaste ya es hora… - ChangMin le gruñó a Yoochun.

Y cuando el pelinegro rompió todo contacto con el cuerpo del pelirrojo, Junsu apoyó su mano en el muslo de su amigo para detenerle antes que volver a clases también.

- ¿Te molestaría que ChangMin o cualquier amigo nuestro fuera gay?... – preguntó con suavidad.

Yoochun le miró a los ojos y vio ese matiz de preocupación que solo llega a verle en situaciones cruciales como un examen final o un partido de suma relevancia en la LNSS (Liga Nacional Superior de Soccer). Y se preguntó mentalmente si de hecho su amigo pelirrojo no estará preocupado por su propia condición. Es que lo ha pensado detenidamente, Junsu no es precisamente un chico muy varonil, es sexy pero de personalidad infantil, se avergüenza más por los halagos que pueda hacerle un varón que por las chicas que vayan por ahí diciéndole “tierno” o “cute”. Y definitivamente solo le ha visto ponerse nervioso con una sola persona: Él.

- ¿Yoochun?... – el pelirrojo susurró su nombre y a él casi le da algo, la voz suave, la sensación de un suspiro, las ganas de tomar su mano y…

- No… - el pelinegro respondió, no solo a la pregunta que su amigo le formulara, sino también como una negativa a los pensamientos que repentinamente bombardearon su ya confundido cerebro… luego carraspeó y palmeó la mano que aún descansaba en su muslo, la tomó entra las suyas y se puso de pie… - vamos a clases, es como incómodo hablar de esos temas… - sonrió y tiró de él, su mano rodeando la delgada muñeca de la del pelirrojo y ese sonrojo que se expande en las mejillas de ambos por aquel gesto inconsciente al que ninguno quiere renunciar.

…………………………………

Más tarde, cuando iban a iniciar el entrenamiento…

- ¿Cómo te fue con Jaejoong hyung anoche?... – Yoochun preguntó a su amigo mientras se cambian con el uniforme de prácticas.

- Bien, hasta tomamos un par de vasos juntos… - Yunho sonrió lleno de vida, el pelinegro enarcó una ceja con cierto matiz pícaro… - no aceleres tus pensamientos, ni siquiera estoy a la altura de alguien como Jaejoong hyung, suficiente es ya que sea mi promotor pero no creo que suceda algo más…

- ¿Tan pronto estás tirando la toalla?...

- Estoy siendo realista…

- Quién te entiende, hace unos días estabas que no parabas de decir cuán hermoso es tu promotor y que estabas enamorado de él…

- Aún lo estoy… - Yunho puntualizó.

- Sí, pero ahora pareces un chico conformado con ver al amor de su vida a distancia, deberías intentar ligártelo…

- Jaejoong hyung no es un simple “ligue”… - el moreno frunció el ceño y el pelinegro hasta notó que ajustaba con fuerza las agujetas de sus tenis de fútbol.

- Ok, pero no te sulfures que no lo dije en mala intención; solo digo que si él te gusta no tires la toalla hasta que por lo menos te diga directamente que no tiene intención alguna de liarse contigo en sentido romántico.

- Por qué estás dándome consejos de esos cuando tú también deberías admitir ciertas cosas que él te despierta… - el moreno le indicó al pelirrojo más allá listo para iniciar el entrenamiento, recargado en su casillero sin acercarse porque es intuitivo y advierte que sus amigos conversan de algo que no debe saber…

- ChangMin y tú siguen empeñados en eso… - Yoochun suspiró…

- Tal vez por algo, ¿no crees?

- No quiero que Junsu me guste de ese modo… - el pelinegro murmuró…

- Por qué no…

- Porque temo que no estoy listo para una relación seria, larga y duradera. Y no quiero que mi amistad con Junsu se vea afectada de ninguna manera, no puedo ofrecerle nada parecido a un amor para siempre y esas cursilerías en las que seguramente tú si crees.

- Park Yoochun… - el moreno apoyó su mano en el hombro de su amigo… - tal vez no lo sepas pero, estás jodidamente enamorado de él… - rió y antes de que el pelinegro se pusiera a refutar sus palabras indicó al resto del equipo salir al campo de fútbol donde el entrenador les estaría esperando.

Y donde también estaban Jaejoong y Seong Jo observando la práctica. Con ChangMin más allá sentado en las gradas, apoyando a sus amigos… y luchando contra su yo interno que se inquieta demasiado interesado en cada movimiento que Seong Jo realiza.

- No me preocupa ser gay, sino de quién me enamore… - el morocho suspiró y trató de vaciar su mente o redirigir sus pensamientos hacia algo más.

Era inútil. Ese hombre le movía bastante el tapete.

Cuando Seong Jo miró hacia atrás movido por la curiosidad, vio efectivamente ahí a ChangMin –le había visto desde que llegara pero no le había prestado mayor atención hasta ese momento–, se preguntó por qué ese chico suele aislarse, a no ser que esté conviviendo con Junsu, Yoochun y Yunho no le ve con otros universitarios.

- ¡ChangMin ah! – agitó la mano y casi le provoca un paro cardíaco al morocho… - ¡ven aquí!... – le llamó señalando el lugar a su lado…

El morocho titubeó en ir o no hasta que el mayor agitó con más fuerza su mano llamándole a su lado. Nervioso y jurando que le tiemblan las piernas como vil gelatina, el morocho bajó de su sitio y caminó hasta el sitio donde el promotor de Yunho y su hyung se encuentran sentados.

- ¿Conoces a Jaejoong hyung?... – Seong Jo cuestionó con una amable sonrisa, morocho y pelioscuro se miraron, el primero agitó la cabeza de un lado a otro en respuesta… - Bueno, él es promotor de Yunho, Jaejoong hyung, él es amigo de su protegido y el mío, y también de Yoochun…

- Mucho gusto… - Jaejoong hizo una venia a modo de saludo…

- El gusto es mío, hyung; me llamo ChangMin… - el morocho se presentó (y se pateó mentalmente varias veces por comportarse como crío; sin embargo, Jaejoong inspira sumo respeto y Seong Jo… bueno, él realmente le gusta)

- Oh sí, Yunho me habló de ti anoche, y de la extraña amistad que tienes con su otro amigo, Yoochun; ustedes dos y Junsu parecen ser un gran soporte para Yunho aquí… - el pelioscuro sonrió afable.

- Así parece, hyung; él también es un gran soporte para nosotros, nos brinda un ejemplo digno a seguir…

- Así se habla de los amigos… - Seong Jo sonrió aún más y palmeó la espalda de un morocho que siente sus mejillas acalorarse.

Allá, en el campo de fútbol el entrenamiento se desarrolló favorablemente. Jaejoong contempló a Yunho siendo líder, a los jugadores esforzándose al máximo, talento relucir, ganas de luchar visibles en cada movimiento. Compañerismo, técnica, estrategia y respeto. Estaba conforme, pero aún tenía cosas qué hacer, brindarles mejores condiciones quizá. No, Jaejoong se vio a sí mismo preocupado por una sola persona: Jung Yunho.

Continuará……