CAPÍTULO 5. CICATRIZACIÓN
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El pelirrojo abre los ojos con sorpresa al escuchar tan pregunta, se queda paralizado en la misma posición, sentado en la cama a lado del pelirrojo; quien le mira con expectación, muy consciente de lo que acaba de preguntar. Todo hilo de pensamientos fue cortado de tajo cuando JunHo abrió la puerta sin siquiera llamar…
- Junsu no está en su… - el gemelo había llegado a la habitación del pelinegro un poco preocupado porque al despertar y asomarse a la habitación de su hermano había visto la cama vacía y al buscarlo por el resto del departamento, no lo encontró… por eso entró tan abruptamente a la de Yoochun… parpadeó confundido varias veces antes de que su cerebro procesara lo que estaba viendo…
Incapaz de decir nada, JunHo cierra la puerta y vuelve a la estancia, se sienta en el sofá y piensa otra vez en lo que acaba de ver. Su hermano y Yoochun durmiendo juntos! Mueve la cabeza como tratando de espabilar esos pensamientos subidos de tono que se formaron en su mente, se pone de pie, va a la cocina y toma un vaso de agua. Lo imaginaba, sí, pero… de ahí a darse cuenta así, tan de pronto, en un momento tan íntimo (ok, no que los hubiera pillado en plena faena, ni siquiera besándose… vaya, ni abrazados o tomados de la mano). Mínimo que le hubieran avisado de su noviazgo, no?... porque eso es lo que el gemelo piensa ahora de ellos…
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Junsu bajó de la cama y salió de la habitación de Yoochun sin darle una respuesta… no sabía cómo sentirse o qué pensar… en realidad sí que sentía algo. Temor. Otra vez estaba asustado… de todo y de nada… del simple hecho de que el pelinegro le quisiera tanto como para pedirle tal cosa.
Aunque, no se supone que era lo que podía pasar cuando deseaba que aquél Te Quiero que el entregara significara algo más fuerte? Entonces, porqué huyó asustado, porqué le teme al cariño de Yoochun?... era tal vez el hecho de ser un hombre… no, eso exactamente no, porque al pelirrojo ya le gustaba desde antes de aquélla terrible noche, porque la atracción por el pelinegro fue justamente la razón por la que más vergüenza sintió al despertar en su auto, al ser apoyado incondicionalmente por él… al ser cuidado con tal ternura, alimentado con ese cariño que ya le tenía y que ahora latía presuroso en su pecho…
Encerrado en su propia habitación, Junsu caminaba de una lado a otro con la ansiedad circulando por cada fibra de su ser…
- ¿y si solo es por lástima?... – paró de golpe, al mismo tiempo en que escuchaba al pelinegro llamando a su puerta…
- Junsu ah, ¿podemos hablar?... – el pelinegro se había quedado en su cama pensando en la mejor forma posible de explicarle al pelirrojo lo que motivó que le pidiera noviazgo. No quería dar la mínima oportunidad de que pensara mal… - Su, por favor… - la puerta abriéndose dejándole ver a un sonrojado pelirrojo que evadía su mirada…
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JunHo alcanzó a escuchar cuando su hermano se encerró en su habitación para un par de minutos después ver al pelinegro encaminarse hacia ahí llamando a su gemelo. Claramente algo no andaba bien, quiso quedarse a escuchar, pero prefirió dejarles a solas para que arreglaran cualquier aspecto necesario. Tomó su chaqueta y salió del departamento…
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Yoochun dio un paso dentro de la habitación de Junsu, viendo como éste retrocedía como si huyera de su cercanía, aún no le miraba pero era evidente su sonrojo…
- Junsu ah, lo que te pedí, fue en serio… - comenzó, hablando con suavidad, deteniéndose a apenas un par de pasos dados, automáticamente el pelirrojo también frenó, pero se negaba a mirarlo… - yo, convivir contigo este tiempo me permitió conocerte y… - ahora comenzaba a ponerse nervioso, nunca se le había declarado a un hombre… - me gusta estar contigo…
- cómo puede gustarte alguien que se la pasaba llorando por los rincones, que se lastimaba, que…
- no fue lo único que vi en ti… - interrumpió, el pelirrojo finalmente le miró, con esos brillosos ojos marrón, con su rostro colorado… - al principio fue tu dolor lo que me motivó a permanecer al tanto de ti, pero cuando comenzaste a sonreír de nuevo, cuando ten sentía entre mis brazos, respirando tranquilamente, cuando retomaste los estudios… – un paso más, el pelirrojo de pie donde mismo, la distancia acortándose… - cuando comenzaste a vivir de nuevo, comprendí que me había enamorado de ti, de todo lo que eres, supe que quiero estar contigo siempre, cuidarte y amarte…
- no lo dices por lástima, verdad Chunnie ah… - cuestionó cuando ya el pelinegro estaba frente a él, mirándose con ese dulce cariño que los unió de la forma menos pensada, naciendo del dolor entrañable de una experiencia cruel, purificando de a poco ese insano sentimiento, dejando esto en su lugar…
- claro que no, lo digo sinceramente, de corazón… - una de sus manos fue a la mejilla del pelirrojo… - por amor, Junsu ah… Te Amo… - confesó sonriendo nerviosamente, el carmesí cubriendo su rostro, aún así, no tan intenso como el sonrojo del pelirrojo…
Junsu bajó la mirada, se sentía avergonzado, feliz, nervioso. Sabía que ese era uno de sus sueños hechos realidad (no como lo hubiera imaginado), pero… ahí, en su mente y en su corazón estaba instalado ese “pero”, las dudas, los temores… Yoochun en verdad le amaba? Se habría enamorado de él en otras circunstancias?... sintió la mano del pelinegro tomando su mentón, levantándolo suavemente para que sus miradas se cruzaran otra vez…
- yo… - el pelirrojo notó el temor en las pupilas oscuras del pelinegro… temor de que lo rechazara… algo así no puede ser mostrado por una persona que no ama, ¿cierto?
- no tienes que responder ahora, puedes pensarlo si quieres… - murmuró el pelinegro, porque prefería que lo pensara, a que le fuera a decir “no” ahora… apartó su mano del rostro de Junsu…
¿Pensarlo? ¿Él necesitaba realmente eso? No, lo único que necesitaba era poder dejar el pasado atrás, dejar de temer… qué importaba el cómo o porqué Yoochun se había enamorado de él, el hecho era que lo estaba, que acababa de decírselo… que se lo ha estado demostrando día a día desde que lo salvó de aquéllos hombres… Tal vez al principio fue solo por acto de buena voluntad, cuidar de él, apoyarlo y protegerlo… pero no puede negar que de un tiempo para acá sus cuidados y atenciones eran más tiernas y espontáneas, que su relación era más que solo de amigos… que aquel Te Quiero finalmente había mutado…
Yoochun ya había salido de la habitación, dejándole a solas cuando le notó sumido en sus pensamientos, no queriendo confundirlo o incomodarlo. Sentía incluso una punzada de arrepentimiento, a lo mejor había sido imprudente y mal momento para pedirle tal cosa… pero, al descubrir una verdad tan hermosa como amar a una persona tan maravillosa como Junsu, simplemente no lo había podido evitar; porque una parte de su corazón le había hecho sentir que era correspondido…
Resopló inconscientemente, entró a la cocina y sacó una cerveza de la nevera, pero inmediatamente cambió de idea y la dejó por un vaso de jugo de mango…
- es mi favorito… - escuchó decir al pelirrojo, que ya había tomado un vaso en el que se servía un poco del mismo jugo…
- lo sé… - porque siempre le había observado, incluso antes de aquélla noche; cuando estando en la universidad el pelirrojo pedía ese sabor como su bebida en los almuerzos o comidas…
Se quedaron en silencio unos instantes más, mientras terminaban su jugo y lavaban los vasos utilizados. Luego Junsu le tomó una mano, su corazón comenzó a latir más de prisa, le ardían las mejillas y sentía como mariposas revoloteando en su estómago haciéndole cosquillas. Y ahí estaban los dos, uno frente al otro de pie en el centro de la cocina, el pelirrojo acariciando la mano que tenía sujeta del pelinegro, como quien explora un terreno desconocido, admirando cada línea, su textura, no eran suaves ni demasiado toscas, pero le hablaban de alguien que siempre ha luchado por lo que quiere sin importar los trabajos a los que tenga que enfrentarse. Y le gustaban esas manos, esos brazos que tantas veces le han cobijado, y en ningún otro lugar se sintió tan seguro como en ese pecho que lo resguardaron días y noches… y no hay ojos como esas orbes que le hayan transmitido tanto cariño, tanta dulzura, tanto amor…
- si quiero, Chunnie ah… - consigue murmurar tímidamente, el pelinegro esboza una sonrisa limpia y siente sus mejillas arder nítidamente…
- gracias… - porque siente que de otra manera su vida ya no tendría sentido…
Y le abraza nuevamente, sintiendo las delicadas manos del pelirrojo posarse en su espalda mientras apoya su mentón en el hombro del pelinegro… de su novio, y de solo pensarlo siente que algo explota en su interior… se siente el hombre más feliz del mundo…
Yoochun se separa un poco, aún le abraza y aún es abrazado… se pierde en los ojos marrón de Junsu, en la inocencia cálida que se esconde en sus pupilas y es demarcada con ese castaño brillo que resplandece en ellas. Se acerca lentamente, quiere besarlo por primera vez, sentir sus labios y sumergirse en ellos, como un buzo a la mar, descubrir su belleza natural y saber que siempre habrá algo nuevo aún más hermoso que lo anterior. El pelirrojo siente la respiración de su novio en sus labios, luego su suave roce al hacer contacto; tiembla y no puede evitar sentirse extraño; el pelinegro atrapa la boca de su novio haciendo sutiles movimientos para probarse… apenas siente que comienza a flotar en una nube de emociones… cuando el pelirrojo se separa…
- perdón, yo no… - baja la mirada y sus ojos se cristalizan… tenía miedo… otra vez, a pesar de saber que Yoochun nunca le haría daño alguno, era demasiado pronto volver a sentir unos labios masculinos cubriendo los suyos…
- está bien, Junsu ah…. – comprende y no le culpa… sabe que debe darle tiempo, que aún tendrán que trabajar en esto. Le abraza de nuevo, besando su frente y susurra con cariño… - está bien, no te disculpes…
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Cuando le dijeron la verdad a JunHo y éste comprendió que lo primero que vio fue malinterpretado de su parte, se sintió un poco avergonzado; pero caray, que a su gusto era obvia la atracción y el amor que sentían el uno por el otro, y aunque en ocasiones se acostaban juntos, nunca amanecían en la misma cama. En fin, les dio su apoyo cuando le dijeron que efectivamente acababan de hacerse novios… en una mañana fresca con olor a tierra mojada después de una escandalosa noche de tormenta, en la cocina, en pijama y con el cabello alborotado… nada romántico a decir verdad, pero sin duda especial y único… un corto primer beso con sabor a mango.
Los días siguieron avanzando, y JunHo ya no se extrañó, en realidad ya no se molestaba en mirar la recámara de su hermano por las mañanas, porque durante las noches de tormenta, Junsu no dudaba en dormir con Yoochun, simplemente dormir abrazados; aunque el pelinegro quería volver a besarlo, e intentaba no presionarlo, no cometer ninguna tontera, porque sabe que después de lo que sufrió y aunque ha superado parte de su trauma gracias al apoyo profesional; en torno a demostraciones de afecto más íntimas sabe que deben ir con calma…
Dos semanas de noviazgo… hasta sonaba a nada, pero eran días de espera impaciente para Yoochun, porque inconscientemente varias veces ha buscado los labios de Junsu, y éste acepta de a poco algunas caricias pero luego se separa murmurando disculpas; el pelinegro comprende entonces y se reprende mentalmente por sus acciones, porque no quiere que su novio llegue a pensar que es lo único que quiere de él…
Claro que Junsu sabía que no era solo eso, porque comparten otras cosas, ven televisión, leen, charlan, salen a caminar, al cine, a tomar un café, asisten a los entrenamientos de JunHo, van en la misma clase, cocinan, hacen quehaceres juntos, cantan, tocan el piano en el aula de música de la universidad, bailan… en fin, son grades amigos siendo pareja; y el pelirrojo aún va a terapia una vez por semana, e iba despejando esos sutiles velos que aún le impedían dejarse llevar en mimos con su novio…
- Chunnie, basta… - el pelirrojo reía escandalosamente mientras el pelinegro le hacía cosquillas, ambos en la alfombra del piso de la estancia, donde habían terminado cuando el pelirrojo comenzara a retorcerse por las carcajadas que las traviesas manos de su novio generaran al jugar en sus costados… - ya Chunnie…
Yoochun paró, había sido suficiente, aunque si por él fuera escucharía esas estruendosas y peculiares risas de su novio toda la vida. Junsu se limpió las lágrimas que por reflejo salieran de sus ojos, respiraba agitadamente y tenía las mejillas sonrojadas… el pelinegro se apresuró a salir de encima suyo, porque estar sobre las caderas del pelirrojo no era nada bueno para sus hormonas…
- eres malo, Chunnie… - reclamó haciendo un puchero, ya recuperado se sentó a lado del pelinegro en el sofá…
- no es cierto, yo soy muy bueno… - se defendió haciéndole morritos, ambos sonriendo…
- sí, es verdad, eres muy bueno… - suspiró y recargó su cabeza en el hombro de su novio… - Chunnie… - llamó después de minutos de cómodo silencio…
- dime… - atendió, con los ojos cerrados, porque sentía que así disfrutaba más de ese estar juntos sin hacer nada, de sentir la calidez de sus manos entrelazadas, de escuchar la tranquila respiración de su novio acomodado en su hombro…
- Te Amo… - era la primera vez que confesaba sus sentimientos… la primera que decía tan bellas palabras… y era como volar en un cielo y tocar las esponjosas nubes de un día soleado de primavera…
Yoochun abrió los ojos al tiempo que una enorme sonrisa cruzaba su boca, realmente era una felicidad rebosante escuchar esa declaración en voz de su novio, sintió que Junsu se apartaba de su hombro e inmediatamente buscó su mirada, sus castañas pupilas brillaban como nunca antes, tenía las mejillas teñidas en carmesí y sonreía ampliamente…
- gracias… - murmuró para luego estrecharlo entre sus brazos, se separó y besó una de sus mejillas…
- no Chunnie… - el pelinegro le miró confundido… - bésame en la boca… - porque sabía que no huiría más… no de un beso…
Yoochun sonrió (aliviado a decir verdad), luego acarició sus mejillas, sus orbes tan profundas y cálidas prendadas de la mirada de Junsu, acercándose a su rostro… uniendo sus labios suavemente, con movimientos pausados y un compás dulce de caricias… y por primera vez el pelirrojo le permitió el acceso al interior de su boca, sus lenguas se encontraron y ambos suspiraron en medio del beso, era tan cálida la humedad de su encuentro, tan tierna y apasionada la forma en que se enredaban, tan perfecto el acople… tan lleno de amor… que esta vez cuando se separaron fue solo por falta de oxigeno, porque los temores encadenados a esas muestras de cariño ya habían sido superados…
… Cuando el dolor se va desvaneciendo, solo queda espacio para volver a sonreír, para soñar de nuevo y agitar las alas en busca de emprender el vuelo con alas nacidas del amor…
Continuará……
CAPÍTULO 6. ÁNGEL
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Se dice que no hay mejor cura que el amor… un paciente amor…
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Hay distintos tipos de besos, los que depositados en una mejilla pueden significar un saludo o un cariño de amigos; los que dejados sobre la frente demuestran protección y apoyo… los que como un roce de labios señalan timidez y cariño; los que se limitan a suaves caricias denotan ternura y devoción; aquéllos que son más confiados e incluyen húmedos encuentros revelan una atracción pasional… los que dejan sin aliento y dan la sensación de flotar en una nube… esos, son de amor puro…
Y a veces, cuando se está con la persona amada que te corresponde el mismo sentimiento, una serie de besos de distintas sensaciones, intensidades y emociones son entregados por el gusto de experimentar todo aquello aunado a éstos… pero en ocasiones, sentirlos puede no ser la sensación más gratificante aún cuando se desea vivirlas…
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Yoochun y Junsu venían de la Universidad, eran cerca de las siete de la tarde, el sol cayendo en el horizonte, el cielo bordeado por tonos nacarados, algunas esponjosas nubes danzando aquí y allá… una romántica tarde para pasear por el parque. Caminaban juntos, lo suficiente para sentir cómo sus manos se rozan, se tomarían de ellas, pero ninguno quería que las personas comenzaran a hablar, limitan su noviazgo a los momentos a solas, y las cuatro paredes del departamento. Pasaron largos minutos simplemente conversando del día, el pelirrojo reía cada que su novio relataba un vergonzoso accidente que un compañero de clases tuviera en el aula…
- eres realmente gracioso para contar osos ajenos, Chunnie… - las últimas risas suaves saliendo de su boca, mientras se sienta en una banca y su novio le imita sentándose a su lado…
- lo gracioso es lo que sucede… - pocas personas alrededor, una pareja heterosexual a unos metros se demostraba su amor con besos que a la distancia le decían al pelinegro que no tardarían en irse a otro lugar…
- Yoochun ah… - llamó el pelirrojo, consciente de lo que su novio puede pensar cada que ve a una pareja así…
- dime… - atendió, mirándole con una dulce sonrisa…
- hará un mes que… - se sonroja y mira hacia el frente, donde las orbes de su novio no lo hagan temblar de emoción por su profundidad… - bueno, ya sabes… - noviazgo… - y, yo no… nosotros no… - estruja sus manos y suspira… - y si nunca puedo…
- Junsu ah… - murmura, sintiéndose un tonto por hacer que su novio piense en eso… - si soy sincero, creo que llegará el día que podrás, pero sé que tomará tiempo, y no llevo prisa por ello…
- ¿y si te cansas de esperar?... – siente que el pelinegro le toma las manos, obligándolo a mirarle por la inercia del movimiento…
- así sea toda la vida, así tenga que esperar una eternidad… - besa los nudillos de las manos de su novio, colocando un intenso sonrojo en sus mejillas, por su gesto y sus palabras… - lo haré, Junsu ah…
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Unas semanas han transcurrido desde esa tarde, a veces Junsu piensa que JunHo pasa gran parte del tiempo fuera para dejarles a solas en el departamento… y hasta para él es inevitable fundirse con los labios de Yoochun en dulces besos que le hacen sentir especial… pero cada día se da cuenta de que para el pelinegro aquéllas muestras de afecto mutan más fácilmente y cobran tintes de pasión, sabe que es normal, que su novio no busca solo el placer carnal… pero resulta tan complicado simplemente dejarse llevar…
Yoochun se apartó de la boca del pelirrojo, sus labios se movieron cariñosos besando sus mejillas, sus párpados… bajando lentamente a su cuello; Junsu suspiraba comenzando a excitarse… pero bastó con que las manos de su novio se filtraran por debajo de su camisa para que se asustara y el temor acudiera a su cuerpo…
- espera… - murmuró, ya los labios de su novio se encontraban lamiendo su cuello con pasión… - Chunnie espera… - intentó con un tono más fuerte, aún así su novio continuaba en lo suyo, chupando ahora su piel… - ¡no!... – por lo que termina empujándolo con sus manos, ambos sentados en el sofá, el pelinegro le mira con las mejillas coloradas y los labios húmedos… - perdón… - baja la mirada, respira agitadamente, pero ya toda excitación lo había abandonado…
- no Junsu ah, discúlpame tú a mí… - porque sus hormonas lo han traicionado… - me estaba… yo… - se avergüenza de sí mismo, de haberse excitado y no haberlo escuchado pidiéndole que parara…
- siempre será así, Yoochun ah, no puedes evitar querer llegar a eso, yo también quiero pero… - sus ojos se cristalizan… - no puedo… deberíamos terminar… - el pelinegro abre los ojos de par en par…
- Junsu… - intenta interrumpirlo, pero…
- puedes encontrar a alguien que no tema intimar como yo, que no te haga esperar, que no te aleje cuando quieras tocarlo… - los brazos de su novio abrazándolo con cariño… - no quiero que te ates a mí… - solloza…
- no digas tonterías, Junsu ah, perdóname por hacerte sentir así, te juro que procuraré controlarme más, no quiero presionarte, tampoco quiero que pienses que no intimar determina nuestro noviazgo…
- pero es importante, es algo necesario…
- pero no único, Junsu ah… - limpió con sus pulgares esas rebeldes lágrimas que surcaron las mejillas del pelirrojo… – no vuelvas a decir que deberíamos terminar, Te Amo…
- eres un ángel, Chunnie… - susurra, un calor cubre su cuerpo y sabe que es el amor que su novio le profesa…
- te equivocas, Junsu ah, tú eres un ángel… - besa su mejilla y luego enmarca su rostro con sus manos, mirándole con toda la ternura de la que es capaz…
- pero eres tú quien ha cuidado de mí todos éstos meses, cobijándome con tus alas, brindándome la seguridad de tus brazos, salvaste mi vida sustentándome en mis peores momentos, basta con que me mires para que sienta tu ternura, que estés a mi lado para sentir la dulzura de tus atenciones, eres mi ángel guardián, Chunnie, y agradezco a dios por haberte puesto en mi camino… - sonríe agradecido y lo abraza otra vez, el pelinegro no sabe qué decir, se siente tocado por esas palabras y solo es capaz de permanecer abrazado a su novio…
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Toma un par de sesiones terapéuticas para que Junsu se anime a hablar de su “dificultad” para intimar con su novio; más tarde, a unos días después de hablar con su terapeuta, Yoochun y el pelirrojo toman asesoría profesional con un sexólogo, que los ayude a ir descubriendo y superando los temores específicos que impiden el inicio de su vida sexual como pareja… y no es fácil, porque lo primero que tienen que enfrentar es la sola vergüenza de hablar de aquello y mostrarse como pareja ante un perfecto desconocido….
Pero conforme las semanas transcurren, ellos van aprendiendo más de sí mismo, de sus necesidades como pareja e individuales, de las “restricciones” normales que quedan después de haber vivido una violación… de la resistencia a ser acariciado, de miedo inconsciente asociado a la experiencia pasada… y comprenden que lo único que puede despejar todo aquello es el amor que se tienen…
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Hace ya cerca de siete meses desde su cruel ultraje, poco más de cinco desde que es novio de Yoochun, y unos tres desde que iniciaron terapia de pareja. Ahora todo es cuestión de amarse con paciencia, de ir paso a paso en esa nueva etapa de sus vidas… de darle tiempo a la cicatriz de ser aceptada y no vista como un recordatorio de la brutalidad humana… de darse tiempo… para dejarse llevar…
Los días fríos de otoño se deslizan sobre la ciudad, Junsu en definitiva ha decidido dormir con su novio, porque su calor y los latidos de su corazón lo arrullan y descansa mucho mejor que estando solo en su habitación… pero no pueden evitar los besos de buenas noches… muestras de afecto que se prolongan, que son acompañados por suaves caricias que el pelinegro comienza a dejar en sus costados por encima del pijama... siendo respetuoso y sutil, dejando que el pelirrojo se de cuenta día adía de que no es por morbo, sino por un deseo romántico de tocarlo, de sentirlo… de amarlo…
Junsu sentía esas caricias, la forma en que su novio tocaba suavemente sus costados, delineando con sus dedos figuras sin sentido, a veces le quedaba claro que escribía su nombre o dibujaba un corazón, siempre respetando el límite del pijama, sin pasar por debajo de esas prendas que indudablemente el pelinegro quisiera borrar para sentir su cuerpo y rozar su dulce piel. Yoochun estaba recostado de medio lado junto a su novio, y éste se lo agradecía mentalmente porque cree no está listo para sentirlo sobre su cuerpo… como no lo está aún para algo más que solo caricias en su torso, costados o brazos, o esos labios gentiles que acarician su cuello con besos cálidos…
- Chunnie… - murmura tímidamente, tomando la mano del pelinegro que había bajado a su entrepierna después de largos minutos de dulces besos y tiernas caricias…
- lo siento… - entrelaza su mano con la del pelirrojo… - ya me quedaré quieto… - sonríe tratando de ignorar el ligero dolor en su entrepierna porque inevitablemente se había excitado, besa los nudillos de la mano de su novio para luego recostarse e instar al pelirrojo a que se acueste en su pecho para dormir…
Junsu ya no dijo nada, era consciente del estado del pelinegro y lamentaba no poder continuar… pero era un acuerdo que ya habían establecido, ir poco a poco en sus acercamientos íntimos, y por ello el pelirrojo más se enamoraba de su novio; porque sacrificios como ése, solo un ángel.
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A una semana de cumplir su octavo mes de noviazgo, JunHo había anunciado su mudanza a otro departamento para vivir en independencia con su pareja, por lo que ahora igual era para Junsu y Yoochun. Hace un mes aproximadamente que el pelirrojo comenzó a tomar clases de defensa personal, porque descubrió que la seguridad que le faltaba era la propia, la que estando consigo mismo le podía inspirar; y fue esa la forma en que consiguió hacerse de ese sentimiento, siempre apoyado por Yoochun. Ahora se sentía mucho mejor, reconociendo que nunca iba ser el mismo de antes de su violación, pero que merecía la felicidad que tenía en su vida familiar, de pareja y personal… se sentía, capaz de alcanzar ese trozo de felicidad que hasta ahora no han podido, hacer el amor.
Diciembre olía a felicidad, se sentía esa calidez de fin de año, de la esperanza naciente en los corazones, de la renovación de deseos y la búsqueda de nuevos sueños. Los dos se habían encargado de arreglar el departamento con adornos coloridos, un árbol cubierto de espuma nieve, esferas, luces, heno y otras figurillas colgando de sus ramas, tenía aroma a pino y había ya algunos regalos en sus faldas. Aún faltaban cerca de dos semanas para las navidades, pero ya se preparaban para celebrar sus primeras fiestas juntos…
- éste platillo no se ve tan complicado… - el pelinegro señaló la hoja de uno de los recetarios que han estado revisando, planean cocinar su cena de navidad…
- pero hay nombres de ingredientes que ni siquiera sé cómo se pronuncian… - hizo un puchero y dio la vuelta a la hoja. Están acostados en el suelo, ambos apoyados en sus manos cruzadas sobre el piso, les gustaría tener una chimenea, pero se conforman con estar cerca del árbol y sobre todo, juntos…
- ése se ve rico… - señaló otro platillo, muy concentrado en elegir un menú exquisito…
- sí, hagamos éste… - coloca un separador y cierra el recetario dejándolo al frente de ellos, se da la vuelta quedando boca arriba y suspira…
- ¿te pasa algo?... – el pelinegro aparta con sus dedos los mechones pelirrojos de la frente de su novio, acariciando luego su mejilla… tan suave…
- no… - murmura sonriendo con tibieza, coloca su mano sobre la que se encuentra en su mejilla… - quiero intentarlo, Chunnie… - dice, y un sonrojo enciende su rostro…
- ¿seguro?... – cuestiona con voz dulce, su novio asiente, y recibe los labios del pelinegro uniéndose en un beso suave, lento, sin ninguna prisa por separarse o perder el aliento…
Pausadas caricias de labios abnegadas de ternura, cortos besos que prolongan muestras de un afecto compartido y el deseo de fundirse en uno dejando atrás las ataduras que los miedos encadenaran a su alma. Se ponen de pie y se dirigen a su habitación tomados de la mano, Junsu sonriendo nerviosamente, esperando no parar esta vez; Yoochun simplemente quiere hacerle sentir tranquilo y amado… como ha sido siempre su intención.
Yoochun cerró las cortinas de la habitación y es suficiente para quedar en la semioscuridad, tal vez así Junsu no se sienta tan expuesto. El pelirrojo le espera sentado en el borde de la cama, su novio se sienta a su lado, le toma la mano y lleva la otra a una de las mejillas del pelirrojo…
- sabes que pararé si me lo pides, ¿verdad?… - porque nunca más se permitió equivocarse como aquélla primera vez que se “emocionó” y terminó asustándolo…
- lo sé… - se miran a los ojos y Junsu puede sentir que es envuelto por la calidez de esos profundos ojos de su novio…
Se unen en un beso más, tan tierno y tranquilo que no hay espacio para dudas o miedos, porque la sensación de sus labios unidos es como volar en un cielo despejado con un resplandeciente sol en lo alto. El pelinegro le saca la playera, atento a cualquier signo de inconformidad o titubeo en su novio; pero el pelirrojo ésta vez sí se abandonó a las sensaciones… a permitir que su pareja lo tocara, porque el tacto de sus manos era delicado y solo le dejaba sentir su cariño.
Yoochun lo recostó sobre la cama, besando cálidamente su boca mientras desliza sus manos por su torso, siente sus estremecimientos pero sus besos continúan siendo correspondidos con calma, lo que le indica que el pelirrojo quiere seguir, que se está dejando llevar. Se separa de su boca y reparte nuevos besos por todo su rostro, percibe las nerviosas manos del pelirrojo tomando su playera por el borde de los costados, le mira a esas pupilas castañas y ve por primera vez el brillo del deseo en ellas, levanta las manos permitiendo que su prenda sea retirada…
- me gustas tanto… - murmura con dulzura, el pelirrojo se sonroja y busca los labios del pelinegro nuevamente, porque de alguna forma se siente más cómodo así…
Después de un tiempo, Park decide bajar a los jeans de su novio, desabrochándoselos lentamente, y no es solo por el juego de seducción, sino por si Junsu quiere parar, él tener tiempo de asimilarlo sin involucrarse en la excitación hasta un punto de no retorno. El pelirrojo se muerde el labio inferior, se siente excitado pero todavía un poco temeroso; sin embargo, se deja hacer, percibiendo las yemas de los dedos de las manos del pelinegro resbalar por toda su piel desde los costados de su cintura, pasando por sus muslos hasta el final de sus piernas cuando el pantalón finalmente es retirado de su cuerpo. Tiembla inconscientemente cuando la mano del pelinegro roza su entrepierna por sobre la ropa interior…
- Junsu ah… - susurra Yoochun, apartando inmediatamente su mano…
- no pares… - su voz suena temerosa, y su novio no sabe exactamente porqué…
- no tienes que presionarte, Su… - busca la mirada del pelirrojo, aún está ahí ese brillo de deseo que notara instantes atrás…
- no lo hago, Chunnie, quiero hacerlo… - asegura, toma la mano de su novio y la coloca él mismo sobre su entrepierna, se sonroja y estremece, pero… - quiero que borres con tus caricias todo el daño que ellos dejaron sobre mi cuerpo, que impregnes mi piel con tu aroma, que me cubras de besos para olvidar la lujuria pecaminosa, que arranques gemidos de mi boca y dejar atrás los gritos lastimeros… hazme tuyo para poder pertenecerme otra vez…
El pelinegro incapaz de decir palabra alguna, solo pudo besarle con todo su amor, enredando su lengua con la del pelirrojo en sutiles movimientos resbaladizos mientras comienza a acariciar la entrepierna de su novio, aun sobre su ropa interior, pero detectando cómo va creciendo al tiempo que suspira con ese tono excitado que tanto añoraba poder escuchar. Se separa de su boca para poder sacarle la ropa interior y tocar piel a piel la erección del pelirrojo, que una vez más se sonroja al saberse completamente desnudo ante él… por primera vez le muestra su desnudez más allá de la necesidad de ser curado… por primera vez, es para amarse. Jadeó tímidamente cuando las manos del pelinegro comenzaron a masajear su erección con delicadeza…cerró los ojos, por vergüenza y excitación… ¡dios! Se excitaba y el miedo no lo asaltaba, eso en verdad era maravilloso para él, poder sentir otra vez, cada movimiento sobre su entrepierna, cada caricia suave entregada por aquéllos labios que no desestimaban besar cada palmo de su piel… y se sumieron en una danza de caricias y besos que son como un rito de devoción, porque en esta primera vez en la intimidad solo hay cabida para el amor, el respeto y la ternura.
Junsu no estuvo del todo seguro del momento en que Yoochun se desnudó a sí mismo, pero cuando fue consciente del roce de sus pieles escondió su rostro ruborizado a más no poder bajo el mentón del pelinegro… tan solo para sentir las manos de su novio acariciando con la misma dulzura cada recoveco de su cuerpo, susurrando palabras de amor que nada tenían que hacer contra el miedo, todos esos temores que se rendían desvaneciéndose como un castillo de arena arrasado por el viento o una traviesa ola en el mar. Y cuando Yoochun preparó su intimidad, dilatando su pasaje con venerada dedicación, besando con parsimonia romántica sus labios, Junsu solo podía sentirse amado como nunca imaginó siquiera que fuera posible, porque el pelinegro se ocupaba de hacer que fuera él quien disfrutara, quien sienta el placer regocijado de hacer el amor, de sentir la plenitud de ser uno por el tierno deseo que los une en un sentimiento profundo que solo puede ser vivido con la entereza de los latidos de su corazón y el esplendor de sus almas.
Y se introduce en su interior con paciencia, haciendo lo posible por no lastimarlo, detectando su estrechez rodeando su virilidad, escuchando esos gemidos de incomodad escapar de labios del pelirrojo… labios que se apresura en cubrir con los suyos transmitiéndole todo su querer… y siente un sabor salado inmiscuirse en el beso, subiendo entonces a sus ojos para beber sus lágrimas lamiéndolas con cariño; las manos de Junsu descansan en su espalda, respira agitadamente y siente la punzada en su pasaje, pero ahora no le teme a ese dolor, porque sabe que pronto pasará y será reemplazado por un pacífico placer. El pelinegro descansa sobre el cuerpo del pelirrojo, sosteniendo su peso para no aplastarlo, pero lo suficientemente cerca para que sienta su calor, besándole una y otra vez con infinita ternura.
Mas tarde Yoochun comienza a moverse pausadamente, nota que Junsu mantiene sus ojos cerrados, que gime con el dolor mezclado en la incomodidad de sus facciones. Va lento y busca el ritmo apropiado, es después de todo su primera vez también. Pasados unos momentos, el pelirrojo se ha acostumbrado ya a sus lentas estocadas, a la profundidad de sus movimientos, a la erección de su novio penetrándolo, a escucharle gimiendo por lo bajo con un tono que endulza sus oídos…
- Junsu ah… - lo llama, esperando que el pelirrojo abra sus párpados, que le muestre esos preciosos ojos color marrón… sigue embistiéndole, con un poco más de fogosidad pero sin perder el toque de devoción… su novio abre los ojos, encontrándose al instante con las orbes oscuras del pelinegro… - Te Amo… - y solo por esos segundos para, pero el calor que los cubre mientras permanecen unidos en cuerpo y alma es indescriptiblemente avasallador…
- y yo a ti, Chunnie… - se sonríen, y cuando el pelinegro retoma el vaivén de caderas ya no cierra los ojos, se siguen mirando con ese amor que trasluce como si pudieran verse el alma, y el pelirrojo realmente se siente amado…
Se les perla la piel en sudor, sus cuerpos ardientes se abrazan con ternura apasionada, gimiendo quedito, fundiéndose en nuevos besos… porque dos ángeles haciendo el amor es como un milagro divino, una muestra efímera de la eternidad de un sentimiento expresado desde el alma y experimentada en cuerpo… y cuando alcanzan el éxtasis solo pueden pronunciar el nombre del ser amado en un ronco gemido que los transporta al orgasmo… al delicioso culmen de su entrega…
- gracias… - murmura el pelirrojo, recostado en el pecho de su novio; y después de tantos meses, hoy por primera vez puede jurar que se siente tranquilo, puro y pleno…
- a ti… - su mano derecha acaricia el cabello de Junsu, ambos sonríen suavemente, llenos de dicha y felicidad… - por haber emprendido el vuelo otra vez…
… Ángel, tú que con tus alas viajas por mundos de sueños, tú que con tu amor infinito bañas de ternura y cariño cada corazón, tú que proteges en tu regazo a toda criatura lastimada, tú que curas con tu palabra… Tú, Ángel de luz, gracias por tu canto eterno que con su armonía sana todas las heridas… Porque Solo Contigo mis propias alas nacieron de nuevo y ahora puedo agitarlas para volar a tu lado en un mundo de amor…
Rezaba aquélla hoja que el pelinegro encontrara en la almohada correspondiente al lado donde se suponía debería haber estado su novio a primera hora del día. La letra era preciosa, escrita con cuidado, y en el borde del papel estaba la firma del pelirrojo… Yoochun sonrió contento, volvió a doblar la hoja y la guardó en un lugar especial de la habitación… antes de salir a la cocina, desde donde podía escuchar a Junsu cantar alegremente una canción de amor…
- volaremos juntos por la eternidad, Junsu ah… - pensó, y supo que ese no era ni el principio ni el final… era simplemente el momento en que ambos se sentían plenos estando juntos… pero que aún habría mucho camino por recorrer, muchos cielos que recorrer, muchos sueños por tener y deseos que cumplir…
**FIN**
GRACIAS FELI POR PONER EL FIC, ESTE FUE EL PRIMERO QUE LEI, YA QUE LO HABIAS PUBLICADO EN OTRO BLOG, NO OLVIDES DE PONER YOU ARE FOR ME, ENDLESS LOVE, ESTARE PENDIENTE DE SHOT O SERIALES, SIGUE POR FAVOR, MAZE NO TE OLVIDES DE EL TAMPOCO, AHORA SI BYE (Esthela10)
ResponderEliminarme gusto el final, sigue poniendo mas yoosu mejor dicho de todos los dbsk, faitin... como siempre escribes muy biennnnnnnnnnnnnnnnn escrito
ResponderEliminarEstuvo hermosooo, lo Amé! Gracias por subirloo :)
ResponderEliminarYa perdí la cuenta de las veces que he leido este fic desde que lo descubrí en LaLa, en serio no me canso de leerlo!!!!!!
ResponderEliminarY mas emoción me dió al saber que eras tu Felina quien lo habia escrito y pues ni tarda ni perezosa me puse a leerlo de nuevo.
POr cierto, quisiera hacerte una pregunta Felina, bueno mas bien a todas aquellas personas que pasan por este blog, es la siguiente:
ResponderEliminar¿alguna de ustedes sabe donde puedo leer o si alguna de ustedes lo tiene, el fic que se llama "El Precio de tu Amor"?
Es que ese fic lo empecé a leer hace mucho pero el blog que lo subía cerró o no se que pasó que ya no lo volví a encontrar y no terminé de leerlo.
Si alguna de ustedes sabe donde puedo encontrarlo completo se los voy a agradecer muchisimo.
Ahhh perdón por el doble comentario jeje.
TT_TT demasiado hermoso, un Fic ke te hace pensar y reflexionar tantas cosas que de verdad te dan ganas de conocer a la persona amada.
ResponderEliminarde verdad que lo ameeee!!! te kedo precioso el Yoosu es puro amorr
gracias felina
Feli!! Como siempre... Gracias por el fic.. me encanto...
ResponderEliminar^^ de paso ya por hai ando haciendole publicidad al blog... h dicho en mi face que no hay mejor sitio y escritora de fic que este...
Es que en verdad tienes una habilidad para enrolarlos en tus historias ~o~
uwaaa hermosooooo que bello fic me encanto nunca habia leido una historia tan pero tan romantica me mato (aun impactada) de verdad felicito ese don que tienes para escribir pq es lo mejor! gracias por brindarnos de estas historias tan llenas de amor pq esto si es amor!!!!
ResponderEliminarme dio mucha risa el darme cuenta que mientras iba leyendo suspiraba jajaja ahora me enamore yo tambien pero de la historia jejeje es bella muchas gracias felina-sama eres lo mejor y pues espero que pues descansar y estare esperando tu regreso!!! saranghe!!!
ATT: una gran admiradora y fan tuya juju <3
Que bonitoooooooooooooooo!<3
ResponderEliminarme alegro de que Junsu se haya abierto al amor & se deje querer por Yoochun! *o* eso es amor caray!!! :')
Gracias por el fic feli, estuvo hermoso, triste pero hermoso!! ToT
fue hermoso el final, saber que Junsu de apoco va dejando esos miedo al futuro y se deja amar con devoción por Yoochun, es obvio que todavía les queda mucho por recorrer, pero lo van a ir solucionando juntos con su amor... en este fic me encanto la faceta del Yoochun no pervertida, que solo quería demostrar que con sus besos, carias y paciencia pueden sanar las heridas mas graves, y debo de admitir que concuerdo con Junsu, Yoochun fue el ángel de luz de Junsu, que le mostró la pureza y la inocencia de hacer el amor... y que con sus alas protectoras de a poco fueron creciendo las el... para poder ser libres de todo mal... ay!!!!! me emocione, y llore también... hermsooo
ResponderEliminarllore lo juro al principio bueno en realidad casi todo l fic es un extraño sentimiento que me nacio y me dio a pensar muchas cosas
ResponderEliminargracias x compartir este fic
saludos cuidathe||
Me has hecho llorar...que hermosura de fic,es perfecto...
ResponderEliminarFue tan difícil de leer la horrorosa experiencia que le toco vivir a nuestro adorado Junsu, terriblemente doloroso y angustiante. Yoochun es un sol, un angel, se portó tan bien con Junsu, le entregó tanto amor que me conmovió.
"...porque dos ángeles haciendo el amor es como un milagro divino, una muestra efímera de la eternidad de un sentimiento expresado desde el alma y experimentada en cuerpo..." que maravilla, te juro que esta es una de las tantas partes que se sacó lagrimas, que hermosamente escrito.
Me encantó leer todo el proceso de sanación que atravesó Junsu, y como Yoochun y Junho lo apoyaron en todo momento.
Te felicito y agradezco de corazón por escribir este fic tan lindo, fue un gusto leerlo.
No sabes lo mucho que ame el final, porque Junsu se permitió volver a sentir, amar y ser amado yablonhera desde que conociera que Mi Chun tenia sentirnos tan bellos por él. Pero que se peitoera sentir elmamor y la pasión física en brazos de mi Ratón nuevamente. Qué te digo sino que sigo en la década nube por la tan tierna y cprensiva forma en la que Mi Chunnie amo a Junsu, Fue su amigo, su ángel y su héroe, quién lo librero con su amor y su pasiencia de ellos, de sí mismo y de la desolación.
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