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viernes, 2 de abril de 2010

Destiny capitulos Finales

ADVERTENCIA: Lemon

CAPÍTULO 11. CONOCIENDO LA PLENITUD DEL AMOR

*****

Yoochun se separó apenas un poco, dejando que su boca y la de Junsu quedaran cerca y se rozaran compartiendo el aliento… era como un deseo inconsciente por no querer romper nunca ese momento…

El de un beso de amor mutuo…

De promesas, ilusiones y anhelos, de miles de sensaciones arrasando con cada uno de sus sentidos, de esas millones de mariposas que aleteando en su estómago le hacían sentir absurdamente adolescente, pero más vivo y completo que nunca en sus 26 años…

- Te Amo, Junsu ah… - y susurrar con la dulzura de la miel aquellas palabras que a fuego lento se grababan en el corazón de un pelirrojo que abriendo sus ojos se encontraba con esas orbes oscuras atisbadas de la calidez más tibia que nunca antes hubiera podido vislumbrar en esas pupilas que ahora se aferraban a sus ojos y le decían más que mil palabras… - Te Amo, pequeño…

- Chunnie… - susurra aun con ese tono avergonzado propio de un niño al que se le ha contado la más magnífica de las historias y prometido el mejor de los regalos… sonríe y no puede hacer otra cosa más que abrazarle con fuerza y esconder su rostro en el hueco entre su cuello y su hombro…

Quedarse ahí y sentirse inmensamente feliz… quedarse y perderse otra vez en su aroma… ese olor característico de Yoochun que le había encantado desde que le conociera en esa misma Isla hace no demasiadas semanas… ese olor que había sido testigo y culpable de las muchas cosas que en él cambiaron y le fueron acercando a ese Yoochun que no dudó en llevarle consigo…

Ese olor a libertad y promesas… a un Destino compartido que hoy parecía volver a andar por el mismo sendero…

***********

Yunho y Jaejoong estaban de nuevo algo impacientes porque Junsu no regresaba, y el sol estaba en lo alto a punto de comenzar su descenso para ocultarse en el horizonte…

- creo que debemos ir… - el pelioscuro aventuró un paso hacia la entrada de la cabaña cuando por la puerta entró Junsu…

Tomado de la mano de Yoochun…

Yunho y Jaejoong abrieron los ojos de par en par claramente sorprendidos… paralizados y con un montón de dudas rondándoles la mente… todas y cada una de ellas con un solo objetivo: explicarse cómo era que su amigo pelinegro estaba ahí…

Y no era que aquello no les alegrara, por el contrario, una parte de sus almas danzaba de contentura pues inconscientemente (es que en ese instante la sorpresa era mayor) sabían que si Park estaba ahí era porque finalmente y a tiempo había tomado la decisión adecuada…

Había seguido los latidos de su corazón hasta el otro lado del mundo…

- hola… - balbuceó el pelinegro y casi parecía que el ambiente había pasado de la sorpresa a la tensión apenas habló… y es que Jaejoong había terminado por fruncir el ceño y dar un paso más seguro con intención de abalanzarse sobre su amigo y golpearle para descargar ese enojo que todavía circulaba por sus venas…

Pero Yunho le había detenido abrazándole por la espalda y sonriendo nerviosamente hacia Junsu y Yoochun mientras murmuraba a oído de su novio palabras que le tranquilizaran… que le recordaran…

- Junsu es feliz, Boo… y era eso lo que querías ¿no? No tiene caso ahora venirle con reclamos a Yoochun… no les arruines el momento… - el moreno sintió a su novio relajarse y bajar la mirada…

- Jae hyung… - el pelirrojo murmuró, algo contrariado y triste por la reacción de ése a quien considera más que un amigo… una especie de madre…

- me da gusto verles juntos… - sonrió… algo flojo pero lo hizo… quizá no aquella sonrisa amplia que todos hubieran esperado… apenas una curvatura en sus labios rojos… pero sincera… pura y cristalina… herida en su lazo de amistad… pero espontánea… - ya me tenían preocupado…

- lo lamento, Jaejoong… - el pelinegro dijo… y el pelioscuro comprendió que lo decía también por todo su anterior comportamiento, por sus errores… por haberle hecho daño a Junsu y haber lesionado en el acto y sin querer su propia amistad…

- ya tendremos tiempo luego, Yoochun… - esbozó esa vez una sonrisa más amplia… - ahora quiero saber porqué llegan tan tarde, qué le estabas haciendo a mi bebé ¿ah?... – el pelinegro se sonrojó con conocimiento de causa… Junsu solo por recordar esos besos que Yoochun le diera y las emociones que todavía circulaban presurosas y ansiosas por su cuerpo… Yunho suspiró aliviado, prefería mil veces a su novio bromeando así, que verle enfurruñado con el pelinegro; así que terminó sonriendo y aguantándose las carcajadas al ver el sonrojo crecer en el rostro de Yoochun, rojo hasta la raíz de sus cabellos…

- yo… yo… ¡Kim Jaejoong no seas malpensado!... – Park se exaltó, tanto más nervioso de lo que debiera quizá… es decir, no era como si en verdad él hubiera querido, pensado o deseado más que simple y sencillamente recuperar a Junsu…

Jaejoong y Yunho esa vez no pudieron contener las risas sonoras que hicieron sonreír al pelirrojo, aunque no entendía del todo el motivo que causaba aquello… sin embargo, ver que todos estaban contentos era suficiente para sentirse feliz… y por un segundo pensó en que así es como debe sentirse ser parte de una familia… comprendió entonces, que ellos serían a partir de ahora justo eso… SU familia…

- ya, ya, ok… - el pelioscuro limpió una lágrima de sus ojos… había reído genuinamente… como genuinamente parecía que Yoochun había vuelto por Junsu… - supongo entonces que nos contarás, a grandes rasgos, lo que ha pasado ¿no?... – Jaejoong no quería quedarse con la duda… aceptaba que moría de curiosidad, quería saber qué era lo que al final había hecho reaccionar a su amigo pelinegro…

- Jae, quizá no sea momento… - el moreno le sonrió con un dejo de vergüenza e incomodidad… aunque en el fondo también sentía curiosidad…

Junsu, todavía sonrojado, miró a Yoochun como esperando por su reacción, después de todo él mismo no sabía con certeza lo sucedido en Corea… una disculpa, algunas culpas expresadas y muchos besos era lo que tenía del pelinegro hasta el momento…

Yoochun suspiró… y al ver la mirada de los tres comprendió que tarde o temprano de aquello tendría que hablar… y supo que no dejaría nunca más para mañana lo que podía hacer hoy… había aprendido ya que dejar que el tiempo haga aquello que uno es plenamente capaz, solo puede dar cabida para los errores y el daño quizá inconsciente, y en muchas ocasiones, innecesario e injustificable…

-bueno… - el pelinegro carraspeó y se dispuso a relatar lo que finalmente le había abierto los ojos…

Y mientras la tarde caía en tierras occidentales…

**************

Seúl, Corea

De éste lado del mundo el alba se levantaba y con ella daba inicio la vida rutinaria de familias, parejas jóvenes, estudiantes, padres de familia e hijos… y el hogar Shim claro está, no era la excepción…

Aunque aún se respiraba cierta tensión en el hogar y cada integrante parecía anhelar el momento de salir de casa, los Sres. Shim tenían sus propios conflictos internos esperando tomar la decisión acertada respecto a la situación de sus hijos… Mizuki se encerraba en su habitación para no toparse con su hermano; y ChangMin trataba por todos los medios acercarse a ella sin culpas de por medio… pero aquello era simple y llanamente imposible…

El desayuno ya no se tomaba en familia, y ése era un cambio notable y desalentador, Mizuki se sentía culpable y por eso era por lo que evadía a su hyung, y es que cada que sus miradas llegaban a encontrarse, ella no podía más que recordar el beso aquél que se dieran… y volver a desear probar esos labios que le hicieron sentir tan feliz por esos instantes en los que olvidó por completo que eran hermanos…

- ¿porqué no existen las recetas mágicas para desenamorarse?... – platicaba con Mandungis, la perrita no hacía más que jugar con los dedos de su mano y mover su colita divertida, la muchacha estaba sentada de piernas cruzadas en su cama… era sábado y no había clases… aunque hubiera preferido eso a estar encerrada en su habitación para no ver a su hermano, quien, sabía, estaba en su propia alcoba, seguramente estudiando para los exámenes finales… - ¿porqué de entre todos los hombres del mundo, tuve que fijarme en mi propio hermano?... – suspiró y entonces su perrita caminó sobre sus piernas hasta acomodarse en el hueco entre ellas y mirarle con gesto tierno en sus enormes ojos negros, ladear la cabeza y lamer su mano en un gesto puro de apoyo… - Dios no debiera permitir que una sintiera esta clase de amor por su propia sangre, ¿verdad?... – Mandungis ladró un par de veces con su vocecilla ladina… - volvió a suspirar y tomando a su perrita se puso de pie y comenzó a andar por toda su habitación… - rayos, qué debo hacer, qué ToT…

……………………………

ChangMin estaba acostado en su cama, los libros abiertos y un cuaderno con notas tachadas en el escritorio de trabajo a lado de la ventana… su mente… perdida en un montón de pensamientos plagados de una sola persona: su hermana. Y sabía cuán mal estaba ello a ojos de la sociedad… pero, ¿cómo explicarle a su corazón enamorado que aquello está mal? ¿Que es su obligación social y deber moral olvidarse de su hermana?

- ¡mierda!... – bufó revolviéndose el cabello y cerrando los ojos… no conseguía más que darse cuenta una tras otra vez, que estaba perdidamente enamorado de Mizuki, que adoraba cada cosa en ella, hasta la más molesta como que le llamara hyung… - bendita la hora en que fui a enamorarme… - ironizó…

……………………………

El día se fue rápido como los segundos en el reloj en una cálida primavera de risas matinales y paseos vespertinos, con besos bajo el cielo limpio de una noche templada…

La Sra. Shim fue la primera en llegar a casa… algo fría y demasiado silenciosa, las luces de las habitaciones de sus hijos encendidas y todo limpio, la comida sin tocar en la heladera… claro estaba, ellos no habían salido siquiera a probar bocado… y aunque una parte de ella se preguntaba si no habrán hecho algo en ausencia de ellos, la otra le decía que ellos no habrían sido capaces, porque luchaban con sus propias dudas y temores…

Dejó sus cosas y se cambió de ropas, tomó lugar en la estancia y esperó… esperó la llegada de su esposo y el momento de la verdad… porque tenía que admitir, que era preferible verles felices aunque ya no como hermanos, aunque para ella toda la vida siguieran siendo sus hijos…

El Sr. Shim llegó unos minutos después, saludó apenas con un “buenas noches” pero no apareció la sonrisa amena de otrora, ni recibió aquel beso corto al que estaba acostumbrada pero que negara ella misma días atrás, cuando viera a sus hijos besarse…

- lo he pensado muy bien, y lamento si he tardado en entenderlo, pero… tienes razón… es hora de que sepan la verdad, Hyun Sook…

- estás segura… Kaede, decirles la verdad lo cambiará todo, lo sabes ¿no?...

- lo sé… quiero la felicidad de mis hijos… - la mujer sonrió con un dejo de tristeza… - aunque duela y no sea fácil, Hyun Sook… aunque sea extraño que se hayan enamorado a pesar de haber crecido como hermanos, si está en el Destino que estén juntos y realmente pueden estarlo… la verdad es lo único que puede darles la tranquilidad para amarse con la libertad que después de todo se merecen…

El Sr. Shim le sonrió agradecido… para él también era extraño dar ese paso… pero si no son los padres los que están dispuestos a aceptar que dos jóvenes corazones se han enamorado, quién más podría hacerlo…

- les llamaré… - y un par de minutos después ya los hermanos Shim estaban sentados en la estancia en medio de un silencio que no dejaba de ser incómodo… el Sr. Shim carraspeó y dio inicio a esa charla que no estaba seguro tendría… - antes de que su madre y yo nos conociéramos en Japón… bueno, ustedes ya estaban en este mundo…

ChangMin y Mizuki le miraron sin comprender…

- lo que su padre intenta decirles es que… ustedes no son hermanos de sangre…

Shok total…

- cuando Kaede y yo nos conocimos en Japón, tú ya tenías dos años de edad, ChangMin… - el morocho escuchaba atentamente… - tú madre biológica se fue sin decir nada cuando apenas habías nacido, y por más que la busqué no pude dar con ella… así que me hice cargo de ti con ayuda de tu abuela… pero en el fondo quería que tuvieras también una figura materna en la familia… así que cuando conocí a Kaede y sentía que podía volver a enamorarme… me di la oportunidad de conocerla…

- desde nuestra primer cita Hyun Sook me dijo que era, padre soltero… así que me animé en decirle que yo estaba embarazada, y que el padre ya se había escurrido como el agua para no hacerse responsable… solo quería que tu padre entendiera que iba a tener a mi bebé y que ello significaba que si íbamos a tener una relación seria, tendría que querer a mi bebé como yo te iba a querer a ti…

- después de un par de salidas, nos dimos cuenta de que tú… - ChangMin… - te habías encariñado con Kaede, que la veías como a tu madre, y que estabas ilusionado con tu hermanita, jugabas mucho con su vientre y platicabas con ella… para entonces ya sabíamos que tendríamos una hermosa bebé, y que nos entendíamos muy bien… que en verdad nos habíamos enamorado, y que les ofreceríamos a ustedes una familia de verdad…

- jamás pensamos que… con el tiempo y a pesar de haber crecido como hermanos… se fueran a gustar… - los jóvenes se miraron un instante con el rostro sonrojado… - y de no ser por ello, tal vez nunca les habríamos revelado la verdad… pero… queremos que sean felices, que si en verdad se han enamorado, puedan vivir su amor con libertad, porque en realidad no están cometiendo ningún pecado al amarse así, de manera romántica…

- gracias por decirnos esto, ahora, si me disculpan, me gustaría estar a solas… - el morocho no volteó a mirar a nadie más, simplemente se apresuró escaleras arriba a su alcoba… sabía que aquello debía emocionarle y aliviarle, y una parte de si lo estaba pero… ¿dónde estaba entonces su madre biológica? ¿Por qué le había abandonado?

Mizuki se puso de pie sin decir nada, tenía la mente “patas pa’ arriba” y solo quería pensar… acababa de descubrir que no era hermana de sangre de su hyung, lo cual explicaba y facilitaba su sentimiento, pero… ¿quién era entonces su padre biológico?


*********

Una vez que Yoochun y Junsu se hubieron “reconciliado”, Jaejoong pensó que sería buena idea dejarles a solas para que pudieran charlar cómodamente, así que el pelioscuro arrastró a su novio a caminar por ahí en los alrededores de la cabaña del pelirrojo…

- Jae, no crees que si ellos quisieran estar a solas podrían haber tenido la misma idea que tú, no hay como que demasiadas personas en la Isla como para no encontrar privacidad si es lo que desean… - el moreno iba algo desconfiado caminando entre árboles con raíces sobresalientes en ese camino que no parecía exactamente el mejor trazado de los senderos… ¿y si se perdían?

- Yunho ah, amor, en serio ¿no adivinas mis intenciones?... – ronroneó lascivamente el pelioscuro en tanto corría entre risas más adentro entre arbustos y árboles…

- ¡Jae! ¡Jae, espera!... – el moreno no tuvo más remedio que seguirle…

Hasta llegar a ese claro que dejó al descubierto un bello estanque de agua cristalina bordeada por un verde paisaje y coronada por aquella cascada no demasiado alto, pero cuyo caer sobre las aguas dejaba un armonioso sonido y agradable aroma a rocío y tierra mojado…

- apenas llegamos a la Isla, tuve una fantasía en este lugar… - el pelioscuro susurró a oído de su novio, una de sus manos viajando debajo de la casaca y sus labios rozando los del moreno… - quiero que me hagas el amor aquí, Yunho… - tomó su labio inferior succionando sensualmente de él antes de dar la vuelta y caminar dentro de la laguna habiéndose quitado solamente el calzado, invitando con la mirada a su novio a seguirle…

Yunho estaba algo perdido en las palabras y movimientos de su novio como para reaccionar de manera inmediata… pero apenas el agua alcanzó las rodillas de Jaejoong, el moreno corrió literalmente dentro alcanzándolo y atrapándolo por la cintura atacando su boca en el más pasional de los besos…

- eres un volcán de seducción, JaeBoo… - susurró algo más mareado por esas manos inquietas que no paraban de acariciar su húmeda piel deshaciéndose de sus ropas… comprendiendo apenas un segundo después que él también debía participar de aquello…

Y casi en un abrir y cerrar de ojos se encontraban completamente desnudos jugando dentro de la laguna, sumergiéndose por completo cada tanto mientras se observan con sonrisas y miradas divertidas, uniéndose de vez en cuando en besos allá abajo en las profundidades de la laguna, sintiendo esa manera diferente en que sus bocas se acoplan y terminan compartiendo el aliento… y se comportan casi como peces nadando juntos y regalándose en aquella peculiar danza de nado caricias sinigual que alarga el momento y le vuelve algo más romántico…

…………………………

Yoochun estaba con Junsu acostado en la “cama” del pelirrojo… después de todo apenas podía descansar realmente del viaje… tenía al pelirrojo acostado en su pecho jugueteando encima de su camisa a trazar figuras sin sentido… era el momento perfecto, porque se sentía tranquilo y feliz…

- Chunnie… - susurró el pelirrojo en voz baja, casi como si tuviera vergüenza de hablar…

- qué pasa delfín… - atendió el pelinegro, una de sus manos acariciando la espalda del pelirrojo, una sonrisa grabada en sus labios…

- ¿me quieres?... – cuestionó… tal como lo haría un niño, puro e inocente…

- muchísimo, Junsu ah… - aseguró, luego dejó un beso en la mata pelirroja del delfín…

- ¿de verdad?... – sonrió emocionado, pero no tenía ganas de moverse de su sitio, se estaba muy a gusto así…

- es lo más sincero que he dicho y sentido en toda mi vida… - volvió a asegurar… y si pudiera, le mostraría su alma enamorada…

- ¿cuánto me quieres?... – insistió el pelirrojo… Yoochun ya solo pudo reír… es que en verdad Junsu se estaba comportando como un crío… pero ¡Dios! Que así era como lo amaba…

- mucho, mucho, delfín… como al infinito… - respondió, y luego el pelirrojo alzó el rostro para verle a los ojos… Yoochun pensó entonces que no había ser más hermoso que su pequeño delfín, con esos ojos marrones brillando con luz propia, esas mejillas pintadas de carmesí y esos labios sonrientes que le invitaban a ser besados… - Te Amo, Junsu ah…

- ¿y te puedo amar más yo?... – preguntó cual niño pequeño que quiere tener más de un regalo o de golosinas…

- ¿no crees que sería mejor que nos amaramos igual?... – sonrió el pelinegro enternecido por la inocencia de su pequeño…

- sí… pero promete que no me dejarás de amar nunca, que podrás amarme más, pero nunca menos, Chunnie… - y ese dejo de temor deslizado en su voz y en esa mirada que busca esconderse cuando el pelirrojo vuelve a dejar su mejilla contra la camisa suave del pelinegro y solo quiere volver a sentirse contento al escuchar los latidos de su corazón al compás del suyo…

- te prometo que no dejaré de amarte nunca, Junsu ah… y sí, sé que te amaré más conforme los días pasen, ¿sabes porqué?... – le decía sin obligarle a mirarle de nueva cuenta… acariciando su espalda y jugando con sus mechones pelirrojos…

- porqué… - cerró los ojos disfrutando de esas atenciones, sonriendo algo más contento ahora que escuchaba con claridad los latidos apresurados del corazón del pelinegro…

- porque eres un ser hermoso, porque vamos a conocer más cosas de nosotros mismos y sé que me iré enamorando de cada detalle nuevo en ti… porque es el amor un sentimiento que florece, y sé que quiero verte florecer, Junsu ah… que quiero amarte por toda la eternidad…

- también yo quiero eso, Chunnie… - volvió a levantar el rostro y tímidamente se empinó hasta alcanzar los labios del pelinegro y besarle…

Besarle por segunda vez, pero sintiendo cómo ésta su beso si es devuelto y su corazón es sanado en aquella sublime pero sencilla caricia que es entregada con calma y devoción…

- ¿aún estás cansado?...

- no mucho, ¿quieres hacer algo, Susu ah?...

- vamos a caminar por ahí y cortar algunas frutas, tengo hambre… - hizo un puchero que fue inmediatamente besado por el pelinegro y luego quedó sentado en las caderas de éste cuando se incorporó…

- venga delfincito, que si no te levantas no puedo levantarme tampoco… - sonrió el pelinegro visto que Junsu estaba muy cómodo en su regazo…

- waaaaaa o///o lo siento… - y de un salto se apartó viendo apenado cómo el pelinegro reía, se ponía en pie y le tomaba de la mano…

- vamos…

…………………………

Jaejoong gemía abnegado en placer ante esas deliciosas estocadas que Yunho estaba dejando contra su intimidad… ambos celosamente abrazados, las piernas del pelioscuro enroscadas en la cintura del moreno, sus bocas fundiéndose en besos cada tanto… las estocadas lentas y delirantes, la sensación del agua moviéndose en torno a ellos, las manos del moreno ancladas en sus costados…

Hacer el amor en una laguna era más erótico que en una piscina o un jacuzzi… era como más salvaje pero romántico a la vez, rodeados no solo del elemento líquido de vida, sino también por los sonidos de la naturaleza y sus agradables aromas…

- ahh, ahh, más Yunho… mhh, así… - se abrazó al cuello del moreno y echó ligeramente su cabeza hacia atrás…

- ahh, JaeBoo, mhh, mhh… - sintió cómo su novio apretaba su intimidad consiguiendo que disfrutara todavía más el saberse preso entre sus estrechas paredes… y cuando le vio echar la cabeza hacia atrás, él no pudo menos que dedicarse a besar y lamer su largo cuello estilizado…

…………………………

Junsu estaba seguro de que a Yoochun le encantarían esas frutas silvestres que solo se daban a orillas del lago Isla adentro, e iban muy contentos conversando en el camino hasta que llegaron al lugar…

- O////////////O – y a Junsu se le subieron todos los colores habidos y por haber al ver y escuchar a sus hyungs haciendo quién sabe qué cosa exactamente, tan pegados y sin ropa dentro de la laguna…

- my god… - Yoochun instintivamente le tapó los ojos al delfín y abrazándole caminó de regreso a la choza sin permitirle mirar una sola vez más hacia ese par de pervertidos que no tenían reparo en seguir gimiendo alto y fuerte como si la vida les dependiera de ello, motivo por el cual también se las había ingeniado para cubrirle los oídos…

Una vez hubieron vuelto a la choza…

Los colores todavía no abandonaban el rostro de Junsu… ni el de Yoochun mismo… y el silencio se había vuelto prácticamente incómodo… vamos pues, que el delfín acababa de presenciar pornografía en vivo, directo y a todo color y sonido… no se había imaginado lo escandalosos que eran sus amigos para hacer el amor…

- Junsu ah… - el ratón carraspeó nervioso… es que ¿cómo le explicas a un “niño” aquello? Y definitivo, ni modo de dejarlo pasar por alto, ¿verdad? Tarde o temprano tendrá que saber al respecto, es decir… ellos también en algún futuro van a hacerlo, ¿no? No justo ahora, pero… Yoochun sabe que querrá hacer el amor con su novio en un tiempo y… ¡un momento! No le ha pedido ser su novio…

- se nota que Yunho hyung y Jae hyung se aman mucho O//O… - atinó a decir todo avergonzado el delfín… y de solo recordar que él ha estado recostado sobre el pelinegro en varias ocasiones hace que le entre un poco más de calor…

- sí, bueno… - aclaró la garganta y quiso no tener que decir más nada… - lo que ellos… bueno, lo que ellos estaban haciendo… es muy natural entre las personas que se aman…

- ¿nosotros también vamos a hacerlo, Chunnie o////o?...

- ¡no! Quiero decir sí…

- O///////////////////////O

- o sea, no justo ahora, ni mañana o… - se revolvió los cabellos desesperado y trató de calmar los latidos de su corazón y que su amiguito allá abajo no fuera a despertar con lo adorable que le estaba pareciendo Junsu en ese momento, completamente sonrojado y tímido… - lo que quiero decir es que ya sabremos el momento oportuno para demostrarnos nuestro amor de esa manera, delfín u//u – que difícil es explicarle a un inocente aquel tipo de situaciones…

- de acuerdo o////o… - sonrió tímido…

Y ya ninguno supo qué más decir… aun estaba fresco el recuerdo de lo visto y escuchado…

…………………………

Jaejoong sonreía completamente satisfecho… podría jurar que acababa de tener el mejor orgasmo de toda su vida… y por la expresión todavía algo ida de su novio, sospechó que Yunho le apoyaría en ello. Le sintió abandonar su interior y al instante soltó sus piernas de la cintura del moreno para tocar el fondo de la orilla de la laguna y quedarse abrazado a su novio un rato más mientras se recuperan y se colocan las ropas empapadas que todavía flotaban aquí y allá en las tranquilas aguas…

…………………………

Cuando Yoochun y Junsu les vieron entrar con las ropas húmedas… los colores les volvieron a subir al rostro, y Jaejoong y Yunho no entendieron el repentino silencio en que se sumieron, ni el motivo por el que su amigo y el pequeño delfín les evadían la mirada…

- ¿podemos saber qué es lo que les pasa ahora que están tan raros?... – se aventuró a preguntar el pelioscuro…

- ¡pasa que son unos pervertidos desconsiderados! u///u… - no se resistió en decir el pelinegro…

- ¿ah?... – se confundió el YunJae…

- olvídenlo, juro que me han traumado…

- de qué est… - algo hizo clic en la mente del moreno… - ¿nos escuchaste? o//o

- no solo eso por desgracia… también les vi… y no solo yo, Junsu les vio primero u////u

- O////////////////O…

- ¡que vergüenza! – soltaron al unísono el YunJae…

*****

Seúl, Corea

Luego de un par de días después del pequeño incidente en la Isla del Caribe, los cuatro chicos regresaron a casa… eso sí, Yoochun no se fiaba de sus amigos, por lo que no dejaba a Junsu ni un segundo, no fuera que se lo traumaran más… Y se ha tenido que dar varias duchas de agua súper helada porque, a pesar de sus intentos, no ha podido evitar que su cuerpo reaccione ante algunas cercanías de ese delfín mucho más relajado que vuelve a comportarse como un niño saltando y jugando de aquí para allá…

Apenas entraron al departamento de Park, Junsu titubeó de seguir adelante… estaba todo impecable y las cosas donde las recordaba, pero de pronto se preguntó si la habitación que había estado ocupando estaría igual también…

- ¿pasa algo, Su?... – el pelinegro le miró de medio lado tratando de entender el repentino silencio y la quietud de su pequeño…

- no… - movió la cabeza de un lado a otro y mordió su labio inferior…

- vamos entonces, deja tus cosas en tu alcoba… - cosas que por cierto, había comprado de camino a casa, que resultaba que el pelirrojo no se había llevado demasiado cuando partió junto con sus amigos Jaejoong y Yunho, quienes por cierto, habían planeado aquello pues se habían convencido que de una u otra forma harían volver a Junsu a la capital coreana.

Junsu caminó todavía nervioso, sentía su corazón golpear con fuerza en su pecho y su respiración algo más agitada… abrió la puerta… y literalmente corrió a tomar sus adorados peluches entre sus brazos… había temido que de entre todo, Yoochun de algún modo se hubiera desecho del ratón y el delfín de peluche que le había comprado aquella primera vez que le llevó al Mall.

Yoochun le miró desde el umbral de la entrada, y al verle así, tan tierno e infantil con sus peluches fuertemente abrazados a su pecho y aquella enorme sonrisa en sus labios, el pelinegro se apuró en tomarle una foto con el móvil y tener ese instante inmortalizado en una imagen que más tarde revelaría y enmarcaría para colocarla en algún lugar del departamento que otra vez volvía a ser de los dos y que con la simple presencia del pelirrojo ya se sentía más cálido y alegre.

- hey, me pondré celoso eh… - llamó la atención el pelinegro haciéndole un pucherito…

- ¡Chunnie!... – saltó sorprendido el delfín, es que no se había dado cuenta de que el pelinegro estaba ahí y su voz le había sacado abruptamente de sus recuerdos de aquel magnífico día…

- lo siento, baby… - rió el ratón, antes de caminar dentro y abrazarle besando su mejilla con una disculpa murmurada en su oído… - mejor abrázame a mí delfincito… - volvió a decir con un dejo de celo…

- los extrañé mucho, ratoncito *o*… - les dejó con cuidado en la cama, sin que el pelinegro soltara su cintura, y luego se volvió para abrazar a su ratón… - fue el regalo más lindo que me hiciste en esos primeros días de conocernos… - se sonrojó y escondió su rostro ruborizado contra el cuello del otro…

- sé que ellos también te extrañaron… - recordó el tiempo que se la pasó en esa alcoba, en esa cama, abrazado a esos peluches recordándole y sintiéndose el idiota miserable más tonto del mundo por haberle lastimado…

- ¿de verdad?... – cuestionó con ese tono que los niños usan cuando quieren creer en cuentos de hadas y demás…

- me lo decían todo el tiempo… - sonrió el pelinegro… - Te Amo… - susurró en su oído y le sintió estremecerse y abrazarle algo más fuerte… así como solía hacer y sentía que le cortaba la circulación antes de aflojar de nuevo…

- yo también Te Amo, Chunnie… - se dejó apartar de su escondite y topar su mirada con esas orbes oscuras que le hacían temblar de emoción…

Sus rostros redujeron la distancia y sus bocas se unieron en un beso dulce y cargado de las más deliciosas sensaciones cubiertas de amor y ternura… el acople perfecto en una danza de sublimes caricias de sus labios enamorados que van dejando una estela de pasión reservada en la comunión de sus lenguas resbalando sin prisas la una con la otra. Y cuando se separaron del beso el pelinegro pegó su frente a la del pelirrojo… mirándose a los ojos y jugando a rozar sus narices entre sonrisas enamoradas…

- Junsu ah…

- qué, ratoncito…

- he querido preguntarte esto desde que te alcancé en la Isla…

- qué cosa, Chunnie… - sintió los brazos del pelinegro apretar un poco más el abrazo… casi como si temiera que se le fuera a ir…

- ¿quieres ser mi novio?... – su sonrisa no dejaba de lado el nervio… y es que nunca se le había declarado a un chico… no solo eso… era simplemente algo que le hacía sentir temeroso de la respuesta del pelirrojo…

- sí… - Junsu curvó una amplia sonrisa en sus labios antes de besarle de nuevo y colgarse a su cuello, demasiado emocionado y feliz…

- ¿dijiste que sí?... – preguntó algo atontado por el beso…

- sí, sí, sí… - repitió mientras daba pequeños besos por todo el rostro de… SU NOVIO…

- gracias, mi pequeño delfín… - como saliendo del ensueño, Park finalmente pudo sonreír con la misma contentura que su novio y besarle una y otra, otra vez… lo cargó en brazos y Junsu terminó enroscando sus piernas a su cintura y sus manos en su cuello…

Yoochun se dio cuenta de que sus besos se estaban volviendo demasiado confiados, húmedos, profundos… apasionados… y tuvo miedo… miedo de apresurar las cosas… así que haciendo un esfuerzo sobrehumano (no iba a negar que deseaba a su novio) le soltó con cuidado dejándole volver sus pies al suelo, mientras deja los besos apasionados y retoma los cortos y dulces…

- quiero presentarte a mi familia, Junsu ah…

- ¿ah?... – el pelirrojo no se esperaba aquello, y no iba a negarlo… le dio miedo aquello… porque no era como antes… porque esa vez, era el novio de Park Yoochun…


Continuará……



CAPÍTULO 12. CONOCIENDO EL CALOR DE HOGAR

*****

Yoochun esperaba impaciente en la estancia por ese Junsu que llevaba demasiado tiempo encerrado en su habitación (aún no le pedía que durmieran en la misma alcoba) arreglándose para ir a comer a casa de sus padres. Es que su pequeño delfín le había dicho que quería estar muy presentable para conocerlos, no quería dar una mala impresión…

Cuestión aparte era el hecho de que toda la ropa del pelirrojo estuviera a esas alturas desperdigada por la habitación sin que él se sintiera aún seguro de haber elegido el atuendo indicado… ¿Por qué Jaejoong hyung no le había ido a ayudar en el día más importante de su vida a lado de Yoochun?... era lo que se había estado preguntando la última hora cada que se veía al espejo de cuerpo entero encontrando pretexto tras pretexto para no sentirse cómodo con ninguna de las combinaciones de ropa que realizaba…

Y es que le ponía de nervios el que los padres de su novio no le fueran a querer a primera vista… en algún lado había escuchado algo sobre “la primera impresión es la que cuenta”…

- bueno… espero que les agrade… - susurró nervioso al reflejo en el espejo… se abrochó el último botón de esa camiseta a cuadros finos de color claro y se colocó ese chaleco en un tono rosa que le hacía lucir algo más adorable… - waaaa estoy muy nervioso… - dio unos saltitos en su lugar y sacudió sus manos como si así toda esa ansiedad fuera a desaparecer e inhaló profundamente varias veces antes de animarse a salir de la habitación…

- que guapo te ves, delfín… - el pelinegro le miró de arriba abajo sintiendo un calorcito instalarse en sus mejillas… Junsu se veía tan precioso como un ángel… sus padres seguro morían de ternura al verle…

- ¿o//o de verdad? Quiero caerle bien a tus papás, Chunnie… - caminó despacio hasta su novio dejándose abrazar con cuidado y escondiendo su rostro contra su cuello…

- les caerás bien, Junsu ah… ya verás… - de eso sí que estaba seguro Park… claro está, no tenía idea de lo que sus padres dirían apenas les confesara que el chico lindo que llevaba a comer era… SU NOVIO… - vamos…

Le apartó aunque el pelirrojo hubiese querido quedarse así para siempre, porque en ese abrazo se sentía seguro, y la calidez de Yoochun le hacía sentir confiado también… pero sabía que aquello tarde o temprano iba a suceder… y a dos semanas de haber regresado a Seúl, el pelinegro también había tenido el valor de hablar con sus padres por teléfono… el pelirrojo se había dado cuenta de que la conversación había sido amena porque Yoochun suspiró apenas colgó el día anterior, para luego decirle que sus padres les habían invitado a comer… solo que… en la charla, el delfín solo había escuchado algo sobre “un chico que quiero presentarles”…

Tomados de la mano salieron del departamento… y apenas llegaron al estacionamiento, Junsu quiso ir caminando porque sentía que necesitaba aire fresco todo el tiempo o se desmayaría de nervios. Yoochun algo temeroso de que aquello pudiera pasar, accedió a la petición de su novio, pero era una locura de todas maneras caminar hasta su casa, así que mejor le dijo que aprovechaban para ir en metro… Junsu no había andado mucho en ese transporte porque generalmente usaban auto.

- hay mucha gente aquí… - el pelirrojo miraba curioso a todas partes notando cómo la mayoría de las personas iban en su mundo, llamando por móvil, leyendo el periódico, escuchando música o platicando con amigos, y parejas tomadas de la mano…

Igual que ellos… sonrió y miró su mano entrelazada a la de Yoochun, luego lo miró a él y recibió una linda sonrisa a cambio… después subieron a uno de los vagones y el delfín notó algo más… eran los únicos chicos que iban tomados de la mano… y algunas personas les veían con cierta expresión que no dilucidó bien pero le hacía sentir algo incómodo… era hora pico y el metro iba a reventar, así que no pudieron tomar asiento e ir de pie demasiado juntos solo atrajo más miradas… porque Park le abrazaba por la cintura y mantenía sus manos entrelazadas…

Yoochun le había dicho que tendrían que llegar hasta la última estación antes de bajar y poder caminar unas pocas cuadras hasta la calle donde se encuentra la casa de sus padres. El camino le estaba resultando eterno con más y más miradas posándose sobre ellos e incomodándole. Un par de estaciones más tarde algunas personas bajaron y un lugar quedó disponible, el pelinegro no tardó en sentarse y atraer a su novio sentándole en su regazo, el delfín parpadeó confundido y avergonzado al saberse el único chico que iba sentado en las piernas… de otro chico… comprendió de esa manera lo que Yoochun temía antes y la razón por la que Jaejoong y Yunho no van por la calle haciéndose muestras de cariño que sí hacen estando en su departamento o a solas…

Comprendió que no era de agrado para el resto del mundo…

- no necesitas mirarlos a ellos, Junsu ah… - la voz del pelinegro sonó suave en su oído y él volvió su mirada a esas orbes oscuras que le miraban con cariño… - mírame a mí solamente… - le sonrió y adoró un poco más a su novio al notar el sonrojo que aparecía en sus mejillas…

- no les gusta… - susurró comprendiendo que esas personas que ya murmuraban por lo bajo les veían con cierta molestia y escándalo… - ¿tan malo es que nos queramos?... – cuestionó con tono bajito mordiendo su labio y queriendo escapar del regazo del pelinegro apenas la persona que iba a lado de ellos se levantó alejándose casi como si temiera que le fueran a contagiar un mal incurable…

- no lo es… - respondió sonriéndole con cariño esperando transmitirle seguridad… y recordarse a sí mismo que no estaba mal… que querer como quería a Junsu no estaba mal, ni era pecado o un mal de la humanidad… que era tan natural como dos personas heterosexuales se enamoran también… - está bien querernos, Junsu ah… - apretó su cintura al sentirle moverse, seguro listo para sentarse a su lado pero apartarse de su regazo… - quédate aquí… solo quédate…

- nos miran raro, Chunnie… y me siento incómodo… - el pelirrojo no podía evitar mirar alrededor y notar otras miradas posándose sobre ellos, personas murmurando cosas que no escuchaba pero que casi podían transmitirle las sensaciones de las que iban manchadas…

- Te Amo, Junsu ah… - solo pudo decir mientras le roba un suave beso que el delfín correspondió descubriendo que no importaba cuán mal pudiera estar todo a su alrededor, un beso de Yoochun le hacía sentir especial, querido, protegido y amado… y aquella suave caricia había bastado para hacer que su corazón se disparara y latiera rápido golpeando contra su pecho, arrancándole una sonrisa sincera que curvada en sus labios transmitió algo más de contentura y seguridad al mismo Yoochun…

- y yo a ti, Chunnie… Te Amo muchísimo… - y ahí fue cuando Junsu casi se olvidó de todas las personas alrededor, se abrazó a su cuello sintiéndose inmensamente feliz al descubrir que ahora era Yoochun quien no veía más nada que a él y su amor…

Ese amor que sabe les mantiene a flote y que aún tiene cosas más importantes por enfrentar, por vivir, por experimentar… por expresar…

Y ya todo fueron sonrisas, besos cortos y miradas cariñosas entre susurros de palabras dulces mientras llegaban a la última estación, y haciendo caso omiso de la gente alrededor, Junsu se dejó guiar nuevamente por Yoochun por esas calles en las que también le tomó de la mano sonriéndole mientras le platica anécdotas de una infancia que hacía sonreír ampliamente al pelinegro y que para el pelirrojo significaban una hoja más del libro de la vida de su novio que le era mostrada acercándole más a su historia…

*****

ChangMin sonreía contento esperando a Mizuki en aquella veterinaria a donde habían llevado a vacunar puntualmente a la pequeña Mandungis… es que era imposible no sonreír ahora… ahora que Mizuki había pasado de ser su hermana… a ser su novia… por raro que sonase y por más revuelta que aquello ocasionara entre propios y extraños…

Mizuki era su novia…

- qué tanto sonríes… - la chica preguntó divertida al notar que el morocho le miraba con una sonrisa en los labios…

- nada en particular… - le tomó la mano y acarició la cabeza de Mandungis… - excepto claro esto… - depositó un corto beso en labios femeninos y salieron de la veterinaria camino a casa… - no necesita pasar algo espectacular para que sea feliz ahora que… bueno… estamos juntos…

- waaaa te has vuelto un romántico Min… - Mizuki le abrazó efusivamente y las mejillas de ambos se encendieron en carmesí… para algunas personas que les conocen era extraño verles ahora en plan manita sudada y besos dulces…

Para muchos… ellos seguían siendo los hermanos Shim…

Pero ellos… sabían que ahora solo eran ChangMin y Mizuki, dos chicos enamorados que iban saliendo poco a poco de todo aquel embrollo que la relación de sus padres les había traído por consecuencia, pero seguros de que no hay otra cosa mejor que amarse…

Amarse sabiendo que no hay motivo alguno por el cual arrepentirse o pecar…

Que habían tomado al final la mejor decisión… la que hacía feliz al corazón…

……flashback……

Apenas la noche anterior sus padres les habían confesado una verdad que lo cambiaba absolutamente todo en sus vidas… porque no era solo que ahora se sintieran algo más aliviados al saber que lo que sienten tan profundo no es por un hermano de sangre… era el hecho también de saber que a pesar de ello sí que habían crecido como hermanos, y que ello no había impedido que sintiesen esa clase de cariño que nace de un amor de pareja… era además… descubrir que para sus progenitores, nada habían importado pues les habían dejado sin importarles su futuro…

Y sin embargo, aún y cuando ChangMin quisiera saber qué ha sido de su madre biológica, y que Mizuki quiera comprender porque su padre biológico le abandonó aún sin conocerle… la realidad era que había demasiadas preguntas y quizá poco tiempo y corazón para responderlas…

Entonces… ¿para qué más quedaba tiempo y corazón sino para seguir con sus vidas?

Vidas que solo podían continuar siendo uno solo el sendero que andar…

Estando juntos…

…………………………………

ChangMin estaba más que seguro de que no iba a llegar a ningún lado haciéndose preguntas que probablemente su propio padre se hiciera tiempo atrás cuando la mujer que le trajera al mundo había decidido marcharse… dejarles a su suerte… así que, optó por no pensar demasiado en ello… porque incluso dolía hacerlo y ahora solo quería ser feliz…

Al menos averiguar si podría serlo… estaba claro que no era el único que ahora se sentía algo confundido con la mente dándole vueltas pregunta tras pregunta…

Esa mañana nadie había dicho nada, el desayuno había sido algo inexistente, cada integrante de la “familia” había terminado por marcharse antes que tener que toparse con los demás. El Sr. Shim se había apresurado al trabajo, aunque sintiera que era algo inmaduro e irresponsable de su parte… él solo quería darle tiempo a todos de asimilar lo sucedido… la Sra. Shim se había marchado temprano también, y había sido quizá la que más ansiosa por salir había estado, ni siquiera había podido conciliar el sueño en realidad, y aún una parte de ella veía la situación como algo lejano, casi sucedido en un mal sueño… es que no podía evitar pensar en que les criaron como hijos propios, no podía sacarse de la mente los recuerdos de los dos pequeños jugando y molestándose como… hermanos…

Esos hermanos que ahora se miraban con un amor que aún no lograba comprender dónde había nacido, o en qué momento la vida les había acercado de tal manera siendo que crecieron como hermanos de sangre…

Mizuki se negaba en salir de su habitación… era una mezcla de sensaciones imposible de describir o explicar. Por un lado podía sentirse menos culpable por haberse enamorado de su hyung pues a fin de cuentas no lo era de verdad… por otro, resultaba que su padre biológico no le había dado siquiera la oportunidad de quererle… y su padre de crianza aún le representaba esa figura como para saber qué hacer al respecto…

La chica saltó en su lugar cuando llamaron a la puerta. Mandungis movió la colita y dio saltitos en el colchón como esperando que abriera… ella, algo dubitativa y con los nervios a flor de piel… abrió…

- hola… - el morocho saludó, sonriendo apenas en una especie de mueca que disparó los nervios de los dos…

- hola… - correspondió en un hilo de voz… es que sentía que era demasiado pronto para verle a la cara…

- ¿podemos hablar?...

Silencio…

- ¿hay algo de lo que debamos hablar, ChangMin?… - y no podría explicar porqué ahora le daba por mostrarse a la defensiva, esquivarle la mirada y fruncir el ceño… ¡Era demasiado pronto para ella!

- me parece que sí, Mizuki… - el morocho también frunció el ceño y terminó por sentirse molesto ante la aparente indiferencia de su… eh… ¿hermanastra?... no sonaba bien tampoco así… él quería poder pensarla de otra manera…

- ahora no, hyung… - esa palabra hizo eco en la mente del morocho…

- no soy tu hyung… - y ahora lo tenía más que claro… Mizuki se sonrojó al recordarlo… porque eso solo hacía que su corazón latiera más aprisa y sus mejillas ardieran en rubor…

- Min… - ella quiso hablar, pero no solo se quedó sin palabras que mencionar… sino que el morocho la había abrazado atrayéndola por la cintura y ahora sus rostros estaban muy… muy cerca…

- Te Amo… - el morocho declaró con más seguridad de la que en realidad sentía… pero lo necesitaba… sabía que no podía ocultarlo más, que ya no tenía motivo para hacerlo…

Que de algún modo, sus padres lo aprobaban…

El silencio se hizo pesado… pero la mirada de los dos estaba conectada y no daba tregua a la separación… ambos sabían que habían demasiadas cosas en sus pupilas como para ignorarlas o pasar simplemente de largo por ellas…

Pero había también miedos y dudas…

Todo un mundo por descubrir y que afrontar…

Todo un mundo por vivir…

- yo… - la chica no sabía qué hacer o cómo reaccionar… solo tenía sentidos para enterarse de que el aliento del morocho seguía golpeando sus labios y que lo quería… deseaba otro beso como aquel que algunos días atrás se dieran…

- tú… - el morocho se inclinó un poco más, rozando apenas los labios femeninos…

- yo… Min, yo… ChangMin… - pero nada coherente podía escapar de su boca… no cuando solo suspiraba y a ojos a medio cerrar buscaba finalmente reducir la distancia…

Cerrar la distancia y besarle como se besaban ahora… con calma, con anhelo, con ternura y un dejo de miedo… pero sobre todo… con amor de verdad. Incomprendido y extraño quizá, pero sincero sin duda. Sus labios se movían suaves buscando ese ritmo que les hiciera sentir algo más perdidos en la sensación del beso, en ese ritmo que les hiciera casi olvidar que estaban ahí aún con muchas más cosas de las que hablar de las que podían atender en ese instante, con todavía temores por enfrentar y superar, de un montón de interrogantes en torno a sus progenitores que solo les darían algún que otro dolor de cabeza…

Sumirse en el ritmo de la dulzura sin límites… y dejar que sus bocas bailen como lo hacen sus corazones una vez se han dejado arrastrar por las mariposas que aletean en sus estómagos y el calor que les abriga las mejillas arrebolándoselas en carmesí… por esa sensación de flotar o caminar sobre esponjosas nubes ahora que sus cuerpos se abrazan como se les abrasa el alma hinchada en amor…

Besarse…

Besarse y sellar una promesa silenciosa de intentar…

Intentar ser felices por sobre todas las cosas…

Cuando se separaron y volvieron a encontrar sus miradas… solo una cosa pudieron leer entonces en las pupilas del otro que abnegadas en contentura solo expresaban amor.

Leyeron el deseo de estar juntos…

Y sobraron entonces las declaraciones adornadas de lindas palabras o revestidas de citas románticas… sobraron las preguntas y bastaron las miradas y las sonrisas… bañaron su felicidad con la más hermosa de las seguridades…

El primer amor…

Y desde entonces pasaron de ser hermanos…
A ser novios…

Por loco, extraño, pecaminoso e incomprensible que sonase…

ChangMin y Mizuki se habían formalizado como novios…

Y aunque al principio para sus padres aquello fuera como una bomba nuclear… les apoyaron y tuvieron que seguir adelante… aunque su familia ya no existiera como la habían concebido muchos años atrás cuando ellos mismos se enamoraron…

A veces… a veces seguir adelante y luchar por la felicidad también cuesta…
Pero no resulta imposible si se lleva por estandarte el amor…

……flashback……

Mizuki sonrió ampliamente al caminar de la mano con ChangMin por el Mall… hacía algunas semanas allí había conocido a Junsu… hoy…

Hoy ahí comprendía que había estado destinada a ser feliz con su “hyung” y que nada podía arrebatarle aquello… no cuando es ChangMin quien sostiene su mano y entrelaza sus dedos, no cuando le regala esas radiantes sonrisas…

Ni mucho menos cuando le besa así, sin importar más nada que ellos dos…

- hyung… - el morocho enarcó la ceja… ella sonrío divertida… - lo siento, es la costumbre…

- no me digas, no me vayas a salir con eso de que “la costumbre es más fuerte que el amor” eh… - refunfuñó sabiendo que si Mizuki se comportaba así era solo porque adoraba verle molesto… era una extraña forma de quererle, pero sin duda incluso le gustaba…

- xD pero si se escucha lindo decirte hyung *o*… - Mandungis ladró… - ves, ella está de acuerdo… - sonrío y le enseñó la lengua al morocho en un gesto meramente infantil…

- ya… complotan en mi contra… - el morocho volteó la cara y siguió caminando rumbo al restaurant del Mall…

- baka ne… - revoleó los ojos, dándole alcance y tomando su mano otra vez. Agarre que no le fue negado… - sabes lo que me ha dicho pap… tu papá ayer…

- no…

- que renunciará a su derecho legal de ser mi padre, así que llevaré el apellido de soltera de mi madre… dice que así no se sentirá tan extraño… ya sabes, por nosotros… - el morocho simplemente asintió… - dejaré de ser Mizuki Shim, para ser Mizuki Izumi…

- me gusta cómo se escucha… - el morocho sonrió…

- ya lo seee, te gusta todo de mí… - le dio un beso en la mejilla y se alejó ese par de metros a la entrada del restaurant dando pequeños saltitos con Mandungis corriendo tras de ella dando pequeños ladridos…

- tonta… - susurró con las mejillas a tope de rubor…

Era estúpidamente feliz…

Ahora solo tendría que averiguar si les permitirían pasar con Mandungis acompañándoles… ChangMin suspiró… Mizuki había cambiado todo en su vida…

Quizá desde el momento que llegó a ella siendo apenas una niña pequeña…

***************

Mansión Park

Junsu sentía que le sudaban las manos y el corazón le iba muy rápido ahora que se encontraban en la entrada de la Mansión de los Sres. Park… estaba tan nervioso, que casi ni había tenido tiempo de contemplar la hermosa estructura ni sus amplios jardines…

- tranquilo, delfín… - el pelinegro le besó la mejilla y dio un apretón en su mano… - confía en mí…

- Yoochun, hijo… - para soltársela cuando la puerta fue abierta por la servidumbre y más allá se veía venir a la Sra. Park…

- mamá… - el pelinegro saludó sonriendo suavemente… mientras que el pelirrojo se le había quedado mirando desde que soltara su mano…

- oh, éste es el amigo que mencionaste… - la mujer miró con una sonrisa al pelirrojo, que apenas había girado su vista a la Sra. Park… aún confundido y sin saber porqué Yoochun había soltado su mano cuando no lo había hecho al caminar por las calles… cuando le había besado en el metro… cuando…

- él es Kim Junsu, mamá… - presentó el pelinegro… dio un paso dentro de la casa y paseó su mirada al interior en busca de su padre, mientras su madre le daba la bienvenida al pelirrojo y le invitaba a pasar y sentirse como en casa…

Aquella no era su casa, pensaba Junsu… su casa era el departamento de Yoochun, donde se sentía feliz y seguro… donde Yoochun no le soltaba la mano ni le presentaba con nadie solo como Kim Junsu, donde era su delfín y recibía todos sus mimos…

- tu padre saldrá en un momento, estaba terminando de atender una llamada de negocios… - informó la mujer cuando el pelinegro cuestionó por su progenitor… - hacía días que no nos visitabas, desde… bueno, desde que te fuiste de la Iglesia sin ninguna explicación de nada… - el pelinegro volteó a ver a Junsu apenas su madre mencionó aquello…

- estuve ocupado… - se limitó a decir mientras tomaban asiento en la Sala… el pelirrojo se sentó a su lado pero estaba serio y le evitaba la mirada… y no sonreía… sabía que tenía que hablar cuanto antes de lo que tenían, pero necesitaba que su padre estuviera ahí, además, no quería soltárselas de buenas a primeras…

- ¿y dónde se conocieron? Yoochun no nos había hablado de ti, no es que se la pase hablándonos de todos sus amigos y conocidos, pero sí de los que más quiere, por cierto, ¿qué tal le va a Jaejoong y a Yunho?

- ellos están bien mamá, y conocí a Junsu hace algunas semanas mientras viajaba…

- y mira que te gustaba viajar… - el Sr. Park hizo acto de presencia, el pelinegro se paró a saludarle… Junsu también se puso en pie pero no se atrevía a decir nada… es que además ya no se sentía nervioso, esa sensación había sido sustituida por tristeza… y de repente solo quería irse de ahí… - tú debes ser su amigo Junsu, mucho gusto… - el hombre le estrechó la mano ante la mirada algo perdida del pelirrojo…

- eres muy callado, Junsu… - opinó la Sra. Park…

- yo… lo siento, Sra. Park… - el pelirrojo se sonrojó al sentir la mirada de la mujer… era una extraña mezcla entre firmeza y calidez…

- pero porqué te disculpas muchacho… - el hombre le palmeó la espalda y la mujer río divertida y curiosa ante la actitud del pelirrojo… - era hora de que Yoochun tuviera un amigo tranquilo…

- papá… - respingó alarmado el pelinegro… acaso su padre insinuaba que Jaejoong y Yunho eran demasiado extrovertidos, o qué…

- bueno, ya, mejor porqué no nos cuentas un poco sobre ti, Junsu… - intervino la mujer… el pelirrojo se sonrojó y la mujer pensó que era un chico adorable y muy tierno, es que con esas ropas que llevaba incluso le parecía estar viendo a un niño y le daban unas ganas enormes de pellizcarle las mejillas… “entiendo a Yu Lin ahora”

- no hay mucho que decir sobre mí, Sra. Park… - susurró avergonzado el delfín… es que las miradas de los tres Park estaban sobre él… y los nervios volvían con creces… aunque sin duda se sentiría mejor si tan solo su ratón volviera a tomarle la mano y entrelazar sus dedos con cariño…

- ¿en serio?...

- perdí a mis padres a temprana edad y viví por años en una Isla en el Caribe, ahí fue donde conocí a Chunnie y luego todo cambió, fue como volver a nacer… - el pelirrojo miró a su novio con las mejillas ruborizadas… - encontré un nuevo hogar… - murmuró sintiéndose demasiado avergonzado y un poco decepcionado pues Yoochun había evadido sus ojos…

- oh, eso es tan lindo… - la mujer se llevó una mano al pecho en señal de conmoción… - hijo, me haces sentir orgullosa ayudando así a alguien que ni conocías… - evitó hacer más preguntas personales, segura de que ya tendría tiempo para elaborarlas…

Porque era cuestión de minutos para que Kim Junsu fuera parte de su familia…

- cuando le invité a venir a Seúl ya le conocía… - afirmó el pelinegro sintiéndose avergonzado por la actitud de su madre… había algo que le parecía extraño en todo el asunto… para su gusto estaban actuando demasiado tranquilos ante Junsu… como si supieran algo que él no…

- y ahora vive contigo, ¿no? Vaya hijo, eso es demasiado para ser solo un alma caritativa… - señaló el Sr. Park…

- no vive conmigo solo porque haya querido ser buena persona, papá…

- ¿entonces por qué?... – inquirió el hombre mirándole detenidamente…

- porque… - el pelinegro volteó a ver a su novio y supo que era el momento de decirlo y evitarse las complicaciones o los rodeos… - antes que nada, quiero que sepan que no voy a cambiar de parecer, que si le he traído es porque quería que conociera a las personas que me criaron y a quienes debo lo que soy… - suspiró y tomó la mano del pelirrojo, que sonreía suavemente mirándole a los ojos… - Junsu ah vive conmigo porque no habría querido que fuera de otra manera, porque desde que le conocí supe que no quería perderle, aunque cometí grandes errores en el camino de comprender y aceptar lo que me había motivado a pensar así… - volteó a ver a sus padres… que le miraban con tranquilidad… - Junsu es mi novio… es la razón por la que salí corriendo de la Iglesia y no me casé con Yu Lin… es mi razón de vivir…

***************

Departamento YunJae

Hacía casi una semana que habían comprado ese nuevo departamento… el que ya era de los dos ahora que habían decidido formalmente vivir juntos… como lo haría una pareja de casados…

Y lo estaban llevando muy bien… aunque todavía resultara de repente extraño no tener que preocuparse por tener que ir a su departamento de “soltero” a cambiarse de ropa o simplemente a estar… ahora lo compartían todo…

Y para Jaejoong era toda una nueva experiencia que sí que le estaba gustando, porque lo único que había cambiado en su relación con Yunho, era el domicilio… vamos, que aún antes, fuera en el departamento de uno u otro, se la pasaban prácticamente las 24 horas del día juntos…

- tu hijo ha dicho que ya convenció al ratón de venir a comer mañana… - el moreno llegó por su espalda abrazándole con cuidado la cintura y hablando en su oído… el pelioscuro terminaba de guardar su ropa en la cómoda…

- mira que sí que se parece a mí… - sonrió divertido Jae…

- ¿cómo que se parece a ti?... – el moreno comenzó a besar su cuello, apartando esos mechones oscuros que caían en la base de su cuello…

- sí… no ves que bien que controla a su novio… - soltó una risita y sintió a Yunho voltearle rápidamente viéndole ahora de frente…

- ¿insinúas que me controlas, JaeBoo?... – enarcó una ceja…

- yo no insinúo nada… - movió las pestañas como niño bueno y luego tomó sus labios con pasión… - lo aseguro… - susurró mordiéndole el labio y empujándolo en la cama…

- JaeBoo… - amenazó el moreno jalándolo contra su cuerpo y dejándole casi al instante debajo de sí sobre la cama… - me parece que quien controla aquí soy yo… - sonrió y golpeó sus caderas contra las de su novio haciéndole jadear por el roce descarado de sus entrepiernas…

- ahh… solo porque… ahh… vas arriba… - curvó la espalda y levantó las caderas haciendo del roce algo más pervertido…

- no… porque a ti te encanta que vaya arriba… - llevó su mano a la entrepierna de su novio comenzando a masajear… - y no lo quieres de otra manera, JaeBoo…

Se sonrieron y unieron sus bocas en un fogoso beso… sabiendo que a ello le seguirían las caricias y el calor… los besos apasionados y el deseo irrefrenable de ser uno…

De volver a hacer el amor…

Como están seguros, el Destino tenía planeado para ellos, porque dos personas que se aman no pueden menos que entregarse en todas las formas existentes para demostrarse el amor… e incluso inventarlas…

Porque hacer el amor no era solo unir sus cuerpos al desnudo en la más sublime de las entregas…

Hacer el amor era estar y juntos soñar algo nuevo cada día…

- Te Amo… - se dijeron a la par sin acuerdo previo una vez las ropas comenzaron a desaparecer…

***************

Departamento YooSu

Junsu estaba en la cocina preparando la cena… Jae hyung le había enseñado una nueva receta y el pelirrojo estaba más que ansioso de darle a probar a su novio…

- que rico huele… - Yoochun entró a la cocina olfateando el aroma de la cena…

- verás que sabrá mejor aún… - sonrió contento el pelirrojo, volviendo a su tarea de batir una mezcla que el pelinegro no tenía ni idea de lo que era…

Y menos cuando sus ojos se perdían por la figura de su novio, cuando se quedaba anonadado en la expresión concentrada del pelirrojo, de esa sonrisa suave grabada en sus labios… de cada rasgo en sus facciones y la silueta perfecta de su cuerpo…

- ¿Chunnie 0///0?... – Junsu se supo de pronto sentado en el pretil con el pelinegro besando lentamente su cuello y provocándole sensaciones no nuevas del todo pero que aún no podía nombrar…

La mezcla que había estado preparando había ido a parar al lado casi totalmente esparcida en la loza… Yoochun pasaba sus manos por debajo de la playera acariciando su piel… suspiró y cerró los ojos dejándose hacer notando la temperatura de su cuerpo aumentar y su corazón latir algo más rápido a ser posible…

- Te Amo tanto, mi delfín… - tomó sus labios besándole con cariño y esos tintes de pasión que llevaron al pelirrojo a enroscar sus manos en el cuello de su novio pegándole más a su cuerpo…

Anhelando por primera vez fundirse de alguna manera con Yoochun y pertenecerle para siempre…

- Chunnie… - jadeó al sentir la mano del pelinegro pasar a su espalda acariciando tan lentamente que sentía que desfallecería de lo que sea que le estaba provocando…

Y recordó al instante la vez aquella que estando en la Isla vieran a Jaejoong y Yunho tan pegados y lanzando sonidos escandalosos mientras se movían dentro de la laguna…

Sus mejillas se encendieron y un roce en su entrepierna le hizo saltar de nervio mezcla con expectación… ¿había llegado el momento de demostrarse de otra manera con Yoochun que se aman? Qué tenía que hacer él… cómo debía responder, debía decir algo… ¡Cielos! Se moría de nervios y ansia, solo quería que Yoochun le besara más y más, que le robara el aliento y que le recorriera el cuerpo entero con esas lentas caricias que le estremecían de pies a cabeza…

Ya Yoochun le había remangado la playera y besaba su torso, su lengua dibujaba trazos sin sentido en esa piel algo más caliente y sentía que se perdía con cada uno de esos jadeos que iban cobrando la vida de los gemidos excitados…

Como excitado estaba él…

Y algo hizo clic en su mente llevándolo a parar de pronto y levantar la mirada encontrándose con Junsu mirándole con el rostro colorado, los labios entreabiertos y su pecho subiendo y bajando rápidamente por la respiración alterada…

- ¿Chunnie?... – el pelirrojo se mordió el labio inferior preguntándose qué demonios se supone que haga ahora…

- lo siento… me dejé llevar… - le bajó la playera y le bajó del pretil… se había excitado y para ello no había vuelta atrás… pero aquella no era la manera en que quería tomar a su novio…

No quería algo arrebatado para la primera vez, ni verle ahí algo más asustado que excitado… ni confundido o a saber con qué cantidad de dudas e inquietudes…

Sabía que para hacer el amor no necesitaban más nada que justamente su amor, pero…

Junsu era tan diferente hasta en ello, que solo quería que fuera especial…

Tan especial… que nunca se arrepintiera de estar a su lado…

- no lo sientas, Chunnie… - le abrazo con cuidado pegándose a su cuerpo… - me estaba… gustando sentir lo que… lo que hacías… - se sonrojó como termostato pero no evitó decírselo…

Quería, de alguna manera quería hacerle ver que nada de lo que pasaba entre los dos le resultaba desagradable…

- Junsu ah… - le besó brevemente y luego volvió a abrazarle con fuerza… - ¿quieres vivir conmigo?

- ¿ah? Pero Chunnie… ya vivimos juntos, ¿no?... – el pelinegro negó con la cabeza… - pero… vivimos aquí los dos…

- no me refiero a eso solamente, Junsu ah… sé que somos novios y que vivimos juntos, pero… - suspiró y se sintió algo torpe al no saber cómo decir lo que quería… - me refiero a vivir juntos como la pareja que somos, de… compartir habitación por ejemplo… - es que hasta el momento aún dormían en habitaciones separadas… - de ducharnos juntos si lo queremos… - el rostro del pelinegro iba ganando más y más rubor conforme iba hablando y sentía a su delfín esconderse más y más contra su pecho, seguramente, avergonzado también… - de tener citas, de…

- quiero contigo todo lo que desees Chunnie… - le interrumpió el pelirrojo, apartándose y mirándole a los ojos… - yo Te Amo y solo quiero seguir siendo feliz a tu lado… quiero seguir sintiendo este calor de hogar cada día hasta el último en esta vida…

- ¿eres feliz, Junsu ah?

- completamente…

- entonces me encargaré de que no dejes de serlo ni un solo día… - le besó dulcemente y dejó que sus labios se entregaran esas suaves caricias que sublimes conforman el más puro y sincero de los besos…

Y esperaron porque el Destino les mantenga en el sendero caminando de la mano… de ser lo suficientemente fuertes y entregados cada día en adelante para que el Destino mismo no vea nunca un error en haberlos coincidido en el sendero…

Porque así como sus caminos se hicieron uno, lo fueron los de sus amigos… y entre todas las opciones que la vida les presentó, tomaron aquellas en las que solo una voz era escuchada…

La voz del amor…


**FIN**

5 comentarios:

  1. ohhh y que paso con el lemon Yoosu y el MinZuki??
    o.O'

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  2. woooooooooooooow

    estuvo muy lindo...voya leer el epilogo...

    extrañe el lemon yoosu

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  3. tuvo un final muy tierno y lindo!!!! acabaron felices!!!!

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  4. waaaaaaaaaaaa tan tierno todo!!!! lo adore *O*

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  5. Me encanto el fic. La historia de Min me fascino, fue muy romántica, empezando con los celoso, la protección y la lucha interna de ambos. De verdad que escribes muy bien, la forma en que describes la escenas románticas, es realmente genial, haces desear estar en su lugar.

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”No me quejo si alguien que ha leído el libro lo encuentra aburrido, absurdo o despreciable, ya que yo tengo una opinión similar sobre sus comentarios.”
J.R.R. Tolkien