SURVIVOR capítulo 1

Título: Survivor
Idea Original: Esthela10
Desarrollado por: Felina
Clasificación: NC-17
Pareja: YooSu, YunJae, KoMin
Género: Romance, Drama, Mpreg
Resumen: Yoochun por fin ha conseguido uno de sus más grandes sueños, casarse con su querido Junsu… pero la vida les ha puesto en el camino de su felicidad la más cruda de las pruebas, ¿cómo harán para salir adelante de ella?
Advertencia: Lemon, violación

CAPÍTULO 1. DULZURA

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Eran novios desde hace cerca de 4 años… pero últimamente pensaba mucho en esa otra parte de la felicidad total que esperaba construir a su lado… y es que Junsu era como la luz de sus días y noches, una fuente inagotable de bondad y simpatía, de miradas cariñosas y risas estridentes que volcaba su corazón cada segundo de sus vidas… y quizá no fuera del todo necesario, pero Yoochun deseaba formalizar su relación al punto del matrimonio… porque eso y mucho más merecía su querido “delfín nalgón” como le llamaba a menudo a sabiendas de que haría enfadar un poco a su novio, que vería ese ceño fruncido en clara señal de molestia, para luego sonreír ante ese puchero algo infantil y luego ese “Chunnie ah” murmurado con un tono avergonzado e indignado que venía acompañado de un golpecito en su brazo… y luego el beso… el beso suave que decía “lo siento” y esa caricia furtiva sobre aquél trasero bien formado de su novio que culminaba con uno de esos evidentes sonrojos que solo conseguían otro beso y una serie de sonrisas por las que traslucían sus sentimientos…

Así… así más o menos era la historia del YooSu… de esos dos jóvenes en la flor de la juventud que se amaban sin límites y que estaban por dar el siguiente paso en su relación… ese que no siempre se cree posible para dos chicos que siendo del mismo sexo se quieran de ésa manera romántica que todavía es signo de repulsión e incomprensión social… pero que en nada detenía todos esos prejuicios el amor que se profesaban y que daba para más, mucho más que tristezas o tensiones originadas por todos esos comentarios que no han faltado en sus días desde que se hicieran novios.

…………………………

Yoochun, de cabellos color azabache ligeramente largos bajó de su auto corriendo por la calle pues ya iba un par de minutos tarde… ok, 10 minutos tarde…
¡y era su gran día! Es decir, le iba a proponer matrimonio a Junsu en aquel lujoso restaurante… y él llegaba tarde… pero es que ese día no estaba siendo precisamente bueno…

Primero que el agua caliente no funcionaba y se tuvo que terminar de duchar con agua casi helada… luego que el trabajo le absorbió y casi pierde un par de clientes; después de eso el condenado auto no quería encender, para rematar, un tráfico de los mil demonios que solo logró estresarle y maldecir la osadía del destino de intentar ir en contra de sus planes… ¡tanto empeño que había puesto a su gran día!

Oh sí… que aquello no podía ser algo sencillo, trivial ni poco original… vale, vale, que tal vez había rayado en algo de tradicionalismo romántico… pero es que Junsu valía todo eso…

Todo eso y mucho más…

Llegó corriendo y casi se resbala en la entrada, y la señorita de recepción le miró con una sonrisa esperando a que el pelinegro tomara suficiente aire para decir algo…

- tengo… - inhalación-exhalación… - reservación con Kim Junsu, soy Park Yoochun…

- por aquí, por favor Señor… - con una sonrisa amable la joven le acompañó hasta la mesa donde ya Junsu le esperaba con una copa de agua solamente…

- lamento llegar tarde… - dijo de inmediato, acercándose para dejarle un corto beso en los labios, arrancando ese tenue sonrojo que le hacía ver algo más adorable… y que consiguió un gesto de sorpresa en la joven para luego verle una sonrisa antes de alejarse diciéndoles que un mesero les atendería en un momento…

- no seas exagerado, no has tardado demasiado, Chunnie… - Junsu, de cabellos pelirrojos le tomó la mano con cariño por sobre la mesa, sonriéndole con ese aire infantil que ya le había arrancado miles de suspiros al pelinegro y que le hacía desear perderse en un mundo solo para ellos dos y besarle mucho… besarle y acariciar su cabello mientras son felices y ningún tipo de maldad les toca… - ¿qué tanto me miras?... – cuestionó un poco más sonrojado y desordenándose algo inconscientemente sus cabellos peinándoselos hacia atrás… a pesar del tiempo, aún le ponía demasiado nervioso cuando su novio le miraba con aquélla profundidad…

- estás muy guapo, ¿sabes?... – el pelinegro se dejó envolver por esa sonrisa con ese rintintin escandaloso que el pelirrojo poseía…

- eres tonto… - infló las mejillas haciendo ese puchero que Yoochun sabía significaba que estaba completamente abochornado… siempre que le halagaba se ponía así…

- soy tonto… pero el tonto más feliz de la faz de la Tierra por tenerte a ti solo conmigo… - volvió a acercarse y besó a Junsu esa vez con algo más de pasión… poco o nada le importaba que les vieran todas esas personas que cenaban en el restaurante… hacía tiempo que había decidido simplemente amar a su novio sin importar que fueran del mismo sexo y la sociedad no pudiera entender la pureza de su amor… alguien carraspeó y él tuvo que separarse para atender al mesero…

- buenas noches, Señores… el Menú… - el hombre les entregó la carta y pareció evitar mirarles… quizá no le agradaban las parejas gay… y ellos dando espectáculo de melosidad, pero ¡va! Estaba enamorado y punto…

Junsu sonreía avergonzado, pero también feliz de saber que Yoochun le ama a tal punto de no importarle lo que puedan decir de ellos… así que se limitó a seguir con la noche como cualquier otra pareja “normal” en su cena romántica… aunque de normal, ellos no tuvieran precisamente mucho…

Luego de haber ordenado y conversado por largo rato, de tomarse de la mano y besarse cada tanto solo porque sí, de sonreírse y regalarse esas sonrisas enamoradas… Yoochun supo que era el momento… le tomó la mano con suavidad y besó su dorso, luego le acarició una mejilla y buscó la cajita aterciopelada en el bolsillo de su saco… aclaró la garganta y esperó tener un buen discurso para su novio… quizá futuro prometido…

- Junsu ah… yo… me muero de nervios justo ahora… - rió nerviosamente y pudo notar cómo el pelirrojo abría los ojos y respiraba algo más agitado… - sabes que Te Amo desde hace años, que si bien no me enamoré a primera vista, lo nuestro fue creciendo y nació de una amistad entrañable que me salvó de aquellos momentos tan difíciles de mi adolescencia… que estar a tu lado ha sido lo más hermoso que me ha pasado en la vida y que quiero pasarlo todo contigo… - carraspeó y soltó la mano del pelirrojo solo para poder abrir la cajita y dejar al descubierto ese anillo de compromiso que había mandado hacer especialmente para él, era una joya sencilla de oro blanco y delgado, nada demasiado llamativo… - Junsu ah ¿te casas conmigo?

Junsu abrió los ojos de par en par y su respiración aceleró de tal manera que Yoochun terminó asustado, y es que su novio también se había puesto pálido…

- ¿Su?... ¿Su, estás bien?... – dejó la cajita sobre la mesa y tomó el rostro de su novio con sus dos manos… - baby, háblame… - y entonces la vio… esa lágrima resbalando por una de sus mejillas, esos ojos chocolate acuados y aquél puchero en labios de su novio que eran muestra de que contenía el llanto de verdad…

- ¡Sí!... – gritó… literalmente… para luego lanzarse sobre sus brazos y besarle con ternura… - si quiero, Chunnie… - susurró todavía contra sus labios, dejándose besar otra vez antes de volver a su lugar y mirar de soslayo su alrededor dándose cuenta de que varias personas les miraban… - Chunn… - iba a decirle sobre aquello pero entonces su mano fue tomado y el anillo deslizado en el dedo anular…

- Te Amo, Su… - y derretirse ante su desinterés por nada que no fuera él…

- también yo, Chunnie… - y volver a besarse antes de pagar la cuenta y volver a su departamento…

Volver a su hogar y hacer el amor…

Hacerlo como tantas veces antes… hacerlo con el mismo amor de la primera vez…

Hacerlo de corazón…

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El anuncio a sus familias fue algo que nadie se esperaba… pero como ya una vez lo hicieran antes, fueron apoyados por ambas… los preparativos para la boda fueron rápidos y con momentos llenos de tensión para la pareja… pero al final había sido un momento muy lindo e inolvidable… luego de eso, la famosa luna de miel… aunque no hubiera precisamente algo en su relación que faltara por explorar, entiéndase, se conocían hasta el más íntimo recoveco… pero no dejó de ser especial el viaje…

Especial y plagado de momentos de gozo y alegría, de momentos románticos y lugares en los que tomarse fotos para el recuerdo… para ese que queda impreso en papel pero que se lleva atesorado en la memoria…

**********

Gangwon
Montañas de Seorak-san

Aquella era la última noche en el lujoso Hotel y estaban más que dispuestos a aprovecharla como más disfrutaban… haciendo el amor…

Y es que… sonará loco… pero desde que se habían convertido en esposos… hacer el amor era casi más rico y romántico…

Yoochun amaba cómo sus manos parecían tener también vida propia y se deslizaban por el cuerpo de Junsu, primero deshaciéndose de la ropa que molestaba en su objetivo de sentirle piel a piel… después, recorriendo con parsimonia cada palmo deleitándose con su suave textura y esa forma en que se erizaba sabiendo qué disfrutaba de su tacto…

- ahh, Chunnie… ahh… - los jadeos y suaves gemidos del pelirrojo comenzaron a resonar en la habitación y sus manos ansiosas recorrían la espalda del pelinegro pegándole más a su cuerpo, queriendo fundirse con su calor y fusionarse a su piel…

Es que nada le excitaba como la manera en que Yoochun acariciaba y besaba cada centímetro de su cuerpo… la forma en que se amoldaba a su cuerpo y procuraba el contacto de los dos desde que iniciaban con esa danza de amor y compartían aquellos momentos que lejos estaban de cualquier simple deseo carnal… porque casi sentía que le trataba con veneración, que le cuidaba como al mayor de sus tesoros…

Que le regalaba todo su amor con cada caricia, beso o mirada…

- mhh, Su… Te… Amo… - el pelinegro escondió su rostro en el cuello del pelirrojo cuando éste comenzó a acariciar su entrepierna y la temperatura de su cuerpo subió a muy altos niveles, su lengua insistió entonces en lamer toda piel a su alcance mientras jadeaba y gemía feliz por esas atenciones que estaba recibiendo… - mhh, ahh…

- duele Chunnie… - y por un segundo el pelinegro se apartó apenas para verle a los ojos… y toparse con ese rostro sonrojado, esos ojos chocolate brillantes y esa sonrisa que le hizo darse cuenta en un santiamén de que su esposo se refería a su propia entrepierna…

Que le estaba pidiendo que le tocara…

- me atontas… - besó brevemente sus labios y luego llevó su mano al miembro ya hinchado de su esposo…

- ahhh… - Junsu gimió de placer apenas esa mano experta comenzó a moverse de arriba abajo lentamente…

Y casi sin darse cuenta se olvidó de su propia labor, siendo entonces él quien dejara de atender a su esposo y terminara con los ojos cerrados y sus manos moviéndose por la espalda del pelinegro, apretando de vez en cuando sus glúteos y arqueando la espalda cuando más placer sentía… Yoochun solo sonreía al verle… sabía que lo disfrutaba, que su toque le ponía algo loco… tal como le pasaba a él…

Pero es que así era hacer el amor para ellos…

Era amor, pasión, desenfreno y ternura… era la mezcla perfecta de inocencia y pudor, con perversión y fogosidad…

Luego de un momento Yoochun paró y se acomodó entre las piernas de Junsu, aunque el pelirrojo aún estaba algo perdido en su excitación saliendo de su trance hasta que sintió un dedo húmedo rozar su intimidad… abrió los ojos y se perdió en esas orbes oscuras que parecían esperar su permiso para invadirle…

- hazlo… - abrió más sus piernas y cerró los ojos con fuerza cuando el primer dedo entró… a pesar de las veces que han intimado, el dolor de la preparación no deja de estar presente…

- lo siento, baby… - descendiendo sobre su cuerpo, el pelinegro le besó todo el rostro mientras movía lentamente su dedo en el interior de su esposo…

- está bien… - le acarició una mejilla y sonrió con suavidad pues no quería que pensara en ningún momento que se arrepentía de aquello… - Te Amo, Chunnie…

Y dejarse hacer por mimos y dulces besos hasta que tres dedos del pelinegro dilataron su intimidad para recibirle en su interior… largando un suspiro algo adolorido cuando llegó al tope… respirando con dificultad presa de excitación y dolor… colmado de ternura ante esas manos que acarician su entrepierna y esos besos que le calman un poco y le brindan seguridad… ante aquellos susurros que solo le recuerdan el amor que le tiene…

Que nunca le dejará solo por nada ni nadie…

Que le amará por la Eternidad sin importar las pruebas a las que todavía se tengan que enfrentar…

Y se perdieron luego en ese ritmo suave con que las embestidas comienzan… en ese vaivén de caderas que le envuelve en un calor sofocante que le hace sentir algo mareado y nubla sus sentidos al punto de sentir solamente que es uno con su esposo, que nada más existe a su alrededor y su cuerpo se estremece por esas miles de sensaciones que corren con libertad en cada célula…

Entrelazan sus dedos y sus alientos se mezclan mientras sienten el placer sinigual de ser uno… de esa estrechez que Yoochun adora y le lleva lentamente a la gloria, de esa ternura apasionada que Junsu siente con cada estocada y le arrastra al abismo del amor… de ese devenir de premura y libertad, de sofoco y sosiego… de plenitud…

Y sonríen a ojos cerrados gimiendo sin reserva cuando el calor en el bajo vientre les anuncia la cercanía del culmen de su entrega… y suspiran antes de lanzar ese gemido en el que se mezclan sus nombres cuando la semilla de ambos es liberada a la vez y alcanzan la dulzura del orgasmo… de esa calidez que inunda el interior del pelirrojo y aquella que baña el torso de los dos…

Se sonríen antes de unir sus labios en un dulce beso y caer agotados sobre el colchó, cubriéndose con esas mantas medio caídas en el suelo y las sábanas desordenadas que guardan el calor y su sudor…

Antes de dormir unas pocas horas y partir de regreso a casa…

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El departamento había sido vendido y ahora vivían en una modesta casa en los linderos de la capital… era un vecindario tranquilo y por ésa justa razón más había gustado a los dos para cimentar esa nueva etapa de sus vidas como esposos… a los vecinos parecía no haberles agradado mucho el saber que una pareja gay compartiría el vecindario, pero la mayoría les respetaba o simplemente pasaba de largo con ellos… y quizá una que otra señora habría dicho algunas palabras por lo bajo cuando caminaban por la calle o salían a hacer ejercicio por las mañanas… pero nada de aquello dejaban que les influenciara negativamente… eran felices y se esforzaban por no dejar que nada derrumbara aquello…

Por eso al volver de su luna de miel Yoochun y Junsu eran todo sonrisas, traían algunos souvenirs para sus padrinos (Yunho y Jaejoong), algunos de sus amigos y para sus familiares… y además habían reforzado su amor… aunque ello no era exactamente necesario, vale, que solo habían agregado algo de dulzura a su relación…

Por más que habían intentado llegar temprano, a su llegada de regreso el sol ya se había ocultado… Junsu entró primero y desde que dio un paso dentro sintió algo extraño que le hizo sentir inquieto, tanteó el encendido mientras Yoochun le seguía con dos maletas pesadas…

Y cuando la estancia se iluminó…

La vida de ambos cambió…


Continuará……