Capítulo 3 LOVE IN THE SOCCER

CAPÍTULO 3.

EN LA CANCHA COMO EN LA VIDA, DOS LADOS EN QUÉ JUGAR

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Han pasado un par de semanas desde que Yunho tuvo su primera cita con Jaejoong, y desde entonces el moreno más que intentar acercarse al mayor se ha esforzado por mejorar y poner a su equipo en otro ritmo de juego, ha generado junto a su entrenador nuevas estrategias y se ha puesto un poco más exigente. Junsu está encantado, mientras que Yoochun –entre otros compañeros– han renegado un poco pues las prácticas les han quitado tiempo de ocio.

- Pero Yoochun ah, de todas formas entrenar es también como ocio, solo estamos jugando… - el pelirrojo intentaba convencerle haciendo de esos pucheros que desarman fácilmente a cualquiera… - ¡Y pasamos más tiempo juntos! – resolvió con una sonrisa grande antes de lanzarse sobre su amigo y tumbarle en el pasto del jardín de la casa de su amigo…

- No me gusta de todas maneras… - el pelinegro se quejó, ahí tirado bajo el cuerpo de su amigo sin importarle en absoluto la comprometedora posición o prestar atención al sonrojo del pelirrojo, ni mucho menos a su mirada brillante o la sonrisa cariñosa adornando los rosados labios… - Me quita tiempo hasta para dormir, ¡dormir!... – exclamó exasperado, extrañando por las mañanas el calor de su cama porque ahora Yunho y el entrenador les han arrastrado a entrenamientos extracurriculares a temprana hora.

- Pareces un bebé quejándote, Chun… - el pelirrojo sonrió divertido y antes de que el otro dijera nada le atacó con cosquillas.

Así, entre jugueteos de adolescentes, risas y guerras de cosquillas; ambos pasaron aquella tarde de domingo haciendo el vago. Simplemente compartiendo el día, las pocas horas que ahora parecían libres en sus días a poco tiempo de tener el primer encuentro con uno de los equipos de la liga profesional.

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STRONG BODY GYM

Seong Jo se acercó a Junsu, Yoochun y ChangMin para supervisar la ejercitación de cada uno de ellos. Yoochun sonrió de medio lado con diversión y picardía mientras mira al morocho y se burla con la mirada del repentino sonrojo que se apoderó de las mejillas del menor al momento exacto en que el hombre le tocó los brazos palpando los músculos en bíceps y tríceps.

- Has mejorado, ChangMin ah; pero debes tener cuidado con cada aparato, no quieras generar cuerpo muy rápido, además ya hablamos sobre la complexión que tienes… - Seong Jo continuó diciendo ajeno totalmente a la diversión del pelinegro…

- Yoochun ah eres malo con ChangMin… - el pelirrojo riñó a su amigo dándole un golpecito en el brazo…

- No soy malo con él, ChangMin tiene la culpa por andar renegando de las cosas que de pronto saltan en obviedad… - el pelinegro argumentó a su favor, levantando las manos en señal de rendición cuando el morocho le dirigió una mirada que si pudiera dañar, mínimo le tendría contra el suelo moliéndolo a golpes. Así de cariñoso llega a ser el menor cuando se enoja.

- Yoochun ah… - Seong Jo volvió entonces su atención al pelinegro, con esa sonrisa suya tan característica de bondad y amabilidad… - ¿entrenas haciendo el vago y distrayendo a mi chico?... – el tono posesivo sonó sin embargo a broma, aún así los músculos de quijada y manos se tensaron involuntariamente en el pelinegro cuando el brazo de Seong Jo rodeó los hombros de Junsu.

- Estaba esperando a comprobar una teoría sobre sexualidad que comentábamos el otro día, hyung… - el pelinegro respondió con tono hosco, frunciendo el ceño y a punto de pedirle que soltara a su amigo ya.

- ¿Oh sí? ¿Y sobre qué era su teoría de sexualidad?... – Seong Jo cuestionó con curiosidad, sin dejar de sonreír a su manera. Soltando de buena gana al pelirrojo cuando Yoochun se encargó disimuladamente (nótese cierto sarcasmo) de apartarle y recargarse él en los hombros de Junsu, abrazándole por la espalda de aquella manera.

- Pesas, Chun… - el pelirrojo renegó en buena medida avergonzado por la cercanía de su amigo.

- No te quejabas hace un segundo… - el pelinegro gruñó con tono celoso…

- ¿De qué iba a quejarme hace un segundo?... – Junsu parpadeó confundido.

- Creo que Yoochun teme que su hyung le quite a su mejor amigo… - Seong Jo aportó con cierta diversión, riendo algo bobo y palmeándole la espalda al pelinegro una vez soltó al pelirrojo cuando el mismo le apartó entre jugueteos y sonrojos… - ¿De casualidad esto tiene que ver con su teoría de sexualidad? ¿Yoochun estás comprobando que Junsu te gusta?

- ¡Qué!... – Park casi gritó escandalizado, avergonzado y nervioso.

- ¿Eh?... – Kim se sonrojó aún más, mirando uno a uno a su promotor y a su mejor amigo.

ChangMin rompió la escena con tremenda carcajada. Escuchar eso había sido simplemente magnífico y él no había tenido que decir nada, su hyung había dado un golpe bajo y directo a su amigo sin mayor complicación.

Yoochun murmuraba cosas por lo bajo, palabras que el mayor no logró captar mientras el pelinegro se daba la vuelta y avanzaba hacia cualquier otro aparato evadiendo el tema y maldiciendo a su corazón por acelerar como potro desbocado. Junsu abría la boca y la cerraba de nuevo sin decir una sola cosa, Seong Jo pensó que en aquél instante parecía un pececito fuera del agua buscando oxígeno, sonrío divertido ante su propio pensamiento y decidió no preguntar más, al parecer los muchachos habían entrado en fase de incomodidad cuando solo se trataba de una broma.

- Gracias hyung… - el morocho se acercó para decir aquello, limpiándose las lagrimillas rebeldes que surcaron sus mejillas de tanto reír.

- ¿De nada?... – Seong Jo le miró un poco contrariado. Por supuesto, él está ajeno a la enorme felicidad que le produjo al menor tras haber dicho aquello contra el orgullo de Park… - ChangMin ah, sobre qué era la teoría que mencionó Yoochun ah…

- No es nada interesante, no le haga caso… - el morocho evadió haciendo un gesto con la mano para restarle importancia. Nada sería más vergonzoso que explicarle que el atolondrado de su amigo pelinegro le considera asexual.

Más allá, Yunho respondía un mensaje de texto que Jaejoong le había mandado. Acababa de citarle por segunda ocasión. El moreno sonrió como bobo al pensar en cita, esa vez quería verse mejor, no hacer el ridículo y mucho menos llegar tarde. No importa el restaurante que el mayor elija, él le haría sentir orgulloso de su persona.

- Te veo en mi departamento esta noche a las ocho, prepararé cena adecuada para un deportista como tú.

El mensaje que leyó le dejó entonces sin aliento. ¿Iba a estar en el departamento de Jaejoong? ¿Y además él va a cocinarle?

- Debo haber sido una persona muy, muy buena en otra vida para que mi karma vaya tan bien en ésta… - el moreno murmuró por lo bajo en tanto responde ese otro mensaje solicitándole amablemente la dirección al mayor.

- No te preocupes, mejor paso por ti cuando salgas de la Universidad. ¿Está bien?

Yunho habría gritado de emoción, pero tenía que comportarse y… ¡Nah! ¡A la mierda! Él tiene que festejar.  

- ¡Sí! ¡Tengo una cita!... – alzó la mano en señal de triunfo al mismo tiempo que brincó para inmediatamente después ponerse a bailar, perfecta sincronía de pasos de hip hop y break dance que llamaron la atención de la gente alrededor, sobre todo de sus amigos que pronto se acercaron a él para preguntar por su festejo.

- ¿Tienes una cita con Jaejoong hyung?... – el pelinegro preguntó con picardía. Tenía el presentimiento de que entre esos dos pronto pasaría algo.

Yunho asintió vigorosamente por respuesta. La alegría y la emoción se veían claramente matizadas en su rostro.

- ¿Tu promotor?... – Junsu preguntó. Y el moreno volvió a asentir mientras regresaba a su aparato y descargaba un poco la ansiedad haciendo levantamiento de pesas… - ¿Tendrás una cita con tu promotor?

- Él sí, pero tú tienes prohibido tenerlas con tu promotor… - el pelinegro dijo de pronto con recelo.

- ¿Eh? No tengo intenciones ni motivos para tener citas con Seong Jo hyung… - el pelirrojo respondió seguro, confundido sin embargo por la insistencia de su amigo al marcar límites respecto a lo que puede o no hacer y con quién.

- No es muy ético ni recomendable que tengas una cita con tu promotor, Yunho hyung… - el morocho se aventuró a señalar.

- ¿Por qué no?.. – el moreno preguntó mientras en su voz suena el esfuerzo por cada levantamiento que realiza recostado sobre la plancha del aparato de pesas.

- Porque es tu promotor… - el morocho obvió revoleando los ojos.

- Somos casi de la edad, podemos salir como amigos y no le veo nada malo a eso… - el moreno dijo con seguridad. A él no le iban a derrumbar su ilusión con argumentos como ese.

- ¿En serio? ¿Qué edad tiene Jaejoong hyung?... – el pelirrojo cuestionó con curiosidad. Realmente no se ve como de la edad de Seong Jo, pero tampoco se lo imagina de la edad de sus amigos.

- El otro día me dijo que tiene 23… - el moreno respondió con una gran sonrisa de satisfacción. Él tiene 21, por lo tanto, no debe haber gran problema, de hecho lo único que les separa es la clase social, por eso Jaejoong luce más maduro, elegante e inalcanzable. La sonrisa del capitán del equipo casi se desvaneció ante eso.

- Oh, es realmente joven, pensé que tendría al menos unos 27 o algo así… - el pelirrojo dijo con aire sorprendido.

- Es casi de nuestra edad sí, pero todavía creo que no es correcto que tengas citas con tu promotor… - el morocho insistió.

- No seas amargado, déjalo salir con Jaejoong hyung si quiere… - Yoochun intervino.

- Bueno, si a Yunho eso le parece bien creo que no deberíamos interponernos en sus decisiones… - Junsu dijo, apoyando a su manera a su amigo.

ChangMin suspiró. No hay modo de ir contra la marea cuando es tan fuerte. Y él no tiene tantas ganas de nadar contra corriente por las puras.

- Pero luego no digan que no lo mencioné… - gruñó por lo bajo y decidió que ya había hecho lo suficiente el tonto, se fue a los vestidores y dejó ahí a los tres en silencio.

Yunho no tiene más que decir. A veces quiere tirar la toalla pero luego basta con ver a Jaejoong aparecer en algún entrenamiento o recibir mensajes como esos que acaba de recibir, para sentirse otra vez lleno de energía y tener deseos de ir contra todo por conseguir conquistarle.

Yoochun y Junsu se miraron de soslayo, el primero estaba conforme con la decisión del moreno y estaba dispuesto a apoyarle como pudiera; el segundo, se preguntaba por qué su amigo ha venido comportándose tan extraño esos días. No le gusta que confunda su corazón, pero lo hace.

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Mientras caminan de regreso a casa, las manos de Junsu y Yoochun se rozan, van en silencio escuchando música, compartiendo los auriculares y sonriendo suavemente mientras el viento de la noche les acaricia el rostro. Se siente bien, es relajante y energético al mismo tiempo. Park sabe que nunca podrá encontrar un mejor amigo que Junsu. Kim sabe que sus sentimientos por Yoochun no son los más sanos cuando se quiere conservar una amistad.

Ha pasado la línea y no recuerda el momento exacto en que lo hizo. Junsu suspira y quisiera decirle a Yoochun en ese preciso momento que la canción que escuchan es su favorita porque así le hace sentir él. La triste balada de un amor no correspondido agita su corazón, agradece sin embargo la cercanía del otro, el roce de sus manos le ancla a la realidad y no le deja caer, él no quiere ser un chico que deba llorar por el amor que no le es devuelto.

El pelinegro presta atención a la letra, le recuerda algo que escribió hace algunos meses. Las partituras de aquella canción a piano se encuentran en el cajón bajo llave de su escritorio de trabajo en casa. Sonríe de medio lado al recordar la cantidad de veces que el pelirrojo le ha hecho pucheros exigiendo mirar ahí, espetándole que tiene derecho por ser su mejor amigo, liándose en una pelea de almohadas y comportándose como críos. Yoochun lo admite en ese preciso instante, Junsu es su mejor amigo porque le inyecta de energía cada día. Es la persona que probablemente nunca tendrá un reemplazo en su vida. Y de pronto lo imagina, a Junsu siendo un jugador profesional, de esos que los más prestigiosos clubs de Europa quieren “comprar”.

- No te irás nunca, ¿cierto, Junsu ah?... – le detiene de pronto preguntando aquello con prisas, casi ni le da tiempo a escucharle con claridad, un oído ocupado con un auricular y su mente divagando en sus pensamientos.

- ¿Eh?... – le mira a los ojos y trata de adivinar lo que le ha cuestionado. Se queda estático cuando los dedos del pelinegro retiran el auricular de su oreja y el sonido de la música desaparece; el rostro serio de su amigo le asusta un poco. ¿De qué se ha perdido?

- No quiero que te vayas nunca, eres mi mejor amigo y creo que no tendría vida si te vas… - repite y omite en aquel momento el trasfondo de aquella declaración. No quiere pensar en romanticismos ni otros quebraderos de cabeza, solo quiere escucharle decir que no, que nunca le abandonará por perseguir sus sueños, que acepta su egoísmo y permanecerá a su lado para siempre sacrificando sus metas.

- Pero… por qué de pronto dices eso, Yoochun ah… - pestañea confundido y trata de rebobinar las conversaciones del día, hilar frases y entender por qué su amigo dice aquello. No lo entiende.

- Es solo… solo lo he pensado. Cuando te conviertas en jugador profesional y te quiera comprar un club europeo seguramente te irás y me dejarás atrás…

- Ni siquiera soy un jugador profesional aún, Yoochun ah; y aunque llegara a serlo, no es seguro que sea lo suficientemente bueno como para llamar la atención de algún club europeo… - aclara pero sus palabras no han calmado la penetrante mirada negruzca de su amigo. Sonríe y toma la mano de su amigo estrechándola con un fuerte apretón… - te prometo que no me iré, Yoochun ah… - y sella un pacto que de todas maneras no piensa romper aunque la oportunidad se le presente.

Park baja la mirada hasta sus manos entrelazadas en aquel peculiar juramento y siente un peso en el estómago. Es culpa, y se jura entonces mentalmente que si un día su amigo tiene una oportunidad para crecer, él mandará lejos su egoísmo y será el primero en brindarle el apoyo necesario para luchar por sus sueños.

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Departamento de Kim Jaejoong

Yunho entró casi con miedo. Y se pateó mentalmente por eso, no era un adolescente cualquiera pero se estaba comportando como uno. ¿Qué iba a pensar Jaejoong de él? necesitaba comportarse como hombre, y tenía que hacerlo ya.

- ¿Gustas algo de tomar? ¿Agua, soda, cerveza?... – el pelioscuro ofreció mientras dejaba su saco en el perchero de la entrada de su departamento.

- Soda está bien, Jaejoong hyung… - el moreno aceptó por inercia, su mirada estaba por demás entretenida vagando por el departamento del mayor.

- Puedes dejar tu chaqueta aquí si quieres también… - el pelioscuro sonrió de medio lado al percatarse de la mirada curiosa de su visitante paseándose por su casa. Fue a la cocina y escuchó el rumor de la ropa del moreno cuando se sacó la prenda; luego sus pasos silenciosos avanzando por el pasillo hasta adentrarse en la estancia… - Aquí tienes… - le extendió una soda y él en cambio tomó una cerveza… - la cena estará lista en un momento, podemos sentarnos mientras a conversar de lo que quieras, si te parece…

- Me gustaría saber por qué me invitó a cenar aquí, Jaejoong hyung… - el moreno cuestionó sinceramente. Y vio al mayor desanudarse la corbata para soltarla por completo y dejarla simplemente colgando sobre su cuello, desabotonó también los primeros dos botones de su impecable camiseta blanca y tomó un sorbo de cerveza antes de responder.

- Creí que te gustaría que pasáramos más tiempo juntos… - dijo sin asomo de burla, ahí de pie al otro lado del sofá principal de su sala. Yunho estaba en el otro extremo, mirando entonces las fotografías del mueble pegado a la pared. Todas de Jaejoong y una mujer hermosa de cabellos negros que asume debe ser su madre… - ¿Te es incómodo?

- Le voy a ser sincero Jaejoong hyung… - un respiro y reunir el suficiente valor para decirlo… - usted me gusta, no quiero que sea más mi promotor si usted no va a darme la mínima esperanza de que yo le guste también…

Continuará……