ADVERTENCIA: Lemon (Hetero)
**BONUS 1**
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*Sobre ChangMinxMizuki…
Hacía ya algunos meses desde que todo se había arreglado entre ellos… y sus padres… ciertamente no vivían ya bajo el mismo techo, sabían que a sus padres les resultaba incómodo verles convivir en casa siendo que ya no eran esos “hermanos” que durante tanto tiempo hubieran sido, que si bien era cierto no andaban a los besos y arrumacos, les veían en la mirada ese amor que entre ellos tan fuerte irradiaba en sus pupilas.
Al final, ChangMin y Mizuki hablaron con sus padres para pedirles su permiso de irse a vivir juntos… como lo que eran ya, una pareja. Por supuesto, aquella decisión implicaba varios puntos que no dejaron pasar de largo, el morocho consiguió un trabajo de medio tiempo, igual que Mizuki aunque al principio su novio se hubiese negado…
- para poder sostener nuestros gastos el que solo trabajes tú no ayudará, ChangMin ah…
Había sido el argumento de la chica aquella tarde hace un par de meses… a eso el morocho no había tenido demasiado que refutar, así que ahora llevaban una vida ligeramente pesada, entre los estudios de la Universidad que estaban por culminar, y el trabajo de cada uno para cubrir la renta de ese modesto departamento en que vivían y todos los gastos básicos de manutención…
Y sin embargo… eran completamente felices… durante el día, su pequeña Mandungis (que era de algún modo como una hija para los dos) era llevada a casa de sus padres, donde la Sra. Shim se daba tiempo de cuidar de ella y alimentarla, por la tarde, cayendo ya la oscuridad de la noche, Mizuki y ChangMin pasaban por ella saliendo de la Universidad. Y así aprovechaban de pasar algunos momentos con sus padres, a veces se quedaban a cenar…
De aquella manera, un año y poco más se fue, los estudios terminaron con resultados satisfactorios para ChangMin y a Mizuki le quedaba ya solo culminar ese semestre para recibir su título también…
Era como su propio cuento de hadas terminando en un hermoso final feliz…
Si había modo de que las cosas fueran perfectas en su vida, era ése… ChangMin así lo pensaba…
Mizuki por su parte… ah bueno, ella pensaba que el día que se casaran, sería un paso más cerca de la plenitud total… cuando llegaran a tener su propia familia… ese día sí que sería perfecto…
………………………………
No hacía demasiado tiempo que dos de sus amigos vivieron un momento súper especial de sus vidas… y Mizuki solo se sentía cada día más emocionada… y a su manera, le daba a entender a su novio que vivir juntos no lo era todo…
ChangMin por supuesto que entendía sus indirectas… y a veces no tan indirectas… pero planeaba hacer de aquella ocasión algo que recordar mágicamente para toda la vida… así que en silencio, preparaba la noche de sus vidas… y no era precisamente la de intimar… que además de todo era todo un logro, llevar tanto viviendo bajo el mismo techo, ser pareja… y tener cada uno su propia habitación…
No… hablaba de matrimonio… de pedirle a su novia que se convierta en su prometida… de volverle formalmente su esposa…
- por fin, apenas termine este mes, seré felizmente graduada… - Mizuki se estiró sentada en la silla del escritorio en aquella pequeña habitación acondicionada a modo de oficina… mandó a imprimir su tesis y aguardó a que las hojas salieran de la impresora… en tanto, ella se puso de pie estirando todo su cuerpo… le dolían los hombros y eso era por la inevitable tensión que realizar aquel trabajo le había dejado…
- ¿un masaje?... – el morocho propuso al momento en que ingresaba a la oficina con un vaso de leche y galletas en una charola… ahora que él tenía un empleo relacionado con su carrera, tenía un poco más de tiempo que antes para diversas cosas, entre ellas, consentir a su novia…
- sí, por favor… - le miró exagerando un poco el cansancio… por supuesto, siempre estaba lista para recibir mimos…
ChangMin sonrió, dejó la charola en una pequeña mesita a lado de la puerta y se colocó detrás de la silla en donde Mizuki ya estaba sentada con los ojos cerrados esperando la atención. Llevó sus manos a los hombros de su novia comenzando con movimientos circulares en ellos para ir reduciendo la tensión en ellos… ella se dedicaba solo a respirar tranquilamente mientras se deja consentir… el morocho solía conseguir relajarle… sabía bien con qué fuerza y qué movimientos hacer…
- mhh… que rico… - aunque aquellos gemidos relajados viniendo de Mizuki, pusiera de los nervios a ChangMin…
En ocasiones terminaba teniendo pensamientos impropios… pero vamos, que resultaba inevitable tener ciertos deseos por su novia cuando llevaban tanto tiempo viviendo juntos y lo más que pasaba entre ellos eran besos apasionados y abrazos confiados. Manos inquietas que se veían obligadas a permanecer respetuosas y no ir más allá de lo moral y racionalmente permitido.
- ahmm… más abajo, Minnie… - Mizuki agachó un poco la cabeza inclinándose hacia el frente… las manos del morocho descendieron por sus omóplatos y masajearon la columna vertebral con parsimonia… - mmhh… - ella misma se sorprendió del sonido que salió de su garganta…
Aquel había sido un gemido en el amplio sentido de la palabra… como lo había sido ese escalofrío que recorría su espina dorsal con una exquisita sensación que le erizó el vello de la nuca… mordió su labio inferior sintiendo algo más de calor y sus mejillas rosadas permaneciendo en secreto para el morocho, que seguía concentrado en el masaje…
Al menos en mantenerle como tal y no comenzar a acariciar como ya deseaba hacer… pero alcanzaba a escuchar esos suaves sonidos saliendo de labios de su novia… como gemidos reprimidos que terminaban siendo tan solo jadeos…
Lo malo en todo era… que estaba aumentando el calor de la habitación…
- creo que me siento mejor… - señaló de pronto Mizuki poniéndose en pie y sonriendo nerviosamente…
Llevaba la respiración ligeramente agitada y las mejillas coloradas… su corazón también iba muy rápido y sentía demasiado calor… en otras palabras… se había excitado… y no era la única, pues su novio iba por las mismas condiciones… se miraron a los ojos con aquel brillo sinuoso bailando en sus pupilas y tuvieron pensamientos subidos de tono… el sonido de la impresora liberando la última hoja impresa los sacó de ellos…
- si necesitas algo… - ChangMin aclaró nerviosamente la garganta… - estaré en la estancia revisando unos documentos… - dicho lo cual salió rápidamente… aunque no fue directo a la estancia… definitivamente, salió a la calle, necesitaba aire fresco y bajar los latidos de su corazón… por supuesto, también la emoción en su entrepierna que había comenzado a despertar…
*******
*Sobre el YunJae…
Jaejoong acababa de llegar del trabajo… aunque era rico gracias a las acciones que sus padres le habían regalado hace tiempo, le gustaba sentir que ganaba su dinero con esfuerzo… aunque hacerla de modelo para importantes marcas de ropa no era exactamente agotador como otros empleos que exigían cierto esfuerzo físico, esto también llegaba a ser extenuante…
Pero por el momento… le valía, lo disfrutaba y alimentaba su ego… vamos, qué hombre de su calibre y aspecto sexy no le prestaría atención a su ego de vez en cuando…
Sonrió divertido por sus propios pensamientos al tiempo que abría la puerta de su departamento e ingresaba, sabiendo que a esa hora, su novio aún no llegaba y que apenas lo hiciera, le iba a retar… oh sí, se suponía que debía esperarlo en la compañía pues le había dicho que le recogería para ir juntos al departamento… pero no, Jaejoong tenía una mejor idea… prepararle una rica cena…
Es que después de la cena… venía la parte que más le gustaba… hacer el amor con Yunho… sí, sí, cuando se molestaba, el momento de contentarle por no esperar por él, lo ponía algo más apasionado, casi salvaje, y a veces a Jaejoong le gustaba aquello.
Se internó en la cocina y comenzó a preparar el platillo favorito del moreno… ahí era donde comenzaba a mimarle por no esperarlo…
……………………………
Yunho iba conduciendo con el ceño fruncido… Jaejoong había tenido la “decencia” de no esperarle… ¡Ni siquiera le avisó! Y eso le ponía de mal humor… su sorpresa se había ido al caño por ello… miró el ramo de rosas rojas en el asiento del copiloto… no le parecían tan hermosas como cuando las compró hace una hora e iba todo emocionado por su novio a la compañía donde hizo esa sesión de fotos para una importante marca de ropa de temporada…
Se había sentido idiota al recibir la noticia por parte de la recepcionista de que el joven Kim Jaejoong se había marchado ya… su sonrisa de enamorado se evaporó y su ceño se frunció en automático… volvió sobre sus pasos, pero ya el ramo iba colgando en su mano y no en lo alto pegado a su pecho como cuando llegó… subió a su auto y tomó camino al departamento con la clara intención de ignorar a su novio por haberle hecho aquello…
Dejarle plantado cuando él tenía reservaciones para cenar en un romántico restaurante en el que su sorpresa mayor aguardaba en el bolsillo interno de su saco…
- Jae idiota… - murmuró entre dientes con tono molesto…
Bajó del auto una vez se estacionó en el parking del edificio donde tenían su departamento… ni siquiera podía creer que hiciera ya un año que vivían juntos… y que su sorpresa de aniversario se hubiera ido por el caño tan fácilmente…
¿Acaso Jaejoong no recordaba lo especial de esa fecha?
Entró al departamento notando al instante el delicioso aroma venir de la cocina… era su platillo favorito y por un segundo sonrió casi corriendo hasta allá para abrazar a su novio y besarle… pero luego recordó que estaba molesto y que no debía dejarse convencer así de fácil por haber regresado sin él cuando le había pedido que lo esperara para volver juntos. Colgó sus llaves a lado de la puerta y dejó su saco en el perchero de la entrada…
- ¡Yunho!... – el pelioscuro se asomó desde la cocina sonriendo ampliamente, llevaba un delantal y traía sujetos los mechones de la frente con una liga… así no le molestaban al momento de cocinar… - amor, yo… lo lamento, no recordé que debía esperarte hasta que ya venía de camino… - mintió… pero una mentira blanca de esas que son permitidas…
El moreno no dijo nada, le ignoró sentándose en uno de los sofás y encendiendo el televisor… el pelioscuro se mordió el labio… parecía más molesto de lo que había calculado…
- Yunnie… - empleó su melosa voz acercándose a él… - no estés molesto, te preparo tu platillo favorito a modo de disculpa… es que… ¡lamento haberme olvidado!... – dramatizando un poco, el pelioscuro se sentó a su lado aferrándose a su brazo y mirándole con los ojos llorosos…
Pero el moreno seguía sin hablarle ni mirarle… aunque interiormente estaba más que conmovido y solo quería tomar su rostro y besarle hasta el amanecer…
- Yunnie… sabes que odio que no me hables, que me ignores, si estás tan enojado bien, dime qué tengo que hacer para que me disculpes la amnesia temporal de la que fui presa… - insistió el pelioscuro… pero la expresión y actitud de su novio no cambiaba… es que tampoco podía olvidarse que en esos momentos deberían estar en el restaurante disfrutando de una rica cena a la luz de las velas, con música de violines de fondo y él nervioso esperando el momento idóneo para proponerle matrimonio… - ¡Yunho!... – gimoteó sintiéndose genuinamente mal… su novio estaba verdaderamente enojado…
- ¡yah! ¿Qué quieres que te diga?… ok, no pasa nada… que te abrace y te bese como si nada hubiera pasado, mínimo pudiste llamarme y decir que ya venías de camino cuando recordaste, ¡pero no! Simplemente pasaste de largo conmigo, tienes idea de lo idiota que me sentí yendo por ti con un ramo de rosas todo para que la recepcionista me dijera que no estabas ya… tenía preparado algo especial hoy, Jae, ¡¿y tú simplemente lo olvidaste?! – se largó en decir el moreno, sintiendo que se sacaba un peso de encima… aunque luego terminara sintiendo culpa al ver la expresión dolida de su novio… quizá había gritado demasiado…
- ¿algo especial?... – el pelioscuro cuestionó con un hilo de voz… por alguna razón las cosas no cuadraban en su mente… pero no podía evitar sentirse mal, su novio en verdad parecía afectado por su olvido… que en realidad no era olvido… él solo quería mimarle esa noche y hacer el amor…
- Jae… no me digas que no recuerdas qué día es hoy… - el moreno le miró casi asustado… se supone que es el pelioscuro el que siempre tiene memoria para ocasiones especiales… ¿por qué no habría de considerar el aniversario viviendo juntos como fecha especial?
- ¿eh?... – el pelioscuro cerró los ojos esforzándose por recordar qué se supone que celebrarían ese día… ¿de noviazgo? No, para eso faltaban más de tres meses… ¿de haberse conocido? Tampoco, acababa de pasar… ¿Cumpleaños? De ninguno de ellos, ni de alguno de sus padres… de los amigos tampoco hasta donde recordaba…
Y luego por fin llegó el dato a su mente… la luz a sus ojos…
- ¡Lo siento!... – saltó sintiéndose miserable y mirando a su novio con culpa… - yo… yo… - en verdad, lo había pasado por alto… se había concentrado tanto en otras cosas, que la fecha se le había ido de la mente…
- ¿lo olvidaste?... – el moreno de pronto se sintió cubierto por una sombra de pesadumbre… ¿acaso no era importante aquello para su novio? Después de todo había sido uno de los pasos más importantes en su relación…
- yo… es que… - el pelioscuro bajó la mirada… no se atrevía a decirle que sí… que había pasado de largo una de las fechas más importantes de su relación…
- ¿tan poco te interesa?
- ¿qué? ¡No! Yunho, claro que me interesa… - se apuró en aclarar haciendo aspavientos y buscando la mirada de su novio… - solo… no sé lo que me pasó, pero te juro que me interesa, mucho… decidir vivir juntos fue algo importante para ambos, fue una de las cosas más bonitas que hemos hecho desde que salimos… de verdad, Yunho, no pienses siquiera que hay algo en nuestra relación que no vale más que el mismo oro del mundo para mí…
- tenía una sorpresa… - murmuró el moreno sonriendo muy suavemente…
- lo siento… - el pelioscuro se lanzó a abrazarlo sintiéndose un poco más culpable… - de verdad, lo siento si lo arruiné… - murmuró enterrando su rostro en el cuello de su novio…
Yunho terminó comprendiendo que su novio estaba siendo sincero justo en ese momento… le abrazó acariciando su espalda y besando sus cabellos…
- está bien… aún puede ser una cena especial… - sonrió suavemente… - ¿la cena no se quema?...
- ¡la cena!... – se paró como de rayo y salió disparado a la cocina… suspiró aliviado al asomarse en el horno y ver que estaba justo en tiempo para sacar la comida…
- Te Amo, JaeBoo… - el moreno susurró abrazándole por la espalda, besando su cuello con cariño…
- y yo a ti, Yunho… - se giró abrazando su cuello… sus pupilas oscuras aún le miraban con culpa… - de verdad, siento haberlo olvidado… Te Amo, mi Yunnie…
Se sonrieron y fundieron sus labios en un beso lento y dulce… de esos que decían entre sus caricias sublimes, que no había nada más importante que ese estar juntos, a pesar de los errores, de las ocasionales discusiones, de las diferencias, de las faltas de memoria…
Yunho pensó que las rosas que habían sido abandonadas en el asiento del copiloto de su auto en realidad no tenían valor a lado de ese Jaejoong que le entregaba los más significativos de los besos…
*****
*Sobre el YooSu…
Yoochun bostezó una vez más sentado en la estancia viendo aburrido la televisión… su querido delfín estaba en el cuarto estudiando para un importante examen que daría próximamente para validar estudios básicos y poder ingresar a la Universidad… había movido todas las influencias posibles para conseguir aquella audiencia especial de parte del sistema educativo de la capital… pero lo había valido, y a casi dos años, Junsu finalmente tendría ese examen final que le abriría nuevas puertas para la vida…
El pelinegro había querido ayudar a su novio, pero… Junsu le había dejado claro que tenerle cerca le desconcentraba… Yoochun suponía que tenía mucho que ver el hecho de que tenía un buen rato que no intimaban… al menos a él le pasaba que moría de ganas por besarle hasta el último recoveco y hacerle el amor… pero desde que su pequeño pelirrojo se había decidido a concentrarse 100% en sus estudios, apenas besos pero más nada…
Al menos era más feliz ahora… viviendo en su nueva casa, ya no el departamento donde todo había comenzado… unos meses después de que Junsu regresara de aquel viaje con su madre, Yoochun le había llevado al Distrito Jongsan-Gu, donde la casa que perteneciera a los padres del delfín estaba en venta…
…flashback…
- porqué estará en venta… - el pelirrojo preguntó sin poder entender qué llevaría a alguien a deshacerse de un hogar tan cálido…
- no lo sé, Susu ah… - el pelinegro le tomó la mano instándole a caminar por ese sendero que daba a la entrada de la casa… ya la agente de bienes raíces les esperaba dentro… - pero, estaba pensando, si te gusta y quieres, podríamos comprarla… - el pelirrojo le miró sorprendido deteniendo sus pasos…
- ¿comprarla?... – su corazón comenzó a latir más aprisa… el pelinegro asintió sonriéndole dulcemente… - ¿para… vivir nosotros aquí…?... – Park volvió a asentir… y luego el delfín se lanzó a sus brazos como solía hacerlo, abrazándole con piernas y brazos cortándole casi la respiración… - sí quiero, Chunnie… - susurró con lágrimas de emoción corriendo ya libres por sus mejillas…
Es que… cómo no sentirse algo más feliz sabiendo que viviría con la persona que más ama en el mundo en aquel lugar que un día fue su hogar y que aún le recordaba el amor de sus progenitores… ahí donde el calor de hogar se sentiría más vivo que nunca…
…flashback…
Después de eso, Junsu había estado algo más radiante acompañándole para comprar los nuevos muebles que hacían falta, eligiendo los colores con los que pintar cada muro y habitación, cambiando más de una vez las cosas de lugar hasta que quedaron, según el pelirrojo, perfectas en el sitio indicado… Yoochun simplemente se había dedicado a consentirle y dejarlo hacer todo a su manera… al fin también había ganado muchos pucheros, mejillas sonrojadas y sonrisas cristalinas acompañado todo eso de uno que otro beso…
Ni qué decir de la primera vez que hicieran el amor en su nueva casa, en su nueva cama… había sido tan mágico como la primera vez… pero de algún modo diferente e incluso algo más especial… quizá por el hecho de haberle visto más feliz, de saber que daban un paso más cerca de la plenitud total…
Y Junsu iba aprendiendo un poco más de las cosas, de la vida… descubriendo detalles de sí mismo que le fascinaban…
Conociendo el mundo en todo su esplendor…
*****
Muzuki se sentía tan feliz, que no pudo evitar besar a ChangMin apenas le vio una vez que hubo recibido su título… los padres de ambos sonrieron sin dejar de sentir ese algo extraño al verles mostrarse de aquel modo su afecto… pero sabiendo que nada valía tanto como verles sencillamente felices…
La chica recibió las felicitaciones de parte de sus personas más importantes, entre ellos Jaejoong, Yunho, Junsu y Yoochun. Y luego de una comida en “familia”, se marchó con su novio a su departamento…
- estoy muy feliz… - volvió a decir con claro semblante de alegría mientras guardaba sus documentos en un cajón de la cómoda en su alcoba…
- te esforzaste, lo tenías más que merecido, Mizuki… - el morocho sonreía contento por su novia…
- gracias… - sonrió radiante dejándose abrazar una vez más… suspirando como solía hacer a diario cuando los labios de su novio tomaron los suyos con la más tierna de las paciencias…
Mandungis ladró desde la cama de ella, moviendo su colita y moviendo la cabeza de un lado a otro al notar que no le prestaban atención… que era más importante continuar con aquella muestra de afecto en la que Mizuki enredó sus manos en torno al cuello de ChangMin, y éste la atraía por la cintura pegándole más a su cuerpo… la pequeña perrita se echó sobre las cobijas cubriendo sus ojos con sus patitas en un gesto por demás curioso…
Cuando finalmente se separaron, las mejillas de ambos jóvenes estaban encendidas en carmesí… y al mirarse, no pudieron menos que volver a unir sus bocas en un beso algo más confiado, dejando entrever en sus caricias la pasión que llevaba quizá demasiado reprimida… sus lenguas se encontraron y ella solo pudo sentir que era más pegada al cuerpo de su novio… que el calor comenzaba a aumentar como ya antes hubiera llegado a pasar…
Mandungis alzó su rostro mirando sorprendida aquella escena entre sus “padres”, y dando un salto, bajó de la cama para salir de la habitación como si supiera que no debía permanecer ahí… y siguió su camino cruzando la estancia y saliendo por la suerte de puerta que tenía la del departamento saliendo de aquella manera de ahí… dentro, ChangMin había dejado que sus manos viajaran a la espalda de Mizuki acariciando sinuosamente…
Tal vez era el tiempo, el calor, el saber que nada malo podía pasar después, la tensión que por fin dejaba a Mizuki, o el ansia de amarle de ChangMin… o todo eso y mucho más, pero… esa vez incluso las palabras sobraron… tan solo se dejaron llevar sabiendo que era el momento justo…
Para hacer el amor…
Las ropas fueron cayendo una a una y lentamente mientras se dirigían a la cama y los besos no paraban como tampoco lo hacían las caricias más y más confiadas. Cuando finalmente se recostaron, la piel desnuda de ambos se rozó en la más delicada de las sensaciones… suspiraron extasiados y nerviosamente dejaron que sus manos continuaran con la labor de recorrer y memorizar cada palmo de piel del cuerpo del otro…
Mizuki vibró cuando sintió la entrepierna de ChangMin rozar contra su vientre bajo… la ansiedad y el deseo haciéndose de cada fibra de su ser… de la misma manera que parecía suceder con el morocho… los susurros de sus jadeos iban en aumento, igual que el calor y la necesidad de fundirse en uno… sus miradas se cruzaron y en ellas solo vislumbraron seguridad, aunque se obviara el nervio de la primera vez…
Los dedos del morocho delinearon con lentitud la curva de su cintura, alcanzando el costado de su pierna y volviendo a subir por la parte interna de sus muslos… su novia temblaba suavemente bajo su cuerpo, pero le besaba con pasión mientras abría suavemente sus piernas como dándole acceso a su intimidad… y así lo hizo, llevó sus dedos sutilmente hasta aquella zona tan íntima, que cálida y húmeda le recibió, se permitió pasar con cuidado a lo largo de aquel lugar e ingresar con sutileza jugando dentro de aquel lugar que más húmedo parecía alistarse para recibirle…
- mhh… - gimió ronco al sentir la delicada mano de su novia tomar su erección ya despierta…
Sentían vergüenza sin duda, pero más que nada deseo… se dedicaron atenciones eróticas por unos momentos antes de que ChangMin tomara lugar entre sus piernas perfilándose para tomarla… Mizuki cerró los ojos y arqueó suavemente la espalda cuando le sintió dentro, deslizándose con cuidado en su intimidad… ChangMin creía que moriría ahí mismo, la sensación era deliciosa…
Se abrazaron con recelo y luego él inició el vaivén embistiendo lentamente… los gemidos de ambos no se hicieron esperar… Mizuki abrazó con sus piernas la cintura del morocho notando que de aquella manera el contacto era más íntimo y profundo… que les proporcionaba mayor placer… siguieron con aquel ritmo dejándose envolver por el calor y la pasión, por las deliciosas oleadas de placer que la danza de movimientos en que sus cuerpos bailaban iban dejando apoderándose de cada fibra y célula de sus seres.
El ritmo fue aumentando conforme ellos se sentían más abrumados por el calor y el placer, la piel se perló en sudor y los gemidos fueron aumentando también… se habían desordenando ya las cobijas de la cama y el roce constante del vaivén de sus caderas dejaba libre ese sonido húmedo que erótico se impregnaba en cada uno de sus sentidos… hasta que todas aquellas sensaciones les llevaron al éxtasis… a ese primer orgasmo que les corrió de pies a cabeza haciéndoles temblar de placer entre espasmos contenidos apenas por el abrazo que ninguno aflojó…
Mizuki pensó que no había nunca experimentado ni imaginado una sensación tan placentera como la de la cálida semilla de ChangMin en su interior… y el morocho extasiado, salió despacio de su interior tumbándose a un lado, no pudiendo creerse todavía que finalmente haya hecho el amor con su novia…
Él le atrajo instándole a recostarse en su pecho mientras cubría sus cuerpos con la cobija y veía el atardecer cayendo lentamente en el horizonte a través de la ventana…
A falta de otra palabra, era el día perfecto…
Continuará……
ADVERTENCIA: Lemon
**BONUS 2**
*****
Aquella noche de aniversario, Yunho dio ese otro paso en su relación con Jaejoong que les hacía un poco más felices… tal vez no había resultado como tan arduamente lo había planeado, pero era por mucho la noche más especial de su vida hasta el momento…
La cena había transcurrido tranquila, y la mirada de ambos no había dejado de buscarse en esos minutos, compartiendo alguna que otra sensual sonrisa y una conversación tranquila sin mencionar más el incidente respecto a la ausencia de Jaejoong que conllevo al arruinado plan romántico de Yunho para proponerle matrimonio a su novio…
Y sin embargo, ambos podían tener esa sensación peculiar de que era… perfecto.
De la misma manera que parecía ser cada momento desde que iniciaran su noviazgo, porque aún cuando sobre ellos han caído diversas adversidades y obstáculos, el amor que se tienen ha sabido salir avante y brindarles eso que pueden notar en las pupilas del otro… el refulgurante sentimiento de un amor puro y sincero que está dispuesto siempre a ir contra todo y quien sea…
Así como el recuerdo que retador se inmortaliza aún en contra del segundero del reloj que no se detiene obedeciendo a su gestor el tiempo.
Yunho imitó a Jae cuando éste se puso de pie comenzando a recoger la mesa llevando los trastos sucios a la cocina… sabía bien que el moreno le miraba con aquel deseo latente en sus pupilas marrón y que algo había en su mente más importante que dejarse llevar por su pasión pues de lo contrario ya lo hubiera empotrado contra la mesa tirando todo al suelo y recorriéndole entero con caricias encendidas y besos candentes.
Terminaron de limpiar y fueron a la estancia con una copa de vino en la mano, Jaejoong se dejó llevar entonces por el sonido de la música romántica y tranquila que Yunho colocó de fondo. Ya la noche había cubierto en su totalidad la ciudad y por las ventanas solo se veía la luz de las lámparas en la calle, lo otro que podía notarse era el silencio de la calle en que vivían, pocas eran las luces que se veían encendidas en los edificios alrededor.
- ¿ya no estás molesto, Yunho?... – el pelioscuro no evitó preguntar mientras seguía el ritmo lento de los movimientos de su novio con aquella melodía tan romántica que casi le hacía sentir femenino…
- no… - murmuró en su oído, besando una de sus mejillas y presionando algo más la espalda de su novio mientras daba una vuelta y tarareaba con dulzura la canción reconociendo que aquel momento era quizá, mejor de lo que pudo resultar en su plan anterior.
Jaejoong sonrió contento notando que sus mejillas ardían encendiéndose en carmesí. A pesar del amor, de la confianza y el tiempo juntos, el pelioscuro rara vez se avergonzaba como se sentía en ese preciso instante… casi podría jurar que era la escena perfecta de una película cursi en la que estaban por salir los créditos dando final a un drama de esos que hacen moquear a chicas y hasta chicos…
Y sin embargo, él casi podría decir que no era demasiado el drama que han tenido desde que se conocieran, que si bien sus respectivas familias no se habían tomado del todo bien su noviazgo y por tanto sus preferencias sexuales, ahora eran felices y nada valía más que ello; que aún les costaba verles juntos y no voltear la mirada con un dejo de incomodidad, tampoco lo negaba, pero a fin de cuentas estaban, y era suficiente. Ese era mejor que haberles llegado a perder…
- ¿en qué piensas?... – el moreno le preguntó al tiempo que la melodía terminaba dando lugar a una nueva, tanto más sensual pero no menos romántica…
- en lo feliz que somos… - el pelioscuro respondió elevando la mirada para encontrarse con el rostro tan varonil de su novio, sonriéndole como solo él sabe hacerlo antes de elevarse ese poco necesario para atrapar los labios de un moreno que no duda en responderle mientras terminan por quedarse quietos disfrutando de ese beso…
Y ahí estaban, en medio de la estancia con los focos a media luz, abrazados con calma entregándose uno de esos besos que demuestran todo ese amor que se profesan y que de ninguna manera puede ser descrito. Las manos del moreno se deslizaron entonces ansiosas por la espalda del pelioscuro, arrancándole esos suspiros que en medio de nuevos besos mueren con el más delicioso de los delirios mientras se deja embriagar por su calor y descubre que por más que quisieran, es imposible evitar sentir todo ese calor y desear unirse en cuerpo como lo son en alma.
- tómame… - murmuró seductor Jaejoong mientras eran sus manos las que se movían decididas por el pecho de su novio hasta colarse por debajo de la camiseta palpando esos pectorales tan bien marcados que le encantaban algo más.
Yunho no dijo nada, su mirada lo declaraba todo cuanto había en su interior, y su boca volvió a hacerse de esos labios rojos que brillantes le atraían como el más hipnotizante de los hechizos. Le apegó más a su cuerpo presionando la espalda del pelioscuro y notando que jadeaba en medio del beso pues sus caderas chocaron despertando en ellos más que el calor y las hormonas… la pasión desmedida de la que sus cuerpos solían volverse presas una vez las caricias y los besos aumentaban en confianza e intensidad.
La respiración de ambos se alteró en segundos, el latir de sus corazones alcanzó esa velocidad propia del sonido, veloz e invisible pero palpable y sensible a la piel. Les vibraba el cuerpo por causa de ese mar de sensaciones que en oleadas comenzaba a dispersarse por cada fibra y célula instándoles a aquello que no dudaron en seguir.
Lentamente las prendas fueron siendo retiradas de sus cuerpos, y en el camino a la habitación quedaron sus camisas y los pantalones, como quedó el calzado y la ropa interior. Cayeron desnudos entre las frescas sábanas de esa cama en la que han compartido ya noches y días enteros de pasión y amor. Las manos inquietas de cada uno continuaba en su labor de palpar con detenimiento y sin reparo cada tramo de piel a su alcance, cambiando de posición una y otra vez mientras buscan tocar hasta el más escondido de los espacios del cuerpo del otro, dejando en cada caricia la promesa eterna de ser vigilantes inquebrantables de aquello que reconocen como propio y les ha sido entregado en el más hermoso de los rituales: hacer el amor.
Jaejoong se colocó sobre el cuerpo de Yunho besando ansiosamente su cuello, resbalando sin prisas por su pecho estimulando unos instantes sus pezones, mordisqueándolos y succionando cada uno antes de continuar con sus labios el camino cuesta abajo, sus manos encontraron el objetivo que ansiaban, masajeando de arriba abajo su erección semidespierta que rápidamente fue ganando tamaño ante sus atenciones…
- mhh, Boo, ahh… - los gemidos del moreno libres escaparon de su boca, y el pelioscuro se relamió los labios al sentir aquel trozo de carne caliente palpitar entre sus manos, besó la punta y luego lamió toda su extensión… - ¡¡aahhh Jae!!...
Yunho gritó casi sintiéndose ahogar en éxtasis cuando los labios de su novio bajaron deliberadamente despacio por su miembro y sintió la lengua resbalar con su calidad húmeda contra la piel rugosa de su erección. Jaejoong sonrió mentalmente al sentirle un poco más entregado que otras ocasiones, casi como si le hubiera hecho esperar demasiado por su contacto… y sintió los dedos de su novio enredarse en los mechones de su cabellera indicándole que deseaba mayor profundidad en sus movimientos… pero el pelioscuro por el contrario se apartó abandonando su erección…
- ¿por…qué… paras?... – cuestionó entre jadeos el moreno, levantando la mirada apenas para observar que su novio se sentaba sobre sus caderas rozando descaradamente su entrada contra su erecto miembro…
- te correrás antes de darme lo que ansío… - el pelioscuro tomó la erección del moreno perfilándole contra su intimidad…
- no te eh… mmhhh… - el moreno gimió ronco sintiendo ligeros temblorcillos de placer cuando su miembro comenzó a ganar terreno dentro de su novio…
- aahhh Yunnie… - el pelioscuro gimió con un dejo de incomodidad en tanto la extensión de su novio se perdía completamente en su interior…
Se quedó quieto cuando hubo llegado al tope y se dejó hacer cuando sintió la mano de Yunho alcanzar su erección para estimularle y facilitar el momento en que el vestigio de dolor en su pasaje le permita moverse. Jaejoong cerró los ojos y se mordió el labio inferior mientras iba disfrutando de los masajes de Yunho… casi al instante le sintió incorporarse y abrazarle para acercar su boca a su oído comenzando a susurrar palabras de esas que le encendían algo más logrando que olvide cualquier otra cosa y registre entonces solo la placentera sensación de ser uno.
Cuando aquel momento fue alcanzado, Jaejoong susurró a Yunho lo que deseaba…
- quiero… la unión de los deseos… - mordió el labio inferior del moreno y luego se echó hacia atrás apoyando todo su peso en sus brazos dejando sus manos descansar sobre el colchón.
Yunho le imitó en el movimiento, quedando él también echado hacia atrás recargando su peso sobre sus manos… entonces cada uno comenzó a mover sus caderas en contra del otro, la penetración era delicada y tranquila, se arrancaban esos primeros gemidos bajos mientras adoptaban el ritmo adecuado… más tarde, el movimiento de sus caderas se volvió circular y en sentido inverso el uno del otro, las sensaciones eran algo más placenteras y diferente, la erección del moreno casi salía totalmente de aquel estrecho pasaje, pero solo para volver a entrar con algo más de vehemencia… Jaejoong se impulsó también con sus piernas (que tenía para entonces a cada lado de la cintura del moreno) dando al vaivén mayor profundidad…
Continuaron con aquellos movimientos un rato más, hasta que Yunho volvió a incorporarse y con sus brazos atrajo a Jaejoong abrazándose con recelo, de modo tal que el pelioscuro inició una cabalgata sobre su erección. El sudor aparecía ya algo más perlado en sus rostros, resbalando eróticamente por el contorno de ambos, empapando de a poco la totalidad de sus cuerpos matizando el calor de sus pieles ardientes…
De un movimiento, fue Jaejoong quien quedó bajo el cuerpo de Yunho, recibiendo más de aquellas rápidas y certeras estocadas que le hacían gemir más alto y ronco, igual que al moreno… el vaivén de caderas era candente, como lo era el fulgor de las pupilas de ambos y la forma en que sus lenguas se enredaban cuando sus besos apasionados lograban entregarse reprimiendo apenas los altos gemidos que morían transformados en jadeos…
El calor era abrasador y ambos podían sentir aquellos corrientazos eléctricos algo más intensos corriéndoles por la espina dorsal… las oleadas de placer insistentes les corrían de pies a cabeza y todo aquello se iba concentrando en el bajo vientre… estaban por alcanzar el éxtasis y no podían menos que continuar danzando en aquel baile erótico de pasión y amor…
El pelioscuro se abrazó algo más cerca a su novio para que su erección se presionara y friccionara de esa manera deliciosa entre sus cuerpos… notó la humedad comenzar a transpirar en su entrepierna y el calor que les quemaba incrementó a límites insospechados… unas cuantas embestidas más por parte del moreno bastaron para que ambos se corrieran dejando libre un gemido ronco y sus sentidos colapsaran en aquel sentimiento de plenitud que les hace flotar y perderse en la nada… temblar presas de su orgasmo…
Yunho salió despacio de su interior para luego dejarse caer a un lado respirando aún agitado y con el corazón latiendo rápido. Jaejoong sonrió feliz al sentir la semilla de su novio resbalar de su entrada cuando éste salió de su interior, le encantaba esa humedad cálida. Y luego un chasquido húmedo le hizo girar a su lado, donde el moreno se lamía un dedo… le observó mientras tomaba un poco más de su esencia de su estómago, ahí donde él había manchado al explotar…
Estuvieron un rato en silencio, se mimaron con suaves caricias o solo entrelazando sus dedos mientras comparten dulces y cortos besos… hacer el amor siempre significaba sentirse algo más unidos… pero Yunho sabía que aún faltaba una promesa por sellar… y poniéndose en pie le susurró un “ahora vuelvo” antes de salir en medio de la oscuridad de la habitación dirigiéndose hasta el perchero de la entrada donde colgara su saco al llegar horas atrás, buscó en el bolso aquella cajita aterciopelada que de otro modo había planeado también mostrar, pero que ahora le parecía tanto más espontáneo y valedero. Caminó de vuelta a la habitación, donde el pelioscuro le esperaba paciente enredado apenas entre las sábanas pues tan solo se había cubierto la cintura pero resplandecían con la luz de la luna sus piernas y su pecho, como la nívea piel de su rostro…
- eres tan hermoso… - susurró embelesado el moreno al tiempo que se acercaba y besaba nuevamente esos labios rojos que se dejaron poseer con la más tierna de las paciencias…
- Te Amo, Yunho… - el pelioscuro murmuró mientras enredaba sus dedos en los mechones de su novio atrayéndole de nueva cuenta para besarle con la misma ternura con que había sido besado…
- y yo a ti, JaeBoo… demasiado… - terminó recostándose nuevamente sobre su cuerpo mientras degustaba con paciencia de esa boca que dulce parecía el elixir de los mismos dioses…
- gracias… - sonrió entre besos…. Y pensó, que ninguna noche podía ser tan perfecta como esa… por la simple y sencilla razón de que su Yunho le demostraba una vez más que sin importar nada, aún sus errores disfrazados con buenas intenciones, derrumbarían el amor y la confianza…
- Boo… yo… - suspiró y se acostó a lado del pelioscuro mirándole fijamente, perdiéndose un instante en la profundidad de aquellos ojos negros que le observaban con el mismo detenimiento… sintiendo que podría desfallecer de amor ante esos labios que sensuales por naturaleza se mantenían curvados en una hermoso sonrisa… - no encuentro ahora las palabras adecuadas que puedan expresar lo mucho que Te Amo, ni pude memorizar ningún bello poema que adornara mi sentir, pero… - extendió su mano para encender la lámpara de la mesita de noche y luego se volvió para mirar a un Jaejoong que ya se había sentado en la cama observándole con las mejillas encendidas en carmesí y el corazón latiéndole en la garganta… - yo quería… - aclaró la garganta y notó la ansiedad cubrir las pupilas de su novio… - quiero saber si… ¿te casas conmigo?...
Formuló apenas con un hilo de voz, y es que los nervios le habían jugado en contra a último momento… y sin embargo, con sus manos temblorosas consiguió abrir la cajita para mostrarle a su novio el anillo sencillo que comprara para ese especial momento… la joya brilló tenuemente por la luz de la alcoba y su destello casi se reflejó en los ojos negros de Jaejoong, quien ampliando su sonrisa y sintiendo una lágrima de felicidad rodar por su mejilla, asintió incapaz de decir nada pero lanzándose a los brazos de un Yunho que respiró aliviado recibiéndole con gusto…
- es el sí más hermoso que pude imaginar… - murmuró el moreno acariciando con una de sus manos la espalda desnuda y tibia de su, ahora prometido…
- tonto… - gimoteó emocionado el pelioscuro apartándose apenas para robarle un corto beso… - si quiero casarme contigo, Yunho… - dijo sonriente y dejando que su novio tomara con delicadeza su mano para deslizar el anillo en su dedo anular…
- ahora somos prometidos, Boo… - sonrió embobado al descubrir que la joya se veía aún más hermosa siendo portada por su Jaejoong…
- y ya verás, dentro de poco esposos… - aseguró sonriendo mientras volvía a besar esos labios que tanto amaba… porque siempre le amaban de vuelta con algo más de intensidad…
A veces se piensa que con lo que se tiene se es lo suficientemente feliz, pero… Jaejoong comprobó en esa noche, que siempre se debe estar preparado para recibir sorpresas del Destino… y es que siempre, hasta el más mínimo detalle puede regalar un poco más de esa felicidad utópica llamada amor.
*****
Yoochun esperaba impaciente en aquel pasillo vacío a que su novio culminara el famoso examen que le había tenido tan ocupado en los últimos días. Caminaba de aquí para allá sin dejar de mirar su reloj de muñeca… se sentaba por instantes, pero solo para golpetear su pie contra el piso y sentirse algo más ansioso para volverse a poner de pie y retomar esas vueltas de un lado a otro por el pasillo. La blanca puerta donde Junsu llevaba más de dos horas seguía cerrada, dentro, su pelirrojo delfín mantenía su vista concentrada en la papeleta de respuestas casi llena… mordía el extremo del lápiz cada que leía una nueva pregunta y hacía lo posible por no errar ninguna de sus respuestas… estaba nervioso pero confiaba, como su novio le había dicho antes de entrar en esa sala, en sí mismo, en todo el esfuerzo que había puesto en aprender y comprender todos aquellos libros que leyera en los últimos años.
El segundero del enorme reloj que colgaba en la pared frontal de la sala marcó la hora límite para Junsu… el hombre que había permanecido con él esas horas se levantó de su silla y rodeó el escritorio hasta el del pelirrojo… Junsu suspiró entregando el examen al hombre… con suerte había contestado todo, pero no estaba seguro de que haber acertado en su totalidad…
- puede retirarse, los resultados se le informarán mañana mismo, joven Kim… - el hombre guardó el examen del pelirrojo en una carpeta y luego la metió en su maletín…
Junsu volvió a suspirar y cerrando los ojos le pidió a sus padres en lo alto que le brindaran suerte… se levantó y salió de la sala… Yoochun inmediatamente caminó hacia él…
- ¿listo?... – el pelirrojo asintió… - te irá bien, ya verás mi pequeño delfín… - el pelinegro le sonrió dulcemente y le abrazó besando su frente…
- espero que sí, Chunnie, di lo mejor de mí… - el pelirrojo se dejó hacer esperando no llegar a defraudarle… su novio ha hecho tanto por él, que a veces tiene la impresión de que amarle no es suficiente…
Sin embargo, Park terminaba por convencerle de que por el contrario, amarse mutuamente era el más hermoso de los regalos de la vida y que nada podía tener comparación con ello.
…………………………………
Junsu y Yoochun esperaban impacientes porque el sobre con los resultados del examen del pelirrojo fueran entregados… la secretaria de aquella oficina de Educación les había indicado que esperaran solo unos minutos pues aún faltaba una firma para que el documento fuera oficial…
El pelirrojo no estaba seguro de lo que aquello significaba… no se había detenido a pensar en si le entregarían un documento oficial fueran buenos o malos los resultados de su prueba… el pelinegro estaba igual que su novio, pero con sus manos entrelazadas seguían esperando sentados en aquellas cómodas sillas. Minutos más tarde la secretaria finalmente llamó a Kim Junsu, y el pelirrojo se paró como de rayo para tomar aquel sobre con sus resultados finales…
Volvió con Yoochun y mirándole con sus castañas pupilas le dio a entender que de los nervios no se atrevía a abrirlo. El pelinegro le sonrió y besó con cariño una de sus mejillas…
- venga, sé que son buenas noticias… - le animó colocando su mano sobre la rodilla de su novio…
- ¿y si no, Chunnie?... – el delfín le miró con temor… y el pelinegro solo pudo sentirse algo más enternecido por su novio…
- no lo sabremos si no abres el sobre, aún así, tengo fé en ti y sé que son buenas noticias… - aquello fue suficiente para que el pelirrojo se calmara un poco y finalmente pudiera abrir ese famoso sobre que tantos desvelos y quebraderos de cabeza le había traído…
Y mientras abría con cuidado el sobre, pensaba en que tampoco quiere defraudar a sus amigos. A Mizuki y ChangMin que en varias ocasiones se tomaron largas horas para explicarle algunos temas que no comprendía. A Jaejoong y Yunho por las charlas tomando el café en las que también le aclaraban algunos puntos de materias que se le complicaban. Cuando finalmente sacó la hoja dio un suspiro y cerró los ojos por un segundo… luego, sus ojos vagaron por las líneas de aquel documento…
- ¿Junsu ah…? – el pelinegro murmuró esperando que le dijera algo, que reaccionara por lo menos…
Una sonrisa se fue ampliando en los labios del pelirrojo… sus ojos brillaron como estrellas en el firmamento, y luego…
- ¡lo hice, Chunnie!... – gritó emocionado lanzándose a los brazos de su novio apresándole como sabía hacerlo, cortándole casi la respiración para luego relajarse y llorar de contentura escondido contra su cuello…
- sabía que lo harías, mi delfín… - sonrió feliz también, abrazándole y acariciando con suavidad su espalda mientras espera a que deje de llorar y salga de su escondite… una vez lo hizo y volvió a encontrarse con aquellas castañas pupilas, el pelinegro enmarcó su rostro limpiando ese rastro de las lágrimas y besando luego la punta de su nariz con cariño… - ahora, vamos a festejar, invitemos a Jae, a Yunho, a Mizuki y ChangMin, y a mis padres si quieres… - propuso emocionado…
- ¡Sí, Chunnie!... – aceptó más que encantado el pelirrojo… moría por decirle a todas las personas que le representaban una familia que había conseguido dar un paso importante en su vida…
Que el Destino seguía sonriendo para él… que construía con firmeza su camino… y que de no ser por todos y cada uno de ellos, no podría nunca alcanzar cada uno de sus logros…
…………………………………
Esa tarde se habían reunido a comer en casa del YooSu, algo sencillo en el Jardín trasero para celebrar el logro del pelirrojo. Estuvieron Mizuki y ChangMin, como el YunJae, los Sres. Park e incluso los Sres. Shim… fue una tarde amena y llena de sonrisas y conversaciones divertidas… en más de una ocasión Yoochun terminó sonrojado tenuemente cuando Yunho o Jaejoong lanzaban indirectas acerca de lo mucho que Junsu debió torturarle ignorándole la mayor parte del tiempo…
- no le ignoraba… - defendía el pelirrojo mirando preocupado a su novio… - ¿verdad que no lo hice, Chunnie? Siempre te decía que estudiaba y nos dábamos tiempo de conversar, comíamos las tres horas del día juntos, salíamos por ahí… - el delfín le miraba con ojos ansiosos, según él, no le había ignorado, tal vez le había dedicado menos tiempo, pero de ahí a ignorarle…
- claro que no, baby, no les hagas caso… - el pelinegro le sonreía suavemente pensando en lo inocente que era aún su novio para entender algunas cosas… luego fulminaba a sus amigos y éstos reían por lo bajo algo más divertidos…
Esa noche… Yoochun sí que le demostró a Junsu cuánto le había extrañado…
…………………………………
Yoochun estaba más que orgulloso de su novio, Junsu ahora estaba en su primer año de Universidad… y él solo sentía que le amaba más y más… hacía unos meses que sus amigos Jaejoong y Yunho contrajeran matrimonio, y poco menos que lo hicieran también Mizuki y ChangMin… en ninguna de esas dos ocasiones se sintió presionado ni mucho menos… pero ahora cada vez pensaba más en querer dar también ese paso con el pelirrojo…
Aunque de fondo admitía que le asustaba un poco… y no, no tenía que ver con que no amara a su novio… era que no podía evitar recordar que estuvo a punto de casarse tres años atrás con Yu Lin (de quien por cierto supo por ella misma que había rehecho su vida y que era una madre muy feliz con su primer bebé de un año)… y de algún modo sentía que aquella proposición no iba a ser tan mágica ni especial… ese era su temor…
Más aún con ello, la idea le rondaba en la mente demasiado tiempo y algo en su interior le decía que sí, que Junsu y él se merecían aquello.
…………………………………
Junsu acabó de limpiar la habitación, y mientras terminaba de guardar algunas prendas en el clóset, volvió a mirar aquella caja en la que aún se encontraba ese traje que su “suegra” le comprara años atrás y que a veces temía nunca usaría.
Cuando Jaejoong y Yunho les dieron la grata noticia de su boda, el pelirrojo sintió una gran felicidad por ellos… más al verle tan emocionados diciéndose sus votos y mirándose con aquel cariño ante un altar, él también sintió deseos de llegar a estar en su lugar. Había mirado a Yoochun buscando en sus orbes negras algo que le indicara que también anhelaba aquella unión… pero de las pupilas de su novio solo obtuvo el silencio que ya le regalaba su voz al respecto.
La misma historia sucedió cuando fueran Mizuki y ChangMin quienes contrajeran matrimonio. Un par de veces el pelirrojo se aventuró a llorar abrazado a sus adorados peluches preguntándoles entre sollozos si es que Yoochun no le creía digno para contraer matrimonio como una vez estuviera por hacer con aquella linda chica a la que no ha vuelto a ver… el delfín y el ratón de peluche no le han dado una respuesta. Pero el pelirrojo se ha hecho ya a la idea de que ser novios y vivir en una casa que ambos siguen llenando con su calor, es suficiente para ser feliz.
Que aún no ha tenido el valor de deshacerse del atuendo, también es verdad… como tampoco se ha animado a usarlo ni hablarle a Yoochun de éste. En el fondo, sueña como lo hacía de niño, con que un día se haga realidad ese deseo.
…………………………………
Las vacaciones de verano estaban ahí, y Yoochun no encontraba el modo de pedirle a Junsu se casara con él. Tenía el anillo ya, pero no ideaba la forma correcta de pedírselo… se sentía un manojo de nervios drenándose el cerebro descartando una idea tras otra pues ninguna terminaba por convencerle.
Ninguna era lo suficientemente romántica ni creativa u original para tal efecto.
Y su Junsu merecía todo aquello junto…
- Chunnie… - la voz de su novio le sacó de sus pensamientos, y él no pudo menos que levantar la vista de aquellos papales a los que tampoco le había estado prestando atención…
- qué sucede baby…
- yo pensaba… - las mejillas del delfín tomaron ese característico rubor que el pelinegro había aprendido a leer y aparecía cuando su novio quería pedirle algo que le avergonzaba de sobremanera…
- qué cosa Junsu ah… - sonrió invitándole a sentarse en su regazo… el pelirrojo se sintió algo más nervioso, pero accedió, tomando lugar sobre las piernas de su novio…
- verás… el otro día me dijiste que si quería salir a algún lado… - mordió su labio y sin darse cuenta comenzó a jugar con la solapa de la camiseta del pelinegro… - pues que tú bien te tomarías unas vacaciones en el trabajo…
- así es… - el ratón asintió, su mano resbaló por la espalda de su novio entregándole cariños e instándole a continuar…
- entonces, no sé si lo recuerdas, pero… en dos semanas se harán cuatro años de que nos conocimos… - Park recordaba perfectamente aquello… - y pues… me gustaría que viajáramos allá… que… celebráramos esa fecha en la Isla…
- creía que no te haría emoción hacer eso… - el pelinegro sonrió algo más y besó una de esas coloreadas mejillas… - claro que sí delfín, haré las reservaciones ya mismo y le avisaré a la compañía… - uno de los negocios que finalmente sus padres habían legado al pelinegro… - acerca de los días que me tomaré en libertad con mi adorado delfín…
Notó las mejillas de su novio encenderse más en carmín… y ya solo pudo besarle despacio recordándose de aquella sutil manera, que no había ser en el mundo que le hiciera tan feliz con cada detalle de su existir…
…………………………………
Cuando llegaron a la Isla ambos se dieron cuenta de que el tiempo ahí parecía haberse congelado. La pequeña cabaña que fuera su hogar por años, y la misma en la que llegaran a estar juntos abrazados siendo novios ya, seguía intacta. Los aldeanos que alguna vez incluso temieran al pelirrojo por ser tan diferente a ellos, seguían manteniéndose al margen de aquellos linderos.
La tarde les había alcanzado y ellos apenas si habían llegado tomados de la mano, sacudido un poco y preparado la cama para descansar. Pero antes, Junsu quiso ir al mismo peñasco aquel desde donde contemplaba las estrellas para saludar a sus padres. Yoochun no pudo menos que seguirle y mirar a su lado la bella panorámica que aquel punto le ofrecía del mar. Los tonos nacarados comenzaban a cubrir el firmamento y éste a bañar el paisaje bajo su manto, el aire cálido soplaba gentil y los sonidos de la naturaleza murmuraba a través de él; algunas aves cantaban suspendidas en lo alto antes de mecer sus alas y volver a sus nidos en las rocallosas.
La mano de Junsu presionó un poco el agarre que mantenía con la de Yoochun, y el pelinegro al girar el rostro para mirarle contempló una lágrima resbalar por la mejilla…
- es de felicidad… - susurró al instante el pelirrojo, girándose también a mirar a su novio… el dorso de la otra mano del pelinegro tomó aquella lágrima bajo su tacto y luego las orbes oscuras se perdieron en aquellas castañas pupilas navegando en ellas como lo hacen los peces en la mar…
- deja entonces que mis labios se queden aún con aquel llanto que derramas siendo feliz a mi lado… - el pelinegro murmuró al tiempo que se inclinaba hasta alcanzar sus pestañas y besarlas quedándose con esas lágrimas que aún no se desbordaban pero que permanecían prendadas ahí…
- Te Amo tanto Chunnie… - expresó lanzándose a los brazos de su novio mientras busca sus labios fundiéndolos en un dulce beso que el pelinegro no tardó en corresponder en tanto le atrae por la cintura y se queda con la ternura de su aliento…
- Te Amo mucho también, Junsu ah… - murmuró contra sus labios sin querer separarse demasiado de ellos y volviéndole a besar con la misma ternura y la dulzura que solo el pelirrojo entre sus brazos es capaz de inspirar a su corazón enamorado…
Y mientras compartían aquél beso, dos conjuntos de estrellas en el firmamento saludaron a la noche titilando más brillantes que el resto de sus compañeras plateadas… y cuando los chicos se separaron, la mirada de ambos volteó hacia ellas… Junsu sabía que aquellas eran las constelaciones de sus padres, y sonriendo feliz agradeció a sus padres por haberle dado la vida, por haber dejado que Yoochun entrara en su corazón… por haber hecho de algún modo que el Destino cruzara sus caminos y se amaran como lo hacían ahora. Yoochun juró en silencio amar y proteger por siempre a su pequeño delfín, agradeció y elevó sus más sinceros respetos por aquellos a quienes no tuvo oportunidad de conocer en vida, pero que le entregaron lo más hermoso que seguro poseían; a Junsu.
Unos minutos después volvieron a la choza, cenaron algo ligero que habían llevado y después de una pequeña charla recordando las cosas que hicieran juntos en aquellos primeros días de conocerse, se fueron a dormir. Cansados del viaje se entregaron al mundo de los sueños después de unos cuantos mimos y besos.
Y cuando llegó el amanecer, al Junsu pestañear somnoliento, ya Yoochun le admiraba acostado de medio lado con su cabeza en la almohada y una sonrisa en sus gruesos labios… llevaba cerca de media hora simplemente observando el parsimonioso respirar de su pequeño delfín… y ya bajo su almohada descansaba aquella sortija que moría por entregar aunque aún no supiera las palabras adecuadas que decir pero sí tuviera el sentimiento presuroso en su pecho latir.
- buenos días, delfín… - saludó acariciándole tiernamente una mejilla…
- buenos días, Chunnie… - correspondió sonriente el pelirrojo suspirando la caricia…
- ¿dormiste bien?... – su novio asintió al tiempo que estiraba su cuerpo y se revolvía más entre las cobijas… el pelinegro sonrió… - Junsu ah… quiero pedirte algo…
- qué cosa, Chunnie… - el pelirrojo le miró atento, con esa sonrisa imborrable que tanto adoraba el pelinegro y esa inocencia franca que se reflejaba en tan preciosas pupilas…
- algo que hasta hace unas semanas no me atrevía a aceptar que sí deseaba… algo, que nos unirá más y nos dará otro trozo de felicidad… algo, que ésta vez he comprendido quiero de corazón y sin ninguna influencia externa a mí… - el pelinegro tomó aire y clavó sus orbes en la mirada inquieta del pelirrojo… - Junsu ah, esto que quiero pedirte nace del amor que te tengo, de lo feliz que soy desde que te tengo a mi lado, de todo este sentir que me ocasionas y que hace que para mí cada día sea mejor que el anterior… lo que intento decir, baby, es que soy el hombre más feliz y afortunado de la faz de la Tierra desde que te conocí y desde que aceptaste ser mi novio, y que de la misma manera en que me diste un sí aquélla vez que te pedí fueras mi novio, anhelo ahora que me lo des al responder a esta pregunta… - inhaló profundamente y sacó una cajita de debajo de su almohada, la abrió con marcado nerviosismo y el pelirrojo casi dejó de respirar al contemplar la sortija de oro blanco… - ¿te gustaría convertirte en mi esposo?
Luego el silencio… la mirada fija de Junsu sobre aquella sortija… la respiración casi detenida de Yoochun esperando su respuesta… el corazón apresurado de los dos golpeándoles el pecho…
Los brazos del pelirrojo asiéndose del cuello de su novio y sus primeras lágrimas mojando su piel mientras susurra aquél...
- sí Chunnie…
Que le sabe a paz y plenitud al pelinegro, y vuelve a respirar con tranquilidad envolviendo el cuerpo de su novio buscando al instante sus labios y besarle con calma enredando sus lenguas con desmedida lentitud y ternura. Al separarse, se sonríen embelesados por su propio amor, y Yoochun toma el anillo colocándolo en el dedo anular de la mano de su prometido…
- ahora podré usarlo… - murmuró recordando la caja que aguarda en su clóset…
- qué cosa… - el pelinegro cuestionó curioso sin entender…
- lo que tu mamá me compró en el viaje que hicimos hace tres años, ¿recuerdas?...
- cómo no recordar… - si había sido la primera vez que Park experimentara la añoranza al no tener a su novio a su lado durante esos días… y sonrió captando hasta entonces el significado de aquellas palabras que su madre dijera…
- gracias Chunnie… por hacerme tan feliz… - el pelirrojo sonrió ampliamente besando corto los labios del pelinegro…
- gracias… por ser mi Destino, Junsu ah… - correspondió regresándole la sonrisa y el beso…
Esperando ya solo volver y compartir con sus amigos y familia esa nueva noticia que seguro les haría así de felices. Y mientras se regalaban en esa cálida mañana más besos y caricias, el sol se elevaba lentamente bañando con sus gráciles rayos el resto de esa parte del mundo… no importando que en el corazón de aquellos jóvenes, la calidez fuera capaz de competir con la suya… porque era testigo, como cada elemento del mundo, del destino que les unía y el hermoso camino que aún les quedaba por recorrer…
Pero que ya tenían lo más sagrado e importante: un amor correspondido.
**FIN**
me encanto super encanto este es el fic que me dejo con ojos cuadrados pero me dejo super feliz- tens faitinnnnnnnnnn
ResponderEliminarohh que bueno que todo terino tan bien!!! ^o^
ResponderEliminarHermoso, simplemente hermoso!!!...Gracias x escribir esta historia Feli y a Maki x publicarlas y este nuevo cambio del block =D
ResponderEliminarDeby
waaaaa ame el final *w*
ResponderEliminar*xiomi*
woooooooooooow
ResponderEliminarq lindo el finaaaaaaaal...U.U
siiiiiiiiiii un final hermosos para todas las parejas!!!
ResponderEliminarWaaaaaa! ame el final todo hermosooo!! *-*, u.u no quería que se acabara, pero de todos modos puedo releerlo de nuevo *-*
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