YOU ARE FOR ME? Epílogo

ADVERTENCIA: Lemon

Epílogo

…El Amor Secreto de Yoo Hwan

Apenas Junsu había abandonado la mesa para salir del Salón y Yoochun le siguiera sin importarles las varias miradas curiosas sobre ellos, el menor Park sonrió de medio lado, dejando entrever un poco de desilusión; no por haberse enamorado perdidamente del castaño, era más bien un tanto de envidia por eso que finalmente su hermano y el mayor Kim tenían… Amor… mutuo, sincero, correspondido.

Ignorando entonces todo el mundo a su alrededor, Yoo Hwan se retiró de la mesa, divagando en sus pensamientos donde solo una persona aparecía; ése alguien a quien durante años ha visto discretamente y solo en un plan…

- amantes… - palabra hiriente que escapó de sus labios en tanto encendía su auto y salí del estacionamiento rumbo a aquél departamento en el que encuentra un peculiar sentido de pertenencia, a los brazos y el cuerpo de aquél a quien le entregó su corazón desde la adolescencia… ése, que en cada entrega promete seguir siendo suyo cuanto quiera… ése, para quien la relación entre ellos no puede terminar con un final feliz… ése, que teme de su propia incapacidad para amar sin reservas y contra todo…

El morocho aparcó en uno de esos tantos edificios lujosos del centro de la ciudad, subió directamente al catorceavo piso, y ahí a la puerta del departamento de un chico de 22 años, alto, atractivo, cuerpo atlético, cabello corto y desaliñado color oscuro con destellos rojizos, su tez de un moreno claro, ojos color miel, nariz respingada y labios carnosos que Yoo Hwan comenzó a besar apenas el chico le abriera la puerta…

El pelioscuro ni siquiera se extrañó ante el movimiento del morocho, no se negó a sus manos desnudando hábilmente su cuerpo, sabiéndole tan necesitado en ése momento de su amor apasionado. No importó tampoco la falta de palabras, ni que lo tomara con aquélla desesperación propia del sentimiento de vacío y necesidad absoluta de saber que aquéllas noches, más que solo sexo y placer, pueden convertirse en una relación estable.

Y se entregaron, como ya tantas veces, a ese fuego abrasador que los llevaba a gemir y gritar de gozo, a seguir ese vaivén de caderas casi salvaje que los envolvía en una delirante sensación de placer, deleitándose con esos sincronizados movimientos que el morocho realiza contra su intimidad en estocadas exactas llegando tan profundo que no puede evitar clavar sus uñas en los hombros de su amante; sus miradas inyectadas de deseo ardiendo con fulgor propio, besos fogosos que alimentan la llama y acrecientan el calor de sus cuerpos, llevando su excitación al borde de la locura… arrastrándolos a un orgasmo más… regresándolos a la realidad…

- quédate conmigo, Ki Gook… - murmullo suplicante…

- Yoo Hwan, sabes que no puedo, no quiero llegar a herirte si estamos juntos de esa manera… - el pelioscuro… sí, el hijo del hombre aquél que insultara a Junsu en Haewon… acariciaba tiernamente el rostro del morocho…

- pero, Ki Gook, ni siquiera lo hemos intentado, cómo sabes que vas a meterte con cualquiera estando conmigo, cómo sabes que no puedes serme fiel si tan solo lo intentamos…

- me conoces bien, Yoo Hwan… - el morocho colocándose sobre su cuerpo, desnudos sobre aquélla cama en la que sabe no ha sido el único que ha amado a su amante… mirándole profundamente… - sabes que me gusta experimentar cosas nuevas…

- experimenta conmigo, no tienes porqué seguir metiéndote con todos esos sujetos que solo te ven como una buena revolcada… - sus palabras crueles y severas calaban hondo en el corazón del pelioscuro, pero…

- sabes que al principio era solo sexo, pero ahora… - giró su rostro a un lado, no soportando más esa mirada profunda que aunque severa en momentos como ése, llena de amor, ese sentimiento que también siente, pero… - todo lo demás, Yoo Hwan, tú sabes bien todo en lo que estoy metido, sabes bien que hasta tengo que hacerlo por mi padre aunque me desprecie, sabes… - un beso, tierno, tranquilo, esperanzado…

- sí lo sé, y sabes que puedo ayudarte, no solo económicamente, sabes que emocionalmente también lo haré, porque Te Amo Ki Gook, a pesar de todo, te he amado desde la primera vez en que estar juntos fue más que solo sexo para ambos, hace ya algún tiempo, y se que sientes lo mismo por mí, dejemos de evadirnos, de buscarnos solo como amantes… vamos a intentarlo, Ki Gook, por favor…

………………………………..

…Conversación entre… ¿consuegras?

Cuando So Lyn vio a su hijo levantarse y salir, seguido inmediatamente por el mayor Park, supo que esa noche Junsu no dormiría en casa… y sonrió feliz al saber que su primogénito al fin sanaría la herida y seguiría su camino a lado de quien se clavó en su corazón y estuvo dispuesto a todo por él.

Desde que Yoochun se acercara al piano, Jo Nang comprendió que no habría cabida ya para el pasado, que su hijo finalmente se entregaba por un amor maduro, luchando contra temores, errores y tristezas.

Después de que la fiesta retomara su curso, aunque los cuchicheos seguían entre algunas personas; la Sra. Park se acercó a la mesa de la Sra. Kim invitándole a tomar un café juntas a la mañana siguiente… invitación a la que accedió gustosa So Lyn.

***
Restaurante Park.

Sentadas en una de las elegantes mesas, con una taza de café y algunos panecillos, las mujeres conversaban tratándose como… consuegras… (n/a n_n!)

- siento cualquier infortunio que mi hijo o mis hijos hayan ocasionado en su familia, So Lyn…

- descuide, creo que es mayor la alegría que dejaron en ella… - intercambiando miradas corteses, no dejaba de ser extraño estar hablando acerca de sus hijos… varones… en plan de pareja… porque era lo que asumieron son una vez que no regresaran la noche anterior, y que el castaño efectivamente no haya dormido en casa…

- su hijo, ¿había tenido novio antes de Yoochun?...

- en realidad no, tuvo algunas novias, pero es la primera vez que le veo realmente enamorado…

- mi hijo tuvo un novio… - “Yunho”… - pero esa relación estaba destinada a terminar… - su mirada matizada de recuerdos…

- eso pensé yo de las relaciones de Junsu, pero sabe una cosa, Jo Nang... – un sorbo de café… - en mi caso era porque veía que mi hijo no era feliz, lo hacía casi por encajar en la sociedad… - su mirada en la de la Sra. Park… - ¿cuál fue su motivo?

- ¿el mío? La razón por la que no quería que Yunho y Yoochun volvieran…

……flashbacks……

Día del Accidente de los Park…

- Won Jin, ¡no vayas! – exclamaba con preocupación la Sra. Park, su esposo acababa de recibir una llamada que lo había alterado… sus hijos esperándole en el auto sin saber nada…

- ¡iré mujer! Los Jung no tienen derecho a cortar la felicidad de su propio hijo, y mucho menos tratar de mandar sobre el cómo educo a mis hijos. A mí me dolió saber que Yoochun es gay, que sale con Yunho y vaya a saber dios qué tan íntima es ya su relación, pero el punto es ése, tomaron su decisión y tienen derecho a tener el apoyo de sus padres…

- y crees que podrás convencerles, quédate y vamos a hablar nosotros, ya después puedes ir y hablar con ellos… - pero su esposo ya salía del estudio, claramente molesto… - Won Jin, por favor, no vayas a la Mansión Jung, vete con los chicos a ver ese juego como quedaron, o solo conseguirás hacer de esto algo más grande…

- ¡No!... – atajó el hombre, mirando a su mujer con determinación… - está bien si no quieres venir, yo sé que para ti también ha sido difícil aceptar la situación de nuestro hijo, de tener que callar y aparentar no saber nada, pero sabes que no soy de los que toleran que se metan con mi familia, y los Jung me van a escuchar…

Esa fue la última conversación que Jo Nang mantuviera con su esposo, la última vez que le vio, y no había sido para sonreírse, estaban molestos, intranquilo, disconformes…. Ni siquiera le había besado con el cariño de cada vez que Won Jin salía de casa y ella se quedaba a esperarle… esa tarde… el destino lo arrancó de su lado…

Won Jin subió al auto donde sus hijos conversaban acerca de deporte, ajenos a todo lo que dentro de su hogar acababa de suceder, pero confundidos por la repentina seriedad de su padre y la velocidad con que conducía, pisando el acelerador cada vez más a fondo…

- papá, ¿no vamos muy rápido?... – cuestionó el morocho, sentado en la parte trasera, el cinturón bien colocado, viendo que su padre tomaba otro camino… - el estadio está por la otra avenida…

- antes tengo que hacer otra cosa… - la Mansión de los Jung se ubicaba a algunos kilómetros al sur, y el pelinegro conoce bien el camino porque durante años pasó tardes y fines de semana ahí… con el moreno…. – Yoochun, no estoy seguro de que este sea el mejor momento para hablar de esto, pero… - acelerando un poco más… - sé que estás saliendo con Yunho…

- ¡qué!... – sorpresa, preocupación, miedo…

- y lo apruebo, es decir… - poca concentración en el camino… - no es francamente lo que un padre espera de su hijo pero… - un auto viniendo de frente con un conductor ebrio al volante… dos circunstancias imprudentes que culmina en un trágico accidente…

Una conversación que no volvió a tomarse en la familia Park… una experiencia que se obligaron a enterrar en su memoria…

……flashbacks…….

- le culpé por ser un Jung… cuando su única culpa fue amar a mi hijo…

- ¿y le has perdonado ya?

……………………………………

… Lee Kyu Sung

Distrito Sinchon. Clínica Central. Una semana después…

Lee Seung entró dando un portazo al cerrar la puerta, gesto que sobresaltó a Minnie, no era nada, nada común ver al chico de ojos claros molesto…

- ¿pasa algo?

- no lo sé, Min, ¿pasa algo?... – ironizó, comenzando a moverse por toda la habitación como auténtica fiera enjaulada…

- no te entiendo… - el menor seguía sus movimientos con la mirada, aún sentado al modesto escritorio donde se encontraba llenando algunos expedientes…

- tú y Kyu Sung, ¿pasa algo entre ustedes?... – el menor pestañeó más confundido… - ¡qué! Crees que no lo he visto, rondándote todo el tiempo, conversando contigo a solas… ¡tú sonriéndole!... – espetó celoso, el menor poniéndose de pie para encararlo…

- ¿tiene algo de malo que le sonría a alguien más que no seas tú? ¡Ah!, y no es que me ande rondando todo el tiempo, y cuando hablamos es sobre medicina, no sé porqué te pones celoso, Lee, soy tu novio, ¿no?... – refutó no menos molesto que Seung…

- exacto… - lo tomó por la cintura atrayéndolo con fuerza a su cuerpo, sus rostros cerca, ambos respirando agitadamente por la breve discusión… - mi novio y de nadie más… - aseguró con voz ronca, para luego besar sus labios con fuerza, casi salvajemente, parecía que quería devorárselo antes que otra persona pudiera siquiera tentarse a probarlos…

Minnie le empujó girándose al mismo tiempo hasta que el chico de ojos claros quedó contra el borde del escritorio, obligándole a sentarse en tanto seguían con los apasionados besos que ya elevaban la temperatura de sus cuerpos…

- ahh, eres un bruto, Lee… - y es que su novio, en el desenfreno del momento, le mordió el labio con un poco de fuerza ocasionándole una pequeña herida… pero era una sensación que le había gustado… (n/a como me gusta ponerle novios salvajes a ChangMin xD)

- perdón… - murmuró con voz excitada, lamiendo la gotita de sangre que había corrido, continuando con los besos y las caricias, desabrochando el pantalón del menor…

Minnie no se quedó atrás, y desabrochó también los pantalones de su novio, apartando la ropa interior y adueñándose de su miembro posesivamente, comenzando a masturbarlo de la misma manera en que ya era atendido…

- mmhhh, aahhh, Min… - las manos de ambos jóvenes se movían frenéticamente en la erección del otro, sintiendo la forma en que rápidamente crecía ese trozo de carne caliente…

- aahhh, Lee, mmhhh… - movimientos cada vez más rápidos, gemidos más roncos, besos más candentes, jadeos descontrolados, una tela de sudor comenzando a aparecer en sus pieles…

Demasiada excitación, el calor en la habitación ahogándoles en la sensación extasiante de placer… unos cuantos minutos más, y ambos se corrieron en la mano del otro, sintiendo esos deliciosos temblores corriendo por sus cuerpos, besándose apasionadamente una última vez… antes de limpiarse y acomodarse la ropa…

- a ver si así te queda claro que solo contigo me pongo a mil en cuestión de segundos, ¡cielos Lee! Cómo te atreviste a dudar de mí, cómo se te ocurrió siquiera pensar que yo iba a andar con otro a tus espaldas, y menos con alguien que podría ser mi padre…

- no sé, cariño, me ganaron los celos, es que últimamente pareces ser su mundo, y a ti parece no importarte, discúlpame Minnie… - su mano acariciando tiernamente la mejilla de su novio, quien le miraba todavía ofendido…

- serás idiota, la única razón por la que el Dr. Kyu Sung anda tanto en torno a mí es porque quiere quedar bien conmigo ya que corteja a mi madre… - sintió que el chico de ojos claros buscaba su calor en un abrazo de disculpa, y no tardó en responderle, después de todo… tenía razón en ponerse celoso, porque él no le mencionó aquello antes, tenía que admitir que ver a su novio celoso era algo que le gustaba y lo prendía…

- Kyu Sung sale con tu mamá, entonces…

- bueno, han tenido un par de citas, pero no es que sean pareja ya… igual me da gusto ver a mi madre emocionada otra vez, y creo que Kyu Sung es un buen hombre… por cierto, creo que mamá sospecha sobre lo nuestro… - su novio palideció…

- todavía me da temor decirle que somos pareja… - su rostro escondido entre el cuello y hombro del menor… - ¿y si no lo acepta?

- no seas tonto, mi vida, mamá es una mujer muy buena y comprensiva, además que creo que también sospecha lo de mi hermano y Yoochun, y me parece que está conforme con ellos, porqué no habría de estarlo con nosotros?

- pero…

- no quiero seguir contigo a sus espaldas, mamá lo comprenderá, Lee…

- de acuerdo… - suspiró resignado… y aún temeroso de enfrentar a su “suegra”…

……………………………………

Esa misma noche, por casualidades de la vida, coincidieron el YooSu y el MinLee en casa de los Kim, ambas parejas con el mismo objetivo, sonriéndose nerviosamente al caer en cuenta de ello…

Sentados en la estancia, cada pareja en un sofá, So Lyn en el individual esperando a que alguno tenga el valor de decirle… lo que ya sabe…

- mamá… - comenzó el castaño, muriéndose de nervios por llegar a ese momento. El pelinegro no sabía si tomarle o no la mano en señal de apoyo… - yo, bueno… - aclaró la garganta mirando de reojo a su novio…

- Junsu y yo somos novios, señora… - después de todo ya había tenido su aprobación, ¿no?

- mamá, la persona de la que te estuve hablando, de la que me enamoré es… - tomando la mano de su novio, la mujer mirándolos fijamente… - Yoochun…- el MinLee atentos… - yo sé que esto no es tal vez lo que te gustaría, sé que hubieras querido que un día pudiera darte nietos, pero… me enamoré de otro hombre, y quiero poder vivir mi vida con él…

Silencio. So Lyn mirándolos detenidamente… sus labios curvando una sonrisa…

- me da gusto que finalmente vengan a darme tan grata noticia, tienen todo mi apoyo, Junsu, sabes que siempre me ha preocupado solamente que puedan ser felices… - el YooSu respirando aliviados, la mirada de la mujer posándose sobre el MinLee… - algo que decir, chicos… - tono suave…

- Seung y yo también somos novios desde hace algunas semanas, mamá…

- perdone que no se lo hayamos dicho antes… -

- ahora comprendo porque últimamente les veía mas unidos que de costumbre, saliendo juntos y hasta mirándose con un brillo diferente… - ellos se miraron un poco sorprendidos, su madre si que es observadora, tal vez de ella lo heredó entonces el menor… - Yoochun, Lee Seung, hagan favor de acompañarme a la cocina… - los nombrados asintieron nerviosamente, Junsu y ChangMin miraron a su madre con un poco de inquietud, pero no dijeron nada al verlos perderse tras la puerta… - Junsu y ChangMin son mi vida, por ellos fue que luché incluso contra mi enfermedad, tú lo sabes bien Lee… -el chico de ojos claros asintió, pero el pelinegro se sentía un poco perdido… - pues ahora yo los entrego, por decirlo de una manera, a ustedes; no es fácil para una madre ver que sus hijos han elegido amar a alguien de su mismo sexo, pero verlos contentos me hace feliz; y aunque en caso de ustedes… - viendo al pelinegro… - las cosas fueron algo complicadas, pude ver que sus sentimientos son puros y sinceros; así que les pido que no dejen de amar a mis hijos como lo han hecho hasta ahora… y si en algún momento sus sentimientos cambian, sean honestos pero no los hagan sufrir…

- le prometo que amaré a Junsu con toda mi alma, y que daré lo mejor de mi para no fallarle nunca…

- Minnie es el amor de mi vida, jamás haré nada que lo pueda herir, amo estar a su lado, le agradezco su apoyo para permitirnos ser felices juntos…

…………………………………….

Después de cenar, el pelinegro se despidió amablemente de su suegra, con una sola inquietud en su cabeza, así que, recargado sobre el cofre de su auto, su novio frente a él; le preguntó si su madre ya estaba completamente sana, porque ella mencionó algo acerca de una enfermedad…

- recuerdas el dinero que me prestaste?... – el pelinegro asintió, cómo olvidarlo… - lo necesitaba para pagar la operación de mi madre…

- por eso no dudaste en aceptar lo que te pedí… - el ratón bajó la mirada apenado, en verdad que había sido despistado en torno a eso… -

- pero ya no me siento arrepentido de ninguna manera, porque como quiera que sea, me ayudaste a salvar la vida de mi madre… y aunque con algo de dificultades, también pude enamorarme de ti…

- y que yo me enamorara de ti… - sus rostros serenos sonriéndose suavemente… - Te Amo, baby… - un corto beso, antes de que Yoochun parta a su departamento…

………………………………….

…Anillo de Compromiso

Boston, Massachusetts
3 meses después…


Yunho y Jaejoong estaban en aquella cafetería en la que hace años se encontraran por vez primera, les gustaba ir ahí a tomarse un café cada sábado por la tarde, a disfrutar de los buenos recuerdos juntos, a recordarse una vez más que estar juntos era lo mejor que les había pasado en la vida.

Y poco o nada les importaba incluso tomarse de la mano por sobre la mesa mientras conversaban y se sonreían con inmenso amor brillando en sus ojos, casi ajenos a la vida en torno a ellos… aunque conscientes de que más de alguna mirada se posa sobre sus manos entrelazadas..

- Jae, ¿alguna vez has pensado en casarte?.... – cuestionó con voz suave, su pulgar acariciando el dorso del rubio…

- no tuve tiempo de pensar en eso, cuando comencé a sentir atracción por otra persona, física o emocional, se trataba de un chico, así que no, no llegué a pensar en eso, Yunho… - notó un destello de desilusión aparecer en los ojos del moreno… - ¿tú lo hiciste?

- lo hago ahora… - comentó con un poco de temor, el rubio le miró con sorpresa… - yo sé que somos chicos, pero, no sé, hace días que vengo pensando en que sería agradable saber que somos esposos, y… - su otra mano en el bolsillo de su pantalón, tomando una pequeña cajita de terciopelo, dudoso entre sacarla o no y exponer su contenido ante los ojos de su novio…. – no seríamos una pareja de casados como cualquier otra, de entrada no somos una pareja de novios exactamente normal, socialmente aceptable, pero… - animándose, el moreno sacó la cajita de su bolsillo mostrándosela al rubio sin aún abrirla, sintiendo sus manos temblar de nervios, duda y emoción. El propio Jaejoong observaba esa cajita con las mismas sensaciones, siguiendo el movimiento de la mano que tenía sujeta la suya y que ahora le soltaba para acompañar a la otra y finalmente mostrando la preciosa joya de plata… - Jae… ¿te gustaría pensar en la posibilidad de casarte conmigo?

… ¿Sabían que… el chocolate oscuro contiene tres veces más cafeína que el chocolate de leche, pero tendrían que comer un cuarto de kilogramo para ingerir la cafeína que tiene una taza de café de 355 mililitros?...

(n/a ok, nada que ver, lo siento, solo quería hacerla de emoción xD)

Jaejoong se quedó estático en su lugar, sus ojos abiertos de par en par mientras miraba fijamente a Yunho… procesando esas palabras, asimilando tremenda proposición… cuándo se iba a imaginar, siendo hombre, que otro hombre (aún el amor de su vida) le pediría matrimonio… ¡MATRIMONIO!... casarse, ser esposos… es decir, bien, en el caso de ellos una unión matrimonial es más un ritual espiritual, legal incluso (n/a ¿alguien sabe si en ese estado se permiten los matrimonios entre personas del mismo sexo? Bueno, hagamos de cuenta que sí solo para fines del fic xD)… es solo que… la idea, la proposición en sí… no deja de parecerle extraño… toda su vida concibió el matrimonio como una unión en la que se forma una familia… y en una familia hay hijos… y ellos siendo hombres no pueden procrear hijos propios… entonces, ¿qué sentido tendría su matrimonio?

- JaeBoo… - la voz del moreno sacándolo de su ensimismamiento, dejándole ver el semblante de desilusión en su novio… - lo siento, no quise, tal vez fue muy pronto, muy rápido de mi parte… - hablando rápidamente antes de que se le quebrara la voz, el moreno cerró la cajita guardándola torpemente en su bolsillo, tratando de sonreír para no sentirse embargado por esa sensación de desazón, y de poder retomar una conversación agradable… pero no podía, estaba trabado, le dolía pensar que su novio no quisiera tener aquel tipo de relación con él… ¿qué no es lo que hacen las personas cuando se aman? ¿Llegar al matrimonio?

- Yunho…- el rubio buscó la mano de su novio para tomarla otra vez entre la suya… - sabes que Te Amo… - el moreno le sonrió con un dejo de tristeza… - es solo que nunca me había planteado la idea de casarme y… somos hombres, Yunnie, qué sentido tiene casarnos, somos pareja, vivimos juntos, intimamos, nos pertenecemos mutuamente…

- lo sé, Boo… - y de pronto esa linda tarde ya no le resultaba tal…

- Yunnie… - el moreno mirando su taza de café, sus manos aún entrelazadas… - mírame, Yunnie… - su novio levantando la mirada, podía ver lágrimas ocultas en esos ojos que tantas emociones le ha hecho sentir… - dime, porqué es importante para ti…

- porque… es una forma de saber que estamos más unidos… es tal vez la manera romántica de saber que nos amaremos hasta que la muerte nos separe…

- y aún después de ella Yunnie… - nula importancia lo que la gente diga, el rubio se estiró sobre la mesa hasta alcanzar los labios de un sorprendido moreno que tardó unos segundos en responder y convertir de ese sublime contacto una caricia… - vamos a estar juntos por la eternidad… - volvió a sentarse apropiadamente en su lugar, algunas personas murmurando por lo bajo… - y sí… quiero casarme contigo, Yunnie… - extendiendo su mano izquierda en espera de que el anillo sea colocado en el dedo anular…

- ¿en serio?... – cuestionó atónito…

- claro que sí… - sonrisa radiante… el moreno emocionado, sacando cuidadosamente el anillo, sintiendo sus manos temblar en tanto lo desliza en su dedo…

- Te Amo, JaeBoo…

- y yo a ti…

………………………………………….

… Tatuajes

Seúl. Corea.
4º mes de noviazgo.

- ¡Yoochun! ¡Baja de ahí ahora!... – exigió abochornado el castaño, recostado en una camilla boca abajo, su playera remangada a media espalda, sus pantalones ligeramente bajados hasta la altura del coxis… el ratón sentado sobre su trasero… Sang Chul, el chico con quien el pelinegro se hiciera su tatuaje esperaba pacientemente a que su amigo le permitiera continuar con su trabajo…

- ¡no! Este trasero es mío y Sang Chul lo quiere tocar… - acusó infantilmente el pelinegro, mirando con recelo a su amigo…

- yo NO quiero tocar a tu novio… - puntualizó divertido el joven…

- y porqué te le quedaste viendo con cara de baboso… - si las miradas mataran…

- no me le quedé viendo con cara de baboso, no es mi culpa que tu novio tenga tan buena defensa y que encima quiera tatuarse un ratón simpático con mirada lasciva en su espalda baja…

- ves, acabas de decir que tiene una buena defensa, y ésta defensa… - se corrió un poco hacia atrás y posó sus manos sobre el trasero de Junsu, haciéndolo saltar en su lugar… - es mía…

- ¡dejen ya de hablar!... – gritó más que avergonzado, intentando levantarse pero el peso de su novio lo impedía… - y tú, ratón pervertido, quita tus manos de MI trasero… - el pelinegro, todavía ligeramente ofuscado, apartó sus manos y bajó…

- te estaré vigilando… - murmuró entre labios mientras se sentaba en un banquillo a lado de su novio, haciendo la señal universal apuntando con dos de sus dedos sus propios ojos y luego los de su amigo…

- otra escena así y no me tatúo nada, Chunnie… - amenazó…

Y es que después de varios meses, Junsu por fin había accedido a tatuarse un ratón igual que Yoochun se hiciera un delfín, como una forma de tener un vínculo especial, permanente, palpable… y erótico… de su amor…

***

Ya habían olvidado por completo los minutos bochornosos por parte de Junsu y los celos posesivos de Yoochun durante la sesión de tatuaje…. Ahora aquello era simplemente el pretexto perfecto para envolverse en un juego erótico de caricias…

Arrodillados sobre la cama en la habitación del departamento del pelinegro (aun no viven juntos), éste se encontraba a espaldas del castaño, besando una y otra vez su tatuaje, sus manos al frente acariciando su pecho, jugando con sus pezones, una de ellas bajando por momentos a su erecto miembro para masajearlo…

- aahhh, Chunnie… mmhhh, aahhh… - nunca las sensaciones se habían sentido especialmente delirantes…

- adoro tu tatuaje, Susu ah… - le murmuró al oído una vez que dejó de besar su espalda baja, sintiendo su excitada erección pegada al trasero del delfín, a la vez que seguía masturbándolo acompañando una mano del propio castaño…

- mmhhh, ahh, ahhh… - sus nublados sentidos ya no podían hacer otra cosa que sentir, por lo que solo gemidos y jadeos salían de sus labios…

Yoochun se sentía también al límite, demasiado calor en su cuerpo, pegado al de su novio, el sudor perlado sobre toda la piel de ambos, los movimientos de sus manos más frenéticos, más fuerte su necesidad de sentirse dentro del castaño. Motivado por ese deseo, le instó a apoyarse en sus manos, quedando a cuatro sobre la cama; los dedos del ratón solicitando ser humedecidos por la cálida boca del delfín, petición que fue aceptada con gusto, lamiéndolos con lujuria mientras sentía contra su intimidad el palpitante miembro del pelinegro y quería sentirlo ya. Humectados, los dedos del ratón comenzaron a dilatar su entrada, gimiendo con un dejo de dolor hasta que su interior fue ocupado por la erección de su novio.

- gracias por haberte tatuado, ahora pienso que hubiera sido mejor que tú te tatuaras un delfín y besarlo y acariciarlo… - apoyado ligeramente sobre la espalda del castaño, le hablaba al oído con su excitada voz mientras esperaba que su novio se acostumbrara a su intromisión…

- pero así no te llevaría tatuado en mi… - aahhh... – una embestida… - piel… - mmhhh… - una más… lento… pausado…

- aahhh, Susu, eres tan rico… mmhhh… - embestía acelerando lentamente su ritmo, sujetando con sus manos las caderas del castaño…

Sincronizándose fácilmente en un vaivén candente, gimiendo sin reserva alguna, gritando sin tapujos sabiendo que solo las cuatro paredes de su habitación se quedarán con aquellos sonidos extasiantes de placer.

A Junsu le gustaba ese mar de sensaciones que solo el pelinegro causaba en él, la forma en que cada entrega le resulta diferente y aún más deliciosa. Yoochun estaba perdido en el gozo, pero aún con eso no podía despegar su vista del tatuaje de su novio, llevando una de sus manos ahí para seguir acariciando al tiempo que sus estocadas tocaban el punto más profundo en la intimidad del castaño y le arrancaba los más exquisitos gemidos de placer, esos que tan perfectamente él imitaba al sentirse al borde del éxtasis.

Llevó una de sus manos a la entrepierna de Junsu, masajeando con rapidez, sintiendo ese caliente palpitar contra su tacto, subiendo y bajando a lo largo, presionando sugestivamente en la punta, detectando la humedad de ese trozo de carne liberándose, acercándolos a la explosión de su excitación. Bastaron entonces unas cuantas embestidas profundas para derramar su semilla en el interior de su novio y sentir la de éste corriendo por su mano, algunas gotas de su esencia cayendo inevitablemente sobre las sábanas…

Respirando agitadamente, ninguno se movió hasta que los espasmos del orgasmo dejaron de correr por sus cuerpos, entonces Yoochun salió suavemente del interior de Junsu, recostándose entonces ambos con sendas sonrisas en sus labios, agotados pero tan felices como desde que formalizaran su noviazgo…

Intercambiaron algunas palabras y sonrisas, y besos tiernos, antes de caer en brazos de Morfeo y dormir plácidamente. Cuando la mañana siguiente llegó, el pelinegro se levantó primero, cuidando de no despertar a su novio, se dirigió a la cocina y preparó el desayuno. Colocó sobre una bandeja de plata, cereal, leche, jugo de naranja, unas tostadas con mermelada de fresa y dos tazas de café negro. Volvió a la habitación y dejó la bandeja sobre la mesita de noche. Sentándose a lado del castaño, quien respiraba pausadamente aún profundamente dormido. El pelinegro se quedó un rato solo observándolo, con su semblante tranquilo, desnudo bajo las sábanas que ahora están desordenadas sobre su cuerpo, podía ver sus hombros y una de sus piernas semiflexionada de lado, los labios entreabiertos…

- mi delfín angelical… - murmuró con una sonrisa enamorada, acariciando suavemente la mejilla de su novio… y antes de despertarlo, abrió el cajoncito de la mesita de noche, al fondo de éste se encontraba una cajita negra con esquineras de color plateado… - llevo una semana decidiéndome a pedírtelo…

- ¿pedirme qué?... – cuestionó somnoliento el castaño, logrando un sobresalto en su pareja por su repentino despertar…

- éste… yo… - nervioso, el ratón trató de ocultar la cajita pero terminó por dejarla caer sobre la cama, y antes de poderla tomar, el castaño ya le había ganado… -

- qué es Chunnie… cuestionó inocentemente, depositando la cajita en la palma de la mano de su novio…

- es… - clavó sus oscuras orbes en los ojos marrón del delfín, tal vez si seguía esperando, nunca encontraría el momento indicado, porque a decir verdad y tal como lo siente, a lado de su novio, todos son los momentos indicados… - Junsu ah…

- sí… - ya completamente despierto, se sentó recargándose en el respaldo de la cama, sonriendo suavemente, prestándole toda su atención…

- ¿te casarías conmigo?... – olvidándose de toda palabra romántica previa, el pelinegro preguntó directamente en tanto abría la cajita y le mostraba a su pareja le anillo de plata…

- Chunnie… - murmuró emocionado, sus ojos brillando como si estuviera a punto de llorar, su corazón palpitando acelerado, sus labios curvados en una sonrisa dulce… - claro que sí… - respondió radiante, abrazándose inmediatamente a un ratón que recién respiraba otra vez, porque inconscientemente había contenido el aliento mientras esperaba la respuesta de su pareja… - Te Amo, Chunnie… - apartándose un poco, le besó tiernamente..

- Susu ah, Te Amo… - el anillo siendo colocado en el dedo indicado…

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… Boda (s)

Boston, Massachusetts
Departamento YunJae

Yunho esperaba nervioso en la estancia a que Jaejoong saliera de la habitación e irse juntos hacia el Registro Civil, después de eso irían a un bar de un amigo, donde celebrarían su unión matrimonial.

- Boo, llegaremos tarde… - le recordó desde el otro lado de la puerta…

- ya voy, ya voy… - el rubio revisaba una última vez su vestimenta ante el espejo de cuerpo entero. Suspiró mientras se acomodaba los mechones sobre su frente… - bueno, Kim Jaejoong, llegó el Gran Día…

- te ves… - el moreno se quedó boquiabierto cuando su novio al fin abrió la puerta…- hermoso… - Jae portaba un pulcro taje blanco, su lacia cabellera rubia perfectamente peinada…

- gracias… - sintiéndose nervioso bajo la mirada penetrante del moreno, el rubio se acercó a tomar su mano y poder marcharse… - tú también te ves muy bien, Yunnie… - el moreno llevaba un traje negro y su cabello castaño oscuro acomodado en un peinado moderno…

Los padres de Jae ya esperaban en el Registro Civil, era la segunda vez que se encontraban con Yunho, y el trato entre ellos era agradable, el moreno aún pensaba en que le hubiera gustado que sus propios padres fueran así, pero de ellos no ha vuelto a saber nada. La ceremonia ante la ley fue sencilla, firmar el contrato que legalmente los une como esposo, escuchar las cláusulas a que estarían sujetos a partir de ese instante, y dejar su rúbrica sobre aquel papel.

Más tarde, reunidos en el bar, rodeado de amigos, los padres de Jaejoong y los de Tommy, pasaron una tarde estupenda. Y fue delante de esas pocas personas (los invitados eran realmente cerca de 20 personas) que llevaron a cabo esa otra ceremonia, intercambiando anillos de oro y haciendo sus juramentos al otro, sintiéndose de alguna forma, unidos incluso ante la sociedad.

Cerca del anochecer, el YunJae se retiró rumbo a su departamento… era extraño, pero deseaban su noche de bodas…

- no pensé que me sentiría tan feliz de llevar un anillo así... – el rubio contemplaba sonriente la argolla en su dedo, la que lo volvía un hombre casado, el moreno caminaba a su espalda rodeándole la cintura…

- ahora somos esposos, Boo, y solo decirlo me hace, literalmente, un hombre felizmente casado… con otro hombre… - hablándole al oído, entraron al departamento e inmediatamente comenzó a besarle el cuello…

- ahh, Yunnie, se nota que estás ansioso… - inclinando ligeramente su cabeza a un lado, le dejaba más espacio que marcar con sus labios…

- prácticamente desde que salimos ya quería regresar para desnudarte con calma y hacerte el amor… - sus manos desabotonando el saco blanco de su ahora esposo, las manos de éste echadas hacia atrás para desordenarle el cabello en tanto entran a la habitación…

- házmelo ahora, Yunnie… - provocó, como solo el rubio sabe, con esa sensual voz que desata toda la pasión en el moreno…

Una a una, las prendas fueron retiradas de sus cuerpos con lentitud, desperdigadas en el suelo, no le importó demasiado que sus trajes de bodas se arrugaran, ya estaban enfrascados en un delicioso vaivén de caderas sobre la cama, sintiendo esa entrega diferente por el solo hecho de hacerlo como esposos, de saber que no había nada que los pudiera unir más ahora, se pertenecían en todas las leyes humanas, en cuerpo y alma.

Sus gemidos roncos inundando la habitación, besos apasionados siendo entregados cada vez con más intensidad, caricias candentes depositadas con frenesí en el otro cuerpo. Yunho embistiendo cada segundo con mayor rapidez y profundidad, Jae recibiendo cada estocada con un gemido erótico mientras sus piernas rodeaban las caderas de su esposo y sigue su ritmo, las manos del moreno masajeando su virilidad con destreza, dejando sobre su erección los movimientos exactos para llegar juntos al orgasmo.

El rubio se sentía en el paraíso cada que la caliente semilla del moreno cubría su intimidad, dejándole aquellas oleadas de placer que turban sus sentidos y generan deliciosos temblores en su cuerpo. Yunho alcanzaba la gloria siempre que al descargarse, su Boo terminaba en su mano dejándole su cálida esencia, esa que no duda en lamer de entre sus dedos, esa que al tragarla le invita a besar lascivamente los labios aún jadeantes de su esposo, compartiendo un beso lleno de lujuria y amor.

- eres el mejor, Yunnie… - el rubio se sentía casi recuperado del orgasmo, pero aún así agotado…. Y ante todo, pleno…

- lo soy porque estoy contigo, JaeBoo… Te Amo… - el moreno descansando sobre su pecho, escuchando su ya más tranquilo palpitar…

- ahora que estamos casados, ¿mi nombre es Jung Jaejoong?

- según las leyes de éste país… sí… - un suave beso…

- me gusta… - uno más…

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Seúl. Corea.

Hacía casi dos meses que el YooSu se había comprometido, y hoy se celebraría la ceremonia representativa de su matrimonio. El Jardín de la Mansión Park estaba arreglado especialmente para la ocasión, un lugar bello y privado para estar solo las familias y personas más allegadas de los novios…. (n/a en Corea no son legales los matrimonios gay, ¿vdd? En fin, ya saben, solo por el fic xD)

La fiesta se centró en el rito del intercambio de anillos y pronunciación de sus votos, jurándose amarse y respetarse hasta que la muerte los separe. Pero la sensación de saberse esposos ante la aprobación y bendición de sus madres, hermanos y amigos, era todo lo que necesitaban.

Al final, había sido una agradable fiesta familiar. Jo Nang se sentía una vez más completamente feliz a pesar de la ausencia de su fallecido esposo, ver a sus hijos contentos haciendo sus vidas en independencia la hacía sentir orgullosa. So Lyn, acompañada de su novio, el Dr. Kyu Sung, se veía también radiante, y pensaba que aún cuando el amor verdadero no había llegado a ella con el padre de Junsu ni con el de Minnie, ésta vez se siente diferente. Como fuera, se limitaba a disfrutar cada día porque lo que más contenta le hacía era ver a sus hijos enamorados dando lo mejor de sí en la vida.

Yoo Hwan estaba contento porque hace poco más de un mes Ki Gook por fin había aceptado intentar un noviazgo formal… y lo llevaban bastante bien hasta el momento, a pesar del enojo y rabieta del Sr. Cho. El amor entre ellos también es sincero y profundo, pero tenían bastantes más detalles que ir resolviendo juntos.

Minnie y Lee Seung… ellos también seguían construyendo su propia historia.

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Departamento YooSu

Era ya muy entrada la madrugada, y Yoochun y Junsu acababan de hacer el amor en su noche de bodas. El delfín tenía su rostro apoyado en el pecho de su esposo, sonriendo por el simple hecho de estar ahí, de saber que no hay manera ya de que el pelinegro le demuestro cuánto lo ama, porque lo ha hecho todo por él convirtiéndolo en el chico más feliz sobre la faz de la tierra.

- podrías quitarte el anillo un segundo… - pidió el pelinegro con voz suave, tomando con su mano la de su esposo donde descansa la joya….

- porqué… - cuestionó un poco confundido…

- quiero que veas el grabado en su interior… - respondió a la vez que se sacaba su propio anillo y su esposo se incorporaba un poco quedando apoyado en uno de sus codos. El delfín observó entonces lo que con letra manuscrita estaba grabado en ambos anillos…

- You Are For Me… YooSu Forever…

- Eres Para Mí… YooSu Para Siempre… - leyó a su vez el pelinegro en su anillo…

- es hermoso, Chunnie… - emocionado como varias veces por los detalles de su ahora esposo, el castaño le besó tiernamente… - gracias…

- gracias a ti… - volvió a colocar el anillo de su esposo en su dedo, y luego el propio… - por haber llegado a mi vida… Te Amo, Junsu ah…

- y yo a ti, Chunnie…

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… Porque no hay cosa más bella que el amor, vívelo cada día como si fuera el último que lo puedas disfrutar, y no dudes nunca de decir lo que sientes, porque es la única manera en que puede crecer y alimentarse…


**FIN**